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UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA FACULTAD DE PSICOLOGÍA
TRABAJO FINAL DE GRADO
El Operador Penitenciario. Un acercamiento a las prácticas de los funcionarios que
trabajan en la UIPPL N ° 3 “Libertad” y N ° 6 “Punta de Rieles”.
Tutora: Asist. Mag. Lucía Pierri Estudiante: Manuela Reguera
Montevideo, Octubre de 2016.
En cada línea del relato subjetivo que acabo de compartir con el lector, pueden
descubrirse mis implicaciones institucionales, profesionales, ideológicas, de
clase, religiosas, generacionales, libidinales y afectivas.
También podrían adivinarse en lo no dicho, en los fragmentos de recuerdo
obviados intencionalmente en la construcción narrativa.
Autocensura que pone límites a la escritura de todo investigador que,
persuadido de que el análisis de sus propias implicaciones forma parte del
proceso de investigación, y sabiendo que dicho análisis supone exponer sus
deseos, fantasías, temores, frustraciones y rechazos, cuestiones todas ligadas
al terreno de lo íntimo, sin embargo calla algunas en función de sus experiencias
pasadas con relación a los lectores, los editores, las propias instituciones de
referencia, etc.
María José Acevedo, 2002.
La implicación. Luces y sombras del concepto lourauniano.
Índice _______________________________________________________________
Resumen……………………………………………………………………..Pág. 1
I. Fundamentación…………………………………………………….………Pág. 2
II. Antecedentes………………………………………………………………..Pág. 6
III. Marco teórico:
3.1 Sobre la Institución Penitenciaria……………………………………..Pág. 9
3.2 Sobre la Reforma Penitenciaria……………………………………..Pág. 10
3.3 Sobre el relacionamiento del Operador Penitenciario y la Persona
Privada de Libertad………………………………………...…………Pág. 11
IV. Problema y preguntas de investigación…………………………………Pág. 13
V. Objetivos……………………………………………………………………Pág. 13
VI. Metodología
6.1 Metodología Cualitativa………………………………………………Pág. 14
6.2 Unidad empírica de observación y participantes…………….….…Pág. 14
6.3 Técnicas………………………………………………………………..Pág. 16
VII. Consideraciones éticas…………………………………………………...Pág. 17
VIII. Cronograma de ejecución………………………………………………...Pág. 18
IX. Resultados Esperados……………………………………………………Pág. 18
X. Referencias….……………………………………………………………..Pág. 19
1
Resumen _______________________________________________________________
El presente proyecto de investigación, se propone describir y analizar las
prácticas del Operador Penitenciario (OP) en las Unidades de Internación para las
Personas Privadas de Libertad (UIPPL) Nro. 3 “Libertad” y Nro. 6 “Punta de Rieles”.
La figura del OP es creada en el marco de los cambios institucionales propuestos en la
Reforma Penitenciaria iniciada en el año 2010. La misma, partiría de una concepción
orientada a garantizar el cumplimiento de los DDHH, abandonando las lógicas
punitivas, razón por la cual, se promueven entre otros cambios, la creación de
programas de tratamiento que contribuyan a los procesos de rehabilitación, la
incorporación de personal civil capacitado para llevar adelante la tarea penitenciaria,
así como la transformación a nivel normativo.
El relevamiento bibliográfico y de documentación institucional, denota escasa
acumulación conceptual acerca de este nuevo rol, a pesar de la recurrente mención a
su importancia. Esto lleva a proponer la realización de un estudio exploratorio y de
carácter cualitativo que permita describir y analizar las prácticas de los OP, haciendo
énfasis en sus contenidos, formas de interacción con los PPL y valoración del rol por
parte de los actores del Sistema. A través de técnicas de entrevista y observación
participante, se recolectarán datos para su posterior triangulación y análisis.
Con los resultados obtenidos se espera dar visibilidad a la tarea, logrando
aportar a la definición del rol, a la vez que a su profesionalización, aportando también
conocimiento para posteriores investigaciones
Palabras clave: Operador Penitenciario- Reforma Penitenciaria- Rehabilitación
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I. Fundamentación
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En el año 2005, en su discurso de asunción, Tabaré Vázquez describe la grave
situación de las cárceles, declarando el estado de emergencia humanitaria en todo el
país (Vázquez, T., 2005). Dicha situación de emergencia, se caracterizaría por
problemas de alimentación, salud y hacinamiento que existían en los establecimientos
penitenciarios. De esta manera, otorgaba visibilidad y relevancia, a la situación de
crisis del Sistema Penitenciario, cuyos factores causales se ubicarían en el plano de la
inexistencia de una política en asuntos penitenciarios, la pérdida de personal técnico,
la permanencia de las cárceles bajo la órbita policial luego del gobierno de facto (antes
dependientes del Ministerio de Educación y Cultura), un gran aumento en la escala
delictiva, y la falta de inversiones en las estructuras edilicias (Ministerio del Interior,
2012).
