el péndulo egipcio primera parte.docx

10
El Péndulo Egipcio Primera Parte Creado en Lunes, 24 Febrero 2014 18:46 Última actualización en Domingo, 21 Septiembre 2014 15:12 Publicado el Lunes, 24 Febrero 2014 18:46 Escrito por Leonardo Olazabal Amaral Muchos me escribís preguntando a cerca de la Quinta Esencia de la Radiestesia. El tema que os voy a desvelar resulta poco conocido y a la vez precioso. Todo Radiestesista sabe que hay muchas clases de péndulos, realizados con distintas formas geométricas y variados materiales como la madera, el metal, el cristal, el mineral, el metacrilato, o el marfil.Yo mismo tengo una colección de más de 100 péndulos de todo tipo que son tan valiosos para mi, como para un Doctor los son sus instrumentos médicos. Tenéis que saber que todos los péndulos son “detectores”, pero hay una clase de péndulos que además de ser detectores también lo son “emisores”. Estos últimos son muy especiales y los conocí en el año 1970. Sí, ha llovido mucho desde entonces y claro, tengo una experiencia de vida con ellos dignas de un libro. Libro que por otra parte está en gestación desde hace mucho tiempo buscando si merece la pena o no dar esos conocimientos. Considero que hoy por hoy, no hay gente preparada. Y lo que es peor, hay una parte del público que lo manipula todo, copiando y fusilando o falsificando cuanto de nuevo se dice sobre estos temas. Son tiempos oscuros y materialistas. En Internet ocurre casi de continuo y luego hay que tomar cartas en el asunto y

Upload: gloria-aleman-garza

Post on 10-Jul-2016

179 views

Category:

Documents


38 download

DESCRIPTION

El Péndulo Egipcio Primera Parte.docx

TRANSCRIPT

Page 1: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

El Péndulo Egipcio Primera Parte

Creado en Lunes, 24 Febrero 2014 18:46 Última actualización en Domingo, 21 Septiembre 2014 15:12 Publicado el Lunes, 24 Febrero 2014 18:46 Escrito por Leonardo Olazabal Amaral

Muchos me escribís preguntando a cerca de la Quinta Esencia de la Radiestesia. El tema que os voy a desvelar resulta poco conocido y a la vez precioso.

Todo Radiestesista sabe que hay muchas clases de péndulos, realizados con distintas formas geométricas y variados materiales como la madera, el metal, el cristal, el mineral, el metacrilato, o el marfil.Yo mismo tengo una colección de más de 100 péndulos de todo tipo que son tan valiosos para mi, como para un Doctor los son sus instrumentos médicos.

Tenéis que saber que todos los péndulos son “detectores”, pero hay una clase de péndulos que además de ser detectores también lo son “emisores”. Estos últimos son muy especiales y los conocí en el año 1970. Sí, ha llovido mucho desde entonces y claro, tengo una experiencia de vida con ellos dignas de un libro. Libro que por otra parte está en gestación desde hace mucho tiempo buscando si merece la pena o no dar esos conocimientos. Considero que hoy por hoy, no hay gente preparada. Y lo que es peor, hay una parte del público que lo manipula todo, copiando y fusilando o falsificando cuanto de nuevo se dice

sobre estos temas. Son tiempos oscuros y materialistas. En Internet ocurre casi de continuo y luego hay que tomar cartas en el asunto y denunciar a estos listos y descarados mercantilistas, como lo hizo Roger Laforest en su libro “La Magia de las Energías”.

También escribiré, en la Sección Radiónica, sobre un instrumento Radiónico casi único: El SE-5 1000 de Don Paris. Pero ahora me centraré en una obra del arte de ¡la ingeniería espiritual! que proviene de las primeras dinastías del Antiguo

Page 2: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

Egipto. Un artefacto del que nada se sabía salvo que era un amuleto llamado Cetro de papiro “Wadj” (Ouadj) ¡el verde! ¡el que rejuvenece! Y que también simboliza la regeneración, la salud y la vida. Este amuleto se encontró en el cuello de la momia del Rey Tutankhamon, y antes en otras muchas excavaciones arqueológicas.

