COYUNTURA NACIONA L

EL PUEBLO ESTA DESCONTENTOCosto social puede ser mayor

COLECTIVO DE COYUNTURA NACIONAL DE DIALOGO SOCIA L

., . . la crisis vino en un momento en que yo podía actuar sin impedimento . Porlo tanto, me tomé el istmo, comencé el Canal y luego no dejé que el Congres odiscutiera sobre él, sino sobre mí. . . " (Risas y aplausos)

Presidente de EE. UU Teodoro Roosevel t23 de marzo de 191 1

"Mucho daño hace en este mundo la cobardía ; mucho la indecisión ; mucho lalírica gubernamental, y la política importada . Llorar con el país es necesario,retorcerse con él por la tierra, y oír, con el alma a las sepulturas, lo que la tierr adice. . . Los pueblos continúan : no retroceden".

José Mart í

S eguir el juego de la argumentació nde la administración Bush y sus alia-

dos del gobierno ADO—Civilista, seríaaceptar la complicidad material de con-vertir a nuestro país en un instrument ode los intereses estratégicos de los cír-culos financieros de EE.UU más reaccio-narios y guerreristas . Si las ideas de l aclase dominante son las ideas dominan -tes en cada época, nos corresponde alos sectores populares liberarnos de ellasy debatir desde nuestra práctica la inter-pretación de la realidad que nos urge .transformar .

El caso Noriega fue y sigue siendo' unagran cortina de humo para ocultar no sólolas causas, sino también las intenciones d eWashington. Confundir al pueblo paname-ño y engañarlo, es la táctica que sigue nsus enemigos tradicionales .

Enredar táctica con estrategia, caus acon efecto y lo fundamental con lo se-cundario ha provocado ya serios retraso sen el desarrollo de una conciencia históri-ca y crítica del pueblo panameño . Porello cualquier interpretación de lo quehoy ocurre en Panamá, necesita retoma rla historia .

La invasión del veinte de diciembre último ha cambiado la correlación de fuerzasen la región y dentro del país. Compartimos ahora un Panamá "democrático ",más sojuzgado, más pobre, más dependiente. Las causas fundamentales de lacrisis; causas históricas, económicas y militares siguen vigentes .

Es menester penetrar la esencia de los acontecimientos para no caer ingenua-mente en la trampa ideológica que los "policy makers " norteamericanos hantendido a la opinión pública nacional e internacional .

Cerca de tres mil empleados públicos han sido despedidos por "razones políticas" por la actualadministración Endara .

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Derrota del reformism oEl reformismo militar que en los últi -

mos veinte años atravezó por cuatro etapas bien definidas, carecía de un proyect o

social propio, y actuó en consecuenciacon esa carencia, propugnando de princi-pio a fin por un pacto social entre clase ssociales y fuerzas políticas contradicto-rias, e incluso antagónicas .

En la primera etapa -1968-1977—s epreconizó una alianza de clases que baj ola consigna de unidad nacional culmin ó

con la firma de los Tratados Torrijos—

Carter . Fue aquel período el que recono-ció mayores conquistas a los trabajadores ,

mientras se relegaba a los grupos tradicio-nales de poder a las actividades económi-cas, y se promovía a las capas medias —ci-

viles y militares— y sectores de la burgue-sía a la dirección del estado .

La segunda etapa va de 1978 a 198 1cuando el reformismo militar empezó aretroceder en sus premisas originales, ha-ciendo concesiones económicas, política sy laborales a la clase dominante . La muer-te del General Ornar Torrijos, principa l

precursor militar del "proceso" , acaeci-da el 31 de julio de 1981, marcó la deca-dencia definitiva del reformismo .

Bajo la presión del gobierno de Ronald

Reagan y de las fuerzas oligárquicas s eintrodujeron importantes cambios políti-

cos y reformas constitucionales que

abrieron el espacio al esquema tradi-cional de dominación : elecciones, par-tidos y empresa . privada .

Fue este período -1982-1986— ,uno de los más complejos . Se agudizó lalucha social y política producto del en-durecimiento de la situación económica .Se desdibujaron las diferencias entre e lproyecto oligárquico pro-imperialista yel reformismo . De este último no queda-ba ni el discurso .

