el problema ecológico. una cuestión de justicia · el núcleo del problema del cambio climático...

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EL PROBLEMA ECOLÓGICO: UNA CUESTIÓN DE JUSTICIA Joan Carrera, sj. 1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 2. EL INFORME DEL PNUD .......................................................................................... 1. Algunos datos ...................................................................................................... 2. Consecuencias del cambio climático .................................................................. 3. Medidas que propone el informe del PNUD para mitigar el cambio climàtico ................................................................................. 4. Opinión pública y medios de comunicación ..................................................... 3. JUSTICIA SOCIAL Y PROBLEMA ECOLÓGICO. UNA REFLEXIÓN ÉTICA .............. 4. UNA PALABRA FINAL DE ESPERANZA ..................................................................... NOTAS ................................................................................................................................ 30 28 19 17 13 9 7 7 5

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EL PROBLEMA ECOLÓGICO:UNA CUESTIÓN DE JUSTICIA

Joan Carrera, sj.

1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................

2. EL INFORME DEL PNUD ..........................................................................................1. Algunos datos ......................................................................................................2. Consecuencias del cambio climático ..................................................................3. Medidas que propone el informe del PNUD para mitigar

el cambio climàtico .................................................................................4. Opinión pública y medios de comunicación .....................................................

3. JUSTICIA SOCIAL Y PROBLEMA ECOLÓGICO. UNA REFLEXIÓN ÉTICA ..............

4. UNA PALABRA FINAL DE ESPERANZA .....................................................................

NOTAS ................................................................................................................................ 30

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9775

Joan Carrera es licenciado en medicina y doctor en teología. Profesor de Moral Fundamentalen la Facultad de Teología de Catalunya. Profesor colaborador de ESADE, responsable aca-démico de Cristianisme i Justícia.

INTERNET: www.fespinal.com • Dibujo de la portada: Roger Torres Aguiló • Edita CRISTIA-NISME I JUSTÍCIA • R. de Llúria, 13 - 08010 Barcelona • tel: 93 317 23 38 • fax: 93 31710 94 • [email protected] • Imprime: Edicions Rondas, S.L. • ISSN: 0214-6509 • ISBN: 84-9730-217-6 • Depósito legal: B-16.340-09. Junio 2009. La Fundación Lluís Espinal le comunica que sus datos proceden de nuestro archivo histórico perteneciente a nues-tro fichero de nombre BDGACIJ inscrito con el código 2061280639. Para ejercitar los derechos de acceso, rectifica-ción, cancelación y oposición pueden dirigirse a la calle Roger de Llúria, 13 de Barcelona.

Con la colaboración de:

No necesitamos un "apartheid" en la adaptación al cambio climático

En un mundo tan dividido por las desigualdades en términos de riquezas y opor-tunidades, es fácil olvidar que formamos parte de una comunidad humana. Mientrasvemos los primeros efectos del cambio climático en diversos lugares del mundo,cada uno de nosotros debe reflexionar sobre lo que significa formar parte de estafamilia. Quizás podemos empezar por reflexionar sobre lo inadecuado del lenguaje.La palabra "adaptación" ya forma parte de la terminología propia del cambio climáti-co. Pero, ¿qué significa adaptación? La respuesta varía según el lugar donde sehaga la pregunta. Para la mayoría de las personas de los países desarrollados,hasta ahora la adaptación ha sido un proceso más bien indoloro. Gracias a siste-mas de calefacción y refrigeración, podemos adaptarnos fácilmente a temperaturasextremas sólo con subir o bajar el termostato. Ante la amenaza de inundaciones, losgobiernos pueden proteger a los habitantes de Londres, Los Ángeles y Tokio consofisticados sistemas de defensa climática. En algunos países, el cambio climáticoincluso ha ocasionado efectos benignos, como la extensión de las temporadas agrí-colas. Ahora, por el contrario, consideremos lo que significa adaptación en los paí-ses más pobres y vulnerables del mundo, donde 2.600 millones de personas vivencon menos de 2 dólares estadounidenses al día. ¿Cómo puede una agricultorapobre de Malawi adaptarse al cambio climático cuando las frecuentes sequías y lafalta de lluvia merman la producción? Quizás tendrá que reducir la calidad de la nutri-ción de su familia o sacar a sus hijos o hijas de la escuela. ¿Cómo puede una per-sona que vive en un barrio marginal de Manila o Port-au-Prince protegido sólo conplanchas plásticas y metálicas adaptarse a la amenaza que presentan ciclones cadavez más intensos? ¿Cómo pueden las personas que viven en los grandes deltas delGanges o el Mekong adaptarse al anegamiento de sus viviendas y tierras? La adap-tación se ha convertido en un eufemismo de injusticia social a nivel mundial.Mientras los ciudadanos del mundo desarrollado están a salvo, los pobres, vulnera-bles y hambrientos, están expuestos cada día de su vida a la dura realidad del cam-bio climático. Para decirlo sin rodeos, las personas pobres del mundo están sufrien-do los daños de un problema que no crearon (...).

Esto me lleva a convocar a los líderes del mundo desarrollado a que incorporen laadaptación al cambio climático en las prioridades de la lucha internacional contra lapobreza, y a que lo hagan antes de que sea demasiado tarde.

Desmond TutuArzobispo emérito de Ciudad de El Cabo

1

Este Cuaderno es un conjunto de reflexionesen torno del Informe sobre el desarrollo humano 2007-2008

del PNUD2 (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo)y del IV Informe de l’IPCC3 (Grupo de Trabajo Intergubernamental

para el Cambio Climático)

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1. INTRODUCCIÓN

El gran reto del siglo XXI será hacer frente al problema del cambio cli-mático para asegurar la vida humana en nuestro planeta durante lospróximos siglos. Como veremos, este reto engloba otros muchos quedependen intrínsecamente de éste. La humanidad jamás ha tenidotanta conciencia de un problema como el que hoy día hace frente: mul-titud de informes lo advierten y ya casi no lo cuestiona: nadie mínima-mente serio. Aunque se mantienen muchas incertidumbres, ya que setrabaja siempre sobre probabilidades, hoy en día ningún experto enclima cuestiona la existencia de un cambio climático.

1.1. Un problema con muchosactores

A pesar de todos estos informes, aún nose tiene suficiente conciencia de la gra-vedad del problema ni de la necesidad deaplicar una solución urgente e inmedia-ta. En el ámbito de la opinión públicaprevalece una sensación de que todo searreglará en el futuro, y que la mismatecnología nos proporcionará las solu-ciones que necesitamos. Ayudan a esteescepticismo una serie de voces presen-tes en los medios de comunicación quese aprovechan de las incertidumbres delas predicciones. Sin negar que hay po-siciones catastrofistas sobre el cambioclimático que ayudan poco a un debatesereno, nos tendríamos que preguntarqué intereses (económicos, políticos…)

hay detrás de este escepticismo. La afir-mación del cambio climático y de susconsecuencias conduce, inevitablemen-te, a un replanteamiento del modeloenergético actual, muy ligado también auna determinada forma de concebir eldesarrollo humano. Y, como ya sabe-mos, en el modelo energético actual haymuchos intereses económicos en juego.

La constatación del cambio climáti-co también plantea la pregunta sobrequién ha contribuido en mayor medidaa provocarlo. No nos tiene que extrañar,pues, que los informes pidan responsa-bilidades («que respondan de maneraefectiva») a los países más ricos por ha-ber contribuido de una manera más no-table, a la vez que se les pide que ayu-den económicamente a aquellos otrosque han sufrido y sufren las consecuen-

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cias. Así pues, los datos del cambio cli-mático son un toque de atención a unsistema económico hegemónico, recor-dando que éste no ha logrado un ordenplanetario justo. Este sistema ha sidodepredador sobre la naturaleza y, a suvez, sobre la vida de millones de per-sonas que dependen de sus recursos.

También hay que reconocer la difi-cultad de ver qué intereses ocultos pue-de haber detrás del consenso actual dela comunidad científica mundial (con-senso, ciertamente, muy reciente) alafirmar el hecho del cambio climático ysus consecuencias. Hay que prestar a-tención a las medidas concretas pro-puestas en los estudios para mitigarlo yver a qué determinados intereses (de pa-íses, de sectores productivos...) acabarábeneficiando la nueva situación.

1.2. Tenemos medios para hacerfrente al problema, pero… ¿loqueremos? Ante un problema de alcance mundial,la humanidad jamás había tenido tantosmedios técnicos a su alcance para ha-cerle frente. Pero esta posibilidad se vepoco aprovechada por una mentalidadgeneral que no advierte su urgencia.Esta mentalidad está particularmenteextendida entre los habitantes de los pa-íses occidentales, donde aún no se apre-cian (ni se prevén a corto plazo) efectosque alteren nuestra vida diaria. Más aún:lo que vemos que sí puede afectar anuestro bienestar (entendiendo pornuestro el de los países más desarrolla-dos) son las medidas de reducción delcrecimiento económico que se proponenpara frenar el cambio climático. En cam-

bio, donde realmente ya son percepti-bles los riesgos inmediatos es en los pa-íses más pobres, mucho más vulnera-bles a los pequeños y grandes cambiosen la climatología.

Por lo tanto, aquello que es una ame-naza difusa para los países ricos, es yauna realidad para los países pobres.Como indica el Informe del PNUD2007-2008, tenemos ante nosotros unadoble amenaza. La primera es inmedia-ta, no es ninguna hipótesis de futuro,afecta ya el desarrollo humano y lo es-tá empezando a sufrir la población máspobre del planeta. La segunda se en-cuentra en el futuro, y afectará a toda lapoblación. Sin embargo, las incerti-dumbres se deben al hecho de no poderprecisar ni la velocidad del calenta-miento del planeta ni el alcance del im-pacto real que tendrá.

