energía: realidad futura -...

8
E l siglo XXI se manifiesta turbulentamente, haciendo caso omiso a las necesidades del género humano. La historia reciente nos muestra realidades buenas y malas. En los últimos doscientos años el mundo occidental se vio encandilado por los adelantos de la ciencia y la tecno- logía, protagonistas de una explosión de conocimiento que arroja una estadística abrumadora: cada diez años se duplican los descubrimientos en las áreas de la industria, la medicina y la física. Mientras el tiempo transcurre y nos internamos en el Petrotecnia • octubre, 2006 94 I Energía: realidad futura Por Rolando Bocanera Misceláneas

Upload: ngokhuong

Post on 14-Oct-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

El siglo XXI se manifiesta turbulentamente, haciendocaso omiso a las necesidades del género humano. Lahistoria reciente nos muestra realidades buenas y

malas.En los últimos doscientos años el mundo occidental se

vio encandilado por los adelantos de la ciencia y la tecno-logía, protagonistas de una explosión de conocimientoque arroja una estadística abrumadora: cada diez años seduplican los descubrimientos en las áreas de la industria,la medicina y la física.

Mientras el tiempo transcurre y nos internamos en el

Petrotecnia • octubre, 200694 I

Energía: realidad futuraPor Rolando Bocanera

Misceláneas

nuevo siglo, las contradicciones se agudizan y surgen, antelos progresos materiales, interrogantes que nos presentanincontables paradojas.

Es de suponer que los adelantos tecnológicos y científi-cos provean mayor bienestar y confort, mejor calidad devida, pero a la luz de los acontecimientos se puede obser-var que todo este “progreso” ocasionó actitudes discrimi-natorias, antiecológicas, profundizando más y más la bre-cha existente entre los países que tienen acceso a esos ade-lantos, en el área económica, social e intelectual.

En la actualidad se verifican distancias abismales entreel nivel de vida de las distintas realidades del desarrollo,ampliándose con progresión geométrica el bienestar paraunos y la desigualdad para otros.

Entonces nos preguntamos ¿cuánto es suficiente?¿Quévolumen de producción, energía y consumo es necesa-rio?¿Cuánto requiere la humanidad para desarrollarse?¿Eldesarrollo alcanzado beneficia a la humanidad, o sirvepara acrecentar las desigualdades en favor de algunospocos con el propósito de aprovecharse de “muchos”?

Si de este modo están planteadas las cosas, aquí esdonde enfrentamos la pregunta: ¿tienen razón aquellosque postulan la premisa de que “todo tiempo pasado fuemejor”?¿El desarrollo se ha convertido en un factor nega-tivo para la civilización?

La tecnología en el pasado fue “liberadora”. Como en elcaso de la invención del automóvil, facilitó el traslado demillones de personas optimizando tiempos, acortando dis-tancias... Pero hoy es un factor de agresión contra elmedioambiente, decisivo en el calentamiento global, unaamenaza contra la salud por sus ruidos agobiantes y ema-naciones de gases producidos por la combustión.

Las posibilidades de utilización del plástico, descubri-miento en sus orígenes revolucionario, fueron explotadasen infinitos campos. Se convirtió en un recurso impresio-nante que hoy forma parte de nuestra vida cotidiana,miremos hacia donde miremos. Pero de nuevo, a la luz delos años transcurridos desde la euforia inicial, los cientosde millones de toneladas que se producen cada año vanformando una capa no degradable sobre nuestro vapulea-do mundo, llevando la urgencia del tratamiento ecológicode estos residuos a niveles críticos, aún sin conciencia glo-bal del peligro que entraña el ignorar el potencial mal quepuede causar a nuestro entorno.

El aumento demográfico y las desigualdades frente al“progreso” originan una concentración de riqueza descara-da. Entonces podemos hacer muchas estadísticas parademostrar que la humanidad evoluciona, que llegamos ala Luna, que la informática contribuye al desarrollo detodos los campos de la ciencia y la tecnología, pero, en lavereda de enfrente, nos encontramos con las otras estadís-ticas: el hambre en el mundo aumenta, alcanzar los cono-cimientos avanzados resulta cada vez más lejano para lassociedades no desarrolladas.

Es así que hasta la conformación geopolítica y socialdel mundo cambia sus reglas: cuando antes las iniciativasde hacer algo para ayudar a los más débiles a mejorar eran“oficiales”, partían de los gobiernos, ahora nos encontra-mos ante la iniciativa de las “corporaciones”.

