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Elena Corrales El Síndrome Metabólico

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EL SÍNDROME METABÓLICO

El Dr. Gerald Reaven en 1988 definió como síndrome metabólico a una serie de factores de

riesgo coronario que incluían la intolerancia a la glucosa, la hiperinsulinemia, la hipertensión

arterial y un perfil lipídico alterado con un aumento de los triglicéridos y un descenso de las

lipoproteínas de alta densidad (HDL). Estudios posteriores han mostrado que se pueden agregar

otras alteraciones como la obesidad abdominal, la presencia de lipoproteínas de baja densidad

(LDL) y una elevación de los niveles de ácido úrico.

Según el tercer informe nacional de Salud y Nutrición realizado en Estados Unidos, el 25% de la

población padece este trastorno. El síndrome metabólico es un conjunto de patologías que

unidas, pueden causar más daño que se si presentaran en forma individual. El riesgo mayor es

el de sufrir enfermedades coronarias y/o cerebrovasculares.

La Organización Mundial de la Salud y la Asociación Estadounidense de Endocrinólogos Clínicos

estiman que se puede establecer su diagnóstico cuando se presenten de manera conjunta

diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, insulinorresistencia y obesidad. En la práctica

cuando un paciente presenta al menos tres de estos factores ya se le puede diagnosticar la

existencia del síndrome.

LAS MANIFESTACIONES DE LA ENFERMEDAD

Aparece frecuentemente además de una obesidad central o abdominal, intolerancia a la

glucosa, diabetes tipo II, niveles elevados de LDL y triglicéridos, niveles bajos de HDL e

hipertensión arterial.

Se consideran factores de riego la edad, el origen étnico, un índice de masa corporal por encima

de 25, el tabaquismo, los antecedentes familiares de diabetes y el estrés.

El síndrome metabólico, además, puede provocar otros trastornos como el síndrome de ovario

poliquístico, el hígado graso, los cálculos biliares por el colesterol, asma, alteraciones del sueño

e incluso algunos tipos de cáncer. Por ello es muy importante el diagnóstico temprano, pero

sobre todo la prevención.

Las causas

Aunque muchos investigadores creen que este trastorno es genético y se transmite de una

generación a la siguiente, el origen está en el estilo de vida actual, con unos hábitos de

alimentación incorrectos y un modo de vida sedentario, a lo que se puede añadir un alto nivel

de estrés.

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El trastorno metabólico afecta cada vez a un mayor número de personas en todos los países

desarrollados. En estados Unidos los datos de prevalencia son preocupantes, del total de

afectados el 24% son adultos menores de 20 años, el 30% son adultos menores de 50 años y el

40% son menores de 60 años.

El tratamiento

La pérdida de peso tiene una importancia fundamental y diversos estudios han demostrado que

incluso una reducción moderada de peso está asociada a una mejoría significativa en la

hipertensión, dislipemia y niveles de glucosa. Por eso la medicina recomienda bajas peso en

primer lugar.

Las recomendaciones estándar son evitar los dulces y golosinas, dejar de fumar y reducir el

consumo de bebidas alcohólicas. Estos consejos son claramente insuficientes, es preciso

además bajar el consumo de grasas saturadas y colesterol, así como reducir el consumo de

azúcares simples como los presentes en las frutas y en la leche. El paciente debe aumentar el

consumo de granos integrales, verduras y frutas.

A una dieta sana hay que añadir además, la práctica de ejercicio físico aeróbico de forma

regular, sobre todo caminar, siempre que no existan complicaciones mayores que lo

desaconsejen. Sólo se debe prescribir medicación cuando el resto de medidas son insuficientes.

Unos hábitos de vida saludables son la mejor prevención.

NUTRICIÓN Y SINDROME METABÓLICO

Para valorar el papel de la nutrición como elemento terapéutico, debemos retomar el concepto

de enfermedad.

Según Reckeweg, la enfermedad no es sino el intento del organismo de defenderse de las

homotoxinas endógenas o exógenas. Para ello utiliza los mecanismos de la excreción, reacción

(inflamación, fiebre….) y deposición. Nosotros cuando nos referimos a estos primeros estadíos,

hablamos de enfermedades de ajuste o fases humorales.

Cuando la enfermedad avanza se expresa como resultado de daños tóxicos que igualmente, el

organismo intenta compensar con el fin de restablecer en lo posible la homeostasis. Así,

cuando estamos a la derecha del corte biológico, hablamos de las fases de impregnación,

degeneración y neoplasia donde observamos daños estructurales a nivel celular. Son las fases

celulares.

Michio Kushi describe “El desarrollo progresivo de la enfermedad” de una forma

sorprendentemente paralela a “La tabla de la Homotoxicología” del Dr. Reckeweg.


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Figura 1. Tabla de la Homotoxicología

Podemos considerar el organismo humano como un sistema de flujo controlado

cibernéticamente. Las sustancias tóxicas que ingresan en el sistema, activan sus mecanismos de

defensa con la finalidad de restablecer el equilibrio de flujo alterado. Así la enfermedad sería la

manifestación de los mecanismos de defensa.

