el vuelo del chamán en la cultura yanomami, por anna feuerberg
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Ensayo sobre la cultura y la tradición chamánica yanomami en la Amazonia venezolana. Escrito para la materia Antropología Latinoamericana del Diplomado de Artes Visuales Venezolanas de la UNIMET, 2007.TRANSCRIPT
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El Vuelo del Chamn en la Cultura Yanomami
Anna Feuerberg
La luna viva en el cuerpo de un gran Chamn.
Cuando ste muri, ella sali a vagar por el cielo,
pero regres a la tierra para comer la ceniza de sus
huesos. Cuando la vieron, los parientes del chamn
le dispararon flechas, pero las flechas caan a tierra
sin hacerle dao. La luna las evada escondindose
tras las nubes. Pero al fin una flecha le dio, y
empez a derramar sangre que caa sobre la tierra.
De estas gotas de sangre nacieron los yanomami.
Leyenda Yanomami
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En el enjambre selvtico de la Amazonia venezolana habita una de las tribus indgenas
ms antiguas que an existen en el planeta, los Yanomami. Son un grupo de aborgenes
exticos, extraos y primitivos. Primitivos por qu? Porque existen desde mucho antes
de la llegada de los espaoles a las costas de Amrica? Porque exponen su piel morena
al desnudo, queman a sus muertos y se comen sus cenizas y las mujeres con pechos
repletos amamantan a los monos? Porque todava no han sido susceptibles al proceso
de adiestramiento de la cultura occidental y piensan y actan desde la intuicin en lugar
de la razn?
Es admirable la sensacin apacible del indgena yanomami cuando permanece sereno
frente al paisaje de la selva, contemplando el verde brillo de los rboles, el vuelo liviano
de un pajarito, sintiendo su respiracin, su cuerpo, simplemente haciendo nada. La vida
de los yanomami se despliega en estrecha armona y comunin con la naturaleza. La
tierra no les pertenece. Ellos le pertenecen a la tierra. Conviven con sus hermanos, los
animales. Su sensibilidad los lleva ms all de lo aprehensible por los sentidos para
trascender a la maravilla de los misterios del cosmos. Saben que el sonido es el origen.
Conocen a los dioses del agua, del aire, del fuego y de la tierra. Comprenden los ciclos de
la vida y la muerte, a la cual no temen. Escuchan el lenguaje del sol y de la luna, y
sobretodo, escuchan los sueos.
Las fuerzas y los elementos de la naturaleza representan significados que conforman el
universo mtico de la cultura yanomami. Son los smbolos que dan forma a su estilo de
vida, sus costumbres y sus creaciones artsticas y los impulsan a manifestar el sentido
esttico de su comportamiento. Se valen del poder de los animales feroces usando
collares de dientes de jaguar y jabal para curar enfermedades. Pintan sus cuerpos con
lneas ondulantes para elogiar a la serpiente, la monarca de la tierra; y como la cascabel,
que ha sonar su propio instrumento, tocan maracas hechas con semillas, la esencia de
vida. Embellecen sus cabellos y orejas con las plumas de vivos colores de guacamayas y
pericos y adornan sus rostros insertndose palitos delgados que sobresalen de su nariz y
alrededor de su boca. Danzan como un ave el vuelo del yopo adentrndose en las
dimensiones de realidades alternas.
La comunidad yanomami no conoce de luchas de clase. Cada quien desempea su
funcin. Los hombres cazan, pescan y fuman yopo. Las mujeres preparan los alimentos,
cuidan a los nios y elaboran artesanas. La sociedad yanomami no tiene necesidad de
acumular bienes. La naturaleza es prdiga. Y el liderazgo poltico no se traduce en
ambicin de poder. Lo ejerce un representante respetado como un ser privilegiado porque
alcanz poderes especiales para intermediar entre la tribu y las energas de los espritus,
la naturaleza y el cosmos.
