el self (sí mismo) y el mundo objetal (ocr)

Upload: juanortiz44

Post on 05-Jul-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    1/261

    • . • 1 .

    1

    .

    _ .

    ·-·

    I

    .,

    -   .

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    2/261

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    3/261

    EDITH JACOBSON 1\1 D.

    ,

    EL SELF

    SI

    MI_SMO)

    L

    MUN O

    OBJETAL

    fl

    TRADUCIDO POR LOS DOCTORES

    LÁZARO

    KRAKOV

    y

    HÉCTOR ALBERTO KRAKOV

    EDITÚRIAL

    3

    BETA

    Tacuarí 237

    BUENOS AIRES

    969

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    4/261

    Título de o

    ed1:cwn

    original

    THE

    SELF

    ND

    THE OBJET WORLD

    lntemational Universities Press /ne. New York

    N

    Y

    Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723

    ©

    1969 by EDITORIAL

    BETA

    s.R.L. - Tacuarí 237 6í P - Buenos Aires

    IMPRESO EN L RGENTIN

    PRINTED

    IN RGENTIN

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    5/261

      ontenido

    PRÓLOGO • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • . • • • • 7

    NOTA

    DE LA AUTORA • • • • • • • • • • . . . • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 9

    INTRODUCCIÓN •• · • • • • • . . • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 11

    l

    2

    3.

    4

    5

    PRIMERA pARTE

    Etapas infantil temprana

    preedípica y edípica

    Narcisismo masoquismo y los conceptos del self y repre-

    sentaciones del self . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

    Reseña de la reciente literatura sobre

    el

    problema de iden-

    tidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    37

    Las fusiones entre el self y las imágenes objetales y los

    tipos primarios de identificaciones • . . . . . . . . . . . . . . . • . . 47

    El descubrimiento del niño de su identidad y su avance

    hacia relaciones objetales e identificaciones selectivas . . . • 63

    El

    encuentro del niño de su identidad sexual y la construc·

    ción de su . yo • • • • • • • • . • • • . . . • • . . . • • . . • . . . . . . • • • . . • 83

    SECUNDA

    p

    ARTE .: 'h·

    Formación del s u ~ r y ó y el ~ r i o o

    de

    / ate;n.cia

    6. Estadios preliminares en el desarrollo del superyó 101

    7. La idealización de los objetos de amor

    la

    formación del

    ideal del yo y

    l

    desarrollo de las identificaciones del su·

    r..eryó . . . . • • • . . . . • • . • • . . • . • • • • . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . ·121

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    6/261

     . ·

    CONTENIDO

    8. Organización e integración de los diferentes componentes

    del superyó en un sistema funcional con :Jlidado . . . . . . 131

    9. Etapas del desarrollo del niño en el período de latencia

    la relación

    entre

    los conflictos de culpa vergüenza e

    in-

    ferioridad

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147

    TERCER

    P RTE

    a

    pubertad

    y

    el período de

    l

    adolescencia

    10. Cambios puberales su influencia sobre la experiencia de

    identidad las relaciones con el sexo opuesto . . . . . . . . 169

    ll . Los conflictos instintuales emocionales del adolescente

    el remodelamiento crecimiento de sus estructuras psí-

    quicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181

    12.

    La

    influencia

    de

    la solución normal

    y

    anormal del con-

    flicto adolescente sobre la formación de la identidad post

    adolescente

    el

    posterior desarrollo de la personalidad 205

    BIBLIOGR FÍ • • • •

    ÍNDICE

    DE

    UTORES

    ÍNDICE

    N LÍTICO

    227

    237

    :239

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    7/261

    Prólogo

    El

    ]oumal

    of the

    American

    Psycoanalytic Association

    es

    muy afortunado al auspiciar la publicación de esta m o n o g r ~

    fía la segunda de sus Series Monográficas.

    Los estudios que

    la

    doctora J acobson realizó sobre la de-

    presión psicótica necesitaron un exámen cuidadoso de las

    relaciones del niño con el objeto de amor primario e inevita·

    blemente la llevaron

    al

    estudio de lós estadios más tempranos

    del desarrollo psíquico. Todo esto culminó en un artículo

    sumamente interesante publicado en 964 con el título de¿

    El sel y el mundo obietal. Muchas de las ideas que figuraban

    en

    esa publicación

    fueron

    luego ampliadas y elaboradas en

    trabajos subsiguientes;

    por

    lo tanto esta monografía es a la

    vez un resumen y una ampliación de esas contribuciones. Sin

    embargo no es solamente

    una

    versión más amplia

    de El sel

    y

    el mundo

    objetal

    n tampoco se limita a los

    temas

    de su i

    título. ·Por su amplitud temática ofrece un marco sistemático

    l referencia

    para

    tina psicología genética psicoanalítica que

    comprenda los tempranos estadios del desarrollo psíquico la-

    tencia adolescencia y adultez. Las espléndidas consideracio-

    nes que ella hace sobre la fase adolescente del desarrollo como

    también la del papel que desempeñan el yo y el superyó en

    el sentimiento de culpa y vergüenza son importantes contribu-

    ciones para el entendimiento de estos complicados problemas.

    Las

    disquisiciones de

    la

    doctora Jacobson sobre

    las

    metas

    del yo el ideal del yo de los precursores del superyó y de

    los factores que eventualmente llevan a

    la

    formación de esta

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    8/261

    /

    PRóLO O

    estructura psíquica exclusiva del hombre son sumamente es-

    clarecedoras. De esta manera enfatiza la influencia que la

    maduración del yo tiene sobre el desarrollo del superyó lla

    mando la atención sobre el interjuego recíproco de las fuerzas

    intervinientes en la formación de estructuras psíquicas particu

    lares. La autora tiene muy en cuenta esta interacción así

    como los aspectos multidimensionales y la continuidad genética

    de la vida psíquica. Demuestra repetidamente que ningún

    hecho deja de ser influenciado por otro durante el desarrollo

    de la vida psíquica y que todos ellos deben ser integrados.

    De este modo no cae en

    l

    error tan común de exagerar

    la

    importancia

    de un

    solo aspecto particular del desarrollo.

    Cuando discute los diferentes períodos del desarrollo psico

    sexual la autora examina revé y amplía muchos de los temas

    polémicos tales omo los conceptos de identidad oralidad

    infantil y narcisismo. Las diferencias entre yo self y repre

    sentaciones del self son explicadas con especial claridad. Los

    conceptos de energía de impulso indiferenciada el yo-ello

    indiferenciado su emergencia gradual en

    una

    estructura psí

    quica funcionante están incorporados en un esquema concep

    tual que ilumina nuestro entendimiento de varios de los oscuros

    fenómenos clínicos. Las numerosas formulaciones teóricas es

    tán firmemente enraizadas en una rica experiencia clínica. En

    desacuerdo con otros investigadores

    de

    este campo ofrece otros

    puntos de vista. Los que hemos tenido la fortuna de leer el

    manuscrito fuimos impresionados por la riqueza de ideas de

    esta monografía que creemos será

    releída

    y estudiada con

    frecuencia para poder apreciar en forma total su contenido.

    Los

    EDITORES

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    9/261

      ota

    de

    la autora

    Quisiera expresar mi más caluroso agradecimiento

    al

    doc·

    tor John Frosch y a la Editorial Board por impulsarme a

    escribir este libro. Le estoy especialmente agradecida al doc·

    tor Max Schur

    p r

    su estudio de este volumen y por

    la

    valio·

    sísima discusión que del mismo hicimos. También quisiera

    extender mi sincero agradecimiento al doctor Nathaniel Ross

    y a la señora Lottie Newman por su inestimable asistencia

    editorial y a las señoritas

    Paula

    Cross y Mona

    M

    arff

    por

    su incansable trabajo

    en

    la preparación del manuscrito.

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    10/261

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    11/261

    Introducción

    En

    años recientes, los psicoanalistas han prestado creciente

    atención

    al

    fascinante problema de

    la

    identidad.

    Por

    supuesto,

    una fructífera discusión de este problema presupone definir

    en forma precisa términos tales como self, yo, identidad e

    identidad del yo, indispensables para un acceso analítico pro-

    vechoso a este tema y muchos otros relacionados con el mismo.

    A

    pesar

    de que Hartman (1950) introdujo y definio.cuidado-

    samente los conceptos del yo, self y representaciones del self,

    no existe una definición psicoanalítica generalmente aceptada

    del concepto de identidad. En efecto, los autores que han

    explorado recientemente este tema les -dan un significado ..algo

    diferente a estos términos y, en consecuencia, llegan a conclu-

    siones al parecer distintas.

    1

    En

    el contexto de varios estudios publicados durante la

    década pasada (1953b, 1954a, 1954b, 1959), he tratado di-

    ferentes aspectos ·de

    la

    concienciación del self, identidad

    y

    ciertos trastornos del sentimiento de identidad.

    Al

    comparar mis ideas con las expresadas

    en

    recientes ar-

    tículos y libros sobre este tema, he descubierto

    las

    considerables

    diferencias de opinión que me estimularon y motivaron a am-

    pliar

    y .aeorganizar mi anterior publicación sobre

    l

    sel el

    De ~ ~ e r d o con mi conocimiento, el término identidad ha sido

    introdu-

    cido en la literatura psicoanalítica por Víctor Tausk, en

    su

    brillante

    trabajo

    sobre La Máquina de Influencia 0919).

    En

    él examina de qué forma el

    niño descubre los objetos

    y

    su

    elf;

    asegura que el hombre, en su lucha

    por la

    suh,istencia debe, a través de su vida, reconocerse

    y

    reencontrarse constante·

    mente.

    (Pág.

    22.)

    11

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    12/261

    INTRODUCCióN

    mundo objeta

    (

    l

    954a ,

    en este volumen que lleva el mismo

    título.