En la medicina sintomática, los medicamentos son antagónicos, de sustitución, de aporte, de

supresión, de compensación, de tipo placebo… y así podemos “neutralizar” el dolor, las

convulsiones, hacer que el páncreas “funcione” cuando no produce insulina… es decir, con la

visión sintomática estaríamos sólo parcheando al paciente.

Por el contrario, la Medicina Biológica con sus diferentes métodos terapéuticos, como son la

nutrición, los preparados antihomotóxicos, la terapia neural, los complementos alimenticios

como antioxidantes, probióticos… tendría una finalidad biológica. Estamos hablando de una

medicina no sintomática sino causal. Debemos insistir siempre en la importancia primordial de

una mala alimentación como causa determinante en las enfermedades.

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Curar es restablecer ese equilibrio interno, liberar al organismo de homotoxinas, volver a poner

en funcionamiento los sistemas enzimáticos bloqueados… en una palabra, crear las condiciones

de homeostasis que se definen en la salud.

La salud

La OMS defina la salud como el bienestar físico, psíquico y social.

Podemos explicar también el concepto de salud como un estado de armonización activa con

nuestro medio ambiente, un estado de disfrutar con muchas otras personas, en una constante

creatividad y progreso.

Podemos igualmente definir la salud de una forma cuantitativa utilizando elementos de medida

que nos dan la biología, la química y la física.

Desde este punto de vista, la salud se puede medir con cuatro parámetro importantes:

pH Es el factor de ionización. Permite medir el estado ácido o alcalino y su valor se halla entre 0

y 14. El valor 7 representa la neutralidad.

rH2 Es el coeficiente de oxidación/reducción o factor de electronización. Valores entre 0 y 28

indican estados reducidos mientras que entre 28 y 42 indican estados oxidados.

ρ La resistividad permite establecer la concentración de electrolitos en una solución, es decir,

su contenido en sales, los valores son diferentes en los distintos fluidos del cuerpo, la sangre, la

saliva y la orina.

Na/K La relación en la que están el sodio y el potasio tanto en la matriz extracelular también

conocida como mesénquima, como en el interior de la célula, es determinante en la salud. Este

parámetro nos va a permitir hacer una valoración cuantitativa del aspecto energético yin-yang

de la Medicina Tradicional China.

Todos conocemos la función de estos dos elementos químicos y valoramos clínicamente la

hipernatremia o la hipopotasemia…

Todos conocemos la función de estos dos elementos químicos y valoramos clínicamente la

hipernatremia o la hipopotasemia…

Debemos saber que en la célula la relación Na/K es de 1/7 aproximadamente y que del buen

balance entre estos dos elementos químicos, se deriva una de las condiciones más importantes

a la hora de la comprensión de la salud como equilibrio y homeostasia.

La biología nos enseña cómo la vida no puede existir por encima y por debajo de unos límites

de temperatura. Esto es válido para todos los seres vivos, tanto vegetales, animales o el propio

ser humano.


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La química igualmente nos habla de que la vida se desarrolla entre unos estrechos límites de pH

en cada ser vivo. En el caso de los seres humanos, el pH sanguíneo en condiciones de equilibrio

debe oscilar entre 7,30 y 7,45 y cuando nos encontramos en otros rangos más ácidos o más

alcalinos, podemos crear un terreno que favorezca el desarrollo de agentes patógenos:

bacterias, virus…

Igualmente podemos definir otro parámetro como es el coeficiente de oxidación/reducción que

en la salud oscila entre 20 y 24 en la sangre. Este dato nos habla de que en los procesos vitales

dominan los procesos reductores y al contrario en la enfermedad predominan las reacciones

de oxidación.

Además, está la resistividad, cuyo rango en el individuo sano en la sangre oscila entre 180 a 230

ohmios/cm.

Estos tres aspectos que definen la Bioelectrónica de Vincent, pueden ser evaluados en la

sangre, la saliva y la orina, de tal modo que su interpretación nos permite valorar las

condiciones del terreno en términos de salud o enfermedad. A través de la evaluación de estas

constantes en los líquidos orgánicos podemos valorar el desarrollo progresivo de la enfermedad

y/o de la recuperación de la salud.

Jean Claude Vincent fue un hidrólogo francés que desarrolló una forma de evaluación de las

constantes de homeostasis en el terreno midiendo las constantes bioelectrónicas en la sangre,

la saliva y la orina.

LA BIOELECTRÓNICA EN EL DESARROLLO PROGRESIVO DE LA ENFERMEDAD

Persona sana pH rH2 ρ

Sangre 7,3 22 210

Saliva 6,5 22 180

Orina 6,8 24 30

Tabla 2. Valores bioelectrónicos en la salud

Fases humorales pH rH2 ρ

Sangre 7,5-7,6 24,7-26 160

Orina 6-6,2 21-22 50-60

Tabla 3. Valores bioelectrónicos en las fases humorales

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Fases de la matriz pH rH2 ρ

Sangre 7,5-7,8 26-27 140

Orina 5,5 <20 60-120

Tabla 4. Valores bioelectrónicos en el corte biológico

Fases celulares pH rH2 ρ

Sangre 7,6-8,9 27-32 <120

Orina <5 <18 >120

Tabla 5. Valores bioelectrónicos en las fases celulares

Si somos capaces de restablecer las constantes de la homeostasis de la matriz extracelular en el

paciente afectado del síndrome metabólico, estaremos creando las condiciones para su

curación.

