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FICHA TÉCNICA El sueño de Lú

Película

Director: Hari Sama Producción: Sachiko Uzeta y Hari Sama Guión: Hari Sama Fotografía: Emiliano Villanueva Música: Darío González Valderrama Edición: Hari Sama y Mario Sandoval Sonido directo: Samuel Larson y Pablo Tamez Diseño de sonido: Samuel Larson Dirección de arte: María Paz González Productora: Catatonia Cine País: México Género: Drama Duración: 98 min. Año: 2011. Reparto: Úrsula Pruneda (Lú), Gerardo Trejoluna (Malik),

María del Carmen Farías (Laura), Emilio Echevarría (Emilio), Moisés Arizmendi (Emilio, hijo), María Deschamps (Paola), Emiliano Magaña (Sebastián).

Premios: Mención Especial. Festival Internacional de Cine de Morelia. 2011. Mejor Actriz Festival Internacional de Cine de Shanghái, 2012. Mejor Actriz Latinoamericana, 16° Festival de Cine Español de Málaga, 2013. Mejor Actriz Protagónica a Úrsula Prats, en la 55 entrega del Ariel, 2013. Sinopsis: Tras la muerte de su hijo pequeño y de un intento de suicidio, Lucía Alfaro (Úrsula Pruneda) se encuentra a la deriva. Dentro de las paredes de su departamento, el paso de los días transcurre en una constante interrogante: ¿es posible seguir viviendo? o, más bien, ¿hay siquiera “espacio” en el mundo y en el espíritu para un dolor como ése? Su historia es un viaje en medio de la obscuridad, en busca ya no de esa “felicidad” o éxito lineal de metas a largo plazo (tan típica de una vida citadina), sino simplemente de un poco de paz, la suficiente como para dar nuevamente con su humanidad, encontrar belleza aún dentro de ese pozo obscuro de la pérdida de un ser querido carente de nombre..

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Federación Internacional de Mujeres Universitarias

Federación Mexicana de Universitarias Universidad Nacional Autónoma de México

Museo de la Mujer Bolivia 17 Centro Histórico, Ciudad de México. Cine-Club de Género, 20 de diciembre de 2016

El sueño de Lú

Mtra. Delia Selene de Dios Vallejo♣♥

El sueño de Lú, escrita y dirigida por Hari Sama es una trinchera ante los pesares que la vida puede poner frente al ser humano, en particular a la mujer, la madre. Cada plano de la cinta es desconsolador y, sin embargo, quienes la hicieron supieron encontrar belleza aún dentro de ese pozo oscuro y triste.

El tema principal es lo que implica para una madre la muerte de un hijo. De eso trata toda la película, dividida en tres momentos en orden cronológico: desde la recuperación de un intento de suicidio hasta la reconstrucción de una vida que se hizo añicos tras la pérdida. El hijo de Lucía muere de un aneurisma cerebral cuando apenas es un niño. Al ser madre soltera está completamente sola en el duelo, por más que su madre y su familia

cercana la acompañen. Acude regularmente a terapia de grupo con otras madres en situaciones semejantes. Al parecer, según la terapeuta, no hay palabra para designar ese dolor en ningún idioma. A quien pierde a un esposo se le llama viuda, quien pierde a los padres, huérfano, pero el pesar de perder a un hijo es tan hondo que no tiene nombre. Lucía atraviesa ese calvario. La interpretación de Úrsula Pruneda es sutil y al mismo tiempo profundamente dramática. No sobra un solo gesto. Encarna al personaje a flor de piel. El espectador se debate entre la angustia de atestiguar la aflicción y el placer de una actuación fuera de serie. Lo mismo sucede con la cámara; la sencillez de cada plano subraya la delicadeza con la que fue filmada. La luz es siempre justa. En realidad la actriz se interpreta a sí misma. La historia verdadera detrás de la pantalla es similar a la que cuenta la trama. Úrsula y Hari tenían una hija que

♣ Catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM *Secretaria General de la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas Asociación Civil. ♥ Se agradece el apoyo de las licenciadas: Eva Calderón, Eurídice Román de Dios, Adriana Romo Sotres, Pamela Jiménez Romo y Rosalinda Cuéllar Celis.