Hace años que tenía en mente crear esta web dedicada a la regeneración, a la salud y a la vida, como he dicho antes, ¡al péndulo de jade verde!

Pero la labor de escribir y editar libros me absorben hasta el último minuto del día, y mucho más si se trata de un Servicio a la Luz, a la Paz y a la Belleza -como se ve en los libros aquí expuestos- que van dirigidos a los estudiantes de la vida espiritual, entonces los obstáculos se multiplican. Estamos en la Era de Kali,  como he escrito un poco más arriba ¡una época de oscuridad y de materialismo! según la literatura espiritual de la India, y claro, solo triunfan las obras que afianzan esa línea de trabajo burdo, feo y mediocre modo de ver la vida.

¿Y yo que pretendo? Tan solo quiero levantar un poco el Velo de Isis y llamar la atención sobre un pequeño tesoro oculto bajo las arenas del desierto egipcio.

Bajo los rutilantes destellos de Orión y Sirio, reflejados de noche en los fragmentos del vidrio meteorítico de Libia, ha de surgir el artefacto perfecto cuyas Ondas de Forma (También llamadas “Fuerza Emergente de las Formas”) equilibran el corazón, la mente y el espíritu.

Sí, con el permiso y sigilo de los Hierofantes de la época faraónica y de los Maestros del siglo pasado, llevaré mi trabajo  y vuestra atención al reino de la belleza de las Artes Etéricas (Energías Finas) con el respeto y el amor de un Iniciado.

Fue al principio del siglo pasado que el intuitivo Radiestesista André de Belizal, teniendo entre sus manos un original y antiguo amuleto de feldespato verde, de más de 3.000 años de antigüedad (proporcionado por su mujer Genêvieve) considero que aquello era un péndulo de Zahorí. Sosteniéndolo en el aire sujeto por un nuevo cordón, empezó a hacerle pregunta tras pregunta observando sus rápidas reacciones. Pronto se dio cuenta que tenía entre sus manos no solo un amuleto como afirmaban los egiptólogos, sino también un péndulo exquisito, que respondía con avidez a todo cuanto se le preguntaba. Lo investigó durante años, apuntando minuciosamente cada resultado que obtenía. La relación con el mismo evolucionó de manera geométrica. Él, y nadie más que él, fue el pionero de este descubrimiento y así lo publicó el los años 30…/…

En mi Centro “Darjeeling” de Meditación Raja-Yoga y en mi grupo de Amigos de la Radiestesia, así como en los cursos de Radiónica, he dado en numerosas

Page 3: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

ocasiones pinceladas a cerca del mismo, y esto a lo largo de más de cuarenta años. Hablo del Péndulo Egipcio, claro está.