    En

    mi breve introducción al estudio original indiqué

    lo

    que volveré a enfatizar aquí.

    El

    interés despertado por el

    problema de

    la

    identidad se origina, probablemente, en el ma

    yor alcance que ha adquirido el psicoanálisis

    y

    en

    el

    creciente

    número de pacientes borderline y psicóticos que llegan al psi

    coanalista

    por

    ayuda. En estos pacientes podemos observar

    procesos de regresión que llevan a un grave deterioro de las

    relaciones objetales

    y

    de las funciones del

    yo y

    superyó, con

    una disolución de aquellas identificaciones esenciales, sobre

    las que se basa la e x p e r i e n c ~ : l de nuestra identidad versonal.

    El tratamiento y la supervisión de tales casos y el análisis

    de neurosis narcisísticas graves, me han convencido de que los

    problemas tratado.s en este volumen y el punto de vista desde

    el que los enfoco son muy importantes

    para

    el entendimiento

    teórico y clínico de estos pacientes. Ésta

    es

    la razón por la

    cual decidí hacer frecuentes referencias a la patología de las

    ps1cos1s

    Este volumen ofrece

    una

    revisión crítica de

    la

    reciente lite

    ratura sobre identidad,

    y

    expone las influencias mutuas que

    ejercen entre su desarrollo, las vicisitudes de las relaciones

    objetales e identificaciones

    y

    el establecimiento de los siste

    mas yo-superyó. Agrego, además, una discusión sobre la

    formación del superyó en el período infantil y del complejo

    proceso de desarrollo durante el período de la adolescencia,

    que tanta importancia tienen en

    la

    formación de

    la

    identidad

    y la regulación de la autoestima.

    a

    necesidad de

    tratar

    esos aspectos del problema, que

    me parecen de fundamental importancia para la hipótesis que

    aparece posteriormente en este volumen, me obligaron a

    dejar

    de lado muchos de los estudios teóricos

    y

    clínicos sobre el

    desarrollo infantil

    y

    del adolescente, siendo éstos también

    de importancia en los temas que trataremos. Por otro lado,

    decidí mencionar las nuevas

    y

    tan discutidas teorías

    de

    Bowl

    by, no sólo por tocar de cerca los problemas que nos preocu

    pri n en este volumen, sino porque puntualizan e pecialmente

    12

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    13/261

    INTRODUCCióN

    los malos entendidos que son en parte provocndos

    por

    nues

    tra dificultad

    para

    reestudiar y

    redefinir

    conceptos tales como

    los de oralidad y narcisismo infantil; con los conocimientos

    que poseemos actualmente de los más tempranos estadios del

    desarrollo del yo.

    Comprendo por supuesto

    que

    quizá no haya sido tan

    exitosa como hubiese deseado al querer integrar material nue

    vo con un ensayo escrito hace diez años. l releer mi

    primera

    publicación me sorprendió. el notar cómo mi razonamiento y

    mi interés

    han

    cambiado a través de estos años en forma im

    perceptible.

    Por

    eso este volumen mue3tra incongruencias

    inevitables y una lamentable falta de uniformidad. A

    pesar

    de éstos y alg4n otro defecto espero haber sido capaz de

    aclarar los puntos que creo son esenciales y aportar de este

    modo una modesta contribución para el psicoanálisis de los

    procesos normales del desarrollo durante la

    infancia ado-

    lescencia.

    3

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    14/261

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    15/261

    PRIMER P RTE

    ETAPAS INFANTIL TEMPRANA

    PREEDÍPICA Y EDÍPICA

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    16/261

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    17/261

    1

    Narcisismo masoquismo y os

    conceptos

    del sel f y representacionés

    del

    sel f

    En

    mi breve introducción a este volumen indiqué

    que

    intento escudriñar no sólo

    la

    interrelación en el desarrollo

    de las relaciones objetales, identificaciones y el sentimiento de

    identidad, sino también el interjuego entre sus vicisitudes y

    la

    estructuración del

    yo

    y del superyó. Mi investigación co-

    menzará con una revisión de nuestros conceptos psicoanalíti-

    cos sobre narcisismo y masoquismo primario y secundario.

    El

    concepto de narcisismo fue introducido

    por

    Freud

    (1914)

    en su publicación Introducción al Narcisismo . Su

    punto

    de partida

    fue el síntoma megalomaníaco en esquizo-

    frénicos

    que

    dijo:

    se ha constituido, seguramente a costa de la libido objetiva-

    da. a libido sustraída al mundo exterior ha sido ap¿rtada al yo,

    surgiendo así un estado al que podemos dar el nombre

    de

    nar-

    cisismo. (Freud concluye que) el narcisismo engendrado

    por

    el reflujo

    al

    yo de

    las

    cargas de libido del objeto, como

    un

    nar-

    cisismo secundario, basado en un narcisismo primario encubier-

    to por diversas influencias. (Pág. 32.)

    Hace también

    un

    comentario sobre

    la

    reciprocidad entre

    la

    libido del yo

    y la

    libido objetivada

    y

    contrapone el estado

    narcisístico

    del

    esquizofrénico con el desarrollo

    de

    toda

    una

    personalidad en favor de las catexias objetales en

    la

    situa-

    ción de enamoramiento.

    7

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    18/261

    ETAPAS II\FANTIL, TKMPRANA, PREED1PICA Y EDfPICA

    Freud

    funda su concepto del narcisismo

    infantil

    primario

    en btlse a los signos de actitudes megaloma1úacas en los hom·

    bres primitivos en niños:

    una hiperestimación del porfrr de sus deseos y sus actos

    psíquicos, la «omnipotencia de las ideas», una

    fe

    en las fuerzas

    mágicas de las palabras una técnica contra el mundo exterior,

    la «magia», que se nos muestra corno una aplicación consecuen-

    te de tales premisas megalómanas. (Pág. 32.)

    En

    El o el Ello (1923),

    Freud

    desarrolla aún más

    el concepto de narcisismo:

    Al principio, toda la libido se halla acumulada en el ello,

    mientras que el yo es aún débil y está en período

    de

    formación.

    El ello emplea una parte de esta libido en cargas eróticas de

    objeto, e s p ~ é s de lo cual el yo, robustecido ya, intenta apode-

    raTse de esta libido del objeto e imponerse al ello como objeto

    erótico. El narcisismo del yo es de este modo un narcisismo

    secundario, sustraído a los objetos. (Pág. 65.)

    Las ideas de Freud sobre el narcisismo primario sobre

    el desarrollo del narcisismo secundario han sido suplemen-

    tadas

    considerablemente por su teoría de las vicisitudes para-

    lelas del instinto de muerte. En Más allá del prmc1p10 del

    placer (1920) sugirió que:

    sadismo es realmente un inBtinto

    de

    muerte, que fue ex-

    pulsado del yo por el influjo de la libido narcisística; de modo

    que no aparece sino en el objeto. (Pág. 60.)

    En Esquema del psicoanálisis

    Freud

    (1940) escribió:

    Podríamos imaginarnos un estado inicial de cosas supo-

    niendo que toda la eneTgía del Eros, a la que daremos el nom-

    bre

    de , está presente en el todavía no diferenciado

    18

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    19/261

    NARCISISMO, MASOQUISMO - CONCEPTOS DEL

    SELF

    yo-ello

    1

    y sirve para neutralizaT los impulsos destructivos que

    existen simultáneamente. (No hay otro término, análogo a libi

    do,

    para

    describir la energía de los impulsos

    destructivos.)

    (Pág.

    22.)

    En

    El

    problema económico del masoquismo Freud

    (1924)

    dijo que:

    en

    determinadas circunstancias, el sadismo o instinto

    de destrucción orientado hacia el exterior o proyectado, puede

    ser vuelto hacia

    el

    interior, o sea introyectado de nuevo, Tetor

    nando así por regresión a su situación anterior. En este caso

    producirá

    el

    masoquismo secundario que se adiciona al primi

    tivo.

    (Pág. 261.)

    Freud describió entonces el masoquismo erógeno como el

    original, el primario, que nunca

    fue

    proyectado y quedó en

    el organismo ligado por

    la

    libido.

    . .

    El masoquismo primitivo pasa por todas las fases evoluti

    vas de la libido y toma de ella sus distintos aspectos psíquicos.

    (Pág. 261.)

    Freud vio que las severas tendencias masoquísticas que

    aparecen algunas veces en las neurosis y psicosis·, especial

    mente en

    la

    melancolía, reafirman

    su

    teoría de

    un

    masoquismo

    primario y podrían explicarse

    por

    ella. En

    El

    Yo y el

    Ello

    (1923),

    dice:

    en

    el superyó

    reina

    entonces

    el

    instinto de

    muerte

    que

    consigue, con frecuencia, llevar a la muerte al yo.

    (Pág.

    77.)

    ..:: En

    vista de

    lo

    que Freud propuso, parece aconsejable com

    binar

    la

    discusión de narcisismo con

    la

    de

    masoquismo. Me

    l Este concepto

    ha

    sido elaborado por

    Hartmann

    (1939),

    y por

    Hartmann,

    Kris,

    y

    Loewenstein ( 1946) .

    9

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    20/261

    /

    ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREED1PICA Y EDíPICA

    concentraré primero en el signií icado de los conceptos de

    Freud referentes a narcisismo primario masoquismo prima-

    rio. Sus formulaciones, citadas precedentemente, son sin duda,

    bastante ambiguas. Se refieren parcialmente sólo a la presen-

    cia simultánea de fuerzas libidinales agresivas en la indife-

    renciada matriz psicosomática que llamaré en lo sucesivo

    sel/ psicofisiológico primario

    2

    Pero los términos masoquis-

    mo narcisismo implican que originariamente los impulsos

    están en verdad dirigidos hacia adentro;

    por

    ejemplo, apuntan

    hacia este self primario. Esto constituye la base de la concep-

    ción de Freud sobre el instinto de muerte. La envoltura ori-

    gi 1al del self primario con fuerzas agresivas, se considera un

    peligro potencial

    para

    él, siendo resguardado por la presencia

    protectora de la libido. Creo que estos conceptos son sufi-

    cientemente c01;1fusos requieren elucidación.

