el siglo del agua

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4 El siglo del agua Amenaza de conflictos globales por los recursos hídricos La ONU advierte que para 2030 el mundo sufriría una grave escasez. Los riesgos de guerras, falta de alimentos y energía. Acuífero Guaraní, la codiciada reserva latinoamericana. S egún advierten desde hace tiempo los analistas de política internacional, más que en el petróleo, los grandes conflictos del siglo XXI tendrán su origen en la posesión y administración de las re- servas de agua dulce: un recurso natural precioso para la vida en el planeta. Y la Ar- gentina, con sus vastos recursos hídricos, se encuentra precisamente en el ojo de la tormenta. Tanto los glaciares y cuencas de ríos patagónicos, el sistema de lagos, lagunas y esteros, así como las reservas subterráneas de acuíferos como el Puel- che o el gigantesco Guaraní, configuran un claro objetivo en la estrategia de las cor- poraciones del agua y de las potencias ne- cesitadas del vital elemento. Así lo considera el sociólogo Atilio Bo- ron, director del Programa Latinoameri- cano de Educación a Distancia en Cien- cias Sociales (PLeD): «Los teóricos del Pentágono dicen que las grandes guerras del siglo XXI van a ser por el agua más que por el petróleo, porque el petróleo, tarde o temprano, se va a acabar, y la matriz energética de todas formas va a tener que cambiarse; el petróleo no es un bien in- finito. La puja hoy es por el agua: lo dicen repetidos estudios de Defensa». Si bien cerca del 70% del planeta está cubierto por agua, solo el 3% de toda esa agua es dulce. Y más: de ese pequeño por- centaje de agua dulce, cerca del 80% se encuentra en los polos o congelada en zo- nas inhóspitas de la Tierra, otro 19% son aguas subterráneas y un 0,7% forma parte de la atmósfera. Es decir que apenas un 0,3% restante son aguas dulces su- perficiales. Mucha de esa agua, a su vez, se utiliza para la agricultura y solo un por- centaje menor llega a ser potabilizada. La cuestión crítica es el modo en que se la utiliza: de su apropiada gestión de- penden actividades cruciales para la vida humana como la agricultura, la ganade- ría, la alimentación e incluso la salud de la gente; así como las industrias, la ener- gía, el medio ambiente y la paz o la gue- rra entre países. Llamado a los gobiernos Pero, ¿cuánta agua dulce hay en la Tie- rra? Se estima que en total existen en el planeta unos 35.000 millones de me- tros cúbicos de agua dulce. Según el Centro de Información del Agua del go- bierno mexicano, «el mundo dispone de unos 9.000 metros cúbicos por per- sona al año. Se calcula que para 2025 la disponibilidad global de agua dulce per cápita descenderá a 5.100 metros cúbi- cos por persona al año, pues se sumarán otros 2.000 millones de habitantes a la población mundial». En la actualidad cerca del 40% de los seres humanos su- fre escasez de agua, y para dicho año la cifra se elevará al 66%, afectando en es- pecial a los habitantes de África y Asia Occidental. De acuerdo con la Organización Mun- dial de la Salud (oMs) la cantidad adecuada de agua potable es de 50 litros por habi- tante por día, ese sería un mínimo, si se le suman otros parámetros como uso en agricultura, industria y regadíos, lo ideal serían unos 100 litros diarios. Según el or- ganismo internacional, unos 1.200 mi- llones de personas en el mundo son afec- tadas por el consumo de agua sin las de- bidas garantías sanitarias, lo cual provo- ca cerca de 30.000 muertes diarias. El pasado 22 de marzo, Día Mundial de Agua, la AcNuDH (Oficina del Alto Comi- sionado para los Derechos Humanos de la oNu) advirtió en su último informe que el mundo podría sufrir una escasez de agua del 40% en apenas 15 años si no se toman medidas extremas sobre la forma en que se usa este recurso vital. Los tres factores principales de esta crisis para el organismo internacional son: una dismi- nución de las reservas subterráneas, cam- bios en los patrones de lluvia debidos al cambio climático y el crecimiento de la po- blación mundial. Asimismo, hizo un lla- mado a los gobiernos y comunidades para revisar sus políticas relacionadas con el agua, apuntado de algún modo al modelo de privatizaciones de los recursos hídricos impulsado por los organismos fi- nancieros internacionales durante los 90, cuyo resultado fue que buena parte de la población de América Latina y otros países no desarrollados haya perdido el ac- ceso al agua como derecho universal, tal como lo establece la Observación Gene- ral N°15, en su artículo 1: «El derecho hu- mano al agua es indispensable para una vida humana digna», y lo define como «el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, física- Nota de tapa Acción 1172 Sudamérica cuenta con 29 acuíferos transfronterizos. Uno de ellos es una gigantesca reserva subterránea de agua dulce llamada Sistema Acuífero Guaraní –una de las más grandes del mundo–, que abarca una superficie de 1.190.000 kilómetros cuadrados, bajo el territorio de cuatro países: la Ar- gentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Se estima que por su gran capacidad po- dría suministrar agua a unas 6.000 mi- llones de personas durante los próxi- mos 200 años, con un consumo diario estimado de 100 litros por persona. Como en otras partes del mundo, el mayor problema con el acuífero Gua- raní es que la cantidad de agua que se bombea supera a las recargas (infil- tración de aguas de lluvia y flujos que bañan esas áreas). Hoy en día los re- cursos del Guaraní tienen cuatro des- tinos principales: el abastecimiento público y privado (70%); el suministro industrial (20%); turismo (5%) y agri- cultura y ganadería (5%), siendo Bra- sil el país que posee un mayor volumen de explotación, al que le siguen Para- guay, Uruguay y la Argentina. En el ám- bito del Mercosur, los cuatro países acordaron dejar en claro la titularidad soberana sobre este recurso mediante el Proyecto de Declaración de Princi- pios Básicos y Líneas de Acción para el Sistema Acuífero Guaraní, adoptado en junio de 2004, el cual estipula: «El sistema Acuífero Guaraní es un re- curso hídrico transfronterizo que in- tegra el respectivo dominio territo- rial soberano de la Argentina, Brasil, Pa- raguay y Uruguay, en tanto que únicos titulares de dicho recurso». Sin em- bargo, esta iniciativa quedó en una instancia intermedia y al día de hoy se encuentra estancada, aunque no deja de ser importante en la medida en que dejó sentado un precedente jurí- dico internacional sobre los propieta- rios reales del recurso hídrico. Cuando el Banco Mundial financiaba los estudios sobre el acuífero varias ve- ces se intentó declararlo «Patrimonio de la humanidad», eufemismo utilizado para luego dar paso a que las corpora- ciones puedan hacer un uso privado del área y sus recursos. De todos modos, la Argentina se opuso firmemente a ello en todos los foros internacionales. ACUÍFERO GUARANÍ Propiedad y soberanía

