el tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/bdc330.pdf · cial de un país...

18

Upload: duongdiep

Post on 19-Sep-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales
Page 2: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

El tránsito a sociedades call1pesinas

de dos sociedades esclavistasen la N ti eva Granada

Cartagena y Popayán, 1780 -1850

Gennán Colmenares

Presentación ciudades quedaba una tielTa de nadie de am-plitud variable pero casi siempre mucho más ex-

Con el fallecimiento prematuro del historiador Ger- tensa que la región efectivamente controlada.mán Colmenares, ocurrido a comienzos de este año en En las costas del Caribe, la percepción de estosla cÚldad de Cali, donde era profesor en la espacios. todavía en la segunda mitad del sigloUniversidad del Valle, las ciencias sociales del pais XVIII. se asociaba a amenazas externas. como laperdieron uno de los investigadores más lúcidos y de una posible alianza (en Darién. en Río de laprolífICos de los últimos tiempos. Entre el 26 y el 28 de Hacha) entre nativos e invasores extranjeros. 1agosto de 1987, el profesor Colmenares honró a la Esta frontera. habitada por "infieles" o "pueblosUniversidad del Norte con su presencia. participando bárbaros". rara vez invitaba a un impulso ex-como conferencista en el Segundo Encuentro Caribe pansivo. Dentro de la lógica del Imperio se mi-organizado por el Centro Cultural Cayena. En dicho raban más bien como el asiento de naciones ex-evento académico. Colmenares leyó un ensayo ti- temas que. alternativamente. se trataban comotulado "1Tánsito a sociedades campesinas de dos so- un peligro militar o como territorios en los queciedades esclavistas en la Nueva Granada: Cartagena y debían mantenerse misioneros religiosos.Popayán, 1780-1850", que hasta hoy permanecíainédito. HUEllAS quiere rendir un homenaje póstu- Otro hecho que debe tenerse en cuenta es el demo a la memoria de quien fUEra uno de los mejores una mestización muy avanzada a finales del si-exponentes de la denominada Nueva Historia, pu- glo XVIII. Las tensiones internas de este proceso

blicandoelmencionadoensayo. iban a dar lugar a sucesivas expansiones de laGustavo Bell Lemus frontera agraria en el curso del siglo XIX.

1. MODELOSDEPOBLAMIENTO En contraste con estos dos fenómenos. unoy EPICENTRO S ESCLAVISTAS que tendía al repliegue sobre sí mismo, a afir-

mar tozudamente los privilegios patrimonialesLa mención de dos hechos debe preceder a toda e institucionales de viejos centros urbanos. yconsideración sobre la historia económica y so- otro que introducía un gran dinamismo. al cons-cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. pue-dos siglos. Uno. es la forma de sus poblamientos den examinarse algunas variantes de dos mo-coloniales. reducidos a algunos claustros andi- de los básicos. El primero tenía como escenario

nos e interandinos. En ellos, la ocupación y elcontrol político-administrativo más o menosefectivo de franjas telTitoriales contiguas a unos 1 v. Relaciones e infOrTneS de los gobernantes de la NuevapOCOs centros urbanos constituían una provin- Granada durante el siglo XVIII (editadas por G. Colmenares).cia. Por fuera de esta jurisdicCión señalada a las Bogotá, 1987.

Huellas 29. Uninorte. Barranquilla8 pp. 8-24. Agosto, 1990. ISSN 0120-2537

Page 3: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

los altiplanos andinos. que albergaban original- de la provincia de Cartagena. Las guerras de in-mente una población indígena relativamente dependencia habían polarizado poblaciones deabundante. Allí. a partir de la encomienda. se mulatos y de negros cimarrones (en regioneshabía evolucionado hacia diversas formas de co- marginales como la del Patía y el río Palo) y laslonato que iban integrando en el trabajo de las sucesivas guerras civiles de 1830 y de 1840 lashaciendas a una población mestiza más y más habían reclutado bajo las divisas de ministe-abundante. En estas regiones. el precario equi- riales y de progresistas. En vísperas de la abo-librio entre las .haciendas-latifundios. que eran lición. las tensiones de la región eran alarman-el asiento de "agregados" indígenas y mestizos. y teso aun para el gobierno radical que las propi-los minifundios. que se iban originando por el ciaba. 3reparto de antiguos resguardos indígenas entreuna creciente población mestiza. impulsó en el La abolición misma afectaba de manera di-curso del siglo XIX un desplazamiento de exce- ferente a los propietarios del Cauca y a los de lasdentes de población hacia una frontera agraria costas del Caribe. En el Cauca. ella fue una de lasen los valles profundos. causas de una guerra civil de proporciones ma-

yores que acaudillaron propietarios esclavistasotro modelo -con variantes- se desprende de descontentos. Aunque esta guerra tuvo raíces

la presencia de una población originalmente so- complejas en los desajustes sociales de la región.metida a la esclavitud. Los dos centros escla- tales desajustes deben interpretarse en relaciónvistas más importantes de fines de la colonia en con un proceso prolongado de disolución de losla Nueva Granada fueron la provincia de Car- vínculos esclavistas. En todo caso los propie-tagena y. en el interior. distante más de mil tarios solían quejarse allí con amargura de loskilómetros de la primera. la provincia de Popa- efectos ruinosos de la abolición. Nada parecidoyán con sus anexos mineros del Chocó. del ocurría en la provincia de Cartagena.Raposo y de Barbacoas. En un país cuya mano deobra rural, sometida a los nexos de subordina- Las dimensiones respectivas de las inversio-ción que imponía la hacienda. era predominan- nes en esclavos. aquellos que subsistían despuéstemente indígena y mestiza. la existencia de pro- de declarada la libertad de vientres en 1821. novincias uniformemente esclavistas plantea al- eran comparables. Mientras que en Cartagena ygunos problemas en cuanto a su evolución social en Mompox apenas subsistían unos 1.500 escla-general. Uno de ellos es el de la formación de vos que alcanzaron la libertad con la ley desociedades campesinas. Otro. el del tránsito de 1851. la situación en la antigua provincia de Po-una hacienda esclavista a una hacienda con for- payán era muy diferente. En sus haciendas y enmas de colonato. sus distritos mineros se encontraba el 60% de

los 16.500 esclavos manumitidos en 1851. El2. EL APOYO DE LAS HACIENDAS solo distrito minero de Caloto. en los confines

ESCLAVISTAS del valle geográfico del Cauca, retenía todavíamás de 1.200 esclavos. entre los que se contaban

Formalmente. la esclavitud fue abolida en todo los muy numerosos que poseía la familia delel territorio de la república a partir del primero principal caudillo de la revolución conservado-de enero de 1852. Pero la institución esclavista ra de 1851. don Julio Arboleda. Otros distritosse había venido erosionando de manera diversa mineros del Pacífico (Barbacoas. Tumaco, Is-en sus epicentros a partir de 1780 por lo menos. 2 cuandé, Micay) se las habían arreglado paraEn la epifanía de 1852. el clima social de la pro- retener más de dos mil esclavos. una cifra casivincia del Cauca era radicalmente diferente al equivalente a la de- los que habían beneficiado

minas allí mismo en 1788. Este fenómeno puedeexplicarse por un hecho corriente en la minería

2 V. G. Colmenares, "Castas, patrones de poblamiento yconflictos sociales en las provincias del Cauca. 1810-1830"en Estados y naciones en los Andes. Hacia una histolia 3 V. Richard Preston Hyland, Sociedad y economia en elcomparativa: Bolivia, Colombia, Ecuador, Pero. Editado por Valle del Cauca, t. IV (El crédito y la economía, 1851-1880), p.J. P. DelereY. Saint-Geours. T. l., pp. 105-146. Lima, 1986. 69 ss. Bogotá, 1983.

