el mundo vincular

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  • 7/28/2019 El Mundo Vincular

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    Dr. Hector Krakov - Resea Curricular

    *Psicoanalista.

    *Especialista en psicoanlisis de pareja.

    *Co-autor del Diccionario de Psicoanlisis de las configuraciones vinculares [Ediciones

    Del Candil] y de La pareja y sus anudamientos [Editorial Lugar].

    *Miembro titular con funcin didctica de la Asociacin Psicoanaltica de Buenos

    Aires. [Componente de la Asociacin Psicoanaltica Internacional]

    *Miembro Adherente de la Asociacin Argentina de Psicologa y Psicoterapia de

    Grupo.

    E-mail:mailto:%[email protected] (5411) 4803-3170.

    El mundo vincular y la clnica psicoanaltica 1

    Primera parte

    1.- Introduccin

    Ser mi propsito en este trabajo articular desarrollos de la teora vincular con la clnica

    psicoanaltica. Para ello voy a delimitar inicialmente lo que a mi criterio son dos

    vrtices en psicoanlisis, los que a su vez interjuegan potencindose recprocamente: el

    que da cuenta del mundo intrasubjetivo, por un lado, y el referido al mundo vincular por

    otro. Expondr tambin una secuencia de materiales clnicos con el sentido de que el

    lector pueda cotejar y correlacionarla con la propia clnica. El primer material ser una

    vieta que corresponde a una entrevista inicial de un paciente individual. El segundo se

    trata de un sueo de una paciente tratada tambin individualmente y el tercero es el

    relato de un tratamiento de pareja. Solo como una breve sntesis introductoria me

    interesa puntualizar que las nociones psicoanalticas que considero incluidas en la

    denominada teora de la intrasubjetividad corresponden a la dimensin representacionalfreudiana, que tiene como eje central el concepto de objeto para el psicoanlisis, en

    particular objeto de deseo, y tambin las que se refieren a mundo interno y a relacin de

    objeto desarrolladas por la escuela inglesa. En lo que concierne a la teorizacin vincular

    expondr ideas sobre conceptos como vnculo, sujeto del vnculo, mundo vincular, otro

    del vnculo.2

    Intentar con cada ejemplificacin clnica aclarar las nociones centrales de uno y otro

    vrtice, con la expectativa de poder sealar los puntos de conjuncin entre las distintas

    teorizaciones as como la pertinencia conceptual a las que se refieren.

    mailto:%[email protected]:%[email protected]
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    Espero finalmente conseguir marcar las continuidades y discontinuidades intertericas,

    as como la complejidad por la cual unos desarrollos se incluyen en otros o quedan

    ubicados en niveles cualitativos distintos.

    2.- Sobre los hallazgos y las anomalas explicativas3

    En 1982, Janine Puget y Leonardo Wender escribieron "Analista y paciente en mundos

    superpuestos". En dicho artculo intentaron dar cuenta del impacto en sus vidas

    personales y en su tarea como analistas de un suceso del mundo externo que los

    implicaba tanto como a sus pacientes4, referido en ese caso a candidatos en formacin.

    Planteaban que las teoras de las que disponan hasta entonces no les permitan

    conceptualizar, e implementar tcnicamente, la permanente invasin de informacin que

    transitaba por los consultorios e inundaba la asociacin libre y la atencin flotante as

    como la transferencia y contratransferencia.

    En las sesiones las temticas referidas al "mundo externo" contaminaban el campo

    analtico ya que los datos que provenan de sus pacientes, como "noticia, informacin ochisme", ingresaban "por un orificio diferente, como metfora, del mundo objetal ajeno

    y de las primeras relaciones del paciente y de su anecdtica".