Dentro de este período asumió Norie-ga la jefatura de la entonces Guardia Na-cional, encontrándose con una disyunti-va : apoyar el retorno al régimen de domi-nación tradicional o impulsar el proyect ohistórico de liberación nacional del pue-

blo panameño . Ocurrió entonces un fe-

nómeno que debe ser profundizado si sequieren evitar las explicaciones fácile sque se aferran al problema de la corrup-

ción cómo causa única de lo sucedido .Noriega empezó a consolidar un poder

centrado en el instituto militar . Simultá-neamente radicalizó el discurso político

y congeló el proceso de "apertura demo-crática " que había iniciado el propi oTorrijos . Pero todo esto lo hizo si

n presentar una alternativa clara ni de pode rpolítico, ni de soluciones económica spara el pueblo .

Se mezclaron elementos del reformis-mo torrijista de la década del setenta ,con propuestas difusas hacia el movimien-to popular, con una política exterior d edivergencias con Washington y una con-ceptualización de la liberación naciona lrestringida a la denuncia de las violacione sa los Tratados Torrijos—Carter .

Este- proyecto no encontró el ava lde Washington cuya estrategia había va-riado notablemente desde los tiempo sde Jimmy Carter . Todo o nada, fue labase de la ofensiva norteamericana con-tra un bloque gobernante que hasta e lfinal persistió en sus vacilaciones .

Un régimen acosado por una profundí-sima crisis económica —en gran medidaprovocada—, no podía resistir sin unaclara alianza de clase con los explotados .Así, las fuerzas tradicionales, al descubri rel " talón de aquiles " de los militares, selanzaron a la ofensiva final en todos lo sfrentes .

' Nuestro movimiento popular a pesar de sus dificultades, representa una esperanza efectiva de reorientar a nuestro pueblo por sendas deverdadera libertad. . . ' :

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Por más que diversas centrales obreras ,gremios de funcionarios públicos, parti-dos populares y círculos intelectuales ,llamaron a la "retoma del torrijismo ya tomar en cuenta el "proyecto popular" ,el bloque gobernante anterior insisti óen el método de manipulación que refle-jaba la esperanza de lograr un acuerd ocon los centros de poder en EE .UU .

Gran parte del pueblo organizad oacompañó ese largo proceso de contradic-ciones con la esperanza de inclinar la ba-lanza del poder hacia las masas desposeí -das. Sin una conducción experimentaday consciente de los sacrificios que impli-ca un proyecto de liberación nacional seperdió aquella oportunidad histórica d ecristalizar un proyecto original de carác-ter democrático popular . Gran parte delpueblo retrocedió su conciencia a la dé-cada del sesenta y quedó en evidencia e lescaso trabajo de educación y organiza-ción política entre los trabajadores ypueblo en general .

Lo importante es retomar el camin oy recordar que la historia no comenz óel siete dé mayo, ni el veinte de diciem-bre, porque un pueblo que olvida s uhistoria, corre el riesgo de perder s unación .

El reformismo de los militares paname-ños tuvo su origen en los complejo smecanismos que unían la profundizació nde la crisis internacional del capitalismo

En nuestro concepto este es el erro rreiterado y mayor de todos los gobierno sdel "proceso " y la causa interna de suderrota estratégica .

¿Con qué autoridad moral juzgan ?Los elementos que aporta la histori a

nos permite desnudar la estrategia de laadministración Bush y sus socios en Pa-namá .

Los delitos públicos que hoy abander ael grupo en el poder, son a fin de cuenta sconsecuencia de un sistema económico ysocial basado en el lucro individual y l a

propiedad privada . Es la doble moral d elos sectores dominantes que consideranbienes "malhabidos" aquellos que so nproducto del despojo al estado, empresa so individuos mientras considera "bienha-bidos " aquellos que reproduce la explota-ción de los trabajadores .

La corrupción, el abuso de autoridad ,las violaciones a los derechos humanos ylos vínculos con redes de contrabando,son males que se vivieron en todos los go-biernos desde 1903 hasta hoy . Baste abrirlos archivos nacionales, los periódicos d ela época y otros documentos para evocarel caos que vivió la nación en distintosperíodos .

