el proveer conforme a la manera del seÑor · g u Í a p a r a l o s l Í d e r e s d e b i e n e s...

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G U Í A P A R A L O S L Í D E R E S D E B I E N E S T A R EL PROVEER CONFORME A LA MANERA DEL S EÑOR ¿Quieres ser sano? ...Levántate, toma tu lecho, y anda. Juan 5:6, 8.

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Page 1: EL PROVEER CONFORME A LA MANERA DEL SEÑOR · G U Í A P A R A L O S L Í D E R E S D E B I E N E S T A R EL PROVEER CONFORME A LA MANERA DEL SEÑOR E l verdadero objetivo del Plan

G U Í A P A R A L O S L Í D E R E S D E B I E N E S T A R

EL PROVEER CONFORMEA LA MANERA DEL SEÑOR

¿Quieres ser sano? ...Levántate, toma tu lecho, y anda.

Juan 5:6, 8.

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Pintura de la cubierta: Cristo sana a los enfermos junto al estanque de Betesda,pintura por Carl Heinrich Bloch

Cortesía del Museo de Arte de la Universidad Brigham Young.

Pintura de la página II: Cristo y el joven rico, por Heinrich Hofmann.

Pintura de la página IV: Toda la ciudad se agolpó a la puerta, por James Tissot.

Pintura de la página 2: Jesús sana a un ciego, por Carl Heinrich Bloch Utilizada con permiso del Museo Histórico Nacional de Frederiksborg, Hillerød, Dinamarca.

Pintura de la página 6: La ofrenda de la viuda, por Alexandre Bida.

Pintura de la página 10: El Buen Pastor, por Greg K. Olsen. © 1996 Greg K. Olsen.

© 1990, 2004 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Segunda edición

Impreso en los Estados Unidos de América.

Aprobación del inglés: 12/04

Aprobación de la traducción 12/04.

Traducción de Providing in the Lord’s Way: A Leader’s Guide to Welfare

Spanish

Publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Salt Lake City, Utah.

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G U Í A P A R A L O S L Í D E R E S D E B I E N E S T A R

EL PROVEER CONFORMEA LA MANERA DEL SEÑOR

El verdadero objetivo del Plan de Bienestar,

a largo plazo, es la edificación de los miembros de la Iglesia,

tanto de los que dan como de los que reciben,

rescatando desde lo más profundo de su ser

todo aquello que sea de valor y

sacando a florecer la riqueza latente de su espíritu,

lo cual es, ante todo, la misión,

el propósito y la razón de ser de esta Iglesia.

Élder Albert E. Bowen

The Church Welfare Plan

Gospel Doctrine course of study, 1946, pág. 44

[Debemos] alimentar al hambriento,

vestir al desnudo, proveer para la viuda,

secar las lágrimas del huérfano y consolar al afligido,

ya sean de esta Iglesia o de cualquier otra o que no pertenezcan a ninguna,

dondequiera [que los encontremos].

El profeta José Smith

Times and Seasons

15 de marzo de 1842, pág. 732

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Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno,

¿qué haré para heredar la vida eterna?

Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?

Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.

Los mandamientos sabes: No adulterarás;

no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio;

honra a tu padre y a tu madre.

El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.

Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa:

vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres,

y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

Lucas 18:18–22.

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ÍNDICE DE TEMAS

PARTE 1: EL PROVEER CONFORME A LA MANERA DEL SEÑOR

Prefacio 1

Introducción 1

PARTE 2: SEAMOS AUTOSUFICIENTES

Los estudios 3

La salud 4

El trabajo 4

El almacenamiento en el hogar 4

La administración de fuentes de recursos 5

La fortaleza social, emocional y espiritual 5

PARTE 3: EL CUIDADO DE LOS POBRES Y DE LOS NECESITADOS

La manera del Señor 7

El almacén del Señor 8

Maneras de cuidar de los pobres y de los necesitados 8

El propósito de la ayuda de bienestar de la Iglesia 9

PARTE 4: LÍDERES DE BIENESTAR

Líderes de bienestar de área 11

Líderes regionales de bienestar 12

Líderes de bienestar de estaca 13

Líderes de bienestar de barrio 17

Líderes de bienestar del quórum de élderes y

del grupo de sumos sacerdotes 25

Líderes de bienestar de la Sociedad de Socorro 26

Líderes y personal de operaciones de bienestar 29

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Porque tuve hambre,

y me disteis de comer; tuve

sed, y me disteis de beber;

fui forastero, y me recogis-

teis; estuve desnudo, y me

cubristeis; enfermo, y me

visitasteis; en la cárcel,

y vinisteis a mí... De cierto

os digo que en cuanto lo

hicisteis a uno de estos mis

hermanos más pequeños,

a mí lo hicisteis.

Mateo 25:35–36, 40.

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P A R T E 1

1

EL PROVEER CONFORMEA LA MANERA DEL SEÑOR

PREFACIO

El proveer conforme a la manera del Señor:Una guía para los líderes de bienestar

combina la información acerca de bienes-tar de diversas secciones del Manual deInstrucciones de la Iglesia en un solomanual. También incluye las actualizacio-nes que se han expedido desde la publica-ción de aquel manual. El tener toda estainformación en un solo manual facilitaráel acceso a los líderes.

Los líderes de la Iglesia deberán ense-ñar los principios del bienestar espiritualy temporal a los líderes y miembros queestén bajo su jurisdicción. Deberán tam-bién instar a los miembros a aplicar esosprincipios a su diario vivir; al mismotiempo, es necesario que alienten a lospadres a enseñar los principios de bienes-tar a su familia.

INTRODUCCIÓN

Este manual se concentra en dos respon-sabilidades fundamentales de bienes-

tar: el llegar a ser autosuficientes y el cui-dado de los pobres y de los necesitados.Estas responsabilidades han sido parte delEvangelio desde el comienzo.

Cada uno de nosotros debe esforzarsepor ser autosuficiente mediante el usosabio de las fuentes de recursos que elSeñor nos ha dado (véanse las páginas3–5). El ser autosuficientes nos permiteproveer para nosotros mismos y paranuestra familia. También contribuye a queestemos en mejores condiciones de cuidarde otras personas.

Como discípulos de Cristo, debemosdar de nosotros mismos, ya sea con nues-tro tiempo, nuestras habilidades o nues-tros recursos, para ayudar a aquellos quelo necesiten (véanse las páginas 7–9).Cuando Jesucristo vino a la tierra, pasógran parte de Su tiempo en el ministeriocuidando a los pobres y a los necesitados.

Él mandó a Sus discípulos hacer lo mismo.Jesús explicó que cuando nos hallamos alservicio de los demás, lo servimos a Él:

“Porque tuve hambre, y me disteis decomer; tuve sed, y me disteis de beber; fuiforastero, y me recogisteis;

“estuve desnudo, y me cubristeis;enfermo, y me visitasteis; en la cárcel yvinisteis a mí...

“... De cierto os digo que en cuanto lohicisteis a uno de estos mis hermanos máspequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo25:35–36, 40).

En nuestro día, por medio del profetaJosé Smith, el Evangelio se ha restauradoen toda su plenitud. El Señor ha mandadonuevamente a Su pueblo cuidar de lospobres y de los necesitados. Él dijo:

“Y recordad en todas las cosas a lospobres y a los necesitados, a los enfermosy a los afligidos, porque el que no haceestas cosas no es mi discípulo” (D. y C.52:40; véase también D. y C. 44:6).

En 1834, el Señor enseñó la manera enque este mandamiento se debía observaren Su Iglesia:

“Y es mi propósito abastecer a mis san-tos, porque todas las cosas son mías.

“Pero es preciso que se haga a mi pro-pia manera; y he aquí, ésta es la forma enque yo, el Señor, he decretado abastecera mis santos, para que los pobres seanexaltados, y los ricos sean humildes”(D. y C. 104:15–16).

Uno de los propósitos de la Iglesia esayudarnos a cumplir con nuestra respon-sabilidad de ser más autosuficientes y deproveer para los pobres y los necesitadosconforme a la manera del Señor. Esamanera abarca el bienestar, lo cual signifi-ca estar bien tanto temporal como espiri-tualmente. Al aplicar estos principios anuestra vida, comenzamos a parecernosmás a nuestro Padre Celestial y a Su HijoJesucristo, y nos preparamos para vivircon Ellos eternamente.

¿No es este plan algo

hermoso? ¿No os emocionáis

con esa parte del Evangelio

que hace que Sión se vista de

sus ropas hermosas? Cuando

se contempla desde ese punto

de vista, podemos ver que el

de los servicios de bienestar

no es un programa, sino la

esencia del Evangelio. Es el

Evangelio en acción. Es el

principio culminante de una

vida cristiana.

Spencer W. Kimball, Ensign,

noviembre de 1977, pág. 77.

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Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.

Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó,

éste o sus padres, para que haya nacido ciego?

Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres,

sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Me es necesario hacer las obras del que me envió,

entre tanto que el día dura; la noche viene, cuanto nadie puede trabajar.

Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.

Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva,

y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Vé a lavarte en el estanque de Siloé...

Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

Juan 9:1–7.

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P A R T E 2

3

SEAMOS AUTOSUFICIENTES

Ala Iglesia y a sus miembros, el Señorles ha mandado ser autosuficientes e

independientes (véase D. y C. 78:13–14).El Padre Celestial nos ha dado todo lo quetenemos: nuestros talentos y habilidadesasí como nuestros bienes materiales; y nosha dado la mayordomía sobre las cosascon las que nos ha bendecido (véaseD. y C. 104:11–13). A fin de cumplir conesta mayordomía honorablemente, debe-mos esforzarnos por ser autosuficientesmediante el uso de estas bendiciones paracuidar de nosotros mismos y de nuestrafamilia.

Los profetas de los últimos días hanexplicado la responsabilidad que todostenemos de ser autosuficientes:

“La responsabilidad del bienestarsocial, emocional, espiritual, físico y eco-nómico de toda persona descansa prime-ramente sobre sí misma, segundo sobresu familia y tercero sobre la Iglesia...

“Ningún fiel Santo de los Últimos Díasque esté física y emocionalmente capacita-do cederá voluntariamente la carga de supropio bienestar o del de su familia a otrapersona, sino que mientras pueda, bajo lainspiración del Señor y con sus propiosesfuerzos, se abastecerá a sí mismo y a sufamilia con lo que les haga falta espiritual ytemporalmente en la vida (véase 1 Timoteo5:8)” (véase Spencer W. Kimball, “LosServicios de Bienestar: El Evangelio enacción”, Liahona, febrero de 1978, pág. 111).

Al ser autosuficientes, estaremos mejorpreparados para hacer frente a las épocasde adversidad, tales como la pérdida deempleo, las discapacidades físicas y losdesastres naturales, sin necesidad dedepender de otras personas. También, alser autosuficientes, estaremos en mejorescondiciones para cuidar de otras personasnecesitadas, y honraremos a la vez la rela-ción sagrada que el Señor ha establecidoentre marido y mujer y entre padres ehijos al proveer para las necesidades físi-cas y espirituales (véase Mosíah 4:14–15;13:20; D. y C. 83:2, 4; “La Familia: Una

Proclamación para el Mundo”, Liahona,octubre de 1998, pág. 24).

Para ser autosuficientes, tenemos quetrabajar. El trabajo es un esfuerzo físico,mental y espiritual. El Señor nos ha dadoel mandamiento de trabajar (véase Génesis3:17–19; D. y C. 42:42; 56:17), ya que eltrabajo es una fuente básica de la felicidad,la propia estimación y la prosperidad.

En 1936, con el fin de aclarar los pro-pósitos del programa de bienestar, laPrimera Presidencia hizo la siguientedeclaración acerca de la importancia quetiene el trabajo en ayudar a los miembrosde la Iglesia a llegar a ser autosuficientes.

“Nuestro propósito principal era esta-blecer, hasta donde fuese posible, un siste-ma mediante el cual se acabara con lamaldición de la ociosidad, se abolieran losdaños de la limosna y se establecieran unavez más entre nuestra gente la indepen-dencia, la industria, la frugalidad y elautorrespeto. El designio de la Iglesia esayudar a la gente a ayudarse a sí misma.El trabajo ha de ocupar nuevamente eltrono como principio gobernante en lavida de los miembros de la Iglesia” (enConference Report, octubre de 1936, pág. 3).

A fin de mejorar nuestra autosuficien-cia, debemos prepararnos en los siguien-tes seis aspectos: los estudios; la salud;el trabajo; el almacenamiento en el hogar;la administración de fuentes de recursos;y la fortaleza espiritual, emocional ysocial. A continuación se ofrecen algunassugerencias para lograrlo.

LOS ESTUDIOS

El Señor nos ha mandado que obtenga-mos conocimiento y sabiduría (véase

D. y C. 88:77–80, 118; 93:53; 130:18–19;131:6). Al hacerlo, somos más capaces dediscernir entre la verdad y el error y detomar mejores decisiones. También com-prendemos mejor a Dios y a los demás, ysentimos un amor más profundo por ellos.

Trabajemos para conseguir

lo que necesitemos. Seamos

autosuficientes e indepen-

dientes. La salvación no se

logra por ningún otro princi-

pio; es un asunto individual,

por lo que debemos labrar

nuestra propia salvación

tanto en las cosas temporales

como en las espirituales.

Marion G. Romney, Ensign,

noviembre de 1976, pág, 124.

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4

■ Mantener limpia y en buen estadonuestra casa y sus alrededores.

■ Procurar asistencia médica y dentalapropiada, lo que incluye, si fuera posi-ble, tener una póliza de seguro médico.

EL TRABAJO

El Señor nos ha mandado trabajar y pro-veer a nuestras necesidades y a las de

nuestra familia (véase Génesis 3:17–19;1 Timoteo 5:8; D. y C. 42:42; 56:17). Unbuen trabajo también nos da la oportuni-dad de mejorar nuestros talentos y de des-arrollar nuestros atributos divinos. Nossentimos mucho más felices cuando nues-tro trabajo concuerda con nuestros intere-ses y nuestras habilidades, a la vez quesatisface nuestras necesidades.

Para llegar a ser autosuficientes en loque respecta al trabajo, ya sea que trabaje-mos por nuestra cuenta o para otras per-sonas, debemos:■ Prepararnos con esmero y seleccionar

una ocupación adecuada.■ Llegar a ser diestros en nuestro trabajo

mediante los estudios, la capacitación yla experiencia.

■ Ser diligentes, buenos trabajadores ydignos de confianza.

■ Rendir un trabajo honrado por el pagoy los beneficios que recibimos.

EL ALMACENAMIENTO EN EL HOGAR

Para ser autosuficientes, debemos tenerla comida, la ropa y el techo apropiados.

