el otro caminito del tango pasado y presente · 40 principales y un gardel plateado que sonríe de...

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2 | espectáculos | Martes 19 de agosto de 2014 MARTIN FELIPE/AFV Gattas, Sergi y Grimaldi celebran una nueva etapa de la banda La “sala de prensa” del búnker/estu- dio de grabación de Miranda! tiene como única decoración una pared repleta de premios ganados en es- tos trece años de pop exagerado, con los ojos bien abiertos. Lenguas y astronautas con el sello de MTV se acomodan entre placas de Los 40 Principales y un Gardel plateado que sonríe de costado por la ironía. Desde su aparición en escena, con la crisis de 2001 de fondo, Miranda! ha logrado que cada uno de sus discos se hiciera notar y con Safari no pre- tenden menos. “Siempre que graba- mos un disco el desafío es el mismo: hacer un disco que comunique, que no se parezca a los anteriores, pero que mantenga la esencia del grupo”, dice Sergi. –¿En qué creés que Safari se des- marca de sus anteriores traba- jos? Sergi: –La lírica la veo diferente. Versa sobre los mismo temas, pero el que canta está parado en otro lugar, más reflexivo, más contem- plativo. Y por ahí en lo musical hay un poco de reggae o dancehall, que no teníamos en nuestro reperto- rio. Hay también bastantes can- ciones de guitarra y batería, a las que le dimos un tono pop y que por ahí es lo más cercano al rock que podemos hacer. Y también es un disco más alegre. Dejamos delibe- radamente las dos o tres baladas que teníamos y pusimos los cor- tes bailables con la idea de que el disco exprese nuestro sentido del humor del momento, nuestro es- tado de ánimo. Estamos bastante enérgicos, muy contentos de po- der grabar un disco nuevo. –¿Cómo los afectó la salida de Lolo? Sergi: –No es algo grato para nadie atravesar un momento así, pero la verdad es que estábamos peor antes. No nos estábamos llevando bien. Ahora estamos más contentos, más unidos que nunca y por eso quería- mos transmitir ese sentimiento, que tiene que ver con haber solucionado los problemas que teníamos y poder seguir adelante. En estos años nos miramos un par de veces y nos diji- mos: “¿Qué hacemos? Así no pode- mos seguir”. Pero la verdad es que nosotros tres queríamos continuar. Y ahora encontramos una nueva dinámica con los músicos que nos acompañan en vivo. Nos sentimos ya un grupo más grande y nos ma- nejamos como una banda nueva. Lo sentimos así, como una especie de reinvención. –¿Se puede cantar “Es la guitarra de Lolo” sin Lolo? –Lo que pasa es que no es la primera vez que tocamos “Don” sin él. Todo esto se fue dando de a poco, fueron dos años en los que él a veces no ve- nía a tocar. Y también, incluso a pe- sar nuestro, la canción es más gran- de que nosotros. Todas las cancio- nes en general son de la gente, pero esa canción en especial y esa frase en particular... De hecho, esa parte no la cantamos nunca. Siempre la cantó la gente y hoy por hoy sigue resultan- do la misma cosa, como cuando un grupo hace el cover de una canción. Hoy mismo por la calle, todavía me gritan: “Eh, la guitarra de Lolo”. A mucha gente le quedó la frase para siempre, quedó como un latiguillo ante cualquier situación y hasta es una frase que está más allá de la can- ción en sí. Yendo del show a la TV Pasó una década desde que “la guita- rra de Lolo” ubicó a Miranda! en ese limbo de popularidad al palo adon- de van los autores de un hit inmedia- to. Muchos auguraban un éxito de patas cortas. Pero no fue así. –Cuando empezaron, la Argen- tina atravesaba una de las crisis más caóticas de las últimas déca- das, ¿creen que era la situación ideal para que una banda de pop alegre se hiciera tan popular? Monoto: –La gente estaba golpeada y necesitaba un poco de diversión, seguro. Gattas: –En el momento no lo pen- samos, pero es verdad que el espíritu de todo, la alegría, la despreocupa- ción, ponerse cualquier cosa y ma- quillarse, era como para no abru- marse con la