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murió en un accidente automovilístico —a aquella niña está dedicada la cinta—. Él director, ella actriz, al paso de los años llevaron su historia al cine, si bien los cambios al escribir el guión fueron mayúsculos. Los hechos reales fueron sustituidos por otras situaciones, sólo queda el duelo por parte de la madre. Úrsula, como Lucía, perdió una hija. Su interpretación, entonces, es mezcla del talento y la experiencia, la más terrible experiencia por la que puede uno pasar. El valor de recrear el sufrimiento a partir del cine es una proeza. La obra de ficción por sí sola es un canto de dolor que se vuelca hacia la vida; la unión con la vida real hace del acto de expiación una verdad poética. Mientras la experiencia de Pruneda en teatro y en cine es capaz de explicar este resultado, el trabajo previo de Sama hace de El sueño de Lú una hazaña aún más sorprendente. Años de dirigir comerciales de publicidad para televisión, un par de cortometrajes y una película, la olvidable Sin ton ni Sonia (2003), son lo que hay detrás. El paso de la publicidad al cine suele tener resultados disímiles, ahí está el caso de Malos hábitos de Simón Bross o Sobrenatural de Daniel Gruener. El uso frecuente de lentes telefoto que separan las caras del fondo fuera de foco es el único vestigio de esas imágenes hechas para vender productos que suelen colarse al cinematógrafo: tomas preciosistas, excesiva iluminación artificial y movimientos de cámara gratuitos. El sueño de Lú es discreta y moderada tanto en la cámara como en el drama, porque no solo Pruneda lo hace bien. El elenco en su conjunto la acompaña con esmero, lo cual también es su acierto, pues fue una de las responsables de escogerlo. El sueño de Lú logra dibujar el abismo, ofrece al espectador una noción de ese terrible rincón humano. Por más que sea una noción vaga y distante dada la dificultad de imaginar lo que ese dolor significa, es un acercamiento, un esfuerzo por hacernos partícipes de lo innombrable. El ojo del público se asoma a la mirilla de la puerta para atestiguar por un momento ese caudal de emociones fuertes, y descubre que entre las tinieblas hay breves destellos de luz. Al final de la cinta no queda más que agradecer el empeño titánico de sus realizadores. La rareza de una película como esta es un milagro en un mundo que brilla por su indiferencia.1 Se trata de una película totalmente “personal” que triunfa principalmente en dos cosas: hacer evidente algo tan complejo como son los procesos de dolor internos, sin por ello dejar de ser esperanzadora. El sincero sufrimiento, casi palpable, se asoma constantemente a través de los detalles y en situaciones cotidianas: unos ojos azorados en una comida familiar, una mirada fija en las palmas detrás de la ventana, etc. Sin embargo, Lú avanza, uno como espectador avanza con ella y no puede evitar sentir, al menos no tan lejana, la luz al final del túnel. Tal como se ha escrito en líneas anteriores, la presencia de no-actores aumenta esa sensación de honestidad (las escenas del grupo de apoyo muestran sesiones reales de una agrupación que en su momento se olvidó de las cámaras), así como 1 http://www.letraslibres.com/blogs/en-pantalla/el-sueno-de-lu

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la lúcida y sincera actuación de Úrsula Pruneda, quien por este papel se convirtió en la primera hispana en ganar el premio a Mejor Actriz en el Festival de Shanghai. Su interpretación no pretende dar lecciones ni respuestas, simplemente pone a la vista el dolor crudo, sin ningún tipo de artificio. Aquí no hay arrogantes consejos de superación personal, ni promesas falsas de consuelo, pero aun así, la actriz logra proyectar ternura y esperanza. Sin duda, El sueño de Lú es una de las películas más humanas que hayan tocado este tema.2 El proceso del duelo tras la muerte de un ser querido es uno de los periodos más oscuros por los que puede atravesar el ser humano, y se vive de manera totalmente diferente en cada persona y según quien sea el fallecido. Tipos de dolores y dolientes hay muchos, pero para una mujer quizás sea la muerte de su hijo el más inconsolable de ellos, tanto que ni siquiera existe un vocablo equivalente al de “huérfano”, pero en sentido inverso, para describirlo. Así se lo hacen saber a Lú en el grupo de terapia al que asiste.