También debemos saber cómo proveer anuestras necesidades en épocas de adversi-dad (véase D. y C. 38:30). Con ese fin, losprofetas nos han aconsejado guardar, utili-zar y saber cómo producir y preparar losartículos esenciales.

Los líderes de la Iglesia aconsejan quecomencemos por almacenar los alimentosbásicos que requeriríamos para sobreviviren caso de no tener nada más que comer.Según el lugar donde vivamos, esos ali-mentos de primera necesidad podrían seragua, trigo u otros granos (maíz, arroz,etc.), legumbres (frijoles, lentejas, guisan-tes secos), sal, miel o azúcar, leche enpolvo y aceite de cocina. Cuando haya-mos almacenado lo suficiente de esos ali-mentos esenciales para satisfacer las nece-sidades básicas de nuestra familia por el

Para llegar a ser autosuficientes en loque respecta a los estudios, debemos:■ Estudiar las Escrituras y otros buenos

libros.■ Mejorar nuestra habilidad de leer, escri-

bir y llevar a cabo ejercicios básicos dematemáticas.

■ Aprender a comunicarnos eficazmentecon los demás.

■ Obtener una educación académica ola capacitación equivalente que seanecesaria para conseguir empleo.

■ Aprovechar las oportunidades que senos presenten para ampliar nuestroconocimiento.

LA SALUD

Una de las razones por las que hemosvenido a esta tierra es la de obtener un

cuerpo, lo cual es un paso necesario parallegar a ser como nuestro Padre Celestial.El Señor nos ha mandado conservar nues-tro cuerpo y nuestra mente en buen esta-do de salud (véase 1 Corintios 3:16–17;D. y C. 88:124; 89). Cuando lo hacemos,nos encontramos en mejores condicionesde satisfacer nuestras propias necesidadesy de prestar servicio a los demás.

Para llegar a ser autosuficientes en loque respecta a la salud, debemos:■ Obedecer la Palabra de Sabiduría.■ Comer alimentos nutritivos, hacer

ejercicio con regularidad y dormiradecuadamente.

■ Evitar sustancias o costumbres quepuedan perjudicar nuestro cuerpo onuestra mente.

El saber un oficio me ha

ayudado a proveer a mis

necesidades y a las de mi

familia. A lo largo de los

años, he tenido la oportuni-

dad de ayudar a otras perso-

nas del barrio a aprender las

habilidades necesarias para

que ellos también pudieran

mantener a su familia. Con

esto, cumplí con mis deseos

de servir y a la vez me dio

una gran satisfacción.

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5

término de un año, podemos ir agregandootros alimentos que estemos acostumbra-dos a comer.

Debemos utilizar y reemplazar con fre-cuencia la comida que tengamos almace-nada a fin de que no se eche a perder.

Mediante un planeamiento cuidadoso,la mayoría de los miembros de la Iglesiapuede, con el tiempo, almacenar los artí-culos básicos que se necesiten para sobre-vivir durante un año. Sin embargo, habráquienes no tengan el dinero ni el espaciosuficiente para hacerlo, y a veces quizá nopuedan hacerlo debido a la ley vigente enel lugar donde vivan. En esos casos, losmiembros deben guardar tanto como lessea posible, de acuerdo con las circunstan-cias en que se encuentre cada uno. Losmiembros de la Iglesia que no tengan losrecursos para adquirir abastecimientospara un año pueden empezar por obtenery almacenar productos suficientes paraalgunos meses.

En lo que se refiere al almacenamientoen el hogar, los miembros debemos actuarcon prudencia y no ser presas del pániconi llegar a los extremos.

LA ADMINISTRACIÓN DE FUENTES

DE RECURSOS

Debemos ser mayordomos prudentes yejercer un buen criterio al administrar

y reabastecer los recursos con los cualesel Señor nos ha bendecido (véase Mateo25:14–30; 2 Nefi 9:51; D. y C. 59:16–21;104:11–18, 78–79; 119).

Para llegar a ser autosuficientes en loque respecta a la administración de losrecursos, debemos:■ Pagar los diezmos y las ofrendas.■ Evitar contraer deudas innecesarias.■ Ahorrar para el futuro y establecer una

reserva financiera.■ Pagar todas las obligaciones contraídas.■ Utilizar nuestros recursos y bienes con

frugalidad y evitar malgastarlos.■ Planear sabiamente el uso de nuestro

tiempo y dinero.■ Prestar servicio a los necesitados com-

partiendo nuestro tiempo, nuestrostalentos y nuestros recursos y bienescon ellos.

LA FORTALEZA SOCIAL, EMOCIONAL

Y ESPIRITUAL

Para llegar a ser autosuficientes en loque respecta a lo espiritual y lo emo-

cional, debemos: ■ Tener fe en Jesucristo y ejercer la fe

para arrepentimiento.■ Recibir las ordenanzas salvadoras

del Evangelio, incluidas las ordenanzasdel templo, y participar semanalmentede la Santa Cena para renovar nuestrosconvenios bautismales.

■ Orar diariamente.■ Estudiar el Evangelio de Jesucristo en

las Escrituras y en las enseñanzas delos profetas de los últimos días.

■ Obedecer los mandamientos de Dios yseguir el consejo de los líderes de laIglesia.

■ Amar a Dios, y amar y servir al próji-mo con “el amor puro de Cristo”(Moroni 7:47).

■ Evitar todo aquello que sea moral yespiritualmente degradante.

■ Fortalecer a la familia al orar juntos,al estudiar juntos las Escrituras, alllevar a cabo semanalmente la nochede hogar y al amarnos y cuidarnos losunos a los otros.

■ Asistir a las reuniones de la Iglesia yprestar servicio en los llamamientos yen las asignaciones.

■ Hacer todo lo que esté a nuestro alcancepor adaptarnos a los cambios de la viday recobrarnos de los reveses.

■ Compartir el Evangelio con amigos yfamiliares.

■ Localizar y remitir los nombres deantepasados fallecidos para las orde-nanzas del templo y efectuar la obradel templo tan a menudo como lascircunstancias nos lo permitan.Para llegar a ser autosuficientes en lo

que respecta a lo social, debemos: ■ Cultivar buenas relaciones con los

integrantes de nuestra familia y conlos demás (véase Mateo 7:1–2, 12;Lucas 10:27; D. y C. 64:9–10).

■ Amar y servir a los demás.■ Comunicarnos eficazmente con los

demás.

Os pregunto de todo

corazón: ¿Tenéis almacenados

para vuestra familia comida,

ropa y, si fuera posible,

combustible suficientes

para un año? La revelación

de producir y almacenar

alimentos puede ser tan esen-

cial para nuestro bienestar

temporal en la actualidad

como lo fue para la gente

entrar en el arca en los días

de Noé.

Ezra Taft Benson, Ensign,

noviembre de 1987, pág. 49.

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Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda,

miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca;

y muchos ricos echaban mucho.

Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas,

o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos,

les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó

más que todos los que han echado en el arca;

porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta,

de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.

Marcos 12:41–44.

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P A R T E 3

7

EL CUIDADO DE LOS POBRES YDE LOS NECESITADOS

LA MANERA DEL SEÑOR

Al ser autosuficientes en los seis aspec-tos que se acaban de analizar en la sec-

ción anterior, también estamos más prepa-rados para ayudar a los demás. Como dis-cípulos de Cristo, debemos honrar nues-tros convenios con el fin de consagrarnuestro tiempo, nuestras habilidades ynuestros recursos a la edificación del reinode Dios y al cuidado de los necesitados.

Por medio de la Iglesia, el Señor haestablecido una manera de cuidar de lospobres y de los necesitados y de ayudarlesa recuperar la autosuficiencia. El proveerpara el pobre y el necesitado conforme ala manera del Señor significa que ayuda-mos a aquellos que son menos afortuna-dos, al dar de acuerdo con lo que haya-mos recibido de Dios. Debemos dar libre-mente y con un verdadero espíritu deamor, reconociendo que nuestro PadreCelestial es la fuente de todas nuestrasbendiciones y que tenemos la responsabi-lidad de emplear esas bendiciones paraservir a los demás.

Casi todos nosotros podemos dar algoa los demás, no importa lo humildes queseamos. Cuando Jesús vio a los ricos con-tribuir con grandes sumas de dinero altesoro del templo y a una pobre viudadar una pequeña cantidad, les dijo a Susdiscípulos:

“...De cierto os digo que esta viudapobre echó más que todos los que hanechado en el arca;

“porque todos han echado de lo que lessobra; pero ésta, de su pobreza echó todolo que tenía, todo su sustento” (Marcos12:41–44).

Muchas son las razones por las cualeslos miembros de la Iglesia tal vez no cuen-ten con los recursos materiales para satis-facer sus necesidades básicas. Puede tra-tarse de personas ancianas o discapacita-das; pueden ser personas que hayantomado decisiones equivocadas o impru-dentes, ya sea en forma deliberada o porno tener los conocimientos necesarios

para aplicar los principios del trabajo y dela autosuficiencia a fin de prepararse paraépocas de adversidad. Además, puedenser personas que carezcan de los recursosnecesarios debido a desastres naturales oa problemas económicos y políticos delpaís en el que vivan.

Cuando los miembros de la Iglesiahacen todo lo que pueden para abastecer-se a sí mismos pero aún así no logransatisfacer sus necesidades básicas, primerodeben recurrir a sus propias familias enprocura de ayuda. Si eso no es suficiente,la Iglesia está lista para ayudar. El Señorha declarado que oirá el clamor de losnecesitados y que no los desamparará(véase Isaías 41:17). Los miembros quenecesiten tal ayuda tienen que hablar consus respectivos obispos.

Cuando recibimos ayuda, debemosaceptarla con gratitud y humildad, agra-deciendo al Señor Su bondad y la bondadde otras personas (véase D. y C. 56:18;78:19). Debemos valernos de la ayudapara librarnos de la esclavitud y de laslimitaciones que resultan de nuestrasnecesidades, y llegar a ser más autosufi-cientes. Al lograr esto, debemos tender lamano a los demás.

El proveer a la manera del Señor hacemás humilde al que da, exalta al que reci-be y santifica a ambos (véase D. y C.104:15–18). Ambos son bendecidos alguardar los mandamientos del Señor(véase D. y C. 130:20–21). Ambos llegan aser más capaces de dar como Cristo da.

Cuando nos esforzamos por dar y ser-vir como Cristo lo hizo, recibimos abun-dantes bendiciones.

De esa forma vencemos el egoísmo y lacodicia, y controlamos nuestros apetitos ypasiones. A la vez, sentimos mayor deseode dar todo lo que poseemos para edificarel reino de Dios (véase D. y C. 42:31), rete-nemos la remisión de nuestros pecados(véase Mosíah 4:26), nuestra confianza sehace fuerte en la presencia de Dios (véaseD. y C. 121:45–46) y nuestra alma se llenade gozo (véase D. y C. 11:12–13).

En los almacenes del

Señor se encuentran tiempo,

talento, habilidades, compa-

sión, material consagrado y

medios económicos de los

miembros fieles de la Iglesia.

Estos recursos están a

disposición del obispo para

que ayude con ellos a los

necesitados.

Thomas S. Monson, Ensign,

septiembre de 1986, pág. 5.

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8

El ayuno, acompañado de la oración,es una forma de verdadera adoración.El Señor nos ha mandado ayunar con elfin de acercarnos más a Él, de vencer lascosas del mundo, de fortalecernos espiri-tualmente, de aumentar nuestra compa-sión y de prepararnos para prestar servi-cio. El ayuno es fundamental para nuestrobienestar espiritual y temporal.

El Señor, por medio del profeta Isaías,describe la verdadera naturaleza delayuno, así como también las bendicionesque reciben aquellos que lo hacen:

“¿No es más bien el ayuno que yoescogí, desatar las ligaduras de impiedad,soltar las cargas de opresión, y dejar irlibres a los quebrantados, y que rompáistodo yugo?

“¿No es que partas tu pan con el ham-briento, y a los pobres errantes alberguesen casa; que cuando veas al desnudo, locubras, y no te escondas de tu hermano?

“Entonces nacerá tu luz como el alba, ytu salvación se dejará ver pronto; e irá tujusticia delante de ti, y la gloria de Jehováserá tu retaguardia.

“Entonces invocarás, y te oirá Jehová;clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitaresde en medio de ti el yugo, el dedo amena-zador, y el hablar vanidad;

“y si diereis tu pan al hambriento, ysaciares al alma afligida, en las tinieblasnacerá tu luz, y tu oscuridad será como elmediodía.

“Jehová te pastoreará siempre, y en lassequías saciará tu alma, y dará vigor a tushuesos; y serás como huerto de riego, ycomo manantial de aguas, cuyas aguasnunca faltan” (Isaías 58:6–11).

Cuando ayunamos, debemos seguirel modelo que estableció el Salvador.Dejamos a un lado la comida, la bebida ylas preocupaciones del mundo. Noscomunicamos con nuestro Padre Celestialy volvemos nuestro corazón hacia Él yhacia el bienestar de los demás.

La Iglesia designa un domingo de cadames como día de ayuno. Ese día, losmiembros de la Iglesia que físicamentepueden hacerlo se abstienen de alimentosy bebidas por dos comidas consecutivas.Asisten a la reunión de ayuno y testimo-nios y entregan a la Iglesia una ofrenda deayuno equivalente por lo menos al valorde lo que habrían comido. Si es posible,

EL ALMACÉN DEL SEÑOR

En Doctrina y Convenios, el Señor expli-ca que los santos deben dar al obispo

sus ofrendas para los pobres. El obispoentonces guarda esas ofrendas en el“almacén [del Señor]” y las utiliza comocorresponda “para suministrar a lospobres y a los necesitados” (D. y C. 42:34;véase también 42:29–36; 78:3–7, 13–14;82:14–19).

El almacén del Señor recibe, guarda ydispone de las ofrendas consagradas delos santos. En su forma y operación, elalmacén puede ser sencillo o complejo,según las circunstancias lo requieran.Puede tratarse de una lista de serviciosdisponibles, dinero en una cuenta debanco, alimentos en una alacena o merca-derías en un edificio. El almacén se esta-blece en cuanto los miembros fieles consa-gran al obispo su tiempo, sus talentos, sushabilidades, su servicio caritativo, susbienes materiales y su dinero para ayudara los pobres y edificar el reino de Dios enla tierra.

Por lo tanto, el almacén del Señor existeen todos los barrios. El obispo es el agentedel almacén del Señor. Guiado por la ins-piración del Él, el obispo utiliza las ofren-das de los santos para cuidar de los pobresy de los necesitados. Los quórumes delsacerdocio y la Sociedad de Socorro loayudan en la tarea, mientras que los líde-res de estaca y de área lo capacitan y loapoyan en sus responsabilidades.