1.3. Se requieren medidaspolíticasEsta conciencia de la existencia delcambio climático aún se encuentramuy lejos de traducirse en medidas po-líticas apropiadas, ya que requierenuna solidaridad entre los países ricos ylos más pobres. En palabras del Infor-me Stern4: «Las acciones emprendidaspor los países a título individual no sonsuficientes. Cada país, por muy grandeque sea, es sólo parte del problema. Esfundamental crear una visión interna-cional compartida de los objetivos alargo plazo y construir marcos interna-cionales que ayuden a cada país a des-empeñar el papel que le corresponde enlos esfuerzos por lograr estos objetivoscomunes».

1.1. Origen del problema: aumentodel CO2 de origen humano5

A lo largo de los cuatro ciclos glacialesse ha producido una correlación entre latemperatura y la concentración de CO2.Durante los últimos cien años la tempe-ratura del planeta ha aumentado 0,7ºC,coincidiendo con el período de laRevolución Industrial. Los últimos añosha habido un intenso debate sobre si elcalentamiento del planeta se ha debidoa causas humanas o puede tener otrasexplicaciones naturales. Las conclusio-nes son que las fuerzas naturales (acti-vidad volcánica, intensidad solar...) por

sí solas no explican este aumento detemperatura. El IPCC explica que hayun 90% de posibilidades de que la ma-yor parte del calentamiento sea debidaa los gases de efecto invernadero gene-rados por la actividad humana. El IPCCnos presenta diversos escenarios posi-bles dependiendo de las emisiones deCO2 del siglo XXI. Estos escenarios de-penden de la demografía, del creci-miento económico, de los modelosenergéticos y de la aplicación de medi-das de mitigación. Ninguno nos indicauna estabilización por debajo de 600ppm.

6de CO2 y todos suponen un au-

mento de temperatura global por enci-

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2. EL INFORME DEL PNUD

El núcleo del problema del cambio climático es el hecho de que elplaneta no da abasto para absorber los gases de efecto invernadero(sobre todo, el dióxido de carbono). Existen pruebas científicas querelacionan el aumento del CO2 con el aumento de la temperatura mediadel planeta.

1. ALGUNOS DATOS

ma de 2ºC (varía desde los 2,3ºC del es-cenario más optimista hasta los 4,5ºCdel más pesimista). Cualquier aumentode la temperatura media del planeta porencima de los 2ºC comportará impactosecológicos y sociales importantes.

1.2. No todos los países sonigualmente vulnerables

La posible catástrofe que provocará elcambio climático no se producirá por unhecho apocalíptico, sino por un aumentoprogresivo de riesgos. Estos riesgosafectarán a todos los países, aunque deun modo muy desigual, puesto que notodas las poblaciones se encuentran enlas mismas condiciones para hacerlesfrente. Algunas poblaciones son muyvulnerables y otras tienen medios paramitigar los riesgos del clima. Un ejem-plo: la población del sur de Manhattan yla del delta del Ganges tienen el mismoriesgo de inundaciones, pero no com-parten la misma vulnerabilidad

7.

El PNUD nos habla de qué factoresconvierten el riesgo en vulnerabilidad.

Estos factores son:

Podríamos concluir afirmando quelos riesgos derivados del cambio climá-tico no encuentran en todo el planeta lasmismas condiciones y esto es explica-

ble sobre todo por dos razones. La pri-mera es que hay áreas que, por su loca-lización, sufrirán más el clima extremo,y que precisamente coinciden con lospaíses más pobres del planeta. El se-gundo motivo es que, en general, estospaíses, por el hecho de ser más pobres,tienen menos medios para afrontar elproblema y, por tanto, los efectos seránmás graves (menos ayudas públicas alos afectados, menos seguros, menos in-fraestructuras de protección...). En estemismo sentido recordemos sólo algunosdatos significativos del informe

8:

1.3. No todos contribuimos deigual manera al cambio climáticoLos países que son más vulnerables alcambio climático son los que menos hancontribuido. Esta es una paradoja queclama al cielo y que nos hace ver cómo

8

1. La pobreza y el desarrollo bajo.2. Las diferencias en el desarrollo hu-

mano. 3. La falta de infraestructuras de de-

fensa contra el clima. 4. El acceso a los seguros por parte

de la población.

– Aún hay mil millones de personasque viven al límite de la superviven-cia, con menos de un dólar estadou-nidense al día, y 2.600 millones (el40% de la población mundial) que vi-ven con menos de dos dólares día-rios.

– Se calcula que un 28% de los niñosde los países en vías de desarrollopresentan un peso insuficiente o undéficit de crecimiento. Las regionesmás afectadas son el sur de Asia yel África subsahariana.

– Se calcula que 40 millones de per-sonas viven con el VIH/sida y que en2004 hubo tres millones de muertespor esta enfermedad. Cada año hayunos 350-500 millones de casos demalaria, con un millón de víctimas.

el problema ecológico se convierte enun problema de justicia planetaria.

Si se miran las huellas de carbono delos diferentes países se advierten estasdiferencias. Los países ricos represen-tan siete de cada diez toneladas de CO2

que se han emitido desde que se inicióla Revolución Industrial.

Las emisiones globales actualesson:

Y bajo estos balances globales se es-conden diferencias muy significativascuando utilizamos la ratio per cápita.Cada habitante de Estados Unidos emi-te 20 toneladas/año; en cambio, un chi-no, 3,8 t/año, y un indio, 1,2 t/año (fuen-te: CDIAC 2007). Una rápida mirada aestas cifras nos indica que la responsa-bilidad sobre el actual cambio climáticono es la misma para todos. Cada país tie-ne una responsabilidad diferente en fun-ción del nivel de sus emisiones de CO2

desde el inicio de la RevoluciónIndustrial.

Esta es una cuestión que hay que te-ner en cuenta en el momento de esta-blecer las medidas mitigadoras.

9

Estados Unidos: 6 Gt.9

China: 5 Gt. Unión Europea: 4 Gt. Rusia 1,5 Gt.América Latina: 1,4 Gt.India: 1,3 Gt.Japón: 1,3 Gt. África subsahariana: 0,7 Gt.

África del Norte: 0,5 Gt.

2. CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

El IV Informe del IPCC proporcionaunas previsiones probables de cambiosclimatológicos. Durante las próximasdécadas aumentarán los episodios de se-quías, inundaciones y tormentas, es de-cir, los fenómenos meteorológicos ex-tremos. Las consecuencias de estoscambios afectarán al desarrollo huma-no. El PNUD identifica cinco factoresespecíficos multiplicadores del riesgode retroceso en desarrollo humano, quedescribimos brevemente siguiendo pun-to por punto el capítulo 2 de su Informe.

2.1. La producción agrícoladisminuirá en muchos países

El IPCC pronostica un incremento delas precipitaciones en latitudes altas yuna disminución en latitudes subtropi-cales. El calentamiento será probable-mente superior a la media mundial en elÁfrica subsahariana, y en el este y elsudeste de Asia.

Este hecho comportará pérdidas im-portantes en la producción agrícola, quesupondrán un aumento de la desnutri-

ción. Habrá diferencias entre los países,de tal manera que la producción de losmás desarrollados podría intensificarsey, por el contrario, disminuir la de lospaíses en vías de desarrollo. Una de lasregiones más expuesta al riesgo será elÁfrica subsahariana, donde aumentaránnotablemente los episodios de sequía.

2.2. Habrá menos disponibilidadde agua (estrés hídrico)10

Según las proyecciones del IPCC, loscambios de patrones climáticos tendránimplicaciones en la disponibilidad deagua. Es muy probable que los glacia-res y las nieves perpetuas sigan retroce-diendo. Este hecho en la actualidad yaestá llevando a una falta de disponibili-dad de agua en muchos países en des-arrollo. El agua es fuente de vida y desubsistencia. Tener acceso al agua pota-ble es una de las condiciones esencialespara el desarrollo humano. Actualmenteen muchas cuencas fluviales ya hay unestrés hídrico con una disminución pre-ocupante de los niveles freáticos en elnorte de China, en el sur de Asia y enOriente Medio. El cambio climáticoacentuará estos síntomas. En un mundoque ya sufre un estrés hídrico, este cam-bio climático podría comportar que enel año 2080 unos 1.800 millones de per-sonas vivan en un medio en el cual elagua fuese escasa.

La actual situación de OrienteMedio es crítica, ya que nueve de los ca-torce países tienen una disponibilidadde agua media por debajo del umbral deescasez. En el norte de África un au-mento mínimo de la temperatura podríacambiar dramáticamente la disponibili-

dad de agua. Como se sabe, un nivelmás elevado de estrés hídrico comportaun aumento de los conflictos políticosalrededor del acceso a los acuíferos (elrío Jordán, el río Nilo...), que fácilmen-te pueden derivar en guerras regionales.

El aumento de la sequía preocupatambién en el África subsahariana, en elsur de Asia y en algunas áreas deAmérica Latina. Los cultivos de secanose verán gravemente afectados. Porejemplo, según un estudio

11, en el año

2020 la supervivencia de entre 75 y 250millones de personas del África subsa-hariana se podría ver afectada por la se-quía, el estrés hídrico y el aumento de latemperatura. Otra problemática, aparen-temente opuesta, es la de la fusión de losglaciares que afectaría el 40% de la po-blación mundial. Es poco probable quela tendencia a derretirse se revierta en laspróximas décadas, aunque se actuase deuna manera urgente. Este deshielo com-porta un aumento de los caudales de losríos a corto plazo, que a la larga, sin em-bargo, se convertirá en graves sequías.Siete de los grandes sistemas fluvialesasiáticos se verán afectados: el Brahma-putra, el Ganges, el Huang Tse, el Indo,el Mekong, el Salween y el Iang Tse.