Ella ha perdido a su hijo por un aneurisma cerebral el cual terminó con su vida antes de que comenzará en pleno, pero Lú debe sobrevivir a ello ante la mirada comprensiva, pero del todo equivocada de sus familiares, cuyas palabras de consuelo y compañía –más vigilante que solidaria– buscan detener el derrumbe anticipado, deseado y autoinfligido, que el director se encarga de no mostrar a cuadro directamente,

sólo sugerido con elegancia al inicio del filme: Lú es dada de alta de un hospital y el espectador puede intuir que su deseo de muerte es lo único que se compara en grandeza al dolor que vive. Hari Sama –antes Carlos Sama, con Sin ton ni Sonia (2002)– escribe y dirige una historia donde la muerte de un ser querido es el hecho trágico en off de la película, pero cuyo proceso de asimilación más nunca de aceptación es el viacrucis presentado en la pantalla a partir de tres distintos momentos narrados cronológicamente, y que en su conjunto plasma el arco dramático de Lú, extraordinariamente interpretada por Úrsula Pruneda, y su reincorporación a la vida. Pruneda matiza a su personaje con pequeños detalles (cfr. la vestimenta, el cabello mal acomodado, la ausencia de maquillaje, un andar lento, largos silencios, el oso de peluche que esconde en su bolso) sumados conjuntan un desconsuelo que es indescriptible con palabras, pero en el nivel de narración fílmica logra empatar con el espectador: a diferencia de cualquier melodrama televisivo, donde se grita “lo mucho que duele” la tragedia, vulgarizando el hecho, en El sueño de Lú, la delicadeza es absoluta. 2 http://www.cinepremiere.com.mx/24268-review-cine-el-sueno-de-lu.html

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Esta delicadeza en el tratamiento parte de que Hari Sama conoce ese dolor porque lo vivió en carne propia, a partir de ese hecho las reacciones del personaje se describen con una naturalidad que le confieren un grado de identificación pocas veces conseguido, y es ahí donde radica otro de los aciertos de Sama, pues si bien ya se han visto –incluso en este año– algunas otras cintas que parten del mismo hecho lamentable varias de ellas se pierden en lamentaciones melodramáticas y otras hasta en intentos de “realismos mágicos” chantajistas para poner en escena algo que, vivido en carne propia, no tiene ninguno de esos elementos. El sueño de Lú es una historia que hace de lo íntimo un mensaje social, y si bien no busca de manera panfletaria hacer un llamado ni mucho menos victimizar a las madres que han vivido esta experiencia, sí se solidariza con ellas y con el núcleo familiar filmando de manera muy concreta, a través de su personaje central los momentos álgidos, ya sea enmarcándolos en un medio ambiente donde parece estar fuera de lugar –la fiesta familiar, por ejemplo–, y siempre alerta levantando un escudo que la proteja del recuerdo –la mentira que responde a la vendedora en el mercado–, como en la soledad donde se llora a todo pulmón y se busca la expiación. El último tercio del filme es, además de una historia de redescubrimiento vivencial/personal al lado del padre del pequeño, todo un canto de esperanza logrando la comunión del alma con el recuerdo. El olvido nunca vendrá, porque como le explican a Lú en su terapia grupal: ella siempre será la madre de su hijo, y en sus sueños, éste permanecerá por siempre, mientras ella marcha hacia adelante.3 Úrsula Pruneda, con 20 años de carrera, cuenta que cuando se proyectó el largometraje (donde se le rinde un homenaje a su pequeña hija fallecida) en el festival, advirtió que al público atrajo mucho la inclusión de música tibetana y una serie de adornos chinos en la casa donde se desarrolla la historia de ficción: “A la gente de allá le gustó mucho, pero para ellos el tópico del fallecimiento de los hijos es muy particular. Un periodista español nos comentó que los chinos se enojan mucho con los hijos que se mueren porque hacen sufrir a sus padres, entonces no son temas que se toquen. “Unos días antes de la presentación de la cinta, fuimos a comprar té e invitamos a la proyección a la familia que atendía la tienda y fueron la mamá y el hijo, y un día 3 http://www.revistacinefagia.com/2012/12/el-sueno-de-lu/