En América Latina, gobiernos contem-poráneos con el período del llamad o"proceso ", tuvieron y tienen caso

s pendientes con la justicia por miles de críme-nes, por narcotráfico, por- violaciones alos derechos humanos .

En El Salvador por ejemplo, los gobier-nos sucesivos de Duarte y Cristiani han

a comienzos de los años setenta, con la sluchas nacionales por una mayor inde-pendencia de Estados Unidos que tuvie ,ron como centro la recuperación del-ca-nal interoceánico para el . patrimoni onacional . Aquel "proyecto" buscó lasolución del conjunto de . contradiccio-nes internas y externas sin la participa-ción popular .

Noriega nunca tuvo una conciencia d elo que representaba el conflicto con lo sgrupos dominantes de Panamá, en alian-za con EE.UU, y en consecuencia no hizonada lo suficientemente importante paracrear las bases de un auténtico poder po-

pular capaz de disputarle el país a eso sgrupos .

cercada por alambre de ciclón.

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sido acusados con miles de pruebas y tes-timonios . Allí han sido asesinados vario sciudadanos norteamericanos y no exist ealgo parecido a una democracia . Han sid oasesinados numerosos religiosos, entr eellos seis connotados sacerdotes jesuitas .

Todo esto no movió a los señore sReagan y Bush a promover sanción algunacontra esos gobiernos, y mucho menos ainvadir aquel país . Todo lo contrario, de ltesoro de Estados Unidos salieron en lo súltimos diez años más de cuatro mil mi-llones de dólares para apoyar ese régimen .El grueso de ese dinero se gastó en moder-nas armas .

Por todo esto llama la atención, quepara el "solidario" y `liberador" gobier-no de Bush sea antidemocrático, hast amonstruoso que Panamá tenga su ejércit omientras en El Salvador, unas fuerzas ar-madas hasta los dientes es símbolo de l a"democracia" .

Veamos someramente la composicióndel nuevo gobierno . En el gabinete y lasprincipales entidades descentralizada saparecen reconocidos representantes d elos grupos del poder económico quiene sen su mayoría, nunca fueron panameñis-tas, ni mucho menos arnulfistas . ¿ Qué di -ría el Dr. Arnulfo Arias Madrid de estegobierno? Las cosas han cambiado bas-tante desde la muerte del viejo caudillo .

El verdadero poder detrás del triunvi-rato gobernante (?) es la empresa privada .Pero no toda la empresa privada, sin oaquella directamente ligada a la banc atransnacional y las gigantescas empresa soligopólicas norteamericanas .

El segundo vice-presidente y ministr ode planificación, Guillermo Ford, hablóclaro : " . . . Este va a ser un país cien po rciento de empresa privada . . . " El nuev o"factotum " de la sociedad panameña ,un nuevo unilateralismo, que antes er amilitar, ahora es empresarial .

¿Dónde quedarán los sindicatos?¿ Se-rán sustituídos por círculos solidaristas?¿Qué de las asociaciones profesionale sy gremios de funcionarios? ¿Dóndecabrán las cooperativas? ¿Qué será delas empresas estatales como el IRHE oel INTEL? ¿Qué de los asentamiento scampesinos y espontáneos? ¿Qué será de lsistema integrado de salud, de los centros

de salud? ¿Qué de las comunidades rura-les auto-gestionarias y de subsistencia ?¿Todo esto será privatizado? ¿Cómo ?

La gran empresa privada, que conspi-ró contra el código de trabajo, que favo-rece toda tendencia alcista de los precio sde los alimentos básicos, que obtuvo pre-bendas en el régimen anterior, que s ealió al gobierno de Estados Unidos parausurpar los derechos soberanos de lanación, es precisamente quien hoy reci-be todo el beneplácito del gobierno a lamparo del militarismo norteamericano .

¿Pueden los señores representantes de lsaqueo extranjero, codiciosos de plusva-lía, enemigos del trabajo, erigirse en jue-ces del régimen anterior? ¿Con qué au-toridad moral ?

El régimen anterior incurrió en mu-chos errores, algunos muy graves, el peo rquizás, el de traición en la hora máximade la Patria agredida . Pero es anti-históri-co que la clase obrera, que el pueblo orga-nizado acepte avalar una "justicia" fala zpor sus orígenes e intenciones .

