el sujeto hegemónico agrario en la argentina...

25
El sujeto Hegemónico agrario en la Argentina 2002-2012 Por Ernesto Mattos Documento presentado en la conferencia Comercio agrícola y América Latina: Cuestiones, controversias y perspectivas, celebrada del 19 al 20 de septiembre en Buenos Aires, Argentina.

Upload: lamque

Post on 01-Nov-2018

224 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Página 1

El sujeto Hegemónico agrario en la Argentina 2002-2012

Por Ernesto Mattos

Documento presentado en la conferencia Comercio agrícola y América Latina: Cuestiones, controversias y perspectivas, celebrada del 19 al 20 de septiembre en Buenos Aires, Argentina.

Página 3Página 2

El sujeto Hegemónico agrario en la Argentina 2002-2012Por ernesto Mattos1

La ilustración es la salida del hombre de la minoría de edad, de la cual él mismo es culpable. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servir-se del propio entendimiento, sin la dirección de otro.Uno mismo es culpable de esta minoría de edad, cuando la causa de ella no ya en un defecto del entendimiento,sino en la falta de decisión y ánimo para servirse de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento.Esta es la divisa de la ilustración.¿Qué es la ilustración? Immanuel Kant (1724-1804)

1 Investigador del Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políti-cas Publicas CEMOP-Madres de Plaza de Mayo. y de la UBA . Docente de la UBA y de la UNGS. Integrante del Grupo de Investigación “Neoliberalismo, Hegemonía y Política” del instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales-UBA y de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche.

Página 5Página 4

1. De las balas a las masas: las características históricas del sujeto agrario hegemónico.

Para comprender e ir construyendo la idea del “sujeto hegemónico agrario” en la Argentina es necesario re-tomar algunos autores e ideas, que desde sus especifi-cidades han contribuido al pensamiento económico nacional. Existen dos planos de análisis que debemos combinar para comprender la hegemonía agraria: una tiene que ver con la reestructuración del orden interna-cional de mediados de los setentas que precisa que las elite dominantes en los países periféricos retomen su rol en la división internacional del trabajo y la moderna di-visión internacional industrial; y el otro son los cambios estructurales y la disputa entre las clases sociales en la Argentina: la lucha de clases y el “odio de clase2” que se expresó de forma especifica como la “revancha clasis-ta3” durante la última dictadura cívico-militar de 1976

2 Reflexión última que realizara Julio Troxler para explicar los acontecimien-to de 1955 y el fusilamiento de José León Suarez (1956). 3 El proyecto refundacional de la dictadura militar que procuraba concretar semejante transformación radical de la economía y la sociedad argentina -denominado revancha clasista por la forma en que logró congregar el apoyo del conjunto de las fracciones del gran capital- fue impulsado mediante el dis-ciplinamiento represivo de los sectores populares. Su expresión más acabada son los 30.000 desaparecidos y presos gremiales y políticos, la proliferación de campos de concentración , la complicidad empresaria en la represión en los lugares de trabajo (Acindar, Astarsa, Dálmine Siderca, Ford, Ledesma, Mercedes Benz), la participación de importantes funcionarios de muchas de las empresas de mayor envergadura del país en ámbitos estratégicos del apa-rato estatal, la intervención de los sindicatos y el cercenamiento de conquistas laborales de larga data. Azpiazu, D., Schorr, M. (2010). “Hecho en Argentina: industria y economía 1976-2007”. 1. La dictadura militar: desindustrializa-ción y reconfiguración de las relaciones económicas y sociales. Pág. 19-71. 1ª edición – Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores. 2010.

y que sentará las bases para la modernidad de la econo-mía argentina donde el objetivo es cambiar la “estruc-tura productiva diferente” heredada de la época de in-dustrialización por sustitución de importaciones (ISI); y subsumirla al nuevo orden internacional post-crisis del petroleo de 1973. Estos dos planos coinciden en el pro-ceso histórico que se desenvolvió en la argentina entre 1976 y 20014.

El comercio exterior es una parte importante de la es-tructura productiva diferente. Su tendencia y cambios de composición o el ingreso de divisas que se genera por el intercambio con el sector externo van dando forma a la estructura productiva así como a la producción que se realiza en el territorio. Sin dejar afuera los intereses en pugna entre los sectores económicos y que a través del Estado expresan en forma de política económica. Esta expresión de política económica de un sector económi-co determinado demarca el rumbo que debe adoptar la estructura productiva. Pero para comprender esto hay que bucear en las distintas contribuciones que han rea-lizados distintos intelectuales.

Uno de los primeros aportes que han hecho a lo largo de la historia para debatir sobre los distintos proyectos de país, que podemos incluir, son los comentarios de Liborio Justo, para comenzar a pensar esta “hegemo-nía agraria” y el carácter semicolonial de la Argentina y

4 Basualdo, Eduardo (2006). “Estudios de Historia Económica Argentina. Desde mediados del siglo XX a la actualidad”. 3. Instauración de un nuevo régimen de acumulación de capital a partir de la dictadura militar (1976-1983). Pag. 109-183. Siglo XXI editores Argentina S.A.

Página 7Página 6

comprender la importancia que tiene la propiedad de la tierra para el mercado externo, y en ello la disputa por el Estado Nacional5:

“... ha sido, durante largos años, una especie de apéndice económico de Inglaterra (...) Esta situa-ción deformó por completo el desarrollo armó-nico de las fuerzas productivas del país, parali-zando su evolución industrial y la consiguiente creación de un mercado interno, al mismo tiempo que permitiendo a la oligarquía ganadera argen-tina (en convivencia con la burguesía comercial porteña) (...) eternizarse en el poder hasta llegar a constituir el principal freno al progreso de la República...”.6

Evitar el progreso que venia de la mano del desarrollo in-dustrial, era un fenómeno a nivel del sistema capitalista. Pero esta idea del desarrollo entraba en conflicto con los intereses de las clases dominantes. Y fueron los sectores económicos, vinculados al principal producto de exporta-ción, los que fueron desarrollándose. La crisis de 1929, el periodo de entre la primera y segunda guerra mundial del siglo XX, significo un reordenamiento del sistema capita-lista donde algunos países que eran colonia que proveían materias primas a los centros, lograron encaminarse en un periodo de desarrollo económico por vía del Estado.

5 Milcídaes Peña (2012). “Historia del pueblo argentino (1500-1955)”. Editor Fernando Horacio De Leonardis. Correctora Gisela Miliani. (1975, herederos de Milcídaes Peña). Grupo Editorial Planeta S.A.I.C. Publicado bajo el sello Emecé. 6 Quebracho (1939). “Frente al momento del mundo, qué quiere la Cuarta Internacional”. Buenos Aires, Acción Obrera.

Sin embargo, esta hegemonía esta incompleta si no la po-nemos en el campo de la noción de lucha de clases, reto-mando al autodidacta, sociólogo e historiador Milcíades Peña, particularmente basado en su análisis del año 1943:

“Pese a los marxistas de trocha angosta, la lucha de clases no determina directamente todos y cada uno de los acontecimiento políticos. Todos y cada uno de los golpes de Estado no responden, siem-pre necesariamente, al movimiento de una cla-se. Pero ningún fenómeno político esencial pue-de comprenderse sino en relación a la lucha entre clases y grupos de clases. Y en un país semico-lonial como la Argentina, a la lucha entre clases nacionales se suma la lucha entre ellas y el impe-rialismo, y entre los imperialismos competidores. Sin tener presente esto, no puede ni intentarse la comprensión del 4 de junio”.7

Cabe de ello entender que la lucha entre grupos de clases nacionales, entre ellas, y el imperialismo muchas veces se canaliza a través de sus distintos intelectuales orgáni-cos que construyen un consenso para aceptar la política que implementa el Estado. Un Estado que al definirse en esta contienda de intereses económicos nacionales e internacionales, determina una política que puede favo-recer o no a un sector económico o clase social determi-nada. Un ejemplo nos pondrá en perspectiva: la anexión

