¡en tierra de caciques! liderazgos populistas y democracia en ecuador

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    Resumen

    El objetivo de este trabajo es explorar lascaractersticas del populismo a partir de laexperiencia de Ecuador, uno de los pases de

    Amrica Latina que ha tenido ms procesosde este tipo. La idea es identificar semejanzasen el modo en que se ejerce el estilo de lide-razgo populista a partir de cuatro casos: JosMara Velasco Ibarra, Abdal Bucaram Ortiz,

    lvaro Noboa Pontn y Rafael Correa, a pesarde las diferencias existentes entre esos lderespolticos. El argumento es que, a diferenciade las aproximaciones prevalecientes en laliteratura ecuatoriana, el populismo debe en-tenderse como un estilo de liderazgo que seda entre lder-seguidor, el cual tiene una seriede caractersticas especficas que se mantienen

    en el tiempo, ms all de las diferencias con-textuales y sistmicas.

    Palabras clave: populismo, estilo de li-derazgo, democracia representativa, Correa,Bucaram, Velasco Ibarra, Noboa Pontn.

    IN LAND OF CHIEFTAINS! POPULIST

    LEADERSHIP AND DEMOCRACY IN

    ECUADOR

    Abstract

    Te objective of this paper is to explorethe characteristics of populism from the ex-perience of Ecuador, one of the countries inLatin America that has had more processes ofthis type. Te idea is to identify similarities inthe way that the populist style of leadership isexercised from four cases despite the existing

    differences between these political leaders: JoseMaria Velasco Ibarra, Abdala Bucaram Ortiz,

    En tierra de caciques!Liderazgos populistasy democracia en Ecuador

    F F*

    * Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurdicas de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (),Mxico D.F., Mxico. [email protected]

    Recibido: 25 de agosto de 2014 / Modificado: 22 de enero de 2015 / Aceptado: 1 de marzo de 2015.

    Para citar este artculoFreidenberg, F. (2014). En tierra de caciques! Liderazgos populistas y democracia en Ecuador. OPERA, 16, pp.99-13. DOI: 10.18601/16578651.n16.07.

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    Alvaro Noboa Ponton, and Rafael Correa.

    Te argument is that, unlike the prevailingapproaches in Ecuadorian literature, popu-lism must be understood as a style of leaders-hip that occurs between leader and follower,which has a series of characteristics that aremaintained throughout time, regardless of thecontextual and systematic differences.

    Key words: Populism, leadership style,representative democracy, Correa, Bucaram,Velasco, Noboa Porton.

    INTRODUCCIN

    El objetivo de este trabajo es describiruno de los fenmenos ms importantes de lahistoria poltica contempornea de Ecuadordesde las primeras dcadas del siglo : el po-pulismo. Los ecuatorianos aprendieron que lademocracia se haca en los espacios pblicosms que en las instituciones y que, para ello,no se requera de densos vnculos program-ticos ni de organizaciones partidistas, sino dela presencia de un lder fuerte que canalizarasus demandas. Desde la dcada de los treinta,diversos movimientos o partidos vinculados a

    este modo de ejercer la poltica han obtenido

    en los comicios presidenciales ms del 20 %del apoyo electoral, lo que ha supuesto unapresencia importante en el sistema de partidosdel pas andino.

    Jos Mara Velasco Ibarra, Assad Buca-ram, Jaime Rolds, Abdal Bucaram Ortiz,lvaro Noboa Pontn o Rafael Correa fue-

    ron algunos de los lderes que han ejercido lapoltica de esta manera y han sido definidospor periodistas, analistas polticos y estudiososcomo populistas1. Si bien sus liderazgos pre-sentan rasgos diferentes entre unos y otros, yresponden a coyunturas crticas diferenciadas,hay un conjunto de elementos que parecen

    estar presentes en su manera de relacionarsecon sus seguidores y de ejercer la representa-cin poltica.

    Este trabajo describe el modo en que ellder y sus seguidores se relacionan entre s,esto es, el estilo de liderazgo de algunos pol-ticos ecuatorianos, con la intencin de iden-tificar semejanzas entre ellos y de contribuiral debate sobre la naturaleza de un conceptodifcil de definir2. A pesar de lo extendido deesta idea en el imaginario poltico ecuatoriano,y de algunas escasas excepciones3, la literatura

    1 Ver los excelentes estudios sobre Velasco Ibarra de Quintero (1978), Burbano de Lara (1998), De la orre (2000),o Moreano y Donoso (2006). Sobre el y sus lderes, ver Martz (1980 y 1983), Menndez Carrin (1986), Fer-nndez y Ortiz (1988), Guerrero Burgos (1994) o Moreano y Donoso (2006). Sobre el roldosismo ver los estudios deEl Burbano de Lara (1998), De la orre (1996; 1999), Freidenberg (2003), Moreano y Donoso (2006) o Conaghan(2008b). Entre los trabajos sobre Rafael Correa en clave populista destacan los de Conaghan (2008a), Conaghan yDe la orre (2008), De la orre (2009), Moncayo (2010), De la orre (2012), Freidenberg (2008c).2 El trmino populismo es uno de los ms complicados de definir en las ciencias sociales. Una discusin sobre

    diferentes estrategias de definicin del populismo, en Freidenberg (2012).3 Los trabajos publicados por De la orre o los de Conaghan tambin emplean una aproximacin similar, aunqueno hacen explcito su enfoque como estilo de liderazgo.

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    no ha centrado su atencin en el populismo

    como un estilo de liderazgo sino que hanprevalecido visiones ms como movimientoo rgimen poltico, o incluso manifestacionesde cultura poltica.

    La investigacin explora el populismodesde la perspectiva de cmo se ejercen losliderazgos, el universo simblico que une a

    los lderes con sus seguidores y los efectos queesa relacin tiene sobre el funcionamiento delas instituciones democrticas en Ecuador.Este es un ejercicio de poltica comparada,tanto en trminos diacrnicos, comparandoexperiencias en el tiempo, como en trminossincrnicos, analizando las semejanzas y di-

    ferencias entre diversos lderes polticos a losque se denomina como populistas.

    El argumento principal es que las seme-janzas en el estilo de liderazgo de Velasco Iba-rra, Bucaram Ortiz, Noboa Pontn y CorreaDelgado (Freidenberg 2008) estn en a) el mo-do directo y personalista en que se relacionancon sus seguidores; b) la tendencia a carecer demecanismos de intermediacin, de minimizarsu existencia cuando estn estructurados o deanteponer ese vnculo directo por encima delas organizaciones que han creado; c) la inter-pelacin discursiva del individuo como parte

    de un colectivo (perdiendo su condicin deindividuo) y en oposicin al enemigo de turnodel lder, junto a d) la exaltacin del discursoantipartidista y e) al uso de estrategias de mo-vilizacin de tipo clientelar que le permitenmantener e incluso incrementar la base deapoyo del proyecto poltico que se defiende.

    Entre Velasco Ibarra, Bucaram y Correa hay,adems, similitud en las dotes carismticas,entendido esto en trminos weberianos de un

    liderazgo excepcional, a diferencia de Noboa,

    que no cuenta con esta condicin.Estas semejanzas no ocultan las diferen-

    cias entre estos lderes populistas. Noboa yCorrea representan modelos bastantes dis-tintos de pas, ya sea por su extraccin social,sus posicionamientos ideolgicos, la visin delpapel de Ecuador en el escenario poltico, el

    tipo de relacin con la clase poltica (aun cuan-do los dos son outsiders) y su visin respectoa la insercin del pas en el mbito econmi-co internacional. En ese esquema, Noboa sepresent como una opcin de derecha, queencarna los intereses de los empresarios y desectores sociales oligrquicos de Guayaquil,

    contrarios a la hegemona socialcristiana y rol-dosista, mientras que Correa se benefici deldiscurso de la revuelta forajida y de la protestaciudadana contra un sistema de partidos encrisis, dando cuenta de las magras capacidadesde adaptabilidad de estos frente a los desafosde representacin ciudadana.

    Si bien las tres opciones actan comoactores antipartidistas, existen diferenciasrespecto al papel que el Partido RoldosistaEcuatoriano ha tenido en la articulacin delliderazgo de Bucaram con los lderes locales(Freidenberg 2003); elemento que no es vi-

    sible en el Partido Renovador InstitucionalAccin Nacional () o en el Movimien-to Pas. Finalmente, la base social a la cual seapela discursivamente vara de un liderazgoa otro. En el caso de Correa, el pueblo sonlos ciudadanos y el enemigo los partidos y lainstitucionalidad vigente, mientras que para

    Velasco Ibarra, Bucaram y Noboa el puebloson sectores pobres, marginados, a quienespuede movilizar a travs de redes clientelares,

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    aun cuando sus apoyos no provengan solo de

    esos sectores marginales sino tambin de aque-llos otros que dicen combatir: la oligarqua.

    El trabajo se estructura en cinco partes.Primero, se presenta la metodologa a partirde la cual se aborda el estudio de los diferentesliderazgos. Segundo, se aplica dicha matriz aun ejemplo de populismo clsico como el de

    Jos Mara Velasco Ibarra. ercero, se analizaotro ejemplo de populismo de la dcada de losnoventa, como el de Abdal Bucaram Ortiz.Cuarto, se analizan dos casos de liderazgospopulistas contemporneos, como el de lvaroNoboa Pontn y el de Rafael Correa. Final-mente, a modo de conclusin, se reflexiona so-

    bre la relacin entre democracia y populismo,con la intencin de pensar algunas tensionesexistentes entre esta forma de representacindelegativa y el pluralismo poltico.

    METODOLOGA. CMO IDENTIFICAR UN

    LIDERAZGO POPULISTA?

