en el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros...

98

Upload: others

Post on 23-Jul-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos
Page 2: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos exploradoresblancosconunaindígenayunniñonegroacabandedescubriraunpueblodesconocido, que vive en los árboles. Estos dos héroes, un francés y unamericano, llamados Max Huber y John Cort, observan atentamente alpuebloparadescubrir si sonhumanos y tratar de cumplir con suRey. Losexploradores van acompañados de un niño, Llanga, que han recogidodurante su viaje al Congo ya que el viaje fue originalmente destinado aacompañar a Urdax, un comerciante demarfil portugués, y sus aventurascomienzan a regresar de este viaje. La última acompañante es Khamis la«foreloper», es decir, los indígenas la utilizan para guiar y orientar aencontrarpistasdelacaravanaeneldesiertoafricano.

www.lectulandia.com-Página2

Page 3: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

JulioVerne

ELPUEBLOAÉREOePUBv1.1

Oiligriv17.05.13

www.lectulandia.com-Página3

Page 4: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Títulooriginal:ElPuebloaéreoJulioVerne,noviembre,1901.

Oiligriv(v1.1)Correccióndeerratas:OiligrivePubbasev2.1

www.lectulandia.com-Página4

Page 5: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

ELPUEBLOAÉREO

JulioVerne

www.lectulandia.com-Página5

Page 6: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

1.UNVIAJEPELIGROSO.

—¿YelCongoamericano?—inquirióMaxHuber—.¿AcasonofaltaagregarunCongoamericano?

—¿Para qué, mi querido Max?— le contestó John Cort—. ¿Acaso nos faltangrandesextensionesenlosEstadosUnidos?¿Quénecesidadhaydecolonizartierrasen otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetroscuadradosdeterritoriovirgenentreAlaskayTexas?

—¡Perosilascosascontinúanasí,lasnacioneseuropeasterminaránporrepartirseÁfricaynadaquedaráparatuscompatriotas!

—Ni los norteamericanos ni los rusos tienen nada que hacer en el ContinenteNegro—repusoJohnCortconacentoterminante.

—¿Peroporqué?—Porqueesinútilfatigarsecaminandoenbuscadeloquesetienealalcancedela

mano…—¡Bah! Ya verás, querido amigo. El Gobierno Federal de los Estados Unidos

reclamaráunodeestosdíassuparteenelpostreafricano.SihayunCongofrancés,otrobelga,yotroalemán,hayunCongoindependiente

que sólo espera la oportunidad de dejar de serlo.Y a esto cabe agregar la enormeextensiónsinexplorarquellevamosyatresmesesrecorriendo…

—Explorandocomocuriososynocomoconquistadores,Max.—Ladiferencia no es considerable, digno ciudadano de losEstadosUnidos—

aclaróMaxHuber—.Te repito que esta parte deÁfrica podría convertirse en unamagnífica colonia de la Unión… tiene territorios extraordinariamente fértiles, queesperantansóloqueselosutilice,bajolainfluenciadeunairrigaciónnaturaldegrangenerosidad…

—Y un calor igualmente generoso —lo interrumpió John, secándose latranspiraciónquelebañabalafrente.

—¡Bah! No hagas caso —replicó Max —. Todo es cuestión de aclimatarse.Reciénestamosenprimavera.Esperaquellegueelveranoymedirás.

—Yaloves.Notengoelmásmínimodeseodeconvertirmeenunnativodetezoscura.Aceptolaafirmacióndequehemosrealizadounabonitaexcursiónatravésdeextensos territorios inexplorados, contando en todo momento con el apoyo de labuenasuerte.PeroquieroregresarcuantoantesaLibrevilleparadescansartranquilo,despuésdetresmesesdecontinuasfatigas.

—De acuerdo, John. Sin que esto signifique que esta expedición me hayaproporcionadotodaladiversiónqueyoesperaba…

—Notecomprendo.Hemosrecorridomuchoscentenaresdekilómetrosatravésdeunacomarcadesconocida,entretribussalvajesquemuchasvecesnosrecibierona

www.lectulandia.com-Página6

Page 7: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

flechazos,cazamosleonesypanteraspordeporteyelefantesenprovechodelamigoUrdax…¿ynotesientessatisfecho?

—Talveznomeexpresébien,John.Todoloquenosocurrióformapartedelasaventurasordinariasdelosexploradoresafricanos.EsloqueloslectoreshallanenlosrelatosdeBarth,Barton,Speke,Grant,DuChaillu,Livingstone,Stanley,Cameron,Brazza,Gallieri,Massari,Buonfanti,Dibowsky…

El tren delantero del carretón donde este diálogo tenía lugar chocó en aquelmomento con una piedra, cortando la nomenclatura de exploradores africanos queconextraordinariamemoriaformulabaMaxHuber.

JohnCortseapresuróaintervenirantesdequesuamigoprosiguiera.—¿Esdecir,queesperabasqueennuestroviajeocurrieraotracosa?—¡Esomismo!—¿Algoimprevisto?—Másqueimprevisto…—¿Extraordinario?—¡Esomismo!Teaseguroque todavíanohe tenidooportunidaddeverificar la

afirmacióndelosantiguos:«LaportentosaÁfrica».—Porloqueveoesmásdifícilsatisfaceraunfrancésquea…—¿Unnorteamericano?Puedeser,John.Porlomenossinuestroviajeteresulta

suficiente…—Sí.—Ysivuelvescontento…—¡Contentísimo!—¿Y crees que quienes lean nuestras memorias se maravillarán por nuestras

hazañas?—¡Naturalmente!—Puesmeparecequeseránlectoresmuypocoexigentes.—¿Te parece que para dar más realce al relato tendríamos que terminar en el

estómagodeun leónodigeridosporun caníbal de losque tanto abundan en estasregiones?

—Noquierollegarasemejanteextremo.—¿Peroseríascapazdejurarquehemosestadoenalgúnsitiodondejamáspuso

suplantaelhombreblanco?—No…—¿Ybien?—Eres un exagerado que pretende pasar por virtuoso, amigo mío —dijo el

norteamericano—.Yomedeclarosatisfechoynoesperodenuestroviajenadamásqueloqueyahemospasado.

—¡Osea,nada!

www.lectulandia.com-Página7

Page 8: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—El viaje todavía no ha concluido, Max. Todavía puede ocurrir algo que teentusiasme.

—¡Bah!EstamosenlarutacomercialhaciaLibreville.—Esonosignificanada.Todavíapuedenpasarmuchascosas.Elcarretónsedetuvo.Habíanllegadoalfindelajornada.Lanocheyanotardaría

en tenderse sobre la vasta llanura, pues en aquellas latitudes el crepúsculo esmuybreve. Por lo demás esa noche la oscuridad sería profunda, pues espesas nubescubríanelcielo.

El carretón, destinado exclusivamente a trasladar pasajeros, no conducía nimercaderíasniprovisiones.Enrealidaderapocomásqueungrancajónrectangular,colocadosobredosejesconruedas,tiradopormediadocenadebueyes.Enlaparteanterior teníaunapuertay lateralmentecuatropequeñasventanas,queservíanparaventilarydarluzalinterior,queestabadivididoendoscompartimentos.Eldelfondoestabareservadoalosdosjóvenesquehabíansostenidolaconversaciónprecedente,un norteamericano—John Cort— y un francés—Huber—. En la cámara anteriorviajabanuncomercianteportuguésllamadoUrdaxyelguíanativo,unindígenadelCamerúnaquienconocíacomoKhamis.

TresmesesantesesevehículohabíapartidodeLibreville,dirigiéndosehaciaelEste, por las llanuras del río Ubanghi, más allá del Baharel Abiad, uno de lostributariosqueviertensusaguasenelsurdellagoChad.

Enaquellaextensaregiónqueerainexploradaaún,pobladaportribussalvajesybelicosas, había todavía antropófagos que por costumbre antiquísima saciaban susbestialesinstintosenprisionerosycautivos,porloqueelportuguésUrdaxsehabíavisto forzado varias veces a cambiar el uso de los fusiles que llevara para cazarelefantesydestinarlosadefendersedelosferocescongoleses.

La expedición había sido afortunada.Ningunode susmiembros había quedadotendidoparanovolversealevantar,yregresabacontodoelpersonalsubalternoileso.

EnunodelospobladoscercanosalBaharelAbiad,JohnCortyMaxHuberhabíanpodidosalvaraunniñodediezañosdecorrerlahorrendasuertedelosprisioneros,arrancándolodelasgarrasdeaquellossalvajescaníbalesacambiodeunasbaratijas.Elpequeño,huérfanodepadreymadre,sellamabaLlanga,ydemostrabaunafectoyunafidelidadcaninahaciasussalvadores.Estohabíaocurridoduranteunaexpediciónanteriordelosdosamigos,quedesdeentoncesnoseseparabandelniño.

Cuandoelcarretónsedetuvo,losbueyes,agotados,sedejaroncaerensusitio,ycuandolosblancosdescendieron,elpequeñoLlangaselesacercócorriendo.

—¿Notesientesfatigado?—lepreguntóJohn,acariciándolelacabeza.—¡No…tengobuenaspiernas!—¡Puesbien!¡Eshoradecomer!—lerecordóMax.—¡Oh,sí!Tengoapetito…

www.lectulandia.com-Página8

Page 9: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Conestaspalabras,elnegritosalióaparlotearconloscargadoresdelacaravana.SielcarretónservíaexclusivamenteparallevaraJohnCort,MaxHuber,Urdaxy

Khamis,elmarfil recolectadoy lacargageneralestabanconfiadosa losportadoresnegros,medio centenar de hombres robustos y alegres, que acababan de depositartodoentierraparaprepararelcampamento.

Una vez que todo estuvo ordenado a la luz de los magníficos tamarindos querodeaban al campamento, el guía, que oficiaba de capataz, se aseguró que losdistintos grupos de cargadores tenían todo lo necesario para cenar. Numerosashogueras fueron encendidas y se pusieron a asar los cuartos de antílopes cazadosdurantelajornada.Prontocadaunodiopruebasdeunapetitoenvidiable,rivalizandoconsuvecinoencantidaddecarneingerida.

Resulta inútil aclarar que si bien los negros llevaban la carga general de laexpedición, las armas ymuniciones seguían a los jefes y eran transportadas en lacarreta,amanoparacualquiereventualidad.

Unahoramástardelacomidaconcluyóylacaravana,losestómagosllenosyloscuerposfatigados,seentregóalreposo.

Antes de retirarse, el guía estableció cuartos de guardia; pese a que estaban yacerca de la costa, era necesario cuidarse siempre de los seres hostiles que podíanrondarelcampamento,tantodecuatropatascomodedos.Alrespecto,tantoKhamis,el guía, un nativo delgado pero fuerte, de treinta y cinco años de edad, valeroso yexperimentado,comoUrdax,elcomercianteportugués,unhombredecincuentaaños,muy vigoroso aún, prudente y conocedor de su oficio, ofrecían una verdaderagarantíadeseguridadalosdosjóvenes.

Los tresblancoscenaronbajo lacopadeunode los tamarindos,sentadossobrelasprominentesraíces.Mientrascomían,hablaban,ysiguieronhaciéndolocuandolacenaconcluyó.El tema,como todas lasnoches, se relacionabacon la rutaa seguirpararecorrerlosdosmilkilómetrosquefaltabanparallegaraLibreville.

—Desde mañana —dijo por fin Urdax— tendremos que seguir hacia elsuroeste…

—Yesoesmásindicadoqueproseguirhaciaelsur,puessegúnveohayunaselvaimpenetrableenesadirección—exclamóMaxHuber,señalandomientrashablaba.

—Inmensa—afirmóelportugués—.Sisiguiéramossulinderoeste,tardaríamosmesesenllegaradestino.

—Encambiohaciaeloeste…—Sinalejarnosmuchodelarutahabitual,encontraremosnuevamentealUbangui

enlosalrededoresdelosrápidosdeZongo.—¿Y si cruzamos la jungla…no abreviaremos el viaje?—inquirió entonces el

francés.—Sí,porlomenosunpardesemanas.

www.lectulandia.com-Página9

Page 10: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¿Yentalcaso…quenosimpidelanzarnosatravésdelaforesta?—Esquesetratadeunaselvaimpenetrable.—¡Vamos!¡Noseráparatanto!—Paraungrupodecaminantes,puedequelajunglatengasenderospracticables,

peroconvehículosesabsolutamenteinfranqueable.—¿Ydiceustedquenadieha intentado jamás recorrer esta selvavirgen?—era

evidentequeMaxseinteresabacadavezmás.—¡Un momento! —John Cort intervino advirtiendo que aquello pasaba a

mayores—.¡Nopensarásintroducirteensemejanteforesta!¡Podemosconsiderarnosfelicessialcanzamosarodearla!

—¿No tienes interés en averiguar quémisterios se encierran entre esos troncosañosos?

—¿Qué quieres hallar, amigo mío? ¿Reinos desconocidos? ¿Ciudadesencantadas?¿Animalesdeespeciesdesconocidas?¿Oacasosereshumanoscontrespiernasenlugardedos?

—¿Porquéno?¡Todopuedeser!Llanga escuchaba la conversación, con sus grandes ojos atentos a los

movimientosdeMaxHuber,comosihubieraqueridodecirlequeestabadispuestoaseguirlohastaelfindelmundo.

—En todocaso—prosiguióJohn—,puestoqueUrdaxno tiene intencionesdeatravesarlaselvaparallegaralascostasdelUbangui…

—¡Eso seríamuy peligroso!—terció el portugués—. ¡Nos expondríamos a novolverasalir!

—Yaves,queridoMax.Peromeparecequeyaeshoradedormir.Aprovechaysueñaqueentrasenesatierramisteriosaylarecorres…soñando.

—¡Ríetedemí!¡Eraloúnicoquemefaltaba…provocarrisaamisamigos!Perorecuerda lo que dijo cierto poeta: «Huye hacia lo desconocido en busca de algonuevo.»—¿Realmentedijoeso,Max?¿Ycómosigue?

—Loheolvidado.—¡Puesolvídatetambiénloquesabesyveteadormir!Elconsejoerainmejorable.Losviajerosacostumbrabanapernoctaralairelibre

siempreycuandonoamenazaralluvia.Así,pues,losdosamigosseenvolvieronenlasmantasquelesllevóLlangaycerraronlosojos.

Urdax yKhamis por su parte, antes de retirarse a descansar dieron una últimavuelta por el campamento, para asegurarse que todo marchaba bien. Luego seacostarontambiénellos,confiandoenloscentinelas.

Peroelsilencioylatranquilidadreinantesparecieroncontagiaralosqueestabanencargadosdevelarpor laseguridaddelcampamento,y tambiénsereclinaronbajolosárboles,quedandoprofundamentedormidos.

www.lectulandia.com-Página10

Page 11: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Por esta razón nadie pudo ver ciertos resplandores sospechosos que sedesplazabanentrelaforesta,aciertadistanciadesulímiteexterior.

www.lectulandia.com-Página11

Page 12: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

2.LOSFUEGOSMOVEDIZOS.

El campamento estaba a dos kilómetros del lugar donde se producían aquellosfuegosmisteriosos.Setratabadelucesrojizas,quesaltaban,cambiabandelugarysemovían,reuniéndoseyalejándose.¿Setrataríadeunabandadeindígenasacampadosen aquel sitio durante la víspera?Esas lucesnopodían ser hogueras a causade sumovilidad,peroeradepresumirqueunadocenadenegrosconantorchasproduciríanaquelextrañoefecto,vistosdesdeciertadistancia.

Eran aproximadamente las veintidós y treinta, cuando el pequeño Llangadespertó. No cabe duda que hubiera vuelto a dormirse de no haberse dado vueltaprecisamenteendireccióndelbosque.Deinmediatosusojos,cargadosdesueño,seabrieronenormemente.Incorporándoseamedias,sefrotóelrostroconlasmanosyvolvióamirar,parpadeando.Nocabíaduda.Noseengañaba:enellinderodelaselvasemovíanllamasqueiluminabandébilmente.

De inmediato el niño pensó que la caravana estaba por ser atacada; esto fueinstintivoenél,enrelaciónconsuamargaexperienciaanterior.

Sin embargo, antes de despertar a sus dos amos blancos, se arrastró hacia elcarretónsinhacerruidoycuandoestuvojuntoalguía,lollamósuavemente.

Khamis,que teníasueñoliviano,abrió losojosy lo interrogócon lamirada.Elpequeño, sin hablar, señaló hacia la jungla, donde danzaban aquellas misteriosasluces.

—¡Urdax!—llamóelafricanoconvozfirme.Elportuguéserahombreacostumbradoadormirconcuatrosentidosalerta.Deun

saltoestuvodepie,alertayvigilante.—¿Quéocurre?—¡Mire!Elguía señalóhacia los fuegosque semultiplicabanenel sombríobordede la

foresta.—¡Atención! —gritó el comerciante, con toda la fuerza de sus pulmones.

Segundosdespuéstodoelcampamentohabíadespertado,ynadiepensóenrecriminara loscentinelasporsufaltadeatención,pueselpeligroparecíademasiadocercanoparaperdertiempoentonterías.

MaxHuberyJohnCortseunieronalportuguésyelguía.Debe ser una gran reunión de nativos—dijo Urdax con acento preocupado—.

ProbablementedeesosBudjos,quevivenenlascostasdelCongoydelUbangui.—Seguramente.Esasllamasnosehanencendidosolas…—asintióKhamis.—Evidentementealguientienequemoverlasantorchasdeunladoparaelotro—

exclamóJohnCort.—Sin embargo, no se vislumbra el contorno de ningún cuerpo—afirmóMax,

www.lectulandia.com-Página12

Page 13: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

entrecerrandolosojosparavermejor.—Esqueestándetrásdelosprimerosárboles—observóelguía.—Pero no se desplazan en una sola dirección… van y vuelven —prosiguió

diciendoelfrancés.—¿Quépiensausted?—preguntóJohnalportugués.—Creoqueestamosapuntodeseratacadosporunabandadenativos.Debemos

prepararnosinmediatamenteparaladefensa.—¿Peroporquéesosindígenasnocayeronsobrenosotroscuandodormíamos?—Los africanos tienen extrañas costumbres pero en definitiva son peligrosos

comopanterasnegras.—¡Buentrabajotendránnuestrosmisioneros!—comentóMaxfríamente.—Poresomismoconvienequenosmantengamosalerta—insistióUrdax.Sí.Habíaqueestarpreparadoydefendersehastamorir,pueslastribusribereñas

delUbanguinoeranmisericordiosasconsusprisioneros.Resultabapreferiblecaerconlasarmasenlasmanosasertomadosprisioneros;

ninguna crueldad era poca para las hordas de guerreros negros, de refinadosalvajismo.

En un instante los tres blancos y el guía se proveyeron de rifles y revólveres,buscaroncartucherasllenasdemunicionesyarmaronaunadocenadeportadoresdereconocidafidelidadconelrestodelosfusilesycarabinas.

Al mismo tiempo Urdax ordenó a sus hombres que se refugiaran tras de losgrandes tamarindos de espeso follaje, para ampararse de las flechas, cuyas puntasestabanfrecuentementeenvenenadas.

Así preparados, esperaron. Ningún sonido llegaba desde el gran bosque. Losfuegos seguían mostrándose en constante movimiento, y por momentos semultiplicaban.

—Parecen antorchas resinosas paseadas por el borde de la selva —aventuróUrdax.

—Seguramente—asintióMax—, pero no alcanzo a comprender por qué no sequedanquietosynosatacan…

—Yencasodequenolohagan,quisierasaberporquésemantienenenesesitio,sinmarcharseniacercarse—agregóJohnCort.

Erainexplicable.Claroquetampocohabíamuchodequéasombrarse,tratándosedelosdegradadoshabitantesdelUbangui.

Transcurrióotramediahorasinaportarcambioalgunoalasituación.Elcampamentosemanteníasobreascuas.Lasmiradasdetodossedirigíanhacia

elesteyeloeste,tratandodeperforarlassombras.Mientraslasantorchassaltarinasdistraíana losguardias,eraposiblequeseprodujeraunataquepor los flancos.Sinembargotampocoestoocurría,ylosnerviosdelosexpedicionariosestabancadavez

www.lectulandia.com-Página13

Page 14: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

másresentidos.Pocodespués, y eranya las veintitrés,MaxHuber sedirigió a sus compañeros

convozresuelta:—Vamosareconoceranuestrosenemigos.—¿Noconvendríaesperaraqueamanezca?—inquirióJohnCort,másprácticoy

prudente.—Paciencia…paciencia…—exclamóelfrancés,moviendolasmanos—.¡Siemprehaciéndonosesperarhastaelúltimomomento!—¿A usted qué le parece? —John se dirigió al comerciante portugués, más

experimentadoensemejanteslances.—Puede que convenga prestar atención a la propuesta deMax. Naturalmente,

procediendoconmuchasprecauciones.—Sinadieseopone,yoiréendescubierta—seofrecióelfrancés.—Yyoloacompañaré—agregóelguía.—Eslomejor—aprobóelportugués.—No… me parece que será mejor que vaya también yo —dijo John Cort,

resueltamente.—Sería demasiada gente. Alguien tiene que quedar en el campamento —lo

interrumpióMaxHuber—Noiremosdemasiadolejos,ysidescubrimosactividadessospechosas,regresaremosdeinmediato.

—Llevenlasarmaspreparadas.—Asíloharemos—repusoKhamis—,peroesperoquenonecesitemosutilizarlas

paranada…—Tienesrazón.Loesencialesquenoseandescubiertos—agregóUrdax.Max Huber y Khamis se alejaron, desapareciendo entre las espesas tinieblas

apenasauncentenardepasosdelashoguerasdelcampamento.Acababande recorrercincuentametrosmás,cuandoadvirtieronqueelpequeño

Llangaloshabíaseguido.—¡Eh!¿Quéhacesaquí?—preguntóelguíaalniño.—Yo…irconseñorMax—repusoaquél.—Peroel señor Johnquedóenel campamento.Vete a acompañarlo.Talvez te

necesite.—¿SeñorMaxcorrerpeligrotalvez,sí?—exclamóvivamenteensupintoresco

lenguajeelprotegidodelosdosamigos—.¡SeñorJohn,no!— ¡No te necesitamos! —le dijo entonces Khamis con acento algo duro—.

¡Vuelvealcampamento!—Dejémoslovenir—intervinoentonceselfrancés,enternecidoporelafectoque

ledemostrabael chico—.Yaqueha llegadohastaaquí,bienpuedeacompañarnos.Nocreoquehayapeligroalgunoparaél.

www.lectulandia.com-Página14

Page 15: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¡Oh!¡Yovermuchodenoche!—leaseguróLlanga.—Esonosservirá.Abrelosojos.Lostressiguieronavanzando.Mediahoradespuésestabanamitadcaminoentre

elcampamentoylaselva.Los resplandoresqueprodujeronaquel estadodealarmaen losexpedicionarios

eranmásvivosacausadelamenordistancia,peropesealaagudavisióndeLlangayKhamisyalosbinóculosdecampañautilizadosporMax,nadasevislumbrabafueradelaslucesmismas.

Esto confirmaba la opinión del portugués, que creía que los portadores de lasantorchas se encontraban tras de los grandes árboles de la foresta. Tal vez esosnativosnopensabansalirdeallí.

En verdad aquello era cada vez más inexplicable. Si se trataba de una merareunióndenegrosqueplaneabanpernoctarpacíficamenteyseguirviajealotrodía,¿porquéiluminabanasílaselva?¿Aquéceremonianocturnaestabandedicados?

—Mepreguntosisabenqueestamosacampadoscercadeellos—murmuróMaxHuber.

—Supongoquesí.Aunquehayanllegadodespuésde lapuestadelsol,nuestrashoguerasdebendehaberlesadvertido.Mañanasabremossusintencionesmejor…

—Siesquetodavíaestamosaquídespuésquehayaamanecido…Lamarcha fue reanudadaensilencio.Por finseencontraronamediokilómetro

dellímitedelajungla.Nada sospechoso se advertía en aquel sitio, iluminado por el reflejo de las

antorchas.Pesealaluz,noseveíaaserhumanoalguno.—¿Nosacercamosmás?—inquirióMaxacompañero,cuandosedetuvieronpor

segundavez.—¿Para qué? —repuso Khamis —. ¿No resultaría imprudente? Quizá esos

hombres no tengan intenciones belicosas y al vernos se despierten sus instintosguerreros.

—¡Sinembargomehubieragustadoestarseguro!—murmuróelfrancés—.Estoesalgosingular…

Nada más era necesario para despertar su viva imaginación. El guía,comprendiéndoloasí,insistió:

—Regresemosalcampamento...—peroyaMaxhabíasepuestonuevamenteenmarcha,forzandoasusdoscompañerosaseguirlo.

Sinembargohabíanrecorridouncentenardemetros,cuandoKhamisexclamó:—¡Niunpasomás!¿Quéhabíadescubiertoaquelhombreacostumbradoalosbosques?¿Un grupo de indígenas hostiles? Lo cierto era que se acababa de producir un

bruscocambioenladisposicióndelaslucesquebrillabanentrelosárboles.

www.lectulandia.com-Página15

Page 16: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Porunmomentolasllamasdesaparecierontraslacortinavegetal,ylastinieblassetornaronprofundas.

—¡Atentos!—exclamóMax.—¡Retrocedamos!—repusoKhamis.¿Conveníaacasobatirseenretiradabajolaamenazadeunainmediataagresión?

¿Noeramejorenfrentaralosposiblesatacantes?Deprontolaslucesvolvieronailuminarlanoche.Peroestaveznosetratabade

resplandores a nivel del suelo, que podían tomarse por antorchas en movimiento.Ahorabrillabanaunaalturadetreintaocuarentametros.

—¡Diablos!—comentóMax—.¡Estoesextraordinario!¿Seránfuegosfatuos?Pero esta explicación no resultó plausible paraKhamis, que sacudió la cabeza.

Pero entonces… ¿significaba aquello que los indígenas acampados al pie de losárboleshabíantrepadoalasramasmáselevadas?

¿Conquéfin?—¡Sigamosavanzando!—insistióelfrancés.—Sería inútil.Nuestro campamento se halla amenazadopor ahora.Noquisiera

quepasentemorespornosotros…regresemos.—Pero si averiguamos lo que ocurre podremos tranquilizar mejor a nuestros

compañeros…—Nomeconvencesuidea.Nonosaventuremosmásadelante…estoyseguroqueunatribuíntegrasehareunidoenlaslindesdelaselva.¿Porqué

encendieron esas antorchas? ¿Para qué han trepado a la copa de los árboles? ¿Portemoralasfieras?

—¿Qué fieras? No hemos oído ningún rugido… ¡el más mínimo grito queindicaralapresenciadeanimalessalvajes!¡YoquierosaberquéocurreKhamis!

YseguidoporLlanga,MaxHuberavanzóalgunospasosmás,mientraselguíalollamabavanamente.

De pronto, el francés se detuvo.Las antorchas, como extinguidas por un soplosúbito,habíanvueltoaapagarse.Unaoscuridadprofunda,sombría,cubriótodo.

Del extremoopuesto, un rumor lejano, irreconocible, sepropagaba a travésdelespacio, verdadero concierto de mugidos prolongados, trompeteos nasales yestruendoscrecientes.

¿Era acaso una tormenta ecuatorial que llegaba con la imprevista rapidez deaquellaslatitudes?

¡No!Esosmugidoscaracterísticostraicionabanelorigenanimaldetodoaquello.Nosetratabadeunatormentasinodealgomuchomáspeligrosoyterrible.

—¿Quéeseso,Khamis?—preguntóMaxHuber.—¡Volvamosalcampamento!—repusoelguía.—¿Qué?¿Acaso…?

www.lectulandia.com-Página16

Page 17: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¡Sí!¡Vamospronto…antesdequeseademasiadotarde!

www.lectulandia.com-Página17

Page 18: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

3.ELDESASTRE.

Max,LlangayKhamisnotardaronmásdequinceminutosenfranquearlosdoskilómetros que los separaban del campamento. Corriendo, no se molestaron envolverseunasolavezparamirarhaciaatrás,puesporpartedelosindígenassubidosalascopasdelosárbolesreinabaunatranquilidadabsoluta.Elpeligrollegabadeotradirección.

Elcampamento,cuandolosdoshombresyelniñollegaron,estabadominadoporun terrible temor, completamente justificado frente aunpeligro contra el quenadavalíanelvalor,lahabilidadylainteligencia.