7 Milcídaes Peña (2012). “Historia del pueblo argentino 1500-1955”. Pág. 482. 1ª edición, Buenos Aires: Emecé, 2012

Página 9Página 8

de los territorios, primero entre 1833-18348 (Rosas9) al sur de la provincia de buenos aires, y segundo entre 1878-1885 (Roca10) que concluyo con la conquista de la Patagonia y su inmediata inserción al mercado inter-nacional, esté último hecho terminaría de configurar y consolidar la estructura productiva denominada: mode-lo agroexportador. Que tiene sus posibilidades materia-les en tanto el liberalismo rioplatense logra superar con éxito la batalla de Caseros (1852); y la guerra de triple infamia (1865-1870) contra el Paraguay de Solano Ló-pez11 y Elisa Lynch12. Subrepticiamente, acompaño este proceso económico y político la construcción de una cultura e identidad, una

8 López, R. (2010). “Liberalismo vs. Proteccionismo. La independencia y la Guerra Civil. Artigas/San Martín/Rivadavia/Wilde/Dorrego/Roxas y Patrón/Ferré/Leiva/De Angelis/Rosas/Echeverría/Varela”. Pensamiento Económico Nacional. Colección 200 años. Volumen II. Ediciones Madres de Plaza de Mayo, CEMOP-UPMPM. 9 Rosa, J. M. (2010). “La caída de Rosas”. Historia y Pensamiento Latinoa-mericano. 1ª edición, Buenos Aires. Editorial Punto de Encuentro. 10 Palacio, E. (1977). “Historia de la Argentina 1515-1943”. Libro IV. La república Liberal y Mercantil (1874-1910). III Roca y la consolidación del régimen. Pág 609-619. Décima edición. A. Peña Lillo Editor S.A. 11 Rosa, J.M. (2008). “La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas”. Historia y Pensamiento Latinoamericano. 1ª edición, Buenos Aires. Editorial Punto de Encuentro.12 Junto a otras mujeres de América como Manuela Saenz, Juana Azurduy, Bartolina Sisa, Micaela Bastia, Eva Perón, siguió su destino junto a su com-pañero, en este caso el Mariscal Solano López, junto a él se construyeron las “Estancias de la Patria”, previa una reforma agraria como se había realizado en Estados Unidos. Pero su destino iba llevarlos a confrontar al liberalis-mo rioplatense impulsado por Mitre, el dictador del Uruguay y el imperio esclavista del Brasil; que juntos buscaron llevar los valores de la civilización a la nación guaraní. Una controversial biografía de Elisa Lynch, es la escrita por un contemporáneo, Hector Varela, donde muestran el desprecio de las clases altas por esta mujer del pueblo. Hijo de Florencio Varela y Justa Cané, su padre un acérrimo unitario que se refugio en Montevideo donde nació él en 1832. Varela, H. (1997). “Elisa Lynch”. 1ª edición: julio 1997. Ediciones el Elefante Blanco.

intelectualidad que sostuvo y dio raíces a la hegemo-nía agraria argumentando en libro y diarios la bendi-ción del rol como país “exportador de materia prima (1880-1930)”. Dos hechos históricos ponen su ladrillo en este “bloque hegemónico” que se constituía entre 1852-1880: el pri-mero tiene que ver con la fundación del diario “La Na-ción” el 4 de enero de 1870, dejando clara su posición a través de su lema “La Nación será una tribuna de doc-trina”; el segundo ladrillo en este bloque tiene que ver con la fundación de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en 186613 bajo el lema “Cultivar el suelo es servir a la patria”.Este proceso que viene desde 1852 tiene su quiebre ante, como se dijo antes la crisis financiera en el centro de Wall Street y las dos guerras mundiales. El sistema ca-pitalista tenia su primera gran crisis, Argentina no era ajena a estos cambios pero a mitad del siglo XX, el gol-

13 Existen distintos momentos de la fundación de la Sociedad Rural Ar-gentina, que la ubican en 1819 hasta 1829, bajo el ideario de Rivadavia y Parish. “La iniciativa de este tipo de colectivos sociales había sido obra de los británicos de la ciudad” comenta Tarruella, porque justo en ese mismo año el 3 de febrero de 1819, Juan Manuel de Rosas, propuso la “formación de una Sociedad de Labradores y Hacendados que atendiera sus intereses gremiales”. Durante el año 1826 Rivadavia inauguro la Sociedad Rural y nombra a Do-mingo Olivera como representante del gobierno en la entidad, dicha empresa no prospero; había fundado esta primera Sociedad Rural con capitales na-cionales y extranjeros. Estos intentos y disputas se resuelvan, con el acompa-ñamiento del Eduardo Olivera -hijo de Domingo Olivera- “el 10 de julio de 1866, en casa de José Martínez de Hoz en la calle Bolivar 111 del barrio de San Telmo, se firmó el acta de nacimiento de la Sociedad Rural Argentina, que redactó el propio Olivera”. Tarruella, C. A. (2012). “Historia de la Sociedad Rural Argentina. De la colonización española a nuestros días: radiografía de la oligarquía terrateniente”. 1ª edición. Buenos Aires: Planeta, 2012.

Página 11Página 10

pe de Estado de 195514 truncó el proyecto industrialista iniciado en 1945 y que puede encontrarse sus primeros desarrollos en la década del 30’15. Este desarrollo ca-pitalista puso en disputa la arena del Estado y su di-rección económica fundada por los gobierno de Mitre (1862-1868), Sarmiento (1868-1874), Avellaneda (1874-1880) y Roca (1880-1886 y 1896-1904) bajo estas pre-sidencias queda configurada la estructura productiva de fines del siglo XIX.

En la década, conocido como infame, previa a 1943 me-rece la atención por los distintos conflictos que se fue-ron dando. Uno tuvo que ver con el golpe al gobierno popular de don Hipolito Yrigoyen (1930), el otro hecho es el Pacto Roca-Runciman relacionado al comercio de las carnes y los frigoríficos transnacionales que fue de-nunciado por Lisandro de la Torre entre 1933-1935; es importante sumar una reflexión de este proceso plan-teado por Felix J. Weil16: el cambio de sede imperial que se estaba dando en el sistema capitalista de Londres a Wall Street:

14 Basualdo, Eduardo (2006). “Estudios de Historia Económica Argentina. Desde mediados del siglo XX a la actualidad”. 2. La segunda etapa de la sus-titución de importaciones y el papel del endeudamiento externo (1956-1975). Pag. 25-95. Siglo XXI editores Argentina S.A. 15 Como toda fecha, es arbitraria, las discusiones entorno al inicio o el surgimiento de la industria pueden ser consultadas en el libro de Dorfman, A. (1942). “Historia de la Industria Argentina”. Dimensión Argentina. 2º edición. Ediciones Solar SA. Buenos Aires, 1970.16 Se había interesado tempranamente en la economía política, en el mar-xismo y en los movimientos sociales de la izquierda alemana. A comienzos de la década de 1920, se propone financiar las actividades del Instituto de Investigación Social (Escuela de Frankfurt), que con el tiempo sería conocido en el mundo por las obras de Adorno, Horkheimer y tantos otros. Es hijo de los dueños de Sociedad de Exportación de Granos Weil Hermanos desde 1898 hasta mediados del siglo XX.

“Para el buen nacionalista argentino tal evacuación bri-tánica de la Argentina ofrece un panorama terrible. Ve a la propiedad británica en casi todas las importantes compañías de ferrocarriles, subterráneos, trolebuses y colectivos con dolor pero no le gustaría ver al imperia-lismo inglés sucedido por el imperialismo yankee. En una elección entre dos males: incluso prefería a los bri-tánicos, que no le gustaban, a los americanos, en quie-nes no confía”.17

Para el año 1943 esta democracia fraudulenta, que tenia como socios a los industriales más concentrados y a los terratenientes (SRA y CARBAP), les surge otro dilema:

“En su dilema -elegir entre la tradición de Patrón Cos-tas por un lado y el triunfo de un candidato de la opo-sición por el otro- los estancieros tenía solo una salida: abolir la democracia, o lo que quedaba de ella bajo Cas-tillo. Aquí había un tema donde hasta la aristocracia terrateniente y los lideres de la industria podían estar plenamente de acuerdo. Las prerrogativas de la aristo-cracia serían amenazadas si las condiciones democráti-cas persistían. Los nuevos cientos de miles de votantes, a quienes la industrialización había inducido a migrar de las áreas rurales a las ciudades, se avecinaban como un peligro siempre creciente”.18

17 Weil, F.J. (2010). “El enigma argentino”. Pág. 51. Colección de los raros nº 35. 1ª edición Buenos Aires: Biblioteca Nacional. 18 Weil, F.J. (2010). “El enigma argentino”. Pág. 75. Colección de los raros nº 35. 1ª edición Buenos Aires: Biblioteca Nacional.