Estos sistemas proporcionan agua yalimentos a 2.000 millones de personas.También los glaciares tropicales dismi-nuyen a un ritmo más rápido que nun-ca. Por ejemplo, se calcula que en losAndes Tropicales hay 2.500 km

2de gla-

ciares. Sólo en Perú, desde 1970 ha dis-minuido entre el 20-30% la superficiede los glaciares. En un primer momen-to este hecho comportará riesgos másgrandes de inundaciones, aludes y des-prendimientos.

10

2.3. Aumentará el nivel del mar yel riesgo de fenómenosmeteorológicos extremosLa proyección del IPCC advierte que esposible que los ciclones tropicales, lostifones y los huracanes devengan másintensos por el calentamiento del aguadel mar. Y el nivel del mar seguirá su-biendo, a pesar de que no se sabe hastaqué nivel llegará. Los océanos han ab-sorbido, hasta ahora, más del 80% de laenergía que ha generado el calenta-miento global. La repercusión de estoshechos ya se hace evidente en algunosepisodios meteorológicos extremos ypoco previsibles que son causa de po-breza en muchas zonas del planeta. Laspersonas que viven en zonas costeras ydeltas de ríos se enfrentan a amenazasinmediatas.

Este factor climático se une a otrosfactores, como son el aumento de la ur-banización, el aumento de la poblacióny el estrés ecológico, que ha provocadouna disminución de la biodiversidad.

Hay bastante margen de incertidum-bre sobre el porcentaje de población quese puede ver afectado por inundaciones.El modelo del IPCC que utiliza diversosescenarios de crecimiento de la pobla-ción calcula que el número de personasadicionales que sufrirán inundacionesmarinas será de 134 y 332 millones si latemperatura aumenta entre 3 y 4ºC

12.

Entre las consecuencias del aumen-to de un metro del nivel del mar hay lainundación de unos 4.500 km

2de tierras

de cultivo en el Bajo Egipto. EnVietnam provocaría el desplazamientode unos 22 millones de personas conpérdidas de un 10% del PIB del país. EnBangla Desh, un aumento de un metro

del nivel del mar inundaría el 18% de lasuperficie del país y afectaría a unos 70millones de personas. Muchas islas delCaribe también están en peligro, sólocon un aumento de 50 cm. del nivel delmar. Otra de las características del cam-bio climático será la intensificación delas tormentas tropicales.

El calentamiento del agua comportaun aumento tanto del número de ciclo-nes como de su potencia, hecho queafectará de una manera directa aquelloslugares en los cuales la calidad de la ur-banización es más precaria.

2.4. Muchos ecosistemas severán afectados

La proyección del IPCC habla de la al-ta probabilidad de que muchos ecosis-temas se vean perjudicados por el cam-bio climático. Estos ecosistemas afectandirectamente al desarrollo humano.Cuando el aumento de la temperaturasea superior a 2 Cº el ritmo de extinciónde especies empezará a incrementarse.Estos procesos ya están en curso. Lapérdida de recursos naturales pondrá enpeligro a las personas que dependen deestos recursos. Los humedales son unejemplo: proporcionan biodiversidad,productos agrícolas y medicinales, sonimportantes reservas de madera, man-tienen las reservas de peces y, además,protegen las costas de las tormentas.Estas zonas, pero, se están degradandoa marchas forzadas y van desaparecien-do. Las especies animales y vegetales sedesplazan para adaptarse al cambio cli-mático. En todo el mundo ya se han de-tectado cambios en la época de flora-ción, y los patrones de migraciones han

11

cambiado. Las más afectadas son las re-giones de clima polar, que no tienen mu-chas alternativas de desplazamiento.Según el IPCC, el riesgo de extinción deentre el 20-30% de las especies anima-les y vegetales crecerá si el aumento dela temperatura global media es superiora 1,5-2,5ºC.

La región ártica es una muestra deque el cambio climático no es una ame-naza futura sino actual. Por ejemplo, du-rante los últimos cincuenta años la tem-peratura media de la zona que va desdeAlaska hasta Siberia ha aumentado en3,6 ºC, más del doble que la media mun-dial. La capa de nieve ha disminuido un10% en los últimos treinta años y la ca-pa de hielo marino, una media del 15 al20%.

2.5. Los cambios en los patronesde determinadas enfermedadestendrán un impacto negativosobre la salud humana La proyección del IPCC nos dice tam-bién que el cambio climático afectará lasalud humana a través de muchos me-canismos entre los cuales se encuentran:el cambio de temperatura, el acceso auna buena nutrición, la calidad del airey del agua, y muchas otras variables.Los primeros efectos serán más leves,pero se irán incrementando y afectaránmás a los países de renta más baja.

El clima afecta la salud humana demuchas formas. Lógicamente, las per-sonas más vulnerables son las que se ve-rán más afectadas. La OMS predice queel impacto del cambio climático será ne-gativo para la salud humana

13. Los pro-

blemas de salud humana dependerán de

muchos factores: la epidemiología pre-existente, los niveles de desarrollo y lacapacidad de los sistemas sanitarios.Muchos de los nuevos riesgos se con-centrarán en los países en vías de des-arrollo, en los cuales los sistemas públi-cos de salud son deficientes y en loscuales los problemas sanitarios son, yahoy en día, fuente de sufrimiento. Lamalaria es una de las preocupacionesmás importantes. En la actualidad unmillón de personas muere cada año poresta enfermedad, de las cuales más del90% viven en el continente africano.Hoy en día ya es la tercera causa de mor-talidad infantil en el mundo

14. El cam-

bio climático afectará a las tres variablesque más influyen en la propagación delas enfermedades: precipitaciones, tem-peratura y humedad. Todo ello afectapositivamente al Plasmodium causantede la enfermedad y también a las po-blaciones de mosquitos que son susprincipales vectores. El futuro es incier-to y se teme que la enfermedad se pue-da extender a zonas de mayor altitud.

Los fenómenos climáticos, comopor ejemplo episodios de inundacionesy de sequías, que han tenido lugar estosúltimos años en diversos países africa-nos, han provocado un aumento de de-terminadas enfermedades. Recordemossólo la epidemia de cólera en Etiopíadespués de las inundaciones de 2007 ola propagación de la fiebre chikunguan-ya en la región del este de África, debi-da a las condiciones secas y cálidas. Elcambio climático también podría pro-pagar el dengue. La expansión latitudi-nal vinculada al cambio climático po-dría provocar que la población expuestaal riesgo de esta enfermedad pasase de

12

1.500 millones de personas a 3.500 mi-llones en 2080. El aumento de las epi-demias de diarreas y cólera en determi-nados países y áreas geográficas hatenido graves consecuencias, sobre todoentre la población infantil. En cambio,

en los países más desarrollados las olasde calor vividas algunos veranos hancausado víctimas mortales sobre todoentre la población de más edad. Porejemplo, la ola de 2003 en Europa cau-só entre 22.000 y 35.000 muertos.

13

3. MEDIDAS QUE PROPONE EL INFORME DEL PNUD PARA MITIGAREL CAMBIO CLIMÁTICO

A la hora de proponer medidas hay quetener en cuenta las potentes fuerzas deinercia: cuando se libera CO2 a la atmós-fera se mantiene durante mucho tiempo,y por lo tanto, una reducción de emisio-nes no tiene unos efectos inmediatos.Hoy vivimos de las consecuencias delos gases de efecto invernadero emitidospor las generaciones anteriores, y las ge-neraciones futuras vivirán con las con-secuencias de las nuestras. Por tanto,mantener las emisiones en los nivelesactuales no reducirá los stocks porqueéstos ya superan la capacidad de absor-ción de los sumideros de carbono de laTierra. Si las emisiones se estabilizasena los niveles de 2000, los stocks au-mentarían hasta más de 200 ppm. a fi-nales del siglo XXI, ya que la respuestade los sistemas climáticos es lenta.Hacia finales del siglo XXI las accionesque hoy adoptamos serán el principalfactor que afectará al cambio climáticoy, a pesar de esto, los efectos mitigado-res de hoy no producirán efectos signi-ficativos hasta después de 2030

15. Esta

es quizá la dificultad más grande parauna concienciación a escala mundial.

3.1. Una necesaria cooperacióninternacional: los países ricosdeben ayudar a los vulnerables

La Convención Marco de la ONU sobreel Cambio Climático (CMNUCC) esta-blece una agenda ambiciosa para adop-tar medidas para la adaptación y hace unllamamiento a la cooperación interna-cional. Se pide a los países ricos queayuden a los pobres, más vulnerables alcambio climático, con ayuda financiera.El informe del PNUD denuncia que lospaíses ricos no cumplen con el espíritude esta convención. Si no hay ayudaspara la adaptación al cambio climáticono sólo será imposible lograr losObjetivos del Milenio el año 2015

16si-

no que a partir de 2015 se producirá unretroceso en estos objetivos. Si bien lasvíctimas del fracaso de la adaptación se-rán las poblaciones más pobres, las con-secuencias a largo plazo no respetarán

las fronteras. Las presiones migratoriasse acentuarán y los conflictos por elagua se generalizarán. En un mundo in-terdependiente, ningún país escapará deestas consecuencias. Las políticas demitigación del cambio climático, la re-ducción de las emisiones de CO2 ten-drán efectos durante la segunda mitaddel siglo XXI y se notarán poco en lospaíses en vías de desarrollo. En cambio,las de adaptación marcarán la gran di-ferencia entre países los próximos 50años, de manera que estas políticas deadaptación permitirán o no que se pue-dan mantener los Objetivos del Milenio.