    A esa zona de mundo en comn, entre paciente y analista, optaron por llamarla "mundo

    superpuesto". Notaban que al instalarse una comunicacin de tipo especular se

    interrumpa la funcin analtica al transformarse "epistemofilia en escoptofilia". Por

    ltimo, decan al final del artculo que la problemtica de mundos superpuestos se

    inscriba en "el dilema no resuelto de la realidad externa y psicoanlisis".5

    Veinte aos despus de aquel episodio, en Lo vincular. Clnica y tcnica psicoanaltica,

    Isidoro Berenstein y Janine Puget dicen, en relacin con la misma problemtica, que

    "Los psicoanalistas tenemos -como ya lo sealamos- gran experiencia para detectar

    indicadores y pensar formulaciones acerca de los objetos y la estructura del mundo

    interno. Tenemos ms dificultad cuando se trata de definir y caracterizar

    representaciones inconscientes de este otro mundo, el sociocultural, al que llamamos

    transubjetivo". Era la forma de plasmar conceptos psicoanalticos sobre las races del

    sentimiento de identidad y pertenencia social, en los que ambos autores ya haban

    trabajado activamente.

    Un hito cientfico, que signific un salto cualitativo muy importante, ocurri en el

    transcurso de esas dos dcadas. Se trata de la construccin laboriosa, y aun en marcha,de la teora vincular. La ampliacin metapsicolgica que implica la nocin de Tres

    espacios psquicos es un fiel exponente de tal modificacin conceptual.

    Tambin asistimos en el transcurso de esta ampliacin conceptual a reformulaciones de

    trminos vinculares que parecan inamovibles. Se reformul la definicin de vnculo

    conceptualizada como dos yoes y un conector a favor de la nocin de ligadura entre

    representaciones y luego a la de sujeto vincular. Narcisismo originario y represin

    primaria de lo vincular pasaron a ocupar el lugar que originalmente tuvo el Objeto

    nico, con lo que se modific tambin la nocin de zcalo inconsciente y de objeto-

    pareja.6 Ideas como irrupcin del acontecimiento, imposicin por presencia y poder

    adquirieron fuerza actualmente, si bien son an conceptos en vas de consolidacinterica.

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    3.- Los Mundos en los que vivimos

    Isidoro Berenstein7 se refiere a la triple espacialidad psquica del siguiente modo: un

    paciente al hablar del padre puede estar refirindose a un objeto interno si lo hace en

    una sesin individual, al otro del vnculo si est con l en una sesin familiar, o

    aludiendo al lugar Padre.

    Entiendo que la enorme riqueza que nos ofrece la nocin de triple espacialidad psquica

    se basa en que postula un sistema de triple inscripcin y registro simultneo de un

    mismo suceso o fenmeno.8 Se inscribiran as simultneamente un objeto interno, un

    vnculo y un Lugar.9 Los encuadres teraputicos dejaran de ser, a partir de estas ideas,

    intercambiables unos por otros ya que cada uno sobredeterminar la aparicin de

    material especfico en funcin tambin del contexto terico al que el analista se adhiera.

    Como consecuencia de lo anterior, la oposicin Mundo interno/Mundo externo que nos

    legara Freud y se enriqueciera luego con el concepto de identificacin proyectiva

    propuesto por la escuela inglesa, se vio amplificado enormemente con los espacios

    psquicos. Desde esta perspectiva viviramos simultneamente en diferentes mundospsquicos, con leyes de funcionamiento y caractersticas propias, en calidad de

    habitantes del mundo intrasubjetivo, del intersubjetivo y del transubjetivo.10

    Ciertas ideas de Thomas Kuhn hacen relevante la propuesta recin mencionada, si bien

    este autor no se refiere a poder vivir en una multiplicidad de lugares psquicos. Para

    Kuhn algo similar a un paradigma est incluido, como requisito previo, en la naturaleza

    del proceso de la percepcin. Dice que lo que "vemos" en nuestras disciplinas depende

    tanto de lo que observamos como de aquello que la experiencia visual y conceptual

    previa nos ha preparado para ver. Y agrega: "Cuando cambia un paradigma los datos

    mismos cambian... Es en este sentido en el que podemos afirmar que, despus de una

    revolucin, los cientficos trabajan en un mundo diferente".

    Debiramos quizs considerar lo vincular como un nuevo paradigma dentro del

    psicoanlisis? Unos breves recortes de la clnica con parejas nos puede orientar en ese

    sentido.