Página 13Página 12

Este peligro creciente que generaba la industrialización, proveyendo las condiciones para una democracia, po-nían a los terratenientes a repensar el orden social res-tablecido luego del golpe de 1930. Porque a medida que avanza el desarrollo industrial argentino19, con sus ca-racterísticas particulares, de la época, acompañado de luchas obreras que van intensificándose buscando los ansiados derechos laborales y sociales que les eran nega-dos. Como dice el autor, a la aristocracia terrateniente el desarrollo industrial le suponía: movimiento migratorio y conformación de sindicatos al calor del naciente desa-rrollo industrial. Las distintas organizaciones sindicales ponían en cuestionamiento el orden social imperante, y la única solución para ello era atrasar el desarrollo in-dustrial, mantener el control del comercio exterior y los privilegios para los sectores del capital concentrado y transnacional.

En ese contexto de 1943-1946, como dice el autor Mil-cidaes Peña, toma relevancia el coronel sindicalista:

“Por cierto, las positivas mejoras que la clase obrera recibía fueron inclinándola poco a poco en favor de Trabajo y Previsión y muy particu-

19 Hacia 1930 concluye un ciclo de la historia económica argentina, ciclo que se caracterizó por un vigoroso ascenso de las actividades agropecuarias tradicionales -sobre todo de la pampa húmeda-, que constituye el motor y el eje del desarrollo general, correspondiendo a las exportaciones altamente especializadas el rol de una “polea de transmisión”. Las industrias livianas acusan una presencia incipiente y secundaria, como mera consecuencia del aumento demografico, urbanización, etc., que son inducidos por las faenas del campo. Dorfman, A. (1983). “Cincuenta años de industrialización en la Argentina 1930-1980. Desarrollo y Perspectivas”. Dimensión Argentina. Ediciones Solar, Buenos Aires, 1983.

larmente del coronel Perón. Pronto las organi-zaciones de la burguesía argentina -Unión In-dustrial, Sociedad Rural, Cámara de Comercio, etc- comenzaron a indisponerse con el secretario de Trabajo y empezaron a escuchar acusaciones de demagogia”.20

El periodo 1945-195521 el gobierno dos veces elegido por sufragio (la primera elección no incluía a las muje-res; la segunda elección contó con el voto de femenino) derrocado con un golpe de Estado conocido como la “fusiladora” y donde, rápidamente, asume la presiden-cia el Gral Lonardi. Con este quiebre político se cambia la orientación económica y se retoma una orientación hacia el fortalecimiento del sector agropecuario. Todo lo hecho en el periodo anterior se descarta y se propo-ne un nuevo programa económico basado en el informe Prebisch22. Dicho informe: “sostenía que la política eco-nómica peronista había comprometido innecesariamen-te la eficiencia de la producción agropecuaria arrastran-do las exportaciones a niveles sumamente crítico, no se siguió una política acertada y previsora de substitución

20 Milcídaes Peña (2012). “Historia del pueblo argentino (1500-1955)”. Editor Fernando Horacio De Leonardis. Correctora Gisela Miliani. (1975, herederos de Milcídaes Peña). Grupo Editorial Planeta S.A.I.C. Publicado bajo el sello Emecé. 21 Para tener una mayor comprensión sobre este periodo ver: Milcídaes Peña (2012). “Historia del pueblo argentino (1500-1955)”. Pág. 475-491. Editor Fernando Horacio De Leonardis. Correctora Gisela Miliani. (1975, herederos de Milcídaes Peña). Grupo Editorial Planeta S.A.I.C. Publicado bajo el sello Emecé. Y también, Puiggros, R. (2006). “El peronismo: sus causas”. Historia crítica de los partidos políticos argentinos / V. 1ª edición, Buenos Aires. Galer-na, 2006.22 Jauretche, A. (1969). “El retorno al coloniaje. La segunda década infame: de Prebisch a Krieger Vasena”. Ediciones del Mar dulce. Imprenta Atlante, Avellaneda, Prov. de Buenos Aires.

Página 15Página 14

de importaciones, ni se crearon industrias básicas in-dispensables para fortalecer la economía nacional y no se estimulo la explotación de petroleo y, por lo tanto, la importación de los combustibles extranjeros absorbió una proporción muy exagerada de la capacidad de im-portación” .23

El periodo entre 1955-1975 es de avances y retrocesos del movimiento obrero, la recuperación de las elecciones y los distintos levantamiento e intervenciones muestran la necesidad, de la dictadura, de transformar las univer-sidades, ejemplo de ello es la noche de los bastones lar-gos (1966). Esta situación se resuelve momentáneamen-te el 24 de marzo de 197624. Los sectores dominantes vinculados a los sectores agropecuario, financiero local e internacional y ciertas facciones del capital nacional generaron las condiciones para el golpe de Estado de 1976, la dictadura cívico-militar en este periodo se ca-racterizado como “la revancha clasista”.

Esta revancha clasista no fue algo exclusivo de la Argen-tina sino que estuvo enmarcada en el conocido “Plan Cóndor”:

23 Rubinzal, D. (2010). “Historia económica argentina (1880-2009). Desde los tiempos de Julio Argentino Roca hasta Cristina Fernández de Kirchner”. Prólogo: Alfredo Zaiat. Pág. 277-373. Ediciones CCC, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos C.L.24 Azpiazu, D. y Schorr, M., (2010). “Hecho en Argentina. Industria y econo-mía, 1976-2007”. 1. La dictadura militar: desindustrialización y reconfigura-ción de las las relaciones económicas y sociales. Pág. 19-71. Siglo Veintiuno Editores.

“...El entorno de esos años del lobo correspon-día a una verdadera red de dictaduras en el Cono Sur y en América Latina. El General Alfredo Stroessner llevaba ya una década en el poder cuando cuando los militares brasileños derroca-ron al gobierno democrático y popular de Joao Goulart. La tradición del golpe tras golpe llevó a la dictadura de Hugo Banzer en 1971 en Bo-livia. El golpe del general Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973 en Chile, terminó con el experimento socialista de un gobierno elegido democráticamente, derrocando al presidente Sal-vador Allende, que no se rindió y murió en la casa gubernamental destruida por los bombar-deos. Ese mismo año, la prolongada democracia en Uruguay culminó cuando el presidente Juan María Bordaberry, aliado con los militares, cerró el Congreso y puso al país bajo dictadura. Tres años después, el 24 de marzo de 1976, una Junta militar, presidida por el general Jorge Rafael Vi-dela, interrumpió, una vez más en Argentina, un gobierno civil...”.25

Esto cambios de los distintos países del cono sur respon-den en parte al nuevo reordenamiento internacional. Un quiebre en esta década fue la crisis de 1973, conocida como la crisis del petróleo. Tres años después un grupo de intelectuales coordinados por Jan Tinbergen se reu-

25 Calloni, S. (1999). “Los años del Lobo. Operación Cóndor. Kissinger, Pinochet, Stroessner, Banzer, Suarez Mason, Massera...”. 1. Operación Cóndor. Los años de la guerra sucia. Pág. 15-29. 1ª edición: en Ediciones Continentes, abril 1999.

Página 17Página 16

nió para pensar el futuro de los países industrialistas y del tercer mundo. Un problema que se desprende de este encuentro es el siguiente:

“El tercer mundo puede fortalecer su posición de poder mediante el control de sus recursos natura-les escasos. La eficacia de esta estrategia ha sido demostrada en parte por el grupo de la OPEP. La prosperidad de los países industrializados depen-de del abasto regular de materias primas prove-nientes del Tercer Mundo (Cuadro 12). Por ejem-plo, de las 13 materias primas básicas requeridas por una economía industrial moderna, los Esta-dos Unidos dependían en 1950 de las importa-ciones de más de la mitad de sus existencias en el caso de sólo cuatro de tales materias primas. Para 1973 la lista había aumentado a nueve”.26

Este contexto internacional de las principales poten-cias industrialistas plasmaron a través de sus principa-les intelectuales orgánicos, la preocupación por cum-plir con los requerimientos de producción de una de las principales economías en el mundo; la cual era ejemplo de la necesidad de conseguir los recursos (materia pri-ma, naturales) necesarios para continuar su desarrollo económico.

