el sueño de la pintura

Upload: mgontovnik

Post on 26-Feb-2018

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/25/2019 El sueo de la pintura

    1/4

    //

    Mara Zambrano

    No deja de producir extraeza sobre todo a partir de determina-das rupturas histricas que la ms sensual de las artes sea la msmetafsica: la pintura. Por el color, desde luego. Mas no slo, ya queuna escultura coloreada, no hace sino ganar, no en sensualidad, sinoen distancia. El color en la escultura es ornamento litrgico que laconvierte o asemeja a un incono, a veces, hasta a una estrella, algodel terrestre firmamento en fin, o en algunos casos, cuando la sangrey las huellas de la fortuna abundan, a una figura escapada de algnrincn de los infiernos del dolor. Porque los cuerpos de la esculturaestn siempre lejos y el color no hace ms que alejarlos ms, cualifi-cando su lejana, determinando el espacio desde el cual se nos hacenvisibles. Ellas, las estatuas, pertenecen a un mundo de ultratumbao de ultravida, muy semejante al mundo de las platnicas ideas, yas nuestra participacin en ellas, se da a travs de un vaco insalva-ble; estn como detrs de la muerte, como si la muerte se apartarapor un momento para dejrnosla ver. Tocarlas, si el atrevimiento es

    tanto, es ya el preludio, la anticipacin de lo que algn da han desentir los que pongan pie en algn astro: es, ser, asistir a la desapari-cin de una astral figura, objeto adecuado de visin, como si uno sequedara ciego, con una piedra en la mano, a solas.

    Y la extraeza ante el arte de la pintura se ahonda as, al descubrirque lo pintado y la pintura no son propiamente objeto adecuadode la visin. Que, aun nacida, sin duda, del hambre de ver que elhombre padece congnitamente, no ha tenido nunca esa pureza,que la visin pura se ofrece como un objeto. Que el secreto, ntimo,motivo del pintar no ha sido nunca pintar para ver solamente.

    Hay en la pintura, en el cuadro, por acabado, logrado que est, unestar siempre hacindose. Como si la obra de la pintura estuvieramenos desprendida de la accin que la produjo que la escultura.Que lo pintado fuese menos independiente, menos objetivo, enmenos grado objeto ideal o en grado diferente. Pues si logra menorobjetividad arrastra mayor carga de alguna otra cosa, de esas que alser humano le colman y desbordan, y que nunca llegan, ni puedenen principio llegar, a convertirse en objeto.

    El presente escrito muy probablemente fue redactado para la revista

    puertorriquea Semana, ya que la temtica, el formato, incluso la fecha decreacin coinciden con las de los originales destinados a dicha publicacin

    peridica. Apareci en Diario en .

    El sueo de la pintura

  • 7/25/2019 El sueo de la pintura

    2/4

    //

    Mara Zambrano

    Pues que las obras de la escultura forman como un nudo de cuerposcelestes piedras llovidas de los cielos o salidas de los infiernos,petrificados momentos en que el dolor hace imposible que el vivirprosiga: seres condenados o salvados indefinidamente.

    Las obras de la pintura en cambio, no estn, lo que se dice estar,

    nunca del todo. Van como en un ro, transcurren, pasan, suceden.Su lugar es el tiempo antes que el espacio del que no pueden pasarsesin duda. Ocupan el espacio, las obras de pintura, abriendo otro enque lo pintado tiembla, se adelanta y se adentra, amenazando abis-marse. Y se ensimisma, a veces, como ajeno y aun reacio a la visin.

    La pintura es suceso, un ntimo suceso que se manifiesta, claro, enformas y figuras, cualesquiera que sean representativas o no, figurati-vas o no. Un cuadro muestra un suceso que le ha sucedido a alguieny que le sucede a quien lo mira. La pintura no plantea, como la escul-tura, el problema de la participacin, pues que se da inmediatamente,como lo que sucede y luego, puede suceder y debe, que de tal suceso

    se saque o exprima un tanto de contemplacin, signo de la madurez ycumplimiento del suceso pintado y de la pintura misma.

    Un suceso en la intimidad, un misterio. Un sueo; un sueo queabrazara la pintura toda.

    Nace la pintura, como es sabido, en las cavernas para apresar mgi-camente algo que huye y se escapa, las almas de los vivientes codi-ciados. Fuera la caza o cualquier otra forma de apropiacin el ansiaque acuciaba a aquellos pintores a aquella sociedad ms bien setrataba de arrancarle el alma a aquellos seres y tenerla ni viva nimuerta: viva, ms desprendida y apresada. El alma, el alma que es

    el ser para aquel que todava no ha hecho filosofa, y para el quesuea. Estar ante las pinturas de las cavernas es soar, estar soando,lo mismo que ante Las Meninas de Velzquez.