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El siglo del aguaAmenaza de conflictos globales por los recursos hídricos

La ONU advierte que para 2030 el mundo sufriría una grave escasez. Los riesgos de guerras,falta de alimentos y energía. Acuífero Guaraní, la codiciada reserva latinoamericana.

S egún advierten desde hace tiempo losanalistas de política internacional,más que en el petróleo, los grandes

conflictos del siglo XXI tendrán su origenen la posesión y administración de las re-servas de agua dulce: un recurso naturalprecioso para la vida en el planeta. Y la Ar-gentina, con sus vastos recursos hídricos,se encuentra precisamente en el ojo de latormenta. Tanto los glaciares y cuencasde ríos patagónicos, el sistema de lagos,lagunas y esteros, así como las reservassubterráneas de acuíferos como el Puel-che o el gigantesco Guaraní, configuran unclaro objetivo en la estrategia de las cor-poraciones del agua y de las potencias ne-cesitadas del vital elemento.

Así lo considera el sociólogo Atilio Bo-ron, director del Programa Latinoameri-cano de Educación a Distancia en Cien-cias Sociales (PLeD): «Los teóricos del

Pentágono dicen que las grandes guerrasdel siglo XXI van a ser por el agua más quepor el petróleo, porque el petróleo, tardeo temprano, se va a acabar, y la matrizenergética de todas formas va a tener quecambiarse; el petróleo no es un bien in-finito. La puja hoy es por el agua: lo dicenrepetidos estudios de Defensa».