9

Page 4: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

Canónigo español seguido deun paje y de un esclavo negro

con cadenas, grabado,Biblioteca Nacional, Paris.

colonial. a saber. la necesidad de desplazar es-clavos a regiones con yacimientos más ricos deotras que habían entrado en decadencia. SeobseIVa así que los vecinos de los reales deminas de Nóvita. que habían concentrado cincomil esclavos hacia 1780. ahora contaban conmenos de mil. En cuanto a los esclavos que tra-bajaban en las haciendas caucanas hacia 1850.su número era todavía considerable (unos cuatromil). cuando en Cartagena la hacienda escla-vista había casi desaparecido.

roban a atribuir10. claro está. a la pereza de losnativos. En algunas de estas haciendas. como enlas plantaciones de las Antillas. llegó a haberfuertes contingentes de esclavos. Esta inversiónno parecía justificarse para el cuidado de hatosganaderos

o para el beneficio de unas cuantassuertes de caña. en trapiches rudimentarios ycon un radio muy corto de comercializac!ón.

Pero lo que resultaba menos obvio para laobservación de los viajeros europeos era el ca-rácter meramente subsidiario de estas unidadesde producción agrícola. En Cartagena. por ejem-plo. la hacienda esclavista no pudo derivarsesino de la trata misma de esclavos. La ciudadposeía de suyo privilegios comerciales y mili-tares -cuyo sostenimiento exigió la creación deun virreinato en 1740 para hacer confluir enella situados fiscales de un amplísimo terri-torio- que podían justificar el empleo de escla-vos en empresas agrícolas. no sólo para su abas-tecimiento sino también para el de los navíosque alimentaban sus ferias anuales. En el in-terior. las dificultades de las comunicaciones

La hacienda. como la unidad de producciónagrícola más persistente en Hispanoamérica. hamerecido la atención de los historiadores duran-te décadas. Frente al modelo clásico propuestopor Wolf y Mintz. en el que se contraponen ras-gos distintivos de haciendas y plantaciones. lahacienda neogranadina aparece como una ano-malía. Lo era aún para viajeros europeos entre1820 y 1830 que se preguntaban la razón por lacual las llanuras de la Costa o las fértiles tierrasdel valle del Cauca o del Magdalena no se em-pleaban con cultivos comerciales. Se apresu-

10

Page 5: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

después de la época colonial. Las respuestas po-sibles a este interrogante sugieren compleji-dades que tienen que ver tanto con las orienta-ciones generales del comercio internacional co-mo con las inercias creadas por un esquema derelaciones establecidas desde la colonia entrelas regiones costeras del Caribe y las del interiordel país. pero sobre todo con un clima peculiarde relaciones entre grupos sociales que puede ver-se como una secuela de la paulatina disoluciónde una sociedad esclavista.

3.

INTERPRETACIONES SOBRE LAEVOLUCION DE LA HACIENDA

ENCARTAGENA

Como se ha dicho. gracias a los privilegios de latrata Cartagena de Indias fue uno de los epi-centros de una sociedad esclavista desde finalesdel siglo XVI. Infortunadamente. la desapari-ción de archivos notariales en las ciudades delCaribe hace imposible seguir de cerca la evolu-ción de aquellos fundos rurales que aparecenconstituidos en el siglo XVIII como haciendasesclavistas. Valiéndose de una documenta~iónpoco sistemática. centralizada en su mayor par-te en Bogotá y en el AGI de Sevilla por cuanto setrataba de juicios sucesorales ("testamentarias")o de pleitos de alguna magnitud. tres trabajospublicados casi simultáneamente (en 1979 y en1989) 4 nos presentan visiones contrastadas de

lo que pudo ocurrir en la provincia.

~j

presentaban obstáculos casi insalvable s para laextracción de los frutos de este tipo de cultivos.Dichos obstáculos no se vencieron en el valle delMagdalena sino con la regularización de la na-vegación en barcos de vapor por el río a media-dos de siglo y el valle del Cauca debió esperar laapertura del canal de Panamá para comercia-lizar sus productos agrícolas. Por estas razones,las haciendas esclavistas tenían que cumpliruna función apenas subsidiaria del papel mili-tar asignado a Cartagena de Indias, de sus ven-taJas comerciales entre las cuales sobresalía latrata misma de esclavos, o de la producción au-rífera de los distritos mineros dispersos en elinterior del país.

a. Los trabajos de Hermes Tovar P.y de Adolfo Meisel R.

Por un lado. Hennes Tovar Pinzón ha tratado deprobar. para el siglo XVIII, la existencia en todala Nueva Granada de grandes empresas agrariascon "vigorosos estímulos de mercado" que ace-leraron "el ritmo de crecimiento en zonas aptaspara la expansión de productos procedentes de laganadería. la caña de azúcar y el cacao."

Pero si la política que había asignado funcio-nes específicas a vastos espacios coloniales li-mitaba las actividades de las provincias del Ca-ribe y, en general, la Nueva Granada había de-sarrollado una economía del oro en función deesa misma política. subsiste entonces la pregun-ta

de por qué no se desarrollaron cultivos co-merciales en las costas del Caribe granadinas

4 Hennes Tovar Pinzón, Grandes empresas agrícolas y

ganaderas. Su desanullo en el siglo XVIII. Bogotá, 1980.Adolfo Meisel, "Esclavitud, mesilzaje y hacieMas en la

provincia de Carlagena: 1533-1851", en Desarrollo y socie-dad, No. 4 Ouliode 1980). Bogotá, pp. 229-277.

CrIando FaIs Borda, Historia doble de la Costa, 4 vols.Especialmente Vol. 1, Mompoxyl.Dba. Bogotá, 1979.

11

Page 6: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

Debe observarse, sin embargo, que el brío con en el que las viejas haciendas tuvieron que de-el que la prosa del profesor Tovar evoca "vigo- pender cada vez más de coacciones impuestasrosos estímulos" y "grandes empresas" está li- sobre la mano de obra no esclava: de mestizosmitado a establecer un contraste entre la expan- arrendatarios, de concertados o matriculados,sión relatIva de ciertas regiones frente a otras. es decir, de la introducción de formas de colo-Este crecimiento relativo tuvo sus orígenes en la nato. Por eso, el énfasis de la producción debíareactivación sucesiva de la economía del oro, concentrarse ahora en hatos ganaderos. Esteprimero en los yacimientos del Chocó hacia proceso de "feudalización" se aceleró aún más1680-1720 y luego en Antioquia, entre 1750- después de las guerras de independencia con un1779. 5 Como lo observa el mismo Tovar, 6 la pro- "cerramiento" de la hacienda sobre sí misma,ducción aurífera de la Nueva Granada le otorgó "como resultado de la decadencia de sus merca-una cierta peculiaridad en el concierto de las dos principales, Mompós y Cartagena." 8colonias españolas de Suramérica. Según el pro-fesor Tovar, la Nueva Granada pudo, como con- b. Contraste crítico de estas interpretacionessecuencia de este tipo de economía, "generar me-canismos de consumo interno autónomos a los El contraste entre estas dos interpretaciones,movimientos agudos y oscilatorios del comercio una que señala un movimiento expansivo y otrainternacional. De ahí que su desarrollo es lento que hace énfasis en la decadencia, debe atribuir-y retrasado frente a esos grandes y escandalosos se al carácter fragmentario y discontinuo de laritmos de economías de plantación, pero por información empírica. Resulta así que las obser-ello no menos sólido Y seguro." vaciones cubren espacios diferentes, con la ven-

taja, para Tovar, de haberse fijado más bien enEn la región del Caribe, la frontera agraria se la incorporación de tierras nuevas en las que se