El proceso de reforma tuvo como antecedente, la creación del Comisionado
Parlamentario en el año 2003, como órgano de promoción y protección de los
Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad. Sin embargo, es con la
creación de la Ley de Humanización, Descongestionamiento y Modernización del
Sistema Carcelario1, que se podría identificar el inicio del proceso de cambio de la
Reforma Penitenciaria. Esta ley, introduce transformaciones significativas como el
otorgamiento de libertades anticipadas y la redención de pena por trabajo y estudio de
las personas que se encuentran recluidas.
Por otra parte, en el contexto señalado, Uruguay recibe en 2009, la visita del Relator
Especial sobre la tortura, y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes de
la Organización de las Naciones Unidas, Manfred Nowak. El mismo es quien refuerza
alguna de las ideas que se venían gestando en este ámbito, sugiriendo en su informe,
una reforma profunda del Sistema Penitenciario, que prevenga el delito y promueva la
resocialización de quien lo comete, descentrándose de las medidas punitivas y de las
políticas que se basan únicamente en encerrar sospechosos (Nowack, M. 2009).
Como primer paso en el plano de la institucionalidad se crea en el año 2010, el
Instituto Nacional de Rehabilitación2 (INR) al cual se le otorga la función de diseñar un
Sistema Penitenciario Nacional.
1 Ley Nro. 17.897
2 Según la Ley 18.719 Presupuesto Nacional Período 2010-2014.
3
Adoptando las principales premisas del sistema penitenciario catalán,
(Gargano, H., 2014) en líneas generales la Reforma Penitenciaria tiene como algunos
de sus principios de acción implementar un nuevo modelo de gestión que se base en
la normativa de Derechos Humanos, lo que incluye entre otras medidas, la sustitución
progresiva del personal policial del sistema penitenciario por una administración civil
con especialización (Ministerio del Interior, 2013).
Este nuevo modelo de gestión e intervención parte de la concepción de que las
prisiones sean reconocidas como espacios de oportunidades, propicios para un
aprendizaje vincular que permita resignificar las historias de vida. En este marco, se
crea la figura del OP, el cual hallándose en contacto directo con las PPL, debe
desarrollar prácticas acordes a una nueva concepción de tratamiento y seguridad,
(Bandeira, E., Barraco, N. 2014) alineándolas con la propuesta institucional.
El OP, operando en la vida cotidiana de las UIPPL, debe crear escenarios propicios
para una tarea que conjuga el papel custodial con el educativo, en la búsqueda de
ampliar las oportunidades y potencialidades para una mejor inserción de los internos al
regresar a la vida en libertad, así como minimizar las conductas de riesgo y optimizar
el tiempo de reclusión de los mismos. Asimismo, se plantea que el OP se constituya
en agente de cambio con capacidad de reflexión y evaluación constante para intervenir
con nuevos aprendizajes (Guayta, K., Mautone, L., 2014).
Las funciones y cometidos planteados para el OP, se enmarcarían en la concepción
de Seguridad Dinámica, la cual plantea la observación y trabajo directo con las PPL,
habilitando al conocimiento y trabajo con las mismas El objetivo de la Seguridad
Dinámica es anticipar y mantener el control de las posibles situaciones que podrían
generarse en el tiempo de reclusión, evitando conflictos (Carballo, C., 2014). Este
movimiento activo que se requiere en la organización, hace del OP una figura que
debe desplegar aptitudes y actitudes que vuelvan posibles estos objetivos.
De acuerdo al Informe sobre buenas prácticas penitenciarias en la República Oriental
del Uruguay (2011), elaborado por el Ministerio del Interior, el ingreso de los OP debe
ser debe ser realizado mediante concurso de oposición y méritos, debiendo los
seleccionados aprobar el curso de formación propuesto por la institución.
En el marco antes descripto, el presente proyecto de investigación se propone
describir y analizar las prácticas de esta figura del escenario penitenciario en el
Uruguay.
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Se considera la importancia de conocer las prácticas de intervención de los OP,
utilizando “(…) la noción de práctica trabajada por Foucault como racionalidad que
organiza lo que los hombres hacen, con un carácter sistemático y recurrente” (Laino,
N., 2015, p.88) Esta noción invita a pensar que, las prácticas llevadas adelante por los
OP, tienen una intencionalidad específica, que se intentará conocer.
En esta misma línea, y de acuerdo a los planteos de Eduardo Viera (2008) “Muchas
veces nuestras prácticas, las acciones que llevamos a cabo con los otros, están
impregnadas de narraciones que nutren nuestras subjetividades (…)” (pág. 30).
Partiendo de este entendido, sería pertinente indagar cuál es la concepción de
rehabilitación en la que se apoya su trabajo diario, ya que esto incidirá en la forma de
realizarlo. Como sostienen Ahumada, H. y Grandón, P. (2015) “(…) la compresión que
tienen los trabajadores penitenciarios sobre la reinserción social se traduciría en
prácticas sociales concretas que se desarrollan al interior del penal, es decir, se crean
productos sociales a partir de estos significados” (p.86).