REEQUILIBRIO DEL TERRENO ÁCIDO

Recordemos que todas las reacciones enzimáticas a nivel de la célula, tienen lugar en una franja

de pH muy precisa y que fuera de esos límites, se inducen disfunciones bioquímicas tanto por

inhibición como por hiperfunción.

En las anomalías metabólicas crónicas, en las neoplasias y en los ancianos, encontramos

siempre valores de pH elevados tanto en la sangre como en la saliva. La mayoría de los

procesos cancerosos se desarrollan condiciones de alcalosis sanguínea, como muestra el

interfaz ácido-básico, mesénquima-sangre-orina.

Debemos entender que cuando en la célula cancerosa hay alcalosis, en el mesénquima hay

acidosis, en la sangre alcalosis y en la orina acidosis. De modo que a través de la medición del

pH urinario, de una forma indirecta podemos conocer la condición del medio interno.

Como la orina es el espejo del mesénquima entendemos que una disminución del pH en la

orina nos indica, una acidificación del medio interno y una alcalinización de la célula. Cuando

tenemos un pH urinario de 6 o inferior a 6 estable a lo largo de las 24 horas, es preciso

considerar que estamos ante una hiperacidificación del mesénquima y una hiperalcalinización

intracelular.

Esta medición del pH urinario nos permite utilizar una dieta con un balance alcalino para

corregir el desequilibrio fundamental que permite el desarrollo de la enfermedad. El control del


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pH urinario en los pacientes crónicos es una herramienta muy útil para valorar la evolución de

la enfermedad.

En la figura 3 observamos la alteración de los valores del pH en la sangre, la matriz extracelular

y la orina, cuando se compromete la salud.

Figura 3. Clínica ácido-básica de un paciente enfermo

Teniendo en cuenta todo lo expuesto, valoramos como esencial conocer el efecto acidificante-

alcalinizante de los alimentos. En nuestra estancia en Alemania el profesor Heine explicaba que

cuando hay acidosis mesenquimal, ninguna terapéutica es eficaz, ni siquiera los preparados

antihomotóxicos. Afirmaba que es prioritaria la desacidificación del medio para conseguir unos

buenos resultados y que la alimentación es un factor esencial.

Es importante saber que los alimentos que nos aportan proteínas son fuente de ácidos, pero

son parte imprescindible de la dieta, por eso es el balance global de la dieta el que debe ser

alcalinizante. No se trata de comer exclusivamente alimentos alcalinizantes.

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Alimentos acidificantes-alimentos alcalinizantes

Todos los alimentos naturales contienen elementos formadores de ácidos y formadores de

álcalis. Según la bioquímica moderna son los minerales inorgánicos presentes en los alimentos

los responsables del efecto acidificante o alcalinizante.

Los alimentos, dependiendo de si son ricos en proteínas, de si son de origen animal o vegetal, o

si tienen sabor ácido, de si son refinados o de si son ricos en minerales, tienen la facultad de

producir después de la digestión una condición ácida o alcalina en nuestro organismo.

Como nuestra sangre es ligeramente alcalina, el conjunto total de los alimentos que ingerimos

debe tener un balance alcalinizante. Es decir en nuestro menú deberá haber alimentos

acidificantes como los que son ricos en proteínas, que deberán ser equilibrados por alimentos

alcalinizantes como los ricos en minerales (verduras, algas…).

Son elementos formadores de ácido: el azufre (S), el fósforo (P), el cloro (Cl) y el yodo (I).

La mayor parte de las proteínas contienen azufre y fósforo. En su metabolismo se forman ácido

sulfúrico y ácido fosfórico que son ácidos fuertes y deben ser neutralizados por el amoniaco, el

calcio, el sodio y el potasio antes de ser eliminados por vía renal.

Este es el motivo por el que los alimentos muy ricos en proteínas, especialmente las de origen

animal son formadores de ácidos, no porque contienen sodio como afirman algunos

erróneamente.

Lo mismo puede decirse aunque en menor grado de los alimentos constructores de origen

vegetal como los cereales y las legumbres. Cuando leemos que los cereales integrales, las

legumbres, los frutos secos y las semillas son acidificantes solo estamos diciendo que son

alimentos constructores, pero su balance acidificante es muchísimo menor que el de los

alimentos animales ya que las purinas que se producen en su metabolismo son menos y de

distinto tipo.

Son elementos formadores de alcalino: el sodio (Na), el potasio (K), el calcio (Ca), el magnesio

(Mg) y el hierro (Fe).

En las frutas y en la mayor parte de las verduras los ácidos orgánicos que contienen, son ácidos

débiles y están formando sales ricas en potasio, sodio, calcio y magnesio. Cuando estos ácidos

orgánicos se oxidan, se produce anhídrido carbónico, agua y se liberan las bases asociadas que

sirven para neutralizar a los ácidos fuertes procedentes del metabolismo de las proteínas.