    Una pareja con dificultades crnicas en las relaciones sexuales inicia una sesin

    diciendo que haban visto la pelcula "Un extrao entre nosotros". Comentan entonces

    partes del argumento y relatan que se trata de una comunidad religiosa con normas muy

    estrictas con relacin a lo sexual. Los hombres y las mujeres viajan en un mismo

    mnibus pero estn separados por una cortina. Tienen tambin regulaciones especficaspara el intercambio sexual en el matrimonio. En un momento se comete un crimen y

    aparece una mujer polica, de otra religin, que tiene que investigar el asesinato.

    En un segundo material, otra pareja luego de mencionar que se haban separado

    innumerables veces y otras tantas haban vuelto a convivir dijeron "Estamos atados por

    una cadena de goma. Cuanto ms se estira ms nos vuelve a juntar".

    El esposo de una tercera pareja, al ingresar al consultorio y sin que se hubieran sentado,

    le dice al terapeuta "Me permite cargar el aparato?. Nos quedamos sin batera". Antonio

    formulaba la pregunta mientras mostraba el telfono celular y el cargador que tena en la

    mano. Esa sesin transcurri centrada en la insatisfaccin de Manuela por la distanciaemocional de Antonio. Al comenzar la sesin siguiente Manuela, quien estaba cursando

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    la etapa final de un segundo embarazo, nuevamente hablaba indignada de la forma de

    ser de su marido. Explic que haba tenido una consulta con el obstetra quien le haba

    recomendado, en funcin del incremento en la dilatacin del cuello uterino, que hiciera

    reposo para que no se adelantara el parto. Antonio fue a buscarla como haban quedado

    y Manuela se quejaba porque mientras le contaba las indicaciones del obstetra l estaba

    preocupado buscando un chicle en la guantera del auto porque tena la boca seca. En esemomento Manuela dijo: "Qu quiere que le diga Dr. Lo que pienso es que Antonio es un

    aparato". Y dirigindose a Antonio le recrimin con dolor "Sos un aparato. No quiero

    que ests en el parto". Al continuar la sesin surgieron las razones por las que Antonio

    se distanciaba emocionalmente. De chico haba tenido una intervencin quirrgica

    importante en la que haba corrido peligro su vida. Al evocar tal momento en la sesin

    tuvo un acceso de angustia.

    Las temticas que desplegaron las parejas mencionadas, centradas en derredor de "Un

    extrao entre nosotros", la "cadena de goma" o sobre cmo "cargar el aparato"

    hubieran quedado suficientemente abarcadas si las hubiramos analizado e interpretado

    con las herramientas terico-tcnicas que disponemos para el anlisis individual?. Porejemplo en el primer caso, de haber apelado al concepto de transferencia recproca las

    interpretaciones acerca de las dificultades sexuales estaran centradas en l, por un lado,

    y en ella por el otro, para ser reenviadas luego a la vida sexual infantil de ambos.

    Seguramente hubiramos hecho otro tanto con la "cadena de goma" que una a la

    segunda pareja y no los dejaba separarse. Por ltimo el sentido del "aparato" que

    Antonio quera cargar al comienzo de la secuencia relatada, y que en la segunda sesin

    fue retomado por Manuela, hubiera sido conveniente que fuera explorado siguiendo

    tambin un derrotero especfico para l y para ella como paso previo a sealar las

    motivaciones inconscientes que determinaron la eleccin que ambos haban hecho del

    mismo significante.

    Por eso me parece pertinente plantearnos si cuando atendemos parejas trabajamos con

    los mismos datos y por lo tanto con los mismos conceptos que se construyeron para el

    anlisis individual. Estaremos frente a la misma problemtica psicolgica o

    efectivamente la teora vincular implic el reconocimiento de un otro mundo, el mundo

    de lo vincular?.

    Para responder estos interrogantes quizs convenga preguntarnos a qu llama

    psicoanalizar el Psicoanlisis?.

    4.- Cmo caracterizar el material clnico intrasubjetivo?