situación. Y es una téc- nica que funciona y que sostenemos: es el alma de la banda. Pasarla bien, divertirse, bailar, emocionarse, pero con alegría. Sergi: –En esos años estábamos en la absoluta edad de la inocen- cia. Ahora en retrospectiva me doy ternura de mí mismo. No digo que hayamos perdido toda la inocencia, pero hemos aprendido a nivelar las emociones para realmente disfrutar de lo que estamos haciendo. Pasa el tiempo y uno se da cuenta de que la carrera se trata de permanencia, no del ascenso constante. Gattas: –Es algo que ambiciona- mos siempre. Permanecer y no es- calar. Siempre tuvimos esa cosa de Miranda!, una banda que sabe reinventarse safari. Con nuevo disco,y sin Lolo, el grupo busca permanecer en la escena pop local Lo mejor del pop actual según Miranda! Artistas nacionales y extranjeros de acá 1 Ráyos Láser 2 Los Coming Soon 3 Sobrenadar 4 Indios 5 De la Rivera “Ahora hay una movida grande de bandas muy buenas que andan en una búsqueda similar a la que estábamos nosotros cuando empezamos y que tiene que ver con to- car música y combinarla con algo estético. Y, so- bre todo, hacer una mú- sica internacional, músi- ca que no busca la raíz o la identificación inme- diata con el vecino.Son grupos que se animan a ser diferentes.” de allá 1 Sia Furler 2 Todd Terje 3 La Roux 4 Beyoncé 5 Rihanna “Creo que los artistas pop más interesantes son los que van siempre en búsqueda de la can- ción. La influencia del hip hop me parece que está bien también, me gusta. Lo que sí es que se me está haciendo un po- co empalagoso la david- guettización. Me gusta Guetta, pero ahora algu- nas piezas suenan todas muy iguales. Ese audio se clonó demasiado.” seguir y tocar y tocar. Como ahora, que atravesamos este obstáculo y si- tuación complicada y lo único que queremos es seguir tocando. Hemos estado más arriba, más abajo, con más o menos shows por delante, pero permanecemos. Nosotros y el interés de la gente. –¿Su participación en La voz (ar- gentina) les dio un nuevo subidón de popularidad? Sergi: –Sí, se nos sumó mucho pú- blico más chico, que no nos conocía, y también público más grande, fa- milias completas. Nos abastecimos de fans del Puma, de la Sole, de las “axeleras”. Gattas: –Era un público que no ha- bía llegado a Miranda! La televisión se mete en todos lados y realmente fuimos a tocar a todo el país después de eso. Un poco por nuestra carrera y por eso de no detenernos nunca, pero también por estar en el progra- ma y todos los domingos meterse en la casa de la gente. –Y a vos, Ale, te quedó de la TV una historia residual... Sergi: –Bueno, después me llama- ron de Tu cara me suena... –No, te lo decía por tu romance mediático con vedette incluida. –Ah, bueno, pero por eso no cobré nada, ja, ja. Creo que igual hubiera pasado sin estar en la tele, no sé. Lo que sí te puedo decir es que me en- contré con otro sector de la televi- sión y de la prensa que no conocía y que es muy diferente de la que esta- ba acostumbrado. –¿En qué sentido? Sergi: –Que no tiene códigos, que no respeta absolutamente nada. Eso no es periodismo de espectáculos, no sé ni qué nombre ponerle. Son larvas, no les importa nada. La idea es inco- modarte en cámara para que mues- tres lo peor de vos. Ésa es la idea de esa prensa, no tienen otro objetivo. Igual, me hago cargo, porque una vez que te metiste en ese juego, no hay manera de salir. Aunque uno no vaya a esos programas, siempre al- guien te va a nombrar. Lo tomo, has- ta te diría con un poco de humor... Gattas: –¿Con un poco? ¿Te podés reír más todavía del asunto? Sí, parece que sí. Hay más chistes, alguna que otra anécdota y los tres ríen con ganas. Miranda! está de vuelta, como casi siempre en los últimos trece años. “Tenemos la edad del pavo”, bromean, y prome- ten seguir creciendo. ¿Podrán? Sin dudas, Safari es un paso más en ese camino.