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después de la premiación vi a la señora y me comentó que fue muy conmovedor ver el filme. El lenguaje de la muerte de los hijos no tiene frontera. El dolor de la pérdida de un hijo es completamente universal. Tanto la señora como su hijo estaban completamente identificados y conmovidos. También agradecidos de poder ver este tipo de cine, porque en China no entra cualquier película.” El SIFF (Shanghai International Film Festival) es miembro, desde su origen, de la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Cine, por lo cual es considerado uno de los catorce festivales internacionales clase A con secciones competitivas, junto a Cannes, Berlín, San Sebastián y Mar de Plata. Pruneda destaca en entrevista que El sueño de Lú fue el único largometraje latinoamericano en el SIFF. El premio consiste en una copa dorada con la figura de una flor tradicional de China, símbolo de las copas de jade con las que brindaban los antiguos monarcas de la nación: “¡No me lo podía creer! …Pensé que iban a premiar a Rampling por la cinta I, Anna. Cuando la vi entrar a la ceremonia me di por perdida, y me relajé completamente, estaba ya a mis anchas, muerta de la risa, divirtiéndome, disfrutando, ya no sentía una competencia de ningún tipo. Y cuando dijeron mi nombre, me agarró por sorpresa, y por supuesto me da un orgullo tremendo. “Siento mucha certeza del camino que elegí como actriz, no es el de la fama y los vestidos largos. Ha sido poco a poco, pero con una apuesta muy fuerte en la honestidad. Me ha costado mucho trabajo porque me he asustado y enojado muchas veces. Vivir de esto sin venderte es muy difícil. Yo respeto mucho a mis compañeros que lo consiguen, yo por razones personales he decidido también ese camino. Entonces, ha sido muy bonito para mí ese reconocimiento” El argumento para otorgar a Pruneda el premio, llamado Cáliz de Oro, fue “por su extraordinaria actuación, fue honesta, fue brillante al ser ella misma”. El director Hari Sama, a su vez, manifiesta que la presea fue como un regalo de la vida: “Pero ya simplemente estrenar en Shanghai, en el contexto de ese festival y de ese continente, es para nosotros muy especial en muchos sentidos.” El realizador recalca que siempre ha tenido en un valor muy alto a Pruneda como actriz, “y en este filme está muy bien”, pero no pensó que ganaría porque había otras actrices también muy importantes. Recuerda: “Pensamos que a Charlotte Rampling, quien protagonizaba un largo muy fuerte, la habían traído para recibir el premio porque no la habíamos visto y de pronto en la última alfombra roja, para la entrega de los premios, apareció. Cuando dijeron el nombre de Úrsula fue un momento muy emotivo y muy especial para nosotros. Yo quería que la película se estrenara en un festival A, se logró, y fue en Asia.”

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Úrsula Pruneda nació en México, D.F. en 1971, cursó la carrera de actuación en el Núcleo de Estudios Teatrales. Su educación en el terreno del teatro ha estado a cargo de maestros como José Caballero, Luis de Tavira, Sandra Félix, Héctor Mendoza, Raúl Quintanilla y Esther Seligson, entre otros. Ha participado en diversas obras de teatro, películas, cortometrajes, piezas de videoarte y telenovelas.