3.2. Se requiere un cambio en laspolíticas de ayuda al desarrolloDurante los noventa las ayudas interna-cionales a los países en vías de desarro-llo sufrieron un severo recorte.

La Cumbre del Milenio de la ONUde 2000 dio lugar a algunos compromi-sos por parte de los países ricos. Tam-bién los compromisos de Monterrey(2005) ratificados por el G8 y la UE tie-nen como objetivo dedicar el famoso0,7% de la RNB de los países ricos aayudas al desarrollo, aparte del com-promiso de doblar los flujos de ayudael año 2010, y un incremento de 50.000millones de dólares estadounidenses,del cual la mitad iría destinado a Áfri-ca. Pero según el PNUD, el balance so-bre el cumplimiento de estos compro-misos no es muy bueno. Si bien escierto que la ayuda se ha incrementadoa partir de finales de los años noventa,en 2006 volvió a sufrir una reduccióndel 5%. Hay que tener en cuenta, ade-más, que una gran parte de la ayuda se

ofrece en concepto de condonación dela deuda y en ayuda humanitaria deemergencia dedicada a reducir los efec-tos de las catástrofes. Si excluimos lareducción de la deuda y la ayuda hu-manitaria, durante los próximos cuatroaños la ayuda se tendría que triplicarpara conseguir los compromisos de2005 de doblar la ayuda para el año2010. Hoy por hoy no se ve cómo estopodrá alcanzarse. Y ello a pesar de queel Informe del PNUD (2007-08) no hapodido tener en cuenta los efectos de lacrisis económica mundial que estalló en2008. Habrá que ver cómo afecta estacrisis a las ayudas al desarrollo, ya quese está produciendo una desaceleraciónen el crecimiento económico de los pa-íses de la OCDE.

3.3. Poner en marcha medidas deadaptaciónEs evidente es que las medidas de adap-tación al cambio climático suponen unesfuerzo adicional respecto a las ayudasal desarrollo, y de aquí la necesidad deun fondo dedicado exclusivamente a es-tas medidas. El Fondo Mundial para elMedio Ambiente (FMAM) ha creadodos fondos especiales con esta finali-dad: el Fondo Especial para el CambioClimático (FECC) y el Fondo de losPaíses Menos Desarrollados (FPMD).El FPMD fue creado en 2001 y ha reci-bido contribuciones de 17 donantes queascienden a 157 millones de dólaresUSA. El FECC, operativo desde 2005,ha recibido contribuciones por un valorde 67,3 millones de dólares USA, de loscuales 57 millones están destinados a laadaptación.

14

Posteriormente se creó un tercer fon-do, denominado Fondo de Adaptación,que tiene el objetivo de financiar accio-nes concretas. Los recursos provienende una tasa del 2% sobre el total de loscréditos generados a través de proyec-tos de desarrollo neto. Se prevé que es-te fondo generará entre 160 y 950 mi-llones de dólares en 2012, siempre enfunción del volumen comercial y de losprecios.

Para darse cuenta del peso específi-co de este fondo sólo hay que decir quea mediados de 2007 la financiaciónmultilateral real recogida a partir delamplio abanico de iniciativas desarro-lladas en el seno de la CMNUCC

17ha-

bía producido unos ingresos de 26 mi-llones de dólares USA.

Para hacernos una idea, esta cifra só-lo equivale al gasto semanal del ReinoUnido en protección y defensa ante po-sibles inundaciones. En el futuro, el to-tal de la financiación comprometida pa-ra la adaptación mediante fondosmultilaterales asciende a 279 millonesde dólares, a distribuir durante los pró-ximos años hasta 2012.

En contraste, el esfuerzo de adapta-ción de los países ricos es muy elevado.Por ejemplo, sólo el Estado de BadenWürttemberg (Alemania) tiene previstoinvertir el doble de esta cantidad para re-forzar las defensas contra las inunda-ciones. Venecia tiene previsto gastar3.800 millones de dólares durante cincoaños para proteger la ciudad contra lasubida del nivel del mar. Es difícil eva-luar el esfuerzo total de ayuda median-te fondos de adaptación al cambio cli-mático, ya que no hay ningunadefinición exacta de qué es un proyecto

de adaptación. Un estudio de diez orga-nismos bilaterales que representan losdos tercios de la ayuda al desarrollo handocumentado compromisos por un va-lor de 94 millones de dólares durante elperíodo 2001-2005, menos del 0,2% dela media de flujos de ayuda al desarro-llo

18. Finalmente, hay que decir que el

Banco Mundial ha pasado de tener diezproyectos en 2005 dedicados a la adap-tación al cambio climático a tener cua-renta en 2007. A pesar de un incremen-to tan sustancial, aún resulta insuficientepara responder a las necesidades queplantea la adaptación.

3.4. Prever las emergenciasclimáticasTambién hay otro frente que hay queatender: el aumento de las catástrofesrelacionadas con el clima. El aumentode la inversión en adaptación y para mi-tigar el cambio climático no evita queen momentos más puntuales se requie-ra una respuesta de ayuda internacionalante las catástrofes. La ayuda a las ca-tástrofes es una de las áreas que crecemás rápidamente, según el Informe delPNUD. Apenas empieza a surgir un sis-tema multilateral preparado para hacerfrente a las emergencias climáticas: elFondo Central de Respuesta aUrgencias gestionado por la ONU. Suobjetivo es poder prestar ayuda huma-nitaria urgente y efectiva al cabo de 72horas de haberse producido una crisis.Desde 2006, 77 países se han compro-metido a aportar fondos. La propuestaera poder disponer de un fondo anualrenovable de 450 millones de dólaresestadounidenses el año 2008.

15

3.5. ConclusiónEn conclusión, hay que reforzar la coo-peración internacional en materia deadaptación. Y esta adaptación tiene queintegrarse en las estrategias para reducirla pobreza y en la planificación de lospresupuestos. Se han llevado a cabo di-versos intentos de calcular la financia-ción necesaria para esta adaptación. Esdecir, que ha de permitir adaptar las in-fraestructuras para protegerlas de losriesgos del cambio climático. El BancoMundial hizo una previsión de costes deunos 30.000 millones de dólares esta-dounidenses para el año 2005. Esta fi-nanciación para la adaptación requiererecursos nuevos y adicionales a los de-dicados al desarrollo. Según los cálcu-los del PNUD, las necesidades finan-cieras de ahora al año 2015 sedistribuirán en los siguientes conceptos:invertir en desarrollo teniendo en cuen-ta los fenómenos climáticos, adaptar losprogramas de reducción de la pobreza alcambio climático y reforzar el sistemade respuesta en caso de catástrofes. ElPNUD da la cifra de en torno a 86.000millones de dólares anuales de aquí a2015 en financiación adicional. Unamovilización de recursos que represen-taría para los países desarrollados mo-vilizar casi el 0,2% del PIB en 2015, ouna décima parte de lo que se dedica ac-tualmente a gasto militar. Dada la nece-sidad de movilización de recursos fi-nancieros adicionales, se tendrían quetener en cuenta propuestas innovadorasde financiación. Hay diversas opciones.Por ejemplo, movilizar recursos a través

del mercado del carbono, poniendo im-puestos sobre emisiones de carbono. Unimpuesto de tan sólo tres dólares por to-nelada de CO2 emitida produciría unos400.000 millones de dólares al año. Elrégimen de cuotas e intercambio repre-sentan otra vía de financiación. Porejemplo, el régimen de comercio de de-rechos de emisión de la UE destinaanualmente alrededor de 1,9 Gtoneladasen derechos de emisión en la segundafase hasta 2012. Según la legislación ac-tual, se pueden sacar a subasta hasta un10% de estos derechos.

Para entendernos, un gravamen deadaptación de tres dólares por toneladade CO2 sobre este volumen recaudaría570 millones de dólares. Otros gravá-menes podrían ser una tasa sobre los bi-lletes de avión. Francia empezó a apli-carlo en todos los vuelos europeos einternacionales. El objetivo era generarunos ingresos de 275 millones de dóla-res para financiar el tratamiento del si-da. Otros proponen que la financiaciónesté vinculada a la riqueza de los paísesdesarrollados. Existe un compromisosegún el cual todos los países que cons-tan en el anexo del Protocolo de Kyototienen que destinar una parte fija de suPIB a financiar la adaptación

19. Otros

proponen la creación de una fórmulapara las contribuciones a la adaptaciónque vincule la responsabilidad de lasemisiones de CO2, según las proporcio-nes históricas y las capacidades finan-cieras actuales medidas según el IDH(índice de desarrollo humano) y la ren-ta nacional

20.

16

4.1. Importancia de laconcienciación a escala deopinión pública mundial

El Informe habla también de la impor-tancia de la concienciación de la opiniónpública mundial y el papel que desem-peñan los medios de comunicación. Laopinión pública continúa dominada porun modo de pensar que combina apatíacon pesimismo. Encuestas recientes in-dican que el cambio climático se perci-be como una amenaza urgente para lapoblación de los países en vías de des-arrollo, pero, en cambio, en los paísesdesarrollados no aprecian esta urgencia.Sólo el 22% de los británicos conside-ran el cambio climático uno de los pro-blemas más graves a los que se enfren-ta el mundo, en comparación con casi lamitad de los chinos y las dos terceras delos habitantes de la India. Según las en-cuestas, los países más preocupados sonMéxico, Brasil y China

21. Este nivel de

percepción estaría relacionado con losriesgos y la vulnerabilidad. De todosmodos, la opinión pública cambia enfunción de las noticias y de las catástro-fes producidas. Así, en los últimos años,en EEUU está creciendo el nivel de sen-sibilización hacia a este problema.

