el periodismo en mendoza

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  • EL PERIODISMO EN MENDOZA

  • EL PERIODISMO EN MENDOZA

    JORGE ENRIQUE OVIEDO

    Buenos Aires2010

    HISTORIA DEL PERIODISMO ARGENTINOVolumen V

  • Hecho el depsito que prev la ley 11. 723Impreso en la Argentina 2010 Jorge Enrique Oviedoe-mail: [email protected] 978-987-1107-18-6

    Impreso por Editorial DunkenAyacucho 357 (C1025AAG) - Capital FederalTel/fax: 4954-7700 / 4954-7300E-mail: [email protected] web: www.dunken.com.ar

    Oviedo, Jorge EnriqueEl periodismo en Mendoza. 1 ed. Buenos Aires, Academia Nacional de Periodismo, 2010.p. 329 ; 22,5x15,5 cm.

    ISBN 978-987-1107-18-6 1. Historia del periodismo. 1.Ttulo CDD 070.409 82

    HISTORIA DEL PERIODISMO ARGENTINODirector: Armando Alonso Pieiro

    Volumen I: Fernando Snchez Zinny, El periodismo en el Virreinato del Ro de la Plata.

    Volumen II: Armando Alonso Pieiro, El periodismo porteo en la poca de la Independencia.

    Volumen III: Enriqueta Muiz, La prensa argentina en tiempos de guerra. 1827-1852.

    Volumen IV: Miguel ngel Andreetto, El periodismo de Entre Ros.Volumen V: Jorge Enrique Oviedo, El periodismo en Mendoza.

  • A mi esposa, Titi. A mis hijos Enrique Javier,

    Mara Virginia y Mara Florencia. A mis nietos Fernanda, Gonzalo y Diego.

    In memriam,

    A mis colegas y amigos Jos Mara Fernndez y

    Jos Ms Als.

    A todos los que han ejercido y ejercen esta noble profesin.

  • Academia Nacional de Periodismo

    Armando Alonso Pieiro Lauro F. LaoGregorio Badeni Jos Ignacio LpezNora Br Enrique J. MaceiraRafael Braun Enrique M. MayochiNelson Castro Vctor Hugo MoralesJuan Carlos Colombres Joaqun Morales SolJorge Cruz Alberto J. MuninHctor DAmico Enriqueta MuizJos Claudio Escribano Leandro Pita RomeroHugo Gambini Antonio RequeniRoberto A. Garca Magdalena Ruiz GuiazOsvaldo Granados Fernando Snchez ZinnyMariano Grondona Hermenegildo SbatRoberto Pablo Guareschi Daniel SantoroJorge Halpern Ernesto SchoRicardo Kirschbaum

    Miembros de nmero

  • Miembros emritosCora Can - Jos Mara Castieira de Dios

    Ernesto Scho

    Miembros correspondientes en la ArgentinaEfran U. Bischoff - Carlos Hugo Jornet (Crdoba)

    Carlos Liebermann (Entre Ros)Jorge Enrique Oviedo (Mendoza)

    Carlos Pez de la Torre (Tucumn)Hctor Prez Morando (Neuqun)

    Julio Rajneri (Ro Negro)Gustavo Jos Vittori (Santa Fe)

    Miembros correspondientes en el extranjeroMario Diament (Estados Unidos)

    Elisabetta piqu (Italia)Armando Rubn Puente (Espaa)

    Andrs Oppenheimer (Estados Unidos)

    Mesa DirectivaPresidente: Lauro Fernn LaoVicepresidente 1: Hermenegildo SbatVicepresidente 2: Roberto GuareschiSecretario: Jos Ignacio LpezProsecretario: Fernando Snchez ZinnyTesorero: Osvaldo GranadosProtesorero: Hugo Gambini

    Comisin de Fiscalizacin

    Miembros titulares: Alberto Jorge MuninRafael BraunNora Br

    Miembros suplentes Enriqueta Muiz

  • ComisionesAdmisin: Enrique J. Maceira (Coordinador), Jos Claudio Escribano, Ricardo Kirschbaum, Enriqueta Muiz.Publicaciones y Prensa: Antonio Requeni (Coordinador), Fernando Snchez Zinny, Nora Br, Jorge Halpern y Daniel Santoro.Biblioteca, Hemeroteca y Archivo: Enrique Mario Mayochi (Coordinador).Concursos, Seminarios y Premios: Jorge Cruz (Coordinador), Enriqueta Muiz.Libertad de Expresin: Enrique Maceira, Alberto Munin, Nelson Castro, Jos Claudio Escribano.tica: Roberto Guareschi (Coordinador), Rafael Braun, Magdalena Ruiz Guiaz y Daniel Santoro.Comisin para la Redaccin de la Historia Integral del Periodismo Argentino: Armando Alonso Pieiro (Coordinador), Enriqueta Muiz y Fernando Snchez Zinny.

    Acadmicos fallecidos

    Emilio Abras...........................06/10/98Flix Lao..............................07/01/99Jorge Rmulo Beovide..........26/02/99Roberto Tlice.......................20/05/99Alfonso Nez Malnero......12/05/00Germn Sopea......................08/04/01Jorge Roque Cermesoni........07/12/01Luis Alberto Murray.............31/07/02Luis Mario Lozzia..................31/07/03Francisco A. Rizzuto.............12/06/04Ral Horacio Burzaco..........09/02/04

    Fermn Fvre...........................06/06/05Martn Allica.........................09/11/05Ulises Barrera........................11/12/05Roberto Maidana...................11/08/07Napolen Cabrera.................15/08/09Flix Luna...............................05/11/09Toms Eloy Martnez............31/01/10Bernardo E. Koremblit.........01/02/10Enrique Oliva.........................28/02/10Daniel Alberto Dessein.........24/05/10Ral Urtizberea.....................16/07/10Bartolom de Vedia...............12/08/10

  • Introduccin

    Aparece este libro por iniciativa de la Academia Nacional de Periodismo, proyecto inspirado y dirigido por el acadmico e historiador Dr. Armando Alonso Pieiro, cuyo objetivo fi nal es tener un panorama histrico del perio-dismo en todo el pas.

    Como miembro correspondiente por Mendoza de esa prestigiosa institu-cin, he sido honrado con la tarea relativa a Mendoza, tierra prdiga en diarios y medios modernos de comunicacin. Un esbozo general del periodismo pro-vincial fue abordado en mi trabajo Apuntes para la historia de los diarios de Mendoza, ledo durante mi incorporacin en 2007 como miembro de nmero de la Academia de Ciencias Sociales de Mendoza, y publicado en la revista-libro Historia, que se publica en Buenos Aires bajo la direccin de Alonso Pieiro, en el nmero 110 junio-agosto de 2008.

    Una primera aclaracin para la manera en que se debi realizar este trabajo es que ha sido encarado desde una visin periodstica, sin las herramientas metodolgicas que ofrece la formacin universitaria del historiador. En con-trapartida a esta problemtica, puede atribuirse algn valor a la prctica profe-sional durante ms de 40 aos, lo que permite tener un panorama ms cercano a lo periodstico al ser realizado desde adentro del medio. De all que, ms all de la historiografa, se encontrar en estas pginas un enfoque que ahonde en la problemtica de la vida cotidiana mendocina.

    El otro inconveniente registrado durante esta investigacin es que mu-chas piezas documentales en especial los diarios antiguos ya no existen, se encuentran en psimas condiciones y muchos de ellos estn en hemerotecas fuera de la provincia. Ante estas carencias, cobran una gran importancia los trabajos de Arturo Andrs Roig sobre los diarios El Debate y Los Andes y los dos libros de Fabiana Varela sobre el diario El Constitucional. Cabe agregar en este aspecto la riqueza inabarcable de la hemeroteca de la Biblioteca Ge-neral San Martn y las colecciones existentes en la hemeroteca de la Junta de Estudios Histricos de Mendoza, la hemeroteca de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, las colecciones del Archivo

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    Histrico de Mendoza, y las hemerotecas de la Biblioteca Nacional y de la Universidad Nacional de La Plata, as como los trabajos que realiza en Buenos Aires el Instituto Bibliogrfi co Antonio Zinny.

    Sera inofi cioso sealar que no hay todava en Mendoza una historia del periodismo, no obstante haber nacido ste en 1820 con El Termmetro del Da el primer peridico provincial y que trabajos parciales se encuentran en diversos artculos, revistas y libros histricos o polticos. En este ltimo caso, por ejemplo, para remarcar las posiciones polticas que eran caractersticas de los diarios de mediados y fi nes del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

    Esas ausencias, esa dispersin de investigaciones, es lo que trata de ser compensado con esta historia del periodismo, al procurar una visin integral del proceso informativo registrado en la provincia, proceso que va desde la instalacin de las primeras imprentas a la revolucin informtica actual.

    La vastedad del campo a investigar y los problemas apuntados hacen que ste sea un trabajo incompleto y preliminar para futuros y ms completos anlisis, ya que el estudio de cada medio y su interrelacin con la historia de la vida pblica y privada de la provincia ofrece mltiples oportunidades para ahondar en nuestro pasado y nuestra realidad.

    En las siguientes pginas se encontrar un desarrollo cronolgico del periodismo en Mendoza, precedido en cada captulo por un sinttico marco histrico para encuadrar el momento en que nacen, se desarrollan y mueren en particular los peridicos los medios abordados. Tambin fi guran los reg-menes tendientes a coartar la libre expresin de ideas (llamadas en su tiempo Ley de Imprenta), sonados casos de censura, las variaciones que el concepto de libertad de prensa ha tenido en las diversas Constituciones de Mendoza, la formacin de las entidades que agrupan cultural y gremialmente a los perio-distas, y un detalle acerca de las instituciones educativas que han brindado y brindan la enseanza del periodismo y la comunicacin.

    Signifi cacin de los diarios

    Una parte sustancial del trabajo corresponde a los peridicos y su inci-dencia en los distintos sectores de la vida provincial, tratando de superar el errneo concepto de quienes han sostenido, quiz con intencin peyorativa,

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    que no hay nada ms viejo que un diario del da anterior, en cuyas pginas van apagndose los estrpitos de una efmera actualidad.

    Ese concepto tal vez tenga algo de razn, ms en estos tiempos en que se vive un presente perpetuo que necesita ser alimentado a cada instante por los paganos dioses del entretenimiento, pero olvida una de las caractersticas prin-cipales de los diarios: su condicin de documentos de una poca. Defensores de causas nobles, tendenciosos, parciales, apasionados, serios, amarillos, sat-ricos, no por ello dejan de conservar esa condicin de documentos.

    En la inauguracin de la hemeroteca de la Junta de Estudios Histricos de Mendoza, en 1968, Arturo Andrs Roig planteaba la necesidad de alcanzar una conciencia histrica que impulse a valorar el periodismo como autntica documentacin del pasado1.

    Y agregaba: El periodismo de provincias ha tenido una misin esencial que cumplir, especialmente durante el siglo XIX, debido a que el libro recin comenz a ser editado en forma normal en las primeras dcadas del siglo XX2.

    Pedro Santos Martnez, ex presidente de la Junta, por su parte, seal: Para el estudio de la vida poltica, social, econmica, espiritual y cultural, los peridicos constituyen una fuente de inapreciable valor. En ellos palpita la vida diaria de la comunidad. La noticia, que luego ser acontecimiento, est all sin retoques y en el momento mismo de su nacimiento. Las motivacio-nes de actitudes polticas, los problemas derivados de la estructura social, el movimiento comercial y los precios, todo se encuentra refl ejado en vivo. Por eso, cuando al investigador lo anima el deseo de agotar las posibilidades para un exhaustivo trabajo, no puede prescindir del peridico, aun conociendo la paciente labor de lectura y seleccin que requiere3.