¿Enfrentarlo?Imposible.¿Huir?¿Esqueacasoteníantiempodehuir?Max y Khamis se unieron inmediatamente a John Cort y Urdax, que estaban

cincuentapasosmásalládelcampamento.—¡Unamanadadeelefantesasustados!—gritóelguía.—Sí—repusoelportugués—,¡ydentrodequinceminutosestaránaquí!—Vayamosalbosque——sugirióJohn.—Nosedetendrán—afirmóelguía.—¿Quéocurrióconlosindígenasqueestabanallí?—quisosaberJohn.—Nopudimossaberlo—explicóMax.—¡Peronopuedenhabersemarchadotanpronto!—Naturalmentequeno.Alolejos,aunosdosmilquinientosmetros,sedivisabaunaanchalíneaoscuray

ondulante, que sedesplazaba a regularvelocidad.El sonido sehacía cadavezmásfuerte, semejante a un trueno que crecía de volumen, mezclado con trompeteosamenazadores.LosviajerosdelÁfricaCentralhancomparadojustamenteestesonidoal ruido que hace una batería de cañones en movimiento sobre una carretera deempedrado irregular.A esto debe agregarse el sonido desgarrador de las trompetastocadascon toda fuerza.Esde imaginarel terrorde lacaravana,amenazadapor lahordadefuriososelefantes…

SiUrdaxhabíapodidoprepararunadefensacontraelposibleataquedeindígenashostiles…¿estaríaencondicionesdeidearalgoparaprotegeralcampamentodelasmolesirracionalesqueloamenazaban?

Parecíadifícil.—¡No podemos perder tiempo! —gritaba Khamis—. ¡Tenemos que huir de

inmediato!—¡Huir! —repitió el portugués, comprendiendo que en aquella palabra se

encerraba su ruina, pues se vería forzado a abandonar todo lo recogido durante laexpedición.Porlodemás,permanecerenelcampamentoseríaunverdaderosuicidio.

Maxysuamigoesperaronaqueelportuguésyelguíaadoptaranunaresolución

www.lectulandia.com-Página18

Page 19: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

paraseguirlade inmediato.Entretanto, loselefantesseaproximaban;el tumultoeratanfuertequeyanadapodíaoírse.

Elguíarepitiósuconsejo:eranecesarioalejarsedeinmediato.—¿Enquédirección?—preguntóMax.—Rumboalaselva.—¿Ylosindígenas?—Elpeligroesmenoralláqueaquí—repusosencillamenteKhamis.¿Quiénpodíaafirmaralgoencontra?Porlomenosexistíalacertezadeque,no

erasaludablepermanecerenaquelsitio.Todos esperaban una orden deUrdax, virtual jefe de la expedición. Por fin, el

portugués,agobiadoporsuspreocupacionespreguntó:—¿Yelcarretón?—¡Habráqueabandonarlo!¡Esdemasiadotarde!—repusoKhamis.En efecto, tras romper sus ataduras, los bueyes habían echado a correr

enloquecidos,dirigiéndoseensupánicohacialamasadeelefantes,quelosaplastaríacomo moscas. Al ver lo que ocurría, Urdax trató de recurrir al personal de lacaravana.

—¡Aver!¡Losportadores!¡Aquí!—gritó.Pero los negros, cargando bultos y colmillos de elefantes sobre sus cabezas,

corríanhaciaeloesteabandonandoasusamos.—¡Cobardes!—exclamóJohnCort,enojado.Prontoenelcampamentoquedarontansólolostresblancos,elguíayelpequeño

Llanga.— ¡El carretón! … ¡El carretón!… —repetía Urdax con desesperación,

empujando el vehículo hacia elmacizo de tamarindos en la esperanza de salvarlo.Khamisseencogiódehombrosyfueaayudarlo.Porfin,graciasalacolaboracióndeJohn Cort y Max Huber, el carretón quedó junto a los árboles. Si la manada deelefantesnoseguíaenlínearecta,aúnexistíaunaposibilidaddesalvarlo.

Pero esta tarea duró algunos minutos, y cuando estuvo concluida, ya erademasiadotardeparaintentarllegarhastaelbosque.Loselefantesestabandemasiadocerca.

Khamis,queconocíamuybien laextraordinariavelocidadquepuedenalcanzaresosanimales,calculóladistanciaygritó:

—¡Alosárboles!Aquellaeralaúnicaposibilidaddesalvaciónquetenían:treparaloscolososdela

selvayesperarquelamanadaseapartaraalllegaranteaquelobstáculo.AntesdehacerloMaxyJohnentraronenelcarretónysecargaroncontodoslos

paquetes de municiones que había, en tanto que Khamis buscaba el hacha y unmachete.

www.lectulandia.com-Página19

Page 20: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Enellargocaminoquelesfaltabaporrecorrer,necesitaríantodoaquello…John Cort, con una sangre fría a toda prueba, verificó la hora a la luz de un

fósforo.Max,másnervioso,miróhacialaenormemasaondulantequeseacercaba.—¡Senecesitaríaartilleríapesada!—murmuro.Khamis, por su parte, aguardaba con el aire impertérrito de africano de sangre

árabe.Dosrevólveresen lacintura,el fusilcruzadoenbandolera,hachaymachetecolgandodelcinturón,sehabíacruzadodebrazos.

Encuantoalportugués,incapazdeocultarsussentimientos,sequejabamásporlaspérdidasmaterialesqueaquellasituaciónlereportaría,queporlospeligrosfísicosqueibaacorrer.Así,gemía,maldecíayjurabavolublemente.

LlangasehabíapegadoaMaxyJohn,sindemostrarmiedoalguno.Ensualmadeniñocreíafirmementequebastabalapresenciadesusprotectores

paraquetodosalierabien.Yahabía llegadoelmomentode trepara losárboles.Talvez lamanadapasaría

sinhabervistoaaquellosintrusos.Los tamarindos se alzaban hasta treinta o cuarentametros de altura, y estaban

suficientementecercaelunodelotrocomoparaquesusramassuperioressetocaran,llegandoaentrelazarse.

El guía se apresuró a arrojar varias cuerdas de cuero de rinoceronte trenzado,utilizadasparamantenerjuntosalosbueyes,ypasarlasporlasramassuperioresdelos tamarindos para poder trepar mejor. Así pronto los dos blancos y el pequeñoLlangaestuvieronenunárbolyelportuguésconelguíaenotrovecino.

La manada de elefantes había llegado a trescientos metros de distancia delcampamento; un par de minutos más y los animales alcanzarían el macizo detamarindos.

—¿Quétal,amigomío?—inquirióJohnCortirónicamente—.¿Estássatisfecho?—Enlomásmínimo.Estoesalgoordinario…común.—Nocreas,Max.Si llegamosa salir convidade este lance, seráunaaventura

realmenteexcepcional.Locomúnresultaríaquemuriéramostodos.— ¡Caramba! ¡Me parece que después de todo tienes razón! Creo que sería

preferiblequeloselefantestomaranotrorumboenlugardevenirnosaamenazarconsusenormestrompas,patasycolmillos…

—Porunavezestamosenuntododeacuerdo,Max…La respuesta del francés quedó ahogada por el estruendo horroroso de los

elefantesavanzandohaciaelcampamento.Almismo tiemporesonaronmugidosdedolorquehicieronestremeceratodos.

Apartandoelfollaje,UrdaxyKhamismiraron.Auncentenardepasosdelmacizolos bueyes que huyeran despavoridos habían chocado contra aquella muralla enmovimiento,siendoarrolladosporlaspoderosaspatasdelospaquidermos.Unosolo

www.lectulandia.com-Página20

Page 21: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

consiguiócambiardedirecciónyhuyóendireccióndelostamarindos.Loselefantes,enardecidos,persiguieronalapobrebestia,llegandobajolascopasdelosdosárbolesdonde estaban refugiados los expedicionarios, terminando así con cualquieresperanzaqueéstossehubieranforjadodeverlosalejarse.

Enuninstantelacarretaquedóaplastada,reducidaaverdaderasastillas,entantoque el desdichado buey, falto de aliento, caía también bajo las patas de aquellospoderososseñoresdelaselvavirgen,desapareciendodelavistadeloshombresqueestabanrefugiadosenloaltodelostamarindos.

El portugués comenzó a maldecir en alta voz, pero ningún sonido alcanzó aescucharse,tantoeraelruidoquehacíanloselefantesenloquecidos.

Ni siquiera pudo oírse el disparo del rifle del desesperado comerciante, quecomenzóadescargarsusarmassobrelosrugososlomosdelospaquidermos.

MaxyJohnsemiraronconsternados.Admitiendoquecadabalaaniquilaraaunelefante,loqueeraprácticamenteimposible,hubieraresultadoigualmenteimposibleterminarconaquellamanada,integradaporunmillardeanimales.

—Estosecomplica—comentóelnorteamericano.—Digamosqueempeora—locorrigiósuamigo.Luegomiróalniñonegroyle

preguntó—:¿Notienesmiedo,Llanga?—EstandoconustedesLlanganotemeanada—fuelavalienterespuesta.—Entretantonocabíadudaque loselefanteshabíandescubiertoa loshombres

refugiadosenloaltodelostamarindos.Mientraslosqueestabanenlasúltimasfilasempujabana losde lasprimeras, el círculo se estrechaba.Unadocenade animalesprocurabaarrancarderaíz losárboles,entantoqueotrostratabandeenlazarconlatrompa las ramas bajas para atraerlas hacia ellos. Por fortuna los tamarindos eranfuertes y parecían capaces de resistir la carga de los colosos. Desgraciadamente,llevados por la desesperación, los expedicionarios dispararon al unísono sus armascontraaquellosrugososlomosquesemovíancomolasolasdeunmarembravecido.De inmediato se alzó un coro de barritos impresionantes, pese a que ningúnpaquidermosedesplomó.

Entoncesunnuevochoquesacudióconmayorviolenciaalosfuertestamarindos,quecrujieronpeligrosamente.

Otros dos tiros resonaron de inmediato. Eran el portugués y el guía quedisparaban sus rifles;Max y John se limitaron a aferrarse conmayor ahínco a susramas,convencidosde la inutilidaddehacer fuegocontraaquellahordadecolososimposiblesdederrotar.

—Reservemosnuestrasmuniciones—sintetizóMax—.Nosabemossipodemosllegaranecesitarhastaelúltimocartucho.

—Siempreycuandosalgamosdeaquíconvida—agregóJohn.Entretanto,eltamarindoenqueestabanrefugiadosUrdaxyKhamisvolvióaser

www.lectulandia.com-Página21

Page 22: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

sacudidocontantaviolenciaqueparecióapuntoderesquebrajarsedearribaaabajo.Evidentemente sus raíces resistían, pero no seguirían haciéndolo por mucho

tiempo.Permanecerenlacopadeeseárboleraunverdaderosuicidio.—¡Debemospasaraotroárbol!—gritóKhamisaUrdax.El portugués había perdido la cabeza y no respondió, limitándose a disparar

primerosurifleyluegolosrevólverescontralosenfurecidoselefantes.—¡Vamos!—repitióelguía.Enesemomentoeltamarindorecibióunasegunday

másviolentasacudida.Khamis,sindudarmás,saltóhaciaunaramadelárboldondeestabanrefugiadosMaxysuamigo,conelpequeñoLlanga.

—¿YUrdax?—gritóJohnCort.—Nohaqueridoseguirme…—jadeóelguía—.Estáenloquecido…—¡Entalcasohayqueirabuscarlo!—exclamóelnorteamericano.—Sí.Delocontrariocaeráatierra—agregóMax.—¡Demasiadotarde!—gimióentoncesKhamis.En efecto. Era demasiado tarde. Arrastrado una última y violenta carga, el

tamarindocayóestrepitosamente.Ningunodeloshombresqueestabanenelsegundotamarindosupoconcertezalo

que le ocurrió a Urdax. Sus gritos indicaron que se debatía entre las patas de loselefantes,perocasideinmediatocesaron.

Todohabíaconcluidoparaeldesdichado.—¡Pobrehombre!—murmuróentristecidoJohnCort.—Ahoranostocaanosotros—repusoKhamis.—Esoseríatambiénmuylamentable—observófríamenteMax.—Unavezmásestoydeacuerdocontigo—dijoJohn.¿Quéhacer?Loselefanteshabíancomenzadoasacudirlosotrosárboles,agitados

como si hubieran sido sometidos a la acción desencadenada de los elementosfuriosos. ¿Acaso el horrible fin de Urdax estaba reservado también a los demás?¿Tendrían tan sólo algunosminutosmás de vida? ¿Les sería posible abandonar surefugio arbóreo y buscar otro lugar más seguro? Pero si llegaban a descender enprocuradelabrigoqueofrecíalaselvapróxima…¿podríanalcanzarla?

Elárbolcontinuabaoscilando,enformacadavezmásbruscayacentuada;prontolos hombres se vieron forzados a aferrarse con fuerza para no caer, en tanto queLlanga hubiera sido víctima de los furiosos paquidermos de no haberlo sostenidoMaxconsufuertemanoizquierda,mientrasmanteníasuderechacerradasobreunagruesarama.

Peroaquellonopodíaprolongarse.Deunmomentoaotrolasraícescederíanoelárbolsequebraríaenlabase.

Losembatesprosiguieronyeltamarindosedoblópeligrosamente.—¡Corramosalbosque!—gritóKhamisangustiado.

www.lectulandia.com-Página22

Page 23: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Los elefantes se habían alineado en un solo frente para poder atacar mejor alárbol. Del otro lado no había ningún paquidermo; esto favoreció a Max y suscompañeros.Primero sedescolgó el guía, y tras él saltaronvelozmente a tierra losdosamigosconelniño.

Luegoecharonacorrercontodalavelocidadquelesresultóposible.MaxcargabaalniñoenbrazosyJohnsemanteníaasulado,conelriflelistopara

entrarenacción.Khamisporsuparteabríalamarcha.Acababanderecorrermediokilómetrocuandounadocenadeelefantesadvirtióla

fugalanzándoseatodamarchatrasellos.—¡Animo! —gritó el guía—. ¡Mantengamos nuestra ventaja y llegaremos!

LlangaadvirtióqueelgenerosoMaxsefatigabamásquelosotros.—Déjame,amigoMax—rogóle—.¡Déjame,queLlangatenerbuenaspiernas!Peroelfrancésnosemolestóencontestarleysiguiócorriendollevándoloensus

brazos.Un kilómetro quedó atrás sin que los paquidermos hubieran conseguido sacar

ventajaalguna.Pordesgracialavelocidaddelosfugitivosibadisminuyendo.Todosjadeaban, fatigados por aquella carrera enloquecedora a través de un terrenoabsolutamenteirregular.

La selva no estaba ya a más de doscientos metros de distancia y todos seconvencieron que su espesura era el único obstáculo que podría detener a losmonstruosospaquidermos.

—¡Rápido!¡Rápido!—insistióelguía—.DemeaLlanga,señorHuber.—No.¡Lollevaréhastaelfin!Unodeloselefantesestabaamenosdedocemetrosdeellosyseacercabacada

vezmás.Yasesentíahastaelcalordelalientoquesurgíadelaextendidatrompa.Unminutomás,yMaxHuberconelniñocaeríanbajolaspatasdelcoloso.

Entonces JohnCort dio unademostraciónde su extraordinaria pericia y sangrefría. Deteniéndose apoyó una rodilla en tierra, apuntó un instante hacia elpaquidermo,ydisparó.

Labaladelriflepenetróenelojoderechodelelefante,alcanzandoelcerebrodelabestiaymatándoloinmediatamente.

¡Untiroconsuerte!—murmuróJohnentredientes,echandoacorrernuevamente.Los demás paquidermos llegaron junto a su congénere y se detuvieron un

momento,proporcionandoasíunrespiroaloshombresquehuían.Enlajunglanohabíavueltoaversefuegoalguno,nianivelnisobrelosárboles.

Todoseconfundíaconelperímetrodeloscurohorizonte.Agotados, jadeantes, cubiertos de transpiración, los tres hombres parecieron

desfalleceracincuentapasosdelasalvación.—¡Vamos!¡Vamos!—repetíaKhamis.

www.lectulandia.com-Página23

Page 24: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Loselefanteshabíanreiniciadolapersecuciónyestabancadavezmáscercanos.Peroelinstintodeconservaciónesmáspoderosoquelafatiga,yKhamis,MaxyJohnconsiguieron llegar al refugio ofrecido por los primeros árboles, dejándose caer atierraapenasfranquearonaquellasalvadoramuralla.

En vano los elefantes trataron de alcanzarlos. La jungla era demasiadoimpenetrableparasuscuerposgigantescos.

Losfugitivosestabanasalvo…porlomenosencuantoaloselefantesserefería.Anteellos,densa,impenetrable,misteriosa,seextendíalaselvadeUbangui.

www.lectulandia.com-Página24

Page 25: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

4.HACIAELUBANGUI.

Cuandolosexpedicionariosllegaronalaforesta,eracasimedianoche.Tras descansar un rato rodeados de la más inmensa oscuridad, comenzaron a

inquietarse. Habían escapado de un terrible peligro, pero ignoraban si estaban porcaer enotro.Enmediode lanochehabíanvisto subir a los árboles lasmisteriosasantorchas que iluminaran la selva, para extinguirse luego… ¿Dónde estaban losindígenasquedebíandehaberacampadoallí?¿Noseproduciríaunaagresiónalrayarelalba?

—Debemosvigilar—dijoelguíacuandorecuperóelaliento.—Sí —asintió John Cort—. Corremos peligro de ser atacados en cualquier

momento…alcanzoavislumbrarlosrestosdeunahoguera…Enefecto.Acincooseispasosdeellos,alpiedeunárbol,seveíanbrillarvarios

tizonesencendidosaún.MaxHuberselevantóypreparandosucarabinafuearevisarlosalrededores.Su

ausenciafuemuybreve.—Nohaypeligroalguno—anunciócuandoregresó—.Estapartedelajunglaestá

totalmentedesierta.Losindígenasdebendehabersemarchado.—Talvezsefueroncuandovieronapareceraloselefantes—observóJohnCort.—Quizás.LosfuegosquevislumbramosseextinguieroncuandoelseñorMaxy

yooímos losprimerosbarritosdeesosanimales—afirmóKhamis—.Noalcanzoacomprender.Esagentetienequehabersesentidoseguradetrásdelosárboles.

—La noche no es precisamentemuy adecuada para buscar razones ymotivos,amigos—dijoelfrancésbostezando—.Confiesoquetengomuchosueño.Losojossemecierransolos…

—Estenoesmomentooportunoparadormir—exclamóJohn.—Comprendotusescrúpulos,peroelsueñonoobedece,ordena.¡Hastamañana!—yconestaspalabraseldespreocupadojovenserecostó,cerró

losojosysequedóprofundamentedormido.—Acuéstate también tú, Llanga —dijo suavemente John—. Yo velaré hasta

mañana.—Duermatranquilo,señorCort—intervinoKhamis—.Yoestoyacostumbradoa

lavigilianocturnaypuedomontarguardiasinriesgodesersorprendido.El guía era hombre de absoluta confianza, pero el norteamericano insistió en

acompañarlo.LlangaseacurrucócercadeMaxyprontosumósusronquidosalosdelfrancés.

Johnresistiódurantequinceminutospeseaquelafatigalodominaba.Khamisnolograbaarrancardesurecuerdolamuertedeldesdichadoportugués,

conelquehabíaestadounidoporunaantiguaysólidaamistad.

www.lectulandia.com-Página25

Page 26: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—El desdichado perdió la cabeza y viéndose abandonado por los portadores ycontodoelfrutodesutrabajoperdido,nosupoquéhacer—dijoporfin.

—¡Pobre,hombre!—murmuróJohn.Estasfueronlasdosúltimaspalabrasquealcanzóapronunciar.Vencido por el agotamiento físico, se deslizó sobre la hierba y se durmió

profundamente.Solo, los ojos bien abiertos y la diestra cerrada sobre la carabina, Khamis se

incorporóparapodervigilarmejor,comenzandoapasearse,listoparadespertarasuscompañerosantelamenorseñaldepeligroquesepresentara.

Porfortunallegóelalbaconsusprimeraslucessinquenadahubieraturbadoeldescansodelostresdurmientes.Khamisemperocontinuóvigilando.

En los capítulos precedentes el lector ha podido formarse una idea fiel de lasdiferencias de carácter que distinguían a los dos amigos, el francés y elnorteamericano.Esteúltimoeraun jovendeespírituserioypráctico,con todas lasvirtudesquecaracterizanaloshombresdeNuevaInglaterrayningunodelosvicioscomunes en los yanquis. Nacido en Boston, había viajado, mucho pues amaba lageografíaylaantropología.

A estosméritos unía un valor extraordinario y una profunda devoción por susamigos,siendocapazdellegaracualquiersacrificioporellos.

MaxHuber,francéstípico,nacidoenParísyconservadosincambiospesealosazaresdelavidaquelollevaranaaquellastierraslejanas,eralaantítesisdesuamigo.Nocedíaunápiceencuantoainteligenciaybuencorazón,perocarecíadesusentidopráctico. Vivía «en verso», en tanto que John Cort lo hacía «en prosa». Sutemperamento lo lanzaba en procura de lo extraordinario. Para satisfacer suimaginacióneracapazdecorrerlasmásalocadasaventuras,ydenoserporsuamigo,másreposadoysereno,enmásdeunaoportunidadhubieradejadoelpellejo,desdeelmomentoenquepartierondeLibrevillerumboalaselva.

Los dos jóvenes se habían conocido seis años atrás en la pequeña localidad deGlass,villorrioubicadoacortadistanciadeLibreville,dondelasfamiliasdeambostenían importantes intereses radicados. Los muchachos trabajaban en puestos deresponsabilidaddentrodelamismaempresayhabíanllegadoaconocersemuybienyestimarseenconsecuencia.

Tresmesesantesdelmomentoenquetomamoslaacción,MaxHuberyJohnCorthabíanproyectadovisitar la regiónqueseextiendealEstedelCongofrancésydelCamerún. Cazadores audaces ambos, no vacilaron en unirse al personal de unacaravanaqueestabaapuntodepartirdeLibrevillehaciaelpaísdeloselefantes,másalládelBahar—el—Abiad,enlosconfinesdelBaghirmiyelDarfour.Eljefedelacaravanaeraconocidodelosdosjóvenes.SetratabadelportuguésUrdax,naturaldeLoango,queerajustamenteconsideradounhábilcomerciante.

www.lectulandia.com-Página26

Page 27: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

UrdaxformabapartedeaquellasociedaddecazadoresdeelefantesqueStanleyencontróen1887—1889cercade Ipotó,al recorrerelCongoseptentrional.Peroelportugués, al contrario de sus colegas, no tenía lamala reputación habitual en loshombresdedicadosatalcomercio,quemuchasvecesestabamanchadoporlasangredeincontablesnativos,muertosparasatisfacerlacodiciadelhombreblanco.

Por el contrario, Urdax era un digno compañero para los dos jóvenes, que loaceptaron, haciendo extensiva su confianza al guía, Khamis, que en ningunacircunstanciaibaadarmotivosparadudardesudedicaciónysucelo.

Yahemosvistoque lacaceríahabíasidofeliz;perfectamenteaclimatados,JohnCortyMaxHubersoportaronconsingularresistenciatodaslaspenuriascomunesensemejante expedición. Al emprender el regreso estaban perfectamente bien, algodelgadosperollenosdeentusiasmo,hastaquelamalasuerteseinterpusoparaalterarsusplanes.

Ahorafaltabaeljefedelacaravana,noteníanequiponiportadores,yestabanacasidosmilkilómetrosdeLibreville.

ElGranBosque,comolollamaraUrdax,laforestadelUbangui,justificabaestadenominación.

Enlasregionesconocidasdelgloboterrestreexistenaúnsuperficiescubiertaspormillonesdeárboles,ysusdimensionessonsuperioresalamayorpartedelosEstadosEuropeos.

Entrelasmásvastasdelmundo,secitancuatroselvas,asaber:ladeAméricadelNorte, que se prolonga en dirección septentrional hasta la Bahía de Hudson y lapenínsuladelLabrador,cubreenlasprovinciasdeQuebecyOntariounáreade2.750kilómetros de largo por 600 de ancho. La segunda es la de América del Sur, queocupa el valle del Amazonas, al noroeste del Brasil, parte de Perú, Paraguay,ColombiayVenezuela,conunalongitudde3.300kilómetrosyunanchode2.000.

La tercera es la zona boscosa de Siberia, con 4.800 kilómetros a de largo por2.700deancho,cubiertaporenormesconíferas,quealcanzanhastalossetentametrosdealto,yqueestáubicadaenSiberiameridional,másalládelosllanosdelacuencadelObi,aloeste,hastaelvalledesIndighiska,aleste,regadaporlosríosYenissei,Yana,OlamkyLema.

Encuantoalacuartazonaboscosa,quetieneunasuperficiedifícildedeterminarpero que sobrepasa a las otras tres, se extiende enÁfrica Ecuatorial, cubriendo elvalledelCongohastalasfuentesdelNiloyelZambezi.Allíhaytodavíaunaenormeextensión totalmente inexploradaquesobrepasaenmásdeldoblea lasuperficiedeFrancia.

RecordemosqueelportuguésUrdaxsehabíanegadoaentrarenaquellacomarcadisponiéndoseabordearlaporelnorteyeloeste.Enverdadlacarretaylosbueyesnuncahubieranpodidocircularenmediodeaquellaberinto.Encambiosiguiendoel

www.lectulandia.com-Página27

Page 28: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

lindero de la jungla, si bien el viaje aumentaba en algunos días, la ruta se tornabasencillay fácil, hasta llegar a laorilladerechadelUbangui,desdedonde resultaríamuysimplealcanzareldestinofinaldelaexpedición.

Pero con los acontecimientos que acabamos de relatar la situación se habíamodificado totalmente. Ya no tenían los expedicionarios ni carreta ni caravanacargada con mercaderías y elementos que demoraran la marcha entre los árboles.Eran simplemente tres hombres y un niño a dos mil kilómetros de la costa y sinmediosdetransporte…

¿Quéeraloqueconveníahacer?¿Retomarel itinerariotrazadoporUrdax,peroencondicionespocofavorables?¿Procurarelcrucedelaselva,conmenosriesgodeencontrarsalvajesenlaruta,ahorrandoasílargoskilómetrosdecamino?

CuandoMax y John despertaron, éste fue el primer problema que se trató deresolver.

Durante las largas horas que precedieron al alba, Khamis montó guardiaconstantemente. Ningún incidente había turbado el reposo de los dos amigos y elniño, haciendo suponer una posible incursión nocturna por parte de enemigos. Sinembargo,cadasonidoqueelagudooídodelguíanoalcanzabaacatalogar, lohacíaadelantarsehastaelsitiodondeseprodujera,conlossentidosalertaylasarmaslistas.Peronuncapasoningunaalarmadeserproducidaporelcrujidodelasramassecas,elgolpe de ala de un pájaro a través de la espesura, el paso de un rumiante o elmurmullodelvientoenlasfrondas.

CuandoMax y John abrieron los ojos, lo primero que preguntaron fue por losnativos.

—Noaparecieron—repusoKhamis,queparecíahaberdescansadotodalanocheporsuaspectorozagante.

—¿Hayalgunaseñaldesupaso?—Esdesuponerquesí.—Veamos…Sedirigieronlostres,seguidosporLlanga,hastalalindedelbosque.Lasseñalesdejadaspor losnativoseranevidentes:hierbaspisoteadas, restosde

hogueras,cenizas,tizonesamedioconsumir.Peroningúnserhumanoalavista,nientierranisobrelosárboles.

—Partieron…—concluyóMaxHuber.—Opor lomenos,sealejaron—afirmóKhamis—.Nocreoquehayanadaque

temer.—Silosindígenassemarcharon,loselefantesnosiguieronelejemplo—observó

JohnCort.Así era. Losmonstruosos paquidermos seguían rondando enojados el sitio por

dondeescaparanhorasantessuspresuntasvíctimas.

www.lectulandia.com-Página28

Page 29: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Algunos se esforzaban aún en querer derribar los árboles con sus vigorososenviones,perolaespesuraerademasiadoparaellos.

Khamis comentó con sus compañeros el estado lastimoso en que quedara elmacizodetamarindos,destrozadoypisoteadoporloselefantescomosienlugardecorpulentosárboleshubieransidohierbasdelcampo.

Siguiendoelconsejodelguía,seretiraroninmediatamentedellinderodelaselva,para evitar que los paquidermos volvieran a verlos. Tal vez así los elefantes semarcharandeaquelsitio.

—Si se alejan podremos regresar al campamento para buscar las provisiones ycartuchosquequeden—dijoMaxHuber—,yenterrarademásalpobreUrdax.

—Es imposiblesoñarlosiquieramientras loselefantesesténa lavista—repusoKhamis—. Por lo demás, en el campamento no puede haber quedado nada encondicionesdeuso.Tododebedeestardestrozado.

Asídebíadeser.Ycomolospaquidermosnodemostrabanlamejorintencióndemarcharse,losviajerosresolvieronalejarseellosdeallí.

Mientras caminaban,Max tuvo la buena suerte dematar una hermosa pieza decaza,quelesasegurabalaalimentacióndurantedosotresdías.

Setratabadeunimpala,especiedeantílopedepelogrisycastaño,degrantalla,con largoscuernosenespiral.Labala lohabíaalcanzadoenelmomentoenquesedeslizabaentrelamaleza.

