Empezar por las pasturas para un ganado de calidad Crecer con decisiónAcercando a la comunidad a la salud Conectados en la sala San Francisco.COMunidad

Tejer el desarrollo sostenible Un acueducto en óptimo funcionamiento

EMPEZAR POR LAS PASTURAS PARA UN GANADO DE CALIDAD

Para Luz Dey Medina de Quintero, propietaria de la finca Cajones en Peñas Blancas, nombre que describe el paisaje que forman

las montañas y las caídas de agua en los potreros de su predio, empezar con el mejoramiento de praderas fue una de las recomendaciones decisivas para elevar la productividad de su ganado. “Todavía recuerdo cuando, hace 4 años, asistí a las reuniones de la Fundación HOCOL para conocer los proyectos; hablaron de préstamos para mejoramiento de razas lecheras y, como tenía mi ganado cebú, me animé a hacer los papeles para comprar unas vacas.

Entonces vino la visita de la asistencia técnica y me dijeron que lo primero que debía hacer era mejorar los pastos y después seguir con lo del ganado. Y así fue. Con las capacitaciones que nos dieron mejoré los pastos, aprendí a hacer el bloque nu-tricional y luego mejoré el cruce de mis animales. Ahora tengo menos cabezas de ganado pero producen más leche, y sé que es mejor tener calidad que cantidad”. Es que los procesos de formación sí pueden cambiar nuestra mentalidad, agrega el asesor social.

Este proceso de mejoramiento continuo de la finca se inició con un proyecto

silvopastoril; “hay 4 hectáreas sembradas con matarratón, leucacaena, igua y teca y los potreros tienen cerco eléctrico; además me han dado semillas de silk grass morado y de una gira que se hizo a Garzón, para visitar fincas con experiencias similares, traje semilla cuba22 para las praderas del ganado”.Un trabajo que se ha complementado con las iniciativas promovidas por el Grupo Gahugesa, empresa asociativa conformada por 20 ganaderos de la región, que ha hecho proyectos de mejoramiento de infraestructura de corrales y buenas prácticas de ordeño, entre otros.

Impulsar el mejoramiento ganadero ha sido una de las tareas en las que ha trabajado HOCOL, un esfuerzo en el que el primer paso indispensable para obtener buenos resultados consiste en el mejoramiento de los pastos y praderas, base de la alimentación del ganado. La nutrición adecuada favorece la calidad y sanidad animal, que revierten en la sostenibilidad y rentabilidad del negocio.

Luz Dey Medina comprendió que primero va la capacitación, lo que permite una toma de decisiones adecuada.

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Es una manera de garantizar más sanidad que exigen las autoridades, recuerda el asesor social. Igualmente con el apoyo de HOCOL, sus integrantes han visitado Agroexpo, la feria exposición en Bogotá, para conocer las novedades del sector que, en el caso de Luz Dey, le sirvió para la compra de una máquina de picar el pasto mediante un crédito de HOCOL.

Esta inquieta y emprendedora mujer, una enfermera que a raíz de la muerte de su padre, Gregorio Medina, decidió dejar su oficio para “meterle la ficha a la finca, a sus raíces, y seguir adelante con ganas para no quedarse estancada”; asimismo sostiene que “con la asesoría uno sabe que no está solo, y pues se le mete a ese impulso que es un complemento para el mejoramiento de la vida de la familia y para tener mayor autonomía”.

“Por ejemplo, ahora con motivo del fuerte invierno, en la parte de arriba de la finca hay un problema de derrumbes que está afectando dos manantiales vitales para la región; se necesitan unos gaviones y más reforestación. Hemos dialogado con la Junta de Acción Comunal y recibido la colaboración de la experta ambiental de HOCOL, que además ya nos había ayuda-do en otras reforestaciones. He sembrado un bosque alrededor del manantial para proteger el agua y cercado para impedir la entrada del ganado, hice un jagüey que sirve de bebedero de los animales y para el cultivo de bocachico y cachama”.