    Esa lnea de pensamiento es retomada por la actual presidenta de la Junta de Estudios Histricos de Mendoza, Martha Pramo de Isleo, quien en el ltimo nmero de la revista de esa institucin en su artculo sobre el diario Los Andes expresa: En el ejercicio intelectual que es el pensar histrico re-fl exivo, en el buceo de las fuentes para recrear o evocar el pasado, una cantera inagotable la constituyen los peridicos, los diarios y las revistas. El periodis-mo registra, interroga, anuncia y denuncia las permanencias y los cambios que 1 Los Andes, 24 de mayo de 1968.2 Ibd.3 Pedro Santos Martnez; Historia de los diarios del interior, Los Andes, 26 de diciembre, 1967.

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    afectan a la sociedad, infl uye en el entramado social. Ms an, esta evidencia aumenta con el correr de los dos ltimos siglos.

    Y agrega la historiadora: Leer cotidianamente un diario es un acto del hombre que adquiere as o no, una matriz de decodifi cacin de los he-chos polticos, sociales, culturales, econmicos, entre otros, de su en-torno espacio-temporal. Adquirir un diario y no otro es privilegiar-lo dentro de opciones que pueden ofrecer juicios diferentes sobre los acontecimientos y sus problemas4.

    A la autorizada voz de estos historiadores, agrego la de un prestigioso es-critor y periodista, Antonio Di Benedetto, quien se resista al destino frgil de los diarios y sostena que la memoria escrita de los pueblos pide ser con-servada. Los diarios deca cuando propici la creacin de un Museo del Periodismo Cuyano no estn all (en las hemerotecas) por haberse ganado un clemente destino de quietud. No estn all para convertirse en polvo. Han quedado a la espera, a la espera de los investigadores, de los estudiosos, de la gente que quiere saber, conocer y explicarse nuestros fundamentos, para los que saben escuchar el susurro de las voces que contienen: las del estadista y el poeta, del guerrero y el labrador, del dbil y el poderoso. Y de los ms pode-rosos: el pensamiento y el pueblo.5

    Agradecimientos

    En primer trmino, a la Academia Nacional de Periodismo y al acadmico doctor Armando Alonso Pieiro, director de la Historia del Periodismo Ar-gentino, por haberme confi ado la delicada tarea de indagar en la historia del periodismo de Mendoza.

    Son dignos de reconocimiento por lecturas, aportes o palabras de aliento Arturo Andrs Roig, Dardo Prez Guilhou, Martha Pramo de Isleo, Pedro Santos Martnez, Esteban Fontana, Gloria Videla de Rivero, Marta Castellino, Mara Cristina Seghesso de Lpez Aragn y Fabiana Varela. De la Biblioteca Pblica General San Martn, la subdirectora, Lucy Bourguet de Da Souza; Cristina Mills, encargada de la seccin de Autores Locales; Rolando Landa-

    4 Martha Pramo de Isleo: El diario Los Andes Miradas de un matutino fi nisecular, Revista de la Junta de Estudios Histricos de Mendoza, 3 poca, nmero 5, Mendoza, 2006.5 Los Andes, 19 de octubre de 1972.

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    bour y Alicia Costarelli, de la Hemeroteca Mayor, e Ignacio Ciordia y Adriana Amaya, de la Hemeroteca Menor. De la Junta de Estudios Histricos, Ramo-na del Valle Herrera, Nelly Ongay y Estela Setin. Del Archivo Histrico de Mendoza, Elba Bccolo. De la Biblioteca de la Facultad de Filosofa y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, su directora, Martha Estruch de DInca, y Liliana Rincci; por la Hemeroteca de la Facultad, Isabel Baccarelli y Sandra Cicarra de Kuartnol. Del Instituto Bibliogrfi co Antonio Zinny, Jorge C. Bohdziewicz. De la carrera de Comunicacin Social de la Facultad de Cien-cias Polticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo, los licenciados Daro Daldi y Martn Barros.

    Debo agradecer adems el aporte de varios colegas: Carlos Simn, Roberto Surez, Federica Mariconda, Luis Abrego, Fausto Alfonso, Silvia Lauriente, Vernica Gordillo, por sus contribuciones a este trabajo.

  • I

  • Primeras experiencias periodsticas en el comienzo de la anarqua (1820-1830)

    La inestabilidad poltica nacional a consecuencia de la cada del Directorio en Buenos Aires trae aparejada que San Juan se declare autnoma en febrero de 1820, posicin seguida por San Luis. La Gobernacin de Cuyo queda en-tonces desmembrada, y mientras San Martn arma en Chile su expedicin al Per, los hermanos chilenos Luis y Jos Miguel Carrera actan violentamente en nuestro pas tratando de armar un gobierno chileno en el exilio, contra los esfuerzos del Libertador y de su amigo OHiggins. La trgica lucha termina con el fusilamiento de ambos en Mendoza.

    Los gobiernos mendocinos se suceden, hay un intento de constituir la Re-pblica de Cuyo seguido por la fi rma de un tratado en Mendoza, San Juan y San Luis para unir a los pueblos cuyanos manteniendo la autonoma de cada provincia. En Mendoza se crea la Sala de Representantes, comienza a organi-zarse el Poder Judicial, y desaparece el Cabildo, la institucin que ha marcado diversas pocas de la vida provincial.

    Frente a la inestabilidad nacional, las provincias de Cuyo fi rman el Tra-tado de Huanacache para unifi car los criterios que llevarn a la Convencin Nacional de Santa Fe, pero la cada de Rivadavia encumbra a Dorrego en el gobierno de Buenos Aires.

    La dcada termina sin que la Argentina haya podido darse la organizacin deseada.

    En este proceso se destaca la accin gubernativa de Toms Godoy Cruz (1820) y la de sus sucesores, Pedro Molina, Jos Albino Gutirrez y Juan de Dios Correas.

    Jos de San Martn, tras la amarga reunin con Bolvar en Guayaquil, sa-boteado en sus acciones por Rivadavia, vuelve a Mendoza el 4 de febrero de 1823. Su propsito es convertirse en agricultor en la chacra de Barriales en las tierras que el Cabildo le donara en 1816 pero las intenciones de vivir el resto de su vida en Mendoza se ven frustradas por los ardores de una cruenta guerra civil, y a los pocos meses abandona su querida provincia para marchar a Buenos Aires y luego a Europa.

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    El ao de 1820 marca, como se ha visto, el comienzo de la anarqua, y en este doloroso proceso es que nace el periodismo en Mendoza. Los peridicos sern, entonces, los portavoces de sectores irreconciliables.

    Antecedentes nacionales

    En 1820, lejanos parecan los das en que apareci la Gazeta de Buenos Ayres, de 1764, y ms prximos estaban los recuerdos de El Telgrafo Mer-cantil, de 1801, con el que se inaugura el periodismo rioplatense. Y tambin se inaugura la costumbre de los gobiernos de censurar las expresiones pe-riodsticas, cuando en 1802 el virrey Joaqun del Pino lo clausura por creer que se haba excedido en una crtica. Mejor suerte corri el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, aparecido en 1802 con la redaccin de Hiplito Vieytes, ya que tuvo una permanencia de cinco aos. Luego, sale el Correo de Comercio, el ltimo peridico de la poca colonial, con redaccin de Manuel Belgrano.

    Es por dems conocida la aparicin del primer peridico del gobierno pa-trio, la Gazeta de Buenos Ayres, que ve la luz el 7 de junio de 1810 con la conduccin del fogoso Mariano Moreno. Menos difundida est la orden emi-tida por Cornelio Saavedra el 2 de junio de 1810, autorizando la salida de un rgano de prensa que respondiera y divulgara las inquietudes del gobierno. En uno de sus prrafos, de permanente actualidad, la orden dice: El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes y el honor de stos se interesa en que todos conozcan la execracin con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para encubrir sus delitos1.

    Ofrecimiento para instalar un peridico

    El 16 de mayo de 1819 hay un intento de publicacin de un peridico en Mendoza, segn surge del primer documento encontrado en el Archivo Ad-ministrativo e Histrico de Mendoza, que realmente se refi era al periodismo mendocino, de acuerdo con la investigacin de Juan Draghi Lucero. En su libro El Eco de los Andes, publicado en 1943 por el Instituto de Investiga-

    1 Miguel ngel De Marco, Historia del periodismo argentino Desde los orgenes hasta el centenario de mayo, EDUCA (Editorial de la Universidad Catlica Argentina), Buenos Aires 2006.

  • 23EL PERIODISMO EN MENDOZA

    ciones Histricas de la Universidad Nacional de Cuyo, el historiador trans-cribe ese documento, fi rmado por Dor. Fr. Jos Mara Torrez y fechado el 16 de mayo de 1819:

    Ha llegado a mi noticia, que VS. determina poner en excercicio la pequea im-prenta que se halla en esta Capital, estableciendo la publicacin de un peridico se-manal. Yo me hallo sin un destino, y deseoso de ocuparme en servicio del Estado, y ayudar (en quanto sea dable a mi inutilidad) al sostn de nuestra causa, y a la ilus-tracin de los Pueblos. En esta inteligencia; si VS. aun no ha previsto sugeto para el laborioso cargo de Editor, me ofrezco gustoso a desempearlo (interin merezco ser restituido a mi amable Patria, a mi Religin, y a mis hermanos) sin pedir, ni querer sueldo alguno, ni otro premio, qe. el honor de servir al Pblico, y la satisfaccin de merecer una ocupacin, qe. me proporcione dar pruebas inequvocas de mis verdade-ros sentimientos, y de mi amor y gratitud a este Vecindario y a sus generosos Gefes. Si el Peridico produjese alguna utilidad, VS le dar el destino que convenga. Solo admitir la pequea asignacin que se contemple necesaria para Escribiente, papel. Lo que podr salir de los productos de la imprenta. Mi situacin no me permite encar-garme de esta erogacin, que en otras ocasiones hara con el mayor regocijo. Si esta oferta merece la aceptacin y aprobacin de VS. Con ella empezar a trabajar el da que se me designe.

    Cabe suponer, segn se deriva de este documento, la intencin del su-cesor de Jos de San Martn, el gobernador intendente general Toribio de Luzuriaga, de editar un peridico, lo que fi nalmente no se concreta. Tam-bin puede deducirse que, aunque hay diferencia ortogrfi ca en el apelli-do Torrez y Torressea este ltimo, fraile dominico chileno, el que luego editara El Amigo del Orden, de orientacin clerical en oposicin al laicista El Verdadero Amigo del Pas.

    Imprentas en Mendoza

    La aparicin de un peridico en nuestra provincia no hubiese sido posible sin la existencia de un elemento esencial: la imprenta.

    En 1820 funcionan la Imprenta de la Provincia, que pertence a las autori-dades locales; la Imprenta Lancasteriana, de la sociedad homnima dedicada

  • 24 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    a la educacin, y la Imprenta Escalante. En todos los casos, utilizan tipos y tiles trados de Chile2.

    Sin embargo, Juan Draghi Lucero aporta un dato novedoso. Dice el his-toriador: Hasta aqu nadie nos ha hablado de la imprenta del Ejrcito de los Andes, introducida a la provincia por el general Jos de San Martn, antes del 20 de enero de 1817. Su existencia est comprobada completamente por la Proclama del General Luzuriaga del 16 de febrero de 1817, impreso que se considera el ms antiguo de Mendoza y en el que da cuenta a la poblacin del triunfo patriota en Chacabuco3.