    La propuesta para explorar las diferentesmanifestaciones populistas se materializa apartir de una matriz analtica, con una seriede dimensiones que permiten observar esos li-derazgos (Freidenberg 2007). Las dimensionesque se emplean en el anlisis son:

    a) El contexto en el que surge el liderazgo,donde se analiza la situacin poltica yeconmica internacional y nacional enla que el lder inicia su relacin con losseguidores, llega al poder o conduce a

    su movimiento, as como tambin seexplora el mecanismo que emplea paraacceder a las instituciones democrticas,

    ya sea a travs de elecciones competitivas,

    semicompetitivas, un golpe de Estado odesignacin presidencial.

    b) Lanaturaleza del estilo de liderazgo, dondese explora el modo en que se da la relacinentre el lder y sus seguidores, sealandoel tipo de vinculacin; la presencia o au-sencia de una organizacin que medie la

    relacin y el modo en que lo hace (comoun instrumento del lder o como unaorganizacin autnoma).

    c) La base social de apoyo y el tipo de movili-zacin; en esta dimensin se busca identi-ficar las caractersticas reales y simblicasde los seguidores, el modo en que perci-

    ben al liderazgo, los grupos que a travsde alianzas o simples acuerdos coyuntu-rales sostienen al lder, a su partido o sugobierno. Adems, se describe el modoen que el lder y su partido o movimientomovilizan a los grupos que les siguen, yasea de arriba hacia abajo o a la inversa,por el flujo de las bases hacia el lder.

    d) Estrategias discursivasque se utilizanpara legitimar la accin poltica, dondese explora el modo en que se pretendedar contenido a la categora pueblo ylas caractersticas de los grupos que son

    usados discursivamente por el lder comooposicin al pueblo.e) El contenido de las polticas econmicas

    y sociales; a travs de esta dimensin seestudia el tipo de polticas que estos l-deres llevan a la prctica. La idea es veren qu medida todos los populistas im-

    plementaron las mismas polticas o si haydiferencias entre ellos en relacin con elcontenido de las mismas.

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    f) Elmodo en que se dasu salida del poder,

    significa observar cmo termin el ldersu periodo de gobierno, si lo hizo al fi-nalizar su mandato de manera natural, sipretendi quedarse en el poder y cul hasido el mecanismo que se emple en elcaso de que lo quitaran del poder (golpede Estado, autogolpe, juicio poltico por

    el Congreso, revolucin, muerte, exiliou otro). En el caso de los movimientospolticos, se refiere a las situaciones enlas que el lder termin su accin poltica(muerte, abandono, renuncia, exilio, au-toexilio, juicio poltico, golpe de Estado,entre otros).

    El estilo de liderazgo es el dominio pri-

    mario que puede encontrarse en diferentestipos de gobiernos y movimientos a los quese suele denominar como populistas, todavez que sus polticas, el contexto en el queemergieron, la base social de apoyo o el modoen que salieron del poder pueden variar. Sonlas cualidades de ese lder, la creencia de los

    seguidores y la interpelacin a lo popular, demanera dicotmica frente a un otro, lo queconstituye la parte central de la relacin, comose podr constatar en los diferentes captulosde este libro.

    TABLA 1. RESUMEN DE DIMENSIONES E I NDICADORES

    Dimensin Preguntas por responder Indicadores

    Contexto en el que

    surge el liderazgo

    Hay crisis que fomenta su emergencia?

    Cul es el tipo de crisis?

    Accede al poder a travs de mtodos de-

    mocrticos?

    Crisis econmica internacional/nacional.

    Crisis social.

    Modo en que llega al poder: elecciones

    competitivas, semicompetitivas, golpe de

    Estado,dedazo.

    Modo de relacin

    lder-seguidor

    Cmo es el estilo de liderazgo?

    Existe intermediacin organizada?

    Paternalista o no, personalista o no.

    Carismtico o no. Diferentes grado de ca-

    risma.

    Existe partido, sindicato u otras organiza-

    ciones.

    Base social de apoyo

    y tipo de movilizacin

    de los seguidores por

    parte del lder

    Quines son los seguidores?

    Cmo son, qu intereses tienen?

    Cmo se les moviliza?

    Qu recursos emplean para motivarlo?

    Grupos (o clases) que apoyan al lder

    Intereses que defienden.

    Tipo de movilizacin: espontnea (de abajo

    hacia arriba) o inducida (de arriba hacia aba-

    jo). Actores que movilizan: partido, Estado,

    sindicatos.

    Estrategias y conteni-

    do discursivo del lder

    A quin apelan en el discurso?

    Quin es el pueblo? Quines y cmo son

    los seguidores en el discurso?

    Quines son los enemigos? Cmo se los

    caracteriza?

    Al pueblo, a los sectores oligrquicos, a los

    ciudadanos, a los individuos

    Referente colectivo frente a referente indi-

    vidual.

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    DATOS

    Los populistas clsicos: Jos Mara Velasco

    Ibarra, el monarca andino

    Contexto

    Jos Mara Velasco Ibarra, el Gran Au-sente, fue la primera manifestacin populistade Ecuador y uno de los fenmenos polticosclaves de la poltica ecuatoriana desde la d-cada de los treinta hasta inicios de los setenta.Como en otros pases, la poltica del rgimenoligrquico estaba en crisis y haba clases so-ciales disponibles, que exigan su inclusinen el sistema poltico. La crisis del cacao, elsurgimiento de otros productos de exporta-cin (caf, sombreros de paja toquilla, tagua,arroz y petrleo) y un modesto proceso desustitucin de importaciones en el rea textily alimentaria introdujeron modificaciones enel mbito econmico.

    Los cambios en la estructura demogrficaa raz del acelerado proceso de urbanizacin deQuito y Guayaquil, del efecto migratorio y ladisminucin de la mortalidad infantil, lleva-ron a que se constituyera un importante sectormarginal que se instal en la periferia de lasgrandes ciudades, tras la crisis del sistema de

    dominacin liberal (1895 y 1925), as comotambin supuso la organizacin de las clasespopulares, las clases medias y la estructuracinde dos federaciones nacionales de trabajadores(De la orre, 1998, p. 135).

    El origen del velasquismo radica en laCompactacin Obrera Nacional(1932) aglu-tinada para apoyar la candidatura presidencialde Neptal Bonifaz e integrada por hombres demodesta condicin social (artesanos, obreros,pequeos comerciantes), afectados por la crisiseconmica del pas causada por la cada delas exportaciones. ras las elecciones, decla-

    radas fraudulentas por el Congreso Nacionaldebido al triunfo de las masas populares, estesector respald a Velasco Ibarra, que primero

    Dimensin Preguntas por responder Indicadores

    Contenido de las

    polticas econmicas

    y sociales que el lder

    implementa o preten-

    de llevar a cabo

    Qu tipo de polticas econmicas y sociales

    impulsa?

    Puede decirse que redistribuye la riqueza?

    Si lo hace, cmo lo hace?

    Tipo de polticas econmicas: nacionalis-

    tas, proteccionistas frente a aperturistas y

    liberales.

    Modo en que se da

    la salida del lder del

    cargo poltico

    Cmo termina su mandato? Hay continui-

    dad en sus polticas o desaparecen con el

    lder populista?

    Reeleccin inmediata.

    Golpe de Estado (militar/cvico).

    Juicio poltico (Congreso).

    Termina su mandato y se da una salida natu-ral del poder.

    Autogolpe.

    Renuncia.

    Autoexilio.

    Muerte.

    Fuente: elaboracin propia.

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    como diputado y luego como presidente de

    la Cmara, luch por la libertad de sufragioy contra el fraude electoral, convirtindoseen el opositor implacable del presidente de laRepblica en 1934, luego de recorrer el pashaciendo contacto personal con la multituda la que promete: ... liquidar los privilegios,triturar la plutocracia y pulverizar las trincas

    (Hurtado, 1999, p. 221).Velasco Ibarra emergi en ese contexto

    para reivindicar y guiar a esos sectores dispo-nibles en su camino hacia la poltica. Fue elque introdujo la poltica de masas en el pas,incorporando a la prctica poltica (tanto demanera simblica como en trminos con-

    cretos) a sectores que se haban mantenidoexcluidos hasta ese momento de la comuni-dad poltica (De la orre, 1999, p. 302). Lanaturaleza de su liderazgo cont con algunoselementos comunes a los otros populismosclsicos, ya que en el pas andino no se dieronprocesos significativos de sustitucin de im-portaciones (Burbano de Lara, 1998), etapasde desarrollo industrial o la emergencia de unaburguesa extensa.

    En 1934, Velasco Ibarra fue elegido porprimera vez presidente de la Repblica conel apoyo del Partido Conservador, tras larenuncia de Juan de Dios Martnez Mera,quien haba sido elegido de forma fraudulenta.Durante cuatro dcadas, y en cinco oportuni-

    dades diferentes, condujo el Ejecutivo (1934-

    1935,1944-1947,1952-1956, 1960-1961 y1968-1972) pero no consigui construir unEstado nacional popular ni traducir sus ideasen polticas estatales slidas, toda vez que delos veinte aos que le corresponda gobernar,solo ejerci once, debido a los constantesderrocamientos que sufri a travs de golpes

    de Estado, fraude electoral o insurreccionesmilitares, y solo pudo finalizar uno de susperiodos constitucionales (1952-1956).

    Este movimiento poltico, que no se con-virti en partido poltico hasta 1968, cuandose transform en la Federacin Nacional Ve-lasquista para poder competir electoralmente,

    rigi la vida de pas desde 1933, toda vez queVelasco Ibarra contaba con un significativoapoyo electoral, interpretando y recogiendolas demandas de los ciudadanos marginados,principalmente de la costa. De este modo, losprincipales bastiones electorales del velasquis-mo se encontraron en esa regin.

    Si bien para 1944, Velasco Ibarra ya habadesempeado un primer Gobierno (1934-1935), no es hasta el segundo en el que poneen prctica su estilo populista, en el marco deuna profunda crisis econmica que hizo quecambiara la estructura social del pas a raz dela fuerte movilizacin migratoria del campo ala ciudad4, en momentos de profunda inesta-bilidad poltica tras la crisis del sistema liberal

    4 Las transformaciones en la estructura social y demogrfica del pas crearon una nueva relacin entre las regionesde la sierra y la costa, y generaron alteraciones en el equilibrio poltico entre ambas regiones. Si para inicios del siglo

    la costa albergaba al 20 % de la poblacin del pas, en la dcada de los cincuenta pas al 40 %. Guayaquil crecia un ritmo importante: entre 1929 y 1934, al 5,33 % anual y entre 1934 y 1946 sigui aumentando al 2,5 % anual(Cueva, 1998).

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    que haba regido en el pas entre 1895 y 1925.

    Los cambios en la estructura social del pas araz del acelerado proceso de urbanizacinllevaron a que se constituyera un importantesector marginal que se instal predominante-mente en la periferia de las grandes ciudadesy pas a conformar lo que Cueva (1998) de-nomin como subproletariado5.