“Por eso, a mi hija le digo que lo primero es la limpieza de los potreros y mejorar las praderas para tener la comida. Que haga caso de los consejos de los asesores, porque le dicen a uno cómo le va a ir bien. Desde que llegó HOCOL nos han servido prácticamente como taitas: si no hubiera

Aprendizajes en el procesoPara tener una buena relación con HOCOL es importante:

• Acercarse directamente a ellos y cumplir los compromisos.

• Presentar alternativas que ofrezcan generación de ingresos para el sostenimiento de la finca.

• Seguir las recomendaciones planteadas por los asesores técnicos durante el desarrollo del proyecto.

• Trabajar en grupo, pues eso facilita el camino para el desarrollo de las iniciativas.

• Desarrollar la capacidad de gestión propia y de la comunidad para hacer realidad los proyectos.

Si uno no se mueve, como dicen los otros miembros de mi familia que también se han unido a los programas de desarrollo y de capacitación de HOCOL, del cielo no le caen las cosas.

tenido orientación, apoyo y asistencia técnica no estaría en la finca, porque uno se aburre de luchar solo: una golondrina no llama agua”. A lo que agrega su esposo Gentil Quintero: “Hemos aprendido; eso sí, volteamos duro los dos y ponemos en marcha las buenas prácticas que vamos viendo”.

Sin duda, uno siente satisfacción de tener esto, sostienen Luz Dey y su esposo. Con la formación se va cambiando la mentalidad, se ha mejorado la vida y uno se siente realizado. Acá cuando no resulta una cosa resulta la otra, y ellos nos han traído los cursos de agroindustria con el Sena para la cultura empresarial

y producir fertilizantes y derivados lácteos, así como un programa de huertas caseras -de mejoramiento de la seguridadalimentaria- que además les permita a las familias producir excedentes para la venta, cilantro y cebolla y que no tengan que ir a comprarlo a Neiva.

Así se estimula el desarrollo comuni-tario y la generación de ingresos. Por eso, cada proyecto que he hecho con HOCOL “me he propuesto sacarlo adelante cueste lo que cueste”, concluye Luz Dey luego del recorrido por los potreros de los Cajones donde pasta su ganado mejorado.

Una pareja emprendedora; aquí Luz Dey con su compañero Gentil.

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de manipulación, que también da la posibilidad de empleo”, recuerda María Consuelo.

Con esos aprendizajes iniciaron tareas, teniendo claro que en su asociación “trabajar unidas y distribuir tareas” son componentes esenciales. “Por ejemplo, cuando hacemos hamburguesas, una va a Neiva y trae los ingredientes, otra es la experta en la formulación y sacar la cuenta de la cantidad de ingredientes que se necesitan, y la otra, en medir en la gramera y hacer las bolitas de carne, que se acomodan en la bolsas. En todo el proceso nos demoramos tres horas. De 15 libras de carne sacamos 140 hamburguesas y se venden todas. Llevan ajo, cebolla, pimentón, fécula de maíz, sal, laurel, tomillo… son puro natural y sin aditivos y la conservación es en frío. Y lo mismo hacemos cuando fabricamos yogur: una se encarga del proceso de la leche, 11 litros, otra pela la fruta. Nos repartimos los oficios y sacamos productos dos o tres veces a la semana: arequipe, arroz con leche, avena cubana, bizcocho, empanadas rellenas de queso con arequipe”.

Y, entre risas, subraya: “Marta es la que habla, tiene los contactos y gestiona; mi fortaleza, agrega María Consuelo, es el compromiso y la comercialización del producto, el convencer; y la de Aidé ser muy trabajadora y darle el toque de la presentación. Esas ocho habilidades sirvieron, además, para que fueran invitadas -junto con otras dos personas de la vereda- a participar en el encuentro empresarial organizado el 19 de noviembre del año pasado, en la ciudad de Neiva, y que ayudó a fortalecer su convicción de “seguir con esto de la producción y comercialización”.