El chamn es la figura espiritual primordial en todas las comunidades aborgenes. Los
integrantes de la tribu acuden a l para conocer los designios de los dioses y de las
fuerzas de la naturaleza, para consultar sobre asuntos personales y colectivos y para
curar en la enfermedad y purificar en la muerte. El chamn practica los rituales
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sobrenaturales que protegen a la tribu y les procura bienestar. Tiene los poderes
especiales para comunicarse con el ms all y aplacar y alejar a los espritus del mal. Es
el sabio, el visionario, el gua, el curandero y el develador de misterios. Se convierte en
chamn por herencia familiar o por eleccin de un dios o una diosa. Pero necesita
someterse a un rito de iniciacin y a un proceso de aprendizaje, ya que para ser chamn
debe morir a su identidad.
Las manifestaciones externas de la esttica cultural del chamn yanomami son fcilmente
perceptibles a los sentidos. Pero tambin pueden identificarse ciertas expresiones
estticas que se desprenden de las creencias msticas de los yanomami y que pertenecen
a la esfera oculta de la psique. Estas manifestaciones psquicas no deben desdearse
como irreales. Siempre que se estudia una civilizacin aborigen debe realizarse una
apreciacin desde el punto de vista del contexto de la cultura en estudio, no desde los
principios del contexto Occidental, el cual se fundamenta en un pensamiento cientfico
que exige comprobacin tangible a fin de confirmar un hecho. Para la mentalidad de la
cultura yanomami el vuelo del chamn constituye un evento absolutamente real. En su
caso la realidad abarca e incluye a la dimensin subjetiva. Por lo tanto, la experiencia
psquica del trance del chamn interesa entenderla en su riqueza intuitiva y en la
fascinacin que ejerce su sabidura y sus facultades, toda vez que el acceso mgico a lo
sobrenatural en la cultura yanomami responde a una bsqueda espiritual por adentrarse
en los misterios del universo.
El trance sagrado del chamn se prepara tostando las semillas de yopo, las cuales
provienen de las vainas del Yopal, un arbusto mediano de hojas verde oscuro y flores
amarillas. Una vez tostadas se trituran en un plato pequeo mezcladas con cenizas hasta
obtener un polvo negro muy fino. El polvo se introduce en una caa larga y hueca que el
chamn coloca en su nariz y un asistente toma la caa por el extremo opuesto y sopla. El
yopo llega al cerebro del chamn de inmediato. El efecto es terriblemente crudo y
violento. El chamn sufre. Siente picazn en la cabeza y se rasca frenticamente con
ambas manos como si fuese un chimpanc. Una sustancia resbala por su garganta y l la
escupe y rescata lo que permanece con su garganta profiriendo sonidos repulsivos. Una
baba blanca y espumosa empieza a brotar de su boca. Luego un lquido negro chorrea
como un hilo sucio desde su nariz. El chamn se agita de un lado a otro con pasos
anrquicos y febriles. Emite alaridos. Se lanza al suelo. Se ensucia de arena. Habla sin
detenerse. Modula una especie de canto atnico. Eleva sus brazos inertes hacia los
costados como si quisiera a levantarse en torpe vuelo y luego los deja caer pesadamente,
golpeando los costados de sus muslos. El espectculo resulta tremendamente
anonadante, una verdadera esttica de lo grotesco.
Tras la experiencia salvaje de este ritual despega la magia del vuelo psquico del chamn.
Su visin extraordinaria que lo contacta con las fuerzas y elementos de su magnfico
universo, donde el chamn se transforma, se mimetiza, trasciende los confines del tiempo
y el espacio y penetra en las dimensiones de sus smbolos sagrados. Es un ave. Y viaja
hasta la diosa luna que sangr para dar origen a su tribu. Llega hasta el dios sol que hace
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germinar la plenitud de la vida. Transmutado en ente sobrenatural enfrenta los espritus
malignos que amenazan con sus artes oscuras. Ora es el poder sigiloso de la serpiente,
ora la furia impetuosa del jaguar. El chamn sobrevuela el entorno sorprendente de la
naturaleza: el misterio del enjambre de la selva, el arrojo del ro desbordando en cascada
inmensa, el amarillo fulgurante del fuego, el embate implacable de la lluvia, la limpidez del
aire purificado, la caricia naranja del atardecer.
El vuelo del alma del chamn abraza la sabidura del cosmos, bebe el secreto del ciclo de
la vida y vela la semilla prodigiosa, de donde todo crece.