ß “El disco tiene un pulso más humano. Grabamos por primera vez con batería acústica” Viene de tapa Unos pibes arman un asado al pie de la vereda mientras suenan los Redondos de fondo. En la otra es- quina, un grupo de veteranos ali- menta un fuego para calentar un disco de arado mientras escuchan un tango. Banderines, humo de parrillitas al aire libre, calles em- pedradas despejadas, bodegones a pleno y un cordón portuario que parece una escenografía montada para turistas. La Boca es así todo el año, pero por estos días el festival de tango decidió ocupar el territo- rio y armar un corredor para que los aficionados caminen el barrio como si fuera una peatonal tangue- ra que une la Usina del Arte, donde está el grueso de los conciertos; el Radio Bar, donde están las charlas; el Museo de Cine y sus proyeccio- nes y, finalmente, el Galpón del Puerto, donde se desarrolla la Mi- longa del Puerto, el espacio para los bailarines, las típicas bailables y las clases magistrales de maestros co- mo Gloria y Eduardo. La experiencia del festival pare- ce generar una atracción y adrena- lina extra entre el público, que por efecto contagio va copando todos los espacios. Los centenares que caminaban el barrio de un lado a otro y las mismas colas que se ven para entrar a todos los conciertos en la Usina del Arte, se podían ver ayer por la mañana frente a la Ca- sa de la Cultura para retirar las en- tradas para la final del campeonato Mundial de Baile en el Luna Park que se agotaron rápidamente. El otro caminito Conocer una porción del ba- rrio de La Boca, a pesar que está a quince minutos del centro, parece una aventura para la mayoría de los aficionados que llegan el fin de semana y se sacan selfies contra los paradones, los conventillos, el fondo de los barcos anclados y los bodegones como El Portuario: has- ta Baryshnikov merodea el mismo recorrido como un anónimo más. El circuito puede incluir varias paradas. En el Radio Bar (Villafañe 65), un emprendimiento privado que abrió especialmente para la época del festival, Julián Peralta de Astillero y el director de cine Alejandro Diez hablan de la nueva escena tanguera plasmada en el documental y el disco Un disparo en la noche. Fragmentos de la pe- lícula, para aquellos que todavía dicen que el tango es una cosa de viejos, rompe absolutamente con el mito: en el documental sólo se ven rostros curtidos pero jóvenes. “Estamos viviendo una época de oro del tango, pero parece que no El otro caminito del tango festival. El circuito trazado por las calles de La Boca convoca multitudes que participan de las milongas, recitales y charlas del encuentro, que une a tangueros viejos y a neófitos Gabriel Plaza LA NACIoN se sabe”, dice el periodista. Diez responde tajante: “¿Quién no lo sa- be? Nosotros lo sabemos”. Peralta completa la idea: “Hoy hay un nivel sinceramente relevante. Cada gru- po tiene un humor y una estética definida. Lo interesante de esto es que los que vienen detrás pueden partir desde otro lado”. Afuera, un grupo de tango arma rancho a mitad de la vereda. Los ve- cinos se acercan con un mate. Por la calle Caboto sigue la procesión hacia el Galpón de la Boca. Son las tres de la tarde y la clase de Gloria y Eduardo en esa antigua dársena portuaria (una mini ciudadela con sus calles de empedrado por den- tro) concentra la atención de unas quinientas personas que quieren dar sus primeros pasos. La mayoría son porteños que hacen cola para ver con quién les tocar bailar una pieza. El Galpón, con sus bombillas, su cartel de neón y su pequeño esce- nario en el fondo para los orquestas crea la atmósfera de una milonga multitudinaria como las de antaño: la pista de cemento alisado puede albergar a dos mil personas. Hay centenares que caminan de un lado a otro. En la Usina del Arte está la panorámica del tango actual, que reúne estéticas y líneas muy diversas del género. Desde la impronta popular de una cantantes como Roxana Fontán con su tributo a Troilo, pasando por el rescate ar- queológico del contrabajista afro- descendiente Leopoldo Thompson (1890-1925), hasta la potente actua- lidad de la orquesta Astillero. Todos los espacios están llenos. Lo que to- davía nadie sabe responder es cómo los porteños se acuerdan del tango solamente en esta época y no salen a disfrutarlo con ese mismo fervor festivalero el resto del año.