Abismo económic oCuando la administración Bush decidió

invadir Panamá, tuvo que hacer un cálcu-lo de costo-beneficio . Tuvo que hacerlo ,porque las consecuencias de esa acción

son hasta ahora impredecibles para l aestabilidad en la región .

Resulta impresionante la gravedad d ela crisis para un país tan pequeño que ha -ce sólo tres años gozaba de un establ

e crecimiento económico.El bloqueo financiero aplicado desde

1988 y reforzado en 1989 arrojaba pér-didas para la economía panameña supe-riores a cuatro mil millones de dólares .Esto lo provocó el congelamiento defondos, la prohibición al pago de im-puestos de las compañías norteamerica-nas, la retención de pagos de la Comisióndel Canal, la suspensión de la cuota azu-carera y de la ayuda internacional, as ícomo la estampida de fondos bancarios ,y la reducción de la demanda internaproducto de la conjugación de factore spolíticos, económicos y sociales d einestabilidad .

A estas enormes pérdidas se sumancinco mil trescientos diecinueve millo-nes de dólares de la deuda del secto rpúblico, según informe de la Contralo-ría General —nueva administración--

A lo anterior se agrega el estimadode pérdidas netas por la invasión nortea-mericana, que en términos conservado -res asciende aproximadamente a milmillones de dólares .

La gráfica muestra aspectos del Barrio El Chorrillo, después de la invasión del 20 de diciem-bre.

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Dan Quayle junto a Guillermo Endara en la conferencia de prensa antes de concluir su gira de tres

días a Panamá.

Washington . En realidad la esperada ayu-da se definió en una cifra levemente su-perior a los mil millones, pero tan condi-

cionada y limitada que se prevee provoca-

rá más problemas de los que resuelva .En primer lugar, la mitad de la ayuda

estadounidense es en créditos, o lo que e slo mismo, se trata de un nuevo préstamo .

¿Cuáles son los términos o condicione s

del mismo? Sigue aumentando la deuda

externa sin ninguna garantía de reactiva-ción económica.

Otra gran parte de la ayuda s e

canalizará a "inyectarle liquidez a los negocios y

al sistema bancario". Debe aclararse cuánto y en qué condiciones se entregará n

esos fondos a la empresa privada . Fondo scanalizados al capital privado podría nservir para fortalecer a un reducido grupode familias en lugar de aliviar la angustiade la mayor parte de la población .

Los daños al fisco como resultado

de estos factores combinados se esti-man así :

• La Caja de Seguro Social dejará de

percibir medio millón de dólare s

en cuotas .• El IRHE, INTEL e IDAAN, dejará n

de percibir ochocientos cincuent a

mil dólares mensuales .• Dejarán de generarse veinte millo -

nes mensuales en ventas y un milló n

del impuesto sobre transferencia d e

bienes muebles .• Se dejará de percibir también u n

millón de dólares mensuales en im-

puestos de importación .• Medio millón de dólares dejarán de

pagarse en alquileres y será imposi-ble al estado cancelar miles de dóla-

res de sus cuentas por pagar.

Así, gradualmente, los nuevos gober-nantes y sus sostenedores han ido co-brando conciencia de la gravedad de l asituación . El Presidente de la AsociaciónPanameña de Aseguradores, Manue lEskildsen se encargó de . demostrar la an-terior aseveración cuando declaró que l aresponsabilidad "directa o indirecta de la spérdidas producidas a partir del veinte d ediciembre recae en la invasión norteameri-cana . Ninguna póliza del mundo cubr epérdidas a consecuencia de actos bélicos ,invasión o intervención" , aseguró .

Por otro lado, los organismos interna-cionales de crédito plantearon en ener oque si el gobierno no cancela los interese sde la deuda, no vendrán nuevos présta-mos . El servicio a la deuda asciende apro-ximadamente a novecientos millones d edólares . También resultó desalentado rque la suma retenida por el gobierno d eEstados Unidos es de sólo cuatrociento smillones y no de setecientos millonescomo reclamaba el gobierno anterior .