“Yo creo que para poderse asociar, añade una de las socias, se necesita honestidad, puntualidad, ganas de trabajar y el deseo de salir adelante que empuja a hacer cosas tratando de generar ingresos porque si no, uno no hace nada. Todas tenemos hijos y esposo -que trabajan en la petrolera-, y con

CRECER CON DECISIÓN

Para Aidé Triana, Marta Aroca y María Consuelo Forero los aprendizajes sobre manipulación de alimentos y buenas prácticas

de manufactura fueron el germen que las llevó a asociarse y que las condujo por un camino en el que han aprendido, además, que la gestión propia es decisiva para hacer empresa y mejorar la calidad de vida.

Como lo expresa María Consuelo, la idea salió de una capacitación muy buena en la que enseñaron a preparar pulpas de frutas, ensaladas, encurtidos, mermeladas, bocadillos y quesos. Pero también de una visita de un día a las instalaciones del Sena La Angostura, de Campoalegre.

Con respecto a la fabricación de derivados lácteos, en la vereda de Peñas Blancas se dieron las clases sobre análisis físico-químico de la leche, la prueba de acidez y densidad, tratamiento térmico para eliminar microorganismos, entre otros, para la correcta elaboración de quesos frescos, como el campesino, quesillo y doble crema, añade el asesor de HOCOL. En esta zona, la ganadería constituye una de las actividades económicas y de ahí la conveniencia de fortalecer la cadena productiva, comenzando por cuestiones elementales de cualquier proceso de manejo y transformación de alimentos, así como la adopción de buenas prácticas en el procesamiento de derivados lácteos.

Y para la producción de cárnicos, “tuvimos una práctica en Campoalegre e n l a q u e a p re n d i m o s a h a c e r hamburguesas, embutidos escaldados y crudos, salchichones, salchichas y galantinas. Para empezar a trabajar, nos pusimos las batas, gorro, tapaboca, botas, lo reglamentario, y se pasó el día en los procesos. Aprendimos las buenas prácticas en medición, higiene, producción, presentación del producto y vimos la maquinaria que se necesita, pues hay cosas que no se pueden hacer a mano. Al terminar nos dieron un certificado

los conocimientos que hemos adquirido y en especial con las capacitaciones en manipulación de alimentos, adelantadas por HOCOL; a través de la Fundación y el apoyo del Sena, tenemos una alternativa para defendernos. ¡Uno no sabe las vueltas que da la vida!”.

María Consuelo no para de preparar el almuerzo para su familia. Pela la yuca, mueve las ollas y ofrece café. Por ahora, afirma, en nuestra empresa no ha habido pérdidas y hemos ganado algo en el negocio –fue muy buena la época de Navidad, recalca- y bastante en conocimiento. Lo que me produce más satisfacción es el nuevo saber y seguir aprendiendo para hacer un mejor proceso, porque en un futuro espero tener mi casa de banquetes.

“Yo sé que no hay que dejar decaer el negocio”. Y en eso coinciden las socias que a punta de trabajo y persistencia, ahora comercializan la mayor parte de sus productos en Neiva, ofrecen el servicio de suministro de refrigerios para eventos de la comunidad y de las empresas, y de preparación de almuerzos típicos en La Tribuna para las giras tecnológicas e investigativas.

Una asociación de tres vecinas de la vereda San Francisco que esperan seguir formándose en temas de agroindustria -el pasado 28 de abril terminó la primera fase de las capacitaciones- y en fortalecimiento empresarial, de tal forma que continúen desarrollando “un buen proceso”.

"Las tres nos dividimos las responsabilidades; creo que mi fortaleza es comercializar y convencer".

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DESARROLLO

El objetivo es dinamizar la capacidad productiva de las comunidades a partir de la agroindustria –una apuesta productiva en el departamento del Huila- y prepararlas para que tengan las destrezas y conocimientos necesarios, de modo que los emprendimientos sean una fuente de ingresos que contribuya al bienestar familiar, la creación de empleo y el desarrollo comunitario.