En su trabajo cinematográfico sobresalen las cintas Las buenas hierbas, de María Novaro; Abel, de Diego Luna; Quemar las naves, de Francisco Franco; Sin ton ni Sonia, de Hari Sama, y Ámbar, de Luis Estrada. Fue galardonada como Mejor Actriz por Las buenas hierbas, de María Novaro, con la Diosa de Plata Pecime 2011, el Mayahuel en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, el Marco Aurelio de Oro del Festival Internacional de Cine de Roma 2010 y las Alas a la mejor actriz del Festival Internacional de Cine del Amazonas 2010. También en 2011 Howard Feinstein la enlistó entre las mejores actrices en la revista Filmmaker magazine, por su trabajo como protagonista en El sueño de Lú, el cual recibió una mención especial del jurado en el Festival Internacional de Cine de Morelia el mismo año. Historia de amor “Creo que el artista toma su vida personal y la transforma de alguna manera, la sublima a través de lo que puede realizar, en el caso nuestro es crear películas. Entonces de allí sale un poco la razón de hacer dicha ficción. Le platiqué a Pruneda quien quería trabajar este filme en homenaje a nuestra hija, pero originalmente la iba a rodar fuera de México. Ella me sugirió hacerla juntos, y empecé a escribir el guión pensando en ella, conociendo sus matices, su capacidad de actriz y hasta pensando en la locación. Y todo fue saliendo de manera natural.” Pruneda detalla que a Sama se le ocurrió que el personaje fuera guitarrista, madre soltera y tuviera un hijo varón. Obviamente Úrsula tuvo emociones encontradas: “Claro que le dije: ‘Si no soy tu actriz, te mato. Cómo crees que podamos hacerle un homenaje a nuestra hija y que yo no esté presente’. Me senté muchas horas con Sama a hablar del personaje, la música, a leer, en fin, fue muy interesante para él y para mí. Es como ver el dolor desde afuera.”

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Aclara que a la historia “no la mueve el dolor, sino el amor y el profundo respeto a la vida de nuestra hija; no es un drama, sí vivimos una tragedia y cambió nuestra vida, pero no es ni una apología ni una cosa para hacer una catarsis, sino para contar nuestra experiencia”. La actriz se preparó mucho: “Todos conocemos las pérdidas, y requería de mucha concentración, escuchaba música, leía poesía, en ningún momento sentí que estaba perdiendo el control. Sólo un día dije: ‘¡Qué duro es todo esto!’. La vida de pronto te pone en una circunstancia tan complicada, y qué bendición tener el arte que te ayuda a sublimar la vida y acompañarnos.” Incluso se le dio voz a miembros del grupo “Padres en Duelo Cecilia Flores Michel”, que sesiona en la colonia Narvarte desde hace más de 15 años, para hablar de sus hijos muertos. A decir de Sama, esa parte donde aparecen las mamás hablando de sus hijos fallecidos la incluyó “para jugar esa línea de realidad y ficción”. Así que invitaron a esa agrupación a colaborar y las madres lo hicieron muy entusiastas “porque ellas también querían dejar plasmado su testimonio de alguna forma y en algún punto hasta se olvidaron de la ficción, de las cámaras, de todo”. El sueño de Lú es un film independiente. La produjo Catatonia Cine, The Films y Al Fondo del Callejón. Tanto Úrsula Pruneda Como Harai Sama aceptan que la película refleja la situación de México, pero también de otras partes del mundo. Sama se refiere a las madres de las muertas de Ciudad Juárez, los padres de la guardería ABC y las madres de la Plaza de Mayo en Argentina. Pruneda acota: “Hay muchas más personas de las que uno cree que han perdido hijos…”. Y completa: “Uno pierde hijos, padres, en fin. Todos los días está uno inmerso en la pérdida, y no nos podemos detener, y cuando lo hacemos sentimos que nos volvemos locos. Parece que no pero la perdida también nos define, nos da identidad, nos dice quiénes somos.”4 En entrevista con el director acerca de la cinta, habló sobre cómo atravesó su propia experiencia de perder a su hija. – ¿Cómo surge la idea de hacer El sueño de Lú? El sueño de Lú tiene un punto de partida autobiográfico, en algún momento tuve esta epifanía de que para mí era muy importante hacer esta película por una razón

4 http://www.proceso.com.mx/314003/314003-sacude-ursula-pruneda-el-festival-de-shanghai