Una matización, dicen que soy la mayor autoridad sobre el tema y un gran divulgador de la Radiónica. Sinceramente no lo creo, hago lo que puedo (Francia es la tierra de éste descubrimiento y hay buenos seguidores franceses del péndulo egipcio, así como los ingleses son los triunfadores en el campo de la Radiónica con instrumentos). Mas aún cuando poco hablo, y callo por que sé lo serio que es todo esto. Y quizás, por que es difícil compartir aquello que ha supuesto años de sacrificio y estudio para la evolución de uno mismo. Por otro lado, más difícil aún es encontrar a la persona adecuada y luminosa con la que compartir tanto trabajo “personal”.  Son muchos años de investigación sobre mi espalda y he tenido el honor de estar con los más grandes en estos temas. Personas que ya no están en este mundo físico y que fueron mis mentores y a la vez compañeros de este divino arte. Por eso me llaman Profesor Radiónico e Instructor de Yoga (Raja Yoga). Pero después de 40 años, sigo pensando que ¡aún hay tanto que estudiar y aprender! Es por esto que no quiero perder el tiempo ¡es muy valioso! De hecho el tiempo ¡es vida! Y por ello vivo retirado en mi casa de la montaña desde el año 1997. ¿Qué más puedo decir?, si usted está honestamente interesado,  yo le mostraré algunas cosas, no lo dude, al menos para que empiece a interesarse por sí mismo. Ahora bien, si usted no cree en las facultades psíquicas superiores, en la Supraconciencia, o cuando menos en el Subconsciente, no pierda tiempo, abandone ahora mismo esta lectura y ocúpese en otra cosa que no sea leerme. Esto solo funciona para aquellas personas que buscan algo mucho más alto que ellos/as mismos/as. ¿Lo comprende? Si usted ve más allá de su mente cotidiana y le atrae el descubrimiento de nuevos y sutiles conocimientos, entonces usted está en sintonía conmigo y podré contarle algunas cosas. Pero no crea nada a ciegas. Recuerde que hoy está muy sobrevalorado el hablar de chakras, energías, y poderes de todo tipo. ¡Estas cosas casi nunca son verificables! Y la gente tiende a creer cualquier cosa sin darse un tiempo para comprobarlo. ¡Demasiadas canalizaciones y salvadores de la humanidad que acaban estrellándose contra el muro del sentido común! Este es un Sendero para gente Ética, advertido está.

Péndulo Egipcio - Péndulo ThotEl nombre de Péndulo Egipcio se debe al Sr. André de Belizal como he dicho. Más tarde se hicieron copias mas o menos acertadas del mismo, y para no entrar en pugna con su “descubridor” le fueron poniendo distintos nombres ¡lo mismo que pasó con el anillo atlante de Belizal! ¡los mercaderes buscan burlar a la justicia! El caso es que este péndulo, también llamado Thot (entre otros), es muy popular en Europa.

Page 4: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

TECNOLOGÍA METAFÍSICA Cuando yo hablo del Péndulo Egipcio de Belizal, me refiero al realizado de una manera muy especial, a saber: Con una madera que es ¡la joya o gema de las leñosas! Además tiene que pesar determinados gramos y para conseguirlo debe de contener en su interior -de manera bien calibrada- un cilindro de plomo fundido, así pesaría igual que el original de Belizal. A este tipo de péndulo se le llama “lastrado” o “aplomado”. Y claro, no vale meter perdigones de los cartuchos de escopeta o polvo de plomo prensado en su interior, ya que le restaría eficacia. Los dibujos o surcos del original –que conforman el cetro o columna de papiro- deben ser correctamente realizados y trasladados a la réplica de madera, de lo contrario no se obtendrán los resultados deseados. Es así que debe ser realizado por un buen ebanista, o gemólogo si el péndulo es de piedra semipreciosa (en ese caso no iría lastrado claro está). De hecho, este tipo de péndulo es el más copiado hoy día (después del anillo atlante) por los fabricantes con mayor o menor éxito. Para saber más puedes visitar este verano El Museo (Privado)  Roerich de Bedia, Bizkaia, donde se expone ¡por primera vez en España! una pequeña muestra o temática dedicada al Péndulo Egipcio y la Radiónica que lleva por título:

RADIÓNICA

LA MEDICINA INCOMPRENDIDA

El Péndulo Egipcio - Segunda Parte

Creado en Martes, 04 Marzo 2014 14:27 Última actualización en Domingo, 21 Septiembre 2014 15:13 Publicado el Martes, 04 Marzo 2014 14:27 Escrito por Leonardo Olazabal Amaral

Page 5: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

Un día cualquiera. Hoy mi mente no está en el punto óptimo para trabajar con el péndulo egipcio. Tengo el cansancio de una larga jornada de trabajo, pero presiento que si cojo el péndulo egipcio de Belizal me podrá ayudar de alguna manera.