    El Termmetro del Da

    El 20 de mayo de 1820 comienza, entonces, en los albores de la anar-qua nacional, la historia del periodismo en Mendoza, con la aparicin de El Termmetro del Da.

    En ese primer nmero, su propietario y redactor don Juan Escalante4 es-cribe en la portada, como anticipndose a la dicotoma existente en la poca, entre peridicos ideolgicos y peridicos informativos:

    Mucho y mui sabiamente se ha escrito hasta hoy en todos nuestros peridicos, pero si exceptuamos mui pocos escritos, es preciso convenir en que se ha hablado en ellos con ms erudicin y sabidura que gusto del pueblo. El periodista que llena un papel de continuas refl exiones, ms bien arregla el peridico a sus refl exiones, que sus refl exiones al peridico. Estos escritos cansan al pblico, que acostumbrado a ver a cada hora repetidas las escenas en el teatro poltico, se disgusta de prembulos, y slo ansa por ser informado de las disposiciones del Magistrado, de la situacin de los pue-blos en sus principales relaciones de los procesos de la guerra, de los adelantamientos en su sistema de independencia, y de las ocurrencias informativas que suelen acaecer.2 Conrado Cspedes, La prensa en Mendoza, suplemento especial de Los Andes, 1921.3 Juan Draghi Lucero, San Martn, introductor de la imprenta en Cuyo, La Prensa, 4 de enero de 1942.4 Juan Escalante: En ninguno de los libros, peridicos y revistas que tratan sobre el periodismo en Mendoza fi guran datos biogrfi cos de Escalante. Slo se ha encontrado una referencia a una persona del mismo nombre y apellido en el artculo La larga lucha por la identidad de los huarpes del Norte mendocino, de Rosa Mara Bustos, en el libro Mendoza, identidad, educacin y ciencias, compiladores Arturo Roig y Mara Cristina Satlari, Gobierno de Mendoza, 2007. All se presenta a Juan Escalante en el ao 1833 como protector de los indios laguneros, quien frente al extravo del expediente con los ttulos sobre las tierras de las Lagunas (Asuncin, Rosario y San Miguel) promueve un expediente judicial ante el Ministerio de Gobierno, juez de Hacienda, para comprobar los verdaderos lindes de los terrenos que en la antigedad les fueron designados por el Gobierno Espaol, para que se les otorguen ttulos escritos que los afi ancen en el goce y derecho a ello. Bustos indica que Escalante entrevist a varios vecinos de esa zona en calidad de testigos y que, fruto de esa accin, el 12 de marzo de 1838 el gobernador capitn general delegado de la provincia, decreta: Queda a benefi cio de los naturales de las lagunas, todo el campo que se ha conocido por correspondiente a dicho departamento y no se ha enajenado hasta esta fecha.

  • 25EL PERIODISMO EN MENDOZA

    El Telgrafo (1827), de tendencia federal y opositor a Rivadavia.

  • 26 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    Convencido por experiencia que aquel gnero es poco acomodado al ge-nio del pueblo a quien se dedica el Termmetro del Da, y que de su especie se ha publicado ya mucho; me abstendr de esparcir fl ores que no produce el estril jardn de mi literatura.

    La primera experiencia periodstica en Mendoza dura poco tiempo: tras ha-ber publicado siete nmeros y uno extraordinario, los domingos, cesa el 4 de julio de 1820. Segn Juan Alberto Castro, en este peridico aparecieron las pri-meras poesas de Juan Gualberto Godoy, considerado el primer poeta mendoci-no, dispuesto a condenar lo innoble y mezquino de los funcionarios pblicos5.

    La Gaceta de Mendoza

    Cuatro das despus, el 8 de julio, aparece La Gaceta de Mendoza, conti-nuacin del anterior, y sus redactores son Agustn Delgado, Agustn Bardel y el mismo Escalante.

    Antonio Zinny en su Efemeridografa Arquireparquitica6 detalla que este peridico tena al frente el escudo de la provincia con la siguiente inscripcin en su circunferencia: Parcitas surripit, et augetur status, y su ortografa est muy lejos de poderse recomendar como modelo.

    Entre las noticias que publica, fi guran la historia del caudillo Francisco del Corro, la entrada a Mendoza del gobernador Toms Godoy Cruz, la in-vasin de Mendoza por el ex coronel Corro, la apertura de una academia de francs, dirigida por el redactor del peridico, Agustn Bardel7, y comuni-caciones ofi ciales recibidas de la Repblica de Chile sobre las operaciones del general San Martn.

    Segn Arturo Andrs Roig, slo se conoce un nmero, el 14, correspon-diente al 19 de agosto de 1820, existente en la Biblioteca Nacional de Chile8.

    La Gaceta de Mendoza publica su ltimo nmero, el 17, el 9 de septiembre de 1820.

    5 Juan Alberto Castro, El periodismo en Mendoza. Ligera resea. Diario El Debate, 1 de abril de 1901.6 Efemeridografa Arquireparquitica (O sea de las Provincias Argentinas), Antonio Zinny, La Revista de Buenos Aires, 1870, Tomo XXIII, pgina 633.7 Bardel, francs de nacimiento, fue ofi cial del ejrcito auxiliar del Per, retirado despus de la revolucin de Arequito. Se radic en Mendoza, donde contrajo matrimonio, y estableci una academia para la enseanza del idioma francs. Tom parte en la batalla de Punta del Mdano con el grado de sargento mayor.8 Arturo Andrs Roig, Catlogo de Publicaciones- 1939-1960, Facultad de Filosofa y Letras (1939-1960), Universidad Nacional de Cuyo-Biblioteca Central-Cuadernos de la Biblioteca.

  • 27EL PERIODISMO EN MENDOZA

    Primeras disputas entre peridicos: El Verdadero Amigo del Pas y El Amigo del Orden

    Pasan dos aos de silencio periodstico en Mendoza, hasta que el 22 de mayo de 1822 aparece El Verdadero Amigo del Pas, por la Imprenta Lan-casteriana, cuya fundacin y jefatura de redaccin estn a cargo del poeta y literato puntano Juan Crisstomo Lafi nur, acompaado por Juan Gual-berto Godoy, Agustn Godoy, Jos Mara Salinas y Nicols Avellaneda como colaboradores.

    El nmero 1 registra una proclama del gobernador intendente don Pedro Molina y un decreto relativo a la publicacin del Registro Ministerial.

    Zinny refi ere de El Verdadero Amigo del Pas que abrazaba la ciencia econmica, la geografa, las poblacin, las leyes, industria, comercio, agricul-tura, educacin, polica, historia y poesa. El mismo Lafi nur, con las siglasJ. C. L., escriba a los habitantes de Mendoza: Ciudadanos. El socio encarga-do de estos trabajos no tiene el orgullo de esperar todo de sus fuerzas: cuenta con vuestras luces, con vuestras virtudes y con vuestra indulgencia. Cree ha-ber llegado el tiempo en que este pas, hijo predilecto de la naturaleza y de la virtud, empiece a serlo de la sabidura. l se creer justamente recompensado, desde que los efectos le convenzan de que no se enga en sus esperanzas9.

    Aunque sale slo una vez a la semana, rpidamente se convierte en uno de los rganos de publicidad ms ilustrados e importantes, y que alcanzaron mayor prestigio y duracin en aquella poca10 , ya que fi naliza sus ediciones el 18 de enero de 1824.

    Para el historiador Damin Hudson, El Verdadero Amigo del Pas cooper a la difusin de las luces, el adelanto del pas en todo sentido, a la mejora de las industrias, de la educacin y de las costumbres, por medio de artculos escritos con sensatez, erudicin y ardoroso celo por el progreso de la provincia11.

    Casi simultneamente con este peridico, el sacerdote dominico Torres, chileno de origen, funda el peridico El Amigo del Orden, aparecido en 1822, tambin por la Imprenta Lancasteriana del que no se sabe la fecha de desapa-

    9 Zinny, ibd.10 Conrado Cspedes: La rensa en Mendoza, Diario Los Andes, 1 de enero de 1921.11 Damin Hudson, Recuerdos histricos sobre las provincias de Cuyo, Editorial Revista Mendocina de Ciencias, Men-doza, 1931.

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    ricin, segn Draghi Lucero12 y que en algunas ocasiones Hudson y Zinny citan como El Orden de defi nida orientacin catlica, que tuvo como nico objetivo combatir las reformas liberales vinculadas al clero, dispuestas por el gobernador Pedro Molina. De acuerdo con estas disposiciones, los conventos volvieron a entrar a la vida comn, siendo extinguido el de los Agustinos por no contar con el nmero de religiosos que prevean las nuevas normas, por lo que sus propiedades y rentas pasaron al dominio del Estado.13

    Surgieron en estos das las primeras disputas entre peridicos de signos ideolgicos diferentes: El Verdadero Amigo del Pas, encabezado por Lafi nur, defi ende esas reformas laicistas, y El Amigo del Orden entabla ardorosas po-lmicas para sostener su posicin religiosa.

    Por los resultados posteriores, el triunfo corresponde al fraile dominico, ya que Lafi nur es expulsado de las ctedras que dictaba en el colegio provincial y al poco tiempo hizo pblica una retractacin de sus errores en materia religiosa, dirigida al padre Oro, despus obispo de Cuyo.14

    Infl uencia de Lafi nur

    Arturo Andrs Roig destaca la poderosa infl uencia que tuvo Lafi nur en Mendoza15. La estada de Lafi nur en Mendoza seala coincidi con la eclosin de nuestra efmera poca de las luces. Los dos documentos ms importantes de este momento son el prospecto de El Verdadero Amigo del Pas y la Tabla de argumentos importantes han de hacer el entretenimiento de este peridico, redactados por Lafi nur y aparecidos en 1822. Ambos son expresin de un ambicioso plan de renovacin social y econmica que habra de fraca-sar en su mismo nacimiento. Lafi nur, posedo de un inquieto e incansable

    12 Draghi Lucero, ibd.13 Conrado Cspedes, ibd.14 Zinny, ibd: El seor Lafi nur acababa de dejar la ciudad de Buenos Aires y llevaba a Mendoza crdito, aplicacin y talento que quiso utilizar en benefi cio de los habitantes de aquella ciudad, en donde se haban formado dos sociedades: una tena por objeto proteger las escuelas de Lancaster que estableci don Diego Thompson; la otra se compona de los suscritores que haban concurrido a formar una biblioteca pblica que contaba ya con muchos volmenes. Estas dos so-ciedades unidas por la identidad de sus miembros, tomaron a su cargo la impresin y edicin de los peridicos. Pero estas tareas dignas del mayor elogio por el decidido empeo con que estos amigos del pas procuraban afi rmar los mejores fun-damentos de la libertad civil, encontraron una persecucin decidida por algunos, aunque pocos, bajo el pretexto de haber sido un ingls protestante el que los fundara. El mentor Lafi nur haba sido nombrado catedrtico de fi losofa, economa y elocuencia en el colegio de esa provincia, pero al poco tiempo fue expulsado, l y el prebendado doctor Lorenzo Giraldes, y sustituido por otros.15 Arturo Andrs Roig, Breve historia intelectual de Mendoza, Ediciones del Terruo, Mendoza, 1966.

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    espritu, provoc un movimiento cultural pocas veces repetido a lo largo de nuestra historia. El teatro, la msica, la fi losofa, la economa, el canto, la poe-sa y el periodismo, fueron su campo de accin16.