    Al rastrear la nocin de objeto en la obra de Freud es posible concluir que para su

    creador el concepto de objeto en psicoanlisis remite a un registro psquico, por

    ejemplo, del pecho que satisfizo las necesidades iniciales. No es equivalente al objeto

    percibido, entendido ste como un objeto natural, sino que se trata de su inscripcin en

    Psi. En la vivencia de satisfaccin queda facilitado el acceso a tal inscripcin, as como

    al de los movimientos reflejos, cuando es estimulada nuevamente la huella que registra

    la necesidad. El registro del objeto se activar en calidad de identidad de percepcin

    alucinatoria constituyendo el primer movimiento psquico.

    La escuela inglesa maximiz este concepto proponiendo una versin dramtica de lamente en la que el objeto interno pas a tener peso especfico propio. Al seguir su

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    derrotero mediante textos como Naturaleza y funcin de la fantasa (Susan Isaac), Notas

    sobre algunos mecanismos esquizoides, El origen de la transferencia, La personificacin

    en el juego de los nios, (Melanie Klein), Transferencia situacin total (Betty Joseph),

    Interpretacin mutativa (James Strachey), Estados sexuales de la mente o El proceso

    psicoanaltico (Donald Meltzer), la constitucin y operatoria del objeto interno resulta

    claramente ligada al devenir pulsional.11

    Si a lo anterior le agregramos conceptos de Andr Green, expuestos en la

    Metapsicologa revisitada referidos a la funcin objetalizante de Eros; o una frase que

    Bion toma de M. Klein, por la que "pecho bueno ausente es pecho malo presente",

    pareciera que tales desarrollos en psicoanlisis estn atravesados por la idea de

    positividad,12 y referidos a la creacin representacional de objetos por las pulsiones.

    Queda abarcada de este modo una secuencia en la que se puntualiza el aspecto medular

    de lo que intentamos llamar intrasubjetivo. Daran cuenta de la intrasubjetividad, segn

    mi criterio, aquellas teoras que partiendo de Freud describieron la constitucin psquica

    ubicando a quien teoriza en el interior de la mente del infante, y en las que las hiptesisresultantes se hicieron con el concepto de pulsin en su vertiente endgena. Es por ello

    que el otro maternante, definido como objeto asistente, tendra existencia fctica para un

    observador externo pero no para las teoras de referencia. El otro se termina

    inscribiendo en el aparato psquico as slo en calidad de objeto. Ser a este objeto a

    quien el nio le va a atribuir sentidos, intenciones y emocionalidad en correspondencia

    con sus propios vaivenes pulsionales ertico-tanticos.

    Pensada como una lgica psquica la intrasubjetividad podra ser definida, a mi

    entender, por tres conceptos: sera autogenerada (las representaciones de objeto son

    producto de la pulsin), autorreferencial (el self se vive a s mismo como centro tanto de

    la actividad como de las caractersticas de los objetos internos), y automatizada (no

    habra mediatizacin por parte del yo. Al depender de la serie placer-displacer su

    activacin es automtica).13

    Una ejemplificacin posible para este modo de teorizacin podra ser la siguiente. Un

    nio autogenerara un padre castrador toda vez que se actualice en l una fantasa

    incestuosa. Tender a explicarse de modo autorreferencial las conductas de los padres y,

    adems, se ver expuesto de forma automtica a tal dramtica en funcin de sus

    alternativas pulsionales.

    Por lo anterior resulta claro por qu lo que denominamos intrasubjetividad terminconvirtindose en el mbito terico desde el cual poda definirse qu perteneca al

    campo estricto del psicoanlisis.

    Con la finalidad de marcar diferencias con otras corrientes analticas se puede

    considerar que con la escuela francesa en su vertiente lacaniana, atravesada por la

    antropologa estructural y la lingstica, adquiere predominancia la inclusin de la

    categora de otro como alternativa a la de objeto. Se conceptualiz as un otro con

    minscula (a), un a y un Otro con mayscula, anudados en un triple registro real,

    imaginario y simblico.

    A su vez, desarrollos subsiguientes14 proponen ubicar el origen de la vida psquica delinfante en el inconsciente de la madre. Ser el otro maternante, con su represin

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    instalada, quien va a abrir las zonas ergenas; ejercer la seduccin originaria y

    propondr significantes enigmticos.