Uno, desde un punto de vista optimista, espera que losproblemas sean felizmente resueltos, que se descubran

nuevos procedimientos para paliar enfermedades, que lascorporaciones contribuyan a borrar fronteras. Pero estáresultando distinto.

Hay una frase que reza: “el hombre es lobo del hom-bre”, pero hoy también lo es de la naturaleza. El impactoque el desarrollo produce sobre los factores físicos de labiósfera proviene del desequilibrio del comportamientosocioeconómico entre países.

Las presiones que ejercen los países poderosos sobre losque no lo son ocasionan un desajuste entre las “normas yvalores” con que se reguló la convivencia en los últimostiempos. Hoy día, está tergiversada; las ayudas son condi-cionantes, y, a veces, hasta paralizan instituciones. Así sellega al agotamiento de los recursos, por mencionar unaspecto técnico, pero de la misma manera esta tergiversa-ción se manifiesta en áreas críticas, tales como los aspectosreligiosos, ideológicos, políticos y económicos.

Todo esto se corrobora al observar las escaladas arma-mentistas y bélicas, la ignorancia de las relaciones recípro-cas internacionales, entre otros factores, que acarrean inse-guridad de todo tipo (los ejemplos sobran).

Los conceptos que hablan sobre el crecimiento del siste-ma mundial no pueden ser abordados de un modo simpley monolítico. Tratar esto de manera homogénea resultaincompatible por las diferencias que existen en la actuali-dad entre regiones o países. Hoy se pueden establecer infi-nidad de situaciones desestabilizantes del equilibrio bioló-gico, social y físico del planeta.

Petrotecnia • octubre, 2006 I 95

Figura 1.

Figura 2.

Las predicciones sobre un final apocalíptico de la humani-dad tienen una lamentable vigencia. Como se dice común-mente, el tiempo es un verdugo que mata despacio. El des-arrollo de innovaciones tecnológicas en áreas tales como laenergía nuclear, farmacopea, radares, retropropulsión encien-de luces de alerta sobre la falta de previsión en muchos aspec-tos. Estas innovaciones constituyen grandes adelantos por unlado, pero entrañan grandes riesgos por otro.

A esto debe agregarse un factor que no se ha tomado encuenta hasta el presente: el crecimiento demográfico. Lademografía arroja que la expectativa de vida creció en formadesmesurada a pesar de los frenos impuestos por las condicio-nes económicas y morales. La humanidad cuenta con 6.000millones de almas poblando el mundo, y se estima para elaño 2050 una población que alcanzaría los 9.000 millones deseres. Por supuesto que a la Argentina le tocará lo suyo en estecrecimiento (ver las figuras 1 y 2 de la página 95).

Sobre estas cifras se instala una nueva paradoja: mien-tras el crecimiento demográfico aumenta, los adelantostecnológicos también; y con ellos se incrementa el ham-

bre, la miseria, la contaminación, el agotamiento de suelosy recursos, la desocupación.

Entonces, de nuevo la pregunta: ¿el desarrollo se haconvertido en un factor negativo para la civilización?

¿Estamos evolucionando o involucionando? En el terre-no de las predicciones, si nos ubicamos en el lado pesimis-ta del tema, podemos considerar que el ocio de las socie-dades más evolucionadas se abatirá como una verdaderapeste, y junto con el peligro nuclear pondrán sobre eltapete nuevamente la confrontación entre tecnología ysupervivencia.

Esta visión apocalíptica plantea también que unospocos utilizarán su conocimiento para que muchos notengan en qué gastar el tiempo: ver televisión, pasar jorna-das completas frente a monitores relacionándose de mane-ra “virtual” con sus pares, contribuyendo a una alienaciónmental que desemboca en frivolidad, alcohol o drogascomo consecuencia de una falta de referentes culturalesválidos y horizontes de desarrollo sanos y constructivos.Otros factores a tener en cuenta también serán la desapari-ción de los libros tal cual los conocemos históricamente ycomo los concibiera Gutenberg, dando paso a la enseñan-za dirigida por avanzados sistemas de video. ¿Internetconstruye o anula voluntades? Habrá quienes la denosten,aduciendo que crea indiferencia ante la historia, la tradi-ción, etc., y otros que hablarán a favor de la velocidad detransmisión de conocimiento y experiencias, pero denuevo: ¿y el que no tiene acceso a ella?