Si bien cerca del 70% del planeta estácubierto por agua, solo el 3% de toda esaagua es dulce. Y más: de ese pequeño por-centaje de agua dulce, cerca del 80% seencuentra en los polos o congelada en zo-nas inhóspitas de la Tierra, otro 19%son aguas subterráneas y un 0,7% formaparte de la atmósfera. Es decir que apenasun 0,3% restante son aguas dulces su-perficiales. Mucha de esa agua, a su vez,se utiliza para la agricultura y solo un por-centaje menor llega a ser potabilizada.

La cuestión crítica es el modo en que

se la utiliza: de su apropiada gestión de-penden actividades cruciales para la vidahumana como la agricultura, la ganade-ría, la alimentación e incluso la salud dela gente; así como las industrias, la ener-gía, el medio ambiente y la paz o la gue-rra entre países.

Llamado a los gobiernosPero, ¿cuánta agua dulce hay en la Tie-rra? Se estima que en total existen en elplaneta unos 35.000 millones de me-tros cúbicos de agua dulce. Según elCentro de Información del Agua del go-bierno mexicano, «el mundo disponede unos 9.000 metros cúbicos por per-sona al año. Se calcula que para 2025 ladisponibilidad global de agua dulce percápita descenderá a 5.100 metros cúbi-cos por persona al año, pues se sumaránotros 2.000 millones de habitantes a la

población mundial». En la actualidadcerca del 40% de los seres humanos su-fre escasez de agua, y para dicho año lacifra se elevará al 66%, afectando en es-pecial a los habitantes de África y AsiaOccidental.

De acuerdo con la Organización Mun-dial de la Salud (oMs) la cantidad adecuadade agua potable es de 50 litros por habi-tante por día, ese sería un mínimo, si sele suman otros parámetros como uso enagricultura, industria y regadíos, lo idealserían unos 100 litros diarios. Según el or-ganismo internacional, unos 1.200 mi-llones de personas en el mundo son afec-tadas por el consumo de agua sin las de-bidas garantías sanitarias, lo cual provo-ca cerca de 30.000 muertes diarias.

El pasado 22 de marzo, Día Mundial deAgua, la AcNuDH (Oficina del Alto Comi-sionado para los Derechos Humanos dela oNu) advirtió en su último informe queel mundo podría sufrir una escasez deagua del 40% en apenas 15 años si no setoman medidas extremas sobre la formaen que se usa este recurso vital. Los tresfactores principales de esta crisis para elorganismo internacional son: una dismi-nución de las reservas subterráneas, cam-bios en los patrones de lluvia debidos alcambio climático y el crecimiento de la po-blación mundial. Asimismo, hizo un lla-mado a los gobiernos y comunidadespara revisar sus políticas relacionadascon el agua, apuntado de algún modo almodelo de privatizaciones de los recursoshídricos impulsado por los organismos fi-nancieros internacionales durante los90, cuyo resultado fue que buena parte dela población de América Latina y otrospaíses no desarrollados haya perdido el ac-ceso al agua como derecho universal, talcomo lo establece la Observación Gene-ral N°15, en su artículo 1: «El derecho hu-mano al agua es indispensable para unavida humana digna», y lo define como «elderecho de cada uno a disponer de aguasuficiente, saludable, aceptable, física-

Nota de tapa Acción 1172

Sudamérica cuenta con 29 acuíferostransfronterizos. Uno de ellos es unagigantesca reserva subterránea deagua dulce llamada Sistema AcuíferoGuaraní –una de las más grandes delmundo–, que abarca una superficie de1.190.000 kilómetros cuadrados, bajoel territorio de cuatro países: la Ar-gentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Seestima que por su gran capacidad po-dría suministrar agua a unas 6.000 mi-llones de personas durante los próxi-mos 200 años, con un consumo diarioestimado de 100 litros por persona. Como en otras partes del mundo, elmayor problema con el acuífero Gua-raní es que la cantidad de agua que sebombea supera a las recargas (infil-tración de aguas de lluvia y flujos que

