el testimonio de la minorias

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EL TESTIMONIO DE L AS MINORÍAS Norma Rusconi - Argentina El rescate y la conservación del patrimonio cultural permite, mediante un proceso sociocultural múltiple, transmitir los valores de una comunidad. Gran parte de esa tarea la cumple el museo y la museología al exponer “experienci as de la memoria”. De una memoria íntima y de una memoria colectiva que se conjugan para provocar en el habitante y en el visitante una percepción polisémica de los universos culturales. Ese patrimonio cultural está, lo sabemos, conformado por cualidades materiales e inmateriales que la memoria descifra religando tiempos y espacios a contextos significativos comunitarios. Por ello el museo no es un lugar de almacenamiento, sino el puente que permite que los recuerdos sean documentos imprescindibles para el afincamiento y el desarrollo social. La memoria y el museo siempre han resistido tanto a la ruina de las sociedades como a la afluencia superflua de las imágenes sin sentido. El discurso museológico utiliza a menudo indistintamente los conceptos de “testigo” y de “testimonio”, pero hay que señalar que un objeto puede brindar más de un testimonio sin perder su carácter de haber sido testigo de la realidad, porque nunca la realidad puede ser congelada por un único testimonio. Los etnógrafos lo reconocen cuando, al sumergirse en el estudio de los hechos “de sociedades distintas”, se preguntan con inquietud si los datos y los objetos recogidos pueden expresar por sí mismos el valor de los hábitos y de las prácticas que los generaron. Esta multiplicidad del sentido excluye “el azar” como origen de los mismos y reclama el análisis de causas a veces muy evidentes, a v eces muy ocultas. En l a actualidad so mos testigos y podemos dar testimonio, como tantos otros lo hicieron, de procesos culturales que incluyen la heterogeneidad de grupos “minoritarios” y de “grupos mayoritarios”.  Aunque en general pareciera que son los grupos mayoritarios los que ejercen un poder discriminatorio que determina valores, espacios de difusión y estrategias de transmisión. ¿Cuál es, entonces, el lenguaje y las acciones museológicas adecuadas para rescatar (memorizar) y proyectar (imaginar) el sentido (ético-social) por el que se decide la aceptación o el rechazo “de las minorías” condicionadas por los deberes y los derechos impuestos por las culturas internacionales, nacionales y o regionales dominantes? ¿En situaciones de herencias colonialistas externas e internas como las tantas veces vividas en América latina, será suficient e para la museología una hermenéutica que funcione como ejercicio comprensiv o y reflexivo? Nuestras sociedades hablan hoy de “globalización” y también de “heterogeneidad” para hacer referencia a grupos marginados y a poblaciones excluidas. Pero hace tiempo que los discursos institucionales y nacionales han discutido acerca de cierta neutralización de las “sociedades minoritarias” a las que le han ofrecido participar de “las mayorías” adoptando enfoques de desarrollo que han puesto en peligro sus formas culturales más identitarias, sus costumbres y sus modos de relacionarse con el mundo.

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El Testimonio de La Minorias

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EL TESTIMONIO DE LAS MINORÍASNorma Rusconi - Argentina

El rescate y la conservación del patrimonio cultural permite, mediante unproceso sociocultural múltiple, transmitir los valores de una comunidad. Granparte de esa tarea la cumple el museo y la museología al exponer

“experiencias de la memoria”. De una memoria íntima y de una memoriacolectiva que se conjugan para provocar en el habitante y en el visitante unapercepción polisémica de los universos culturales.

Ese patrimonio cultural está, lo sabemos, conformado por cualidadesmateriales e inmateriales que la memoria descifra religando tiempos y espaciosa contextos significativos comunitarios. Por ello el museo no es un lugar dealmacenamiento, sino el puente que permite que los recuerdos seandocumentos imprescindibles para el afincamiento y el desarrollo social. Lamemoria y el museo siempre han resistido tanto a la ruina de las sociedadescomo a la afluencia superflua de las imágenes sin sentido.

El discurso museológico utiliza a menudo indistintamente los conceptos de“testigo” y de “testimonio”, pero hay que señalar que un objeto puede brindarmás de un testimonio sin perder su carácter de haber sido testigo de larealidad, porque nunca la realidad puede ser congelada por un únicotestimonio. Los etnógrafos lo reconocen cuando, al sumergirse en el estudio delos hechos “de sociedades distintas”, se preguntan con inquietud si los datosy los objetos recogidos pueden expresar por sí mismos el valor de los hábitos yde las prácticas que los generaron. Esta multiplicidad del sentido excluye “elazar” como origen de los mismos y reclama el análisis de causas a veces muyevidentes, a veces muy ocultas. En la actualidad somos testigos y podemosdar testimonio, como tantos otros lo hicieron, de procesos culturales queincluyen la heterogeneidad de grupos “minoritarios” y de “grupos mayoritarios”. Aunque en general pareciera que son los grupos mayoritarios los que ejercenun poder discriminatorio que determina valores, espacios de difusión yestrategias de transmisión.

¿Cuál es, entonces, el lenguaje y las acciones museológicas adecuadas pararescatar (memorizar) y proyectar (imaginar) el sentido (ético-social) por el quese decide la aceptación o el rechazo “de las minorías” condicionadas por losdeberes y los derechos impuestos por las culturas internacionales, nacionalesy o regionales dominantes? ¿En situaciones de herencias colonialistasexternas e internas como las tantas veces vividas en América latina, serásuficiente para la museología una hermenéutica que funcione como ejercicio

comprensivo y reflexivo?

Nuestras sociedades hablan hoy de “globalización” y también de“heterogeneidad” para hacer referencia a grupos marginados y a poblacionesexcluidas. Pero hace tiempo que los discursos institucionales y nacionales handiscutido acerca de cierta neutralización de las “sociedades minoritarias” a lasque le han ofrecido participar de “las mayorías” adoptando enfoques dedesarrollo que han puesto en peligro sus formas culturales más identitarias,sus costumbres y sus modos de relacionarse con el mundo.

7/21/2019 El Testimonio de La Minorias

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“desarrollo y calidad de vida” para todo un continente. Su tarea también esdifícil porque sólo cuenta con objetos testimoniales que polarizanindefinidamente sus testimonios.

“Esos que miramos como extranjeros son a la vez más numerosos y estánallí”.1 

Lic. Norma Rusconi Azul, Argentina, julio de 2003 

1 Vedrine, Hélène, Educación y alteridad, Noveduc, Novedades Educativas, Argentina-México, abril

2003.