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Son alimentos muy acidificantes tanto el azúcar, las harinas refinadas, los aceites refinados, los

tomates, los vinagres, las bebidas alcohólicas, la miel… así como la carne, los huevos, el

pescado, los embutidos, los quesos curados…

Son alimentos ligeramente acidificantes los cereales, las legumbres, los frutos secos y las

semillas.

Un exceso de alimentos acidificantes produce un estado de desmineralización. La falta de

minerales suficientes se manifiesta en forma de desequilibrios emocionales y nerviosos, caries

dental, piorrea, sangrado de encías, uñas quebradizas, caída de cabello, dolores menstruales,

desórdenes pancreáticos, debilidad renal, transpiración excesiva y debilitamiento general de

todo el organismo. Ese desequilibrio crea el terreno de las enfermedades de deficiencia o de

exceso según se produzca una acidosis por exceso de yin o por exceso de yang.

Son alimentos alcalinizantes tanto las verduras, las frutas neutras, las plantas medicinales, las

algas… como la sal, el miso, el tamari, el gomasio, el tekka, la ciruela umeboshi…

No es fácil tener un exceso de alcalinidad a no ser por vómitos repetidos o como consecuencia

de una hiperventilación pulmonar. Una dieta excesivamente rica en frutas y verduras podrá ser

causa de alcalosis, pero las personas que hacen esas dietas vegetarianas “equilibran” el exceso

de álcalis tomando cantidades importantes de dulces.

Los 5 pasos para desacidificar el terreno

1. Debemos consumir alimentos integrales, ya que el refinado hace que el contenido mineral de

los alimentos disminuya. Un alimento integral es un alimento entero, completo, no refinado.

Cuando se refina el trigo para hacer el pan blanco y cuando se refina el arroz disminuyen la

cantidad de minerales, vitaminas y oligoelementos, desaparecen los ácidos grasos esenciales

presentes en el germen, así como la fibra, pero lo más importante, desaparece la energía vital o

la capacidad de germinación.

Es decir, el refinado de los cereales nos deja un alimento muerto y desequilibrado

nutricionalmente.

En las tablas 5, 6 y 7 vemos las diferencias en el contenido mineral y vitamínico, así como la

descompensación en potasio según el tipo de cultivo y el proceso de refinado de los alimentos.

Nunca insistiremos lo suficiente a la hora de explicar la diferencia entre tomar alimentos

refinados e integrales. Lo mismo que entre tomar alimentos de cultivo convencional o de origen

orgánico.

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Alimentos Mg MgO Cenizas

Pan blanco 324 540 3,16%

Pan integral 831 1385 13,96%

Tabla 5. Variación del contenido mineral pan blanco-pan integral (mg/100 g)

Alimento Harina integral Harina blanca Arroz integral Arroz blanco

Proteínas 13,30 g 10,50 g 7,50 g 6,70 g

Calcio 41 mg 16 mg 31 mg 24 mg

Fósforo 372 mg 87 mg 221 mg 94 mg

Hierro 3,30 mg 0,80 mg 1,60 mg 0,80 mg

Sodio 3 mg 2 mg 9 mg 5 mg

Potasio 370 mg 95 mg 214 mg 92 mg

Vitamina B1 0,55 mg 0,06 mg 0,34 mg 0,03 mg



Tabla 6. Análisis comparativo entre alimentos integrales y refinados pos 100 gramos

Alimento Remolachas Espinacas

Abono químico Abono orgánico Abono químico Abono orgánico

CaO 372 357

MgO 4,13% 11,02% 60 429

K2O 969 313

Tabla 7. Variación del contenido mineral según el tipo de cultivo mg/100 gr

2. Debemos reducir la ingesta de proteínas con la finalidad de disminuir la producción de

ácidos.

En la actualidad la ingesta de proteínas es muy superior a los requerimientos. La OMS

recomienda 0,9 gr por kg de peso del individuo y es frecuente consumir hasta cuatro veces más

proteínas de las recomendadas. En la tabla 8 vemos como las necesidades de proteínas no

varían según el tipo de actividad. Las variaciones están en la cantidad de carbohidratos y de

grasas.

Tipo de trabajo Carbohidratos Grasas Proteínas

Sedentario 250 25 50

Manual 350 50 50

Tabla 8. Necesidades nutricionales según la actividad g/día


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3. Asimismo, sustituiremos las proteínas de origen animal por la del origen vegetal, menos ricas

en purinas.

Debemos saber que la calidad de las purinas de origen animal y vegetal es bastante diferente,

sobre todo en lo que respecta a su facilidad de eliminación. Los residuos que provienen de los

alimentos de calidad vegetal se eliminan mucho más fácilmente que los de los alimentos

animales. Nuestro riñón está mejor adaptado a eliminar las aminohidroxipurinas más

abundantes en las legumbres, que las xantinas presentes corrientemente en los alimentos de

origen animal.

