el Último casique

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Profesora: Teresa Amara Gutiérrez Navarro Alumno: Mejorada Miranda José Ricardo Resumen del libro (Permiso para esta Lectura) Grupo: 4CV5 7/03/2014 “EL ÚLTIMO CASIQUE” Este libro narra la vida de un hombre cuya vocación por la política se ve rebasada por el abuso de poder que él tiene sobre muchas decisiones dentro de los partidos políticos, desde joven, él ha impuesto su palabra y su poder para ganar aproximadamente durante 70 años las elecciones del país, un país el cual sufre de servicios por parte del gobierno, pero que es retribuida su preferencia con miles de despensas y música para ellos. Este temible hombre era Don Magnolio el ultimo y quizás el más grande los caciques, no solo de la región sino también del propio país, cualquier político que quisiera ganar las elecciones de alguna presidencia municipal, una gubernatura y hasta la mismísima presidencia de la república tenía que recurrir a su experiencia, el tenia un corazón duro y estomago a prueba de todo, puesto que en 70 años nadie le había podido ganar. Magnolio mencionaba: “Al pueblo tócale una buena cumbia que los haga bailar, cantar y recordar los colores de su partido el día que deben votar y eso es suficiente. No estás en Suiza ó Francia. No te exprimas el seso para saber que hacer en ciertos casos. La muchedumbre no necesita de verdades y es muy güevona como para distinguir tu pensamiento del mío, así que no los enredes más de lo que ya arrastran con su historia y tragedias personales. Al pueblo siempre debes hacerle creer que ellos son los que están seleccionando por quien votan, y así se convencen de que ellos decidieron, y con eso es suficiente para que se alegren si ganaron, se entristezcan si perdieron o se violenten por cualquier motivo. Déjalos así, no les arranques sus fantasías, les ayudan a soportar la miserable vida que llevan, ¿Sabes?, a veces pienso que a nuestro pueblo se lo han cogido tanto, que hasta gusto le tomo”. El ultimo cacique decía que la fuerza de la razón no es la que orienta a las masas, sino los trucos secretos y contagiosos de quien las dirigimos, mientras exista el poder, las leyes se vuelven flexibles y los hombres más, porque la política es “tan relativa”. Magnolio destilaba inteligencia; claro en su lenguaje,

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Page 1: El Último Casique

Profesora: Teresa Amara Gutiérrez Navarro Alumno: Mejorada Miranda José RicardoResumen del libro (Permiso para esta Lectura) Grupo: 4CV5 7/03/2014

“EL ÚLTIMO CASIQUE”

Este libro narra la vida de un hombre cuya vocación por la política se ve rebasada por el abuso de poder que él tiene sobre muchas decisiones dentro de los partidos políticos, desde joven, él ha impuesto su palabra y su poder para ganar aproximadamente durante 70 años las elecciones del país, un país el cual sufre de servicios por parte del gobierno, pero que es retribuida su preferencia con miles de despensas y música para ellos.

Este temible hombre era Don Magnolio el ultimo y quizás el más grande los caciques, no solo de la región sino también del propio país, cualquier político que quisiera ganar las elecciones de alguna presidencia municipal, una gubernatura y hasta la mismísima presidencia de la república tenía que recurrir a su experiencia, el tenia un corazón duro y estomago a prueba de todo, puesto que en 70 años nadie le había podido ganar.

Magnolio mencionaba: “Al pueblo tócale una buena cumbia que los haga bailar, cantar y recordar los colores de su partido el día que deben votar y eso es suficiente. No estás en Suiza ó Francia. No te exprimas el seso para saber que hacer en ciertos casos. La muchedumbre no necesita de verdades y es muy güevona como para distinguir tu pensamiento del mío, así que no los enredes más de lo que ya arrastran con su historia y tragedias personales. Al pueblo siempre debes hacerle creer que ellos son los que están seleccionando por quien votan, y así se convencen de que ellos decidieron, y con eso es suficiente para que se alegren si ganaron, se entristezcan si perdieron o se violenten por cualquier motivo. Déjalos así, no les arranques sus fantasías, les ayudan a soportar la miserable vida que llevan, ¿Sabes?, a veces pienso que a nuestro pueblo se lo han cogido tanto, que hasta gusto le tomo”.

El ultimo cacique decía que la fuerza de la razón no es la que orienta a las masas, sino los trucos secretos y contagiosos de quien las dirigimos, mientras exista el poder, las leyes se vuelven flexibles y los hombres más, porque la política es “tan relativa”. Magnolio destilaba inteligencia; claro en su lenguaje, memoria prodigiosa, habilidad única para armar estrategias y tácticas inmediatas, disciplina y método para alcanzar objetivos; además gozaba de una cualidad que para los políticos se convierte en virtud apreciada: voluntad inquebrantable y estomago para tragar mierda. Porque los seguidores no ven más allá de lo que alumbra quien los guía.