    Por ltimo, para aquello que sigue produciendo efectos sin que las redes identificatorias

    y la historia individual pudieran dar cuenta de tal emergencia, hizo su aparicin el

    concepto de lo transgeneracional. As poda explicarse que ciertos padecimientos degeneraciones anteriores se trasmitieran por telescopaje a las siguientes, al estar

    inscriptos pero no representados.15

    5.- El caso Leandro. Un ejemplo clnico a propsito de la intrasubjetividad.

    Leandro consultaba porque se senta mal consigo mismo ya que haba sacado dinero del

    lugar donde trabajaba. Consideraba que lo ms criticable de su actitud era que le haba

    robado a un amigo, quien a su vez le haba ofrecido esa oportunidad laboral a raz de

    que Leandro estaba sin trabajo.

    En la primera entrevista deca desconcertado: "Lo haba hecho en los cuatro trabajosque tuve y nunca antes haba afrontado la situacin. Siempre dije que no haba sido yo.

    Me estoy cagando toda mi vida. Si tengo todo por qu vendo una imagen?. No puedo

    decir no a nadie, ni a mi mismo. Para tapar un pozo me meto en un quilombo".

    Se refera a que sus robos eran para pagar los resmenes de cuenta de las tarjetas de

    crdito, con las que gastaba ms dinero del que luego poda afrontar. Leandro tena 25

    aos y la apariencia de un nene grande. En el curso de la entrevista me haba informado

    que ya en la niez se llevaba golosinas sin pagarlas de un quiosco cercano a la casa. El

    padre, que saba lo que ocurra, no le deca nada y a fin de mes pagaba la cuenta que el

    encargado del quiosco le pasaba.

    Tambin evoc situaciones repetidas en las que consegua irse de los supermercados

    comiendo chocolates sacados de las gndolas sin pagarlos. Tena como mtodo

    atravesar la lnea de cajas dando a entender que no haba comprado nada, con lo que

    terminaba burlndose tanto de los cajeros como del personal de control en sus

    respectivas narices.

    Me aclar luego que no era la primera vez que haca una consulta psicolgica. Haba

    tenido experiencias teraputicas anteriores; la primera cuando tena 7 u 8 aos. La razn

    de aquel primer tratamiento haba sido porque Leandro padeca una encopresis

    secundaria, "me haca encima, me ensuciaba", me dijo.

    Ese dato, junto con el motivo de consulta y las ancdotas que haba relatado,

    posibilitaban construir una primera hiptesis sobre su problemtica. Pareca tratarse de

    la insistencia de un aspecto infantil que haca sntoma en un paciente adulto,

    particularmente en los momentos en que "se haca encima robndole a otros". El

    "Leandro grande" le prestaba el cuerpo, por as decir, a aquel nio encoprtico que

    segua siendo en su inconsciente. Claro que ya no se trataba de materia fecal [lenguaje

    infantil] sino que se haba transformado en incontinencia de dinero [materia fecal

    adultiforme] si bien el mismo padre edpico segua siendo seguramente el destinatario

    de su "encopresis" actualizada. Vale recordar aqu, por un momento, dos postulados de

    Freud:

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    a) Las represiones se constituyen en la temprana infancia, luego de lo cual no se generan

    otras16 y

    b) La operacin genuina de la terapia analtica es establecer mejores represiones.17

    Para una situacin como la de Leandro adquieren pleno sentido ambas postulaciones. Esdable suponer que al mantenerse la fantasmtica de base, que le otorgaba eficacia a la

    produccin de sus sntomas, el paciente consigui transformar su encopresis en un estilo

    de carcter. As Leandro segua "hacindose encima" pero "ensucindose en otros" al

    robarles.18

    Qu cabra esperar de un tratamiento analtico de Leandro? La repeticin transferencial

    de robo, en calidad de puesta en acto y como despliegue en el plano fantasmtico,

    referida a distintos aspectos de la situacin analtica. A partir de lo cual analista y

    paciente podran ubicar y abrir la problemtica edpica en la que pareca estar enclavada

    la reiteracin sintomtica. Simultnea o sucesivamente tendra importancia el trnsito

    por los mltiples entrecruzamientos de sentido siguiendo el recorrido elaborativo de suencopresis tramitada en la transferencia. Por ltimo, el paciente habilitado para

    cuestionar el punto de goce de su funcionamiento "encoprtico", podra instalar mejores

    "diques" apelando al juicio condenatorio como recurso de alto nivel para terminar de

    frenar la compulsin repetitiva con la que "se ensuciaba" robando.