26 Tinbergen, J., Coordinador; Antony J. D., Compilador; Jan Van Ettin-ger, Director. (1977). “Reestructuración del Orden Internacional”. Primera edición en inglés, 1976. Traducción de Eduardo L. Suárez. Colección Popular 167. Fondo de Cultura Económica. Impreso en México.

Esta necesidad se reflexionaba en plena época de la gue-rra fría. De este hecho podemos configurar un punto de coincidencia entre los intereses de las elite locales con las elites internacionales, para concretar un nuevo pacto, denominado, neocolonial. Los distintos levanta-miento obreros, la lucha por la liberación nacional en zonas del África, Asia y América Latina estaban vistos con preocupación por ciertos sectores de las clases do-minantes dentro de las fronteras y fuera también27.Las décadas de sustitución de importaciones, donde los Estados Nacionales eran los coordinadores de los prin-cipales ejes económicos para el desarrollo, comenzarían a cambiar de forma. Y es desde los principales centros económicos del capitalismo que se va configurando, jun-to a otros intelectuales o cientistas, la idea de un nuevo orden internacional.

El nuevo pacto neocolonial tendría como característica principal retomar el esquema de oligarquías, burguesías importadoras y el capital transnacional, pero con otras características, la oligarquía diversificadas jugarían un

27 Esta situación es descripta por el prefacio de Jean-Paul Sartre (1961): ...Aterrorizados, sí: en ese momento, la agresión colonial se interioriza como Terror en los colonizados. No me refiero solo al miedo que experimentan frente a nuestros inagotables medios de represión, sino también al que les inspira su propio furor. Se encuentran acorralados entre nuestras armas que les apuntan y esos tremendos impulsos, esos deseos de matar que surgen del fondo de su corazón y que no siempre reconocen: porque no es en principio su violencia, es la nuestra, invertida, que crece y los desgarra; y el primer movimiento de esos oprimidos es ocultar profundamente esa inaceptable cólera, reprobada por su moral y por la nuestra que no es, sin embargo, sino el último reducto de su humanidad. Lean a Fanon: comprenderán que, en el momento de la impotencia, la locura homicida es el inconsciente colectivo de los colonizados...* Fanon, F. (2007). “Los condenados de la tierra”. Colección popular 47. Primera edición (Fondo de Cultura Económica, Argentina), 2007.

Página 19Página 18

rol central en el estructura productiva, el capital trans-nacional no impulsaría el desarrollo industrial sino que se volcaría al negocio rentístico imperante en nuevo or-den internacional y la burguesía desarrollado bajo la ISI entregaría parte de sus activos para volcarse al negocio rentístico financiero y el negocio de exportación de ma-terias primas. Como consecuencia de este golpe de Esta-do de 1976 podemos decir que la estructura productiva se reprimarizo y fue dando forma a la estructura pro-ductiva diferente en un contexto de fuerte especulación financiera.

Entonces, durante el periodo entre 1930-1976 conoci-do como Industrialización por sustitución de impor-taciones había generado las bases para la profundiza-ción del desarrollo industrial, muestra de ello fue que entre 1963-1974: “las exportaciones de bienes de ori-gen industrial crecieron sensiblemente, y dentro de ellas las ventas externas de bienes de origen industrial ex-hibieron una participación creciente que llego a casi el 20% de las exportaciones totales a fines de esa década (CEPAL, 1986)”.28

Aunque las distintas dictaduras adoptaron formas par-ticulares según el pacto entre las clases dominantes, el capital transnacional y los organismos internacionales

28 Basualdo, E. M. (2006). “La reestructuración de la economía argentina du-rante las últimas décadas de la sustitución de importaciones a la valorización financiera”. En publicación: Neoliberalismo y sectores dominantes. Tenden-cias globales y experiencias nacionales. CLACSO, Buenos Aires. Agosto 2006. Disponible:  http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/basua/C04Basualdo.pdf

como el FMI, el pacto se conocería como pacto neoco-lonial. Bajo la excusa de la lucha anticomunista se inte-rrumpieron los distintos procesos de sustitución de im-portaciones en la región29.

Por consiguiente analizando estos hechos históricos cabe preguntarnos ¿Qué es lo hegemónico? El sujeto agrario que construyo su hegemonía fue bajo dos pila-res: la cultura que de trasfondo logro imponer “el cam-po somos todos” y que se puso en crisis en el 2008; y el económico y político que, se sustenta en esta “cultura”, y que se vincula y sustenta estamentos de la estructura productiva y ciertos sectores del Estado. Lo hegemóni-co se expresa en las divisas que genera el principal pro-ducto de exportación. Ese producto (soja y derivados) tiene una determinada producción que esta asociada a un sector económico. Este sector económico lo denomi-namos agrario, en tanto entendemos a lo agropecuario como un todo de dos subsectores: agrícola y pecuario. El subsector agrícola actúa bajo la forma del “sujeto agrario” en el espacio donde se produce la mercancía principal de exportación y que tracciona las inversiones para continuar su proceso de expansión económica por sobre otros productos que pueden ser o no de exporta-ción, bajo el incentivo de la rentabilidad.

29 Como explica la periodista francesa Marie-Monique Robin, Durante los años 70, las dictaduras militares del Con Sur reprimieron ferozmente a sus opositores y aplicaron a una scala sin precedentes las técnicas de la “guerra sucia”. Explica como Francia y su armada formaron a los oficiales de las juntas en los métodos de lucha antisubversiva que los franceses adquieren du-rante las guerras coloniales en Indochina y Argelia. Del libro “Escuadrones de la Muerte, la escuela francesa”. 1ª edición Buenos Aires: Sudamericana, 2005.

Página 21Página 20

El comercio exterior muestra la importancia de esa mer-cancía de exportación. En consonancia a los distintos agente económicos sociales constituidos como sujeto agrario, en el comercio exterior existe una composición de capitales vinculados a estrategias internacionales de desarrollo y ganancia. El capital transnacional que ma-terialmente dominan el comercio exterior. Su hegemo-nía se expresa como demanda externa.

La producción que realiza el sujeto agrario, y que es co-mercializada por los capitales transnacionales, precisa de determinadas condiciones para su desarrollo y am-plitud de sus margenes de rentabilidad: condiciones im-positivas favorables, utilización de las tierras más aptas para la producción de la mercancía principal de expor-tación, y disputar la política económica, o sea, tener la capacidad de cambiar el rumbo y dirección de la estruc-tura económica cuando sea necesario para ponerlos en función de sus interés.

En el modelo agropexportador las clases dominantes te-nían un interés económico común, que se expresaba en la transición del saladero al frigorífico, donde la expor-tación de carne era el principal producto de la produc-ción que se realizaba en las principales tierras; y en el periodo posterior a 1976 se va ir construyendo un inte-rés común en la producción de soja para exportación, y es cuando se constituye la necesidad de defender el negocio entre productores y exportadores vinculados a la mercancía de exportación. Este periodo va estar ca-

racterizado por la valorización financiera30 1976-2001. Sobre este periodo es que se va constituyendo un interés común y de clase, que se ponen de manifiesto en el quie-bre de 2008 por la disputa de los derechos de exporta-ción. Comprender la alianza de grupos de clases entre la SRA, CONIAGRO, FAA y CRA junto a las comer-cializadoras de granos, donde la consigna fue: el campo somos todos. Consigna que pudo despertar los años de formación educacional donde el único sector relevante para el desarrollo de la nación es el agropecuario, por lo cual debemos hacer todo lo posible para no impedir su desarrollo en “libertad”.

