el museo machu picchu de la casa concha, cuzco. haucaypata n° 7, pp. 6- 21. lima

8/13/2019 El Museo Machu Picchu de la Casa Concha, Cuzco. Haucaypata N 7, pp. 6- 21. Lima.

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Investigaciones arqueolgicas del Tahuantinsuyo

REVISTA HAUCAYPATA 6

El Museo Machu Picchu de la Casa Concha, Cuzco

Victor Falcn [email protected]

ResumenSin lugar a dudas una de las controversias ms importantes de los ltimos aos relacionadasa devolucin de patrimonio cultural fue la referida a la coleccin Hiram Bingham de MachuPicchu. Luego de contactos tensos y acuerdos frustrados, nalmente, las diferencias se resolvierongracias a un convenio de cooperacin tcnica y cientca, as como a la apertura de una institucinad hoc que, actualmente, es depositaria de esta coleccin completa, adems de ofrecer una ampliaexhibicin contextualizada de la misma. Este artculo hace una presentacin del Museo MachuPicchu de la Casa Concha (Cuzco) en funcin del fruto de ese acuerdo, sus proyectos ms importantesy los retos institucionales de cara al futuro.

Palabras claves: Museo, Machu Picchu, Cuzco, Inca.

FALCN HUAYTA, Victor, 2013. El Museo Machu Picchu de la Casa Concha, Cuzco.Revista Haucaypata. In-vestigaciones arqueolgicas del Tahuantinsuyo. Nro. 7: 6-21. Lima.

La Casa Concha Muy cerca de la Plaza Mayor del Cuzco se en-cuentra la que fuera una clsica casona sola-riega. Como muchas del centro histrico, suscimientos se levantan sobre lo que qued delos muros de las antiguas residencias incaicas,conservadas segn fueron tiles a la nueva ur-banstica y arquitectura espaola. Secciones demuros, vanos clausurados y nichos ubicados,principalmente, hacia las fachadas de los pri-meros pisos de estas casonas son testimoniosdel antiguo centro y capital de los Incas (Bauer2008: 211). Slo para referir dos estudios recientes sobrela estratigrafa urbana inca-colonial del Cuzcosealamos el trabajo del arquitecto SantiagoAgurto Calvo, quien consigna a la Casa Conchacomo Pucamarca el palacio de Tpac Yupanqui(rea con achurado cruzado, consignada con laletra N en el plano de Agurto 1980). Adya-

cente y en la misma manzana indica al palaciode Qiswarcancha (rea con achurado diagonal,consignada con la letra I en el mismo plano),entre las dos zonas as distinguidas, no hay undiscernimiento claro (Figura 1). Luego, durantela Colonia un lote de esa manzana es ocupado porla Casa Marqueses de Concha (Agurto 1980). En segundo trmino, la descripcin de BrianBauer hace un seguimiento ms detallado delas fuentes etnohistricas para tratar de dis-cernir los dos palacios incas, ofrecindonos unplano similar al de Agurto, marcando la mismamanzana con los restos de los muros del Qui-suarcancha hacia el norte y Pucamarca haciael anco sur (Bauer 2008: 223). En conclusin,citamos al mismo autor para sealar que, hastadonde conocemos ahora, no podemos determi-nar con precisin cules eran los lmites exactosde estos dos palacios incas, ni cmo se articula-ban: Contamos con poca informacin adicional

Abstract Without doubt one of the most important controversies of recent years, concerned the restitution ofcultural heritage comprising Hiram Binghams collection of archaeological materials from MachuPicchu. Following tense exchanges and frustrated agreements, differences were resolved thanksto an accord of scientic and technical cooperation as well as the recently opened of an institutioncreated for this purpose which is holds the complete collection and which provides a large scaleexhibit contextualizing the materials. This article introduces the Museum of Machu Picchu de laCasa Concha (Cuzco) which operates as one of the fruits of the agreement, and presents its mostimportant projects and its institutional challenges looking into the future.

Keywords: Museum, Machu Picchu, Cuzco, Inca.