Al administrar los recursos del almacéndel Señor para ayudar al pobre y al nece-sitado, el obispo debe asegurar que laayuda que prestan los servicios organiza-dos de bienestar de la Iglesia no reempla-cen la ayuda y el servicio caritativo quese presten las personas unas a otras.

MANERAS DE CUIDAR DE LOSPOBRES Y DE LOS NECESITADOS

EL AYUNO Y LA CONTRIBUCIÓN DE

OFRENDAS DE AYUNO

Una de las maneras más importantesque el Señor ha establecido para que losmiembros de la Iglesia cuiden de lospobres y de los necesitados es por mediodel ayuno y de la contribución de lasofrendas de ayuno.

Tenemos la esperanza de

que, por medio de generosas

contribuciones de ofrendas

de ayuno haya más que

suficiente para satisfacer

las necesidades de los menos

afortunados. Si todos los

miembros de la Iglesia

observaran el ayuno y contri-

buyeran generosamente, se

podría bendecir al pobre y al

necesitado, y proveer para

ellos, no solamente dentro

de la Iglesia, sino también

a muchas personas fuera

de ella.

Gordon B. Hinckley,

Charla fogonera especial

sobre el presupuesto,

18 de febrero de 1990.

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9

los miembros deberían ser muy generososy contribuir mucho más de lo que valenlas dos comidas.

El obispo utiliza las ofrendas de ayunopara alimentar al hambriento, para alber-gar al que no tiene hogar, para vestir aldesnudo y para aliviar al afligido. Laofrenda de ayuno es una de las manerasmás importantes por medio de la cualcuidamos de los necesitados. Para másinformación, véanse las páginas 19–20 y21–22.

CÓMO CONTRIBUIR AL FONDO

DE AYUDA HUMANITARIA

Los miembros pueden contribuir alfondo de ayuda humanitaria de la Iglesiavaliéndose del formulario Diezmos y otrasofrendas. Los miembros deben contribuirsin especificar la forma en que sus contri-buciones deben ser utilizadas.

OTRAS MANERAS DE CUIDAR DE LOS

POBRES Y DE LOS NECESITADOS

Los miembros de la Iglesia podemosdemostrar compasión por los pobres y porlos necesitados de muchas otras maneras.Podemos ayudar personalmente a quieneslo necesiten, ofreciéndoles de nuestrotiempo, de nuestros talentos y de nuestrafortaleza espiritual y emocional. Tambiénpodemos orar en favor de ellos. El Librode Mormón explica algunas de nuestrasresponsabilidades hacia los pobres:

“Y además, vosotros mismos socorre-réis a los que necesiten vuestro socorro;impartiréis de vuestros bienes al necesita-do; y no permitiréis que el mendigo oshaga su petición en vano...

“...quisiera que de vuestros bienes die-seis al pobre, cada cual según lo quetuviere, tal como alimentar al hambriento,vestir al desnudo, visitar al enfermo, yministrar para su alivio, tanto espiritualcomo temporalmente, según sus necesida-des” (Mosíah 4:16, 26).

Cuando albergamos amor en nuestrocorazón y prestamos oído al EspírituSanto, no es necesario que se nos digantodas las formas en que debemos cuidarde los pobres y de los necesitados.Algunas oportunidades para tales servi-cios provendrán de los llamamientos y

de las asignaciones que recibamos de laIglesia. Otras oportunidades se presentanen nuestro propio hogar, en nuestro vecin-dario y en nuestra comunidad. No haylímites para lo que podamos ofrecer libre-mente. Algunos ejemplos son el servicioque prestamos a las personas sin hogar, alos discapacitados, a los afligidos emocio-nal y espiritualmente, a las viudas y a loshuérfanos, y a otras personas pobres onecesitadas.

Si comenzamos a tender una manoa aquellos que lo necesitan, seremosmás conscientes de sus necesidades.Tendremos más compasión y estaremosmás deseosos de aliviar el sufrimiento delos demás. El Espíritu Santo nos guiaráentonces con el fin de hacernos saber aquiénes debemos servir y en qué formasatisfacer mejor sus necesidades.

El Señor enseña: “En esto conocerántodos que sois mis discípulos, si tuviereisamor los unos con los otros” (Juan 13:35).El amor que demostremos por nuestrossemejantes, sirviéndoles y bendiciéndolesen sus épocas de necesidad, está en rela-ción directa con el amor que tenemos porel Señor.

EL PROPÓSITO DE LA AYUDA DE

BIENESTAR DE LA IGLESIA

Los líderes de la Iglesia deben hacertodo lo posible por satisfacer las nece-

sidades básicas de los pobres y de losnecesitados y ayudarlos a que sean auto-suficientes. Pero en su labor de líderes dela Iglesia, no deben concentrarse en resol-ver los problemas económicos y políticosde la comunidad ni del país en que resi-dan. En cambio, los líderes de barrio y deestaca deben concentrarse en ayudar a laspersonas a superar las causas de los pro-blemas que hayan ocasionado su necesi-dad de recibir ayuda de los servicios debienestar, a fin de que las mismas perso-nas puedan remediarlas.

Los miembros de la Iglesia pueden tra-bajar en forma individual, como ciudada-nos, para solucionar los problemas econó-micos y políticos participando en buenosproyectos auspiciados por la comunidad.

Oh Dios, nuestro Padre

Eterno... Nos has dado el

mandato de servir al ham-

briento y al indigente,

a las víctimas de los desastres

y a los necesitados.

Gordon B. Hinckley, Welfare

Square Dedicatory Prayer,

5 de septiembre de 2001.

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El Salvador dijo: “Yo soy

el buen pastor; y conozco mis

ovejas” (Juan 10:14). Los

líderes de la Iglesia deben

seguir el ejemplo del Buen

Pastor al cuidar de las ovejas

de su rebaño. Al igual que Él,

deben conocer y amar a cada

miembro de su rebaño. Deben

dar generosamente de ellos

mismos al cuidar de cada

oveja de forma individual.

Deben proteger y nutrir a

sus ovejas, y dar atención

constante a sus necesidades

espirituales y temporales.

Deben buscar a los que se

encuentran afligidos y a los

que se han extraviado.

También deben mostrar la

senda viviendo los principios

que enseñan.

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P A R T E 4

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LÍDERES DE BIENESTAR

LÍDERES DE BIENESTAR DE ÁREA

PRESIDENCIA DE LOS SETENTA O

PRESIDENCIA DE ÁREA

Los miembros de la Presidencia de losSetenta o de la Presidencia de Área tienenlas siguientes responsabilidades en cuantoal bienestar espiritual y temporal del área:■ Reciben instrucción proveniente de los

comités directivos relacionada con lasestrategias de bienestar, las prioridadesde bienestar y la apertura o el cierre delas operaciones de bienestar.

■ Enseñan a los miembros los principiosdel bienestar espiritual y temporal.

■ Enseñan a los líderes sus deberes encuanto a bienestar y les aconsejan escu-driñar las Escrituras para entendermejor los principios y deberes relacio-nados con el bienestar.

■ Ponen en práctica las prioridades debienestar y aclaran las normas de bie-nestar del área.

■ Supervisan las operaciones de bienestarde la Iglesia, incluso las oficinas deempleo de la Iglesia, las tiendas deIndustrias Deseret, los almacenes delobispo, las fábricas de conservas, loscentros de almacenamiento en el hogar,los silos de granos y los proyectos deproducción de mercaderías.

■ Procuran la aprobación del pago dela Iglesia de los gastos de atenciónmédica de un miembro necesitado quepodrían exceder los US$25.000, cuandolos líderes crean que tal pago puedajustificarse. Para más información,sírvase llamar a Welfare HealthServices (teléfono 1-801-240-3635 ó 1-800-453-3860, extensión 2-3635).

■ Organizan comités regionales de bie-nestar (véase la página 12).

■ Aprueban la ayuda de emergencia dehasta US$25.000 para socorrer a losmiembros que hayan sido victimas deun desastre.

■ Aprueban proyectos humanitarios anivel local que autorice el ComitéEjecutivo de Bienestar.

■ Organizan y dirigen el comité del FondoPerpetuo para la Educación en áreasdonde esta iniciativa esté aprobada.

DIRECTOR DE ASUNTOS TEMPORALES

Los directores de asuntos temporalesse asignan a las áreas geográficas de laIglesia. Son empleados de jornada com-pleta de la Iglesia. Bajo la dirección delObispado Presidente, ayudan a los inte-grantes de la Presidencia de los Setenta ode la Presidencia de Área, y a los lídereslocales del sacerdocio en los asuntostemporales de la Iglesia. Ello incluyelas siguientes responsabilidades:■ Reunirse con regularidad con los

miembros de la Presidencia de losSetenta o de la Presidencia de Áreapara tratar asuntos de bienestar.

■ Ayudar a preparar planes para satisfa-cer las necesidades de bienestar quehaya en el área.

■ Instruir a los líderes locales según se lopidan los miembros de la Presidenciade los Setenta o de la Presidencia deÁrea.

■ Dar consejos en asuntos técnicos, talescomo leyes gubernamentales, cuestio-nes de seguridad y trámites financieros.

■ Ayudar a la Presidencia de los Setentao a la Presidencia de Área a supervisarlas operaciones de bienestar de laIglesia.

■ Aprobar conjuntamente con los miem-bros de la Presidencia de los Setenta ode la Presidencia de Área, proyectoshumanitarios a nivel local que seanautorizados por el Comité Ejecutivode Bienestar.

■ Servir en el comité de área del FondoPerpetuo para la Educación en las zonasdonde esta iniciativa esté aprobada.

Bendícenos para que ande-

mos en la fe y la fidelidad,

para que hagamos lo que sea

necesario a fin de aliviar el

dolor, desterrar el hambre,

dar esperanza y aliento a los

ultrajados y oprimidos, a los

que buscan ayuda, que no se

vayan con las manos vacías,

que sus necesidades sean

satisfechas y sientan regocijo.

Gordon B. Hinckley, Welfare

Square Dedicatory Prayer,

5 de septiembre de 2001.

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LÍDERES REGIONALES DE BIENESTAR

COMITÉ REGIONAL DE BIENESTAR

En los Estados Unidos y Canadá, losmiembros de la Presidencia de los Setentacrean regiones de bienestar y organizancomités regionales de bienestar para lasestacas dentro de sus áreas que se benefi-cien con las operaciones de bienestar.Fuera de los Estados Unidos y Canadá, lasPresidencias de Área pueden crear regio-nes de bienestar y organizar comitésregionales de bienestar para las estacasdentro de sus áreas que se beneficien conlas operaciones de bienestar. LasPresidencias de Área pueden tambiéncrear regiones de bienestar y organizarcomités de bienestar para otras estacas desus áreas.

El comité está integrado por todos lospresidentes de estaca (o consejeros asigna-dos), todos los presidentes de consejo debienestar de los obispos de la estaca ytodas las presidentas de la Sociedad deSocorro de estaca de la región de bienes-tar. Un miembro de la Presidencia de losSetenta o de la Presidencia de Área llamaa un presidente de estaca como presidentedel comité. También llama a un especialis-ta regional de bienestar como secretarioejecutivo del comité (para más informa-ción sobre este llamamiento, véase elsiguiente encabezado).

Este comité se reúne dos veces al año.Durante esas reuniones, los miembros delcomité reciben instrucción en cuanto aasuntos de bienestar y planean cómoponer en práctica las instrucciones recibi-das de la Presidencia de los Setenta o dela Presidencia de Área. Los miembros delcomité también coordinan las actividadesde bienestar, tales como distribuir equita-tivamente las asignaciones de trabajovoluntario entre las estacas y planearcómo responder en caso de emergencias.Otros asuntos que se pueden tratar inclu-yen el fomentar la autosuficiencia, el cui-dar de los necesitados y el animar a losmiembros a donar ofrendas de ayuno. Losmiembros del comité también revisan losservicios de las operaciones de bienestarde la Iglesia donde éstas se encuentrendisponibles.

Donde el viaje sea difícil o largo, laPresidencia de los Setenta o de laPresidencia de Área puede pedir queasistan a esta reunión menos presidentes

GERENTE DE BIENESTAR DE ÁREA

Los gerentes de bienestar de áreasirven bajo la supervisión del directorde asuntos temporales. Ayudan a laPresidencia de los Setenta o a laPresidencia de Área y a los líderes localesdel sacerdocio en los asuntos de bienestarde la Iglesia. Los gerentes de bienestar deárea dan instrucción y apoyo a los conse-jos coordinadores, a los comités regionalesde bienestar y a los comités operativos delas estacas agentes cuando se lo pida laPresidencia de los Setenta o la Presidenciade Área. En las áreas internacionales de laIglesia, estos gerentes también supervisanlas operaciones de bienestar.

ESPECIALISTA DE BIENESTAR DE ÁREA

Se puede llamar a especialistas de bie-nestar de área para que ayuden a losgerentes de bienestar de área. Ellos sonllamados por la Primera Presidencia si sir-ven como misioneros de tiempo completo.Si son misioneros de servicio a la Iglesia(de medio tiempo), los llama la presiden-cia de estaca bajo la dirección de laPresidencia de los Setenta o de laPresidencia de Área. Sus deberes principa-les consisten en ayudar a los líderes de laIglesia con los asuntos de bienestar.

REUNIÓN DE CONSEJO DE ÁREA

Los miembros de la Presidencia de losSetenta o de la Presidencia de Área pue-den llevar a cabo reuniones del consejo deárea periódicamente para instruir a losSetentas Autoridades de Área y a otraspersonas que se inviten. Estas reunionestambién tienen la finalidad de correlacio-nar, planear y resolver asuntos que afec-ten un área en particular. Los puntos a tra-tar en la agenda incluyen hablar en cuantoa la obra misional, el bienestar espiritual ytemporal, y las obras del templo y de lahistoria familiar.

REUNIÓN DEL CONSEJO COORDINADOR

Los designados Setentas Autoridadesde Área llevan a cabo dos reuniones delconsejo coordinador al año, después decada conferencia general. El propósito deestas reuniones es instruir a los presiden-tes de estaca, a los presidentes de misión ya otras personas que se inviten. En estasreuniones se puede dar instrucción sobreasuntos de bienestar de acuerdo con loque se necesite.

Estoy agradecido por que

en lo tocante a bienestar, mis

raíces están profundamente

arraigadas en la Estaca

Pioneer y en la Región de

Bienestar Pioneer, donde

gigantes de nuestra época...

han enseñado, testificado e

inspirado. En la actualidad

existe una apremiante necesi-

dad de que los miembros de

los consejos regionales y de

área asuman su total respon-

sabilidad y se les enseñe e

inspire en igual forma.

