emociones psicología cc

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Alumno: Leocadio Cervantes Luis Angel Control 1 Grupo: He de suponer que la existencia de sentimientos conjunto a la naturaleza del ser mismo, es sin lugar a duda, una más de las principales preocupaciones humanas, inentendible al tiempo que ineludible, donde bastará hasta cierto punto el conjugar determinadas descripciones, incluso clasificaciones, fijas al entendimiento del ser humano (en constante progreso), a partir de las cuales se exponen posibles explicaciones, incluso, afirmaciones que se buscan generalizar. Sin embargo, hablando de emociones, yace ante nuestros ojos un mundo basto, lo completamente distante como para llegar antes de lo planeado, lo de menos fuera que no se planeara, pero pareciera ser que la ironía nos corroe al sabernos lejos del anhelo de un entendimiento exacto. Y es que, en final de cuentas, ¿Quién puede deducir en última instancia que las emociones pertenecen únicamente a la raza humana? Y en caso de ser así, planeo una cuestión más personal, ¿Hasta qué punto nos han llegado a beneficiar y afectar el desarrollo de las mismas, considerando la “evolución” de la sociedad misma, conjunta a su orden, sus facultades y represiones presentes en el acontecer humano? Así como Darwin supone que no solo las estructuras anatómicas se heredaban por selección natural si no también los contenidos “mentales” y “expresivos” para la supervivencia, hay quienes pensamos que pudiera haber algunas excepciones al hablar de la raza humana. Y es que sabemos tan poco y hablamos tanto que normalmente terminamos más perdidos que al principio cuando de emociones se trata. Constatemos esto con tan solo una cuestión que parecieran ser sencilla a simple vista, ¿Las emociones son aprendidas o innatas? En esta corta pregunta, nos encontramos con una idea que pareciera ser lineal, muchas personas incluyéndome podríamos decir que son innatas, en el lenguaje coloquial podríamos decir que un bebé que llora al no recibir el

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Ensayo sobre emociones desde un marco cognitivo conductual.

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Page 1: Emociones Psicología CC

Alumno: Leocadio Cervantes Luis Angel Control 1 Grupo:

He de suponer que la existencia de sentimientos conjunto a la naturaleza del ser mismo, es sin lugar

a duda, una más de las principales preocupaciones humanas, inentendible al tiempo que ineludible,

donde bastará hasta cierto punto el conjugar determinadas descripciones, incluso clasificaciones,

fijas al entendimiento del ser humano (en constante progreso), a partir de las cuales se exponen

posibles explicaciones, incluso, afirmaciones que se buscan generalizar.

Sin embargo, hablando de emociones, yace ante nuestros ojos un mundo basto, lo completamente

distante como para llegar antes de lo planeado, lo de menos fuera que no se planeara, pero

pareciera ser que la ironía nos corroe al sabernos lejos del anhelo de un entendimiento exacto. Y es

que, en final de cuentas, ¿Quién puede deducir en última instancia que las emociones pertenecen

únicamente a la raza humana? Y en caso de ser así, planeo una cuestión más personal, ¿Hasta qué

punto nos han llegado a beneficiar y afectar el desarrollo de las mismas, considerando la “evolución”

de la sociedad misma, conjunta a su orden, sus facultades y represiones presentes en el acontecer

humano?

Así como Darwin supone que no solo las estructuras anatómicas se heredaban por selección natural

si no también los contenidos “mentales” y “expresivos” para la supervivencia, hay quienes pensamos

que pudiera haber algunas excepciones al hablar de la raza humana. Y es que sabemos tan poco y

hablamos tanto que normalmente terminamos más perdidos que al principio cuando de emociones se

trata.

Constatemos esto con tan solo una cuestión que parecieran ser sencilla a simple vista, ¿Las

emociones son aprendidas o innatas?