ß Agenda del día Biromes y servilletas SALA dE CAMArA, uSinA dEL ArtE. A LAS 14.30 El cantautor Juan Serén y los Púa Abajo ofrece un muy buen repertorio de tangos propios. Troilo 100 años Auditorio, uSinA dEL ArtE. A LAS 21. La cantante Adriana Va- rela interpreta los temas de Troilo. Tangocontempo AMiA, pAStEur 633. A LAS 21 Federico Pereiro, uno de los mejores bandoneonis- tas actuales, con su trío Bailes improvisados y asados en la vereda La contemporaneidad puede ser re- troactiva: hay en el pasado huellas de lo que será y esas huellas sólo se advierten desde el presente. El tra- bajo del Keller Quartet con las obras de Johann Sebastian Bach y Györ- gy Kurtág, del siglo XVIII a los siglos XX y XXI, constituye un ejemplo de una manera de propiciar semejan- tes juegos de espejos entre pasado y presente. En el programa que presentarán esta noche, a las 20.30 como parte del ciclo Colón Con- temporáneo se alternan cánones y contrapuntos de El arte de la fuga, uno de los testamentos bachianos, con piezas del compositor húngaro, entre ellas Secreta, Aus der Ferne V, Officium Breve y Ligadura. Para András Keller, primer violín del cuarteto que completan Zsófia Környei (violín), Zoltán Gál (viola) y Judit Szabó (cello), ese vaivén tem- poral entre piezas y lenguajes resul- ta completamente natural: “Conci- bo la música como un arte evoluti- vo. El sonido vive únicamente en el tiempo; viene de la nada y dura en ningún lugar. La música es un or- ganismo vivo y, por lo tanto, toda la música que se ha escrito contiene a la vez el pasado y el futuro musical. El pasado y el futuro tienen muchas ventanas, y cada una de ellas puede revelar algo inesperado. Los refle- jos son innumerables. Estas dimen- siones están más allá del tiempo y existen en el espacio. ¿Será que esa continuidad ocurre en 3D o aun en más dimensiones?” Al margen de El arte de la fuga, cuya instrumentación es indeter- minada, el cuarteto como forma- ción de cámara recuperó su vita- lidad en el siglo XX. Luigi Nono, György Ligeti, Helmut Lachen- mann, todos ellos, y varios más, encontraron en el cuarteto un cam- po de operaciones propicio. “Creo que escribir para cuarteto es el más esencial de los idiomas musicales”, observa Keller. De Béla Bartók a Kurtág pasando por Ligeti, la música húngara ocu- pa un lugar decididamente central en el repertorio del Keller Quartet, pero, según su líder, no habría que buscar en esa elección una prefe- rencia meramente nacionalista. La clave consiste más bien en una afinidad lingüística, por decirlo así. “No puedo decir nada acerca de nuestra especialización. Pero estoy orgulloso de ser húngaro y mi misión en la vida es llevar la música a todos los lugares a los que pueda hacerlo. Es probable que los húngaros corramos con un poco de ventaja. En nuestro idioma, los acentos suelen caer en la primera sílaba de la primera parte de las ora- ciones. Y esto es algo muy natural en las frases musicales.” Si, como se dijo más de una vez, un cuarteto de cuerdas es el ideal de cuatro amigos, siempre es un miste- rio cómo esa amistad sobrevive a la frecuentación excesiva en concier- tos y giras; una frecuentación que, en el caso del Keller Quartet, empe- zó en 1987. “Habría dos respuestas –dice divertido András–. Una muy breve: nos gusta la música y nos gus- ta tocarla. La respuesta larga: algún día escribiré un libro sobre nuestras aventuras. Por ahora diré solamente que me siento muy agradecido con mis colegas por seguir conmigo. Nos respetamos, e incluso, aunque nunca lo decimos, profundamente nos queremos mucho.”ß Pablo Gianera LA NACIoN Espejos entre pasado y presente keller quartet. El ensamble se presenta esta noche; el programa va de Bach a Kurtág