ACERCANDO A LA COMUNIDAD A LA SALUD

viernes vengo desde Neiva. El contacto con la gente se vuelve muy familiar y uno se va apersonando del lugar para brindar mejor salud. Entre mis labores están: la asigna-ción de citas médicas, hacer los controles de crecimiento y desarrollo de los niños y darles pautas a las madres cuando hay problemas, la aplicación de vacunas (in-fluenza, rotavirus, poliomielitis, rubeola, sarampión, paperas, neumococo, dpt) y las visitas domiciliarias para el seguimiento a los tratamientos”.

“El jueves voy a las casas de las familias de la zona y las invito a que asistan a la consulta para que sepan su estado de salud y puedan prevenir las enfermedades o tratarlas adecuadamente, verifico que estén siguiendo las recomendaciones médicas y les recuerdo la importancia de hacerse la citología y otros exámenes, así como acudir a la limpieza dental para

mantener una buena salud oral, entre otros temas”, explica. “Las enfermedades más frecuentes son hipertensión en los adultos, porque fuman mucho, además les falta el autocuidado y mejorar los hábitos alimenticios; en los niños se ven más las infecciones respiratorios por el cambio de clima”, agrega.

Por su parte, para Carolina Aroca, una huilense enamorada de su tierra y de su trabajo como odontóloga, “el apoyo de HOCOL al Centro ha contribuido a un mejor bienestar de las comunidades rurales del municipio de Neiva. Atiendo en promedio 13 personas por día, se les hace el tratamiento básico; estoy para darles lo mejor y guiarlos y eso es abogar por la salud en general. Mucha gente no es consciente de que desde pequeño hay que ir al odontólogo y por eso estamos tratando de montar una política de

Todos los viernes, desde temprano en la mañana, el puesto de salud de la vereda Peñas Blancas se convierte en un ajetreado lugar: es el día en el que

vienen el médico general y la odontóloga a atender las consultas. El Centro depen-de de la ESE Carmen Emilia Ospina, de Neiva, que aporta el recurso humano y cuenta con el apoyo de HOCOL, gracias a un convenio de colaboración para el transporte semanal de la brigada médica. El Centro presta servicio a unos 500 habitantes de las veredas de Tamarindo y Peñas Blancas.

Freidy Oviedo, auxiliar de enfermería y técnica en salud pública, es la encarga-da de programar y realizar las actividades de prevención y promoción en salud en y desde el Centro. “Todos los lunes, jueves y

Parte vital del desarrollo y bienestar es contar con un puesto de salud que ofrezca atención médica y buen cuidado de manera regular, y encontrar caminos para prevenir y ofrecer la oportunidad de que todo llegue a su debido tiempo.

Hay que educar, de tal forma que los habitantes de la zona tengan conciencia de que cuidar la salud es sinónimo de mejoramiento de la calidad de vida.

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DESARROLLO

atención a maternas, para que vengan con sus bebés y les hagan higiene oral desde los 6 meses. Hay que educar para que haya consciencia y se multiplique ese conocimiento”.

Mientras Carolina explica su trabajo, desde su ventana es posible ver a varios niños que juegan en la parte trasera de la edificación en donde se ha instalado un parque recreativo, con maderas para retar el equilibrio y columpios, que utilizan las madres de familia para que los pequeños se distraigan mientras llega el momento de las citas. Igualmente, a un costado se levanta la casa del jardín infantil Hogar Mis Chiquitines, en el que trabajan madres cabeza de familia, y en dirección opuesta están la escuela y la Iglesia. Es un lugar cómodo y limpio, con jardines y flores, que resulta atractivo para quien lo visita. El conjunto es una especie de poblado ínfimo que presta grandes servicios a los habitantes del lugar. Y así lo reconoce la comunidad.