Asimismo, el estudio propuesto parte de concebir que la práctica del OP no es una
tarea aislada, sino productora y producida en el marco de un mandato y un contexto
institucional específico.
Cabe agregar, que la tarea llevada adelante por el OP, se realiza en un ámbito
caracterizado por la violencia, el sufrimiento, el dolor y el encierro, lo cual impacta en
las formas de interactuar, comunicarse, etc. En este sentido, se considera pertinente
tomar los aportes de Alicia Rodríguez, quien refiriéndose a los operadores de políticas
sociales focalizadas, advierte sobre la necesidad de que los mismos cuenten con
capacidad de análisis en relación al marco político institucional en el que se inscribe su
tarea. La autora señala, que para lograr esto, se vuelve necesario tomar conciencia de
las determinaciones y racionalidad en juego en el quehacer, permitiendo discernir así
lo personal de lo institucional, de modo de operar con mayor autonomía, iniciativa y
creatividad (Rodríguez, A. 2008).
Transcurridos más de cinco años desde la creación del INR, se constata que todas las
UIPPL cuentan con OP, sin hallarse estudios o sistematizaciones sobre esta figura
desde ninguna disciplina.
Desde la psicología como campo disciplinar, y desde una concepción amplia e integral
de la salud, se considera de interés conocer las condiciones de contexto laboral de los
OP y sus prácticas, considerando también que muchos de ellos son profesionales
psicólogos o estudiantes avanzados en esta área.
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Se espera que el desarrollo del presente estudio, aporte elementos para la promoción
de los procesos de rehabilitación y la profesionalización de una figura considerada
como central dentro de la política del INR.
Finalmente cabe agregar que el interés por investigar la temática, emerge a
partir del desempeño laboral de la autora quien se inserta laboralmente en el ámbito
penitenciario desarrollando la tarea de OP. Esta situación lleva a iniciar la
investigación con algunos supuestos previos, como por ejemplo, que el mandato
explícito y no explícito que la Institución deposita en esta figura, parecería no ser
acorde con los perfiles de trabajadores que son seleccionados para desarrollar la
tarea, ya que los requisitos previos solicitados no son relativos con las exigencias que
a posterior implica la misma. Será también parte del desafío, el trabajo sobre las
implicaciones con el objeto de investigación propuesto.
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II. Antecedentes
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En la tarea de búsqueda de antecedentes, se hallan escasas investigaciones
ligadas al ingreso de personal civil a los sistemas penitenciarios. Se observa en líneas
generales, que a pesar de que los diversos documentos resaltan el cambio que
significa el ingreso de personal civil como relevo del personal policial, los mismos no
abordan tópicos específicos sobre la forma de trabajo, sus impactos o resultados.
Beatriz Kalinsky publica en el año 2015 su estudio sobre “El agente
Penitenciario. Metodología de la investigación social en un estudio de caso en la
Patagonia Norte, Argentina 2012-2014”. El objetivo del mismo es contribuir al análisis
de la tarea de los agentes que se ubican en el escalafón más bajo de esta estructura
quienes operando en la primera línea de la rehabilitación, están en continuo contacto
con la población detenida.
Para realizar la investigación combina en dos centros penitenciarios, la aplicación de la
técnica de observación participante y cuestionarios. Se considera pertinente incluir el
estudio dentro de los antecedentes ya que el sistema donde interviene la autora se
encuentra al igual que en Uruguay, en la transición de funcionarios policiales a
agentes penitenciarios. Como conclusiones del estudio, Kalinsky sostiene que la
metodología posibilitó el cumplimiento del objetivo de conocer los vínculos entre
internos y agentes penitenciarios. Se destaca, la falta de espacios para tomar
decisiones propias, reflexionar sobre las órdenes que se reciben, y lugares de
participación donde pudieran pensar sus tareas. Señala la autora sobre el trabajo
diario del agente penitenciario “El mandato principal al que obedecen es el de ser
invisibles, pero a su vez prestar servicio, nadie los mira ni los interroga, nadie trata de
escuchar lo que tienen para decir, aparecen y desaparecen como sombras (…)”
(Kalinsky, B. 2015, p.70)
Continuando con los estudios realizados sobre las prácticas de los funcionarios
penitenciarios, se encuentra la investigación Chilena realizada por Héctor Ahumada y
Pamela Grandón (2015) “Significados de la reinserción social en funcionarios de un
centro de cumplimiento penitenciario”.
El estudio fue seleccionado como antecedente ya que en Chile durante las últimas
décadas, el enfoque punitivo custodial ha primado en las prisiones para abordar el
comportamiento de quienes han cometido delitos, atravesando durante el momento del
estudio un proceso de transformación.