Elanimaldebíapesarpor lomenosuncentenardekilos.Alverlocaer,Llangahabíacorridoalegrementeabuscarlo,peronaturalmenteelniñonopudocargarlo.

Elguía,acostumbradoatalesmenesteres,quitóelcueroalantílopeyseparólaspartes comestibles, que fueron llevadas hasta el sitio donde pasaran la noche ypuestosaasarenunfuegoqueKhamispreparódiestramente.

Las conservas, bizcochos y alimentos envasados que con tanta abundanciacontaranlosexpedicionarios,sehabíanperdidoporcompletodurantelacargadeloselefantes. Por fortuna en las salvajes selvas africanas un cazador diestro no puedepadecer hambre, pues abundan los animales comestibles. Es claro que para eso senecesitan armas y municiones; y si bien los expedicionarios disponían de rifles yrevó1veres de alta precisión, no tenían por desgraciamás de doscientos cartuchosentre los tres, pues lamayor parte de su arsenal había quedado aplastado bajo laspatasdelospaquidermos,entrelosrestosdelacarreta.

Esto era un grave inconveniente, sobre todo si se considera que los primerosseiscientos kilómetros de recorrido que debían realizar era a través de territoriopobladoportribussalvajesyanimalesdepresa.

Una vez que llegaran a la costa derecha del Ubangui la situación cambiaríafundamentalmente, pues podrían reaprovisionarse sin problemas en cualquier aldeacosteraenunadelasnumerosasmisionesqueseescalonanalolargodeeseríooen

www.lectulandia.com-Página29

Page 30: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

lasmismasflotillasquedesciendenporsucurso.Tras haber repuesto sus fuerzas comiendo el exquisito asado preparado por

Khamis, bebieron un trago del agua cristalina de un arroyo que corría entre losárbolesysesentaronparadiscutirelcaminoqueseguirían.

ElprimeroenhablarfueJohnCort.—Hastaahorahemosobedecido lasórdenesdeUrdaxpor laconfianzaquenos

merecía —comenzó diciendo—. Esta confianza es la misma que experimentamoshacia usted, Khamis. Díganos qué es lo que a su parecer conviene que hagamosahora…

—Así es —afirmó Max Huber—. Hable, que nosotros obedeceremos a susindicaciones.

—Usted,harecorridoelpaís—prosiguióJohn—.Haceañosqueguíacaravanascon una dedicación que conocernos perfectamente. Hacemos un llamado a esadedicaciónyalafidelidadquesiemprehademostrado.

Sabemosqueustednonosllevarápormalcamino.—Puedencontarconmigo—repusosencillamenteelguía,estrechandolasmanos

delosdosamigos.—¿Quénosaconsejahacer?—inquirióJohnCort—.¿Debemosonorenunciaral

proyectodeUrdaxdebordearlaselvahaciaeloeste?—Habráquecruzarla—repusosinvacilarelguía—,estaremosmenosexpuestos

aunmalencuentro;fieras,puedeser,peronadadeindígenashostiles,quesonpeoresquelasfieras.Nidenkas,nibudgosnipahuinossehanarriesgadojamásaentrarenelGranBosque.Lospeligrosquecorreríamosenlallanuraseríanmayores.Repitoqueenestaforesta,dondeunacaravananohubierapodidointernarse,tendremosmayoresposibilidadesdesalirconvidaquesiguiendocualquierotrocamino.

CreoqueconunpocodesuertellegaremosbienalosrápidosdeZongo.Estos rápidos atraviesan el curso del Ubangui en el punto donde el gran río

cambiabruscamentededirección,virandodeloestehacia el sur, y es allí donde lagran selvaprolonga su extremomás lejano; así, pues, bastaba a los viajeros seguiraquelladirecciónparatenerlacertezadeentrarencontactoconotracaravanaabreveplazo.

ElconsejodeKhamiseraelmásinteligentequepodíaesperarse;porlodemáselitinerarioqueproponíaabreviabalamarcharumboalUbangui.Laúnicapreguntaqueseformulabantodosera:¿quépeligrosdesconocidosencerrabaaquellaselvavirgen?Además, no había senderos de ninguna especie, excepción hecha de los sitiosutilizados por los animales salvajes para atravesar la maleza baja. Hubiera sidonecesariotenermachetesparaabrircaminos,perodebíanconformarseconelhachadecampañadeKhamisyloscuchillosdemontedeMaxyJohn.

Tras habermeditado sobre todas las posibilidades, JohnCort no dudómás. En

www.lectulandia.com-Página30

Page 31: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

cuanto al problema de la orientación, si bien el sol era casi invisible a causa delfollaje,noeraunproblema.

En efecto, una especie de instinto, semejante al de los animales, inexplicable yque se encuentra enalgunas razasdehombresmásqueenotras,yque lespermiteguiarseyorientarsuspasosenladireccióndeseadaaunquenodispongandemedioalgunode información, facultabaaKhamisaencaminarse sinmargencasideerrorhaciaelUbangui…

Maxy John confiabanplenamente en esta aptitud como si hubieran tenidounabrújula y un sextante. En cuanto a los obstáculos de otra índole que podíaninterponerseenelcaminoderegreso,elguíadijo:

—Noencontraremosmásquesenderosapenaspracticables,cortadosportroncosdeárboles secos,caídospor laedadoelembatedel rayoyotrosobstáculosporelestilo.Ademásdebedehaberotroscursosdeaguadesconocidos,quedesembocanenelUbangui.

—Peroesoseríaunaventajaparanosotrosynounproblema.Conconstruirunabalsadetroncos…—comenzóadecirMax,llenodeentusiasmo,peroJohnCort lointerrumpió.

—¡No tan rápido, querido amigo! No te dejes llevar por una imaginacióncalenturienta…

—ElseñorMaxtienerazón—tercióKhamis—.HaciaelPonientetendremosqueencontraruncursodeaguaquedesembocaenelUbangui…

—De acuerdo —afirmó John Cort—. Pero recuerda qué clase de ríos tieneÁfrica…ensumayorpartenosonnavegables.

—No ves más que dificultades, John —Las dificultades conviene imaginarlasantesdequesepresentenparapoderlasprevenir,amigomío.

El norteamericano tenía razón: los ríos africanos no ofrecen característicassemejantes a la de otros continentes, y sus cuatro grandes cuencas líquidas, la delNilo,ladelZambezi, ladelNigeryladelCongo,nosonnavegablesnisiquieraenlos cursos de agua más importantes, pues se encuentran cortados por rápidos,cataratas y caídas de agua que han contribuido a lo largo de siglos a convertir alcontinentenegroenunatierrainexploradaydifícilderecorrer.

PorlotantolaobjeciónhechaporJohnCorteraseria.Khamisasíloreconoció,pese a queno era tangrave comoparahacer abandonar el proyectoque enunciaraanteriormente.

—Cuandoencontremosuncursodeagualoseguiremoshastadondeseaposible—dijo el guía—. Si los obstáculos que se presenten son fáciles de salvar, lossalvaremos.Encasocontrario,noslimitaremosatomartierrayproseguirlamarchaapie.

—Aclaremos que yo no me opongo en ninguna forma a su propuesta —

www.lectulandia.com-Página31

Page 32: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

interrumpióloelnorteamericano—.Porelcontrario,mepareceunabuenaideaseguirrumbo al Ubangui tomando uno de sus afluentes como medio de viajar másrápidamente…

Yanocabíadiscutirmás.Tansóloeraposibleadoptarunaresolución,¡yfueMaxHuberquienlamaterializóenpalabras!

—Bueno…¡enmarcha!Suscompañeroslasrepitieronllenosdeentusiasmo.Enelfondoelmássatisfechoconlasituacióneraelfrancés:Aventurarse en el interior de aquella inmensa foresta, hasta aquel momento

inexplorada y tradicionalmente impenetrable… Tal vez allí hallaría el elementoextraordinario que le haría correr las aventuras que tanto anhelaba y que le fuerannegadashastaaquelmomento.

www.lectulandia.com-Página32

Page 33: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

5.LOSPRIMEROSDIASDEMARCHA.

Alrededor de las ocho comenzó la marcha hacia el sudoeste. ¿Qué distanciadebían recorrer para alcanzar el curso de agua que buscaban y llegar así hasta elUbangui?Nadiepodíadecirlo.Ysisetratabadelarroyoqueatravesabaelsitiodondesealzarananteriormentelostamarindos,yqueahoraestabacubiertoporlostroncosdestrozados y los restos del campamento… ¿no seguiría una dirección demasiadooblicua para desembocar en el gran río? Además, por el momento su caudal noautorizabaaconsiderarlonavegableenningunaporcióndesucurso.

Porotraparte,siaquellainmensamasadeárbolesnoteníaensusenouncaminomás o menos apto para avanzar, resultaría bastante difícil abrirse paso hasta lacivilización. Los expedicionarios confiaban que los grandes animales, como losrinocerontesybúfalos,hubierantrazadosendastransitablesentrelamarañavegetal,achatandolosarbustosyquebrandolianasyenredaderas.

Llanga,ágilcomounlebrel,corríaadelantepesealasinsistentesvocesconquelollamabaJohnCort,instándoloaquefueramáscautoynosealejara.Pero,peseaqueamenudoseperdíadevista,suvozagudaypenetrantellegabaconstantementehastalosoídosdesusprotectores.

—¡Poraquí!—gritaba—.¡Poraquí!Ylostreshombresloseguíanatravésdelasendaqueibadescubriendo.Cuandosetornónecesarioorientarseenaquelmaremágnumderamasyhojas,el

instintodelguíaactuóautomáticamente.Porlodemás,atravésdelosintersticiosdelascopasdelosárboleselsoldejabafiltrarsusrayosdorados,pormediodelosqueresultaba fácil calcular la altura del astro rey.Empero, lamayor parte de la junglaestaba ensombrecida por el espeso follaje, reinando una semipenumbra increíble aaquella hora temprana. Los viajeros comentaron que durante los días tormentososaquelbosquedebíadeestartotalmenteaoscurasamediodía.Encuantoalasnoches,todointentodecirculaciónsetornabaevidentementeimposible.PorsuparteKhamishabíaexpresadosu intencióndehaceraltoentre lapuestadelsolyelalbadecadajornada,paradescansarynocorrerriesgosinútiles.Encuantoaotrasprecauciones,acamparíanbajolacopadealgunodelosgigantesdelaselvaynoencenderíanfuegoalguno,exceptoduranteelratonecesarioparaasarlacazaatrapadaeneldía.Sibienlaselvanodebíadesermuy frecuentadapor losnómades,ynohabíanencontradotrazaalgunadelosqueacamparanenellinderolanochedeldesastre,erapreferiblepasarinadvertidosentrelaespesura,nollamandolaatenciónconhoguerasnocturnas.

Algunasbrasasbastaríanparalarudimentariacocinayenaquellaépocadelañonoeradetemerquedurantelasnochesrefrescara.

La caravana había sufrido mucho los grandes calores tropicales de la regiónrecorrida durante los meses anteriores. Ahora, bajo las copas de aquellos grandes

www.lectulandia.com-Página33

Page 34: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

árboles, los aventureros se sentíanmás protegidos de la temperatura ymientras lahumedad no aumentara podían considerar un cambio ventajoso el poder dormir alairelibre.

Lo más temible de todo era la lluvia. Aquélla era una comarca con grandesprecipitaciones pluviales a lo largo de todo el año. En la zona equinoccial soplanvientos alisios que se neutralizan. De este fenómeno climatérico, surge comoresultanteque siendo el cielohabitualmente calmo, las nubes esparcen susvaporeshúmedos en forma de copiosos aguaceros. Durante los últimos quince días, elfirmamento se había mostrado sereno y habiendo comenzado la luna con buentiempo,podíaesperarsequesiguieraduranteotrasdossemanas.

En aquella parte de la jungla, que seguía una pendiente poco sensible hacia elUbangui,elterrenonoerapantanoso,loquenoeradableesperarmásalsur.

El suelo, firme, estaba tapizado por una hierba alta y espesa que hacía difícilcaminar, sobre todoporque las patas de los animales salvajes no la habíanholladoaún.

—¡Eh! —observó Max Huber—. ¡Es de lamentar que nuestros amigos loselefantesnohayanllegadohastaaquí!Hubieranpodidoabrirnosunsenderoenestaendemoniadamaleza.

—Aplastándonosconlavegetación…—agregóJohnCortirónicamente.—Con toda seguridad —agregó el guía—. Debemos contentarnos con los

caminostrazadosporbúfalosyrinocerontes,cuandoloshaya.Khamis era quienmejor conocía aquella parte de la selva africana, pues había

recorrido las junglas delCongo yCamerún. Se comprenderá, pues, que no tuvieradificultadalgunaenclasificar losmagníficosejemplaresdel reinovegetalque ibandejandoatrás.JohnCortenparticularseinteresabaenelestudiodeaquellasplantasyárboles, encontrando maravillosas las fanerógamas que tanto abundan en aquellaselva,yquellegandesdeelCongohastaelNilo.

—Lomejor de todo serápodervariar nuestra dietamezclando la carne con losvegetales comestibles que encontremos —agregó comentando el hecho con susamigos.

Sin mencionar a los gigantescos tamarindos, tan comunes en la jungla, habíamimosas de extraordinaria altura y baobabs de hasta ochenta metros. Ciertosespecímenesalcanzabantreintaycincoocuarentametros,consusramasespinosas,hojaslargasyanchas,confrutosquealestarmadurosestallanlanzandolassemillasamucha distancia del tronco. De no haber tenido su maravilloso instinto deorientación,Khamishubierapodidodirigirlamarchaconsóloseguirlasindicacionesdel sylphinum lacinatum,pues lashojasdeeste arbusto seabrenaambos ladosdecadarama,señalandounashaciaelesteyotrashaciaeloeste.

Unbrasileñoperdidoenmediodeaquellasvastasforestas,hubierapodidocreerse

www.lectulandia.com-Página34

Page 35: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

en medio de la selva de su país natal.MientrasMax Huber protestaba contra losarbustosenanosqueerizabanlatierraderamasyespinas,JohnCortnosecansabadeadmirar el tapiz verde donde se multiplicaban las distintas especies en unademostracióndevitalidadextraordinaria.

Todosaquellosrepresentantesdelreinovegetalnoestabandemasiadounidosenaquella enorme extensión de tierra. De no haber sido por las gruesas lianas yenredaderas, hubiera podido transitar por la selva una caravana con carretas yvituallas,sindificultadalguna.

Desdetodaslascopasytodaslasramascaíanenguirnaldascaprichosas,cadenasvegetales y festones de diversos colores las plantas parásitas que se nutrían de lasavia de los colosos del bosque, formando verdaderas cortinas que imposibilitabancasielpasodelosviajeros.

Y del medio de aquella amalgama viva de maleza y frondas, escapaba unconcierto de chillidos, aullidos y gritos, mezclados con cantos y silbidos, que seprolongabandesdelasalidahastalapuestadelsol.Loscantosescapabandelospicosalargadosdemillonesdepájarosquerevoloteabanyseposabansobrelasramas.

Los gritos pertenecían a las distintas colonias de simios, de babuinos de pelogrisáceodechimpancésydegorilas,losmásfornidosypeligrososmonosdeÁfrica.Hastaaquelmomentoaquelloscuadrumanosnosehabíandejado llevarporningúnsentimiento hostil hacia los viajeros, que debían de ser los primeros hombres queindudablementepisaban aquella parte deÁfrica.Había, pues, en aquellos animalesmás curiosidad que cólera; esto no hubiera ocurrido en otras partes delContinenteNegro,dondelostraficantesdemarfilyahabíanhechoconocerelsignificadodelasarmas de fuego a las bestias de la selva a lo largode sus expediciones, que tantasvidashumanascostabananualmente.

Trasunprimeraltoenmediodelaornada,otrosehizoalcaerelsol.Elcaminosetornabarealmentedifícil,acausadelconstanteaumentodelianasqueformabanunaredespesaydifícildequebrar.Cortarlaserauntrabajopenosoylargo.Porfortuna,de tanto en tanto podían avanzar sin dificultades por los senderos trazados por losbúfalos,cuyascabezassealcanzabanadivisarentrelamaleza,entrelosmacizosdeespesosarbustos.Estosrumiantessonpeligrosísimos,yloscazadoresdebenevitaralatacarlos caer bajo sus cuernos.Porotra parte, sondifíciles de abatir, y unade lasformasmássegurasespegarlesuntiroenlafrente.MaxyJohnnohabíantenidolaoportunidaddecazaraaquellosanimales,pero,comolacarnedelantílopeduraba,nosearriesgaronagastarinútilmentemuniciones.Duranteelviajenodebíaresonartiroalguno,exceptocuandofueraabsolutamente imprescindiblepara la salvaguardiadetodos,endefensapropiaoparacazareldiariosustento.

Khamis dio la voz de alto en el borde de un pequeño claro de la selva yacamparonbajolacopadeungigantevegetal,cuyasramasnacíanaseismetrosde

www.lectulandia.com-Página35

Page 36: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

altura, prolongándose hacia el cielo en un magnífico despliegue de follaje verdegrisáceo, con floresdecolorblancoquecaían sobreun troncodecortezaplateada.Eraelalgodoneroafricano,cuyasraícessobresalenformandoarcos,bajo loscualesesposiblebuscarrefugio.

— ¡La cama está lista!—exclamóMax—. ¡Faltará el colchón elástico pero encambiotenemosunmullidotapizdealgodón!

Khamisencendióunapequeñahogueraqueconvirtiórápidamenteenunrescoldoquenoiluminabacasi,yasóotrotrozodeantílope.Lacenafueidénticaalalmuerzoyalacomidadelatarde.Todoslamentaronlafaltadegalletasqueduranteelviajehabíanreemplazadoalpan,peroestaveznolesquedabamásremedioqueresignarse.Por otra parte, las costillas asadas fueron suficientes para satisfacer el apetito detodos.

Terminadalacena,antesdeacostarsebajolasramasdelenormealgodonero,JohnCortdijoalguía:

—Sinomeequivoco,hemosavanzadoconstantementehaciaelsuroeste…—Sí—repusoKhamis—.Cadavezquepudevislumbrarelsol,verifiquénuestra

ruta.—¿Cuántoskilómetroscalculaustedquehemosrecorridoenestajornada?—Alrededor de veinte, señorCort. Si podemosmantener este tren demarcha,

dentrodeunmesestaremosenlacostadelUbangui.—Bueno,perocreoconvenientecalculartambiénlascontingenciasimprevistas.—Noolvidesquecabeagregaraeso losgolpesdesuerte,amigomío—agregó

Max, siempre optimista—. ¿Quién sabe si no descubrimos pronto algún curso deaguaquenosllevehastaelgranríosinfatigas?

—Peroahoranohayseñalesdesemejanteevento,Max.—Esquetodavíanohemosavanzadosuficientehaciaeloeste—afirmóKhamis

—.Lesaseguroquemesorprenderíamuchosimañanaopasadonoalcanzamos…—Hagamosdecuentaquenovamosadescubrirningúncurso líquido tributario

del Ubangui—lo interrumpió John Cort—Un viaje de treinta días a través de laselva,calculandosiemprequelasdificultadesnosehaganmayores,noescomoparaqueexpedicionariosaguerridosdesfallezcan.

¿Verdad?—Además,esperoqueestaselvanoestétandesprovistademisteriocomoparece

— terminó Max sonriendo—. ¡Por ahora es un sitio tan seguro como una plazaeuropea!

—¡Tantomejorsisigueasí!—¡Tantopeorparamí,John!Yahora,Llanga,¡hayquedormir!—Sí,amigoMax—repusoelpequeñonativo,mirandoconsusgrandesojosasus

protectores.Enverdadestabaagotadotrasunajornadaagobiadoraparaunniñodesu

www.lectulandia.com-Página36

Page 37: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

edad.Sinembargo,suslabiosnosehabíanabiertounasolavezparaquejarse.Johnlocargóensusbrazosyloacostóbajolasramasdelalgodonero,aladvertir

queselecerrabanlosojosynopodíayamantenersedespierto.Elguíainsistióenquedarsenuevamentemontandoguardia,perolosdosamigos

no se lo permitieron, resolviendo reemplazarse cada tres horas, pues si bien losalrededores del improvisado campamentono resultaban sospechosos, era imposiblesaber qué peligros podían ocultarse en aquella intrincada selva. La prudenciaaconsejabavigilarmientrasduraralanoche.

Mientras Khamis y John se tendían bajo la copa del algodonero, Max Hubermontóguardiadispuestoavigilardurantelasprimerastreshoras.

El francés,apoyandosuriflecargadocontrael troncodelárbol,seabandonóalencantodelanocheafricana.Todoslosruidosdeldíahabíancesadoyentrelasaltasramas de los árboles se filtraba, como una respiración entrecortada, el vientonocturno.

Los rayos de la luna,muy alta sobre el follaje, se deslizaban entre las hojas ycaíanatierratrazandolíneassemejantesalasrayasdeunacebra.Másalládelclarolajunglatambiénseiluminabasuavementeconelresplandordelsatéliteterrestre.

Extraordinariamentesensibleaestapoesíadelanaturaleza,elfrancéslaaspirabapor todos sus poros, gozando en silencio de tanta hermosura. No dormía, perosoñaba. Pormomentos le parecía que era el único ser viviente enmedio de aquelmundovegetal.

¡Mundovegetal!AsíhabíallamadoconsuimaginaciónlatinaalaenormeselvadelUbangui…

—¿Acasoesnecesario ira losextremosmásalejadosdelmundoparadescubrirsussecretos?—pensabaperezosamente—.¿Paraquétentarlaconquistadelosdospolos,acostadeobstáculosquequizássoninfranqueables?

¿Con qué fines? ¿Para solucionar algunos problemas de magnetismo yelectricidad terrestres? ¿Vale acaso la pena que por lograr estos fines muera tantagente? ¿No sería más útil para la Humanidad recorrer a fondo estas selvasimpenetrables, desentrañar sus misterios, vencer su impasible impenetrabilidad¿Cómo?¿NoexistenenAmérica,Asia,ÁfricayOceaníasitioscomoéste,vírgenes,fértiles, dignos de ser poblados y entregados almundo?Nadie ha arrancado aún aestos viejos árboles sus enigmas, como los antiguos lo hacían a los robles deDodona…

¿yacasonoteníanrazónloshombresdeantaño,alpoblarsusbosquesdefaunos,dríadas,ninfasyseressobrenaturales?

AsísoñabaMaxHuber.¿AcasonoeraenaquellasselvasdelÁfricaEcuatorialdondelaleyendaubicabaa

seressemihumanos,fabulosos?¿NoerahaciaelestedelajungladelUbanguidonde,

www.lectulandia.com-Página37

Page 38: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

en el país reconocido y explorado por Schweinfurth y Junker, vivían los Niam—Niam, esos hombres con cola, que una vez estudiados resultaron no tener ningúnapéndicecaudal?

¿NohabíaencontradoHenryStanleydurantesusviajesalnortedel Ituri, tribusíntegrasdepigmeos, cuyos integrantesmedíanenpromediomenosdeunmetrodeestatura?¿YelmisionerobritánicoAlbertLhydnohabíareconocidocomarcasentreUganda y Cabinda pobladas por más de diez mil enanos perfectamenteproporcionados, de un metro a un metro treinta de estatura? ¿Y no había en losbosquesdeNdoucorbocha,másalládelIpoto,cincopueblosliliputienses?

Lomásextraordinariodetodoeraqueaquellastribusdiminutasnodejabandeserlaboriosas,guerrerasyvalientescomosusprimasdeestaturanormal.

Así,dejándosellevarporsuentusiasmoaventureroysuimaginacióninflamada,MaxHuber seobstinaba en creerque la selvadelUbanguídebíade albergar seresextraños,desconocidosparaelhombreeuropeo,cuyaexistencianofuerasospechadaniporlosantropólogos.

¿Porquénopodíahabercíclopes,conunsoloojo,contrompaenlugardenariz,clasificablesentrelosproboscidios?

Elfrancés,bajolainfluenciadelambiente,dominadoporesossueñosfantásticos,no cumplía con su deber de vigilar atentamente como hubiera debido. Así, unenemigo hubiera podido acercársele en cualquier momento sin que lo advirtiera,poniendoengravepeligrosuseguridadyladesuscompañeros.

Por eso cuando unamano se apoyó sobre su hombro lo sobresaltó haciéndoloincorporardeunsalto,fusilenmano.

—¿Eh?¿Quépasa?—inquiriómirandoenderredor.—Soy yo —lo tranquilizó John Cort—. ¿Me has tomado por un salvaje del

Ubangui?¿Hapasadoalgo?—Nada…—Veteadormir,amigomío.Yahasveladotreshoras.—Sea,peroestoyseguroquelossueñosquemeasaltenmientrasduermanoserán

tanfantásticos,comolosqueacabodetenerconlosojosabiertos…Hastamañana,John.

La primera parte de la noche no había sido turbada por ningún acontecimientodesagradableyelrestotambiéntranscurriósinpeligroalgunoparalosviajeros.

www.lectulandia.com-Página38

Page 39: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

6.RUMBOALSUROESTE.

Aldíasiguiente,el11demarzo,restablecidosde lasfatigasde lavíspera,JohnCort,MaxHuber,KhamisyelpequeñoLlangasedispusieronaenfrentarlasegundajornadademarcha.

Abandonando el refugio que les prestara el algodonero, cruzaron el claro de laselvasaludadospormillaresdepájarossilvestresquechillabanycantabanconvocesestridentesantelainvasióndeaquellosintrusos.

Antesdereiniciarlamarchalaprudenciaaconsejabacomeralgo:eldesayunosecompusodecarnedeantílopefríayaguadeunarroyoqueaumentólaprovisióndelascantimploras.

Elcomienzode laetapasehizotrasverificar laalturadelsolenelcalvero; losrastrosyseñalesindicaronqueaquellapartedelaselvaerarecorridahabitualmenteporgrandescuadrúpedos.Lospasosy senderossemultiplicaban,yalpromediar lamañanalosviajerosvislumbraronciertonúmerodebúfalosydosrinocerontesquesemantuvieronadistanciaevidentementesinhumordepresentarbatalla,loqueresultóenpartesorprendenteybeneficioso,pueslespermitióahorrarbalas.

Trasrecorrerunadocenadekilómetros,elpequeñogruposedetuvo:Eracasimediodíayelapetitosehacíasentir.EnaquelpuntoJohnCortabatiódosavutardasde las llamadaspaauw,decarne

excelenteymásdelicadaqueladesuscongénereseuropeos.—¡Antetodo,exijoquesesustituyaelasadodeantílope!—dijoMax,frotándose

lasmanos.—Nohaynadamássencilloqueeso—repusoKhamis,ytraslimpiarunadelas

aveslaatravesóenunaestacayladoróalfuegolento.Pronto la avutarda desapareció entre los dientes de la partida, que la encontró

exquisita.Tras descansar unosminutos después de la comida, el pequeño grupo se puso

nuevamenteenmarcha.Lascondicionesfuerontornándosepeoresamedidaqueavanzaban.Los senderos eran cada vez más escasos y el tránsito se hacía penoso y

problemático. Era necesario abrirse camino entre los arbustos, pastizales y lianas,cortandoagolpedehacha todo loqueeraposibleyseccionandoconelcuchilloelresto. Para empeorar las cosas, comenzó a llover, y gruesas gotas cayeron durantehoras.Esto,queenprincipiofueunaincomodidadmás,setransformóluegoenunabendición,puesal llegarauncalveropudieron llenar lascantimploras,queestabancasivacías.Khamisbuscabaenvanolasseñalesdeuncursodeagua,yalnohallarloatribuyóaestolafaltadeanimalesgrandesqueabrieransendasenlaselva.

—Por lo visto no estamos cerca de un río —comentó John Cort cuando se

www.lectulandia.com-Página39

Page 40: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

prepararonparaacamparypasarlanoche.Esta simple reflexión era fruto de un frío razonamiento: el arroyo que vieran

introducirse en la selva al principio del viaje debía de trazar un semicírculo,volviendoasalirenalgúnotrositiodelaforesta.Naturalmente,estonosignificabaqueteníanqueabandonarladirecciónescogida.Porelcontrario,eralaúnicaquelosllevaríaconvidahastaelUbangui.

—Por lo demás, no sería difícil que siguiendo esta ruta logremos entrar encontactoconotrotributariodelgranrío—afirmóKhamis.

La noche cayó rápidamente; los expedicionarios habían acampado junto a otroárbol gigantesco, un bombax, cuyo tronco simétrico se elevaba amás de cuarentametrosdealtura.

La vigilancia fue establecida como la noche anterior; esta vez el sueño de losviajeros fue turbado de tanto en tanto por los lejanos mugidos de búfalos yrinocerontes,perolosdurmientesnohicieroncaso.

Noeradetemerqueaparecieraalgúnleón,puesesraroqueestaspeligrosasfierasvisiten las regiones ecuatoriales delContinente, prefiriendo latitudesmás elevadas,sea hacia el norte, sea hacia el sur. Los bosques demasiado espesos no resultansatisfactorios para esos animales de temperamento caprichoso, de costumbresindependientes, que se complacen viviendo en espacios abiertos donde les resultamáscómodomoverseavoluntad.