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Figura 1. Plano de delimitacin de la zona monumental del Cuzco, 1978. La Casa Concha lleva el nmero 20 re-saltado amarillo en la manzana dentro de la cual se encuentran los restos de dos palacios incaicos consignados

con a letras N e I (Agurto 1980).

referida a este sector del Cuzco, fuera de refe-rencias dispersas y parcialmente contradicto-rias a la ubicacin de dos templos que haba ensu interior. (Bauer 2008: 261). De cualquiermodo, la Casa Concha parece corresponder al

lado donde se ubicaba el Pucamarca (Figuras2 y 3). La Casa Concha es un ejemplo de la arquitec-tura residencial andina y mestiza gestada en elCuzco desde los primeros aos de la conquista.Se ubica en la calle Santa Catalina Ancha N320 y cuenta con un rea total de 2,373.00 m2.Su primer propietario documentado con pre-cisin fue Don Jos Santiago Concha y Salva-tierra y hasta antes de su restauracin actual,fue ocupada por la Polica Nacional del Per(Unidad Especial de Asalto), en cuyo lapso detiempo se realizaron las modicaciones y dete-

rioros ms notables del inmueble debido a lafuncin cuasi de cuartel a la que fue someti-da. Su conguracin y caractersticas colonialesactuales datan de nes del XVIII. Finalmente,fue declarada Patrimonio Nacional a travs de la

Resolucin Suprema N 2900-72-ED del 13 dediciembre de 1972 (Cano s/f). Es importante se-alar que fue el Dr. Valentn Paniagua Corazao,presidente transitorio de la Repblica, quien laasigna a la Universidad Nacional San AntonioAbad del Cuzco (UNSAAC) mediante ResolucinSuprema N 0603-2001-IN del 21 de junio de2001 (Figura 4). La casona es amplia y compleja, cuenta con cua-tro patios y aproximadamente 45 ambientes (LaRepblica2011). Para los nes del presente art-culo vale la pena citar una descripcin in extensoa cargo del arquitecto Jorge Cano quien restaur


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Figura 2. Centro del Cuzco con restos de los muros incaicos. La Casa Concha se encuentra hacia los restos delPucamarca. (Bauer 2008: 223, Figura 10.8).

este inmueble: La Casa Concha muestra ensu trazo actual cuatro patios diferenciandocon esto la zona social y de servicio. La facha-da principal presenta un paramento de pie-dra Inca el que ha sido fracturado en formaindiscriminada para posibilitar la apertura

de vanos de puerta. El ingreso principal cons-tituido por una portada labrada de piedraEl patio principal al cual se accede por mediodel zagun, posee tres crujas rodeadas porarqueras de piedra en los dos niveles y unacuarta cruja que posee una galera de made-ra en el segundo nivel. Al segundo patio se ac-cede a travs de un chin con arcos de mediopunto en piedra y que tiene en su inicio unahermosa puerta de madera torneada tipo can-cela. El tercer patio tiene acceso por un chinun poco ms estrecho que el del segundo pa-

tio, posee un arco de adobe al pie del zagun

y desemboca en un patio rectangular. El cuartopatio es un espacio arquitectnico ms peque-o cuyo frente noroeste est constituido por unaedicacin con tres arcos de medio punto la-brados en piedra que se encontraban tapiados.(Cano s/f) (Figuras 5 y 6).

La restauracin integral de la casa estuvo a cargodel Instituto Nacional de Cultura - Regin Cuzco(hoy Ministerio de Cultura) demand dos aos ysu nalizacin coincidi con el acuerdo de coope-racin cientca entre la UNSAAC y la Universi-dad de Yale por la coleccin Bingham de MachuPicchu, de modo que fue una de las opciones quese barajaron para ser sede de su exhibicin, de-psito y estudio. Desconocemos detalles adicio-nales del proceso de recuperacin, problemas ysoluciones que tuvo que superar su restauracin,as como, los detalles de las excavaciones arqueo-

lgicas que tuvieron lugar en ella (Figuras 7 y 8)1.


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Figura 3. Casa Concha (remarcado amarillo) en la ciudad del Cuzco. Fuente: Google earth (Fecha de imagen:8-1-2012).

Figura 4. Calle Santa Catalina Ancha, Cuzco. El Museo Machu Picchu de la Casa Concha se encuentra a la dere-cha luciendo una bandera peruana en su balcn (Foto: Victor Falcn 2013).