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Según los autores, luego de evidencia acumulada sobre el fracaso de este modelo, es
que se considera a la rehabilitación como estrategia para la disminución de la
delincuencia. La investigación tiene como objetivo “conocer el significado que le dan a
la reinserción social y sus implicancias en las practicas relacionadas dentro del penal,
los funcionarios del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la ciudad de Osorno”
(Ahumada, Héctor & Grandón, Pamela, 2015, p.85). Los autores sostienen que las
concepciones que acompañan las prácticas de los trabajadores moldean de alguna
manera las relaciones y contribuyen a darles significado. La recolección de datos
mediante entrevistas semi-estructuradas arrojó los siguientes resultados: a pesar de
que existe una definición institucional que intenta homogeneizar la concepción de
reinserción social, cada funcionario la entiende de manera distinta. Educadores,
Técnicos, Policías e incluso personas del clero que cumplen función allí, entienden la
reinserción social desde su función, la que ha sido definida por su formación,
experiencias de vida, valores, etc. Esto puede significar que se distancie de la visión
que tiene la institución sobre el tema. Por otra parte, se señala que las diversas formas
de concebir la reinserción social, matrizan las prácticas en su diversidad, así como la
visión acerca del interno y de los funcionarios. Esta investigación podría colaborar en
pensar que, en la construcción de un modelo rehabilitador, aún pueden persistir
prácticas que se correspondan con el modelo punitivo. Puede ser que personal que no
ha sido formado para contribuir con los procesos de rehabilitación, no conciban como
válidos los tratamientos para eso.
En el Uruguay por su parte, Emiliano Rojido, Nicolás Trajtenberg y Ana Vigna publican
en 2014 su investigación “Problemas de integridad en programas de tratamiento: el
caso del Centro Nacional de Rehabilitación”. Allí analizan con un estudio de caso
específico, las dificultades en relación a la integridad que conllevó su implementación.
El CNR es inaugurado en 2002, y se presenta como una experiencia innovadora que
incluye técnicos calificados en el tratamiento directo de jóvenes privados de libertad.
Los autores evalúan fortalezas y fallas del proyecto, destacando entre las ultimas, el
establecimiento de relaciones conflictivas entre el personal civil y policial, a la vez que
divergencias conceptuales y de procedimiento entre los técnicos. Asimismo se señala
que la conformación de los equipos técnicos, sería un punto de dificultad, ya que los
mismos se integran con gente con diversos niveles de formación, motivación,
expectativas y disposición emocional o psicológica para trabajar, produciéndose
problemas de cohesión en torno al proyecto institucional.
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El libro “Discutir la cárcel, pensar la sociedad: contra el sentido común punitivo”
(2015), que tiene a Gianella Bardazano, Aníbal Corti, Nicolás Duffau y Nicolás
Trajtenberg como compiladores, realiza un recorrido histórico por las lógicas que hoy
se intentan transformar en rehabilitadoras, relacionándolas con las modificaciones
realizadas a nivel jurídico, y la producción académica de ciertas disciplinas
progresivamente interesadas en los asuntos penitenciarios. De este recorrido se
desprenden algunas ideas que podrían colaborar en la reflexión de las consecuencias
de la privación de libertad para las personas que recuperan la libertad, en relación a
las reales condiciones de sobrevivir con lo aprendido durante la reclusión, a la salud
mental y física, a las oportunidades laborales a las que se puede acceder.
El libro invita a pensar en torno a la opinión altamente punitiva del colectivo social que
identifican los autores, creyendo que habría que provocarle algún grado de sufrimiento
a quien comete un delito, proporcional al sufrimiento que él ha provocado, dando lugar
a la idea de justicia. En este marco, se entiende a la cárcel actual como reflejo de la
sociedad y se concluye que a pesar de la evolución en la forma de aplicar los castigos,
se sigue considerando el suministro de sufrimiento como solución.
Por otra parte según los autores, la sustitución progresiva de personal policial por OP,
y el hecho de que los mismos trabajen orientas por protocolos y guías, generaría una
mejora de la gestión, reduciendo los niveles de violencia dentro de los
establecimientos y brindando contención y apoyo a las PPL (Bardazano, Corti, Duffau
y Trajtenberg, 2015).
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III. Marco Teórico
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3.1 Sobre la Institución Penitenciaria Sobre la Institución:
Las instituciones penitenciarias constituyen el ámbito donde el OP desarrolla su
actividad laboral.
Para conocer algunas de sus características se trabajará con conceptos del
autor Erving Goffman, quien define a la cárcel como una institución total; lugar donde
residen y trabajan varios individuos en la misma situación, habiendo sido aislados de
la sociedad por un período considerable de tiempo, compartiendo en su encierro una
rutina diaria. (Goffman, E., 1961).
De acuerdo al autor, esta institución se configura desde la necesidad de proteger a la
comunidad de aquellos que intencionalmente generarían peligro para ella, no teniendo
como finalidad inmediata el bienestar de los internos (Goffman, E., 1961).