Thomas S. Monson,

Church News, 26 de mayo

de 1990, pág. 8.

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del consejo de bienestar de los obispos dela estaca y presidentas de la Sociedad deSocorro.

ESPECIALISTA REGIONAL DE BIENESTAR

Un miembro de la Presidencia de losSetenta o de la Presidencia de Área llamaun especialista regional de bienestar paracada comité regional de bienestar. Esteespecialista debe ser un poseedor delSacerdocio de Melquisedec con experien-cia en los asuntos de bienestar. La personarinde cuentas al presidente del comité yactúa como secretario ejecutivo de dichocomité.

Bajo la dirección del presidente delcomité regional de bienestar, el especialis-ta puede ayudar a coordinar las asignacio-nes de bienestar entre las estacas de laregión, actuar como una persona de recur-sos para los líderes de las estacas y de losbarrios, y capacitar a los líderes nuevossobre el uso eficaz de las operaciones debienestar.

LÍDERES DE BIENESTAR DE ESTACA

PRESIDENCIA DE ESTACA

El presidente de estaca, con la ayudade sus consejeros, supervisa el bienestarespiritual y temporal de los miembros dela estaca. Esta responsabilidad se describeen esta sección.

Cada uno de los miembros de la presi-dencia de estaca debe dar el ejemplo debienestar espiritual orando, prestando ser-vicio, guardando los convenios y esfor-zándose por lograr la virtud y la santidaden su propia vida (véase D. y C. 38:24;

Moroni 10:32–33). La presidencia de estacaestablece el tono espiritual de la estaca.Una de las responsabilidades más impor-tantes de la presidencia de estaca es ayu-dar a los miembros a edificar la fortalezaespiritual.

Los miembros de la presidencia deestaca también dan el ejemplo de bienes-tar temporal esforzándose por ser autosu-ficientes y cuidando de los pobres y de losnecesitados.

También alientan a los miembros ahacer lo mismo.

Los miembros de la presidencia deestaca enseñan las responsabilidades debienestar a los líderes de estaca, de barriosy de quórumes. El presidente de estacadedica atención especial a la instrucciónde los obispos en los principios y en lasnormas que se relacionan con la adminis-tración de la ayuda de bienestar. Comoparte de su entrevista mensual con cadaobispo, pregunta sobre el bienestar de losmiembros del barrio en forma individualy analiza con él la utilización de las ofren-das de ayuno y de la ayuda de bienestarque se da a los miembros.

Los miembros de la presidencia deestaca se aseguran de que las doctrinas,los principios y las bendiciones que serelacionan con el bienestar se enseñen conregularidad en las reuniones de barrio yde estaca. Para más información sobre lasdoctrinas y los principios de bienestar,véanse las páginas 1–9.

El presidente de estaca también dirigeel programa y las operaciones de bienes-tar de la Iglesia de la estaca. Ello incluyelas siguientes responsabilidades:

Aprobar la ayuda de bienestar encircunstancias especiales

Los obispos administran la ayuda debienestar. Sin embargo, el obispo deberecibir la aprobación del presidente deestaca antes de dar ayuda de bienestar enlas siguientes circunstancias:

Gastos médicos que exceden los US$5.000.Si se calcula que los gastos médicos quevaya a pagar la Iglesia a favor de unmiembro necesitado excederán losUS$5.000, se requiere la aprobación delpresidente de estaca antes de que elobispo se comprometa a pagar a los pro-veedores de servicios de salud. El presi-dente de estaca puede autorizar al obispoel pago de hasta un total de US$10.000.

A veces los obispos se

esfuerzan tratando de encon-

trar la mejor manera de satis-

facer las necesidades de bien-

estar de los miembros del

barrio. La decisión final de

a quién, cuándo, cómo y

cuánta ayuda proporcionar

la toman los obispos. Sin

embargo, como presidente

de estaca me he dado cuenta

de que puedo ayudar a los

obispos bajo mi jurisdicción

a saber cuál es la voluntad

del Señor al deliberar en

consejo con ellos en cuanto

a los problemas de bienestar

difíciles.

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Ser el presidente de estaca agentede las operaciones de bienestar

La Presidencia de los Setenta o laPresidencia de Área asigna una estacaagente a cada almacén del obispo, plantade envasados, centro de almacenamientofamiliar, centro de empleos, proyecto deproducción, Industrias Deseret [dondeéstas existan] y demás operaciones o pro-yectos de bienestar del área. El presidentede la estaca agente rinde informes a laPresidencia de Área. Por lo general, estaasignación cambia cada tres a cinco años.

Se puede llamar a todas las estacas queintegren una región de bienestar, y no sóloa la estaca agente, para que proporcionentrabajo voluntario en estas operaciones debienestar de la Iglesia. Estos esfuerzos secoordinan en las reuniones del comitéregional de bienestar o del consejo coordi-nador (véase la página 12).

Organizar un comité de operacionesde la estaca agente

Cuando se asigne a una estaca parasupervisar una operación de bienestar dela Iglesia, el presidente de la estaca agenteorganizará un comité de operacionesagente de la estaca, el que se compondráde él mismo, del presidente del consejode bienestar de los obispos de la estaca, dela presidenta de la Sociedad de Socorro deestaca, del gerente de la operación y deotros especialistas que se necesiten. Estecomité se reúne regularmente a fin de pro-porcionar dirección y apoyo del sacerdo-cio al gerente de la operación, para asegu-rarse de que la operación preste servicioapropiado a los miembros necesitados ypara coordinar el trabajo voluntario.

Hacer los preparativos y responderante emergencias

El presidente de estaca dirige el comitéde bienestar de estaca en la preparaciónde un plan para responder a emergenciasen la estaca. Ese plan debe coordinarsecon otros similares de la región de bienes-tar y de la comunidad. La Presidencia delos Setenta o la Presidencia de Área brin-da las pautas para prepararlo.

Durante una emergencia, la presidenciade estaca recibe informes de los obispossobre las condiciones de los miembros y

En los Estados Unidos y en Canadá, si secalcula que los gastos médicos que vaya apagar la Iglesia a favor de un miembronecesitado excederán los US$10.000, elpresidente de estaca presenta una solici-tud a través de Welfare Health Services (1-801-240-3635 ó 1-800-453-3860,extensión 2-3635) para la consideracióndel Obispado Presidente. Fuera de losEstados Unidos y Canadá, el presidentede estaca se pone en contacto con laPresidencia de Área para recibir instruc-ciones.

Fuera de los Estados Unidos y Canadá,las Presidencias de Área pueden dismi-nuir los límites de US$5.000 y US$10.000si las circunstancias lo justifican.

Para más información sobre la utiliza-ción de las ofrendas de ayuno para elpago de gastos médicos, véanse las pági-nas 20–21.

Ayuda de bienestar para obispos y presi-dentes de estaca. Cuando un obispo o susfamiliares inmediatos necesiten ayuda debienestar, él examinará junto con el presi-dente de estaca las necesidades y la ayudaque se proponga. Se requiere la aproba-ción por escrito del presidente de estacaantes de que el obispo dé la ayuda. Si seemplearan fondos de las ofrendas deayuno, el presidente de estaca revisará lascuentas que se pagarán con éstos. Cuandoel obispo o sus familiares inmediatos reci-ben ayuda mediante los programas debienestar de la Iglesia, se sigue un proce-dimiento similar. Un obispo no debe fir-mar una solicitud de ayuda de bienestarde la Iglesia ni gastar fondos de las ofren-das de ayuno para sí ni para sus familia-res inmediatos sin la aprobación y la firmadel presidente de estaca.

Cuando un presidente de estaca o susfamiliares inmediatos necesiten ayuda debienestar, él se pondrá en contacto con elobispo del barrio en el que resida. El obis-po seguirá los principios y las pautas quegobiernan la ayuda de bienestar como sise tratara de cualquier otro miembro de laIglesia.

Ayudar al obispo si los gastos delfondo de ofrendas de ayuno sobrepasanlas donaciones

Véase la página 22.

La familia... debe buscar

primeramente resolver sus

propios problemas y, cuando

lo considere necesario, buscar

ayuda por intermedio del

quórum del sacerdocio, de la

Sociedad de Socorro y del

barrio. Cuando todas esas

unidades hayan agotado toda

su inventiva y todos los

recursos, se utilizarán las

reservas de la estaca.

Henry D. Moyle,

Improvement Era,

diciembre de 1937, pág. 787.

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de las propiedades de la Iglesia. La presi-dencia de estaca informa, a su vez, a laPresidencia de los Setenta o a laPresidencia de Área.

En caso de emergencia, los líderes dela Iglesia deben poner los servicios de laIglesia a disposición de las autoridadesciviles. Los líderes de la Iglesia también deben encargarse de actuar de maneraindependiente en favor de los miembrosde la Iglesia según sea necesario.

Asignar a un obispo para ayudar alos transeúntes necesitados

En los vecindarios donde existan doso más barrios cercanos, el presidente deestaca puede nombrar a un obispo que seencargue de todas las peticiones de lostranseúntes necesitados. Esto contribuiráa evitar la duplicación de esfuerzos y laconfusión.

Si muchos transeúntes piden ayuda, laPresidencia de los Setenta o la Presidenciade Área puede solicitar la aprobación delObispado Presidente para llamar a unobrero de servicio a la Iglesia que seencargue de dichas solicitudes. Siempreque sea posible, el hermano a quien seextienda el llamamiento debe haber pres-tado servicio en calidad de obispo, tenerexperiencia en dar asistencia a los necesi-tados, estar familiarizado con el uso de losrecursos de bienestar de la Iglesia, y pres-tar servicio bajo la dirección del adminis-trador del almacén del obispo. Las excep-ciones a estas pautas deben ser aprobadaspor el Obispado Presidente.

Proporcionar apoyo a los miembrosque estén en la cárcel, el hospital uotras instituciones

Se anima a los presidentes de estaca adar apoyo a los miembros que estén en lacárcel, el hospital u otras institucionesdentro de los límites de la estaca. Debenhacerlo siguiendo los canales del sacerdo-cio y de acuerdo con las pautas estableci-das por la Iglesia y por esas instituciones.

El presidente de estaca decide qué clasede apoyo se dará a cada institución.Además, supervisa ese apoyo asistido porotros líderes locales del sacerdocio. Si laestaca necesita ayuda para proveer servi-cio a las instituciones que estén dentro desus límites, la Presidencia de los Setenta ola Presidencia de Área puede asignar auna o más estacas cercanas para que pres-ten ayuda.

El presidente de estaca o el obispoasignado puede llamar a un poseedor delsacerdocio para supervisar el apoyo quese dé a los miembros que se encuentrenen dichas instituciones. Para la cárcel, sedebe llamar a hombres para trabajar convarones presos, y por lo menos a doshombres, a dos mujeres o a un matrimo-nio para trabajar con las mujeres encarce-ladas.

Los servicios de adoración para losmiembros que estén en la cárcel, el hospi-tal u otras instituciones deben simplificar-se de acuerdo con las necesidades de losque vayan a participar en ellos. Por logeneral, se tiene el mismo programa de lareunión sacramental, excepto que en lacárcel los prisioneros no reciben la SantaCena. Cuando los servicios se realizan enuna cárcel, y como excepción a las normasde la Iglesia, los prisioneros pueden parti-cipar en ellos ofreciendo las oraciones odando discursos, sea cual sea su afiliaciónreligiosa o su estatus como miembros dela Iglesia.

Otros tipos de apoyo que se puedendar a los miembros que se encuentreninternados en esas instituciones son con-sejo, orientación familiar, visitas de maes-tras visitantes, clases de la EscuelaDominical, noches de hogar, clases deseminario o instituto, y demás programasespeciales.

En colaboración con el Departamentodel Sacerdocio de las Oficinas Generales

¿Qué clase de organiza-

ción [debemos tener para

establecer un programa de

bienestar]? ...No hay nada

mejor que la organización

del sacerdocio. Todo lo que

necesitamos hacer es poner

al sacerdocio en acción.

Harold B. Lee, reunión

agrícola de bienestar,

3 de octubre de 1970.

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■ Crear y mantener un plan sencillo porescrito para que la estaca responda encasos de emergencia. Este plan debeestar coordinado con planes semejantesque tengan la región de bienestar y lacomunidad.

■ Planear proyectos de bienestar.

CONSEJO DE BIENESTAR DE LOS OBISPOS

DE LA ESTACA

El consejo de bienestar de los obisposde estaca está integrado por todos losobispos de la estaca. El presidente de esta-ca nombra a un obispo para que actúecomo presidente del consejo. En consultacon el presidente de estaca, el presidentehace arreglos para las reuniones, preparala agenda, dirige los temas de discusión yorganiza la enseñanza pertinente. El presi-dente de estaca asiste de vez en cuando aestas reuniones para impartir instrucción.También asiste un secretario de estacapara levantar el acta. De ser necesario,puede invitarse a la reunión al especialistaregional de bienestar (véanse las páginas12–13).

El consejo se reúne por lo menos tri-mestralmente. En estas reuniones, losmiembros del consejo reciben instrucciónen cuanto a asuntos de bienestar. Tambiénintercambian ideas y experiencias relacio-nadas con sus responsabilidades de bie-nestar. Entre los asuntos a tratar se podrí-an incluir:■ Examinar la tendencia que presentan

las contribuciones de ofrendas deayuno, las necesidades y los recursosde bienestar y la ayuda de bienestar.

■ Determinar las oportunidades de traba-jo que haya para los miembros quereciban ayuda de bienestar.

■ Analizar las formas en que los quóru-mes del sacerdocio y la Sociedad deSocorro puedan ayudar a suplir lasnecesidades de bienestar de la estaca.

■ Determinar las agencias y los serviciosde la comunidad que pudieran emple-arse para asistir a los miembros.

■ Analizar las instrucciones recibidasen reuniones del comité regional debienestar.

■ Evaluar los servicios y la administra-ción de las operaciones de bienestar dela Iglesia en las áreas donde existan.

de la Iglesia, LDS Family Services [servi-cios a la familia SUD] tiene la responsabi-lidad de ayudar a los que se encuentrenen instituciones correccionales y a susfamilias. Para recibir ayuda de LDSFamily Services, llame al 1-801-240-3646o comuníquese con un miembro de laPresidencia de los Setenta o de laPresidencia de Área.

Mantener en confidencia las necesidadesy la ayuda

El presidente de estaca debe mantenerconfidenciales las necesidades de losmiembros y la ayuda que se les brinde.

COMITÉ DE BIENESTAR DE ESTACA

El presidente de estaca es el presidentedel comité de bienestar de estaca. Estecomité está integrado por la presidenciade estaca, el sumo consejo, la presidenciade la Sociedad de Socorro de estaca y elpresidente del consejo de bienestar de losobispos de la estaca. El secretario ejecuti-vo de estaca y el secretario de estaca asis-ten a las reuniones del comité. La presi-dencia de estaca podría también invitar aotras personas, tales como los especialistasde bienestar de estaca, para que asistansegún sea necesario.