amplió en el curso del siglo XVIII con empresas establecieron enormes hatos ganaderos. Por esomilitares y en esa nueva frontera se establecie- sus observaciones contribuyen a dar una idearon algunas haciendas de trapiche y enormes más precisa del fenómeno operado en la provin-hatos ganaderos. Tovar ejemplifica este desarro- cia de Cartagena durante el siglo XVIII. Si bien110 con la historia de grandes fortunas de Carta- allí surgió una estancia esclavista en el curso delgena y Mompox. Tales fortunas estaban asocia- siglo XVIII, sólo en el siglo siguiente se operó unadas a los nombres de aquellos que, para eterni- ampliación relativa de los "términos" de sus doszar su buena estrella, constituyeron mayorazgos ciudades, Mompox y Cartagena. Todavía en lay compraron en España flamantes títulos no- segunda mitad del siglo XVIII la Corona com-biliarios: condes de pestagua, marqueses de To- ponía 384 caballerías (o sea más de 140 mil hec-rre Hoyos y marqueses de Santa Coa. táreas) en la provincia de Cartagena, de las

cuales 128 (o 50 mil has.) pertenecían a una solaPor su parte, Adolfo Meisel ha querido ca- persona.9 Otras propiedades de miles de hec-

racterizar una evolución regional de la hacienda táreas de los Santa Coas, pestaguas y Torre-Ho-en la provincia de Cartagena. Sitúa los orígenes ros se ensamblaron en el curso del siglo XVIII.de la hacienda esclavista a comienzos del siglo Como lo ha subrayado Orlando Fals Borda 1°,XVII Y encuentra que a mediados del siglo XVIII esta ampliación tuvo su origen, sobre todo en laestas unidades productivas habían iniciado ya banda oriental del río Magdalena, en empresassu decadencia.7 Según el autor, esta decadencia militares. Entre 1743 y 1770, por ejemplo, Joséentrañó un proceso gradual de "feudalización" Fernando Mier y Guerra desarrolló una asom-

brosa actividad como fundador de pueblos en esabanda que estaban destinados a marginar elpredominio de la nación de los Chimilas. En la

5 V. Ann 1Winam, Mineros, comerciantes y labradores:las raíces del espúitu empresarial en Antioquia: 1763-1810.

Medellin, 1985. p. 61 ss. y G. Colmenares, Popayán: unasociedadesclavista: 1680-1800. Bogotá, 1979, p. 133 ss. 8 Ibid. p.275.

60b. cit. p. 94. 9 H. Tovar, ob. cit., pp. 32y 33.7 Ob. cit. p. 243. 100b. cit. p. 112b ss.

12

Page 7: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

provincia de Cartagena. los nuevos latifundios Aunque dada la composición usual de las inver-fueron reclamando tierras entre grupos de gen- siones en minas. en las que los esclavos solíantes huidas o "arrocheladas". La incorporación de representar entre el 75 y el 95%. el renglón de las'más y más tierras al núcleo de viejas haciendas inversiones en "minas" no quiere decir sino queo la creación de nuevas unidades productivas so- el marqués de Santa Coa había decidido dedicarbre el terreno ganado a una frontera agraria de- más de 150 de sus esclavos a la extracción de orobía convertir a la ganadería en la actividad más en placeres.importante de las haciendas.

Debe obselVarse. de paso. que la explotaciónLos gestores de estas nuevas incorporaciones de minas con cuadrillas tan numerosas revivía

de tierras. además de la aventura militar. ejer- un esquema abandonado en el norte de Antio-cían actividades múltiples como funcionarios. quia con la decadencia de sus grandes centrosmineros o comerciantes. La carrera de don Ju- mineros. en el curso del siglo. La región de Cáce-lián de Trespalacios y Mier. segundo marqués de res y Zaragoza. en donde ahora desarrollabanSanta Coa. ilustra esta versatilidad que amplia- sus actividades los marqueses momposinos 11.ba el radio de los negocios apoyándolos mutua- había conocido la mayor concentración de escla-mente. En 1728, don Julián tuvo que enfrentar vos de la Nueva Granada a finales del siglo XVI.una rebelión de esclavos en los reales de minas En 1759. sin embargo. sólo se contaban allí unosde Mungarra. Era entonces superintendente del 900 esclavos. Es probable que los incrementosChocó. que hacía apenas diez años había separa- de las cuadrillas de la región antioqueña duran-do su administración de la de Popayán con el te el nuevo auge que experimentaron sus minas aobjeto de controlar mejor el contrabando que la partir de 1750 (que pasaron de 900 esclavos ennueva riqueza y el aislamiento de esas regiones 1759 a 1.462 en 1770 ya 4.896 en 1778) se hayanatraían. lOa En 1733 fue alcalde de Mompox y en alimentado con desplazamientos de esclavos de1738 pidió el título militar de Maestre de Cam- la región de Cartagena. Es dificil. con todo. pre-po. Trespalacios tuvo así vinculaciones con el cisar la participación directa de cartageneros oauge minero del Chocó y sus amistades con los la relativa importancia de la reactlvación de losmineros de Popayán contribuyeron al desarro- viejos centros mineros de Cáceres y Zaragoza.110 de sus actividades comerciales que se exten- pues el grueso de las explotaciones mineras sedían por toda la Nueva Granada. Esto explica la había trasladado hacia las regiones altas deimportancia desmesurada (más del 50% de su Rionegro y Santa Rosa. 12fortuna) que adquirieron sus minas.

Si algo parece notable en la composición deBIENESDELSEGUNDOMARgUESDESANTACOA* los bienes de don Julián de Trespalacios en el

Avalúos de 1769-70 momento de su muerte es la importancia re-Bienes Valor según avalúo % con respec- lativa del valor de los hatos (32%). Aunque en es-

(pesos) to al total te caso. también. parecen ser los esclavos los queMinas 72.868/4 52.28 duplicaban el valor de la propiedad. Otro tantoHaciendas de ganado 44.409 / 4 31.86 ocurría con otros hatos de finales del siglo XVIII.Haciendas de cacao 14.143/5 10.14 como el de San Antonio de pestagua (con escla-Haciendas de caña 3.153 / 1 2.26 vos por valor de 16.270 pesos y ganados porEstancias de plátano 2.091 /6 1.50 valor de 23.306 pesos) o los hatos mencionadosFábrica de aguardiente 1.591/0 1.14 porA. Meisel (La Ceiba. con 36 esclavos. TofemeCanoas y astilleros 922 / O 0.66 c-on 23 y San Marcos con 44). 13Otros bienes 200/7 "," ¡ 0.14

" ",',139.380/3 ;~J'; '100.00

*Fu t 'T' d d H '" b it 116 te/Tatenientes, mineros y co~rciantes. siglo XVIII. Bogotá.en e: loma o e enneslovar,o.c .p. 198<;) pp. 115ss.11 Fals Borda. ob. cit. p. 93b.12'1\v1nam. ob. cit. p. 79.

lOa Colmenares, ob. cit. pp. 89, 100y 101. También. Cali: 13 Tovar. ob. cit.. p. 108yMeisel, ob. cit. pp. 259y260.

