el racionalismo de spinoza bajo la lupa de deleuze
DESCRIPTION
Gilles Deleuze fue un notable y reconocido filósofo francés que profundizó muchos temas de estudio en distintas ramas de la filosofía, pero cuando estudió a Spinoza, Deleuze pretendió demostrar que existen ciertos problemas asociados al aspecto ontológico de Spinoza, con respecto a los puntos de vista éticos y políticos que el holandés escribió.TRANSCRIPT
EL RACIONALISMO DE SPINOZA
BAJO LA LUPA DE DELEUZE
Por:
David Efraín Misari Torpoco1
1 Ponente, Escritor, Filósofo e Investigador jurídico. Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV), siendo de la promoción 2008. Escribió para diversas revistas del medio y es autor de cuatro publicaciones, destacándose entre ellas, sus obras El ABC del Derecho: Latín Jurídico (2011), Paremias Filosóficas (2013), Teoría General del Derecho: Manual Práctico (2013). Especializado a su vez en temas de Filosofía Antigua Griega, latina y Filosofía Moderna. Actualmente se dedica a elaborar temas de investigaciones filosóficas y filológicas.
“EL RACIONALISMO DE SPINOZA, BAJO LA LUPA DE DELEUZE”
Por: David Efraín Misari Torpoco
I. Introducción
Cuando uno empieza a analizar la filosofía de Baruch Spinoza, lo primero que
hace –naturalmente- es recurrir a las obras del autor para poder examinarlas y
dar cierta apreciación o crítica. Y siendo muchos los autores que han tratado de
analizar y exponer los puntos más resaltantes en la filosofía Spinozista, no
podemos dejar de lado los valiosos aportes de Gilles Deleuze en cuanto a su
crítica de la interpretación de Spinoza en su obra “Spinoza y el problema de la
expresión”.
Gilles Deleuze fue un notable y reconocido filósofo francés que profundizó
muchos temas de estudio en distintas ramas de la filosofía, pero cuando estudió
a Spinoza, Deleuze pretendió demostrar que existen ciertos problemas
asociados al aspecto ontológico de Spinoza, con respecto a los puntos de vista
éticos y políticos que el holandés escribió.
En esta breve exposición, trataré solo algunos puntos de los cuales Deleuze
critica a Spinoza y trataré de centrarme en el eje principal de lo que el filósofo
francés pudo extraer en las obras del holandés, sobre todo en su “Ética”.
II. Análisis del estilo de Deleuze a Spinoza
Lo primero que hizo Deleuze - antes de analizar las conclusiones – fue ver el
problema del estilo que empleó Spinoza al escribir sus obras. En palabras de
Howie, nos dice “Deleuze no ofrece simplemente una interpretación de Spinoza,
sino una declaración de su propia filosofía, la cual salvó en algunos detalles
con los elementos racionales que encontró en Spinoza” (Expresionismo en la
Filosofía). Si seguimos este hilo conductor, veremos que se rescatan más de un
punto importante de las obras de Spinoza.
Esta es la razón por la cual, muchos filósofos no supieron leer bien a Spinoza y
tampoco a Deleuze cuando trató sobre él. La razón es que no supieron percatar
que más que criticarlo, Deleuze lo que hace es defender la tesis spinozista.
Para empezar, Deleuze no critica la obra central o el eje de su Ética, razón por la
cual, decidió partir por un elemento que muy pocos suelen analizar: El Estilo.
Esto se debe a que la mayoría de filósofos tratan de ser muy pulcros y ordenados
a la manera de escribir, pero en algunos casos abusan de la riqueza técnica
literaria y hacen que sus obras sean un poco tediosas. En teoría, los mejores
libros escritos por varios filósofos, deberían tener un estilo limpio, sencillo y
claro, pues por más que la filosofía forma parte del estilo (sintaxis), esto nos
lleva a emplear nuevos silogismos cuyo valor (muchas veces) resultan difíciles
de comprender o captar el mensaje, aunque esto requiere más de una correcta
interpretación por parte de aquella persona que se aventura a leer un texto
filosófico. Pero ¿qué entenderíamos por sintaxis aquí? Una proposición que no
es sintáctica, menos lingüística, algo que va fuera del lenguaje porque está
cargado de otros elementos en cuanto a la construcción de sus proposiciones que
muchas veces se olvidan del primer punto. Debe quedar claro, que una es la
aplicación de la sintaxis en el campo lingüístico y otra muy distinta en el
filosófico, pues aquí se orienta hacia la construcción del concepto o la definición
de las premisas. Sin embargo, no podemos aplicar una interpretación restrictiva
dentro de la comprensión filosófica, porque los móviles constructores de las
palabras, radican en nuestros pensamientos, los cuales ayudan a crear nuevos
preceptos para enriquecer la comprensión de la obra filosófica.