A su vez, el médico general Carlos Enrique Conde Martin y mientras atiende a un paciente en su consultorio, destaca la importancia de poder venir semanalmente a atender a los pobladores de estas zonas rurales, que en muchos casos no tienen el dinero suficiente para ir a Neiva a la consulta o reclamar los medicamentos. Los viernes atiendo unas 15 citas, en su mayoría son niños y adultos mayores. Este servicio de atención ha contribuido a “mejorar sus indicadores de bienestar, evitar enfermedades, controlar natalidad, y también a crear la cultura de asistir al médico general e impactar positivamente en la salud de la población. Se pueden detectar las enfermedades crónicas de manera temprana y controlarlas”.

El trabajo conjunto entre empresa y Estado ha resultado en un apoyo más contundente a la ESE Carmen Emilia Ospina para la atención en este Centro: “Se potencian los esfuerzos para el beneficio de la gente del campo y se genera más participación de una comunidad que tiene necesidades muy importantes en salud”, concluye el médico mientras espera el último paciente del día, un niño con fiebre que está en el jardín infantil y que, en palabras de la madre-educadora, necesita de cuidado.

“A nuestro Jardín”, explica Isabel Yara, “asisten diariamente 14 niños. Tenemos dos salones y enfatizamos en la filosofía de conocernos mejor y viajar en el futuro.

Salud para el desarrollo comunitario• Odilma Martínez, madre de dos

hijos de 11 y 9 años, que vive con su familia en Peñas Blancas: el Centro es importante porque está el médico y hay puntualidad en la atención, y eso es una bendición para la vereda porque a uno se le dificulta la ida a Neiva. Con el Puesto he aprendido a valorar la salud, la mía y la de mis hijos, se mejora el bienestar personal y el de la comunidad. Hay programas para orientar a los jóvenes en su proceso de desarrollo y cuidado en sexualidad, que dicta Freidy Oviedo, y eso es una gran ayuda en esta etapa difícil de la adolescencia.

• Camilo Dussán, un curtido trabajador que ha llegado a la tercera edad: aquí hay gente de pocos recursos y esto es una gran cosa para la vereda.

• Alexandra Cabrera, de Peñas Blancas: es importante el Puesto porque está cerca, el médico viene cada 8 días y no hay que ir a Neiva con el bebé. Nos brinda asistencia médica, más salud, cuidado de los niños y eso mejora la vida.

• Aurora Quimbaya, habitante de Peñas Blancas: este Centro es muy bueno y queda cerca. Tener buena salud es estar bien y sentirse bien, acá vienen más las mujeres pues los hombres están trabajando.

En general todos coinciden en los beneficios que les ha traído la atención semanal de la brigada médica, y comentan lo bueno que sería que lo agrandaran y que los médicos tuvieran más permanencia.

El Jardín es un convenio entre HOCOL -que brinda la instructora- y el ICBF. La empresa nos ha colaborado, además, con dotación y asesoría pedagógica en temas sobre trato en familia y cuidado de los niños”, añade. “Con el Puesto, la calidad de vida de la gente ha mejorado

porque hay charlas y se conocen las enfermedades, hay prevención y algo va quedando; un ejemplo son las señoras y el tratamiento del cáncer, pues acá hay varios casos de esa enfermedad en la piel”.

Crear la cultura de asistencia al médico general es uno de nuestros objetivos, sostiene el médico Enrique Conde.

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CONECTADOS EN LA SALA SAN FRANCISCO.COMUNIDAD

Entre tanto, el profesor explica lo que es un archivo, el nombre y la extensión, como guardarlo, el uso del explorador y la creación de carpetas; repasan conocimientos de la clase anterior, y hacen ejercicios. Rodríguez utiliza un papelógrafo, pregunta y practica y vocaliza con claridad para que lo entienda, sobre todo, un alumno con una discapacidad auditiva. Y para motivarlos a todos, los pone jugar con un “programita para que le pierdan el miedo a escribir y cojan confianza”.

