enfoque narrativo y salud 2

16
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA ENCUENTROS ACADÉMICOS 2001 ÁREA QUÍMICO-BIOLÓGICA EL ENFOQUE NARRATIVO COMO INSTRUMENTO PARA LA SIGNIFICACIÓN DEL AUTOCUIDADO PERSONAL EN ESTUDIANTES DE PREPARATORIA PRESENTA: MARIO PÉREZ CARRILLO

Upload: mario-p-c

Post on 05-Jul-2015

72 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Enfoque Narrativo y Salud 2

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA

ENCUENTROS ACADÉMICOS 2001

ÁREA QUÍMICO-BIOLÓGICA

EL ENFOQUE NARRATIVO COMO INSTRUMENTO PARA LA SIGNIFICACIÓN

DEL AUTOCUIDADO PERSONAL EN ESTUDIANTES DE PREPARATORIA

PRESENTA:

MARIO PÉREZ CARRILLO

PLANTEL 5 “JOSÉ VASCONCELOS”

[email protected]

Page 2: Enfoque Narrativo y Salud 2

2

EL ENFOQUE NARRATIVO COMO INSTRUMENTO PARA LA SIGNIFICACIÓN

DEL AUTOCUIDADO PERSONAL EN ESTUDIANTES DE PREPARATORIA

RESUMEN

El pensamiento paradigmático es al que más se apela en los programas de

aquellas asignaturas implicadas en contribuir al desarrollo de capacidades

relacionadas con cuidado de la salud personal. Sin embargo, este modo cognitivo,

por sus propias características, no es el más idóneo para desarrollar estas

capacidades. En consecuencia, es oportuno explorar el pensamiento narrativo con

el fin de formular aproximaciones para contribuir a que los estudiantes signifiquen

su autocuidado personal. Después de exponer los diferentes atributos del

pensamiento paradigmático y el pensamiento narrativo, procedo a detallar la

conversación externalizadora como un medio de poner en juego el pensamiento

narrativo para significar el autocuidado personal. Finalmente, expongo un caso en

donde se ejemplifica la aplicación de la conversación externalizadora.

Page 3: Enfoque Narrativo y Salud 2

3

INTRODUCCIÓN

Jerome Bruner (1988), un destacado psicólogo cognitivo y ahora de tendencia

culturalista, propone dos modos de funcionamiento cognitivo: el paradigmático y el

narrativo. Cada uno aporta diferentes formas de ordenar la experiencia, de

construir la realidad. Si bien son complementarios, son irreductibles entre sí. Cada

uno tiene principios funcionales propios y sus propios criterios de corrección. Un

argumento bien constituido y un buen relato son clases naturales diferentes. En

uno la verificación se realiza mediante procedimientos que permiten establecer

una prueba formal y empírica. En el otro no se establece la verdad sino la

verosimilitud.

El modo paradigmático, el más se empleado en el contexto educativo, fundamenta

a las didácticas de las asignaturas relacionadas con el desarrollo de capacidades

para el autocuidado de la salud en los estudiantes. La controversia estriba, sin

embargo, en que en la Escuela Nacional Preparatoria predomina la enseñanza de

contenidos declarativos como un medio para generar conductas de cuidado

personal. Esto representa una incongruencia porque las conductas de autocuidado

no están en el nivel declarativo, sino en el de los contenidos procedimentales y

actitudinales. En otras palabras, está implícita la idea de que los contenidos

declarativos, por sí mismos, propiciarán que los estudiantes los apliquen a su

propia salud. Es evidente la falta de congruencia entre los propósitos y los

contenidos.

De ahí que sea un reto importante la búsqueda de alternativas educativas en

materia de salud para contribuir a que los estudiantes generen sentido personal en

torno a su propia salud. La propuesta que formulo recurre al enfoque narrativo

como un medio para propiciar la construcción de significados personales por parte

de los adolescentes acerca del cuidado de su propia salud.

Page 4: Enfoque Narrativo y Salud 2

4

En esta propuesta, en principio, resumo las características del modo narrativo de

la cognición al contrastarlo con el modo paradigmático. A continuación, expongo

una práctica derivada del enfoque narrativo denominada conversación

externalizadora que suele consistir en personificar un atributo que obstaculiza

alguna forma de autocuidado personal de la salud. Esta conversación

externalizadora se opone a la conversación internalizadora, la cual, es la práctica

más frecuente en la vida académica y personal. Finalmente, presento un ejemplo

para concretar esta conversación externalizadora, la que busca propiciar un

sentido de agencia personal en los estudiantes en el cuidado de su propia salud.