En síntesis, este interés “económico” sustentado en la rentabilidad generó las condiciones para conformar un bloque “histórico” dominante, acompañado de medios de información que dieron sustentan al concepto: “el campo somos todos”. Estos dos elementos posibilitaron la no aplicación de la resolución 125 y su variante mo-dificada en el congreso.

30 Este concepto es desarrollado y analizado en Basualdo, Eduardo (2006). “Estudios de Historia Económica Argentina. Desde mediados del siglo XX a la actualidad”. 2. La segunda etapa de la sustitución de importaciones y el papel del endeudamiento externo (1956-1975). Siglo XXI editores Argentina S.A.

Página 23Página 22

2. La producción de soja y el precio de la tierra 1981-2001.

En los años que transcurren entre 1981 y 1990 el creci-miento económico no supero el 3 por ciento, la produc-ción agropecuaria siguió concentrándose en torno al ru-bro cereal y oleaginosas, el cual paso a ocupar un lugar privilegiado en la producción agropecuaria.

Producción (Toneladas) Maíz Soja Trigo*

Prom. 1981/82 – 1989/90: 8.853.480 7.341.200 10.583.240

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Agricul-tura. * Se excluyo el trigo candeal.

Mientras los cultivos de trigo y maíz en promedio su-peraban a la producción de soja en el periodo 1981/82 -1989/90. Esto cambiaría drásticamente a a partir de las campañas 1996/97 y 1997/98. La Argentina luego de la hiper-inflación de 1989 adoptaría políticas bajo el régi-men de convertibilidad que se enmarcan dentro de idea-rio neoliberal y la valorización financiera. Esto significo mayor endeudamiento externo, fuga de capitales, entra-da indiscriminada de productos importados. Las campa-ñas 1996/97 y 199798 coinciden con el pico de ingresos de inversión extranjera directa; a la mayor concentración económico se le sumaba la extranjerización de la estruc-tura productiva. Estos dos últimos elementos acompaña-rían el proceso de cambios en el sector agrícola, dejando de lado a la industria y dando paso al sector agropecuario -moderno y fuertemente vinculado al comercio exterior- que comienza a utilizar distintos instrumentos financie-ros, como el pool de siembra. Estos cambio son visibles en el nivel de producción de cereales y oleaginosas.

Durante este periodo conocido como convertibilidad y la etapa final de la valorización financiera, pero no de la hegemonía agraria. Como muestra el circulo en el gráfico G.1., se evidencia el quiebre entre las campa-ñas 1996/97 y 1997/98 donde se puede notar el salto de producción que tiene la producción de soja, de 11 a 18 millones de toneladas. El promedio de la producción anual entre las campañas 1990/91 y 2001/02 para el maíz fue de 13 millones de toneladas, el trigo produjo unos 12 millones de toneladas, pero ahora la soja supe-ra a los dos cultivos con un promedio de 16 millones de toneladas.

Página 25Página 24

Producción (Toneladas) Maíz Soja Trigo*

Prom. 1990/91 – 2001/02:

13.040.000 16.320..200 12.530.000

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Agricul-tura. * Se excluyo el trigo candeal.

Desagreguemos este promedio. La primera parte es en-tre el inicio de las reformas neoliberales y la introduc-ción de la soja transgénica:

Producción (Toneladas) Maíz Soja Trigo*

Prom. 1990/91 – 1996/97:

10.990.000 11.460.200

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Agricul-tura. * Se excluyo el trigo candeal.

Entre el inicio de la convertibilidad y las políticas de libe-ralización del comercio y la des-regulación del comercio interior, crisis del tequila (1994) mediante, la produc-ción anual promedio de trigo, maíz y soja se mantienen sin mucha diferencia, aunque es levemente superior la producción de soja.

La segunda parte que va de la campaña 1997/98 a 2001/02 nos arroja los siguientes datos:

Producción (Toneladas) Maíz Soja Trigo*

Prom. 1997/98 – 2001/02:

15.920.000 23.120.000 14.730.000

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Agricul-tura. * Se excluyo el trigo candeal.

El principal produce que crece, solo en 5 campañas, es la soja alcanzando una producción promedio anual de 23 millones de toneladas. Mientras que entre las campa-ñas 1990/91 y 1996/97, que son 7 campañas, solamente creció en 11 millones. El principal producto que crece, solo en 5 campañas, es la soja alcanzando una produc-

ción promedio anual de 23 millones de toneladas. Mien-tras que entre las campañas 1990/91 y 1996/97, que son 7 campañas, solamente creció en 11 millones.

Entonces, podríamos decir que entre la crisis de 1998 de Rusia y Asia junto con la crisis que llegaría del Bra-sil entre 1998-99, tras la devaluación del real la Argen-tina llegaba a su pico de desocupación del 18% (1998) y el otro pico del 22% lo alcanzaría en el año 2002, mientras la producción de soja alcanza para la campaña 2001/02 una producción promedio anual que duplicaba a los 7 campañas anteriores en sólo 5 campañas.

Un último gráfico G.2., nos ayudara a comprender este fenómeno.

Página 27Página 26

El circulo nos marca, en coincidencia con la introduc-ción de la soja transgénica, la creciente valorización de la tierra agrícola. Luego de alcanzar el pico de 5000 u$s/ha en la campaña 1998/99, comienza un declina-ción del valor de la tierra, el sujeto agrario no escapaba a la situación económica nacional de recesión y desem-pleo, pero esta situación iba a reconfigurar la produc-ción agrícola que consolidar al sujeto agrario hegemóni-co. El periodo de post-convertibilidad y reconstrucción de la economía argentina estuvo acompañada en todos sus sectores económicos, principalmente en la produc-ción agrícola.

La producción de soja durante el periodo 2002-2012 alcanzo un promedio anual de 40 millones de tonela-das, mientras que los cultivos maíz y trigo tuvieron una producción promedio de 18 y 14 millones de toneladas promedio para el mismo periodo.

La producción promedio anual de soja, en el periodo de convertibilidad, fue de 16 millones de toneladas, en cambio, durante el periodo de post-convertibilidad al-canzo un promedio anual de 40 millones de toneladas Esta producción y su comercialización se expresa en los ingresos por divisas, entre 2003 y 2012 ingresaron unos 537.301 millones de dólares, el 40% es por el rubro ce-reales y oleaginosas, o sea unos 214.920 millones de dó-lares. En ello radica su poder económico y su interés por la disputa de la política económica, ejemplo de ello es el aumento de los derechos de exportación, que genero el conocido conflicto de la 125.

En el apartado que sigue dejaremos planteado algunos puntos necesario para comprender este último concepto.

Página 29Página 28

3. El plano interno y externo de la hegemonía agraria 2002-2012.

3.1 Plano externo: presión impositiva por derechos de exportación.

Para comprender este periodo es preciso comenzar por los recientes comentarios del Presidente de la Sociedad Rural Argentina que tuvo con determinados anuncios del gobierno nacional (2013). El sujeto agrario podría iniciar una serie de paros, como los convocados en el 2008. La contestación fue la siguiente:31

Etchevehere dijo que “si la Presidenta sabe lo que esta-mos haciendo es una buena noticia porque quiere decir que se enteró de que invertimos 320.000 millones de pesos por año; que el 80% de esa plata se invierte en los pueblos en donde están los campos; que pagamos 69.000 millones de dólares por retenciones en los últi-mos diez años; que en ese mismo período desaparecie-ron 60.000 productores; que se cerraron más de 5000 tambos; que caímos del 3° al 11° lugar como exporta-dores mundiales de carne; que cerraron 125 frigoríficos y 12.600 trabajadores en la calle; que el año pasado fue la peor siembra de trigo en 111 años por la intervención del Gobierno…”

¿Ingresaron 69.000 millones de dólares por derechos de exportación? Vamos a corroborar los datos pero nos surge un interrogante ¿Porque tiene peso los dichos del

31 Fuente: http://portaldelinterior.com/actualidad/suicida/

representante de las corporaciones agrario-sojeras? Por lo siguiente, en el periodo 2003-2012 (Ver gráfico de participación de los cobros por exportación) los cobros por exportaciones tuvieron a un principal sector: Olea-ginosas y Cereales. Este sector, en promedio, aporto el 39% de los dólares que ingresaron año a año. En se-gundo lugar, el ingreso de dólares fue aportado por el sector Alimentos, Bebidas y Tabaco; el cual represento un 12% en promedio. El otro canal de ingresos de dó-lares por cobros de exportación fue el sector Industria Automotriz, con una participación promedio del 10%, entre 2003-2012.