4.2. Las dos caras de la monedaLos medios de comunicación tendríanque ejercer una función principal a lahora de informar sobre el cambio cli-mático.

El Informe del PNUD dice sobre es-te punto: «Existen diferencias muy mar-cadas en la forma en que los medios hanrespondido al cambio climático, tantodentro de los países como entre ellos.Muchos periodistas y órganos de pren-sa han prestado un servicio extraordina-rio en cuanto a mantener vivos los de-bates públicos y profundizar losconocimientos. No obstante, también esimportante admitir el otro lado de la mo-neda. Hasta hace muy poco, el principiode equilibrio editorial se ha aplicado demanera tal que ha significado un frenoal debate informado»

22. Así, un estudio

llevado a cabo en Estados Unidos23

en-contró que este equilibrio ha provocadoque la mitad de los artículos publicadosen los periódicos prestigiosos del paísentre 1990 y 2002 diesen el mismo pe-so a las conclusiones del IPCC y de lacomunidad científica que a las opinio-nes de los escépticos, muchos de loscuales han sido financiados por gruposde intereses creados. Este modo de in-formar ha generado confusión en la opi-nión pública estadounidense. Es evi-dente que existe el derecho de informarde las opiniones minoritarias y de lasque no están de acuerdo, pero no ayudaa hacerse un juicio argumentado si la se-lección editorial trata las dos visionescomo si tuvieran el mismo peso.

4.3. Una información verídicaPodríamos concluir, primero, que se re-quiere una buena información que haga

17

4. OPINIÓN PÚBLICA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

prevalecer la que proviene del consensocientífico para que la población puedaformar su opinión sobre la problemáti-ca; segundo, hay que tomar concienciade cuán importante es que los medios decomunicación no se centren sólo en lassituaciones excepcionales y catastrófi-cas futuras, sino que acentúen más lasamenazas inmediatas sobre el desarrollohumano. Un exceso de catastrofismo fu-turista provoca insensibilización, ya queel catastrofismo, o bien se tilda de exa-geración, o bien no ofrece ninguna solu-

ción en perspectiva. En tercer lugar, losgrandes medios de comunicación sonoccidentales y hablan poco de la afecta-ción de los países pobres y de la respon-sabilidad que tienen los países ricos an-te el cambio climático. Si uno intentabuscar noticias sobre África en cualquierperiódico de los países occidentales seda cuenta enseguida de su inexistencia einvisibilidad. Por lo tanto, urge que sehable de estas consecuencias, que ya sedan en la vida cotidiana de millones depersonas.

18

3.1. El derecho a la vida de lasgeneraciones futuras: solidaridadintergeneracionalLo importante no es el hábitat en sí, si-no que las personas puedan seguir dis-frutando de las libertades fundamenta-les inherentes a toda persona humana,las cuales no son posibles sin un hábitatcapaz de proveer de los recursos bási-cos para el ejercicio de esta libertad. Lasolidaridad intergeneracional es el fun-damento del concepto de sostenibilidadya enunciado en el Informe Brundtland(1987), que unió estrechamente la de-pendencia que existe entre desarrollo ymedio ambiente. Recordemos, si no, có-mo define desarrollo sostenible: «ase-gurar que satisfaga las necesidades del

presente sin comprometer la capacidadde las futuras generaciones para satisfa-cer las propias».

3.2. Un problema de justiciaplanetariaEl cambio climático pone en peligro laslibertades fundamentales de las perso-nas en un futuro no muy lejano. Hemosvisto cómo el cambio climático afecta-rá a los ámbitos de desarrollo humanode millones de personas de nuestro pla-neta. A corto plazo afectará a aquellosmás vulnerables, pero a largo plazo, sino lo remediamos, afectará a todo el pla-neta. Si un observador “imparcial” vie-se el problema, seguro que aconsejaría

19

3. JUSTICIA SOCIAL Y PROBLEMA ECOLÓGICO.UNA REFLEXIÓN ÉTICA

La expresión «Todo individuo tiene derecho a la vida» forma parte delartículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de1948. ¿Cómo podemos respetar este derecho sin cuidar el entornohumano que lo hace posible? Este derecho, como enunció H. Jonas,se extiende no tan sólo a nuestros contemporáneos sino también a lasgeneraciones futuras. Y por este motivo tenemos la obligación ética dedejar a estas generaciones un hábitat igual al que hemos encontrado.

que se le hiciera frente de un modo in-mediato con medidas políticas que mi-tigasen las consecuencias. Si este ob-servador imparcial, como propone J.Rawls en su Teoría de Justícia, no su-piera dónde le tocaría nacer (podría na-cer tanto en EEUU como en Chad), se-guro que enunciaría unas medidasequitativas para todos los países con unaclara discriminación positiva haciaaquellos que en estos momentos sonmás vulnerables al cambio climático.También exigiría a todos los países quecompartiesen los recursos para hacerlefrente, y exigiría a aquellos que son losmáximos responsables una mayor con-tribución, ya que se han aprovechadodel planeta como vertedero de sus emi-siones de CO

2desde los inicios de la

Revolución Industrial.

3.3. ¿Soluciones técnicas ovoluntad política?Podríamos empezar por preguntarnos sila posible solución al problema ecoló-gico se encuentra sólo en una soluciónen el ámbito de la técnica. Si fuese asísólo habría que encontrar estas solucio-nes a través de la investigación científi-ca. Para llevar a cabo esto último, seríanecesario, en primer lugar, destinar fon-dos, que probablemente tendrían que serpúblicos (en el sistema económico ac-tual, muchas inversiones difícilmenteserían realizadas por el capital privado,ya que los beneficios serían a largo pla-zo). Y, en segundo lugar, tener la volun-tad política de aplicar estas solucionesseguramente costosas y sin unos resul-tados inmediatos que pudieran ser apre-ciados por las personas. Aún más, algu-

nas de las medidas, si no son bien ex-plicadas, pueden generar rechazo en laopinión pública, ya que tocan directa-mente los niveles de bienestar24 que tie-nen los países ricos. Sin menospreciarlas soluciones técnicas, que son necesa-rias, muchos apuntan la necesidad de uncambio cultural, de mentalidad. En otraspalabras, un cambio de valores que fue-se a la raíz del problema ecológico.

Nuestro sistema económico actualva acompañado de una serie de valoresque determinan la manera de vivir, deelaborar las emociones, de relacionar-nos con los próximos y con los lejanos.Así divulga algunos valores y frenaotros. Fomenta un estilo de vida que notiene sentido sin símbolos de posesión yde estatus: aparatos electrodomésticos,un tipo determinado de vivienda, unaforma de disfrutar del ocio… Así pues,en el fondo existe un estilo de vida mar-cado por un acentuado individualismo,que apuesta por vivir de una forma frag-mentada y atomizada y por una sexua-lidad en la cual tiene la primacía el pla-cer intenso y corto sin ternura nicompromiso.

Si miramos un poco más allá deaquello que es más visible, el problemaecológico muestra una crisis de este mo-delo económico en el cual predomina lavoracidad y el consumo excesivo. Así,la solución más radical (que vaya a laraíz) del problema ecológico tendría queconsistir en cambiar este estilo de vidaimperante, es decir, fomentar otros va-lores humanos que también tenemos,pero que han sido relegados o conside-rados no apropiados desde la concep-ción de progreso que tenemos, sobre to-do en Occidente.

20

3.4. ¿Nueva cultura ecológica?La interdependenciaDos reflexiones en la búsqueda de estanueva cultura ecológica. En primer lu-gar, la solución al problema ecológicovendrá de unir la justicia, la distribuciónde recursos y la problemática ecológica.En segundo lugar, se tendría que anali-zar qué valores profundamente huma-nos se tendrían que desarrollar para cre-ar esta cultura ecológica.

a) Para tratar la primera reflexióndebemos volver a nuestro discurso. Ladegradación medioambiental afecta yaa muchos países pobres, y los paísesmás ricos o las poblaciones que tienenmás recursos pueden defenderse mejorante el problema, pero no pueden solu-cionarlo, ya que tiene una dimensiónglobal que no respeta las fronteras te-rritoriales ni de riqueza. A corto plazose puede frenar el problema segregan-do a los ricos en espacios protegidos,pero una dualización de la población deestas características no es sostenible ala larga. Hace falta que el problema seaafrontado conjuntamente por toda lahumanidad, uniendo dos problemas:uno ya viejo, la distribución más equi-tativa de los recursos escasos, y uno denuevo, el cambio climático. Con la di-ferencia de que así como en el primerose puede optar por el mantenimiento deuna situación de injusticia (mantenien-do, eso sí, unas desigualdades y unaopresión inhumanas), en el segundo laopción no es posible a largo plazo, siexceptuamos la solución que está enmente de algunos y que pasa por la co-lonización de otro planeta. Así pues, esinevitable unir problemas y buscar so-luciones conjuntas.

Sin embargo, la cuestión no es fácily provoca algunas preguntas: ¿Se pue-de aplicar un paradigma de solidaridadplanetaria cuando no se ha hecho nun-ca? ¿Es posible convencer de la necesi-dad de sacrificios y de un cambio de es-tilo de vida, cuando existe la creencia deque se pueden aplicar soluciones par-ciales efectivas a corto plazo? En otraspalabras, ¿se puede pedir a la genera-ción actual solidaridad con las genera-ciones futuras, a partir de un cambio deestilo de vida, que supone más austeri-dad en el consumo?

b) Planteémonos el segundo punto:¿qué valores podrían ayudar a hacerfrente a la raíz del problema ecológico?