    El Registro Ministerial

    El 14 de mayo de 1822 se dicta el decreto de creacin de este peridico ofi cial, que aparece por inspiracin del ministro de Gobierno, Nicols Ave-llaneda, el 15 de junio de 1822. Su redactor es Juan Crisstomo Lafi nur y el objetivo es publicar semanalmente todas las leyes, decretos y disposiciones ofi ciales del gobierno provincial. El nmero 1, segn Zinny, contiene una relacin de las fi estas mayas de ese ao y el reglamento de la Sociedad de Lancaster. El nmero 29 registra una ley de la provincia bajo el ttulo de Ins-truccin para los diputados del Congreso Nacional.17

    Segn Roig18, la coleccin ms completa se encuentra en el Archivo Ad-ministrativo e Histrico de Mendoza, siendo el ejemplar ms antiguo que se conserva el de la edicin de enero de 1834.

    En dcadas siguientes se ver la transformacin de El Registro Ministerial en el Registro Ofi cial.

    El Amigo del Pas

    Es fundado y redactado por Francisco Borja Correas, y aparece el 19 de junio de 1824, por la Imprenta Escalante. Publicacin semanal, como to-das las mencionadas, deja de aparecer el 2 de octubre del mismo ao, por desavenencias polticas.

    Primeros excesos, primeras restricciones

    No se han cumplido todava dos aos de la aparicin de El Termmetro del Da, cuando los funcionarios y diversas personalidades comienzan a experi-mentar los escozores de las primeras crticas.

    16 Arturo Andrs Roig, ibd.17 Zinny, ibd. pgina 454.18 Arturo Andrs Roig, ibd.

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    Un refl ejo de ello lo da el gobernador Toms Godoy Cruz, quien critica lo que llama abusos de la prensa a propsito de una noticia dada en Buenos Aires por el peridico Argos y reproducida en Mendoza.

    El malestar crece en los mbitos ofi ciales y fi nalmente, el 26 de octubre de 1822, la Honorable Junta dicta una resolucin ante lo que el historiador Jorge Scalvini caracteriza de este modo: La libertad de imprenta entonces existente permiti abusos que signifi caron libertinaje.

    En los considerandos, se menciona: Observando la H. Junta que los abu-sos de la libertad de escribir continan en la prensa hasta tocar el extremo de no respetar ni al decoro del mismo pas, y creyendo que los editores no hayan sido notifi cados por el I. Cabildo Gobernador Interino de la resolucin de la misma H. Junta, fecha 26 de octubre, por cuanto ella no se ha dado al Registro, ha acordado en sesin de anoche transcribir a U.S. segunda vez para que no se alegue ignorancia, y en caso de su inobservancia, aplicar el rigor de la ley a los que ocupan el arte de la ilustracin con pginas que se alejan de tan sagrado objeto; y es como sigue:

    Deseando la H. Junta precaver ulteriores y mayores males por el abuso que alguna vez se ha hecho del precioso derecho concedido a los ciudadanos, de pu-blicar libremente sus ideas por medio de la prensa, cuyos funestos efectos prin-cipiaban a sentirse en la discordia que agitaban sus nimos, convirtiendo as este interesante establecimiento que slo deba servir para ilustrarnos, y reformar nuestras costumbres, en instrumento de sus rencores, fomento de odios mutuos, con sumo perjuicio y desdoro del pas, tuvo a bien recordar y ordenar por su de-creto 17 prximo, que se diesen a luz papeles infamatorios, o que vulnerasen el honor de los ciudadanos; y cuando descansaba en que esta medida calmara las agitaciones, extirpando aquella perniciosa licencia, ha visto con dolor que slo ha servido para suscitar nuevos disturbios y embarazos; por lo que, y convenci-do de su inefi cacia, como de los escollos que presenta su ejecucin, ha resuelto, en sesin extraordinaria de ayer, revocar el expresado decreto, restituyendo a la prensa toda la libertad que gozaba antes de l, con la calidad de que el impresor no pueda imprimir papeles annimos, o sin fi rma, como abusivamente se ha he-cho, sino que, precisamente, deba quedar archivada una copia fi rmada del autor del papel que se d a luz, cuando quiera ste reservar su nombre; bajo respon-

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    sabilidad en caso contrario, si acaeciese queja de algn individuo, conforme al decreto de 26 de octubre de 1822, expedido sobre el particular.

    Dios guarde a U-US.-Sala de sesiones, en Mendoza, Noviembre 9 de 1822. Fdo: Jos Vicente Zapata, presidente; Jos Cabero, secretario. El go-bernador intendente Pedro Molina acusa recibo y dispone su publicacin en el Registro Ofi cial.19

    El Eco de los Andes

    Una vez producido el cierre del peridico dirigido por Lafi nur, surge el 23 de septiembre de 1824 El Eco de los Andes, encabezado por Juan Gualberto Godoy, quien se rodea de colaboradores como Jos L. Calle, Francisco Borja Correas y Jos Mara Salinas.

    Seguidores de los principios del libre pensamiento, del enciclopedismo francs, sus redactores retoman la posicin laicista y se ganan los primeros embates del peridico del sacerdote Torres: de libertinos ateos, los acusa en uno de sus artculos, a lo que responden esgrimiendo repetidas veces el trmi-no tolerancia y despus estas palabras: El fanatismo y la supersticin han sido siempre una fatalidad para los pueblos.20

    Ahora bien: cmo era la Mendoza de aquella poca? Raffo de la Reta la pinta as: haba quedado aniquilada por el esfuerzo heroico de la forma-cin del Ejrcito de los Andes. Despoblados sus campos por la movilizacin de sus hombres y la entrega de los esclavos para engrosar las fi las libertado-ras, requisados sus ganados y esquilmado su comercio con emprstitos for-zosos, contribuciones y gabelas, era un convaleciente anmico, naciendo de nuevo a la vida.21

    Y agrega: Haba en Mendoza de aquellos das tres o cuatro cafs, dos o tres peluqueras, algunas boticas y muchas sacristas. Es decir, haba recintos propicios para la charla despreocupada y amable, ctedra para la disquisicin fi losfi ca y literaria, y corrillos aptos para el chisme y la calumnia, que tanto entretiene siempre a la malevolencia aldeana. 22

    19 Laurentino Olascoaga, Libertad de imprenta en Mendoza, Revista de la Junta de Estudios Histricos de Mendoza, tomo XVI, N 325-36, 1940.20 Julio Csar Raffo de la Reta, presentacin de El Eco de los Andes, reproduccin facsimilar, Instituto de Investigaciones Histricas de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 1943, con estudio preliminar y notas de Juan Draghi Lucero.21 Ibd.22 Ibd.

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    En ese marco de marasmo econmico y soterrada vida social, apenas alterada por los viajeros a Chile y desde la capital trasandina hasta nuestra ciudad, y los de Buenos Aires, que traan las ltimas novedades de la cultura europea, nace El Eco de los Andes, uno de los principales peridicos de Men-doza, que se puede apreciar hoy en la reproduccin facsimilar lograda por la perseverante labor investigativa de Juan Draghi Lucero.

    Sus redactores se declaran liberales, laicistas, unitarios, y estn tan pre-ocupados por la superacin intelectual de sus artculos, que por su propensin a ser abstractos se olvidan de registrar lo que ocurre a su alrededor. Draghi Lucero se los reprocha: A tal extremo llega esta fi ebre de captacin de lo ex-terior como del olvido del medio, que no se encontrar en El Eco de los Andes ni una descripcin de la planta misma de Mendoza, ni una crnica de su vida domstica. Cunto agradeceramos a estos periodistas que nos hubieran lega-do cuadros vvidos de la poca, o siquiera el nombre de viajeros ilustres.23

    Y Draghi Lucero agrega otro reproche: el silencio sobre San Martn y toda su campaa. Cuando sale el peridico, haca apenas nueve meses que el Liber-tador haba dejado su hogar en la querida Mendoza para alejarse de un pas ya asolado por la feroz lucha entre unitarios y federales. Hasta el 25 de diciembre de 1825, ltimo nmero publicado, el nombre de San Martn no aparece, ni siquiera cuando el peridico de este da da la noticia del regreso de los restos del Ejrcito de los Andes, conducidos por el coronel de granaderos a caballo Flix Bogado. Eternamente escribe el diario llenaremos de bendiciones a los hroes de Chacabuco y Maip; s, a esos que han conducido en triunfo el pabelln argentino hasta Quito y que han sabido derramar su sangre por la libertad de la Patria en Junn y Ayacucho. Hubo s, artculos de elogio a Bol-var y Sucre, pero el nombre de San Martn fue silenciado. Se pregunta Draghi Lucero: Resentimientos? Celos?24.

    Pero el inolvidable autor de Las mil y una noches argentinas tiene un re-conocimiento fi nal a la trayectoria de este peridico. Ellos dice por sus redactores saben cul es el verdadero camino y lo sealan a voz en cuello: El respeto a la ley! El orden que hace posible la convivencia en el milagro urbano atrapado por el desierto hostil! La tolerancia que dignifi ca al hombre!

    23 El Eco de los Andes, reproduccin facsimilar, prlogo y notas de Juan Draghi Lucero, Instituto de Investigaciones Histricas, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 1943.24 Ibd.

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    El Eco de los Andes puede sostener hasta su nmero postrero esta afi rmacin, refi rindose a la libertad de publicar toda clase de ideas en el peridico: Da-remos siempre la preferencia a los que sean contrarios a nuestros principios, porque nada apetecemos ms que la libertad. (N 2) Fieles a este rumbo de tica periodstica, la hoja muere por publicar ataques a s misma. Puede darse un ms alto ejemplo de elevacin moral?25

    Un trabajo de Roig sobre este peridico, completa algunos elementos que permiten una mejor evaluacin de los ciclos internos, como la fi jacin de tres etapas, cambios de redactores, etctera. Seala que en las dos primeras eta-pas del peridico fi gura como lema de la publicacin una frase en francs de Filangieri, cuya traduccin es: Donde la verdad tema hacerse escuchar, la virtud desaparece, porque la fuerza es poderosa. En la ltima, hasta su desaparicin el 25 de septiembre de 1825, el lema corresponde a Madame de Stael: El remedio de las pasiones populares no est en el despotismo, sino en el reinado de la ley.26

    La primera hemeroteca

    En 1824 escribe Roig, las autoridades de la Biblioteca avisaban a los suscriptores que estaban por hacer una lista de las colecciones de gacetas de la mayor parte de los puntos de Amrica que ella conserva, vale decir que se haba organizado la primera hemeroteca de Mendoza y que adems se pensaba hacer el catlogo de la misma.27

    Segn el peridico El Verdadero Amigo del Pas, la biblioteca reciba las siguientes gacetas (peridicos): De Buenos Aires, El Centinela, El Ambig, La Abeja, El Correo de las Provincias, El Argos, El Teatro de la Opinin y La Gaceta Mercantil; de Chile, El Observador Chileno, El Tizn Republicano, El Interrogante, El Clamor de la Patria, El Corresponsal del Imparcial; del Per, El Correo Mercantil, La Gaceta de Lima, La Abeja Republicana, etc-tera. Adems, La Gaceta, de Bogot, La Gaceta de Colombia, El Patriota de Guayaquil, La Estrella del Brasil, The Times y el Morning Chronicle, ambos de Londres; el General Advertiser, de Filadelfi a, etc.28.25 Ibd.26 Arturo Andrs Roig, Para la Efemeridografa del Eco de los Andes, Revista de la Junta de Estudios Histricos de Mendoza, tomo I, n 6, Mendoza, 1970.27 Arturo Andrs Roig, Mendoza en sus letras y sus ideas, captulo Los orgenes de la Biblioteca San Martn, Ediciones Culturales de Mendoza, 1996.28 Ibd.