Perosinohuborugidos,tampocoseescucharongruñidosdehipopótamos,loqueeradelamentar,pueslasvocesdeesosmonstruososanfibioshubieranindicadoconsupresenciaquehabíauncursodeaguacercano.

Aldíasiguientesepusieronenmarchaalrayarelalba,bajolaluzgrisáceadeuncieloencapotadoqueapenassefiltrabahastalaselva.

MaxHuberderribódeuntiroconsurifleaunantílopedeltamañodeunasno,omejordicho,deunacebra.Eraunoryx,depelambrerayadaencaprichososdibujos,concuernosdecasiunmetrodelargoquesecurvabanelegantementehaciaarribayatrás,presentandounasimetríadediseñoexquisito.

Este antílope tiene en sus cuernosun armadefensivadeprimera, que en zonasmásalnorte lepermiteresistirvictoriosamente losataquesdelmismoleón.Peroelanimalencuestión,apenasfuevistoporMaxtuvosusuerteselladaycayósinpoderhuir,conunabalaatravesándoleelcorazón.

Setratabadeunaabundanteprovisióndecarneobtenidaconelgastodeunasolabala, lo que para nuestros amigos era una verdadera suerte. Con aquel antílopepodríanalimentarsevariosdías.

Una vez que terminaron de descuartizarlo, trabajo que realizó casi enteramenteKhamisconsuhabilidadcaracterísticaentodaslastareasrelacionadasconlavidaalairelibre,repartieronlacarga,entregandoinclusiveunpequeñobultoaLlanga,que

www.lectulandia.com-Página40

Page 41: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

reclamabainsistentementesuparte,yreanudaronlainterrumpidamarcha.—¡Eh!¿Parecequeaquílacarneesbarata?—comentóJohnCort.—Dependedelapunteríaquesetengarepusoelguía.—Ydelasuerte—agregóMax,queeramásmodestodeloquesuelenserlolos

cazadoresafortunados.Pero si bien los tres hombres estaban firmemente resueltos a no gastar más

pólvoraybalasque lasnecesariasparacazar sualimentación,estabaescritoque lajornadanoconcluiríasinquelascarabinasnosirvieranparaladefensacomún.

Alolargodeunbuenkilómetroelguíacreyóqueseveríanforzadosahacerusodesusarmasdefuegopararepelerelataquedeunatribudemonos,quelessiguióporlasramasdelosárboles,saltandoconlaagilidaddeatletasconsumados,gritandoygruñendoamenazantes.

Erancuadrumanosdegrantamaño,cinocéfalosdetrescolores,amarillos,rojosynegros. A éstos se habían unido bandas de pequeños micos que chillaban ygesticulabandesdelasmásaltasramas,produciendoruidosensordecedores.

Pero esta escolta, que se había reunido alrededor demediodía, desapareció doshorasmástardesinqueseprodujeraningunaagresión.

Enaquelmomentoloscuatroviajerosrecorríanunasendaanchaycómodaqueseperdíadevista.Perosiporun trechose felicitarondehaberencontradouncaminopracticable,prontotuvieronquearrepentirsedehaberloseguido,puesseencontraroncondosdelosanimalesqueseguramentecontribuíanamantenerloencondiciones.

Setratabadeunaparejaderinocerontes,cuyojadeopeculiaroyeronpocoantesdelascuatrodelatarde.Khamis,quefueelprimeroenescucharlo,diolavozdealto.

—Malas bestias, esos rinocerontes—dijo, tomando la carabina que llevaba enbandolera.

—Si…peligrosas—replicóMax—.Yesoquesonherbívoros.—¡Quetienenelpellejobienduro!—¿Quéhacemos?—preguntóJohn,consuespírituprácticoprivandosobretoda

reflexióndeíndolepersonal.—Trataremosdeseguirsinquenosvean—contestóKhamis—,opor lomenos

nosocultaremosdelpasodeesasmolesambulantes.Tal vez no nos vislumbren y si conseguimosmovernos viento a favor, no nos

descubrirán.Perodecualquiermanera,tenemosqueirconlasarmaspreparadasparahacer fuego en cualquier momento. Si llegan a advertir nuestra presencia, caeránsobrenosotros.

Losfusilesfueronrevisadosparaevitarinconvenientesdeúltimomomento,quepodrían ser trágicos. Luego, saliendo del sendero para dejar paso libre a los doscolosos, los viajeros se introdujeron entre la maleza que crecía a la derecha delcamino.

www.lectulandia.com-Página41

Page 42: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Cincominutosdespuéslosmugidoshabíanaumentadonotablementedevolumeny aparecieron claramente los monstruosos paquidermos, pertenecientes a lasubespecie de los ketloa, desprovistos casi de pelambre. Avanzaban al trote,flexionandoágilmentesuspatascortasymacizas,conlaspequeñasorejaserguidasyprestasacaptarelmenorsonido.

Setratabadedosespecímenesespléndidos,decasicuatrometrosdelargo,patascortasyfuertes,cabezaarmadadeunsolocuerno,capazdeproducirterriblesheridas.Estos animales tienen un verdadero blindaje que los protege de sus enemigos,tornándolos casi invulnerables, y su resistencia los lleva a comer cactos de largasespinascomosifueranmanjares,sinquesusmaxilaresdurísimosysulenguacórneaparezcansufrirenlomásmínimo.

Laparejasedetuvobruscamente,mugiendo.Losexpedicionarioscomprendieronqueestabanapuntodeseratacados.

Unodelosrinocerontes,unmonstruodepielrugosayseca,seacercóalamaleza,resoplando.

MaxHuberalzósurifleylopreparó.—¡Tirealacabeza!—leadvirtióKhamis.Unadetonación, luegootrayuna tercera.Lasbalaspenetraronaduraspenasel

fuerte blindaje de las bestias, pero no les hicieron daño alguno. Habían sido trescartuchosperdidos.

Nilasdetonacionesnilosimpactosasustaronalospaquidermos.Losarbustosylianasnopodíanoponerunaseriaresistenciaalacargadeaquellos

monstruos.Uninstantemásytodocaeríaaplastado,reducidoafragmentos.Khamisysuscompañeroshabíanlogradoescaparalacargadeloselefantes…¿estabanacasodestinadosaperecerbajolasformidablespezuñasdeaquellosotrospaquidermos?Sitratabandehuir, las lianasyaltospastizales retardaríansucarrera,en tantoque losdosrinocerontes,lanzadosensupersecuciónnosedetendríanantenada,semejantesaunaavalanchaquearrasacontodo.

Empero, entre los árboles de la selva, se alcanzaba a divisar un baobabgigantesco,quepodíaofrecerrefugioantelosembatesdelospaquidermos.Aquelloeraunarepeticióndelaescenadedíaspasadosenelmacizodelostamarindos,quecostaralavidaaldesdichadoportugués.

¿Acaso había motivos para creer que aquello no terminaría como el lanceanterior?

En realidad el baobab eramuchomásgrandey resistenteque los tamarindosyposiblementelacargadelosrinocerontes,conserformidablenoeratanpotentecomoladeloselefantes.

Lomalodetodoestoeraquelacopaseabríaaveintemetrosdelsueloyqueeltronconoofrecíahastaallíningúnasiderocapazdepermitirunaascensión.

www.lectulandia.com-Página42

Page 43: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Elguíacomprendióconsóloecharunamiradaqueresultaríaimposiblealcanzarlas ramas; por su parte Max y John esperaban nerviosamente a que Khamis seresolviera.

Enaquelmomentolamalezabajaseabrióparadarpasoaunaenormecabeza.Uncuarto disparo retumbó en la selva. Esta vez era John quien hacía fuego, con nomucha más suerte que su amigo. La bala penetró en el dorso del rinoceronte,provocandotansólounfuertegruñidodedolor,entantoqueaumentabalafuriadelpaquidermo.

El animal, en lugar de detenerse, aumentó la velocidad de su marcha,precipitándose hacia adelante con un salto prodigioso, en tanto que el otrorinoceronte,rozadoporlabaladeKhamis,sepreparabaparaseguirlo.

Ya no hubo tiempo de volver a cargar las armas. Era demasiado tarde parasepararse y huir en distintas direcciones, procurando así desorientar a lospaquidermos. Lo único que los cuatro atinaron a hacer, fue buscar refugio tras eltroncodelgruesobaobab,queteníaalrededordeseismetrosdediámetroensubase.

Peroaquellonoeraunasolución,puesapenaslosdosrinocerontesdieranvueltaelárbol,resultaríaimposibleevitareldobleataque.

—¡Diablos!—murmuróMax.—Mejordicho…¡Dios!—locorrigióJohn.Enefecto.Sinoseproducíaunmilagrodeberíanrenunciaratodaposibilidadde

salvación.Unchoqueterribleacababadesacudiralbaobab.El primer rinoceronte, llevado por el ímpetu de su carrera, había golpeado el

troncodelcolosodelaselva.Sulargoyafiladocuerno,clavándosemediometroenladuramadera,habíaquedadoincrustadoypeseasusesfuerzosnopodíasacarlo.

El segundo animal, viendo lo ocurrido a su compañero, se detuvo y sacudió lacabezafuriosamente.

Khamis,quesedeslizaraparaverloocurrido,gritó:—¡Rápido!¡Huyamos!Losdemáscomprendieronsuspalabrassinoírlascasi.Sinpedirexplicaciónalguna,MaxyJohnarrastrandoaLlanga,echaronacorrer

entre las altas hierbas.Ante la sorpresa de los tres, ninguno de los rinocerontes lopersiguió.

Tras correrdesenfrenadamentedurante cincominutos consecutivos, auna señaldelguíasedetuvieron.

—¿Quéhaocurrido?—quisosaberJohnapenaspudorecobrarelaliento.—Elpaquidermonopudoretirarelcuernodeltroncodelárbol.—¡Caramba!—gritóelfrancés—.SerepitelahistoriadeMilóndeCrotona…—Y terminará como este héroe de los JuegosOlímpicos— agregó JohnCort.

Khamis, que evidentemente no se preocupaba mucho por conocer historia de la

www.lectulandia.com-Página43

Page 44: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

antiguaGrecia,selimitóaencogersedehombros.—Estamossanosysalvos—dijo—.Lástimaquehayamosgastadomediadocena

decartuchos.— Lo más lamentable es que esa bestia es comestible—agregóMax— Creo

haberrecibidoinformesalrespecto.—Sí, tienecarneunpococorreosa,perosecome—lecontestóelguía—.Pero

dejaremosqueeseanimal…—¡Serompaelcuernotratandodeliberarse!—concluyóelfrancés.Nohubierasidoprudenteregresaralbaobab.Losmugidosygruñidosdelosdos

rinocerontesseguíanresonandobajolacúpulavegetal.Trasun rodeoque losvolvióa llevaral sendero,elcuarteto reinició lamarcha.

Reciénalrededordelasseisdelatarderesolvierondetenerseyacampar.El día siguiente no aportó ninguna novedad. Las dificultades no aumentaron y

otrostreintakilómetrosfueronrecorridoshaciaelsuroeste.En cuanto al curso de agua tan anunciado por Khamis y tan ardientemente

deseadoporMaxHuber,noaparecía.Aquellanoche,trasunacenaquecomenzabaatomarsemonótona,seacostaron,

pero no pudieron dormir bien, pues una verdadera nube demurciélagos invadió elcampamento,marchándosereciénaldespuntarelalba.

—¡Malditas harpías! —exclamó Max Huber, sintiéndose molesto por la malanochepasada.

—Nopodemosquejarnos—lecontestóelguía.—¿Porqué?—Espreferibletenerquesoportaralosmurciélagosquealosmosquitos,quepor

suerteporahoranoshandejadoenpaz.—Lomejordetodoseráquenonosmolestennilosunosnilosotros,Khamis.—Esquenosseráimposibleevitaralosmosquitos,señorMax.—¿Porqué?—Cuandolleguemosalaorilladeunrío…—¡Unrío!¡Trashaberpensadotantoenencontrarunríoyanoloespero!—Puesseequivoca.Probablementenoestamoslejosdeuncursodeagua.Elguíahablabaconconocimientodecausa.Habíaadvertidounamodificaciónen

la naturaleza del suelo y desde las tres de la tarde en adelante las señales queindicaban la proximidad de una cuenca líquida habían aumentado. La tierra setornaba húmeda y pantanosa. Aquí y allá había plantas acuáticas y los cazadoresderribaron varios patos silvestres de una especie que acostumbraba a pernoctar ensuperficies lacustres o en las costas de los ríos. Además, a medida que el sol seacercabaalcenit,elcroardelasranasaumentabaenintensidad.

—O mucho me equivoco o el país de los mosquitos no dista gran trecho de

www.lectulandia.com-Página44

Page 45: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

nosotros—concluyóelguía.Elrestodelaetapaserealizósobreunterrenodifícil,cubiertodeesasincontables

fanerógamasqueelclimahúmedotantofavorece.Losárboles,algomásespaciados,estabanmenosligadosporlianasyenredaderas.

Max y John no podían dejar de reconocer la razón que asistía a Khamis,reconociendoloscambiosqueexperimentabaaquellapartedelaforesta,sobretodoen dirección suroeste. Empero, pese a todo, no se alcanzaba a vislumbrar ningúntrazodeaguacorriente.

Sin embargo, al mismo tiempo que el suelo adquiría una pendiente cada vezmayor,lashondonadasypozosaumentabanconstantementetornandodifícilelpaso.Resultabapeligrosísimocaerenunodeaquellosobstáculos,llenosdeaguacenagosa,en cuyo fondo pululaban las sanguijuelas y cuya superficie estaba cubierta dehorriblesmiriápodosdecuerponegroypeludoypatasrojizas,queparecíanhechosparaprovocarrepugnanciaconsólomirarlos.

Comocompensaciónquedabaelregocijoqueproporcionabanalosamantesdelabelleza las innumerables mariposas de colores vivos y alegres, esas graciosaslibélulasqueeranperseguidasencarnizadamenteporcentenaresdepequeñospájarosdelaforesta.

El guía hizo observar que en los charcos abundaban no solamente las avispas,sino también las moscas tsétsé. Empero, era difícil que estos peligrosos dípterospicaranalosexpedicionarios,puessusvíctimaspredilectassonloscaballos,bueyesyperros.

Elpequeñogrupocontinuósumarchahaciaelsudoesteysedetuvoalasseisymedia de la tarde, tras una etapa larga y fatigosa.MientrasKhamis se ocupaba enseleccionar el sitio en que pasarían la noche,Max y John cambiaban impresiones,cuandolosgritosdeLlangalosalarmaron.Deacuerdoconsucostumbre,elchicosehabía adelantado y estaba fuera de la vista de sus protectores. ¿Acaso había sidoatacadoporalgunafieradelajungla?

JohnyMaxcorrieronenbuscadelchico, listosparahacerfuegoconsusrifles,peroprontosetranquilizaron.

Trepadosobreuntroncocaído,extendiendoladiestrahaciaadelante,elpequeñogritabaconsuvozaguda:

—¡Elrío!¡Elrío!Khamisselesunióyelnorteamericanoledijosencillamente:—Elcursodeaguaquebuscábamos…Amediokilómetrodedistancia,enunaampliaextensiónsinárbolesnimaleza,se

veíaunacintaplateadadondesereflejabanlosrayossolares.—Creoqueconvieneacamparallí——afirmóJohnCort.—Sí—asintióelguía—.EstoyseguroqueesteríonosllevaráhastaelUbangui.

www.lectulandia.com-Página45

Page 46: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Ya no les resultaría difícil construir una balsa y dejarse llevar por la corrientehastaelríoprincipal.

Antes de llegar a la orilla del curso de agua debieron atravesar una extensiónpantanosadeunosdoscientosmetros.

Elcrepúsculoenlasregionesecuatorialesesdecortaduración,porloquecuandolostresexpedicionariosyelniñosedetuvieronenlaorilladelríoyaeradenocheylastinieblassehabíantornadototales.

Enaquelsitiolosárbolesestabanaisladosyreciéntantoríoarribacomohaciaelcursoinferiorsedivisabanmayoresmacizosvegetales.

JohnCortcalculóqueelcursodeaguatendríaunosveintemetrosdeancho.Porlotantonoeraunsimplearroyo,sinounríodeciertaimportancia,afluenteprincipaldelUbangui,cuyacorrientenoerademasiadorápida.

Lo más razonable era aguardar a que amaneciera para poder estudiar bien lasituación,sinarriesgarseatomarunaresoluciónprecipitada.

Lo más importante era en aquel momento descubrir un sitio seco y abrigadodonde pasar la noche. Khamis encontró una cavidad rocosa, especie de grutaexcavadaenlasrocascalcáreasdelmargen,capazdeprestarrefugioaloscuatro.

Resolvieroncenarlosrestosfríosdelantílopequeasaranamediodía.Asínoseríanecesarioencenderfuego,quepodríaatraeralosenormescocodrilos

quetantoabundanenlosríosafricanos.Naturalmente,unahogueraenlabocadelagrutahubieraahuyentadoalanubedemosquitosqueseacercóapenasseinstalaron,pero era preferible aguantar los aguijones de chupadores de sangre a las aquellosvoracesfaucesdeloscocodrilos.

Durantelasprimerashoras,JohnCortmontóguardiaenlaentradadelacaverna,mientras que sus compañeros dormían pesadamente en el interior, pese a losesfuerzosdelosmosquitospormantenerlosdespiertos.

Mientras duró la vigilia del norteamericano, nada extraño ocurrió, excepto larepetición de un grito que pareció emanar de labios humanos y que modulabaaparentementelapalabrangora,quesignificamadreendialectoindígena.

www.lectulandia.com-Página46

Page 47: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

7.LAJAULAVACÍA.

Eldescubrimientode la gruta fueprovidencial, pues aquella noche sedescargósobrelazonaunfuerteaguacero,ylosexpedicionariossehubieranmojadodepiesacabeza,sinmediosdeabrigarseocambiarderopas.Además,setratadeunrefugiocómododondepodrían refugiarse y pasar las noches con cierta seguridadmientrasconstruíanunabalsaquelosllevararíoabajo.

Alamanecercomenzóasoplarunvientobastantefuertedesdeelnorte.Elcieloselimpióconlosprimerosrayosdelsol,yresultóevidentequeeldíaseríaradiante.TalvezprontoKhamisysuscompañerosnotardaríanenextrañarlasombrafrescadelosárbolesquedejaranatrás.

John Cort y Max Huber no podían ocultar su buen humor. Ese río iba atransportarlos sin fatigas a lo largo de cuatrocientos kilómetros, hasta sudesembocadura en el Ubangui. Con esto un gran trecho del recorrido que debíanefectuar quedaría satisfactoriamente hecho, y la parte más difícil de la aventuraconcluiríasinmásriesgos.

Lasmiradasdelostreshombrespaseódenorteasursobreelrío.Haciaarribaelcursodeaguadesaparecíabajolascopasdelosárboles,siguiendo

hastaallícasienlínearecta.Ríoabajolavegetaciónestabamásretiradadelaorilla,yelcaucetrazabaunapronunciadacurvahaciaelsureste.Allílajunglarecuperabasusuperficieanterior.

En cuanto al río, sus aguas eran cristalinas y de corriente tranquila, en las queflotabantroncoscaídosymacizosdehierbasarrancadasalasmárgenes.

Almirarlasaguas,Johnrecordóquelanocheanteriorhabíaoídolapalabrangorarepetida varias veces. En vano sus ojos buscaron rastros de seres humanos en losalrededoresde lagruta.Entoncespensóquehabíadormitadoporalgunos instantes,soñándolo.Porestemotivonadadijoasuscompañerosdelincidente.Dirigiéndosealfrancés,exclamó:

—TendrásquepedirperdónaKhamisporhaberdudadodesupalabra,Max.—El hecho es que nuestro guía tenía razón y yo me alegro de haberme

equivocado.Estonosaliviaráelviajenotablemente.—¡Unmomento!¡Yonoheafirmadosemejantecosa!—intervinoelguía—.Aún

puedehabercaídasdeagua,rápidos…—Nobusquemoselladomalodelascosas.Buscábamosunríoylotenemos.Es

suficiente.Silascosasempeoran,adoptaremosotraactitud.Ahoranosconvieneponernosaconstruirunabalsadeinmediato…—Desde esta mañana pensaba comenzar el trabajo —repuso Khamis—. Y si

ustedesquierenayudarme…—¡Naturalmente!Perotalvezresultemejorquemientrasnosotrosconstruimosla

www.lectulandia.com-Página47

Page 48: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

balsa,Max se dedique a cazar unos cuantos animales que nos permitan viajar sinproblemasalimenticios.

—Es urgente que lo hagamos —exclamó el francés seriamente—. Ya no nosquedanada…¡estechicoesungolosodemarcamayoryhaterminadocontodaslasprovisiones!

—¡Yo…! ¡Pero,Max…!—el chico había tomado en serio la broma y parecióafectadoporloquecreíaunreproche.

—¡Vamos,criatura!Túsabesqueestoybromeando…Venconmigo:entrelosdosnodejaremosunsoloantílopeenlascostas,ysitenemosunpocode

suerte,conseguiremostambiéntraeralgúnpescadoparavariarelmenú.—Tengan cuidado con los cocodrilos —advirtió Khamis—, y también de los

hipopótamos…—¡Caramba,unbuenasadodehipopótamononosvendríamal!Despuésdetodo,

debedetenerlacarneparecidaalcerdo…—Sí, pero tienen un carácter de mil demonios… cuando se irritan son

peligrosísimos—Sillegasapercibiralgúnpeligro,regresadeinmediato—dijoJohn,queconocíaelespírituaventurerodesuamigo.

—Quédatetranquilo.Ven,Llanga.—CuidaaMax,hijo,mío—agregóelnorteamericano,palmeandolacabezadesu

protegido.Maxtomóel rifleyverificó lacarga,cruzándose lacartucherasobreelhombro

izquierdo.—Cuidelasmuniciones,señorMax—leaconsejóelguía.—Ya losé,Khamis.Es realmenteuna lástimaque laNaturalezasemuestre tan

pocoprevisorayalcrearelárboldelpannohayahechocrecer tambiénunaplantaqueenlugardeproducirfrutastengaensusramasbolsitasconbalas…

Conestaobservacióndeindudablecerteza,MaxyLlangasealejaron,siguiendounaespeciedesenderoquebordeabalaorilla.Prontoestuvieronfueradelavistadesuscompañeros.

JohnCort yKhamis se ocuparon entonces en buscarmadera apropiada para laconstruccióndeunabalsa.Peseaqueporfaltademediosnopodíasermásquealgomuyrudimentario,siempreresultabaimprescindiblejuntarloselementosnecesarios.

Elguíaysucompañeronoposeíanmásqueunhachaysuscuchillosdemonte.Con semejantes utensilios era bien difícil atacar a los gigantes de la selva, peroKhamis contaba con utilizar las grandes ramas caídas y los troncos en lasmismascondiciones,uniendotodopormediodelianas,tierramojadaypaja.Unaplataformade cuatrometros de largo por tres de ancho sería suficiente para transportar a treshombresyunchiquillo, sobre todoconsiderandoqueplaneabanpernoctar en tierradiariamente.

www.lectulandia.com-Página48

Page 49: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

En el pantano había cierta cantidad de árboles caídos, y Khamis lo habíaobservadoyadurantelavíspera,calculandolautilidadquepodíanAportar.

Trasarrojarunaúltimamiradaalacosta,ensusdosdirecciones,verificandoquetodo parecía tranquilo y silencioso, el guía y el norteamericano se pusieron enmarcha.

Apenashabíanhechouncentenardepasoscuandoseencontraronanteunmontóndemaderaencondicionesde flotar.Elproblemamayorque se lesplanteabaeraelconseguir llevar aquellos troncos hasta la orilla del río; en caso de que resultarandemasiadopesados,tendríanqueesperar,elregresodeMaxHuber.

Entretantotodohacíasuponerqueelfrancésestabacazandoexitosamente.Unadetonaciónacababadeescucharse,y lahabilidaddeMaxconlasarmasde

fuegopermitíapensarqueeldisparonohabíasidoinútil.KhamisyJohnseocuparonantetodoenseleccionarlasmejoresramasytroncos,

cuidando que no hubieran estado demasiado tiempo en el pantano, y estabandedicadosdellenoaestatarea,cuandolavozdeMaxsedejóescuchar,seguidaporladeLlanga.

—Sonellos…—exclamóJohn.—Nos llaman… ¿habrá ocurrido algo? —agregó Khamis. El norteamericano

palideciólevementeyempuñósurifle.Elguíaloimitó.Sin hablar, ambos echaron a correr, atravesando el pantano y llegando hasta la

gruta. Desde allí, mirando río abajo, vislumbraron a Max y Llanga, que estabaninmóvilessobrelaorilla.Ningúnserviviente,hombreoanimal,estabacercadeellos.

John y Khamis corrieron hacia sus compañeros, franqueando los cuatrocientosmetrosquelosseparaban.Maxlosrecibióconunasimpleobservación:

—¿Quémedicensinohaynecesidaddetrabajarenlaconstruccióndelabalsa?—¿Porqué?—inquirióKhamis,jadeante.—¡Porqueyatenemosuna…enbastantemalestado,peroutilizableaún!Yelfrancés,mientrashablaba,señalóhacialaorilla,dondehabíaencalladouna

especie de plataforma de madera, con planchas, listones y troncos, sujetos concuerdasylianas.

—¡Unabalsa!—gritóJohnCort,entusiasmado.—Nocabeduda—agregóKhamis.Nocabíadudaalgunasobreeldestinoquehabíatenidoaquellaconstrucción.—¿Habrán descendido los indígenas del Ubangui el curso de este río? —se

preguntóelguíaintrigado.—Indígenas o exploradores—repuso John—, pero la verdad es que si hubiera

llegadounapartidadeviajerosblancoshastaaquí,losabríamos.—Perotodoesonotieneimportanciaparanosotros—lointerrumpióMax—.Lo

realesquetenemosunabalsaamano.Ahorahayqueaveriguarsinossirveono.

www.lectulandia.com-Página49

Page 50: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—Tienesrazón.De inmediato el guía se dejó caer sobre la construcción, cuando un grito de

Llangalodetuvo.Elchicosehabíaalejadounadocenadepasos,yahoracorríahacialostreshombressacudiendoenlamanounpequeñoobjeto.

UninstantedespuésJohnCortloexaminabaconaireincrédulo:erauncandadodemetal,herrumbradoydesprovistodellave.—Decididamentenosetratadeunabalsahechaporlossalvajes—exclamóMax

—.Hansidohombresblancoslosqueutilizaronelríoparallegarhastaaquí…—Sehabránalejadotantoqueyanovolvieron…—murmuróJohn.Aquéllaeraunaconclusiónlógica.Laherrumbrequecubríaelcandado,elestado

deplorableenqueestabanlassogasylianasdelabalsaindicabanquehabíapasadobastante tiempo desde que sus dueños se alejaran de allí.Dos deducciones lógicasfueron de inmediato enunciadas por JohnCort y sus compañeros las aceptaron sindiscutir.

1)Exploradoresoviajerosderazablancahabíanllegadohastaallí,utilizandolabalsa;2)Porunarazóndesconocidaesosviajeroshabíandejadolabalsaamarradaalacostaparareconocerlaorilla.

Pero en cualquier caso, lo cierto era que no habían regresado.Ni John niMaxrecordabanhabertenidonoticias,enlosañosquellevabanenelCongo,desemejanteexpedición.Por lo tanto,allíhabíaunmisteriode losquebuscaracon tantoahíncoMaxHuber,ylopeordelcasoeraquenoparecíadefácilsolución.

Khamis,abandonandotodaotrapregunta,sededicóaestudiarcuidadosamentelasmaderasdelabalsa,paraasegurarsesuresistencia.

Enconjuntoestabanenbastantebuenestado,yconreemplazaramediadocenadetablonespodridos,elrestoserviría.

Así pues, la pequeña partida estaba en posesión de un vehículo fluvial que lostransportaríacómodamentehastaelUbangui.

Mientras Khamis estudiaba las reparaciones que convenían realizar, los dosamigosconversabansobreaquelartefactoencontradoencircunstanciastancuriosas.

—Nocabeerrorposible—repetíaJohnCort—.Yaotrosblancosreconocieronlapartesuperiordeestecursodeagua.Labalsapuedeserobradeindígenas,peronuncaelcandado.

—Talvezhayaalgúnotroobjetoquenosacerquemásalaverdad—dijoentoncesMax.

—Max…Max…siguesdejándotellevarportuimaginación…—¡Caramba,John!Tenemosquebuscar los restosdealgúncampamento.Tiene

quehaberseñalesdenuestrospredecesores.—Entalcasovamosalrecododelrío.—Meparecebien.Nomeextrañaríaque…

www.lectulandia.com-Página50

Page 51: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¡Khamis!—llamóJohnCort.Elguíaseacercóalosdosamigos.—¿Quétalestálabalsa?—inquirióelnorteamericano.—Podremos repararla sin mayores inconvenientes. Ahora mismo buscaré la

maderanecesaria.—Antes de ponernos a trabajar—invitóMax—, descendamos a lo largo de la

costaenbuscademásindicios.Puedequeencontremosalgúnutensilioconmarcadefábricaqueseñalesuorigen.