    En cuanto

    al

    progreso de

    la

    organización psíquica que

    tiene

    lugar

    después de la diferenciación estructural del esta-

    blecimiento del self de las representaciones objetales, sabe-

    mos bastante bien,

    al

    menos en forma práctica, qué queremos

    decir cuando hacemos referencia de la orientación hacia el

    self de la libido la agresión. Las personas que presentan

    una conducta narcisística o masoquística sexual o social, docu-

    mentan, en forma suficientemente clara, la tendencia a sus-

    traer las catexias objetales a hacer de sí mismo los objetos

    2

    El término self , que fue introducido por Hartmann (1950), será em·

    pleado, de acuerdo con él, cuando nos refiramos a la persona total de un

    individuo, incluyendo el cuerpo y sus partes como

    la

    organización psíquica y

    sus partes. Como lo indica el título de este volumen, el self es un término

    descriptivo auxiliar que puntualiza a

    la

    persona como algo distinto del mundo

    de objetos circundantes. Para aclarar

    lo que

    quiero decir emplearé términos

    tales como self corporal , o self físico , o self psicofisiológico o self men·

    tal

    o self psíquico

    de

    una persona.

    Rapaport

    (1956), me criticó porque

    supuso que

    yo

    equiparaba al self con las representaciones del self'', un con-

    cepto metapsícológico que será descrito luego. Sin embargo, aclaré la distinción

    entre estos conceptos; pero es verdad que por razones semánticas me refería

    ocasionalmente al self o a los objetos cuando parecía

    estar

    claro que me refería

    a sus representaciones psíquicas.

    En

    este volumen pondré especial ahínco

    en

    evitar una tenninologÍa confusa. Sin embargo, esto no es siempre posible. Se

    podría recordar que

    Freud

    también se refiere a los objetos cuando realmente

    se quiere referir a sus representaciones psíquicas.

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    21/261

    NARCISISMO,

    MASOQUISMO

    -

    CONCEPTOS DEL

    SELF

    de amor, admiración y gratificación libidinosa, o de odio, des

    valorización y destruceión. Pero ¿cuál e:; el significado pre

    ciso de narcisismo y masoquismo en

    la

    organización psíquiea

    primitiva antes de que el niño descubra su propio self y el

    mundo objetal? Para obtener una respuesta debemos obvia

    mente hacer un estudio de las manifestaciones de los impul

    sos del infante y

    tratar

    de dar una descripción metapsicológica

    precisa de su estado y conducta.

    Entre los cortos períodos en que es alimentado, el infante

    está la

    mayor

    parte del tiempo durmiendo o adormecido,

    un

    estado de pasividad en el cual hay poca expresión, todavía de

    los afectos primitivos o de las funciones pereeptivas y moto

    ras. El dormir es el estado que acostumbramos designar como

    la situación narcisística verdadera.

    En la Adición Metapsicológica a

    la

    Teoría de los Sueños

    (1917a),

    Freud

    dijo:

    El dormir

    es, somáticamente, un retorno a la estancia en el

    seno materno, con todas sus características de quietud, calor

    y

    ausencia de estímulos. Muchos hombres llegan incluso a

    tomar

    durante el sueño

    la

    posición fetal. El estado psíquico del dur·

    miente se caracteriza por un retraimiento casi absoluto del

    mundo

    circundante y la cesación de todo interés hacia él.

    {Págs. 137, 138.)

    Y, luego dice:

    •'El narcisismo del estado de reposo significa la sustracción

    de

    la carga de todas las representaciones objetivas

    y

    tanto

    de

    la

    parte

    inconsciente de las mismas como de su parte precons

    ciente. (Pág. 140.)

    De acuerdo con

    la

    descripción de

    Freud

    podríamos visuali

    zar el estado psicoeconómico original, el estado que todavía

    prevalece en el dormir de la temprana infancia, su adormeci

    miento, como una situación de dispersión difusa de las fuerzas

    2 .

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    22/261

      ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREEDíPICA Y EDíPICA

    instintivas dentro de un self psicofisiológico indiferenciado.

    Pero, considerando el signif

    caclo

    de los términos narcisismo

    y masoquismo , surge una interesante pregunta: ¿,por qué vía

    se descarga

    la

    energía psíquica durante estos estados?

    Algunos autores ocasionalmente

    hablan

    de descargas tanto

    externas como internas, pero sin profundizar en lo que real-

    mente quieren significar. No conocemos todavía plenamente

    las conexiones entre los fenómenos de descarga de impulsos

    los procesos fisiológicos concomitante;; corno para entender

    el significado preciso de tales conceptos. o

    que

    sabemos, muy

    vagamente, es que

    la

    descarga hacia el exterior involucra al

    aparato

    perceptivo motor dando como resultado fenómenos

    afectomotores acciones motoras, mientras que la descarga

    hacia el interior provoca procesos fisiológicos

    que

    acarrean

    cambios funciqnales, principalmente en los órganos internos

    del cuerpo. Sin embargo, a pesar de que admitirnos la vague-

    dad de estos conceptos, es muy importante marcar las dife-

    rencias entre las descargas internas externas

    para

    entender

    la

    cualidad de los impulsos de

    la

    temprana infancia los

    precursores de la vida afectiva e ideacional.

    Aparentemente, el limitado contacto que en la temprana

    infancia se tiene con el mundo exterior y sus estímulos, man·

    tiene en el aparato psíquico, el nivel general de tensión com-

    parativamente bajo; además, las catexias de los órganos inter-

    nos son todavía probablemente preponderantes en relación con

    los de la periferia, p. e., el aparato perceptivo, en particular

    el motor. De esta manera, una continua descarga silenciosa

    de pequeñas cantidades de energía psíquica

    puede

    ocurrir du-

    rante

    los períodos que transcurren entre las comidas, a través

    de canales fisiológicos internos .

    3

    Por

    lo tanto, la condición psicoeconómica el tipo de des-

    carga

    característica del infante durmiente o adormecido, y del

    3 Por supuesto,

    el

    importante

    trabajo

    de Fisher y

    sus

    colaboradores (1954,

    1957,

    1959),

    y

    otros investigadores sobre la actividad

    psíquica durante

    el

    sueño

    requerirá eventualmente

    una

    cuidado ª reformulación del estado psicofisiológico

    y psicoeconómico del niño, como también del adulto, durante la misma situación.

    22

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    23/261

    NARCISISMO, MASOQUISMO . CONCEPTOS DEL SELF

    dormir en general, y, evidentemente también, de los estados

    patológicos de la profunda, así

    llamada

    regresión narcisística,

    sugieren que las descargas psicológicas hacia el interior,

    por

    ejemplo, hacia el self, pueden considerarse como las formas

    más tempranas de descargas de impulsos.

    Como lo demuestran los movimientos fetales, aún antes

    del nacimiento, el feto es también capaz.de descargar energía

    pulsional a través de canales motores. Con el nacimiento, sin

    embargo, se estabkce un drástico reajuste por los cambios am-

    bientales. Los primeros signos

    de

    vida en el recién nacido

    s u

    llanto, más aún, el comportamiento característico que

    muestra antes,

    durante

    después de cada comida, en sus

    funciones excretoras- son verdaderamente manifestaciones

    primarias de procesos de descarga afectomotores premodela-

    dos, que responden a estímulos no sólo del interior, sino tam-

    bién del exterior.

    Por supuesto, el infante a

    pesar

    de obtener e s t i m ~ c i ó n y

    gratificación tanto de un

    objeto

    la

    madre--

    como de

    su

    propio cuerpo, es sólo consciente, todavía, de sensaciones pla-

    centeras o displacenteras.

    Por

    esto, podemos describir las ma-

    nifestaciones de impulsos, en general, como narcisísticas .

    Pero es importante ccmsiderar que ellas representan descargas

    de impulsos no sólo hacia el interior, sobre el self , sino que

    desde el nacimiento el infante tiene a su disposición canales de

    descarga hacia el exterior, aunque limitados, biológicamente

    predeterminados. Éstos son los que posibilitan

    las

    rescargas

    dirigidas al objeto.

    El énfasis que he puesto en diferenciar las descargas diri-

    gidas hacia el interior hacia el exterior veremos que será de

    utilidad

    para

    el estudio de las vicisitudes de los procesos

    de descarga de impulsos agresivos la libido dirigidos hacia

    el ohejto y hacia el self, y de su influencia sobre el desarrollQ_

    afectivo, ideacional

    funcion_ª1_{Ahora quisiera comentar las

    conexiones existentes entre

    la

    descarga hacia el

    interior el

    exterior, las manifestaciones instintivas afectivas de

    la

    conducta del niño.

    23

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    24/261

    ETAPAS INFANTIL, TE:\1PRANA, PREEDíPICA Y EDfPICA

    En

    el capítulo VI de

    La

    interpretación

    de

    los sueños

    (1900),

    Freud

    afirma

    lo siguiente:

    Por

    determinadas razones hemos de representarnos el desa-

    rrollo de afectos como un proceso centrífugo orientado hacia

    el organísmo interno, análogo a los procesos motores secre-

    torios de inervación. Del mismo modo que

    la

    emisión de im-

    pulrns motores hacia el mundo exterior aparece suspendida

    durante el estado de reposo, podría quedar también dificultada

    la estimulación centrífuga de afectos

    por

    el pensamiento m-

    consciente

    durante

    dicho estado. (Págs. 467,

    468.)