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personal, porque fue mi manera de reencontrarme con el arte, con mi oficio y fue una forma de establecer un diálogo con el otro. – ¿Cómo te ayudaste para atravesar este proceso? Para mí sorpresa, me refugié en la literatura. Siempre he sido lector, pero en ese momento llegaba a mi casa a las seis de la tarde y leía novelas hasta diez, once o doce de la noche; leí muchísimas novelas. Eso fue importante, en ese momento tan duro poder establecer un vínculo con otro ser humano que además habla desde el dolor, pero desde un dolor sublimado, fue una experiencia casi mística, entonces, fue algo que me sostuvo muchísimo. Hay muchísimas cosas que se pueden hacer, algo muy importante es darle voz al dolor y poderlo comunicar, poder exteriorizarlo, estar en contacto con gente que ha pasado por lo mismo y que la ha logrado librar, que te dice “sí se puede", cuando uno piensa que es imposible. Recuerdo mucho a Zita Chao, quien además sale en la película, es tanatóloga, psicoterapeuta y una mujer increíble. Yo sentía, literalmente, un puñal enterrado en el pecho de manera permanente, un estado de angustia paralizante. Yo le decía a Zita, “pero, ¿se puede?”. Y me dijo "sí, yo he perdido dos hijas, sí se puede, aquí estoy, va a llegar un momento en que esto no sea igual". Creo que algo muy significativo que sucede cuando pasas por una experiencia de esta naturaleza es la manera en la cual estás acostumbrado a ver la realidad la cual cambia, eso es algo importante que decir. Además del terrible dolor, hay algo, de pronto estás con el ser a quien más has amado en tu vida, un instante, y al siguiente ya no está, es muy raro. Más allá del dolor profundo que eso implica también implica un cambio de mirada. También se abre una forma de ver la realidad muy extraña, en donde te das cuenta que esto tiene algo, decía Nezahualcóyotl, como de sueño, como de ilusión, parece que sólo venimos a soñar un ratito. Hay un cambio de perspectiva muy importante. Creo que nos conviene a quienes hemos pasado por estas cosas, dejarnos fluir, y dicho sea de paso, que a casi todo mundo nos toca vivir una experiencia fuerte, no necesariamente la muerte de un hijo, la pérdida de personas que nos importan o de capacidades físicas, nos conviene dejarnos fluir con este nuevo cambio de mirada y quitarle un poquito la enorme importancia que aprendimos a darle al mundo y a las cosas materiales a partir de toda una enseñanza del mundo occidental. – ¿Qué libro recomendarías a los papás que atraviesan esta etapa? Hay muchísima literatura en torno al duelo y a las experiencias de personas que han pasado por lo mismo. Yo, particularmente, y no sé si los tanatólogos estén de acuerdo con ella, pero soy muy fanático de Elizabeth Kubler Ross, creo que es la primera que hace una investigación seria desde el lado casi científico y

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psiquiátrico del asunto del duelo. Pero también tiene algo que a mí me gusta mucho y por lo cual es controvertida en los medios más académicos, es alguien que al final se acerca al mundo de lo no tangible y por ello es muy criticada y por lo mismo abre un juego que me parece muchísimo más interesante. Recuerdo que alguien nos dijo al principio: "mira, si para ti lo más importante es el mundo de lo material y el éxito profesional, estás en un aprieto porque eso va a cambiar radicalmente a partir de esta pérdida". Y es tal cual, francamente es así, porque desde la perspectiva materialista perder un hijo debería casi acabar con tu vida, sin embargo, existe la posibilidad de que no sea así, de que tu vida no sólo termine con la pérdida de un hijo sino que utilices ese inmenso dolor para convertirte en un ser muchísimo más interesante, rico, con una mirada más luminosa. Creo que Kubler Ross ofrece esas dos maneras de leer la experiencia de la pérdida. Además, creo que fue un ser casi iluminado quien tuvo una cercanía especial con los niños; estuvo muy cerca de muchos niños que murieron frente a ella, los ayudó a bien morir, qué increíble, una psiquiatra, una médica de ese tamaño se dio la oportunidad de escuchar y de aprender de los niños. Tiene extraordinarios libros en donde narra las vivencias que tuvo con niños quienes tuvieron experiencias cercanas a la muerte y que murieron. Es un trabajo riquísimo. Hay mucho trabajo de investigación en torno a las Near Death Experiences (NDE), por ejemplo, la Universidad de Stanford y la de Virginia, han hecho muchos esfuerzos en torno a recuperar información de la gente que ha tenido este tipo de experiencias. Para mí era muy valiosa porque yo podía aparentemente comunicarme ya con mi hija en ese sentido, quería entender un poco por dónde va el rollo y en particular eso también me ayudó mucho. – ¿Cuál sería el consejo que le das a un padre que está pasando por esta etapa? Lo primero que le daría a un padre que recientemente ha perdido a un hijo es que sea muy paciente, que tenga mucha paciencia. Le diría un concepto en zapoteca que me parece muy útil para esto, que desarrolle el espacio necesario para que quepa su dolor pero para que también quepan otras cosas. Un interior, un corazón desde el punto de vista oriental quizá, una mente en la que cabe todo, cabe el dolor más terrible, pero también cabe la luz, el arte y más cosas; que se dé la oportunidad de empezar a acercarse a cosas nuevas, distintas. Digamos, literal y metafóricamente, si estás acostumbrado a sentarte en el comedor de tu casa siempre en la misma silla, cámbiate de lugar, ve la mesa desde el otro lado, empieza a sentarte en otra silla, mira a la vida desde el otro lado, comunica, habla del dolor, comunícalo, expresa. Hay que tener mucha