13

Page 8: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

Los hatos ganaderos resultan ser así una tagena. que siempre fue de uno a dos. debía esti-creación del siglo XVIII. el signo mismo de su mular permanentemente el flujo de esclavos.prosperidad expansiva en esa región. y no una particularmente hacia la región antioqueña quemera transformación o resultado de una deca- experimentó un auge de las explotaciones m1ne-dencia de la hacienda esclavista. Las múltiples ras a partir de 1750 y un aumento efectivo de laactividades de los gestores de hatos en el siglo población esclava entre 1760 y 1778.XVIII dependían en parte de la necesidad de colo-car sus esclavos en diferentes frentes de trabajo.. c. La interpretación de Orlando Fals Borda10 cual debía determinarse sencillamente porlos costos de oportunidad del empleo del esclavo Frente a las interpretaciones de Meisel y de To-en una u otra actividad. var. la obra del sociólogo Orlando Fals Borda

presenta nuevos contrastes. Hay que obseIVarNo hay duda. eso sí. de que los privilegios de que este autor ha dado a su obra una presenta-

Cartagena como plaza militar y comercial subor- ción sorprendente al contar simultáneamentedinaron durante el siglo XVIII su crecimiento dos historias (de allí el título de la obra de His-agrario regional. Y hay que tener siempre presen- torta doble de la Costa). En las páginas de late que uno de estos privilegios comerciales. tal izquierda de sus cuatro volúmenes establece unavez el más importante; fue el de la trata de es- narrativa y por ellas "corren el relato. la descrip-clavos. Así. la evolución de la hacienda escla- ción. el ambiente. la anécdota. En las páginas devista cartagenera. hasta la aparición del hato la derecha. convierte esa misma narrativa enexclusivamente ganadero con una escasa mano una presentación teórica. La intención del autorde obra mestiza. no debe verse solamente en fun- es la de hablar dos lenguajes. para dos públicosción de los productos con los que era necesario diferentes. El lenguaje narrativo no puede evitarabastecer a los dos grandes centros comerciales convertirse a la larga en un relato histórico másde la región. Cartagena y Mompox. en el momen- o menos convencional. En este canal. en el queto de su auge. sino en función también de la trata el autor combina varias técnicas narrativas (delmisma. Esta constituía no solamente la prin- diario de viaje. del carnet de apuntes. de las me-cipal actividad comercial de Cartagena sino el morias. de la historia y hasta de la ficción) seorigen mismo de los capitales que podían dedi- puede pasar abruptamente de un tiempo subje-carse a levantar una hacienda. Los esclavos re- tivo de la enunciación a un tiempo histórico.presentaban en las haciendas entre el 60 y el Con esto quieren hacerse evidentes las conexio-80% de su valor. inclusive cuando se trataba de nes entre las luchas campesinas del presente conhatos. y por esta razón los inversionista s debían la búsqueda de unos "orígenes". o plantear unaser aquellos que se vinculaban a la trata como forma de investigación histórica orientada porintermediarios con los mercados del interior. las preocupaciones actuales de una comunidad.

El resultado deja la impresión de una doble con-En Cartagena. la presencia de numerosos es- descendencia: una. hacia la historia. cuyo valor

clavos en las haciendas parece haber sido tam- como conocimiento se desdeña en favor de susbién apenas una consecuencia de la trata en la virtualidades como elemento de manipulaciónmedida en que estos esclavos constituían una ideológica o como mito de autorrepresentaciónreseIVa que podía internarse para atender la colectiva. Otra. hacia un auditorio popular. aldemanda de los centros mineros. Esto explicaría que sólo podría entregársele una materia primapor qué la cantidad de esclavos en la provincia en bruto para que sirva de alimento a su limita-de Cartagena se mantuvo relativamente estable. da capacidad de comprensión. Naturalmente.nunca más de diez mil. a todo lo largo del siglo los historiadores no podemos e\fitar quedamosXVIII. en tanto que su número iba aumentando solamente con esta parte.paulatinamente en los centros mineros. Resultatambién notable el hecho de que de los diez mil La exposición teórica de las páginas de la de-esclavos contabilizados en 1778 para la provin- recha está dirigida a un público académico. alcia de Cartagena. la tercera parte estuviera con- que el autor supone que debe estar interesado ex.centrada en el recinto urbano. Por otra parte. la clusivamente en sus reelaboraciones del mate-diferencia de precios de los esclavos entre Car- rial en bruto. Esta exposición. impregnada de fer-

14

Page 9: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

vores marxistas, incorpora muy frecuentementetrozos narrativas, lo cual sugiere que el materialque se eleva a la dignidad (¿o indignidad?) teó-rica no es siempre el mismo que se presta al "re-lato, la descripción, el ambiente, la anécdota".

ción de estos sucesivos esquemas es la de que elsistema señorial de la colonia va adquiriendouna creciente complejidad al incorporar nuevoselementos. Por ejemplo. durante el siglo XVII lasujeción indígena pasa del tributo al concierto yaparecen terrajeros y jornaleros. En el sigloXVIII hacen su aparición los "comerciantes" (enel esquema anterior sólo figuraban "abastece-dores") vinculados al personaje del esquema cen-tral. el propietario de hacienda (o "señor'), ¿Quie-re decir esto que los comerciantes no teníim nin-guna relación con el régimen señorial de los dossiglos anteriores?

La interpretación teórica del período colonialculmina con la elaboración de tres esquemasque corresponden, cada uno, a un siglo de domi-nación española. Estos son: l. Explotación seño-rial simple, primera y segunda etapas (Siglo XVIy comienzos del XVII). 2. Explotación señorialesclavista (siglo XVII) y 3. Explotación señorialesclavista ampliada (siglo XVIII). La implica-

15

Page 10: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

Es evidente que, desde su aparición a comien- a las provincias interiores, en que por lo co-zos del siglo XVII, la hacienda esclavista carta- mún sólo hay encomenderos y mercaderesgenera estuvo asociada al abastecimiento de la que trafican por segunda y tercera mano. 16ciudad, de su pie de fuerza militar y de las flotasque mantenían su feria anual. El hecho de que al- Este tráfico, "por segunda y tercera mano" esta-gunas haciendas hubieran podido concentrar ba, pues, reservado a los criollos. Habría quemás de cien esclavos 14 indica a las claras que agregar que éstos, por su parte, sacaban no pocohubo un flujo de crédito en fonna de censos que provecho del comercio de contrabando alimen-desplazaba capital de las actividades comer- tado desde las Antillas. Mompox, un puerto flu-ciales hacia las explotaciones agrarias. Sin em- vial intennedio que distribuía las mercancíasbargo, la relación directa entre un gremio de europeas (y las de contrabando) hacia las dosterratenientes y un estrato de terratenientes pre- vertientes del río Magdalena, albergaba a tres desenta, a diferencia de otras regiones del país, al- las grandes familias poseedoras de los hatos quegunos problemas. resultaron de la expansión del siglo XVIII. Ya he-

mos visto algo de las actividades mineras y co-En Antioquia, los mineros se doblaban fácil- merciales de una de ellas, en el caso de don Ju-

mente en comerciantes y en terratenientes para lián de Trespalacios y Mier. Dos personajes dedefenderse de los azares de sus actividades.15 En otra rama de la familia Mier que se había radi-Popayán, las primeras explotaciones mineras cado en Santa Marta 17 eran agentes de una casadel Chocó fueron impulsadas por comerciantes y comercial de Cádiz a finales de los afios 80 yterratenientes y esta trinidad se mantuvo in- comienzos de los OO. Uno de ellos, Manuel Faus-disoluble a lo largo del siglo. Familias de te- tino de Mier, fue regidor de la ciudad y ocupó car-rratenientes y de mineros iban personalmente a gos en ella entre 1790 Y 1796.Cartagena a proveerse de esclavos para sus mi-nas y para sus haciendas y vendían a otros mi- Aun si se admite un cierto divorcio entre elneros y hacendados parte de sus introducciones. sector dominante en el monopolio comercial y

un sector terrateniente, este divorcio no implicaEn Cartagena, Sin embargo, el círculo de co- que los comerciantes hayan sucedido a los te-

merciantes directamente vinculado como agen- rratenientes para dar un impulso renovador a lates o comisionistas a grandes casas de Cádiz era sociedad. Sin embargo, las ne'cesidades teóricasinestable, pues estaba constituido en su mayor de Fals Borda requieren que sólo en vísperas delparte por peninsulares. Estos apenas residían período republicano aparezca una "burguesía co-algunos afios en la ciudad para regresar final- mercial", clase que, según él, va creciendo en im-mente a España. Esta situación, impuesta por portancia económica y política. Sin proponér-ciclos de consignaciones de mercancías y por el selo, Fals convierte al "señor" o propietario enmonopolio comercial, está descrita en una pro- una figura mítica que preside, imperturbable,videncia de 1796 que rechazaba la aspiración de los esquemas sucesivos de una trinidad que noestablecer un consulado de comercio en Santa alteran sino hasta el final su papel dominante.Fe: Esta figura mítica, en su esquema, tiene la fun-

ción de personificar a una nobleza señorial queEs constante que el tráfico del Nuevo Reino de debe ser desalojada por una clase comercianteGranada con la Metrópoli y con los demás emprendedora, una burguesía o algo semejante adominios de América se hace por el puerto de ella que copa un antiguo régimen desueto.Cartagena en el que están reunidos los ver-daderos comerciantes que reciben de su cuen-ta los cargamentos y desde allí se distribuyen

16 Anthony McFariane, "Comerciantes y monopolio enla Nueva Granada: el consulado de Cartagena de Indias" enAnuario cdombianD de historia social y de la cultura. No. 11,

14 Meisel, ob. cit. p. 260. 1983 pp. 43-69151Winam, ob. cit. p. 232 ss. 17 Fals Borda, Ob. cit. p. 147y A McFarlane, ob. cit. p. 49.