bañan esas áreas). Hoy en día los re-cursos del Guaraní tienen cuatro des-tinos principales: el abastecimientopúblico y privado (70%); el suministroindustrial (20%); turismo (5%) y agri-cultura y ganadería (5%), siendo Bra-sil el país que posee un mayor volumende explotación, al que le siguen Para-guay, Uruguay y la Argentina. En el ám-bito del Mercosur, los cuatro paísesacordaron dejar en claro la titularidadsoberana sobre este recurso medianteel Proyecto de Declaración de Princi-pios Básicos y Líneas de Acción para elSistema Acuífero Guaraní, adoptado enjunio de 2004, el cual estipula: «Elsistema Acuífero Guaraní es un re-curso hídrico transfronterizo que in-tegra el respectivo dominio territo-

rial soberano de la Argentina, Brasil, Pa-raguay y Uruguay, en tanto que únicostitulares de dicho recurso». Sin em-bargo, esta iniciativa quedó en unainstancia intermedia y al día de hoy seencuentra estancada, aunque no dejade ser importante en la medida enque dejó sentado un precedente jurí-dico internacional sobre los propieta-rios reales del recurso hídrico. Cuando el Banco Mundial financiabalos estudios sobre el acuífero varias ve-ces se intentó declararlo «Patrimonio dela humanidad», eufemismo utilizadopara luego dar paso a que las corpora-ciones puedan hacer un uso privado delárea y sus recursos. De todos modos, laArgentina se opuso firmemente a elloen todos los foros internacionales.

ACUÍFERO GUARANÍ

Propiedad y soberanía

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mente accesible y asequible para su usopersonal y doméstico».

Precisamente, la discusión que seviene dando desde hace ya varias déca-das es si el agua debe considerarse un biensocial o una mercancía susceptible de sercomercializada como cualquier produc-to y accesible solo para quienes puedanpagar altas tarifas por ella o por los ser-vicios derivados. Las grandes corpora-ciones internacionales que comerciancon el agua envasada son los principalesfactores de poder para presionar a los go-biernos para privatizar sus servicios.Como declaró descaradamente en 2005el entonces ceo de Nestlé, el austríaco Pe-ter Brabeck-Letmathe, en el documentalWe Feed the World (Nosotros alimentamosal mundo), del también austríaco direc-tor Erwin Wagenhofer: «Hay dos opcio-nes diferentes en el tema. La primera, quecreo que es extrema, representada por lasoNG que hablan repetitivamente sobre elagua como un derecho público. Eso sig-nifica que como ser humano tienes el de-recho de tener agua. El otro punto de vis-ta es el de ver al agua como un produc-to alimenticio como cualquier otro, ycomo producto alimenticio debería tenerun valor comercial. Personalmente creoque lo mejor es darles un precio a los pro-ductos alimenticios, así todos somosconscientes de que tienen su precio, yluego uno debe tomar medidas especí-ficas para esa parte de la población queno tiene acceso al agua, y ahí hay muchasposibilidades diferentes». A fines de2014 –ya como presidente del Consejo deAdministración de Nestlé– volvió a in-sistir con su prédica de que el agua debeser tratada como un producto comercial:«Cuanta más agua consumas, mayordebe ser el precio».

Los unos y los otrosPese a todo, el agua dulce que existe aúnen el mundo no es poca. Sí es verdad queen algunas zonas del globo falta más queen otras –principalmente en África yOriente Medio–, pero uno de los mayoresproblemas es que no todas las personasacceden a las fuentes de agua potable enun mismo plano de igualdad, ya que estodepende en buena medida del sector so-cial al que se pertenezca.

El informe de la oNu señala que «haysuficiente agua para satisfacer las nece-sidades cubiertas por el derecho al aguaen prácticamente todos los países delmundo; se trata sobre todo de una cues-tión de distribución equitativa. En pro-medio, el consumo global de agua en loshogares representa menos de un 10% deluso total de agua, mientras que la indus-tria y la agricultura son los mayores usua-rios». En lo que hace al consumo, los paísesque más agua utilizan son Estados Unidos,

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ÁFRICA. El continente más castigado: sus pobladores, en especial las mujeres, deben recorrer kilómetros en busca del líquido vital.

REX

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China e India, cuya sumatoria de consu-mos equivale al 38% de los recursos hí-dricos del mundo. El cuarto es Brasil.