—¡Sea!¿Nohayinconvenienteenquenosalejemosalgo,Khamis?—Con tal que no pasemos del recodo del río… teniendo una balsa a nuestra

disposición,esunalástimacaminarinútilmente.—Comprendido.Cuandoestemosenviajepodremosestudiarlasdoscostaspara

versivislumbramosalgunaseñaldesereshumanos.Lostreshombresyelniñoecharonaandarsiguiendolaorilla,queformabauna

especiedediquenaturalentreelríoyelpantano.Mientras caminaban no dejaban de mirar a tierra, en busca de algún objeto,

algunahuellaqueindicaraqueporallíhabíapasadoanteriormenteunhombre.Peseatanrigurosainspección,tantoenunacomoenotraorilla,noseadvertíala

menorseñalquesirvieradeindicioparaformarjuicioalrespecto.CuandoKhamisysuscompañerosllegaronalaprimerahileradeárboles,fueronrecibidosporlosgritosdeunatribudemonos,quenoparecieronmuysorprendidosantelaaparicióndesereshumanos.

Empero,escaparontrasgritarunosminutos.—Perodespuésdetodo,nocreoquelabalsahayasidoconstruidaporunabanda

demonos—dijoJohnCorttranquilamente—.YporadelantadosqueesténlossimiosdeestapartedeÁfrica,nopuedenhaberseacostumbradoausarcandados.

—Ytampocojaulas—agregóMax.—¿Jaulas?—gritóJohn—.¿Quéquieresdecir?—Meparecedistinguir,entrelaespesura,laformadealgoquesinoesunajaula,

¡yosoyunmandril!—Puedeserunhormiguerogigante,Max…—No,elseñorMaxnoseequivoca—tercióKhamis—.Entrelamalezahayuna

jaula…otalvezunacabañacuyofrentetienerejas.—¡Jaulaocabaña,veámosla!—exclamóMaxHuber.—Sí, pero hagámoslo con prudencia. Vayamos al abrigo de los árboles —le

contestóelguía.—¿Quépodemos temer?—inquirió el francés, azuzadopor la impaciencia que

derivabadesutemperamentofogosoyaventurero.Porlodemás,elparajeestabadesierto.Loúnicoqueseescuchabaeraelcantode

www.lectulandia.com-Página51

Page 52: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

los pájaros y los chillidos de los simios en fuga. Ninguna señal de campamentorecienteono,seadvertíaenellindedelbosque.

Laextrañaconstrucciónsemostrabaparcialmentecubiertaporlasmimosas,consu techo inclinado, que desaparecía bajo una capa de hierbas amarillentas nopresentandoningunaentradalateral.Laslianastapabansusparedeshastalabase.

Loqueledabaaspectodejaulaeralareja,omejoraún,elenrejadodesufrente,semejantealasverjasqueenloszoológicosseparanalasfierasdelpúblico.

Ese enrejado tenía una puerta, que en aquellos momentos estaba abierta. Suinteriorestabavacío.

Esto lo advirtió Max Huber, que, naturalmente, había sido el primero enacercarse,precipitándoseantesquesuscompañeros.

Algunosutensilios estabandesparramadospor tierra.Unamarmita enbastantesbuenascondiciones,unescalfador,unataza,tresocuatrobotellasrajadas,unamantade lanaenpésimoestado,unhachaherrumbradayunestucheparaanteojosen tanmalestadoqueresultabaimposibleleerelnombredelfabricante.

En un rincón se veía un cofre de cuero, cuyo interior debía de estar bastantepreservado,siconteníaalgo.

Max lo alzó, trató de abrirlo y no pudo. Los bordes metálicos estaban tanoxidadosquesehabíanadherido.Fue,pues,necesariointroducirentreambasparteslahojadeuncuchilloparapodersepararlas.

Elcofreconteníaunalibretaenbuenestadodeconservación,sobrelaquehabíadospalabrasimpresasengruesasletras,MaxHuberleyóenaltavoz:

—«DoctorJohausen».

www.lectulandia.com-Página52

Page 53: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

8.ELDOCTORJOHAUSEN.

Siningunodelostreshombresalzólavozpararepetiraquelnombre,fueacausadelasorpresaquesiguióaldescubrimiento.Enverdadfueunarevelación.Descubríalosvelosdeunmisterioquerodeabaalamásfantásticatentativacientíficamoderna,en que semezclaban lo serio y lo ridículo estrechamente.Tal vez cabe agregar, lotrágico,puesparecíahabertenidounfinaldeplorable.

Talvezel lectorha tenidonoticiasde la experienciaquepretendiera realizar elnorteamericanoGardnerparaestudiarellenguajedelossimiosydarasusteoríasunabase real. El nombre del profesor, los artículos aparecidos en la revista HaysersWeeklydeNuevaYork,ellibropublicadoenInglaterrayleídoentodoelmundo,noeran elementos fáciles de olvidar, particularmente para dos habitantes del CongocomoMaxyJohn.

—¡Esél,porfin!—gritaronlosdosamigossimultáneamente.«El»eraparaelloseldoctorJohausen.Peroantesdehablardeldoctor,veamoslo

quepretendíaelsabionorteamericanoGardner.AntesdepartirparaelContinenteNegro,Gardnerhabíaentradoencontactocon

elmundodelossimios.Desuslargasyminuciosasobservaciones,elprofesorhabíallegado a la conclusión de que losmonos hablaban, se comprendían y poseían unlenguajearticulado.EnelinteriordelJardínZoológicodeWashington,elsabiohabíahechograbarendiscosfonográficos lassupuestasconversacionesde losmonosallícautivos.Así había llegado a una conclusión: los cuadrumanos, a diferencia de loshombres,nohablabanmásquecuandoteníannecesidaddehacerlo.

Naturalmenteestadoctrina fuemuyvapuleadapor loscolegasdelprofesoryelmundo científico en general. Por esoGardner resolvió ponerse en contacto directocon los simios en su ambiente natural.Una vez que hubiera podido conversar congorilasychimpancés,regresaríaaAméricaypondríalascosasensulugar…

Paraabreviarelrelato:elviajefueunfracaso,yelpobresabio,devoradoporlosmosquitos,traspretenderenvanoestableceruncontactoconlosmonosdelaselva,regresóasupaísnatal,acompañadopordospequeñoschimpancésquesenegaronaabandonarlo…

Naturalmente,elprofesorsostuvoquehabíadescubiertoelsignificadodeciertossonidos: «whouw», comida; «cheniy», bebida; «iegk», cuidado; más adelante, unavezderegresoenelZoológicodeWashington,elsabioinsistióenafirmarquedesusestudios basados en los discos fonográficos grabados en las jaulas, podía llegar aobtenerlasbasesdelidiomahabladoporloscuadrumanos…

La única conclusión lógica que podía sacarse de todo esto, era que resultabaimposible considerar con absoluta seguridad que los experimentos delnorteamericanohubieranfracasadootenidoéxito,porlaformadeficienteenqueéste

www.lectulandia.com-Página53

Page 54: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

los realizara. Por lo tanto, aún quedaba la incógnita de saber cómo hubieranreaccionado los monos africanos estudiados durante más tiempo y siguiendo unmétodoperfeccionado.

Esto resolvió llevarlo a cabo cierto sabio llamado Johausen, que vivía enMalimba, enelCamerún.Se tratabadeunmédicomásamantede la zoologíay labotánicaquedesusenfermos.

CuandosupoelfracasodelosexperimentosdelprofesorGardner,elmédico,pesea que había pasado hacía ya tiempo los cincuenta años, decidió proseguirlos en elambientenaturaldeloscuadrumanos.Sufortunalepermitíarealizarsemejanteviaje,ysibiennoerajovenya,gozabadeperfectasalud.

Así pues, acompañado por un servidor nativo que no imaginaba siquiera elproyectodesuamo,partióparaelcorazóndelaselvaresueltoaquedarseavivirconlosmonos.Enelequipajequellevaba,Johausenagregóunagranjaulaquesehicierafabricar en Alemania, en la que pensaba vivir para estar más cerca de las tribussimiescasquevisitaría.

Para concluir, el 13 de febrero de 1896, el doctor y su sirviente indígena, seembarcaronenunnavíofluvial,rumboa…¿Rumboadónde?

Estonoloquisodecirelmédico.Comollevabalasvituallasnecesariasparavivirmuchotiemposinnecesidaddeentrarencontactoconelmundocivilizado,conservóun secreto impenetrable sobre su destino, pues no quería ser molestado en susestudios.

Habíanpasadoyatresaños,sinqueningunanoticiadelsabiollegaraaoídosdelmundoexterior.MaxHuberyJohnCort,quehabíanconocidoalmédico,aveceslorecordabanconcuriosidad.

Ahora, al hallar aquella jaula vacía, encontraban las primeras señales delfacultativo.Pero…¿cuálhabríasidosudestino?

—Consultemoslalibreta—propusoJohnCort—Nonosquedaotroremedio—repusoMax—.Talvezhayaalgúndatoconcretoquecontribuyaarevelarloocurridoaldoctor.

Johnabriólalibreta,algunasdecuyaspáginasestabanpegadasporlahumedad.—Temoquenodescubramosgrancosa—murmuró.—¿Porqué?—Porquelamayorpartedelashojasestánenblanco.—Leeenvozaltaloquehayescrito…JohnCort,entrecerrandolosojos,tratódedescifrarlaslíneasdeescrituraestrecha

yconfusa,queamedidaqueibaleyendo,tradujodelalemán."29dejulio:LleguéconlaescoltaalaorilladelaselvadelUbangui.Acampésobrelaorilladerechadeunafluente.Losnegrosconstruyenunabalsa.3

deagosto:Labalsaconcluida.Despedíalaescolta.Hicedesaparecertodorastrodel

www.lectulandia.com-Página54

Page 55: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

campamento y embarqué conmi servidor. 9 de agosto: Seguimos el curso durantesiete días… nos detuvimos en un sitio que me pareció adecuado. A la vista haynumerosos simios. 10 de agosto: Desembarcamos todo elmaterial… escogimos laubicacióndelacabañajaula.Haymuchossimios,chimpancésygorilas.13deagosto:La instalación ha sido completada. Tomamos posesión del lugar. Los alrededorestotalmentedesiertos.Niindígenasniexploradores.Buenacaza.Pescaabundante.25deagosto:Laexistenciahasidoreguladaconvenientemente.

Algunoshipopótamosenelríoperoningunaagresión.Grandessimiosllegaronlanoche pasada hasta el exterior de la cabaña, sin demostrar hostilidad alguna. Creípercibirunaluz,loquehubierasidomuyextraño.

Parecen hablarse entre sí. Un cachorro ha gritado: ¡Ngora! ¡Ngora!, que es eltérminoindígenaparallamaralamadre…

Llangaescuchabaatentamenteyalllegaraquílectura,exclamó:—¡Sí,sí!¡Ngora…ngora…madre!AnteestapalabraescritaporeldoctorJohausenyrepetidaporelniño,Johnno

pudomenosderecordarelepisodiodelanocheprecedente.Creyéndolo una ilusión, un error, lo había conservado en secreto, pero ahora

exclamó:—¡También yo oí decir «ngora» claramente! —luego contó en qué momento

habíaescuchadoaquellapalabra.—¡Caramba!— murmuró Max, pensativo—. ¡Esto no deja de ser interesante!

Khamis había escuchado aquella conversación. Evidentemente lo que parecíainteresar al francés y al norteamericano, no hacía mella en él. Los hechosrelacionados con el doctor Johausen lo dejaban frío. Lo esencial era que el sabiohabíaconstruidounabalsaqueestabaaúnencondicionesdeflotar.Ensucerebronocabíalamenorideadelanzarsedenuevoalaselvaenbuscadelsabioalemán,ysepropusomentalmentedisuadirasuscompañerossillegabanasugerirlo.

Paralodemás,larazónindicabaqueningunatentativasemejantepodíaalcanzaréxito alguno. De haber habido algún indicio de su paradero, quizás John Cort sehubieraconsideradomoralmenteobligadode irloasalvar,en tantoqueMaxhabríapensadoqueeraelinstrumentoescogidoporlaProvidenciaparasemejanteempresa.

Peronada.Lasentradasenelcuadernilloconcluíanel25deagostosinquefueraposiblesospecharquésehabíahechodeélysuservidor.

—Partamos —dijo Khamis cuando Max y John concluyeron con el pequeñocuaderno.

Sin embargo, antes de abandonar la sólida cabañajaula, el guía la revisóminuciosamente,buscandoencontraralgúnelementoqueresultaradeutilidad.Nofuesinalegríaquealescarbarenelpisosusdedostropezaronconalgoduro.

Quitandolatierraquelocubría,losojosdeloscompañerosdescubrieronunacaja

www.lectulandia.com-Página55

Page 56: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

demetalniquelado,herméticamentecerrada.Alabrirla,unaexclamacióndealegríaescapó de los labios de todos. ¡Cien cartuchos para rifle, del calibre utilizado porellos,yenperfectoestadodeconservación!

—¡Gracias,buendoctor!—gritóMaxHuber,abrazándosealacajadecartuchos—.

¡Ojalápodamosagradeceralgúndíaelservicioquenoshaprestado!—Estacajadebalasindicaalgo,Max—interrumpióelnorteamericano.—¿Qué?—Que el doctor planeaba regresar, pues de lo contrario se la hubiera llevado

cuandosemarchó.—Efectivamente. En la selva las municiones son tan esenciales como los

alimentos,yunviejopobladordeaquellaslatitudesnosehubieraolvidadodellevartodosuequipoconsigo,—Propongoqueantesdeponernosenmarchabusquemosenlosalrededoresalgunaseñaldeldoctor—dijoentoncesMax—.Talvezélysucriadofueron atacados y muertos por nativos hostiles. Quizás sus restos sigan entre laespesura.

Enesecaso,lomenosquepodemoshacerporellosesenterrarlos.—Tienesrazón—repusoJohn.La búsqueda en un centenar de metros a la redonda no dio resultado alguno.

Debía,pues,considerarsequeeldesdichadoJohausenhabíadesaparecidototalmente.Talvezlosseresqueacausadelastinieblasconsideraramonoseranindígenas,quetrasespiarlolohabíanraptado.

—EntodocasoestoindicaquelaselvadelUbanguiestápobladaporenemigosdeloshombresblancos—observóelnorteamericano—.

Debemoscuidarnos.—¡Ustedtienerazón!—exclamóKhamis—.Yahora,¡atrabajarenlabalsa!—¡Sin llegar a saber qué le ocurrió a ese valiente alemán! —murmuró Max

apenado—¿Dóndepuedeestar?—Enelsitioadondevanlosquedesaparecen—¡Esanoesunarespuesta!— ¡No puedo darte otra, mi querido amigo! Hagamos lo que dice Khamis y

vayamosatrabajarenlabalsa.Una vez de regreso en la gruta, el guía preparó el desayuno, y como ahora

contabanconunamarmita,habíaposibilidadesdevariarelmenú,comiendopucheroenlugardecarneasada.Asípues,almorzaronunaespeciedesopasinlegumbres,salo condimentos, y que naturalmente no tenía tampoco fideos, pero que resultóagradableporserdistintadelohabitual.

Duranteel restodeldía trabajaron reparando labalsa,que finalmentequedóencondicionesdenavegarcomosinohubieraestadoaveriada.Seresolviópartiralalbadeldíasiguiente.

www.lectulandia.com-Página56

Page 57: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

LaideademarcharsesinsabernadaconcretosobreeldestinodeldoctorJohausenobsesionaba aMax Huber, en tanto que no preocupaba a John Cort y ni siquieraocupabaaccidentalmentelospensamientosdeKhamis.

Esanoche,antesdetendersesobreelpisoarenosodelagruta,elfrancéssedirigióasuscompañeros:

—Tengoalgoqueproponerles—lesdijo.—¿Quécosa?—inquirióelnorteamericano.—Tenemosquehaceralgoporeldoctor…Elguíadeinmediatosepusoserio.—¿Noquerráirloabuscar,verdad?—No, perome parece que este río desconocido casi debe llevar su nombre en

recuerdoaunmártirdelaciencia…DesdeesedíaexisteenelContinenteNegrounríollamado«DoctorJohausen».Lanochetranscurrióconabsoluta tranquilidad,ymientrasvelabanpor turno,ni

JohnCortniMaxHuberniKhamisoyeronnadasospechoso.Nisiquieralavozdeunmonoparlanchín…

www.lectulandia.com-Página57

Page 58: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

9.NAVEGANDORÍOABAJO…

Eranlasseisymediadelamañanacuandolabalsasoltóamarrasysedejóllevarporlacorrientedelflamante«ríodoctorJohausen»Eldíaacababadedespuntaryelcielo estaba cubierto de nubes. Si bien no había amenaza de lluvia, el sol no semostrabaalatierra.

Para los viajeros esto no era un inconveniente. Por el contrario, les resultabapreferibledescenderelcursodeaguasinquelosrayossolaresloscastigarandurantetodalajornada.

La balsa, de forma oblonga, medía ocho metros de largo por tres y medio deancho;estasdimensioneseransuficientesparaloscuatroviajerosyelmagroequipajeque transportaban con ellos.En laparteposteriordel artefactohabía sido instaladaunaespeciedeespadillaqueservíaparatimonear,oporlomenos,paramantenerunaciertadirección.

La corriente del río no era demasiado veloz alcanzando aproximadamente unkilómetroporhora.Sisemantenía,losviajerostardaríanentretressemanasyunmesen llegar a la desembocadura del «Río Johausen» en Ubangui. En cuanto a losobstáculosquepodíancortarelpaso,nadasepodíaadelantar.LoúnicoquehabíanadvertidoeraqueelcursodelafluentedelUbanguierasinuosoyprofundo.

Durantelasprimerashorasdenavegaciónnoocurriónadadignodeserrelatado.MaxHuberpusoapruebasutalentodepescador,utilizandoamododeanzuelolasespinasretorcidasdeunaacaciasilvestre.

Los peces del «Río Johausen» parecían bastante voraces o tontos, pues prontocomenzaronapicarconentusiasmodignodemejorcausa.Asílalistadeplatosconque contaban los viajeros se vio aumentada considerablemente, para delicia delfrancés,queeraelmásgoloso.

Esanochehicierontierrafrenteaunaprolongaciónrocosadelacosta,contantafortuna que encontraron a flor de agua un banco de moluscos de agua dulce deespeciecomestible,quefueronaaumentarinmediatamenteladespensacomún.

Durantelanocheoyerongritarainnumerablesmonosquehabíanbuscadorefugioen losárbolescercanosal campamento.Alamanecerdeldía siguiente,MaxHubercomentósencillamente:

—¡Juroquenooíningunapalabra articulada!Pero losmosquitos sonpeores…Una hora más tarde comenzó a llover torrencialmente, y los viajeros se vieronforzadosabuscarrefugiobajo lacopatupidadeungomero,cuyofollajenodejabapasarelagua.Empero,latormentacesócontantarapidezcomoseprodujoylabalsavolvióanavegarantesdelasochodelamañana.

A mediodía no se detuvieron; Khamis cocinó el almuerzo a bordo para ganartiempo,ylanavegaciónprosiguiósininconvenientesdeningunaespecie.

www.lectulandia.com-Página58

Page 59: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Prontolabalsallegóaunaparteenquesibienelríonoseestrechabalosenormesárbolesquehabíaenambasorillastendíansusramassobrelasaguas,aveintemetrosdealtura,formandountúnelnaturaldeverduraqueimpedíacasielpasodelosrayossolares. Los viajeros no podíanmenos de apreciar esta particularidad, que tornabamáscómodalanavegación,resguardándolosdelexcesivocalor.

—Decididamente,laselvadelUbanguiesunverdaderoparque—comentóJohnCort—Unparqueconmacizosarboladosyaguacorriente.

—Un parque para los monos —observó Max—. Parecería que todos loscuadrumanosdeÁfricasehandadocitaaquí.

Estaobservaciónsejustificabaantelaenormecantidaddegorilas,chimpancésymonosmáspequeñosqueaparecíanconstantementeenlasmárgenesdelrío.

—Después de todo, entre ciertas tribus congolesas y los monos antropoidesmayores,hayescasasdiferencias—prosiguiódiciendoMax—,porloquenohayqueextrañarse que estando en el centro de África parezcan multiplicarse los simios.¡Ocurrequeesdifícildiferenciarhombresdemonos!

Esta observación formulada en broma, hizo que los dos amigos comenzaran adiscutirlateoríadeDarwinylaevolución,sobreloque,comosiempre,quedaronendesacuerdopeseaqueningunodelosdoslaaceptaba.

Entretantoloscuadrumanos,comosihubieranimaginadoquesetratabadealgorelacionadoremotamenteconellos,parecíandispuestosatomarparteenladiscusión.Khamislosobservabaconcrecienteintranquilidad,pueslasmanifestacioneshostilessemultiplicabanyhubierapodidocreersequeaquelverdaderoejército simiesco seestabapreparandoparasaltarsobrelabalsayatacaralostripulantes.

—¡Tengamos lasarmas listas!—dijopor finelguía, interrumpiendoa losdosamigos—.Nomeresultaagradableobservarcómoestánreaccionandoestosmonos…

—¡Bah! ¡Con una descarga los haremos huir a todos! —repuso el francés,despreocupadocomodecostumbre.

—¡Notire,señorHuber!—KhamisarrancócasielrifledelasmanosdeMax—.¡Nodebemosprovocarlos!¡Correríamosunterriblepeligrosiestasbestiasllegan

aenfurecerse!—¡Perocomienzanaarrojarnostrozosderamas!—exclamóJohninquieto.—No contestemos hasta que sea imprescindible —replicó el guía con acento

terminante.Laagresiónnotardóenformalizarse.Delacostapartíanpiedras,trozosderamas,

frutossilvestresdotadosdefuerzascolosales.Khamistratódemantenerlabalsaaigualdistanciadeambasorillas,paraquelos

tiros fueran menos fuertes y certeros. Por lo demás el número de los enemigosaumentabaincesantemente;parecíaque,comodijeraunratoantesMaxHuber,todalapoblaciónsimiescadelÁfricahubieraresueltoatacarlos.

www.lectulandia.com-Página59

Page 60: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Por fin el francés, que era el de genio más vivo, no pudo contenerse más.Llevándoseelfusilalhombro,apuntóbrevementeydisparó,diciendo:

—¡Estoyaesdemasiado!—ungorila,queacababadeasomarlacabezaentreelfollajedelacosta,setambaleó,desplomándoseconunabalaentrelosojos.

Perolaagresiónenlugardecesar,aumentóconestehecho.Parecíaqueaquelloscuadrumanos hubieran estado dotados de raciocinio superior a sus congéneres, yadvirtieranladesdichadasituaciónenquesehallabanlosviajeros.

—¡Notiremosmás!—exclamóJohnCort—.Espeor.Total,porahoralomásquepuedeocurriresquesalgamosdeestelanceconalgunacontusiónsinimportancia…

—Graciasporloquemetoca—repusoMax,queacababaderecibirunapedradaenlapiernaizquierda.

Continuaron descendiendo, perseguidos por la doble escolta de monos, quecontinuaba arrojando piedras y ramas, almismo tiempo que chillaba furiosamente,comodesafiandoexpedicionarios.

Entretanto,elcaucedelríoseestrechabapormomentos,aumentandoconellolavelocidaddelacorrienteyporendelarapidezdelabalsa.

Lo malo de la situación estribaba en que si bien los cuadrumanos nunca sehubieranatrevidoalanzarsealaguaparaabordaralabalsa,lasenormesramasdelosárboles,alentrecruzarsesobreelrío,lesdabanunpuntodeapoyodesdedondesaltarsobrelosviajeros.Estofueprecisamenteloqueintentaronhacercincooseisgorilasalpromediarlatarde.

Adelantándoseunoscincuentametros,secolgarondelascopasdelosárbolesconevidentesintencionesdedejarsecaersobrelaalmadía,queseacercabaaellos.JohnCortfueelprimeroenverlosyadivinarsusintenciones.

—¡Fuegocontraellos!—gritó,señalándolos.Tresdetonacionesresonaronsimultáneamenteytresmonos,mortalmenteheridos,

cayeronalrío.Enmediodealaridosyrugidoscoléricos,unosveintecuadrumanossaltaronhacia

las ramas y lianas, dispuestos a dejarse caer. Los tres hombres se apresuraron atrascargarnuevamentelosrifles,abrieronfuegograneado.Diezodocecuadrumanosfueron abatidos y por fin los demás, descorazonados, se batieron en retirada,golpeándoseelpechoconlosenormespuñosylanzandoterriblesalaridosdedesafío.

Labalsahabíasobrepasadoyaaquelpuentevegetal;elríoseguíaestrechándoseyauncentenardemetroselaguabullíayrugía,levantandoespuma.Eraevidentequeallíhabíaunfuerteremolino.

Khamis, que llevaba en la diestra la espadilla con que procuraba mantener ladirección de la almadía, no podía evitar que el remolino se apoderara de laembarcación. Por otra parte era peligroso dirigirse hacia la orilla pues en ellaaguardabanlosmonos,dispuestosareanudarsusataques.

www.lectulandia.com-Página60

Page 61: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

De inmediato, viendo que la corriente hacía girar lentamente a la balsa y laenviabahacialacostadeladerecha,lostresfusilessedirigieronhaciaallíyabrieronfuegosobrelosmonosqueseapiñaban,esperando.

Sinembargoloquepusoenfugaalosmonosnofueronlasarmasdelosviajeros,sino la tormenta que se descargó súbitamente sobre las márgenes del afluente delUbangui.Trasvarios truenosy relámpagos, seguidosdeun rayoquedespertóecosdormidos en el fondo de la jungla, grandes gotas de agua comenzaron a caer,empapandoamonosyhombres.Lossimios,instintivamentetemerososdesemejantesdemostracionesde laMeraceleste,huyeronenbuscaderefugio.Enpocosminutoslasdoscostasdelríoquedarondesiertas,exceptounaveintenadecuerposinmóvilesquenosemovierondedondecayeranporefectosdelplomodelastrescarabinasdelosviajeros.

www.lectulandia.com-Página61

Page 62: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

10.¡NGORA!

Al día siguiente el cielo se había tranquilizado, o tal vez corresponderíamejordecirqueestabaagotadoporelexcesodedesgasteprovocadopor la tormenta.Losviajeros, que buscaran refugio bajo las ramas cubiertas de forraje de un enormebaobab, a cuyo tronco amarraran la almadía, estaban dispuestos a proseguir lanavegacióncostaraloquecostara,puessegúnloscálculosdeKhamis,sielcursodelríonosedesviaba,llegaríanalUbanguienpocomásdeveintedías,considerandoquelacorrientehabíaaumentadodevelocidad.

Mientras limpiaban sus carabinas, que después del tiroteo de la víspera lonecesitaban,MaxyJohncomentaronlosacontecimientos.

—La tormenta ha sido muy oportuna —dijo el norteamericano—. No sé quéhubiéramoshechosilosmonosnosehubiesenretirado.

—Tienes razón. Pero debemos mantenernos alerta, pues no sería difícil quevolvieran,ahoraqueeltiempohamejorado…

Khamiscompartíaestetemor,perotrasecharunamiradasobrelascopasdelosárbolescercanos,setranquilizó,puesnoseadvertíaningúnsimio,ylaselvaestabasilenciosa.

— Espero que no tengamos otro encuentro con semejantes brutos, mi queridoJohn —dijo Max, terminando de limpiar su carabina—. Nos quedaríamos sinmuniciones…

—¡Ypensarqueesedesdichadopretendíaestablecerrelacionessocialescontalesenergúmenos!¡Quémundoéste!Esnecesarioqueparatamañapretensiónaparezcantipos como el doctor Johausen, el profesor Gardner o algunos de los sabios queconocíenmistiemposdeestudianteenlaSorbona…

—Bueno, tras la experiencia demi compatriota Gardner,me parece que habrápocosquepretendanestablecersemejantesrelacionesrotashaceyatantotiempo…

—AlpobredoctorJohausendebendehaberlerotoloshuesosynolasrelaciones,miestimadoamigo…

—¡Bah!Ya sabemos que los animales no son otra cosa que irracionales y quedeberáncontinuarsiéndolo…

—Ymuchoshombrestambién,John—Maxdejódereírysepusomuyserio—.LamentoprofundamenteregresaraLibrevillesinllevarnoticiasdeldoctor.

—Antestenemosquepensarenatravesarestaselvainfranqueable,Max…—Esoloharemos.—Deacuerdo,peromegustaríaqueyahubiéramosterminado…Elviajenopresentabayadificultadesparaeloptimista francés.Ysinembargo,

aún faltaban centenares de kilómetros en medio de peligros desconocidos para elhombreblanco.

www.lectulandia.com-Página62

Page 63: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

En aquel momento Khamis, que estaba ocupado preparando el desayuno, losllamóacomer.Llangaaparecióllevandoalgunoshuevosdepatosilvestre,quefueronreservadosparaelalmuerzo.

