el personalismo

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sos, preferentemente italianos, en un amplio abanico de temas filosóficos y teológicos. Lo muestra la abundancia de artículos y monografías de estos últimos años. Este trabajo, que probablemente se basa en una tesis doctoral, aborda un tema particular y quizá no de los que podrían considerarse de primera fila en el elenco tradicional de las cuestiones rosminianas. Con todo, está íntima- mente conectado con preocupaciones permanentes de Rosmini en el área de la teoría del conocimiento. Y hay que te- ner en cuenta la temprana atención que Rosmini dedicó a temas lingüísticos, desde que, con dieciséis años, reivindi- cara el buen hablar de su patria e inten- taba recopilar un vocabulario local. Una extensa introducción trata del origen y planteamiento de los proble- mas lingüísticos, desde sus tratamientos más clásicos hasta los modernos. El au- tor presta atención a la tradición anglo- sajona de Locke y Berkeley, a los fran- ceses Condillac y Rousseau, De Bonald y Maine de Biran, a los alemanes, Her- der y Hamman y a los hermanos Schle- gel. Reconoce, sin embargo que Ros- mini se mueve en un ámbito más restringido y depende, sobre todo, de los pensadores franceses de la restaura- ción; entre éstos, se alinea con Maine de Biran frente a De Bonald. Y dialoga con los idealistas alemanes, desde Kant a Hegel, más que con los románticos a los que no presta atención a pesar de las proximidades temáticas. Siguen seis densos capítulos dedica- dos, respectivamente, a definir el len- guaje como sistema de signos; la rela- ción entre lenguaje y desarrollo psicológico de la persona humana; el análisis que Rosmini hace del lenguaje científico; su posición sobre el proble- ma del origen del lenguaje, en diálogo con De Bonald; un quinto capítulo de- dicado al valor de la palabra de Dios; y un último, a modo de epílogo, con la posición personal del autor sobre el va- lor del silencio en el lenguaje religioso. Se trata de una aportación con abun- dantes citas en el texto, que resultan significativas. Quizá el estilo, en ocasio- nes impregnado de un cierto neobarro- quismo italiano al uso, no es siempre el más adecuado para una temática tan di- fícil y para un autor también afectado de complejidad verbal. Pero contribuye a engrosar su bibliografía. Juan Luis Lorda Juan Manuel BURGOS, El personalismo. Autores y temas de una filosofía nueva, Palabra, Serie Pensamiento, 14, Madrid 2000, 197 pp, 13 x 21, ISBN 84-8239- 440-1. El presente libro se propone explíci- tamente presentar un marco general de comprensión de la llamada filosofía personalista, mediante una explicación histórica de los principales autores, obras y escuelas que han recibido ese nombre. Este trabajo de síntesis resulta- ba particularmente necesario porque bajo la denominación de «personalis- mo» se sitúan a veces autores muy hete- reogéneos, debido, en gran parte, a una falta de delimitación precisa de sus ras- gos fundamentales. La exposición se encuentra dividida en cinco apartados: el primero de ellos es, en realidad, una breve presentación. En el segundo, se aborda la explicación de los orígenes de esta corriente de pen- samiento. Para el autor, el personalismo surge en buena parte como una res- puesta cristiana a los desafíos intelec- tuales presentes en la filosofía de finales del XIX: positivismo, capitalismo y marxismo, principalmente. R E S E Ñ A S SCRIPTA THEOLOGICA 33 (2001/3) 946

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El presente libro se propone explícitamente presentar un marco general de comprensión de la llamada filosofía personalista, mediante una explicación histórica de los principales autores, obras y escuelas que han recibido ese nombre. Este trabajo de síntesis resulta- ba particularmente necesario porque bajo la denominación de «personalis- mo» se sitúan a veces autores muy hete- reogéneos, debido, en gran parte, a una falta de delimitación precisa de sus ras- gos fundamentales.

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sos, preferentemente italianos, en unamplio abanico de temas filosóficos yteológicos. Lo muestra la abundancia deartículos y monografías de estos últimosaños. Este trabajo, que probablementese basa en una tesis doctoral, aborda untema particular y quizá no de los quepodrían considerarse de primera fila enel elenco tradicional de las cuestionesrosminianas. Con todo, está íntima-mente conectado con preocupacionespermanentes de Rosmini en el área de lateoría del conocimiento. Y hay que te-ner en cuenta la temprana atención queRosmini dedicó a temas lingüísticos,desde que, con dieciséis años, reivindi-cara el buen hablar de su patria e inten-taba recopilar un vocabulario local.

Una extensa introducción trata delorigen y planteamiento de los proble-mas lingüísticos, desde sus tratamientosmás clásicos hasta los modernos. El au-tor presta atención a la tradición anglo-sajona de Locke y Berkeley, a los fran-ceses Condillac y Rousseau, De Bonaldy Maine de Biran, a los alemanes, Her-der y Hamman y a los hermanos Schle-gel. Reconoce, sin embargo que Ros-mini se mueve en un ámbito másrestringido y depende, sobre todo, delos pensadores franceses de la restaura-ción; entre éstos, se alinea con Mainede Biran frente a De Bonald. Y dialogacon los idealistas alemanes, desde Kanta Hegel, más que con los románticos alos que no presta atención a pesar de lasproximidades temáticas.