Este comité se reúne por lo menos cadatres meses. La agenda podría incluir losiguiente:■ Recibir instrucción de la presidencia de

estaca sobre los principios y las respon-sabilidades concernientes a bienestar.

■ Planear instrucciones sobre bienestarpara los líderes de estaca y de barrio.

■ Determinar las necesidades de bienes-tar de la estaca y procurar la soluciónde las mismas.

■ Asegurarse de que los recursos debienestar de la estaca se pongan a ladisposición de los barrios según seanecesario.

■ Determinar maneras de alentar a losmiembros para que sean autosuficientes.

■ Recibir del presidente del consejo debienestar de los obispos de la estacainformes sobre cuestiones de bienestar.

■ Asegurarse de que los recursos debienestar de la estaca se pongan a dis-posición del obispo encargado de lassolicitudes de brindar asistencia a lostranseúntes, si es que se haya designa-do para ello a un obispo.

Tenemos que cuidarnos el

uno al otro en forma más

diligente. Tenemos que hacer

un poco más de esfuerzo por

ayudar a los que están en el

fondo de la escala económica.

Tenemos que dar aliento y

extender una mano de ayuda

a los hombres y las mujeres

de fe, de integridad y de habi-

lidad, que pueden subir esa

escala con un poco de ayuda.

Gordon B. Hinckley, Liahona,

enero de 2002, pág. 67.

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■ Hablar de formas de coordinar laayuda que se ofrece a los transeúntes,si el presidente de estaca ha asignadoa un obispo esa tarea.

El consejo de bienestar de los obisposde la estaca no establece normas, sino quemás bien deja en manos del presidente deestaca todo asunto relacionado con ellas.

PRESIDENCIA DE LA SOCIEDAD DE

SOCORRO DE ESTACA

Véase la página 25.

ESPECIALISTAS DE BIENESTAR DE ESTACA

La presidencia de estaca o un miembrodel sumo consejo asignado puede llamar aespecialistas de bienestar para que ayudenal comité de bienestar de estaca según seanecesario. Estos especialistas deben sermiembros de la estaca que sepan ayudar aotros miembros en cosas como la búsque-da de empleo (véase la sección que siguea continuación), el mejoramiento de lanutrición y las condiciones de salubridad,el almacenamiento de alimentos, la obten-ción de cuidado médico, el mejoramientode la alfabetización, la administración delas finanzas y a satisfacer otras necesida-des de bienestar.

ESPECIALISTA DE EMPLEO DE ESTACA

La presidencia de estaca llama a unespecialista de empleo de estaca o asignaa un miembro del sumo consejo comoespecialista de empleo. Esta persona debeposeer o procurar el conocimiento y lasaptitudes necesarios para encontrarvacantes y ayudar a los miembros aencontrar empleo adecuado. La personapresta servicio bajo la dirección de la pre-sidencia de estaca y tiene las responsabili-dades siguientes:■ Ser una persona de recursos para el

comité de bienestar de estaca.■ Dar instrucción a los especialistas de

empleo de barrio y a los líderes delsacerdocio y de la Sociedad de Socorro.

■ Ayudar a los miembros a prepararsepara un empleo adecuado y despuésconseguirlo.

■ Coordinar la información pertinente alas necesidades y vacantes de empleocon los especialistas de empleo de losbarrios.

LÍDERES DE BIENESTAR DE BARRIO

OBISPADO

El obispo, con la ayuda de sus conseje-ros, supervisa el bienestar espiritual ytemporal de los miembros del barrio. Sullamamiento lleva consigo el mandatoespecial de cuidar de los pobres y de losnecesitados (véase D. y C. 84:112; 107:68).En esta sección se describen las responsa-bilidades de bienestar del obispo y susconsejeros.

Cada uno de los miembros del obispa-do debe dar el ejemplo de bienestar espiri-tual orando, prestando servicio, guardan-do los convenios y esforzándose porlograr la virtud y la santidad en su propiavida (véase D. y C. 38:24; Moroni10:32–33). El obispado establece el tonoespiritual del barrio. Una de las responsa-bilidades más importantes del obispado esayudar a los miembros a edificar la forta-leza espiritual.

Los miembros del obispado tambiéndan el ejemplo de bienestar temporalesforzándose por ser autosuficientes y cui-dando de los pobres y de los necesitados.También alientan a los miembros a hacerlo mismo.

Los miembros del obispado enseñan lasresponsabilidades de bienestar a los líde-res del sacerdocio y de las organizacionesauxiliares. También se aseguran de que lasdoctrinas, los principios y las bendicionesque se relacionan con bienestar se enseñenregularmente en las reuniones del barrio.Para información con respecto a las doctri-nas y a los principios de bienestar, véanselas páginas 1–9.

El obispo también administra el pro-grama de bienestar de la Iglesia en elbarrio. Recibe ayuda de sus consejeros, delos líderes del Sacerdocio de Melquisedec,del Sacerdocio Aarónico y de la Sociedadde Socorro, y de los maestros orientadoresy las maestras visitantes. Ello incluye lasresponsabilidades siguientes:

Buscar a los necesitados

El obispo debe estar al tanto de la situa-ción temporal de los miembros del barrioy asegurarse de que los miembros necesi-tados reciban la atención debida. No bastacon limitarse a esperar que se le pidaayuda; a fin de prestar un servicio eficaz,

¿A quién debo ayudar?

¿Cuánta ayuda debo dar?

¿Cuán a menudo y durante

cuánto tiempo debo ayudar?

Nunca se dará un reglamento

absoluto y terminante a esas

preguntas. Como jueces

comunes, debéis vivir digna-

mente a fin de recibir las

respuestas para cada caso,

directamente de la única

fuente de que disponemos:

la inspiración de los cielos.

Marion G. Romney, Ensign,

noviembre de 1979, pág, 96.

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requerirá que los obispos y los que le asis-ten visiten a los miembros del barrio ensus hogares.

Determinar qué tipo de ayuda se proporcionará

Por medio de la Iglesia, el Señor haestablecido una manera de cuidar delpobre y del necesitado y de ayudarles arecobrar su autosuficiencia. Cuando losmiembros de la Iglesia hacen todo lo posi-ble por proveer para ellos mismos y, aúnasí, no pueden cubrir sus necesidadesbásicas, deben primeramente procurarayuda de sus familiares. Si eso no es sufi-ciente, la Iglesia está lista para ayudarles.

A fin de determinar qué tipo de ayudade bienestar se proporcionará, el obispodebe considerar qué es lo que ha causadola necesidad. Además evalúa lo que elmiembro haya hecho y lo que pueda hacera fin de proveer para sí y para su familia.Si estima que la ayuda es justificada, llenael formulario de Análisis de necesidades yrecursos (32290 002). Si las circunstanciasson complejas y se requiere de informa-ción adicional, el obispo llena el formula-rio Complemento del análisis de necesida-des y recursos (32291 002).

Tras llenar uno o ambos formularios,el obispo determina cuánta ayuda seproporcionará a través del programa debienestar de la Iglesia, al igual que en quémomento y en qué forma se proveerádicha ayuda. Puesto que las circunstanciasindividuales varían, el obispo debe procu-rar la guía del Señor en cada caso. El obis-po también debe guiarse por las normasde bienestar establecidas.

Cuando sea apropiado, y sin quebran-tar los asuntos confidenciales, el obispopuede acudir a la presidenta de laSociedad de Socorro para determinar laayuda que se debe dar. Puede asignarle laresponsabilidad de visitar a los miembrospara evaluar sus necesidades y sugerircómo responder a éstas. La asignaciónpuede incluir el preparar una lista detalla-da de los artículos básicos de alimentacióny de vestimenta que se necesiten. Ademáspuede que tenga que llenar el formularioPedido del obispo: alimentos y mercaderí-as (33585 ó 31422), que el obispo deberevisar. La firma del obispo en este formu-lario autoriza a la persona a recibir servi-cio del almacén del obispo o a hacer com-pras en una tienda local. La función de la

el obispo debe buscar a los pobres, a losnecesitados, a los padres solteros, a losancianos, a los discapacitados, a los huér-fanos, a la viuda y al viudo, y a otras per-sonas que tengan necesidades especiales.

Hay muchas formas en que el obispopuede localizar a los miembros del barrioque necesiten ayuda. Una de ellas es pormedio de los susurros del Espíritu. Elobispo debe escuchar al Espíritu a fin deque lo inspire a averiguar con respecto albienestar de los miembros y que le revelelas necesidades que no sean obvias.

El obispo puede también enterarse delas necesidades de bienestar durante lasreuniones del comité ejecutivo del sacer-docio de barrio, del consejo de barrio ydel comité de bienestar de barrio. Otromedio de enterarse de esas necesidadesson las entrevistas con el presidente delquórum de élderes, con el líder del grupode sumos sacerdotes y con la presidentade la Sociedad de Socorro.

Además, los maestros orientadores ylas maestras visitantes pueden ayudar adeterminar las necesidades de bienestar.Ellos deben hacer preguntas sobre el bien-estar de aquellos a quienes visiten.Siempre que sea posible, ayudan a satisfa-cer las necesidades de esos miembros.También informan de esas necesidades allíder del sacerdocio o de la Sociedad deSocorro, quien a su vez informa al obispo.

En el Nuevo Testamento se nos enseñaque “La religión pura... es esta: Visitar alos huérfanos y a las viudas en sus tribu-laciones” (Santiago 1:27). Con frecuencia,el buscar a los pobres y a los necesitados

En mi llamamiento de

obispo, he aprendido que los

miembros del barrio reciben

bendiciones espirituales y

temporales cuando dan y

sirven generosamente. Hace

poco, los miembros del barrio

construyeron una rampa para

una anciana hermana confi-

nada a una silla de ruedas.

Cuando estábamos terminan-

do, uno de los presbíteros me

dijo: “Gracias, obispo; espero

no olvidar nunca lo bien que

se siente uno cuando ayuda

de verdad a otra persona”.

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presidenta de la Sociedad de Socorro alhacer esas visitas de evaluación de necesi-dades a las familias se explica más detalla-damente en las páginas 27–28.

Por lo general, las personas que no sonmiembros de la Iglesia se remiten a lasfuentes de recursos comunitarios localessi necesitan ayuda de bienestar.

Proporcionar la ayuda

Se ha confiado al obispo la sagrada res-ponsabilidad de utilizar los fondos y lasmercancías que dispone la Iglesia paracuidar de los miembros pobres y necesita-dos del barrio. La ayuda de bienestar queél provea tiene como fin lograr lossiguientes objetivos:■ Ayudar a los miembros a llegar a ser

autosuficientes e independientes detoda ayuda de bienestar, sin importarde dónde provenga.

■ Ayudar a los miembros a tener mayorfortaleza espiritual y a aprender a pro-veer de lo necesario a otras personas.

■ Mejorar la integridad, el autorrespeto,la dignidad y la fortaleza de carácterde toda persona que reciba ayuda.

Las siguientes pautas servirán al obis-po para proporcionar una ayuda de bien-estar más apropiada.

Hacer uso del almacén del Señor. El alma-cén del Señor incluye el tiempo, el talento,las aptitudes, la compasión, los materialesconsagrados y los recursos económicos delos miembros fieles de la Iglesia (véanselas páginas 8–9). El obispo es el agente delSeñor en la utilización de esos recursospara asistir al pobre y al necesitado (véase

D. y C. 42:34). Al utilizar dichos recursospara cuidar de los necesitados a la maneradel Señor, tanto los dadores como losreceptores son bendecidos (véase D. y C.104:16; Hechos 20:35).■ Las ofrendas de ayuno. Las ofrendas de

ayuno son un recurso principal delalmacén del Señor. El obispo lasemplea para satisfacer las carencias delos miembros necesitados. Con estosfondos, él puede proveer de alimentos,de ropa, de alojamiento, de asistenciamédica o de cualquier otro socorropara sostener la vida. A continuación seencuentran algunas pautas que indicanla manera en que los obispos debenadministrar la ayuda que proviene delas ofrendas de ayuno.Todos los pagos hechos con el fondode las ofrendas de ayuno deben seraprobados por el obispo.

El obispo debe llenar el formularioAnálisis de necesidades y recursos(32290-002) antes de brindar ayuda através de las ofrendas de ayuno.

Es preferible que el obispo proporcio-ne mercaderías a los miembros enlugar de darles dinero en efectivo opagar sus obligaciones. Si fuera nece-sario, podrá comprar los suministroscon las ofrendas de ayuno. De esemodo, los miembros podrán utilizarsu propio dinero en efectivo parapagar sus obligaciones. Si los miem-bros no contaran con dinero parapagar todas las obligaciones inmedia-tas y esenciales, generalmente el obis-po hará los pagos directamente a losproveedores de bienes y servicios, yno a la persona que esté recibiendo laayuda.

El obispo no puede hacer préstamosde las ofrendas de ayuno a los miem-bros, ni se les requiere a éstos quedevuelvan lo recibido en ayuda debienestar de la Iglesia. Más bien, se lesdebe alentar a contribuir generosa-mente al fondo de ofrendas de ayunocuando se encuentren nuevamente ensituación de hacerlo.

El obispo no puede utilizar las ofren-das de ayuno para pagar las deudas nilas obligaciones de los miembros quese hayan contraído por negocios fraca-sados o empresas arriesgadas.

¿Cuánto debemos dar en

ofrendas de ayuno? Mis her-

manos y hermanas, la canti-

dad de nuestras ofrendas para

bendecir a los pobres es una

medida de la gratitud que

sentimos hacia nuestro Padre

Celestial. Nosotros, los que

hemos sido bendecidos tan

abundantemente, ¿daremos

la espalda a los que necesiten

de nuestra ayuda? El dar una

generosa ofrenda de ayuno

es la medida de nuestra

disposición de consagrarnos

a aliviar el sufrimiento de

los demás.

Joseph B. Wirthlin, “La ley

del ayuno”, Liahona, julio

de 2001, pág. 91.

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Deseret, los almacenes del obispo, lasplantas de envasado, los centros dealmacenamiento del hogar, los silos yotros diversos proyectos de producciónde suministros. Además, la Iglesia hacecontrato con LDS Family Services paraproporcionar consejo, tutela de niños,ayuda a los padres solteros y serviciosde adopción para los miembros.En los lugares donde esas operacionesde bienestar y servicios contratadosexistan, proporcionarán recursos queel obispo puede utilizar para socorreral pobre y al necesitado. Si un obispodeseara información con respecto atales recursos en su localidad, debeponerse en contacto con el presidentedel consejo de bienestar de los obisposde la estaca o con el presidente deestaca.