Estas cosas se saben cuando llevas años trabajando con el mundo psíquico superior. Los Vrittis (torbellinos) de la mente tienen que cesar antes de coger si quiera el péndulo. Es el reto de cada día. Toda la vida lo he hecho así. Me siento en una silla con la espalda recta para que fluya bien mi sistema nervioso y los meridianos, sin obstáculos. Hago de tres a diez respiraciones profundas, exhalando cuidadosa y largamente por las fosas nasales. Me concentro y ordeno al péndulo que “Elimine toda negatividad o Interferencias en mi”. El péndulo que ya lo sostengo aplomado sobre mi palma izquierda de tal manera que el cordón (o cadenita) lo he entrelazado entre mis dedos para que no se caiga con sus movimientos inesperados como ya ha pasado alguna vez. A su vez el codo descansa sobre la mesa para que la mano esté relajada. Poco a poco comienza a tomar vida. Percibo perfectamente como arranca en un gesto que nada tiene que ver con mis movimientos musculares involuntarios. Realiza giros hacia la izquierda (levógiro, lo contrario de dextrógiro). Comienza a interactuar con una parte desconocida para mi: ¡mi subconsciente! Y también mi hemisferio cerebral derecho. Esa es la característica de trabajar con los péndulos. Y sobre todo con el péndulo egipcio de Belizal. De éste hay que decir que no cansa, no agota, (no para todos es igual) y no se impregna, aunque si lo deseas puede hacerlo. Además es rápido en las respuestas, en las búsquedas y en las emisiones. ¿Qué más se puede pedir? Es mas, si la pregunta es anodina o eres irrespetuoso, el péndulo se detiene y ya no se mueve. Curioso ¿verdad?

Page 6: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

Prosigamos: El péndulo hace levógiros (en sentido contrario a las agujas del reloj) durante casi dos minutos, y luego se detiene firme sobre la palma de mi mano. ¿Eso es todo? No para un buen observador. Cada movimiento es como el de una danzarina de baile clásico. La trayectoria es suave, armoniosa, a veces con enérgicos y amplios círculos, para unos segundos después, efectuar nuevos diseños invisibles en el aire esta vez con oscilaciones cortas y ovaladas pero con más peso. Ejerzo una leve fuerza en la sujeción para que no se me escape de entre los dedos. Poco a poco se detuvo. Fin de la desimpregnación. Toda interferencia (negatividad emocional, psíquica o del tipo cosmotelúrica como el v- eléctrico) ha desaparecido.

Resulta que este tipo de péndulo tiene la cualidad de eliminar influencias astrales o emocionales inadecuadas, pensamientos negativos, radioactividad suave, y el estrés geopático en tan solo dos minutos y sirve para veinticuatro horas.

Ahora ya estoy preparado para mis búsquedas, investigaciones o tratamiento de equilibrio del Biocampo (Campos de Vida). Tengo varias horas por delante para descubrir que hagas la búsqueda que hagas, cada consulta es una experiencia distinta y curiosa.

De hecho cuando algo no sale como esperas te llevas un buen palo. Lo que quiere decir que no se ha tenido la actitud acertada. Hay que tragarse el fracaso e investigar más y pensar bien, lo que resulta agotador. Se dice que la Ciencia es una aventura, pues esto es igual. Nada es sencillo, ni tiene que ser como pensábamos ayer. Ahora se afirma que “no hay agujeros negros”… que este “aparente” hecho –que no se pueden ver ya que es invisible- corresponde a un suceso temporal y reversible (que toda materia y energía aprisionada es finalmente liberada. Hawking).

Con la Radiónica y la Alta Radiestesia Psíquica ocurre lo mismo: ¡Se desdibuja la línea entre la ficción y la realidad!

El Péndulo Egipcio - Tercera Parte

Creado en Lunes, 10 Marzo 2014 23:17 Última actualización en Domingo, 21 Septiembre 2014 15:15 Publicado el Lunes, 10 Marzo 2014 23:17 Escrito por Leonardo Olazabal Amaral

Page 7: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

La maldición que trae el péndulo egipcio. Dicho así suena fuerte, pero lo cierto es que estos artefactos del Antiguo Egipto se protegen así mismos, tal y como ocurrió con el descubrimiento de la tumba de Tutankamón.