Vemos pues, que la filosofía guarda una especial relación con aquellos que no
son filósofos, pues si el lenguaje empleado en sus textos es claro, podrá ser
captado el mensaje por muchos lectores. Es por eso que Deleuze toma muy en
cuenta estos aspectos pues quiso que los lectores puedan acceder a una
comprensión directa de la filosofía, sin tener que pasar por una “comprensión
filosófica”. En resumidas cuentas, el estilo que la filosofía busca aplicar son el
concepto, la perceptibilidad y las nuevas maneras de experimentar la realidad
mediante concisiones claras y precisas. Deleuze sabía muy bien que la filosofía
necesitaba de esta tripartita sintáctica para poder alcanzar su comprensión.
Deleuze empieza por analizar en primer lugar, el estilo de Spinoza y para eso
sabe que antes de pasar a “criticar” algún apartado de su obra, primero debe
saber por qué Spinoza escribió de tal manera. Por ejemplo, tenemos que para
Deleuze, el estilo que emplea Spinoza en su obra Etica, es un latín muy
escolástico. Sin embargo, no debemos olvidar que Proust dijo "Desconfiemos
de aquellos que no tienen estilo, porque pueden sorprendernos con alguna
novedad o imponer su propio estilo". A lo que va Deleuze, es que en la Ética de
Spinoza, este presenta una gama de definiciones, proposiciones y
demostraciones recurriendo a los corolarios, gracias a las cuales quedan
desarrolladas de un modo sorprendente las definiciones que precisó el filósofo
holandés. Sin embargo, algunas de sus definiciones no fueron atrayentes a su
época, por constituir otro factor sintáctico (no solo el latín escolástico que
empleó, sino también un método geométrico para establecer sus conceptos). De
este modo, Spinoza fue criticado por un tiempo, pero cuando su obra se empezó
a leer a partir cuarenta años después de su muerte, se llegó a encontrar grandes
móviles filosóficos, de los cuales, filósofos como Schopenhauer, Nietzsche,
Mäinlander, Hegel, y muchos otros, encontraron pilares racionales para
fundamentar sus tesis posteriores. Como podemos ver, Deleuze no se centra en
el problema de la “substancia” spinozista, pues no pretende defender la tesis de
Spinoza con respecto a alguna “otra” substancia que pueda existir por ahí.
Deleuze empieza por analizar el estilo, en cuanto a la definición que Spinoza
entabla con respecto a “pensamiento y extensión”, lo trata de incoherente. El
mismo Deleuze reiterada veces declaró que la epistemología del holandés no es
del todo convincente.
Para Deleuze, la obra de Spinoza carece de estilo, sin embargo, en el libro
quinto de la Ética, el mismo Spinoza advierte que a partir de ese momento
cambiará de “estilo” para poder tratar las nociones de los preceptos puros,
intuitivos y directos. Y si uno revisa la obra, podrá pensar que al igual de los
libros anteriores, el filósofo holandés intentará demostrar lo que sustenta, pero
se dará cuenta que aquí no demuestra nada. Entonces ¿Cómo piensa Spinoza
continuar su estilo? Simplemente recurre a los párrafos cortos y sentenciosos,
emplea contracciones y elpsis para proceder mediante argumentos contundentes
acerca de sus afirmaciones. Spinoza deja de ser un manantial de agua, para
convertirse en un río de fuego.
Es así como Deleuze se empieza a dar cuenta que el estilo de Spinoza, lo esboza
bajo un adecuado uso del latín escolástico. Gracias al latín, Spinoza introduce
una triple tensión sintáctica, pues queda claro para muchos que hemos leído la
obra del filósofo, que su Ética es un libro del concepto, el afecto al
conocimiento y del precepto, y lo que genera gran admiración por parte de
muchos es precisamente que Spinoza siendo el “filósofo de los filósofos” se
dirija con su obra a los que no son filósofos también. Esto fue clave en los años
posteriores a la muerte del holandés, porque sus obras fueron empezadas a leer
por todo el mundo, lo cual genera muchas emociones, percepciones, puntos de
vista e incluso a aquellos que lo leen y lo interpretan mal, siempre logran
obtener una “enseñanza”. Deleuze conocía muy bien estos aspectos y por eso
refutó a los profesores que solamente conocían los conceptos spinozistas, sin
haber profundizado en sus obras, decía que estos profesores tienen una
insuficiencia mental para comprender realmente los escritos de un genio.