En otro orden de cosas Goffman, describe como una de las principales características
de las instituciones totales una tendencia absorbente. Esta tendencia, también llamada
totalizadora, se puede ver por los obstáculos que impiden la interacción social de los
internados con el exterior materializados en puertas cerradas, muros altos, alambres,
acantilados, ríos, bosques, etc. Esto provoca con el tiempo un “desentrenamiento” en
la capacidad de afrontar aspectos de la vida diaria al momento de retorno a la
sociedad. La barrera que las instituciones crean entre la persona internada y el exterior
es la primera mutilación del yo, separando al interno de su rol social asegurándose un
verdadero aislamiento (Goffman, E., 1961).
Tanto Goffman como Foucault, discuten el concepto de rehabilitación, cuestionando
asimismo el contenido que la misma toma en las cárceles, coincidiendo en que las
prisiones no han sido creadas con el fin de rehabilitar a los internados. Sobre esta idea
que ambos autores comparten, Foucault dice que
(…) la prisión no ha sido al principio
una privación de libertad a la cual se le confiriera a continuación una función técnica de
corrección; ha sido desde el comienzo una “detención legal” encargada de un suplemento
correctivo, o también, una empresa de modificación de los individuos que la privación de
libertad permite hacer funcionar en el sistema legal. (Foucault, M., 2005, p. 235)
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Por su parte Goffman (1961) señala que las instituciones totales parecen funcionar
como depósitos de internos, mientras que paradojalmente se plantean como objetivos
formales la reforma de los mismos.
Foucault (2012) menciona en relación a los programas de reinserción social que:
Suele decirse
que la reinserción social significa adaptación a las relaciones de dominación,
acostumbramiento a la opresión ambiente. De modo que sería muy malo reinsertar a los
delincuentes. Sería menester que eso dejara de hacerse (…) Todos los presuntos programas
de reinserción son, al contrario, programas para marcar, programas para excluir, programas
que empujan a los afectados a meterse cada vez más en la delincuencia. No sucede de otra
manera. (Foucault, M. 2012, p. 59)
El concepto que Erving Goffman (1961) denomina como reforma de los internos y
Foucault trae como reinserción social, podría trasladarse al concepto de rehabilitación
que se utiliza para la Reforma Penitenciaria del Uruguay. El diccionario de la Real
Academia Española dice que Rehabilitación es la “Acción de reponer a alguien en la
posesión de lo que había sido desposeído” desde la perspectiva jurídica. Por lo tanto,
habría que “reponer”-devolver a las PPL algo que les han quitado. Entonces, quienes
están “habilitados” han recibido eso que a otros hay que devolverles. Podría
comprenderse que el INR debería lograr, reponer en las PPL algo que otros han
recibido y que los ha habilitado en su capacidad civil. Entonces en las UIPPL habría
que llevar adelante estos procesos de habilitación y reposición, subsanando esta falta
de posibilidad de constituirse en ciudadano.
3.2 Sobre la Reforma Penitenciaria
De acuerdo al material relevado, la Reforma Penitenciaria, se propone
humanizar las cárceles, teniendo como premisas la eliminación del hacinamiento, la
clasificación durante el período de ingreso a las PPL para una mejor distribución en las
unidades de acuerdo al delito cometido, y también dentro de los establecimientos
(Ministerio del Interior, 2013). Poniendo a la institución en relación con el medio
externo, se busca abrir espacios para que actores sociales como la Universidad de la
República, Organizaciones Civiles, entre otros, participen e intervengan.
En este marco, trabajo, educación y salud parecen ser ejes que estructuran el
proyecto de la Reforma. Según afirma el Manual de Buenas prácticas en el Sistema
Penitenciario (2013) es fundamental para el tratamiento de la habilitación-rehabilitación
de las PPL el trabajo.
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Sobre este tópico Ana Juanche (2012) plantea que el trabajo en privación de libertad
cuenta con tareas que se desarrollan dentro y fuera de los establecimientos, algunas
remuneradas, tareas de dependencia pública o privada e incluso proyectos laborales
auto gestionados por las PPL.