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Page 1: El otro caminito del tango pasado y presente · 40 Principales y un Gardel plateado que sonríe de costado por la ironía. Desde su aparición en escena, con la crisis de 2001 de

2 | espectáculos | Martes 19 de agosto de 2014

MARTIN FELIPE/AFVGattas, Sergi y Grimaldi celebran una nueva etapa de la banda

La “sala de prensa” del búnker/estu-dio de grabación de Miranda! tiene como única decoración una pared repleta de premios ganados en es-tos trece años de pop exagerado, con los ojos bien abiertos. Lenguas y astronautas con el sello de MTV se acomodan entre placas de Los 40 Principales y un Gardel plateado que sonríe de costado por la ironía. Desde su aparición en escena, con la crisis de 2001 de fondo, Miranda! ha logrado que cada uno de sus discos se hiciera notar y con Safari no pre-tenden menos. “Siempre que graba-mos un disco el desafío es el mismo: hacer un disco que comunique, que no se parezca a los anteriores, pero que mantenga la esencia del grupo”, dice Sergi. –¿En qué creés que Safari se des-marca de sus anteriores traba-jos?Sergi: –La lírica la veo diferente. Versa sobre los mismo temas, pero el que canta está parado en otro lugar, más reflexivo, más contem-plativo. Y por ahí en lo musical hay un poco de reggae o dancehall, que no teníamos en nuestro reperto-rio. Hay también bastantes can-ciones de guitarra y batería, a las que le dimos un tono pop y que por ahí es lo más cercano al rock que podemos hacer. Y también es un disco más alegre. Dejamos delibe-radamente las dos o tres baladas que teníamos y pusimos los cor-tes bailables con la idea de que el disco exprese nuestro sentido del humor del momento, nuestro es-tado de ánimo. Estamos bastante enérgicos, muy contentos de po-der grabar un disco nuevo.–¿Cómo los afectó la salida de Lolo? Sergi: –No es algo grato para nadie atravesar un momento así, pero la verdad es que estábamos peor antes. No nos estábamos llevando bien. Ahora estamos más contentos, más unidos que nunca y por eso quería-mos transmitir ese sentimiento, que tiene que ver con haber solucionado los problemas que teníamos y poder seguir adelante. En estos años nos miramos un par de veces y nos diji-mos: “¿Qué hacemos? Así no pode-mos seguir”. Pero la verdad es que nosotros tres queríamos continuar. Y ahora encontramos una nueva dinámica con los músicos que nos acompañan en vivo. Nos sentimos ya un grupo más grande y nos ma-nejamos como una banda nueva. Lo

sentimos así, como una especie de reinvención. –¿Se puede cantar “Es la guitarra de Lolo” sin Lolo?–Lo que pasa es que no es la primera vez que tocamos “Don” sin él. Todo esto se fue dando de a poco, fueron dos años en los que él a veces no ve-nía a tocar. Y también, incluso a pe-sar nuestro, la canción es más gran-de que nosotros. Todas las cancio-nes en general son de la gente, pero esa canción en especial y esa frase en particular... De hecho, esa parte no la cantamos nunca. Siempre la cantó la gente y hoy por hoy sigue resultan-do la misma cosa, como cuando un grupo hace el cover de una canción. Hoy mismo por la calle, todavía me gritan: “Eh, la guitarra de Lolo”. A mucha gente le quedó la frase para siempre, quedó como un latiguillo ante cualquier situación y hasta es una frase que está más allá de la can-ción en sí.

Yendo del show a la TVPasó una década desde que “la guita-rra de Lolo” ubicó a Miranda! en ese limbo de popularidad al palo adon-de van los autores de un hit inmedia-to. Muchos auguraban un éxito de patas cortas. Pero no fue así. –Cuando empezaron, la Argen-tina atravesaba una de las crisis más caóticas de las últimas déca-das, ¿creen que era la situación ideal para que una banda de pop alegre se hiciera tan popular?Monoto: –La gente estaba golpeada y necesitaba un poco de diversión, seguro.Gattas: –En el momento no lo pen-samos, pero es verdad que el espíritu de todo, la alegría, la despreocupa-ción, ponerse cualquier cosa y ma-quillarse, era como para no abru-marse con la situación. Y es una téc-nica que funciona y que sostenemos: es el alma de la banda. Pasarla bien, divertirse, bailar, emocionarse, pero con alegría. Sergi: –En esos años estábamos en la absoluta edad de la inocen-cia. Ahora en retrospectiva me doy ternura de mí mismo. No digo que hayamos perdido toda la inocencia, pero hemos aprendido a nivelar las emociones para realmente disfrutar de lo que estamos haciendo. Pasa el tiempo y uno se da cuenta de que la carrera se trata de permanencia, no del ascenso constante. Gattas: –Es algo que ambiciona-mos siempre. Permanecer y no es-calar. Siempre tuvimos esa cosa de

