el rebate de alameda - memoria enero 2012

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“El Rebate” de Alameda Memoria del programa de dinamización social y presupuestos participativos del Ayuntamiento de Alameda (Málaga) José Antonio Castro Pérez Enero 2012

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Memoria del proceso de participación vecinal y presupuestos participativos de Alameda (Enero de 2012)

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Page 1: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

“El Rebate” de Alameda Memoria del programa de dinamización social y presupuestos participativos del

Ayuntamiento de Alameda (Málaga)

José Antonio Castro Pérez

Enero 2012

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MEMORIA DEL PROGRAMA DE DINAMIZACIÓN SOCIAL Y

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS “EL REBATE” DE ALAMEDA

Enero 2012

José Antonio Castro Pérez1

[email protected]

Contenido

Introducción .............................................................................................................................3

Principios ..................................................................................................................................5

Fundamentación y Objetivos ....................................................................................................6

Objetivos relacionados con “querer participar” ...................................................................7

Objetivos relacionados con “saber participar” ...................................................................14

Objetivos relacionados con “poder participar” ..................................................................18

Metodología ...........................................................................................................................25

Proyectos ...............................................................................................................................32

Presupuestos participativos ...............................................................................................32

Decisiones de “coste cero” .................................................................................................39

Co-gestión de infraestructuras municipales .......................................................................40

Autogestión juvenil ............................................................................................................41

Otros ..................................................................................................................................43

Papel de las asociaciones existentes ......................................................................................45

Logros e impactos del Rebate ................................................................................................46

Futuros retos del Rebate ........................................................................................................47

Evaluación del proceso a cargo de la Mesa de Representantes vecinales ..............................49

1 Director Técnico de El Rebate de Alameda (Málaga)

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Introducción

"Rebate" es como llamamos en Alameda al escalón de la puerta de las casas. Un

“lugar” que en Alameda tiene nombre, como ocurre con todas las cosas que son

“vividas”, que significan algo para la gente, y que se corresponden con una forma de

ser, con una forma de relacionarse y de entender la vida que es propia del pueblo, que

entre todos/as hemos ido forjando, y continuamos haciéndolo con nuestros actos más

cotidianos.

Vecinos de la Cañada (Alameda)

El rebate es un lugar donde se puede estar (se puede “salir al rebate”), pero también

un lugar de paso (que utilizamos al entrar y al salir, cuando hace falta, sin darle mayor

importancia). Un lugar que da “tarea” (para barrerlo, limpiarlo…) pero también da

descanso (para tomarse un respiro, sentarse al fresco...). El rebate sirve para escapar

(de las preocupaciones, de lo que nos pasa…), pero también sirve para encontrarse con

los vecinos (compartiendo las preocupaciones, enterándonos y comentando lo que

pasa...). El rebate es un lugar que está entre la casa y la calle, entre “lo mío” y lo de

todos. Y en toda su complejidad, de cualquiera de las formas que lo vivimos, algo que

todo el mundo en el pueblo entiende.

Page 4: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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Rebate de la Calle Granada (Alameda)

Así, el rebate tiene muchas de las cosas que pensamos que debe tener un proceso si

queremos que sea “participativo”. El rebate es algo:

Que se puede vivir de muchas formas (porque cada persona le pone “su

puntito”), pero todo el mundo lo puede sentir como propio, como una forma

de vida común, que es del pueblo.

Que se puede utilizar libremente, sin pedir permiso, se puede entrar y salir,

colaborar en una cosa y en otra no, porque cada cual sigue teniendo otras

preocupaciones y quehaceres.

Que se le puede dedicar más o menos tiempo o esfuerzo, según la

disponibilidad de cada uno.

Donde se hacen cosas, pero donde también se pasa bien.

Donde no hay un guión establecido y se puede hablar de todo.

Donde puedo acudir con un problema particular, pero donde también puedo

conocer los problemas de mis vecinos, e implicarme para que se arreglen cosas

que no son mías ni del otro, sino que son del pueblo y nos afectan a todos.

Por todas estas cosas, desde finales de 2008, "El Rebate" es también el programa de

dinamización de la participación ciudadana y de presupuestos participativos

promovido por el Ayuntamiento de Alameda, en colaboración con la Diputación de

Málaga.

Page 5: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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Principios

Como proceso participativo, el Rebate se compromete con los siguientes principios:

Es universal: todas las

personas pueden participar

en este proceso, y en él cada

persona se representa a sí

misma.

Es vinculante: en este

proceso se participa para

decidir, no sólo para opinar.

Es deliberativo: se

fomenta que todo el mundo

diga lo que piensa, desde el

respeto, para dar lugar al

debate y que así las

decisiones estén mejor

deliberadas.

Page 6: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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Se auto-regula: las

normas del Rebate se

deciden entre todos/as

los/as participantes,

fomentando que todo el

mundo participe en la

evaluación de su marcha,

dentro del respeto a los

principios anteriores.

De arriba abajo: 1. Lluvia de ideas. 1er Encuentro de Jóvenes de Alameda “Juventud y Participación”,

Ceulaj 18 y 19 abril de 2009; 2. Recuento de votos sobre prioridades de obras “PER”. Reunión vecinal de

la barriada Cañada-Sotillo, 1 febrero de 2009; 3. Visita a las propuestas vecinales de obras “PER” para el

curso 2010-2011. “Día del autobús”, 29 de enero de 2011; 4. Reunión de revisión de propuestas del

Presupuesto Participativo de Jóvenes, 27 de junio de 2011.

Al acogerse a estos principios, el Rebate de Alameda se suma a la conocida como

“Declaración de Antequera”, suscrita en 2008 en el seno de la Red Estatal de

Presupuestos Participativos, como el conjunto de criterios que debe tener un proceso

para ser considerado Presupuesto Participativo y estar integrado en dicha red.

La Red Estatal de Presupuestos Participativos ha sido impulsada por la Diputación de

Málaga y otros ayuntamientos con amplia experiencia en el desarrollo de este tipo de

procesos, como los de Sevilla y Córdoba, y está integrada por municipios, organismos y

asociaciones de toda la geografía española.

Fundamentación y Objetivos

En último término, el Rebate es un programa municipal de desarrollo comunitario que

promueve la participación social en el pueblo a todos los niveles. Así, el Rebate

pretende, como fin general, potenciar y desarrollar en los vecinos de Alameda la

iniciativa y la capacidad de colaborar entre sí. Se persigue alcanzar un clima colectivo

de confianza en las propias posibilidades. La idea es que, atendiendo a las diferentes

responsabilidades de cada persona con su pueblo, todos los vecinos de Alameda

puedan vivenciar e interiorizar que son capaces de colaborar en la construcción de su

propio destino colectivo, desde iniciativas sencillas y cercanas, pero con sentido de lo

común y de estar andando un proceso donde se aprende y se avanza hacia metas cada

día más ambiciosas.

Page 7: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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El Rebate asume tres dimensiones de objetivos:

Objetivos relacionados con “querer participar”

Objetivos relacionados con “saber participar”

Objetivos relacionados con “poder participar”

Objetivos relacionados con “querer participar”

El Rebate pretende motivar y movilizar a las personas para participar. La

participación se fundamenta en poder compartir con otras personas los gustos,

intereses, deseos o aspiraciones de la vida, como una forma de desarrollarlas y

hacerlas posible. Vivimos en una sociedad cada día más individualista, que poco a poco

nos va encerrando cada vez más en nuestras casas, cada cual con sus propios

problemas, y donde se está perdiendo el gusto por relacionarse, así como las más

mínimas habilidades para convivir. Motivar para la participación implica desarrollar

nuestra dimensión colectiva, como una forma de ampliar los horizontes de nuestra

vida cotidiana.

Grupo de Break-Dance ensayando en la Nave Joven. Alameda.

Así, el Rebate se trata de un proceso que, siendo voluntario, aspira a implicar de una u

otra forma a todos los vecinos de Alameda. No se pretende que existan convocatorias

a las que tenga que acudir todo el mundo, sino que se den pluralidad de iniciativas, en

cuestiones diversas, a partir de aquellas cosas con las que distinta gente pueda

identificarse. De esta forma, el Rebate se propone avivar los gustos, intereses,

Page 8: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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emociones, deseos o aspiraciones de la gente, y mostrar que todas estas cosas se

pueden vivir también (e incluso mejor) como algo compartido.

Por eso es importante aclarar que “avivar” no es lo mismo que “satisfacer” o

“rellenar”. A veces los ayuntamientos, en su afán por dar servicios y organizar

actividades, acaban promoviendo una “cultura del espectáculo”, en la que todo se da

hecho, y donde los vecinos sólo pueden ocupar un rol pasivo como usuarios o

espectadores. Este tipo de estrategias consiguen muchas veces lo contrario de lo que

pretenden, al apagar el deseo de la gente, y hacer cada vez más difícil pensar que las

cosas pueden ser de un modo diferente y que cualquier persona puede implicarse en

su transformación (desde una actividad municipal, a la forma en la que se da el aviso

de una avería, poder o no utilizar una infraestructura municipal, poder decidir qué

obras son prioritarias en el pueblo, etc.). Cuando esto ocurre, el efecto es la

desmotivación y la desmovilización de la gente. El Ayuntamiento ocupa todo el

protagonismo de “lo público”, y las verdaderas preocupaciones de la gente pasan a ser

algo secundario y a veces sólo una excusa para que el ayuntamiento haga “sus cosas”

con unos recursos que son de todos.

Arroyo de las Hoyas (Alameda). Visita a las propuestas vecinales de obras “PER” para el curso 2009-

2010. “Día del autobús”, 23 de febrero de 2009.

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Por eso, uno de los objetivos que primero aparece en el proceso es ir estableciendo un

nuevo tipo de relación entre el Ayuntamiento y los vecinos. Se hace necesario

redefinir los roles de cada uno, donde el Ayuntamiento no quiera ocuparlo todo, sino

que deje su espacio a los vecinos para, en último término, permitirle con mayor

libertad imaginar su pueblo de otra manera e involucrarse en su transformación:

Una condición indispensable para poder hablar de esto es alcanzar mayor

transparencia en el Ayuntamiento. Los vecinos tienen el derecho de estar

informados de lo que se hace con los recursos públicos, y el Ayuntamiento

debe realizar esfuerzos para proporcionar toda la información importante

sobre los temas que afectan a los vecinos, y hacerlo de una forma que le llegue

a la gente y que puedan entenderla.

Partiendo de esta condición, el Ayuntamiento debe además dar cabida a la

queja y fomentar que los vecinos pierdan el miedo a hablar y exigir sobre las

cosas que les afectan. El Ayuntamiento poco a poco tiene que renunciar a dar

solamente una única visión de las cosas, para pasar a fomentar las opiniones

diversas de todas las personas, dándoles cauce para su expresión y medios para

que esas opiniones lleguen también a todos sus vecinos. Por otra parte, el

Ayuntamiento también debe asegurar que esto se haga en un clima de absoluta

libertad, respeto y no manipulación, creando las condiciones necesarias para

que las opiniones no sean instrumentalizadas por grupos previamente

organizados con otro tipo de intereses particulares, que pueden buscar en las

quejas vecinales, una forma para hacer valer sus propias reivindicaciones. La

libertad y la no-manipulación son imprescindibles para, al menos, reducir las

suspicacias que este tipo de procesos pueden despertar en los vecinos, dado el

clima en el que suele se desenvolver la política y, en concreto, las políticas de

participación ciudadana, sujeta a todo tipo de clientelismos. Libertad y respeto

a la pluralidad son la base de un proceso participativo creíble.