    La ltima presidencia se inici con eltriunfo electoral de 1968, cuando gan porun estrecho margen, con el 32,85 % de losvotos, tras una campaa tranquila, mesuraday sin discursos estridentes para no movilizar alos diversos sectores de la derecha en su con-tra (Meja Acosta, 2002, p. 39). Su Gobierno

    finaliz tras un golpe de Estado realizado porlas Fuerzas Armadas como institucin

    Estilo de liderazgo

    Velasco Ibarra fue el primero en llevar lapoltica a la plaza pblica y recorrer el pas conun discurso de incorporacin poltica, basadoen la honestidad del sufragio. Su estilo se ca-racteriz por la movilizacin directa, la polticamasiva, las relacin con la muchedumbre yla identificacin con una retrica moralistay maniquea, que estaba por encima del respetoa las instituciones polticas representativas.Velasco Ibarra se convirti en el elementoaglutinante de sectores desmovilizados, enel eje de diferenciacin y polarizacin de lapoltica ecuatoriana, en el redentor del pas,

    en la personificacin del ideal democrtico as

    como tambin en la fuente de todos los males.A pesar de los esfuerzos por la inclu-

    sin social y poltica, se hizo muy poco porconstruir un Estado de derecho en el que losciudadanos fueran iguales entre s en materialegal, y gozaran de las mismas obligaciones yderechos (De la orre, 1998). Su relacin con

    las instituciones democrticas no fue siemprede sujecin y respeto. Aboli las Constitu-ciones de 1935, 1946 y 1970, sealando quelimitaban la voluntad popular que l crearepresentar y denostaba cualquier intento deorganizacin partidista. Si bien para 1944 elloco o profeta ya haba desempeado un

    primer gobierno (1934-1935), no fue hasta elsegundo en el que puso claramente en prcticasu estilo populista, en el marco de una profun-da crisis econmica que hizo que cambiara laestructura social del pas.

    Base social de apoyo y tipo de movilizacin

    La base social de apoyo fue heterognea,diversa y multiclasista (Sosa, 2006, p. 41),variando en cada una de sus candidaturas. Enla dcada de los treinta recibi el respaldo delPartido Conservador y, desde ese momento,fue organizando su grupo de bonifacistas,esdecir, liberales de la Sierra que lo respaldaban yalgunos sectores de caciques y de terratenientescosteos que tambin lo hacan (Ayala, 2006,p. 48). Su base social eran en ese momento las

    5 Hurtado (1999) los denomina como marginados, esto es, personas si empleo estable, vendedores ambulantes,artesanos, empleados de la construccin, entre otros, todos ellos dedicados a actividades de baja productividad eco-nmica.

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    clientelas artesanales del Partido Conservador

    y el mundo rural (p. 48).En la dcada de los cuarenta, la base so-

    cial fue ms de corte urbano, con el apoyo dela cpula de los compactadosque decidenque Velasco sea presidente, tras la RevolucinGloriosa de 1944. Cuando gana las eleccionesen la dcada de los cincuenta, su base ya era

    propia (se enfrenta al Partido Conservador)y cuenta con apoyo urbano y costeo, msel movimiento falangista, el MovimientoSocial Cristiano y la Derecha. En 1968, laltima eleccin en la que consigue alcanzarla Presidencia, su base electoral se encuentraconcentrada solo en tres provincias de la cos-

    ta e incluso pierde en su provincia de origen,Pichincha.

    Esto significa que la composicin de clasede sus gobiernos no fue siempre la misma encuanto al peso relativo que la burguesa, el pro-letariado, la clase media, los caciques ruralesy los militares tenan sobre ellos. Aun cuandoesos grupos estuvieron presentes, no contabancon la misma capacidad de influencia ni susacciones tuvieron las mismas consecuencias.

    Con el velasquismo, comienza la partici-pacin activa de las masas, los grandes sectorespopulares, en la poltica ecuatoriana. Se da laincorporacin de sectores que estaban exclui-dos. Si bien no fueron todos, el velasquismoexpandi el electorado del 3,1 % en 1933 al16,83 % en 1968. An as, la mayora de la po-blacin continuaba excluida del sufragio, por

    no cumplir con el requisito que exiga la ley

    respecto a la necesidad de ser alfabeto para elvoto (De la orre, 1998, p. 135)6. En cualquiercaso, esa expansin de los derechos polticosy sociales tuvo un importante impacto en lossectores ms desprotegidos y abandonados delpas (fundamentalmente de la costa), lo quesupuso una importante democratizacin del

    sistema poltico.Un grupo social que estuvo bastante

    distanciado de Velasco Ibarra, sobre todo apartir de las dos ltimas administraciones, fueel de los estudiantes. En la tercera presidenciahubo huelgas y el asesinato de un estudiante,Isidro Guerrero. En la dcada de los sesenta, el

    enfrentamiento con los estudiantes lleg a sumxima expresin. El movimiento estudiantilya estaba organizado y muy influenciado porlos partidos de izquierda, la Revolucin cuba-na y la tendencia maosta (Corral etal., 2006).

    Junto al fuerte vnculo afectivo generadopor las cualidades carismticas y extraordina-rias del liderazgo velasquista, diversos estudioscomo el de Menndez Carrin (1986, p. 433)han mostrado cmo el apoyo electoral dadoen Guayaquil y las barriadas lindantes estuvoligado a la presencia de redes clientelares lo-cales, que contribuyeron a la movilizacin yel reclutamiento electoral en las elecciones de1952, 1960 y 1968.

    Estos seguidores, que vean en Velasco aun lder superior, no eran masas flotantes,seducidas exclusivamente por los poderes ca-

    6 Esto ha conducido a algunos autores como Quintero (1978), a negar la naturaleza populista del velasquismo, y,a otros sectores, a destacar que el velasquismo no era un fenmeno meramente electoral sino que tena una naturalezamucho ms amplia.

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    rismticos o por su modo de hablar bonito,

    sino que adems el electorado suburbano semova de manera pragmtica, racional, a tra-vs de intermediarios locales que tenan conellos una relacin clientelar. La simbiosis entremovimiento y lder se basaba en la fidelidadde los seguidores y en la exigencia de la msabsoluta lealtad por parte de este con respecto

    a aquellos, lo que ha conducido al fracaso acualquier intento de continuacin del movi-miento sin el propio lder7.

    Estrategias discursivas

    Velasco Ibarra defini al velasquismo de

    manera eclctica, centrada en el movimientoy como una doctrina liberal, cristiana y socia-lista. Su fuerte sentido reformista y naciona-lista buscaba representar a las posiciones delos sectores urbanos, trabajadores manualesy migrantes internos. El centro de su discur-so era el pueblo, a quien equiparaba con la

    nacin, pero esto no impeda que el conte-nido del mismo fuera racista, personalista ypaternalista. Losslogansde campaa hacanhincapi en el carcter redentor de Velasco yen el modo en que l poda resolver todos losproblemas del pas (Con Velasco churrasco,Con Velasco azcar, con Velasco odo) (Dela orre, 1999, p. 316).

    Si bien su discurso era de carcter inclu-sivo, debido a que su mensaje se basaba en la

    incorporacin de todos los sectores a la pol-

    tica a travs de elecciones, estas intencionesno llegaron a plasmarse en polticas establesque hicieran que el mensaje dejara de ser taly transformara a los sectores marginados, queconstituan su base social, en ciudadanos depleno derecho. Precisamente esto es lo quemuestra el carcter ms simblico, expresivo,

    discursivo que institucional y estatal del casoecuatoriano.

    A diferencia de otros populismos cl-sicos, no articul a los grupos organizados,no permiti la constitucin de un rgimende partidos (por el contrario, lo combati),y no favoreci la inclusin social a travs de

    polticas universalistas estatales de provisinde bienes pblicos. Su principal activo era laausencia de una organizacin institucionali-zada, ideolgicamente coherente, que limitarasu pragmatismo en la definicin de los conte-nidos programticos. El empleo de una laxared de amigos polticos le permita contar

    con una amplia base de apoyo y lo presentabacomo el patrn de una larga lista de gruposdiversos (Menndez, 1986, p. 435).

    no han podido perdonarme que yo triunfe sin par-

    tido, que yo triunfe sin pedir a nadie plata ni nada,

    no me han podido perdonar. Entonces: demagogo.

    Demagogo porque le he hablado a la multitud y le

    he dicho la verdad, demagogo porque le he dicho

    al pueblo que el pueblo tiene derecho a ser libre, a

    7 Como dentro de l la fidelidad personal vale ms que la adhesin institucional y la disciplina partidaria, aquella

    ha sido un requisito indispensable para ingresar al grupo de los colaboradores del Dr. Velasco y los que han perdidosu confianza han cado en desgracia siendo excluidos del crculo de fieles y privados de toda ascendencia poltica(Hurtado, 1999, p. 222).

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    buscar la justicia, a manejar el Gobierno con su voto,

    demagogo porque he dicho que el pueblo debe tenercarreteras. odo esto halaga al pueblo y el pueblo ha

    estado conmigo. Pero no es ser demagogo. Demagogo

    es engaar al pueblo. Yo jams he engaado al pueblo!

    (Declaraciones de Velasco Ibarra en entrevista con Pablo

    Cuvi, 1975).

    El discurso, destinado a amplios secto-res, se caracterizaba por la coexistencia delenguajes de reforma moral y de clase, quecoincidan en su nfasis sobre el personalismoy la inclusin poltica (De la orre, 1999, p.316). El constante maniquesmo entre puebloy oligarqua, como una lucha moral entre el

    bien y el mal, que luego sera retomado pormltiples lderes populistas ecuatorianos (deizquierda y de derecha), se hizo presente en eldiscurso interpelativo velasquista, con la pro-pia ambigedad y escasa precisin empricade ambos conceptos.

    Velasco hablaba como un profeta, se

    consideraba la encarnacin del pueblo, msall de las ideologas polticas, los partidos y losprogramas de gobierno. Su falta de respeto yde fe en cualquier partido poltico u ideologa,y su fe en el pueblo como nica organizacinpoltica provoc fisuras en las alianzas que lesostenan (De la orre, 1999, p. 325).