En la tabla 9 que mostramos a continuación, vemos la diferencia entre la cantidad de residuos

metabólicos de las proteínas de origen animal y las vegetales.

Alimento Contenido en purinas

Extracto de carne 3068

Mollejas 1055

Buey 155

Trucha 147

Lenguado 136

Pollo 76

Lentejas 142

Alubias blancas 45

Zanahorias 5

Arroz integral 0

Tabla 9. Tabla comparativa del contenido de purinas en los alimentos mg /100 g

4. Podemos observar, además, como las legumbres son el complemento ideal de los cereales

para la obtención de un buen equilibrio proteico.

Tradicionalmente todas las culturas que nos han antecedido han combinado los cereales con las

legumbres en el mismo menú, sin saber nada de la composición química de los alimentos. En

Asia el arroz y la soja, en América el maíz y los frijoles, en África el mijo y las alubias… y ha

hecho falta llegar al siglo XX para entender lo que nuestros antepasados ya sabían.

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En las tabla 10 y 11 vemos la importancia de combinar las legumbres con los cereales y la

diferencia abismal en la producción de residuos metabólicos.

Alimento Comidas por

separado Comidas

conjuntamente

Aumento de la asimilación proteica

neta

Alubias 300 g 174 g de carne

597 g de carne 43% Arroz 800 g 196 g de carne

370 g de carne

Tabla 10. Comparación proteínas vegetales-proteínas animales

Contenido en purinas

Arroz Alubias Carne equivalente

0 45 155

Total 13500 92535

Tabla 11. Comparación del contenido en purinas vegetal/animal

5. Debemos consumir preferentemente semillas oleaginosas en vez de aceites vírgenes, desde

el punto de vista mineral. Los aceites son en realidad “zumos” de oleaginosas y, por lo tanto, no

son alimentos integrales.

En la visión energética de la cocina contemplamos el aceite como un vehículo para aumentar la

temperatura de cocción y un recurso para hacer más palatables los alimentos. Las semillas son

nutricionalmente superiores a los aceites.

REEQUILIBRIO DEL TERRENO OXIDADO

La alimentación

Los cereales integrales son especialmente importantes porque la envoltura y el germen de los

granos contienen factores como vitaminas, minerales, oligoelementos y enzimas activadoras

del metabolismo. Recordemos que las vitaminas favorecen la regulación de los parámetros

bioelectrónicos, particularmente el rH2, o lo que es lo mismo, son antioxidantes.

Los cereales deben ser integrales y biológicos. Todo alimento biológico está producido sin

adición de abonos químicos. Al añadir sustancias químicas a los suelos disminuye el contenido

en vitaminas, proteínas, magnesio… de los alimentos cultivados, igualmente aumenta

desproporcionadamente el contenido en potasio, lo que conlleva una fuerte retención de agua.


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Es decir, un alimento cultivado con abonos químicos, contiene menos elementos nutritivos y

más agua. Es por ello por lo que debemos consumir alimentos cultivados con abonos orgánicos

naturales como el estiércol.

Alimento

Avena Ganancia

bioquímica

Trigo Ganancia

bioquímica Abono químico

Abono orgánico

Abono químico

Abono orgánico

Vitamina B1

317 610 92% 451,70 941 108%

Vitamina B2

56 152 141% 120 278,20 131%

Vitamina B3

9,50 19 100% 54,80 89,60 63%

Proteínas 12,80 16,40 28% 11 12,80 16%

Tabla 12. Contenido en vitaminas según el método de cultivo mg/100g

Cuando hablamos de pan, nos referimos al pan integral con levadura madre. Es muy importante

que el pan sea integral, biológico y que haya sufrido una fermentación natural. No lo debemos

confundir con aquel que se elabora con harina blanca a la que se añade salvado y levadura

industrial. Solo hay que observar las diferencias reflejadas entre ambos en la tabla 13, el valor

de la resistividad del pan blanco sitúa a este alimento en el terreno del cáncer.

Pan pH rH2 ρ

Integral con levadura madre

4,60 26,60 252

Blanco con levadura industrial

5,76 26,50 96

Tabla 13. Diferencias bioelectrónicas entre el pan integral y el pan blanco

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REEQUILIBRIO DE LA RESISTIVIDAD

Cuando la resistividad de la sangre es demasiado elevada

Indica una sobrecarga de electrolitos en orina, es decir, la resistividad de la orina es muy baja.

Esta situación puede conducirnos a un fallo renal.

No se puede mejorar la condición de la sangre si no se mejora la condición del riñón antes. Por

ello debemos evitar el consumo de alimentos “pesados” como los embutidos, salazones,

huevos… Reduciremos la utilización de formas de cocción endurecedoras como la plancha, la

parrilla y el horno. Seremos muy moderados con el consumo de sal.

Aumentaremos moderadamente el consumo de agua débilmente mineralizada y de verduras

suavemente diuréticas como la cebolla, la calabaza y el nabo.

Tomaremos sopas de legumbres como alternativa a las carnes y aplicaremos compresas

calientes en los riñones. De todos modos, debemos saber que este hecho es realmente

infrecuente.

