en la era del capitalismo cognitivo - omegalfa el conocimiento en las “sociedades del conocimiento...

65
Juan Luis Moraza ARTE EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO Biblioteca Virtual OMEGALFA 2021

Upload: others

Post on 10-Aug-2021

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

Juan Luis Moraza

ARTE

EN LA ERA DEL CAPITALISMO

COGNITIVO

Biblioteca Virtual

OMEGALFA 2021

Ω

Page 2: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 2 -

Arte en la era del capitalismo cognitivo

Juan Luis Moraza

Centro de Estudios

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Fuente:

DIALNET

Digitalización y maquetación:

Demófilo

2021

Libros Libres

Cultura Libre

j

Biblioteca Virtual

OMEGALFA 2021 Ω

Page 3: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 3 -

SUMARIO

1. ¿Sociedades del conocimiento?

1.1. Sociedades primitivas de alto artificio 1.2. Liberalismo cognitivo

2. El conocimiento en las “sociedades del conocimiento

2.1. El poder como saber 2.1.1. Objetivación y objetualización 2.1.2. Cuantificación y codificación.

2.2. La creatividad como inercia 3. El arte en los campos del conocimiento contemporáneo

3.1. La devaluación cognitiva en la academia moderna 3.2. El “arte en la era del fin del arte” como arte del capi talismo cognitivo.

4. El arte para la sociedad contemporánea

Page 4: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 4 -

m

___________________________

Biblioteca Virtual OMEGALFA

2021 Ω

Page 5: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 5 -

RESUMEN

Las llamadas “sociedades del conocimiento”

no privilegian el saber humano. Muy al con-

trario se produce una capitalización total del

trabajo humano, de su emocionalidad, su sen-

sibilidad y su creatividad. Convertido el su-

jeto en capital financiero, las cualidades cog-

nitivas del arte quedan instrumentalizadas al

servicio de las estrategias estéticas de esta

nueva edad “media”, o bien quedan margina-

das y destituidas.

PALABRAS CLAVE:

conocimiento, capitalización, arte, saber,

Page 6: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 6 -

Este texto deriva de las jornadas de El arte en

la Sociedad del Conocimiento organizadas

por la Sección de Artes Plásticas y Monu-

mentales (2012) de Eusko Ikaskuntza-Socie-

dad de Estudios Vascos, Facultad de Bellas

Artes de la Universidad del País Vasco

(EHU).

INDICE DE ILUSTRACIONES: Todos los gráficos han sido

confeccionados para este texto.

Fig. 1. Módulos cerebrales articulados provenientes de dife-

rentes pasados evolutivos. A partir de Paul MacLean y Mi-

chael Gazzaniga.

Fig. 2. Sistemas sociales sucesivos y simultáneos.

Fig. 3. La omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia de la

tecnociencia, como núcleo constituyente del liberalismo.

Fig. 4. El capitalismo y la tecnociencia tienen 200 años, el arte

100.000, Los criterios de aplicabilidad y cuantificación supo-

nen una regresión cognitiva del saber al poder.

Fig. 5. Sistema de categorías de valor en el campo artístico y

su desarrollo.

Fig. 6. Del arte como creación patrimonial, al arte (post) como

explotación patrimonial. La adecuación del sistema del arte a

la lógica del capital financiero permite apreciar la emergencia

de un “arte como superación del arte”, como “alta contracul-

tura” que ejemplifica a pequeña escala, el capitalismo finan-

ciero.

Page 7: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 7 -

- 1 -

¿SOCIEDADES DEL CONOCIMIENTO?

“Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-

traperlista si usted quiere-, en mí la teoría y

la práctica del anarquismo se hermanan y ha-

llan sentido.”(1)

(F. Pessoa)

NDEPENDIENTEMENTE de su complejidad o desa-

rrollo, todas las sociedades humanas implican conoci-

miento compartido: un capital de saber que define

como tal a la cultura –“sistema de transmisión de informa-

ción mediante procedimientos no genéticos”(2) -. Por ello,

la existencia de ese banco de experiencias transmisible,

siendo común, no puede ser indicativo de un tipo específico

de organización social. La expresión “sociedades del cono-

cimiento” es ampliamente utilizada y reconocida en con-

textos sociológicos, políticos, económicos y mediáticos.

Proviene de la expresión anglosajona “knowledge based so-

ciety”(3), esto es, de la noción de una sociedad basada o

1 Pessoa, Fernando. El banquero anarquista. Valencia: Pre-textos;

2005. p. 43. 2 Cfr. Carrithers, M. ¿Por qué los humanos tenemos culturas?. Madrid:

Alianza; 1995. 3 Cfr. Foray, D., & Lundvall, B. A. “The Knowledge-Based Economy:

From the Economics of Knowledge to the Learning Economy”. En:

Employment and Growth in the Knowledge-Based Economy. Paris:

I

Page 8: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 8 -

fundamentada en el conocimiento. Como intento de expli-

car o nombrar las peculiaridades de la sociedad contempo-

ránea, esta expresión vino a sustituir y matizar las nociones

de “sociedad de la información” o “sociedad de la comuni-

cación”, y, finalmente, vino a sortear el uso de la noción de

“sociedades del capitalismo avanzado”. Y ciertamente, la

lista de inscripciones para definir nuestro presente es tan

copiosa como la de autores y disciplinas: “sociedad de ser-

vicios y gestores”, “sociedad de masas”, “sociedad post-in-

dustrial”, “sociedad burocrática de consumo dirigido”(4),

“sociedad de la información”, “sociedad de la comunica-

ción”, “sociedad de las TIC (Tecnologías de la Información

y la Comunicación)”, “sociedad postmoderna”, “sociedad

red”(5), “capitalismo avanzado”, “capitalismo cultural”,

“corporativismo”(6), “capitalismo psicótico”(7)… Obvia-

mente estas urgencias bautismales habrán sido estrategias

de implantación y desarrollo, y tácticas de legitimación,

más que una autorrepresentación social(8). Pues a una polí-

OECD. 1996; 11-32 pp.; Cfr. Bell, D. The Coming of the Post-In-

dustrial Society. New York: Basic Books; 1973; Cfr. Cooke, P.

Knowledge Economies. London: Routledge; 2002; Cfr. Cooke, P.,

& Leydesdorff, L. (2006). “Regional Development in the Kno-

wledge-Based Economy: The Construction of Advantages”. En

Journal of Technology Transfer, nº 31. 2006. 5-15 pp. 4 Cfr. Lefebvre, H. La vida cotidiana en el mundo moderno. Madrid:

Alianza; 1972. 5 Cfr. Castells, M. La Era de la Información. Vol. II: El poder de la

identidad. México, Distrito Federal: Siglo XXI Editores; 2001. Cfr.

Castells, M. La Sociedad Red. Madrid: Alianza Editorial; 2006. 6 Cfr. Klein, N. Nologo. Barcelona: Planeta; 2000. 7 Cfr. Perniola, M. El arte y su sombra. Madrid: Cátedra; 2002 8 Castoriadis, C. El ascenso de la insignificancia. Valencia: Cátedra;

1998. 22-24 pp.

Page 9: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 9 -

tica de configuración e implantación de cierta identidad cul-

tural, conviene exaltar las discontinuidades y las diferencias

respecto a otras culturas, a otros modelos de sociedad ante-

riores o ajenos.

La proclamación de una “sociedad del conocimiento” es

una declaración contundente: al considerar que el conoci-

miento tecnocientífico gobierna las decisiones y desarrollos

sociales, que las decisiones y desarrollos económicos, polí-

ticos, financieros, culturales, psicológicos, son consecuen-

cia de los desarrollos del conocimiento científico. En su

versión más débil, esta declaración supone asumir que el

desarrollo tecnológico determina nuestras vidas. En su ver-

sión fuerte, supone admitir un determinismo tecnológico

irrefutable que niega cualquier saber humano que pueda ser

un obstáculo para su “progreso”. Se trata además de una

definición benigna, pues se supone que, desde la Ilustra-

ción, el conocimiento parece inocente e indiscutiblemente

beneficioso frente a sus contrarios, la ignorancia, la desin-

formación, el oscurantismo.

Autores como Peter Drucker(9), Nico Sterh(10), M. Caste-

lls(11), o la propia UNESCO(12), han generado diversas

aproximaciones destinadas a describir nuestra sociedad

contemporánea como una “sociedad del conocimiento”.

9 Cfr. Drucker, P. F. The age of discontinuity. Guidelines to our chan-

ging society. New Jersey: Transaction Publishers; 1992; Cfr. DRU-

CKER, P. F. La sociedad poscapitalista. Buenos Aires: Sudameri-

cana; 1996. 10 Cfr. Sterh, N. Knowledge Societies. Londres: Sage; 1994. 11 Cfr. Castells, M. The Rise of Network Society. Oxford and Malden,

Mass.: Blackwell Publishers; 1996. 12 Cfr. UNESCO. Hacia las sociedades del conocimiento. París: Edi-

ciones UNESCO; 2005.

Page 10: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 10 -

Los indicadores que definen lo que se define como “socie-

dades del conocimiento” incluyen aspectos como: la priori-

dad de la ciencia en el saber, la situación de la ciencia como

fuerza productiva fundamental junto a la constitución de un

nuevo sector productivo (producción del conocimiento), la

situación del conocimiento como vector fundamental de la

nueva economía industrial y financiera, la producción de

conocimientos o de medios de conocimiento, más que los

sectores de bienes de consumo y de capital material, como

el tercer y principal sector productivo, la promoción inves-

tigación servicial (I+D+i), la constitución de un sector po-

lítico específico (políticas públicas en materia de Educa-

ción, Investigación y Ciencia), la inserción de las industrias

cognitivas en el mercado de valores, la transformación tec-

nocrática de las estructuras del poder hacia el conocimiento

especial (poder de expertos y agencias de calificación), el

confinamiento de los campos y ámbitos de saber a estruc-

turas dependientes de las determinaciones industriales y fi-

nancieras, y el consiguiente paso de la autonomía universi-

taria a la universidad externalizada, la privatización de la

legitimidad pública, la externalización (la privatización) de

los servicios públicos, la transformación de las fuentes de

conflicto social, y la transformación del conocimiento en

un importante vector de desigualdad e injusticia(13)…

Pero, finalmente, ¿en qué sociedad vivimos?, o aún más ex-

plícitamente, ¿qué sociedad somos? Tras la segunda guerra

mundial, las sociedades occidentales adquirieron un com-

promiso internacional de sensatez; tras la manifestación ex-

trema de una barbarie que parecía abolida por la civiliza-

ción, la humanidad asustada y bajo el peso de una inevitable

mala conciencia, quiso prevenir nuevos conflictos reali-

zando votos de sensatez, convivencia, justicia y Derecho, 13 Cfr. Nico Sterh. Knowledge Societies. Londres: Sage; 1994.

Page 11: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 11 -

bajo un deseo de reconstrucción social, de renovación y

desarrollo, y bajo la conciencia de la responsabilidad implí-

cita en el conocimiento. En muy poco tiempo, fueron insti-

tuidas algunas de las organizaciones internacionales más

importantes e influyentes en los últimos 80 años: El 22 de

Julio de 1944 se funda el Fondo Monetario Internacional,

la ONU el 24 de Octubre de 1945, la UNESCO (Organiza-

ción de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia

y la Cultura) el 18 de Noviembre, la Declaración Universal

de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1948(14),

el mismo año en el que se fundó la OMS Organización

Mundial de la Salud, etc… Pero junto a esas buenas inten-

ciones, aquél fondo de desarrollo implicaba además el pri-

vilegio de una cultura industrial y financiera que se fortale-

ció de forma espectacular en la Guerra y que demandaba

garantías de desarrollo en la postguerra. La reconstrucción

y el desarrollo dejaron paso a la estabilización y el desarro-

llismo. La guerra fría dejó paso al “pensamiento único”. Y

transversalmente, la implantación de un capitalismo salvaje

coincidía con la extensión de un “estado de bienestar” que

desplazaba los conflictos al tercer mundo o al futuro (el ter-

cer tiempo). La relajación respecto a las causas de la emer-

gencia del terror de la primera mitad del XX, coincidirá en

la segunda con la burocratización de las organizaciones

creadas para evitarlo. Por sólo citar un ejemplo directa-

mente relacionado con el lugar del conocimiento en las so-

ciedades contemporáneas, un seguimiento de los informes

y declaraciones de la UNESCO, desde su fundación hasta

nuestros días, permite apreciar una devaluación de sus ob-

14 Cfr. E.H. Carr, Benedetto Croce, Mahatma Gandhi, Alfdoux Hux-

ley, Salvador de Madariaga, Jacques Maritani, Teilhard de Chardin.

Los derechos del hombre. UNESCO 1949. Barcelona: Laia; 1975.