Aquí los adultos encuentran un incentivo de enriquecimiento personal, afirma. “Es un reto para ellos conocer este mundo que parecía difícil, con el que interactúan y sienten que pueden aprovechar el tiempo. Se les nota el entusiasmo de venir a la clase a medida que van aprendiendo. Me da satisfacción

La Sala Sanfrancisco.comu-nidad, ubicada en uno de los extremos de la institución educativa del mismo nombre, se ha convertido en el aula que

les descubre el mundo de la virtualidad a más de 20 estudiantes -la mayoría son adultos-, que asisten con regularidad y puntualidad a las clases que dicta el instructor Alberto Rodríguez, viernes y sábados, para principiantes y avanzados respectivamente, en los meses de marzo a mayo y durante 40 horas.

Esta es una manera de que los mayores no se queden relegados de los aprendizajes y usos tecnológicos actuales; y de hacer un puente para aproximar las generaciones y prepararse para responder a las exigencias laborales y empresariales, afirma el asesor social de HOCOL.

El salón, con 11 computadores, está dotado de un potente aire acondicionado que le da más frescura, y estrena cielo raso. Todas las tardes de los viernes y sábados desfilan por el corredor, adultos -más mujeres que hombres- con ganas de aprender lo básico, y varios jóvenes que practican para adquirir habilidades que son esenciales en el desempeño empresarial. Algunos van los dos días, entre las 2 p.m. y las 5 p.m. y así esperan afianzar sus saberes.

Para Yaneth Olarte, que toma su primer curso, “el profesor es paciente y enseña a manejar el computador, explica las funciones del teclado, el uso del ratón y programas para escribir cartas, llenar la hoja de vida y hacer dibujos. Luego de que validé mi bachillerato hace seis años, esta ha sido la oportunidad para avanzar en mis estudios a mis 41 años. En la casa tengo un computador viejito y cuando me meto a navegar veo lo mucho que he aprendido”.

Acercar a las comunidades de la vereda al uso y disfrute de los avances y oportunidades que se abren con las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, de forma que se reduzca la brecha digital entre los adultos y los jóvenes y se propicie mayor equidad social a través de la educación, es el objetivo primordial de las capacitaciones en informática.

mejorarles la calidad de vida, ya que pueden ofrecer mejor orientación a los hijos y controlar el uso adecuado de las tecnologías. El curso avanzado me gusta porque es práctico, se ve el Excel, Power Point, Word, se hacen cuentas con IVA y hay unas 10 horas de navegación, aunque no siempre hay conexión disponible. Con esto, los adultos en especial, ganan capacidad de gestión propia y se les enriquece su vida con la posibilidad de consultar información. Al final hay una ceremonia de graduación en la que se les entrega un certificado”.

A sus 37 años, con tres hijos de 19, 17 y 9 años, Eduvina Barreto asegura que “esta formación es muy interesante para la vida personal; hoy en día todo es por medio del computador y uno aprende y eso le facilita las cosas. Para las tareas y la práctica tengo el portátil de mis hijos e

El equipo de gomosos de la informática durante un descanso en San Francico.com.

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CULTURA

internet móvil, que compramos gracias a un ahorro. Ellos estudian software en el Sena de Guacirco y están muy avanzados, ambos cursan grado 11° y cuando olvido algo, me lo explican. Los niños de ahora manejan esto al derecho y al revés, ellos ya saben de todo”.

“Este curso es bueno. Los sábados nos están familiarizando con lo más avanzado, Windows 7, y el profesor lo compara con el anterior sistema operativo. Yo no navego, son mis hijos y bajo mi supervisión quienes lo hacen para las tareas, jugar y entretenerse, entran a Facebook, chatean con los amigos y están pendientes de los correos y los contestan. Como este año salen técnicos de software, tuvieron que presentar un proyecto de grado y lo hicieron sobre facturación para el acueducto de la vereda”.