Cuando la resistividad de la sangre es muy baja

Es el caso más frecuente en las poblaciones urbanas, la orina suele tener prácticamente

siempre, una resistividad elevada, es decir el riñón elimina agua pero no electrolitos, ni

residuos metabólicos, ni toxinas que permanecen en la sangre. Esto es consecuencia de los

hábitos alimenticios modernos. Recordemos de nuevo la inversión mesénquima-sangre-orina.

En este caso, se trata de reforzar el riñón con la finalidad de mejorar su nivel de excreción pero

teniendo en cuenta los principios de la Medicina Tradicional China.

El frío está frecuentemente ligado a los procesos debilitadores del riñón. Los riñones son

particularmente sensibles al consumo de alimentos y bebidas frías, tales como los helados,

refrescos y bebidas alcohólicas frías, especialmente si estos alimentos presentan una

concentración de azúcar elevada, por lo que recomendamos siempre evitar su consumo.

Otros alimentos, como las frutas tropicales, las verduras de la familia de las solanáceas (tomate,

patata, pimiento, berenjena, tabaco…), las espinacas, los espárragos… favorecen este

desequilibrio. Estos alimentos no sólo debilitan los riñones creando un terreno adecuado para

las infecciones del aparato urinario, sino que también tienen un efecto perjudicial sobre la

vitalidad sexual.

De modo que recomendaremos evitar todos los alimentos de naturaleza fría como las frutas,

las ensaladas y los tóxicos como el café y el alcohol, descartaremos de nuestra dieta las


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solanáceas y moderaremos el consumo de los alimentos ricos en purinas como las carnes,

embutidos…

Tomaremos caldos de algas y sopas de legumbres, utilizaremos la sal marina y los condimentos

salados ya que la sal tiene un efecto calentador y tonificante.

Como diuréticos usaremos principalmente verduras como la cebolla, la calabaza, el nabo… que

tienen una acción suave y equilibradora sobre el riñón. Aplicaremos compresas de jengibre en

los riñones porque el calor tonifica y favorece el buen funcionamiento del riñón en todos los

casos.

El agua

Es el constituyente principal de nuestro cuerpo. Si el agua de bebida está muy cargada de sales,

no cumple más que parcialmente su función ya que es el disolvente universal y lo que hace es

bloquear el sistema renal por sobrecarga de electrolitos. Las sales minerales contenidas en la

mayoría de las aguas de bebida, no son asimilables ya que son inorgánicas y dan al agua un pH

alcalino, favoreciendo así la aparición de cálculos renales y biliares, arteriosclerosis, artrosis…

Además muchas aguas potables están cloradas (el cloro confiere un efecto fuertemente

oxidante) y contienen un nivel de nitratos excesivo. El agua que es óptima para beber, no

debería contener más de 5 mg/litro de nitratos, aunque hoy la legislación permite hasta 50

mg/litro.

El agua que bebemos debe ser débilmente mineralizada para que pueda disolver y trasportar

los minerales y oligoelementos. Para controlar el nivel de mineralización podemos usar la

medida eléctrica de la resistividad, como mostramos en la tabla 14.

Agua bidestilada 180000

Agua de lluvia 7000

Agua de Vichy 127

Tabla 14. Medidas de resistividad de diferentes tipos de aguas ohmios/cm

pH 6,5-6,8

rH2 24-26

ρ >6000

Tabla 15. Valores de equilibrio bioelectrónico del agua saludable

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Contrariamente a las recomendaciones clásicas de la Bioelectrónica de Vincent, no indicaremos

al paciente beber de 2 a 3 litros de agua al día en el caso de una resistividad alta en la orina, ya

que un exceso de líquidos puede sobrecargar al función de un riñón debilitado.

Recomendaremos al paciente beber siempre en función de la sed.

REEQUILIBRIO Na/K

Todos conocemos la función de estos dos elementos químicos en la bomba sodio/potasio y

valoramos clínicamente la hipernatremia o la hipopotasemia…

En la célula la relación Na/K es de 1/7 aproximadamente, en el mesénquima es a la inversa y

que del buen balance entre estos dos elementos químicos, se deriva una de las condiciones

más importantes a la hora de la comprensión de la salud como equilibrio y homeostasia.

Es precisamente la relación Na/K la que nos permite abordar desde un punto de vista

cuantitativo el concepto yin-yang de la Medicina Tradicional China. Yin y yang es mucho más

que sodio y potasio, pero esa visión ayuda mucho a las mentes occidentales a acercarse a la

comprensión de la energía.

El yin y el yang: definición

Definimos lo yin como la energía de la tierra que es ascendente y expansiva. Es la que hace que

crezcan las plantas hacia la luz, la que permite que se produzca la diástole en el corazón, la

energía expulsiva en el parto, la presente en las inflamaciones…

Figura 4. La energía yin

Definimos lo yang como la energía del cielo, que es descendente y contractiva. Es la que

domina en la formación de las raíces de las plantas, la que permite la sístole del corazón, la que

da lugar a la formación de las fases de deposición, impregnación y de degeneración…


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Figura 5. La energía yang

El Na representa lo yang y el K representa lo yin en el mundo de los elementos químicos de tal

modo que, del justo balance entre estos dos elementos resulta el equilibrio célula-

mesénquima.