    Pueblo heroico al que yo amo y con el cual me sien-

    to ligado, despus de soportar cuatro aos de las ms

    innobles tiranas, y el espanto en el alma nacional des-

    truisteis al pesquisa, lo que nos permite hablar en este

    instante, conquistasteis el poder para los ciudadanos

    arrebatndolo a la polica que mantena el poder abso-

    luto en la persona de un dspota que foment la dispo-

    sicin arbitraria del territorio nacional y de sus rentas,

    el despilfarro de los fondos pblicos, la corrupcin demunicipios, del Poder Judicial y de toda la nacin []

    la fuerza del ideal es ms grande que las fuerzas de los

    imbciles; y que la fuerza salvaje, por aparentemente

    voluminosa que sea, es incapaz y tiene que ser aprisio-

    nada y quemada y destruida cuando se encuentra con

    las llamas de las balas guayaquileas y el ejrcito que se

    contagia de la emotividad guayaquilea [] vosotrosque habis sufrido tanto en los momentos de espera y

    que estis ahora aqu congregados, permitidme Esta

    es, guayaquileos, toda una revolucin; pero es una re-

    volucin trascendental, es una revolucin profunda, es

    una revolucin orientada y verdadera porque esta es toda

    la revolucin [] se sintetiza en algo que es como una

    sola gente honrada y que solamente pueden rechazar losesclavos o los viles: el rgimen de la autonoma popular,

    el sufragio de los pueblos por su propio querer colectivo

    (Discurso de Velasco Ibarra el 4 de junio de 1944 en

    Guayaquil, tras la Revolucin de Mayo).

    Apelando ms a la retrica, al discurso,

    a la belleza del lenguaje sencillo, el lder secomunicaba de manera visual y oral con lossectores marginados: la comunicacin radial,la manifestacin pblica, la reunin barrial, laconcentracin popular y de las audiencias eranlos modos de estar cerca del hombre que, encualquier caso, siempre mantena las distan-

    cias, lo que favoreca la construccin del mitopor parte de los sectores marginados. Hurtadoseala que el subproletariado tiene una culturaoral y visual, siendo la oratoria lo que facilita lacomunicacin entre lder-seguidor antes quela palabra escrita o el pensamiento razonado.En este sentido, las palabras valen ms porsu expresin formal que por su contenido ya

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    que lo que se busca es llegar a los corazones y

    generar pasiones8

    .

    La salida de la Presidencia

    En el ltimo gobierno, antes de ser de-rrocado por las Fuerzas Armadas, se declardictador tras un autogolpe realizado el 22

    de junio de 1970 con el apoyo unnime delos militares y todos los sectores de la oligar-qua. La suspensin de la Constitucin y laclausura del Congreso fueron justificados enuna profunda crisis poltica, desatada por elconflicto con el Poder Legislativo, donde unamayora adversa (solo 4 de los 70 diputados

    eran velasquistas) aprob un presupuestodesequilibrado.

    El 15 de febrero de 1972, el generalRodrguez Lara, en nombre de las FuerzasArmadas en su conjunto, le dio un golpe deEstado, lo derroc y lo exili en Argentina.ras su Gobierno comenz un periodo dedictablandaen el que los militares gobernaronhasta 1977, cuando se comenzaron a dar lospasos para la transicin democrtica.

    La manera de ver y hacer poltica deVelasco, la transformacin moralista del dis-curso, la lucha personalista y maniquea entresectores que aparecen como representantes dela bondad y la virtud frente a sus enemigosque encarnan la maldad, ha legado una visindicotmica y excluyente de la poltica, quean se mantiene viva. Si bien los movimien-

    tos populistas ecuatorianos incorporaron a

    sectores excluidos a la democracia, su discursoy accin poltica fue poco institucionalista yescasamente respetuoso de los procedimientosdemocrticos as como tambin maniqueos,personalistas y excluyentes.

    Este estilo poltico, que termina siendotan autoritario como lo que originalmente

    combate, fue uno de los principales legados delpopulismo velasquista a la frgil democraciaecuatoriana. La creacin de un estilo de mo-vilizacin poltica y la inclusin de la retricacomo agente de movilizacin, excluyendo alas instituciones democrticas como parte deljuego poltico, supusieron anclajes que se han

    mantenido de diversa manera en el desarrollohistrico-poltico ecuatoriano.

    Los neopopulistas neoliberales: Abdal

    Bucaram Ortiz, el lder de los pobres

    Contexto

    La eleccin de 1996 permiti la llegadala poder de esa tendencia a travs del PartidoRoldosista Ecuatoriano () y su lder, Ab-dal Bucaram Ortiz, cuado de Jaime RoldsAguilera, primer presidente de la democracia(1979-1981), quien falleci en un accidentede aviacin a medio mandato, y sobrino deuno de los patriarcas populistas de Guayaquilde las dcadas de los sesenta y setenta, AssadBucaram Elhmaln. Bucaram Ortiz gan con

    8 Cuando la masa se encuentra con un caudillo carismtico que rena estas caractersticas se abandona a suposesin. Establece una relacin personal caracterizada por la devocin filial, la lealtad a toda prueba y el respaldoincondicional, a cambio de lo cual aspira a recibir toda suerte de beneficios (Hurtado, 1999, p. 219).

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    un amplio margen al candidato del Partido

    Social Cristiano, Jaime Nebot Saadi, tras dosintentos fallidos en 1988 y en 1992, en lasegunda vuelta electoral. La misma confron-t a dos polticos costeos, que si bien eranconsiderados ambos como populistas, repre-sentaban valores, grupos sociales y culturalese intereses econmicos diversos, sostenidos

    sobre aceitadas redes clientelares.

    Estilo de liderazgo

    La poltica roldosista se ha caracterizadopor un fuerte personalismo y por la identifi-cacin de los seguidores con el poder carism-

    tico del lder, expresando una nueva religinsecular y proveyendo, al mismo tiempo, uninstrumento de control social sobre las ma-sas. Los sectores populares reprodujeron enBucaram aquello que soaban ser. Lo que lesuceda a este tambin le suceda al pueblo,siendo l la nica persona capaz de resolver

    los problemas de la gente comn debido a suscualidades extraordinarias.

    La intencin de Bucaram, una y otravez, ha sido recalcar sus orgenes humildes, supertenencia a una clase social baja, su esfuerzopor superarse (como haca discursivamenteFujimori) y su exitoso ascenso social. Su li-derazgo fue el principal recurso del constructooriginariode la cosmovisin roldosista. Mu-chos activistas del partido se han descrito mscomo abdalacistas que como roldosistas,y laorganizacin partidista se ha convertido en uninstrumento sin autonoma, a disposicin dela voluntad de su director supremo.

    El populismo frente al roldosismo:

    Al Partido Roldosista lo han ubicado siempre como

    un mojn de Mara, no saben dnde colocarlo y porello lo han identificado ms como un partido populis-

    ta. El populismo es una doctrina, una historia, todos lo

    conocemos, donde predomina ms la figura regia del

    hombre, ms el carisma de la persona o las ideas tota-

    litarias y demaggicas en reemplazo de las ideas y los

    planes [] (Declaraciones de Abdal Bucaram Ortiz

    en una entrevista personal con Flavia Freidenberg enCiudad de Panam el 16 de agosto de 2000).

    Bucaram se ha presentado a s mismocomo un hombre del pueblo, al que glorificadestacando sus cualidades populares en sumanera de comer, vestir y de ser, a pesar de

    vivir en un piso en Panam valorado en msde un milln de dlares (Freidenberg, 2003).Pero como lo que importa es lo simblico, losoprimidos y los pobres ven en Abdal a su ge-nuino representante. El pueblo ha pasado a serla encarnacin de los verdaderos valores mo-rales, mientras que los otros (la oligarqua,

    los socialcristianos o el enemigo de turno)han sido la personificacin de la maldad. Lasseoras elegantes eran viejas vagas que nuncahan cocinado, ni planchado, y el discurso deBucaram confrontaba de manera maniquea alverdadero Ecuador, el de los pobres, conel Ecuador de esa gente, los vende patrias

    (De la orre, 1998).Los mitines han sido vistos siempre como

    encuentros que otorgan dignidad simblica aquienes participan en ellos, lo que se ha enten-dido como la democracia del espacio pblico(De la orre, 1996; 2009), a travs de la cualse pasa a formar parte de un colectivo quepresta identidad a los que actan en l. Losespacios pblicos son los escasos momentos

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    en los que es posible cuestionar y transgredir

    el orden social pero sin por ello llegar a unapostura radical antisistema. Son el espacio enel que se renueva la relacin con los seguidoresy se permite reordenar la identidad colectiva.De este modo, los roldosistas han visto a lademocracia como actos de masas donde seaclama a los lderes y se abuchea a los rivales

    [la oligarqua] (De la orre, 1998).

    El pueblo quiere ver a Abdal, porque para ellos

    Abdal es un espectculo, es un chou (show), yo que s.

    Ellos ren, lloran, sus pasiones las descubren en Abdal

    cuando est en una tarima. En estos trminos s creo

    que soy el grito de agona, como dicen, del populismo

    ecuatoriano, pero ah est Abdal, ah est el espectculo,ah est lo que quieran, pero ah est, [] yo creo ser

    el pueblo, yo creo ser el indio, el cholo, el negro. Yo los

    conozco; yo me compenetro con ellos (Declaraciones

    de Abdal Bucaram Ortiz durante la campaa electoral

    de 1988. El Pas, Bucaram: soy el grito de agona del

    populismo, Madrid, 8 de febrero de 1988, p. 4).

    Las relaciones con el lder han sido identi-ficadas como de suma cero: se est totalmentea favor (y se lo considera como la encarnacinde la bondad) o se est totalmente en contra.Es una divisin en dos de lo social. BucaramOrtiz interpel al pueblo en contra de un gru-

    po dominante, que va variando de cara segnl lo considere. No es un grupo especfico yparticular, invariable en el tiempo, sino que,dependiendo del momento en que se apele a

    este recurso discursivo, puede ser vinculado

    con actores y grupos diversos.Las siguientes son las declaraciones deuna militante roldosista sobre el estilo de li-derazgo de Abdal:

    Yo a mi partido lo adoro. En las buenas y en las malas.

    No solamente cuando el partido est arriba. No, en las

    buenas y en las malas [] El corazn me pide que yosea roldosista y seguir siendo hasta cuando el seor me

    tenga. Por qu? Porque es un partido que a todo humil-

    de, toditos, toditos, por el trato con el presidente a

    todos l nos ha ayudado a trabajar. Nos ha dado trabajo.

    Por eso es que la gente viene al partido (declaraciones

    de una jefa de sector del Guasmo Sur en una entrevista

    realizada por Flavia Freidenberg en Guayaquil, el 8 deseptiembre del 2000, en la Sede Nacional del Partido

    Roldosista Ecuatoriano).