Habría que revisar cómo nos apro-ximamos a la naturaleza y al resto de se-res de nuestro planeta. Y veremos queno es diferente de cómo nos acercamosa nuestros propios hermanos y herma-nas de especie; por tanto, la raíz del pro-blema de las relaciones interhumanas ylas relaciones con la naturaleza es lamisma.

Nuestro ambiente cultural potenciael hecho de pensar en primer lugar ennosotros mismos y no facilita ser cons-cientes de la realidad de interdependen-cia entre todos los seres, es decir, que to-dos nos relacionamos y que nuestra vidadepende en gran medida de los demás.No vivimos aquello que somos comodon de los demás y cuando nos relacio-namos los tratamos a menudo como me-ros objetos. Y no sólo actuamos así conlos animales y las plantas, sino tambiéncon nuestros hermanos y hermanas deespecie. Así no asumimos lo que pien-san, lo que sienten, lo que sufren comopropio, sino que nos relacionamos con

21

ellos como si fuesen objetos que obser-vamos, manipulamos, pero que no nosobligan a nada (ob-lligare).

Tenemos interiorizado que el yo notiene necesidad de ninguna otra cosaaparte de uno mismo para vivir, y si ne-cesita a los demás acostumbra a tratar-los como objetos, o al menos siempre enfunción de uno mismo. Esta forma deaproximarnos a aquello que no soy yose da en diversos ámbitos: en el ámbitoepistemológico o del conocimiento, enel ámbito de la relación social y tambiénen la economía. Hemos creado una eco-nomía que tiene un carácter antropo-céntrico, sólo pensada para la especiehumana y que considera el entorno enfunción del beneficio propio sin tener encuenta a las demás especies, como si setratara de realidades totalmente inde-pendientes. Seguimos pensando y apli-cando la fábula de las abejas deMendeville, en la cual se enseña que elpensar sólo en el beneficio propio com-porta el bien social para todos, y ahorase puede ampliar este bien a toda labiosfera. Quizás haría falta empezar arelacionarnos desde la interdependen-cia, y así captar que el bien individual yel bien colectivo son inseparables, ydarnos cuenta de que este error ya com-porta que tres cuartas partes de la hu-manidad sufran, y que sufra tambiénuna naturaleza sometida a una gran pre-sión. Esta conciencia de la interdepen-dencia tendría que desembocar en unaética de la compasión universal que pro-mueva que todos los seres puedan vivircon dignidad. Sólo la especie humanapuede captar esta responsabilidad, y poreste motivo nos tenemos que comportarcomo si fuésemos la conciencia del pla-

neta y, por lo tanto, tenemos que dar unarespuesta compasiva que capte el desti-no común de todos y todas juntamentecon toda la biosfera. Esta nueva manerade relacionarnos no es nueva, ya que laencontramos en muchas tradiciones re-ligiosas. Esta interdependencia suponecomunión entre todos los seres. Y nosconduce a atender a los más débiles y acuidarlos como si de nosotros mismosse tratara, ya que por la interdependen-cia nos afecta su sufrimiento. Así pues,esta es la forma de entender el proble-ma ecológico como un problema de jus-ticia planetaria.

Esta interiorización del valor de lainterdependencia que nos conduce a lacompasión no es fácil, porque se oponea los valores predominantes de nuestracultura actual. Los signos y los síntomasde la crisis ecológica, a pesar de las vo-ces alarmantes, aún no han tocado lamentalidad general, que sigue buscandosoluciones técnicas y a corto plazo alproblema ecológico. Soluciones queeviten tener que plantear el problemacomo un problema cultural que afecta ala distribución de recursos. Se requiereuna tarea urgente de sensibilización so-cial, ya que son las personas las únicasque, individualmente o de un modo or-ganizado, pueden ir presionando a aque-llos poderes del planeta que oponen re-sistencia a los cambios y que a menudoencuentran en nuestra indiferencia unfiel aliado.

En este punto es obligatorio pregun-tarse por qué oponen resistencia al cam-bio y por qué somos cómplices con tan-ta facilidad. Para algunos, o bien elproblema se irá resolviendo lentamentea través de la sensibilización y de la edu-

22

cación de las nuevas generaciones, obien a partir de algún desastre ecológi-co de dimensiones alarmantes que nosobligue a pensar seriamente en nuestrasupervivencia amenazada. En este se-gundo caso, se dispararía un fenómenoparecido al de las economías de guerra:una mayor solidaridad y la disposicióna aceptar el sacrificio de comodidades yde pautas de consumo no adecuadas.Una constatación así puede parecer pe-simista, pero si echamos una ojeada his-tórica al siglo XX, podemos ver que lasgrandes declaraciones éticas han sidomotivadas y elaboradas después de gra-ves crisis de inhumanidad. Recorde-mos, si no, la misma declaración deDerechos Humanos de la ONU (1947)o las declaraciones sobre experimenta-ción en humanos, todas ellas redactadascuando la humanidad parecía haber to-cado fondo.

3.5. Papel de las tradicionesreligiosas en este cambio culturalNos podemos preguntar qué papel pue-den tener las tradiciones religiosas eneste cambio cultural, puesto que muchasproclaman con expresiones diferentesestos valores de la compasión, fruto dela interdependencia o de la comuniónentre todos los vivos. En el ámbito de laética, el Parlamento Mundial de lasReligiones elaboró el año 1993 unaDeclaración de Ética Mundial como ex-ponente del acuerdo de las grandes tra-diciones religiosas, en el cual figurantambién valores ecológicos. Algunas delas ideas clave allá expresadas en rela-ción con el tema que nos ocupa son:considerar a toda la humanidad como

una gran familia, no se puede cambiarla Tierra si antes no cambia la mentali-dad de los hombres y mujeres, y el res-peto a toda vida. He aquí un fragmentoen el cual se habla del tema ecológico:

Es importante el papel de las reli-giones como motivadoras del cambiopor su visión antropológica. El Informedel PNUD nos habla también del papelpositivo de las tradiciones religiosas,puesto que comparten valores como lajusticia intergeneracional, la responsa-bilidad compartida por el medio am-

23

La persona humana es inmensamen-te valiosa y absolutamente merece-dora de protección. Pero la vida de losanimales y de las plantas, que juntocon nosotros habitan este planeta,también merece salvaguarda, conser-vación y cuidado. La explotación des-enfrenada de los elementos básicosnaturales, la destrucción despiadadade la biosfera y la militarización delcosmos son un crimen. Como huma-nos, con la vista situada sobre las ge-neraciones venideras, tenemos unaresponsabilidad especial hacia el pla-neta Tierra y el cosmos, el aire, elagua y la tierra. En este mundo todosestamos implicados recíprocamente ydependemos los unos de los otros.Cada uno de nosotros depende delbien de la colectividad. Por este moti-vo no tiene sentido proclamar la so-beranía humana sobre la naturaleza yel cosmos, sino que por el contrariotendríamos que librarnos a fomentarla comunidad humana con la natura-leza y el cosmos. (Apartado III. Cuatroorientaciones inalterables 1D).

biente y la preocupación por los másvulnerables. Correspondería a estas tra-diciones actuar como agentes de cam-bio, capaces de movilizar a las personasa partir de estos valores compartidos25.

Las religiones, al afirmar la dignidadde todo hombre y mujer, promueven po-líticas igualitarias en cuanto al disfrutede recursos. Algunas, al considerar a lanaturaleza como creación o don de Diosa los hombres y mujeres, promuevenuna relación con la naturaleza basada enel respeto y no en la explotación: la na-turaleza es un regalo de Dios que hayque preservar. Algunas otras, incluso,llegan a sacralizarla y ello hace que elrespeto por ella sea el elemento centralde sus creencias y acciones. Las reli-giones, al considerar a todo hombre ymujer como prójimos, son capaces deentender que las generaciones futurasson también prójimo y ello genera unimperativo ético de respeto para estasgeneraciones. También muchas religio-nes tienen en sus prácticas un cierto ri-gor y austeridad en el uso de los recur-sos, puesto que éstos son limitados y setienen que compartir para que todos loshumanos puedan disfrutar de ellos.

3.6. Necesidad de acuerdosmundialesTodos los Informes insisten en la nece-sidad de acuerdos globales para poderhacer que las medidas propuestas paramitigar el cambio climático tengan éxi-to. También insisten en el hecho de quelos países más pobres no podrán apli-carlas sin ayuda y que hace falta que es-ta aplicación, en el caso de los países envías de desarrollo, sea gradual.

Los problemas ecológicos a menudosobrepasan las fronteras de los Estadosy, por lo tanto, piden soluciones globa-les, no sólo ligadas a determinados te-rritorios o países; en otras palabras: re-quieren legislaciones de ámbitomundial. Como toda ley tiene detrás su-yo priorizaciones de valores, que res-ponden al pensamiento de las mayoríaspolíticas articuladas en acuerdos másamplios, muchas de las propuestas deética global que se presentan, denomi-nadas también propuestas de ética mí-nima, civil o planetaria, centran parte desu contenido en afirmaciones de valoreso de derechos, que se refieren a cues-tiones ecológicas que no conocen fron-teras artificiales entre países. Sucedeque muchas empresas se deslocalizanpara huir de las legislaciones más rigo-ristas de algunos países y van a buscarpaíses más permisivos.

Como sabemos, una propuesta éticasin traducción jurídica, aunque tiene unvalor pedagógico que apunta a un biengeneral, sólo tiene validez en el ámbitode la conciencia individual. Así pues, ha-ce falta que se den legislaciones mun-diales sobre estas cuestiones, que seande cumplimiento obligado, y que se san-cione a los infractores. Hay muchos pa-íses (y la misma UE) que han empezadoa legislar sobre ecología; sin embargo, amenudo faltan medios de seguimientode su cumplimiento o las sanciones sontan poco significativas que algunas in-dustrias prefieren seguir pagando mul-tas. En el ámbito mundial se han convo-cado muchas conferencias en las cualesse han buscado acuerdos entre todos lospaíses y se han hecho declaraciones, al-gunas de ellas de buenas intenciones que

24

posteriormente los países no han puestoen su práctica legislativa.