Esto es sólo un primer paso, porque en última instancia se trata de generar un

proceso en el que Ayuntamiento y vecinos vayan asumiendo una

responsabilidad compartida, más allá de una relación en la que el vecino “pide”

y el ayuntamiento “responde”. Por eso también es necesario ir erradicando la

idea de que el Ayuntamiento es una institución que “lo puede todo”, e ir

creando ocasiones para que Ayuntamiento y vecinos puedan conocer,

dialogar, deliberar y colaborar conjuntamente en la generación de

propuestas. Esta relación debe mostrar que todas las peticiones vecinales no

son viables; pero que igualmente, no todas las cosas que hace normalmente un

ayuntamiento son precisamente de sentido común. Todos cometemos errores,

y todos tenemos aciertos. Y esto, que es válido en el día a día, también lo es en

la gestión municipal. Quizás colaborar podría ser una buena idea para alcanzar

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mejores soluciones a los problemas del pueblo, o al menos podría servir para

aprender de los errores que se van cometiendo, y así no tener que

equivocarnos una y otra vez en lo mismo malgastando el dinero de todos.

De izq. A dcha.: Vecinos, técnico de participación, Policía Local y Teniente Alcalde en reunión vecinal

sobre el tráfico. Barriada Cañada-Sotillo., 18 de noviembre de 2009.

Por último, una colaboración sana implica además el desarrollo de la

autonomía vecinal, que los vecinos puedan llevar a cabo todo tipo de iniciativas

de interés público con o sin la participación del Ayuntamiento. Por eso el

Ayuntamiento debe acompañar este proceso de una delegación de

responsabilidades en la organización de actividades de interés público y en la

gestión de espacios municipales, para que estas responsabilidades vayan

ejerciéndose cada vez más de manera compartida, con el mayor grado de

autonomía vecinal que se pueda.

Otro factor a tener en cuenta es que, para avivar los intereses de la gente, se requiere

un proceso de participación abierto: la participación no puede estar acotada

indefinidamente a unos temas determinados. El riesgo es reducir la participación a

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poder participar en sólo algunas cosas, de una determinada manera y que interesan

sólo a un tipo de gente, que tenderán a ser pocos y cada vez menos. Si es participativo,

un proceso no puede tener unos objetivos ni unas actividades fijas y preestablecidas.

Por eso el Rebate busca mantenerse abierto, aspira a evolucionar poco a poco

incorporando cada vez más objetivos y actividades, como condición para incorporar

a más personas (porque como decimos participar no es participar todos en lo mismo,

sino cada uno en lo que le interesa).

1ª Noche Carnavalesca (18 de septiembre de 2010). Actividad auto-organizada financiada con el

presupuesto participativo de juventud 2010-2011.

La identificación de nuevos objetivos también tiene que ver con la motivación. El punto

de partida no es “hacer participar a la gente”, como si la gente fuera una masa

“apática” que no demuestra interés por nada. Es necesario reconocer que la gente ya

participa en su cotidianidad en todo aquello que le incumbe, le interesa o le preocupa.

No hace falta estar afiliado o contar en las filas de ninguna asociación de forma

permanente. La gente se busca, se junta, se alía para hacer cosas de forma cotidiana, y

eso también es participación. El proceso parte y aprende de esas formas cotidianas de

participación.

Hay proyectos que sólo prestan atención a “lo que le interesa al Ayuntamiento”, para

los cuales la vida de la gente pasa inadvertida. Como mucho, pueden atender a las

Page 12: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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inquietudes de algunas asociaciones. Por el contrario, entendemos que un programa

de este tipo debe conocer qué es importante para la gente y porqué. Y eso quiere decir

con “toda” la gente. Con el mismo argumento, también hay que prestar atención a las

relaciones sociales preexistentes: cómo se relaciona la gente en el pueblo (con

quiénes, cuándo, dónde, etc.) y en torno a qué.

En definitiva, respecto a la elección de los temas, los objetivos y las actividades del

programa, se trata de que estén ligados a la tarea de conocer el pueblo, a su gente, sus

problemas e inquietudes y, cómo no, sus formas de participar, como una condición

indispensable para que el proceso sea motivador y movilizador. Pero ese conocimiento

no puede ser algo ajeno, una cosa de expertos o sabios, si lo que se quiere es un

proceso que esté vivo, que tenga pulso y evolucione. Se trata de que sean los propios

vecinos que se van involucrando en las distintas iniciativas quienes vayan generando el

conocimiento necesario del proceso que lo haga avanzar. El objetivo es la

participación, no la ciencia o la erudición. Se trata de trabajar con y desde la gente, en

el curso de las acciones, porque sólo desde ahí se pueden conocer, suscitar y conjugar

intereses y motivaciones. Y crecer desde ahí. El símil de lo que estamos describiendo es

un movimiento en espiral, que desde unos estímulos iniciales crece en diferentes

direcciones ampliándose y reforzando el alcance (en personas y dimensiones

abordadas) del impulso original. Esta forma de concebir la intervención se corresponde

con el uso de metodologías participativas en el desarrollo del programa, que son las

que hacen posible que la propia gente que se involucra en el proceso vaya creando

conocimiento de su pueblo en el curso de las acciones, y que ese conocimiento sirva

también para replantear y redirigir nuevas iniciativas.

Es evidente que la motivación vecinal va a depender totalmente de la credibilidad del

Ayuntamiento, que en este tipo de iniciativa está directamente relacionada con su

capacidad para mantener los compromisos y acatar lo decidido en cada caso, es decir,

de que las decisiones adoptadas sean vinculantes, y en especial para el

Ayuntamiento. Un proceso participativo que consiga motivar a la población, pero que

no consiga responder seriamente a los compromisos y expectativas generadas, porque

la gente se sienta “utilizada” por el ayuntamiento (por ejemplo, porque sólo escucha

aquellas opiniones o trabaja con aquellas personas que le son afines), acabará

desmovilizando a la gente, produciendo a la larga el efecto contrario que pretendía, es

decir, profundizar la desconfianza de la población en la posibilidad de colaborar con su

ayuntamiento.

Además, la motivación vecinal para participar también depende de que la participación

produzca cambios reales y tangibles (carácter transformador). Este factor, que debe

ser una condición para todo proceso participativo, se convierte en un factor crítico en

los momentos iniciales de este tipo de experiencias, cuando se tienen que sentar las

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bases de una confianza mutua entre vecinos y ayuntamiento. Dado el clima habitual de

las relaciones entre las administraciones públicas y los ciudadanos, es necesario

romper con el hábito de una administración que en determinados momentos escucha

al ciudadano, pero que nunca lo invita abiertamente a participar en la toma de las

decisiones que le afectan.

La idea es promover que las personas y los grupos quieran enredarse, a partir de sus

relaciones, de sus intereses e ilusiones, de sus ritmos, de sus capacidades, etc., e ir

construyendo un proceso plural, compuesto de distintos momentos e iniciativas,

sentido como algo propio (no “del Ayuntamiento). Se trata, en otras palabras, de

recuperar y potenciar el gusto por hacer cosas juntos en el pueblo, con independencia

de quién las inicia (sin atribuir más mérito a unos o a otros), y redescubrir que

colaborar es importante, que enriquece nuestras posibilidades en el día a día.

Cuadro resumen

1. Objetivos relacionados con “querer participar”:

1.1. Avivar los gustos, intereses, emociones, deseos y aspiraciones de los

vecinos de Alameda como experiencias colectivas

1.2. Establecer un nuevo tipo de relación entre el Ayuntamiento y los

vecinos:

1.2.1. Lograr mayor transparencia informativa del Ayuntamiento

1.2.2. Trabajar activamente para dar cabida a la queja en la relación

entre el Ayuntamiento y los vecinos

1.2.3. Crear ocasiones para que Ayuntamiento y vecinos puedan

generar propuestas conjuntamente

1.2.4. Delegar paulatinamente responsabilidades a los propios

vecinos en la organización de actividades de interés público y

en la gestión de espacios municipales

1.3. Incorporar en el proceso participativo cada vez más objetivos y

actividades, como condición para incorporar a más personas

1.4. Garantizar que el proceso permita a los vecinos adoptar decisiones

vinculantes y transformadoras sobre su pueblo de forma participativa

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Objetivos relacionados con “saber participar”

El Rebate pretende que toda la población de Alameda cuente con los conocimientos

necesarios para participar.

Así, este objetivo tiene que ver, en primer lugar, con la formación, porque a veces “no

saber” es un obstáculo para participar. Por eso, el Rebate debe procurar que todos los

estamentos involucrados (políticos, técnicos y vecinos) adquieran los nuevos

aprendizajes que sean necesarios, a través de la realización de cursos, de intercambios

de experiencias, etc., como oportunidades que deben darse para reflexionar sobre qué

entendemos por participar y cómo podemos mejorar la participación en el pueblo.

Pero es necesario tener en cuenta que no existe un único tipo de saber, sino que en la

práctica, ante una situación, se pueden aplicar muchos tipos de saberes. Sólo por dar

una muestra, podemos anotar:

los conocimientos de “los expertos”

la experiencia de “los profesionales”

el recorrido de “los que han vivido muchos años” y saben lo que puede pasar

porque ya ha pasado otras veces

la perspectiva de “los que han tenido diferentes vivencias de una misma cosa”

la apertura de mente de “los que saben relacionar cosas” que en un principio

parecía que no tenían nada que ver, pero que sí tienen que ver

la perspicacia de “los que saben reconocer una oportunidad”

el carisma de “los que saben despertar interés”, para unir a la gente en torno a

una idea o un proyecto

la sabiduría de la vida de “los que saben darle a cada cosa el valor que tiene”

la creatividad de “los que tienen arte” para convertir una cosa corriente en algo

especial y valioso

la habilidad de “los que saben hacer colaborar a las personas”, para que

juntarse se convierta en algo productivo y satisfactorio

La gracia de “los chistosos” que convierten cualquier circunstancia en una

ocasión para disfrutar, y hacen que al final trabajemos más y más a gusto

la intuición de “los que saben leer los momentos” para estar, para hacer o para

decir lo que es adecuado para seguir avanzando

la empatía de “las personas sensibles” para recordar que lo importante somos

“las personas” cuando se trabajan “las cosas”

la casualidad de “los que aciertan” alguna vez sin que se sepa cómo

y un largo etcétera

Page 15: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

15

Lo que queremos decir con esto es que, en un proceso de este tipo, donde lo que se

pretende es mejorar nuestro pueblo, se necesitan todos los saberes, para que el

pueblo siga siendo de todos, y no sólo a la medida de algunos. Que todos los vecinos

sepan participar significa también que todos puedan hacerlo desde su forma de

comprender su pueblo, de vivirlo.

Participar es también entenderse: escuchar y ser escuchado, “contar con” otros y ser

tenido en cuenta por otros. Por tanto, participar también tiene que ver con la

eliminación de las barreras de comunicación que habitualmente nos separan, porque

separan estos distintos tipos de saberes. Hay barreras que sirven para segregar

permanentemente a las personas, que ponen a unas por delante de otras, como si

unas fueran siempre las más válidas y otras siempre las menos válidas, en todas las

situaciones. Esto suele darse en todos los ámbitos, pero especialmente con las

administraciones. A las administraciones les gusta definir de antemano quiénes son las

personas más indicadas para hacer las cosas y quiénes no lo son, estableciendo

funciones y roles fijos, que no siempre se traducen en que las cosas se hagan bien.

Saber participar significa entonces también “remover obstáculos” al entendimiento y

la colaboración entre los vecinos por tener distintas formas de comprender y vivir el

pueblo. Es importante tener en cuenta que, para la participación, este tipo de

objetivos de los que estamos hablando suelen ser más decisivos que los puramente

“formativos”, pues significan trabajar con todas las cosas que impiden a las personas

entenderse y colaborar en su diversidad. Es una forma de romper con el aislamiento de

todas esas cosas buenas que están ahí pero que por muchos motivos no se relacionan,

lo que nos hace pobres como personas y como pueblo:

Esto tiene que ver con las formas de comunicación de la Administración, sobre

todo en la relación entre la Administración y los administrados, como una

relación normalmente gobernada por el “imperativo”, y de un único sentido: el

bando, la orden, la multa, etc. Un aspecto que no puede olvidarse en este

sentido es la adaptación del lenguaje que se utiliza en el proceso, la necesidad

de abandonar el lenguaje administrativo, excesivamente técnico y burocrático.

