el modernismo en hispanoamérica: antecedentes y origen
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Introducción al movimiento literario que colocó a hispanoamérica en el mapa de la literatura mundial. Antecedentes, origen y características del Modernismo literario que proyecto la influencia ltietraria de hispanoamérica en Europa, aportando su valiosa influencia a la literatura europea.TRANSCRIPT
El modernismo El modernismo en en
HispanoaméricaHispanoamérica
La literatura iberoamericana, latinoamericana o hispanoamericana nace a la modernidad con vocación
unitaria a través de un amplio movimiento denominado Modernismo
Con anterioridad se habían producido en América Latina y en el Caribe corrientes y escuelas literarias
importadas de Europa, generalmente a través de España y Portugal.
Los descubridores que habían descrito el Nuevo Mundo en sus crónicas
fueron los primeros viajeros que se enfrentaron a una realidad geográfica
y humana desconocida: las Indias.
Pero los pueblos indígenas poseían una cultura propia de la que nos han llegado escasas
muestras escritas. Sin embargo, es éste el sustrato sobre el que se asentará la literatura y
la cultura coloniales.
El Barroco, la Ilustración y el Romanticismo
dieron como fruto autores y
obras característicos
, aunque el auténtico
crisol moderno de las letras de América
Latina fue el Modernismo.
El Modernismo coincidió con las crisis espirituales de fin de siglo en
Europa, lo que propició que, por primera vez, sean las letras
americanas quienes van a influir sobre la literatura española.
El concepto mismo de “modernidad” puede resultar equívoco. Siempre el escritor ha sido “moderno” en la época en la que le tocó vivir, aunque las posiciones de los diferentes escritores en relación con la tradición en la que se inscriben pueden variar, e igualmente sus criterios acerca de los nuevos hallazgos.
El Modernismo hace gala de rechazar la literatura española de la Restauración, aunque algunos de sus representantes inician su trayectoria literaria
imitando a los modelos entonces en boga: Campoamor, Núñez de Arce, Bécquer, etc.
Pero los jóvenes escritores americanos miran hacia París o Nueva York, hacia Inglaterra o Alemania, buscando una literatura más viva. No va a ser muy difícil
hallarla. Y los críticos españoles del momento comienzan a valorar cuanto llega de América con mayor intención e interés.
Menéndez Pelayo y Juan Valera testificarán tal situación. Las raíces culturales entre España y los países
americanos no van a quebrarse pese al nuevo rumbo que cobrarán sus letras. El castellano va a ser una lengua común, válida a uno y otro lado del Atlántico.
Si el proyecto unificador de
Bolívar no puede llevarse a efecto desde la política,
no habrá problemas en lo
que respecta a la literatura. Existen
literaturas nacionales porque
la diversidad de los pueblos crea
sociedades estructuradas de
forma muy diversa.
Entre la cosmopolita Buenos Aires y La Habana, no menos cosmopolita, existen considerables
diferencias, más aun entre los llanos de Venezuela y las fragosidades de la selva peruana. Pero
diferencias geográficas y sociales se dan también entre regiones de un mismo país.
La peculiar historia de los países no ha conseguido distanciar un fenómeno literario común. Los escritores americanos han superado generalmente los nacionalismos y han pasado a integrarse en una literatura única y polivalente. Desde los mismos fundadores de la modernidad se potencia la idea de una literatura americana, íntimamente vinculada, en sus mejores momentos, a la literatura europea.
Pero no hay que olvidar que esta voz nueva de un continente se articula en una lengua europea, nacida del latín, creadora de una cultura de gran envergadura desde la Edad Media hasta la segunda mitad del siglo XVII. A través de esta lengua común la literatura aparece inyectada de elementos peninsulares.
Las instituciones propias de la Península, transplantadas al Nuevo Mundo, configuran una sociedad mestiza donde lo autóctono toma el rostro nuevo de los conquistadores. Los valores mestizos del fenómeno literario americano serán signo distintivo constante de la nueva literatura.
Rubén DaríoRubén Darío(1867 - 1916)
La cultura hispánica y europea llegan a América también con su diversidad de orígenes. Nadie ha sabido sintetizar mejor que Rubén Darío en el prólogo a su libro Prosas profanas, este origen diverso: “¿Hay en mi sangre alguna gota de sangre de África, o de indio chorotega o nagrandano? Pudiera ser, a despecho de mis manos de marqués… El abuelo español de barba blanca me señala una serie de retratos ilustres: ‘Este –me dice– es el gran don Miguel de Cervantes Saavedra, genio y manco; éste es Lope de Vega, éste Garcilaso, éste Quintana’. Yo le pregunto por el noble Gracián, por Teresa la Santa, por el bravo Góngora y, el más fuerte de todos, Francisco de Quevedo y Villegas. Después exclamo: ‘¡Shakespeare! ¡Hugo…! (y en mi interior: ‘¡Verlaine!’). Luego, al despedirme: ‘Abuelo, preciso es decíroslo: mi esposa es de mi tierra; mi querida, de París’”
El modernismoEl modernismo
La observación de Rubén Darío no solo permite
definir los orígenes
literarios de su propia
concepción modernista; es
también una clara toma de conciencia de unos orígenes
culturales formados por un
aluvión que constituye la
mayor originalidad de la nueva voz de
la América moderna.
En la modernidad
“La tragicomedia modernista está hecha del diálogo entre el cuerpo y la muerte, la analogía y la ironía. Si traducimos al lenguaje métrico los términos psicológicos y metafísicos de esta tragicomedia encontraremos no la oposición entre versificación regular silábica y versificación acentual, sino la contradicción más acentuada y radical entre verso y prosa. La analogía está continuamente desgarrada por la ironía, y el verso por la prosa. Reaparece la paradoja amada por Baudelaire: detrás del maquillaje de la moda, la mueca de la calavera. El arte moderno se sabe mortal y en eso consiste su modernidad.”
(O. Paz Los hijos del limo, 1974.)
“La modernidad tal como la entiende nuestra época comienza con Rubén
Darío, el poeta arquetipo de la escuela modernista. Y si fuese
necesario señalar puntualmente a partida, habría que elegir, sin duda,
sus Cantos de vida y esperanza, publicados en 1905.
S. Yurkievich Celebración del Modernismo, 1976.
Aclaración pertinente:
En esta breve aproximación a la literatura latinoamericana hemos omitido cualquier referencia a la literatura brasileña, cuya evolución y características viene a coincidir muchas veces con las literaturas hermanas en castellano, así como a aquellas otras de expresión no castellana, aunque hayan florecido en tierra americana.
Continuará...