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    Primeras publicidades

    La lectura con especial detenimiento de El Eco de los Andes permite ras-trear el nacimiento de otro elemento que se convertir luego en parte funda-mental de los peridicos: la publicidad. Recin en el nmero 3, del jueves 7 de octubre de 1824, aparecen los primeros avisos, Uno podra considerarse ofi cial en el rubro Educacionales y dice as: Aviso del Gobierno. El lunes 11 del corriente se abre la Escuela principal por el mtodo de Enseanza Mu-tua, bajo la direccin de D. Fermn Coria, en la casa de D. Juan Estrella. Los seores que gusten mandar jvenes se entendern con dicho seor. Mendoza, octubre 6 de 1824.

    Y luego, un aviso judicial: El que haya perdido plata labrada con marca, vase con el juez de 1ra. Instancia D. Manuel Valenzuela, quien dar noticia por la marca de que conserva en depsito.

    Otro aviso a continuacin inaugura el rubro inmobiliario: El mismo Sr. vende con equidad la casa esquina que fue caf de Moreno frente a lo de D. Ramn Correas; el que guste hacer propuestas por no tener dinero al contado vase con dicho Seor.

    Y un rubro que ya no existe pero en su poca es signifi cativo: Se necesita comprar algunos esclavos que sean sanos y de 18 a 20 aos; quien los tenga vase con D. Nicols Corvaln.

    Despus vienen otros avisos, con preferencia los de compra y venta de pro-piedades. Por ejemplo: Se vende la casa esquina que est a mano izquierda al caer la Alameda por la calle de Santo Domingo; el que guste comprarla vase con Don Jos Francisco Torres.

    Y all por el nmero 16, el primer aviso de lo que hoy sera el rubro Auto-motores: Un carricoche de muy buena calidad, bueno para viaje por su for-taleza y seguridad, y para poblado por su decencia, se vende. El que lo quiera comprar vase con D. J. M. Salinas, esquina de Santo Domingo.

    Ya en 1825 hay requerimientos de servicio domstico: D. J. Benito Gon-zlez, necesita para B. Aires una criada, buena lavandera y planchadora, de buena conducta y edad regular, soltera, a quien se le harn partidas de libertad, si lo mereciere su servicio y comportacin; la persona que la tuviera y gustase transferirla puede ocurrir a casa del dicho.

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    El Aura Mendocina

    Conrado Cspedes da noticias de este peridico, que aparece el 30 de abril de 1826 dirigido por el cannigo Lorenzo Giraldes, quien fue a la vez redactor con la cooperacin efi caz y valiosa de Juan Gualberto Godoy. Uno de los principales propsitos perseguidos por su propietario y que cons-tituy el tema de la campaa emprendida por El Aura Mendocina reseaCspedes fue demostrar los inconvenientes que ofreca para los intereses lo-cales la consolidacin de la deuda nacional de la provincia de Mendoza. El peridico, que sale tres veces al mes, tiene una existencia efmera y deja de aparecer el 20 de agosto del mismo ao.29

    El Iris Argentino

    La Sociedad Lancasteriana, cuya redaccin integraban Juan Gualberto Godoy, Francisco Borja Correas, Agustn Bardel y Jos L. Calle, comienza a editar este peridico el 25 de diciembre de 1826. Segn Cspedes, fue el rgano serio del partido unitario, que mantena la discusin en el terreno elevado de los principios.30

    La coleccin consta de 56 nmeros y un suplemento en el N 4; en ste, de fecha 15 de junio de 1826, fi gura un artculo sobre los vastos planes polticos, que se iban declarando, del libertador de Colombia, dictador del Per y pre-sidente perpetuo de Bolivia, y, agrega: Sin duda, su fi lantropa ambiciona todava el ttulo de protector de Chile.

    Zinny menciona tambin un artculo interesante sobre las ventajas de te-ner una va de comunicacin por agua desde los Andes, para la exportacin de los productos de la Provincia de Cuyo.31

    Como curiosidad, cabe consignar que todos los nmeros conocidos de El Iris Argentino comienzan con una planilla de datos higromtricos, ter-momtricos y baromtricos, adems de la indicacin de los meteoros del da32, seguramente por infl uencia del sabio escocs John Gillies Frazier, quien se encuentra en Mendoza realizando diversas investigaciones, entre

    29 Conrado Cspedes, ibd.30 Conrado Cspedes, ibd.31 Zinny, ibd.32 Arturo Andrs Roig, Catlogo de Publicaciones de la Facultad de Filosofa y Letras (1939-1960), Mendoza, 1960.

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    ellas el clima y la fl ora. Gillies se cuenta como uno de los fundadores de la Sociedad Lancasteriana.

    Resulta llamativo que el peridico sea uno de los primeros, sino el primero, en publicar indicadores econmicos de la produccin de la zona. En el nmero 56, correspondiente al 19 de octubre de 1826, fi gura la seccin Precios Co-rrientes de los Efectos del Pas por Mayor, en la que se detalla los valores para vacas, novillos, cueros, sebo, grasa, jabn por quintal, trigo por fanega, y harina. El vino blanco, por barril, tiene un valor de 4,4 pesos; el tinto, por barril, de 3 a 3,4 pesos; el aguardiente de 22 grados, por barril, 12 pesos, y el de 25 grados, 16 pesos; pasa de uva moscatel, por quintal, de 3,6 a 4 ps; y la fanega de frutas secas, de 2 pesos 4 reales.

    El Iris Argentino publica tambin los precios corrientes por mayor de Bue-nos Aires: en el rubro Caldos, vino blanco de Mendoza, barril, de 17 a 20 pe-sos; vino tinto, barril, de 22 a 24 pesos; aguardiente, barril, 55 pesos; aceite de comer, arroba, 8 pesos. En el rubro Comestibles: aceitunas de Sevilla, cuete, 3 pesos; trigo del pas, fanega, 15 a 16 pesos; garbanzos de Chile, arroba, 4 a 5 pesos; cacao de Guayaquil, 35 pesos el quintal.

    En esta seccin econmica, fi guran adems los costos de las tropas de ca-rretas para enviar mercaderas, y un detalle de las arrias que parten a Buenos Aires, Crdoba y San Luis, con productos como vinos, aguardiente, harinas, frutas y hasta alfajores.

    El ltimo nmero de El Iris Argentino corresponde al 4 de junio de 1827, motivado principalmente por la partida al destierro de Godoy y Borja Correas.

    El Telgrafo

    Esta publicacin semanal es fundada el 15 de abril de 1827 y sostenida por el gobierno de entonces que ejerce el general Corvaln. De clara orientacin federal, y opositora a Rivadavia, es redactada por Jorge Velasco, el cannigo Giraldes y Gabino Garca. Cesa en su aparicin el 24 de agosto del mismo ao, despus de editar 24 nmeros.33

    33 Cspedes y Zinny, ibd.

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    El Fnix

    Dirigido por Jos Luis Salinas, de tendencia unitaria, aparece el 24 de no-viembre de 1827 y su ltima edicin es del 10 de febrero de 1828. La colec-cin consta de 12 nmeros.34

    La Abeja Mendocina

    Peridico fundado por Borja Correa en 1828, opositor a la poltica de Dorrego.

    El Huracn, un terremoto periodstico

    El 22 de abril de 1827, apenas una semana despus de la salida de El Tel-grafo, Juan Gualberto Godoy saca a las calles de la ya convulsionada Mendo-za el primer nmero de El Huracn, con este lema: Una atmsfera cargada de miasmas, slo la tempestad la bonifi ca. Y el editorial remarca la intencin de quebrar la relativa moderacin de los debates polticos que se haban sus-citado hasta ese momento: Vamos a abrir nuestras tareas con el solo designio de entendernos con el proto-federi-montonero El Telgrafo. Se dir tal vez que en el decurso de nuestros trabajos apelamos al lenguaje de las pasiones a falta de convencimiento. El pblico lo ha visto: por largo tiempo ha tenido ocasin de observarlo en las discusiones que han promovido los dos bandos en que est dividido el pueblo; l es testigo de qu parte ha estado la moderacin; sabe quines han tenido por nico norte la razn y quines, en su defecto, han apelado al dicterio y al sarcasmo35.

    Escribe Flix Weinberg al comentar este perodo que en las ocho pginas de este tempestuoso peridico, artculo tras artculo, sin contemplaciones, se ataca a los federales, a quienes se llama indistintamente anarquistas y monto-neros, adems de otras lindezas. La guerra de las prensas estaba declarada, y los mendocinos se aprestaban a presenciar duelos periodsticos en que vola-ran letras como piedras.36

    Con El Huracn agrega Weinberg se deja atrs las excelencias del pe-riodismo informativo y de difusin doctrinaria propios de El Verdadero Amigo

    34 Antonio Zinny, ibd.35 Flix Weinberg, ibd.36 Ibd.

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    del Pas y El Eco de los Andes. Con El Huracn se iniciaba el de lanza, sable y pistola, en que todas las armas eran buenas.37

    De esa poca podemos rescatar una composicin denominada El sereno, que dice as:

    Duerme pueblo a tu placer sin recelos ni afl icciones ya en la calle no hay ladrones; se treparon al poder. De noche no hay que temer que nadie usurpe lo ajeno. Hoy se roba a da pleno por alta autorizacin. Viva la Constitucin! La una ha dado y sereno38Por esos das sale La Columna Federal, peridico dedicado a demoler

    unitarios, con un lenguaje muy parecido al de El Huracn, con lo que la pelea entre ambos se agiganta y la indignacin de los vecinos de la aldeana Mendo-za es cada vez mayor por el tono de los escritos.39

    Muchos de los materiales de El Huracn estn redactados en verso, que constituyen una galera de retratos de personajes reales de alguna posicin que todo Mendoza conoca: Gavilla heterognea de presuncin y Necedad dice Godoy que marcha impvida por la senda que le traza el infatuado orgullo, dice Weinberg, y agrega: La presumible exageracin en la pintura de los rasgos o atributos morales forman parte de la tcnica de la caricatu-ra, pero las caricaturas de Godoy, lejos de la risuea bonhoma, son lisa y llanamente corrosivas.

    Primera clausura y la primera Ley de Imprenta

    Esa indignacin motiva que el gobernador Juan Corvaln y su ministro Gabino Garca fi rmen un decreto el 22 de mayo de 1827, por el que se clau-

    37 Ibd.38 Nelly Cattarossi Arana, Literatura de Mendoza (Historia documentada desde sus orgenes a la actualidad (1820-1980), tomo II. Inca Editorial, Mendoza 1982.39 Segn Zinny, obra mencionada, su redactor fue don Vctor Bareau, francs, quien apoyaba la poltica de El Telgrafo. Slo dur quince das. Zinny da tambin el dato de otro peridico dirigido por Barreau, El Estandarte (1827).