Por su parte, el secretario general de laoNu, Ban Ki-Moon, declaró en un mensajeque hizo público el 22 de marzo: «A pesarde los progresos registrados en el marcode los Objetivos de Desarrollo del Milenio(oDM) de la oNu, aprobados en 2000, al-rededor de 750 millones de personas –másde 1 de cada 10 habitantes del mundo– si-guen sin tener acceso a mejores fuentesde abastecimiento de agua. La falta deagua afecta, en particular, a las mujeres ylos niños, ya que no solo pone en peligrosu salud, sino que, además, obliga a per-der una cantidad considerable de horas enla improductiva, y a veces peligrosa, tareade recoger agua».

Según la oNu hay en el mundo cercade 300 crisis y conflictos, de mayor o me-nor intensidad, a causa del agua. En

una síntesis muy ajustada se puedenseñalar los 8 más importantes:• Por siglos, Turquía, Irak y Siria han te-nido diversas controversias en torno de losríos Tigris y Éufrates, cuyas cuencas vie-nen perdiendo agua subterránea desdehace décadas. Uno de los embalses másgrandes del mundo pertenece a Turquía,la presa de Ataturk, que provoca unadisminución considerable en el caudal deagua de sus vecinos.• En el continente africano se libran va-rias disputas por el líquido vital. Uno delos focos se encuentra en la represa deAkosombo, que creó con aguas del río Vol-ta el lago artificial más grande del mun-do. También se han declarado guerras acausa del agua del río Níger en Mali y enNigeria. Pero la joya que todos se dispu-tan es el río más grande del continente: elNilo, donde existen dos grandes presas, laBaja y la Alta, que en buena medida Egip-

GUEZ

/AFP

/DAC

HAR

Y

Es profesora de historia y secretariadel ceMIDA (Centro de Militares para laDemocracia Argentina). Su libro Lasguerras del agua –resultado de 5 añosde investigación, ya por su tercera edi-ción– es referencia ineludible si se quie-re profundizar en esta cuestión quetrasciende fronteras y clases sociales. –¿Todavía considerás, como lo hacíasen la primera edición de tu libro haceunos años, que la del agua será la ba-talla crucial del siglo XXI?–Sí. El último informe –el quinto– delPanel Intergubernamental sobre elCambio Climático, dado a conocer a fi-nes de 2014, sigue marcando la pro-blemática con respecto al agua. Tambiénlos de la oNu y la FAo resaltan los pro-blemas de escasez por contaminación.Todos los informes actualizados a2014/2015, de todos los organismosinternacionales y de los organismosfinanciero-económicos internacionales

y documentos elaborados por el Pen-tágono o el Departamento de Defensade ee.uu. soncoincidentes: están plan-teando un siglo de conflictos por la po-sesión de agua dulce. En realidad el con-flicto no va a ser por las aguas superfi-ciales sino por las aguas subterráneas. –¿Por qué las subterráneas?–Digamos que si bien el agua superficiales muy importante y está seriamenteafectada por el cambio climático y lascuestiones de contaminación produci-das por desarrollos agrícolas e indus-triales que han sido llevados a cabo sintener en cuenta ni el cuidado del aguani el del ambiente, lo más codiciado sonlos acuíferos, esos grandes reservoriosde agua subterránea. Pero no solamen-te el agua, porque… ¿qué aparece vin-culado con el agua? La tierra, la tierra fér-til para la producción de alimentos.También los bosques, las selvas y las flo-ras regionales, ¿por qué? Porque el 80%de los medicamentos que se producenen el mundo se elaboran en base aplantas, a lo cual se suman conflictos porminerales estratégicos para diversasindustrias, incluidas la náutica, la es-pacial y la militar. Se podrían sumar loshidrocarburos. Es decir, la humanidadno ha prescindido y no va a prescindirni del petróleo, ni del gas tampoco.–Es decir que la posesión del aguase vincula con el poder económicoy militar.–Todos estos factores generan un con-junto. Cuando uno ve todos los informes