Proporcionar ayuda temporaria. La ayudade la Iglesia se brinda generalmente parasatisfacer necesidades temporarias de losmiembros, mientras éstos se esfuerzan porllegar a ser autosuficientes. Tiene por obje-tivo ayudar a las personas a ayudarse a símismas y a lograr la independencia, y noa desarrollar dependencia. Incluso los dis-capacitados, los ancianos y otras personasque puedan requerir una ayuda a largoplazo deben tener oportunidades de hacertodo lo que les sea posible por ayudarse así mismas.

Ayudar con las necesidades básicas. LaIglesia ayuda a los miembros necesitadosproporcionándoles los bienes y serviciosindispensables para sostener la vida, perono provee de medios para mantener unnivel de vida acomodado. Los miembrosque se encuentren temporariamente impo-sibilitados de proveerse de lo necesarioquizás tengan que modificar su nivel devida hasta que vuelvan a ser autosuficien-tes. No deben recurrir al programa debienestar de la Iglesia para que los protejade dificultades temporarias ni para queles permita continuar su nivel de vidaactual sin interrupciones.

Utilizar los recursos apropiados de lacomunidad. Los miembros pueden emplearlos servicios apropiados que les ofrezca lacomunidad para satisfacer sus necesida-des básicas, por ejemplo: los hospitales,los médicos y otros medios de atenciónmédica; los servicios de capacitación ycolocación para empleo; los servicios para

Para información con respecto a la uti-lización del fondo de ofrendas deayuno para pagar los gastos médicosde los miembros necesitados, véanselas páginas 20–21.

Cualquier ayuda proveniente de lasofrendas de ayuno que se proporcioneal obispo o a los miembros de su fami-lia inmediata primero debe ser apro-bada por escrito por el presidente deestaca (véase la página 14).

Los cheques girados para proporcio-nar ayuda del fondo de ofrendas deayuno siempre deben tener dos firmasautorizadas. La tarjeta con las firmasautorizadas debe estar al día y enviar-se a las Oficinas Generales de laIglesia.

Ni la persona a cuyo nombre seextienda el cheque ni la persona quevaya a recibir la ayuda deben tenerparentesco alguno con los firmantesdel mismo. Asimismo, no debe ser unode los firmantes ni la persona a cuyonombre se extienda el cheque ni lapersona que vaya a recibir la ayuda.

Para información con respecto a la leydel ayuno, véanse las páginas 8–9 y21–22. Para información con respecto ala recolección y al dar cuenta de lasofrendas de ayuno, véanse las páginas21–22.

■ Otros recursos del barrio. En su labor decuidar de los necesitados, el obispodirige también el uso de otros recursosdel barrio, aparte de las ofrendas deayuno, tales como el tiempo, el talento,las aptitudes, la compasión y los mate-riales consagrados por los miembrosdel barrio. Hace esto dirigiendo losesfuerzos del comité de bienestar debarrio; consultando, según sea apropia-do, con los líderes de quórumes y de laSociedad de Socorro; pidiendo a lasfamilias, a los maestros orientadores ya las maestras visitantes que prestenservicio específico a los necesitados; yutilizando los recursos que el comitéde bienestar de estaca ponga a su dis-posición.

■ Otros recursos de bienestar de la Iglesia.En algunas partes del mundo, la Iglesiaha establecido operaciones de bienes-tar, como las oficinas de empleo dela Iglesia, las tiendas de Industrias

La ayuda proporcionada

por el obispo es temporal y

parcial. Recuerden que la

ayuda de la Iglesia está dise-

ñada para ayudar a las perso-

nas a ayudarse a ellas mis-

mas ... Nuestra intención es

desarrollar independencia y

no dependencia. El obispo

procura crear un fundamento

de integridad, autorrespeto,

dignidad y firmeza de carác-

ter en cada persona que reci-

be ayuda, a fin de llevarle a

la total autosuficiencia.

Thomas S. Monson, Ensign,

septiembre de 1986, pág. 5.

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personas discapacitadas; los servicios deconsejeros profesionales y de trabajadoressociales; las instituciones de refugio paracasos de violencia doméstica; y los servi-cios de tratamiento para alcohólicos y dro-gadictos. El obispo y el comité de bienes-tar de barrio deben familiarizarse con losrecursos que haya disponibles en la locali-dad y recordar a los miembros que debenmantener las normas del Evangelio mien-tras hagan uso de esos servicios.

En algunos casos, los miembros podrí-an optar por buscar ayuda de bienestardel gobierno. El obispo debe aconsejar alos miembros que cumplan con las leyesque regulan la entrega de asistencia queno sea de la Iglesia, sobre todo si a la vezse recibe ayuda de bienestar de la Iglesia.Los obispos deben tener cuidado de noduplicar la ayuda de bienestar.

Independientemente de la fuente deayuda, los miembros deben evitar el vol-verse dependientes de esas fuentes yesforzarse por ser autosuficientes. Cuandosea posible, ellos deben trabajar para retri-buir la ayuda que reciban.

Ayudar a los miembros necesitados a obte-ner atención médica. El obispo puede hacerlos arreglos y pagar por la atención médi-ca que reciban los miembros necesitadosdel barrio. A fin de decidir si la Iglesiadebe pagar por la atención médica, prime-ro determina si esa atención es necesariabasándose en una asesoría médica de con-fianza. Además, averigua si los familiaresestán en condiciones y disposición de ayu-dar. También, determina si el miembroestá haciendo uso pleno de los beneficiosde seguro médico, de gobierno o de otrosque pueda tener disponibles.

Si el obispo considerara que la Iglesiadebe ayudar al miembro necesitado, pre-gunta a los que brindarán los serviciosmédicos si están dispuestos a reducir elprecio. Luego, se asegurará de que laIglesia pague puntualmente los gastosmédicos que haya acordado pagar.

El obispo no puede pagar más deUS$5.000 por gastos médicos de un miem-bro necesitado a menos que reciba autori-zación del presidente de estaca, tal comose describe en la página 13. (Nota: fuera deEstados Unidos y Canadá, lasPresidencias de Área pueden disminuirel límite de US$5.000, según las circuns-tancias.)

No se puede utilizar el fondo de lasofrendas de ayuno para pagar atención

médica no comprobada a menos que loslíderes del sacerdocio hayan recibido laaprobación de la Primera Presidencia encada caso particular. Tampoco se puedeemplear el fondo de las ofrendas deayuno para pagar la atención médica quese reciba fuera del país de residencia delmiembro, a menos que los líderes delsacerdocio hayan recibido la aprobaciónpor adelantado del Obispado Presidenteen cada caso particular. Las peticionesdeben remitirse a Welfare Health Services(1-801-240-3635 ó 1-800-453-3860, exten-sión 2-3635), para su consideración porparte del Obispado Presidente.

Dar asignaciones de trabajo a losmiembros que reciban ayuda

El trabajo es una necesidad espiritual ytemporal. Cuando los miembros recibenayuda de bienestar de la Iglesia, el obispoles da oportunidades de trabajar por laayuda que reciban en lo que sus posibili-dades les permitan. Cuando trabajan acambio de la ayuda, siguen siendo indus-triosos, mantienen el autorrespeto yaumentan su capacidad para ser autosufi-cientes.

El obispo debe tratar de dar asignacio-nes de trabajo que sean significativas.Idealmente, los miembros necesitados tra-bajan en asignaciones que les permitanprestar servicio a otras personas. El obispodebe asegurarse de que reciban las ins-trucciones necesarias para llevar a cabolas tareas asignadas.

Al autorizar la ayuda, el

obispo, en su calidad de juez

común, tiene la responsabili-

dad adicional de determinar

el trabajo y los servicios que

deberán realizar los que reci-

ben ayuda. Esto les brinda el

privilegio de conservar la

dignidad y el autorrespeto,

a la vez que contribuyen en

el proceso de generar los

medios que utilizarán ellos

mismos y otras personas. Los

obispos deben ser siempre

cautelosos en cuanto al traba-

jo realizado por los que reci-

ben ayuda. No debe permitir

que el programa de autoayu-

da del Señor se convierta en

un subsidio, porque “no

habrá lugar en la iglesia

para el ocioso, a no ser que se

arrepienta y enmiende sus

costumbres” (D. y C. 75:29).

Marion G. Romney, Ensign,

noviembre de 1979, pág, 96.

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Los poseedores del sacerdocio deben iren pareja a recolectar las ofrendas deayuno; después las entregan sin demora aun miembro del obispado. Los miembrosno deben dar otras contribuciones a loshermanos que recolectan las ofrendas deayuno.

Algunos miembros podrían optar pordonar las ofrendas de ayuno valiéndosede los sobres de diezmos y otras ofrendasy por darlas al obispado en lugar dehacerlo a través de los poseedores delSacerdocio Aarónico que les visiten.

Los miembros deben hacer la contribu-ción de la ofrenda de ayuno sin indicarcómo se deben utilizar esos fondos. Elobispo no debe hacer ninguna clase dearreglo ni comprometerse a dar la contri-bución de la ofrenda de ayuno de unmiembro a una persona ni a una familiadeterminada, ni de utilizarla con ningúnpropósito especial que el donante indique.

Utilizar las ofrendas de ayuno para prestarayuda. Véanse las páginas 19–20.

Consultar con el presidente de estacaen circunstancias especiales

Desembolso de ofrendas de ayuno que exce-de las contribuciones. Cuando en un barrio,los gastos de ofrendas de ayuno excedenlas contribuciones, el obispo y el presiden-te de estaca deliberan en consejo a fin deasegurarse de que el obispo y los miem-bros del barrio entiendan y apliquencorrectamente los principios de la autosu-ficiencia y de la ayuda a los pobres y a losnecesitados. El procedimiento que se debeseguir para obtener más fondos de lasofrendas de ayuno de la Iglesia se descri-be en las instrucciones que se envían a lossecretarios financieros de estaca y debarrio.

Excedentes de ofrendas de ayuno. El pro-cedimiento para enviar a la Iglesia el exce-dente de ofrendas de ayuno se describe enlas instrucciones que se envían a los secre-tarios financieros de estaca y de barrio.

Gastos médicos que exceden los US$5.000.Véase la página 13.

Ayuda de bienestar para obispos y presi-dentes de estaca o miembros de su familiainmediata. Véase la página 14.

Al dar una asignación de trabajo, elobispo pide a los miembros que se com-prometan a llevarla a cabo. Si se muestranvacilantes o rehúsan trabajar, debe tratarde hacerles comprender que se les danesas asignaciones de trabajo para bende-cirlos.

Hay muchas formas creativas paraotorgar oportunidades de trabajar en elbarrio y en la comunidad. El obispopuede pedir recurrir al comité de bienes-tar de barrio para hacer una lista de esasoportunidades. En los lugares donde laIglesia lleve a cabo operaciones de bienes-tar, quizás éstas ofrezcan posibilidades detrabajo y de capacitación a las personasque necesiten ayuda de la Iglesia.

Administrar las ofrendas de ayuno

Alentar a los miembros a guardar la ley delayuno. El obispado alienta a los miembrosdel barrio a ayunar todos los domingos deayuno por dos comidas consecutivas y acontribuir con una ofrenda de ayuno quesea por lo menos el equivalente al valorde los alimentos que habrían comido. Sies posible, se exhorta a los miembros a sergenerosos y a dar mucho más del valor delas dos comidas.

El obispado enseña a los miembros queel ayuno y la contribución de las ofrendasde ayuno serán una bendición para ellos ypara los necesitados. Estos principiosdeben enseñarse en las reuniones de quó-rum del sacerdocio, en las de la Sociedadde Socorro y en las de otras organizacionesauxiliares, en las visitas a los hogares delos miembros y en la reunión sacramental.El obispo debe enseñarlos también en lasentrevistas de la recomendación para eltemplo y del ajuste de diezmos.

Supervisar la recolección de las ofrendas deayuno y dar cuenta de ellas. Bajo la direccióndel obispo, los poseedores del SacerdocioAarónico, especialmente los diáconos,visitan cada mes los hogares de todos losmiembros del barrio para darles la opor-tunidad de donar ofrendas de ayuno. Silas distancias u otras circunstancias lorequiriesen, los poseedores del Sacerdociode Melquisedec podrían ayudar en ello.Aun cuando los miembros no donen, losposeedores del sacerdocio deben conti-nuar dándoles la oportunidad cada mesde hacerlo.

Imaginemos... ¿qué suce-

dería si se observara el princi-

pio del ayuno y de las ofren-

das en todo el mundo? Se

daría de comer al hambriento,

se vestiría al desnudo, se

daría refugio a los que no

tienen hogar... Los que dan

no sufrirían mas serían

bendecidos por su pequeña

abstinencia. En el corazón

de las personas de todas

partes crecería un nuevo

nivel de preocupación y de

generosidad.

Gordon B. Hinckley, Ensign,

mayo de 1991, págs. 52–53.

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Prestar servicio en el comité debienestar de estaca

El presidente de estaca asigna al obispopresidente del consejo de bienestar de losobispos de la estaca que preste servicio enel comité de bienestar de estaca. En lapágina 16, se sugieren los temas que sepueden analizar en las reuniones de dichocomité.

Hacer los preparativos y responderante emergencias

El obispado dirige el comité de bienes-tar de barrio en la preparación de un planque indique cómo responder ante unaemergencia del barrio. Ese plan debecoordinarse con otros similares que hayaen la estaca y en la comunidad.

Cuando surja una emergencia, losmaestros orientadores deben ponerse encontacto con las familias y personas parti-culares a las cuales visiten para enterarsede sus condiciones y necesidades. Losmaestros orientadores informan a la presi-dencia del quórum de élderes y a los líde-res del grupo de sumos sacerdotes, loscuales pasan el informe al obispo. Ésteinforma a la presidencia de estaca sobre lacondición de los miembros y de las pro-piedades de la Iglesia. El mismo sistemase puede emplear para hacer llegar losmensajes de la presidencia de estaca o delobispado.

En caso de emergencia, los líderes dela Iglesia deben poner los servicios de laIglesia a disposición de las autoridadesciviles. Los líderes de la Iglesia tambiéndeben encargarse de actuar de maneraindependiente en favor de los miembrosde la Iglesia, según sea necesario.

Asistir a los transeúntes necesitados

El obispo puede prestar ayuda a losmiembros y a otras personas que seantranseúntes necesitados en la localidad,pero debe emplear el discernimiento encuanto al tipo y a la cantidad de ayudaque vaya a prestarles. Si es posible, antesde prestar ayuda, debe ponerse en contac-to con el obispo del barrio al cual perte-nezca la persona. En los vecindariosdonde existan dos o más barrios cercanos,el presidente de estaca puede nombrar a

uno de los obispos para que se encarguede atender las peticiones de todos lostranseúntes necesitados. Esto contribuirá aevitar la duplicación de esfuerzos y laconfusión.