Page 12: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 12 -

jetivos y una adaptación progresiva a los objetivos e intere-

ses del desarrollismo industrial y financiero: Si en 1950, re-

afirmaba como sus objetivos prioritarios “la protección de

la cultura frente a los envites del desarrollismo”, en el 2005

define “la cultura como factor capitalizable de desarrollo

económico”(15)…

Esta deriva es un síntoma de la capitalización progresiva

del conocimiento y la cultura en las sociedades occidenta-

les. Es precisamente la capitalización extensiva la que con-

duce a la comercialización del conocimiento, y a la evalua-

ción única del conocimiento capitalizable. En 1995 se

funda la Organización Mundial del Comercio (WTO), que

firma, solo un año después y con carácter vinculante, el

“Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios”

(AGCS), que apela a una liberalización del comercio de ser-

vicios, para impedir que el “gasto público” en servicios

como Sanidad o Educación, pudiera “distorsionar” un mer-

cado en alza de industrias sanitarias, educativas y cultura-

les. Este acuerdo es sólo un síntoma de una cultura econó-

mica y financiera que va a determinar los modelos educati-

vos, tecnológicos, y económicos que informan la noción de

las “sociedades del conocimiento”. Es significativo, a este

respecto la transformación paulatina de los fundamentos

cognitivos de la Universidad -autonomía, diversidad y co-

nocimiento(16)-, que serán progresivamente sustituidos por

otros nuevos, más acordes con la lógica del nuevo “conoci-

miento”: empresaridad, productividad, empleabilidad(17), y

15 UNESCO. Sobre la protección y promoción de la diversidad de las

expresiones culturales. París. 2005. 16 Cfr. Magna Charta Universitatum, 1988. 17 Cfr. ERT. Education and European Competence. Bruselas: ERT;

1989; Cfr. Education for European. Towards the Learning Society.

Bruselas : ERT ; 1990.

Page 13: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 13 -

finalmente, compatibilidad, comparabilidad y competitivi-

dad(18)… Estas transformaciones confirman la aplicación

progresiva de un modelo de desarrollo del conocimiento ba-

sado en la agregación estratégica entre la universidad, la

administración, y la empresa(19), articulados en el objetivo

común del desarrollo liberal.

1.1 Sociedades primitivas de alto artificio.

Las sociedades contemporáneas contradicen irrefutable-

mente la definición de unas “sociedades fundamentadas en

el conocimiento”. Las decisiones humanas, los vínculos in-

terpersonales, las formas de organización, la práctica social,

los efectos medioambientales, políticos y sociales de nues-

tras sociedades… todo lo “demasiado humano”, desvela

unos índices de corrupción, ignorancia, abuso e irresponsa-

bilidad, que demuestran de forma inapelable que el intento

de definir nuestras sociedades como “sociedades del cono-

cimiento” es una proclamación incierta y engañosa. No es,

en definitiva, una sociedad del saber(20).

La inscripción de una “sociedad del conocimiento” supone

una doble corrupción: En primer lugar, la sociedad a la que

18 Cfr. Enseñar y aprender: hacia una sociedad cognitiva. Dirección

General de Educación, Formación y Juventud de la Unión Europea.

Bruselas; 1995. Cfr. U.E. Declaración de Bolonia. 1999. 19 Cfr. Etzkowitz, H. “The Triple Helix: academy-industry-governe-

ment relations and the growth of neo-corporatist industrial policy in

the U.S.”. En S. Campodall’Orto (ed.). Managing Technological

Knowledge Transfer, EC Social Sciences COST A3; 1997; vol. 4.

Bruselas: EC Directorate General, Science, Research and Develop-

ment. 1997 20 Cfr. Vattimo, G. “Société du savoir ou société du diverssement”. En

Diogéne, nº 197, 2002. París.

Page 14: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 14 -

refiere ha devaluado el conocimiento hasta reducirlo a mero

capital; y en segundo lugar, la inscripción “sociedades del

conocimiento” no sólo no describe su objeto, sino que in-

tenta precisamente ocultarlo, ocultar la corrupción(21) pro-

pia de aquello que pretende describir. La inscripción “so-

ciedad del conocimiento” es, pues, un síntoma de la corrup-

ción de lo que define. La definición de las “sociedades de

conocimiento” es, en fin, una mentira social, un “abuso de

autoridad, basado en la incompetencia lingüística del

otro”(22). Y sobre todo, es una definición instrumental, que

pretende catalizar ciertos procesos de transformación social

asociados a la lógica del capitalismo financiero. Un sistema

(tecno-económico-científico-político) que se pretende ra-

cional, oculta su arrogancia e insensatez bajo la legitimidad

del carácter indiscutible -y beneficioso por definición- del

“conocimiento”. Se trata de una ideología sumergida bajo la

apariencia de una descripción sociológica, económica, tec-

nológica o filosófica…

“el capitalismo es el primer régimen social que pro-

duce una ideología según la cual él mismo sería “ra-

cional”. La legitimación de los otros tipos de institu-

ción de la sociedad era mítica, religiosa o tradicional.

En el caso que nos ocupa, se pretende que exista una

legitimidad “racional”. Por supuesto este criterio, ser

racional (y no consagrado por la experiencia o la tra-

dición, dado por los héroes o los dioses, etc.), es pro-

piamente instituido por el capitalismo.”(23)

21 Cfr. Gil Villa, Fdo. La cultura de la corrupción. Madrid; Maia; 2008. 22 Pitt Rivers. cit. por Amelia Valcarcel. “Mentiras, versiones, verda-

des”. En C. Castillo del Pino (ed.) “El discurso de la mentira”. Ma-

drid: Alianza; 1989. 68 p. 23 Cornelius Castoriadis. Figuras de lo pensable. Valencia: Cátedra;

Page 15: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 15 -

Pero la racionalidad social o individual, no es un dato posi-

tivo que pueda darse por supuesto. Sólo el mito del pro-

greso -que se instituye en el mismo lugar que antaño la Uto-

pía y aún antes la Providencia(24)-, haría pensar en un desa-

rrollo evolutivo unidireccional que desde la barbarie avanza

inexorablemente hacia la civilización… Más bien, cada

nuevo sistema se superpone al anterior en una simultanei-

dad progresivamente más compleja. Incluso la biología

muestra que las evoluciones producen en determinados ca-

sos regresiones, sin que nada se mantenga estable. Y a me-

nudo la evolución no sustituye un sistema antiguo por otro

nuevo, sino que superpone hallazgos orgánicos provenien-

tes de un cierto pasado, a nuevos dispositivos de adapta-

ción.

El neurólogo Paul MacLean(25) sugirió que nuestro cerebro

es una superposición más o menos articulada de varios ce-

rebros correspondientes a fases evolutivas diferentes, desde

las más primitivas hasta las más recientes. De acuerdo a su

hipótesis, nuestro cerebro tríuno contiene, en su parte más

antigua y central, un “cerebro reptiliano” que rige las per-

cepciones y los comportamientos repetitivos del estableci-

miento y la demarcación territorialidad, caza, celo, el aco-

plamiento, el aprendizaje estereotipado de la descendencia

y el linaje, el establecimiento de jerarquías sociales, las je-

faturas, fuga y lucha, hambre, sed, saciedad, etc. tan funda-

mentales en el establecimiento de los sentidos culturales de

propiedad, clase, patria, identidad, etc; alrededor de este ce-

rebro primitivo, se encontraría un “cerebro mamífero”, que

1999. 66 p.

24 Cfr. Robert Nisbet. Historia de la idea de progreso. Barcelona. Ge-

disa. 1996. 25 Cfr. McLean, P.D. Man and his animal brain. Mod. Med. 32. 1964.

Page 16: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 16 -

rige los comportamientos instintivos modificados por la ex-

periencia y los sentimientos, la memoria, el parentesco, etc.

tan importantes en establecimiento cultural de la familia, la

empatía, el asesoramiento, la cooperación, etc.; y final-

mente, la parte más reciente y fina, llamada el “neocortex”

que está especializado en la invención, descontextualiza-

ción y recomposición, en la asociación de los datos de

forma diferente y en contextos diferentes a los originales,

etc. tan importantes para la creatividad (fig. 1).

Para algunos autores, la evolución ha sido tan rápida, que

la articulación entre estos tres cerebros no se ha estabilizado

aún, causando no pocos desórdenes psicológicos y socia-

les(26). Tanto las percepciones como las conductas perso-

nales, como las estructuras simbólicas y las conductas cul-

turales, estarán nutridas por esta complejidad. Así, Henry

26 Cfr. MacLean, P.D. Man and his animal brain. Mod. Med. 32; 1964.

Fig.1. Módulos cerebrales articulados provenientes de diferentes

pasados evolutivos.

Page 17: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 17 -

Laborit(27) encontró que la civilización industrial es la ex-

presión de la actividad funcional de ese paleocerebro pul-

sional y del automatismo social, del funcionamiento deter-

minado de nuestro cerebro prehumano, enriquecido espec-

tacularmente por el servicio ultracreativo y prospectivo del

“neocortex asociativo”.

Fig. 2. Sistemas sociales sucesivos y simultáneos

Si nuestro cerebro es el resultado de esta evolución suple-

mentaria cuya centralidad incluye la pervivencia activa de

funciones tan primitivas, los modos en los que los humanos

organizamos nuestras sociedades testificarán esa misma

complejidad. Así, se establece una correspondencia entre el

modelo de sociedad organizada en hordas, bandas y clanes,

27 Cfr. Laborit, H. El hombre y la ciudad. Barcelona. Cairos. 1971.

Page 18: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 18 -

basadas en un poder de hecho y en coacción …y el cerebro

reptiliano; entre las sociedades culturales (imperios y esta-

dos que adoptan un modelo patriarcal basado en la persua-

sión y la aceptación de sistemas simbólicos) y el cerebro

mamífero; y las sociedades creativas (basadas en sistemas

de trasgresión y emancipación) …y el neocortex (fig. 2).

De los clanes supervivientes a las tribus étnicas, los impe-

rios feudales, de las naciones a los estados corporativos; de

las sociedades de cazadores-recolectores a las de agriculto-

res-ganaderos, de la sociedades industriales a las socieda-

des informacionales…es imposible no reconocer profundos

cambios sociales, tecnológicos, políticos, culturales, pero

también es difícil no reconocer persistencias y continuida-

des.

Existe, sin duda el progreso, pero resultaría problemático

reconocer un progreso en el saber humano entre Giotto y

Mondrian, entre Petrarca y Mallarmé, entre Leonardo da

Vinci y Kosuth. Sería identificable en aquellos campos o

ámbitos plenamente codificados, ligados a la inteligencia

técnica, pues, en efecto, podremos reconocer que la eficacia

en las predicciones y las producciones de la ciencia y la téc-

nica aumenta en sus capacidades y resoluciones. Pero ten-

dremos que reconocer que la novedad a menudo no susti-

tuye sino que complementa y complejiza lo existente, pro-

vocando una situación estratificada de simultaneidades: la

eclosión de las sociedades industriales no eliminó la agri-

cultura o la ganadería, así como la emergencia de las socie-

dades postindustriales no evita la persistencia y la necesi-

dad de las sociedades industriales. Esta simultaneidad im-

pide reducir la definición cultural a un único factor, aún

cuando ese factor pueda ser distintivo. Esta simultaneidad

se produce en todos los ámbitos, desde el neurológico al

tecnológico, desde el cognitivo al social.

Page 19: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 19 -

Los instintos conviven con los sistemas simbólicos, los in-

tereses con los principios de legitimidad, el poder con las

prácticas instituyentes, y el cuerpo con todas las teologías

sensoras y motoras… Los sistemas culturales desarrollan,

extienden, despliegan, justifican, la base instintiva y los

sustratos inconscientes, pero también los ocultan, los des-

plazan, los perturban. Los sistemas simbólicos desarrollan

y catalizan los instintos, los principios de legitimidad des-

pliegan y justifican los conflictos de interés, y las tecnolo-

gías “extienden” las capacidades sensoras, computaciona-

les y motoras del cuerpo humano. Pero esas extensiones(28)

civilizadas no eliminan ni sustituyen el fondo de barbarie.

Más bien, la definición del “homo æconomicus” remite a la

persistencia preponderante en la mente humana del “cere-

bro reptiliano” –y su terrible y ancestral determinación pul-

sional-, y su gobierno capaz de instrumentalizar la máxima

capacidad de innovación y creatividad.

1.2. Liberalismo cognitivo

Uno de los signos de la degradación de los mecanismos de

gobierno legitimados por sistemas democráticos de partici-

pación en las democracias liberales(29), es su perfecta com-

patibilidad con las más arcaicas formas de despotismo y de-

sigualdad; Estos Estados de Derecho contienen en sí mis-

mos las mayores tiranías de hecho. Según el Banco Mun-

dial, los 29 países que concentran el 80% de la riqueza total

del planeta deben un 67% de su bienestar al capital intelec-

28 Cfr. Hall, Edward T. La dimensión oculta. Madrid: Sgl. XXI; 1972. 29 Cfr. Castoriadis, C. El ascenso de la insignificancia. Valencia: Cá-

tedra; 1998

Page 20: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 20 -

tual (educación, investigación científica y tecnológica, sis-

temas de información, y de gestión), en un 17% a su capital

natural (materias primas) y un 16% a su capital productivo

(maquinaria, infraestructuras)(30).