—Loque lamentoeshaberperdido tantasbalas inútilmente—comentóJohn—.Podríamosaprovecharesosanimalesyreaprovisionarnosdecarne.

—¡Puaf!—exclamóMax,asqueado.—¿Qué?¿Tedisgusta?—¡Caramba,John!¡Seríarepugnante!¡Carnedemono!—Noes tanmala—afirmóKhamis—.Muchas tribusdelCongo la comencon

deleite.—¡Perosonantropófagos!—Creoqueencasodenecesidad,yonovacilaría—tercióelnorteamericano.—¡Puestútambiénseríasuncaníbal!¡Escomocomeraunsemejante!—¡Graciasporloquemetoca!—dijoJohn,lanzandounacarcajada.En definitiva y para tranquilidad del estómago del francés, los restos de los

antropoidesmuertosdurantelabatallaquedaronabandonadosalasavesderapiña.La balsa volvió a la corriente.Khamismaniobró con suma habilidad, teniendo

grantrabajoenmantenerelcursoyevitarlosremolinosformadosenelmismocentrodelrío.MaxyJohndebieroncolaborarutilizandopértigashechasconramasdeárbol,yunahoradespuéslaalmadíaestabadelotroladodelpeligrosolugar.

Eldíaprometíaserhermoso.Niamenazasdelluvianisíntomasdetormentasobreelhorizonte.Unsol radiante iluminabaelcurso líquido, lospájaroscantabansobrelosárbolesyelcalorvolvíaasertórrido,sinquelodisminuyeraunasuavebrisadelnorte,quehubieraservidoparaayudaralanavegacióndehabersedispuestodeunavela.

El afluente del Ubangui volvía a ensancharse paulatinamente amedida que sedirigía hacia el sudoeste. Ya no había posibilidad alguna de que las ramas de loscolososdelajunglasecruzaransobrelasaguas,conloquelosataquesdelosmonosnoerandetemer.Porotraparte,losantropoidesnovolvieronapresentarse.

JohnCortderribóatirosavariasaveszancudas,quesirvieronparaelalmuerzo,acompañadasporloshuevosquerecogieraelpequeñoLlanga.

El resto del día transcurrió sin sobresaltos, pero al caer la tarde, Khamis, quetimoneabaconlaespadilla, llamóaMaxyselaentregó,corriendoaubicarseenlapartedelanteradelabalsa.

—¿Quéocurre?—inquirióelfrancés.—¡Miren!Yelguíaseñalóconlamanounaviolentaagitacióndelasaguas.—¡Otroremolino!—exclamóMaxconacentocontrariado.—No,señorHuber.Noesunremolino.

www.lectulandia.com-Página63

Page 64: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¿Yentonces?Larespuestaaestapreguntafuedadaporunacolumnadeaguaproyectadahacia

loaltodesdelasuperficiedelasaguas.—¡Caramba!¿AcasohayballenasenlosríosdeÁfrica?—inquirióelfrancés.—Ballenasno.Hipopótamos.Unresoplidoensordecedorsedejóescucharcasideinmediato,yenelsitiodonde

selevantaraelchorrodeagua,surgióunacabezaenorme,conunabocamonstruosayunpardeojossemejantesadoslinternasoscurasyrelucientes.

Ante aquel animal, ni siquieraMaxHuber sintió deseos de probar su puntería,peseaqueessabidoporlosexploradoresafricanosquelacarnedehipopótamotieneun sabor parecido a la del cerdo. Mientras el anfibio no tratara de atacarlos, losviajerosprocuraríanmantenerseadistancia, sinprovocar sucólera.Unchoqueconsemejantemasadecarneymúsculoshubierapodidoserfatalparatodos.

—¡Qué nadie semueva!—ordenóKhamis—. ¡Tratemos de pasar inadvertidos,peroestemospreparadosparaarrojarnosalaguaencasodenecesidad.

—YomeencargodeLlanga—dijoMax.Loscuatrose tendierondebrucessobre laalmadía,permaneciendo inmóvilesy

sinhablar,mientraslacorrientearrastrabalaembarcaciónporelcentrodelrío.Durante algunos segundos la ansiedad creció… la cabeza del anfibio había

desaparecido bajo las aguas: ¿acaso estaba por emerger arrojando la balsa por losairesyatacandoalostripulantes?

Por fin el punto peligroso fue sobrepasado, y todos respiraron llenos de alivio.Naturalmente, cazadores experimentados y valerosos como ellos no podíanatemorizarse ante un solo hipopótamo. En muchas oportunidades lo habíanenfrentadoexitosamente,peroahoralasituacióneradistinta,lascircunstanciasmuydesfavorables. Por eso fue tranquilizador observar que el animal se había ido areposaralfondodelrío,comoacostumbranahacerloesosmonstruosacuáticos.

AlanochecerKhamisdetuvolaalmadíajuntoaladesembocaduradeunpequeñoarroyo tributario, donde encontraron no sólo moluscos comestibles, sino tambiénárboles frutales. Aquello hubiera sido perfecto, pero lo estropeaban los enormesmosquitosquecomenzabanyaamerodearsobrelaorilla.

Por fortuna el pequeño Llanga tenía muchos recursos adquiridos durante susprimerosañosdevida.LlamandoaKhamis le señaló losmontonesdeboñiga secadejadaporlosrumiantes,antílopes,ciervosybúfalosqueacudíanaabrevarseaaquelsitiodurantelanoche.Elguíacomprendió.Mezclandolaboñigaconlaleñadeunahoguera, se consigue ahuyentar a losmosquitos y demás insectos, que escapandelhumoacreyespesoasíproducido.

Durante la noche el fuego semantuvo encendido, turnándose los viajeros paraalimentarlo,amedidaquecambiabanlaguardia.Así,cuandodespuntóeldía,todos

www.lectulandia.com-Página64

Page 65: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

estaban descansados tras una noche de sueño reparador, y pudieron reiniciar lanavegaciónsininconvenientes.

Durante la primera parte de la jornada, dos docenas de monos de alta talla ymiembros fornidos semostraron con gestos amenazadores desde la orilla derecha.Comonadaseadvertíaenlaizquierda,Khamisprocurómantenerlabalsamáscercadeéstaquedeaquélla.

Despuésdel almuerzo, el guía se sintiómuy intranquilo, pues el río trazabauncodopronunciado,modificandohacia laderechasu recorrido,enángulocasi recto.Nocabíadudaalgunaqueel«RíoJohausen»desembocabaenelUbangui,perosisedesviaba algunos centenares de kilómetros hacia el este, la situación se tornaríabastantecrítica.

Perounahoramás tardeel cursodeagua retomabasuorientaciónprimitiva, loquepermitiócalcularaKhamisquedespuésdetodo,suconfluenciaconelUbanguiseríamuycercanaallímitedelCongoFrancés.

Estaba ya poniéndose el sol, cuando los viajeros hicieron tierra nuevamente.MientrasKhamis preparaba la hoguera, el pequeñoLlanga buscó infructuosamentemoluscosofrutossilvestresparamejorarlacena.

Luego, descorazonado, se dirigió hacia la orilla del río paramirar cómovariostroncos,arrastradosporlasaguas,pasabanfrentealcampamento.

Uno de aquellos restos flotantes conservaba aún su follaje, con frutas y hojas.Peronofueestoloquellamólaatencióndelpequeñonativo,sinoalgoquesemovíaentrelasramasyhojas.¿Seríaacasounanimal?

Estaba ya a punto de avisar a sus protectores, cuando se produjo un nuevoincidente. Un grito ahogado, singular, que era más bien un llamado lleno dedesesperación,resonósobreeltronco,yluegouncuerpopequeñoyoscuroselanzóalagua,conelpropósitoevidentedealcanzarlacosta.

Llangacreyóreconocerenaquelseraunniñodecortaedad,omuchomenorqueél.¿Podríalacriaturallegaratierra,olacorrienteloarrastraríairremisiblemente?

ElprotegidodeMaxyJohnadvirtióquelasfuerzasfaltabanaldiminutonadador,quésedebatía,desapareciendofrecuentementebajolasuperficieagitadadelasaguas.Entonces,sinpensarlodosveces,respondiendoaunsentimientohumanitarioqueeraen él una segunda naturaleza, Llanga se arrojó al río y alcanzó a la criatura en elmomentoenquesehundíanuevamente.

Almismotiempolostreshombres,quehabíanescuchadolosgritosdelserquesedebatíaentrelasaguas,corríanhaciaallí.

Viendo que Llanga sostenía un cuerpo más pequeño que el suyo y trataba dellegaralaorilla,letendieronlamano,ayudándoloasubir.

—¿Quédiablosfuisteabuscar,Llanga?—lepreguntóMax.—Unniño…Llangasacarunniño…seahogaba.

www.lectulandia.com-Página65

Page 66: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¿Unniño?—inquirióasuvezelnorteamericano.—Sí,amigoJohn…unniño.Elpequeñonativosearrodillójuntoalserqueacababadesalvardelasaguas;el

francésloimitó.—¡Pero no es una criatura! ¡Es un monito! —exclamó inmediatamente,

contrariado—.¡Ytúarriesgastelavidaparasalvaraunsimio!—¡No…no…esunniño!—insistióLlanga.—¡Tedigoqueesunmonopequeño!Haríasbienenviándoloa reunirsecon su

familia.Elpequeñonativoinsistíaenquererverenaqueldiminutomonoaunacriaturade

cortaedad,ynoqueriendodejarlo,loalzóensusbrazos.Luego,sindecirpalabra,lollevóalcampamentoylofriccionóconfuerzahasta

hacerloreaccionar,esperandoaquevolvieraaabrirlosojos.Sin perder más tiempo los viajeros comieron y luego se acostaron a dormir,

quedando Khamis de guardia y Llanga reclinado junto al pequeño antropoide,observando cada movimiento que realizaba. Por fin, a medianoche, el monito sesacudió,abriólosojosyconvozdébilperoclara,exclamó:

—¡Ngora!¡Ngora!—comounniñonegrollamandoasumadre.

www.lectulandia.com-Página66

Page 67: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

11.LAJORNADAFATAL.

Los viajeros habían recorrido ya aproximadamente doscientos kilómetros, enpartecaminando,enparteabordodelaalmadía.¿CuántolesfaltabaparaalcanzarelUbangui?Elguíaopinabaquelasegundamitaddelviajeseríamuchomásvelozquelaprimera,siempreycuandoningúnobstáculoentorpecieralanavegación.

Aldíasiguientedelrescatedelpequeñoser,queLlangainsistíaenllamar«niño»,se embarcaron para proseguir el viaje. Max y John estaban tan seguros que eldiminutoaccidentadoeraunsimio,quenosemolestaronsiquieraenexaminarlodecerca.Llangaselesacercó,insistiendoenrepetirqueelmonitohabíadicholapalabra«madre»endialectocongolés,peroconsideraronqueelmuchachitohabíasoñadoynovolvieronapensarenelasunto.

Cuandocaíaelsolylabalsaseaproximabaalaorilla,Maxvislumbróentrelosárboleslafiguraespléndidadeunbúfalosalvajeabrevándose.

Alzandolacarabina,llamóaJohn:—Allíestánuestracenaaguardando—ledijo—.Prepárateahacerfuegosillego

afallar.Por fortuna la puntería del francés seguía siendo tanbuena como siempreyno

resultónecesariogastarotrabala.Elrumiantesedesplomóconelcráneopartidoporelproyectil,yKhamisacercólabalsaaaquelsitioconunsimplegolpedeespadilla.

Mientras estoocurría,Llanga,habitualmente tancuriosoyatentoa todo loquesusamigosblancoshacían,estabareclinadojuntoalmonito,queyacíaacostadosobreunmontóndehierbas,conloslabiosdescoloridosylafrentehirviendo.Alresonareldisparo, el pequeño ser se había estremecido,murmurando la única palabra que leoyeradecirLlangahastaelmomento:

—¡Ngora!¡Ngora!Esta vez el nativo comprendió que no se equivocaba, que había escuchado

perfectamente.Conmovidoporesedolorosollamado,tomólamanodelacriaturaytratódehacerlebeberun sorbodeagua.Su simpatía, productodeunapiedadbiennatural, se unía al pensamientodeque aquella palabraparecía a puntodeperderseconelúltimosuspiroexhaladoporesoslabiosvioláceos.

¿Un mono? ¡No! Tal vez no era un niño normal, pero esa criatura tenía máscaracterísticashumanasquesimiescas.

Mientraslaalmadíaretomabasucurso,cargadaestavezconelcuerpodelbúfaloqueKhamisestabafaenandodiestramente,Llangallamóasusprotectores.

—¿Qué?—lepreguntóMaxHubersonriendo—.¿Cómovatumono?—No sermono—repuso el niño con toda seriedad—.Ser criatura…distinto,

peronomono.—Escucha,Llanga—intervinoJohnCortseriamente—.¿Porquéinsistesendecir

www.lectulandia.com-Página67

Page 68: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

queesunacriatura?—Porquellamaramadre…anocheyahora.—¿Quieresdecirquehahablado?—Sí.Llamandotodalanochengora…madre.Losojosdelnorteamericanoseabrieronenormemente.—¡Eslapalabraqueoíyoanteriormente!—exclamó—.¿Seráposible?—Verifiquemos—lecontestóMax.Los dos se dirigieron hacia el improvisado lecho del pequeño enfermo y lo

estudiaron.A primera vista no parecía otra cosa que un cachorro de cuadrumano, pero

observándolocuidadosamenteerafáciladvertirdiferenciasesenciales.Suspieseranhumanos.Teníalosbrazosproporcionadosalcuerpoyeralampiño.

—Curioso…muycurioso—murmuróJohnCort,quecomohemosdichoeraunentusiastaestudiosodelaantropología.

Lacabezadelacriaturaeraredonda,teníapronunciadosarcossuperciliares,narizanchayengeneralparecíamáshumanoquesimiesco.

Losdosamigospermanecieronobservandoensilencio,esperandoqueseabrieranlos ojos del pequeño. Su respiración era menos agitada y por fin sus labios sedistendieron:

—¡Ngora!¡Ngora!—repitióunavezmás.—¡Caramba!—selimitóadecirMaxHuber.Aquelser,fueraloquefuese,sibiennoocupabaunlugarprominenteenlaescala

zoológica,poseíaeldondelapalabra.¡Porlotantoerahumano!Entretanto, John, inclinado hacia adelante, estudiando los detalles anatómicos,

advirtióque la criatura tenía enderredordel cuellouncordónde seda.Haciéndolodeslizarparabuscarelnudosusdedostropezaronconunobjetopequeñoyredondo.

—¡Unamedalla!—exclamó.—¿Cómo?—lepreguntósuamigo.Johndesatóelcordón.Asíera.Unamedalladeníquel,deltamañodeunamoneda

decincuentacentavos,conunperfilgrabadodeunladoyunnombredelotro.—¡Imposible!—gritóMaxHuber—.¿Dedóndesacóestacriaturaunamedallade

lasqueregalabaeldoctorasusamigosindígenas?Aquelloeraunverdaderoacertijo.Johnsevolvióhacia laproade labalsapara

llamaralguíaypedirlesuopinión,cuandoresonólavozdelfielnativo:—¡SeñorMax!¡SeñorJohn!¡Venganrápido!Los dos amigos se apresuraron a obedecer. Khamis señaló hacia adelante,

diciendo:—¿Nooyennada?Quinientosmetrosríoabajoelcursodeaguagirababruscamentehacialaderecha,

www.lectulandia.com-Página68

Page 69: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

formandouncodoquelosárbolescubríanparcialmente.Desdeallíllegabaunmugidosordo,constanteyamenazador,quenoseparecíaen

nadaalosrugidosdelasfierasdelaselva.Eraalgodistinto,queaumentabaamedidaquelabalsadeacercaba.

—Noalcanzoaidentificarlo—observóMax.—Tal vez se trata deuna caídade aguaouna catarata—repuso el guía—.El

vientosopladelsuryestádemasiadohúmedo.Khamisnoseequivocaba.Flotandosobrelasuperficiedelríosealzabaunvapor

húmedo que no podía provenir de otra cosa que de una violenta agitación de lasaguas.

Sielríoestabaobstruidoporalgúnobstáculoylanavegacióndebíainterrumpirse,sería un terrible inconveniente para los viajeros, que tendrían que comenzarnuevamenteacaminaratravésdeaquellaselvaimpenetrable.

La almadía cobraba mayor velocidad con cada minuto transcurrido, y cuandofranquearonelcododelrío,lostemoresdelguíaseconvirtieronenterriblerealidad.

Auncentenardemetrosdeallí,unahileraderocasnegrasformabaunaespeciede dique natural, que obstaculizaba la circulación de las aguas del río, tornandoimposiblelanavegación.

Los viajeros conservaban su sangre fría. No tenían unminuto que perder y lohabíancomprendido.

—¡Alaorilla!—gritóKhamis—.¡Alaorilla!Erayacasidenoche,yelcrepúsculocedíapasorápidamentealastinieblas.Esta

dificultad, unida a la falta de medios para maniobrar a satisfacción la toscaembarcación,preludiabaundesastrequenotardóenproducirse.

Pese a los esfuerzos de Khamis, la espadilla no servía para luchar contra lacorriente,yalunirMaxyJohnsus fuerzasa lasdelguía,el improvisado timónsequebró.

—¡Prepárenseasaltarsobrelasrocas!—gritóKhamis.—¡No nos queda otro remedio!—repuso el norteamericano, también gritando.

Llanga,queacababadecomprenderelpeligroquecorrían,nopensóenélsinoenelpequeñoquesalvaralanocheanterior,yloalzóensusbrazos.

Unminutodespués, la balsa era capturadapor los rápidos y lanzada contra lasrocas.

EnvanoKhamisysuscompañerosarrojarona todavelocidadsobreunode lospeñascos las armas, municiones y el escaso equipo, tratando de salvarlo antes desaltartambiénellos.Nopudieronseguiraaquellosutensiliosyfueronprecipitadosaltorbellinodondeacababadedestrozarse laalmadía,cuyos restos reaparecieronmásalládelasrugientesaguas,flotandoríoabajo.

www.lectulandia.com-Página69

Page 70: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

12.ENLASELVA.

Al día siguiente, tres hombres estaban tendidos cerca de una hoguera cuyosúltimosfuegosseextinguíanlentamente.Vencidosporlafatiga,incapacesderesistiral sueño, tras haberse vuelto a poner las ropas que se secaron junto a las llamas,dormían.

¿Qué hora era? ¿Sería de día o de noche? Ninguno de ellos hubiera podidodecirlo.¿EnquédirecciónestabaelPoniente?Dehaberseformuladoestapregunta,lostreshubieransacudidolacabezasinpoderlacontestar.

¿Es que acaso estaban en el fondo de una inmensa caverna? No, pero era lomismoopeor.Sehallabanenmediodelaselvamástupidaqueserhumanoalgunohaya recorrido.Enderredordeellos se alzabanárboles inmensos, lianasymalezasque obstaculizaban el paso de la luz tan eficazmente que resultaba difícil sabercuándoiluminabaelsolycuándoeradenoche.

¿Porquéseriedecircunstanciashabíanllegadoaquellostreshombres,enquienesellectorreconoceráaKhamis,JohnCortyMaxHuber,hastaallí?Ellosloignoraban.Tras el desastre que les costara casi la vida, habían perdido el conocimiento,arrastradospor lasaguasdel torbellino líquido.¿Aquiéndebíanpuessusalvación?¿Quiénloshabíatransportadohastaallí,dejándolosjuntoaunahogueraparaquesesecaranynoaguardandoaquedespertaranparahacerseconocer?

Misterioprofundo.Pordesgraciano todoshabíanescapadoa lacatástrofe.Faltabaunodeellos,el

pequeñoLlanga,ytambiénlacriaturaqueelprotegidodelosdosamigossalvaradelrío. Por su parte los tres sobrevivientes no se hallaban en situación brillante. Notenían armas ni utensilios de ninguna especie excepto sus cuchillos demonte y elhacha queKhamis llevaba en la cintura. ¿Cómo harían para comer, cuando se lesterminaranlostrozosdeantílope,que—cosaextraña—,susdesconocidossalvadoresdepositaranjuntoaellosenelcalverodelaselva?

JohnCortfueelprimeroendespertar,enmediodeunaoscuridadquelanochenohubierapodidotornarmásprofunda.Antesdellamarasusdoscompañeros,miróenderredor,consusojosacostumbradosalastinieblas,yviendoquelahoguerasehabíaconvertidoenunrescoldo,selevantóyagrególeña,hastaavivarlasllamas.

—¡Ahoraveamosquépodemoshacer!—sedijoamediavoz.Cuando Max y Khamis estuvieron también despiertos, comenzaron a cambiar

ideas.Logravedelasituaciónnoescapabaaningunoynopretendíanengañarse.—¿Dóndeestamos?—preguntóMaxHuber.—¿Adóndenoshantransportado?—corrigióJohn—.¿Yquiénlohizo?—¡Ignoramos hasta el día en que vivimos! —exclamó el francés con cierto

desaliento.

www.lectulandia.com-Página70

Page 71: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Elguíapor suparte sacudió la cabeza.Ni siquiera sabíaenquécondiciones sehabíarealizadoelsalvataje.

—¿Y Llanga? —preguntó el norteamericano —. Debe de haber perecido.Seguramentenuestrossalvadoresnoloalcanzaronatiempo.

—¡Pobre niño!—suspiróMax—. ¡Nos tenía verdadero afecto! ¡Pensar que losalvamosdelasgarrasdelosDenkasparaesto!

Losdosamigoshubieranarriesgadogustosamentelavidaparasalvarladelniño,ynopensabansiquieraenlacriaturaextrañaqueestabanexaminandopocoantesdelchoque.DeprontoJohnCortpareciórecordaralgo.

—Ahora que pienso. . .—dijo—. En elmomento en que fuimos proyectadoscontra las rocas, creí ver en la orilla derecha del río las figuras acurrucadas dealgunosnativos,quegesticulaban.

—Tienesrazón…¡tambiényovialgoquesemovíaenesadirección!—agregóMax.—¿Estánustedesseguros?—inquirióKhamis.—Debendehabersidoelloslosquenossacarondelasaguas.—¿Peroporquénosabandonaronsinesperaraquerecuperáramoslossentidos?

—quisosaberJohnCort.—¡Bah! Puede que sean tímidos. Tal vez en estos precisos momentos están

espiándonos.—Puedeser.—¡Peroquélugarparadejarnos!—Maxseestremecióinvoluntariamente—.¡Nuncapudeimaginarquehubieraunaselvatanimpenetrable!—¡Lopeoresquenisiquierasabemossiesdíaonoche!Esta pregunta recibió pronta respuesta. Mirando atentamente hacia arriba, se

advertíaentreelopacofollaje,auncentenardemetrosdealtura,unavagaclaridadquenopodíaserotracosaquelaluzdelsolfiltrándose.

Los relojesdeMaxyJohnsehabíanestropeadoacausade la inmersiónen lasaguasdelrío.Así,pues,parasaberquéhoraeranecesitaríansalirdeallíybuscarunclarodesdedondepudieraverseeldiscosolar.

Mientraslosdosamigoshablabanycambiabanimpresiones,Khamissepaseabaentre los troncos, como si hubiera estado tratando de recuperar su instinto deorientación,queparecíahaberloabandonadodespuésdelaccidente.Porfinsedetuvoyseacercóalosdosblancos.

—SeñorMax…—dijo—.¿Ustedvioungrupodenativosenlaorilladerechadelrío?

—Sí.—¿Estátotalmenteseguro?—Si.

www.lectulandia.com-Página71

Page 72: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—En tal caso, suponiendo que esos hombres hayan sido nuestros salvadores,debemosdeestarenlacostaoeste.

—Posiblemente, pero… ¿a qué distancia?—agregó John—. Y ésta parece lapartemásespesadelaselva…

—La distancia no puede ser muy considerable. Hablar de algunos kilómetrossería exagerado —opinó Max—. Es inadmisible que nuestros desconocidossalvadoresnoshayantransportadolejos.

—Estoydeacuerdo—dijoKhamis—.Nosconvieneregresaralríoparaconstruirotrabalsayreanudarlanavegación.Además,talvezconsigamosrescatarlasarmasymunicionesquearrojésobreunaroca.

—Si no encontramos las armas, tendremos que buscar unmedio de sobrevivirhastaquelleguemosaladesembocaduradelUbangui—murmuróMax—,cosaquemeresultabastanteproblemática.

—Porlodemásaúnfaltaorientarnosenestabocadelobo—dijoJohnCort—.Ynoserátanfácil…

—Creo que podemos hacerlo… —exclamó el guía, que parecía haberseconcentradoprofundamente—.Vamoshaciaallá.

Su dedo índice señalaba sin vacilaciones hacia una porción de lianas rotas yquebradasquedebíandehabersidoarrancadasparallevarlosaelloshastaelcalvero.

Másalláseadivinabaunasendaoscuraysinuosa,queparecíapracticable.—Sinoeseseelcamino,aalgúnsitioconducirá—murmuróelnorteamericano

—.Peroantesdepartir,comamosalgo.Repartieronunkilodecarnefríaentrelostresylacomieronenmarcha,llevando

losrestosdelbúfalocrudo.Enelmomentoenquesedirigíahaciaelverdaderotúnelvegetalqueeralaúnica

salidapracticabledelcalvero,Maxcedióaunsúbitoimpulsoyllamó:—¡Llanga!¡Llanga!¡Llanga!Fueenvano.Ningúnecodevolvióelnombredelmuchachitoindígena.—Partamos—dijo simplementeelguía, abriendo lamarcha.Peroapenashabía

pisadolasenda,exclamó—.¡Unaluz!MaxyJohnseadelantaronvivamente.—¿Seránlosindígenas?—preguntóelfrancés.—Esperemosunmomento…La luz, probablementeproducidaporuna antorcha resinosa, había aparecido en

direccióndelostresviajeros,auncentenardepasosdedistancia.¿Hacia dónde se dirigía el portador de aquella antorcha? ¿Estaba solo? ¿Podía

temerseunataqueoeraalguienqueacudíaenayudadelostreshombres?Khamisylosdosamigosvacilaronuninstanteantesdeintroducirseenlaselva.

Dosotresminutostranscurrieronlentamente,perolaantorchasiguióensulugar.

www.lectulandia.com-Página72

Page 73: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¿Quéhacemos?—dijoporfinJohn.—Caminemoshaciaesaluzyveamosquépasa—propusoMax.—Vamos—asintióKhamis.Peroapenaselguíaavanzóunospasos,laantorchacomenzóaretroceder.¿Qué significaba aquello?Los tresviajerosdetuvieron sumarchay la antorcha

también hizo alto. ¿Acaso el portador de esa luz pretendía ser seguido? ¿En talcaso…hastadónde?

—Decididamente, es un guía como cualquier otro —decidió Max Huber—.Propongoquelosigamos.

—Si nos saca de este laberinto,me sentiré agradecido—repuso John—. ¿Quécreesahora,Max?Tienespordelanteunaaventuraextraordinaria,¿oestoleocurreatodoslosexploradoresqueseaventuranenestaselvavirgen?

—Tediré…yatengobastante…—Mientras ese «bastante» no se transforme en «demasiado», ¡todo va bien,

queridoamigo!Despuésdecuatroocincohorasdeviaje,enquelaantorchasedeteníacadavez

que ellos lo hacían, para reiniciar la marcha luego, los tres compañeros habíanrecorridoaproximadamenteveintekilómetros.

Pese a que la intención de Khamis era seguir la luz hasta que sus piernas senegaranasostenerlos,deprontolaselvavolvióaquedartotalmenteentinieblas.Laantorchasehabíaextinguido.

—Hagamosalto—dijoJohnCort—.Evidentementeesunaindicaciónparaquenosdetengamos.

—Ounaorden…—Obedezcamos—exclamóelguía—.Podemospasarlanocheaquí.—¿Peroreaparecerámañanalaluz?—sepreguntóinquietoelnorteamericano.Aquéllaeralacuestión,yresultabainútilformularsepreguntassinposibilidadde

respuesta.Tras cocinar un trozo de búfalo, Khamis descubrió un hilillo de agua que

serpenteaba entre las hierbas y que era potable. Los viajeros saciaron la sed y seacostaronjuntoaltroncodeungranárbol,durmiéndoseprofundamente.Alotrodíalaantorchaluminosalosguiodurantetodalajornada,enqueterminarondecomerlosrestosdelbúfaloquellevaban.Unaprofundaaprensiónseapoderódelosviajerosalcomprenderquealdíasiguientenecesitaríancazaralgunapieza,puesdelocontrariopasaríanhambre.

Esta noche se detuvieron cuando la antorcha se extinguió. Una oscuridadprofundísimarodeabaatodoylostrescompañeros,agotados,seacostaron,quedandoprofundamentedormidos.

