el retorno del sujeto reprimido

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Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=27915699013 Redalyc Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Stickel, Anne Reseña "El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido" de Franz-J. Hinkelammert Utopía y Praxis Latinoamericana, vol. 15, núm. 48, enero-marzo, 2010, pp. 125-128 Universidad del Zulia Maracaibo, Venezuela ¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista Utopía y Praxis Latinoamericana ISSN (Versión impresa): 1316-5216 [email protected] Universidad del Zulia Venezuela www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Page 1: El Retorno Del Sujeto Reprimido

Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=27915699013

RedalycSistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Stickel, Anne

Reseña "El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido" de Franz-J. Hinkelammert

Utopía y Praxis Latinoamericana, vol. 15, núm. 48, enero-marzo, 2010, pp. 125-128

Universidad del Zulia

Maracaibo, Venezuela

¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista

Utopía y Praxis Latinoamericana

ISSN (Versión impresa): 1316-5216

[email protected]

Universidad del Zulia

Venezuela

www.redalyc.orgProyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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UTOPÍA Y PRAXIS LATINOAMERICANA ~ AÑO 15. Nº 48 (ENERO-MARZO, 2010) PP. 125 - 137REVISTA INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA IBEROAMERICANA Y TEORÍA SOCIALISSN 1315-5216 ~ CESA – FACES – UNIVERSIDAD DEL ZULIA. MARACAIBO-VENEZUELA

Franz-J. HINKELAMMERT. El sujeto y la ley. El retor-no del sujeto reprimido. Ed. El Perro y la Rana, Cara-cas, Venezuela, 2006.

Anne STICKEL. Departamento Ecuménico de Investiga-ciones (DEI), Costa Rica, 514 pp.

“El” Sujeto, “la” Ley. ¿No suenan seducto-ras estas palabras-conceptos, precisamente por elartículo que llevan: “el”, “la”? Tan claros, tan firmes.Como rocas frente a la resaca que la globalización,con sus fuertes y tormentosas corrientes, causa enel mar de la modernidad, relavitizando y eliminandoa las gentes y sus ideas, conceptos, que desapare-cen del horizonte, haciendo que la tierra ceda bajolos pies de algunos e incluso que otros naufraguen.Para pasar por ese momento, hay que ser buen bu-ceador o – p.e. – una roca frente a la resaca.

Hinkelammert, pensandor alemán –de filo-sofía, economía, teología y de mucho más de aque-llo que las ciencias ofrecen a quien esté interesadoen el saber- , residenciado en América Latina desdehace más que 30 años, presenta con este libro unadensa colección de artículos, redactados entre losaños 1999 – 2004. Si bien se trata de trabajos dife-rentes, todos giran alrededor de un tema común queha dado el título al propio libro: el sujeto y la ley.

Es como si cada artículo mostrara otra áreadel mar revuelto – y en cada uno hay una piedra-rocaque se muestra y que resiste a las fuerzas de des-trucción en actu. Algunos llevan, en su interior argu-mentativo, pedazos de joyas, brillantes que se hacenver. Porque aunque las olas ya han pegado demasia-do a las rocas, las costas, a las tierras de la humani-dad, los rocas siguen existiendo a pesar de muchosotros huracanes - son más fuertes y más resistentesal tiempo y sus fuerzas.

La lectura de este libro puede hacernos des-cubrir la joya que cada una/o lleva en suinterior (yque vale más que cualquier fortuna que él capitalis-mo podría prometer). Una fuerza humana desde laque se pueden resistir muchos golpes. Se trata de ladignidad que como humanos debemos tener, y queal “hacerse sujeto” nos hace ser más fuertes y capa-ces de mirar a los ojos de las/os demás y con espal-

da recta declarar nuestro ser y pensar libremente enlos mundos donde vivimos.