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paciencia, porque es un proceso que lamentablemente lleva mucho tiempo y que sí es muy doloroso.5 Hari Sama, director de la cinta, declara que la historia pasó a través de varias etapas antes de concretarse. “La historia comenzó a trabajarse aproximadamente un año y medio antes del rodaje, originalmente ni siquiera la iba a rodar en México, pero Úrsula me pidió, casi exigió (risas) el papel protagónico tras leer el guión y se lo di porque ella es una actriz extraordinaria”. Con Pruneda a bordo del proyecto, Hari Sama pudo darle un matiz profundo al papel de Lú, un proceso creativo en el cual incluso la propia actriz ayudó. “Creo que cada persona tiene formas muy distintas de afrontar una pérdida y vivir un duelo. En el caso de Lucía es una mujer que guarda mucha rabia en su corazón e intenta por todos los medios suprimirla, aunque termina explotando. Destruye su casa, trata de destruirse a sí misma e incluso comienza a culpar a su hijo por haberla dejado sola”. Reconstrucción interna Con un papel complejo que exigió hacer uso de un amplio abanico de emociones, desde el llanto hasta la paz, Úrsula Pruneda reconoce que en este proyecto encontró el tipo de papeles que le gustan. “Es el tipo de personajes que me gusta hacer y vivir, además de que implicó trabajar de forma profunda con un elenco que se portó de forma maravillosa”. Durante la película se muestra el ingreso de Lucía a un grupo de ayuda para obtener herramientas que la ayuden a superar la pérdida de su hijo, un grupo que curiosamente, sí existe. “Originalmente íbamos para documentarnos, y luego convencimos a las señoras de este grupo para aparecer en la película, ellas estaban felices y grabamos mucho material el cual no pudo entrar en la película pero es muy interesante, lleno de reflexiones, me gustaría rescatarlo en un futuro para otro proyecto”, agrega Hari Sama, quien considera a este filme como una película “chiquita, cuya objetivo es ayudar a explorar esas heridas que a veces nos hace la vida”.6 Hari Sama mencionó que desde un principio pensó en Úrsula Pruneda para el rol de Lucía, un papel que requería no sólo de un gran talento, sino de un entendimiento personal de las diversas etapas del luto, aspecto que en el nivel personal el director comparte con la actriz.

5 http://www.publimetro.com.mx/entretenimiento/el-sueno-de-lu-una-pelicula-autobiografica-hari-sama/mlkb!ZH18ii82ssmPU/ 6 http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2011/331339/6/el-sueno-de-lu-toca-emociones-en-el-ficm.htm

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"Con Úrsula hice mucho trabajo de mesa, con ella tengo una relación muy cercana, tuvimos momentos muy duros y de mucha confianza, por ello en el proceso director y actriz hubo una cercanía que muchas veces no existe en otra clase de producciones". El director mencionó que esta película ha sido para él un parteaguas, para volver a comprender la dimensión de lo que es el duelo, y en cierta medida, dijo, se volcó a escribir, dirigir y producir esta historia porque necesitaba revisar ese dolor. "Van a encontrar una reflexión sobre el tema de la pérdida, sobre esos constantes cambios que nos propone el universo y que a menudo nos parecen devastadores, no obstante, otra constante de la cinta es que al dolor es importante transitarlo, porque en el dolor también hay luz, es importante que las personas que han sufrido una pérdida se acerquen a su dolor para conciliarlo". Sama está convencido de que cuando el cine se conecta en sus historias con niveles muy profundos del ser humano, se convierte para su creador en algo más, casi en una ventana para ver la luz. Dijo: "Los duelos son algo distinto para cada persona, por ello para esas gentes que no lo han experimentado el arte puede convertirse en un puente de comprensión, eso es lo que busca también El sueño de Lu". Comentó que la película fue creada en cooperativa y muchos actores no cobraron y se consiguieron apoyos particulares para cada fase de la producción.7 Director del filme Hari Sama