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Figura 5. Primer patio de la Casa Concha, en sus dos pisos se distribuyen todas las salas de exhibicin (Foto:Victor Falcn 2013).

Figura 6. Segundo patio de la Casa Concha, aqu se ubican depsitos y almacenes de la coleccin Bingham (Foto:Victor Falcn 2013).


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Mencin aparte merece uno de los rasgoscoloniales ms signicativos de su fachada, elbalcn sobre el portn de ingreso que ha sidohabilitado rompiendo un muro inca y denien-

do una portada con jambas y dintel coloniales(Figura 9). El balcn es en volado con tapa oantepecho al frente profusamente decorado.La seccin superior libre de sus pies derechosmuestran tallados de estilo churrigueresco ocrespo cusqueo en relieve y adosados sobrestos; un ejemplar singular en toda la ciudaddel Cuzco (Garca 2013) (Figura 10). Las paredes internas de la casa estuvieronprofusamente decoradas con frescos polcro-mos. Por ejemplo, restos de sus pinturas mura-les representando bodegones cargados de fru-

tos, pjaros y ores se pueden observar en elpasadizo o chin que une al primer patio con

1No obstante los aos transcurridos, no fue posibleacceder al informe nal de la restauracin de la CasaConcha. Por alcance hecha al autor, esto sucede in-cluso si se presenta una solicitud escrita a la sedecuzquea del Ministerio de Cultura. Esta limitacincontradice el artculo 10 de la Ley N 27806 Ley detransparencia y acceso a la informacin pblica.

el segundo y que dataran de nes del XVIII; asi-mismo, han sobrevivido representaciones de SanCristbal y San Miguel Arcngel (Garca 2013).Los decorados se elevaban hasta el techo, lo de-

muestran algunos fragmentos del friso superiorque se pueden ver sobre las paredes debajo delas arqueras en el segundo patio, el cual estcompuesto de maceteros con ores enlazadospor ramas y hojas dando la impresin de roleos,es curioso advertir pequeas cabezas humanasescondidas entre su follaje (Figura 11).

Entrevista a los gestores de Yale Para conocer mejor el museo que actualmenteviene funcionando en esta casona y detalles pocodifundidos que gestaron los acuerdos alcanzados,

entrevist (VFH) en junio de este ao a dos delos representantes de la Universidad de Yale queanualmente vienen al Per a ocuparse de llevaradelante las actividades cientcas pactadas conla UNSAAC: el Dr. Richard Burger (RB) y la ar-queloga peruana Lucy Salazar (LS) (Figura 12).

VFH: Cmo se inicia vuestro inters en el temaInca?

Figura 7. Tercer patio de la Casa Concha, aqu se ubicarn gabinetes y ocinas de investigacin (Foto: Victor

Falcn 2013).


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Figura 8. Cuarto patio de la Casa Concha, aqu se ubi-ca el ambiente para el generador de energa elctricaespecialmente diseado en los Estados Unidos delque dispone el museo para casos de emergencia ade-ms de otros ambientes. En la foto Richard Burger

(Foto: Victor Falcn 2013).

LS: Se inicia con la exhibicin que la Universidadde Yale hizo de la coleccin de Hiram Bingham deMachu Picchu en los Estados Unidos en el 2003.Sin esta actividad el tema no hubiera atrado la

atencin de nadie. La exhibicin tena un costoque sufragar, lo cual se cubri con la gira de lamuestra en diferentes localidades de los EstadosUnidos.

VFH: Cmo ve el tema de la devolucin de la co-leccin Hiram Bingham al Per?

RB: Yo creo que no tiene nada que ver con pape-les. Tiene que ver con el oportunismo poltico. Yohasta ahora mantengo, con toda sinceridad, queesas colecciones fueron exportadas y asignadas

al museo Peabody legalmente. El Per no tenaninguna base legal para pedirlas. Eso no quieredecir que no debieron volver. Creo que hay unalgica tica e intelectual que justica la devolu-cin, pero no por razones de papeles, vale de-cir, legales.Yo creo que la gente que pretende decir que fue

una repatriacin, est engaando al pblicoconscientemente. Fue la coyuntura poltica deese entonces lo que produjo el reclamo peruano.La antroploga Eliane Karp ve la exhibicin en

Figura 9. Balcn de caja sobre portn de ingreso al Museo Machu Picchu de la Casa Concha (Foto: Victor Falcn 2012).