Estas paradojas aparentes, más bien desvelan la lógica do-

ble del liberalismo: De una parte, la libertad y el Derecho

(“el mayor bienestar del mayor número”)(31), de otra parte,

la minimización del Derecho, y los privilegios de los po-

seedores (“luchar por todos los medios para liberar de toda

obligación social al propietario –privado- de los medios de

30 Estos datos definen especialmente un tipo de economía financiera

basada en la especulación y la intermediación. Pero ni siquiera ese

modelo financiero puede prescindir de las materias primas y de la

producción, pues la vida, la vida real, las necesita. La insensatez de

las “sociedades del conocimiento” es apreciable en este vertiginoso

desplazamiento del interés, desde la vida a la especulación. En lo

real, la economía existe de acuerdo a ciclos planetarios de genera-

ción y consumo dentro de umbrales limitados de energía. La econo-

mía financiera presupone un circuito de ilimitado crecimiento, pero

la base real advierte sobre la imposibilidad de un desarrollo de cre-

cimiento ilimitado. Como advirtió Howard T. Odum: “La mayoría

de la gente piensa que el hombre ha progresado en la moderna era

industrial debido a que su conocimiento y su inventiva no tienen

límites, lo cual no es más que una peligrosa verdad a medias. Todos

los progresos se deben a subvenciones especiales de energía, eva-

porándose aquéllos cuando se suprimen éstas. El conocimiento y la

inventiva son los medios para aplicar los subsidios de energía

cuando se dispone de ellos, y el desarrollo y la conservación del

conocimiento también dependen de la potencia desarrollada.Cfr.

Odum, Howard T. Ambiente, energía y sociedad. Barcelona:

Blume; 1980. 43 p. 31 Cfr. Smith, A. Investigación Sobre la Naturaleza y Causas de la

Riqueza de Las Naciones. Méjico: Fondo de Cultura Económica;

1958. 320 p.

Page 21: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 21 -

producción”)(32)… El principio del laissez-faire(33) consi-

dera que eliminando presiones legales y concediendo privi-

legios fiscales y exenciones normativas, la creación de ri-

queza privada beneficiará a la sociedad en su conjunto.

Bajo la promesa de una redistribución de riqueza que nunca

acaba de comenzar, el empresario liberal adquiere un esta-

tuto irresponsable respecto a la sociedad.

Desde el siglo XVIII, el romanticismo instaura la figura del

artista como genio, para quien cualquier sistema o conven-

ción es un obstáculo en su misión de transmitir la riqueza

de lo inefable. A pesar de sus diferencias, ambas figuras -

empresario liberal y genio romántico- instituyen una irres-

ponsabilidad respecto a lo público que presidirá, desde el

siglo XVIII, la economía, la política y la estética. Ambos

participan de esa resistencia a la fiscalización, a la conven-

ción y a la Ley. Cada “libertad” conquistada o concedida,

será implantada de acuerdo a desigualdades –sociales, tec-

nológicas, culturales- crecientes. Esta doble faz del libera-

lismo se desarrollará en los tres siglos siguientes: desde

Sturm und Drang al dadaísmo, desde el realismo decimo-

nónico al relacionalismo postproductivo, en el arte; y desde

el capitalismo industrial al capitalismo de consumo y al ca-

pitalismo financiero(34) en la economía… De hecho, el li-

beralismo surgió como una asociación muy precisa entre

32 Ibíd. 489 p. 33 P: Entonces, ¿qué es lo que queréis de nosotros? R.: -¡Dejádnos ha-

cer! (F. Legendre, respondiendo a la pregunta de J. B. Colbert, mi-

nistro de Finanzas de Luis XIV. 1685). Cit. en Keynes, J. M. Ensa-

yos sobre intervención y liberalismo. Barcelona: Orbis; 1987. 69 p. 34 Cfr. Olivier Blondeau, Nick Dyer Whiteford, Carlo Vercellone,

Ariel Kyrou, Antonella, Corsani, Enzo Rullani, Yann Moulier, Bou-

tang y Maurizio Lazzarato (2004) Capitalismo cognitivo, propiedad

intelectual y creación colectiva. Madrid: Traficantes de Sueños;

2004.

Page 22: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 22 -

ciencia, tecnología, política y economía (fig. 3).

En efecto, instituida la legitimación popular en la socieda-

des modernas y contemporáneas, los poderes fácticos fue-

ron desarrollando procedimientos de implantación y desa-

rrollo, sistemas para “producir” la opinión pública. La “pro-

ducción de opinión” -mediante mecanismos ideológicos y

estéticos de persuasión, propaganda y seducción- permitirá

que la legitimación popular sea plenamente compatible con

la persistencia de sistemas despóticos y desigualdades. De

una parte, entonces, la igualdad ante la Ley, la igualdad de

oportunidades, la libertad de opinión…de otra parte, el Po-

der de influencia, la asimetría en el uso de los medios de

producción de opinión.

Esta asimetría de la influencia es causa y efecto de la de-

gradación que sufren los sistemas de participación formal.

La necesidad de creación de opinión fue convirtiendo el

análisis “científico” de la subjetividad y la sociedad en un

vector fundamental de la investigación, y finalmente en un

sector fundamental de la economía. Una vez que el capita-

lismo de producción (Keynes), se complementó con un ca-

pitalismo de consumo (Ford), se desarrolló extraordinaria-

mente el análisis del potencial de valor capitalizable en la

subjetividad humana. Y una vez que el capitalismo de con-

sumo se ha perfeccionado a sí mismo mediante un capita-

lismo de especulación (Soros), la capitalización de la sub-

jetividad ha sido completada, en un proceso que conduce

desde la producción a la gestión, del objeto al servicio.

Page 23: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 23 -

Fig. 3. La omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia de la tecno-

ciencia, como núcleo constituyente del liberalismo. La Ilustración

inaugura no sólo la “era de la razón”, sino la era de la legitimidad de

la tecnociencia, de la entente entre el logos y la techné.

La lógica de la especulación y su consecuente capitaliza-

ción del conocimiento, características de nuestra época, es

apenas una consecuencia interna del desarrollo de la lógica

del plus-valor(35). La “sociedad del conocimiento” es aque-

lla en la que el capitalismo financiero ha implantado la ló-

gica del plus-valor sobre los recursos humanos, y de forma

especial sobre la información, la investigación y la innova-

ción. Las “sociedades del conocimiento” no se definen por

35 El plus-valor consiste en el trabajo no remunerado, que viene a ca-

pitalizar la diferencia entre los beneficios y los costes de produc-

ción. Como apuntó Marx, la lógica del plus-valor tiende a transfor-

mar la economía de mercado en una economía financiera ajena a las

leyes de la oferta y la demanda. Del valor al plus-valor, de las eco-

nomías de producción a las economías de servicios, se produce un

proceso de capitalización del valor, de capitalización del conoci-

miento.

Page 24: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 24 -

la centralidad del saber, sino por la capitalización del cono-

cimiento, transformado en nodos de información y unida-

des de valor. El desarrollo incremental de la capitalización

del valor conlleva la”economización” de la política, la “fi-

nanciación” (la deriva financiera- especulativa que conduce

inexorablemente a una creciente concentración financiera)

de la economía, y, en fin, la privatización y suspensión de

lo público como tal. Así mismo, este desarrollo tiende a evi-

tar por todos los medios que la plus-valía beneficie a lo pú-

blico, más bien al contrario, el liberalismo provoca que lo

público asuma los gastos, asumiendo un endeudamiento

irreversible y una destrucción definitiva de recursos –natu-

rales, culturales, humanos-, mientras los beneficios se pri-

vatizan y concentran hasta tasas sólo comparables con los

grandes sistemas despóticos de la antigüedad. La sociedad

en la que vivimos sólo podría definirse como una sociedad

tecnocrática de carácter liberal, en la que el conocimiento

es un instrumento fundamental de la nueva economía del

capitalismo avanzado. El conocimiento no dirige o go-

bierna el capitalismo, sino que lo alimenta. En las “socie-

dades del conocimiento”, el conocimiento no es capaz de

evitar la inercia autodestructiva del capitalismo. Dado que

las consecuencias del éxito del desarrollo extremo del capi-

talismo son además las causas de su potencial hundimiento,

parece poco sensato poner las máximas potencialidades

cognitivas al servicio de un sistema insensato.

Page 25: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 25 -

- 2 -

EL CONOCIMIENTO EN LAS “SOCIEDADES DEL CONOCIMIENTO”.

“El poder quiere orden, el saber se lo da”(36)

(M. Serres)

E la emoción a la Razón, de la percepción a la in-

telección, de los sentidos menores a los sentidos

“superiores”, la historia del “progreso” del conoci-

miento humano presupone una graduación de valor episté-

mico altamente jerarquizado: En el plano inferior, la pro-

piocepción vestibular, la somestesia, la cinestesia, el olfato,

el tacto, el gusto …y muy por encima la vista y el oído; y

más allá, en el umbral hacia el verdadero conocimiento, el

logos. Progresivamente se habrá estabilizado para el cono-

cimiento humano, una epistemología jerarquizada en la que

cada nivel de modelización es cognitivamente más sospe-

choso cuanto inferior: Los sentidos son engañosos frente a

la irrefutabilidad de la razón, la percepción inferior a la con-

ceptualización, las emociones inferiores a las categoriza-

ciones, etc...

Cada especie animal se caracteriza por un cierto desarrollo

sensor y motor que modeliza “hipótesis” operativas. Las di-

ferencias perceptivas –de un percebe, de una abeja, de una

36 M. Serres: La distribución del caos. Paris: Edicions Universitaries;

1988. 30 p.

D

Page 26: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 26 -

paloma, de un avestruz- implican universos cognitivos in-

comparables, como incomparables son los universos cogni-

tivos del carpintero y del broker. Y sin duda la complejidad

del ojo humano es superior a las de las células fotosensibles

de la piel de un percebe. El surgimiento de la especie hu-

mana parece haber estado relacionado con un cierto desa-

rrollo de las capacidades de integración de las diferentes

capacidades o inteligencias especializadas, provenientes de

ciertos “momentos evolutivos”: Las capacidades de una in-

teligencia “naturalista” –la adaptación a cierto medioam-

biente, y el aprovechamiento de los recursos naturales -el

agua, las plantas, los animales, etc.-; de una inteligencia

técnica –la habilidad para construir artificios a partir de los

recursos existentes-; de una inteligencia social –las capaci-

dades para comprender y anticipar las intenciones de los

otros ...en un cierto momento se integran mediante un sis-

tema de comunicación interna, que se denomina el “módulo

metarepresentacional”(37): este sistema de integración per-

mite la asociación funcional entre las diferentes modeliza-

ciones, hasta alcanzar una fluidez cognitiva altamente ven-

tajosa desde un punto de vista evolutivo(38).

Las primeras manifestaciones de “arte” rupestre se interpre-

tan como las primeras evidencias de esa fluidez cognitiva,

pues suponen un conocimiento simultáneamente material,

técnico, social y simbólico. La complejidad de todos los co-

nocimientos humanos habrá sido el desarrollo intensivo y

extensivo de esa fluidez cognitiva de la que surgió el arte.

La historia de los saberes humanos, la historia de la sabidu-

ría humana, toda la historia de las culturas humanas –sus

37 Cfr. Sperberg, D. Mapping the Mind: Domain Specificity in Cogni-

tion and Culture. Cambridge University Press: 1994. 3-67 pp. 38 Cfr. Mithen , Stephen. Arqueología de la mente. Barcelona: Mon-

dadori; 1998. 176. 191 pp.

Page 27: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 27 -

hallazgos, sus descubrimientos, sus artificios, sus poemas,

la historia de los ingenios técnicos, de las nociones filosó-

ficas, de las mitologías, de las hipótesis y las diferentes for-

mas de comprender el mundo… todo el saber humano, es

el resultado de la integración de las inteligencias múltiples

que evolutivamente nos son dadas por nacer humanos: una

inteligencia lingüístico-verbal, una inteligencia lógico-ma-

temática, una inteligencia espacial, una inteligencia ciné-

tico-corporal, una inteligencia musical, una inteligencia in-

terpersonal, una inteligencia intrapersonal, una inteligencia

naturalista(39)-. Los grandes filósofos, matemáticos, nave-

gantes, científicos, músicos, bailarines, artistas, políticos,

místicos … han sido especialmente hábiles en el manejo de

alguna de esas inteligencias, pero no hubieran podido rea-

lizar sus logros sin una integración cognitiva entre ellas. La

inteligencia humana es precisamente una combinación

multifactorial, e incluso los conocimientos humanos más

especializados son el resultado de esa aleación cognitiva.

La imaginación científica tanto como la imaginación artís-

tica necesita esa integración.

La eclosión del homo sapiens sapiens está asociada además

a otra facultad específica, consecuencia de la integración

cognitiva, ligada a la experiencia misma: la consciencia de

la consciencia, la fruición y el disfrute remitirían al doble

sentido de la noción de saber –en el sapere romano aún se

conserva una acepción asociada al conocimiento inteligi-

ble, junto a una acepción asociada a la experiencia sensible.

El sapiens sapiens habrá sido un homínido capaz no sólo de

saber que sabe, sino de saborear, es decir, de distanciar la

experiencia en un plano de consciencia presencial y repre-

sencial. Esta doble condición del saber humano está en el

39 Cfr. Gardner, Howard. Inteligencias Múltiples. Barcelona: Paidós.

1995.

Page 28: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 28 -

origen de los más sublimes logros del conocimiento hu-

mano, y de forma específica del desarrollo de las artes, en

las que no existe diferencia entre el conocimiento inteligi-

ble y la experiencia sensible.

No obstante, la historia del conocimiento -desde los saberes

reconocibles en las sociedades paleolíticas hasta las últimas

investigaciones en cualquier campo de la ciencia contem-

poránea-, desvelan una evolución desde un saber multidi-

mensional y continuo -que no permite distinguir entre reli-

gión, arte, técnica, etc.-…hacia un campo discontinuo de

conocimientos altamente especializados en disciplinas di-

versas e incluso recíprocamente inconsistentes.