Hari Sama ó Carlos Sama, nació en 1967 en la Ciudad de México, es director, editor, guionista y productor cinematográfico. Estudió la licenciatura en Cinematografía en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y Composición Musical en el Centro de Investigación y Estudios Musicales (CIEM), Ciudad de México. Trabajó en la postproducción de su largometraje documental Sunka Raku Alegría

evanescente. Ha participado en numerosos festivales alrededor del mundo, entre ellos cuatro ediciones del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Estrenó en el 51º Festival Internacional de Cine de San Sebastián su ópera prima Sin ton ni Sonia (2003), firmada con el nombre Carlos Sama “Hari”, ganadora del Premio del Público en el 18º Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). Obtuvo, por su cortometraje de ficción Con la cola entre las patas (2005), el Premio del Público a Mejor Cortometraje en el 3er FICM; el Premio Mayahuel a

7 http://www.cultura.gob.mx/noticias/cine-y-artes-audiovisuales/23021-el-sueno-de-lu-una-pelicula-para-comprender-los-diversos-caminos-del-luto.html

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Mejor Cortometraje Mexicano en el 20º FICG, Guadalajara; y el Premio del Público a Mejor Cortometraje en el 2º Festival de Cine Latino Orange County, (OCLFF por sus siglas en inglés), Santa Ana, Estados Unidos. En el 5º FICM participó con su cortometraje de ficción Tiene la tarde ojos (2007), ganadora del Premio Mayahuel a Mejor Cortometraje Mexicano en el 22º FICG; el Premio Especial del Jurado en el 16º Festival de Biarritz de Cine y Culturas de América Latina, Francia; y el Mejor Cortometraje de la sección México en el 4º Short Shorts Film Festival & Asia (SSFF & Asia), Japón, entre otros. En el 9º FICM ganó una Mención Especial por su largometraje de ficción El sueño de Lu (2011), que obtuvo, además, tres premios a Mejor Actriz para Úrsula Pruneda: en la 55ª entrega de los premios Ariel, México; en el 16º Festival de Málaga, España; y en el 15º Festival Internacional de Cine de Shanghái, China. Esta obra también participó en el Festival des Films du Monde (FFM Montréal), Canadá; y en el 25º Encuentro Cinelatino de Toulouse, entre otros. Su largometraje de ficción Despertar el polvo (2013) participó, entre otros festivales, en el 3er Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) y en el 28º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Argentina, y obtuvo el premio Kukulkán a Mejor Película en el 2º Riviera Maya Film Festival (RMFF), México. Su cortometraje de ficción La tiara vacía (2014) participó en el 12º FICM. Su documental Sunka Raku Alegría evanescente (2015) formó parte de la Selección Oficial del 13° FICM.8 FUENTES DE CONSULTA: http://www.cinepremiere.com.mx/24268-review-cine-el-sueno-de-lu.html http://www.letraslibres.com/blogs/en-pantalla/el-sueno-de-lu http://www.revistacinefagia.com/2012/12/el-sueno-de-lu/ http://www.proceso.com.mx/314003/314003-sacude-ursula-pruneda-el-festival-de-shanghai http://www.publimetro.com.mx/entretenimiento/el-sueno-de-lu-una-pelicula-autobiografica-hari-sama/mlkb!ZH18ii82ssmPU/ http://www.cultura.gob.mx/noticias/cine-y-artes-audiovisuales/23021-el-sueno-de-lu-una-pelicula-para-comprender-los-diversos-caminos-del-luto.html http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2011/331339/6/el-sueno-de-lu-toca-emociones-en-el-ficm.htm http://directoriorealizadoresficm.com/realizadores/sama-hari/

8 http://directoriorealizadoresficm.com/realizadores/sama-hari/