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los EEUU y entrev el potencial poltico de unreclamo e inicia las gestiones gubernamentalesen esa direccin. No fue pues el resultado deuna evaluacin integral interna del tema de las

colecciones nacionales peruanas, es decir, nofue consecuencia de la poltica cultural del go-bierno del Per de entonces.

Es interesante observar que al mismo tiempoque se inicia este reclamo de una antigua co-leccin en el exterior, no se implementan losmecanismos sucientes para proteger a los ya-cimientos arqueolgicos dentro del Per anante la inminencia de una etapa de obras deinfraestructura para su desarrollo. Siendo unpoco suspicaces, podra decirse que se usa elescndalo meditico provocado por el reclamo

de la coleccin Bingham para solapar esta rea-lidad.

VFH: Luego de este proceso largo, difcil y, aveces, tortuoso: creen que el convenio entreYale y la UNSAAC ha solucionado la controver-sia de manera productiva?

RB y LS: Creemos que se ha solucionado po-sitivamente. Aunque siempre hay gente quequiere tratar de sacarle provecho poltico altema vendiendo un discurso chauvinista derepatriacin, lo cual no aceptamos pues im-plica que la coleccin sali del Per ilegalmen-te. Todos los documentos y memorndum deentendimiento con respecto a este tema usanel trmino devolucin. Una diferencia sutilaunque importante de sealar.

VFH: El pblico en general no conoce con pre-cisin los alcances del acuerdo de cooperacincientca y tcnica entre la Universidad de Yaley la UNSAAC, as como, los avances hechos

hasta ahora para concretarlo cules son losaspectos que resaltaran?

RB y LS: Es lo ms positivo de todo. El museoest abierto al pblico desde hace dos aos. Lamayor parte de la museografa de la exhibicinfue trada a todo costo por Yale. Incluy desdelos textos, fotos, etc. hasta las luces, maniquesy dems accesorios. Slo ese traslado y la insta-lacin de las salas de exhibicin costaron msde un milln de dlares.

La restauracin de la Casa Concha corri acargo del actual Ministerio de Cultura. En prin-

cipio, la casa estaba siendo usada para un cuartely luego se puso en venta, pero el gobierno de Va-lentn Paniagua la asigna a la UNSAAC. La casafue dejada en muy mal estado por su inadecuadouso. La UNSAAC la alquila al entonces INC, queinicia su restauracin y luego instala en ella al-gunas ocinas por algn tiempo. En ese trance,se inician las conversaciones entre Yale y la UN-

SAAC para viabilizar de la mejor forma los acuer-dos por suscribirse. La UNSAAC ofrece como sede para la coleccinBingham tres posibilidades. La primera fue unterreno baldo ubicado por el estadio, es decir, nohaba nada construido. La segunda fue un terrenoen el centro de la ciudad, con casas tugurizadas ya un alto precio, nalmente, la Casa Concha queestaba siendo terminada de restaurar. Nosotroselegimos esta ltima opcin cuando la visitamos,tanto por los valores estticos de su arquitecturarecin recuperada como por el compromiso deentregar la coleccin y su puesta en exhibicin

Figura 10. Detalle de las pilastras del balcn de caja de

la Casa Concha sobre las que se adosan los tallados deestilo crespo cusqueo (Foto: Kuntur. Fuente: Sky-crapercity 2010 [en lnea]).


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Figura 11. Fragmento del friso que adornaba las paredes de la arquera del segundo patio de la Casa Concha(Foto: Victor Falcn 2013).

para el centenario del descubrimiento de Ma-chu Picchu por Hiram Bingham.

VFH: Ahora bien, la Casa Concha es bastantegrande y el museo funciona en el primer patio.Qu funcionar en sus mltiples ambientes ypatios?