Ante esta situación el gobierno "de-

mocrático" cifraba sus esperanzas enrecibir un masivo apoyo financiero de

Costo social puede ser mayo rEndara, que al final de la visita de l

Vice-Presidente Quayle, señaló que " l aayuda anunciada por Estados Unido s

responde a cada uno de los puntos de l

Programa de Reconstrucción Económic ade Panamá . . . " respondió a un periodist aque él desconoce de la existencia de al-gún plan de indemnización a las víctima sde la invasión, y no quiso comentar so-

bre la responsabilidad de su gobierno en

esta labor .Por su parte, unos quinientos refugia-

dos de guerra de El Chorrillo indicaro n

Así quedó el cuartel central de los ex-FF .DD. La estructura en la actualidad es un promontorio de

fierra.

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Más de 24 mil efectivos norteamericanos continuan ocupando el territorio nacional . Escenas com oestas son comunes en áreas residenciales de la ciudad capital .

que "es realmente triste constatar la fal-ta de sensibilidad social demostrada pornuestros nuevos gobernantes", mientra sanunciaban el inicio de una demanda con-tra el ejército de Estados Unidos, por lo sdaños que sufrieron .

Esta situación es una muestra de un aserie de incongruencias que a partir de lveinte de diciembre caracterizan al régi-men. Desde la situación de la Caja de lSeguro Social, que según el Lic. JorgeEndara, requiere "medidas heróicas yno muy populares" ; pasando por e ldespido masivo de funcionarios pú-blicos para "reducir la planilla", hast ala entrega de las empresas estatales ala empresa privada, son medida ssimilares por las cuales se organizó COCI-NA en 1985, y luchó CONATO yFENASEP en 1986. El FMI volvió a lacarga con renovados bríos.

Distintos analistas comentaban ante sde la invasión que Panamá requeriríade diez años y ocho mil millones d

e dólares para recuperar los indicadores eco -nómicos de 1987 . ¿Qué medidas extre-

mas se requerirán después de la invasión?Ya está delineado el programa, el mismoque ha provocado revueltas, protestas yhambre en muchos países latinoamerica-nos y del caribe ¿Cuál es el costo social, ocuántas víctimas más se requieren parasatisfacer la voracidad del gran capitalextranjero y sus socios internos?

Precisamente el ex-Presidente Nico-lás Ardito Barletta promotor de lapolítica fondo-monetarista en 1985, semostró muy favorable a las nuevas auto-ridades panameñas y comentó que "e lgobierno de Panamá realiza esfuerzo spara recuperar su condición deeconomía de servicios " . . . "mediante e lestablecimiento de parques industriales yla atracción de la inversión privada .. . '"En tres o cuatros años" podrían ser ge-nerados veinte mil empleos nuevos .

Pero tres o cuatro años es un plazomuy largo para las urgencias de la pobla-

ción, sobretodo de los desempleado sque ya hacen largas colas para obtene ralgún puesto que alivie las necesidade sinmediatas más apremiantes .

La invasión dejó alrededor de quinc emil nuevos desocupados, elevando ladesocupación abierta a una tercera par-

te de la fuerza laboral en el área urbana ya casi un treinta por ciento del total dela población económicamente activa .

Barletta también urgió a los Estado sUnidos a "inyectar liquidez" a la agoni-zante economía panameña, pero diver-sos sectores norteamericanos observabancon reticencia el prometido apoyo deBush que empezó a entregarse a "cuen-tagotas" .

Una de las principales causas de preo-cupación en los círculos gobernantes deEE.UU está en su propia crisis presupues-

taria que el Director de la Agencia Inter -nacional Para el Desarrollo —AID— MarkEdelman describe como "un problem ainfernal cada vez más duro . . ." La dificul-tad del Departamento de Estado consisteen cómo distribuir 14 .6 billones de dóla-res alrededor del mundo de la maner amás conveniente a los intereses deWashington . El tema de la ayuda exter-na es uno de los menos populares en elCapitolio . Países como Israel, Pakistán ,Grecia y Turquía, se llevan el grueso de

la asistencia financiera .

Los trece mil damnificados del Chorrillo exigen al gobierno de Bush que los indemnicen por laspérdidas materiales y humanas durante la invasión .

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