Por lo general, las personas que no sonmiembros de la Iglesia se remiten a losrecursos comunitarios locales si necesitanayuda de bienestar.

Evitar el fraude y el abuso delprograma de bienestar

Los obispos deben evitar el fraude y elabuso del programa de bienestar. En losEstados Unidos y Canadá, los obispos quetengan preocupaciones en cuanto al frau-de o al abuso del programa de bienestarpueden llamar a la línea telefónica deayuda para los obispos (1-801-240-7887 ó1-800-453-3860, extensión 2-7887). Losobispos también pueden llamar a la líneatelefónica de ayuda para verificar la con-dición de miembro de la Iglesia de unapersona antes de proporcionarle ayuda debienestar. Fuera de los Estados Unidos yCanadá, los obispos deben comunicarsecon la oficina de administración.

Recibir fondos de ayuda humanitaria

El obispo recibe las contribuciones delos miembros para el fondo de ayudahumanitaria de la Iglesia. Los miembroshacen las contribuciones a través del for-mulario Diezmos y otras ofrendas. Losmiembros deben contribuir sin indicar laforma en que se emplearán los fondos.

Mantener en confidencia las necesidadesy la ayuda

El obispo debe mantener confidencialeslas necesidades de los miembros y laayuda que se les preste. Debe ser conside-rado a fin de no avergonzar a los miem-bros que necesiten ayuda. Si solicita lacolaboración de la presidenta de laSociedad de Socorro o de otras personas,les da a éstas solamente los detalles indis-pensables para que cumplan sus deberesde bienestar. Además, les da instruccionesde mantener la confidencia. Esto contribu-ye a salvaguardar los asuntos privados yla dignidad de los miembros que recibanayuda.

Sólo el obispo puede asig-

nar los recursos de bienestar,

pero el comité [de bienestar

de barrio] ayuda a cuidar a

los pobres al planear y coor-

dinar el uso de los recursos

del barrio, los que incluyen

el tiempo, el talento, las

habilidades, los materiales y

el servicio compasivo de los

miembros del barrio.

M. Russell Ballard, Ensign,

mayo de 1994, pág. 25.

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dades especiales. Asegurarse de que alos miembros que reciban ayuda de laIglesia se les ofrezcan oportunidadesde trabajo o de servicio.

■ Compilar una lista actualizada de per-sonas en el barrio cuyas aptitudespodrían ser de utilidad para respondera cualquier necesidad inmediata, delargo plazo o que resulte de diversosdesastres.

■ Preparar y mantener un plan sencillo,por escrito, para que el barrio puedaresponder en casos de emergencias. Esteplan debe coordinarse con planes seme-jantes de la estaca y de la comunidad.

PRESIDENCIA DE LA SOCIEDAD DE

SOCORRO DE BARRIO

Véanse las páginas 25–26.

ESPECIALISTAS DE BIENESTAR DE BARRIO

El obispado puede llamar a especialis-tas de bienestar para que ayuden al comi-té de bienestar del barrio según sea nece-sario. Estos especialistas deben ser miem-bros del barrio que sean capaces de ayu-dar a otros miembros en cosas como labúsqueda de empleo (véase la sección quefigura a continuación), el mejoramiento dela nutrición y de las condiciones de salu-bridad, el almacenamiento de comida, laobtención de cuidado médico, el mejora-miento de la alfabetización y la adminis-tración de las finanzas; además, puedenayudar a satisfacer otras necesidades debienestar.

ESPECIALISTA DE EMPLEO DE BARRIO

Uno de los miembros del obispadollama a un especialista de empleo debarrio, o bien, el obispo puede asignar auno de sus consejeros o a un líder delgrupo de sumos sacerdotes, de la presi-dencia del quórum de élderes o de la pre-sidencia de la Sociedad de Socorro paraque funcione como especialista deempleo. Esa persona debe poseer o procu-rar el conocimiento y las aptitudes necesa-rios para encontrar vacantes y ayudar alos miembros a encontrar un empleo ade-cuado. Además, da servicio bajo la direc-ción del obispado y tiene las responsabili-dades que se indican a continuación:■ Ser una persona de recursos para el

comité de bienestar de barrio.

COMITÉ DE BIENESTAR DE BARRIO

El obispo es el presidente del comité debienestar de barrio. Este comité está inte-grado por el obispado, el líder del grupode sumos sacerdotes, el presidente delquórum de élderes, el líder misional debarrio, el presidente de los HombresJóvenes de barrio y la presidencia de laSociedad de Socorro de barrio. El secreta-rio ejecutivo y el secretario de barriodeben asistir a estas reuniones. El obispa-do podría también invitar a otras perso-nas, tales como los especialistas de bienes-tar de barrio, según sea necesario.

Este comité por lo general se reúnecomo mínimo mensualmente. La agendapodría incluir lo siguiente:■ Recibir instrucción del obispado en

cuanto a los principios y a las respon-sabilidades de bienestar.

■ Planear maneras de prevenir necesida-des de bienestar enseñando a los miem-bros los principios relacionados con laautosuficiencia (véanse las páginas 3–5;véase también el manualAutosuficiencia Básica, 32293 002).

■ Presentar informes sobre las necesidadesde bienestar espiritual y temporal en elbarrio. Analizar los datos obtenidoscomo resultado de visitas personales yde los informes de los maestros orienta-dores y de las maestras visitantes.

■ Coordinar esfuerzos para ayudar adeterminados miembros del barrio asatisfacer sus necesidades espirituales ytemporales, incluso sus necesidades delarga duración. Determinar cómopodría ayudarse a los miembros quetengan discapacidades u otras necesi-

Nuestro barrio tiene

mucha gente pobre. El obispo,

por sí solo, no puede ayudar

a todos. Por lo tanto, por

intermedio de los quórumes

del sacerdocio y de la

Sociedad del Socorro, los

miembros ayudamos a los

que sean menos afortunados

que nosotros y por ello somos

bendecidos. Ya no vemos al

programa de bienestar como

una ayuda que se recibe

de afuera sino como una

oportunidad para ayudarnos

mutuamente.

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■ Ayudar a los miembros a prepararsepara encontrar un empleo adecuado.

■ Coordinar la información pertinentea las necesidades y vacantes de empleocon los especialistas de empleo deestaca.Los especialistas de empleo de barrio

deben utilizar el formulario Necesidadesde empleo y análisis de los recursos dis-ponibles (31485 002) para ayudar a losmiembros a analizar sus necesidades rela-cionadas con el empleo.

LÍDERES DE BIENESTAR DELQUÓRUM DE ÉLDERES Y DELGRUPO DE SUMOS SACERDOTES

LÍDERES DEL QUÓRUM DE ÉLDERES Y

DEL GRUPO DE SUMOS SACERDOTES

La presidencia del quórum de élderes ylos líderes del grupo de sumos sacerdotesayudan al obispo a supervisar el bienestarespiritual y temporal de los miembros.Estos líderes deben dar el ejemplo debienestar espiritual orando, prestando ser-vicio, guardando los convenios y esfor-zándose por lograr la virtud y la santidaden su propia vida (véase D. y C. 38:24;Moroni 10:32–33). Una de las responsabili-dades más importantes de los líderes dequórum y de grupo es ayudar a los miem-bros a edificar su fortaleza espiritual.

Los líderes de quórum y de grupo tam-bién dan el ejemplo de bienestar temporalesforzándose por ser autosuficientes y cui-dando de los pobres y de los necesitados.Además, alientan a los miembros en esosesfuerzos.

Los líderes de quórum y de grupo seaseguran de que las doctrinas, los princi-pios y las bendiciones relacionados conbienestar se enseñen con regularidad enlas reuniones del sacerdocio y en las visi-tas de orientación familiar.

Bajo la dirección del obispo, los líderesde quórum y de grupo ayudan a resolverlas necesidades de bienestar temporarias yde largo plazo, incluidas aquéllas relacio-nadas con la educación y la alfabetización,la salud, el trabajo, el almacenamiento enel hogar, la administración de recursos yla fortaleza espiritual, emocional y social.

Los líderes de quórum y de gruposupervisan el programa de orientaciónfamiliar en sus respectivos quórumes ogrupos e inspiran a los hermanos para

que cumplan sus asignaciones (véanse laspáginas 201–204 de la sección “Sacerdociode Melquisedec” del Manual deInstrucciones de la Iglesia, Libro 2).

Los líderes de quórum y de grupoenseñan a los hermanos cómo se efectúanlas ordenanzas y las bendiciones delsacerdocio (véanse las páginas 205–209del Libro 2).

Los líderes de quórum y de grupoalientan la participación en la Iglesiadando a los miembros oportunidades paraservir, ayudando a los futuros élderes aprepararse para recibir el Sacerdocio deMelquisedec (véase la página 201 dellibro 2) y fortaleciendo a los miembrosmenos activos (véanse las páginas 307–310del Libro 2).

El presidente del quórum de élderes yel líder del grupo de los sumos sacerdotessirven en el comité ejecutivo del sacerdo-cio de barrio, en el consejo de barrio y enel comité de bienestar de barrio (véase lapágina 23 para información sobre esteúltimo comité).

Los líderes de quórum y de grupo pue-den organizar comités para ayudar encuanto al bienestar espiritual y temporal.Con la aprobación del obispo, llaman yapartan hermanos para servir como presi-dentes de los diversos comités; tambiénasignan a miembros del quórum o delgrupo para que sirvan como miembros delos comités. Los líderes de quórum y degrupo supervisan esos comités.

MAESTROS ORIENTADORES

Los maestros orientadores deben visi-tar por lo menos una vez al mes los hoga-res de los miembros asignados a fin de:■ “[Exhortarles] a orar vocalmente, así

como en secreto, y a cumplir con todoslos deberes familiares” (D. y C. 20:51).

■ “Velar siempre por [ellos]... y estar conellos y fortalecerlos” (D. y C. 20:53).

■ “Amonestar, exponer, exhortar, enseñare invitar a todos a venir a Cristo”(D. y C. 20:59).Los maestros orientadores representan

al Señor, al obispo y a los líderes de suquórum o de su grupo. Ellos apoyan y sir-ven a todos los miembros de las familias alas que visiten. Cultivan la amistad y elrespeto de esos miembros, demostrándo-les un interés y un amor genuinos. Se

De acuerdo con el lema

de la Sociedad de Socorro:

“La caridad nunca deja

de ser”, se anima a cada una

de las hermanas a cultivar y

a ejercer el amor puro de

Cristo en todos los aspectos

de su vida. También se le

anima a atender con amor

tanto a sus familiares como a

la gente de su barrio y de su

comunidad.

Manual de Instrucciones de

la Iglesia, Libro 2, pág. 233

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Bajo la dirección de la presidenta de laSociedad de Socorro de estaca, la conseje-ra encargada de educación coordina laslabores de alfabetización de la estaca (paramás información acerca de la alfabetiza-ción, véanse las páginas 246–247 de la sec-ción “Sociedad de Socorro” del Manual deInstrucciones de la Iglesia, Libro 2).

PRESIDENCIA DE LA SOCIEDAD DE

SOCORRO DE BARRIO

Bajo la dirección del obispo, las herma-nas de la Sociedad de Socorro ayudan aresolver las necesidades de bienestar tem-porarias y a largo plazo, incluidas aqué-llas pertinentes a la educación y la alfabe-tización, la salud, el empleo, el almacena-miento en el hogar, la administración derecursos y la fortaleza espiritual, emocio-nal y social.

Todas las integrantes de la presidencia

Las integrantes de la presidencia de laSociedad de Socorro de barrio tienen lassiguientes responsabilidades de bienestar:■ Ministran a las hermanas del barrio al

quererlas, prestarles servicio, enseñar-les y velar por ellas. Buscan a las her-manas que estén necesitadas y les pres-tan ayuda. Se hacen amigas de losmiembros nuevos y de los miembrosmenos activos y les ministran.

■ Se aseguran de que la Sociedad deSocorro ayude a satisfacer las necesida-des y los intereses de todas las herma-nas. Dan a las hermanas asignacionesapropiadas y oportunidades de prestarservicio. También incluyen a las herma-nas en las lecciones, las actividades, elprograma de las maestras visitantes yel servicio caritativo.

■ Animan la espiritualidad, la autosufi-ciencia y el dar con generosidad entrelas hermanas y las familias de ellas.Trabajan en estrecha colaboración conlos líderes del sacerdocio en la labor deayudar a resolver las necesidades debienestar de largo plazo.

■ Prestan servicio en el comité de bienes-tar de barrio (véase la página 23).

■ Bajo la dirección de la presidenta de laSociedad de Socorro de barrio, la con-sejera encargada de educación coordinalos esfuerzos de alfabetización en el

familiarizan con los intereses y con lasnecesidades de cada miembro y reconocentodo acontecimiento especial en su vida.

Los maestros orientadores son la pri-mera fuente de la Iglesia para ayudar a losmiembros. Consultan con el cabeza delhogar acerca de las necesidades de lafamilia y de las mejores maneras de ayu-darla. Ofrecen ayuda a los miembros queestén sin empleo, a los que estén enfer-mos, a los que se sientan solos, a los quese estén mudando o a los que tengan otrasnecesidades. También ayudan a los miem-bros que tengan dificultades espirituales,emocionales o físicas.

Cada mes, los maestros orientadoresdeben informar a los líderes de su quó-rum o de su grupo en cuanto al bienestarespiritual y temporal de los miembros quevisiten. Ellos dan informes más detalladosen sus entrevistas regulares con sus líde-res de quórum o de grupo. Si algún miem-bro tuviese necesidades urgentes, losmaestros orientadores deben informar deello de inmediato, y el presidente del quó-rum de élderes o el líder del grupo desumos sacerdotes informará de eso alobispo.

Para información acerca de la manerade organizar la orientación familiar, véan-se las páginas 201–204 de la sección“Sacerdocio de Melquisedec” del Manualde Instrucciones de la Iglesia, Libro 2.

LÍDERES DE BIENESTAR DE LASOCIEDAD DE SOCORRO

PRESIDENCIA DE LA SOCIEDAD DE

SOCORRO DE ESTACA

Bajo la dirección de la presidencia deestaca, la presidenta de la Sociedad deSocorro de estaca supervisa las labores debienestar de la Sociedad de Socorro deestaca. Instruye a las presidencias de laSociedad de Socorro de barrio con respectoa las responsabilidades de ellas referentesal programa de las maestras visitantes, albienestar y al servicio caritativo. Coordinalas labores de la Sociedad de Socorro deestaca durante las emergencias.