RB y LS: Adems del museo con su exhibicinpermanente, aqu funcionar el Centro Inter-nacional de Estudios de Machu Picchu y laCultura Inca (CIEMPCI). La idea es que habrambientes para conservacin, ambientes para

estudiar las colecciones, para investigacin,depsitos, un orquidiario, etc. El compromisode la UNSAAC es destinar las instalaciones deesta casa para el uso exclusivo del museo y delCIEMPCI.

VFH: Qu otras actividades est impulsan-do la Universidad de Yale para cumplir con elacuerdo?

LS y RB: Despus de la fase de devolucin delas colecciones se inicia la fase entrenamiento

de los profesores y estudiantes de arqueologa

de la UNSAAC. Esto se hace a partir de la pre-paracin de becas que nancian la venida tanto

de especialistas como de los equipos necesariospara el curso o entrenamiento. Por ejemplo,esta temporada estamos trayendo a Tim Horse-ley quien ensear a usar un georadar (GPR) a17 personas: 13 son profesores de la UNSAAC, 2son del Ministerio de Cultura y 2 alumnos sondel pre-grado de arqueologa (Figura 13). Luego,en este mismo ao, vendr George R. Miller deCalifornia State University para dictar un cursode zooarqueologa. Queremos ofrecer especia-lidades que no se ofrecen ahora dentro del plan

de estudios de arqueologa de la UNSAAC. Desdeluego, no queremos competir con los cursos yaestablecidos. Por otro lado, estamos colocado bu-ses a disposicin de alumnos de colegios del vallede Yucay para que los traigan al museo y les denuna visita guiada.

VFH: Bien, esas son actividades acadmicas parael 2013 qu planes para el prximo ao?

RB y LS: Para el ao entrante estamos pensandotraer especialistas y/o equipos para Fluorescen-

cia de Rayos X e istopos estables. Bsicamente


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Figura 12. Los arquelogos de la Universidad de Yale Lucy Salazar y Richard Burger, junio de 2013 (Foto: VictorFalcn 2013).

Figura 13. Tim Horseley y su equipo de GPR(Ground-penetrating radar) luego de una sesin decampo con los alumnos de la UNSAAC (Foto: Victor

Falcn 2013)

arqueometra. Por otro lado, tambin tenemosplanes para mejorar la exposicin permanente.Por ejemplo, poner los textos tambin en que-chua, ser uno de los pocos museos en el Cuzcosino el nico con el runasimi presente en sussalas de exhibicin, asimismo, creemos que serimportante poner a disposicin de quien lo deseeo solicite un guiado en quechua. An falta pro-mocionar el museo y ampliar el horario de visitasy atencin al pblico. El concepto clave es queel museo pueda generar fondos sucientes parasostener el centro cultural y de investigacin.

La muestra permanente El museo de Machu Picchu ocupa ambos pisosdel primer patio de la Casa Concha. Abri suspuertas el 10 de noviembre del ao 2011 y casiun ao despus haba alcanzado las 70 mil visitas(La Repblica 2012). Fueron necesarios cincobarcos y dos aviones para traer los elementos dela museografa desde los Estados Unidos entrelos que pueden contarse: maniques, dioramas2,vitrinas, grcos, vdeos. Todo esto tuvo un costode ms de 1 milln de dlares y corri por cuentade la Universidad de Yale. La instalacin, diseo

y curadura de la exhibicin estuvieron a cargo


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Figura 14. Ubicacin de Machu Picchu en la Cordillera de las Andes (rectngulo blanco). Corona el paisaje elnevado Vernica (Foto: Museo Machu Picchu de la Casa Concha - expedicin Shippee-Johnson 1931).

del decano de la Facultad de Arquitectura de laUNSAAC Cayo Garca y Lucy Salazar (Burger ySalazar 2013).

Esta exhibicin permanente est constituidapor objetos provenientes de tres colecciones: 1)la coleccin Hiram Bingham de Machu Picchu,2) la coleccin perteneciente a la UNSAAC y 3)la coleccin que surgi de la restauracin de laCasa Concha. Esta combinacin es con el n deimplementar un guin museogrco compren-sible y bien representado que se puso por obje-tivo ser la antesala a una visita bien informadaa Machu Picchu.

2 Recurso museogrco que recrea con materiales

diversos: escenas, actividades, paisajes, hechos, etc.en funcin de un guin.