Siguen seis densos capítulos dedica-dos, respectivamente, a definir el len-guaje como sistema de signos; la rela-ción entre lenguaje y desarrollopsicológico de la persona humana; elanálisis que Rosmini hace del lenguajecientífico; su posición sobre el proble-ma del origen del lenguaje, en diálogocon De Bonald; un quinto capítulo de-

dicado al valor de la palabra de Dios; yun último, a modo de epílogo, con laposición personal del autor sobre el va-lor del silencio en el lenguaje religioso.Se trata de una aportación con abun-dantes citas en el texto, que resultansignificativas. Quizá el estilo, en ocasio-nes impregnado de un cierto neobarro-quismo italiano al uso, no es siempre elmás adecuado para una temática tan di-fícil y para un autor también afectadode complejidad verbal. Pero contribuyea engrosar su bibliografía.

Juan Luis Lorda

Juan Manuel BURGOS, El personalismo.Autores y temas de una filosofía nueva,Palabra, Serie Pensamiento, 14, Madrid2000, 197 pp, 13 x 21, ISBN 84-8239-440-1.

El presente libro se propone explíci-tamente presentar un marco general decomprensión de la llamada filosofíapersonalista, mediante una explicaciónhistórica de los principales autores,obras y escuelas que han recibido esenombre. Este trabajo de síntesis resulta-ba particularmente necesario porquebajo la denominación de «personalis-mo» se sitúan a veces autores muy hete-reogéneos, debido, en gran parte, a unafalta de delimitación precisa de sus ras-gos fundamentales.

La exposición se encuentra divididaen cinco apartados: el primero de elloses, en realidad, una breve presentación.En el segundo, se aborda la explicaciónde los orígenes de esta corriente de pen-samiento. Para el autor, el personalismosurge en buena parte como una res-puesta cristiana a los desafíos intelec-tuales presentes en la filosofía de finalesdel XIX: positivismo, capitalismo ymarxismo, principalmente.

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La tercera parte se centra en la ex-posición de la obra y pensamiento delas principales figuras del personalismofrancés: Maritain (se presenta más biencomo un precursor, más que un autorpropiamente personalista), Mounier,Nédoncelle y Marcel, mostrando las pe-culiaridades de sus propuestas y su co-nexión con autores modernos (Kant,Kierkegaard y el espiritualismo fran-cés).

El cuarto capítulo está dedicado aotras corrientes personalistas en Italia,Polonia, Alemania y España. Un lugardestacado lo ocupa la escuela ética deLublin (Stein, Ingarden, y especialmen-te Karol Wojtyla) donde parece lograr-se una equilibrada armonía entre elpensamiento tomista y la fenomenolo-gía de los valores de inspiración feno-menológica. Dentro del personalismoalemán se subrayan las aportaciones delos filósofos del diálogo (Buber, Ebner)y particularmente la figura de RomanoGuardini, original y fecundo pensadorcristiano. Por otro lado, las páginas de-dicadas al personalismo en España re-sultan, sin duda, esclarecedoras. Se ex-plican bien las complejas circunstanciashistóricas que han hecho difícil la im-plantación de un pensamiento auténti-camente personalista en nuestro país.Se dedica una atención especial a laobra de Julián Marías como el filósofomás destacado en esta corriente de pen-samiento.

El último capítulo resulta el másoriginal puesto que en él se avanza unapersonal delimitación del personalis-mo. Para el autor del libro, el persona-lismo —en cuanto doctrina filosófica yteológica— no sólo tiene como centrode reflexión a la persona humana (eneste sentido, prácticamente todo elpensamiento cristiano puede decirsepersonalista) sino que más radicalmen-

te el personalismo es un pensamiento«estructurado» alrededor del eje de lapersona humana. De esta manera sedescubre que la filosofía personalistaactual entronca, por un lado, con latradición clásica («filosofía realista» ladenomina el autor), mientras que seabre al diálogo con la filosofía contem-poránea, aportando nuevos elementosde reflexión (en este sentido se dice queel personalismo es una «filosofía nue-va»). La idea fundamental de dondearranca la doctrina personalista es la ra-dical distinción entre persona y cosa,distinción fuertemente enfatizada porestos autores.

El tono general de la exposiciónaporta un balance globalmente positivodel pensamiento personalista. No obs-tante, el autor no silencia las principa-les objeciones y puntos oscuros de ladoctrina personalista. Explica (y mati-za) las críticas de antisustancialismoque suelen recaer sobre esta corrientefilosófica. De la misma manera sale alpaso de aquellos que ven en el persona-lismo una negación de una naturalezahumana en el persona. Reconoce, porúltimo, la falta de consistencia termi-nológica y profundidad filosófica de al-gunas obras de autores inspirados en elpersonalismo.

Este libro resulta una interesantesistematización de esta escuela filosófi-ca, que será de gran utilidad para todoaquel que desee introducirse en unmarco de comprensión adecuado delpersonalismo. El estilo, sencillo y ágil,facilitará la lectura por parte de un pú-blico amplio. Especialmente las últimaspáginas pueden resultar sugerentes paraabrir un debate acerca de las notas dis-tintivas de la filosofía personalista y suverdadera contribución a la historia delpensamiento.

José Ángel García Cuadrado

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