16

Page 11: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

Pese a todo esto. vale la pena retener en Fals la provincia de Popayán comenzaban a intro-Borda su narrativa sobre la ampliación de una ducir pequeñas cuadrillas de diez a veinte escla-frontera agraria con expediciones militares y vos en la recién abierta frontera minera del Cho-entradas de reducción de palenques y población có. la provincia de Cartagena contaba ya con cer-dispersa en el siglo XVIII y las transformaciones ca de seis mil esclavos repartidos en la ciudad ydel régimen esclavista con la incorporación tem- en las haciendas vecinas. Para que aparecieranprana de terrajeros y jornaleros indios. mes- esclavistas de alguna importancia en el valle deltizas y blancos pobres. Cauca tuvo que esperarse por lo menos una gene-

ración después de abierta la nueva frontera mi-4.APROXIMACIONCOMPARATIVAENTRE nera. a finales del siglo XVII. Esta nueva fron-

LAS HACIENDAS DE CARTAGENA y tera estimuló la internación de grandes partidasLAS DEL VALLE DEL CAUCA de esclavos que procedían de los sucesivos asien-

tos celebrados por la corona española con portu-Hasta aquí se ha intentado verificar la consis- gueses. franceses e ingleses entre 1680y 1750.tencia interna de tres interpretaciones dife-rentes sobre las haciendas de la costa Caribe. Mientras que en Cartagena el privilegio de laconfrontándolas unas con otras para sacar en trata hizo crecer la población esclava no sólo enlimpio una idea más clara de la evolución de este la ciudad sino en las haciendas vecinas y con-sistema de haciendas. Ahora quiere intentarse tribuyó a la valorización de los hatos que seuna aproximación comparativa entre las ha- expandieron en el curso del siglo XVIII. en la pro-ciendas esclavistas de la provincia de Cartagena vincia de Popayán fue la existencia de grandesy las de la provincia de Popayán. No se pretende cuadrillas en los centros mineros la que sirviócon esto reducir todo tipo de hacienda esclavista de estímulo para la creación de haciendas. Noen la Nueva Granada a un modelo único sino sólo las minas ofrecían un mercado para ciertosmás bien sujetar su interpretación a los patro- productos (aguardiente. tabaco. carne) sino quenes de una estructura general. teniendo presen- las haciendas. cuyos propietarios solían ser tam-tes constantemente las peculiaridades señala- bién mineros y comerciantes. recibían de ordi-das para cada región. nario la mano de obra excedente en las minas.

La cronología de la hacienda esclavista de la En comparación con las haciendas esclavis-provincia de Popayán. en el interior del país. es tas de Cartagena. las del valle del Cauca se mos-un poco diferente a la de la Costa. Debe obser- traron más aptas para sobrevivir a las crisis su-varse que aquí no hubo. como en Cartagena. una cesivas del esclavismo. originadas primero conampliación desmesurada de la jurisdicción de la cesación de la trata manejada a través de gran-las ciudades y su incorporación a la economía des asientos y luego con las perturbaciones deregional como hatos ganaderos. Estos existían las guerras de Independencia. Hacia 1780. cuan-ya desde el siglo XVI y en el siglo XVIII dieron do el flujo de importación de esclavos había prác-lugar más bien a desmembraciones y a reaco- ticamente cesado. problemas estructurales de lamodos de derechos sucesorales para adecuarlos producción minera (baja tecnología. agotarnien-como haciendas. 18 to de la riqueza superficial de los yacimientos)

llevaron a un proceso de saturación de esclavosLa aparición de haciendas que incorporaban en los reales de minas del ChoCÓ.19 Por esta

mano de obra esclavas en trapiches fue. sin razón. cuadrillas enteras de esclavos fueronembargo. mucho más temprana en Cartagena. trasladados a los viejos yacimientos de Caloto.que pudo beneficiarse con el auge de la trata de próximos a Popayán. en donde se revivió la mi-finales del siglo XVI y comienzos del XVII. Hacia1686. cuando terratenientes y comerciantes de

19 W. F. Sharp. Slavery on yhe Spanish ¡¡)'Qntíer. The

Colombian Choco. 1680-1810. Oklahoma. 1976. p.22 Y Col-

18Colmenares.CalL.. p.47ss. menares.Popayán,p.87. .-

17

Page 12: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

nería gracias a que era posible integrar mejor la Con respecto a este último punto. un conocidoactividad de las haciendas con las necesidades infom1e de 1766 del ingeniero don Antonio dede abastecimientos de las explotaciones mi- Arévalo 23 describe una distribución de las di-neras. ferentes unidades productivas afm con la racio-

nalidad propuesta por las teorías de la geografmEn este mismo momento los esclavos co- económica. Según el infom1e. los propietarios

menzaron a desaparecer de las haciendas de la de predios de los alrededores de Cartagena pre-proVincia de Cartagena. Estas haciendas. que ferían dedicarlos a la elaboración de materialestenían una estructura muy similar a las hacien- de construcción (tejares. caleras. ladrilleras) ydas esclavistas del valle del Cauca. comenzaron no a la siembra de maíz para el abastecimientoa involucionar de una producción de azúcar y de la ciudad. En cambio. el maíz procedía de unamieles a la explotación extensiva de hatos ga- distancia relativamente grande (río Sinú). ennaderos cuyas tierras se habían incorporado donde los precios de la tierra y la disponibilidadrecientemente. A esto contribuyó sin duda la de labradores que lo traían por mar dejaban unintroducción de aguardientes españoles favore- margen razonable de rentabilidad. La presenciacida por las llamadas leyes de libre comercio 20 de ganado se iba graduando también con res-pero también el atractivo de internar a los pecto a la proximidad de la ciudad. Para preveresclavos a mercados como los de Popayán o de el abastecimiento de la plaza en caso de un sitio.Antioquia que ofrecían todavía una notable Arévalo había obtenido estimaciones según lasdiferencia de precios. De esta manera. la mine- cuales en las inmediaciones (en un radio de ochoría del oro pudo mantener por algún tiempo la leguas) había apenas 30 hatos con sólo tres milactividad subsidiaria de las haciendas escla- cabezas de vacuno. Otras 23 mil cabezas. dis-vistas de la proVincia de Popayán. la cual iba a tribuidas en 90 hatos (250 cabezas en promedio).ser perturbada de nuevo por un prolongado perío- se ubicaban en un radio de 8 a 25 leguas. Lasdo de guerras (1810-1824). 21 La cesación de la sabanas de Tolú. todavía más distantes. con-trata. la introducción de aguardientes españoles tenían más del doble de esa cifra (56.680 cabe-y la disminución de los privilegios comerciales zas). distribuidas en cerca de 80 hatos (con unde Cartagena. erosionaron en cambio muy rá- promedio de 700 cabezas por hato). Allí. apenaspidamente las haciendas esclavistas de la Costa. cinco propietarios (de nuevo Santa Coas. Hoyos

y Mieres) mantenían 35 mil cabezas. es decir. elPese a estas diferencias de cronología. que 60% del total de las sabanas y el 400/0 del total de

obedecen a la función subsidiaria de las hacien- la provincia. Las haciendas de trapiche. más an-das con respecto a "sectores de punta" diferentes. tiguas. estaban ubicadas en el eje del Canal dellos dos sistemas presentan algunos rasgos co- Dique y del río Magdalena que conducían amunes. Por ejemplo. la existencia diferenciada Mompox. es decir. en una distancia intem1ediade tres tipos de hacienda: l. hato ganadero. 2. entre tejares-caleras y los hatos más distantes.hacienda de trapiche y 3. haciendas de labran- cuyas tierras se habían incorporado reciente-za.22 Esta división convencional no debe ocultar mente.el hecho de que el énfasis en una u otra actividadestaba condicionado por diversos factores. tales 5. LA ALTERNATIVA DE LA MANOcomo el acceso de ciertos productos al mercado. DE OBRA LIBREla disponibilidad de mano de obra o la distanciarelativa a centros de consumo. Reducidos los factores de la producción a lo más

esencial. es decir. a la tierra y a la mano de obra.y en vista de la decadencia de la institución escla-vista. el problema primordial de este tipo de