    Base social de apoyo y tipo de movilizacin

    Su base de apoyo social estaba integrada

    por los sectores ms pobres del Guasmo9gua-yaquileo, de las ciudades medias costeas yde los sectores migrantes que votan en la sierrapero que trabajan en la costa. ambin se en-contraban los nuevos ricos, lites emergentes(por ejemplo, comerciantes descendientes delibaneses) que se han enriquecido en negocios

    no muy claros, incluso, del contrabando. Apesar del dinero que puedan tener esas lites,eso no supone el ingreso a las redes de podersocial y poltico de corte oligrquico existentesen Guayaquil.

    9 Barrio de la ciudad de Guayaquil, que se encuentra al sur y en el que viven pobladores en situaciones precariasy marginales.

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    Estos empresarios se sienten excluidos del

    sistema econmico y del poder poltico real,por lo que intentan acceder a l a travs de unaalianza discursiva con los sectores populares.Adems, hay algunos intelectuales exmarxistasque se incorporaron al movimiento y polticoslocales que fueron desplazados de la familiasocialcristiana y que encontraron en ese mo-

    mento en los roldosistas un espacio alternativodesde donde disputar el poder poltico y hacertrabajo social y clientelar.

    Declaraciones de Abdal Bucaram sobrelos sectores que representa el :

    [a quin representa el ] a los pobres, a los descami-

    sados. Donde hay necesidad, est el Partido Roldosista,donde hay dosis de racismo, combatimos el racismo;

    vemos al ser humano como un ser humano que tiene

    que predicar con el sudor de su frente; que comulguen

    con nosotros aquellos seres que busquen una comunin

    espiritual entre el pueblo y Jaime Rolds Aguilera. Si

    ah estn estos grupos clientelares, que no s cmo les

    llaman, si ah est el lumpen,las cocineras, las prostitutas,los marineros, los carpinteros, los albailes, en buena

    hora. Si ah est una clase media liberal, de pensamiento

    liberal, en buena hora. Si estn los profesionales liberales,

    en buena hora. Yo no me preocupo en realidad quin

    est en el partido roldosista. Me gustara que est Febres

    Cordero para mejorarlo como persona, para reformarlo,

    para hacerlo un hombre, no?

    El bsicamente tiene una conformacin realmente

    un poco populista. Porque realmente los Comandos

    Provinciales no entienden de elecciones internas... se

    hacen, se hacen pero les importa un carajo. Siempre es

    el director, el lder de la provincia, el que va disponiendo

    los nombres, el que tiene mayor peso (Declaraciones de

    Abdal Bucaram sobre los sectores que representa el .

    Entrevista personal realizada por Flavia Freidenberg en

    Ciudad de Panam, el 16 de agosto del 2000.

    Para sus seguidores, Bucaram Ortiz eraDios, un amigo que sabe escuchar los pro-blemas de uno, un lder a quien seguir, unhermano a quien respetar, el miembro msinteligente de la agrupacin, el presidente

    de los pobres y los humildes, el loco queama, el abogado, alguien que comprendeel sufrimiento del pueblo, el director su-premo, el presidente o, simplemente, ellder. El estilo de movilizacin, la culturapoltica y la retrica discursiva creada por loslderes populistas del pasado continan siendo

    un patrn de comportamiento de la polticaecuatoriana (De la orre, 1996). Las siguientesson las declaraciones de una militante roldo-sista sobre el lder:

    Abdal es una persona muy buena, una persona [de

    la] que dicen que esguaso, que l es loco. De loco, l no

    tiene nada. l tiene el cerebro ms bueno que los quedicen que son locos porque si l fuera loco l no canta-

    ra. l es un gran abogado y los hace pedazos a todos. Y

    l solo se defiende. Ellos convocan el uno, el otro, para

    ponerlo por el suelo a l y vea ahorita como est el pas.

    Por cuestiones de ellos que son unos malos dirigentes,

    son rateros. Ellos roban para ellos, nunca para el pobre.

    El abogado Abdal toda una vida l ha abogado para lagente pobre. Y por eso es que l es querido, l es querido.

    Y si aqu le ganan los votos es porque estos de la 6 [se

    refiere a la lista del ] son los dueos de los tribunales,

    donde ellos hacen y deshacen. Ellos hacen, nos roban.

    Ellos hacen y deshacen, ellos [son] dueos de todas las

    mesas. Dueos de los tribunales. Ellos son los grandes

    seores (declaraciones de una jefa de sector del Guasmo

    Sur en una entrevista realizada por Flavia Freidenberg

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    en Guayaquil el 8 de septiembre del 2000, en la Sede

    Nacional del Partido Roldosista Ecuatoriano).

    Estrategias discursivas

    El estilo discursivo de Bucaram Ortiz hamanifestado desde sus comienzos algunos ras-gos caractersticos del discurso populista cl-

    sico. En sus intervenciones son constantes lasapelaciones a la dicotoma pueblo-oligarqua,la construccin de la poltica como una rela-cin amigo-enemigo, la personalizacin delmensaje, la lucha contra el orden establecido,la inclusin de propuestas de corte clientelar yla exaltacin del lder como un ser superior10.

    Sus mensajes siempre han usado un len-guaje emotivo, vulgar y popular: apela al amor,con frases mesinicas y religiosas (ser comouna lucha entre diablo e hijo de Cristo; Dio-sito es roldosista y al subir el petrleo ayuda este Gobierno a pagar la deuda externa);con un mensaje sencillo, poco complicado,

    algunas veces en tono amenazante, con ciertocorte moralista y transgresor. Desde la primeracampaa electoral en 1984, Bucaram Ortizprometi de todo bajo el lema no es cosa delocos: programas de trabajo para dar viviendapopular, rellenar el suburbio, pavimentar lasreas marginales, dotarlas de agua potable,

    mercados, escuelas, lugares de recreacin, unBanco de Zapatos y acceso a telfonos paratodo el pueblo.

    Sus ofertas siempre fueron efectistas. En1992 volvi a emplear recursos discursivos que

    apelaban a la utilidad del voto y a la conside-

    racin de beneficios en trminos clientelares(como por ejemplo la frase qu te han dadolos otros polticos?). El uso del clientelismocomo recurso, el hecho de dar algo a cam-bio de un voto, ha sido una de las estrategiasfundamentales que han empleado los polticosroldosistas para relacionarse con los sectores

    populares (Freidenberg, 2003).El clientelismo, el mesianismo y el par-

    tido roldosista segn Bucaram:

    un da so con la Virgen que me dijo ya eres libre, re-

    gresa junto a mi pueblo y slvalos de la miseria. e unirs

    a los perseguidos y firmars una patria libre, vencers a

    un no creyente, porque el mismo diablo lo viste de bue-no [] Yo tengo derecho a ser presidente porque me he

    preparado, estudiado, pagu la conscripcin poltica, he

    cometido errores como todo ser humano pero jams mate

    a nadie o trafiqu con drogas: nunca he ingerido alcohol

    ni he fumado cigarrillos por respeto a mis hijos Voy

    a moralizar al pas para que nunca ms haya licitaciones

    para el bolsillo de los gobernantes (Freidenberg, 2003).

    me das tu voto yo te doy una escuela; t me das tu

    voto y yo te doy libertad; t me das tu voto yo te doy

    salud; t me das tu voto yo te doy comprensin.

    El actual Gobierno les prometi pan, techo y empleo;

    y yo, como soy del pueblo, les voy a dar jama, caleta ycamello (Declaraciones de Bucaram. El Pas,Bucaram

    afirma que la eleccin presidencial es la lucha entre un

    hijo de Dios y uno del diablo, Madrid, 7 de mayo de

    1988, p. 6).

    10 La descripcin de los elementos del discurso populista puede encontrarse en Panizza (2001, 2008) o Laclau(2005).

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    En sus campaas electorales de 1988,

    1992 y 1996 Bucaram us la televisin parapotenciar el antagonismo entre el pueblo,cuya voluntad deca representar, y la oligar-qua que deba ser destruida. El pueblo eraentendido como la encarnacin de la autnticanacin-buena, justa y moral, y definido porlo que no es. Con esta visin dicotmica de

    la realidad, Bucaram simplific el escenariopoltico, enseando a sus seguidores los bue-nos de los malos.

    La oligarqua es el gobierno de pocos en perjuicio de

    muchos. Se identifica en los sectores bancarios, en los

    sectores financieros, en los sectores eclesisticos, en los

    sectores polticos. Porque uno de los grandes males delEcuador es que la oligarqua poltica es la nueva oligar-

    qua econmica del Ecuador. Y obviamente, respetando

    a la Iglesia y respetando a las Fuerzas Armadas, es indis-

    cutible que ha habido un matrimonio indisoluble en el

    ltimo siglo entre la oligarqua, las Fuerzas Armadas y la

    Iglesia. Es una lstima que el empresariado econmico

    del Ecuador pueda estar bajo la tutela de una oligarquapoltica. Porque no hay nada ms hermoso que empresa-

    rios independientes, que hagan plata, que trabajen y que

    entiendan lo que es el capital y el trabajo. Pero cuando

    hay el monopolio y la concentracin de la riqueza y la

    utilizacin de las leyes en beneficio de unos pocos y en

    perjuicio de muchos es donde surgen los Abdal Buca-

    ram (declaraciones de Abdal Bucaram a Freidenbergen Ciudad de Panam, 16 de agosto de 1996).

    En las estrategias discursivas tambin im-porta el modo en que los otros candidatos hanpresentado al lder populista. En la mayora delos casos, la oligarqua ha estado representadaen la figura de los patricios guayaquileos yen la lite ecuatoriana, para quienes Bucaram

    es el repugnante otro, la encarnacin de la

    barbarie, la falta de cultura y civilizacin delos marginales (De la orre, 1998). Durantela campaa de 1996, Nebot prometa la ci-vilizacin y el progreso frente a la barbariede los sectores suburbanos personificados enBucaram. Esta representacin maniquea dela realidad poltica sintetiz la estrategia so-

    cialcristiana de atemorizar al electorado conla amenaza de la irracionalidad y el bar-barismo de los populistas, construyndolocomo el ltimo obstculo para el progresoy la modernizacin del Ecuador. Solo con ladesaparicin de Bucaram y sus seguidores,segn los socialcristianos, sera posible el de-

    sarrollo del pas.