As, tenemos que la primera sala cuenta con fo-tos de la expedicin de Robert Shippee y GeorgeJohnson (1931), por ejemplo uno de los primerosregistros de Machu Picchu desde el aire (Figura14). Gran parte del ambiente est ocupado poruna representacin de las Excavaciones de unentierro en Machu Picchu en donde se combi-na una gigantografa de color sepia que sirve defondo a una escena recreada con maniques y unatumba debajo de una gran pea, todo en el mis-mo tono de color de modo que los personajes pa-recen salirse de la foto. En un segundo ambientese muestran fotos coloreadas a mano de la expe-dicin Bingham existentes en los archivos de laUniversidad de Yale; este tipo de tcnica fue unhito mundial en el avance hacia la foto en color

que actualmente disfrutamos. Por ejemplo, unade ellas muestra al expedicionario Harry Foot


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Figura 15. Harry Foot uno de los mejores amigos de

Hiram Bingham e integrante de la expedicin a Ma-chu Picchu (Foto: Museo Machu Picchu de la CasaConcha).

uno de los mejores amigos de Binghamsosteniendo una redecilla para atrapar maripo-sas (Figura 15). El plano levantado de Machu Picchu que -naliza esta seccin es importante pues mues-tra lo que los expedicionarios registraron en elao en que se produjo la primera limpieza delsitio arqueolgico (1912). Richard Burger nos

explica que una de las principales preocupacio-nes de Bingham era hacer registros detallados ymeticulosos del sitio Inca por lo que no dud endespejar del bosque a la urbe, lo cual demandvarios meses de intenso trabajo. Asimismo, nosindica que el plano exhibido es una sntesis demuchos otros planos abundantes en detallesque se encuentran en los archivos de la Univer-sidad de Yale; como seala, sta es una docu-mentacin sumamente importante si tenemosen cuenta las intervenciones de restauracinque ha sufrido y sufre Machu Picchu hasta elpresente. Posteriormente, una gran maqueta a

escala del sitio arqueolgico se explica a travs deun vdeo en donde se van narrando las caracte-rsticas urbansticas de Machu Picchu, a medidaque avanza la narracin se ilumina sincronizada-mente el sector correspondiente en la maqueta,de modo que el visitante puede observarlo en sucontexto espacial y urbanstico total (Figura 16). De esta manera, se introduce al despliegue dela exhibicin de la coleccin Bingham de MachuPicchu propiamente dicha en las sucesivas salas,alternndose con vdeos, fotos y textos bilinges(castellano-ingls)3. Surgen objetos que guardanespeciales ancdotas como, por ejemplo, una ca-jita ltica negra con diseos geomtricos en la que nos cuenta Burger John H. Rowe crea se re-coga el corazn de las llamas sacricadas al Sol;

o el pequeo cuchillo metlico que muestra sobresu lomo un gracioso pescador atrapando un pez,que era la pieza de toda la coleccin que ms legustaba a Bingham (Figuras 17 y 18). El segundo nivel del museo guarda an nume-rosas sorpresas de la coleccin Bingham, en-tre ellas un singular y sobrio vaso de cermica(sanu) sostenida por un brazo tambin de ce-rmica y una gama de vajilla inca de formatoms bien pequeo. Mencin aparte merece unapieza de extraordinaria factura, que correspon-da a una vasija de forma rectangular que mues-tra en su pared interior dos personajes incaicospintados, un cazador de aves con su boleadora yun pescador que, curiosamente, sostiene un pezque al parecer ha extrado de un estanque arti-cial, insinuando la existencia de la pisciculturaen aquellos tiempos. Esta pieza de cermica fueencontrada durante las excavaciones en el marcode la restauracin de la Casa Concha. Volviendo al primer nivel y poco antes de salirdel museo se muestra una recreacin de un Incasentado en una tiana de madera, recibiendo una

rendicin de cuentas de un quipucamayocy conun servidor ofrecindole chicha en un vaso de oro(aquilla). Todo ha sido reproducido con gran -delidad de objetos reales, desde la tiana hasta laindumentaria pasando por las ojotas de oro parael Inca y de bras vegetales para los funcionariosreales. La escena se completa con sonidos de ani-males y ruidos del ambiente en Machu Picchu,los que sirven de fondo a voces que en quechua-

3 Para estudios y un catlogo de esta coleccin puede

verse Burger y Salazar 2004.