20 Nicolás del Castillo Mathieu. La Uaoo de las Indias. sociedades estribaba en el control de una mano

Bogotá. 1981 p. 282.21 Zamira Díaz de Zuluaga. Sociedad y economfa en el

valle del Cauca. t. 11 Gue/Ta y economía en las hnciendas.Popayán. 1780-1830. Bogotá. 1983. 23 Publicado por E. Marco Dorta. Congreso Hispa-

22 Meisel. ob. cit. p. 257. Colrn<;nares. CalL.. y Popayán... noan-ericanodeHistolia, pp. 335-352.

18

Page 13: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

de obra libre. Algunas interpretaciones prefie- introducción de sistemas de colonato. Sin em-ren hacer recaer todo el peso del desarrollo eco- bargo, el control de esta población distaba de sernómico en la formación de grupos empresaria- fácil en las dos 1)rovincias. No sólo la pendienteles. 24 Sin embargo, en el lapso que se señala larga de la decadencia de la hacienda esclavista

frecuentemente como un largo periodo de deca- se vio atravesada por perturbaciones socialesdencia, entre el fin del ordenamiento colonial y durante las guerras de Independencia sino que,los comienzos de un proceso de comerciali- aun mucho antes, las poblaciones libres encon-zación de la, agricultura en la Nueva Granada, traron zonas de refugio contra las constriccio-otros factores de más largo alcance intervinie- nes sociales. A la inversa de 10 que ocurría en laron decisivamente en el proceso de la formación Edad Media europea, en donde el aire de las ciu-

social que iba a sustituir la primitiva sociedad dades hacía libres a los hombres, aquí la li-esclavista. Con sobrada razón los trabajos de bertad se obtenía al precio de alejarse 10 másCrIando Fals Borda sobre la Costa han hecho posible de los centros urbanos. Los grados de di-énfasis en esas contradicciones sociales y han ficultad en el control del trabajo apuntan a di-querido rescatar una historia ignorada, llaman- ferencias en las estructuras sociales que que-do la atención sobre elementos culturales daron como rezagos de sociedades esclavistas.autóctonos. En la misma dirección apuntan algu- La importancia de su examen radica entonces ennos trabajos para la región caucana del Palia y que, más allá de las circunstancias que les die-sobre la aparición de poblaciones nuevas en el ron origen, estas estructuras han sido la materiavalle del Cauca, realizados en la Universidad del prima de conflictos que se prolongan hastaValle. 25 nuestros días.

Las alternativas con respecto a la mano de En la proVincia de Cartagena se ha compro-obra no esclava en las dos provincias fueron bado la existencia desde muy temprano de undiferentes. Frente a una rápida pauperización de- sistema de terrajes (o arriendos informales) y demográfica del sector esclavo, que mantuvo siem- matrículas (una especie de peonaje). 26 La dis-

pre su reproducción vegetativa por debajo de ce- persión de la población en la enorme proVinciaro, la población mestiza, mulata y de negros y el monopolio absoluto de la tierra en aquelloslibres experimentó un crecimiento rápido. Esta lugares que tenían acceso a un mercado debió

población, identificada en los padrones de la épo- endurecer los sistemas de control sobre la pocaca bajo diversas denominaciones (libres, castas, mano de obra libre disponible. Allí, la enorme

montañeses, etc.), abarcaba una gama muy va- extensión de las tardías mercedes de tierras queriada de condiciones y de colores: blancos po- se originaron con la expansión de una frontera

bres, mulatos, mestizos, lib ertos , manumisos, militar o con las "entradas" en zonas de refugio,huidos, cimarrones, etc. era incomparable con las posesiones en el valle

del Cauca que databan del siglo XVI y queEl sustituto que se ofrecía de una mano de estaban ya en un proceso de fragmentación.

obra costosa y en vías de agotamiento era la Aquí, la concentración en comunidades consti-

tuidas por negros libres, mulatos, mestizos yblancos pobres disputaron un espacio vital a lashaciendas y lucharon por obtener su reconoci-miento como lugares, parroquias, o villas, es de-

24 V. por ejemplo las interpretaciones de Jorge Alberto cir, dieron lugar a un inmenso proceso de urba-Restrepo R y Manuel Rcdriguez B. en "La actividad comercial nización y a la formación de sociedades campe-y el grupo de comerciantes de Cartagena a fines del siglo XIX" sinas.en Estudios Sociales (Faes) , No. 1 (septiembre, 1986) Mede-llín. pp. 43-109 Y "Los empresarios extranjeros de Barran- En este punto. se acusa una diferencia capitalqullla: 1820-1900" en DeswroUo y sociedad, No. 8 (mayo de1982) pp. 77-114. en las dos proVincias. En 1774 don Antonio de la

25 V. Francisco U. Zuluaga, "Clientelismo y guen1llas en

el valle del Patía, 1536-1811" en G. Colmenares, et al. Lalridependencia. Ensayos de historia social. Bogotá, 1986 pp.111-136. 26 Melsel, ob. cit.

19

Page 14: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

AlbertHuie (Jarnaica).1Yempodecosecha("Crop time'1. óleo sobre lienzo. 1955.

Torre y Miranda realizó una serie de poblamien-tos en la provincia de Cartagena 27 y concentróen 43 sitios a más de siete mil vecinos o familiasque totalizaban más de 40 mil personas. Estasrepresentaban nada menos que la tercera partede la población total de la provincia. El fenó-meno de dispersión de la población. que esca-paba a las coerciones impuestas por la vida urba-na y a la subordinación de rígidas jerarqtrlassociales. manteniéndose en despoblados o en si-tios más o menos inaccesibles. era así casi ge-

neral. Este fenómeno se conoció en la costa delCaribe neogranadino con el nombre de "roche-las" o "arrochelamientos."

CrIando Fals Borda ha subrayado la impor-tancia de esta "pequeña gente libre" en su pola-rización económica y social contra las jerar-quías coloniales. El cuadro que traza de estas so-ciedades tiene acentos idílicos. con fuertes im-plicaciones morales. pues contrasta la "explota-ción. corrupción y egoísmo" de los latifundistasde origen español con "una sociedad rninifun-dista. solidaria. respetuosa de los derechos colec-tivos. que impulsaban las instituciones de ayu-da mutua y el apoyo entre familias. dando así27 Ibid. Cuadro IV -D. p. 269.