    El contenido de las polticas econmicas

    y sociales

    Si bien las apelaciones a la liberacinnacional han sido insistentes en el desarrollo

    poltico del roldosismo, estando presentesincluso en los Estatutos partidistas y la De-claracin de Principios, una vez en el poderesa postura no ha tenido mucho que ver consu programa de gobierno. El Gobierno rol-dosista intent implementar polticas de libremercado, privatizacin del sector pblico,convertibilidad de la moneda (contratandoal economista argentino Domingo Cavallo),flexibilizacin laboral, apertura de los secto-res energticos al capital privado, inversinextranjera, transformacin del sistema deseguridad social e implementacin de unarigurosa poltica tributaria.

    Los empresarios ecuatorianos no con-fiaron en ese plan de convertibilidad, argu-

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    mentando que la situacin econmica de

    Argentina era muy distinta a la de Ecuadoren ese momento. Su defensa de que era nece-sario un verdadero capitalismo para que lasempresas compitan entre s y no se produzcanmonopolios ni oligopolios (El Universo,Gua-yaquil, 18/06/96) dio cuenta de ello y mostrel sentido neoliberal del discurso roldosista. Es

    ms, una vez en el poder, el frente econmicoestuvo integrado por los principales empresa-rios y banqueros (entre ellos lvaro Noboa),poniendo en marcha polticas aperturistas yde corte neoliberal.

    El poco tiempo de su mandato (menos deseis meses) no permiti ver hasta qu punto

    Bucaram impulsara realmente las polticasque haba prometido en sus discursos, propiasdel populismo clsico, o seguira los pasos depresidentes vecinos de hacer en el gobiernotodo lo contrario a lo que se haba prometidoen campaa. Bucaram ejerci el poder en esosmeses con un fuerte sentido patrimonialista

    del cargo, con un conjunto de nombramientosoportunistas, basados en el nepotismo y conun sentido clientelar del Estado.

    Los acontecimientos de protesta social yde malestar de la clase poltica y empresarialdel pas se sucedieron, y un masivo movimien-to ciudadano, principalmente centrado en la

    ciudad de Quito, llev al Congreso a tomar unpapel de principal actor institucional inslitoen la historia ecuatoriana. Al mismo tiempo,las Fuerzas Armadas, en la persona del jefe delComando Conjunto, un hroe del Cenepa (laguerra contra el Per), el general FranciscoMoncayo, desempearon un papel arbitral deprimer orden. Bucaram no haba conseguidoestablecer una alianza con los militares y las

    lites empresariales ni tampoco contaba con

    un bloque legislativo mayoritario.La personalidad excntrica de Bucaram,con su errtica actuacin, los nombramientosde familiares, los indicios de corrupcin queinmediatamente afectaron a su entorno prxi-mo y las incipientes medidas econmicas defuerte contenido neoliberal precipitaron una

    crisis de una amplitud desconocida al iniciode 1997, que provoc la salida anticipada deBucaram de la Presidencia.

    La salida de la Presidencia

    La crisis del 6 de febrero concluy con la

    destitucin de Bucaram por incapacidad fsicay mental, quien se exili primero en Argentinay luego en Panam y, tras la pugna entre lavicepresidente Rosala Arteaga y el presidentedel Congreso Nacional, Fabin Alarcn, estefinalmente fue elegido presidente interino el12 de febrero por los dos tercios del Congreso,

    recibiendo el mandato de abrir un periodoconstituyente, eliminar las principales medi-das de poltica econmica y poner en marchauna Comisin Anticorrupcin.

    Un referndum celebrado el 25 de mayode 1997 ratific a Alarcn como presidenteinterino y abri la va hacia la reforma cons-

    titucional, aprobndose diferentes lneas deactuacin de la nueva Asamblea Constituyenteque fue elegida con la participacin de todaslas fuerzas el 30 de noviembre del mismo ao.Bucaram se mantuvo en el exilio hasta enerode 2005, cuando consigui regresar al pas,tras la anulacin de los juicios en su contrapor delitos de corrupcin durante su mandato,por parte de una Corte Suprema de Justicia

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    afn a sus intereses, elegida por una mayora

    oficialista en diciembre de 2004, integradapor el , el Partido Sociedad Patritica ()y el Partido Renovador Institucional AccinNacional (), del millonario bananero,lvaro Noboa.

    Su regresopateel tablero poltico, ge-ner una fuerte crisis de gobernabilidad, alta

    movilizacin social de rechazo y apresur lacada del presidente Lucio Gutirrez del en abril de 2005, bajo la Revuelta de los fora-jidos. Esta nueva crisis institucional provocla cada de Gutirrez, su destitucin por partedel Congreso por abandono del cargo, nom-brando de manera inmediata como sucesor al

    vicepresidente, el independiente guayaquile-o Alfredo Palacio. Esto hizo que Bucaramregresara rpidamente a su exilio panameo.La eleccin de una nueva Corte Suprema deJusticia elimin el sobreseimiento de Bucaram,quien contina procesado por los delitos depeculado y malversacin de fondos pblicos.

    Populismos contemporneos.

    lvaro Noboa Pontn: el populismo

    mesinico y caritativo

    Estilo de liderazgo

    El , bajo la conduccin de lvaroNoboa Pontn, inici su tarea electoral en2002 con campaas de salud, educacin,empleo y la distribucin de recursos a travsde la fundacin Cruzada Nueva Humanidad.

    Esta organizacin realiza trabajo electoral, de

    corte social, con fondos propios de Noboa.Con este trabajo, el partido y el propio Noboaocupan el lugar que le corresponde al Estadoen la satisfaccin de las demandas bsicas delos ciudadanos ms desprotegidos.

    Segn su pgina web11, durante 2005,la fundacin realiz 270 visitas a la mayora

    de las provincias ecuatorianas, atendiendoa 135.000 pacientes. En esta eleccin ya sepresent como candidato presidencial de suagrupacin poltica, el Partido RenovadorInstitucional de Accin Nacional (),que haba sido creado en 2001 como unaplataforma para estructurar una base de apoyo

    nacional que le ayudara en su candidatura.Esta no fue la primera vez que se presentabacomo candidato a presidente, ya que lo habaintentado en 1998 a travs del y tras la ca-da de Bucaram Ortiz. Noboa haba intentadoadems llegar a la Presidencia en 2002, 2006y 2009, y en la mayora de las citas electorales

    solo consigui pasar a la segunda vuelta (1998,2002 y 2006).

    Su estilo de liderazgo patrimonialista nolo muestra como un hombre con cualidadesexcepcionales ni con altas dosis de carismacomo un populista clsico. Noboa ha preten-dido comprar ese carisma a travs de su mi-

    llonaria maquinaria poltica, que da incen-tivos selectivos materiales (dinero, recursos)a cualquier potencial seguidor, sobre la basedel intercambio clientelar, el compadrazgo yel asistencialismo individual.

    11 www.alvaronoboa.com

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    El carcter antipartidista de Noboa se

    basa en la ausencia de trayectoria poltico-institucional y en su condicin de antilitepatricia guayaquilea. Su concepcin de lopblico mezcla la lgica empresarial, conun fuerte clientelismo caritativo y mensajescelestiales, que dan cuenta de un populismoreligioso y mesinico. Por ejemplo, en la pre-

    sentacin de su candidatura en el Auditoriode la Democracia del el 15 de agosto de2006 dijo: Como hroe de Dios, con la Bibliaen la mano, estoy dicindoles cobardes los voya vencer (El Comercio, Quito, 16/08/2006).

    Base social de apoyo y tipo de movilizacin

    La cholocracia populista, que supone lamovilizacin de los sectores medios y bajosexcluidos del pas, ha sido una de las msdemandadas por los nuevos lderes populis-tas. Esta cholocracia est integrada por loscomerciantes informales, campesinos pobres,

    subempleados, excluidos e incluso militaresque no han conseguido cubrir sus expectativasa travs de los mecanismos de movilizacinde los partidos tradicionales. Bajo el discursode la revancha y del mesianismo caritativo,estos sectores apoyaron masivamente al y tambin al Partido Sociedad Patritica de

    Lucio Gutirrez.Noboa y, el hermano de Lucio, Gilmar

    Gutirrez, siguiendo el discurso populistaclsico, estructuraron sus organizaciones, for-talecieron la relacin con dirigentes de base yrobaron la lealtad de los intermediarios lo-cales al y al en los sectores ms pobresy menos educados de la poblacin (), o

    fracturaron al movimiento indgena bajo la

    premisa del clientelismo y el patronazgo ().El trabajo electoral de Noboa en 2006combin cierta americanizacin en el estiloy en las herramientas usadas para movilizar elvoto con una agresiva campaa clientelar. Elcandidato entreg microcrditos personales(de 1000 dlares), ordenadores, materiales

    para la construccin, camisetas y comida (ba-nano, arroz, fideos, conservas) a pobladoresde los sectores populares o trabajadores de susempresas (El Caf, Chocolates Noboa, Inte-ramericana de ejidos o Banco del Litoral) ysillas de ruedas (una por local que se visitaba).

    Si bien estas estrategias no han sido nue-

    vas en la poltica ecuatoriana, ya que el trabajoelectoral barrial est ligado a los intermediariosque movilizan a los potenciales electores, co-nocen sus demandas, distribuyen los recursosclientelares e incluso proveen de proteccin alos candidatos en sus incursiones a los barrios,en esta oportunidad se dio la mediatizacin

    del clientelismo. Fue comn ver en la te-levisin el modo en que el candidato dabarecursos materiales a los que se movilizabanen su apoyo (sillas de ruedas, materiales de laconstruccin, fundas de comida, entre otros).

    El xito del en el conurbano guaya-quileo, los distritos de mayor concentracin

    de electores econmicamente marginados, diocuenta del nivel de penetracin que tuvo laestrategia clientelar prianista y alert sobre laposible transferencia de dirigentes barrialesde los partidos tradicionales hacia el .El tipo de campaa puerta a puerta y concaravanas motorizadas que desarroll Noboapuso en evidencia el apoyo socialcristiano y

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    q g p p y

    roldosista a esta candidatura, y el traspaso de

    los dirigentes barriales en busca de recursospara distribuir.El candidato jug al ftbol y al voleibol

    con los vecinos de los barrios, hizo caminataspuerta a puerta junto a Gabriela Pazmio yCarlos Vctor Morales (candidatos del ),con Guillermo Pichi Castro (presidente de la

    Corte de Justicia de facto instaurada duranteel gobierno de Lucio Gutirrez) o con Pascualdel Cioppo (presidente del ) y ClementeVzquez (dirigente socialcristiano en Mana-b). Adems, hizo promesas de agua potable ycalles pavimentadas, visit escuelas y se reunicon sectores marginados en los barrios ms

    populares de Guayaquil (Febres Cordero, Islarinitaria, Nueva Prosperita, Flor de Bastino Lomas de la Florida, entre otros), donderesulta muy difcil ingresar sin una buena redde intermediarios barriales.