    La definición que

    Freud

    hizo poste1·iormente sobre afectos

    ( 1915) en El Inconsciente se relaciona de

    alguna

    manera

    con estos conceptos. Es de hacer notar que él caracteriza las

    descargas afectivas como un resultado de

    la

    alteración (in-

    terna) del cuerpo del sujeto , pero

    al

    mismo tiempo como un

    proceso centrífugo cuya liberación es impedida

    por

    el estado de

    sueño, de

    la

    misma forma como también lo está

    la

    descarga

    de los impulsos motores. A primera vista esta afirmación

    puede ser confusa o

    aun

    contradictoria. Estos conceptos se

    clarifican al darnos cuenta de que en este contexto, el término

    centrifogo

    se refiere, obviamente, a

    fuera

    del aparato men-

    tal . Abandonando el uso del término centrífugo por

    la

    posi-

    bilidad de confusión, prefiero simplificar el concepto diciendo

    que, en contraste con la

    descarga silenciosa , predominarite-

    mente psicofisiológica, del feto, del recién nacido o durante el

    sueño,

    las

    emociones del adulto se expresan no sólo por pro-

    cesos secretorios, circulatorios y respiratorios, que indican

    una

    descarga fisiológica hacia el interior, sino támbié'n por fenó-

    menos motores y las percepciones internas que nosotros llama-

    mos sentimiento;

    v.g.,

    en manifestaciones

    de

    descarga hacia

    el exterior. Podríamos suponer, por lo tanto,

    que

    la inhibición

    de los afectos durante el dormir pudiera realizarse

    por

    su re-

    transformación regresiva, parcial y temporaria, en descarga

    silenciosa o fisiológica alucinatoria visual.

    4

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    25/261

    NARCISISMO, MASOQUISMO · CONCEPTOS DEL S IS

    Podríamos volver a mis enunciados anteriores sugiriendo

    que

    la

    vida psíquica se origina en procesos fisiológicos que

    son independientes de estimulaciones sensoriales externas. Des

    de el nacimiento, sin embargo, los procesos de des.carga se

    expanden debido a

    la apertura

    de las vías de descarga, bioló

    gicamente predeterminadas, en respuesta a estímulos sensoria

    les externos.

    n

    un comienzo conducen _reacciones primitivas,

    motoras premodeladas, específicas de la especie (instintivas),

    y experiencias sensoriales placenteras y displacenteras, que no

    pueden llamarse todavía sentimientos. Estos fenómenos, evi

    dentemente,

    no

    son más que precursores genéticos de los pro

    cesos emocionales, de pensamiento y de la compleja actividad

    funcional, cuyos desarrollos sobrevienen con los comienzos

    de la formación del yo. n efecto, durante los primeros esta

    dios infantiles, la expresión predominante de la vida emocional

    y de fantasía del niño es todavía psicofisiológica , el así

    llamado lenguaje órgano afectivo que abarca, no obstante,

    no sólo los procesos silenciosos fisiológicos internos mencio

    nados anteriormente, sino también fenómenos vasomotores y

    secretorios visibles en el terreno de las funciones bucal

    y

    excretoria. Quisiera puntualizar que este lengua je órgano

    afectivo está presente, en cierta proporción, aun en la vida

    emocional de adultos normales en

    estados· de ansiedad

    y

    en

    otras manifestaciones de resomatización de afectos. (Schur,

    1955.)

    Las consideraciones precedentes tuvieron la intención de

    subrayar

    la

    correlación del estado psicoeconómico

    original

    y

    la

    más temprana forma de descarga de pulsiones dentro del

    self

    y

    los precursores psicofisiológicos de la expresión afectiva

    e ideacional del adulto. a validez de tales consideraciones es

    comprobada por las observaciones en pacientes con enferme

    dades psicosomáticas o desórdenes psicóticos, que confirman

    estas correlaciones.

    Estos dos grupos de enfermedades muestran lo que nosotros

    llamamos, aunque en forma algo imprecisa, signos de regre

    sión narcisística severa.

    n

    pacientes con enfermedades psico-

      5

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    26/261

      ETAP.A.S

    INFANTIL

    TEMPRANA PREED1PICA

    EDfPICA

    somáticas, de acuerdo con mi proposición anterior, podríamos

    hablar

    de una retransformación patológica parcial de expresio-

    nes fisiológicas, ideacionales

    y

    emocionales, en somáticas, que

    son entonces percibidas solamente corno sensaciones corporales

    dolorosas. (Schur,

    1955.)

    En la psicosis, los estados depre-

    sivos o catatónicos estuporosos parecieran ser la versión pato-

    lógica del estado de adormecimiento del infante. Existen, por

    cierto, diferencias significativas entre la economía

    y

    las cuali-

    dades pulsionales en tales estados patológicos regresivos,

    y

    las

    condiciones originales a las que se parecen. Estos trastornos

    muestran

    la

    existencia convincente de procesos destructivos,

    y

    autodestructivos, no sólo psicológicos sino también fisiológicos,

    signos que no son encontrados en el estado normal de sueño ni

    en los tempranos estadios de la niñez.

    Por

    el contrario, psico-

    lógica y fisiológicamente, el dormir tiene una función repara-

    dora, y el estadio fetal prepara el crecimiento psicofisiológico

    _qel organismo.

    Estas diferencias acentúan el malentendido que

    pudiera

    existir con el uso del término regresión narcisística

    para

    esos procesos patológicos de naturaleza tan destructiva. No

    debemos olvidar que el concepto de narcisismo precedió a la

    introducción por Freud de una teoría

    dual

    de impulsos. Este

    concepto

    y

    el término regresión narcisística se hicieron

    valer

    a pesar de no hacer referencia a los impulsos agresivos.

    4

    Por

    razones que pronto entenderemos, los intentos de Freud de

    modificar el concepto de narcisismo y relacionarlo a su nueva

    proposición, no aclaró el problema en forma satisfactoria.

    Pero

    antes de discutir de qué manera se puede adaptar

    este concepto a una teoría

    dual

    de impulsos y-a los conceptos

    estructurales, deberíamos encarar el problema de si mis con-

    sideraciones psicoeconómicas, que mencioné anteriormente, po-

    drían adherirse

    al

    concepto de masoquismo primario, v. g.,

    del

    instinto de muerte. La suposición de que estos procesos de

    4

    Por

    esto, Ahraham (1924), en su discusión sobre

    la

    depresión psicótica

    habló

    de

    un narcisismo positivo y negativo (pág. 456), en su descripción del

    amor l self y odio al self que presentan los melancólicos.

    26

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    27/261

    NARCISISMO

    MASOQUISMO - CONCEPTOS DEL SELF

    descarga psicofisiológica interna, no posibles de observación,

    que se presentan en el infante dormido o adormecido,

    puedan

    garantizar una descarga difusa, pero innocua, de pequeñas can

    tidades de energía agresiva, nos pone ante un problema cier

    tamente difícil.

    reud trata de resolverlo asumiendo q u e en los estados de

    narcisismo masoquismo primarios,

    la

    presencia del instinto

    de vida preserva la

    autodestrucción. Pero, ¿cómo puede ocu

    rrir esto? Entendernos que

    la

    fusión entre

    la

    libido

    la

    agre

    sión hacen innocuos a los impulsos destructivos. Este proceso,

    sin embargo, aparece en un estadio infantil posterior; está

    relacionado con la neutralización

    parcial

    de los impulsos.

    Podríamos preguntarnos, en consecuencia, si estos hechos

    no se

    podrían

    explicar mejor asumiendo que, al comienzo

    de>

    la vida, la energía instintiva está todavía en un estado indife

    renciado; que desde el nacimiento se transforma en dos tipos

    distintos de impulsos, con cualidades diferentes bajo

    lp

    influen

    cia de estímulos externos, del desarrollo psíquico

    y

    de la

    aper

    tura maduración progresiva de las vías para

    la

    descarga

    hacia el exterior.

    5

    Buscando

    la

    confirmación de esta hipótesis,

    me parece importante hacer notar que no es fácil discernir

    las

    características libidinales agresivas de las manifestaciones

    emocionales e instintuales del niño durante la infancia la

    niñez temprana, que fenómenos afectivos tales como ansiedad

    e ira están íntimamente relacion dos.

    Mientras que este concepto

    puede

    asemejarse a

    la

    teoría

    de

    frustración-agresión, se debe destacar que

    la

    transformación

    de

    la

    energía psicofisiológica indiferenciada

    en

    dos clases

    de

    impulsos psíquicos, cualitativamente diferentes, se consideran

    aquí psicobiológicamente predeterminadas como promovidas

    tanto

    por

    factores de maduración internos como

    por

    estímulos

    externos.

    Esta

    idea

    nos hace también

    recordar

    las interesantes acota-

    5

    Fenichel (1945, pág. 58). Esta idea no implicaría, sin embargo, que las

    cualidades del impulso estarían solo determinadas por las vías específicas de

    descarga.

    27

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    28/261

    ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREED1PICA Y ED PICA

    ciones de Freud en El Y o y el

    Ello

    (1923), por el hecho de

    que

    una cantidad de energía desplazable neutral ( indiferen-

    te)

    es capaz de

    unir

    sus fuerzas tanto con

    la

    libido

    como con

    la agresión. La importante afirmación de

    Freud

    de energía

    desexualizada, que se supone sea igualmente activa en el yo y

    en el ello pudiera ser aún más convincente si

    se

    refiriera no

    a energía desexualizada sino a energía de impulsos indiferen-

    ciados originalmente en el self primario psicofisiológico total.