    Para la teora psicoanaltica, an bajo los distintos matices que propone cada escuela, el

    "ahora sintomtico" es explicado por un "entonces mtico" donde la realidad psquica

    tiene preeminencia sobre la material. As lo ocurrido quedara deformado por efecto de

    teoras sexuales infantiles, por fantasas originarias o como consecuencia de la eficacia

    del mundo interno.

    Desde este punto de vista el material de Leandro puede ser comprendido con nociones

    que remiten a sexualidad infantil, conflictiva edpica, falla en el control esfinteriano,

    encopresis, transformacin de erotismo anal en carcter, y finalmente reiteracin

    sintomtica en el adulto con egodistona. Su caso constituye quizs un ejemplo

    prototpico de la utilidad clnica y comprensiva que nos brinda la teora psicoanaltica.

    Con ella podemos ayudar a resolver la problemtica de un paciente, activa y siempre al

    acecho, que tiende a comandar la vida de un sujeto, como ocurra con Leandro, y que

    mantiene a la vez una cierta independencia del tipo de intercambio y las caractersticas

    de los otros con los que se efectiviza. Este es un aspecto que me importa remarcar dado

    que, a mi criterio, constituye una marca distintiva que posibilita discriminar en unmaterial clnico una perspectiva intrasubjetiva de otra que luego veremos como

    especfica de lo vincular.19

    Contina en la Segunda Parte

    Notas del autor

    1. Este trabajo es el primer captulo del libro "La pareja y sus anudamientos.Erotismo-

    pasin- poder-trauma", que editara la editorial Lugar en Bs. As., en el mes de mayo del

    2001.

    Volver al texto

    http://www.enigmapsi.com.ar/mundovincular2.htmlhttp://www.enigmapsi.com.ar/mundovincular2.html
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    2. Estos son desarrollos tericos que continan las propuestas iniciales formuladas por

    Berentein y Puget.

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    3. Hallazgos y anomalas explicativas los utilizo en el sentido que les da Thomas Kuhnen "La estructura de las revoluciones cientficas".

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    4. Se trataba de la escisin de la Asociacin Psicoanaltica Argentina ocurrida en los

    aos 1977/78.

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    5. Es posible que a un lector que desconozca aquellos momentos de acaloradas

    discusiones tericas le resulte hoy extrao el planteo, implcito en el artculomencionado, acerca de la importancia de la realidad externa para el psicoanlisis.

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    6. Estos conceptos se publicaron originalmente en el primero libro que escribieran

    Isidoro Berenstein y Janine Puget, Psicoanlisis de la Pareja Matrimonial.

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    7. En "Vnculo e inconsciente. Apuntes para una metapsicologa".

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    8. A veces se la equipara con el sistema de transcripcin que Freud describi en la carta

    52. Es una equiparacin que no comparto dado que me importa jerarquizar las

    diferencias entre transcripcin y mltiple inscripcin simultnea.

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    9. Un desarrollo posterior, que todava requiere ser desplegado, considera los llamados

    "espacios" como lgicas de inscripcin. Con estas hiptesis la informacin que accedeal mundo psquico, de la que todo sujeto dispondr tanto consciente como

    inconscientemente, se recibir y guardar de modos diferentes ya que se procesaran

    mediante leyes de archivo distintas. I. Lewkowicz piensa que desde un abordaje

    semiolgico las lgicas de inscripcin estn cerca de lo que se denominan gramticas de

    recepcin.

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    10. Estas ideas seran desarrollos del Spaltung freudiano referido a la escisin del yo, y

    de las nociones kleinianas y postkleinianas vinculadas a partes del self ocupando

    distintos espacios de la madre interna. Creo que se pueden considerar tambin afines,aunque desde un ngulo muy diferente, a la nocin de escisin estructural del sujeto,

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    sostenida por la escuela lacaniana a partir de la cual se discrimina el sujeto del

    enunciado del de la enunciacin.