    Los envidiosos no quieren que regale sillas de rueda

    a los pobres, que no d de comer, que no d medicinasa los ecuatorianos. Qu quieren? Ellos lo nico que

    quieren es darle bala y palos.

    Mi misin es sacarlos de la pobreza y convertirlos en

    personas de clase media que tengan vivienda, educa-

    cin, empleo y salud como la tienen en Espaa, Estados

    Unidos, Chile e Italia (Declaraciones de Noboa frentea las crticas de sus ofertas de ayuda a las vctimas de la

    erupcin del volcn ungurahua. El Comercio,23 de

    agosto y 13 de noviembre de 2006).

    Estrategias discursivas

    El discurso autoritario, mesinico y des-pectivo de Noboa contra sus adversarios po-

    lticos fue una constante. En su intento por

    ganar la eleccin trat de asustar a los votantesasegurando que su rival iba a ser un ttere deChvez, lo calific de peligro comunista yde terrorista, intentando que el presiden-te venezolano se introdujera en la campaaelectoral y esto polarizara al electorado, comohaba ocurrido antes con la eleccin de Ollanta

    Humala y Alan Garca en Per. Seal ademsque intensificara las relaciones con EstadosUnidos y Colombia y, por el contrario, notendra relaciones con Hugo Chvez ni conla Cuba de Fidel Castro.

    El dueo de ms de cien compaas, conamigos cercanos en Washington y una fuerte

    base dentro de la comunidad empresarial dela ciudad costera de Guayaquil, recorri elpas como mensajero de Dios, como un sal-vador, prometiendo la creacin de empleos, laconstruccin de casas y el incremento de lossalarios. Con propuestas concretas enfrentabaa los mensajes y ofertas abstractas de los otros

    candidatos. Por ello, reedit el famoso pan,techo y empleo, como una manera de atraera un electorado pobre, que alcanzaba al 60 %de la poblacin. Se mostr incluso mucho msasequible que en campaas anteriores con elmismo discurso religioso: como Cristo, todolo que quiero es servir... para que los pobres

    puedan tener casa, asistencia social, salud,educacin, empleos, as como tambin conel uso de la Biblia y su constante convocatoriaa orar en los mitines.

    res elementos diferencian la manera enque el hizo esta vez campaa electoralen relacin con las anteriores (Recalde, 2007,p. 24): a) la aceptacin de participar en debatescon otros candidatos (como en el organizado

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    por la durante la primera vuelta); b) la

    participacin en pseudos-acontecimientos en (entrevistas) durante la segunda vuelta conla intencin de discutir sus propuestas y atacara Correa, y c) su intencin de formar alianzasde cara a la segunda vuelta, a diferencia delproceso de 2002 donde rechaz contar conel apoyo de otros partidos (Quintero, 2005,

    p. 24).

    Rafael Correa Delgado: la revolucin

    ciudadana

    Estilo de liderazgo

    El estilo de liderazgo de Rafael Correa searticul en el enfrentamiento directo con laclase poltica y en las posturas del movimien-to forajido de abril de 2005. El economistahaba sido uno de los activos propulsores delas protestas de ese movimiento contra LucioGutirrez, lo que lo llev a ocupar el cargo

    de ministro de Economa del Gobierno deAlfredo Palacio durante cuatro meses. RadioLa Luna, que se convirti en la vocera de losforajidos, concedi amplios espacios a Co-rrea, quien critic la poltica econmica deGutirrez y se pronunci por su destitucin.Cuando lleg el momento, Correa, desde la

    radio, convoc a la primera manifestacin delos forajidos, tras el fracaso de la movilizacinde los municipios y consejos provinciales.

    En las noches siguientes, los forajidosse autoconvocaron con el cacerolazo y elcorreazo en la ribuna de Los Shyris, lugarque pas a convertirse en la principal centralde campaa del candidato. A pesar de que elmovimiento forajido rechaz que cualquier

    persona los utilizara como trampoln poltico,

    lo cierto es que Correa consigui mayor visibi-lidad tras esa movilizacin y acceder al cargoministerial desde donde lanz durante 100das cruentos ataques contra los acreedores dela deuda externa, los entes internacionales decrdito, el contrato con la empresa petrolera, la firma del as como tambin pro-

    cur tender puentes econmicos y polticoscon el gobierno de Chvez.El que se vayan todos fue entonces un

    pilar importante del discurso de campaa ypropuesta del plan de gobierno de Correay Lenin Moreno, su candidato a vicepresi-dente, y del movimiento independiente que

    articularon bajo el nombre de Alianza PatriaAltiva y Soberana (). Esta Alianza estabaintegrada por diversos movimientos y grupossociales como Iniciativa Ciudadana, AccinDemocrtica Nacional, Jubileo 2002 y Mo-vimiento Alfarista Bolivariano, intelectualesde izquierda y dirigentes de movimientos de

    derechos humanos.Este docente universitario, con estudios

    de posgrado en Estados Unidos y Blgica, queha sido consultor del Banco Interamericano deDesarrollo (), busc articular su ambiciosarevolucin ciudadana bajo la proteccin delboliviarianismo chavista, su soberana ideol-

    gica, cercana a la doctrina social de la Iglesia, ysu posicin de outsiderradical. Su candidaturasupuso la postulacin de una persona sin pasa-do, sin partido, sin experiencia poltica previasobre la cual comparar, que encarn el cambiofrente al inmovilismo. Su estrategia de nopresentar listas de diputados lo coloc en unmargen diferente a los mismos de siempre,aun cuando algunos de los dirigentes que lo

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    acompaaron en la campaa y que luego han

    asumido puestos en su Gobierno cuenten consendas trayectorias polticas.

    Base social de apoyo y tipo de movilizacin

    Si bien es pronto para sealar claramentela base de movilizacin social de Alianza y

    del propio Correa, lo cierto es que an durantelos primeros meses de gobierno, el movimien-to forajido continuaba siendo parte de su sus-tento social. Desde el gobierno, Alianza comenz a articular redes de movilizacin conel fin de no depender de otros grupos sociales.En este sentido, se fueron creando comits

    familiares: cada uno con 10 miembros, conla idea de conseguir organizar 50.000 comitsen el pas durante el ao 2007, emulando alos crculos bolivarianos que Chvez organizen Venezuela.

    Segn Correa, la crisis poltica se carac-terizaba por lo siguiente:

    Y porque los ciudadanos y las ciudadanas del Ecuador

    ya no soportan ms esta situacin, porque el pas no

    es capaz de resistir ms, hay que hacer una revolucin

    ciudadana, hecha por y para los ecuatorianos. Solo la

    asamblea constituyente devolver la dignidad al Ecuador

    y entregar como siempre le correspondi, el poder a

    las manos del pueblo [] Pero esa revolucin dependede la fortaleza y voluntad real de cambiar el pas en que

    vivimos y para ello necesitamos el apoyo de todos y todas

    (Diario Hoy,Quito, 13/11/2006).

    Estrategias discursivas

    Durante la primera vuelta, Correa ba-s su discurso en la propuesta antisistema,

    que incluy amenazas de una revolucin

    ciudadana, la convocatoria a una AsambleaConstituyente soberana que hiciera la reformapoltica y desconociera a los legisladores recinelegidos en el trmite de convocatoria, y unfuerte discurso antipartidista, basado en laidea de eliminar la corrupcin a golpe de co-rreazos. Su propuesta fue articulada en torno

    a dos elementos clave: a) la configuracin delos partidos como su otro antagnico, y b)la propuesta de una reforma poltica a travsde la Asamblea Constituyente.

    El equipo de campaa consigui unacertado manejo publicitario (coherente,atractivo y con buen uso de elementos de mar-

    keting para generar recordacin) (Recalde,2007, p. 21), y tuvo capacidad para establecertemas a partir de los cuales los dems candi-datos tuvieron que posicionarse.

    En varias declaraciones del candidatoCorrea durante la campaa electoral, se ponede manifiesto esta tensin:

    Quin dijo que la Asamblea debe pasar por el Con-

    greso? El artculo 10, numeral 2, de la Constitucin da

    atribucin al presidente para consultar al pueblo sobre

    asuntos de trascendentales, sin pedir permiso a nadie.

    El debe convocar y cumplir la orden del presidente.

    Si no lo hace, tendramos una dictadura de partidos.

    Dnde est el problema? Por ejemplo, para renegociar

    la deuda, para qu se necesita al Congreso? Los dueos

    de la democracia no son 100 congresistas, sino 13 mi-

    llones de ecuatorianos y ecuatorianas. Es hora de dejar

    de tener tanto miedo al Congreso y tener ms confianza

    en nosotros mismos. Esta democracia es nuestra (El

    Comercio, 27/11/2006).

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    Para la segunda vuelta, moder su dis-

    curso, introdujo un mensaje ms emocionaly afectivo, busc mostrarse como un ciuda-dano ms de clase media. Correa y su grupode asesores se dieron cuenta que era necesa-rio aterrizar las ofertas de campaa ya quemientras Noboa ofreca cuestiones concretas(vivienda y empleo), l hablaba de valores y

    reforma poltica. En este sentido, se reforzla propuesta de vivienda (con el Bono );se insisti en el mantenimiento de la dolari-zacin sin dejar de sealar sus crticas (Noboahaba dejado saber que iba a abandonarla); seincluy a la familia en los spotsy en los actosde campaa como una manera de dulcificar

    la imagen del candidato, y se dej ver en laiglesia como un catlico practicante (paracontrarrestar la imagen de comunista de laque lo haba tildado Noboa).

    El partido desarroll una fuerte campa-a negativa con la intencin de potenciar loselementos menos favorables de Noboa (que

    no pagaba impuestos, que explotaba a lostrabajadores, que le gusta ms la plata quela patria, que contrataba a nios para susempresas, que pagaba salarios injustos, entreotros), moder su lenguaje (abandonando elcinturn que generaba connotaciones machis-tas y violentas) y contrarrest el contenido de

    las ofertas de la campaa: si Noboa ofrecadar 300.000 viviendas, Correa impuls suplan Socio Pas (un programa de medidaspara solucionar el problema habitacional,duplicando el bono de la vivienda), el Bonodel Desarrollo Humano, entre otras.