Una de las más significativas ha si-do la Conferencia de Río, el año 1992.En los acuerdos sobre cuestiones con-cretas, podríamos citar el que hasta aho-ra ha sido uno de los pocos éxitos mun-diales en materia ecológica, el acuerdode Montreal de 1987, que ha logradoque entre 1987 y 2000 se haya reducidola emisión de clorofluorcarbonados enun 70%. La otra cara de la moneda hasido el bajo cumplimiento del Protocolode Kyoto (1997) para reducir la emisiónde gases que provocan el efecto inver-nadero (el calentamiento del planeta).El acuerdo fue ciertamente complicado,ya que los países en vías de desarrollose vieron perjudicados por los paísesmás industrializados y también porquepara muchos ecologistas las resolucio-nes fueron decepcionantes. Las reduc-ciones anunciadas fueron rápidamentecompensadas por el crecimiento de laseconomías emergentes, sobre todoChina e India, y el problema no ha he-cho más que agravarse. Además, algu-nos de los países que más contribuyen a

esta emisión no lo firmaron, como es elcaso de Estados Unidos.

En conclusión diremos que se nece-sitan acuerdos mundiales en el tema eco-lógico, pero sobre todo se requiere vo-luntad política para traducirlos en leyesque los gobiernos se vean obligados acumplir. Es alarmante la falta de instru-mentos políticos y legales de ámbito pla-netario. Por ahora todos los instrumen-tos existentes sólo tienen sobre losEstados una legitimidad moral, ya queéstos siempre se reservan la última pala-bra. Pensemos, si no, en el caso de lasNaciones Unidas, y en su reconocida ne-cesidad de reforma. Tendríamos que di-rigirnos pues hacia nuevas estructurasdemocráticas mundiales con autoridadsobre los Estados y los entes locales.

Una vez terminado este texto, se haclausurado la XIV Cumbre de la ONUsobre Cambio Climático en Poznan(Polonia)26, preparatoria de la que se ten-drá que llevar a cabo para renovar elTratado de Kyoto, que expira el año2012. Unas palabras de Intermón Oxfamy de Greenpeace reflejan bien qué ha re-presentado esta Cumbre:

25

«La Cumbre de Poznan sobre cambio climático se cierra sin compromisos sólidospor parte de los países desarrollados para evitar el calentamiento global y ayudar alos países pobres a adaptarse a sus consecuencias. La Unión Europea no ha esta-do a la altura de sus discursos, y ha evitado asumir su responsabilidad. Queda unaño para la cumbre de Copenhague, y todo hace pensar que no se conseguirá unacuerdo justo para frenar a tiempo el cambio climático. La Cumbre de Poznan era unpunto intermedio en las negociaciones, pero ha mostrado la falta de voluntad de lospaíses desarrollados de comprometerse a reducir emisiones, financiar la adaptacióny transferir tecnología contra el cambio climático. La puesta en marcha del Fondopara Adaptación, principal logro de la Conferencia, se empaña por la falta de recur-sos para dotarlo. Aún es posible conseguir un acuerdo justo en Copenhague si seproducen avances sólidos y rápidos durante el año 2009. Los países ricos tienen quemostrar voluntad política y flexibilidad para lograrlo» (Intermón-Oxfam)27.

Ante la importancia de esta Cumbrecomo preparatoria de la revisión deKyoto, Intermón Oxfam ha publicado(dic. 2008) un Informe titulado Clima,pobreza y justicia, sobre «cuál debe serel resultado de la conferencia de Poznanpara lograr un acuerdo global justo y efi-caz»29. El informe refleja las mismas in-quietudes que las descritas en esteCuaderno.

Casi simultáneamente, los lídereseuropeos han presentado de maneratriunfal un paquete de medidas acorda-das en Bruselas para hacer frente alcambio climático. Ha sido presentado a

la prensa como un hecho histórico.«Ningún continente se ha impuesto a símismo las reglas vinculantes que nos-otros hemos adoptado de manera uná-nime», dijo Nicolas Sarkozy, comoclausura de la presidencia francesa dela UE. Y añadió: «Los objetivos siguensiendo los mismos. De ningún modo lacrisis económica puede ser utilizada co-mo excusa para no avanzar en materiade medio ambiente». El plan prevé untriple objetivo para el año 2020: redu-cir en un 20% las emisiones de gases deefecto invernadero respecto a los nive-les de 1990, llevar hasta el 20% la pro-

26

Las negociaciones sobre mayores reducciones de emisiones en los Estados des-arrollados no se iniciaron hasta el mes de junio, debido a los grandes esfuerzos deAustralia, Canadá, Japón y Nueva Zelanda, que han presionado durante toda la cum-bre para dejar en paréntesis esta cuestión.

«El resultado final de las conversaciones es poco más que un refrito de aquelloque ya se discutió en la Conferencia del año pasado en Bali. No podemos decir quese haya retrocedido, pero repetir lo que se había dicho el año anterior no es progre-sar», ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña Cambio Climático y Energíade Greenpeace. «Precisamente ahora que el mundo suspiraba aliviado ante la pers-pectiva de un mandato estadounidense preocupado por la lucha contra el cambio cli-mático, el liderazgo de la UE se debilita y un grupo de países se retracta de sus obli-gaciones y amenaza con malgastar esta oportunidad». Las únicas propuestasconstructivas que se han oído en la cumbre han surgido de algunos países en víasde desarrollo, como Sudáfrica, México, Brasil o Corea del Sur, que han anunciadoque estarían dispuestos a asumir compromisos ambiciosos en la reducción de emi-siones o de deforestación.

Apesar de todo, aún se puede alcanzar un acuerdo satisfactorio en la Conferenciade Copenhague del próximo año. Los mensajes enviados por el senador de EstadosUnidos, John Kerry, y por Al Gore en Poznan durante los dos últimos días han con-firmado la voluntad de la Administración de Obama de comprometerse en la luchacontra el cambio climático y lograr de este modo un acuerdo ratificable.

«Solucionar la crisis climática requiere plena cooperación global y ahora no esmomento de renunciar a las obligaciones o debilitar los compromisos. La cuenta atrásen Copenhague ha empezado y el mundo está vigilando» ha concluido Aida Vila28.

27

Las organizaciones ecologistas y de desarrollo han afirmado que el acuerdo al-canzado hoy sobre «la propuesta legislativa de Reparto de Esfuerzos», que estable-ce objetivos nacionales de reducción de emisiones para los sectores no incluidos enel régimen de comercio de derechos de emisión, es totalmente inconsistente con elobjetivo claro de la Unión Europea de mantener el calentamiento global por debajode los +2ºC.

Más en concreto, los Jefes de Estado y de Gobierno europeos sólo se han com-prometido de forma ambigua a alcanzar el objetivo de reducción de las emisiones del30% en el 2020, objetivo por el que apostaban rotundamente hace un año. De formaadicional, el acuerdo al que se ha llegado hoy permite que hasta los dos tercios delesfuerzo de reducción de emisiones, un nivel excesivamente alto, se realice mediantela compra de créditos de carbono de proyectos fuera de la Unión Europea. Los líde-res europeos no han aceptado introducir mecanismos de sanciones, tales como mul-tas, para obligar a los estados a cumplir con sus objetivos nacionales, lo que puedellevar a que los gobiernos no actúen en consecuencia o se tomen a la ligera su po-sible inacción. En las discusiones llevadas a cabo respecto al futuro del régimen decomercio de derechos de emisión en la Unión Europea, se ha concedido práctica-mente la total exención de la compra de derechos para el sector industrial europeo.Estas concesiones se han otorgado bajo el argumento de que un sistema de subas-tas tendría un impacto negativo sobre la competitividad internacional de estas indus-trias, pese a que tal certeza es inexistente. Gracias principalmente a la presión rea-lizada por Polonia, se han entregado incluso exenciones de compra de derechos alsector eléctrico contaminante, a pesar de la evidencia de que este sector recibe enor-mes beneficios extraordinarios, mediante el traslado del coste teórico del derecho alprecio final pagado por el consumidor, cuando estos derechos los han recibido demanera gratuita.

Las organizaciones ecologistas y de desarrollo insisten en que el sistema de su-bastas de derechos de emisión debe ser la norma para todas las industrias incluidasen este régimen, cuando se revise este sistema. Las industrias que no reduzcan sunivel de contaminación tienen que pagar por ello. Los ingresos generados en las su-bastas tienen que financiar políticas de lucha contra el cambio climático en los paí-ses en desarrollo y en Europa30.

porción de energía consumida proce-dente de energías renovables y, final-mente, reducir este consumo en un20%. Estas medidas han sido criticadaspor diversas organizaciones ecologistas

(Red Europea de Acción contra elClima, Amigos de la Tierra, Ecologistasen Acción, Greenpeace, IntermónOxfam y WWF). He aquí algunas desus críticas:

4.1. Un reto para todos y todasSi no le hacemos frente de un modo so-lidario y pacífico, se irán tomando me-didas sólo en los países con rentas másaltas. Y toda una parte importante de lahumanidad sufrirá tanto los fenómenosnaturales provocados por el cambio cli-mático como un aumento de los conflic-tos bélicos por la competencia de los re-cursos básicos: el agua, los alimentos yla energía. También cabe esperar un au-mento de las denominadas migracionesclimáticas o desplazamientos masivosde personas hacia zonas más templadasy menos sometidas a inundaciones, ci-clones, sequías...