Recuerdo en los años 70, cómo un ebanista de la ciudad de París, preparando un péndulo se hizo tal corte que casi pierde un dedo, paradójicamente con otro péndulo egipcio se emitió varias veces los colores adecuados y la herida se curó completamente. Otro, cada vez que tenía un péndulo egipcio frente así mismo, para tomar medidas y hacer varias copias en madera, se mareaba o desmayaba y perdía la conciencia por apenas un segundo, como esto le ocurría a menudo, desistió de hacerlos.

En el año 1971, a raíz de salir yo en el periódico La Hoja del Lunes un 31 de mayo (como cuento en mi reciente obra “Conversaciones Esotéricas con un Teósofo Zen”) conocí a un grupo que se reunían los fines de semana para tratar diversos temas místicos y metafísicos. Este grupo se hallaba asombrado de mi juventud y de mis conocimientos en Radiestesia, dibujos teleinfluyentes (Radiónica) y en Metapsíquica. Fue en este grupo que conocí a Alfonso, tenía una treintena de años y era de la localidad de Basauri donde también trabajaba ostentando un pequeño puesto en la fábrica de Firestone. Alfonso tenía unos ojos saltones, casi a lo Omar Sharif. De cejas pronunciadas, se deleitaba fumando su tabaco favorito. Vestía en forma clásica, siempre con americana y gabardina de marca italiana, y como buen géminis le gustaba el misterio. Con Alfonso me reunía para tomar un café en algunas de las terrazas de las distintas cafeterías de la Gran Vía de Bilbao. Muchas veces nos acompañaban o se incorporaban amigos de unos y de otros, interesados en nuestros temas. Veíamos a la gente pasar mientras hablábamos sobre libros, catálogos y péndulos, casi siempre de Francia ya que en España todo esto era prácticamente inexistente.

Un atardecer de un día de finales del año 1971, me hallaba sentado con él en uno de los bancos del mirador de la calle Bailén. Desde allí veíamos el Teatro Arriaga que se hallaba al otro lado de la ría Nervión. En el sitio que estábamos partían los autobuses en dirección de la localidad de Basauri. En esa época, siempre andábamos él y yo a ver quién sorprendía a quién, con el objeto o libro más extraño. Y tras una conversación anodina, mientras esperaba el último autobus

Page 8: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

para ir a su casa, no se le ocurre otra cosa que sacar del interior de uno de los bolsillos un extraordinario objeto: ¡un Péndulo Egipcio de Belizal! Ahí estaba, ante mi vista. De pronto, la escena de alrededor desapareció, y yo lo contemplaba absorto…la elegancia de su forma, la delicadeza de su madera negra, y el cordón firme que lo sujetaba. Su aplomada y etérea suspensión producía la sensación de que su figura no era de este mundo. Emanaba una fuerza especial y parecía estar dotado de una entidad propia, dispuesto a obedecer. Al momento, Alfonso lo guardó, como no queriendo que ninguna mirada extraña se posara en él. Le pregunté si era el péndulo que venía en los catálogos franceses, y del que numerosas veces habíamos hablado. Así era, al parecer un amigo suyo pasó por París y se lo trajo. Alfonso era del signo Géminis como ya he dicho, así que me contestó con una intelectual sonrisa. Sus ojos –un tanto vidriosos por los secretos inconfesables que escondían–, me auscultaban buscando una emoción en mí que fuera incontrolada, del tipo: ¡quiero uno! ¡qué grande eres!, etc. Muy por el contrario, como le conocía bien y esos juegos no iban conmigo le dije:

–Qué suerte tienes Alfonso de tener dinero para adquirirlo (se pagaba en francos franceses y era muy caro en aquella época Franquista) y de que alguien haya ido en su busca a la dirección de la librería Desforges, situada en Les Grandes Agustins de París (hace años ya cerrada).

–Ya ves.