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Figura 16. Maqueta de Machu Picchu y vdeo explicativo en el Museo Machu Picchu de la Casa Concha (Foto:Victor Falcn 2013)

Figuras 17. Caja ltica con decoraciones geomtricas debajo del borde (Fotos: Victor Falcn 2013).


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Figuras 18. Cuchillo de metal, una de las piezas preferidas de Bingham. (Fotos: Victor Falcn 2013).

dialogan entre s; como ancdota nos contaronque una de las voces es la del arquelogo pe-

ruano radicado en los Estados Unidos SergioChvez (Figura 19).

De cara al futuro Las circunstancias de la gestacin del MuseoMachu Picchu de la Casa Concha son inditasen el Per pues no registran antecedentes si-milares para el nacimiento de una institucinde su tipo exhibiendo estas particularidadeshistricas, acadmicas y polticas. De hecho, ellugar de procedencia de la coleccin es un re-

ferente turstico mundial y la carta de presen-tacin preferida del Per. Su imagen ha sidoprofusamente utilizada para publicidad tanto anivel nacional como internacional y en torno asu usufructo se movilizan importantes circuitoseconmicos y comerciales. Podra considerarseel objetivo de la mayor parte de los proyectosde recuperacin de patrimonio cultural ar-queolgico en diversas comunidades del inte-rior que cifran sus esperanzas de desarrollo conun xito econmico como el alcanzado por Ma-chu Picchu, constituyndose as en una especie

de paradigma indiscutido e indiscutible de

gestin cultural.Pero el hecho es que este sitio Patrimonio Mun-

dial enfrenta serios problemas que amenazan suconservacin, traducidos en las reiteradas adver-tencias deslizadas por la UNESCO cada vez quese insinan pedidos para aumentar el volumende visitas que hoy sobrepasan largamente lo re-comendado o se plantean infraestructuras queperturbaran su espectacular paisaje, como pue-de ser la presencia de un telefrico4. Un temaaparte es la insuciente divulgacin de las in-tervenciones restaurativas y de las excavacionesarqueolgicas que las preceden. El CIEMPCI po-

dra estimular y canalizar publicaciones en estesentido. Machu Picchu fue objeto de investigaciones siste-mticas desde su descubrimiento para el mundo en1911 y, luego de dcadas trabajos de restauracin

4 Un debate sobre su privatizacin se abri con el in-tercambio de opiniones entre Anbal Clavijo (empre-sario pro-concesin privada del sitio) y Alberto Mar-torell, Presidente del Icomos-Per (s a la intervencindel capital privado pero desde una perspectiva inte-gral). Ver: Semana Econmica, del lunes 25 de nov.Ao XXIX, N 1399:162-164 y 166. Lima.


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Figura 19. Inca sentado en una tiana, vistiendo el cl-sico uncu ajedrezado blanco y negro y la mascaypa-cha cayendo sobre su frente. Acorde a su jerarquaporta orejeras, pulsera y ojotas de oro (Foto: Victor

Falcn 2013).

y conservacin para su puesta en valor, segu-ramente es el asentamiento inca mejor presen-tado y promovido para su visita. Digamos quepodra ser visto como un sitio arqueolgico que

ha recorrido ampliamente la cadena de valorde patrimonio en el sentido de Criado-Boadoy Barreiro (2013: 8)5. Sin embargo, creemosque an no es el caso pues resta mucho porconocer o dar a conocer sobre su carcter ynaturaleza. La institucin surgida de esta controversiapuede estimular an ms la generacin de cono-cimiento cientco y su posterior socializacin,sin saltarse ninguna de las fases valorativas porlas que pasa el patrimonio cultural. En este sen-tido y, de cara al futuro podra marcar un hitoque servira de inspiracin para la resolucin

de disputas en torno a patrimonio cultural no sloen el Per sino en todo el mundo; con desenlacesde cooperacin cientca en la que los benecia-dos sean tanto los pases y los pueblos en cuyoseno se crearon estos bienes como la comunidadinternacional (Burger y Salazar 2013). Afortuna-damente, este caso de reclamo y gestiones para ladevolucin de una de sus colecciones primigeniastuvo el feliz desenlace de la instalacin de un mu-seo y centro de investigaciones con estndares yproyecciones internacionales que ojal marquenuna pauta importante en el siglo XXI.

