La palabra “crisis” forma hoy parte de cualquier charla y no son pocos los que se ven afectados por la misma, pero en los momentos de ma-yor incertidumbre es cuando también pueden aparecer las soluciones más imaginativas.

Durante las últimas décadas hemos asistido, especial-mente en nuestro pais, a un crecimiento desaforado en el que el desarrollo material y el consumo compulsivo se han convertido en una forma de vida.

Y es precisamente esa ma-nera de vivir la que ahora se tambalea: los bancos no dis-ponen de crédito, la gasolina está por las nubes, nuestra hipoteca vale más que la vivienda y un largo etcéte-ra. En definitiva, estamos asistiendo a las conse-cuencias del despilfarro y el abuso de unos re-cursos limitados.

Pero podemos, y de-bemos, aprender una lección de todo esto, muy sencilla y a la vez muy útil para el futuro:

es necesario entender el desarrollo como un hecho

armónico con el entorno en el que se sustenta. La esca-

sez de recursos tanto ener-géticos como materiales nos obliga a integrar el hábito del reciclaje como una manera de vivir necesaria en nuestra sociedad. Reflexionar sobre este hecho no es una cues-tión baladí, ya que hablamos de acciones cotidianas de las que últimamente nos hemos alejado de manera radical, llegando a opinar incluso que pensar en semejantes térmi-nos era cuestión de ecologis-tas radicales y que esas co-sas del cambio climático o el fin de la era del petroleo eran cuentos chinos.

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Pero resulta que no, y ahora asistímos atónitos al desgas-te del modelo de opulencia en el que estabamos inmersos.

Gestos sencillos en nuestra vida diaria habrán de cam-biar radicalmente, tales como abusar del empleo del coche, no separar los residuos, no controlar el consumo de agua o tener siempre 20 grados de temperatura en el salón. Es-tas acciones muchas veces inconscientes deberán ser motivo de reflexión por la ciu-dadanía si se quieren afrontar los problemas del nuevo mi-lenio. En definitiva debemos tomar conciencia de que vivi-mos en un pequeño mundo de posibilidades limitadas que se ve alterado por la interacción humana. Es por ello que el reciclaje se convierte en uno de los pilares de esta nueva conciencia, no todo es infini-to, y antes de malgastar sin responsabilidad los recursos de nuestro planeta debemos actuar en conciencia y apro-vechar al máximo aquello que se nos ofrece valorando el sig-nificado que encierra detrás. Existen innumerables ejem-plos de esta actitud egoista que hemos mantenido, y así nos planteamos cambiar de televisor por que es casi tan barato como arreglarlo, o comprar una impresora nueva por que el cartucho de tinta del recmabio cuesta igual. Del mismo modo arro-jamos el vidrio en el contenedor de orgá-n i c a

pensando que total por un poco no pasa nada, tiramos ropa prácticamente nue-va por que está pasada de moda, cambiamos de coche por otro mas contaminante por que nos creemos mejo-res o arrojamos los papeles al suelo para que así tengan tra-bajo los barrenderos. Estas actitudes las vemos a diario y si hacemos examen de con-ciencia veremos que muchas de ellas se han convertido en costumbres arraigadas.

Ahora ha irrumpido la “cri-sis”, y no es otra cosa que un mensaje que debemos saber leer, pensar en torno a un mundo mejor ya no es algo posile, sino necesario, creer en la utopía es una exigencia, moverse de forma activa para mejorar es el único camino.

Si pensamos sinceramente en “nuestra crisis” tal vez nos demos cuenta de que no es tan inoportuna, ya que nos hace mirar con otros ojos y reflexionar, darnos cuenta de que hay crisis mucho mayo-res que la bajada de la bolsa o el precio de la gasolina, y que tienen que ver con los mi-l lones d e

personas que carecen de ali-mentación básica o de acceso al sistema médico del que go-zamos nosotros.

En este número de la revista de Sadeco queremos reflexio-nar sobre esta crisis desde dónde nos afecta a nosotros, desde el medio ambiente, desde el reciclaje, desde el aprovechamiento de los re-cursos, en definitiva desde las famosas tres “erres” que inspiran nuestro trabajo: re-ducir, reciclar y reutilizar.

En las próximas páginas ha-blaremos de soluciones sen-cillas, todas ellas accesibles a cada uno de nosotros, que pueden contribuir a que el mundo sea mejor, a que la palabra crisis se convierta en el mensaje que nos ayude a poner en marcha un mode-lo más humano, sos-tenible, igualitario y equilibrado de socie-dad.

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Busca calidad. Los productos de buena calidad duran más y con su compra se protegen los recursos naturales y se reduce el tráfico de mercancías. Cuando realices tus compras ten presen-tes algunos criterios ecológicos, ¡solicítalos!

Recicla y separa los residuosSi depositas cada cosa en su con-tendor el 80% de tus residuos se podrán reutilizar, tanto la materia orgánica como el papel y cartón o el vidrio. La disminución de restos en el vertedero contribuye además a la reducción de emisiones.