Página 31Página 30

No obstante, los sectores Oleaginosas y Cereales junto a Alimentos, Bebidas y Tabaco representan el 51% del periodo; son representativos del sector agropecuario, en ello radica su peso económico y político. Su alianza con las empresas multinacionales que controlan el comercio exterior refuerza su accionar a la hora de la liquidación de las divisas por exportaciones. Esta alianza a veces permite iniciar acciones de des-financiamiento de divi-sas para el Banco Central.

El sujeto agrario hegemónico a consolidado el bloque histórico bajo esta estructura productiva la cual trata de mantener sin alteraciones. Por ello, históricamente, la política de no desarrollo industrial se pone en con-flicto con los interés hegemónicos agrarios. Disputa que algunos momentos se resuelve en al posición que adopte el capital transnacional de granos y la inversión extran-jera. Estos sectores dominantes son acompañados de grupos nacionales que retoman las consignas agrarias, como por ejemplo reducir los derechos de exportación, para sumar a las disputa por el Estado. Esto que parece simple, no lo es, conllevan interés de clase, económico y en muchos casos de mantener las transformaciones so-ciales en linea que no perjudiquen los interés de las eli-tes. Si esto es alterado comienza la disputa por la políti-ca económica, y en eso las minorías siempre tiene claro su interés y no así la clase trabajadora.32

32 Smith, A. (2000). “Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”. Undécima edición. Fondo de Cultura Económico-México.

Retomando la primera pregunta ¿ingresaron esos 69.000 millones de dólares? Para responder esto utiliza-remos los datos provistos por la Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal:\

Recaudación Bruta impuestos Nacionales:1. Sobre la renta, las utilidades y las ganancias de capital2. Sobre la propiedad3. Internos sobre bienes y servicios4. Sobre el comercio y las transacciones internacionales5. Otros6. Aportes y contribuciones a la Seguridad Social

Derechos de exportación es un subconcepto dentro del item 4. Sobre el comercio y las transacciones interna-cionales. Las proclamas de Etchevehere son parcialmen-te ciertas, entre 2001-2012 se recaudaron por derechos de exportación un total de 66.179 millones de dólares (301.165 millones al tipo de cambio de $4,55 del año 2012).

Podríamos decir que su aporte es importante, supera las reservas del Banco Central. Pero veremos que pasa cuando los comparamos con otros impuestos. En la es-tructura Recaudación Bruta Impuestos Nacionales exis-ten otros conceptos que nos permiten realizar una aná-lisis fiscal de la economía nacional. Tomemos el item 6.

Página 33Página 32

Aportes y contribuciones a la Seguridad Social.

En el mismo periodo Aportes y contribuciones a la Se-guridad Social aporto a la recaudación unos 669.722 millones de pesos al tipo de cambio $4,55 nos da unos 147.191 millones dólares, lo que equivale al doble de lo aportado por comercio exterior, especialmente derechos de exportación. Ahora veamos en términos porcentua-les el aporte de comercio exterior en la estructura de im-puestos nacionales.

Cada año va de 0 a 1 para distribuirse porcentualmente, por ejemplo en el año 2001 el mayor aporte a la recau-dación fue del 46% que se denominan impuestos “inter-

nos sobre bienes y servicios” que son los que gravaban a las bebidas, cigarrillos, energía, combustibles, IVA y otros. Seguido por impuestos sobre “la renta, las utili-dades y las ganancias de capital”, por ejemplos personas físicas, corporaciones y otras empresas, los que para ese año represento un 23%. Mientras que comercio exte-rior (Sobre el comercio y las transacciones internaciona-les), básicamente derechos de exportación aporto solo un 4%. En el transcurso del periodo 2001-2012 comer-cio exterior pasa del 4% al 11% entre 2001 y 2012, res-pectivamente; lo que significa que sólo crece 7 puntos porcentuales. Por otro lado, crece los “Aportes y con-tribuciones a la Seguridad Social” logrando mayor par-ticipación, pasa del 18% al 26% entre 2001 y 2012, respectivamente. Se reducen las participaciones de los impuestos internos y los que gravaban la renta, utilida-des y ganancias en un 34% y 20% para el año 2012.

Entonces, podemos evidenciar que el sector económi-co que genera la mayor cantidad de divisas a través del comercio exterior es el que menos aporta a la recauda-ción. La estructura de recaudación en el año 2012 es la siguiente: Aportes y contribuciones a la Seguridad So-cial (26%); Otros (1%); Comercio y las transacciones internacionales (11%); internos sobre los bienes y ser-vicios (34%); Sobre la propiedad (8%); y Sobre la ren-ta, utilidades y ganancias de capital (20%).

Página 35Página 34

3.2. Plano interno: presión impositiva por inmobiliario rural.

Por otro lado es importante tener en cuenta y poner en perspectiva histórica el operativo de las corporaciones agrarias para continuar su lucha por la liberación de los derechos de exportación y la presión tributaria que tie-ne “el campo”.

Volviendo a los derechos33 de exportación, que es lo que recauda la nación por esas transacciones internacionales fue sólo un 11% para el año 2012 mientras que impues-tos a las ganancias aportó, en el mismo año, un 20%.

En el plano externo parece no existir tal presión tribu-taria sobre las corporaciones agrarias, en tal caso los derechos de exportación recaen sobre los agentes econó-micos que comercializan al exterior. En el plano interno o nacional existe un impuesto denominado inmobiliario rural que recae sobre los terratenientes. Dicho impuesto puede estar presionando a los terratenientes (SRA y la mesa de enlace) y tiene una magnitud determinada en la provincia de Buenos Aires, que es la provincia con ma-yor relevancia en la zona agro-pampeana. La Provincia de Buenos Aires sigue siendo la principal provincia a nivel nacional por ser la de mayor concentración pobla-cional, casi el 39%, y segundo, es el territorio donde se

33 Derechos de Exportación (DE): Actualmente los DE para porotos de soja son del 35%; semilla de girasol 32%; aceites de soja 32%; aceites de girasol 30%; harinas y pellets de soja 32%; harinas y pellets de girasol 30% y bio-diesel puro 20%.

centra el grueso de la industria manufacturera34.

El peso del impuesto inmobiliario rural que se pague en esta provincia nos dará, aproximadamente, una idea de la magnitud de la presión tributaria que tienen los terra-tenientes en la principal provincia del país y de la zona agro-pampeana.

Según los datos de la dirección de estadísticas de la pro-vincia de Buenos Aires, podemos clasificar la estructu-ra de impuestos o recaudación provincial35:

1. Ingresos Brutos (IIBB).2.1. Inmobiliario Edificado.2.2. Inmobiliario Baldío.2.3. Inmobiliario Rural.3. Automotor.4. Transmisión gratuita de bienes.5. Sellos.6. FOPROVI.7. Contribución a la energía (6%).8. Planes de Regulación de deuda36.

34 Informe Nº9 Crecimiento económico y Deuda Publica de la Provincia de Buenos Aires 2003-2011. CEMOP – Madres de plaza de Mayo. http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=11&idcat=571&idindex=7435 Incluye: impuesto inmobiliario edificado, baldío (a partir del año 2006), automotores, sellos, FOPROVI, Contrib. a la energía (6%). Se tiene en cuenta los “Adicional Autom.” entre ago-2007 y junio-2008 y la “Transmisión gratuita en bienes” entre Febrero y Mayo de 2013. 36 Del punto 1 al 7 significa el sub-total de Recaudación Provincial. Se exclu-ye los Planes de Reg. de Deudas 1999-2012, si se suma el ítem 8 se obtendría el total de recaudación provincial total; no son de importancia para los fines del análisis.

Página 37Página 36

Pasemos a ver como contribuye cada uno de los item en la recaudación provincial. Para ello hemos de tomar una serie desde 1999 a 2012. El principal impuesto por peso porcentual es ingresos brutos que mantiene entre 1999-2012 una participación promedio del 75%. Por otro lado, sellos mantiene una participación promedio del 10%. Mientras que automotor reduce su participa-ción a partir del año 2003 y se mantiene hasta el 2012 en un 6%, promedio.