    Una vez en la Presidencia, continu consu discurso moralista, maniqueo, centrado enel papel del pueblo como agente del cambio

    social (denominado en sus apelaciones como

    ciudadanos) frente a la oligarqua corrupta,que reivindica la meritocracia y los ttulosuniversitarios como requisito de idoneidad ycapacidad moral. ambin retoma el legado dela movilizacin indgena, apropindose de loscontenidos de sus demandas y articulndolascomo parte de su base social de apoyo.

    Veamos, por ejemplo, las declaracionesde Correa en el nombramiento de un jovencolaborador al frente de la :

    Escchenme corruptos de las aduanas del Ecuador,

    se acab la impunidad. Vamos a arriesgar la vida para

    evitar que se lleven un centavo ms de las arcas del

    sector pblico [] Santiago tienes todo el apoyo delGobierno nacional y seguro de los miembros del Di-

    rectorio. Los buitres rondarn, tratarn de abusar de tu

    juventud...Confiamos en los jvenes con tu capacidad,

    con tu currculo brillante, para que hagas patria aqu

    en la , moralizndola (El Comercio, Quito, 9 de

    febrero de 2007).

    Adems, siguiendo a Chvez, integr asu discurso la idea del socialismo del siglo frente a la poltica neoliberal. Segn el propioCorrea, este modelo est llegando a su fin[] el nuevo da ha comenzado, de patriasms justas, soberanas y dignas (El Mercurio,

    Cuenca, 15/01/2007). Bajo estos principios,prometi la revolucin socialista, renegociarla deuda externa, fortalecer la ComunidadAndina de Naciones, rechazar la presencianorteamericana en la Base de Manta y la firmadel ratado de Libre Comercio (), comobase de sus polticas antiimperialistas, lo que

    dio cuenta de las coincidencias ideolgicascon Chvez y Morales.

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    Ser el gobierno de los indgenas. Como un milagro se

    han derrumbado los gobiernos serviles, las democracias

    de plastilina, el modelo neoliberal [] Ha empezado a

    surgir esa Amrica Latina altiva, digna, soberana, justa

    y socialista del siglo [] Amrica Latina seguir

    cambiando, porque lo que vivimos no es una poca de

    cambios, es un cambio de poca [] La noche neoliberal

    est llegando a su fin

    Hugo Chvez es mi amigo y me siento muy orgulloso

    de su amistad. Con gente de manos limpias, de mentes

    lcidas y de corazones patriotas, como Hugo Chvez y

    otros mandatarios de la regin, siempre ser mucho ms

    lo que nos una que lo que nos separe. Pero en mi casa

    no mandan mis amigos. Aqu no va a mandar ni Bush

    ni Chvez, solo los ecuatorianos (apartes del discursode Correa cuando recibe el Bastn de Mando indgena

    en Zumbahua. El Pas, el 29 de noviembre de 2006).

    El contenido de las polticas econmicas

    y sociales

    El triunfo de Alianza se entendicomo la legitimacin en las urnas de los temasque defenda en campaa, pero tambin co-mo resultado del voto til de una ciudadanaque eligi a Correa para evitar al populismoreligioso, autoritario y mesinico de Noboa.El hecho de que el presidente no contara con

    ningn diputado de su partido en un Con-greso presidido por el , da cuenta deun nuevo gobierno de minora y de los pocosincentivos para la gobernabilidad del sistemapoltico ecuatoriano.

    Los primeros actos de gobierno de Co-rrea fueron decretar la convocatoria a una

    Consulta Popular para que los ciudadanosse pronunciaran sobre la realizacin de una

    Asamblea Constituyente y un fuerte con-

    flicto con las instituciones debido a dichaconvocatoria, fundamentalmente con el y con el Congreso. Grupos de Alianza ydel , afines al Gobierno, protagonizaronviolentos incidentes al irrumpir, con roturade ventanales, forcejeos, insultos, puntapis,en la sala de sesiones del para reclamar a

    los vocales la aprobacin de la Consulta quehaba remitido el presidente de la repblica(La Hora, Quito, 25/01/2007).

    Le puedo enumerar los tres primeros pasos que dar:

    asumir el mando, convocar la consulta popular para

    la Asamblea Constituyente y me rebajar el salario de

    presidente de 8.000 dlares a 4.000 []

    Nadie ha hablado de disolver el Congreso, sino de formar

    una Asamblea Constituyente. Lo que vamos a hacer es

    convocar a una consulta popular, en uso de las atribu-

    ciones que la Constitucin confiere al presidente, para

    que el pueblo se pronuncie. Se puede esperar algo ms

    democrtico? No se trata de disolver ni de pedirle per-miso al Congreso, sino de acatar la voluntad del pueblo.

    La reforma poltica es prioritaria, porque mientras siga-

    mos con ciertas mafias dominndonos, ser muy difcil

    sacar el pas adelante. La reactivacin econmica es lo

    segundo, pero est vinculada a la reforma poltica, por-

    que las mafias estn en todos lados y si no las combatimostampoco habr crecimiento (Declaraciones de Correa

    sobre sus primeros actos como presidente. En Aqu no

    va mandar ni Bush ni Chvez, solo los ecuatorianos, El

    Pas, el 29 de noviembre de 2006).

    Despus que el dejara la calificacin

    de la consulta en manos del Congreso, la gen-te se moviliz en contra de este con gritos de

    1 2 4

    F l a v i a F r e i d e n b e r g

  • 7/24/2019 En tierra de caciques! Liderazgos populistas y democracia en Ecuador

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    O P E R A , No 1 6 E n e r o - J u n i o 2 0 1 5 p p . 9 9 - 1 3 0

    no ms queso para las ratas del Congreso y

    queremos la Consulta para llamar a la Consti-tuyente, llegando a suspenderse las sesiones ytensionando las relaciones entre el Legislativoy el Ejecutivo. Con esto, Correa se posicionante la opinin pblica como juez entre elCongreso y el Gobierno, representando al ejedel bien frente al eje del mal, encarnado este

    en el sistema poltico corrupto y clientelarde lites irresponsables y su comportamientopatrimonial y corrupto.

    La Constituyente fue apoyada por laConfederacin de Pueblos Kichwas del Ecua-dor (), organizaciones y movi-

    mientos sociales de todo el pas, as como

    tambin por los intelectuales, medios decomunicacin y sectores sociales prximosal movimiento forajido que haba sacado delpoder a Gutirrez en abril de 2005, pero queen estas circunstancias se converta en unaliado para procurar apoyo legislativo para laConstituyente. Gracias al bloque de Sociedad

    Patritica, en febrero de 2007, se consiguiaprobar la convocatoria de una consulta po-pular con una amplia mayora de legisladores(51 votos de , , , , -, -, entre otros) y la ausencia de los partidosde la oposicin.

    TABLA 2. COMPARACIN DE LIDERAZGOS P OPULISTAS

    Velasco Ibarra Bucaram Noboa Correa

    Origen Civil, movimientista

    (Frente Velasquista)

    Civil, partidista

    (PRE)

    Civil, partidista

    (PRIAN)

    Civil

    (Movimiento PAIS)

    Periodo de gobierno 1934/1935, 1944/1947,

    1952/1956, 1960/1961,

    1968/1972

    1996-1997 - 2006-

    Condiciones en lasque emerge

    Sistema de partidos

    Crisis de legitimidad

    Crisis de goberna-

    bilidad

    Crisis 1929 + rgimenoligrquico

    Transformaciones so-

    ciales y econmicas,

    migraciones internas

    Crisis econmicaDesencanto y recha-

    zo lites tradicio-

    nales

    Multipartidista

    no

    S

    Crisis econmicaDesencanto y recha-

    zo lites tradicio-

    nales

    Multipartidista

    S

    S

    Crisis econmicaDesencanto y rechazo

    lites tradicionales

    Multipartidista

    S

    S

    Estilo de liderazgo

    Control partido

    Carismtico

    (weberiano)personalista

    S

    Carismtico (webe-

    riano)personalista

    nepotismo

    S

    Carismtico de

    situacinpersonalista

    nepotismo

    S

    Carismtico (weberiano)

    personalista

    Relacin de sumisin de

    los diversos movimien-

    tos hacia el lder

    Partido de Gobierno

    mayora Cmaras

    S (variable segn

    gobierno)

    No - No present candidatos

    a diputados en primer

    periodo

    Mayora en la Asamblea

    1 2 5

    E n t i e r r a d e c a c i q u e s ! L i d e r a z g o s p o p u l i s t a s y d e m o c r a c i a e n E c u a d o r

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    O P E R A , No

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    Velasco Ibarra Bucaram Noboa Correa

    Disciplina legisla-dores

    Alta Alta Alta No tena legisladores enel periodo 2006-2007.

    Alta (de los asambles-

    tas hacia el lder del

    movimiento)

    Ubicacin ideol-

    gica

    - Centro-izquierda Centro-derecha Izquierda

    Base social de apoyo

    Clase bajaClase media

    Clase alta

    Sector informal

    Sector rural

    Tipo de moviliza-

    cin poltica

    Policlasista

    SS

    S (costa) Migrantes

    internos

    S (costa)

    Policlasista

    SS (intelectuales)

    S (libaneses)

    S (Costa)

    S (Costa)

    Policlasista

    S

    S (Costa

    Policlasista

    SS (intelectuales)

    S (sierra + costa)

    -

    -

    S

    Poltico

    Antiestablecimiento

    Ataque a las lites

    Clientelismo

    Poltico

    Antiestablecimiento

    Ataque a las lites

    Clientelismo

    Empresario

    Antiestablecimiento

    Ataque a las lites

    Clientelismo

    Acadmico

    Antiestablecimiento

    Ataque a las lites

    Clientelismo

    Contenido pro-

    puestas

    Liberacin Nacio-

    nal (en Declaracin

    Principios)

    Neoliberal

    Convertibilidad (no

    puso en marcha)

    Neoliberal

    Aperturista

    Antineoliberal

    Proteccionista

    Nacionalista

    Socialista

    Reformas promer-cado

    No S (no lleg a imple-mentar)

    S ? Discurso prosobera-na estatal

    Relacin con

    medios

    Alianza estratgica

    Tensin-conflicto

    Sumisin medios

    S S S S

    Relacin con las

    instituciones demo-

    crticas

    Antiinstitucionalista

    Irrespeto a las institu-

    ciones

    Antiinstitucionalista

    Irrespeto a las insti-

    tuciones

    Reforma poltica Antiin