Marco de referencia

En psicología y educación la analogía narrativa ha adquirido un lugar

preponderante. Así se aprecia en las obras de autores relevantes en ámbitos

como en psicología, sobre todo de corte cultural (Bruner, 1991), psicología social

social (Gergen, 1996, 2006), en terapia (White, 2002a, 2002b, White y Epston,

1993) o en educación (Bruner, 1997; McEwan y Egan, 1998, Paniagua y Palos,

2009). A continuación expongo las características fundamentales de esta

modalidad narrativa del pensamiento a través de su contraste con el pensamiento

paradigmático, también llamado lógico-científico. Sigo las dimensiones

explicitadas por White y Epston (1993) para dar cuenta de estas características,

saber: experiencia, tiempo, lenguaje, agencia personal y posición del observador.

Experiencia. En la modalidad paradigmática, las particularidades de la experiencia

personal son eliminadas a favor de constructos cosificados, clases de eventos y

sistemas de clasificación. El modo narrativo1, por el contrario, da mayor

importancia a las particularidades de la experiencia vivida, lo que es central para

generar significado. Así, instrumentos narrativos hacen más propicio que se

1 A este propósito, es pertinente recordar la raíz etimológica de narrar. De acuerdo con Victor Turner (1981, pág. 163) proviene del latín narrare, asociado a su vez a gnarus, “estar al tanto de”, “experto en”, “saber de un modo particular”. Así, para el mismo Turner, la narrativa parecería ser un término apropiado para una actividad reflexiva que busca conocer los eventos antecedentes y el significado de esos eventos.

Page 5: Enfoque Narrativo y Salud 2

5

signifique el autocuidado personal al ser éste una forma de experiencia, en lugar

de sólo informarse sobre sistemas de clasificación.

Tiempo. Debido a que el modo paradigmático se ocupa de elaborar leyes

generales que se consideran verdaderas en todo tiempo y lugar, la dimensión

temporal queda excluida, es decir, las leyes deben situarse más allá de los efectos

del tiempo. En el modo narrativo es diferente, la temporalidad es una dimensión

esencial, pues los relatos, con su principio, desarrollo y final, existen en virtud de

acontecimientos a través del tiempo. Si el autocuidado personal se inscribe en una

dimensión temporal a la manera de una trama, es más probable que se convierta

en un una motivación intrínseca para la persona.

Lenguaje. Las prácticas lingüísticas del pensamiento paradigmático se basan en el

modo indicativo para reducir la incertidumbre. Tales prácticas son un medio para

consolidar la realidad y dar estabilidad a aquello de lo que se habla. En este

sentido también actúa la no contradicción, es decir, para excluir significados

alternativos mediante el uso unívoco de las palabras. Por su parte, las prácticas

lingüísticas del pensamiento narrativo se centran en el modo subjuntivo para crear

un mundo de significados implícitos más que explícitos, para ampliar el campo de

posibilidades a través de desencadenar la presuposición, para introducir la

perspectiva múltiple. Estas prácticas lingüísticas tienen en cuenta la complejidad y

la subjetividad de la experiencia. En lugar de preferir el uso unívoco de las

palabras se aprovecha su polisemia. Se fomenta más de una línea de

interpretación y se amplían las realidades posibles. El empleo de lenguaje

narrativo, como el lenguaje externalizador, hace más propicia la participación de la

subjetividad de la persona.

Agencia personal. El modo paradigmático representa a la persona como un

escenario pasivo que reacciona ante determinadas fuerzas (impulsos, impactos,

etc.) impersonales. Asume que fuerzas internas o externas a la persona actúan

sobre ella y que son éstas la que moldean la vida. El modo narrativo, en contraste,

Page 6: Enfoque Narrativo y Salud 2

6

sitúa a la persona como protagonista en su propio mundo. Un mundo de actos

interpretativos, un mundo en el que volver a contar una historia es contar una

historia nueva, un mundo en el que las personas participan con sus semejantes en

la reinterpretación y por tanto, en el moldeado de sus vidas y relaciones. ¿Cómo

esperar que la persona se experimente a sí misma con un sentido de agencia en

el autocuidado de la salud si de acuerdo con el modo paradigmático ella es un ser

reactivo? Para el modo narrativo, las personas participan activamente en el

moldeado de sus vidas, de su autocuidado personal en este caso.

Posición del observador. El modo paradigmático excluye al observador de lo

observado en aras de la objetividad. El objeto está «al otro lado», «enfrente», del

observador. El mismo observador no está implicado en la creación de los

fenómenos que se observan y se afirma que lo observado es inmune a los efectos

de esta observación. El modo narrativo redefine la relación entre el observador y lo

observado. Tanto el observador como lo observado se sitúan dentro de la

narración que se está desarrollando, en la cual al observador se le ha asignado el

papel de autor privilegiado de su construcción. Desde el modo paradigmático, el

cuidado personal está enfrente, al otro lado del observador, quien no está

implicado en este autocuidado. La postura narrativa asigna un papel privilegiado a

la personal en el autocuidado de su salud.