Y considerado como un nuevo y revolucionario hallaz-go tecnológico, ¿se habrá tenido la debida previsión res-pecto de las consecuencias de este adelanto? ¿O será comoel plástico, que luego de algunas décadas descubrimos quenos está por tapar?

La soledad (o para aggiornar un poco el término, el ais-lamiento) y el aburrimiento aumentarán, dando comoresultado seres con personalidades “extrañas” por no utili-zar términos psiquiátricos, con exponentes con síntomasde autismo y depresión.

Existen válvulas de escape a estas patologías sociales,principalmente ubicadas en los juegos de azar y las con-tiendas deportivas, pero en estos campos también se ponede manifiesto el comportamiento “enfermo” de la socie-dad alienada. La gente espera salir de sus dificultades eco-nómicas apostando, esperanzados en lograr el milagro conese diminuto papelito, y otros, canalizando su ansia de“lograr algo” en sus equipos deportivos favoritos, pero ahítambién la violencia y la marginalidad hacen su negocio,desvirtuando hasta ese sentimiento sano de disfrutar unacompetencia deportiva.

Un rubro en el cual la desigualdad se manifiesta de lamanera más cruda es el de la salud. La salud, que debieraser un derecho al alcance de cualquiera, se está constitu-yendo en un bien precioso, y de nuevo caemos en lomismo, mientras que ahora podemos tener imágenes foto-gráficas de un feto en tres dimensiones, mientras se cono-ce el mapa genético del hombre, hay quienes no puedencomprar una aspirina. Así es que la miseria actuará comocaldo de cultivo de enfermedades degenerativas; evolucio-narán nuevas cepas resistentes a los antibióticos conven-cionales, dando lugar a la creación de una medicina “eli-tista” cara, para curar a pocos...

Petrotecnia • octubre, 200696 I

Reservas probadas 2004

Miles de millones Relaciónde barriles reservas/producción

EEUU 29,4 11Canadá 16,8 14,9México 14,8 10,6Argentina 2,7 9,7Brasil 11,2 19,9Venezuela 77,5 70,8Kasajstán 39,6 84Noruega 9,7 8,3Federación Rusa 72,3 21,3Reino Unido 4,5 6,0Irán 132,5 88,7Irak 115 más de 100 añosKuwait 99 más de 100 añosQatar 15,2 42Arabia Saudita 263 68Em. Árabes Unidos 97,8 más de 100 añosArgelia 11,8 16,7Angola 8,8 24,3Egipto 3,6 13,8Libia 39,1 66,5Nigeria 35,4 38,4Australia 4 20,4Brunei 1,1 13China 17,1 13,4India 5,6 18,6Indonesia 4,7 11,5Malasia 4,3 13Vietnam 3,0 19Otros 48,8

Total mundial de reservas probadas 2004Miles de millones de barriles 1.188,3Relación reservas / producción 40,5 años

Fuente: BP Statistical Review of World Energy, June 2005.

Petrotecnia • octubre, 200698 I

El manejo de ADN, otro avance indescriptible, tambiéntiene su cara al menos incierta. ¿Se toman las previsionesnecesarias para considerar el alcance que puede tener?

En síntesis, y para plantear una posición susceptible decompartirse o no, la vida doméstica puede ser afectada portodos estos factores, computarizando la convivencia habi-tual, robotizando la producción de bienes, creando micro-climas, planteando dicotomías tales como funcionalidad obelleza, pocos hijos pero buenos y bellos, sexo calificado ocualificado... Todo esto, facetas de una realidad que atentacontra la concepción tradicional de la familia.

En fin, debemos ser conscientes de los factores quemarcan el entorno en el cual estamos inmersos. En todaslas épocas humanas, el desarrollo se valió de las necesida-des de la especie para catapultarse. El presente nos da ele-mentos y herramientas que bien utilizadas pueden repor-tar mucho bienestar, pero por el contrario, si se empleansin conciencia humanitaria, pueden ser causal de nuestrapropia crisis existencial.

Entonces, los factores de avance que hemos alcanzadono deben colisionar con intereses egoístas. Hay que prestarespecial atención a la tarea que deben llevar a cabo losgobiernos para acompañar responsablemente la evoluciónde sus sociedades, evitando que los compromisos políticossean manejados por corporaciones bancarias o grupos deinversores generadores de eslogans engañosos. Y también

atender a las consecuencias de la “globalización” introdu-cidas por las técnicas de comunicación avanzadas, evitan-do la pérdida de identidad entre naciones, que no debeconfundirse con riquezas o bienes, sino con patrimoniosculturales.