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    sura los dos peridicos. En los considerandos se expresa que El Huracn y La Columna Federal desacreditan escandalosamente el uso til que debe hacerse de la prensa en todo pas culto y civilizado. La tolerancia del gobierno en esta parte ha dado valor a los autores de esta clase de escritos para redoblar su audacia criminal imprimiendo versos sueltos que ofenden el respeto y la honestidad pblica, de cuyo proceder se hara responsable la autoridad si no tratase en tiempo de reparar los males que necesariamente experimentara el pas permitiendo esas animosidades perniciosas que agitan las pasiones, pro-mueven rencores y predisponen los nimos a innobles venganzas. Por estas consideraciones, y no existiendo en la provincia ley alguna que regle la li-bertad de imprenta, la cual jams podr salir de la esfera circunscripta por las luces y la ilustracin, el Gobierno ha acordado y decreta:

    Artculo 1: Los impresores en la provincia no recibirn ms materiales de los impresores de los peridicos El Huracn y La Columna Federal hasta segunda orden, ni imprimirn ninguna clase de papeles que ofendan la decen-cia pblica bajo la pena de quinientos pesos de multa o un ao de confi scacin fuera de territorios de la provincia. Con esta pena sern igualmente castiga-dos los escritores. Artculo 2: El Administrador de Aduanas, encargado de la seguridad de las prensas de la provincia, entregar las llaves de las ofi cinas de este establecimiento a los respectivos impresores bajo la responsabilidad que previene el artculo anterior. Artculo 3: El Gobierno dar cuenta de esta resolucin a la H. R. Provincial en la apertura de sus sesiones. Artculo 5: El Ministro Secretario de Gobierno queda encargado de la ejecucin de este decreto que se comunicar a quienes corresponda y se dar al Registro. Juan Corvaln. Gabino Garca.40

    Hay unnime consenso acerca de la clausura de ambos peridicos, pero este hecho simultneamente provoca un intenso debate el primero en la pro-vincia sobre la libertad de imprenta. Todo comienza cuando el gobierno da cuenta de la medida a la Legislatura, donde los federales tienen mayora. El mensaje ofi cial, del 10 de julio de 1827, atribuye a la prdica de esos peri-dicos un alcance funesto sobre el orden pblico y la tranquilidad social. El estudio del decreto es girado a una comisin de legisladores, y el informe

    40 Flix Weinberg, Juan Gualberto Godoy Literatura y poltica. Poesa popular y poesa gauchesca, Solar-Hachette, Buenos Aires 1979.

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    es encargado al cannigo Jos Lorenzo Giraldes, adversario periodstico de Godoy, al tiempo que tambin presenta un proyecto de ley de imprenta, en el que se trata de aunar los criterios de libertad y autoridad. Giraldes justifi ca la represin de esos peridicos por abusar de la libertad, pero advierte que con estas medidas el gobierno impona una censura mortifi cante.

    Y agrega: Esta censura es una traba a la libertad de imprenta, y la liber-tad no puede trabarse ni circunscribirse sin riesgo de perderla porque es tan delicada y celosa que se ofende mortalmente de la ms pequea privacin.41

    Un peridico unitario, La Abeja Mendocina, aun siendo adversario, apoya el proyecto de Giraldes, pero la Legislatura se lo devuelve al cannigo para que lo haga ms restrictivo y acorde con las exigencias del Gobierno. Gi-raldes renuncia y el nuevo proyecto, ms severo, est a cargo de Juan Isidro Maza, texto que la Legislatura convierte en ley el 9 de septiembre de 1828.

    La ley establece en su artculo 1 que todo hombre es libre para comunicar sus luces, y comunicar por medio de la imprenta sus pensamientos y opinio-nes. El artculo 2 dice: El abuso de esta libertad es un crimen y sus autores sern castigados por arreglo a las leyes. Artculo 3: El derecho de acusar corresponde a los agraviados, y al fi scal de la Provincia, si la ofensa fuese a la Sociedad. Artculo 4: Ningn escrito se podr publicar sin la fi rma del autor, bajo la pena de doscientos pesos de multa, o cuatro meses de presidio, a que ser igualmente responsable el impresor.42

    Cinco das ms tarde, La Abeja Mendocina, en la que Godoy ha publicado mordaces versos contrarios a Dorrego y los federales, anuncia que debido a esa ley suspende su aparicin, y poco despus, 203 ciudadanos presentan un manifi esto a la Legislatura solicitando la derogacin de la ley por insultar la libertad de pensamiento y ser atentatoria de la libertad individual. La Legis-latura nunca les contesta.

    En das siguientes, y como los tiempos no son propicios, Juan Gualberto Godoy dice su bigrafo Domingo Sarmiento (hijo) tuvo que marchar a ua de caballo de aquel gobierno que lo persegua encarnizadamente porque

    41 Ibd.42 Laurentino Olascoaga, Libertad de imprenta en Mendoza Aos 1810 a 1858. Revista de la Junta de Estudios Histricos de Mendoza, tomo XVI, N 35-36, 1940.

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    se haba tomado la libertad de hacer su boceto, ya que no su retrato.43 Godoy marcha a Buenos Aires, y el otro redactor, Borja Correas, se exilia en Chile.44

    Derogacin de la ley de libertad de imprenta

    A medida que avanza el predominio federal, se empiezan a acentuar las acciones represivas de la libertad de imprenta. As es que iniciado el ao 1829 escribe Laurentino Olascoaga no poda subsistir ni siquiera la libertad de imprenta con las restricciones que haban sido creadas en Mendoza por la resolucin de setiembre de 1828; la libertad deba suprimirse en absoluto o dejarse al arbitrio de las autoridades constituidas por la voluntad del soberano de Buenos Aires. As, la Honorable Junta Legislativa, cuyo presidente era Bruno Garca, dicta una ley el 29 de agosto de 1829: (La Honorable Junta) en uso de las facultades ordinarias y extraordinarias que reviste, en sesin de ayer, acord y sancion con todo el valor y fuerza de ley, lo que sigue: Queda sin efecto la ley relativa a la libertad de imprenta que la Honorable Junta Le-gislativa sancion el 10 de setiembre de 1828. La ley es sancionada por el gobernador Alvarado y el ministro Vicente Gil.

    La primera vctima en el periodismo

    Entre varios de los nombres aparecidos en este trabajo, fi gura el de Jos Mara Salinas, como uno de los fundadores de El Eco de los Andes y cola-borador de otros peridicos que respondan a los cnones de la Ilustracin y del sector unitario. Es un nombre que podra ser uno de los tantos que aparecen en las pginas inaugurales del periodismo mendocino, si no fuese porque se convirti en el primer periodista muerto en las luchas fratricidas en nuestra provincia.

    43 Conrado Cspedes, ibd.44 Francisco Borja Correas fue una distinguida fi gura de la ilustracin mendocina. Naci en 1800 en la capital de esta provincia, curs estudios secundarios e inici los de seminarista, que dej al tiempo para volcarse en Buenos Aires al derecho. Debi regresar a Mendoza para acompaar a su padre, designado gobernador a raz de una intervencin nacional, desempeada por Lavalle en 1825. En asocio con J. G. Godoy fund El Eco de los Andes y luego El Iris Mendocino y El Huracn. Por su cuenta edit en 1824 El Amigo del Pas y La Abeja Mendocina. Por las persecuciones polticas a causa de su posicin unitaria, se exili en Chile con parte de su familia. En Valparaso form parte de la redaccin de El Mercurio, donde colaboraban Sarmiento y Mitre. Fue luego administrador de aduana en Copiap y de un establecimiento minero en Chaaral, contrajo matrimonio y regres a Mendoza cuando Mitre pas a ocupar la presidencia, siendo designado senador nacional por esta provincia. A su trmino, fue juez del Crimen y luego legislador provincial. Falleci el 14 de julio de 1894.

  • 42 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    Salinas, boliviano de origen, haba sido secretario de Simn Bolvar y se-cretario del Congreso Constituyente del naciente pas del Altiplano. Se radica en Mendoza y al tiempo instala una botica en la esquina de Santo Domin-go, vale decir, en la interseccin de las actuales calles Jos Federico Moreno y Fray Luis Beltrn, posiblemente en la esquina noroeste. Damin Hudson lo recuerda como un joven estudioso y de privilegiada inteligencia. Su ca-rcter independiente, enrgico, sus fi rmes principios por la causa de la liber-tad y de la civilizacin, difundindolos por la prensa como redactor de va-rios peridicos, le valieron ser la vctima de los odios, de las sangrientas persecuciones del caudillaje.45

    El sangriento episodio ocurre el 27 de septiembre de 1829. Y as lo cuen-ta Hudson: Llevado a media noche del cuartel en que estaba preso, por un ofi cial y soldados del coronel Don Flix Aldao (el fraile) a una calle de los extramuros, dironle estos all, una muerte atroz, brbara, como ejecutada por verdaderos canbales. Cortronle la lengua, las manos, arrancronle el corazn y algo ms que la decencia nos impide nombrar, todo esto con vida an. Despus lo degollaron y lo dejaron all as, horrorosamente mutilado. Al da siguiente, en ese estado, casi desnudo, sin ms que la camisa interior, fue trasladado y expuesto bajo los portales de la Casa de Justicia, para burla y escarnio de la majestad de las leyes, del respeto e independencia de los magistrados que las aplican!....46

    Tiempo despus, cuando a sus restos se les da decorosa sepultura, quien pronuncia la oracin fnebre es el ciudadano Juan Godoy, vuelto a Mendoza conmovido por el episodio que cost la vida de su compaero de ideales. En esa oracin, expresa Godoy: Nuestra historia debe consagrarle una pgina en donde su Nombre viva a la par de los Siglos. Su memoria grabada con hon-dos caracteres en el Corazn de los amantes de la Virtud, trasmitindose de generacin en generacin, durar mientras haya Verdaderos Republicanos.47

    45 Damin Hudson, Recuerdos histricos de las provincias de Cuyo, Editora Revista Mendocina de Ciencias, Mendoza, 1931.46 Ibd.47 Juan Gualberto Godoy. Poesa. 1793-1864. Edicin homenaje. Ediciones Culturales de Mendoza, 2007.

  • 43EL PERIODISMO EN MENDOZA

    Godoy y El Corazero, un peridico en verso

    Aun a sabiendas de los peligros que poda correr, y aprovechando un breve interregno unitario, Juan Gualberto Godoy vuelve a Mendoza haba estado exiliado en la provincia de Buenos Aires para fundar un peridico,El Corazero, que aparece el 16 de octubre de 1830 y tiene una particularidad: est totalmente redactado en verso, si bien hay algunos artculos en prosa y transcripciones de documentos ofi ciales.

    El historiador Antonio Zinny dice de este peridico: Era redactado todo en verso por D. Juan Gualberto Godoy, que se declaraba ser coracero y unita-rio, hombre de armas llevar, acostumbrado a sufrir a pie fi rme los fuegos del enemigo, y a despreciar la algazara de los montoneros. Agregaba que la enfer-medad que afl iga al pas necesitaba una operacin quirrgica con un nuevo instrumento que han adoptado los mejores facultativos para su curacin y al cual dan el nombre de lanza.48

    El Corazero aparece semanalmente por la Imprenta de la Provincia y los primeros nmeros cuentan con slo dos hojas, para pasar a cuatro despus del nmero 7. En el nmero 2 cambia su simple logotipo inicial por uno de mayor fuerza tipogrfi ca. En el nmero 4 aparece el siguiente aviso: Este peridico sale todos los sbados y se vende en la tienda de Don Salvador Civit y en la Imprenta, en donde se reciben suscripciones a peso por cada diecisis nme-ros. Los editores se encargan de repartirlo en casa de los seores que gusten suscribirse y de remitirlo fuera de la provincia.