Spinoza quiso trascender y ser inmortal, no solo en pensamiento, sino con
estilo, su propio estilo.
III. Análisis de Deleuze sobre algunos aspectos de la Ética de Spinoza
Uno de los aspectos centrales de la obra de Spinoza, Ética, trata sobre la
trayectoria que determina el espacio en el Universo. Deleuze ve a esto, como un
aspecto de la naturaleza ética que se deriva de siguientes ontologías para lograr
obtener un resultado dentro de la extensión universal. Si se analiza
profundamente, podemos llegar a comprender que existe una ontología que
anexa la inverosimilitud y la incoherencia acerca de una política individualista.
La crítica de Deleuze al pensamiento y extensión en Spinoza, tienen que ver
más con la dificultad de un paralelismo entre pensamiento y extensión, ya que
si uno sucede, entonces el otro ha de suceder, pero si esto es así, entonces
¿afectaría de manera crítica los estados que guardan una relación causal entre la
extensión y el pensamiento? Problemas como este, fue los que trató de ver
Deleuze, pero que lamentablemente algunos de ellos se quedaron sin respuesta
por los problemas de interpretación en la filosofía de Spinoza que no se
pudieron disgregar.
Por un momento, se pensó que Deleuze no quiso ser tan chocante con sus
críticas a Spinoza, pues al mismo tiempo aprovechaba ciertas lagunas que haya
podido tener el holandés, para mostrar su propia filosofía, pero sería el caso en
el cual, los problemas que agobiaron a Spinoza, con respecto a los atributos
¿serían los mismos que Deleuze trataría? Vemos que Deleuze encuentra loables
argumentaciones en Spinoza, de los cuales se valió para tratar sobre sus
conceptos de inmanencia, expresión y la univocidad del ser. No en vano,
Deleuze solía llamar a Spinoza “El Cristo de los filósofos”.
Pero cuando Deleuze analiza la teoría de la Substancia en Spinoza, vemos que
escribe lo siguiente: “La Substancia parece de dos modos distintos, por más que
estos dos modos dependan de la substancia. Considero que la Substancia tiene
que decir de los modos y solo de los modos. Si analizamos bien esta
perspectiva, podemos aseverar que ha de ser satisfecha solo por el precio de una
inversión categórica general, en la cual el ser se dice del devenir y la identidad
de aquello que es diferente, lo múltiple.”
Sin embargo, debemos tener cuidado al examinar la tesis spinozista (sobre todo
aún, si no se ha leído su obra) y dejo en claro esto, porque Deleuze salvaguarda
la idea de Spinoza con respecto a la univocidad y la inmanencia del ser que está
situado más allá de toda duda, pero es su propio pensamiento el que coloca las
pautas de diferencia y repetición, lo cual no tiene que ver nada con los atributos.
Por último, dentro de la concepción de Deleuze, no encontramos la tripartita
substancia, atributos y modos, pero si se enfoca desde un punto de vista distinto
encontraremos una similitud entre la substancia y los modos. Pero una vez más
la ausencia de del compromiso a los atributos, ve la dificultad en Deleuze que
ambas caras no son las caras de la “moneda” Spinoza, sino que el holandés
encierra otra interpretación propia.
Por último, solamente queda una tesis general entre los nexos “Deleuze –
Spinoza”, las cuales se fundaron en el posmodernismo, debido a la poca
discusión y la tensión de la postmodernidad en Deleuze. Al final, uno puede
estar en desacuerdo con las opiniones de un filósofo, no para atacar la
integridad del mismo, porque eso es harina de otro costal. A la luz de los
hechos, no hay pruebas que se adelanten para justificar tal acusación, porque los
ataques de este tipo solo pueden servir para disminuir la discusión filosófica y
no estar de acuerdo.
Fuentes Bibliográficas:
Deleuze Gilles, Spinoza y el problema de la expresión, trad. Horst
Vogel, Muchnik Editors S.A. 1999.
Deleuze Gilles, Spinoza: Filosofía práctica, trad. Antonio Escohotado,
Fabulas Tusquets Editores, Universidad de Francia, 2001.
Diferencia y repetición (Tr. Paul Patton, Columbia University Press,
1994), publicado el mismo año que el expresionismo en Filosofía.
Manuel de Landa, Ciencia y Filosofía Virtual Intensivo (Continuum,
2002)
Revista Virtual Filosófica
“Escritor Misterioso”