El Ayuntamiento debe hacer un esfuerzo de accesibilidad: por una parte, debe

reconocer que hay diferentes formas y posiciones desde las cuales nos

podemos acercar a los problemas, y que todas ellas son válidas, aunque no se

expresen en los “códigos” normalmente aceptados por la Administración; y por

otra parte, debe también aceptar desenvolverse con estos otros puntos de

vista como parte de su labor cotidiana como Administración Pública, salir a su

encuentro e integrarlos.

Page 16: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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Campaña de comunicación decisión de obras PER 2011-2012.

Otra forma de remover obstáculos a la comunicación está relacionada con la

adquisición de habilidades sociales y de mayor autoestima por parte de todo

tipo de minorías. Nos referimos también a la gente “sin estudios”, a los

mayores, a los jóvenes e incluso a las mujeres, es decir, todas aquellas personas

que normalmente “aprendemos” que hay que dejar de lado cuando hay que

opinar y deliberar para tomar cualquier decisión que se considera importante

para un grupo de cualquier tipo (no sólo en la Administración). Se hace

necesario acompañar y reforzar particularmente la presencia y la adquisición

de capacidades de las personas de los sectores sociales con menores

competencias en el trato habitual con la Administración Pública.

Page 17: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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Recuento de votos del 1er proceso de presupuestos participativos de jóvenes (8 de julio de 2010)

En último lugar, implica un nuevo rol municipal, como facilitador del

encuentro entre estos distintos saberes. Un Ayuntamiento que incorpora la

participación a sus formas de funcionamiento, favorece el encuentro de

distintas personas poniendo el énfasis en su diversidad, es decir, invita a la

participación a la gente, cada cual con sus respectivas formas de entender las

situaciones. Esto obliga a la Administración a desempañar un papel mediador y

facilitador del diálogo y el respeto, que no margine a las personas por sus

formas de comunicarse y participar.

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Objetivos relacionados con “poder participar”

En último lugar, El Rebate atañe a las posibilidades reales de participar. Esto implica,

“poder participar”, pero también “participar con poder”, es decir, participar para

cambiar cosas.

Así, en primer lugar, el Rebate debe garantizar que se pueda participar. Una

participación universal requiere que todo el mundo tenga la posibilidad de participar.

Sobre esto ya hemos hablado en el apartado anterior, cuando hemos comentado

cómo existen muchas veces dificultades de comunicación entre el Ayuntamiento y el

ciudadano de a pie, y que el lenguaje es muchas veces una barrera. Pero poder

participar, en general, tiene que ver con eliminar todo tipo de obstáculos para

participar, no sólo el lenguaje. Obstáculos que un ayuntamiento debe conocer, tener

en cuenta y contribuir activamente a eliminar. En definitiva, facilitar que la gente

Cuadro resumen

2. Objetivos relacionados con “saber participar”:

2.1. Favorecer la formación para la participación de políticos, técnicos

municipales y ciudadanos en general

2.2. Potenciar las distintas formas que tienen los vecinos de Alameda de

conocer e influir en su entorno cotidiano, como formas legítimas para

contribuir a mejorar su pueblo:

2.2.1. Lograr que el Ayuntamiento (su funcionamiento, sus

actividades, sus decisiones) sea comprensible y accesible para

el conjunto de la población

2.2.2. Acompañar y reforzar especialmente a los sectores sociales

marginados en el trato habitual con la Administración Pública

(mujeres, ancianos, jóvenes, minorías, etc.), favoreciendo el

reconocimiento público de la valía de sus saberes y

habilidades para contribuir a mejorar el pueblo

2.2.3. Propiciar que el Ayuntamiento adopte un nuevo rol como

mediador y facilitador del diálogo y el respeto entre los

vecinos, para que ninguna persona ni grupo que quiera

colaborar para mejorar su pueblo sea marginado a causa de

su cultura

Page 19: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

19

pueda participar significa reconocer que existen distintas formas de estar en la vida

cotidiana del pueblo, y que todas ellas deben tener oportunidad para colaborar en

mejorarlo.

Así, muchas veces los obstáculos son barreras físicas que impiden la participación, y

que afectan a los tiempos y los espacios que se eligen para proponer la participación

de los vecinos.

Los horarios de las reuniones deben facilitar la asistencia de todo tipo de

personas. Se deben evitar los horarios habituales de trabajo, teniendo en

cuenta las campañas agrícolas, las costumbres sobre los cuidados de los niños,

la limpieza de la casa, etc. Pero también los momentos de descanso, las fiestas,

etc. En el caso de los jóvenes, hay que tener muy presente la rutina escolar, así

como la salida del municipio de buena parte de los jóvenes de ciertas edades

para estudiar en el instituto o en la universidad. Por descontado, siempre que

se pueda, las convocatorias de las reuniones y las demás actividades que se

propongan deben realizarse dialogando, y con el acuerdo del mayor número de

personas posibles. Además se deben utilizar otras formas de debatir y decidir

que no sean exclusivamente reuniones (“tendederos”, jornadas de votaciones,

etc.) para que la participación pueda ser más flexible en cuanto al horario,

porque es sabido que las reuniones exigen una disponibilidad de tiempo que no

todo el mundo tiene, y una intensidad de trabajo (atender, debatir, evaluar)

con la que no todo el mundo se siente cómodo.

Con los espacios sucede algo parecido. Todos somos capaces de trazar

mentalmente mapas del pueblo, con aquellos lugares que son frecuentados por

unos u otros grupos de personas (o que lo son a determinadas horas, y no a

otras), de modo que encontrar a determinadas personas en determinados

sitios a determinados horarios se sale de lo habitual. Esto hace que sintamos

unos sitios del pueblo más propios que otros. Sucede que, en ocasiones se

pretenden utilizar para la participación espacios que ya están “marcados” en

algún sentido, de forma que hay unas personas que se encuentran más

cómodas que otras a la hora de participar libremente en ellos, o que incluso

haya personas que lleguen a estar incómodas o ni tan siquiera a aparecer. Esto

debe evitarse, buscándose para la participación lugares “neutrales”, a ser

posible públicos, y que se caractericen como lugares habituales de encuentro

de la gente de forma cotidiana (Casa de la Cultura, Hogar del Jubilado, pero

también en un momento dado, bares o pubs, comercios, etc.). En cualquier

caso, la calle aparece aquí como el espacio público por excelencia, que el

Rebate reivindica como principal lugar para la discusión pública de las

cuestiones que afectan a los vecinos (el uso de calles, parques, etc.).

Page 20: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

20

Pero reconocer que existen distintas formas de participar en la vida cotidiana del

pueblo, no se queda únicamente en cuidar los tiempos y los espacios que se utilizan.

En último término significa que una única propuesta de participación para todo el

mundo no nos va a bastar, porque no va a ser acogida de igual forma por distintos

tipos de personas. Por eso es necesario atender a las diferencias, poniendo el énfasis,

como venimos señalando, en eliminar primero los obstáculos que impiden la

participación de los sectores de la población con mayores dificultades para ser tenidos

en cuenta.

En un pueblo puede existir una gran diversidad de grupos, atendiendo a muchos

factores, de forma que unos acaban siendo más visibles que otros. Por eso, si no

queremos excluir de partida a unos sectores de la población, tenemos que considerar

cuáles son las “marcas” que nos distinguen, o al menos no descuidar un grupo mínimo

de factores que, a priori, están provocando que haya vivencias y sensibilidades

distintas en el municipio. Estos factores son, como mínimo, los siguientes:

Edad: no participan igual los niños, los jóvenes, los adultos o los mayores

Género: no participan igual las mujeres que los hombres

Etnia / procedencia: no participan igual las personas del pueblo siendo o no de

diferentes etnias, ni las personas del pueblo que las “forasteras”, o que los

inmigrantes de distintas procedencias (ingleses, magrebíes, rumanos, chinos,

etc.).

Nivel socioeconómico: no participan igual las personas con distinta educación y

medios económicos.

Culturas del trabajo: no participan igual las personas que trabajan en el campo

que quienes trabajan en la construcción, los comerciantes, los funcionarios o

las amas de casa.

Todos estos factores “nos atraviesan” a todos (todos somos niños, jóvenes, adultos,

mayores o ancianos; de un sitio u otro; con unos estudios u otros, etc.), dando lugar a

distintas formas de estar y participar en el pueblo que deben tenerse en cuenta a la

hora de propiciar cauces para colaborar.

Atender a estas diferencias significa que los cauces para la participación que se quieran

promover deben adecuarse lo más posible a las formas habituales de colaborar y

organizarse que cotidianamente ya tiene la gente. Porque esta es la única forma como

la gente va a desenvolverse realmente con soltura y va a ser capaz de ir marcando el

rumbo de las decisiones. De otra forma, lo que se consigue es implicar a la gente en un

proyecto que es de otros. Aquí lo que se persigue es que la gente lleve a cabo sus

propios proyectos.

Page 21: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

21

Esto provocará en la práctica, por ejemplo, que los cauces de participación para decidir

obras públicas, sean muy distintos que los cauces de para decidir actividades en el

Área de Juventud (donde una división del pueblo en “zonas” no tiene ningún sentido).

O que desde diferentes actividades los grupos implicados alcancen distintas fórmulas

para intentar favorecer la participación de más personas (para unos jóvenes puede

tener sentido plantear un fin de semana de convivencia, para un barrio puede tener

sentido hacer una fiesta para inaugurar un parque). En cualquier caso, el objetivo es

mantener un proceso abierto en el número de cauces de participación, de modo que

la diversidad de formas de vivir en el pueblo se vea correspondida con diversidad de

formas válidas de colaborar para mejorarlo.

Pero como decimos, un proceso participativo debe también disponer de medios para

hacer cosas. El objetivo último de la participación no es jugar solamente, o

intercambiar opiniones, como si se tratara simplemente de tener entretenida a la

gente. Pensamos que la gente ya tiene muchas preocupaciones como para ofrecer un

programa que sea una mera distracción, que no desemboque en verdaderas

soluciones. El Rebate asume que participar es decidir, y decidir para cambiar

situaciones concretas que signifiquen una mejora en la vida del pueblo, en la vida de

sus vecinos.

Para el Rebate, el primer recurso son las personas. Por eso, un objetivo del Rebate en

este sentido es saber reconocer, apreciar y movilizar recursos propios, que están en el

pueblo, pero que en ocasiones están ocultos o no son valorados ni por las mismas

personas que los poseen: conocer bien el pueblo, conocer a mucha gente que pueda

dar una ayuda puntual cuando haga falta, ser capaz de movilizar a tus vecinos,

transmitir entusiasmo, etc. Todo esto tiene que ver con valorar, ante todo, la iniciativa

de la gente como el primer y más importante motor del pueblo, lo que nos lleva desde

el Rebate a apoyar cualquier iniciativa que permita a la gente colaborar en un plano

de igualdad (sin que unos manden para que otros simplemente obedezcan), ponerse

en marcha para hacer cosas por su pueblo sacando lo mejor de sí mismos y mejorando

la vertebración social del municipio.

Sin embargo, entre los recursos de los que dispone un pueblo no puede dejarse de

lado la importancia de los recursos municipales. Primero, por su volumen, que hace

que en tantas ocasiones los Ayuntamientos sean las principales “empresas” de los

pueblos, en cuanto a creación de empleo, nivel de inversión y prestación de servicios. Y

segundo, por ser recursos “públicos”, que son del pueblo, que proceden de los

impuestos de todos y que, por tanto, son de todos. En este sentido, la participación

plantea abiertamente retos importantes para la gestión de “lo público”, pues

habitualmente los asuntos públicos son manejados por las instituciones de espaldas a

la ciudadanía, cuando debería ser al contrario.