    La fecha de salida es propicia para Godoy, pues desde abril estaba al frente del gobierno el coronel Jos Videla Castillo, quien como jefe de una divisin del ejrcito del general Paz depuso a Corvaln, de tendencia federal.49 Des-pus de la tragedia del Chacay, y serenados un tanto los nimos, se restablece la confi anza pblica y los vecinos y las autoridades de Mendoza se entregan a notables empresas en el comercio, la administracin y la cultura.50

    Godoy se declara coracero y unitario, como tambin soldado y ciudada-no que se senta obligado a terminar con la barbarie y la anarqua: Perecer mil veces por el orden / y odiar la anarqua hasta la muerte (nmero 10,

    48 Antonio Zinny, Efemeridografa argireparquitica, Buenos Aires, 1878.49 Flix Weinberg, ibd.50 Damin Hudson, ibd.

  • 44 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    1831). Sus enemigos declarados son los federales, para quienes no ahorra gruesos califi cativos, hasta de mal gusto. Hasta los exgetas de su obra cri-tican este aspecto, lamentando que no usara ms otras virtudes literarias o el ingenio que emplea para, por ejemplo, describir la asfi xia de las libertades pblicas que, en su concepto, signa ese sistema (federal), tal como lo conci-be Rosas, afi rma Weinberg. Y reproduce el poema irnico Que viva, que viva, la Federacin:

    El pensar es malo En federacin; Hablar es perverso, Y escribir es peor. Somos federales, Y es de precisin Que todos se callen Que quieran o no.

    Que viva, que viva La Federacin Y el que as no diga Que se vaya al pontn.

    Permitir que escriban! Este es un error, Y muy reprobado En federacin. Un pueblo de mudos Es mucho mejor, Que sufra o que emigre Y se est chitn.51 Godoy no slo retrata crticamente a conocidos personajes de Mendoza,

    sino que lo hace con fi guras nacionales, y emprende fogosas polmicas con otros peridicos del pas, y hasta de Chile El Valdiviano Federal las que le valen rplicas no menos mordaces.52

    51 El Corazero, nmero 5, 13 de noviembre de 1830.52 Esta etapa de El Corazero, con sus ataques a reconocidas personas, debate con peridicos del pas y Chile, etc., es analizada con pormenorizado detalle en la obra de Flix Weinberg ya citada.

  • 45EL PERIODISMO EN MENDOZA

    La agresividad de sus versos contra los federales comienza a traerle pro-blemas a Godoy, acentuados con la irrupcin en Mendoza de Juan Facundo Quiroga, cuyas fuerzas se imponen sangrientamente a los unitarios, coman-dados por el gobernador Videla Castillo, en la batalla de Rodeo del Chacn (Santa Rosa) el 28 de marzo de 1831. Con ella, Mendoza queda totalmente bajo la conduccin federal. Un mes antes, el 25 de febrero de 1831, Juan Gual-berto Godoy haba editado el nmero 13 de El Corazero, en el que un artculo marcaba serias divergencias con las autoridades unitarias de Videla Castillo por graves situaciones de inters pblico, referidas a la proliferacin e impu-nidad de robos de ganado cometidos en Mendoza, denunciados por Godoy. El artculo terminaba as: El Corazero se compromete a hablar ms claro en el nmero siguiente, si le es posible, se entiende. Fueron sus palabras postreras: una verdadera despedida.53

    Con la victoria de Quiroga, Godoy toma el camino del exilio, esta vez a Chile.

    El Yunque Republicano

    Data del 15 de noviembre de 1829 y se extiende hasta el 10 de enero de 1830. En el nmero 1, El Yunque Republicano defi ne sus principios: Con nada capitularemos de lo que se oponga a la libertad amada. ste es nuestro sistema, sta la profesin de fe poltica de los Editores del Yunque, y ste, enfi n, el propsito de nuestros trabajos. Y en el ltimo, del 10 de enero de 1830, afi rma: No hay marcha segura sin apoyo de la Constitucin.54

    La importancia del Yunque reside en que es simpatizante de los principios y los hombres del partido federal, sostiene Dardo Prez Guilhou.55 Y luego escribe: En un artculo titulado Triunfo de los libres, luego de comentar la derrota de los sublevados en Barriales y el retorno al poder del goberna-dor Corvaln, dice: Desengaarse, y desengaarse para siempre: en todo el mundo, sea cual fuese la forma que se adopte, los hombres de saber y los ca-pitalistas, son los que han de tener infl uencia en los negocios, y los que deben mandar en sus conciviles.56

    53 Flix Weinberg, ibd..54 Ibd.55 Dardo Prez Guilhou, Ensayos sobre la historia poltica institucional de Mendoza, Senado de la Nacin, Secretara Parlamentaria, Comisin de Cultura. Buenos Aires, 199756 Ibd..

  • 46 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    El Nuevo Eco de los Andes

    Toma su nombre del peridico que dej de aparecer el 25 de diciembre de 1825, y es dirigido por Jos L. Calle, de tendencia unitaria. Aparece el 24 de mayo de 1830, y cesa sus publicaciones el 30 de agosto del mismo ao. La coleccin consta de 11 nmeros.

    En el nmero 2, del 5 de junio, el peridico dice que Pincheira haba dirigido una nota al gobierno de Mendoza, declarando que: l no entenda lo que entre la gente civilizada se llama cambios polticos; que haba tratado con el seor Corvaln como gobernador de Mendoza; y que en este concepto se reputaba obligado al sostn de sus miras. En el mismo artculo se dice que el ex gobernador Corvaln, a quien se da el ttulo de gefe de los prfugos, haba pedido que se le mandasen personas autorizadas con quienes celebrar convenios. El nmero 4 contiene el parte del comandante de la frontera sur, don Manuel Virto, al gobierno, sobre la derrota de los indios.57

    57 Antonio Zinny, ibd.

  • II

  • El periodismo en la poca de Rosas (1830-1852)

    Desde la derrota unitaria de 1831 hasta la de la Confederacin en Caseros, los destinos de Mendoza estn en manos federales, con el breve parntesis del ao 41, sintetiza Pedro Santos Martnez. Confl ictos internos y agresiones extranjeras contra el Ro de la Plata tienen su natural gravitacin en Mendoza agrega que tambin enfrenta conatos revolucionarios y hasta un proyecto de segregacin. En el plano econmico, se busca su rehabilitacin a travs del comercio con Chile, mientras que en el religioso deja la jurisdiccin de Crdoba para integrar la fl amante dicesis de Cuyo.1

    ste es el perodo en que se desarrolla la primera Campaa del Desierto, con el propsito de Rosas de luchar contra los indios y extender las fronteras del pas hasta Ro Negro. En el caso de Mendoza, la columna es dirigida por el fraile Aldao, que parte del fuerte de San Carlos. Diversos tropiezos hacen que Juan Facundo Quiroga ordene su regreso a Mendoza.

    Quiroga y Aldao marcan con su presencia hegemnica estos tiempos difciles en Mendoza, tras los cuales se avizora la mano poderosa de Juan Manuel de Rosas.

    Mientras tanto, la capital provincial sigue siendo visitada por ilustres per-sonajes, entre ellos Charles Darwin, quien llega en 1835 procedente de Chile y consignar sus opiniones, adversas a la ciudad, en su famoso El viaje del Beagle alrededor del mundo.

    En lo periodstico, la doctora Fabiana Ins Varela seala que durante los aos posteriores a 1831 slo se registran hojas sin importancia, cuya nica huella es su mencin en peridicos de otras provincias e incluye en su lista al Boletn del Ejrcito de Mendoza (1830); El Liberto (1831), cuya redaccin Zinny atribuye a Jos Santo Ortiz, aparecido por la Imprenta de la Provincia y del cual se conocen cuatro nmeros; Boletn de la Divisin de la Dere-cha contra los Brbaros del Sur (1833), El Argentino (1839) y La Gaceta Mercantil de Cuyo (1840).2

    1 Pedro Santos Martnez, Historia de Mendoza, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1994.2 Fabiana Ins Varela, El Constitucional de los Andes, Editorial de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, Coleccin Jarilla, 2006.

  • 50 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    El Anuario de 1910, publicado por el gobierno de Emilio Civit, incorpora para este perodo hasta 1850 a El Consejero (1830) y El Amigo del Pueblo (1836), sin dar mayores precisiones.

    En la obra Historia de Mendoza, se menciona El Centinela Mendocino, peridico que aparece entre 1837 y 1838 para lograr la reeleccin del gober-nador Pedro Molina, y del que se carecen otros datos.3

    El Liberto

    Si bien Zinny da en su obra una referencia muy escueta de este peri-dico, Roig slo consigna un nmero, sin tampoco ofrecer detalles, y no fi gura en ninguna de las breves historias periodsticas de esa poca, merced al Instituto Bibliogrfi co Antonio Zinny se ha podido dar con un ejem-plar de la publicacin federalista. Se trata del nmero 12, correspondiente al 27 noviembre de 1831.

    El Liberto exhibe como frase temtica la siguiente, correspondiente a Verg-niaud: Pas el tiempo en que los acentos de la libertad fueron sofocados, hoy que conocemos sus delicias marchemos, en todas las direcciones, a cultivarlas en el bello suelo de la Repblica. Anuncia que saldr todos los domingos, su precio es de un real y se vende en la tienda de D. Francisco Caldern y en la Imprenta (de la provincia).

    Su artculo principal, desarrollado a partir de la primera hoja (la publica-cin tiene cuatro), seala entre otros conceptos:

    reconoced a los dignos Gefes de la Federacin e inmortalizad en vuestros pechos los nombres de Lpez, Rosas y Quiroga; a su invocacin sola caern por tierra las ambiciosos que se atrevan otra vez a profanar el Santo Templo de la Li-bertad. Ciudadanos que os habis hecho cmplices de la maldad unitaria avergon-zaos de pertenecer a una fraccin detestable que ha vestido de luto a nuestra Pa-tria y que os ha prendido a la cadena inmensa de sus enormes delitos. Ah!, la sola presencia de tanta viuda desolada y de tanto hurfano sera bastante para llenarlos de un remordimiento eterno que amargue todos los momentos de su vida, si el cri-men y la ferocidad no fuera la sustancia que anima sus corazones corrompidos.

    3 Adolfo O. Cueto, Anbal M. Romano, Pablo Sacchero, Historia de Mendoza Desde los primitivos habitantes hasta nuestros das, diario Los Andes, 1994.

  • 51EL PERIODISMO EN MENDOZA

    En una seccin llamada Cartas Interceptadas publica misivas del general Rudecindo Alvarado, fechadas en Salta y dirigidas a Dn. Javier Lpez, acerca de los combates de Ro Hondo en que ha triunfado el general Quiroga. Con el ttulo Chasco expresa: Se lo ha llevado muy bueno el Frayle Cura de San Vicente, despus de haber persuadido a alguno de sus feligreses de que vea completamente derrotado al general Quiroga Se retir a su Estancia el do-mingo 3 del corriente a celebrar la falsa noticia, pero en lo mejor que celebra-ban quedaron aturdidos con la verdad de la importantsima y gloriosa victoria del 34 del corriente en la Ciudadela. Noviembre 16 de 1831. El Libertito.

    La lectura de este nmero de El Liberto permite tambin rastrear par-te de la polmica versifi cada con El Corazero dirigido por Juan Gualberto Godoy. Dice en sus estrofas el peridico federalista, en esta composicin titulada Corazero:

    no es fruto de amor, ni del placer T mismo lo confi esas, monstruo insano Y aunque no lo digas vuestra cara Nos dice que tu origen es nefando. Muere de rabia, sanguinaria bestia Al leer el parte que te est anunciando Que Aldao es vivo, que Facundo y Lpez De tu infernal cuadrilla ya triunfaron. El nmero consultado se cierra con el anuncio de una funcin de teatro:

    A virtud del triunfo conseguido por el Exmo. Sr. General D. Juan Facundo Quiroga, la Sociedad Dramtica, con conocimiento del Sr. Gefe de Polica, ha dispuesto para el domingo 4 del mes entrante dar la funcin siguiente (Gratis). La famosa tragedia en cinco actos Lanuza, presedida (sic) de una alocucin al Gefe Vencedor y la Cancin Nacional, concluyendo el todo de la funcin con un gracioso Saynete .