Yo por aquel entonces tenía el catálogo de La Maison de la Radiesthésie y de otras librerías de Francia y Bélgica y era muy difícil, casi impensable, acudir a esas ciudades. Entonces él me dijo:

–Si quieres te consigo uno.

–No, gracias –le contesté–. Quiero adquirirlo por mí mismo. Ya lo intentaste con los libros de la Escuela Arcana y viste que me los hice traer de la Editorial Kier de Argentina sin ningún problema. Tiempo al tiempo, las cosas hay que conseguirlas por uno mismo, soy una persona de acción.

–Muy bien. Voy a empezar a experimentar con él. Ya te contaré, dijo.

Hechó una última sonrisa, seria y sin asomo de presunción, y montando en la línea se perdió entre la gente que abarrotaba el último autobús del día.

Yo pensé lo extraño que resultaba ver ese autobús con un montón de personas trabajadoras que regresan a sus casas, cada una ensimismada con sus pensamientos y sentimientos, y una de ellas, Alfonso, siendo la portadora de un Péndulo Egipcio, réplica de otro del Antiguo Egipto. Claro, nadie podía imaginar una cosa igual.

Page 9: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx

Semanas después me contó un tanto azorado –hecho nada habitual en él- que haciendo varias pruebas de emisión con el péndulo se aparecieron en su sala de estudio, tres esferas luminosas de color verde casi transparentes y del tamaño un poco mayor que el de una pelota de ping-pong. Se desplazaban por la habitación flotando sobre la mesa donde trabajaba con el péndulo y junto a los libros de su biblioteca donde tenía los libros azules de El Tibetano. Entonces, él se metió bajo la mesa y se quedó allí un buen rato. Cuando poco a poco salió, y tras ver que ya no estaban, decidió guardar el péndulo a buen recaudo y no usarlo por un tiempo. Cuando lo cogió de nuevo, tuvo un desagradable incidente en su trabajo que luego quedó en nada.

Otros amigos de Alfonso que tenían poder económico adquirieron los péndulos y les pasaron cosas raras y desagradables, que también quedaron en nada, pero ante el disgusto uno de esos péndulos acabó en el fondo de la ría de Bilbao.

Y POR FIN LLEGÓ EL DÍA EN EL QUE ADQUIRÍ

EL PÉNDULO EGIPCIO DE BELIZAL

Yo por mi parte, tras mucho trabajar y ahorrar pude finalmente adquirir uno. Curiosamente –y contrariamente a lo que se podía pensar–, no recuerdo bien el día que fue ni lo que pasó, tenía tan solo 17 años, pero el caso es que Correos me trajo el preciado paquete. Estaba acostumbrado a obtener cosas que eran difíciles de adquirir en aquellos años. En mi 18 cumpleaños me regalé el ingresar en la Escuela Arcana, tras leer cinco de los veinticuatro libros AZULES, tal y como se pedía para ser estudiante.

También pertenecía al Suddha Dharma Mandalam, una augusta institución yóguica de Bombay y Madrás, India, que tenía una sucursal en Chile, que se encargaba de editar todas las Enseñanzas del Suddha Raja-Yoga, en idioma castellano. Aquello era francamente interesante para mi y recuerdo que estaba vivamente emocionado

Ahora, yo tenía un péndulo más en mi colección, de un total de unos veinte todos distintos. ¿Pero éste era uno más? No, evidentemente no. Pues él venía con una gracia y una pequeña maldición, lo teníamos constatado. Nosotros preferíamos llamarle prueba. Él nos probaba. Y así lo hizo conmigo también. Por alguna razón, nos llevaba al límite. Ya que siempre ocurría algo exagerado y fuera de lo normal, para luego quedar todo en un susto. A Alfonso le pasó cosas que a duras penas se atrevió a contar. Otros amigos suyos, tras adquirirlos y sufrir amargas experiencias, se deshicieron de ellos...

Page 10: El Péndulo Egipcio  Primera Parte.docx