del Departamento de Estado, del Pen-tágono y del Departamento de Defensa,informes que están dados desde el mis-mo seno de la oTAN y la Unión Europea,podemos entender a qué nos estamosenfrentando en el mundo. Es lo que hoyse juega en Venezuela, Argentina, Bra-sil; vemos cómo tratan de socavar a Bo-livia, a Ecuador. Eso me hace pensar queno vamos a ver una disminución de losconflictos, sino que se van a agudizar. –Además de la lucha por las reservasestá también la discusión del aguacomo derecho humano y la presiónpor privatizar su consumo. –Sí, porque hasta fines de la década del80 nunca tuvimos un documento oalgo elaborado por Naciones Unidasque nos dijera que el agua es un derecho,porque estaba considerada tácitamen-te un derecho humano que era objeto depolíticas de servicio público, adminis-trado por un Estado nacional, provincial,una municipalidad o una cooperativa deusuarios. Y, a partir de los primerosaños de la década del 90, de la mano delBanco Mundial, del FMI y de estas cor-poraciones trasnacionales dedicadas alcomercio del agua, a la privatización,como Vivendi, Ondeo/Suez y otras, tra-tan de imponer el concepto del aguacomo mercancía, algo sujeto a las leyesde oferta y demanda del mercado, al cualsi tengo dinero accedo y si no me mue-ro de sed o tomo agua contaminada yquien sea me ayude a sobrevivir. Esto eslo que se impone, esta es la raíz de to-

dos los foros mundiales del agua que seproducen cada dos años y que el último,el sexto, acaba de llevarse a cabo en Seúl,Corea del Sur. En estos foros –que los or-ganizan ellos mismos pero en los cua-les también intervienen Naciones Uni-das, ciencias gubernamentales de lospaíses más desarrollados– se debate laproblemática del agua y su gestión, loque llaman gobernanza del agua, perodesde el punto de vista no del agua comoderecho humano sino como mercancía. –Parece que una simple resolución nobasta para frenar este embate.–Lo que pasa es que en el año 2002, através de la Observación N° 15, Nacio-nes Unidas empieza a reconocer alagua como derecho humano, a propo-ner que los Estados –si han privatizadoel servicio– tienen que controlar a lascorporaciones. Se empieza a sentarprecedente. Culmina en octubre de2010 con la resolución donde se reco-noce al agua y al saneamiento como de-rechos humanos y como tales están li-gados con la salud y la vida. Pero a pe-sar de eso la presión por seguir consi-derándola como una mercancía, paraque el servicio sea privatizado en favorde estas corporaciones no ha dismi-nuido, al contrario, se ha acrecentado.La oNu también tiene contradiccio-nes, reconoce por un lado el daño queha producido este tema de las privati-zaciones, pero por otro uno lee en al-gunos informes que sugieren que habríaque privatizar para mejorar el servicio.

ELSA BRUZZONE

Un derecho humano

ISRAEL Y PALESTINA. Desde 1967 existen conflictos por los recursos del río Jordán.

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to monopoliza, perjudicando a sus veci-nos. Si bien Egipto llegó a varios acuerdoscon Sudán y se construyeron en conjun-to varios canales, siempre surge alguna ra-zón para una nueva disputa. A su vez, losdos países terminan relegando a las na-ciones en las que el río comienza su cur-so, como Etiopía.• En tanto, en China, los tres grandes ríosque alimentan la región sur –como elYangtsé– están altamente contaminadospor la creciente industrialización del país.La tierra se está secando al tiempo que lademanda de agua aumenta constante-mente debido a lo populoso de las ciu-dades, la agricultura y la industria. En losúltimos cinco años las reservas de aguasubterránea han disminuido a un pro-medio de 1,5 metro por año. • En la India el río Kaveri es objeto de li-tigios entre varios estados, especial-mente los de Tamil Nadu y Karnataka,

donde se han producido violentos en-frentamientos por los regadíos desdemediados del siglo XIX. También se hangenerado disputas por los recursos hí-dricos de los ríos Yamuna, Sutlej, Nar-manda, Mahanadi, Krishan e incluso elsagrado Ganges, en cuyas aguas alta-mente contaminadas –por las que flotanhacia el delta todo tipo de desperdiciose incluso cadáveres– se bañan a diariomillones de personas. • Uno de los focos de conflicto más im-portantes por el agua en el mundo –en-marcado en otro conflicto mayor por losterritorios de la Franja de Gaza y Cisjor-dania– es el que mantienen Israel y el Es-tado de Palestina y que se remonta, al me-nos, a 1967, después de que Israel invadiódichos territorios y declaró de su propie-dad todos los recursos hídricos de lazona. Debido a que se trata de una regióncon precipitaciones escasas, Israel se ve en