En esta corta pregunta, nos encontramos con una idea que pareciera ser lineal, muchas personas

incluyéndome podríamos decir que son innatas, en el lenguaje coloquial podríamos decir que un

bebé que llora al no recibir el pecho materno se encuentra “triste” u “enojado” (ya está enojado

porque tiene hambre o en otro caso, está triste, quiere que lo carguen), sin embargo si escarbamos

un tanto más a fondo, veremos que dichas concepciones de “triste u enojado” son meras

construcciones en el lenguaje con base a un individuo contextualizado en determinado lugar y

tiempo, por lo cual pudiéramos dar la respuesta de que, el llanto de tal bebé simplemente es una

reacción fisiológica sin ninguna contemplación de carácter emocional, el bebé no llora por que esté

triste, está triste para los demás por que llora, el bebé tal vez solo quiere el pecho materno y al

obtenerlo “asocia” el llanto con la satisfacción de su necesidad (sin ver necesariamente un punto de

vista psicoanalítico), asociación a la que nosotros colocamos el nombre ya sea de tristeza u enojo, y

ya que esto me da paso para la siguiente afirmación, al idealizarlo delicadamente, la definición de lo

que llamamos una “emoción” finalmente tiene el uso de compactar determinadas características en el

comportamiento humano asociadas al conocimiento empírico transmitido de generación en

Page 2: Emociones Psicología CC

Alumno: Leocadio Cervantes Luis Angel Control 1 Grupo:

generación. En otras palabras, las reacciones fisiológicas, puede que siempre hayan estado ahí, al

igual que en los simios, orangutanes, canes, anfibios, etc. Pero hasta no contar (o al menos no que

nosotros sepamos) con funciones ejecutivas o complejas, los organismos no pudieron dar una

“simbolización” a tales reacciones. No pudieron, por ejemplo, llamar “amor” a ese conjunto de

funciones de segregación de hormonas, liberación de neurotransmisores al tálamo, estados

orgánicos, aceleración del flujo sanguíneo, ruboración, etc… Todo eso a lo que el humano en

conjunto ha llamado estar enamorado, aquella “emoción” por la cual se han escrito tratados y

recopilado mil explicaciones, divinas, místicas, simplistas, con tal de nombrar con exactitud lo

inexacto. Ese egocentrismo de querer explicar objetivamente mediante conceptos subjetivos.

Sin embargo, finalmente, el arje del asunto podría verse desde ambas perspectivas, si decidiéramos

llamar emoción al conjunto de características intrínsecas con las que nace un individuo para

responder a determinados estímulos ambientales o internos, podríamos asemejarnos a la teoría

Darwiniana, considerando, si, que las emociones son innatas, sin embargo si el criterio de emoción

se dirigiera más hacia el constructo de la suposición teórica que presenta cierto comportamiento

podríamos deducir abiertamente que la emoción es aprendida (asociando estimulo-respuesta según

el contexto) y construida socialmente (nombrada o simbolizada).

Por otra parte también es necesario recordar la importancia de las emociones, de la que me he

deslindado un poco, habrá que plantearse si es que estas son positivas o negativas y con esto no me

refiero a algo bueno o malo socialmente visto (evitando así los puntos de moral y ética los cuales son

difíciles de evitar) si no de simple pragmatismo dirigido hacia un punto de vista evolucionista. Es

decir, plantémoslo de la siguiente manera: ¿Cómo sirvió el miedo en un ambiente hostil al

antepasado del ser humano, fuese ya sea el eréctus o el hábilis?, la respuesta siempre nos llevará a

la conservación y continuidad de la especie por muy delimitado que pudiese parecer. Lo cual se

podría generalizar a la mayoría de las “emociones”, la felicidad para ser empáticos y agrandar los

grupos, el enojo y miedo con fines alejarse o alejar a otros y protegerse, la tristeza como expresión

de necesidad de más individuos ante ciertas situaciones, y así pudieran darse muchos más ejemplos.

De esta manera, podríamos señalar por último, que una “emoción” está no solamente caracterizada

por factores meramente fisiológicos, ni tampoco por el aprendizaje a través de la construcción social,

más bien podría verse como una relación bidireccional, donde una no puede explicarse sin la otra,

donde no podemos hablar por ejemplo de que el sentimiento de enojo esté relacionado directamente

a una situación estresante y tensa, si no tal vez a un simple pensamiento irracional que busca la

satisfacción de equis necesidad no cubierta, pero por otro lado tampoco podemos negar el hecho de

que una persona se encuentre triste sin aparente explicación alguna al presentar una depresión

endógena causada por alguna alteración transferida hereditariamente.