LoextraordinariofuequeMaxHuber,alcerrarlosojos,¡creyóoírlosprimeros

www.lectulandia.com-Página73

Page 74: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

acordesde«ElCazadorFurtivo»,deWeber!¡Absurdosprovocadosporlafatiga!

www.lectulandia.com-Página74

Page 75: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

13.ELPUEBLOAÉREO.

Aldíasiguiente,cuandodespertaron,losviajerosadvirtieronsorprendidosquelaoscuridad eramayor en aquel sitio de la selva. Paramayor penuria, la luz que losguiarahastaallí,noreapareció.

—Lopeordetodoesquenotenemosmásalimentos—observóMaxHuber—,yquenadieparecemolestarseporello…

—Talvezhemosllegadoyaaalgúnsitioenparticular—exclamóelguía.—¿Adónde?—inquirióJohn.—¡Adondenosconducían,queridoamigo!—repusoMaxconunasonrisa.Era

unarespuestaquenocontestabaanadie,perorespuestaalfin.Ahorabien,silaselvaestabaentinieblas,nosignificabaqueestuvierasilenciosa.

Desdeloaltollegabahastaellosunrumordesordenado,comosienlascopasdelosárbolessemovieragente.Mirando, lespareciódistinguirunaespeciedeplataformagigantesca,peronohubieranpodidojurarlo.

Mientras esperaban, transcurrió una hora. Khamis se paseó entre los árboles,acechando.

¿Porquéloshabríaabandonadolaluzquelessirvieradeguía?¿Quélesquedabaporhacer?¿Quedarseallí?¿Partir?¿Yquécomeríanenlaruta?

Yaparecíaqueelhambreylasedlostorturaba…—¿No nos convendría seguir adelante? —inquirió el norteamericano,

impacientándoseporprimeravezensuvida.—¿Enquédirección?—objetóMaxHuber.Aquélla era la pregunta. ¿Qué indicio les serviría para tomar una resolución al

respecto?—¡No nos faltarán energías, qué diablos!—exclamó John—. Los árboles no

estányatancercaunodelotro…Yaencontraremosunclaroquenospermitavereldiscosolaryorientarnos.

—Vamos—dijoKhamis.Sinhablarmásfueronareconocerelterrenoenunaextensióndeunkilómetroa

la redonda encontrándolo semejante en toda su superficie, desnudo y seco, sinvegetaciónbaja,comosihubierantenidountechoquelocubriera,impidiendoelpasode la lluvia, así como de los rayos solares. Por todas partes se veían árbolesgigantescoscuyascopasseperdíanenloalto,entantoqueelrumorquelesllamaralaatencióncontinuabaininterrumpidoysinquepudieranidentificarlo.

En varias oportunidadesKhamis creyó ver siluetas humanas deslizándose entrelosárboles.¿Seríaacasounailusióndelossentidos?

Ningunosabíaquépensar.Porfin,trasmediahorademoverseinfructuosamente,lostresviajerossesentaronjuntoaunenormetronco.

www.lectulandia.com-Página75

Page 76: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Sus ojos comenzaban a acostumbrarse a la penumbra reinante, que parecíaatenuarsegraciasalosrayosoblicuosdelsol,quelograbanfiltrarseentrelamaraña.

—Algosemueveentrelaespesura—murmuróamediavozelguía.—¿Hombreoanimal?—inquirióJohnCort,mirandoenladirecciónseñaladapor

Khamis.—En todo caso se trataría de un niño pequeño—observó éste—. Es de baja

estatura.—¡Entalcasoseráunmono!—exclamóMax.Lostrespermanecieroninmóvilesparanoatemorizaralcuadrumano.Siconseguíanatraparloypesealarepugnanciainstintivadelfrancés,lesserviría

paraalimentarseduranteunpardedías.Amedidaqueselesacercaba,elsernodemostrabaningúntemor.Caminaba sobre sus patas posteriores y se detuvo a algunos pasos de ellos.

Entonces,entrecerrandolosojos,losviajerosadvirtieronqueeraunacriaturadecortaedadynounmonodelaselva.Dominadosporunaenormesorpresa,losdosamigossemiraron.

—¡EselchicosalvadoporLlangaenelrío!—murmuróJohn.—¿Estásseguro?—lepreguntóMax.—Positivamente.—¿Perocómodiablosllegóhastaacá?—¿Noseequivoca,señorJohn?—tercióelguía.—Ahoramismovamosaverificarlo—repusoelnorteamericano,introduciendola

manoenelbolsilloysacandolamedallaquellevabaelpequeñocolgandodelcuello.Lacriaturavio lamedallaycorrióhaciaellos.Eraevidentequesuenfermedad

habíapasado.Cuandopasójuntoalguía,tratandoderecuperarlamedalla,Khamisloaferró reteniéndolo. De labios del extraño chiquillo surgieron entonces variaspalabras:

—¡Lo-Mai!¡Ngala!¡Ngala!Elsignificadodeestasvoces,enunalenguadesconocidahastaparaKhamis,que

hablaba los diversos dialectos congoleses, no fue discutido por los viajeros, puesapenas acababa de gritarlas el niño cuando aparecieron ante ellos dos docenas desereshumanos,debajaestaturaperorobustosyprovistosdelanzas.Resistirhubierasidofatal;losnativosrodearonalostreshombresysinforzarlosperoconfirmezalesindicaronquedebíanseguirlos.

Trasrecorrerquinientosmetros, lapartidallegóhastadosárbolescuyostroncoscrecían suficientemente cerca como para que sus ramas estuvieran entrelazadas,formandounaespeciedeescaleranatural,queseperdíaentreelfollajedelascopas.Losnativoshicieronsubirasuscautivos,siguiéndolosconagilidaddecuadrumanos.

A medida que trepaban, la luz se hacía mayor, cosa lógica pues, por los

www.lectulandia.com-Página76

Page 77: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

intersticiosdelasramassefiltrabanlosrayosdelsol.El francés ya nada decía sobre su poca fortuna para tropezar con lo

extraordinario.Estoentrabaenlacategoríadelofueradelocomún,ylasobrepasaba.Cuandolaascensiónconcluyó,estabanasetentauochentametrossobreelnivel

delsuelo,yanteellosseextendíaunaplataformadegransuperficie,perfectamenteiluminadaporlaluzsolar.

Peroloasombrosoeraqueallíhabíaunpueblo,unaverdaderaaldeanativa,consus chozas ordenadas en hileras regulares, sus calles y sus habitantes, hombres,mujeresyniños.Todospertenecíana la razade lacriaturasalvadaporLlanga,conciertosrasgossimiescos,peroevidentementehumanos.

PeroKhamis,MaxHuberyJohnCortdebieronpostergarsusobservacionesparamásadelante.Todoloquepudieronadvertirfuequeaquellosseresteníanunidiomaarticulado,sevestíanconhierbasentretejidasyusabanarmastoscasperoeficaces.

—¡Perfecto!—exclamóelfrancés—.Loquemesorprendeesquenadiepareceasombrarseantenuestrapresencia.Talvezyaconocenalhombreblanco…

Suscaptoresnosemolestaronentratardecomunicarseconellosytrasladándoloshastaunadelaschozasloshicieronentrar,dejándolossolosyconlapuertacerrada.

—Loquemegustaríaahoraseríaunbuenplatodecomida—dijoentoncesMax.Existenlosprisionerosqueseresignanylosquenotoleransucautiverio.JohnCort,Khamisy sobre todoel impaciente francésnopodíanaguantarmucho tiempoestarentre aquellas paredes opacas que los aislaban del mundo exterior, impidiéndolessaberquéocurría.Ademáselhambrelostorturaba.

La única cosa que les llenaba de esperanza era que los nativos no se habíanmostradohostiles.

Por lo demás, el protegido de Llanga era uno de los habitantes de la aldea, yposiblementeconvenceríaasusmayoresdelasbuenasintencionesdelosextraños.

—Además si el pequeño fue salvado del remolino, es probable que tambiénLlangaestéconvida—dijoporfinJohnCort,llenodeesperanza—.

Cuando sepa que tres hombres han sido traídos al pueblo, comprenderá quesomosnosotrosynosbuscará.

—¡Esperemosqueasísea…pobreLlanga!—repusoMax,conmovido.Como si hubieran sido palabras mágicas, la puerta se abrió para dar paso al

muchachito,queseprecipitóenbrazosdesusbenefactores.Tras lasprimerasmanifestacionesdealegría,elchicoexplicóa susamigosque

losmismosnativosquelesalvaranaelloslohabíansacadodelasaguas,llevándoloalaaldeaaérea.

—Alchocarcontralasrocas,Lo-Maiyyo…—¿Lo-Mai?—lointerrumpióJohn.—Lacriaturaqueyosalvarantesdelrío.

www.lectulandia.com-Página77

Page 78: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¡Hastanombretienen!—comentóMax.—Evidentemente—le contestó el norteamericano sonriendo—.Loprimeroque

debedehaberhechoelserhumanoalaprenderahablarfuedarseunnombre.—¿Cómosellamanasímismosestosnativos,Llanga?—Wagddis.Estapalabratampocopertenecíaalalenguacongolesa.Perosellamarancomose

llamaran, habían sido esos indígenas los salvadores de los náufragos, lo queevidenciabaunnaturalpacíficoyhospitalario.

Al recuperar el conocimiento, Llanga se había encontrado en los brazos de unrobustoejemplardeWagddi,queresultóelpropiopadredelpequeñoLo-Mai,quienasuvezerallevadoporlamadre.EralógicocreerqueelniñosehabíaextraviadoenlaselvayquesusfamiliaresloestabanbuscandocuandopresenciaronelaccidentequecasicostólavidadeLlangaysuscompañeros.

Todos se habían mostrado reconocidos al saber por boca de la criatura loscuidados que Llanga le prodigara, y ésta era otra demostración de humanidad enaquellosseressimiescos.

—Muy bien, Llanga—dijoMaxHuber cuando elmuchachito hubo terminadoconsurelato—.Perolaverdadesquenosotrosnosmorimosdehambre.Antesdeproseguir con tus explicaciones, te agradeceríamos profundamente que nosconsiguierasalgodecomer…

Llangasaliódelacabaña,pararegresarpocodespuésllevandounabandejaconun gran trozo de búfalo asado, bananas, frutas de la acacia adansoniana y unacalabazallenadeaguafresca.

La conversación quedó interrumpida por un rato. John, Max y Khamisnecesitaban alimentarse y lo demostraron inmediatamente, sin preocuparse por lacalidaddeloquecomían.Prontotododesapareciódevoradoporellos.

EntoncesprosiguieroninterrogandoaLlanga.—¿Hasvistomuchoswagddis?—inquirióelnorteamericano.—Si…muchos.—¿Ynobajanjamásdeestaplataforma?—Paracazar,buscarfrutasysubiragua.—¿Entiendessuidioma?—Algunaspalabras,entenderlas.Otrasno.—¿Cómollamanaestepuebloaéreo?—Ngala.—¿Tienenjefe?—Sí.—¿Lohasvistoalgunavez?—No.EllosllamarloMsélo-Tala-Tala.

www.lectulandia.com-Página78

Page 79: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¡Sonpalabrascongolesas!—gritóKhamis.—¿Quésignifican?—quisosaberMax.—«ElPadredelosEspejos»...Aquéllaera laexpresiónqueutilizaban losnativosparadesignara loshombres

queusabananteojos…

www.lectulandia.com-Página79

Page 80: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

14.LOSWAGDDIS.

¡SuMajestadMsélo-Tala-Tala,gobernantedelpuebloaéreodelosWagddis!¡EstodebíabastarparasatisfacerhastaalaimaginaciónfrancesadeMaxHuber!—Creoqueporunaveztúteníasrazónyyoestabaequivocado—reconocióJohn

Cort—.TodavíaquedabancosasextraordinariasenÁfrica.—Deacuerdo,miqueridoamigo.Peroahoraquelohemoscomprobado,tediré

quenopiensopasarelrestodemisdíasenestalocalidadestudiandoasushabitantes.Elnorteamericanolanzóunaestruendosacarcajada.—¡Convendrásconmigoenquepuedenhacerseciertossacrificiosporlaciencia!

—repuso—.¡TenemosqueestudiaralosWagddis!—Sea,perocondoscondiciones…—¿Cuáles?—Primeroquenosdejenenlibertaddemovimientoportodalaaldea,ysegundo

quetrashabercirculadolibremente,podamosmarcharnosencualquiermomento.Enrealidadestascondicioneseranalgopersonales,pueslaverdaderaquelostres

estabanenmanosdeaquellossalvajesynadapodíanhacerparaaliviarsucautiverio,másqueconfiarenlabondadyagradecimientodesuscaptores.

EnaquelmomentoaparecióLo-Mai,queviendoasusalvadorcorrióaprodigarlemil caricias. John Cort hubiera permanecido estudiando a la extraña figura, perocomolapuertaestabaabierta,elimpacientefrancésseprecipitóalexterior,forzandoasusamigosaseguirlo.

Así se encontraronenmediodeunaespeciedeplaza rectangular, rodeadosporunamultituddewagddis,queibanasusquehaceressinprestarlesatención,guiadosporLo-MaiquesehabíaaferradoalamanodeLlanga.

Los dos blancos observaron a la población de aquel pueblo aéreo, tratando decaptaralgunapalabraensuidioma.PorsuparteelguíareconociónumerosasvocesdedialectoscongolesescorrompidosyJohnCortsesintióasombradoaladvertirqueaquellosnativos repetíandoso trespalabrasenalemán,entreotras, lavoz«vater»,quesignifica«padre».

—¿Quéquieres que te diga, John?—repusoMax cuando su amigo le llamó laatención sobre semejante descubrimiento—.Si uno de estos simios sin cola semeacerca y golpeándome la espalda me habla en latín, no me asombrará. Esto esdemasiadofantásticoparaquellamelaatención.

ElpequeñoLo-Maiparecíaorgullosodepasearalosforasterosporelpueblo,yeraevidentequelosconducíaaalgúnsitiodeterminadoJohnestudiabaatentamentelos rostrosycaracterísticasanatómicasde loswagddis,advirtiendoparticularidadesqueanotabamentalmente.

Aquellosseres,entreotrascaracterísticashumanas,teníanladecaminarpisando

www.lectulandia.com-Página80

Page 81: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

contodoelpieynoconlosdedosrecogidos,comolosgrandesmonosantropoides.Ademássusdentaduraserantotalmentehumanas.

—Esunalástimaquenosepamosellenguajedelosaborígenes—comentóMaxHuber. Khamis había intentado hablar con Lo-Mai utilizando diversos dialectoscongoleses, pero fuera de algunas palabras en común, resultaba prácticamenteimposiblecomprenderse.

Trasunahoradepaseo,llegaronalextremomásalejadodelaaldeaaérea.Allísealzaba una cabaña evidentemente de mayor importancia que las otras. Afianzadasobrelasramasdeungigantescobombax,sutechoseperdíaentreelfollaje.

¿Sería aquello el templo de los dioses de la extraña tribu? La ocasión deaveriguarloeramagníficayJohnCort,consuinquisitivoespíritucientífico,tratóportodoslosmediosdehacersecomprenderdelpequeño.PorfinLo-Maipareciócaptarloquelepreguntabaelblancoyexclamó,señalandolagrancabaña:

—¡Msélo-Tala-Tala!¡AquéleraelpalaciorealdeNgala!SinmásceremoniaMaxHuberseencaminóhaciaallí,peroelpequeñowagddilo

tomódelamanoparadetenerlo,demostrandounverdaderotemor.—¿Msélo-Tala-Tala?—inquirióelfrancés.El pequeño asintió, tirándole siempre de la mano. Al mismo tiempo dos

centinelasapostadosantelaconstrucciónseadelantaronhaciendogestosinequívocosconsuslanzas.Laentradaalpalacioestabaevidentementeprohibida.

LosvisitantessiguieronaLo-Maihastaelcentrodelavilla,dondelacriaturalosintrodujoenotracabañadesencilloaspecto,encuyo interiorhabíadosnativos,unhombreyunamujer.

—¡Ngora!¡Ngora,Lo-Mai!—dijoelpequeño,señalandohacialamujer.Luegosevolvióhaciaelhombreyexclamó—:¡Vater!Vater!

Esta última palabra, «padre», en alemán era realmente intrigante en labios deaquelsalvaje.

LospadresdeLo-MairecibieronafectuosamenteaLlanga,aquienconsiderabanconrazónelsalvadordesuhijito.Luegosonrieronalostresviajeros,conlosquenopodíancomunicarsemásqueporgestos.

Trasuncuartodehorapasadoenelinteriordelacabañaestudiandoelambienteenquevivíanloswagddis,losviajeroslaabandonaron.

ElpadredeLo-Mailosdespidióenlapuertadesucasa,conunaampliasonrisaextendiendo las dosmanos, queMax y John estrecharon conmás entusiasmo queKhamis.

www.lectulandia.com-Página81

Page 82: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

15.TRESSEMANASDEESTUDIO.

¿Cuánto tiempo se quedaríanMax, John, Khamis y Llanga en aquella exóticaaldea?

¿Noseproduciríaalgún incidentequealteraría lasituaciónrelativamentebuenaenquesehallabanfrentea losnaturales?Porotraparte,considerandoque lograranevadirse…¿cómoharíanparaatravesarlajungladelUbanguiyllegarhastaelgranrío?

Tras haber deseado tanto correr una aventura extraordinaria, Max Hubercomenzabaaarrepentirseysentíaenfriarsuentusiasmo.AhoraeraelmásimpacientepormarcharsedelpuebloaéreoyregresaraLibreville.

Porsuparteelguíaestaba furiosoconsusuerte,que lo llevaraacaerentre laspatas—porqueparaéleranpatas—deaquellosseresextraños.

ErapuesJohnCortelmenosapuradopormarcharse,puessuantiguoentusiasmopor la antropología no había disminuido un ápice y tal vez nunca se le volvería apresentar unaoportunidad comoaquélla de estudiar a seresquepodían clasificarsefácilmentedeeslabónentreelhombreyelmono.Poresoqueríapermanecerporlomenos tres semanas en la aldea aérea. Nadie podía asegurarles que se quedaríanmuchomástiempo,peroporlodemáseltratoquerecibíaneracordial.

—Tenemosqueentrarenconversacionesconel soberanodeestepueblo—dijoMax, conversando sobre el tema con sus compañeros—. Es el único que puedeayudamosapartiryencontrare1caminoindicado.

Enrealidadnodebíasertandifícilentrevistaralaugustopersonaje,amenosquehubiera algún tabú al respecto. Pero el grave problema era la forma de establecercomunicación con él. ¿Cómo hablar con el rey, si era imposible hacerlo con sussúbditos?

—¡Estamos haciendo progresar a la antropología! —repitió John varias vecesparaconsolarasuscompañeros.PeroelfrancésnoteníalapastadeunGardnerounJohausen.

—¡Quesevayaaldiablolaantropologíaylosantropólogos!¡Yoquieroirmedeaquí!

Cuandoregresarona lacabañaque teníanasignada, losviajerosadvirtieronquealguienhabíaordenadosuinterior,llevándoselosrestosdecomida.Eraevidentequelosnativoseranlimpiosybastantedisciplinados,loquelesacordabaunpuntomásensucondicióndesereshumanos.

Numerosos objetos habían sido llevados, y si bien no había ni sillas nimesas,habíancolocadovasijas,platosconfrutasyunaespeciedefuenteconungrantrozodeoryxasado.

—Estoesmuyimportante—observóelnorteamericano—.Losúnicosseresque

www.lectulandia.com-Página82

Page 83: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

conocenelfuegosonloshombres…Losanimalesnuncahancocinadosusalimentos.Peroloquemásresultódelagradodelosviajerosfuedescubrirenunextremodel

recinto,cuidadosamenteapilados,losefectosquecreyeranperdidosenelnaufragio.Sus carabinas, revólveres y municiones estaban allí, junto con la marmita quepertenecieraaldoctorJohausen.

—Estohablaenfavordelamoralidaddelosnativos—dijoenfáticamenteJohnCort—.Sabenquenodebenguardarloquenolespertenece.

Enaquelmomentoentróenlacabañaunjovenwagddi,deunosdieciochoañosdeedad,rostrodespejadoyalegre,llevandomásfrutayunacalabazaconaguafresca,quedepositósobreelpiso.Luegosegolpeóelpechoydijo:

—¡Kollo!Johncalculóqueeraelnombredelnativo,queevidentementeestabaacargode

proveerlosdealimentosoquizásdevigilarlos,porquenosemoviódelacabaña.Durante los días siguientes los viajeros tuvieron oportunidad de ratificar sus

primerasimpresionessobrelascostumbresyelmododeserdeaquellaextrañatribu.Loswagddiserandebuencarácter,silenciosos,trabajadoresynadacuriosos,loquelos diferenciaba netamente de los demás nativos africanos en general. Tenían unaagilidad envidiable, pero no se jactaban de ella descolgándose de las copas de losárbolesyrealizandopiruetasextraordinariasconlamásabsolutanaturalidad.

Ademásrevelarontenerunavistaagudísimaygranprecisiónenelmanejodelasarmas, llegandoacazarpequeñospájarosalvueloconsus flechas.Encuantoa losanimalesmayores,derribabanfácilmentealosantílopes,búfalosyhastarinocerontes,utilizandoazagayasyvenablos.

Max Huber los acompañó en varias oportunidades durante sus excursiones decaza mayor, pero siempre en calidad de testigo, pues sus compañeros lo habíanconvencidodequenodebíagastarmunicionesinútilmente.

Bajo laaldeacorríaun ríomuysemejantealque losviajerosbautizaronconelnombre de «Río Johausen». Probablemente era otro afluente del Ubangui, pero…¿seríanavegable?¿Poseíanloswagddisembarcaciones?

Eranecesariosaberloparapoderpensarseriamenteenlafuga.Maxsospechabaquesi sabíannadareraporqueutilizabanelcurso líquidopara

moverse,yporlotanto,quedebíandetenerembarcaciones.Asíera.Setratabadeartefactosalgomejoresquelasbalsas,peroinferioresala

piraguaqueutilizantanprofusamenteotrastribusafricanas.Enrealidadnoeranmásqueenormestroncosdeárbolexcavadospormediodel

fuegoyconvertidosenbotes,primitivosperosólidos.Trashaberestudiadolosaspectosmaterialesdelavidadeloswagddis,JohnCort

seinteresóenaveriguarsiteníanalgúnrudimentodevidareligiosa.—Creo que tienen cierta dignidad y moral, sentido de la propiedad y de la

www.lectulandia.com-Página83

Page 84: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

decencia —comentó con Max—, la familia está organizada con criterio bastantemodernoyexistenlazosafectivosentrehijosypadres,segúnpudimosverificarloenelcasodeLo-Maiysusprogenitores.

—Yentonces,¿quélesfaltaparasertotalmentehumanos?—Parecería que no tienen la menor noción de vida espiritual. No he visto ni

ídolosnirepresentacionesreligiosasdeningunaíndole…—AmenosqueladivinidadseaparaelloselfamosoMsélo-Tala-Tala.Talvezpor

esonolodejanveralosforasteros.EntretantoelpobreKhamisintentóvariasvecesabandonarlaaldea,sinlograrlo.

Por fin se produjo un serio incidente que de no habermediado la intervención delpadredeLo-Mai,habríaacarreadogravesconsecuencias.

Losguerrerosquecustodiabanlaescaleraquecomunicabalaaldeaaéreaconlasuperficie de la tierra, detuvieron al guía en uno de sus intentos de exploración, ycomenzaron a castigarlo con las astas de sus lanzas, hasta que aparecióLo—Mai,padre, terciando en favor deKhamis frente a unode los jefes de los guerreros, unnativoaquienllamabanRaggi,derostrobrutalypechofornido.

TrasestaescenalosviajerosesperabanserconducidosapresenciadelreyMsélo-Tala-Tala,peroparasorpresadetodos,nadaocurrió.

Un día, según los cálculos aproximados de los cautivos, era el 9 de abril, lascircunstanciasparecieronfavorecersusplanesdeevasión.

Desde la superficie del río se alzaron fuertes clamores. ¿Sería acaso un ataquellevadoporotrosindígenasenemigosdeloswagddis,quepretendíantomarlaaldeaaérea?

Hubiera bastado incendiar la selva para provocar un verdadero desastre a loshabitantesdeNgala…

De inmediato Raggi, y unos treinta guerreros corrieron hacia la escalera,descendiendoconovelocidadsimiesca.Loscautivos,guiadosporLo-Maipadre, seubicaronenunextremodelpueblodesdedondesepodíapresenciarlabatalla.

Peronosetratabadehombres.Losenemigoseranloscerdosderío,alosquelospobladores de la aldea aérea atacaban con el propósito de proveerse de carne.Losanimales,verdaderoscerdosacuáticos,huíanaterrorizados,destrozandotodocuandoseoponíaasupaso.

Atravésdelasramasdelosárboleslosprisionerossiguieronlospormenoresdelacacería,quefuecortaperopeligrosa.

Losguerrerosdesplegabanunextraordinariovalor,arriesgándoseacaerbajolaspezuñasycolmillosdelosanimalesenfurecidos.

Maxhubieradeseadobuscar sucarabinaycolaborar con loswagddis,pero suscompañerosse lo impidieron,nodeseandoquegastara inútilmente lasbalasdequedisponían.Además era conveniente evitar que losnativos se enteraranqueposeían

www.lectulandia.com-Página84

Page 85: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

esasarmasterribles,quedebíanservircomoúltimorecursofrentealpeligro.—Tienes razón, John —aceptó el francés de mala gana —. Puede que nos

convengacuidarlapólvoraparaunmomentomásoportuno…

www.lectulandia.com-Página85

Page 86: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

16.SUMAJESTADMSELO—TALA—TALA.

Trastressemanasdecautiverio,suaveysinviolencias,perocautiverioalfin,losprisionerosnohabíantenidoaúnlamejorprobabilidaddeescapardelpuebloaéreo.Esto resultaba molesto para Max Huber, insoportable para Khamis pero bastanteagradableparaJohnCort,queaprovechabacadamomentodisponibleyestudiabalascostumbresycaracterísticasdelextrañopoblado.

El tiempo se había mantenido magnífico. Un sol espléndido inundaba la granplataforma,bañandocabañasycalles.

LasvisitasdeMaxyJohnalospadresdeLo-Maihabíansidomuyfrecuentes,yloúnicoquefaltabaparacompletarlaetiquetaeranlastarjetas.Oporlomenos,ciertacomprensióndel idioma.Elnorteamericanohabía aprendidoalgunaspalabras,peroeso no bastaba para establecer una comunicación fluida con los nativos. Ademássiempresubsistíaelmisteriodelostérminosalemanesinjertadosenellenguajedeloswagddis.¿AcasohabíanestadoencontactoconmisionerosgermanosdelCamerún?Era difícil pues hubiera habido alguna señal del paso de esos hipotéticosexploradores. En cuanto a las palabras congolesas era más explicable, pues entiempos lejanos podían haber recibido la visita de nativos delCongo que hubierancontribuidoconsuidiomaaelevarelnivelculturaldeloswagddis.

Peroestoeraunahipótesismás,sinmayoresprobabilidadesdeverificación.PorfinciertodíalosviajerosvieronapareceralafamiliaMaienpleno.Lostres,

padre, madre e hijo, estaban adornados de pies a cabeza con pulseras, collares yanillosyostentabanunamedallacon la imagendeldoctorJohausencadauno.Estedetalle hizo reflexionar a John Cort, que encontró extraordinario que semejantesreliquiashubieranviajadotantoskilómetrosatravésdelaselva.Esoindicabaobienqueloswagddisteníanciertocontactoconelmundoexterior,oqueotrosnativosdelCongohabíanvisitadorecientementeelpuebloaéreo.Quedabaunatercerahipótesis,peroelnorteamericanonoseatreviósiquieraaformulársela.

—¿Qué significa esta visita de etiqueta? —preguntó Max—. Nunca habíanvenidotanarreglados…

—Debede serdíade fiesta—repuso John—.Talvezhoypodamos resolver elproblemadesureligión.

Antesdequeterminaradehablar,Lo-Maipadredijoclaramente:—¡Msélo-Tala-Tala!Elfrancéspensóqueelsoberanoestaríaporpasarfrentealacabañayseasomó,

perotodoloquepudoverfueelmovimientoinusitadodelosnativosdeNgala.Detodaspartessurgíanwagddisataviadosconsusmejoresgalas.