Esta convicción, ya está claramente presen-te en el primer artículo del libro. Para no perder eltiempo en términos de “conscientización” de lecto-res/as, este artículo-libro nos lleva hacía las entra-ñas de las estructuras que determinan y sostienenla llamada racionalidad moderna, según el planteode Max Weber. Nos presenta su términos clavespara la ciencia y el pretendido ordenamiento reflexi-vo del mundo: objetividad, racionalidad formal-ins-trumental, frente a la racionalidad material; determi-nación de lo que es “real” según sus criterios de fal-sificación o verificación dentro del sistema de razónestablecido. Hinkelammert, sin embargo, muestraque estos criterios son posteriores, porque hay unmás acá de ellos, que es la vida humana ante-con-ceptual y fundante. Hay que constituir la realidadcon todos sus conceptos y a partir de ello – “hay que“cambiar categorías de juicio, y no simplemente eljuicio”. Lo “real”, entonces, es la vida humana mis-ma, y es el criterio fundamental sobre cualquier otrocriterio, principio, cualquiera sea el nombre que sele quiere dar al concepto reflexivamente. Dice el au-tor: “La realidad de lo real es una cuestión de vida omuerte (y no de la ´objetividad´ de las cosas, comose la concibe desde Descartes)”, e incluso el propioMax Weber. Por lo tanto, para Hinkelammert “suprincipio es: nadie puede vivir, si no puede vivir elotro.” Y por lo tanto añade: “Que no se puede vivirsin que todos vivan, es por un lado un postulado dela razón práctica, por el otro determina una praxis.”Lo que se mostrará siempre y cuando el ser humanodecida pensar-actuando “como sujeto”, en los tér-minos de Hinkelammert.

Una vez aclarado este principio del criteriode la vida, siguen una serie de artículos, en los queHinkelammert entra en diálogo con varios autoresmodernos, que él considera decisivos por su in-fluencia en la historia de la Modernidad – que en sumayoría los poderes dominantes se nutren de ellosy sus conceptualizaciones. Unos estos autores esel ya clásico inglés John Locke. Locke, en un mo-mento clave de la colonización desarrolló una teoríade los derechos – “humanos” (de algunos) -, según

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la cual siempre las víctimas son los culpables y losvictimarios funcionan como jueces sobre ellos. Estateoría tiene, para Hinkelammert, serias repercusio-nes hasta el día de hoy porque el “pensamiento deLocke no presenta una teoría sobre la realidad. Esalgo muy diferente. Constituye un marco categorialpara constituir la realidad misma. Constituye la rea-lidad, y, por consiguiente, jamás es refutable. Si seasume este marco categorial, la realidad es tal cualel modo como Locke la concibe. No se puede mos-trar otra, a no ser que se efectúe una crítica de estepensamiento como marco categorial.” Así se puedetorturar en Guantánamo sin la menor preocupación,ya que quienes son torturados no pertenecen a laespecie humana. Sólo si se re-plantean estos pun-tos fundamentales, habrá posibilidad de hacer unaimportante crítica. El re-planteo, sin embargo, noviene sino desde dentro del mundo formado a partirde este pensamiento. “… El enemigo es ahora inter-no, viene de adentro, y es un sujeto que reclama susderechos en nombre de la igualdad. (…) este sujetono es exterior a la sociedad occidental, sino que eshijo de ella”.

He aquí un detalle en la argumentación deHinkelammert, que frecuentemente aparece: retomala palabra y el argumento del autor a quien analiza ylo invierte para utilizarlo según su punto de vista, peroen otro contexto. En este ejemplo son los “enemigos”el “problema” –dentro de la teoría de Locke. Frente aella Hinkelammert evoca el aparecer del “sujeto”:éste no considera la crítica como su interés principial.Más bien, ésta es sólo su punto de partida, para irmás allá de lo criticado y enfocar un horizonte devida. El criticar como sujeto es siempre una señal deprincipios, condiciones y posibilidades de vivir – porlo tanto, es tiempo ya de terminar con esquemas deenemigos y amigos, para enfatizar más en el mundode acuerdo al pensar como sujeto en el sentido de laintersubjetividad y reconocimiento mutuo.

Esta manera de criticar, que no sólo invierte,sino refundamenta, se hace también visible en los de-más escritos de Hinkelammert que componen el pre-sente libro. En unos se dedican de modo más sinteti-zante a temas específicos de la actualidad (DDHH, laUniversidad, la caída de las Torres en el 2001); enotros – en los que se concentra la fuerza del libro – si-gue la línea del artículo de Locke y analiza de maneramaestra argumentos de los pensamientos de Hume,Marx, Nietzsche – y de algunos relatos bíblicos.