Miranda!, una banda que sabe reinventarsesafari. Con nuevo disco,y sin Lolo, el grupo busca permanecer en la escena pop local

Lo mejor del pop actual según Miranda! Artistas nacionales y extranjeros

de acá1 Ráyos Láser2 Los Coming Soon3 Sobrenadar4 Indios5 De la Rivera

“Ahora hay una movida grande de bandas muy buenas que andan en una búsqueda similar a la que estábamos nosotros cuando empezamos y que tiene que ver con to-car música y combinarla con algo estético. Y, so-bre todo, hacer una mú-sica internacional, músi-ca que no busca la raíz o la identificación inme-diata con el vecino.Son grupos que se animan a ser diferentes.”

de allá1 Sia Furler2 Todd Terje3 La Roux4 Beyoncé5 Rihanna

“Creo que los artistas pop más interesantes son los que van siempre en búsqueda de la can-ción. La influencia del hip hop me parece que está bien también, me gusta. Lo que sí es que se me está haciendo un po-co empalagoso la david-guettización. Me gusta Guetta, pero ahora algu-nas piezas suenan todas muy iguales. Ese audio se clonó demasiado.”

seguir y tocar y tocar. Como ahora, que atravesamos este obstáculo y si-tuación complicada y lo único que queremos es seguir tocando. Hemos estado más arriba, más abajo, con más o menos shows por delante, pero permanecemos. Nosotros y el interés de la gente. –¿Su participación en La voz (ar-gentina) les dio un nuevo subidón de popularidad?Sergi: –Sí, se nos sumó mucho pú-blico más chico, que no nos conocía, y también público más grande, fa-milias completas. Nos abastecimos de fans del Puma, de la Sole, de las “axeleras”. Gattas: –Era un público que no ha-bía llegado a Miranda! La televisión se mete en todos lados y realmente fuimos a tocar a todo el país después de eso. Un poco por nuestra carrera

y por eso de no detenernos nunca, pero también por estar en el progra-ma y todos los domingos meterse en la casa de la gente.–Y a vos, Ale, te quedó de la TV una historia residual...Sergi: –Bueno, después me llama-ron de Tu cara me suena...–No, te lo decía por tu romance mediático con vedette incluida.–Ah, bueno, pero por eso no cobré nada, ja, ja. Creo que igual hubiera pasado sin estar en la tele, no sé. Lo que sí te puedo decir es que me en-contré con otro sector de la televi-sión y de la prensa que no conocía y que es muy diferente de la que esta-ba acostumbrado. –¿En qué sentido?Sergi: –Que no tiene códigos, que no respeta absolutamente nada. Eso no es periodismo de espectáculos, no sé

ni qué nombre ponerle. Son larvas, no les importa nada. La idea es inco-modarte en cámara para que mues-tres lo peor de vos. Ésa es la idea de esa prensa, no tienen otro objetivo. Igual, me hago cargo, porque una vez que te metiste en ese juego, no hay manera de salir. Aunque uno no vaya a esos programas, siempre al-guien te va a nombrar. Lo tomo, has-ta te diría con un poco de humor...Gattas: –¿Con un poco? ¿Te podés reír más todavía del asunto?Sí, parece que sí. Hay más chistes, alguna que otra anécdota y los tres ríen con ganas. Miranda! está de vuelta, como casi siempre en los últimos trece años. “Tenemos la edad del pavo”, bromean, y prome-ten seguir creciendo. ¿Podrán? Sin dudas, Safari es un paso más en ese camino.ß