En tanto que el impuesto que se cobra a los terratenien-tes, denominado impuesto inmobiliario rural, entre 1999 y 2012 realizó un aporte a la recaudación pro-vincial del 3,25%; mientras que el impuesto inmobilia-rio edificado y baldío, aportaron un 9,1%, en el mismo periodo.

En millones de pesos esto significa que entre 1999 y 2012 el impuesto inmobiliario rural contribuyo con un total de $5.340 millones; en cambio, si sumamos el inmobiliario edificado y baldío el acumulado del mis-mo periodo fue de $11.919 millones. Lo que muestra que los propietarios no terratenientes (casa, departa-mento, galpón, baldío, etc) aportaron el doble que los terratenietes.

Si comparamos la estructura de recaudación entre 2003 y 2012, se nota que la participación del impuesto in-mobiliario rural retrocede, pasa de 3,94% al 2,92%; acompañando esta reducción, el inmobiliario edificado y baldío paso de 12,4% al 5,36%, una reducción de 6 puntos porcentuales. El impuesto que para el año 2012 compensa estas reducción es ingresos brutos, pasa de 66,04% al 74,62%, un incremento de casi 10 puntos porcentuales.

Entonces, podríamos inferir que entre 1999 y 2012 fue la actividad económica y comercial en territorio bonae-rense con otras provincias fue la que contribuyo al cre-cimiento de la recaudación tributaria, principalmente a partir del año 2003; en detrimento de la menor partici-pación del impuesto inmobiliario rural, que en prome-dio solo aporto un 3,25% entre 1999 y 2012 y que re-duce su participación a partir del año 2003. Esto refleja los planos de desigualdad fiscal que existen en territorio bonaerense a favor de los terratenientes que han logra-

Página 39Página 38

do no sólo crecer vía exportación cereales, oleaginosas y carne sino por la vía de la tenencia de la tierra (Ver anexo): ganancia patrimonial por valorización de tie-rras no trabajadas, según el Informe Nº5 del CEMOP, La hectárea en 2002 valía 3.000 dólares (3.000 x 4,50 = 13.500 pesos), en la actualidad es casi de 17.100 dó-lares (17.100 x 4,50 = 76.950 pesos). Esto significa un aumento en el valor patrimonial del 570%. En algunas zonas la hectárea que hoy esta en 10.000 dólares paga como impuesto inmobiliario unos 250 dólares37. El im-puesto inmobiliario total participo porcentualmente en el periodo 1999-2012 en un 12,5%, en tanto que en el periodo 2003-2012 su aporte se redujo a un 10,20%. Como se detalla anteriormente el impuesto inmobiliario se compone de: Edificado, Baldío y Rural.

Observaremos el peso que tiene cada impuesto en mi-llones de pesos, los datos muestran que el impuesto inmobiliario rural, es muy bajo. Su peso siempre esta por debajo de la población que utiliza diversos tipos de vivienda.

37 Informe Nº5 Carga tributaria en la Provincia de Buenos Aires. CEMOP – Madres de plaza de Mayo. http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=11&idcat=571&idindex=74

Es importante tener en cuenta que durante el mes de mayo de 2012 se llevo adelante una reforma tributaria. Razón por la cual se explica el salto del impuesto inmo-biliario rural, pasó de $722 a $1.306 millones, lo que implico un incremento del 80%, pero en mismo senti-do se incremento el inmobiliario edificado y baldío: de $1.439 a $2.312 millones, un incremento del 60%.

El impacto de la reforma tributaria38 de mayo de 2012 se observa cuando analizamos los periodos de 2003-2011 y 2003-2012:

Inmobiliario rural (2003-2011) creció un 390%.Inmobiliario edificado y baldío (2003-2011) cre-ció un 246%.Inmobiliario rural (2003-2012) creció un 705%.Inmobiliario edificado y baldío (2003-2012) cre-ció un 395%.

38 Fuente: http://www.ec.gba.gov.ar/areas/Hacienda/PolTributaria/comporta-miento_recaudacion_2012.php

Página 41Página 40

Aunque la reforma tributaria tuvo su impacto progresi-vo durante el año 2012 sobre el impuesto inmobiliario rural, también lo tuvo sobre otros impuestos a los cua-les se les aumentaron los porcentajes. Según el informe de recaudación del año 2012 publicado por el ministerio de economía de la provincia de Buenos Aires, se espera que durante el año 2013 se incremente la participación en millones de pesos del inmobiliario rural. Surge un interrogante ¿Está modificación, cuanto impacto en el impuestos inmobiliario rural? Para ver si impacto o no de la modificación, comparemos los primeros cinco me-ses del año 2012 y 2013.

Como se puede observar en el gráfico en los primero cinco meses del año 2013 el impuesto inmobiliario ru-ral recaudo unos $519 millones, mientras que en el año 2012 había acumulado unos $333 millones; lo que sig-nifica que se incremento un 55%. Pero el inmobiliario edificado y baldío creció un 47%; el automotor un 52%; y los sellos un 37%. Las transacciones de los automo-tores 0 km y los usados aportan el equivalente, en el mismo periodo, que el inmobiliario rural, siendo el pri-mero (6%) en el periodo 2003-2012 mayor en términos porcentuales que el segundo (3%), en dicho periodo.

Es importante analizar la participación porcentual que tiene cada uno de los impuestos: edificado, baldío y ru-ral en el total para repensar si realmente la modificación tributaria fue progresiva o no. Entre el año 2011 y 2012 la contribución de impuesto inmobiliario rural creció en 3 puntos porcentuales mientras disminuía el inmobi-liario edificado de 63% a 55%, un reducción de 8 pun-tos, mientras que el inmobiliario baldío creció de 3,5% a 8,48%, un incremento de casi 5 puntos porcentuales.Aún que con estos incrementos la participación del im-puesto inmobiliario rural creció para los primero cinco meses del 2013, en termino generales sigue siendo baja. Esto se evidencia cuando tomamos los datos de partici-pación de ambos impuesto en el total entre 1999-2012 y 2003-2012:

El inmobiliario rural (1999-2012) la participa-ción porcentual, promedio, fue del 28%.El inmobiliario edificado y baldío (1999-2012) promedio fue del casi el 72%El inmobiliario rural (2003-2012) la participa-

Página 43Página 42

ción porcentual, promedio, fue del 32%.El inmobiliario edificado y baldío (2003-2012) promedio fue del casi el 68%.

En promedio, solo creció cuatro puntos porcentuales si comparamos los periodos 1999-2012 y 2003-2012. La modificación tributaria del año 2012 introdujo una leve reducción en la desigualdad fiscal dentro del impuesto inmobiliario, pero en términos generales dicho impues-to, aporta al total de la recaudación sólo un 12,5% (1999-2012) y dentro de ese concepto el inmobiliario rural solo aporto, en promedio, un 3,25%, en el mismo periodo.

El 3,25% esta muy por debajo de lo que aportan sellos, automotores o el inmobiliario edificado y baldío, este último alcanza ha aportar casi tres veces el rural, un 9,21% en promedio (1999-212).

En síntesis, mientras el sector agropecuario que se vincu-la a la producción de soja para exportación sólo aporta a la recaudación sólo un 11% (2012) por comercio exte-rior (plano externo) y por utilizar la tierra sólo aporta-ron un 3,25% (1999-2012) en la recaudación tributa-ria (plano interno) en la principal provincia de la zona agro-pampeana. A su vez, el 6% de los productores-so-jeros representan el 54% del total de la producción pri-maria de soja. Es este 6% el que se queja de los derechos de exportación y las presiones impositivas, una minoría asociada al capital transnacional de granos.

Tal presión tributaria no tiene relación con los niveles de rentabilidad que han obtenido en este periodo en-tre 1999-2012 el sujeto agrario hegemónico y las mul-tinacionales de granos; para tener una idea del peso de la corporación agraria desarrollamos este último dato: La Producción Primaria de Soja está concentrada en un grupo reducido de agentes productivos39.