La presidenta de la Sociedad deSocorro de estaca presta servicio en elcomité regional de bienestar (véase lapágina 12). Ella y sus consejeras tambiénprestan servicio en el comité de bienestarde estaca (véanse las páginas 15–16).

Somos mujeres de

convenios. Cada vez que nos

cuidamos unas a otras, las

cualidades divinas de amor,

paciencia, bondad, generosi-

dad y dedicación espiritual

llenan las almas de las perso-

nas que visitamos y de igual

modo ensanchan nuestras

almas... Llevamos el Espíritu

a los hogares, para bendecir

a las familias con el amor

puro de Cristo, y para

inspirar, animar, elevar y

fortalecer. Todos los hogares

necesitan de apoyo adicional.

Se nos ha encomendado esa

labor sagrada.

Bonnie D. Parkin, presidenta

general de la Sociedad de

Socorro, 18 de enero de 2003.

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barrio (para más información acerca dela alfabetización, véanse las páginas246–247 de la sección “Sociedad deSocorro” del Manual de Instrucciones dela Iglesia, Libro 2).

Presidenta de la Sociedad de Socorro

La presidenta de la Sociedad deSocorro de barrio tiene las siguientes res-ponsabilidades de bienestar adicionales:■ Ella trabaja con el obispo para buscar a

los pobres y a los necesitados y cuidarde ellos, sin divulgar nada que sea decarácter confidencial. El obispo sereúne regularmente con ella para tratarlos asuntos de bienestar en el barrio.Según se lo indique el obispo, visita elhogar de los miembros que necesitenasistencia de bienestar; evalúa las nece-sidades de ellos y sugiere la forma deactuar para satisfacerlas (para instruc-ciones, véanse las páginas 27–28).

■ Supervisa a la hermana líder de servi-cio caritativo en la labor de satisfacerlas necesidades de las hermanas y susfamilias.

■ Ofrece servicio caritativo cuando ocu-rra un fallecimiento en el barrio, segúnse lo indique el obispo, y como se indi-ca en la página 251 del Manual deInstrucciones de la Iglesia, Libro 2 enla sección “Pautas especiales para laspresidentas de la Sociedad de Socorrode barrio”.

■ Coordina las labores de la Sociedad deSocorro durante las emergencias.

HERMANA LÍDER DE SUPERACIÓN

PERSONAL, DE LA FAMILIA Y DEL HOGAR

Esta hermana trabaja con la presidenciade la Sociedad de Socorro para planear lasreuniones de superación personal, de lafamilia y del hogar.

En las lecciones y las actividades deestas reuniones, se puede incluir instruc-ción sobre muchos asuntos relacionadoscon el programa de bienestar, prestandoatención especial a las palabras delProfeta. Los temas pueden incluir:■ Principios del Evangelio.■ Principios y aptitudes para fortalecer a

los matrimonios, para la crianza de loshijos, y para el cuidado del hogar y elde la familia.

■ Principios del bienestar espiritual, emo-cional, físico y mental.

■ Principios y aptitudes para llevar unavida próvida, para la autosuficiencia,para la preparación personal, familiar ypara emergencias.

■ Principios y aptitudes para utilizarseen las obras del templo y de la historiafamiliar, las noches de hogar y la edu-cación y la alfabetización.

HERMANA LÍDER DE SERVICIO CARITATIVO

La hermana líder de servicio caritativopresta servicio bajo la dirección de la pre-sidenta de la Sociedad de Socorro y, cuan-do sea apropiado, la ayudan las maestrasvisitantes. Ella tiene las responsabilidadessiguientes:■ Busca a las hermanas que tengan cono-

cimientos prácticos y circunstanciaspropicias para brindar servicio caritati-vo. A todas las hermanas se les debedar la oportunidad de prestar serviciopor medio de las asignaciones de servi-cio caritativo.

■ Busca a las hermanas que tengan nece-sidades especiales. Entonces coordinalas labores de la Sociedad de Socorropara ayudar a esas hermanas pormedio del servicio caritativo. Por ejem-plo, puede coordinar la ayuda que sepreste a las hermanas ancianas, a lashermanas solas, a las confinadas encasa y a las que se encuentren en hoga-res de ancianos. También puede coordi-nar la ayuda que se preste a las herma-nas que estén enfermas o que tengandiscapacidades. Además, puede hacerarreglos para que los miembros man-tengan correspondencia con las herma-nas del barrio que se encuentren enlugares distantes, lejos de su hogar,como por ejemplo, las que se encuen-tren prestando servicio en el campomisional.

■ Ella puede coordinar la labor de lashermanas de establecer vínculos deamistad con mujeres que no seanmiembros de la Iglesia y de apoyarlas.Esto comprende el asistir al serviciobautismal de las hermanas que seannuevas conversas.

■ Puede hacer arreglos para que herma-nas investidas acompañen a las herma-nas que vayan a estar solas al recibir lainvestidura del templo.

La labor de la Sociedad de

Socorro, al ayudar al obispo a

buscar y ayudar a los pobres

y a los necesitados, se lleva a

cabo en gran medida a través

de las maestras visitantes.

El servicio desinteresado que

se da en esta hermandad de

amor ofrece tanto bendiciones

temporales como espirituales

que contribuyen a la perfec-

ción de los santos...

A través de las maestras

visitantes, tanto los que dan

como los que reciben son

bendecidos y fortalecidos

en su labor en la Iglesia

al cuidarse mutuamente

con amor.

Church News, 17 de junio

de 1995, pág. 2.

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PAUTAS PARA LAS VISITAS DE EVALUACIÓN

DE LAS NECESIDADES DE UNA FAMILIA

El obispo puede dar a la presidenta dela Sociedad de Socorro la asignación devisitar a los miembros que necesitenayuda de bienestar; ella evalúa las necesi-dades de los miembros y sugiere la formade satisfacerlas. Estas visitas son de granimportancia en la administración de laayuda de bienestar en la Iglesia.

Según se lo indique el obispo, la presi-denta de la Sociedad de Socorro puedepreparar una lista detallada de las necesi-dades de alimentos básicos y de ropa dela familia. Ella también puede preparar elformulario “Pedido del obispo: Alimentosy mercaderías” (33585 ó 31422) para queel obispo lo revise.

La presidenta de la Sociedad deSocorro debe conservar en forma estricta-mente confidencial la información queobtenga durante la visita o de parte delobispo. Ella informa al obispo de la situa-ción general de la familia, de los proble-mas sociales o emocionales que existan yde su evaluación de la capacidad para tra-bajar y de las oportunidades laborales delos miembros de la familia. En seguida, elobispo la dirige en el cumplimiento de susresponsabilidades.

Preparación para hacer las visitas

A fin de prepararse para hacer las visi-tas de evaluación de las necesidades deuna familia, la presidenta de la Sociedadde Socorro debe buscar la orientación delSeñor. La guía más segura en la tarea debrindar ayuda la constituye el Espíritu delSeñor.

Concierta una hora con la dueña decasa para que la visita se realice en formaprivada, de ser ello posible. Si en el hogarno hubiese una mujer, ella proyecta ir conuna de sus consejeras, con la secretaria ocon la hermana líder de servicio caritativo.

Estudia detenidamente la informaciónque le dé el obispo acerca de la familia.Algunos miembros de la Iglesia prefierenpasar penurias antes que aceptar ayudade la Iglesia. Otras personas pueden tenerla actitud de que tienen derecho a recibirasistencia de bienestar y quizá busquenrecibir más de lo que necesiten.

MAESTRAS VISITANTES

Las maestras visitantes visitan a lashermanas asignadas y hacen otros contac-tos con ellas. Cuando sea posible, unavisita al mes a la casa de la hermana espreferible. Si las hermanas tienen necesi-dades especiales, puede ser necesario quelas maestras visitantes las visiten y lesbrinden ayuda con mayor frecuencia.

Las maestras visitantes establecen lazosde afecto con cada hermana al cultivar laamistad y la confianza unas con otras.También evalúan las necesidades espiri-tuales y temporales de la hermana y de lafamilia de ella, y brindan la ayuda corres-pondiente.

Las maestras visitantes informan cadames sobre el bienestar espiritual y tempo-ral de cada hermana. Según lo determinela presidenta de la Sociedad de Socorro,ellas dan su informe a una de las herma-nas de la presidencia, a la hermana líderde las maestras visitantes o a la superviso-ra de las maestras visitantes. Ellas daninformes más detallados en sus entrevis-tas regulares que tienen con una de esashermanas líderes. Si las necesidades deuna hermana son urgentes o confidencia-les, las maestras visitantes se lo comuni-can de inmediato a la presidenta de laSociedad de Socorro.

No hay miembro de

La Iglesia de Jesucristo de los

Santos de los Últimos Días

que haya ayudado a envasar

arvejas (guisantes), cortar

remolachas, acarrear heno o

palear carbón en el programa

de bienestar que pueda haber-

se olvidado o se lamente de

tales experiencias que tienen

como objetivo ayudar a los

necesitados. Muchos hombres

y mujeres dedicados ayudan

a llevar a cabo ese vasto e

inspirado programa. En reali-

dad, el programa no podría

jamás funcionar sólo en base

a tales esfuerzos, pues este

programa funciona por la fe,

según la manera del Señor.

Thomas S. Monson,

“Sé ejemplo de los creyentes”,

Liahona, enero de 1997,

págs. 51–52.

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Aprende los principios de la buenanutrición para poder aconsejar a la familiaen cuanto a la planeación de una dieta ali-menticia equilibrada que fomente labuena salud.

La visita

La presidenta de la Sociedad deSocorro hace estas visitas con el espíritude interés propio de una hermana; elladebe demostrar comprensión y hacersaber a la persona o a la familia que tieneun deseo sincero de ayudar. Estas visitasno deben ser investigaciones sino evalua-ciones de las necesidades.

La presidenta de la Sociedad deSocorro puede ser de gran ayuda si la her-mana percibe que puede confiar en ella.Al hacer la presidenta las preguntasdurante la visita, escucha con el corazón ypermite que la hermana exprese tanto sussentimientos como sus necesidades.Ayuda a cada una de las hermanas a man-tener su percepción de su propia valía alayudar a los miembros de la familia aayudarse a sí mismos.

Para determinar las necesidades de lafamilia, la presidenta de la Sociedad deSocorro evalúa los recursos de la familia.¿Tienen un huerto de hortalizas, animalesque sirvan de alimento o alimentos alma-cenados? ¿Qué tipo de preparación, deaptitudes y de empleo tienen los miem-bros de la familia?

Durante la visita, la presidenta de laSociedad de Socorro evalúa las necesida-des que se mencionan a continuación ylas da a conocer al obispo:

Alimentos. Considera junto con la her-mana los gustos, las preferencias y loshábitos alimenticios de la familia. Lacantidad y la variedad de los alimentosdeben ser adecuadas, pero no deben exce-der las necesidades normales de la familiani satisfacer gustos raros. Ella no debeproporcionar alimentos para que se alma-cenen.

Ropa. Habla con la hermana de las for-mas de proveer de ropa a la familia. Si lahermana tiene la capacidad para coser, lapresidenta de la Sociedad de Socorro tieneen cuenta las prendas de ropa que podrí-an modificarse o la compra de telas nue-vas. Hace una lista de las prendas hechasque se puedan conseguir.

Salud. Si algún miembro de la familiatuviera un problema crítico de salud, lapresidenta de la Sociedad de Socorro daesa información al obispo.

Artículos domésticos. La presidenta de laSociedad de Socorro determina si la familianecesita más muebles o artículos necesariospara la preparación de los alimentos.

Administración del hogar. Muchas veces,la ayuda más valiosa que se puede prestares la de ayudar a la hermana a adminis-trar sus ingresos y sus recursos o a apren-der técnicas de economía doméstica. Entredichas técnicas se podrían mencionar lade la limpieza, la de la costura, la de laorganización, la de preparar menús y lade conservar alimentos. La presidenta dela Sociedad de Socorro conversa con lahermana acerca de las formas en las quese le podría brindar ese tipo de ayuda.

Sociales o emocionales. Si la familia nece-sitara ayuda para satisfacer necesidadesde tipo social o emocional, la presidentade la Sociedad de Socorro se lo comunicaal obispo. Bajo la dirección de él, ellaayuda a satisfacer esas necesidades y pidela participación en ello a otras hermanassegún sea apropiado. Las pautas parabrindar ayuda a los que tienen problemassociales o emocionales se encuentran enlas páginas 252–253 del Manual deInstrucciones de la Iglesia, Libro 2 en la sec-ción “Pautas especiales para las presiden-tas de la Sociedad de Socorro de barrio”.

LÍDERES Y PERSONAL DEOPERACIONES DE BIENESTAR

Cuando sea posible, se pide la ayudade los misioneros y de voluntarios paralas operaciones de bienestar de la Iglesia,a fin de evitar la necesidad de tenerempleados asalariados. Los líderes de laIglesia, el director de asuntos temporalesy los Servicios de Bienestar coordinan susesfuerzos a fin de asegurarse de que sedisponga de un personal que sea capaz ydigno y que reúna los requisitos paracumplir con las operaciones de bienestar.

Se puede llamar a miembros a prestarservicio en misiones de tiempo completo oen misiones de servicio a la Iglesia, paraque ayuden en las operaciones de bienes-tar. A los misioneros de tiempo completolos llama la Primera Presidencia. A los

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30

mar a misioneros de tiempo completo omisioneros de servicio a la Iglesia conasignaciones de bienestar, véase el Manualde Instrucciones de la Iglesia, Libro 1, pági-nas 102–103.

Existen oportunidades de prestar servi-cio voluntario en las operaciones de bie-nestar de la Iglesia para los miembros dela Iglesia (incluso los que no tengan unarecomendación para el templo vigente) asícomo para los que no lo sean. Se puedeentrar en contacto con las operacioneslocales de bienestar para determinar lasoportunidades disponibles.

Las operaciones de bienestar tambiénbrindan oportunidades de trabajo a losque reciben ayuda de bienestar a cambiode lo que reciben.

misioneros de servicio a la Iglesia losllama el presidente de estaca de ellos;prestan servicio de medio tiempo (de 4 a32 horas a la semana) y viven en su pro-pia casa.

Los misioneros que prestan servicio enlas operaciones de bienestar son, por logeneral, matrimonios misioneros mayoresy hermanas solteras mayores. Además, loslíderes de la Iglesia pueden tomar en con-sideración, para una misión de servicio ala Iglesia, a los jóvenes en edad de misio-neros que no puedan prestar servicio enmisiones proselitistas debido a problemasfísicos, mentales o emocionales. Todomisionero debe ser digno de tener unarecomendación para el templo. Para ins-trucciones adicionales acerca de cómo lla-

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