    Si aceptamos esta hipótesis, debemos adaptar nuestro pensa-

    miento a los siguientes conceptos: Resumiendo

    una

    vez más, po-

    demos

    ver un

    estado psicoeconómico inicial, caracterizado

    por

    un bajo nivel de tensión y por una dispersión

    difusa

    general

    de la energía psicofisiológica todavía indiferenciada dentro

    de un self

    primario

    estructuralmente indiferenciado. Bajo la

    influencia de factores intrínsecos y de estímulos externos,

    las

    fuerzas indifereú.ciadas comenzarían entonces a

    transformarse

    en impulsos psíquicos agresivos y libidinales, de los que está

    dotado

    el

    ello. Durante el estadio fetal y también, predomi-

    nantemente,

    durante

    los más tempranos estadios infantiles,

    la

    mayor

    parte

    de esta energía indiferenciada del

    self

    primario se

    descarga

    en forma difusa en pequeñas

    cantidades

    hacia el inte-

    rior

    al comienzo, exclusivamente, a través de canales fisioló-

    gicos. Pero después del nacimiento las zonas erógenas prege-

    nitales, y, en grado creciente, la totalidad de los sistemas

    motor y sensorial, núcleo central autónomo primario

    del

    futuro yo, se

    sobrecargan

    periódicamente y comienzan a des-

    arrollarse

    los procesos

    de

    descarga

    hacia

    el exterior, pasibles

    de observación en

    la

    actividad pregenital (sexual y agresiva)

    y en reacciones

    motoras

    reflejas instintivas y afectomotoras

    primitivas, biológicamente premodeladas, fácilmente reconoci-

    bles como los precursores del sentimiento, pensamiento, y de

    las funciones motoras del yo, entre otras.

    En el

    curso de

    la

    diferenciación estructural, los impulsos agresivos y libidinales

    sufrirían

    procesos de fusión y de neutralización

    parcial.

    Estos

    impulsos neutralizados, junto con

    parte

    de los impulsos libidi-

    nales y agresivos, se incluirían en los nuevos sistemas, el yo

    28

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    29/261

    NARCISISMO,

    MASOQUISMO

    -

    CONCEPTOS

    DEL

    SELF

    y el superyó, y podrían ser utilizados

    para

    la formación de

    los procesos emocionales y del pensamiento y las funciones

    correspondientes del

    yo

    y el superyó.

    - Si estas proposiciones son valederas nos obligarían a dejar

    de lado el concepto de masoquismo primario, v g., la teoría

    del instinto de muerte de Freud. Siendo especulativos, esta

    última teoría tuvo menos aceptación que la más simple teo

    ría dual de los impulsos, que se refiere a dos impulsos

    básicos, libido y agresión. De acuerdo con mi afirmación

    de que los impulsos agresivos y libidinales se desarrollan

    de una energía de impulsos indiferenciada, en mi publicación

    anterior sobre

    El

    self y el mundo objetal ( l

    954a),

    sugería

    que también podríamos prescindir del concepto de narcisismo

    primario. En la actualidad, sin embargo, me parece todavía un

    término muy útil

    para

    el más temprano período infantil, que

    precede al

    desarrollo del self y las imágenes objetales, período

    durante el cual el infante es todavía ajeno a todo aquello que

    no

    sea sus propias experiencias de tensión y alivio,

    e

    frustra

    ción gratificación. Pero debemos tener en cuenta que este

    término no hace referencia a la diferenciación de energía es-

    tructural

    así como tampoco

    al

    establecimiento carga corres

    pondientes del self las representaciones objetales. Vamos a

    considerar

    las

    diferencias entre las condiciones durante los

    estadios del desarrollo más temprano y los de r ~ r s i ó n ( nar

    cisística) patológica severa, de acuerdo con mi hipótesis. Ten

    dríamos que distinguir, entonces, los procesos de regresión

    estructural de aquellos de regresión de energía . Esto lle-

      varía no sólo a

    la

    desneutralización de la energía psíquica del

    yo sino también a una retransformación regresiva parcial de

    las fuerzas instintivas en una energía indiferenciada primaria.

    8

    Mi proposición también explicaría el misterio por el cual

    la teoría de la fusión aefusión de los impulsos no debería

    8

    Posiblemente este proceso regresivo posterior sería el resultado transitorio

    o duradero del tratamiento con electroshock o quirúrgico de psicóticos puede

    ser responsable de sus efectos terapéuticos. Luego de tales tratamientos uno

    puede observar un periodo de completa ausencia de manifestaciones de impulsos

    tanto libidinales como agresivos.

    9

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    30/261

     

    ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREED1PICA Y EDíPICA

    tenerse en cuenta: el hecho de que la fusión de los impulsos da

    como resultado una prevalencia absoluta de los impulsos libi

    dinales, mientras que

    la

    aefusión de los mismos

    trae

    un empo·

    brecimiento libidinal

    y la

    predominancia absoluta de los impul·

    sos agresivos.

    7

    El .cambio de proporciones entre libido y

    agresión, que en procesos regresivos tan severos como la psi

    cosis pueden dejar exhaustas las fuentes libidinales del self

    o posiblemente ser su consecuencia), se entendería mucho me-

    jor si pensáramos en ténninos de estadios intermedios de re

    transformación de energía de impulsos diferenciada en energía

    de impulsos indiferenciada primordial. .

    El concepto citado anteriormente nos permitiría incluir,

    además, tensiones fisiológicas, como el hambre, dentro del

    esquema de la teoría psicoanalítica. Esto no tiene lugar, en el

    presente, en n u e ~ t r concepción de solo dos impulsos libidi-

    nal y agresivo--. El hambre, descripto en

    un

    momento por

    Freud como un impulso del yo, sería entonces otra expresión

    de tensiones de impulsos psicofisiológicos primitivos indiferen

    ciados. Si especuláramos, este concepto explicaría aún algunas

    de las proposiciones que

    Freud mencionó al describir su teoría

    del instinto de muerte y de vida. o que dije al referirme a

    las enfermedades psicmiomáticas y psicóticas se puede extender

    a procesos de envejecin:iiento

    y

    de involución física. Todos es·

    tos procesos podrían involucrar una disminución en las cate

    xias periféricas, de las funciones perceptivas

    y

    motoras, resul

    tando en un aumento de las catexias de los órganos corporales,

    con

    una

    concomitante aefusión regresiva de impulsos hasta un

    punto

    tal

    en que prevalece la energía de impulsos destructivos,

    que deben ser nuevamente descargados a través de canales fisio

    lógicos en el cuerpo.

    8

    7 En una discusión personal, hace años, llamé la atención a Fenichel sobre

    este punto.

    8 Sería

    también interesante comparar, desde este punto de vista, los dife.

    xentes grados de regresión que se presentan en enfermedades psicosomáticas

    y

    en la histeria. En . contraste con la primera, en las que existe

    una

    profunda

    hipercatexia regresiva de los órganos internos del cuerpo, en

    la

    histeria no se

    mantendrían las catexias en la periferia sino que llegarían aún a una hipercate·

    xia de los órganos motores

    y

    sensoriales en el sitio de la afección, con una

    30

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    31/261

    NARCISISMO, MASOQUISMO - CONCEPTOS DEL

    SELF

    Estarnos listos

    para

    empezar a estudiar los conceptos de

    narcisismo y masoquismo secundarios. Dije anteriormente que

    desde un punto de vista

    práctico

    conocernos el significado

    de narcisismo y masoquismo como aparecen en estadios más

    avanzados de la organización psíquica. A pesar de ello debo

    aceptar que en este caso también nuestra terminología

    con-

    ceptos teóricos están lejos de ser precisos y acordes a las ten

    dencias modernas.

    De las consideraciones anteriores entendemos

    que el

    des

    arrollo del narcisismo secundario y masoquismo secunda

    rio comienza con el primer estadio del desarrollo del yo. En

    este período se han desarrollado los impulsos libidinales y

    agresivos

    por un

    lado, y toman

    lugar

    todos sus grados de fu

    sión,

    por

    otro. Los objetos comienzan a ser distinguidos uno

    de otro y del self, y sus diferentes representaciones en el nuevo

    sistema, el yo, se dotan gradualmente de una

    duradera

    carga

    libidinal y agresiva.

    Como punto de

    partida

    para

    la

    discusión de este' período

    podría repetir

    parte

    de

    la

    cita de El Y o y el

    Ello

    (1923),

    donde Freud

    afirma: El

    ello emplea una parte de esta libido

    en cargas eróticas de objeto, después de la cual el yo, robuste

    cido

    ya,

    intenta apoderarse de esta libido del objeto e intenta

    imponerse al ello como objeto erótico. El narcisismo del yo

    es, de este modo, un narcisismo secundario sustraído a los

    objetos. (Pág. 65.) Este concepto de

    Freud

    enfatiza el he

    cho de

    que

    el desarrollo

    del

    narcisismo secundario es

    un

    com

    plejo proceso íntimamente relacionado con

    la

    diferenciación

    estructural y la constitución del sistema del yo. Sin embargo,

    si repasamos las formulaciones de Freud nos quedamos per- .

    ple os; ellos sugieren que el yo se construye y robustece sólo

    al revestido por

    la

    libido narcisística. Nuestra terminología

    habitual confirma esta

    i d e a

    Estamos acostumbrados a pensar''

    en el narcisismo secundario en términos

    de

    una

    carga

    del yo

    retransformación parcial

    de

    una normal descarga motora, afectiva e ideacional,

    en proceS Os de descarga fisiológicos

    y

    afectomotores primitivos que encuentran

    expresión en los síntomas de conversión histérica.

    31

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    32/261

      ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREED1PICA Y ED1PICA

    con libido narcisística, y en general describimos las gratifica-

    ciones obtenidas por las actividades del yo, simplemente como

    gratificaciones narcisísticas .

    Es sin duda el ello la fuente de donde emergen todos los

    impulsos libidinales y agresivos dirigidos al objeto. Uno de

    los logros más importantes del desarrollo infantil,

    es

    sin duda

    también, la formación de representaciones objetales estables

    y el establecimiento de cargas libidinales objetales duraderas

    en el sistema yoico.