Otros alumnos como Luis Emi, Fanny, José Oliver, Luis y Diabei están convencidos de que lo de sistemas les sirve para el trabajo, ayudar a los familiares y para más opciones en el futuro, porque hoy todo es computarizado; “así uno no se queda analfabeta y eso es un logro más en la vida”.

Con este programa, que el profesor Rodríguez ha dictado en otros lugares en donde está presente la Compañía, se mejoran las condiciones de vida de la población. Ahora la inquietud es estructurar un crédito de consumo de bajo costo, para que muchos puedan tener sus propios computadores, afirma el asesor social de HOCOL.

La fabricación de objetos de uso cotidiano a partir de la reutiliza-ción de bolsas plásticas como las que se ven en los supermercados,

es la actividad que realiza desde enero de 2011 Caterine Cabezas, una estudiante recién graduada de bachillerato que ahora tiene la oportunidad de dar rienda a su creatividad y aprovechar lo que ella llama “alma de empresaria. Eso me viene de mis padres, dueños de la Proveedora Cati, una tienda de víveres y granos que funciona desde hace años en San Francisco”.

A sus 17 años y luego de un curso de técnicas de tejido en plástico reciclado, organizado por HOCOL, Caterine pensó en sumarse a la tendencia actual de eco-objetos, como son los distintos bolsos que hoy confecciona y que empieza a vender a turistas y habitantes de la zona, en varios casos por encargo.

Uno de los atractivos para inscribirse, que va de la mano con su interés en estudiar ingeniería ambiental, fue su convicción de que con estos aprendizajes la comu-nidad puede darse cuenta de que hay actividades que mejoran el entorno a través de la reutilización y el reciclaje y a la vez contribuir a la adecuada implemen-tación de la gestión y manejo integral de los residuos.

En el curso se matricularon 25 personas de distintas edades. La técnica de tejido es el crochet: sólo se necesita una aguja y el hilo, que en este caso es el plástico. Se corta la bolsa en tiras de 3 centímetros de ancho. Un bolso grande se hace en 2 días, “si uno es juicioso y la puntada no es muy complicada”. El diseño “es como la imaginación le dé y lo que le quiera poner.A mí me gusta tejer y me rinde, le mezclo colores, les hago florecitas, unos son redondos, otros cuadrados, en forma de tula, y cada uno es original porque yo no copio, es lo que me sale de la mente. Los primeros bolsos se los regalé a mi mamá y a mi hermana que vive en el Llano, y

TEJER EL DESARROLLO SOSTENIBLEDespertar la creatividad entre los jóvenes y a la vez trazar un camino para formar empresas hacen parte del programa de educación ambiental que promueve HOCOL en pro del desarrollo sostenible y la generación de una conciencia ambiental.

cuando los vendo cobro entre 20 mil y 30 mil pesos porque eso tiene mucho trabajo y toma tiempo”.

Con la capacitación de cuatro días, que se dictó en la Caseta Comunal, “con nuestra profesora Amanda Londoño las participantes aprendimos a compartir y ver algo nuevo que nos sirve para hacer microempresa y para el progreso del pueblo”. Es otra forma de crear oportunidades y solucionar un problema ambiental.

Todo esto también se enmarca en los programas de formación impulsados por HOCOL, para incentivar alternativas económicas y la vocación productiva de grupos y regiones. “Ahora pienso en aprender a administrar una empresa”, afirma Caterine, mientras atiende, ofrece y vende en el negocio de sus padres. A la vez recuerda que Ofidis Aroca, su mamá, recibió un préstamo de la Fundación HOCOL que ayudó fortalecer la empresa familiar, “y que otra gente de la comunidad se ha beneficiado de cursos de sistemas, preparación de alimentos y más, que les han servido para montar sus negocios” y mejorar su calidad de vida.

En el aula virtual también se encuentran distintas generaciones.

Caterine exhibe parte de su colorida producción.