En la historia del conocimiento humano, han existido, bási-

camente, cuatro modalidades de “ciencia”(40):

(a) ARS; La “ciencia”, indiscernible de “arte”, identificó en

primer lugar un “saber hacer”, una sapientia asociada a un

“saber” en el que no existe diferencia entre la experiencia

sensible y el conocimiento inteligible.

(b) LOGOS; La ciencia entendida como sistema ordenado

de proposiciones derivadas de principios.

(c) TECHNOS; Las ciencias positivas o experimentales.

(d) ANTHROPOLOGOS. Las ciencias humanas, que to-

man a los sujetos como su objeto. La superposición progre-

siva de estas cuatro modalidades de “ciencia”, -ajustada

cada vez a la “centralidad y superioridad” tecnológica (b,c)-

, aplicadas incluso sobre las ciencias humanas (d), condu-

cen a la noción de “conocimiento” en las “sociedades del

conocimiento”.

Este conocimiento científico no incluye la diversidad de los

40 Cfr. Bueno, G. ¿Qué es la ciencia? Oviedo: Pentalfa; 1995.

Page 29: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 29 -

saberes humanos. Y obviamente la ciencia no ha sustituido

al arte, ni el conocimiento al saber. Por lo demás, la tecno-

ciencia no puede jactarse de haber contribuido más que la

poesía o el arte al desarrollo humano, a la felicidad. Resul-

taría cuando menos problemático afirmar que el conoci-

miento científico favorece una sociedad más justa, una vida

personal y social mejor. En términos gnoseológicos, el paso

del homo sapiens sapiens al homo aeconomicus sugiere

más bien una regresión cognitiva (fig. 4): de un saber inte-

grado (ars) a un conocimiento fraccionado, escindido

(science).

Fig. 4. El capitalismo y la tecnociencia tienen 200 años, el arte 100.000,

Los criterios de aplicabilidad y cuantificación suponen una regresión cog-

nitiva del saber al poder.

2.1. El poder como saber.

El estatuto privilegiado del “conocimiento” en las “socie-

dades del conocimiento” es el resultado último del estable-

cimiento de una epistemología que privilegia el conoci-

miento sobre el saber, la lógica sobre la experiencia, el po-

der efectivo sobre la especulación… Una evolución que

tiende a privilegiar la tecnociencia sobre cualquier otro sa-

Page 30: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 30 -

ber humano. Esta evolución ha favorecido un modo de co-

nocimiento parcial, simple, fragmentario, analítico y rá-

pido, frente a un saber global, complejo, integral, sintético

y lento. Obviamente esta evolución no es neutral ni ha sido

desinteresada. La historia del conocimiento ha discurrido

paralela a la historia del poder efectivo –sobre el mundo

natural, sobre el mundo personal, sobre el mundo cultural-.

La tecnociencia habrá adquirido progresivamente su lugar

privilegiado en el campo de los saberes humanos no tanto

por sus reglas internas de congruencia, sino por su poder

efectivo sobre la realidad, por su capacidad para producir,

reproducir y predecir:

“creer que la ciencia es verdadera bajo el pretexto de

que es transmisible (matemáticamente) es una idea

propiamente delirante que cada uno de sus pasos re-

futa relegando a épocas caducas su primera formula-

ción. No hay por ese hecho ningún progreso que sea

notable a falta de saber su continuación. Hay única-

mente el descubrimiento de un saber en lo real.(41)

La tecnociencia ejemplifica la preponderancia del poder

(pragmático) por encima del saber (semántico). Toda la his-

toria del capitalismo, durante sus dos siglos de existencia -

producción, consumo, especulación-, es la historia de la ex-

tensión progresiva de las capacidades de previsión, de pro-

gramación y de cálculo sobre los comportamientos econó-

micos y sociales a través de la utilización del conocimiento.

La supuesta neutralidad del conocimiento se basa en el mito

nada neutral de la verdad científica. Por su poder cognitivo

y técnico sobre la realidad, la ciencia ha ganado una fuerte

41 Lacan, J. “Note italienneˮ (1973). En Autres écrits. Paris; Ed. du

Senil: 2011.

Page 31: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 31 -

legitimación cultural hasta convertirse en un registro de lo

real omnipotente (tecnologías de control), omnipresente

(un mundo tecnificado extensivo, ubicuo hasta la máxima

saturación) y omnisciente (indiscutibilidad epistémica). Su

poder de predecir y producir, la han convertido en el gran

instrumento del progreso y del control sobre la naturaleza y

sobre la sociedad, especialmente mediante la fructífera re-

lación entre la tecnociencia y el capitalismo, y finalmente a

través de las -así llamadas- “ciencias de la vida”. Esa en-

tente entre técnica, política y economía, habrá encontrado

en el conocimiento científico un lugar privilegiado de legi-

timación.

El poder efectivo de la tecnociencia causa retroactivamente

su garantía de congruencia y de verdad, haciendo que llegue

a ocupar en la mente del ciudadano contemporáneo, el lugar

que antaño ocupó la Providencia(42). Pues ni siquiera las

ciencias empíricas pueden librarse completamente de su

origen precientífico, metafísico, especulativo. Y tampoco

pueden resolver totalmente las paradojas de la inducción,

de la inferencia de lo general desde lo específico(43). La

epistemología contemporánea admite las paradojas de cual-

quier intento por “validar” la verificación o la veracidad de

nuestros conocimientos, al reconocer que nuestra relación

con lo real se establece en términos de “acoplamiento es-

tructural” más “pragmáticos” que “semánticos”; Están más

basados en la operatividad adaptativa, que en la correspon-

dencia entre nuestras “modelizaciones” –perceptivas, emo-

cionales o categoriales- y el mundo. Por lo que esta con-

ciencia de las paradojas de la falsación viene a reforzar el

42 op. cit. Nisbet R. Historia de la idea de progreso. Barcelona: Gedisa;

1996. 43 Cfr. Popper, K. Problemas fundamentales de la epistemología. Ma-

drid: Tecnos; 2001.

Page 32: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 32 -

pragmatismo cognitivo tan rentable al liberalismo. La epis-

temología pragmática no confiere un estatuto de poder al

saber, sino un estatuto de saber al poder.

El poder implica competencia y competitividad. Pero dado

que el conocimiento no es un bien escaso, sino que supone

un capital variable(44), la competitividad cognitiva exige te-

rritorializar el conocimiento (subsumir el conocimiento en

sistemas de derechos de propiedad “intelectual” y patentes,

incluso sobre saberes tradicionales) y temporalizar el cono-

cimiento (adecuarlo a un ritmo de aceleración creciente,

convirtiendo el conocimiento en hallazgo, descubrimiento,

novedad y creatividad). El conocimiento en las “sociedades

del conocimiento” es instrumental a una causa competen-

cial (capacidades y posibilidades de desarrollo) y competi-

tiva. La investigación, límite vectorial del conocimiento,

será no sólo la vanguardia de la comercialización, sino so-

bre todo una de las fuerzas supremas del ejército cultural en

los paisajes de la guerra financiera de las sociedades del co-

nocimiento. Incluso en las sociedades democráticas, la po-

lítica es una continuación de la economía por otros medios.

Esta economía financiera asume la fuerza capitalizadora de

la investigación, por lo que situará la investigación, el desa-

rrollo y la innovación (I+D+i), a la cabeza de sus objetivos

estratégicos, desarrollando una completa capitalización del

conocimiento. El conocimiento no es solo decididamente

conocimiento aplicado, funcional, finalista, susceptible de

44 En la medida en que el capital material se torna en una variable se-

cundaria en relación a la capacidad de capitalizar el conocimiento,

se produce una división cognitiva del trabajo “que reposa en el

fraccionamiento de los procesos de producción según la naturaleza

de los bloques de saberes que son movilizados”. M. Mouhoud, “Les

logiques de la división internationale du travail dans l’economie de

la connaissance”. En C. Vercellone (ed.), Le crépuscule du capita-

lisme industriel?, Paris: La Dispute ; 2002.

Page 33: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 33 -

transferencia, sino que es definido y cualificado por su va-

lor de cambio, más incluso que por su valor de uso. Un ca-

rácter instrumental o finalista remite a la productividad –en

el sentido industrial- pero también y sobre todo a la trans-

ferencia, convirtiéndose él mismo en mercancía susceptible

de generar plus-valor. Y el plus-valor, recíprocamente, es

la fuente de la desigualdad y la concentración del poder. Por

ello el conocimiento en las “sociedades del conocimiento”

corresponde exactamente al desarrollo extremo del despo-

tismo del capital financiero.

2.1.1. Objetivación y objetualización.

El objetivo del poder explica plenamente la necesidad de

objetividad: su necesidad operativa de reducción del nú-

mero de variables e interacciones, su necesidad de tratar lo

parcial frente a lo global, lo simple frente a lo complejo, de

fragmentar lo real en unidades más fácilmente aislables,

comprensibles, controlables, y, de forma fundamental, de

procurar destituir o suprimir el sujeto operatorio de la ope-

ración. La supresión del sujeto permite, por una parte, evi-

tar las “perturbaciones” causadas por su falta de neutralidad

–errores de percepción y cálculo, excesos emocionales, li-

mitaciones de energía, etc. Permite, por otra parte, actuar

en nombre de instancias impersonales, no subjetivas, y así

legitimarse de forma indiscutible, supra-social. En efecto,

Heinzl von Foester advirtió que “el conocimiento científico

es un conocimiento sin observador”(45), y Paul Ricoeur,

45 Von Foester, H. cit en Paul Watzlawick (ed.) El ojo del observador.

(1995) Barcelona: Gedisa; 1995. 19 p.

Page 34: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 34 -

que “el conocimiento práctico es un conocimiento sin ob-

servación”(46): Esta doble impersonalización es imprescin-

dible a la imposición de un conocimiento reducido a po-

der(47). Para el legitimar su autoridad, la objetividad se pre-

senta como una instancia que parece exceder a la ética -y

su variabilidad regional o epocal-, y trascender las diferen-

cias culturales, liberado de cualquier perturbación psicoló-

gica o ideológica. Para ello necesita ocultar su proceso de

producción -el proceso de producción de la verdad cientí-

fica(48)-, ofreciéndose como un fetiche poderoso e indiscu-

tible que niega la subjetividad y la intersubjetividad(49). El

mito de la objetividad omnisciente se legitima en una su-

peración de la precariedad cognitiva de los humanos, y le-

gitima decisiones supuestamente basadas en la Razón, pero

se trata de una racionalidad disminuida -respecto a la flui-

dez cognitiva del saber- e hipertrofiada -respecto a la reduc-

ción de complejidad(50).

Recíprocamente, la supresión del observador conviene a la

46 Cfr. Ricoeur, P. Corrientes de la Investigación en las Ciencias So-

ciales. Madrid: Tecnos; 1982. 47 “es el saber que pretende imponerse, un todo-saber, un todo saber

supuestamente impersonal, un saber despejado de cualquier subje-

tividad.” Nominé, Bernard. “Sobre el discurso universitario”. En

V.V.A.A. (2008) Los discursos de Lacan. Madrid. Colegio de Psi-

coanálisis de Madrid: 104 48 Cfr. Latour, B. La esperanza de Pandora. Barcelona: Gedisa. 2001. 49 Cfr. Davison, D. Subjetivo, intersubjetivo, objetivo. Madrid: Cáte-

dra; 2003. 50 “A fin de cuentas, más exacto que decir, con los cartesianos, que

nuestra inteligencia sólo puede entenderse como un grado dismi-

nuido respecto de la sabiduría divina, es afirmar que lo que llama-

mos inteligencia o razón humana es solo el exceso respecto de la

estupidez de las aves.” Bueno, G. El animal divino. Oviedo: Pen-

talfa; 1985. 300 p.

Page 35: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 35 -

máxima objetualización del sujeto, convertido en lo obser-

vado por excelencia. La objetividad objetualiza al sujeto -

convertido en objeto de análisis y transformación, y reduc-

tible a factores predeterminados y determinables… Su

fuerza de trabajo, su libido, su deseo, su ansiedad, su locura,

su creatividad pueden ser entonces convertidos en unidades

de valor, en energías capitalizables: El “principal capital

fijo pasa a ser el hombre mismo”(51). La economía finan-

ciera no es neutral con respecto a la población y a sus vi-

vencias: traducir los deseos, anhelos, necesidades e incerti-

dumbres a significantes y objetos, supone convertir al su-

jeto en un mero agente reproductor de la industria, en un

simple intermediario útil entre un objeto inicial insatisfac-

torio y otro nuevo supuestamente satisfactorio -en una ca-

dena irrefrenable de insatisfacción perpetua... A pesar in-

cluso de que las sutilezas y las complejidades de las cien-

cias contemporáneas permiten deducir que “el mundo no es

un objeto”(52), el conocimiento al que refiere la “sociedad

del conocimiento” responde a la universalización de un mo-

delo mecánico del mundo. Pero la objetualización y objeti-

vización extensiva del conocimento, provoca otro efecto

perturbador, pues conforme el sujeto es objetualizado y ob-

jetivizado, tanto más el universo de los objetos es fetichi-

zado, convertido en un ser animado. Los objetos no son ya

solamente el correlato de nuestros vínculos, sino que nos

constituyen y nos sustituyen.