A la larga, todo el planeta saldrá per-judicado, ya que sólo a medida que elcambio climático avance la gente se iráconcienciando de que hay que respon-

der como un todo a un problema global.Cuanto más tarden a aplicarse las medi-das correctoras, más gasto supondrá ymás males habrá causado.

4.2. Tenemos medios para hacerlefrente

Tenemos hoy por hoy los medios técni-cos y humanos para hacerle frente y mi-tigar el cambio climático, para que seamenos costoso en vidas humanas y pa-ra no hipotecar la vida sobre la Tierra lospróximos siglos. Sólo se requiere másconcienciación y voluntad política a lahora de aplicar estas medidas correcto-ras que tienen que suponer, inevitable-mente, cambios en nuestro estilo de vi-da. Recordemos que el Informe Stern,desde el punto de vista económico, nos

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4. UNA PALABRA FINAL DE ESPERANZA

El problema del cambio climático es un reto para toda la humanidad;y dependiendo de las medidas que se tomen durante este siglo queahora empezamos la vida humana futura será de una forma o de otra.Nos encontramos ante una gran responsabilidad, sobre todo respectoa las generaciones que vendrán.

indica cómo es posible mitigar el cam-bio climático y el coste que supondríano poner manos a la obra ahora.

Usando los resultados de modeloseconómicos anteriores, el Informe esti-ma que, si no actuamos, los costes glo-bales y los riesgos del cambio climáticoequivaldrán a la pérdida de al menos un5% del PIB global anual, ahora y siem-pre. Teniendo en cuenta una mayor di-versidad de riesgos e impactos, las esti-maciones de daños podrían llegar a un20% o más del PIB. Por el contrario, loscostes de acciones pertinentes, redu-ciendo emisiones de gases de efecto in-vernadero para evitar impactos peoresde cambio climático, puede limitarse al-rededor del 1% del PIB global mundial.

4.3. Se requiere voluntad parahacerle frente como planetaSegún el Informe del PNUD y otros es-tudios (IPCC, Stern...), el cambio cli-mático no es un hecho irreversible: sepueden mitigar sus consecuencias, si setoman medidas de ámbito global urgen-temente. Y como afirma el Informe del

PNUD en su prólogo, siendo realistas,es muy importante la negociación quese llevará a cabo en el marco postKyoto, y de la cual dependerá el futurodel planeta. En esta negociación estaránpresentes los gobiernos poderosos, asícomo los grupos poderosos que defien-den sus intereses, pero habría que tenerpresentes a dos grupos que apenas ten-drán voz: los pobres del planeta y las ge-neraciones futuras.

4.4. Necesidad del cambio dementalidadLos estudios hablan poco de la necesi-dad del cambio de mentalidad y de ir alas raíces del problema ecológico.Intentan proponer medidas realistas, pe-ro se aprecia que difícilmente seránaceptadas y consensuadas sin este cam-bio de mentalidad de la población delplaneta y sin un replanteamiento del te-ma de la justicia (producción y distribu-ción de los recursos escasos del plane-ta) en nuestra casa común, el planetaTierra. Acabemos con un texto de unaactivista ecologista india:

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... La otra [medida a tomar], más difícil, es reducir drásticamente nuestras emisiones.No hay otra verdad. También sabemos que las emisiones están vinculadas con elcrecimiento y éste, con el estilo de vida. Debido a ello, los esfuerzos para reducir lasemisiones se han quedado más bien en la retórica y no se han traducido en acción.Esto deberá cambiar. Deberá cambiar incluso si aprendemos otra verdad: vivimos enun solo planeta Tierra y para vivir juntos tenemos que compartir sus recursos. El he-cho es que incluso si el mundo desarrollado reduce su huella ecológica, el mundomás pobre debe ganar espacio ecológico para aumentar su riqueza. Es el derechoal desarrollo. La única pregunta es si podemos aprender nuevos modos de crear ri-queza y bienestar. La única respuesta es que no tenemos alternativa.

Sunita Narain Directora del Centre for Science and Environment (India)31

1. PNUD 2007-2008, cap. 4.2. PNUD, sigla del Programa de las Naciones Uni-

das para el Desarrollo. El informe completo encastellano lo encontrará en http://www.oei.es/noticias/spip. php?article1171.

3. IPCC, sigla del Intergovernmental Panel onClimate Change. El Informe del PNUD tienemuy presente el IV Informe del Grupo Inter-gubernamental de Expertos sobre el CambioClimático (IPCC). Se puede consultar com-pleto en a www.ipcc.ch.

4. Nicholas STERN, The Economics of ClimateChange. The Stern Review. Cambridge Uni-versity Press, Cambridge and New York,2006.

5. Y de los otros gases que también contribuyen alefecto invernadero: metano, óxido nitroso yclorofluorocarbonados.

6. ppm: partes por millón.7. PNUD 2007-2008, cap. 2.8. PNUD 2007-2008, cap. 1.9. Gt.: Unidad de masa, 109 toneladas.10. El “estrés hídrico” se define como una situa-

ción en la cual la disponibilidad por cápita deagua dulce renovable se sitúa entre 1.000 y1.667 metros cúbicos. La escasez de aguacorresponde a una situación en la cual la dis-ponibilidad anual por cápita de agua dulcerenovable es de 1.000 metros cúbicos omenos.

11. N. W. ARNELL, «Climate Change and GlobalWater Resources: SRES Emissions and Socio-Economic Scenarios», Global EnvironmentalChange 14 (2004), pág. 31-52; citado enPNUD 2007-2008, cap. 2.

12. D. HEMMING, Impacts of Mean Sea Level RiseBased on Current State-of-the-Art Modelling,Hadley Centre, Exeter University, 2007; cita-do en PNUD 2007-2008, cap. 2.

13. T.A. GARDNER, Isabelle M. CÔTÉ, Jennifer A.GILL, Alastair GRANT and Andrew R.

WATKINSON, «Long Term Region-wide De-clines in Carribbean Corals», Science 301 (15-VIII-2003), pág. 958–960; citado en PNUD2007-2008, cap. 2.

14. WHO (World Health Organization) and UNI-CEF (United Nations Children’s Fund), 2005;WHO (World Health Organization), 2006;dins The World Health Report 2006. WorkingTogether for Health. Geneva, 2006; citado enPNUD 2007-2008, cap. 2.

15. Correspondencia personal con el Dr. MalteMeinshausen. El período de referencia para elaumento de las temperaturas va de 1980 a1999 (citado en PNUD, cap. 1).

16. Los Objetivos del Milenio que se tendrían quelograr en 2015 son: 1. Erradicar la pobrezaextrema y el hambre; 2. Educación primariauniversal; 3. Promover la igualdad de oportu-nidades entre mujeres y hombres; 4. Reducirla mortalidad infantil; 5. Mejorar la saludmaterna; 6. Combatir el sida, el paludismo yotras enfermedades; 7. Garantizar la sostenibi-lidad ambiental; 8. Fomentar una asociaciónmundial para el desarrollo.

17. CMNUCC: Convención Marco de las Nacio-nes Unidas por el Cambio Climàtico.

18. Jenny FRANKEL-REED, Adaptation ThroughDevelopment: A Review of Bilateral Develop-ment Agency Programmes, Methods and Pro-jects, New York, Global Environment Fund(GEF), 2006. La muestra incluye proyectosque mencionaron explícitamente los riesgos ylas vulnerabilidades del cambio climático. Nose consideraron las actividades de desarrolloque siguen los mismos procedimientos desiempre (por ejemplo, aumento en el suminis-tro de agua, capacidad de la salud pública) yque podrían ser parcialmente vulnerables alcambio climático, pero que no se diseñaroncon la intención de contribuir a la adaptación(citado en PNUD 2007-2008, cap. 4).

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NOTAS

19. L. M. BOUWER, i J.C. AERTS, «FinancingClimate Change Adaptation», Disasters 30 (1,2006), pág. 49-63; citado en PNUD 2007-2008, cap. 4.

20. Se pueden ver con más detalle las recomen-daciones concretas del Informe del PNUD alfinal del capítulo introductorio o perspectivageneral: crear un marco multilateral para evi-tar el cambio climático peligroso según elProtocolo de Kyoto después de 2012, paraimplantar programas para la elaboración decuantificaciones de carbono sostenible, parareforzar el marco para la cooperación inter-nacional, para potenciar la adaptación alcambio climático en el marco de Kyoto des-pués de 2012 y las asociaciones internaciona-les para la reducción de la pobreza.

21. HSBC (Hong Kong Shanghai Bank ofCommerce), HSBC Climate Confidence Index2007, HSBC Holdings plc, 2007; citado enPNUD, cap. 1.

22. PNUD 2007-2008, cap. 1.

23. BOYKOFF i ROBERTS 2007 (citado en PNUD2007-2008, cap. 1).

24. Entendiendo por bienestar aquello que entien-den las sociedades occidentales, es decir, laposibilidad de un consumo masivo.

25. PNUD 2007-2008, cap. 1.26. 12-XII-2008.27. www.intermonoxfam.org/es/page.asp?id=341528. www.greenpeace.org/espana/news/greenpea-

ce-lamenta-la-falta-de.29.www.intermonoxfam.org/es/page.asp?

id=452&ui=10377.30. www.greenpeace.org/espana/news/organiza-

ciones-ecologistas-y-d.31. Citado en PNUD, cap. 4. Sunita Narain es una

famosa activista ecologista india que ha anali-zado y estudiado la relación entre medioambiente y desarrollo. Ha estudiado la necesi-dad de una democracia global arraigada en lasdemocracias locales para hacer frente a losproblemas medioambientales.

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