Hume es un caso de especial interés paraHinkelammert, en cuanto que le sirve para especifi-car su comprensión de la racionalidad y diferenciar

posibles argumentaciones – siempre a la vista delpensar y argumentar a partir de la vida del sujeto vi-viente. Descubre la formulación “inferencia de lamente” de Hume, que es un juicio de la mente, y node la razón ya formada y determinada. La inferenciase enraiza en las experiencias de vida, y a partir deella se pronuncian criterios de la propia realidad.“Por tanto, se transforma en visión del mundo, basa-da en la ciencia. Como cualquier visión del mundo,no tiene justificación última. La pregunta solamentepuede ser, si la sociedad humana puede existir contal visión del mundo. Y eso es el criterio de verdad”.

Este mismo criterio de verdad subraya Hin-kelammert del pensamiento de Marx. “Marx le da lasiguiente formulación: ´La crítica de la religión de-semboca en la doctrina de que el hombre es laesencia suprema para el hombre y, por consiguien-te, en el imperativo categórico de echar por tierra to-das las relaciones en que el hombre sea un ser hu-millado, sojuzgado, abandonado y despreciable.´Este imperativo categórico proviene del núcleo ce-leste de lo terrestre. No lo inventamos, sino lo exca-vamos. Está, pero nadie puede disponer de él. Hacefalta asumir su empuje. Haciéndolo, el ser humanose hace sujeto”.

Como son escasos los ejemplos históricosimportantes comprometidos con este empuje, másen la actualidad en la que Marx está consideradocomo no-persona, Hinkelammert vuelve hacía muyatrás en la historia humana para descubrir seres“sujetos” – y llega a encontrarse con relatos bíblicosfundantes de la misma sociedad occidental congran impacto en la formación de los pensamientosmodernos, aunque a muchos de esos relatos se lesha negado su gran fuerza de rebelión, voluntad y ca-pacidad de liberación. Pretende Hinkelammert, en-tonces, descubrir las raíces de liberación y lo lograde manera sorprendente (para quienes conocemosparticularmente las lecturas tradicionales): así p.e.en el relato del Paraíso (perdido?!), encuentra unarebelión de parte de los seres humanos, que sesienten maltratados por Dios: ¿por qué razón prohi-birles una fruta, un buen alimento? Frente a estaprohibición, para Hinkelammert “arbitraria”, al serhumano le queda sólo una posibilidad: violarla porsu propia dignidad, de ser un ser libre. A esta ac-ción, los autores del relato hacen seguir maldicio-nes. Pero para Hinkelammert no lo son en el sentidode castigos, sino que la libertad tiene consecuen-cias con las que es necesario vivir y seguir enfren-tándolas: “la exigencia de esta libertad es enfrentarestas maldiciones y no aceptarlas. Hace falta en-frentarlas sabiendo que no se puede superarlas de-

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finitivamente. Constantemente vuelven. Aparecencomo conditio humana. El ser humano no debe so-meterse a ellas, sino superarlas sabiendo, que todasuperación es provisoria. Vuelven para ser enfren-tadas de nuevo”.

Llegamos, entonces, al interés fundamentalde Hinkelammert, y al núcleo de lo que le mueve enlas argumentaciones de este libro, y que ya apareceen todos los artículos: el ser humano, “como sujeto”,como ser corporal, necesitado, tiene que enfrentar-se al mundo, cuando le oprime. El autor concentrasu mirada en el caso de las leyes, más o menoscomplejas e institucionalizadas. Para él, el ser hu-mano tiene que oponerse siempre a aquellas leyesy sistemas, que no le permiten vivir – y tiene que ha-cerlo orientándose por el horizonte de la vida, inven-tando sistemas más humanos, más útiles para él. Yvuelve a recordar Hinkelammert, sobre todo, el cri-terio de la vida: “la necesidad del criterio de genera-ción de las normas, y por tanto de las institucionesespecíficas. Pero este criterio no puede ser una ins-titución y ninguna norma por institucionalizar. Nopuede ser sino el criterio de la vida humana misma.No se puede vivir sin institucionalización de las rela-ciones sociales. Pero tampoco se puede vivir concualquier institución. La misma vida, de cuya nece-sidad se deriva la necesidad de la institucionaliza-ción, tiene que ser también el criterio de la especifi-cación de las instituciones.” Se necesita “una socie-dad capaz de mediar entre los polos de la necesariainstitucionalización de las relaciones sociales hu-manas, y del otro que es la última instancia de todoel conjunto, y que afirma la necesaria sobrevivenciadel ser humano en el circuito natural de su vida. Setrata de un conflicto que hay que mediar constante-mente y cuya mediación necesaria constituye el cri-terio de discernimiento de las instituciones”.