51 Cfr. Marx, K. Elementos fundamentales para la crítica de la econo-

mía política(Grundrisse) 1857-1858, Madrid, Siglo XXI, 1997. 52 Cfr. Minsky, M. Semantic information processing. Cambridge, MA:

MIT Press; 1989.

Page 36: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 36 -

2.1.2. Cuantificación y codificación.

El conocimiento codificado es un sistema de reconoci-

miento(53). La codificación exige la implantación de una ló-

gica de significaciones y significantes preestablecidos, y

permite la compresión de la información. La codificabili-

dad, por ello, supone reducir la complejidad a una decodi-

ficación reproductible. Dicho de otro modo, la codificación

da por supuesto que puede eliminarse la información no co-

dificable. Un llamativo ejemplo de esta lógica puede ser la

denominación “ADN basura” (“junk DNA”) para ese 98%

de las cadenas del genoma humano que se interpretan como

no-codificantes, es decir, sobre las que se desconoce su fun-

ción. Otro ejemplo son las ondas sonoras que son elimina-

das en el formato MP3 al entender que no son audibles por

el oído humano.

La lógica de la codificación necesita establecer sistemas de

clasificaciones, indicadores, cuantificadores y evidencias.

Y conforme mayor es el volumen de información hasta lí-

mites inabarcables, el conocimiento experto se confía a la

gestión de información, tanto por procedimientos compu-

tacionales (informáticos, estadísticos, matemáticos), como

por agentes de gestión que administran la información, y

por lo tanto son agentes de intercambio mercantil sobre ca-

pital cognitivo. Se trata en muchos casos de agencias(54)

53 “El saber se fundamenta, en último término, en el reconocimiento.”

Wiitgenstein, L. Sobre la certeza. Barcelona: Gedisa; 1995. 387 p. 54 Así, el conocimiento experto es cada vez más fiscalizado por los

expertos en gestión del conocimiento. Tal y como existen las Agen-

cias de Calificación Económica (Moody´s, Standard & Poor´s, Dra-

gona Global Credit Rating Co. Ltd, etc.) se instituyen las Agencias

de Calificación Académica, tanto a nivel internacional (Academic

Ranking of World Unversities) como local (Comisiones de Calidad,

Comisiones de Evaluación) a las que se atribuye la capacidad y la

Page 37: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 37 -

privadas, no colegiadas, o con un funcionamiento total-

mente opaco, sin responsabilidades, de las que, no obstante,

dependen los destinos de financiación y desarrollo de las

universidades, las investigaciones y los investigadores.

En las sociedades democráticas, el Derecho a la informa-

ción y el conocimiento parecen estar protegidos por instan-

cias nacionales e internacionales. Pero siendo un factor de

capitalización, el conocimiento estará administrado de

forma desigual. Esto no sólo se realiza mediante la imposi-

bilidad de acceso a la información (falta de recursos mate-

riales o cognitivos), sino también mediante la multiplica-

ción de la oferta. La multiplicación laberíntica e inabarca-

ble de la información es, así, otro de los efectos de la lógica

de la codificación. Las exigencias codificadoras, los indi-

cadores y las evidencias, junto al aumento de las capacida-

des de almacenamiento y computación, producen una mul-

tiplicación geométrica de datos que hace inviable el manejo

cognitivo del conjunto. La visión de conjunto, y los niveles

de organización superior, se sustituyen por la lógica del ar-

chivo; y el conocimiento queda entonces reducido a la ges-

tión informativa, a una paradójica burocracia de la innova-

ción(55).

potestad para determinar el valor de una investigación o de una uni-

versidad, en función de ciertos indicadores cuantitativos a los que

se denomina evidencias, como los “índices de impacto”. 55 “Una organización del trabajo científico que reglamentara legisla-

tivamente la investigación experimental o la mediación filosófica

daría resultados lamentables.” (Gabriel Tarde, Psychologie econo-

mique, Felix Alcan, París, 1902. p. 92.

Page 38: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 38 -

2.2. La creatividad como inercia.

Por “creatividad” se entiende una “actitud particular del es-

píritu para reordenar los elementos del campo de concien-

cia de una manera original y susceptible de dar lugar a ope-

raciones en torno a un campo fenoménico cualquiera”(56).

Se defina como una “recombinación”(57), como la “imagi-

nación de nuevas constelaciones de sentido”(58), como la

“capacidad para encontrar nuevos nexos”(59), como el “sur-

gimiento de nuevas relaciones”(60), la actitud creadora es

común a cualquier campo de actividad humana, pues se ins-

cribe en las capacidades y las disposiciones de la curiosi-

dad, del deseo de orden, de la fantasía y el juego. Esa acti-

tud crea ciencia, tecnología y arte, plantea los problemas,

se anticipa a las soluciones, organiza la búsqueda, realiza la

demostración y la obra, gobierna la maestría, instrumenta-

liza el error y el azar.

La creatividad se ha convertido en un importantísimo motor

de la economía en las sociedades del conocimiento. Los

programas de I+D+i permiten un proceso continuo de reali-

mentación creativa para la producción (estimulando la ob-

solescencia programada), y la intensificación del mercado

y del consumo (favoreciendo la obsolescencia percibida).

56 A. Moles, A. La creación científica. Madrid: Taurus; 1986. 142 p. 57 Cfr. Welch, L. “Ideational reorganization of ideas in creative and

non creative thinking”. En Annals of the New York Academy of

Sciencies. Vol. 91. arte. 1. Nueva York; 1960. 58 Cfr. Ghiselin, B. The creative process. Berkley; Berkley University

Press; 1952. 59 Fr. Kubie, L.S. “Blocks to creativity”. En Mooney R.L. y Razik,

T.A. Explorations in Creativity. N.Y,; Harper & Row; 1967. 60 Cfr. Rogers, C.R. “Towards a Theory of Creativity”. En Anderson,

H.H. (ed.) Creativity and its cultivation. N.Y.: Harper & Row; 1959.

Page 39: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 39 -

El conocimiento en las “sociedades del conocimiento”,

prioriza la innovación y la creatividad como factores de

desarrollo. El conocimiento ya no se interpreta como un te-

soro de sabiduría proveniente del pasado, sino como un po-

tencial de posibilidades abierto al futuro. La conciencia de

la complejidad y la dificultad para abordar los problemas

causados por el propio desarrollo, exigen actitudes flexibles

y desprejuiciadas; pero estas exigencias son también las

propias del desarrollo del liberalismo extremo.

La creatividad permite utilizar información de la que no se

dispone, y esa capacidad para operar con información fal-

tante resulta favorable a la lógica de la especulación, opti-

miza los sistemas de hipercodificación, y debilita las estruc-

turas categoriales, simbólicas, éticas, disciplinares e insti-

tucionales que podrían llegar a ser obstáculos para el desa-

rrollismo. Este debilitamiento abandona el talento personal

en la jungla del mercado de valores de cambio. En efecto,

la sacralización de la creatividad deslegitima el valor de la

experiencia personal, y la experiencia disciplinar, la expe-

riencia acumulada en el conocimiento previo. Desde la

perspectiva de la cognición creativa, la experiencia se inter-

preta como un prejuicio, y no como una previsión de ries-

gos. Para la lógica del capitalismo especulativo, la expe-

riencia y la previsión de riesgos suponen obstáculos al desa-

rrollo(61). Dentro de las “sociedades del conocimiento”, la

creatividad se convierte en un imperativo, en una nueva

forma de inercia. Si la inercia es una resistencia al cambio

de estado, parecería paradójico pensar que la creatividad

puede resultar un obstáculo creativo. Pero cuando la creati-

vidad, la trasgresión y la innovación ocupan el lugar de lo

indiscutible, convertidos en imposición incuestionable, la

61 Cfr. Sennett, R. La cultura del nuevo capitalismo. Barcelona: Ana-

grama; 2006.

Page 40: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 40 -

creatividad resulta una extravagante convención. La inercia

creativa consiste en la sacralidad del riesgo por encima in-

cluso de la eficacia. Dado que desde la perspectiva de la

creatividad “lo bueno es enemigo de lo mejor”(62), la iner-

cia creativa impulsa a rechazar lo bueno, lo útil, lo benefi-

cioso, en nombre de lo mejor, lo posible, lo óptimo; a con-

vertir cualquier avance o logro en algo superable, rechaza-

ble. Cuando la innovación se convierte en un fin en sí

mismo, y cuando se ejecuta sobre sí misma, se produce un

insensato bucle de insatisfecha irresolución, pues cada

nuevo hallazgo es, por definición, rechazable e inmediata-

mente enmendado por una nueva novedad a la que espera

el mismo destino… Esta lógica de obsolescencia progra-

mada, justifica de modo implacable la destrucción de cual-

quier tradición y de cualquier novedad, de cualquier con-

vención y de cualquier innovación, lo que beneficia indu-

dablemente a los frenéticos e incansables ritmos de explo-

tación propios del capital financiero.

La creatividad reduce la fantasía(63) a la mera “solución de

problemas”(64) y reduce el conocimiento a una operación

heurística de combinatoria improbable. Es decir, evita de

forma radical cualquier exigencia ligada a disciplinas, gé-

neros, experiencias previas, y cualquier compromiso -ético,

personal, social-. El principio de la creatividad exige preci-

62 Cfr. De Bono, E. The use of Lateral Thinking. Londres: Penguin

Books; 1967. Cfr. De Bono, E. El Pensamiento Lateral. Barcelona:

Paidós. 2006. 63 Cfr. Rozet, J.M. Psicología de la fantasía. Barcelona: Akal; 1981. 64 Cfr. Guilford, J.P. “Intelectual factors in productive thinking”. En

Mooney R.L. & Razik T.A. (eds.) Exploration in Creativity. N.Y.

1967: Cfr. Sawyer, R. K. Explorating Creativity. The Science of

Innovation. Oxford University Press; 2006.

Page 41: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 41 -

samente priorizar la divergencia, la novedad, el riesgo, elu-

diendo las adecuaciones y los precedentes. La inercia crea-

tiva supone asumir riesgos sin responsabilidades, sin las

exigencias y los compromisos dados por las experiencias

previas, por las disciplinas, por los conocimientos anterio-

res, por los prejuicios(65)… Es un modo de conocimiento

irresponsable, pues su razón es instrumental, en tanto inte-

gra los riesgos y los errores en la disolución de prejuicios,

principios y compromisos. Un recorrido por los más sofis-

ticados aparatos de tortura que se desarrollaron en los siglos

de Inquisición europea, hace comprender de forma inme-

diata que la creatividad y la innovación no pueden ser fines

en sí mismos. El talento para resolver problemas de forma

sorprendente es independiente del contexto de problemas al

que refiera. La capacidad asociativa, el pensamiento diver-

gente, la fluidez perceptiva, la anticipación, y el resto de

indicadores que definen la cognición creativa, son indepen-

dientes de cualquier compromiso ético o simbólico. La

creatividad en las “sociedades del conocimiento” es el re-

sultado de otra regresión cognitiva: El liberalismo extremo

tiende a desfuncionalizar todas las estructuras simbólicas e

institucionales características de las sociedades culturales

(fig. 2) -asociadas al cerebro mamífero y social (fig. 1)-, y

como consecuencia, el máximo potencial creativo -inde-

pendizado del resto de facultades de la inteligencia-, es go-

bernado por la agresiva territorialidad del cerebro repti-

liano.

Una vez que la creatividad queda definida como una “acti-

vidad mental productiva”, se erige en un instrumento fun-

damental del desarrollo del capitalismo. Y recíprocamente,

65 “El gusto por la novedad indica una cierta mengua del espíritu crí-

tico, pues nada hay más fácil que el pronunciarse sobre la novedad

de una obra.ˮ Valery, P. Tel Quel I. Barcelona:Labor; 1977. 18p

Page 42: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 42 -

el capitalismo avanzado es el contexto donde la cultura de

la creatividad puede proliferar. Las “sociedades del conoci-

miento” sitúan la creatividad como un mecanismo privile-

giado de desarrollo de la investigación, y la economía del

conocimiento. Así lo demostró Richard Florida, tras anali-

zar el ascenso de un nuevo grupo social emergente -una

“clase creativa”(66) - y una economía creativa(67), a cuyas

exigencias se someten las corporaciones y las administra-

ciones públicas, los Estados y las ciudades, los sujetos y los

grupos. La creatividad asciende a una condición indispen-

sable para cualquier instancia que desee medrar en los flu-

jos del nuevo capitalismo. En el mercado real de la econo-

mía financiera, la investigación y la creatividad son una exi-

gencia de implantación y dominio. Lo que de forma alegre

se llama “investigación y desarrollo”, I+D, y también “in-

vestigación, desarrollo e innovación” (I+D+i), no es sólo

un modo de promocionar la indagación, sino también y so-

bre todo una intensificación de la adecuación industrial: en

una sociedad vectorizada por la empresa y las finanzas, el

conocimiento, la investigación y la innovación se promue-

ven de acuerdo a los intereses sectoriales del mundo finan-

ciero y empresarial. La creatividad se convierte en un argu-

mento perfectamente legitimado no sólo contra la tradición

-como si ese gran depósito de experiencias sólo contuviese

prejuicios- sino también y sobre todo contra el patrimonio

(público, biológico, tecnológico, cultural) convertido en

botín, en recurso capitalizable.