Cronologa de los momentos ms impor-tantes de la disputa del material excavadopor Bingham en Machu Picchu (1912)

1912. Con el apoyo personal del presidente de laRepblica del Per Augusto B. Legua y del rectorde la UNSAAC Albert Giesecke, Hiram BinghamIII realiza una segunda Yale Peruvian ScienticExpedition a Machu Picchu. De esta expedicinproceden los objetos de la coleccin en disputa yque, hasta hace un siglo, estaban en el PeabodyMuseum of Natural History de Yale University.2003. Se realiza una muestra itinerante de estacoleccin que recorre siete ciudades en los Esta-dos Unidos. Dos dcadas antes Richard Burger yLucy Salazar haban iniciado su estudio. Atradopor las repercusiones de esta exhibicin el gobi-erno de Alejandro Toledo (2001-2006) inicia lasgestiones para su devolucin. Al iniciar un juiciopara resolver el reclamo Toledo le imprime untono abiertamente confrontacional a estas ges-tiones.2007. A pesar de que el juicio segua su curso,durante el segundo gobierno de Alan Garca Pr-ez (2006-2011) y a travs gestiones diplomticasse logr un borrador de Memorandum de Enten-

dimiento entre el gobierno peruano y la Univer-sidad de Yale que habra resuelto la disputa perofue abortado por una coyuntura poltica nacional.El juicio en la corte norteamericana prosegua.

5 Modelo terico que propone que las entidadesprimarias transitan hacia ser consideradas bienespatrimoniales pasando por las siguientes fases: iden-ticacin, documentacin, signicacin, valoracin,difusin, circulacin y recepcin. Los autores argu-mentan que las buenas prcticas en investigacin ygestin de esos bienes deben incluir todas esas dimen-siones (Criado-Boado y Barreiro 2013: 8).


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Victor Falcn Huayta

2010. No obstante el frustrado intento de en-tendimiento, las conversaciones fueron revita-lizadas por el rector de la UNSAAC Vctor RalAguilar quien sugiri la cooperacin acadmicadirecta entre su universidad y la de Yale a travsla coleccin Bingham en el Peabody Museum.Nuevamente, se lleg a un nivel de acuerdopreliminar que abri paso a una delegacinenviada por el rector de Yale Richard Levin alPer y recibida por el presidente peruano. Estadelegacin estuvo encabezada por Ernesto Ze-dillo, ex presidente de Mxico y actual directordel Institute for Global Studies de Yale.2010 (23 de noviembre). Se logr un nue-vo acuerdo entre el gobierno peruano y Yale, locual se plasm en un Memorandum de Enten-

dimiento denitivo que resolvi la disputa conla devolucin de la coleccin Bingham al Per.2011 (11 de febrero). En conversaciones di-rectas entre los rectores Vctor Ral Aguilar yRichard Levin se detallan los trminos y alcan-ces de la cooperacin tcnica y cientca entrelas dos universidades y se crea el InternationalCenter for the Study of Machu Picchu and IncaCulture (CIEMPCI) y el museo en la Casa Con-cha.2011 (6 de octubre). Con la presencia de laministra de cultura Susana Baca, el alcalde delCuzco, los rectores de la UNSAAC y Yale, ade-ms de los rectores un gran nmero de univer-sidades peruanas se inaugur ocialmente elMuseo Machu Picchu en la Casa Concha. A lafecha, toda la coleccin Bingham de la expedi-cin a Machu Picchu del ao 1912 se encuentraen este museo que ha recibido la visita de msde cien mil personas provenientes del todo elmundo.

Agradecimientos

A Richard Burger y Lucy Salazar de la Uni-versidad de Yale por la gentileza de darme unaentrevista y mostrarme el museo y los ambien-tes de la Casa Concha de la ciudad del Cuzco.Asimismo, a mi colega Trinidad Aguilar ar-queloga de dicha institucin y a los revisoresannimos de este artculo.

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