20

Page 15: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

origen a costumbres que han caracterizado a los retorno a un estado de naturaleza en el que lapueblos costeños incontaminado s por el 'pro- promiscuidad. el incesto y la violencia elemen-gresomoderno'."28 tal volvían a reproducir. en una absoluta liber-

tad. los males sociales mejor disimulados deLa utilización del viejo motivo que contrasta una sociedad esclavista.

la aldea y la corte. sorprendente en un sociólogomodemo. no parece describir a cabalidad el fenó- Aunque el fenómeno de poblaciones que semeno de las "rochelas". Trece años después de los marginaban de los rígidos esquemas de la so-poblamientos intentados por don Antonio de la ciedad colonial y que buscaba zonas de refugioTorre. el padre Joseph Palacios de la Vega fue fuera más general en la provincia de Cartagena.comisionado por el virrey para sacar gentes "de no hay duda de que el mismo fenómeno se re-las innumerables rochelas y palenques que en- produjo. aunque en una escala menor. en el otrocierran orillas de el San Jorge. todo Cauca. Ne- epicentro esclavista. la Gobemación de Popa-chí y Porce." El Diario de viqje. 29 que redactó pa- yán. Allí. entre la meseta de Popayán y los al-ra dar cuenta de esta empresa. sorprende igual- tiplanos de Pasto. en el ardiente valle del Palia.mente por su descripción de 'gentes que parecen no sólo apareció un palenque desde el siglo XVIIhaber retomado a un estado de naturaleza. Sólo sino que todo ese valle se convirtió en zona deque. esta vez. el retomo no tiene nada de idílico. refugio para esclavos huidos. Otras zonas. comoEl Diario describe situaciones más cercanas a la del río Palo. que hacía parte de los dominiosun "corazón de las tinieblas" que a la integridad de un vasto latifundio de la familia Arboleda.incontaminada de un espíritu comunitario pri- albergaban una población heteróclita de contra-mitivo. bandistas de tabaco. Las guerras de indepen-

dencia y. más tarde. las guerras civiles. dieronNaturalmente. el texto del padre de la Vega respetabilidad a estos poblamientos al alistar-

plantea problemas etnográficos respecto a dis- los. en un bando o en otro. dentro de las faccio-cernir en él lo que realmente presenció el sa- nes contendientes.cerdote-militar. Sus propios códigos de un ordencristiano y civil se veían desafiados a cada paso El mismo proceso de independencia dio en elque daba en su expedición. Su experiencia revela valle del Cauca otra forma de legitimidad a nú-en todo caso hasta qué punto había fracasado el cleos de población campesina que se habían idointento de la década anterior de reducir a la agrupando en los confmes de las haciendas. Des-sumisión y a la obediencia esta población hete- pués de 1824 muchos de estos núcleos alcan-róclita de esclavos cimarrones. mulatos. mes ti- zaron su reconocimiento como sitios. villas yzos y blancos pobres que seguía buscando zonas cabeceras de nuevos cantones. Con ello se sus-de refugio. Su entrada. que buscaba sorprender traían a las jerarquizaciones urbanas colonia-en la noche a los "arrochelados" y terminaba les y podían tener más probabilidades de afian-quemando sus bohíos y transportando amarra- zar derechos territoriales sobre parcelas sustraí-dos a hombres y mujeres a las poblaciones más das al gran latifundio.próximas. tiene todas las apariencias de la con-quista de un territorio enemigo antes que una Las diferencias en este sentido con respecto amisión religiosa. En gran parte. el relato de las la provincia de Cartagena se explican con unamiserias que describe puede atribuirse a las dis- breve consideración sobre el espacio de esta últi-torsiones de ufÍ excesivo celo misionero. Pero es ma. A mediados del siglo XIX don Agustín Coda-indudable que nos pone en contacto con un zzi. ingeniero italiano que dirigía por encargo

del gobierno una comisión corográfica. calcula-ba que las tres cuartas partes del territorio de laNueva Granada eran tierras baldías.30 Este cálcu-

28 Fals Borda, ob. cit. p. 70 b.29 Gcrardo Relchcl-Dolmatoff, editor. Diario de vicy"e del

P. Joseph Palacios de la Vega entre los indios y negros de laprovincia de Cartagena en el Nuevo Reino de Granada. 1787- 30 Catherlne LeGrand, "De las tierras públicas a las pro-

1788. Bogotá, 1955. piedades privadas: acaparamiento de tierras y conflictos

21

Page 16: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

lo. que incluía los enom1es tenitortos de la ya no eran pueblos de indios o agregaciones anár-Arnazonía y de los Llanos Ortentales. podría quicas en zonas de refugio sino parroquias. lu-aplicarse en gran parte a la antigua provincia de gares o aún núcleos urbanos que aspiraban a laCartagena a finales del siglo XVIII y comienzos autonomía municipal. En cierto sentido, ladel XIX. Es cierto que la expansión de los hatos "ruralización de la vida" multiplicó fom1as inci-en el curso del siglo XVIII había constituido tí- pientes de vida urbana. Valdría la pena explorartulos de dominio teórico sobre posesiones indi- las relaciones entre estos fenómenos y los tonosviduales de cientos y cientos de caballerías. a ve- populistas que se imprimió a la política y queces entre 10 y 50 mil hectáreas. Pero aun así, alcanzaron un paroxismo a mediados del sigloresulta dificil pensar que una superficie de más XIX. 31.de 60 mil krn2. con una densidad de población depoco más de un habitante por krn2. haya podido Por su misma naturaleza. el dinamismo his-ser distribuida. aun sobre el papel, aunque más tórtco de las sociedades campesinas tiende a per-del 50% de esta superficie estuviera cubierta por manecer en la penumbra. Como lo ha obseIVadovegetación selvática o por ciénagas y pantanos. Jesús Antonio Bejarano. "paradójicamente qui-

zás sepamos menos sobre la vida rural durante6. LA FORMACION DE SOCIEDADES el siglo XIX de lo que conocemos de la colonia."

CAMPESINAS A COMIENZOS DEL Este vacío en nuestro conocimiento se extiende.PERIODO REPUBLICANO según las regiones. hasta por cincuenta o sesenta

años. período en el cual "la economía parece sub-Corrientemente se admite que. en casi toda His- sumirse en los vaivenes de la política," 32 Hoy. en

panoamérica. los primeros decenios de la era Colombia. el debate sobre la naturaleza de larepublicana presenciaron un proceso de "rura- sociedad en este período centra su interés prt-lización" de la vida. Esta tesis. que advierte mordialmente en la transfom1ación de lassimplemente el hecho de que los centros urba- fom1as de sujeción coloniales en sociedades cam-nos coloniales perdieron su antertor preeminen- pesinas más o menos autónomas. El énfasis pue-cia o parte de las improntas institucionales que de hacerse en el papel que jugó la hacienda tradi-les subordinaba un entorno rural vagamente cional en nuevas formas de sujeción (terrajes. in-definido, tiende a confundirse con la de un "en- quilinato. agregación. matrícula. peonaje, etc.)feudamiento" o "feudalización" de la vida agra- o. por el contrario, en la roturación de nuevasria. Esta otra tesis, inspirada por analogía en la tierras por procesos colectivos de colonizaciónsegunda servidwnbre europea. implica que las espontánea.condiciones de vida de la población rural empeo-raron con respecto a la colonia y que se mul- Esta última hipótesis se apoya en dos facto-tiplicaron las fom1as de sujeción y de colonato res: uno. la expansión demográfica y. dos. ladentro de las haciendas. En realidad. los reor- desaparición de las rígidas constrtcciones socia-denamientos político-administrativos republi- les de la colonia. El crecimiento demográfico,canos del territorto dieron pábulo a nuevas jerar- que duplicó la población entre 1800 y 1850. noquías en los núcleos de población. despojando debería asociarse con la unidad económica pre-en parte de sus privilegios a las viejas ciudades y dominante en la colonia. la hacienda. puestovillas de españoles. En la Nueva Granada. mu- que ésta permaneció estática o tendió a declinar.chas haciendas quedaron cortadas así de lajuris- No debe olvidarse que el crecimiento real de lasdicción política y civil que había detentado el haciendas se confundía con su capacidad de vin-sitio de la residencia urbana del propietario. La cular un número creciente de residentes pem1a-vida de éste se ruralizó y. en una cierta medida. nentes. Por esta razón, sólo la fom1ación de nue-su propiedad se "feudalizó". Pero al mismo tiem-po se normalizaron sociedades campesinas que

31 V. Jesús A. Bejarano A. Ensayos de historia agrariaagrarios en Colombia. 1870-1930" en Lecturas de economía. colombiana. Bogotá, 1987, p. 28 ss.No. 13 (Enero-abrlI1984). Medellín. p. 17. 321bid. p. 24.