    Un sueo la pintura; un sueo simplemente no. Un sueo realizado,es decir, un sueo que ha entrado en realidad, quiz por su verdad,pues que todos los sueos no pueden, ni siquiera a travs de la pin-tura, entrar a formar parte de la realidad, de esa extraa realidad quees el arte.

    Del sueo tiene su nacimiento. Pues que la pintura ha nacido, comoes sabido, en las cavernas, en la perenne noche, a la desigual luz quees el resplandor del fuego, leve materia como la de los sueos adhe-rida a una roca desnuda, resistencia de la materia prima del planeta,su primero y perenne teln de fondo. Para albergar su nacimientofue necesario que se abriera el hueco, la entraa oscura de la tierra,o que un alto muro se alzase; una pared lisa, el fondo. No habrpintura sin l; por reducida que est la superficie, por remitida a lasuperficie que est, ser percibida siempre adherida a un muro, a unfondo, sino encerrada en una caverna. Guardada en ella, comoun secreto sorprendido o como un misterio que se deja ver.

  • 7/25/2019 El sueo de la pintura

    3/4

    //

    El sueo de la pintura

    No contradice la ntima ley de la pintura, esas pinturas descubiertasen las tumbas del antiguo Egipto, selladas, defendidas. Al contrario,hacen sentir que sean el ncleo ntimo, el corazn de la pintura. Yque el hecho adventicio sea el de pintar para que se vea, para quelo vea cualquier ojo. Lo que se debe, a esa especie de laizacin de losagrado que necesariamente ha ido dando todos los secretos, todos

    los secretos a la mirada de todos los hombres, al menos en potencia.Slo en los momentos de Aufklerung, de iluminismo o ilustra-cin, se ha pintado as, cuadros para que lleguen a todas las manos, ano importa qu manos. Y en la poca contempornea, es uno de lossignos de la efectiva democratizacin del mundo.

    Pues de este caso extremo de la pintura pura de las tumbas egipciasno se fue sin ms a la sin destinacin determinada. Tras del bre-ve momento de la Grecia de Pericles y de la helenstica, se volvia pintar para templos, para algn palacio, para alguien por algnmotivo. La pintura era un mensaje ante todo: de devocin, de amor,a veces de conocimiento. En una imagen sagrada, en un voto, un

    retrato de alguien cuyo rostro haba de quedar para siempre o el deuna persona que se haca conocer as a otra. Un cuadro era oracin,o una prenda, de amor, de esperanza, o un premio de inmortalidad,es decir: un sueo que tomaba cuerpo y realidad.

    Un sueo, un cierto tipo de sueo: un designio, un sueo mensaje-ro, o un sueo en que se cumple o se busca que se cumpla un desig-nio. Oracin, voto, prenda, promesa, empeo. La materia fluida dela esperanza y del amor, a veces tambin del simple deseo, recibidaen la firme, resistente materia de la voluntad que resiste al tiempo,del querer que traspasa el tiempo y suea, ella, a su vez, anularlo.

    Y as la pintura ser como un instante vivo, viviente de tiempo entredos sueos: aquel que nace y el otro, el de la tenaz voluntad de figu-rar, de fugarse por todos los tiempos, pasando a travs de ellos.

    Bien es verdad que esto pareca decirse en esencia de todas las artes,que todas, las de la palabra incluida, se den entre estos dos sueos ylos cumplan con el poco tiempo que consigo llevan que lo cum-plan relativamente. Mas en el arte de la pintura aparece con mayorpropiedad esta condicin, porque su contenido son fantasmas, fan-tasmas como los de los sueos. Que la pintura sea el sueo mismoque al fin se ha abierto al cauce ms adecuado a su fluir. Que haya

    encontrado el cuerpo apenas menos impalpable que el suyo, fantas-mal, para formar parte de lo real.

    Pues que los sueos, cierta esencia, necesita salvarse. Y un sueosalvado es un sueo visible, s, mas si lo es como resultado de haberentrado en el mundo de la realidad, que es el del tiempo; por habersido salvado por el tiempo. Que el tiempo es salvador.

    Joaquim Cantalozella. Forat, fotografa enblanco y negro,

  • 7/25/2019 El sueo de la pintura

    4/4