“El disco tiene un pulso más humano. Grabamos por primera vez conbatería acústica”

Viene de tapa

Unos pibes arman un asado al pie de la vereda mientras suenan los Redondos de fondo. En la otra es-quina, un grupo de veteranos ali-menta un fuego para calentar un disco de arado mientras escuchan un tango. Banderines, humo de parrillitas al aire libre, calles em-pedradas despejadas, bodegones a pleno y un cordón portuario que parece una escenografía montada para turistas. La Boca es así todo el año, pero por estos días el festival de tango decidió ocupar el territo-rio y armar un corredor para que los aficionados caminen el barrio como si fuera una peatonal tangue-ra que une la Usina del Arte, donde está el grueso de los conciertos; el Radio Bar, donde están las charlas; el Museo de Cine y sus proyeccio-nes y, finalmente, el Galpón del Puerto, donde se desarrolla la Mi-longa del Puerto, el espacio para los bailarines, las típicas bailables y las clases magistrales de maestros co-mo Gloria y Eduardo.

La experiencia del festival pare-ce generar una atracción y adrena-lina extra entre el público, que por efecto contagio va copando todos los espacios. Los centenares que caminaban el barrio de un lado a otro y las mismas colas que se ven para entrar a todos los conciertos en la Usina del Arte, se podían ver ayer por la mañana frente a la Ca-sa de la Cultura para retirar las en-tradas para la final del campeonato Mundial de Baile en el Luna Park que se agotaron rápidamente.

El otro caminitoConocer una porción del ba-

rrio de La Boca, a pesar que está a

quince minutos del centro, parece una aventura para la mayoría de los aficionados que llegan el fin de semana y se sacan selfies contra los paradones, los conventillos, el fondo de los barcos anclados y los bodegones como El Portuario: has-ta Baryshnikov merodea el mismo recorrido como un anónimo más.

El circuito puede incluir varias paradas. En el Radio Bar (Villafañe 65), un emprendimiento privado que abrió especialmente para la época del festival, Julián Peralta de Astillero y el director de cine Alejandro Diez hablan de la nueva escena tanguera plasmada en el documental y el disco Un disparo en la noche. Fragmentos de la pe-lícula, para aquellos que todavía dicen que el tango es una cosa de viejos, rompe absolutamente con el mito: en el documental sólo se ven rostros curtidos pero jóvenes. “Estamos viviendo una época de oro del tango, pero parece que no

El otro caminito del tango festival. El circuito trazado por las calles de La Boca convoca multitudes que participan de las milongas, recitales y charlas del encuentro, que une a tangueros viejos y a neófitos

Gabriel PlazaLA NACIoN

se sabe”, dice el periodista. Diez responde tajante: “¿Quién no lo sa-be? Nosotros lo sabemos”. Peralta completa la idea: “Hoy hay un nivel sinceramente relevante. Cada gru-po tiene un humor y una estética definida. Lo interesante de esto es que los que vienen detrás pueden partir desde otro lado”.

Afuera, un grupo de tango arma rancho a mitad de la vereda. Los ve-cinos se acercan con un mate. Por la calle Caboto sigue la procesión hacia el Galpón de la Boca. Son las tres de la tarde y la clase de Gloria y Eduardo en esa antigua dársena portuaria (una mini ciudadela con sus calles de empedrado por den-tro) concentra la atención de unas quinientas personas que quieren dar sus primeros pasos. La mayoría son porteños que hacen cola para ver con quién les tocar bailar una pieza. El Galpón, con sus bombillas, su cartel de neón y su pequeño esce-nario en el fondo para los orquestas crea la atmósfera de una milonga multitudinaria como las de antaño: la pista de cemento alisado puede albergar a dos mil personas.

Hay centenares que caminan de un lado a otro. En la Usina del Arte está la panorámica del tango actual, que reúne estéticas y líneas muy diversas del género. Desde la impronta popular de una cantantes como Roxana Fontán con su tributo a Troilo, pasando por el rescate ar-queológico del contrabajista afro-descendiente Leopoldo Thompson (1890-1925), hasta la potente actua-lidad de la orquesta Astillero. Todos los espacios están llenos. Lo que to-davía nadie sabe responder es cómo los porteños se acuerdan del tango solamente en esta época y no salen a disfrutarlo con ese mismo fervor festivalero el resto del año.ß

Agenda del día

Biromes y servilletasSALA dE CAMArA, uSinA dEL ArtE. A LAS 14.30

El cantautor Juan Serén y los Púa Abajo ofrece un muy buen repertorio de tangos propios.