Según la misma autora, gracias al Programa de Educación en Contextos de Encierro
del Consejo de Educación Secundaria, las PPL reciben educación secundaria. La
Coordinación de Educación y Cultura creada por el INR se encarga de planificar y
gestionar políticas en educación y cultura que tienen por objetivo a las PPL,
coordinando acciones en lo que refiere al tratamiento y rehabilitación de las mismas
(Ministerio del Interior, 2013). Sumando a esto, la inclusión de la Administración de los
Servicios de Salud del Estado en la atención de las PPL, ha mejorado el sistema de
prestación de salud en los centros penitenciarios, reforzándose la asignación de
recursos para trabajar en la atención primaria en salud con los internos (Ministerio del
Interior, 2012)
Estos ejes que se abordan toman más sentido aún, si se consideran las características
sociodemográficas de la población carcelaria. Al respecto, Arbesún (2012) plantea que
parecen ser siempre las mismas; son las personas menos instruidas, los que proceden
generalmente de los mismos espacios territoriales (“barrios pobres”), quienes han sido
expulsados y marginados. El autor describe, que estas personas apenas conocen en
su trayectoria vital una regulación, medianamente legal, en relación al mundo del
trabajo y, cuando esto aparece como dato biográfico, tiene la forma de explotación
salarial con perfiles que denigran al trabajador y lo excluyen. (Arbersún, R., 2012)
Teniendo en cuenta estas características de la mayoría de personas que se
encuentran recluidas, la reforma penitenciaria busca a través del INR generar nuevas
oportunidades para ellas. Permitir que el tiempo que se viva en los establecimientos
sirva para poder pensar la vida en libertad, intentando brindar oportunidades
culturales, la generación de hábitos si nos los hubiese de trabajo y estudio.
3.3 Sobre el relacionamiento del Operador Penitenciario y la Persona
Privada de Libertad
Para conocer la figura del Operador Penitenciario, es necesario observar la
relación que establece con la Persona Privada de Libertad. Para pensar en ésta, se
tomará la noción de vínculo que propone Enrique Pichón Rivière, quien define al
vínculo como una estructura compleja, en la cual hay un sujeto, un objeto y una
interrelación, que incluye procesos de aprendizaje y comunicación (Salvo, J. 2007).
Cabe agregar que todo vínculo del presente, está afectado por los anteriores.
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Se considera al sujeto como resultado de un sistema vincular, a partir del inter-juego
entre necesidad y satisfacción (Salvo, J. 2007). Por lo tanto, OP y PPL son afectados
de acuerdo a su vinculación, en tanto ambos aprenden y se comunican.
Su interacción es el resultado también de sus tramas vinculares anteriores y en ella
ambas partes satisfacen necesidades.
Al respecto, los aportes de Alicia Rodríguez (2008) permiten mirar que la relación del
OP con las PPL, es construida en base a los mandatos institucionales. La autora
señala que el tipo de vínculo que se construye entre los Operadores de Políticas
Sociales y la comunidad es fundamental para favorecer procesos de autonomía y
determinación, los que son base para la producción de salud. Esta idea podría
asemejarse al tipo de vínculo entre la PPL y el OP, ya que en las formas de interacción
y relacionamiento podrían promoverse aspectos que fortalezcan la autogestión, la
toma de decisiones, el pensamiento, favoreciendo los procesos de rehabilitación.
En esta relación, se materializan los mandatos institucionales. La incorporación de
personal civil al Sistema Penitenciario, busca acabar con las formas de castigo
llevadas adelante por la policía históricamente. Estas prisiones, funcionaban bajo una
lógica de tensión entre los privados de libertad y los funcionarios policiales que ha sido
conocida por la conflictividad en las formas de relacionamiento e incidentes. La
presencia de los Operadores Penitenciarios propone desnaturalizar (Montero, M.
2004) las prácticas conocidas, para dar lugar a nuevas construcciones vinculares entre
las PPL y los nuevos funcionarios, haciendo referencia a nuevas formas y contenidos
de interacción entre ambos.
Específicamente y sobre el relacionamiento dentro de una institución penitenciaria,
Andrew Coyle (2002) destaca la importancia cuando menciona que
(…) El aspecto más
importante de una prisión es la dimensión humana, ya que las prisiones tienen que ver
fundamentalmente con seres humanos. Los dos grupos de personas más importantes de una
prisión son los reclusos y los funcionarios que los custodian. Y la clave para una prisión bien
administrada es la naturaleza de las relaciones entre ambos grupos. (pág.13)
Se considera la importancia del relacionamiento entre ambos grupos, ya que existe
algo particular en ese encuentro que potencializa los procesos de rehabilitación, y por
eso es importante detener la mirada allí: qué es lo que se produce entre ellos y qué se
espera que se produzca. Qué hace que el Operador parezca sea una figura importante
y en la que se depositan expectativas para el cambio.
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IV. Problema y preguntas de investigación
_________________________________________________________
En el marco de la reciente Reforma Penitenciaria a nivel nacional caracterizada
centralmente por la intencionalidad de lograr un pasaje desde el modelo punitivo a un
modelo rehabilitador y por la incorporación de los Operadores Penitenciarios al
Sistema Penitenciario, se considera pertinente caracterizar y analizar sus prácticas.
Debido a la novedad de la función, no existen estudios que hayan explorado
sobre la temática.
Las interrogantes que guían la investigación son:
¿Cuáles son las prácticas del Operador Penitenciario en las UIPPL donde se
desempeñan?
¿Cuál es el objetivo de las prácticas que llevan adelante los OP?
¿Cuál es la concepción de rehabilitación del OP?
¿Cómo son las formas y los contenidos de la interacción del OP con las PPL?
¿Cuáles son las condiciones laborales en las que el OP desarrolla sus tareas?