Alimento Sodio Potasio Na/K

Salchichas 1427 113 13/1

Chorizo 900 160 6/1

Jamón york 1332 336 4/1

Tocino 1683 517 3/1

Huevos 152 155 1/1

Ternera 90 160 7/4

Trigo sarraceno 6,10 23,50 1/4

Mijo 4,10 23,70 1/6

Semillas de sésamo 60 726 1/12

Alubias 62 999 1/16

Arroz integral 4 112 1/28

Habas 35 1005 1/29

Nueces 12 500 1/42

Azukis 20 1500 1/75

Patatas 7 570 1/81

Cebollas 1 155 1/155

Espárragos 1 302 1/302

Calabacines 1 400 1/400

Ciruelas 0 171 0

Naranjas 0 184 0

Cerezas 0 224 0

Piñones 0 600 0

Tabla 16. Contenido de Na y K en algunos alimentos mg

18

Hay otros factores además de la relación Na/K en los alimentos, para valorar el aspecto yin-

yang y son:

La calidad animal es más yang y la calidad vegetal es más yin.

La forma, cuando es larga en sentido vertical es yin, mientras que el sentido horizontal

es yang.

La densidad, lo más denso está más bajo la influencia de la fuerza centrípeta yang,

cuanto más densa es una sustancia, es más yang. Cuando domina la fuerza centrífuga, el

elemento a considerar es más ligero, más yin.

El color, los colores los podemos clasificar según el espectro de la luz difractada por un

prisma: rojo, amarillo, verde, azul, añil, violeta. Los que tiene longitud de onda más larga

(rojo e infrarrojo) son más yang y los de longitud de onda más corta (violeta y

ultravioleta), más yin.

El contenido en agua, cuanto más rico en agua es el elemento a considerar, es más yin;

cuanto más seco, más yang…

La dirección del crecimiento, los vegetales que crecen hacia arriba son más yin como las

judías verdes y los que crecen hacia abajo más yang como las zanahorias.

La velocidad de crecimiento, las verduras de crecimiento rápido como las setas y las

lechugas son yin y las de crecimiento rápido como las coles son más yang.

El lugar de crecimiento, las plantas que crecen más al norte son más yang como las

frambuesas y las que crecen más al sur son más yin, como los melones.

Para hacer una valoración energética de cualquier alimento, tendremos en cuenta siempre

estos parámetros así como la utilización del fuego o de la sal, que son formas “alquímicas” de

equilibrio de los alimentos.

La polaridad del yin-yang

Con el Yin-Yang se intentan definir los dos extremos de una polaridad que hallamos en muchas

manifestaciones de la naturaleza. Pero incluso el Yin más puro encierra un germen de Yang, y

viceversa.

La comprensión de estos aspectos resulta compleja para las mentes occidentales ya que

nuestra visión es analítica y fragmentada, compartimentada, más cartesiana. La energía está en

constante transformación por lo que debemos aprender a ver los fenómenos energéticos de

una forma dinámica, relacional… Poniendo un ejemplo simple, los occidentales tendemos a ver

la “foto fija” y los orientales ven la “foto en movimiento”.

La comprensión del yin y el yang es universal, pero para nosotros tiene un interés especial la

aproximación energética en los alimentos, para poder comprender su papel primordial en el

mantenimiento y la recuperación de la salud. Pero consideramos imprescindible la

profundización en cualquier manifestación de la vida, de la sociedad, del medio natural… desde


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el punto de vista energético. Ese hecho nos va a permitir “ponernos las gafas del yin y el yang” y

de una forma automática ser capaces de ver el detalle analítico occidental y el contexto

analógico oriental.

En cualquier fenómeno debemos hacer un abordaje siempre relacional, entendiendo que todo

lo que nos rodea tiene su antagónico complementario.

Así podemos entender todas las leyes que rigen la vida, desde el funcionamiento del corazón

con la sístole y la diástole, hasta el funcionamiento de la homeopatía o la ley del efecto inverso

de Arnd y Schulz. La tabla siguiente nos ilustra una larga relación de aspectos que nos acercan a

la comprensión de la que hablamos.

Aspectos Yin Yang

Tendencia Expansión Contracción

Función Descomposición Organización

Movimiento Inactivo, lento Activo, rápido

Vibración Onda corta, alta frecuencia Onda larga, baja frecuencia

Dirección Ascendente, vertical Descendente, horizontal

Posición Hacia fuera, periférico Hacia dentro, central

Peso Liviano, ligero Pesado

Temperatura Frío Caliente

Luz Oscura Clara

Humedad Mojado Seco

Densidad Baja Alta

Tamaño Grande Pequeño

Forma Expandida, frágil Contraída, resistente

Extensión Largo Corto

Textura Blando Duro

Partículas subatómicas Electrón Protón

Elementos químicos Potasio, calcio… Sodio, magnesio…

Clima Tropical Polar

Biología Vegetal Animal

Sexo Femenino Masculino

Estructura orgánica Hueca Compacta

Sistema nervioso Periférico, simpático Central, parasimpático

Actitud Gentil, amable Brusca, activa

Trabajo Psicológico, mental Físico, social

Tabla 17. Aspectos generales yin y yang

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Para mantener la salud aconsejamos tomar ante todo alimentos de energía neutra, tomando

los de naturaleza yin y yang extremos sólo de modo excepcional. En la tabla que mostramos a

continuación podemos ver desde los alimentos más equilibrados a los más extremos.