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    11. Doy por supuesta la existencia de matices entre autores kleinianos y postkleinianos,de los que no me ocupar en este texto.

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    12. Aqu positividad est utilizada en tensin con la ideas de negatividad en

    psicoanlisis.

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    13. En las dos primeras acepciones el prefijo auto remite a la idea de "propio"; en la

    tercera supone inmediatez.

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    14. Me refiero a conceptos de Laplanche.

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    15. Estos temas fueron estudiados por Kaes, Faimberg, Enriquez y Baranes, entre otros.

    En nuestro medio se ocup activamente de ellos Silvia Gomel.

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    16. Pienso que Freud se refiere as a los "diques de la sexualidad", que expuso en Tres

    Ensayos, y que corresponden a una de las versiones de la represin primaria.

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    17. En funcin de la nota anterior el establecimiento de mejores "diques" le pone freno

    al retorno de lo reprimido y por lo tanto a la produccin sintomtica.

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    18. En lenguaje coloquial a una persona que acta como lo hace Leandro se lo llama "un

    cagador".

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    19. Esta diferencia se hace relevante al considerar al otro como resto diurno o como otro

    sujeto.

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    20. Est liderada en nuestro medio por los Drs. Isidoro Berenstein, Janine Puget y

    Marcos Bernard, quienes encontraron un terreno frtil para la produccin de teora en

    los Departamentos de Familia, Parejas y Grupos de la AAPPG.

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    21. Barenstein y col. piensan la subjetividad como el producto resultante de los

    discursos sociales, y a estos como instituyentes de subjetividad. Dicen que "Tanto el

    sujeto como la subjetividad se producen y reproducen, se hacen y deshacen entre los

    otros, por los otros, con o contra los otros". Fornari, a su vez, considera al sujeto

    instituyndose, apropindose de s y no instituido, como un emergente "de cada acto de

    apropiacin".

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    22. Encontr que en teora de la complejidad se describen fenmenos de un modo muy

    similar a como estaba pensando la nocin de vnculo. Por ejemplo Roger Lewin, enComplejidad. El caos como generador del orden, describe en palabras de Chris Langton

    lo siguiente: "De la interaccin de los componentes individuales aqu abajo emerge

    algn tipo de propiedad global aqu arriba, algo que no se poda haber predicho a partir

    de lo que se saba de las partes componentes", continu Chris. "Y la propiedad global,

    este comportamiento emergente, vuelve a influir en el comportamiento de los individuos

    que aqu abajo la produjeron" (pg.26).

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    23. Me importa remarcar que la paciente no produjo asociaciones y que las conclusiones

    que expongo se apoyan fuertemente en el contenido manifiesto del sueo.

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    24. Berenstein y Puget postulan, de modo distinto a como lo estoy planteando, que el

    fenmeno transferencial solo se producira en presencia de los miembros del vnculo.

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    25. No me refiero aqu a la reproduccin transferencial de cliss ligados Imagos o a

    construcciones ideales-especulares, en tanto quiero diferenciar transferencia objetal deldespliegue transferencial vincular.

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    26. El otro semejante en Lacan (a ) y el otro pensado, formulado por Piera Aulagnier,

    son antecedentes tericos del otro del vnculo.

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    27. Advenir sujeto de un vnculo implica una modificacin y reacomodamiento

    representacional del mundo vincular al cual cada sujeto perteneca hasta ese momento.

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    Al constituirse como sujeto de un otro vnculo lo que el sujeto siente es que "el mundo

    cambia".

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    28. Entiendo por espacio vincular una determinada posicin mental que implicaconstruir, y mantener sostenidamente en el tiempo, una espacialidad virtual como lugar

    para la pareja. Supone para sus miembros la confirmacin de saberse instalados en una

    parte del mundo representacional propio y del otro, vivido como espacio del vnculo.

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    29. Este tipo de interaccin, por dems frecuente en anlisis de pareja, es a mi criterio

    una de las formas en que se puede desplegar para su "lectura" la espacialidad vincular

    en la transferencia.

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