V. Objetivos
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Objetivo general:
1) Conocer las prácticas del Operador Penitenciario en las Unidades de
Internación para las Personas Privadas de Libertad Nro. 3 “Libertad” y Nro. 6
“Punta de Rieles”.
Objetivos específicos:
1) Caracterizar las tareas diarias del OP dentro de la Unidad de Internación.
2) Describir las formas y los contenidos de la interacción entre el OP y la PPL.
3) Explorar los aspectos aptitudinales, actitudinales y formativos puestos en juego
en el trabajo.
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4) Indagar la valoración que hacen de la tarea del OP los actores del escenario
penitenciario.
5) Conocer las condiciones de trabajo de los Operadores Penitenciarios.-
VI. Metodología
_______________________________________________________
6.1. Metodología cualitativa
Debido a la inexistencia de estudios anteriores al presente que tengan por
objetivo indagar sobre las prácticas del OP, se propone realizar una investigación de
tipo exploratoria y descriptiva. Con esto se intenta lograr la recolección de los datos
para un posterior análisis de los resultados que opere como antecedente.
Para el desarrollo del estudio, se utilizará una metodología de investigación cualitativa.
Las autoras Batthyány y Cabrera (2011) la definen como una metodología donde la
interpretación del investigador acerca de lo que se ve, se oye y comprende resulta
clave. Otra de las características que otorgan estas autoras a la metodología, es que
los investigadores concurren al campo donde los participantes viven el problema de
estudio (Batthyány y Cabrera, 2011).
De esta forma, con la utilización del método cualitativo, se busca la comprensión de la
naturaleza del fenómeno a estudiar (Iñíguez, 2008).
6.2. Unidad empírica de observación y participantes Lugar y
Se propone que la investigación sea llevada adelante en la UIPPL Nro. 3
“Libertad” por ser uno de los establecimientos en el que aún conviven ambos modelos
(punitivo-rehabilitador). Siendo el único penal de máxima seguridad del país, la
presencia policial es muy fuerte, pero también hay OP (mujeres y hombres) que
trabajan en el contacto directo con las PPL que se encuentran alojadas en los sectores
de progresividad para el tratamiento. En el sector denominado “Barracas” de seguridad
Media-Abierta, las PPL tienen la posibilidad de libre circulación dentro del perímetro.
Allí trabajan en conjunto Operadores Penitenciarios y funcionarios policiales, llevando
adelante las tareas diarias.
Las PPL desempeñan actividades laborales vinculadas a las tareas agropecuarias, de
alimentación, de mantenimiento, actividades religiosas, taller de costura. Pueden
participar de actividades de teatro llevadas adelante por el equipo de Salud Mental de
ASSE que allí interviene y tienen la posibilidad de cursar educación primaria,
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secundaria y talleres de educación no formal. (Ministerio del Interior, 2014) En estas
actividades cotidianas es donde los OP configuran su escenario laboral.
Se trabajará también en la Unidad Nro. 6 “Punta de Rieles”, primer
establecimiento en ser llevado adelante en su totalidad por Operadores Penitenciarios,
manteniendo únicamente en el perímetro externo de la cárcel funcionarios policiales.
Teniendo numerosos sectores para el alojamiento de PPL, entre ellos espacios de
convivencia al igual que en la Unidad Nro. 3, denominados Barracas, y desarrollando
un conjunto de actividades laborales, productivas, educativas, deportivas, que se
acercan conceptualmente y con las prácticas, a la reforma planteada por el INR
(Arbesún, R., 2014) es donde trabajan los OP.
Se toman estos establecimientos porque siendo tan diferentes, permiten observar
mayor diversidad en el quehacer del Operador Penitenciario.
Para la realización de este estudio se solicitará la participación voluntaria de:
Operadores Penitenciarios que cumplan con la experiencia de haber trabajado
en contacto directo con las PPL durante al menos un año.
Personas Privadas de Libertad que cumplan con el requisito de tener al menos
cinco años de reclusión en el establecimiento en el que se encuentren y hayan
atravesado el cambio del Sistema Penitenciario hacia un modelo rehabilitador.
Funcionarios Policiales que cumplan con el requisito de estar trabajando en el
Sistema Penitenciario desde hace más de cinco años, por lo tanto hayan sido
testigos del ingreso de los OP a las Unidades.
El contacto con estos participantes se establecerá a través de informantes calificados
de las Unidades de Internación donde se pretende trabajar.
16
6.3. Técnicas
Como técnicas para realizar la investigación, entendiéndose como los procedimientos
específicos para la recogida de información (Iñiguez, L., 2008) serán utilizadas:
- Observación participante: esta técnica cuenta con la intervención directa del
investigador sobre el objeto que se desea estudiar (Corbetta, 2007) (Batthyány
y Cabrera, 2011).