22

Page 17: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

vas unidades sociales. las comunidades campe- tes metropolitanos y se hicieron evidentes lassinas. fue capaz de sustentar efectivamente el desventajas del emplazamiento de la ciudad pa-dinamismo demográfico. Los problemas que se ra servir de llave al comercio transatlántico. Sudesprenden de esta hipótesis tienen que ver dimisión gradual en favor de Barranquilla vinoentonces con la necesidad de reconstruir las rela- a reflejarse en la población que pasó sucesiva-ciones entre núcleos de población autónoma mente de 17.600 habitantes en 1809 (que la co-campesina y la hacienda tradicional. ante todo locaba en el segundo lugar dentro del Reino. des-las luchas de aquellos para no dejarse absorber pués de Santa Fe) a 11.929 en 1835, 10.145 enpor ésta. Esas luchas creaban un equilibrio pre- 1843y9.896 en 1851.35cario que era posible para la sociedad campe-sina por su acceso a tierras nuevas, no rotura- Resulta significativo. sin embargo, que el nue-das. Después de 1870 este precario equilibrio se vo orden tendiera a calcar los lineamientos gene-resolvió en favor. ya no de la hacienda tradicio- rales del antiguo. Tanto Barranquilla como Car-nal, sino de la empresa rural capitalista. La na- tagena. y alternativamente Santa Marta. repro-rrativa de Fals Borda ilustra en la Costa esta dujeron un cuerpo de comerciantes dentro delsegunda hipótesis al contraponer de manera cual la influencia más visible. como anterior-dramática los "vaivenes de la política" a la fun- mente con los peninsulares. estaba en manos dedación de pueblos por parte de las "pequeñas extranjeros. Dentro del sector de comerciantesgentes" y que él teoriza como la aparición de un criollos. aquellos que sucedieron a los penin-"modo de producción campesino." 33 sulares en Cartagena habían sido en muchos

casos dependientes de las casas de comercio que7. EL PAPEL DE LA CIUDAD éstos manejaban.36

Este mismo problema puede visualizarse desde Hasta 1850 el comercio de importación pro-un ángulo diferente. el del destino de las ciu- venía de las Antillas. que actuaban como inter-dades coloniales durante la primera etapa repu- mediarios coloniales de sus metrópolis euro-blicana. El estudio de la expansión colonial del peas. Este era también el desarrollo de un es-siglo XVIII no puede disociar la trinidad agraria. quema colonial. Una vez roto el monopolio espa-comercial y minera en la Nueva Granada. El em- ñol. el aprovisionamiento de géneros europeospuj e que recibió la fonIlación de la hacienda tendía a seguir la misma ruta del contrabandoprovenía de su subordinación a empresas mine- colonial. Con este comercio las potencias euro-ras y mercantiles. Es decir. dentro de las limita- peas habían abierto una brecha en el monopoliociones del entorno rural. su crecimiento depen- español de Tierra Firme por lo menos desdedía de los núcleos urbanos y de desplazamientos mediados del siglo XVII. 37de capital. a través de los censos. de actividadesurbanasyrnineras. En el período de 1830-1850. el comercio exte-

rior de la Nueva Granada se seguía alimentandoLa Independencia no significó tanto la des- con el oro. como en la colonia. El descenso de la

trucción fisica de riqueza como el trastorno de productividad de las regiones mineras que seuna estructura de relaciones en la que el mo- anunciaba a finales del siglo XVIII y que losnopolio comercial era la piedra angular. Esto desórdenes de las guerras de independencia noexplica por qué el declive de la ciudad de Carta- hicieron sino acentuar. buscó compensarse congena a todo lo largo de la primera mitad del siglo la exportación de otros frutos. En el área delXIX es tan ostensible. 34 Con el papel asignado ala ciudad dentro de la política colonial españo-la. desapareció también el cuerpo de comercian-

35 Restrepo-Rodriguez. "La actividad comercial...'~36 ¡bid. p. 53.37 José Antonio acampo. "Las importaciones colom-

33 Ob. clt. bfanas en el siglo XIX" en Erysayos sobre historia económica34 Idem. colombiana (Fedesanullo. edlt.). Bogotá. 1980. p. 103.

23

Page 18: El tránsito a sociedades call1pesinasciruelo.uninorte.edu.co/pdf/BDC330.pdf · cial de un país como Colombia en los últimos tituirse en el origen de poblaciones nuevas. ... mo-coloniales

Caribe, este esfuerzo de diversificación seguía En palabras de José Antonio acampo, "...el co-también los tanteos iniciados por la adrninis- mercio exterior ofrecía indudablemente unatración de virreyes ilustrados del último tercio ventaja: permitía que se diese inicialmente eldel siglo XVIII. Sin embargo, sus productos (al- paso a una red mercantil extensa sin una al-gunos de ellos silvestres) como los cueros, el teración básica en las relaciones de produccióntabaco, el algodón, el palo brasil o el dividivi re- internas, incluso a veces con una retrogresiónpresentaban, sumados, apenas un 15% del total técnica (v. gr.: la explotación silvestre.)" 40de las exportaciones, frente a más del 70% repre-sentado por las exportaciones de oro que prove- Lo que este mismo historiador ha caracteri-nían en gran parte de la vecina proVincia de zado como ciclos de "producción-especulación",Antioquia. 38 en los que ciertos productos podían abrirse paso

momentáneamente en el mercado internacio-Lo que un autor norteamericanü39 ha llama- nal, tendían a favorecer desigual y alternativa-

do "obsesión de las clases altas colombianas" del mente algunas regiones del país. Es tentadorsiglo XIX, a saber, el desarrollo de una economía especular sobre las condiciones sociales inter-exportadora, ha producido un énfasis especial nas que hacían posible la aparición de estosen el comportamiento de las élites mercantiles. ciclos o sobre el peso de constantes históricasAlgunos prefieren ver en este desarrollo una sim- que los dificultaba en alguna región detemlina-pIe necesidad histórica impuesta por la recepti- da. En este sentido, las regiones esclavistas ovidad fluctuante de mercados externos y por los allí donde predominaba la hacienda tradicionalobstáculos internos para la formación del capi- no debieron ser las más favorecidas.tal. Uno de estos obstáculos (Ocampo habla de"condicionamientos") eran. sin duda, las estruc- En la bonanza exportadora de 1850-1882, laturas sociales existentes. El capital debía for- antigua provincia de Cartagena participó con elmarse en las condiciones más propicias para la distrito de siembras de tabaco de El Carmen,vieja élite que había surgido durante la colonia establecido desde cuando se montó el monopolioentre funcionarios, comerciantes y terratenien- colonial del tabaco, de una manera muy pa-teso Un modelo de crecimiento basado en las ex- recida a la del distrito interior de Ambalema.portaciones tenía así la ventaja aparente de que Pero fuera de este breve episodio, la costa Caribe"todo cambiara para que todo siguiera igual". sólo se benefició como intermediaria comercialAquí no hubo la irrupción de una nueva clase con sus puertos y con el desarrollo de la na-burguesa constituida por osados empresarios. vegación fluvial por el río Magdalena.

38 J. A acampo, Colombia y la economía mw1diaL 1830-

1910. Bogotá, 1984. V. Cuadro de la pág. 100.39 Frank Safford, Aspectos del siglo XIX en Colombia.

Medellin.1977.p.37. 40J.AOcampo, Colombia..., p.44.

24