Page 22: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

22

Así, ya hemos visto anteriormente cómo pretender mayor participación popular exige

a los ayuntamientos, para ser creíbles, ofrecer también una mayor transparencia en el

manejo de todas las cuestiones públicas. Pues además, es preciso señalar la necesidad

de que haya también mayor apertura en el uso de estos mismos recursos.

Comprobamos cómo en ocasiones las instituciones, y en particular los ayuntamientos,

hacen un uso arbitrario y excluyente de los recursos públicos, con la excusa de hacer el

uso que mejor convenga a todos. Sin embargo, no se permite a la gente opinar ni

decidir respecto al uso que, en su nombre, se le da a los recursos, para que sea la

propia gente la que exprese si realmente se da a sus recursos el uso que realmente

entiende que es más conveniente. La pregunta que nos hacemos aquí es si es posible

encontrar formas para que la gente se organice para gestionar los recursos públicos,

que les son propios y que les afectan, donde prevalezca el interés común por encima

de todo tipo de particularismos. Pensamos que sí. En este sentido, existen multitud de

fórmulas ensayadas con éxito, para favorecer la participación ciudadana en muchas de

estas decisiones sobre el uso de los recursos públicos, y que permitan su “apropiación

colectiva”.

Con El Rebate lo que se trata es de abrir el Ayuntamiento a todas las vecinas y vecinos

de Alameda, y fomentar la participación de todos en las cosas que se deciden en el

Ayuntamiento. Por eso, el proceso también debe explorar formas de que,

paulatinamente, la forma de gastar el dinero de todos, es decir, el presupuesto

municipal, admita mayor participación. Aquí es donde aparece la puesta en marcha de

presupuestos participativos. Con El Rebate se realizan “presupuestos participativos”,

es decir, se ponen en marcha formas para decidir participativamente sobre los fondos

municipales, aspirando a que vecinas y vecinos intervengan algún día en la decisión de

la totalidad del presupuesto público. Hasta la fecha la decisión vecinal ha sido

vinculante en la elección anual de las obras financiadas con el antiguo PER y el

presupuesto para actividades del Área de Juventud.

Cartel indicativo de obra correspondiente al presupuesto participativo en el Parque de Calle Málaga (Marzo de 2011).

Page 23: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

23

Aunque el presupuesto participativo es una de las medidas principales del Rebate, es

bueno aclarar en este punto que el Rebate no es únicamente un presupuesto

participativo. El Rebate lo que hace, en la persecución de los objetivos aquí

planteados, es aprovechar y, cuando es preciso, crear también, todos los cauces que

sean necesarios para mejorar la participación vecinal en el municipio, entre los cuales

el "presupuesto participativo" y sus órganos de carácter estable (como la Mesa de

Representantes, las Asambleas vecinales de barrio o de calle, las reuniones de

evaluación del presupuesto participativo de jóvenes, etc.) son sólo uno de ellos.

Además del presupuesto participativo, el Rebate da importancia también a otras

medidas que mejoran la participación, como son:

la participación en “decisiones de coste cero”, que implican fundamentalmente

cambios hacia un funcionamiento interno más participativo del Ayuntamiento:

reuniones públicas vinculantes en torno a cuestiones concretas con vecinos,

políticos y técnicos municipales (para la elaboración de proyectos obras, para

resolver problemas en materia de tráfico, etc. con los vecinos afectados, en

cuestiones que no implican necesariamente un gasto en el presupuesto

municipal); puesta en marcha de un “cuaderno de avisos” bajo control vecinal,

etc.

la auto-organización de actividades de carácter público, de forma abierta y sin

ánimo de lucro (como en el caso de las actividades del Área de Juventud).

la co-gestión de infraestructuras municipales de uso ciudadano entre

Ayuntamiento y sus usuarios habituales (como en el caso de la “Nave Joven” y

una de las salas de la Casa de la Cultura).

Page 24: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

24

Cuadro resumen

3. Objetivos relacionados con “poder participar”:

3.1. Eliminar todo tipo de obstáculos para la participación

3.1.1. Cuidar el uso de los tiempos y los espacios para que no

supongan un obstáculo a la participación de personas y

grupos

3.1.2. Utilizar cauces diversos de participación de acuerdo con la

diversidad de personas y formas de participar existentes en el

pueblo

3.2. Tomar de forma participativa decisiones que signifiquen mejoras

concretas en la vida del pueblo

3.3. Movilizar recursos para mejorar el pueblo de forma participativa

3.3.1. Apoyar iniciativas vecinales que permitan a la gente colaborar

en un plano de igualdad para hacer cosas por su pueblo

3.3.2. Promover mayor apertura en el uso de los recursos públicos:

Presupuestos participativos

Decisiones municipales de “coste cero”

Auto-organización de actividades de carácter público

Co-gestión de infraestructuras municipales de uso ciudadano

Page 25: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

25

Metodología

Las metodologías responden a la necesidad de alcanzar los objetivos de un proyecto.

Son las formas de hacer algo que queremos hacer. Cuando los objetivos de un

proyecto están preestablecidos (“Vamos a cambiar una rueda”), las metodologías

quedan reducidas a meros “procedimientos”, a una cadena de pasos que es necesario

dar si queremos llegar a un destino que es conocido de antemano.

El problema es cuando, desde los

ayuntamientos o desde las universidades,

trabajamos con la gente, y usamos las

mismas metodologías que cuando

trabajamos con las cosas: ponemos el

objetivo, y luego “utilizamos” a las

personas para hacer lo que hemos

pensado previamente en nuestra cabeza.

Pero las personas no son cosas. No

sabemos si lo que nosotros queremos

(como técnicos, como políticos, como

académicos) es lo que la gente quiere. Y

seguro que lo que hemos pensado en

nuestra cabeza no es lo que al final va a

ocurrir.

El Rebate, en cambio, busca la mayor

participación de la gente, donde cada cual

pueda (man)tener sus propios gustos y

aspiraciones, sus propias formas de ser y de relacionarse, planteando diversos cauces y

actuaciones desde los que poder participar. Nos encontramos, por tanto, ante un tipo

de proyecto distinto al habitual, donde los objetivos avanzan a medida que la gente

participa, puesto que los participantes también van decidiendo los objetivos del

proyecto, hacia dónde se va caminando en cada momento.

Esto es lo que quiere decir que el Rebate adopta una metodología participativa: en la

metodología del Rebate la protagonista es la gente, no la técnica. La metodología se

adapta a lo que la gente va queriendo hacer en cada momento (“¿cómo podemos

hacerlo?”), en lugar de ser la gente la que se adapte a la metodología, que es lo que

suele ocurrir en otro tipo de proyectos (“¿qué tenemos que hacer ahora?”). Esto es lo

que se conoce en el ámbito de la metodología como "Investigación-Acción

Participativa" o "Ilusionismo Social". Se trata de una metodología que depende de

respetar unos principios de actuación, y no de hacer unas cosas concretas en cada

Arreglando una rueda en las calles de Alameda (año 1950 - en la foto reza “foto de José Lanzas Torres”)

Page 26: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

26

momento. Los medios pueden ir cambiando, se adaptan a las personas y a las

situaciones en cada caso, evolucionan, etc. Sin embrago, los principios de actuación no

varían: apertura (no exclusividad), publicidad, inclusión, movilización, colaboración,

respeto, etc.

Esto no quiere decir que la metodología no es importante. Justo lo contrario. La

metodología se vuelve algo más importante si cabe, pero de una forma diferente.

Muchas veces es difícil hacer las cosas respetando los principios que estamos

mencionando, porque chocan con las rutinas y las formas con las que un ayuntamiento

tiende a hacer las cosas). Por eso hace falta conocer y poner en marcha formas nuevas

de hacer las cosas, para no terminar haciendo las cosas como siempre. Se le dedica

mucho más tiempo a pensar cómo hacemos las cosas de esta manera.

Lo que se trata con este enfoque, en último término, es de devolver a la gente su

carácter de “sujetos”, de protagonistas de las decisiones sobre “qué se hace” y “qué se

deja de hacer” en el proyecto. En otras palabras, se trata de que todas las personas, y

no sólo los técnicos y los políticos, sean quienes "digan" y "hagan" lo que se va a hacer

entre todos.

Preparando una reunión vecinal en la Plaza del Sotillo (16 de junio de 2009)

Page 27: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

27

La participación en el Rebate implica también participar en la decisión de sus normas.

Todas las personas que participan tienen capacidad para evaluar y modificar las

normas de los distintos procesos de toma de decisiones involucrados en el Rebate,

cumpliendo con sus principios básicos y dentro de los márgenes de actuación

negociados con el Ayuntamiento.

Hasta el día de hoy, el Rebate no tiene un único reglamento propiamente dicho. Tiene,

no obstante, conjuntos de normas claros y definidos, sobre todo en los presupuestos

participativos. Las normas son conocidas por todos los participantes, y se evalúan año

a año en los espacios vecinales colegiados correspondientes (como es la Mesa de

Representantes).

Así, en diciembre de 2008, el Ayuntamiento lanzó las reglas con las que el Rebate

comenzó a funcionar en el ámbito de las obras del antiguo PER, y que están basadas en

la experiencia del municipio sevillano de Las Cabezas de San Juan, pionero en

presupuestos participativos a nivel europeo.

Desde entonces, estas normas nunca se han plasmado por escrito de forma íntegra,

aunque han gozado de publicidad: oral (se han expuesto en múltiples reuniones, tanto

con políticos como con técnicos y vecinos) y escrita (a través de la crónica del primer

año realizada en el boletín-provocación "Más Allá del Rebate").

En el caso del presupuesto participativo de jóvenes se abrió un proceso abierto de

reflexión y negociación de las normas, para el que se desarrolló un encuentro de fin de

semana y varias reuniones, hasta culminar en las normas con las que el proceso se

desarrolló el primer año (junio de 2010).

El núcleo esencial de las normas permanece estable, algo que pensamos que es básico

para que el Rebate sea creíble: las normas del Rebate no las cambia el Ayuntamiento

de forma arbitraria, ni ceden a las presiones de ningún colectivo. Sólo pueden alterarse

en los espacios vecinales propios de discusión y ratificación, como son la Mesa de

Representantes o las reuniones juveniles abiertas para la rendición de cuentas,

evaluación y discusión de las normas del presupuesto participativo.

En este sentido, es necesario destacar la vigencia provisional de estas normas, que es

obligatorio revisar a partir de la evaluación participativa de cada proceso, cada año,

como forma de que éste pueda autorregularse.

De forma algo exhaustiva hay que hablar de toda una serie de “cauces” que el

Ayuntamiento hasta la fecha ha creado para desarrollar el proceso (que no son los

Page 28: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

28

únicos ni posiblemente los más importantes para la participación en el mismo), y que

están dirigidos a los participantes que se van indicando en cada caso:

Reuniones vecinales periódicas (por barriadas y de jóvenes): vecin*s y técnic*s

(del presupuesto participativo, juventud). De forma extraordinaria también

técnic*s y polític*s directamente implicad*s en las materias en cuestión (perito,

policía local…, concejales correspondientes), para enriquecer debates y

negociar las decisiones. Hasta la fecha, únicamente por iniciativa municipal

(aunque se dio un escrito vecinal quejándose de la falta de participación en una

de las reuniones, que se repitió).

Tendedero de los deseos: técnica de deliberación colectiva. Vecin*s.

Espacios de trabajo (y disfrute) conjunto (actividades autogestionadas y

preparación de otras reuniones y técnicas): vecin*s, técnic*s (del presupuesto

participativo, juventud) y polític*s.

Espacios de convivencia: encuentro de fin de semana, campamento de verano,

fiestas, almuerzos y meriendas compartidas…: vecin*s, técnic*s y polític*s

Comisión gestora de la nave joven: jóvenes que mantienen actividades en ese

espacio y ayuntamiento (técnic*s y excepcionalmente polític*s si hay que

negociar alguna decisión)

Mesa de representantes: representantes vecinales y técnic*s (del presupuesto

participativo, juventud). De forma extraordinaria también polític*s para

negociar decisiones.