La observación participante es una técnica en la que el investigador se adentra en un
grupo social determinado directamente, durante un período largo de tiempo, en el
medio natural estableciendo una interacción con los participantes con el fin de
describir las acciones y comprender a través de un proceso de identificación las
motivaciones de los integrantes (Corbetta, 2007) (Batthyány y Cabrera, 2011). Se
pensó en la utilización de esta técnica ya que como menciona Jorgensen (1989) es
muy útil cuando se sabe poco de un determinado fenómeno (Batthyány y Cabrera,
2011).
Como las prácticas del Operador Penitenciario no han sido observadas en el contexto
se propone acompañar a los funcionarios por un período considerable de tiempo,
durante las tres franjas horarias en que estos prestan servicio en la UIPPL para
observar cuáles son las tareas que realizan en relación a las PPL. Se solicitarán las
autorizaciones correspondientes para poder participar en los espacios que se
consideren necesarios para explorar con la mayor precisión posible el relacionamiento
entre ambos grupos.
- Entrevista semiestructurada: se piensa en la utilización de esta técnica
conversacional ya que en ella, quien investiga tiene una serie de temas para
trabajar durante la entrevista, pero puede variar el orden de estos así como la
forma en que realiza las preguntas. (Batthyány y Cabrera, 2011)
Para esta investigación, los informantes calificados serán los Operadores
Penitenciarios, las Personas Privadas de Libertad y los Funcionarios Policiales. Los
primeros son a quienes se indagará sobre su concepción de rehabilitación, y aportará
detalles de su vínculo con las PPL. También, son quienes podrán describir las
condiciones laborales, los espacios con los que cuentan para formarse, reflexionar, re-
pensarse. Por otro lado, las PPL son quienes pueden hablar sobre las prácticas de los
OP en relación a sus propios procesos y pueden comentar cómo perciben los cambios
de modelo en el Sistema. Ambos grupos son los que pueden describir su relación y las
cosas que surgen del encuentro de primera mano.
17
Los funcionarios policiales por su parte, podrán conversar sobre cómo valoran las
prácticas de los OP, el cambio en el Sistema Penitenciario y cómo interactúan los OP
y las PPL.
- Triangulación de datos: esta técnica surge para aumentar la fortaleza y calidad
del estudio cualitativo. Permite ver el problema desde diferentes ángulos y
aumentar la validez. (Benavidez y Gómez-Restrepo, 2005). Consiste en
verificar y comparar la información obtenida mediante las diferentes técnicas.
Se realizará la construcción de categoría de análisis de acuerdo a la repetición de los
datos.
VII. Consideraciones éticas
______________________________________________________
Al tratarse el presente estudio de una investigación que involucra seres humanos,
se tendrán en cuenta para el proceso, el Decreto Nro 379/008 del Ministerio de Salud
Pública y el CM/515 del Poder Ejecutivo del 2008. Para brindar las garantías
necesarias a los sujetos que participan en ella, los datos de terceros serán ajustados
en los principios generales del Cap. II, artículo 5 de la ley 18.331, los cuales estipulan
entre otros: previo consentimiento informado, seguridad de los datos, reserva,
responsabilidad. Luego de solicitar los permisos correspondientes para el ingreso a las
Unidades, contactando a los informantes calificados que cuenten con los requisitos ya
señalados, se les comentarán las principales características de la investigación.
Se les solicitará que firmen un consentimiento informado, garantizándoles resguardo y
privacidad de sus datos, así como también el anonimato en las entrevistas, las cuales
serán grabadas y se les informará.
Se les explicará a los participantes que ser parte de la investigación tiene un
carácter voluntario y que pueden retirarse de la misma cuando lo deseen. Para esto,
es necesario crear espacios donde puedan manifestar los motivos en el caso que ya
no quisieran participar, asegurando también la confidencialidad.
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VIII. Cronograma de ejecución
_______________________________________________________
TIEMPO DE EJECUCIÓN EN MESES
ACTIVIDADES 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Revisión bibliográfica X
Elaboración de Entrevistas semi- estructuradas X
Elaboración de pautas para la observación X
Acercamiento a las UIPPL. Contacto con los X
informantes calificados X
Realización de entrevistas y observaciones X
en la UIPPL Nro. 3 "Libertad". X
Realización de entrevistas y observaciones X
en la UIPPL Nro. 6 "Punta de Rieles". X
Desgrabación de entrevistas, análisis del registro X
escrito de la observaciones. Triangulación de datos. X
Elaboración informe final. X
Difusión de resultados. Devolución a los participantes. X
IX. Resultados esperados
_______________________________________________________
- Aportar una definición del rol del Operador Penitenciario así como caracterizar
las prácticas, y las formas y contenidos de la interacción entre los OP y las
PPL.
- Visibilizar las condiciones de trabajo como factor influyente en la tarea.
- Sumar aportes para pensar y problematizar la Reforma Penitenciaria nacional,
generando así un antecedente para futuros estudios sobre el tema.
- Contribuir en la profesionalización de la tarea.
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_______________________________________________________________
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