Si Hinkelammert enfatiza tanto en la nece-saria mediación, es debido a la realidad que vivimosen la que gran parte de las relaciones sociales hu-manas se ven severamente afectadas por las exi-gencias de la economía capitalista. Lo que lleva aalguien como Hinkelammert, coherente en su pro-pio planteamiento “como sujeto”, a ir más allá deconstatar-lo-que-(ya-se-sabe-lo-que-)hay-que-ha-cer, y llamar a una conversión del ser humano.“Hace falta una conversión. No una conversión reli-giosa hacia algo que no se ve. Hace falta una con-versión para ver. Se trata de algo que se puede ver,pero que no se quiere ver y que por eso no se ve.Convertirse hacia este ver es creer en lo que losojos ven. Es conversión hacia lo humano. La con-versión que hace falta es una conversión para acep-

tar al ser humano. Ser humano que, cuando ve unasesinato, concluye que ve un asesinato. Cuandove un robo, concluye que ve un robo. Cuando escu-cha una mentira, la considera mentira”.

Del llamado general a una conversión del serhumano hacia lo humano, Hinkelammert va explici-tando qué es lo que espera, lo que considera necesa-rio: “Es un llamado a hacerse sujeto. El ser humanono es sujeto, sino hay un proceso en el cual se revelaque no se puede vivir sin hacerse sujeto. No hay so-brevivencia porque el proceso que se desarrolla enfunción de la inercia del sistema, es autodestructor.Aplasta el sujeto, que cobra conciencia de ser llama-do a ser sujeto en cuanto se resiste a esta destructivi-dad. Tiene que oponerse a la inercia del sistema siquiere vivir, y al oponerse, se desarrolla como sujeto.(…) Se revela entonces, que el ser sujeto es una po-tencialidad humana y no una presencia positiva. Serevela como una ausencia que grita y que está pre-sente, pero lo es como ausencia. Como tal, la ausen-cia solicita. Hacerse sujeto es responder a esta au-sencia positivamente porque esa ausencia es a lavez una solicitud. Se trata de una respuesta positiva ala ausencia, sin eliminarla como ausencia. Respon-de. En este sentido, el ser humano es parte del siste-ma en cuanto actor o individuo calculante. En cuantosujeto está enfrentado al sistema, lo trasciende.” Estellamado está lanzado a toda la humanidad – no enabstracto, sino en persona de cada uno, quienes laconstituimos y quienes juntas/os estamos responsa-bilizados para hacer del mundo de ahora un mundomejor de vida, para las/os quienes estamos y las/osquienes seguirán.

El pensamiento del propio Hinkelammert esuna muestra de alguien que busca responder a gri-tos silenciados: en su caso, al de la vida humana in-tersubjetiva, desaparecida como categoría fundan-te en teorías de relevancia social. La fuerza del libroreside así en el hacernos ver y seguir a un pensar,que más que “sólo criticar” desemboca siempre enun planteo del ser humano “como sujeto”: dice loque aún no está dicho, reivindica lo que aún no hay,y donde ni siquiera se puede decir esto, recuerdalas categorías más fundantes y sus bases: las queconstituyen los espacios de reflexión, para señalardesde dónde deberá aparecer algo. Está conscien-te de su búsqueda del “ser humano como sujeto”, yde que es una búsqueda necesaria y necesaria-mente compartida - “debe haber un marco comúnque todavía permanece opaco para nuestra mirada.Sin embargo, solamente puedo levantar la pregun-ta, sin tener todavía una respuesta concluyente”. Heaquí un pensar humano “como sujeto” en el doble

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sentido que lo constituye: aparece como contenidode la crítica y propuestas,– y éstas a la vez son refle-jo de alguien, un ser humano pensando, con otros,desde y para la vida, oponiéndose a interpretacio-nes tradicionales de teorías (con sus leyes) domi-nantes, abriendo espacio para algo nuevo, másapto para las necesidades de los seres humanos.Como la voz de un profeta contra el viento, la rocaen medio de la resaca. Hay que escuchar, estar fir-mes, confiar y a partir de ello crear humanamente.Este el desafío al que invita el libro.

Hugo BIAGINI. Identidad argentina y compromiso la-tinoamericano, Ediciones de la UNALa, Argentina.