Reuniones regulares de coordinación político-técnica (formación, negociación y

planificación del trabajo técnico y político del presupuesto participativo)

Sesiones formativas, cursos y charlas sobre experiencias: vecin*s, técnic*s y

polític*s

Salidas fuera del municipio para exponer y compartir experiencias: vecin*s,

técnic*s y polític*s

Notificaciones puerta por puerta, anuncios en la televisión local, informaciones

por correo electrónico, campañas de provocación (carteles, pipas, elaboración y

emisiones callejeras del vídeo, recabado de información local, diseño y

elaboración del boletín), boletín de difusión y evaluación, tablas de

seguimiento de propuestas y presencia en redes sociales por internet (eventos,

fotos, comentarios, interacción cotidiana).

De forma extraordinaria se han mantenido reuniones de representantes

vecinales con polític*s (devolución de estudio de viabilidad de las propuestas

vecinales correspondientes de cada barriada en 2009), y una reunión de la

junta de portavoces de los grupos políticos representados en el pleno con el

técnico de participación.

Page 29: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

29

Es de señalar el esfuerzo por que los miembros del equipo de gobierno no estén

presentes en las reuniones vecinales de carácter deliberativo.

En último término, algo que dentro del Rebate es norma es que os cauces creados en

el proceso no agotan (ni deben pretender agotar) la participación en el mismo, cuya

garantía de participación no puede ser (por definición de participación) el buen

funcionamiento de un organigrama predeterminado. Es la diferencia entre un

procedimiento (con dueño) y un proceso (juego de poderes), que se debate en el

terreno de los sociogramas (admitiendo que las formas de participar no están

restringidas, que se imbrican cauces formales e informales, y donde se trabaja por

fortalecer las redes sociales, más allá de los espacios controlados).

No ajeno a esto, tan importante como la creación de cauces es el cumplimiento de otra

serie de características formales no menos importantes como la sencillez (en los

procedimientos – reduciendo al máximo las complicaciones), y la claridad (en la

exposición - contadas para que todo el mundo las entienda).

El carácter público de las reuniones se refuerza con el uso de los espacios públicos

visibles y propios para el conjunto de vecinos/as de cada barriada (fundamentalmente

en parques), siguiendo en esto, de nuevo, el ejemplo del Reparto. El uso de los

espacios (vividos, ocupados por los/as vecinos/as), de los lenguajes (naturalidad,

cercanía), ha de moverse en clave de una participación que no es propiedad ni dimana

del Ayuntamiento, sino que se produce de la interacción en plano de igualdad de cada

una de las partes implicadas. Así, la cercanía, el afecto, la ausencia de despliegues

materiales y técnicos, son parte del proceso con la misma importancia que el nombre y

la imagen.

El material empleado en las reuniones han sido carteles de promoción turística

desechados, rotuladores, papeles, bolígrafos y una caja de folios forrada con los

colores y logos del Rebate como urna.

Page 30: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

30

Materiales de las reuniones

Un aspecto a reseñar ha sido el especial cuidado por favorecer la participación de las

mujeres en el proceso. Más aún, el proceso trata de ser “la política de las mujeres”, un

contrapeso de praxis femenina de la política local, que normalmente hecha a la

medida de los hombres. Esto implica de forma integral a cómo son las relaciones de

mujeres y hombres en el proceso, y no sólo al uso de determinadas fórmulas

preconcebidas (masculinas e impuestas desde la Administración) exclusivamente

pensadas para “tratar bien a las mujeres”. Y se traduce:

en la apuesta por lo relacional frente a lo transaccional, la desburocratización

de la participación en la vida pública

en la implicación de los afectos

en la utilización de los espacios (la calle, frente a los edificios del poder –

masculino),

en la utilización de los tiempos (no sólo “convocar” en días y horas cuando las

mujeres “pueden”2 – eludir la hora de la cena, aunque “los maridos salgan del

trabajo”- los sábados por la mañana, etc.-; sino “estar” donde y cuando las

mujeres están: la plaza, el ambulatorio… como espacios y tiempos cotidianos

de los cuidados y de las mujeres),

en el comunicarse, apostar por el barullo de reuniones callejeras, “se permite

protestar”, pero también bromear y reírse, frente a los esclerotizados turnos de

palabra y los “órdenes del día”,

en el romper con los roles de poder en las reuniones, cuando los hombres se

sitúan junto al animador y se dirigen sólo a él o a los hombres que están junto a

él, dando la espalda y/o ignorando a las mujeres, ancianos/as, etc. Esto se ha

2 Como constatación positiva, no porque normativamente tenga que ser así, entendámonos.

Page 31: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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practicado cambiando de posición durante las reuniones (una vez los “corros”

estaban conformados según los esquemas de poder preconcebidos), ignorando

a los/as monopolizadores/as de la atención, etc.

“Microfísica del poder masculino”

Utilizar este tipo de metodología significa, por tanto, que el Rebate no se agota en sus

procedimientos (como por ejemplo “cómo se deciden las obras del PER en el

presupuesto participativo”). El Rebate evoluciona como un proceso sin responder a

patrones preconcebidos. Esto debe ser así porque el núcleo del Rebate no es tanto lo

que efectivamente se hace (las obras, las actividades), sino el tipo de relaciones

sociales que construye. Como estamos viendo, el Rebate aspira, sobre todo, a influir en

las formas de relacionarse la gente en el pueblo, potenciando y poniendo en marcha

unas formas concretas de relacionarse dentro del Rebate: hablar todos, protestar,

respetar -pero no callarse nadie-, conocer y conocerse, proponer, hacer alianzas y

estrechar vínculos, quererse mejor y actuar entre todos y todas… como se hace en

cada uno de los espacios y momentos en los que el Rebate se desarrolla.

Page 32: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

32

Proyectos

Como se ha dicho anteriormente, en El Rebate se realizan “presupuestos

participativos”, es decir, se ponen en marcha formas para decidir participativamente

sobre los fondos municipales, aspirando a que vecinas y vecinos intervengan algún día

en la decisión de la totalidad del presupuesto público. Hasta la fecha la decisión vecinal

ha sido vinculante en la elección anual de las obras financiadas con el antiguo “PER” y

el presupuesto para actividades juveniles autogestionadas.

Pero además, el Rebate intenta mejorar los vínculos entre los/as vecinos/as de todo el

pueblo; mejorar el conocimiento del pueblo y la implicación con los problemas por

parte de todos/as; despertar y desarrollar las capacidades de las personas para

colaborar; abrir las formas de trabajar del Ayuntamiento a las necesidades cotidianas,

etc.

Por eso, en El Rebate se aspira a tomar decisiones de “coste cero” (como ya se ha

ensayado en materia de tráfico o de urbanismo), contando con la implicación de los

trabajadores municipales; también se fomenta la co-gestión de infraestructuras

municipales entre Ayuntamiento y usuarios (como en la “Nave Joven”) y se impulsa la

autogestión juvenil, a través de la organización de sus propias actividades.

Presupuestos participativos

Dos han sido los principales factores que han determinado la puesta en marcha de

presupuestos participativos dentro del proceso El Rebate de Alameda.

En primer lugar, la creación de la Oficina Provincial de Presupuestos Participativos de

la Diputación de Málaga en 2007. La apertura de la Oficina significó un impulso

decisivo para el desarrollo de procesos locales de presupuestos participativos, tanto en

términos de formación, asesoramiento y acompañamiento a las experiencias de los

pueblos de la Provincia de Málaga, como por la creación de una línea de subvenciones

para apoyar la contratación de personal técnico en los propios municipios. Así, por una

cuestión de oportunidad, la política provincial de impulso de los presupuestos

participativos ha hecho posible un proceso que, siendo una aspiración local de su

Ayuntamiento, no encontraba los recursos ni el estímulo adecuados para comenzar su

andadura, tratándose el Rebate de un programa que contempla trabajar en el ámbito

presupuestario, pero aspira a abordar también otros aspectos de la vida local y

municipal.

Page 33: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

33

La victoria de la candidatura de Izquierda Unida a la alcaldía en las elecciones

municipales de 20073 se tradujo en una apuesta por la progresiva introducción en el

municipio de formas participativas de gobierno y gestión local. No en vano, el

desarrollo de presupuestos participativos en Alameda era uno de los puntos del

programa electoral de este grupo político.

Sin embargo, el espaldarazo definitivo vino con la obtención en 2008 de la subvención

para la contratación de personal para la dinamización de los presupuestos

participativos, procedente de la Oficina de Presupuestos Participativos de la

Diputación de Málaga. El respaldo técnico y de recursos ofrecido por esta Oficina ha

sido fundamental para que unas ciertas inquietudes por mejorar la participación en el

municipio por parte del equipo de gobierno, se hayan convertido en una experiencia

real con unos cauces concretos y toma de decisiones; sin perder de vista que se trata

de procesos que, por ser participativos, tienen que ser necesariamente

indeterminados.

La concesión de la citada ayuda permitió la contratación de un técnico de

participación, algo que en un municipio pequeño, con recursos muy limitados como el

de Alameda, significa un esfuerzo considerable. Esta contratación se ha realizado a

media jornada entre Diciembre de 2008 y Enero de 2012, lo que ha permitido en ese

tiempo contar con una dirección técnica para el proceso con dedicación exclusiva.

En segundo lugar, habría que señalar la complementariedad de las experiencias de

presupuestos participativos con el desarrollo de otras iniciativas de fomento de la

participación ciudadana. Los presupuestos participativos se convierten en experiencias

idóneas desde el punto de vista de la expansión de las democracias participativas. Esto

es así al menos por dos razones. Primero por el propio carácter de los procesos

participativos: es difícil concebir el fomento de la participación ciudadana sin un

replanteamiento de la gestión de “lo público”. Y dentro de lo público, la gestión del

presupuesto se erige como un elemento fundamental. Y segundo, los presupuestos

participativos aparecen como proyectos idóneos atendiendo a una estrategia o ruta

para la implantación efectiva de procesos participativos. No hay duda de que el inicio

de este tipo de procesos desde las Administraciones Públicas despierta no pocas

reticencias y suspicacias por parte de la ciudadanía, acostumbrada a los usos y abusos

a los que el poder suele someter las políticas de participación ciudadana (utilizadas

habitualmente como medio para establecer redes clientelares, desactivar grupos

ciudadanos articulados, reemplazar la iniciativa vecinal por el consumo acrítico de

actividades municipales) y que redundan en el fortalecimiento de la institución

municipal a expensas del debilitamiento de la ciudadanía.

3 Esta victoria se amplía en las elecciones locales de 2011 donde IU alcanza la mayoría absoluta.

Page 34: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

34

Los presupuestos participativos favorecen la concreción y la visibilidad de los

resultados en un proceso participativo: que de las palabras se pase a los hechos, y que

esto se produzca sin demora y a la vista de toda la ciudadanía, y no sólo de las

personas que se hayan implicado inicialmente.

En Alameda, el presupuesto participativo se ha desarrollado en dos ámbitos

principalmente:

la decisión de obras públicas correspondientes a los fondos del PFEA (antiguo

PER4).

la toma de decisiones sobre los fondos correspondientes al área de juventud,

dentro de un proceso más amplio de mejora de la participación de los/as

jóvenes.