    9

    Veremos que el dilema es eminentemente

    el resultado de una confusión en la terminología. · Se refieren

    al

    ambiguo uso del término yo;

    v

    g., la falta de distinción

    entre el yo, que representa un sistema mental estructural, el

    self, que definí anteriormente, y las representaciones del self.

    Hartmann ( 1950 , llamó la atención sobre este punto y sugirió

    el uso del último término (análogo a las representaciones obje-

    tales) para las representaciones endopsíquicas conscientes, pre-

    conscientes e inconscientes del self mental y corporal en el

    sistema yoico.

    Yo

    trabajé sobre este concepto

    por

    muchos años,

    porque me pareció indispensable

    para

    el estudio de los tras·

    tornos que presentan los psicóticos.

    El

    significado de los conceptos de self y representaciones

    del self, como distintos del concepto de yo, se aclara cuando

    recordamos que el establecimiento del sistema yoico se realiza

    con el descubrimiento del mundo objetal

    y

    la creciente distin-

    ción entre éste

    y

    el propio self mental y físico. De los crecien-

    tes recuerdos de experiencias placenteras y displacenteras ins-

    tintuales, funcionales, emocionales e ideacionales junto con las

    percepciones con las que están asociadas, emergen las imágenes

    de los objetos de amor, así como también aquellas del self psí-

    quico

    y

    físico. Vagas

    y

    variables al comienzo, gradualmente

    se expanden y desarrollan hacia representaciones endopsíqui-

    cas, más o menos reales, y consistentes, del mundo objetal y

    del self.

    9

    n

    concordancia, en Inhibición, Síntoma

    y

    Angustia (1926), Freud

    mismo se refiere a la impotencia sexual como .la .inhibición

    de

    una función

    del

    yo.

    32

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    33/261

    NARCISISMO, MASOQUISMO · CONCEPTOS DEL SELF

    Podemos entender ahora por qué el intento de Freud, de

    asociar el concepto de narcisismo a su nuevo concepto estruc

    tural

    no tuvo mucho éxito. El narcisismo y masoquismo secun

    darios no son idénticos a

    la

    dotación libidinal agresiva del

    sistema yoico; s la representación mental del self, constituida

    en el curso de la formación del yo,

    la

    que se carga con libido

    agresión y

    s

    transforma en objetos de

    amor

    y odio.

    10

    Definamos ahora el concepto de representaciones del self

    en forma más precisa describamos el desarrollo genético de

    estas formaciones psíquicas.

    Como lo dice Fenichel (1945),

    en

    La

    Teoría Psicoanalí

    tica de

    la

    Neurosis

    la

    imagen de nuestro self se establece

    desde dos fuentes: primero, de una percepción directa de nues

    tras experiencias internas, de sensaciones, de procesos menta

    les y emocionales, de actividad funcional; segundo, de una

    autopercepción e introspección indirecta;

    por

    ejemplo de la

    percepción de nuestro self mental corporal coino un objeto.

    Desde que

    por

    razones obvias, nuestra capacidad

    para

    separar

    nos de nuestro propio self es sumamente limitada, nuestras fun

    ciones autocognitivas contribuyen sólo moderadamente a la con

    cepción del mismo: Por lo tanto, las representaciones del

    self no serán nunca estrictamente conceptuales . Como ve

    remos, s mantienen bajo la influencia de nuestras experiencias

    emocionales subjetivas

    aún

    más que las representaciones ob

    jetales.11

    Como dijimos anteriormente, el núcleo de las imágenes del

    self en la temprana infancia son los recuerdos ·de sensaciones

    placenteras y displacenteras, que bajo la influencia del auto

    erotismo

    y

    el comienzo de la actividad funcional,

    y de

    la inves-

    10

    En cuanto a las diferencias terminológicas entre el yo, el self , y las

    representaciones del self , sería de importancia recalcar que las cargas de

    im

    pulsos de estas últimas en el sistema yoico

    llevarían

    a

    una

    descarga agresiva

    o libidinal sobre

    ;:el

    'Self

    físico.o

    :mental.

    11 Los conceptos de Federn de sentimiento del yo experiencia del yo

    reafinnan este punto. Pero por razones que no

    s

    entienden él separa entera

    mente este sentimiento de

    los

    componentes conceptuales de las representaciones

    del self.

    33

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    34/261

    ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREED1PICA Y ED1PICA

    tigación traviesa que el niño realiza de su cuerpo, permiten

    su asociación a las imágenes corporales.

    En un

    principio, nuestra imagen del self, como

    la

    imagen

    objetal primitiva,

    no

    constituye una

    unidad

    firme. Emergiendo

    de sensaciones que son difícilmente distinguibles

    de

    las per-

    cepciones de la parte gratificante del objeto, es al comienzo

    fusionada y confundida con las imágenes del objeto, y está com-

    puesta de series constantemente cambiantes de imágenes del

    self que reflejan principalmente las fluctuaciones incesantes

    del estado mental primitivo.

    12

    Ampliaremos. más tarde la dis-

    cusión

    del

    desarrollo preedípico de

    las

    imágenes del self e

    imágenes objetales en conexión con los problemas de identidad

    e identificaciones.

    En este momento sería suficiente puntualizar la enorme,

    aunque perturbadora, influencia que los procesos de represión

    y negación infantiles ejercen sobre la formación de nuestras

    imágenes del self y el mundo objetal. Desde que estas imá-

    genes se originan de los recuerdos de experiencias placentras

    y displacenteras, y están sólo gradualmente entrelazadas entre

    sí corregidas por los recuerdos perceptivos que reflejan la

    realidad la eliminación de un considerable sector de recuerdos

    displacenteros por la represión infantil

    aparta

    una gran canti-

    dad de aspectos inaceptables tanto del self como del mundo

    exterior. Los defectos causados por la represión podrían re-

    llenarse

    por

    elementos de pantalla, por distorsiones o embe-

    llecimientos que pueden fabricar los elaborados mecanismos

    defensivos del yo. Además, a medida que estas fantasías repri-

    midas que han quedado cargadas en el inconsciente, encuentran

    su camino hacia la superficie, le darán

    un

    colorido de imá-

    genes infantiles pasadas a las representaciones objetales

    del self.

    a

    insistencia universal de la fantasía inconsciente, en

    12 La

    proposición de Federo de

    un

    sentimiento del yo originalmente uní·

    fonne no

    contradice lo que

    yo

    he

    expuesto anteriormente.

    Tan

    pronto como

    la

    experiencia del yo aparece, puede existir el sentimiento consciente

    dd

    self

    como

    un

    todo, a pesar de

    la

    fluidez y variedad de

    las

    imágenes del self.

    34

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    35/261

    NARCISISMO, :MASOQUISMO - Cf NCEPTOS

    DEL

    SELF

    Ja mujer de

    que

    su órgano genital está castrado, frecuente·

    mente con simultánea negación y el desarrollo de

    la

    fantasía

    ilusoria de posesión de un pene,

    sería

    el mejor ejemplo para

    demostrar hasta dónde el impacto de experiencias emocionales

    infantiles nos impiden

    la

    formación de imágenes corporales

    correctas. Esto es por demás cierto _cuando nos

    referimos

    a

    la imagen

    de nuestro self mental

    que

    surge sólo con la cre

    ciente capacidad para

    la

    concienciación del self e introspec

    ción, como por ejemplo,

    con la

    capacidad de percepción,

    discriminación

    y evaluación de nuestros

    propios

    sentimientos,

    pensamientos y actos. Éstas son funciones que se desarrollan

    más tarde

    que la

    percepción del

    self

    corporal y, a pesar de

    estar

    reforzadas por la formación del superyó, en mucha gen

    te su

    desarrollo

    es moderado. Pero la

    fijación

    inconsciente,

    también presente

    en

    hombres, de la fantasía de castración

    femenina,

    muestra nuestra

    limitada capacidad para la

    forma-

    ción de representaciones objetales

    reales. Ellas 50n

    influen

    ciadas

    por

    nuestras emociones y conflictos emocionales pa

    sados, más de lo

    que

    quisiéramos admitir. Nuevamente, esto

    es especialmente cierto para nuestros conceptos de las carac

    terísticas mentales de otros. Debemos

    considerar

    que

    nuestra

    visión del

    mundo en

    especial del animado Un.pedida

    por la

    insuficiente percepción

    humana

    permite f áciJes distorsiones

    por transferencia de imágenes infantiles hacia

    otras

    personas

    o cosas; esto es determinado parcialmente

    por

    reacciones

    emocionales subjetivas

    ante la

    conducta

    de

    otros,

    por

    un

    en

    tendimiento empático

    basado en identificaciones afectivas pri-

    mitivas, y muy frecuentemente por proyecciones.

    De

    este

    modo, podemos fácilmente entender

    la

    razón

    por

    la

    que

    sur

    gen

    tal

    multiplicidad de errores y falsificaciones.

    De

    todas maneras

    las

    imágenes

    se

    unifican organizan e

    integran hacia una

    concepción más o menos

    real del

    mundo

    objetal y

    del

    self

    con

    el desarrollo

    progresivo psicosexual

    y

    del yo, con

    la

    maduración de las habilidades físicas y

    men·

    tales de los procesos emocionales e ideacionales y de testifi

    cación

    de la realidad

    y

    también

    con

    l

    progresiva capacidad

    35

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    36/261

    ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREEDíPICA Y ED1PICA

    para la percepción autopércepción, para el juicio la

    trospección.