—Algoocurre—insistióJohn—.¡Megustaríaentendersuidioma!—Veremos si consigo captar algo —repuso Max, volviéndose a Lo-Mai, le

www.lectulandia.com-Página86

Page 87: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

preguntó—¿Msélo-Tala-Tala?—¡Msélo-Tala-Tala!—repusoelnativo,conelrostroradiante.SupusieronqueelreydeNgalaestabapormostrarseasussúbditos,puesnoles

quedabaotrasuposiciónqueformularse.—¡Vamostambiénnosotros!—exclamóelnorteamericano,llenodeentusiasmo.— ¡Vayan! —repuso Khamis con acento ligeramente despectivo—. Yo me

quedaréalimpiarlasarmas…Eldignoguíanolograbaquitarselosprejuiciosquelodominaban…LosdosamigossiguieronalosMai,queconLlangadelamanocorríanaunirsea

lamultitud.El pueblo estaba inundado de caras alegres y entusiastas; era indudable que se

tratabadeundíadefiesta.Unmillardewagddissedirigíanhacialaplazadondeestabalagrancabañaque

servíadepalacioreal.Locuriosodetodoaquelloeraqueningunosefijósiquieraenlos extranjeros, que se acababan de sumar a lamanifestación. Esto era uno de losrasgosmenoshumanosdeaquellosseres,segúndeclaróMaxHuber.

TrasunalargacaminatallegaronfrentealpalaciodeSuMajestadMsélo—Tala—ala. Allí estaban formados dos centenares de guerreros, con sus lanzas y escudos,bajoelmandodelcorpulentoRaggi,quehabíaadornadosucabezaconuncráneodebúfaloyseerguíafirmecomounaestatua.

—Probablementeelsoberanopasarárevistaasustropas—observóJohnCort.—Ysinoaparecesignificaráqueestáprohibidoverlo—repusoMax—.Nosería

elprimergobernanteinvisibledelmundo…VolviéndosehaciaLo-Maipadre,elfrancéshizounaseriedegestosquequerían

decir:—¿SaldráMsélo-Tala-Tala?Elwagddipareciócomprenderlo,pueshizoungestoafirmativoconlacabezay

repitió:—¡Msélo-Tala-Tala!—¡Por fin podremos contemplar su augusta faz! —exclamó el francés

risueñamente, pese a que en verdad se sentía curioso por conocer al rey de aquelpueblopeculiar.

—Entretanto conviene gozar del espectáculo —agregó su amigo, mirando enderredor.

—¡Contalqueelreynoseaunafigurademaderaopiedra!—Enesecasoyanodudarédeclasificarcomopertenecientesalgénerohumano

sinrestriccionesaloswagddis…¡mira!Lamultitudhabíadejado libreelcentrode laplazaquehabía frentealpalacio.

Allísedispusieronlosjóvenesdeambossexosqueencabezaranlaprocesión,endos

www.lectulandia.com-Página87

Page 88: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

líneassimétricasycomenzaronunbailerítmicoyprimitivo.Entretantolosmayoressesirvieronencuencosdebarrounlíquidoquesacabandegrandescalabazasyqueevidentementeeraunabebidafermentada.

—¡Pareceunakermeseholandesa!—comentóMax.Las aptitudes coreográficas de loswagddis eranmenos que discretas, y en sus

contorsiones habíamás de simiescoquede humano.En cuanto a lamúsica, jamásuna letanía más desordenada atacó los oídos de hombre alguno; los instrumentosmusicales, toscos y primitivos, resultaron paraMaxHuber un verdadero tormentochinoenmanosdeaquellossalvajes.

—Nocreoqueposeansentidoestéticoalguno—observófríamenteJohn.—¿Sentido estético? ¡Cadaminutoquepasame convenzoqueno sonmásque

monosparlantes!—gimióelfrancés.—¡Perosonsensiblesalamúsica!—¡Muchosanimalestambién…peroporlomenosnopretendentocarla!Así transcurrieron dos horas, y cuando se hubo consumido toda la bebida en

existencia,seabrieronlaspuertasdelpalacio.—¡Por fin lo veremos!—exclamó el francés. Pero no fue SuMajestad quien

salió,sinocuatronativosllevandosobreangarillasuncajónrectangular,deregularesdimensiones. Los dos amigos se pararon en puntas de pie para ver mejor, yreconocieronelobjeto:¡unvulgarórganodeBaviera!Probablementeeseinstrumentotomaríaparteenlasceremoniasmásimportantesdela tribu…pero…¿dedóndelohabíansacado?

—¡PeroeseórganoeradeldoctorJohausen!—balbuceóJohn.—¡Ahoracomprendoporquécuandorecién llegamosaestaselvacreíoírentre

sueñoselvalsdel«CazadorFurtivo»!¡Extraordinario!—Quieredecirquefueronloswagddisquienesvisitaronaldoctor…—Seguramenteterminaronconélysellevaronelórgano.Un magnífico ejemplar de wagddi, evidentemente el director de orquesta, se

ubicófrentealartefactoycomenzóadarvueltasalamanivela.Gravemente,comoposeídoporunadignidadespecial,elnativohizooírdurante

media hora consecutiva el dichoso vals.Luego, haciendo girar una palanca lateral,reemplazólacomposiciónmusicalporunacanciónfrancesa.

¿Cómohabíapodidoaprenderamanejaraquellacajademúsicaesesalvaje?Eraindudablequealguienlehabíaenseñadoahacerlo…

—¡Estoesdemasiado!—exclamóMax.Otramedia hora fue consagrada a la lacrimosa canción francesa «La gracia de

Dios»,deLoïsePuget.Lomalodelasuntofuequecomoelinstrumentoerabaratoyporlotanto,debastantedeficienciassonoras,faltabannotas,loqueirritómásaúnaMaxHuber,queeraunamantedelamúsica.

www.lectulandia.com-Página88

Page 89: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

—¡Estosbárbarosnolohanadvertido!—dijoenelcolmodelaexasperación—.¿Notedascuentaquenopuedensermásqueunatribudemonossincola?Pero loswagddisnoparecíansentirse resentidospor losgritosdel francésy las

carcajadas sordas del norteamericano. No les hicieron caso y continuaronescuchando.

Unahoramástardeelorganistacontinuabaalternandoelvalsalemánylacanciónfrancesa, sin que su auditorio se sintiera fatigado. Por fin el concierto terminó enmediode lasatisfaccióngeneral,y labebidavolvióacircularentre loswagddisdemayoredad.

Luego,mientras losguerrerosseerguíanmásquenunca,Lo-Maiexclamóllenodeexcitación:

—¡Msélo-Tala-Tala!—¿Serácierto?—murmuróMax,quesehabíadejadocaeralsueloagotado.Así era. Mientras los asistentes comenzaban a gritar llenos de veneración, la

puertadelpalaciorealvolvióaabrirseyaparecióunaescoltadeguerrerosqueabriópaso al trono, un viejo diván de tela floreada comida por la polilla, sostenido porcuatroportadores.SobreeltronoestabasentadoSuMajestad.

Se tratabadeunpersonajedeunos sesenta añosde edad, conunaguirnaldadeflores sobre la cabeza. Su larga cabellera y su barba eran blancas, y su abdomenalcanzabadimensionesconsiderables.

Pero esto no fue lo que llamó la atención de los dos amigos, que lo miraronabriendoenormentelosojos.

—Esunhombre…—murmuroporfinJohn.—¡Sí…unhombreblanco!—agregóMaxHuber.Nocabíalamenorduda.¡Elreydeloswagddiserauneuropeo!—¡Y sin embargo nuestra presencia no le ha producido lamenor emoción!—

exclamóMax—.¡Nocreoquepuedaconfundirnosconestosmonossincola!Yaestabaporgritar:—¡Eh,señor!¡Mirehaciaaquí!—peroJohnCortlotomódelbrazoypalideció,

enelcolmodelasorpresa.—¡Yoloconozco!—murmuró—.¡Sí,Max!¡EseldoctorJohausen!

www.lectulandia.com-Página89

Page 90: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

17.ESEPOBREDOCTORJOHAUSEN…

JohnCorthabíaencontradomuchasvecesal sabioalemánenLibreville,por loque no había posibilidad alguna de error. ¡El rey de loswagddis era el doctor! Suhistoriaerabiensimpleylosdosamigoscomprendieroninmediatamenteloocurrido.

Eraevidentequeloswagddisacostumbrabanarealizarincursionessecretasfueradesualdeaaérea.Laslucesquevieranalcomenzarlaaventura,cuandoestabanenelcampamentodel portuguésUrdax, yque tantos temoresdespertaran, nopodían sermásque las antorchas conque aquelloshombresmonos se iluminabandurante susexpedicionesnocturnas.PoresoMaxyKhamis lashabíanvistosubira losárbolespara desaparecer luego. Los wagddis viajaban por las ramas como sus primosinmediatos,lossimiosantropoides…

Deaquíasuponerqueaquellosnativoseranlosqueseacercaranalacabañajauladel doctor, atraídos por lamúsica de su órgano portátil, no habíamás que un solopaso. Después de esto, era lógico imaginar que convencidos de la divinidad desemejante ser, los wagddis hubieran resuelto llevárselo con su caja de música,probablementeponiendoenfugaalservidornegro,quedebíadehabermuertoenlaforesta.

—¡Quiere decir que de no ser por el doctor Johausen, nosotros hubiéramospodidoconvertirnosenreyesdeestepueblo!—comentóelfrancésriendo.

Estoexplicabatodoloquefuerainexplicablehastaesemomento.Laspalabrascongolesasyalemanasenelvocabulariowagddi,elórganotocado

porunsalvaje,lafabricacióndeciertosutensiliosdebarrococidodemasiadodifícilesparaserobradeunarazatanprimitiva…

Losdosamigosregresaronasucabaña.Algolosintrigaba,ycuandopusieronaltantodelascosasaKhamis,Maxexteriorizósupreocupación:

—Nopuedocomprenderporquéeldoctornoseinquietópornuestrapresencia…nisiquieranoshizocompareceranteél.Tienequehabernosvisto.Nocreoquenoshayamosconfundidotantoconsussúbditos.

—Estoy de acuerdo contigo, Max —dijo John Cort—. No alcanzo acomprenderlo.

—Quizásignoraquesussúbditosnoshicieronprisioneros—sugirióelguía.—Imposible,Khamis.Hayalgoquenocomprendo,peroquedebemosaveriguar.

..—¿Cómo?—quisosaberMax.—Buscando…tenemosquellegarhastaSuMajestadMsélo-Tala-Tala.En realidad en todo aquello había una ironía sutil. El doctor Johausen había

viajadohastalaselvavirgendelUbanguiparaestudiaralossimiosyahoraerareydeuna tribu salvaje que estabamuy poco por encima del nivel de los antropoides…

www.lectulandia.com-Página90

Page 91: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Probablementeloswagddislohabíanhechoprisioneroacausadelaadmiraciónqueprovocara en ellos el órgano. Luego, al ver cómo el doctor curaba enfermos yrealizabaotrosmilagroscomunesenelmundomoderno,losnativoshabíanresueltohacerlojefedeNgala,adjudicándoleelsonoronombredeMsélo-Tala-Tala.

¿Qué partido quedaba a los prisioneros? ¿El hecho de saber que el rey era unhombreblanco,alterabaenalgosusituación?Tendríanqueponerseencomunicaciónconélypedirlequelesdevolvieralalibertad…

—Sigosinpodercreerquenuestrapresenciaseaconocidaporeldoctor—insistióMax—.Estoy seguroque le hanocultadonuestra llegadapara podemosmantenercautivos.Ademásesunhombredeciertaedadyesposiblequenonoshayavisto.¡Esaesunarazónparapenetrarenelpalacioreal!

—¿Cuándo?—¡Esta noche! Puesto que es un soberano absoluto, sus súbditos tendrán que

obedecerloyllevarnoshastalafronteradesuestado…—¿Ysiseniegaadejamoslibres?—¿Porquévaanegarse?—Talvezpormotivosdiplomáticos…quiénsabe.—Sillegaraarehusarsealiberarnos—Maxseenardecióconsuspropiaspalabras

—, le diré que está por debajo delmás ruin de losmacacos, y que es indigno degobernarasuspropiossúbditos.¿Quéteparece?

—Muyconvincente.Considerandoseriamentelaideadelfrancés,aquéleraelúnicocaminoquepodía

tomarseparaalcanzarlalibertadqueenotraformaeraalgoremotoydifícil.Ademásporlanochelosguerreroswagddisseguiríanfestejandoyestaríancomo

el resto de la población adulta, borrachos y fatigados. El palacio real estaría puesescasamentecustodiadoyconunpocodesuerteyotrotantodeaudacia,seríaposiblellegarhastaeldormitoriodelsoberano.

JohnCort,MaxHuber,Khamis yLlanga se prepararon para tentar la empresa.Lostreshombresportabansusriflesyllevabanenlosbolsillostodosloscartuchosdelacajametálica.Si llegabanasersorprendidos, talvezse lesharíanecesariohacerhablar a las armas de fuego, un lenguaje que probablemente los wagddis nuncahubieran oído.Así los cuatro fueron deslizándose entre las cabañas silenciosas, endirección a la plaza que enmarcaba al palacio del doctor Johausen. Al llegar adestino,advirtieronquelaplazatambiénestabadesierta.Deunadelasventanasdelpalaciosurgíaunaluztenue.

—¡Nohaynadiealavista!—murmuróJohn.Asíera.Faltabanhastaloscentinelashabitualesantelamoradadelrey.Raggiysusguerrerosparecíanhaberseesfumado,probablementeacausadelos

efectos de aquella bebida espirituosa que circulara tan liberalmente durante la

www.lectulandia.com-Página91

Page 92: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

celebraciónydespués.Elúnicoriesgoconsistíaenque juntoaMsélo-Tala-Talahubieraalgúnservidor

desvelado,quedieralaalarma.Empero la oportunidad era tentadora y no podía volverse a presentar durante

mucho tiempo.Asípues,despreciandoelpeligroquecorrían, los treshombresyelchicosedeslizaronhaciaelpalacio,trepandoporlasramasdelárbolquelososteníaparallegarhastalaabiertaventana.

Ningúnsonidoseescuchabanidentronifueradelaconstrucción.FueMaxelprimeroenfranquearlaventana,seguidoporsuscompañeros.Losviajerosseencontraronenunahabitaciónrectangular,quesecomunicabacon

lasiguientepormediodeunapuertaentrecerrada,porlaquesefiltrabaluz.El doctor Johausen estaba en la segunda alcoba, reclinado sobre un sofá.

Evidentementeesemuebleylosotrosquehabíaenlacámaraformabanpartedeloselementosqueloswagddisencontraranenlacabañajauladelsabio.

—Entremos—dijoMaxHuber.ElruidohechoporlosintrusosdespertóaldoctorJohausen,quesevolvióhacia

ellos, desperezándose. Tal vez salía de un profundo sueño, pues la presencia dehombresblancosenelinteriordesudormitorionoparecióconmoverlo.

—DoctorJohausen,miscompañerosyyovenimosapresentarlenuestrosrespetos—dijoencorrectoalemánJohnCort.

Eldoctornocontestó.¿Acasohabíaentendidomal?Nopodíahaberolvidadosuidiomatrasdosañosymedioentreloswagddis…eraridículopensarlo.

—¿Nome comprende, doctor?—insistió John—. Somos extranjeros y hemossidotraídoshastaestepueblo…

Ninguna respuesta. El monarca parecía oír las palabras sin escucharlas nicomprendersusignificado.Niungesto,niunaexclamacióndereconocimientofrenteahombresdesumismaraza.

MaxHuberseacercóysinelmenorrespetohaciaesesoberanodeÁfricaCentral,lotomódelhombroylosacudióconfuerza.

SuMajestad hizo unamueca que hubiera dejado bien parado almás expresivomandrildelUbangui.

Elfrancésvolvióasacudirlo.EstavezSuMajestadlesacólalengua.—¡Loqueocurreesqueestáloco!—exclamóMax,soltándolo.No cabía lamenor duda. El doctor Johausen estaba totalmente desequilibrado,

demente.AlpartirdelCamerúnnodebíadehabersidototalmentenormal,paratomarlaextrañadecisiónquelosllevaraaexiliarseenmediodelaselvavirgenperoahoraeraunlocodeatar.

TalvezporesamismadeficienciamentalhabíasidonombradoreydeNgala.Laverdaderaqueelpobredoctorestabatotalmentedesprovistodeintelecto,reducidoa

www.lectulandia.com-Página92

Page 93: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

unnivelmuyinferioraldesussúbditos.Poresonohabíareconocidosiquieraquelosforasterosqueestabanenmediode

lafiestaeranhombresdesumismaraza,comonocomprendíaahoralaspalabrasqueledirigíanensupropioidiomanatal.

—¡Nopodemosseguirperdiendoeltiempo!—intervinoKhamis—.¡Esteinconscientenopodráayudamosennada!—¡Seguramentequeno!—repusoJohnCort.—¡Y los animales de súbditos que tiene tampoco nos permitirán marchamos

libremente!—dijoMax—.¡Yaquesenospresentalaocasióndehuir,huyamos!—Ahoramismo—agregóKhamis—.Aprovechemoslanoche.—Ylaborracheradeestemundodesimios…—murmuróMax.—¡Vamos!—exclamóelguía,decididoajugarseeltodoporeltodo—.Tratemos

dellegarsinservistoshastalaescaleraybajemosalaselva.—Deacuerdo—repusoMaxHuber—.Pero¿yeldoctor?—¿Qué?—¡Nopodemosabandonarloensuestado!Nuestrodeberdehombrescivilizados

esllevarlo…—Tienesrazón,peroestedesdichadoseresistirá…tienelasfacultadesmentales

alteradas—murmuróJohn.—Hagamos la prueba —repuso firmemente Max, acercándose al doctor.

Naturalmente hubiera sido imposible cargar contra su voluntad a aquel hombrevoluminosoypesado.LostresexpedicionariosseacercaronaJohausenylotomarondel brazo, pero el doctor, vigoroso aún, los empujó, encogiéndose sobre símismocomouncrustáceoensuvalva.

—¡DoctorJohausen!—insistióMax—.¡Doctor!.Su Majestad Msélo-Tala-Tala se limitó a rascarse en la forma más simiesca

posible.—Decididamente es imposible lograr nada de esta bestia humana—dijo Max

Huberdesalentado—.¡Sehaconvertidoenunmonomás!Nolesquedabaotroremedioquemarcharsesinllevarlo.Pordesgraciaelloco,sin

dejar de hacermuecas y reír, había comenzado a lanzar chillidos y gritos, que nopodían menos que llamar la atención de los servidores que durmieran cerca delmonarcadeNgala.

Perderaunquesólofueransegundos,equivaldríaapermanecerprisionerosaños,toda la vida tal vez. Raggi y sus guerreros podían acudir y la situación de losforasterossorprendidosenlaaugustacámaradelreysetomaríadelicada.

Así pues los cuatro viajeros abandonaron al doctor, que siguió chillando yrascándose.

www.lectulandia.com-Página93

Page 94: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

18.LAFUGA.

Lasuerteayudóa los fugitivos.Todoel ruidohechoenel interiorde lacabañareal no había atraído a nadie. El lugar estaba desierto y también la plaza y callesadyacentes.Lamayordificultadconsistíaenreconocerelcaminoenmediodetantastinieblas,ypoderllegarhastalaescaleradesalida.

Repentinamente, como materializándose de la nada, apareció ante nuestrosamigoslafiguradeLo-Maiconsupequeñohijo.Elniñoloshabíaseguidoalverlospasar accidentalmente rumbo al palacio de Msélo-Tala-Tala, contando luego a supadre lo ocurrido. Este, temiendo que los salvadores de su hijito corrieran algúnpeligro, seapresuróabuscarlos.Esto fuealgoprovidencialpara los fugitivos,puessolosnohubieranpodidoalcanzarjamáslaescaleradesalida.

Perosibienelnativo,demostrandounacomprensiónexcepcional,pudoguiarloshastaallí,unnuevoproblemaseplanteóparaellos:unadocenadeguerrerosbajolasórdenesdeRaggicustodiabanellugar.

¿Quéhacer?¿Probardeforzarelpasaje?¿Cuatrocontratrece?El jefe de los guerreros, para su desgracia descubrió a los fugitivos y,

posiblemente excitado por el abuso hecho de alcohol, alzó la lanza y cargó contraellos,lanzandoungritodeguerra.

Casicontrasuvoluntad,Maxapuntóconsucarabinaycuandoelnativoestabaadiezpasos,hizofuego.Raggisedesplomó,conunabalaenelpecho.Estabamuerto.

Entonceselfrancésretrocedióunpasoydisparósobreelrestodelgrupo.Nocabíadudaqueloswagddisnoconocíanelmanejodelasarmasdefuego,yni

siquiera suexistencia.El estruendoy lacaídadeRaggiydeunode susguerreros,fueronsuficientesparaponeren fugadesordenadaal resto,dominadoporun terrorirracional.

Elcaminoquedabalibre.—¡Bajemos!—gritóKhamis.Lo-Maiysupequeñoabrieronlamarcha,paraenseñarleselcamino.JohnCort,

Llanga,Khamis,y,cerrandolamarcha,Max.Dejándosecasideslizarhasta llegara tierra, los fugitivos fueronguiadosporel

agradecidopadrehastalaorilladelrío,dondellegaronquinceminutosdespués.Allí,desatandounacanoa,seembarcaronconelpadreyelhijo.

Enesemomentounaseriedeantorchasaparecieronenlosalrededores,yvarioscentenares de wagddis corrieron hacia ellos. Gritos de cólera resonaban bajo lacúpulavegetal,yunanubedeflechascayósobrelacanoa.

—¡Fuego contra ellos! —gritó John Cort, echándose el rifle al hombro yapuntando.Maxloimitó,entantoqueKhamisyLlangamaniobrabanelbote.

Unadobledetonaciónresonóydoswagddissedesplomaron,entantoqueelresto

www.lectulandia.com-Página94

Page 95: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

delosexaltadosguerrerosseesfumabacomoporartedemagia.En ese momento la pequeña embarcación era atrapada por la corriente, y

desaparecíahacialaprotecciónquebrindabaelcentrodelrío.Es inútil relatar paso a paso los pormenores de la navegación por este otro

afluente del Ubangui. Si había otros pueblos aéreos, los expedicionarios noalcanzaronaverlos.Comoteníanmunicionesyarmasdefuego, laalimentaciónnolesfaltó,pueslacazaeraabundanteenlacomarca.

Al día siguiente de la fuga, cuando cayó el sol, Khamis amarró la canoa a unárbol de la orilla y bajaron para pasar la noche, seguros de que estabansuficientementelejoscomoparanotemernadadeloswagddis.

Durante las horas de navegación, los prófugos habían procurado demostrar entoda forma posible su gratitud a Lo-Mai padre, hacia quien experimentaban unasimpatíatotalmentehumana.¿Cómosentirsesuperioresaunsertanlealyvaleroso,poralgunasdiferenciasantropológicas?

John y Max hubieran querido conseguir que el wagddi los acompañara hastaLibrevilleconsuhijito,peroLo-Maisenegófirmemente.

Así, pues, cuando la embarcación se detuvo tras quince horas consecutivas denavegación, Khamis calculó que desde la víspera habían recorrido por lo menoscuarentaycincoocincuentakilómetros.

Convinieron en pasar la noche en aquel sitio. El campamento se organizó deinmediato,yunavezquehubieroncomido,seacostaronadormir,mientrasLo-Maipadrevelaba.

Al día siguiente, el guía comenzó con los preparativos para lamarcha, y en elmomentoenqueestabanporsubiralacanoa,elwagddi,queteníaasuhijitodeunamanosedetuvoenlaorilla.

JohnCortyMaxHuberseleacercaron,pidiéndolequesubieraconellos;peroelnativohizoungestonegativo,señalóconunamanoelcursodelríoyconlaotralasespesurasdelaforesta.

Losdosblancosinsistieron,congestossuficientementeexpresivos.Queríanquesusalvadorlosacompañara.

Almismo tiempo Llanga acariciaba a la criatura, tratando así de convencer alpadre.

Perofueelniñoquienresolviólasituación,conunasolapalabraqueyasehabíahechofamiliaratodos:

—Ngora—dijolacónicamente.Sumadrehabíaquedadoenelpuebloaéreo.Supadreyélqueríanregresarjuntoa

ella.Eladiósfuepuesdefinitivo.Losdoswagddisllevaronconsigoungrantrozode

carnereciéncazadaporMaxHuber,paranopasarnecesidadesdurantesuregresoa

www.lectulandia.com-Página95

Page 96: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Ngala.JohnCortyMaxsesintieronemocionadosalpensarquenovolveríanavermása

aquellosdosseresdeunarazatandistintaperotanbuenosyafectuosos.EncuantoaLlanga,seechóallorarenelmomentodedespedirsedelpequeñoa

quiensalvaradelrío.—Ybien—preguntóelnorteamericanoaMaxyKhamisviendoquetambiénlas

lágrimasbañaban los rostrosde losdoswagddis—.¿Todavía senieganaaceptaraestosserescomoasemejantesnuestros?

—Tú ganas, John—repuso el francés—. Tienen los dos mejores atributos delhombre:lasonrisaylaslágrimas.

Lacanoaprontoalcanzóelcentrodelríoydesdeallí,antesdedesaparecertrasunrecodo,losviajerossaludaronporúltimavezaLo-Maiyasuhijo.

Durante una semana y media los expedicionarios continuaron descendiendo elcursodelrío,hastasuconfluenciaconelUbangui.Lacorrienteeramuyrápidayenesetiemporecorrieroncuatrocientoskilómetrosmás.

El guía y sus compañeros estaban a la sazón a la altura de los remolinos deZongo,enelánguloformadoconelríoaldoblarhaciaelsur.Estosrápidoshubieransido imposibles de franquear con una débil canoa, y para proseguir la navegaciónhubiera sido necesario cargar al hombro la embarcación, pasar al otro lado de losrápidosyvolverluegoalcursolíquido.

PorfortunaKhamispudoevitarestapenosaoperación.Pordebajodelosrápidos,elUbanguiesperfectamentenavegableygrannúmero

deembarcacioneslorecorrenhastasuconfluenciaconelCongo.Comoabundanlospoblados,misionesypuestoscomerciales,elpasodeesosbarcosesfrecuente,porloquesiguiendoelconsejodelguía,losviajerosesperaronlaaparicióndeuno,queloscargóabordoylosllevócómodamentedurantelosquinientoskilómetrosrestantesdeviajeporelrío.

El 28de abril el vaporcito se detuvo enunpequeñopuertode la costa del río.Descansadosdesusfatigas,equipadosconvenientemente,noquedabanalosamigosmásquenovecientoskilómetrosde recorridopara alcanzarLibreville.Enelpuertofueorganizadadeinmediatounacaravana,ymarchandodirectamentehaciaeloeste,cruzaronlasllanurascongolesasenveinticuatrodías.

El20demayoJohnCort,MaxHuber,KhamisyLlangaentrabanenLibreville,donde sus amigos, inquietos por la tardanza, estaban a punto de organizar unaexpediciónparabuscarlos.

Larecepciónfue,naturalmente,extraordinaria.NiKhamis ni elmuchachito indígenadebían separarse ya de JohnCort yMax

Huber.Llangafueadoptadoporlosdosamigosyelguíaeraparaellosuncompañerodemasiadovalerosoylealparadejarlomarchar.

www.lectulandia.com-Página96

Page 97: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

Aveces,durantelosañosquesiguieron,sepreguntaronporeldoctorJohausen…¿Qué sería de él y de ese pueblo aéreo, en pleno corazón del Continente Negro?Tardeotempranootraexpedicióndeberállegarhastaesazonainexploradaaún,paraentrar en contacto con esos extraños wagddis y estudiarlos a la luz de los másmodernosconocimientosantropológicos.

Quizás en ellos se ha refugiado el último vestigio de vida prehistórica de esteplaneta.

Porsuparteelpobredoctoralemán,queaestashorasdebehabermuertodeviejo,llorado por sus súbditos, nunca debió de haber recobrado la razón, porque no setuvieronjamásnoticiassuyas.Talvezlalocurafueparaéllamejordefensacontraladesesperación y la soledad, y convertido en pocomás que un gigantesco babuinoblanco,pasósusúltimosañosrodeadodelafectoylaveneracióndelospobladoresdeNgala,elpuebloaéreodelUbangui.

www.lectulandia.com-Página97

Page 98: En el corazón de África en un bosque impenetrable, dos ... pueblo aéreo.pdf · en otros continentes cuando aún tenemos centenares de miles de kilómetros ... que lo que ya hemos

JULIOVERNE.JulesGabrielVerne(Nantes,8defebrerode1828–Amiens,24demarzode1905),conocidoenlospaísesdelenguaespañolacomoJulioVerne,fueunescritorfrancésdenovelasdeaventuras.EsconsideradojuntoaH.G.Wellsunodelos padres de la ciencia ficción. Es el segundo autor más traducido de todos lostiempos, después deAgatha Christie, con 4.185 traducciones, de acuerdo al IndexTranslationum.Algunas de sus obras han sido adaptadas al cine. Predijo con granexactitud en sus relatos fantásticos la aparición de algunos de los productosgenerados por el avance tecnológico del siglo XX, como la televisión, loshelicópteros,lossubmarinosolasnavesespaciales.FuecondecoradoconlaLegióndeHonorporsusaportesalaeducaciónyalaciencia.

www.lectulandia.com-Página98