Desde Diciembre de 2008 a enero de 2012 se han desarrollado 3 procesos de

presupuestos participativos sobre “las obras del PER” con un presupuesto superior a

los 1,6 millones de euros. Para la ejecución de 18 actuaciones (6 cada año):

2009: 300 participantes; 2010: 58 participantes 2011: 86 participantes

5,5% población 1,1% población 1,6% población

Respecto a la metodología utilizada, el dilema que se nos planteaba en nuestro caso

era el siguiente: ¿Qué es más “democrático”? ¿Qué todas las personas puedan votar

sobre algo que posiblemente desconocen? ¿O que sólo puedan votar sobre algo

aquellas personas que conocen el tema en cuestión y han deliberado sobre él? ¿Cómo

se conjuga la universalidad y la deliberación? En el caso de las obras, la solución

adoptada en Alameda, tomada del proceso pionero “El Reparto” de Las Cabezas de San

Juan (Sevilla), es la división de la toma de decisiones en dos rondas. En la primera

ronda, los vecinos y vecinas son convocados en asambleas abiertas por zonas. En estas

reuniones, vecinos y vecinas proponen, debaten y priorizan las propuestas realizadas

en su reunión, y nombran delegados de forma abierta. Es decir, todas las personas que

4 El Programa para el Fomento del Empleo Agrario (antiguo Plan de Empleo Rural) es una política de protección social diseñada para los trabajadores sin tierra del medio rural del sur de España (Andalucía y Extremadura) ante el problema de la falta de acceso a la propiedad de la tierra y como sustitutivo de la reclamación histórica de Reforma Agraria (“la tierra para el que la trabaja”). Esta política permite a los trabajadores del campo acceder a un subsidio durante los meses de año que no son de campaña agrícola, a cambio de prestar su trabajo durante un corto periodo de tiempo al año para la realización de obras públicas en el municipio. El presupuesto total aproximado para un municiio de las características de Alameda es de 540.000€/año (composición: 66% destinado a mano de obra – desempleados agrícolas; 33% destinado a materiales de construcción. Destino: obra pública). En esto Alameda sigue los pasos de la experiencia pionera en Andalucía “El Reparto”, de Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Ver Fernández, M. et al. (Coord.) Reparto. Presupuestos participativos y autogestión de la vida cotidiana en Las Cabezas de San Juan. Fundación de Investigaciones Marxistas y Atrapasueños editorial, Sevilla 2004.

Page 35: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

35

lo deseen pueden libremente postularse como delegados o “representantes”. En la

segunda ronda, los representantes de cada asamblea, visitan in situ y valoran de forma

colegiada las propuestas presentadas en el resto de asambleas (menos la suya, pues su

asamblea para ellas y ellos es soberana). La votación final es el recuento de estas

valoraciones colegiadas de todas las propuestas. El resultado es una lista ordenada de

propuestas de todo el pueblo.

Una vez presupuestadas, se ejecutan de forma vinculante las propuestas por orden de

lista hasta que agotan el presupuesto destinado. Como único factor equilibrador

objetivo, se ha convenido no destinar a un proyecto más de 90.000€ (que es la cuantía

máxima de un proyecto que el arquitecto municipal puede firmar de forma autónoma

sin recurrir a los servicios de la oficina técnica de la Diputación, lo que extiende los

plazos y dificulta todo el proceso, de por sí ya algo “atropellado”). El objetivo de esta

medida es difundir mejor el impacto del presupuesto participativo, que una propuesta

muy bien valorada no agote todo el presupuesto, pero sin introducir otros elementos

extraños distintos a la opinión de los propios vecinos. Esto no significa excluir del

presupuesto participativo proyectos mayores, sino en su caso, la necesidad de

dividirlos en distintas fases, a ejecutar en ejercicios sucesivos. En caso de salir

aprobados proyectos necesitados de varias fases, las siguientes fases tienen acceso a la

financiación a través del presupuesto participativo sin necesidad de ser nuevamente

sometidos a votación.

Por eso, existen básicamente dos tipos de asambleas en el proceso general (obras):

a) las reuniones vecinales, celebradas por barriada (6), abiertas, públicas, para la

comunicación, deliberación y priorización de propuestas, la elección de

delegados (“representantes”, numerus apertus) y el seguimiento de las

propuestas realizadas y aprobadas en la zona;

b) las reuniones de la Mesa de Representantes, para la votación colegiada (por

barriada) de las propuestas de obra, el seguimiento y evaluación general del

proceso y la modificación de sus normas. El número de reuniones vecinales por

barriada es aproximado: 2 o 3 rondas ordinarias al año, más las reuniones de

seguimiento de obras (1 reunión por obra, 6 obras de media aprobadas en el

pueblo al año). La Mesa de Representantes se reúne 4-5 veces

aproximadamente al año.

Page 36: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

36

c) d)

e)

f)

g)

h)

i)

j)

k)

l)

m)

Reuniones vecinales

El trabajo de dinamización de la participación juvenil que comenzó en marzo de 2009

desembocó en la realización de presupuestos participativos de la partida de juventud

desde junio de 2010.

De aquí que, hasta la fecha, se hayan realizado 2 procesos de presupuestos

participativos de jóvenes para la realización de actividades autogestionadas. En estos

dos ejercicios se ha gestionado un presupuesto de 25.000€, para la realización de 6

actividades grandes (con presupuesto superior a 500€) y 6 pequeñas (inferiores a

500€), públicas, con organización abierta y sin ánimo de lucro.

2010

129 votos emitidos

2011

181 votos emitidos

8,2% población 11,5% población

Page 37: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

37

En el caso del presupuesto participativo de la partida de juventud, las elecciones de las

propuestas son abiertas, pero también se dan mecanismos correctores: las propuestas

deben presentarse de forma algo elaborada (con un presupuesto estimado), y se

someten a un órgano abierto que hace de filtro/comisión de viabilidad técnica y

vecinal. El segundo mecanismo corrector opera a posteriori de la votación, puesto que

el presupuesto participativo se destina a actividades para la autogestión juvenil. Esto

significa que el número de votos no asegura la realización de las actividades (por parte

del Ayuntamiento), sino la disponibilidad del dinero solicitado para su autogestión por

los propios jóvenes, de acuerdo con unas condiciones: que sean actividades públicas

(no excluyentes), con organización abierta (cualquiera puede sumarse a la

organización, incluida la discusión de los objetivos de la propia actividad, contenido,

etc.) y sin ánimo de lucro para los organizadores.

Page 38: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

38

Material de difusión del presupuesto participativo de jóvenes, junio de 2011

Page 39: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

39

Decisiones de “coste cero”

Contando con la implicación de los trabajadores municipales de distintas áreas se ha

ensayado la toma de decisiones municipales que no necesariamente se traducen en un

mayor gasto del presupuesto, de forma participativa. Esto se ha dado principalmente

en materia de urbanismo y tráfico.

Así, desde el año 2009, y propiciadas por el presupuesto participativo de obras, se han

llevado a cabo 14 procesos participativos en otras tantas actuaciones, para decidir con

los vecinos afectados cómo debían realizarse las obras resultantes del proceso de

presupuestos participativos (diseño y/o revisión de los proyectos de obra).

“Tendedero de los deseos” para el trabajo de propuestas de mejora del Parque de la Cañada, 16 de

junio de 2009

El ejercicio de este tipo de procesos de decisión ha ido contando con la creciente

implicación del arquitecto municipal. Ha ido adquiriendo mayor grado de formalidad, y

ha suscitado por parte de los vecinos una reclamación creciente de espacios de

seguimiento de los acuerdos adoptados.

Page 40: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

40

La participación media a estos procesos (salvando los valores extremos) está por

encima del 20% de la población empadronada en cada calle afectada, lo que significa la

participación de prácticamente todas las familias de cada calle involucrada.

Asimismo, surgió la necesidad de trabajar los problemas del tráfico, a partir de las

inquietudes expresadas por los vecinos desde el comienzo del programa en las

reuniones del presupuesto participativo. Para ello se puso en marcha un proceso

específico sobre el tráfico (entre octubre y noviembre de 2009) que se trabajó barriada

por barriada. Fruto del mismo se decidieron 3 actuaciones relacionadas con la

habilitación de espacios de aparcamiento y alteración del sentido del tráfico en

diferentes zonas del pueblo, con participación vecinal universal y vinculante y la

colaboración de la policía local (75 participantes (1,4% población)).

Co-gestión de infraestructuras municipales

El Rebate también ha impulsado la co-gestión de espacios municipales. Se pretende así

que Ayuntamiento y usuarios de determinadas instalaciones municipales colaboren en

la ordenación y gestión de las mismas, como un ejercicio y escuela de participación.

Campaña de difusión sobre el uso de la Nave Joven, enero de 2011

Page 41: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

41

Habitualmente este tipo de infraestructuras municipales recibe un uso privativo y

excluyente, que o bien es ejercido por el propio Ayuntamiento (de forma no negociada

con los usuarios) o bien es delegado a un grupo cerrado de usuarios, que terminan

haciendo un uso excluyente del mismo. De esta forma, la gestión de los espacios

municipales, siendo públicos, se prestan en muchos casos al “mercadeo” de privilegios

y favores que engrasan las relaciones clientelares entre poderes públicos y colectivos,

y que tanto daño hacen a las políticas de participación ciudadana.

El planteamiento parte de aplicar el “principio de subsidiariedad” a la gestión de

espacio municipales: que ninguna instancia superior intervenga cuando decisiones y

actuaciones puedan ser asumidas desde una instancia inferior.

Así, el Ayuntamiento es quien marca los principios básicos e irrenunciables del uso de

la infraestructura, que están orientados sobre todo al respeto de la legalidad, el

mantenimiento de la propia infraestructura y la garantía de recibir un uso público.

Estos principios son reducidos a su mínima expresión, y se constituye al efecto una

“comisión gestora”, que es la que aplica y desarrolla estas normas básicas en el día a

día de la gestión del espacio. La comisión gestora está formada, por una parte, por el

Ayuntamiento, y por otra, por todos aquellos colectivos que hacen un uso continuado

de la infraestructura, tratándose de un grupo abierto. Sus reuniones también son

públicas.

Este impulso se ha visto prácticamente limitado a la conocida como “Nave Joven”, un

espacio inicialmente pensado para su uso por los jóvenes. La Comisión gestora de la

Nave Joven se constituyó en diciembre de 2009. Cabe tan sólo señalar el inicio de co-

gestión de otra “sala de asociaciones” en la Casa de la Cultura, a partir de marzo de

2011.

Autogestión juvenil

En Alameda, los/as jóvenes, como ya ocurre en otros procesos participativos

documentados, no encuentran su sitio fácilmente en espacios de participación general.

Alameda no ha sido menos, y ya en el primer proceso de decisión participativa de

obras se pudo comprobar que no es una temática que entronque con las inquietudes

de este colectivo. Por eso se hacía necesario crear espacios específicos sobre

decisiones que afectaran más directamente a su cotidianidad. a través de la

organización de sus propias actividades.

Page 42: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

42

El proceso ha trabajado en estrecha colaboración con la Técnica de Juventud, para

poder hablar de un funcionamiento participativo del Área de Juventud en su conjunto:

formación, planificación, evaluación.

Como ya hemos comentado anteriormente, este trabajo ha desencadenado la

realización de presupuestos participativos del juventud. Sin embargo, el trabajo de

autogestión juvenil tiene un peso propio, en la medida que los jóvenes no sólo deciden

el destino del dinero, sino que se involucran en el diseño, realización y evaluación de

todas las actividades. Con ello, este proyecto alcanza una singularidad propia:

por su capacidad de generar dinámicas participativas (a partir de la práctica, se

colabora, no sólo se delibera)

por el colectivo al que se dirige, marginado de las relaciones habituales entre

Ayuntamiento y ciudadanía

por el impacto conseguido: aña a año se va comprobando el crecimiento en el

número e intensidad de la participación conseguida, tanto en número de

actividades realizadas como en número de personas involucradas y calidad de

las relaciones surgidas en el curso de su organización.

Podemos señalar tantos procesos participativos como actividades juveniles públicas

desarrolladas bajo esta forma de trabajar, donde los jóvenes se encargan de la

organización, de forma abierta y sin ánimo de lucro: Encuentros de Jóvenes (lúdicos y

de trabajo), Vestido de calles en Romería, Pasajes del Terror (Halloween), Excursiones

(Fuerte Nagüeles, Carnavales de Cádiz, salidas a conciertos), Torneos, (Pro, Maratón de

Futbito), “Quedadas” (lúdicas y de trabajo: comidas, “Final del Falla”), Festivales

(“Urban Day”, Noches carnavalescas), Grupos (Break-Dance, Clases de guitarra, etc.)