66 Cfr. Florida, R. The Rise of the Creative Class. N.Y.: Basic Books;

2002. 67 Cfr. Florida, R. Las ciudades creativas. Barcelona: Paidós; 2009.

Page 43: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 43 -

- 3 -

EL ARTE EN LOS CAMPOS DEL CONOCIMIENTO CONTEMPORÁNEO.

“La posición del arte en la escala del conoci-

miento humano es, quizá, el síntoma más elo-

cuente del abismo entre el progreso del hombre en

las ciencias físicas y su estancamiento (o su retro-

ceso, hoy,) en las humanidades.”(68)

(Ayn Rand)

ITUAR al arte en el campo del conocimiento humano

importa a una reconsideración del conocimiento

tanto como a una reconsideración del arte mismo. La

cuestión, pues, es si el arte pertenece al orden de lo simbó-

lico -como indeterminación con respecto a lo natural y de-

terminación respecto a la cultura-, o cognoscitivo -como

determinación con respecto a lo natural, e indeterminación

con respecto a la cultura. La epistemología no reconoce

como conocimiento el orden de lo simbólico. Por ello, iden-

tificar el arte como un “modo de conocimiento”, requeriría

la formulación de una eventual “Teoría del Conocimiento

Artístico”, lo que (a) exigiría una certificación de ciertas

condiciones de pertinencia y falsación -propias del cono-

cimiento científico-, que resultarían impracticables en y so-

bre arte; y (b) concedería al arte un lugar subsidiario de la

68 Ayn Rand. El manifiesto romántico. Buenos Aires: Fondo de Diseño

Estratégico; 2009. 17 p.

S

Page 44: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 44 -

propia epistemología como “teoría del conocimiento cien-

tífico”, de acuerdo a la cual, el arte resulta “impertinente”

como conocimiento, o bien se identifica como “paleo-co-

nocimiento”, o simplemente como “impostura intelec-

tual”(69). De acuerdo a la noción de conocimiento en las

“sociedades del conocimiento”, el arte aparece más bien

como un saber basado en el principio de comunicabili-

dad(70) de complejidades no necesariamente ininteligi-

bles(71); como un saber heurístico, más basado en la creati-

vidad que en la inteligibilidad. Habiendo renunciado a la

objetividad y a la aplicabilidad, el arte promete una expe-

riencia de complejidad, un trato de lo inconmensurable(72),

una especie de conocimiento de lo incognoscible; Nadie

discute la reputación del arte como promesa de conoci-

miento, pues en ninguna ocasión se asemejan más los artis-

tas y los científicos que cuando se encuentran internados en

actos creativos, cuando ambos están operando sobre un te-

rreno no directamente deducible de las premisas, de los sis-

temas, produciendo, así, un instante de cognición creativa

que es condición necesaria pero no suficiente ni en el cono-

cimiento científico, ni en el saber artístico.

69 Cfr. Sokal, A. Imposturas intelectuales. Barcelona: Paidós; 1999. 70 Susanne K. Langer ha usado la expresión “simbolismo discursivo”

para distinguir el lenguaje, propiamente dicho, de otros medios de

comunicación. La escultura, el arte, utilizan lo que ella denomina el

“simbolismo presentacional”. Cfr. LANGER, Susane K.: Philoso-

phy in a New Key; A Study of the Symbolism of Reason, Rite and

Art. Harvard University Press; 1942. 71 “acto artístico es toda complejidad infinita emitida por una mente

en forma finita, cuando otra mente declara recibir tal complejidad

en su presunta infinitudˮ Wagensberg, J. Si la naturaleza es la res-

puesta ¿cuál era la pregunta?. Barcelona: Tusquets; 78 p. 72 Cfr. Golaszewska, M. Treatise on unmeasurability. Cracovia:

Uniwersytet Jagielloñski; 1991. p. 4.

Page 45: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 45 -

En todo caso, las condiciones de posibilidad de una even-

tual “teoría del conocimiento artístico” serían contestadas

razonablemente desde distintas instancias ligadas al arte, en

términos de una resistencia al fatuo intento de formular un

supuesto “arte como ciencia”, o una “ciencia del arte”.

Frente a tales veleidades, no resulta inconsistente reconocer

el arte como “saber”, relativizando deliberadamente su po-

sición respecto a las categorías de “conocimiento” y sus re-

servas epistemológicas. La resistencia a asimilar el arte

bajo la categoría de “conocimiento” no supondrá, en ningún

caso, una renuncia a cierta tensión cognitiva, a cierto com-

promiso gnoseológico que el saboer artístico mantiene con

ciertas expectativas y exigencias cognitivas. Muy al contra-

rio, la categoría de saboer asume simultáneamente un com-

promiso con el conocimiento y con los límites del conoci-

miento. Frente a la aplicabilidad y la objetividad de la cien-

cia, el arte no ofrece una simulación de conocimiento, sino

una experiencia metafórica y real de las complejidades inin-

teligibles. Sin embargo, a pesar de la eficacia tautológica de

la epistemología de la ciencia(73), la pretensión misma de

verdad, o de certeza, remiten a un ensimismamiento cogni-

tivo, a un cierre operativo a lo no-simbolizable(74); por ello

el arte ofrece un modelo de integración cognitiva impres-

cindible también para la nueva ciencia.

De hecho, los avances en neurología, biología cognitiva,

psicología experimental, etc. están otorgando un reconoci-

miento científico al valor cognitivo del arte(75). Aunque ese

73 “No es posible probar que se puede saber algo sobre los objetos fí-

sicos por medio de las observaciones de quienes creen saberlo”.

Witgenstein, L. Sobre la certeza. Barcelona: Gedisa; 1995. 491 p. 74 Cfr. Derrida J. Khôra, Córdoba, Argentina: Alción; 1995. 75 Cfr. Zeki, S. Visión interior. Una investigación sobre el arte y el

cerebro. Madrid: Machado; 2005. Cfr. Vigoroux, R. La fábrica de

Page 46: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 46 -

reconocimiento sea más simbólico que funcional, pues el

arte es contemplado como correlato mítico de la ciencia,

como una evidencia del origen completo del saber humano,

como manifestación de un saber que, no obstante, cuya in-

terpretación, codificación y verificación se reservan las

ciencias (sociología, psicología, epistemología, etc.).

Este peculiar reconocimiento científico es paralelo a una

destitución cultural del valor cognitivo del arte. En las so-

ciedades que toman el conocimiento tecnocientífico como

modelo epistemológico fundamental, el arte es interpretado

como una “sublimación del conocimiento”(76), como un co-

nocimiento inferior, demasiado apegado a la subjetividad,

la percepción y al oscurantismo de las creencias y los valo-

res culturales. Esta cuestión de “demarcación” del campo

artístico se habrá agudizado desde que la Ilustración reor-

ganizó los saberes, instituyendo el prestigio epistemológico

de la ciencia, y confinando el arte a funciones y contextos

de expresión. La Academié contribuyó de forma importante

a la escisión del saber humano en las dos clásicas culturas:

tecno/científica y humanístico/artística(77), que a pesar de

todos los intentos, ha persistido hasta la actualidad.

El origen común del liberalismo político económico y del

arte moderno, permite comprender la evolución del arte

lo bello. Barcelona: Prensa Ibérica; 1996. Cfr. Pinker, S. Tabula

rasa. Barcelona: Paidós; 2003. Cfr. Gardner, H. Mentes creativas.

Barcelona: Paidós; 1993. Cfr. Young, James O. Art and Kno-

wledge. Londres: Routledge; 2001. Cfr. Efland, A. D. Arte y cog-

nición. Barcelona: Octaedro; 2002. 76 Cfr. Wagensberg, J. Ideas sobre la complejidad del mundo. Barce-

lona: Tusquets; 1985. 77 Cfr. Snow, C.P. The Two Cultures. Cambridge: Cambridge Univer-

sity Press; 1963. Cfr. Brockman, J. La tercera cultura. Barcelona:

Tusquets; 1996.

Page 47: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 47 -

hasta su estado de devaluación cognitiva en las sociedades

del capitalismo cognitivo. El arte moderno, incluso en sus

formas más contraculturales, habrá otorgado identidad cul-

tural al desarrollo del capitalismo. La trasgresión y la liber-

tad suprema del arte han expresado a la perfección la inmu-

nidad e impunidad de los poderes fácticos en el desarrollo

del liberalismo. La implantación del arte moderno en la so-

ciedad moderna no fue el producto de una sensibilidad

compartida entre la sociedad y los artistas (junto al resto de

agentes artísticos: críticos, galeristas, coleccionistas, etc.),

sino más bien entre los artistas y los nuevos promotores e

instituciones, que legitimaron como arte aquello los legiti-

maba como institución en la nueva sociedad. Dado que, re-

cíprocamente, el arte legitima aquello que lo legitima como

arte. Transcurrido un siglo desde los primeros gestos ruptu-

ristas de las vanguardias, cabe reconocer no sólo un des-

gaste o institucionalización del arte moderno, sino más

bien, y sobre todo, la evidencia del origen liberal del arte

moderno, y de su institución académica, que causan inex-

cusablemente su devaluación cognitiva.

3.1 La devaluación cognitiva

en la academia moderna.

El desarrollo, la implantación y la popularización del arte

moderno conducirán a su institucionalización acadé-

mica(78). La academización de la modernidad irá convir-

tiendo los gestos transgresores de las vanguardias artísticas

en “estilemas” modernos, en auténticos sistemas normali-

78 Cfr. Moraza, J.L. La academia alternativa. Universidad de A Co-

ruña. 2011.

Page 48: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 48 -

zados de conducta-técnica, conceptual, expresiva, temá-

tica- fácilmente identificables, reproducibles y mercantes.

El éxito de la institucionalización del arte moderno es tal,

que nivel popular, el arte de vanguardia sigue considerán-

dose -un siglo después- “contemporáneo”, incluso hasta in-

dependizarse de la época en la que surge y definirse como

un “género”(79).

Si bien el arte ha sido un modelo de integración cognitiva,

el arte moderno -involucrado en la lógica analítica y forma-

lizadota propia del liberalismo- adquirirá su singularidad

desde la reducción de sus variables, convirtiendo cada

“ismo” vanguardista en un sistema de negaciones(80), de

exclusiones, de “rupturas epistemológicas”. Cada estilo po-

drá definirse en función de aquellos aspectos de los que no

trata: así el impresionismo minimizará la importancia de as-

pectos simbólicos, el surrealismo la de los aspectos estruc-

turales, el constructivismo la de los aspectos temáticos, el

conceptualismo la de aspectos perceptivos y morfológicos,

y el contextualismo, la de todos aquellos aspectos ajenos a

la intervención político-social (materialidad, organización,

percepción, procesualidad, etc.).

La urgencia de identificación vanguardista habrá conver-

tido el estilo no ya en una evidencia de singularidad, sino

en un requerimiento de identificación comercial. Lo que

fuera consecuencia de una personalidad (expresiva, genera-

cional, cultural) deviene entonces un factor deliberado de

tipificación y en un requisito de homologación y reconoci-

79 Cfr. Heinich, N. Le Triple jeu de l'art contemporain: sociologie des

arts plastiques, Paris: Ed. de Minuit; 1998, 380 p. 80 Cfr. Granés, C. El puño invisible. Arte, revolución y un siglo de

cambios culturales. Madrid: Taurus; 2011.

Page 49: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 49 -

miento. El éxito en la implantación de la lógica vanguar-

dista es además causa de su innegable academización. Cada

marca estilística declinará su propia academia tanto más re-

ductiva cuanto más radical su definición: La academia ro-

mántica privilegiará una exacerbada autoexpresión, convir-

tiéndose en una defensa del narcisismo terminal exento de

compromisos simbólicos (comunicabilidad e implicación)

y formales. La academia transgresista apelará a la fuerza

contracultural del arte, eludiendo todo compromiso patri-

monial. La academia conceptual hará prevalecer la lógica y

la discursividad, eludiendo compromisos perceptivos, mor-

fológicos y estructurales. La academia contextual conver-

tirá el contexto en contenido, confiándose a una interven-

ción directa en lo real, que no evita la representación (y sus

paradojas), sino que hace indiscernible la diferencia entre

representación y realidad, como otras formas de natura-

lismo(81). La academia interactiva, sustentada en el cuestio-

namiento de la autoría y la participación, eludirá los com-

promisos derivados de la acción, en una irresponsabilidad

difusa. La academia tecnológica recurrirá a los significan-

tes técnicos del progreso mediante el uso de las nuevas tec-

nologías y de forma específica las tecnologías de la Infor-

mación y la comunicación, convertidos en requisitos nece-

sarios y suficientes para una adscripción vanguardista.

Conforme más se ha estabilizado la tradición moderna,

tanto más esa reducción de factores habrá implicado ade-

más una disminución de exigencias. Y este proceso de re-

ducción ha llegado a extremos radicales de minimización,

cuyo valor testimonial instituyente en la historia de la mo-

dernidad, es inversamente proporcional a su complejidad

81 Cfr. Moraza,J.L. El retorno de lo imaginario. Realismos entre XIX

y XXI. Madrid: Museo Reina Sofía; 2010.