• El 6% de los productores son grandes (más de 1.500 tn./campaña), representando el 54% del total producido.• El 94% restante son pequeños (menos de 1.500 toneladas/campaña), dando cuenta del 46% de la producción restante.

Esto en la etapa primaria, la producción de la mercan-cía soja, pero existe una agroindustria que adquiera esta materia prima y la procesa para obtener pellets, aceite o

39 Fuente: www.mecon.gov.ar Documentos sobre economías regionales por sectores.

Página 45Página 44

biodiesel40: El sector industrial tiene, al igual que el pri-mario, un elevado grado de concentración.

• El 11% de las empresas con capacidad de pro-cesamiento de granos de más 20 mil tn./día expli-can el 51% de lamolienda.•En el otro extremo, el 61% de las empresas, con capacidad para procesar hasta mil tn./día, repre-sentan el 4% de la molienda.

Para cerrar, creemos que todavía no esta cerrada la dis-cusión entorno al desarrollo que debe tomar un país, con una estructura productiva determinada, en este contexto de nuevos reordenamiento de la segunda cri-sis financiera del sistema capitalista. China sigue sien-do una parte importante de la tracción de la demanda mundial pero también están India y Estados Unidos. En el plano nacional cuando se inicia un periodo de creci-miento económico comienzan las disputa del rumbo de la política económica. Comienzan aparecer los intelec-tuales orgánicos del bloque dominante y disputan “sen-tido común” pero en este proceso 2003-2012 también aparecieron otras voces que aportan al debate de lo que debería ser un posible rumbo de desarrollo económico. A la crisis de 1989 se respondió con el periodo de con-vertibilidad; al periodo que rompió la convertibilidad se respondió con otro proyecto de país que esta en la dis-puta con las clases, históricas, dominantes del país y sus aliados foráneos y sectores económicos que buscan una devaluación para generarse mayores rentabilidades.

40 Idem.

En este periodo, las clases dominantes acumularon po-der económico y a su vez afianzaron su poder lobby, tras las reformas de la convertibilidad y la dictadura cí-vico-militar (1976), lo cual hace que no este todo con-cluido sino todo en disputa y conflicto de intereses, unos nacionales y otros antinacionales, personeros del impe-rialismo y vendepatrias que prefieren importar perfu-mes a imaginar una Argentina con desarrollo industrial e inclusión social. Esta todo por construirse, repasar la historia de nuestras clases dominantes y su accionar con sus intelectuales orgánicos bajo la lupa de la estadística es parte de pensar que futuro se quiere construir y que orientación va a tener nuestra estructura productiva. Salimos de las balas para entrar en un periodo de masas y construcción de pensamiento critico.

Bibliografía.

-Milcídaes Peña (2012). “Historia del pueblo argentino (1500-1955)”. Editor Fernando Horacio De Leonardis. Correctora Gisela Miliani. (1975, herederos de Milcídaes Peña). Grupo Editorial Planeta S.A.I.C. Publicado bajo el sello Emecé.

-Tarruella, C. A. (2012). “Historia de la Sociedad Rural Argentina. De la colonización española a nuestros días: radiografía de la oligarquía terrateniente”. 1ª edición. Buenos Aires: Planeta, 2012.

-Azpiazu, D., Schorr, M. (2010). “Hecho en Argentina: industria y economía 1976-2007”. 1ª edición – Buenos Aires: Siglo Veintiuno Edi-tores. 2010.

-López, R. (2010). “Liberalismo vs. Proteccionismo. La independen-cia y la Guerra Civil. Artigas/San Martín/Rivadavia/Wilde/Dorrego/Roxas y Patrón/Ferré/Leiva/De Angelis/Rosas/Echeverría/Varela”. Pensamiento Económico Nacional. Colección 200 años. Volumen II. Ediciones Madres de Plaza de Mayo, CEMOP-UPMPM. Rosa, J. M. (2010). “La caída de Rosas”. Historia y Pensamiento Lati-

Página 47Página 46

noamericano. 1ª edición, Buenos Aires. Editorial Punto de Encuentro.

-Rubinzal, D. (2010). “Historia económica argentina (1880-2009). Desde los tiempos de Julio Argentino Roca hasta Cristina Fernández de Kirchner”. Prólogo: Alfredo Zaiat. Ediciones CCC, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos C.L.

-Weil, F.J. (2010). “El enigma argentino”. Colección de los raros nº 35. 1ª edición Buenos Aires: Biblioteca Nacional.

-Rosa, J.M. (2008). “La guerra del Paraguay y las montoneras argen-tinas”. Historia y Pensamiento Latinoamericano. 1ª edición, Buenos Aires. Editorial Punto de Encuentro.Fanon, F. (2007). “Los condenados de la tierra”. Colección popular 47. Primera edición (Fondo de Cultura Económica, Argentina), 2007.

-Basualdo, Eduardo (2006). “Estudios de Historia Económica Argen-tina. Desde mediados del siglo XX a la actualidad”. 3. Instauración de un nuevo régimen de acumulación de capital a partir de la dictadura militar (1976-1983).. Siglo XXI editores Argentina S.A.

-Puiggros, R. (2006). “El peronismo: sus causas”. Historia crítica de los partidos políticos argentinos / V. 1ª edición, Buenos Aires. Galerna, 2006.Marie-Monique Robin (2005).“Escuadrones de la Muerte, la escuela francesa”. 1ª edición Buenos Aires: Sudamericana, 2005.

-Smith, A. (2000). “Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”. Undécima edición. Fondo de Cultura Economico-México.

-Calloni, S. (1999). “Los años del Lobo. Operación Cóndor. Kissinger, Pinochet, Stroessner, Banzer, Suarez Mason, Massera...”. 1ª edición: en Ediciones Continentes, abril 1999.

-Varela, H. (1997). “Elisa Lynch”. 1ª edición: julio 1997. Ediciones el Elefante Blanco.

-Dorfman, A. (1983). “Cincuenta años de industrialización en la Ar-gentina 1930-1980. Desarrollo y Perspectivas”. Dimensión Argentina. Ediciones Solar, Buenos Aires, 1983.

-Palacio, E. (1977). “Historia de la Argentina 1515-1943”. Décima edición. A. Peña Lillo Editor S.A.

-Tinbergen, J., Coordinador; Antony J. D., Compilador; Jan Van Et-tinger, Director. (1977). “Reestructuración del Orden Internacional”.

Primera edición en inglés, 1976. Traducción de Eduardo L. Suárez. Colección Popular 167. Fondo de Cultura Económica. Impreso en México.

-Jauretche, A. (1969). “El retorno al coloniaje. La segunda década in-fame: de Prebisch a Krieger Vasena”. Ediciones del Mar dulce. Impren-ta Atlante, Avellaneda, Prov. de Buenos Aires.

-Dorfman, A. (1942). “Historia de la Industria Argentina”. Dimensión Argentina. 2º edición. Ediciones Solar SA. Buenos Aires, 1970.

-Quebracho (1939). “Frente al momento del mundo, qué quiere la Cuarta Internacional”. Buenos Aires, Acción Obrera.

Documentos, Informes electrónicos:

-Informe Nº5 Carga tributaria en la Provincia de Buenos Aires. CE-MOP – Madres de plaza de Mayo. http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=11&idcat=571&idindex=74-Informe Nº9 Crecimiento económico y Deuda Publica de la Provin-cia de Buenos Aires 2003-2011. CEMOP – Madres de plaza de Mayo. http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=11&idcat=571&idindex=74

-Basualdo, E. M. (2006). “La reestructuración de la economía argen-tina durante las últimas décadas de la sustitución de importaciones a la valorización financiera”. En publicación: Neoliberalismo y sectores dominantes. Tendencias globales y experiencias nacionales. CLACSO, Buenos Aires. Agosto 2006. Disponible:  http://bibliotecavirtual.clac-so.org.ar/ar/libros/grupos/basua/C04Basualdo.pdf

Noticias, Revistas o web electrónica:

http://portaldelinterior.com/actualidad/suicida/

http://www.ec.gba.gov.ar/areas/Hacienda/PolTributaria/comporta-miento_recaudacion_2012.php

www.mecon.gov.ar Documentos sobre economías regionales por sectores.

Página 48