la necesidad de controlar los acuíferos ylas fuentes que alimentan el río Jordán ytambién los recursos de los ríos Yarmuky Litani. Cerca de la mitad del agua utili-zada por los ciudadanos israelíes provie-ne de sus países vecinos. Los israelíes queviven en Gaza reciben una subvención delEstado en el pago por el agua potable:mientras un palestino paga 1,2 dólar pormetro cúbico, un colono israelí solo abo-na 10 centavos de dólar. • En Latinoamérica no existen grandesconflictos limítrofes por el agua, aunquesí hay pugnas internas debido a los pro-blemas que han ocasionado las políticasde privatización de recursos hídricos im-plementadas a partir de la década del 80,que se extendieron hasta finalizados los90. Tal como ocurrió en Bolivia, con la re-vuelta popular que se conoció como «laguerra del agua», en el año 2000. Al díade hoy en naciones como Perú o Chile es-

tas políticas excluyentes aún perduran.Sin embargo, aunque no haya provocadograndes diferencias entre naciones lati-noamericanas, muchos analistas coinci-den en que es el acuífero Guaraní –una co-losal reserva de agua subterránea que ocu-pa grandes superficies de la Argentina,Brasil, Paraguay y Uruguay– el que está enla mira de las grandes potencias, espe-cialmente la del hemisferio norte (ver Pro-piedad y soberanía).

En la mira de las potenciasLos crecientes problemas con el agua enee.uu. han llevado a la primera potenciamundial a volver sus ojos hacia las re-servas acuíferas de Latinoamérica y delÁfrica. A mediados de marzo, un cientí-fico de la NAsA advirtió a las autoridadesestadounidenses que el estado de Cali-fornia podría agotar sus reservas de aguapotable en el plazo de un año. En tanto unpaleoclimatólogo de la Universidad de Ca-lifornia en Berkeley advirtió que ese estadodebía prepararse para una «megasequía»que podría durar 200 años o más. Es de-cir, 38 millones de californianos deses-perados por agua potable.

Un informe que la cIA le hizo llegar aBarack Obama apenas asumió su segun-do mandato –Global Trends 2030. Alter-native Worlds (Tendencias mundiales2030: mundos posibles)–, indica que«uno de los recursos que más acelerada-mente se está agotando es el agua dulce.En 2030, el 60% de la población mundialtendrá problemas de abastecimiento deagua, dando lugar a la aparición de “con-flictos hídricos”».

«Aunque lo niegan, en Paraguay losestadounidenses tienen dos bases des-de hace mucho tiempo –dice Boron–: laMariscal Estigarribia y la base PedroJuan Caballero. Y puede haber otras,porque lo que estamos descubriendoahora es que hay presencia militar nor-teamericana en bases no declaradas enotros países de América Latina». Segúnel director del PLeD, «hay todo un terre-no en el que habrá que avanzar para sa-ber qué es lo que está pasando real-mente. Pero sí, hay bases –con el pretextode la preocupación americana de frenarel terrorismo en la Triple Frontera– y nopor casualidad están en una zona de unimportante recurso acuífero como elGuaraní, un lugar estratégico». La Ar-gentina es uno de los países privilegiadosque cuenta con esta importante reservade agua dulce, un tesoro codiciado por lasgrandes potencias, siempre ávidas de losrecursos naturales ajenos. De las alianzasy acuerdos que sostengan los países de laregión involucrados, depende el futuro demillones de latinoamericanos.

Marcelo Torres

BAN KI-MOON. «750 millones de personassiguen sin adecuado acceso al agua.»

BORON. «No por casualidad hay tropasde ee.uu. en la Triple Frontera.»

BRABECK-LETMATHE. «Cuanto mayor seael consumo, mayor debe ser el precio.»

ARGENTINA. El acuífero Guaraní, gran reserva subterránea, alimenta ríos y esteros.

JORG

E AL

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