Mucha de nuestra gente desea que un dirigente, para legitimarse, ofrezca migajas de miseria regalando lo que no es suyo, con el propósito de obsequiarlo a una bola de miserables que no han hecho nada por progresar y sienten que, por jodidos los demás tienen la culpa de su desgracia. Siempre citaba que cuando se es joven, uno se opone a todo y a todos, sin tener muy claras las ideas de que es mejor o peor para el país, solo por serlo, debemos protestar por todo.

El político decía con voz agravada y semblante adusto, hay quienes no tienen nada que perder, más que su vida. Crea usted que en estos tiempos no es mucho; antes la valorábamos más… hoy, estamos acostumbrados a la violencia, el asalto, al crimen, a la muerte. Respeto a quien enarbola una idea romántica porque, en el afán de sus sueños, por ellos mueren. ¡Que así sea!.

Page 2: El Último Casique

Profesora: Teresa Amara Gutiérrez Navarro Alumno: Mejorada Miranda José RicardoResumen del libro (Permiso para esta Lectura) Grupo: 4CV5 7/03/2014

Este libro menciona que el poder de la televisión impone su verdad bajo una óptica de interés y juzga a sus enemigos uniformando en la población criterios de aceptación o rechazo. ¿Han visto el rostro ilusionado y nervioso de un hombre o mujer buscando empleo?, ¿Cómo descargar la impotencia?, ¿A quién reclamarle en un país donde no existe un seguro contra el desempleo?, ¿Qué culpa tiene el cielo de que los gobiernan en la tierra no produzcan suficientes empleos?. La desesperación de una población hambreada de alimento, reconocimiento y éxito, la conduce a creer en promesas patéticas de políticos miserables que, en su ambición de poder, ofrecen perniciosas ofertas para que votes por ellos, ¿Cómo demandar a alguien que prometió algo y no lo cumplió?. Los gobernantes han formulado tantas y tantas veces promesas que a la postre son incumplidas, que debemos analizar quien dirigirá los destinos de nuestro país los próximos 6 años.

Me quedo sin lugar a dudas con esta parte que mencionó el ultimo cacique: “Creo y amo tanto a mi patria como usted, pero me llena de indignación que se pueda convertir en un país de sirvientes, no de líderes; de maquiladores, no de creadores; de respetuosos de leyes extranjeras, no de las nuestras; de imitadores, no de autores; de intermediarios, no de productores; de extractores de petróleo, no de transformadores; de changarros, no de negocios; de campesinos furtivos, no cautivos. Nos atropellamos por aventajar al prójimo, y no vemos que rumbo llevamos, porque nuestros dirigentes políticos, empresariales y sociales andan en lo suyo, no en construir un país mejor, sino en busca de engordar el bolsillo. Continuamos abrevando un ambiente de corrupción como costo de entendimiento en todos los niveles de gobierno, sector privado y sindicatos. Arrastramos una cultura de derrota y conformismo, de llanto y postración, somos artistas de la imperfección, no de la calidad; el “ahí se va” en todas las actividades productivas se confunde con la necesidad del salario, en un país con tantas necesidades insatisfechas en educación, salud y alimentación, poco importa la mística de perfección, de ser, de triunfo; al fin y al cabo la mayoría solo quiere sobrevivir. Lograr un país mejor depende de todos pero la responsabilidad mayor radica en sus elites. Un dirigente se certifica por, la trayectoria, resultados, propuestas y carisma. A las multitudes nos se les conchea se les dirige. Toda sociedad criba a sus líderes con métodos aproximadamente fiables, pero cuando las camartillas políticas se apropian de cotos de poder sin permitir competencias en sus territorios, los resultados que ofrecen son limitados y atrofiados, el fácil descaro con el que algunos gobernadores accedieron al poder, sin contar con competencia real o “control de calidad”, se circunscribió a las únicas “suertes” de la amistad y la complicidad entre un puñado de camaradas. ¿Acaso los políticos son los representantes del talento de este país porque han heredado apellido?”.

Yo creo firmemente que nuestro país también existen banderas políticas que son básicamente engaña tontos, y para mostrar un ejemplo de muchos que existen; hacemos héroe a cualquier maleante; si lo encarcelan, se convierte en mártir con virtudes casi mitológicas. La masa exige que lo liberen y amenaza hasta con colgar a los jueces. El líder, por su parte, exige que se le reparta a los pobres el dinero de los ricos y funcionarios que tanto roban…frase con la cual este se eleva hasta la altura de los dioses.

Debemos ser activos y orgullosos de lo nuestro, sin temerle al mundo. Tener mentalidad de ganadores y sentirnos hambrientos de triunfar.