Elige mirando el envaseEl envoltorio de muchos pro-ductos acarrea grandes gas-tos energéticos, especialmente cuando se abusa de los deriva-dos plásticos. No gastes tampo-co bolsas de forma innecesaria en tu compra.

Bajo el lema ¿Que puedes hacer tú? Greenpeace lanza una campaña de pe-queñas soluciones cotidianas que ayudan a reducir el consumo energético y

contribuyen a una vida más saludable. Estas son algunos de ellos.

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¡Come menos carne! Además de ser bueno para tu salud, se-gún la FAO, la ganadería es res-ponsable de alrededor del 18% del total de emisiones de gases de efecto invernadero debido a las enormes cantidades de ener-gía consumida durante la pro-ducción de fertilizantes, la tala de bosques tropicales para los pastos y las cosechas de soja y, por último, los enormes volúme-nes de metano producido por el ganado vacuno.

Opta por los alimentos ecoló-gicos; se cultivan sin pesticidas ni fertilizantes artificiales. No ne-cesitan el transporte de piensos desde otros países. Y los méto-dos cíclicos de producción agrí-cola y ganadera provocan menos emisiones de gases de efecto in-vernadero.

Adquiere productos locales y de temporada. Con ello se re-duce el tráfico de mercancías y la necesidad de calentar inverna-deros.

¡Utiliza el transporte públi-co! Los autobuses y los sistemas ferroviarios son tres veces más eficientes que los vehículos pri-vados. Los sistemas ferroviarios urbanos son los más eficientes, e incluso serán más limpios en el futuro, cuando funcionen con energía renovable.

¡Mueve las piernas! Caminar es un excelente ejercicio para man-tenerse en forma y no afecta al clima. Reconquista las ciudades a pie.

¡Vuela sólo cuando realmen-te lo necesites! El tráfico aéreo es el más contaminante de to-dos. Busca alternativas como el teléfono y las videoconferencias. Reduce los vuelos de larga dis-tancia. Y en las rutas más cortas, incluso a países vecinos, el viaje en tren es rápido y mucho más respetuoso con el clima.

¡Reduce el tamaño de tu co-che! Si te compras un coche la cuestión más importante que te plantees debe ser: “¿Cuánto combustible consume?” Ya hay en el mercado vehículos que con-

sumen 4 litros a los 100 km, y será posible reducir esa cantidad a 2 litros.

¡Viaja en bici! Ocupa muy poco espacio y no consume nada. Es silenciosa y limpia, y te permite estar en forma. Aprovecha cual-quier oportunidad para usar la bici en tus desplazamientos co-tidianos.

No calientes ni enfríes más de lo necesario.Con la ropa adecuada en cada época se puede reducir las nece-sidades de climatización.No dejes nunca la calefacción encendida cuando no estés en casa.Instala termostatos programables para regular automáticamente la temperatura de la habitación.Las viejas ventanas pueden ser una importante fuente de pérdi-da térmica, no sólo por el cristal, sino también por marcos y cie-rres ineficientes.No dejes nunca la calefacción en-cendida con la ventana abierta, aunque sea sólo una rendija.

¡Constrúyete una vida cómo-da!Mejora el aislamiento de venta-nas, techos, paredes y suelos. Estas medidas pueden reducir más de la mitad las facturas de calefacción y eléctrica.

Evita el uso de aire acondiciona-do. Se puede mantener la casa fresca con un buen aislamiento, el control de las ventanas duran-te el día (cerrándolas para que no entre calor e impidiendo con toldos persianas que entre el sol) y ventiladores de techo.

Adquiere los productos de mayor eficiencia energéti-ca. Busca aquellos que tengan etiquetas de ahorro energético de clase A. Los nuevos electro-domésticos deben incorporar un interruptor de corte que los des-conecte totalmente de la fuente de alimentación, o que en modo de reposo no consuman más de 1 vatio.

Haz un favor a tu PC y déjale que descanse. Utiliza el modo de ahorro de energía del sistema

operativo. Cuando acabes de tra-bajar, apágalo y no olvides des-conectarlo también de la fuente de alimentación. Las pantallas planas y los portátiles son muy eficientes energéticamente.

Usa bombillas fluorescentes compactas (CFL). Las bombi-llas de bajo consumo recortan el consumo energético hasta un 80%.

Apaga siempre las luces de habitaciones que no estés usando. Existen interruptores de presencia, incluso bombillas con ellos incorporados, que se encienden o apagan automática-mente al detectar la presencia de personas.

¡Pon fin a las pérdidas de energía de reposo! Los apa-ratos Hi-Fi, televisores, vídeos, PCs y todos los accesorios que les acompañan continúan con-sumiendo electricidad incluso cuando están en modo de re-poso. Para evitarlo, desconecta los enchufes o utiliza un enchufe múltiple con su propio interrup-tor de corte. Dejar los aparatos en “stand by” son los responsa-bles del 5 al 13% del consumo de electricidad en los hogares.