    Definimos por imagen real del self, aquella que refleje

    correctamente el estado las características, las potenciali·

    dades y habilidades, las posibilidades y los límites de nuestro

    self mental

    y

    corporal: por un lado, de nuestra apariencia,

    anatomía fisiología; por otro, de nu >tro yo, nuestros senti·

    mientos y pensamientos conscientes y preconscientes, deseos,

    impulsos, y aetitudes, de nuestras funciones físicas y men·

    tales de nuestra conducta. Desde que el ideal del

    yo

    y del

    superyó son parte de nuestro self mental, tal imagen debe

    también representar correctamente nuestros ideales conscien·

    tes, preconscientes y nuestra escala de valores, y la efectivi·

    dad o

    inefectividad-

    de nuestras funciones autocríticas.

    Depende del grado conque el ello, a cualquier nivel, se comu-

    nique con el yo, o encuentre acceso a él, que esté naturalmente

    representado en la imagen del self.

    Considerando que todos estos aspectos específicos tendrán

    su correspondiente representación psíquica, se desarrollará

    simultáneamente un concepto de su suma total, por ejemplo,

    la concienciación del self como uni:t entidad diferenciada pero

    ro, organizada que es distinta separada del ambiente (Kra-

    mer, 1955, pág.

    47),

    una entidad que tiene continuidad

    dirección, y, citando a Lichtenstein (1961), tiene

    la

    capaci-

    dad de mantenerse igual en medio del cambio . (Pág. 193.)

    Esta concienciación encontrará una expresión .emocional en

    la

    experiencia de identidad personal (sentimiento del self),

    cuyo origen desarrollo discutiremos en relación con las

    vicisitudes de las relaciones objetales e identificaciones.

    36

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    37/261

    2

    eseña

    de

    la

    reciente

    literatura

    sobre

    el problema

    de identidad

    El capítulo precedente, en el que nos referimos a los oríge·

    nes del seU las representaciones objetales y de la concien·

    ciación del self, implica demuestra que estoy de acuerdo

    con las definiciones dadas por Greenacre (1958) Mahler

    (1957),

    cuando describieron el desarrollo del sentido o senti-

    miento de identidad (concienciación del self,

    ~ n t i m i n t o

    del

    self) en conexión con la constitución en el niño de las imá·

    genes del self corporales mentales. Eissler (1957), por

    otra parte, toma al self como una estructura independiente

    comparable al yo, pero que se desarrolla solo en la adoles-

    cencia. Por esa razón cree que las experiencias de identidad

    tienen orígenes similares en ese momento. .Si bien no puedo

    estar de acuerdo con sus hipótesis, las observaciones en las

    que se fundan son ciertamente válidas, como veremos al

    tratar

    la adolescencia. Erikson (1956), si bien habla de la forma-

    ción de la identidad como un proceso que dura toda la vida ,

    usa el término identidad del yo similarmente para algu·

    nas

    de las adquisiciones lógicas que el individuo debe haber

    adquirido, al término de su adolescencia, de todas sus expe-

    riencias .preadultas, estando así preparado

    para

    la adultez .

    (Pág. 101.)

    Bajo

    la

    influencia de los estudios de Erikson, se

    han

    escrito recientemente dos libros sobre este tópico:

    The

    Que: t

    for

    Identity , de \\Theelis (

    1958),

    On Shame and the

    Search

    for

    Identity'', de Lynd (1958). Estos autores, corno

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    38/261

    ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREED1PICA Y ED1P1CA

    Erikson, tienen una orientación sociológica, pero la llevan

    hasta el ext emo. Mientras que Erikson describe tra:::tornos

    comunes de

    la

    identidad en

    la

    adolescencia, ellos

    hablan

    de

    la

    búsqueda de

    la

    identidad como un problema general de

    toda la presente generación, causado por los cambios socioló

    gicos de nuestro tiempo.

    Por

    lo tanto, la

    pérdida

    o graves

    trastornos de

    la

    identidad, son considerados desde un punto

    de vista menos individual y psiquiátrico y más desde un pun

    to de vista sociológico, en términos de un fenómeno grupal

    generalizado. Lynd, que se apoya. en forma excesiva en los

    trabajos de Erikson y Sullivan, simplifica considerablemente

    la situación sosteniendo que las perturbaciones en el sentimien

    to de identidad aparecen cuando una persona no puede en

    contrar en su situación social aspectos con los cuales identi

    ficarse claramente ·. (Pág. 215.) Wheelis describe igualmente

    que las perturbaciones en el sentimiento de identidad son cau

    sadas

    por

    la

    ruptura

    de los sistemas de valores

    del

    pasado y

    la resultante confusión y los problemas de superyó que padece

    la

    generación actual.

    Probablemente como resultado de su orientación socioló

    gica, estos autores, que afirman la aparición de disturbios en

    la formación de la identidad y en el sentimiento de identidad

    durante

    y después de-la adolescencia, desconocen la presencia

    de tales problemas en niños o en psicóticos, e ignoran el des

    arrollo

    infantil y los factores ontogenéticos.

    Originalmente Erikson no pasó por alto el enfoque gené

    tico, pero parece abandonarlo progresivamente. Sus estudios

    sobre identidad son localizados principalmente en los períodos

    preadolescente y adolescente. Esto se refleja en su uso de

    los términos formación de la identidad e identidad del yo.

    Comparando sus definiciones que figuran en

    Ego

    Develop

    ment

    and

    Historical Change (1946) y en The Problem

    of

    Ego Identity

    (1956),

    comparto su opinión de que el término

    identidad del yo, como él lo emplea, tiene todavía cierta

    Desde el punto de vista psicoanalítico, encuentro su diagrama de crisis

    psicosociales (1956, pág. 120) no demasiado infonnativo y al;;o confuso.

    8

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    39/261

    RECIENTE LITERATURA SOBRE IDENTIDAD

    ambigüedad . En el primero de los escritos mencionados,

    él

    lo equipara con una más

    real

    autoestima que crece hasta

    convertirse en

    una

    convicción de que el yo está aprendiendo

    los pasos efectivos hacia

    un

    futuro colectivo tangible, que se

    está transformando en

    un

    yo definido dentro de

    una

    realidad

    social . (Pág. 23.) Identidad del yo definida como la con

    cienciación de que existe una mismidad y continuidad de los

    métodos de síntesis del yo , está aquí explícitamente dife

    renciado del sentimiento de identidad personal' ', al intentar

    conducir no sólo el mero hecho de la existencia sino

    la

    cualidad yoica de esta existencia . (Pág.

    23.)

    Sin duda

    el

    término identidad del yo en este sentido se presta a un estudio

    psicosociológico que relacione identidad

    individual

    con

    identidad grupal . Pero me resulta muy difícil distinguir

    entre identidad personal e identidad del yo, más aún desde

    que Erikson relaciona esta última con

    la

    autoestima real

    el superyó individual a los sistemas de valores

    de .

    la sociedad

    en

    la

    que el individuo se forma.

    Erikson parece utilizar el término identidad del yo en un

    sentido muy amplio, demasiado amplio; lo deja hablar por

    sí mismo en varias connotaciones (1956: pág. 102f', como

    refiriéndose a nn sentido consciente de identidad individual

    o a

    una

    disputa inconsciente

    por

    una continuidad de carácter

    personal o a un criterio

    para

    el hacer silencioso de síntesis

    del yo o a el mantenimiento de una solidaridad interna con

    los ideales e identidad grupales .

    En sn trabajo sobre el desarrollo del sentimiento de iden

    tidad, Greenacre (1958) también puntualiza

    que

    es

    un

    tér

    mino flexible y funcional más que un significado absoluto .

    (Pág.

    613.)

    Ella primero describe en hermosa

    manera

    qué

    queremos significar

    por

    identidad de

    un

    objeto,

    tal

    como

    una

    casa, y más tarde define el ·sentido de identidad o concien

    ciación de ide:dtidad como un contraste comparación enfa

    tizando los parecidos básicos pero llamando especialmente l

    atención sobre las diferencias obvias . Desafortunadamente

    Erikson no hace una distinción definida entre estas dos pers-

    39

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    40/261

    ETAPAS INFANTIL, T E M P R A t ~ A PREEDlPICA Y ED1PICA

    pectivas: la identidad personal y la forma en que se desarrolla

    y puede ser objetivamente descripta, y la experiencia subjetiva

    de identidad o el esfuerzo por lograrla que sería el reflejo

    de

    la

    formación objetiva de la identidad. Esta ambigüedad

    está expresada en el párrafo de Erikson en el que trata el yo

    y el self (sus representaciones), concluyendo que

    la

    forma-

    ción de

    la

    identidad, por lo tanto, se puede decir que tiene

    aspectos del yo y aspectos del self . (1956, pág. 149.)

    Y o le doy valor a la introducción de Erikson del término

    formación de la identidad

    -refiriéndose

    a un proceso

    o -

    jetivo--

    siempre que no se aplique solamente al

    yo

    y a sus

    fuerzas sintéticas. Preferiría entender por formación de la

    identidad a un proceso que construya la habilidad de preser-

    var la organización psíquica total

    a

    pesar de su compleji-

    dad, diferenciación y creciente estructuralización- como una

    entidad altamente individualizada pero coherente, que tiene

    una dirección y continuidad en cualquier período del des-

    arrollo humano. Una normal formación de la identidad de-

    pende, indudablemente, de la efectividad de las funciones or-

    ganizadoras y de síntesis del yo; pero creo que estos procesos

    de organización son operativos en la formación de todas las

    estructuras del aparato psíquico, incluyendo: el superyó. Ade-

    más, una normal formación de la identidad parece depender

    de la habilidad con la

    cual

    la organización psíquica desarrolla

    y alcanza una autonomía secundaria óptima del yo superyó

    en su manejo de la realidad y de los impulsos, de los

    con-

    flictos intersistémicos. de las tensiones existentes entre todos

    estos sistemas.

    El

    proceso objetivo de una formación de

    la

    identidad normal está reflejado, en cualquier período del des-

    arrollo, en un normal sentimiento subjetivo de la identidad.