Todas estas actividades autogestionadas de jóvenes son muy fructíferas en este

sentido, se discute todo, es una verdadera escuela de participación. Dentro de ellas,

algunas son masivas y otras minoritarias. Pero por su carácter auto-reflexivo de sobre

el propio proceso destacaría los encuentros y singularmente los Campamentos de

Verano, en los que convivimos durante 5 días y que involucran a un elevado número

de jóvenes en su organización. En ellos además se desarrollan dinámicas que, en

muchas ocasiones, abordan directamente el tema de la participación.

Page 43: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

43

Campamento de Verano 2010

Otros

Aunque no es propiamente parte del proceso participativo, el Rebate genera una

actividad colateral muy importante de comunicación y gestión de propuestas vecinales

no vinculantes.

El Rebate ha permitido al Ayuntamiento recabar y gestionar más de 200 propuestas

vecinales en convocatoria universal y realizadas de forma pública en los diferentes

espacios colectivos creados para el presupuesto participativo, en materia de Obras,

Pequeñas mejoras y reparaciones, Tráfico, Limpieza y medioambiente y Convivencia

vecinal.

Además, durante el proceso hay una producción muy importante de materiales

informativos/provocativos para la participación vecinal con información puntual de

todo lo que va sucediendo en el proceso en los distintos momentos:

Vídeo provocación – campaña inicial “Sal al Rebate”: Con más de 3.189 visitas

en www.youtube.com hasta la fecha, es el vídeo de Alameda más visto por este

medio

Boletín/provocación – campaña 2010 “Más Allá del Rebate”. Tirada de 1.000

ejemplares.

Page 44: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

44

1 web de información e interacción con los vecinos

www.elrebate.blogspot.com

3 cortometrajes sobre participación

2 Spots de difusión del presupuesto participativo de jóvenes y de la Nave Joven

Información puntual de reuniones y convocatorias a través del canal de

televisión local

Tampoco se descuida la organización de acciones formativas y la participación en

intercambios de experiencias a nivel provincial, regional e internacional:

Curso de Comunicación Provocativa, Asociación UNILCO – Espacio Nómada.

Alameda. Diciembre 2008.

Exposición de la experiencia “Campaña de difusión del presupuesto

participativo de Alameda: Sal al Rebate” en las Jornadas de Comunicación

Provocativa organizadas por la Diputación de Málaga, Centro Cívico, Málaga.

Febrero 2009

Exposición de la experiencia “Mesa de Jóvenes del Reparto y Asociación

Kimera21” de Las Cabezas de San Juan, en el I Encuentro de Jóvenes de

Alameda “Juventud y Participación”, Ceulaj, Mollina, Abril 2009.

Curso de Participación Ciudadana, Asociación UNILCO – Espacio Nómada,

Alameda, Octubre-Noviembre 2009.

Exposición de la experiencia de participación juvenil “La Casa Verde”, del

Sobradillo (Tenerife), Alameda, Noviembre 2009.

Exposición de la experiencia de participación juvenil de Alameda en las

Jornadas Provinciales sobre Participación y Juventud organizadas por la

Diputación de Málaga, Centro Cívico, Málaga. Enero 2010.

Exposición de la experiencia “El Rebate de Alameda” en las Jornadas de

Participación Ciudadana organizadas por el Ayuntamiento de Villanueva de la

Concepción, Mayo 2010.

Exposición de la experiencia “El Rebate de Alameda” en el I Encuentro vecinal

de presupuestos participativos de la Provincia de Málaga, Archidona, Mayo

2010.

Exposición de la experiencia “El Rebate de Alameda” en el II Encuentro vecinal

de presupuestos participativos de la Provincia de Málaga, Casabermeja,

Noviembre 2010

Exposición de la experiencia “El Rebate de Alameda y el movimiento asociativo”

en las Jornadas Formativas sobre Presupuesto Participativo de la Junta

Directiva de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos “Solidaridad”,

en Archidona, Marzo 2011.

Page 45: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

45

Organización del III Encuentro vecinal de presupuestos participativos de la

Provincia de Málaga, Alameda, Abril 2011

Además, de la participación en las jornadas bimensuales de coordinación para

técnicos de presupuestos participativos de la Provincia, organizadas por la

Oficina de Presupuestos Participativos de la Diputación de Málaga.

Papel de las asociaciones existentes

Suele generar interés conocer el papel de las asociaciones en los procesos

participativos, máxime cuando se plantean procesos que fomentan la participación

universal.

En el caso del Rebate, el papel de las asociaciones preexistentes es complejo y

controvertido. La mayoría de las asociaciones de todo tipo, como tales, no participan

en el proceso. Sí participan a título individual personas implicadas en la vida asociativa

del pueblo, de asociaciones de todo tipo: vecinales, religiosas, políticas, solidarias,

culturales, etc. (AMPA, Grupo Valores, A.V. H. Padilla, Parroquia y Agrupaciones

políticas, etc.). Y en esto hay diversidad, puesto que no predominan unas asociaciones

frente a otras, ni se ven incluidas/excluidas ciertas asociaciones en perjuicio/beneficio

de otras. Dado el carácter universal del proceso y la ausencia de cauces para la

representación a través de asociaciones, en general el mundo asociativo muestra

desinterés por el proceso.

Por otra parte se han identificado algunos conflictos puntuales con asociaciones. Por

ejemplo, se ha observado que personas pertenecientes a la directiva de la única

asociación de vecinos activa del pueblo, viendo que sus reivindicaciones no alcanzaban

el apoyo popular a través del presupuesto participativo, han abandonado el proceso. Es

un conflicto latente, pues nunca ha generado ninguna tensión, pero sí es algo que se ha

observado.

Por el contrario, el proceso ha potenciado la capacidad de auto-organización vecinal en

muchas zonas de pueblo y entre algunos colectivos, cristalizando en relaciones fuertes

de colaboración con algunas asociaciones. De hecho, a partir del presupuesto

participativo se ha constituido un club deportivo (Club Paintball Alameda) y 2 proto-

asociaciones: la Asociación del Carnaval de Alameda y la Asociación de Vecinos de la

Urbanización de Peñafiel.

Page 46: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

46

Logros e impactos del Rebate

El Rebate ha conseguido que el Ayuntamiento cuente con los vecinos para

tomar decisiones públicas importantes (no sólo para opinar).

Con El Rebate, el Ayuntamiento ha creado cauces de participación eficaces,

demostrando que contar con los vecinos no es sólo deseable sino posible, y

que las decisiones del Ayuntamiento se pueden tomar de una forma más

democrática, y en un lenguaje que todo el mundo puede entender.

El Rebate ha creado procesos estables, con dinámicas propias y normas claras,

capaces de continuar en el tiempo.

El Rebate ha puesto a trabajar conjuntamente a políticos, técnicos

municipales y vecinos, compartiendo información, reflexión, propuestas y

soluciones de forma pública y universal.

“El Rebate” ha contribuido a forjar un estilo de gobierno diferente. Junto con

otras medidas de este ayuntamiento (cercanía, atención al público, mesa de

asuntos sociales, reuniones con propietarios, etc.) ha conseguido trasladar a

sus vecinas y vecinos el mensaje de que el Ayuntamiento es de todos los

vecinos de Alameda, no de los políticos ni de los trabajadores.

El Rebate ha logrado interesar a personas corrientes en la gestión pública

cotidiana de su pueblo, y ha conseguido acercar la labor de gobierno a todos

los lugares y personas del pueblo, trasladando la política hasta los barrios y las

calles no sólo para solucionar problemas, sino para buscar soluciones.

El Rebate ha conseguido tener representantes vecinales sin hacer un grupo

cerrado

A través del Rebate los vecinos (grandes y pequeños) han decidido hacer obras

y actividades que de otra forma no se hubieran hecho; que sin la ilusión

colectiva, para cada uno, eran imposibles, y que cuando son verdad mucha

personas lo están viviendo como una conquista propia: desde el Parque de la

Cañada hasta el Campamento de Verano, el grupo de break o el paintball.

A través del Rebate se han hecho cosas que con la sola iniciativa y medios del

Ayuntamiento no se hubieran hecho (movilización de recursos sociales), sobre

todo entre los jóvenes.

El Rebate también ha contribuido a estimular todo tipo de iniciativas vecinales

de cualquier procedencia, ayudando a mejorar la confianza de los vecinos en

sus propias posibilidades y en que deben contar con el ayuntamiento como un

recurso más en sus proyectos comunitarios para mejorar el pueblo.

El Rebate ha extendido en todos los ámbitos en los que se ha desarrollado una

cultura de la participación pública, de colaboración universal (abierta, no

excluyente) horizontal, auto-regulada y con capacidad de decidir (vinculante)

Page 47: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

47

El funcionamiento participativo del Área de Juventud ha producido un

tremendo impacto entre todos los jóvenes del pueblo, cuantitativa y

cualitativamente hablando.

Ha cambiado la concepción que los jóvenes del pueblo tenían de sí mismos

como colectivo, rompiendo muchos prejuicios y barreras, creando nuevos

lazos de amistad, vínculos de colaboración y haciendo que muchos jóvenes

del pueblo confíen más en sus capacidades.

El Rebate de Alameda es por derecho propio uno de los procesos de

presupuestos participativos más importantes de la Provincia de Málaga en

cuanto a conquista de derechos ciudadanos. Gracias al Rebate, Alameda se ha

convertido en un referente de este tipo de experiencias a nivel provincial, y

contribuye con peso propio a situar a la Diputación de Málaga a la cabeza a

nivel estatal y europeo de las experiencias en el desarrollo de presupuestos

participativos.

Futuros retos del Rebate

Procesos participativos como El Rebate de Alameda cuentan con importantes

limitaciones. En general, la proyección de este tipo de procesos depende mucho de

que política y técnicamente exista una idea de la participación como algo transversal o

no. Por tanto, la clave participativa puede ir ocupando cada vez más ámbitos

presupuestarios y de la política local (hay que entender que los aspectos con mayor

poder transformador no suelen depender del volumen de presupuesto implicado,

como por ejemplo, la gestión de los espacios públicos o la organización de actividades

y servicios), o bien puede quedarse como una práctica institucionalizada, con un

peligro evidente de estancamiento y creación de nuevos vínculos clientelares con un

grupo cerrado de vecinos (la “asociación del presupuesto participativo”). Este es un

riesgo evidente de todo este tipo de procesos.

Lo que suele evidenciar esta circunstancia es una falta de formación, política y técnica,

en muchos municipios. Lo que se mezcla con cierto “resultadismo” (buscar el número

inmediato, antes que la eficacia de un proceso más a medio y largo plazo). Políticos y

técnicos vuelcan en la ciudadanía la “necesidad de mayor formación en una nueva

cultura participativa”, cuando ellos mismos fomentan una participación ciudadana

centrada en el ayuntamiento, y no tanto en lo que podríamos llamar la “autogestión de

la vida cotidiana” de la gente, donde los ayuntamientos son una actor y no el centro de

la vida social. Donde existe cierta conciencia de esto, los procesos participativos se

convierten en un continuo pelear por no perder este horizonte de vista, los procesos se

convierten en focos de conflictos dentro de los ayuntamientos, porque los

ayuntamientos no funcionan nunca con estas claves, y los frentes no dejan de

Page 48: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

48

multiplicarse. Ese se convierte en el día a día del Rebate de Alameda.

Aquí se pone de manifiesto otra limitación, que es común en la mayoría de los casos: la

excesiva dependencia de pocas personas convencidas y formadas. La transformación

tan grande que los procesos participativos representan en la gestión local no ha sido

digerida por la mayoría de políticos y técnicos, de quienes se exige roles diferentes a

los tradicionales. Poca gente hace avanzar los procesos de forma participativa. Los

procesos son frágiles y dependientes de estas personas. Creo que esto es inevitable en

todos los casos en las primeras etapas. También en Alameda, aunque vamos

caminando, y la cosa va calando poco a poco entre vecinos, técnicos y políticos. Pero

muy poco a poco, y sólo gracias a mucha constancia.