La cocina casera es la mejor, también para el medio ambien-te, ya que es más eficiente en cuanto a emisiones de CO2 que los platos de comida rápida y los congelados listos para consumo.

¡Piensa siempre en términos energéticos!Tapa la cacerolaUtiliza sólo el agua necesaria cuando vayas a hervir alimentosUsa olla a presión, mejor la sú-per-rápida.Apaga los fuegos o el horno cuando esté caliente y deja que se termine de cocinar sin gastar electricidad.

Date una ducha rápida en lu-gar de un baño.Cierra el grifo mientras te enja-bonas.Instala un economizador de agua en la ducha: acorta a la mitad el consumo de agua y de ener-gía.

Bombilla fluorescente compacta: 80%

Lavadora de bajo consumo energético (clase A): 40-70%

Calefacción de gas en vez de eléctrica: 53-80%

Cocina de gas en vez de eléctrica: 73%

Horno a gas en vez de eléctrico: 60-70%

Tender en vez de secadora: 100%

Lavavajillas conectado a la toma de agua ca-liente (sin resistencia eléctrica): 68%

Lavavajillas en frío: 75%

Usar papel reciclado en vez de papel virgen: 50%

Reciclar el aluminio: 90%

Compartir el coche con dos, tres o cuatro personas: 50-66-75%

Usar el autobús en vez del coche: 80%

Caminar o ir en bicicleta en vez de en coche: 100%

Coche de bajo consumo (clase A): 25%

Conducir a 90 km./h en vez de a 110 km/h: 25%

Coche pequeño en vez de grande: 44%

Tapar las cacerolas al cocinar y ajustar el ta-maño de la llama: 20%

Permitir la ventilación de las rejillas de la ne-vera: 15%

Subir un grado la temperatura del termosta-to de la nevera: 5%

Tostador de pan en vez de horno: 65-75%

Calentador de agua solar, con apoyo a gas, en vez de calentador eléctrico: 85%

Calentador de agua solar, con apoyo a gas, en vez de calentador sólo a gas: 60%

Calentador de agua a gas en vez de sola-mente eléctrico: 30%

Ventilador de techo en vez de aire acondicio-nado: 98%

Aire acondicionado por evaporación en vez de por compresión: 90-98%

Necesidades de calor/frío tras cerrar peque-ños escapes de aire en el techo/paredes: 20-25%

Cambiar el filtro de aire del coche: 20%

Neumáticos bien inflados: 10%

Comparación de consumos. Las cifras indican el porcentaje de energía que se ahorra entre un sistema eficiente y uno que no lo es.

¿Ahorramos energía?

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de la colaboración de la ciudada-nía, así como de su conciencia-ción ambiental, para potenciar la recogida selectiva y así aumentar las cantidades de recursos recu-perados y reciclados.

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Te ayudamos con el PC

Clean City MálagaEl Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga y la Fundación Málaga han creado el videojuego CLEAN CITY MÁLAGA. Una iniciativa para acercar a los jóvenes malagueños la gestión ambiental y fomentar buenos valores y hábitos medioambientales.

urbana de residuos, decidir el número de contenedores y de papeleras que hacen falta, los vehículos de recogida; estable-cer la periodicidad de la reco-gida; el funcionamiento de las plantas de tratamiento y reci-clado, etc. Igualmente deberán crear acciones medioambien-tales (programas de educación ambiental; inspecciones; recu-peración energética… ) que pue-den llevarse a cabo en cualquie-ra de los barrios o distritos.

El objetivo es dar a conocer a la juventud la problemática de la gestión de los residuos y la lim-pieza urbana. El jugador experi-mentará la complejidad que su-pone la recogida de los residuos, la planificación de una buena gestión de los recursos materia-les y comprobará la importancia

Se trata de un juego para PC que está dentro de la categoría

de simulación social. Se presenta en formato CD para PC con pla-taforma Windows XP. El referente más claro de este juego son los títulos de gestión y construcción como la saga Sim City de Maxis, pero más vanguardista y dinámi-co, atendiendo las preferencias de un público joven.

El videojuego recrea la ciudad de Málaga con reproducciones cua-si-realistas y reconocibles de los barrios, calles y edificios de la ciu-dad. ¿A QUIÉN VA DIRIGIDO?A jóvenes de entre 12 y 18 años, aunque por su formato es apto para todos.¿CÓMO SE JUEGA?Los jugadores deben diseñar es-trategias de limpieza y recogida

El mecanismo de puntuación del juego premia las buenas prácti-cas ambientales; la buena ges-tión de los recursos y el buen cumplimiento de los objetivos de recogida y limpieza.

[Educación Ambiental]

Sadeco continúa con las acti-vidades de educación ambien-tal en la calle para concienciar a la ciudadanía. La cabalgata del reciclaje se pasea por la ciudad...

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