Page 50: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 50 -

estructural y a su complicidad social. Esta lógica ha atrave-

sado las vanguardias históricas y ha alimentado las estéticas

postmodernas. Obviamente, esta lógica es más apreciable

en los manifiestos, textos críticos, manuales, y en la Histo-

ria del Arte moderno, que en las propias obras, aunque, no

obstante, el discurso autoinmune de la lógica moderna, -al

identificar como reaccionaria cualquier crítica sobre ella-,

contribuirá a una reducción cualitativa de la complejidad

artística.

3.2. El “arte en la era del fin del arte”

como arte del capitalismo cognitivo.

Las nuevas tecnologías, la negación de la autoría, las esté-

ticas impersonales, la discursividad, la conceptualización

extrema y la contextualidad, parecen liberar al arte de sí

mismo, pero a costa de convertirlo en sumiso del conoci-

miento tecnocéntrico de las sociedades del conocimiento, y

las industrias de la cultura visual. Por ello no pueden con-

siderarse como alternativas a las formas tradicionales de

arte, sino desplazamientos hacia el poder de las empresas

tecnológicas y sacrificio de los compromisos de singulari-

dad propios de la excelencia artística.

El arte ha sido un campo en el que cada sociedad donde

aparece deposita su concepción del valor, lo que integra as-

pectos materiales, tecnológicos, económicos, simbólicos y

culturales. El nacimiento del arte como campo y ámbito es-

pecífico parece haber surgido en los albores del Renaci-

miento, asociado a la emergencia del humanismo y de una

clase social de comerciantes y artesanos. La lucha política

por convertir el arte en una profesión liberal implicó una

transformación del valor en la obra, que añadió al valor ma-

terial y artesanal, un valor de modelización y un valor de

Page 51: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 51 -

conceptualización y simbolización que conducirá a la mo-

dernidad. Desde Leonardo da Vinci a Duchamp, la noción

de valor artístico se ha independizado de lo material, hasta

ir convirtiéndose en su sistema de valores perfectamente

paralelo al proceso de inmaterialización y de abstracción

del valor económico (fig. 5).

Ajeno a cualquier maestría, a cualquier virtuosismo, a cual-

quier capacidad, el conocimiento puro, asimilado a la capa-

cidad de gestión e información, el “arte como superación

del arte” es el último eslabón del doble proceso de abstrac-

ción y de extensión de los sistemas de valor y la economía.

Un doble proceso mediante el cual el mundo entero queda

capitalizado (extensión) dentro de un sistema alejado com-

pletamente del mundo (abstracción). En la historia del valor

se habrá producido un doble proceso de extensión de los

objetos transaccionales -desde alimentos (granos, especias,

té), animales (cabras, vacas, caballos), materias (oro, dia-

mantes, agua, sal), objetos (útiles, obras), inmuebles (tie-

rras, casas), hasta el tiempo (trabajo, técnica), o el conoci-

miento (información, trabajo); y de abstracción -del inter-

cambio directo (trueque), al establecimiento de sistemas de

correspondencia de valor (moneda), hasta el intercambio de

valores (especulación financiera)-. En este proceso, el co-

nocimiento es el último objeto y el último medio de la des-

materialización y la universalización de la economía. El he-

cho de que el conocimiento pueda ser independizado de su

soporte material –y así reproducido, transferido, etc.- per-

mite un proceso de desmaterialización instrumental útil a la

lógica de la especulación. Una de las consecuencias habrá

sido la promoción intensiva -por parte de los agentes de in-

termediación-, de modos de arte fácilmente asumibles por

discursos y por “políticas”, y de modos de arte que propi-

cian gastos patrimoniales (proyectos) sin responsabilidades

Page 52: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 52 -

patrimoniales (obras).

La academia moderna es además plenamente apreciable en

la radical puesta en crisis que el arte realiza sobre sí mismo.

Convertido en el espacio del saber humano que más ha dis-

cutido sus fundamentos, sus principios, su materialidad, su

técnica, sus géneros, sus formatos, ha devenido el lugar más

tolerante, capaz de acoger en su seno todo aquello incapaz

de ser acogido en sus respectivas disciplinas (teatro, mú-

sica, danza, ciencias sociales, etc.). La riqueza multidisci-

plinar del arte contemporáneo se enriquece en el fondo de

complejidad de la experiencia artística. Pero al mismo

Page 53: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 53 -

tiempo la proliferación multidisciplinar, al reducir las exi-

gencias disciplinares (simbólicas) e interdisciplinares (es-

tructurales, morfológicas, materiales), tiende a eliminar la

tensión entre tradición e innovación, provocando una ten-

dencial pérdida de complejidad, asociada a la noción de una

“superación del arte”. Basada en relecturas del marxismo,

el psicoanálisis, el estructuralismo, el situacionismo, etc.

autores como Arthur Danto(82), Nicolas Bourriaud(83), o

Mauricio Lazzaratos(84), han favorecido un clima propicio

a la idea no ya de un arte exhausto o agotado, sino a la no-

ción de que el arte en sí resulta anacrónico, incongruente

con las sociedades del capitalismo avanzado. Plenamente

instalados en las versiones intramodernas de la moderni-

dad, interpretan las fórmulas de la academia moderna como

los signos de una superación del arte, de un más allá del

arte. Pero más bien se trata de los signos de una profunda

correspondencia entre el desarrollo de la academia moderna

y el desarrollo del capitalismo cognitivo. Estas formas de

“superación del arte” sólo se legitiman en la negación del

arte, que es el contexto que las legitima. Pero aprovechan

sin reparos las plus-valías simbólicas y patrimoniales del

campo y del ámbito artístico, y desmantelan las cualidades

y las singularidades del arte, en tanto supongan un riesgo

para el desarrollo extensivo de la gestión y la intermedia-

ción. Es el paso de un arte entendido como creación patri-

monial (ligado a la materialidad, objetualidad y al capital

simbólico del arte), a un post-arte concebido como explo-

tación patrimonial (fig. 6).

82 Cfr. Danto, A. After the end of art: contemporary art and the pale of

history. Princeton: Princeton University Press; 1998. 83 Cfr. Bourriaud, N. Postproducción. Madrid: Adriana Hidalgo; 2004. 84 Cfr. Lazzaratos, M. y Negri, A. El trabajo inmaterial. Río de Janeiro:

DP&A; 2001.

Page 54: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 54 -

Fig. 6. Del arte como creación patrimonial, al arte (post) como explotación

patrimonial. La adecuación del sistema del arte a la lógica del capital fi-

nanciero permite apreciar la emergencia de un “arte como superación del

arte”, como “alta contracultura” que ejemplifica a pequeña escala, el capi-

talismo financiero.

Esta supuesta “superación del arte” -en todas sus modalida-

des más o menos extremas-, corresponde plenamente a las

sociedades del capitalismo avanzado o capitalismo cogni-

tivo. El expolio del arte en nombre de un más allá del arte,

de un arte expandido, difuso, “total”, supone un aprovecha-

miento ilimitado de los recursos materiales y simbólicos del

arte patrimonial. Pero se trata de un arte servicial, un arte

aplicado a la economía de servicios, de un arte anticomer-

cial, antipatrimonial, inmaterial, potencial, que desmantela

todo aquello que ha integrado y sostenido las condiciones

Page 55: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 55 -

simbólicas de las que se aprovechan. La desterritorialidad,

la inmaterialidad del trabajo, la interactividad, la alta tecni-

ficación, la abstracción, el flujo y el patrimonio inmaterial,

la transformación de los servicios en gastos, la transforma-

ción de las obras en servicios, el plus valor y todas las ca-

racterísticas del capitalismo, se corresponden perfecta-

mente con las formas contemporáneas de arte no-patrimo-

nial, de arte inmaterial, de arte político, de arte desterrito-

rializado, de arte tecnológico, de arte postproductivo, de

arte relacional… Estas correspondencias son el síntoma de

la entente entre el “capitalismo cognitivo” y “el arte en la

era del fin del arte”(85).

La “superación del arte” se produce también en su exten-

sión más allá del arte, al diluirse en la cultura visual, como

una más de las “industrias de la experiencia”. La indiscer-

nibilidad entre arte y cultura confina “el arte en el campo

expandido” a una modalidad marginal e insostenible de in-

dustria de la experiencia. Concebido como turismo, entre-

tenimiento, comunicación, diseño, altacontracultura, el arte

difícilmente puede competir en intensidad, comunicabili-

dad, creatividad, innovación, con otras formas sociales o

culturales (moda, gastronomía, diseño, deportes, obra so-

cial, activismo político, etc.). Profundamente deslegitimado

por su propio éxito crítico, el campo artístico en ocasiones

busca una nueva legitimidad intentando volverse servicial,

aplicado, olvidando precisamente su naturaleza cognitiva.

Con todo, incluso aunque en el arte contemporáneo pode-

mos reconocer todas las contraindicaciones de las ˮsocie-

dades del conocimientoˮ(86), podremos apreciar en él otros 85 Cfr. Danto, A. op cit. 86 Precisamente por la capacidad del arte para hacer presentes las pa-

radojas de la realidad y discutir sus propios principios, el arte con-

temporáneo se ha convertido en un blanco fácil para críticas que

Page 56: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 56 -

síntomas diferentes y ajenos a ellas, que definirán otro lugar

del arte en la sociedad contemporánea.

- 4 -

ARTE PARA LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA.

“La creatividad permite cometer errores.

Arte es saber cuáles conservar” (87)

(Scott Adams)

El Arte no es un saber de primer grado -en el sentido de un

vínculo inmediato entre un sujeto y el mundo, sino un saber

de segundo grado, por el que el vínculo entre el sujeto y el

mundo se produce a través de la mediación de saberes cul-

turales. Se trata de un fenómeno paracultural, simbólico, y

no sólo imaginario. Desde una psico- epistemología, Aynd

Rand anotaba que el arte integra y aísla aquellos aspectos

de la realidad que representan la visión fundamental del ar-

tista sobre sí mismo y sobre la existencia; y entre el incon-

table número de concreciones -de atributos, acciones y en-

tidades singulares, desorganizadas y aparentemente contra-

dictorias de la realidad- un artista aísla las cosas que consi-

dera como fundamentales y las integra en una nueva con-

creción singular que representa una abstracción encar-

nada(88) .Se trata, en efecto, de una recreación selectiva de

incluso cuestionan su función. Cfr. Carey, J. ¿Para qué sirve el arte?

Barcelona: Debate; 2007 87 Adams, Scott. The Dilbert Principle. N.Y.: Harper Business; 1996 88 Cfr. Ayn Rand (1975) “The Psycho-Epistemology of Art”, en The

Page 57: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 57 -

la realidad emocional, perceptual y conceptual, simultánea-

mente psíquica y cultural, simbólica y cognoscitiva.

La naturaleza integrada de esta complejidad factorial es una

característica singular del arte dentro de los saberes huma-

nos. El arte ofrece un modelo de síntesis que será cada vez

más necesario para enriquecer y complejizar el carácter

fragmentario y discontinuo del conocimiento en las “socie-

dades del conocimiento”. Si cada disciplina del saber se de-

fine por las variables a las que renuncia, la experiencia es-

tética es singular en su integración cognitiva. Dicha inte-

gración implica no sólo la diversidad de factores operati-

vos, sino también al propio sujeto operatorio -tanto el autor

como el espectador-, cuya falta de neutralidad no es un obs-

táculo, sino una condición imprescindible para la compleji-

dad y la riqueza del saber. A diferencia del conocimiento

científico y del conocimiento técnico, el arte ofrece una ob-

servación con observador. Como afirmó Lewis Mumford:

“arte es aquella parte de la técnica que lleva más allá

la impronta de la personalidad humana: técnica es

aquella manifestación del arte de la cual se ha excluido

una gran parte de la personalidad humana, a fin de

impulsar el proceso mecánico.” (89)

La complejidad del saber del arte(90) supone una intensifi-

cación de la experiencia, una sensibilización, un ejercicio

Romantic Manifesto: A Philosophy of Literature, Rev. ed. N.Y.

New American Library: 15-26 pp. 89 Mumford, L. (1967) Technics and Human Development. New York:

Harcourt, Brace and World; 1967. p. 342. 90 Cfr. Moraza, J.L. “Aporías de la investigación”. En V.V.A.A. La

carrera investigadora en Bellas Artes. Vigo: Universidad de Vigo.

2007.

Page 58: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 58 -

de tolerancia hacia la incertidumbre, y una comprensión de

la complejidad. Algunas de las características más propias

de la experiencia del arte complementan y enriquecen la

noción de conocimiento. Entre ellas se encuentra el manejo

fluido de factores anaxiomáticos o incluso paradójicos, de

aspectos no codificables mediante registros discursivos o

cuantitativos, y el uso de inferencias mediante un modo de

pensamiento hipotético o abductivo(91) y no mediante infe-

rencias lógicas (deducción o inducción); El manejo fluido

de elementos analógicos, morfológicos y estructurales que

son recursos de modelización cognitiva esenciales en el

desarrollo de la imaginación científica, convierte el arte en

una disciplina interdisciplinar; El manejo de criterios de

funcionalidad integral que exceden con mucho los estre-

chos indicadores del funcionalismo propios del conoci-

miento en las “sociedades del conocimiento”.

La elaboración artística muestra el punto álgido de toda ela-

boración psíquica y social en su máxima complejidad(92).