Por todo lo anterior, los procesos y presupuestos participativos se perciben en muchos

municipios como una actividad “piloto”, excéntrica, algo que a la larga “acabará

cayendo por su propio peso”, de la que se espera un rédito electoral, pero que a fin de

cuentas es anecdótica en la gestión municipal del día a día. No hay mucha confianza ni

se invierte demasiado en ellas. Esto se traduce en muchos municipios en una

precariedad de recursos que hace los presupuestos difícilmente sostenibles (la poca

gente que va formándose difícilmente puede seguir dedicándose a los procesos por

mucho tiempo). A partir de enero de 2012, con el final de las ayudas a la contratación

de personal que daba la Diputación de Málaga a los municipios, se comprobará hasta

qué punto esto es así en muchos municipios, así como en Alameda.

De esta forma, los principales retos que se pueden relatar para el futuro del Rebate

serían los siguientes:

Falta de recursos. Mantenerse en el tiempo, sobrevivir a las crisis, los cambios

políticos, las modas neo-liberales… que auguran recortes en la administración

pública y en los gastos sociales. Este es un reto para los políticos, básicamente.

Demostrar y dar a conocer que los presupuestos participativos producen un

rendimiento social y no sólo partidista. El impacto político de los presupuestos

participativos, de conquista de derechos sociales, y de poder redistributivo,

más allá de la (mera) ejecución de unas obras y unas actividades concretas, es

algo demasiado abstracto para la mayoría de la gente (incluidos técnicos y

políticos). Yo estoy convencido de que perseverar, tratando a la gente con

respeto, sin afanes de manipulación cortoplacista, irá haciendo que esto, no

obstante, vaya calando. Algunos signos ya se han vivido en Alameda en el

último año. Pero la paciencia es una virtud que suele escasear en según qué

ámbitos.

Falta de personal cualificado, con aptitudes y actitudes adecuadas para trabajar

en procesos de este tipo, donde la participación impone la inseguridad y la

humildad respecto de los propios conocimientos.

Page 49: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

49

Falta de apoyo técnico adecuado. Con sus posibles deficiencias, el apoyo de la

Diputación de Málaga, más allá de la financiación, ha sido crucial en la

orientación técnica de los procesos: en la orientación de las convocatorias de

subvención, en marcar las exigencias mínimas necesarias técnicamente sin

vulnerar la libertad de los municipios. Una eventual desaparición de la Oficina

de Presupuestos Participativos en Málaga o un cambio en la orientación técnica

de su trabajo puede muy fácilmente desdibujar el mapa de las experiencias en

la Provincia y que dejemos de hablar un mismo idioma.

Indefinición: la “Declaración de Antequera” puede que no haya significado

demasiado para municipios con experiencias anteriores, pero en la experiencia

malagueña se ha vuelto crucial. Verdaderamente Málaga se ha desarrollado al

amparo de este acuerdo, para iniciar procesos en una senda transformadora, y

no la esperada deriva de experiencias descafeinadas que se veía venir. Ahora

que muchos municipios adscritos a este acuerdo han cambiado de gobierno, la

Declaración pierde fuerza directriz para nuevos procesos. El fortalecimiento de

este tipo de compromisos creo que es vital ante el “todo vale” bajo la

denominación “presupuesto participativo”.

Riesgos de fosilización. No institucionalizarse como un procedimiento

municipal, sino mantenerse como un proceso instituyente para la ciudadanía.

Un papel demasiado preponderante de lo presupuestario, de los

ayuntamientos, e incluso de la universidad, puede ser un hándicap importante.

Manipulación partidaria: el desarrollo de presupuestos participativos “tipo”

como “imagen de marca” para formaciones con déficit de identidad política.

Adelante al apoyo sincero a este tipo de procesos por parte de cualquier

formación política, pero el riesgo de asimilación de los procesos a la política de

partidos y de cooptación de sus participantes es evidente. En este sentido, el

futuro de la Red Estatal de municipios con presupuestos participativos

impulsada desde Málaga no es nada halagüeño, me temo. Nuevas redes

independientes de experiencias habrán de surgir y alentarse.

Evaluación del proceso a cargo de la Mesa de Representantes vecinales

Como conclusión lo adecuado es hacerse eco de la evaluación realizada por la Mesa de

Representantes vecinales del Rebate, que a la luz de su experiencia y en el contexto del

fin de las subvenciones para la contratación de personal técnico del proceso, realizó un

diagnóstico exhaustivo del mismo como punto de partida para seguir avanzando.

Destacar que entre los factores más positivos del proceso, este órgano de

representación vecinal subrayó aquellos que están permitiendo a los vecinos y a las

Page 50: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

50

distintas partes involucradas pasar “de lo individual (y partidista)” a “lo colectivo”:

La Independencia política del proceso (como un logro de todos),

La prevalencia de “la necesidad” sobre otro tipo de factores y favoritismos en la

votación de propuestas en los presupuestos participativos (en esto, se destaca

lo acertado de que se vote “como barriada” –es decir, se ejerza un voto

colegiado, con una Mesa de Representantes abierta- así como que no pueda

una barriada votarse a sí misma)

Usar la calle (reuniones y tendedero)

Que se necesite conocer las propuestas antes de votar

Y por descontado, los resultados materiales, las obras que se han conseguido, con un

sentimiento de conquista vecinal.

En cuanto a los principales factores negativos, destaca por encima de los demás el

impacto insuficiente en términos de personas involucradas, así como la falta de

información en general que se percibe que tienen los vecinos del pueblo sobre el

propio proceso, y en el que influyen múltiples aspectos, como es el propio papel del

Ayuntamiento y su apoyo al mismo, percibido como escaso.

Lo más positivo…

1. El Rebate es de los vecinos: es independiente de los partidos políticos

2. Las obras: Muchas de ellas posiblemente no se hubieran hecho si no es por el Rebate

3. Se vota a lo que es más preciso, gracias a que…

4. La Mesa de Representantes es abierta y…

5. …al final votamos como barriada

6. Usamos la calle (las reuniones, el tendedero)

6. Antes de votar hay que conocer todas las propuestas

Lo que queremos cambiar…

1. Somos poca gente. la gente en general no se implica

a. …Somos siempre los mismos (percepción). La gente te critica por

participar

b. Ni la gente, ni los representantes le damos la importancia que tiene

c. Hay poca gente joven (percepción)

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51

2. Falta información en general

a. La gente no sabe de qué va el Rebate.

b. Es confuso sobre si es del Ayuntamiento o es una iniciativa particular

c. La gente no sabe sobre qué se decide

d. El Rebate tiene mala imagen:

i. La gente se cree que es política, que no es algo de los vecinos

ii. Los políticos no se lo toman en serio

e. El Ayuntamiento no se toma en serio explicar qué es el Rebate

f. Hay fallos de comunicación entre el Ayuntamiento y los representantes:

no se sabe dónde acudir, a veces falla el aviso para las reuniones

3. El Rebate puede ser más útil

a. Se centra sólo en obras, cuando puede trabajar otros temas de forma

cotidiana

b. El Ayuntamiento tarda en responder a los avisos de pequeñas

reparaciones

c. El Ayuntamiento (políticos y trabajadores) no asume que tiene que

cambiar cosas de su funcionamiento por hacer el Rebate

d. La Mesa de Representantes es muy débil frente al Ayuntamiento

4. No todos los vecinos y políticos miramos por igual a todas las calles del pueblo.

a. Hace falta una participación menos egoísta y más desinteresada

b. Se echa de menos más colaboración entre los vecinos del Rebate

5. La revisión de propuestas:

a. El Ayuntamiento se ha sobrepasado: no se ha ceñido a exponer si las

propuestas vecinales eran viables o no

b. La explicación fue confusa sobre algunas obras, perjudicando

propuestas que eran viables

6. Pequeños fallos en la ejecución de las obras que desmerecen los resultados: se

hace lo caro y no se hace lo barato

7. El Ayuntamiento no rinde cuentas de las obras realizadas

Page 52: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

52

PROPUESTAS DE LA MESA DE REPRESENTNATES (EVALUACIÓN OCTUBRE 2011)

SEGUIMIENTO

Más exigencia con los trabajadores del paro

Mejorar la ficha de seguimiento de propuestas vecinales: “Hacerla peor”, menos técnica, más de pueblo. La forma de Tabla no se entiende. La letra es demasiado pequeña. La gente no sabe ni encontrar las calles (se usan los nombres oficiales, y no como las conoce la gente):

o Hacer la ficha con los vecinos, que conocen los barrios según el callejero viejo

o ¿Hacerla más como un libro? ¿No será demasiado largo para que la gente lo lea?

o ¿Hacerla más visual?

La Mesa de Representantes al completo asume mayor compromiso con el seguimiento de las propuestas, para controlar la ejecución de las propuestas decididas y hacer que ese seguimiento sea participativo:

o Cada representante se implicará más en el seguimiento de algunas obras (para que no haga falta estar en todas, turnos)

o Que se haga al menos una reunión durante la duración de cada obra (no después de terminarla), en la que estén como mínimo representantes, vecinos afectados, el arquitecto municipal y el jefe de obra (y concejal).

o Exigir al Ayuntamiento que rinda cuentas del dinero presupuestado y del dinero gastado, explicando los porqué, al menos en la Mesa de Representantes

INFORMACIÓN

Currase la campaña de este año:

o Poner en el vídeo un montaje con fotos de las obras que se han hecho con el Rebate (TV local)

o Exposición itinerante en lugares transitados (murales), con el mismo tema, antes y después de las obras

o Otro número de la revista: dedicarlo a la historia del pueblo (historias orales). No se destaca ningún tema (formas de vida, de divertirse, de

Page 53: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

53

ganarse la vida, la política, historias de amor...), salvo cómo ha cambiado el pueblo físicamente (calles, casas, infraestructuras...)

Poner rótulo con el presupuesto de la obra mientras dure

MÁS PARTICIPACIÓN, UN REBATE MÁS ÚTIL, MÁS FUERZA VECINAL

Poner en marcha un “Cuaderno de Avisos de Reparaciones” oficial del Ayuntamiento que sea público y rija las pequeñas reparaciones de desperfectos en el pueblo (como en Humilladero):

o Que todo el mundo conozca que funciona

o Que todo el mundo pueda dar parte en él de pequeños desperfecto, con fecha de la inscripción

o Que se mantenga íntegro (no se arranquen páginas ni nadie pueda tachar o modificar los avisos de otra persona)

o Que cuando el Ayuntamiento haga la reparación, lo selle en el cuaderno

o Que cualquier persona pueda consultarlo

o Que los vecinos puedan revisar si se está cumpliendo o no y saber por qué (reuniones de revisión cada cierto tiempo)

o Una persona responsable de revisarlo

Mantener la implicación del arquitecto municipal en el Rebate, como mínimo, como este año: reunión de viabilidad de las propuestas del Rebate con los vecinos, presencia en las reuniones en la calle para decidir el proyecto de obra (y no callarnos en las reuniones)

Mantener las reuniones de evaluación del Rebate en la Mesa de Representantes para conocer bien lo que queremos mejorar y qué es lo que proponemos cambiar

Reglamento (¿cómo lo vamos a trabajar?)

(Se pasó moción a Pleno)

DINAMIZACIÓN

Aprovechar el Rebate para hacer cosas los vecinos, no sólo proponer. Gente llama a gente, hacer cosas desde el Rebate:

o Implicarse en las historias orales puede ser un enganche para alguna gente

Page 54: El Rebate de Alameda - Memoria Enero 2012

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o Potenciar actividades lúdicas de pasarlo bien juntos los representantes y no sólo los representantes: meriendas y otros tipos de iniciativas, como jornadas de juegos populares (aprovechar el Parque de la Cañada)... Buscar lo que atrae (¿en cada sitio? ¿incorporar jornadas de trabajo voluntario?)