Dina PICOTTI, Buenos Aires, Argentina.

Esta nueva producción de Hugo Biagini, aquien conocemos desde hace tiempo como incan-sable y comprometido investigador de las ideas ar-gentinas y latinoamericanas, investigador de Coni-cet y de la Academia Argentina de Ciencias, Direc-tor del Centro de Investigaciones Históricas de laUniv. Nac. de Lanús, cofundador y animador deotras Asociaciones Latinoamericanistas, autor denumerosas publicaciones que han merecido reco-nocimiento nacional e internacional, creo que nosofrece una selección de planteos muy representati-va de su trayectoria.

Ha entendido siempre el quehacer filosóficocomo conciencia histórica, ejerciendo una actitudcrítica y valorativa, que pone al descubierto las inci-dencias éticas, políticas y sociales de las ideas,además de aportar a la investigación y sistematiza-ción de las mismas. Las principales temáticas por élabordadas han tenido como hilo conductor los pro-cesos identitarios continentales en cuanto procesosemancipadores, como dice de él Marcelo Velarde,de países y de personas. Rescata líneas ideológi-cas que han alentado cambios comunitarios equita-tivos, propicia un enfoque desde el cual “la búsque-da de lo objetivo coincide con el develamiento y larealización de la dignidad humana”.

Es así como en esta obra, con el estilo deuna expresividad singular que lo caracteriza, pres-tando al vocabulario académico el tono significativoy criollo de las circunstancias, una sección introduc-toria de la temática general titulada “El problemaidentitario y la integración continental” vuelve a con-siderar la noción de identidad, recogiendo el debatehabido a su respecto, tanto desde el punto de vistafilosófico como socio-político, para acentuar la com-

plejidad y concretez de sus elementos y su rol en launidad hemisférica en la que se trata de avanzar,hasta los actuales organismos integradores.

Un primer capítulo, “Raigambres america-nistas. De la ilustración al modernismo” se refiere alos planteos republicanos que saben enraizarse enla autoctonía y defender la singularidad de “nuestraAmérica”, aunque debatiéndose con las influenciascoloniales de diversa procedencia, a lo que se agre-ga la valoración del rol revolucionario cumplido porla juventud.El segundo capítulo, “Anglolatría y es-pañolismo” continúa presentando el debate de posi-ciones, con la acostumbrada soltura de un buen co-nocimiento histórico y una actitud valorativa críticadesde el compromiso con la propia identidad históri-ca y los valores humanos, consignando entre otrosaspectos cuanto se manifiesta en el IV Centenariodel así llamado descubrimiento de América y en elflujo académico hispanoamericano del reciente pa-sado siglo XX. Los cap. III, “Ficción y realidad. Pro-yectos y efectividades” y IV. “Discurso dominante ycontracultura” trazan con fuerza y claridad el pano-rama de planteos de todo tipo y proyectos políticosde personas y entidades que sostienen la identidady la integración regional o la cuestionan enaltecien-do las potecialidades noratlánticas, la oposición en-tre un discurso dominante en la civilización vigente yun pensamiento alternativo. Un V capítulo está de-dicado a “La filosofía en situación”, refiriéndose alos diversos aspectos que la caracterizan en Améri-ca Latina y a la competencia de un vasto número dequienes la ejercen y le han ido dando espacio aca-démico y carta de ciudadanía internacional a pesarde las objeciones que siempre subsisten, mencio-nando entre otros aspectos la trayectoria crítica, losdesafíos metodológicos, la historiografía regional.En el cap. VI. “Perfiles individuales” se destacan al-gunas líneas y figuras particulares como el planteorepublicano de Nicanor Larrain, el utopismo de Fer-nando Aínsa, el ruedo íberamericano de AlfonsoCastelao y José L. Gómez Martínez, así como otrosenfoques más recientes. Un epílogo titulado “El retode la izquierda plebeya”, articulado en tres significa-tivos títulos: ‘Desmontaje mediático’, Horizontesunionistas’ y ‘Republicanismo y populismo’ se refie-re a la figura actual de antiguos debates, inclinándo-se a favor de organizaciones políticas nacionalesque asumen los derechos de todos, y de la integra-ción regional, o bien objetándolas de diversas ma-neras, y un pensamiento alternativo o contrario quelos acompaña.

En síntesis, nos parece una obra que conmaestría de conocimientos historiográficos y sensibi-

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