Hay que tener especial cuidado en preservar la autono-mía en el manejo de los tres pilares del desarrollo de lasociedad moderna: el crédito, las comunicaciones y laenergía.

El crédito es la herramienta que permite afianzar sobe-ranía, las comunicaciones contribuyen a difundir la identi-dad cultural y social, y la energía puede ser consideradacomo el medidor del metabolismo de una Nación, factorde progreso muy valioso y difícil de desarrollar.

La energía fue siempre sinónimo de crecimiento ypoder: los países con petróleo se destacan provocando aveces situaciones llamativas como las de Medio Oriente.

La importancia de poseer energía disponible para suutilización se fue constituyendo en un valor esencial apartir de la Revolución Industrial, época en la cual loshidrocarburos se convirtieron en protagonistas de la tras-tienda del funcionamiento de la nueva maquinaria pro-ductiva. Hasta mediados del siglo XIX el carbón represen-tó un recurso imprescindible, pero fue rápidamente des-tronado por el petróleo, que hoy abastece al 60% del mer-cado mundial, y aún en nuestros días no existe otra forma

Petrotecnia • octubre, 2006100 I

de energía que lo sustituya.Un aliado que ha alcanzado gran importancia es el gas

natural, que proporciona una alternativa más ecológica ymenos nociva (ver figura 3).

Pero a esta altura surge un nuevo interrogante: ¿quépasará cuando los hidrocarburos se acaben? Se estima quelas reservas mundiales pueden abastecer al mercado duran-te 42 ó 45 años más, lapso de tiempo que se va en un sus-piro. Así, estos datos no hacen otra cosa que demostrarque los dueños de la energía pueden considerarse dueñosdel poder. Quienes poseen petróleo concentran riquezasque les permiten adquirir yacimientos ya desarrollados,ahorrándose los riesgos mineros y muchos otros gastos,como los de las prospecciones geológicas. Las grandespotencias energéticas dominan el mercado comprandocon muy poco el gran esfuerzo de aquellos a los que lescostó mucho desarrollar sus propios yacimientos. La durapero real ecuación que sostiene: “el grande se come alpequeño” se verifica en los casos en que conviven empre-sas muy ricas y estratos sociales muy pobres.

Pero las estadísticas marcan que las reservas crecieron;¿será cierto? A veces da la impresión de que ciertas cifrasse basan en estimaciones intencionadas y lo curioso es quenadie conoce el terreno donde se están librando las bata-llas de las grandes potencias energéticas, ante la inexisten-cia de organismos de control que verifiquen los paráme-tros que las originan.

Una visión optimista en este aspecto de la realidad noslleva a considerar que el mundo no se quedará sin energía,ya que se espera evolucionen las energías alternativas, pro-ceso que requerirá un largo periodo de concientización,inversión, investigación y desarrollo.

Existen opciones prometedoras de energía inagotable ysegura, como las ofrecidas por la naturaleza, que nos brin-da calorías y kilowatts ilimitados con el aprovechamientodel viento, las mareas y las grandes fuerzas del interior denuestro planeta.

La perspectiva racional y responsable indica que lahumanidad debe ir perdiendo dependencia frente a lasformas tradicionales de energía, debido a que ante la inmi-nencia de su agotamiento no va a quedar otro camino queel de desarrollar las alternativas.

También es destacable el papel de la energía nuclearque, aunque controvertida y peligrosa, puede aportar solu-ciones siempre y cuando sea utilizada responsablemente yno mercantilmente. El llamado “amplificador de energía”propone el aprovechamiento de los residuos radioactivos,transformando un problema en parte de una solución.

Para el año 2020 la demanda de energía habrá crecidomás de un 80%, dato que llama a reflexión acerca de laurgencia en desarrollar las alternativas mencionadas.

De lo expuesto vemos que podemos elegir el lado pesi-mista u optimista de esta historia, pero la realidad de lascosas nos muestra que cualquiera sea el lugar donde nosubiquemos el mundo seguirá creciendo, y con este progre-so aumentarán sus demandas energéticas y la necesidad deadministrar responsablemente todo el bagaje de adelantostecnológicos para que éstos no se vuelvan en su contra.

Rolando Bocanera es Ingeniero Químico e IngenieroMetalúrgico, realizó especializaciones en petróleo y gas,cursos de Administración de Empresas y ha cursado lacarrera de Arqueología. Además es dibujante y piloto civil.

Figura 3.

.