De este modo, se puede apreciar que aquellos programas de las asignaturas que

buscan contribuir a que los estudiantes desarrollen capacidades para el cuidado

de su salud personal se fundamentan en el modo paradigmático sin dejar lugar

para el pensamiento narrativo. No obstante que éste es el que permite a las

personas significar su experiencia y adquirir un sentido de agencia personal. Así,

resulta pertinente explorar las implicaciones del pensamiento narrativo para el

desarrollo de capacidades en torno al cuidado de la salud personal porque estas

capacidades están más en congruencia con el sentido de agencia personal.

Page 7: Enfoque Narrativo y Salud 2

7

Como ya lo adelantaba en el apartado del lenguaje, una de las formas en las que

el pensamiento narrativo se puede incluir en la educación del cuidado personal de

la salud es a través de la conversación externalizadora. A continuación, con base

en Morgan (2000), doy cuenta de esta conversación al contrastarla con la

conversación internalizadora.

La conversación internalizadora, ante alguna conducta no preferida que la persona

desea modificar, ve a la persona como el problema. La conversación

externalizadora, en cambio, ve al problema como el problema. A partir de esto, la

conversación internalizadora localiza los problemas dentro de la persona, busca lo

que está “mal” o “deficiente” en los individuos, cuyas acciones son

manifestaciones de un núcleo de su persona, como el Yo. La conversación

internalizadora busca que las personas vean a los expertos como una autoridad

que explique sus conductas. Desde estas explicaciones se tiende a totalizar a la

persona y su identidad sin dejar lugar para otras descripciones. La tendencia a

localizar las influencias internas que originan los problemas hace invisibles las

prácticas sociales que los sustentan. Asimismo, se categoriza a las personas en

términos de qué tan “diferentes” son de la “norma”, para lo que se emplean rótulos

que describen la experiencia o la conducta no preferida de la persona, quien, en

consecuencia, experimenta a menudo discriminación. A las personas, de este

modo, se les “ayuda” a cambiar un diagnóstico como “baja autoestima” o “carencia

de motivación o aprendizajes”. Finalmente, el lenguaje más usado es el “Yo

soy…”.

En cambio, en la conversación externalizadora se habla del problema como

exterior a la persona, los localiza en el contexto, lo que crea espacio para una

discusión acerca de la relación de la persona con el problema. Las acciones se

ven como acontecimientos que ocurren de acuerdo con una trama a través del

tiempo, no como manifestación de un núcleo interno. A la persona se le invita a

reflexionar sobre sus propios significados acerca de los acontecimientos, por lo

que no renuncia a esto significados para aceptar los de un experto. En

Page 8: Enfoque Narrativo y Salud 2

8

consecuencia, la persona enriquece las descripciones de su propia identidad. La

conversación externalizadora busca hacer visibles las prácticas sociales y las

narraciones sociopolíticas que promueven y sostienen las conductas no

preferidas, así como las prácticas discriminatorias. El agente del cambio no es la

estrategia diseñada por un especialista, sino lo comunal, lo mutuo, lo colaborativo

y en donde la persona conserva su calidad de experto sobre su propia vida.

Finalmente, el lenguaje más usado no es el “Soy…”, sino el “Esto es…”.

Por ejemplo, si un estudiante identifica una conducta que le obstaculiza el

autocuidado personal, conviene poner a su disposición la conversación

externalizadora. Se efectúa a través de una serie de preguntas que buscan

personificar la conducta que se busca modificar. Por ejemplo, se puede indagar

con respecto a esa conducta: con qué nombre coloquial identificarla, sus trucos,

sus tácticas, sus formas de operar, sus formas de hablar (su voz, tono, el

contenido de lo que dice), sus intenciones, sus creencias e ideas, sus planes, sus

gustos y aversiones, sus reglas, sus propósitos, sus deseos, sus motivos, sus

técnicas, sus sueños, sus aliados (quién la sostiene o está a su lado; quién la

apoya; qué fuerzas están ligadas a ella), sus engaños o mentiras. De modo que

estos temas constituyen una forma de referirse a la conducta por modificar y se

busca investigarla de forma amplia para descubrir tanto como sea posible acerca

de ella mediante su personificación.