    Mientras que el concepto de formación de la identidad se

    localiza en la autorrealización del individuo, en la ejecución

    de sus posibilidades y su papel en la sociedad, llama especial-

    mente la atención sobre las relaciones de identidad con las

    identificaciones del

    yo

    superyó y sus vicisitudes finales du-

    rante y después de la adolescencia. a mayoría de los autores

    40

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    41/261

    RECIENTE LITERATURA SOBRE IDENTIDAD

    que

    tratan

    este problema puntualizan la íntima relación exis

    tente entre identidad e identificaciones pero desde diferentes

    ángulos.

    Mahler

    (1957), los expone describiendo trastornos

    o pérdida del sentimiento de identidad en los tipos como sí',

    y en niños psicóticos. Greenacre (1958), afirma que la iden

    tidad está íntimamente

    ligada

    a la identificación,

    ya

    sea

    un

    proceso interno del desarrollo psíquico o un acto de reconoci

    miento

    por

    el ser humano

    de

    un objeto exterior, animado o

    inanimado . (Pág. 613.) Spiegel (1959), se concentra sobre

    el

    marco

    referencial en cuanto a estados internos y sobre

    el

    pooling

    (pág.

    99)

    de las representaciones aisladas del self,

    problema éste definidamente relacionado con los aspectos sin

    téticos de la formación de la identidad que fueron puestos en

    relieve por Erikson. Spiegel describe trastornos en el senti

    miento del self y los sentimientos de realidad relacionados,

    como emergiendo de los rápidos cambios en

    la

    proporción en

    tre las representaciones del

    self

    únicas en el seií total como

    marco

    de

    referencia, o de oscilaciones entre cargas objetales

    y narcisísticas, o

    por

    oscilaciones en este mismo marco. En

    relación con este último punto se

    refiere

    a las relaciones

    entre

    el sentimiento del self o identificaciones, sin

    mayores

    co

    mentarios.

    Volviendo nuevamente a Erikson, cree que: La identi·

    dad final. . . es más que

    cualquier

    identificación

    aislada

    con

    individuos del pasado (1956, pág. 112) y que La

    forma·

    ción

    de

    la

    identidad.

    . . comienza cuando

    la

    utilidad de

    la

    identificación

    termina . (Pág.

    113.) Esta drástica

    afirmación

    merece una cuidadosa aclaración y examen. Por cierto, des

    vía el énfasis puesto anteriormente en

    l

    período infantil hacia

    el

    período

    adolescente o postadolescente . En contraste

    con

    Erikson, Lichtenstein (1961

    .,

    en una fascinante publicación

    sobre identidad y sexualidad, coloca el origen de la formación

    de

    la

    identidad en las relaciones materno-infantiles más tem

    pranas. Debo mencionar

    al

    menos, algunas

    de

    las desafiantes

    ideas

    expresadas en su estudio.

    Como Eissler Erikson, Lichtenstein enfatiza las expc:rien-

    41

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    42/261

     

    ETAPAS INFANTIL, TEMPRANA, PREED1PICA Y EDíPICA

    cías de continuidad en el sentimiento de identidad normal. Por

    otra parte su concepto de identidad caracteriza la capacidad

    de mantenerse igual en medio del cambio , mientras que el

    sentimiento de identidad es la concienciación de tal continui

    dad

    de mismidad . (Pág. 193.) Sus definiciones muestran

    que comparte mis críticas al ambiguo concepto de Erikson de

    identidad del yo, que no hace distinción entre

    la

    formación

    de identidad objetiva

    y

    su correspondiente experiencia,

    y

    que

    además, restringe la formación de la identidad solamente al

    yo. Sin embargo Lichtenstein considera que los conceptos de

    identidad y formación de identidad objetiva son fundamenta

    les

    para

    el entendimiento del desarrollo de la personalidad

    ·humana. De acuerdo con él, los animales tienen una identi

    dad adaptativa preformada, garantizada por sus automatismos

    instintivos heredados.

    El

    hombre; sin embargo, por ser un

    ente a

    la

    vez histórico

    y

    biológico, tiene una existencia histó

    rica,

    por

    ejemplo, una existencia con una identidad autocreada

    y autodefinida por cuyo mantenimiento debe luchar

    por

    siem

    pre. Ésta

    es

    la

    razón por

    la

    cual Lichtenstein introduce

    la

    idea de un principio de identidad que controla todo el des

    arrollo humano y tiene prioridad sobre cualquier otro prin·

    cipio o necesidad, incluyendo la necesidad de subsistir.

    En

    mi opinión,

    la

    idea de Lichtenstein, de que el hombre

    está siempre amenazado por la pérdida o destrucción de su

    identidad (pág. 184), no se puede confirmar

    por

    la observa

    ción clínica. Si esto fuera válido los problemas de identidad

    serían ciertamente predominantes en todos los neuróticos, Esto

    no es así. Serios problemas de identidad parecen acontecer

    solamente en neuróticos con conflictos narcisísticos específicos

    y en pacientes borderlines y psicóticos.

    La convicción de Lichtenstein del importante papel

    que

    en el hombre tiene

    la

    lucha por

    la

    identidad se basa en sus

    objeciones a nuestra forma cartesiana de

    pensar

    en términos

    de sujeto y objeto. Él cree en una

    forma

    simbiótica funda

    mental de existencia del hombre

    i dea

    ésta relacionada con

    los conceptos de Eissler. De aquí que,

    el

    hombre debe defi-

    4

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    43/261

    RECIENTE LITERATURA SOBRE IDENTIDAD

    nir su

    identidad

    y se define a sí mismo como

    un

    instrumen

    to,

    un

    órgano que sirve a

    una

    función . (Pág.

    203.)

    Lich

    tenstein en consecuencia asume que

    la

    función esencial de

    la

    sexualidad humana no procreativa es el establecimiento de

    los más tempranos y básicos esbozos de identidad. Considera

    la relación simbiótica materno-infantil como el comienzo de

    la

    formación de la identidad humana. Creo que esto es acep- ·

    table, a pesar que la separación del niño de

    la

    madre, y el

    resultante proceso de individuación parece tan esencial en

    la

    formación de la identidad. Tampoco objeto

    la

    afirmación de

    que La madre imprime al niño no una identidad sino un

    tema de identidad . (Pág. 208.) Pero las fallas latentes de.

    los conceptos de Lichtenstein se hacen obvias cuando define

    un

    apareamiento sensual como una interacción

    en

    la que

    cada participante se experimenta a sí mismo como l único

    capaz de servir de instrumento para

    la

    gratificación sensorial

    del otro . (Pág. 207.) Tal concepto lleva lógicamente a negar

    el

    papel

    de

    la

    agresión en

    las

    relaciones del hombre con su

    Umwelt en el proceso de la formación de la identidad. En

    consecuencia, aquí surgen las contradicciones se hacen evi

    dentes en

    t l

    caso presentado por Lichtenstein. En ese momento

    está obligado a hacer distinción entre una simbiosis normal

    patológica.

    En

    efecto,

    v la

    necesidad

    de

    servir como el ins

    trumento

    para la

    gratificación del otro integrante de la pare

    ja o usar al

    compañero

    para

    este propósito-- solamente

    en pacientes con fijación preedípica sadomasoquista que man

    tienen fantasías de fusión con los objetos, como en el caso

    presentado por Lichtenstein. Su definición involucra el deseo

    egoísta en

    la

    pareja sexual normal el anhelo de

    la

    autoafir

    mación individual en la relación del hombre con su medio.

    Existe sin duda

    un

    fondo

    muy

    valioso en el razonamiento

    de Lichtenstein. Los seres humanos como los animales nacen

    con

    una

    capacidad potencial

    Anlage)

    para

    mantener rela

    ciones mutuamente gratificantes y de adaptación con indivi

    duos de su propia especie con

    su Umwelt

    en general. Lla

    mar a esta situación simbiótica me parece que induce a

    43

  • 8/16/2019 El Self (sí mismo) y el mundo objetal (OCR)

    44/261

    ETAPAS INFANTIL TEMPRANA PREEDfPICA Y EDíPICA

    confusión; este término excluye la lucha por la subsistencia

    para la cual el hombre y el animal deben estar equipados.

    En efecto los organismos vivientes no sólo se necesitan ali

    mentan y gratifican unos a otros; también luchan unos con

    otros hasta llegar a extinguir la especie. Esta interrelación a

    doble vía entre las criaturas vivientes y su

    Umwelt,

    no puede

    ser comparada con

    la

    relación que tiene un órgano con el resto

    del organismo o con

    la

    relación verdaderamente simbiótica

    materno-infantil que

    no

    involucra normalmente una lucha

    destructiva.

    He discutido las ideas de Lichtenstein con alguna exten

    sión debido a que en los capítulos siguientes quiero mostrar

    lo que ya he indicado aquí; por ejemplo cómo comenzando

    con la individuación del niño el establecimiento de la identi

    dad del hombre y los correspondientes sentimientos de identi

    dad reflejan el hecho de que en cualquier período necesita

    adquiere un equipamiento doble. Este equipamiento doble

    lo

    incapacita por otra parte

    para

    vivir con su

    Umwelt

    en un

    estado de interrelación social y personal adaptación gratifi

    cación y cumplimiento de las necesidades mutuas. También

    lo inhabilita para afirmarse s i fuera necesario luchando -

    en servicio de su libertad y sobrevida individual en el de

    s r grupo o especie dentro de este Umwe lt.

    Más aún los seres humanos alcanzan madurez men

    tal y física totales autonomía del yo y superyó dominio emo·

    cional e instintual y libertad sólo después de la adolescencia.

    Hasta ese momento aprenden a relacionarse con su Umwelt,

    a funcionar y a afi