Troilo 100 añosAuditorio, uSinA dEL ArtE. A LAS 21.

La cantante Adriana Va-rela interpreta los temas de Troilo.

TangocontempoAMiA, pAStEur 633. A LAS 21

Federico Pereiro, uno de los mejores bandoneonis-tas actuales, con su trío

Bailes improvisados y asados en la vereda

La contemporaneidad puede ser re-troactiva: hay en el pasado huellas de lo que será y esas huellas sólo se advierten desde el presente. El tra-bajo del Keller Quartet con las obras de Johann Sebastian Bach y Györ-gy Kurtág, del siglo XVIII a los siglos XX y XXI, constituye un ejemplo de una manera de propiciar semejan-tes juegos de espejos entre pasado y presente. En el programa que presentarán esta noche, a las 20.30 como parte del ciclo Colón Con-temporáneo se alternan cánones y contrapuntos de El arte de la fuga, uno de los testamentos bachianos, con piezas del compositor húngaro, entre ellas Secreta, Aus der Ferne V, Officium Breve y Ligadura.

Para András Keller, primer violín del cuarteto que completan Zsófia Környei (violín), Zoltán Gál (viola) y Judit Szabó (cello), ese vaivén tem-poral entre piezas y lenguajes resul-ta completamente natural: “Conci-bo la música como un arte evoluti-vo. El sonido vive únicamente en el tiempo; viene de la nada y dura en ningún lugar. La música es un or-ganismo vivo y, por lo tanto, toda la música que se ha escrito contiene a la vez el pasado y el futuro musical. El pasado y el futuro tienen muchas ventanas, y cada una de ellas puede revelar algo inesperado. Los refle-jos son innumerables. Estas dimen-siones están más allá del tiempo y existen en el espacio. ¿Será que esa continuidad ocurre en 3D o aun en más dimensiones?”

Al margen de El arte de la fuga, cuya instrumentación es indeter-minada, el cuarteto como forma-ción de cámara recuperó su vita-

lidad en el siglo XX. Luigi Nono, György Ligeti, Helmut Lachen-mann, todos ellos, y varios más, encontraron en el cuarteto un cam-po de operaciones propicio. “Creo que escribir para cuarteto es el más esencial de los idiomas musicales”, observa Keller.

De Béla Bartók a Kurtág pasando por Ligeti, la música húngara ocu-pa un lugar decididamente central en el repertorio del Keller Quartet, pero, según su líder, no habría que buscar en esa elección una prefe-rencia meramente nacionalista. La clave consiste más bien en una afinidad lingüística, por decirlo así. “No puedo decir nada acerca de nuestra especialización. Pero estoy orgulloso de ser húngaro y mi misión en la vida es llevar la música a todos los lugares a los que pueda hacerlo. Es probable que los húngaros corramos con un poco de ventaja. En nuestro idioma, los acentos suelen caer en la primera sílaba de la primera parte de las ora-ciones. Y esto es algo muy natural en las frases musicales.”

Si, como se dijo más de una vez, un cuarteto de cuerdas es el ideal de cuatro amigos, siempre es un miste-rio cómo esa amistad sobrevive a la frecuentación excesiva en concier-tos y giras; una frecuentación que, en el caso del Keller Quartet, empe-zó en 1987. “Habría dos respuestas –dice divertido András–. Una muy breve: nos gusta la música y nos gus-ta tocarla. La respuesta larga: algún día escribiré un libro sobre nuestras aventuras. Por ahora diré solamente que me siento muy agradecido con mis colegas por seguir conmigo. Nos respetamos, e incluso, aunque nunca lo decimos, profundamente nos queremos mucho.”ß

Pablo GianeraLA NACIoN

Espejos entre pasado y presentekeller quartet. El ensamble se presenta esta noche; el programa va de Bach a Kurtág