Todas las funciones complejas, de registro, de evaluación,

de discernimiento, de confrontación, todos los procesos de

aprendizaje y de transformación, y por tanto todos los equi-

librios dinámicos entre organización y desorganización, en-

tre análisis y síntesis, entre estabilidad e inestabilidad, entre

afirmación y negación, entre innovación y tradición, junto

a la radical variabilidad de configuraciones… se hacen pre-

sentes en la elaboración artística.

El arte es además un modelo de excelencia vincular. Desde

contextos de interpretación totalmente diferentes, tanto 91 Cfr. Pierce, Ch. S. El hombre, un signo. Barcelona: Crítica;

1988.136 pp. 92 Castoriadis, C. La creación humana I. 1992. Méjico: Fondo de Cul-

tura Económica; 2004; Cfr. Maturana. H. y Varela, F. El árbol del

conocimiento. Barcelona: Lumen; 2003.

Page 59: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 59 -

Freud como Marx definieron la alienación como una degra-

dación de las relaciones entre el sujeto y sus objetos, entre

el trabajado y su producción. La alienación supondría un

tipo de vínculo minimizado, reducido a un único registro de

valor, lo que en términos laborales se hace patente en la ca-

dena de montaje, y en términos psíquicos en la repetición

fantasmática. La relación con nuestros objetos se vuelve

más compleja y rica conforme mayor es la responsabilidad

global respecto a ellos, respecto a su producción y nuestra

implicación(93).

Si la cultura es un proceso de transferencia de información

por procedimientos no genéticos, la singularidad del saboer

del arte viene dada tanto por el tipo de información como

por el modo de transmisión: La obra de arte opera mediante

una inexclusión factorial, como una aleación integrada de

clases de información: real (material, empírica, técnica),

imaginaria (perceptiva, vivencial, emocional) y simbólica

(categorial, cultural, contextual, conceptual)- Y sólo existe

en función de una implicación subjetual, pues su sistema de

transferencia no opera por difusión de cierto “contenido”,

sino por transmisión implicativa. La obra de arte transmite

un modo de hacer más que un paquete de bits de informa-

ción; No ocluye el desconocimiento mediante la opacidad

de un conocimiento positivo, sino que activa al espectador

haciéndolo partícipe y artífice, al provocar una actividad

cognitiva en el espectador mediante una inducción implica-

tiva sólo posible cuando algo de lo real del espectador ha

sido “movilizado” por el acontecimiento de la obra. El sa-

boer del arte no queda explicado por la lógica epistémica,

pues hace saber de lo insabido(94), al incluir un saber in-

consciente, al introducir un corte en la lógica del sentido, al

93 Cfr. Sennett, R. El artesano. Barcelona: Anagrama; 2009. 94 Cfr. Gallano, C. Lo insabido que hace saber. Informe presentado en

Page 60: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 60 -

informar al conocimiento de su límite inmanente. La cul-

tura es un “lenguaje silencioso”(95) que modeliza la percep-

ción, la emoción, el pensamiento y la acción, y que promete

inteligibilidad y convivencia a cambio de comportamos

como si los signos que utilizamos se correspondiesen con

aquello a lo que se supone que refieren. La realidad com-

partida es esa modelización cognitiva. Lo que queda fuera

de esa realidad, fuera de la operación cultural de simboliza-

ción, como exsimbólico o insimbólico, es lo que Lacan ci-

frará como “real”. La religión reinsertará ese real en el

mundo simbólico al otorgarle Sentido, Nombre, Atribucio-

nes, incluido el espectro entero de categorías simbólicas li-

gadas a lo incognoscible, lo indecible, lo divino. Y el cono-

cimiento científico anotará que ese real es sólo el reflejo de

nuestra temporal dificultad para encontrar una formulación

simbólica adecuada. Sin duda la capacidad de producción y

predicción muestran que el conocimiento científico toca lo

real, que se hace presente en el poder efectivo de la técnica.

Pero el arte se elaborará alrededor de ese real, dejando que

algo de lo exsimbólico e insimbólico se haga presente en

las obras. La obra de arte no representa, sino que hace pre-

sente algo de ese exsimbólico e insimbólico, de ese

“corte”(96) en el tejido de la realidad. De acuerdo a Freud,

el Seminario Arte y Saber. S.S.: ARTELEKU; 2004.

95 Cfr. Hall, E.T. El lenguaje silencioso. Madrid: Alianza; 1989. 96 “La obra de arte, lejos de ser algo que transfigura de la manera que

sea la realidad, introduce en su estructura el hecho del suceso del

corte, por cuanto se manifiesta allí lo real del sujeto en tanto que,

más allá de lo que dice, es el sujeto inconsciente. Porque si esa

relación del sujeto al evento del corte le está interdicta, en tanto

está, justamente allí, su inconsciente, no le esta interdicta en tanto

que el sujeto tiene la experiencia del fantasma, esto es, que está

animado por esa relación del deseo, y que, por la sola referencia

de esa experiencia y por cuanto esta íntimamente tejida en la obra,

Page 61: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 61 -

la integración del sujeto en la sociedad nunca es completa,

pues ciertos restos inalienables y persistentes desvelan en

sus síntomas un “malestar en la cultura”(97). Según Winni-

cot, la creatividad -inherente a la subjetividad humana- es

un modo de superación de ese malestar cultural:

“lo que hace que el individuo sienta que la vida vale la

pena vivirse es, más que ninguna otra cosa, la apercepción

creadora. Frente a esto existe una relación con la realidad

exterior que es relación de acatamiento; se reconoce el

mundo y sus detalles pero solo como algo que es preciso

encajar o exige adaptación.”(98)

Pero la creatividad, reducida en las sociedades del conoci-

miento a la productividad de sorpresas eficaces(99), con-

voca una nueva alienación. Frente a esa inercia creativa, la

experiencia del arte es, en su sentido más pleno, la conjun-

algo deviene posible, por lo cual la obra va a expresar esa dimen-

sión, ese real del sujeto, en tanto lo hemos llamado, en su momento,

advenimiento del ser más allá de toda realización subjetiva posible.

Y es hacia la virtud de la forma de la obra de arte, tanto la lograda

como la que fracasa, que interesa a esa dimensión [.] transversal

no paralela al campo creado en lo real por la simbolización hu-

mana que se llama realidad, pero que le es transversal por cuanto

la relación más íntima del hombre el corte, en tanto él rebasa todos

los cortes naturales, que hay allí ese corte esencial de la existencia,

a saber, que está allí y debe situarse en el hecho mismo del adveni-

miento del corte, que es eso de lo que se trata en la obra de arte”

Lacan, J. Seminario 6. “El deseo y su interpretación”. Clase 22. Del

27 de Mayo de 1959. Inédito. 97 Cfr. Freud, S. El malestar en la cultura. Madrid: Alianza; 1998. 98 Winnicott, D.W. Realidad y juego. Barcelona: Gedisa; 1991. 93.97

pp. 99 Cfr. Marina, J.A. Teoría de la Inteligencia Creadora. Anagrama:

Barcelona; 1993.

Page 62: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 62 -

ción entre lo real de la singularidad de un sujeto, y su inte-

gración renovada dentro de la sociedad. La experiencia del

arte incluye sin duda la creatividad, pero la somete a elabo-

raciones y juicios ulteriores para poder convertirla en obra.

Ciertamente la experiencia del arte moderno y del mito ro-

mántico ha provocado la opinión generalizada de una iden-

tificación entre arte y creatividad. Pero del mismo modo

que no se confunde la imaginación científica con la ciencia,

tampoco se confunden creatividad con arte. La creatividad

consiste eminentemente en una transformación perceptiva,

capaz de destituir la lógica del sentido que nos fija en cierta

realidad. La creación artística indaga sin prejuicios funcio-

nales o simbólicos, los límites de los procedimientos tecno-

lógicos, las posibilidades sensibles y perceptivas, compor-

tándose como un usuario extremo que continuamente reta a

la investigación científica, a la indagación técnica e indus-

trial, y a la sociedad, hacia búsquedas sorprendentes. Pero

restituye en la obra el complejo de exigencias patrimonia-

les, simbólicas, culturales, éticas, e históricas propias del

campo artístico y que a menudo la innovación necesita elu-

dir: En efecto, el arte asume un compromiso de transmisión

de la memoria cultural y simbólica, haciendo que las obras

de arte sean condensaciones singulares que constituyen un

legado del saber humano, de sus formas de sentir y de pen-

sar, de sus técnicas y aspiraciones. Asume también un com-

promiso de representación de valor, pues la dimensión pa-

trimonial del arte excede el valor de cambio, en tanto pro-

porciona, en cada momento y para cada sociedad, una defi-

nición de valor inclusivo de toda la cadena de informacio-

nes culturalmente apreciadas. Y asume un compromiso de

expresión de la singularidad y de dinamización social, pues,

al afirmar la subjetividad, el arte simultáneamente pone en

crisis, revitaliza y enriquece las significaciones sociales.

Page 63: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 63 -

Por ello el arte no es un mero registro psicológico o antro-

pológico que refleje o que permita “analizar” cierta socie-

dad o cierta subjetividad. Aunque sea una condensación an-

tropológica que incluya por tanto el límite mismo de la

comprensión cultural, lo que diferencia el arte de otras for-

mas de producción cultural es lo que excede la información

“documental”, la representación cultural o sociológica, el

síntoma psicológico, la manifestación ideológica, la ilustra-

ción filosófica o el registro antropológico… Esta exceden-

cia e incidencia artística remite al modo en el que ciertas

elaboraciones, que pueden realizarse para cubrir o cumplir

“funciones” culturales (representaciones suntuarias, reli-

giosas, ideológicas, etc.), puede hacerlo “por exceso”, in-

troduciendo aspectos reales, imaginarios y simbólicos no

previstos, no solicitados, de modo que la sutilización, la in-

tensificación, la refuncionalización, la desimbolización y la

subjetivación, ofrecen algo sobre ese anudamiento único de

real, imaginario y simbólico. Incluso cuando la producción

de imágenes tiene claras funciones de propaganda o culto

(de cien ˮmadonnasˮ encargadas a otros tantos pintores por

algún Papa en algún siglo, sólo algunas -por su excelencia-

formarán parte del arte, y el resto a la cultura religiosa, aun-

que todas ellas cumplan a la perfección el programa icono-

gráfico dictado por las funciones de propaganda y culto…).

En las imágenes religiosas, científicas, técnicas o propagan-

dísticas, -en todo lo que compone la “cultura visual”(100) de

una época, se pretende la máxima adecuación al programa

funcional de Sentido, la minimización de factores no codi-

ficables, y la minimización de lo subjetual/expresivo. Y sin

embargo, incluso a pesar de ese esfuerzo de adecuación

funcional, a toda imagen u objeto subyace una latencia de

100 Cfr. Duncum, P. y Bracey, T. (eds.) On Knowing. Art and visual

culture. Nueva Zelanda. Canterbury University Press; 2001.

Page 64: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 64 -

los sustratos paleo-lógicos subyacentes a la teoría- fórmula,

a la significación, al dogma. Si bien el arte -en su acepción

antropológica- ha estado históricamente comprometido con

la representación social de valores y sentidos estrecha-

mente, la eclosión del arte, en su sentido disciplinar, coin-

cidió con la apreciación de las singularidades subjetivas,

con la deliberada presencia, en la obra, de excedencias e

incidencias culturales. Como sugería Carl André, “arte es

lo que hacemos, cultura lo que nos hacen”. Frente a los me-

dia, que responde a los programas simbólicos y funcionales

de carácter propagandístico o publicitario, la experiencia

del arte es esencialmente participativa, no impositiva, dia-

lógica, pues se produce como receptividad y negociación

social. El espacio público, en las “sociedades del conoci-

miento”, es un territorio capitalizado: el espacio perceptivo

es rentabilizado y conquistado mediante los más sofistica-

dos procedimientos mediáticos de la cultura visual de nues-

tra era. Más allá de los sistemas de coacción y de los méto-

dos de persuasión, en un proceso de colonización psíquica

y cognitiva sin precedentes, miles de estímulos sensoriales

apelan a los deseos, los miedos, las esperanzas, para con-

vertir ese capital cognitivo y emocional, en un valor de

cambio. La posesión de los medios de producción de opi-

nión pública permite capitalizar la asimetría de la influen-

cia. Frente a la saturación interesada de la “cultura visual”

en las “sociedades del conocimiento”, el arte afirma la li-

bertad de impresión.

Sólo el reconocimiento de su generosidad patrimonial, su

riqueza cognitiva y su complejidad cultural(101), permitiría

101 Cfr. Cfr. Moraza, J.L. (a-S). San Sebastián: ARTELEKU; 2004.

http://www.arteleku.net/programa-es/archivo/arte- y-saber/arte-y-

saber; Cfr. Cuesta, S. y Moraza, J.L. El arte como criterio de exce-

lencia. Madrid: Ministerio de Educación; 2010.

Page 65: EN LA ERA DEL CAPITALISMO COGNITIVO - Omegalfa El conocimiento en las “sociedades del conocimiento 2.1. El poder como saber ... “Sí, en mí, banquero, gran comerciante, es-traperlista

- 65 -

al arte ofrecerse como un saber capaz de enriquecer y pro-

blematizar la noción de conocimiento en las “sociedades

del conocimiento”. Y sólo una profunda y honesta aprecia-

ción del arte puede permitir ese reconocimiento.