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CULTURA

Esta es una publicación de HOCOL. Los programas aquí reseñados se desarrollan dentro del Contrato de Asociación Palermo con Ecopetrol Coordinación Editorial: JUAN PABLO FERRO CASAS e ISABEL CRSITINA TREJOS VELÁSQUEZ Fotografías: HOCOL Diseño: JOHN TORRES Impresión: CEDRO IMPRESORESAcciones No. 36.

UN ACUEDUCTO EN ÓPTIMO FUNCIONAMIENTO

partir del 3 de junio de 2010 beneficia a 152 hogares y más de 600 habitantes, fecha en la que se abrieron las llaves del nuevo acueducto de “agua fría y potable, netamente limpia” y cuya última etapa, que tomó nueve meses, fue la instalación del nuevo tanque de almacenamiento.

Las obras incluyeron la arborización en la parte alta del Cerro de Chiflón, bocatoma, desarenador y planta de tratamiento; la tubería atraviesa por nueve predios. “Están conectados los tres ramales que van a Hueco Lindo, el centro del poblado y La Mesa adonde llegarán los recibos, dinero que servirá para sostener la Junta del Acueducto, que elige la vereda por votación”.

En un proceso que tuvo aportes en recursos económicos y mano de obra de las cuatro partes, aprendimos que se necesita buen entendimiento y confianza, disposición y tiempo para hacer el trabajo, ser transparentes y abiertos al informarle a la comunidad, consultar permanentemente y reunirse

El sueño se materializó el 27 de marzo de 2011, cuando fue inaugurada, “con todas las de la ley”, la última de las obras del acueducto, que hoy surte de agua potable

a la vereda. Ese día entró a funcionar “el nuevo e inmenso tanque de almacenamien-to” que, como lo explica Justo Cumaco, hermano del fontanero y fiscal de la Junta de Acción Comunal, remplazó los tanques viejos a los que llegaba agua potable desde junio de 2010, y que “antes se bombeaba dos o tres horas al día de un pozo o se tomaba de unas moyas”.

Fue un acto lleno de alegría y unión; en la caseta hubo danza, música campesina y luego una mamona que saborearon la comunidad y los delegados de la gobernación, la alcaldía y HOCOL. “Vinieron los presidentes de las Juntas de Peñas Blancas, Tamarino y Guacirco, y el menú alcanzó para todos y se brindó con el agua”, recuerda Aminta Medina, líder de la JAC de San Francisco.

La ejecución del proyecto de construcción de infraestructura básica comunitaria fue posible gracias a la persistencia de líderes y apoyo de gestión de HOCOL, que dieron lugar a la firma del acuerdo de protocolización el 21 de febrero de 2009. Un empeño de largos años, como lo explica Aminta, que a

Agua potable significa mejor vida y desarrollo para la comunidad. Un hecho que en el caso de la finalización de las obras del acueducto de la vereda San Francisco fue sinónimo de articulación entre organizaciones de la comunidad, HOCOL, la alcaldía de Neiva y la gobernación de Huila, y de la capacidad de aporte y gestión de los involucrados.

Hay agua potable las 24 horas y tiene su planta de tratamiento.

con las partes, “incluyendo a los de regalías nacionales como pasó esta vez”. Asimismo, agrega Aminta, es bueno que la comunidad sepa que “para lograr las cosas hay que aprender a formular proyectos, inscribirlos y gestionarlos; saber cuántos recursos se necesitan, buscarlos y establecer las sumas que cada uno debe dar (en este caso la comunidad puso por familia 300 mil pesos y en ciertos casos mano de obra). Tener tacto político y buscar aliados, con ética y pensando siempre en cumplir la meta”. Y como añade Cumaco, “hay que fiscalizar para que las cosas funcionen bien y no haya enredos; que exista una auditoría visible”.

Ahora, los miembros de la JAC preparan otro proyecto: pavimentar la vía de entrada al poblado. Y para ello, como lo reconocen, no hay nada mejor que aplicar lo aprendido durante el proyecto de construcción del acueducto. Es también pensar en el futuro de los que vienen y mejorar el bienestar comunitario.

DESARROLLO