En las enfermedades crónicas, cuanto más comprometida esté nuestra salud, deberemos

restringir al máximo los alimentos de los extremos de la tabla.

Los alimentos equilibradores nos permiten ajustar las constantes bioelectrónicas del medio

interno.

Por ello cuando hablemos de la Macrobiótica, no la definiremos como una dieta, sino como la

libertad que nos da el conocimiento, de elegir aquellos alimentos adecuados para mantener o

recuperar la salud.

Yang extremo Yang intermedio Equilibrados Yin intermedio Yin extremo

Sal marina Carnes blancas Cereales Frutos secos Fruta tropical

Miso, tamari… Pescado azul Legumbres Lácteos blandos Aceites vinagres

Huevos Pescado blanco Semillas Algas marinas Azúcar

Embutidos Frutos del mar Verduras Especias

Quesos curados Tubérculos Té, café…

Caza Setas Zumos

Carnes rojas Picles Infusiones

Frutas Alcohol

Tabla 18. Aspectos bioenergéticos de los alimentos

CONCLUSIONES

Cualquier abordaje nutricional que hagamos en nuestra práctica médica debe tener en cuenta

los parámetros de referencia en el equilibrio de la homeostasis.

La visión actual de las recomendaciones nutricionales no funciona porque se contemplan solo

los aspectos calóricos de los alimentos y los nutrientes. Para hacer un abordaje válido es

imprescindible comprender que una caloría no es una caloría venga de donde venga y que los

nutrientes no se comportan igual cuando proviene de alimentos distintos.

Para ayudar a la recuperación de la salud del paciente debemos valorar:

los nutrientes que aportamos (carbohidratos simples o complejos, grasas saturadas o

insaturadas, proteínas animales o vegetales)

de qué alimentos provienen (refinados, procesados, integrales, biológicos)

en qué forma los tomamos (crudos, cocinados, fermentados, germinados)

la proporción en la que los consumimos

con qué frecuencia los recomendamos…


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De forma que la dieta debe tener una finalidad biológica, no solo debe nutrir sino vitalizar. Si

diseñemos una dieta con los criterios arriba expuestos, conseguiremos de una vez resolver las

diferentes manifestaciones del desequilibrio: sobrepeso, hipertensión, hiperlipidemia…

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© Elena Corrales

Derechos reservados por Elena Corrales González en 1999.

El contenido de esta publicación no puede ser reproducido, ni todo ni en parte, ni transmitido,

ni registrado por ningún sistema de de recuperación de información, en ninguna forma ni por

ningún medio, sin permiso previo por escrito de Elena Corrales González.

Nota:

Este escrito es la ponencia presentada en marzo de 2007 en el XVIII Simposio Internacional de

Medicina Biológica de Bogotá-Colombia y en junio de 2008 en el V Simposio Internacional de

Medicina Biológica de Santiago de Chile-Chile.

22

BIBILIOGRAFÍA

ARASAKI, s. Et T. 1985. Les légumes de mer. Ed. Guy Tredaniel.

AUBERT, Claude. 1979. Une autre assiette. Ed. Debard.

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FAVIER, Pr. 1951. Equilibre mineral et santé. Ed. Dangles.

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RIVERO, M. et al. 1999. Manual de dietética y nutrición. Ed. AMV.

CANNENPASSE-RIFFARD, R. et DANZE, J.M. 1996 Précis


23

INDICE

BIBLIOGRAFÍA

LAS MANIFESTACIONES DE LA ENFERMEDAD……………………………………………………………………. Las causas El tratamiento

1

NUTRICIÓN Y SINDROME METABÓLICO…………………………………………………………………………….. La salud

2

LA BIOELECTRÓNICA EN EL DESARROLLO PROGRESIVO DE LA ENFERMEDAD……………………. 5 REEQUILIBRIO DEL TERRENO ÁCIDO………………………………………………………………………………….. Alimentos acidificantes-alimentos alcalinizantes Los 5 pasos para desacidificar el terreno

6

REEQUILIBRIO DEL TERRENO OXIDADO……………………………………………………………………………… La alimentación

12

REEQUILIBRIO DE LA RESISTIVIDAD……………………………………………………………………………………. Cuando la resistividad de la sangre es demasiado elevada Cuando la resistividad de la sangre es muy baja El agua

13

REEQUILIBRIO Na/K…………………………………………………………………………………………………………… El yin y el yang: definición La polaridad del yin-yang

16

CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………………………………………. 20 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………………………………. 22

el síndrome metabólico - elena · pdf filenutrición y sindrome...

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