Un caso

Claudia es una estudiante que cursa el sexto año de preparatoria. Ella ha

identificado como conducta no preferida que le impide el autocuidado de su salud

el ver televisión en cuanto regresa a su casa de la escuela. Tiene cierto sobrepeso

y está convencida de que el tiempo que permanece sentada frente al televisor no

le conviene pero le ha sido imposible cambiar esta conducta. Acepta poner en

práctica la conversación externalizadora y llama a esa conducta la Sra. Gorda.

Una vez personificada la conducta por modificar, a continuación la indaga

mediante preguntas acerca de sus trucos, sus formas de operar, su voz, etc.

Page 9: Enfoque Narrativo y Salud 2

9

Claudia identifica que es una señora que se sienta junto a ella en cuanto llega de

la escuela, que le habla suavemente para que no se levante del sofá. En esta voz

suave, Claudia hace un significativo descubrimiento: se da cuenta de que esa voz

suave le permite relajarse de la tensión con la que regresa de la escuela, esa voz

le ayuda a acallar las voces de sus maestros que tanto la estresan y que la

acompañan hasta su casa. Este descubrimiento le permite darle otro sentido a la

Sra. Gorda, quien no sólo tiene intenciones de que ella vea la TV y permanezca

sedentaria. ¿Hay otras formas en las que pueda escuchar la voz de la señora al

margen de la TV? Decide escucharla un rato mientras ve la TV pero también estar

pendiente de su propia relajación para emprender otras actividades.

Conclusiones

Esta es una breve descripción de cómo se puede emplear un instrumento

narrativo, como la conversación externalizadora, con fines educativos en materia

del cuidado personal de la salud. Esta conversación externalizadora se distingue,

entonces, porque a diferencia de recurrir a “falta de motivación”, a deficiencias en

los hábitos personales o a “baja autoestima” para explicar la conducta no

preferida, lo que es propio de la conversación internalizadora, formula preguntas

para personificar tal conducta que buscan que Claudia hable de la conducta como

algo exterior a su persona. En lugar de buscar una explicación en alguna instancia

interna de Claudia, se busca convertir la conducta no preferida en una entidad

externa con la que sostiene una relación particular, de acuerdo con una trama

particular. En lugar de una descripción que totalice su identidad, se pretende que

Claudia busque múltiples descripciones de ella misma. Más que adoptar los

términos de un experto, se intenta que Claudia reflexione sobre sus propios

significados y recurre a sus propios conocimientos y capacidades. En lugar de

dejar invisibles las prácticas sociales que sustentan esa conducta no preferida,

Claudia identifica algunas de esas prácticas que contribuyen a sostener la

conducta. En lugar de que sea un especialista el que “diagnostique” la causa de

esa conducta, Claudia conserva su calidad de experta sobre su propia vida. En

lugar de que sea un experto quien diseñe una estrategia que le permite modificar

Page 10: Enfoque Narrativo y Salud 2

10

esa conducta, Claudia descubre conocimientos propios que actualiza a través de

la colaboración, la mutualidad y el diálogo con el Otro. En lugar de hablar de “Yo

soy floja…”, Claudia habla de “esto es una voz…”.

Esto es sólo una muestra del amplio potencial del enfoque narrativo en la

significación de las conductas de autocuidado personal.

BIBLIOGRAFÍA

1. Bruner, J. (1988). Realidad mental y mundos posibles. Barcelona: Gedisa.

(Edición original en inglés en 1986).

2. Bruner, J. (1991). Actos de significado. Madrid: Alianza. (Edición original en

inglés en 1990).

3. Gergen, K. (1996). Realidades y relaciones. Barcelona: Paidós. (Edición

original en inglés en 1994).

4. Gergen, K. (2006). Construir la realidad. Barcelona: Paidós. (Edición original en

francés en 2005).

5. McEwan, H. y Egan, K. (comps.) (1998) La narrativa en la enseñanza, el

aprendizaje y la investigación. Buenos Aires: Amorrortu. (Edición original en

inglés en 1995).

6. Morgan, A. (2000). What is narrative therapy? Adelaide: Dulwich Center

Publications.

7. Paniagua, M. y Palos, Ú. (coords.) (2009). Narrativas docentes en contextos

innovadores. Guadalajara: ITESO.

8. Turner, V. (1981). Social dramas and stories about them. En W. Mitchell (ed.).

On narrative. Chicago: The University of Chicago Press.

9. White, M. (2002a). Reescribir la vida. Entrevistas y ensayos. Barcelona:

Gedisa. (Edición original en inglés en 1995).

10.White, M. (2002b). El enfoque narrativo en la experiencia de los terapeutas.

Barcelona: Gedisa. (Edición original en inglés en 1997).

11.White, M. y Epston, D. (1993). Medios narrativos para fines terapéuticos.

Barcelona: Paidós. (Edición original en inglés en 1980).