    El Cuyano

    Ninguna de las recopilaciones periodsticas que se han mencionado Zin-ny, Roig, Cspedes, Castro, Varela, el Anuario de 1910 menciona este peri-

  • 52 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    dico federal, al que se ha podido acceder por gentileza del Instituto Biblio-grfi co Antonio Zinny. Se trata de un hallazgo que permite conocer ms de cerca el pensamiento federalista en plena poca de Rosas.

    El nmero es el 8, del 26 de enero de 1836, salido por la Imprenta del Gobierno, y la hoja presenta bajo el ttulo el siguiente poema: Agricultor soy / y ser feliz /pues las leyes me protegen / Cura tienen los males/de que adolecemos/si enmendramos queremos.

    Su artculo principal, bajo el ttulo Viva la Federacin!, se refi ere ex-tensamente al proyecto de Ley de Aduana que el Excmo. Sr. Gobernador y Capitn General de la Provincia de Buenos Ayres ha enviado a la Legislatura de ese estado. Dice el articulista (del que hemos tomado la grafa original):

    Jams se ha presentado a la Repblica asunto de mayor inters, despus de su Independencia, como el de se trata; su constitucin poltica, sin la base de su prospe-ridad que consiste principalmente en las leyes que protejan su agricultura, industria y comercio, sera y propensa a desaparecer degenerando en una horrorosa anarqua y desolacin. Desde 1810, el Gobierno Central de la Repblica y los Provinciales, hasta que el Sr. D. Juan Manuel de Rosas ha tomado la direccin de los negocios pblicos, no ha habido que de grado en grado haya hecho descender a la Nacin al extremo de consumir alimentos extranjeros que jams necesitaramos.

    El Cuyano se dirige despus a un silencioso interlocutor, para reprocharle:Y qu ha alcanzado V. Seor mo, con que Buenos Ayres y las dems Pro-

    vincias se llenen de muebles relumbrosos y de mejor fi gura, de ferretera y tejidos de segunda y tercera clase extranjeros, a cambio de oro y plata, con ruina de la industria, agricultura y comercio de su pas? Si un Gobierno patrio y benfi co (como del Sr. Rosas despus de 26 aos) hubiese protegido antes como ahora las artes y esas luces por los medios que son conocidos a todos los gobiernos que aman la Patria; hubiese ahorrado as el inmenso caudal entregado a los extranjeros, sin dejar a todos los pue-blos sin el capital necesario para el movimiento y cambio de su agonizante giro, no se hallara la Nacin y V. en ella fl oreciente?

    Sera no acabar discurrir sobre los fundamentos en que se ha apoyado la ley propuesta por el Sr. Rosas, cuando escritores del mejor mrito han probado hasta la evidencia que debe prohibirse la introduccin de cuanto el pas pueda producir y pro-ducir pueda: que la excesiva franquicia al comercio extranjero causara la ruina de la Repblica. Hoy la Provincia de Buenos Ayres, puerto principal de la Repblica, est

  • 53EL PERIODISMO EN MENDOZA

    protejida por la nueva ley de Aduana; sus agricultores, artesanos y fabricantes empe-zarn a revivir; las Provincias se surtirn all de lo que se elabore, y de Buenos Ayres recibiremos lo que antes del extranjero, esta Provincia enriquecer, y su prosperidad ser la nuestra: esta consecuencia a ms de ser exacta por el enlace de los negocios y reciprocidad de ganancias, est afi anzada en los artculos que protejen el trfi co terrestre hasta unirlo con el de los Estados limtrofes. Este s es canal saludable, no aquel O extravagancia! Quin creyera que un Gaucho sera mejor Estadista que un hombre llamado el sabio educado en la Europaen la Ilustrada Francia!. (La cursiva es nuestra).

    Otros materiales del peridico incluyen noticias de lo acontecido en La Rioja, con la derrota que sufri el ex gobernador Yanzn a manos del brigadier general Pezuela, y el intercambio de cartas entre los gobernadores de Men-doza (Pedro Molina) y de San Juan (Jos Victorino Ortega) acerca de despla-zamientos militares entre ambas provincias como resultado de ese combate. Trae tambin una lista de los suscriptores de El Cuyano entre los que fi guran el gobernador Molina, el ministro de Gobierno Juan de Rozas; el general Jos Flix Aldao; el jefe de Polica, Juan Isidro Maza, y otros vecinos y una lista de bacunados durante diciembre, aunque sin especifi car contra qu mal.

    Un plan empresarial

    Resulta interesante el contenido de un remitido, especie de carta de lec-tor, que fi rma Ignacio Fermn Rodrguez, quien se presenta como un Argen-tino que posee conocimientos profundos en los principales ramos de nuestra industria. La suerte dice le ha trado al pas con su esposa e hijos, despus de la ausencia de muchos aos, en que ha conocido gran parte de la Europa. Ya que la paz ha sucedido a los azares de la Guerra y a los tiempos de borrascas, ocupmonos de hacer a nuestro conciudadanos todo el bien que sea posible. Hay minas que explotar; tenemos los materiales necesarios para la fabricacin de hilo, pao, papel y otras manufacturas. El Sr. lvarez Condarco est en po-sesin de todos estos ramos y slo es desear que nuestros compatriotas, fi jn-dose en las cosas, y desplegando su patriotismo, coadyuben (sic) a sus ideas benfi cas. Segn su plan, nada es ms fcil que reunir un fondo sufi ciente para establecimientos de esta clase, y sin mayores sacrifi cios por parte de los em-

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    presarios. Bastara para conseguirlo que cada uno de los ciudadanos que posea una regular fortuna se suscribiese con una accin de doscientos pesos, la ter-cera parte en plata, y el resto en especies tiles. An esta parte en dinero no se exige de pronto, sino al plazo de un ao, y en cantidades parciales, la mayor a veinte pesos, y por el turno que a cada uno quepa. Si hay algn capitalista en la Provincia que no pueda contribuir con esta pequeez, ya es preciso renunciar a toda suerte de mejoras, y entregarnos a un sueo mortal.

    Un mendocino, dueo de El Mercurio de Valparaso

    Con Juan Gualberto Godoy, son muchos los polticos, comerciantes y ha-cendados que comienzan su huida a Chile al promediar el ao 1831, en varios casos con familias y pertenencias. Entre ellos est Jos L. Calle, periodista que hemos visto aparecer en varias ocasiones, vinculado a los peridicos El Eco de los Andes y El Iris Argentino.

    De profesin abogado, es ministro general durante la gobernacin interi-na de Toms Godoy Cruz, y secretario particular del coronel Videla Castillo. Escribe una Memoria sobre los acontecimientos ms notables ocurridos en Mendoza entre 1829 y 1830, y al emigrar se radica en Valparaso. Poseedor de medios sufi cientes, y con la ayuda de otros exiliados unitarios, Calle se con-vierte en 1833 en propietario y director de El Mercurio, fundado en Valparaso en 1827 por el joven norteamericano Tomas Wells, asociado con Ignacio Silva y Pedro Flix Vicua. A poco de asumir, Calle publica el 4 de septiembre de 1833 un artculo en que resea sus propsitos, que consisten en aglutinar a los exiliados unitarios argentinos y promover una accin periodstica contra Rosas. Cuenta para ello como redactores, y lo continan en la conduccin del diario hasta 1853, con Domingo Faustino Sarmiento, Juan Bautista Alberdi, Miguel Pieiro, Flix Fras, Demetrio Rodrguez Pea y Juan Carlos Gmez. El historiador chileno Benjamn Vicua Mackenna califi ca a este perodo como la era cuyana del diario.4

    4 Jorge Comadrn Ruiz, en su trabajo La clase dirigente de Mendoza y sus relaciones con D. Juan Manuel de Rosas, Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Filosofa y Letras, Mendoza, 1966, reprocha a Calle su intencin de que Chile anexe a su territorio las provincias de Mendoza y San Juan. Cita al respecto la carta que Calle le enva a Diego Portales desde Valparaso el 11 de marzo de 1835: Es sobre este punto que creo conveniente decir a Ud. las razones que tienen en vista, indudablemente, para creer que el Gobierno de Chile no rechazara la solicitud de las provincias de Mendoza y San Juan, de que se les admitiese en la asociacin potica de este pas Me resta solamente decir que la agregacin de las provincias de Mendoza y San Juan no puede oiriginar compromiso alguno de de guerra de Chile con las otras provincias. Segn Comadrn, Portales rechaz la idea, enojado, y expres en la respuesta: Ahora entiendo por qu Quiroga los persegua.

  • 55EL PERIODISMO EN MENDOZA

    El diario El Mercurio llega a manos mendocinas de manera sigilosa, oculto en los polvorientos equipajes. La maniobra no pasa inadvertida para el gobier-no provincial de Juan de Dios Correas, que prohbe la circulacin del diario chileno porque se insulta groseramente y se agravia a la suprema autori-dad encargada de las Relaciones Exteriores de la Confederacin, el Ilustre Restaurador de las Leyes D. Juan Manuel de Rosas. Valeroso y enrgico ar-gentino defensor de la dignidad nacional. De paso, Juan de Dios Correas prohbe igualmente una modesta y casi clandestina hoja unitaria, llamada El Diablo Poltico.5

    En plena poca rosista, son slo dos los peridicos que pueden cir-cular, obviamente de tendencia federal: El Estandarte Federal y La Ilustracin Argentina.

    El Estandarte Federal

    Inicia su labor el 12 de diciembre de 1841, por la Imprenta de la Provin-cia, y slo se conocen cuatro nmeros, el ltimo de los cuales corresponde al 2 de enero de 1842.

    La historiadora Margarita Hualde de Prez Guilhou sostiene la teora de que este peridico sali aprovechando la temporaria ausencia del goberna-dor federalista Jos Flix Aldao (el fraile), quien tras la batalla de Rodeo del Medio en que fueron derrotados los unitarios, se resiente con el general Pacheco y marcha a Buenos Aires para quejarse ante Rosas, para lo cual de-lega el mando en Juan Agustn Maza, quien gobierna Mendoza a la salida de esta publicacin.6

    Se editaba en la Imprenta de la Provincia, costaba un real y se venda en la esquina de la Casa de Gobierno. Las pginas liminares estn encabeza-da con los panegricos de siempre: Viva la Federacin! Rosas, Federacin, Libertad, Independencia o muerte!, y ms adelante, en calidad de mxima de neto sabor criollo: La experiencia que es madre del consejo / en la manonos pone el aparejo.7

    5 Jorge M. Scalvini, Historia de Mendoza, Editorial Spadoni SA, Mendoza, 1965.6 Margarita Hualde de Prez Guilhou, Un peridico mendocino en la poca de Rosas. En El Tiempo de Cuyo, edicin extraordinaria por el IV Centenario de la fundacin de Mendoza, Mendoza, marzo de 1961.7 Ibd.

  • 56 JORGE ENRIQUE OVIEDO

    La autora coincide con Zinny en que la tnica general de los cuatro nme-ros en sus artculos ms importantes es de alabanza y agradecimiento a ngel Pacheco por su hazaa de Rodeo del Medio, pero seala una diferencia con respecto a otras publicaciones federales: En vez de atribuir los males del pas a los unitarios, como era costumbre en el rgimen, se los imputa a la in-diferencia con que los ciudadanos miran la cosa pblica. El nombramiento de jueces, de representantes, la asistencia a emitir el voto, la educacin pblica, nada les interesa. No se ha dado aplicacin a la partida existente para crear un Colegio para enseanza d