el mito de psiquis

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El mito de Psiquis Psiquis es una mujer mortal embarazada que quiere reunirse con su esposo Eros, dios del amor e hijo de Afrodita. Psiquis se da cuenta que tiene que someterse a una Afrodita enojada y antagonista si es que quiere reconciliarse alguna vez con Eros, así se presenta personalmente ante la Diosa. Para probarla, Afrodita le encarga cuatro tareas. Las cuatro tareas de Afrodita tienen un importante significado simbólico. Cada una de ellas representa una capacidad que las mujeres han de desarrollar. Cada vez que Psiquis realiza una tarea, adquiere una capacidad que no tenía antes, capacidad equiparada en sicología junguiana con el ánimus o aspecto masculino de la personalidad de una mujer. Aunque estas capacidades a veces se consideran “masculinas” en mujeres que, como Psiquis, necesitan hacer un esfuerzo para llevarlas a cabo, constituyen atributos naturales de las mujeres Artemisa y Atenea. Como figura mitológica, Psiquis es una amante (como Afrodita), una esposa como Hera y una madre embarazada Deméter. Es más, a lo largo del mito también desciende al mundo subterráneo y regresa (de esta manera también se parece a Perséfone). Las mujeres que ponen en primer lugar las relaciones y reaccionan instintiva o emocionalmente a los demás, han de desarrollar las capacidades simbolizadas por cada una de las tareas. Sólo entonces pueden afirmar sus opciones y actuar de manera decisiva a favor de sus mejores intereses. Primera tarea: seleccionar las semillas. Afrodita conduce a psiquis a una habitación y le muestra un enorme montón de semillas mezcladas entre sí – de trigo, cebada, mijo, amapola, garbanzos lentejas y habas – y le dice que debe clasificarlas antes del atardecer, cada una en su propio montón. La tarea parece imposible hasta que una multitud de humildes hormigas acuden en su ayuda, colocando cada clase de semilla, grano por grano, en su propio montón. De manera similar, cuando una mujer toma una decisión crucial, con frecuencia debe clasificar primero una maraña de sentimientos conflictivos y de lealtades que compiten entre sí. La situación es a menudo especialmente confusa cuando Afrodita anda por el medio. “Seleccionar las semillas” es, pues, una tarea interna, que exige que una mujer mire honradamente dentro de sí, examine sus sentimientos, motivaciones y valores, y separe lo que es realmente importante de lo que es insignificante. Cuando una mujer aprende a permanecer en una situación confusa y no actúa hasta que surge la claridad, ha aprendido a confiar en “las hormigas”. Estos insectos constituyen una analogía del proceso intuitivo, de los trabajos que están más allá del centro consciente. Así pues, la claridad puede llegar a través de

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Page 1: El Mito de Psiquis

El mito de PsiquisPsiquis es una mujer mortal embarazada que quiere reunirse con su esposo Eros, dios del amor e hijo de Afrodita. Psiquis se da cuenta que tiene que someterse a una Afrodita enojada y antagonista si es que quiere reconciliarse alguna vez con Eros, así se presenta personalmente ante la Diosa. Para probarla, Afrodita le encarga cuatro tareas.

Las cuatro tareas de Afrodita tienen un importante significado simbólico. Cada una de ellas representa una capacidad que las mujeres han de desarrollar. Cada vez que Psiquis realiza una tarea, adquiere una capacidad que no tenía antes, capacidad equiparada en sicología junguiana con el ánimus o aspecto masculino de la personalidad de una mujer. Aunque estas capacidades a veces se consideran “masculinas” en mujeres que, como Psiquis, necesitan hacer un esfuerzo para llevarlas a cabo, constituyen atributos naturales de las mujeres Artemisa y Atenea.Como figura mitológica, Psiquis es una amante (como Afrodita), una esposa como Hera y una madre embarazada Deméter. Es más, a lo largo del mito también desciende al mundo subterráneo y regresa (de esta manera también se parece a Perséfone). Las mujeres que ponen en primer lugar las relaciones y reaccionan instintiva o emocionalmente a los demás, han de desarrollar las capacidades simbolizadas por cada una de las tareas. Sólo entonces pueden afirmar sus opciones y actuar de manera decisiva a favor de sus mejores intereses.

Primera tarea: seleccionar las semillas. Afrodita conduce a psiquis a una habitación y le muestra un enorme montón de semillas mezcladas entre sí – de trigo, cebada, mijo, amapola, garbanzos lentejas y habas – y le dice que debe clasificarlas antes del atardecer, cada una en su propio montón. La tarea parece imposible hasta que una multitud de humildes hormigas acuden en su ayuda, colocando cada clase de semilla, grano por grano, en su propio montón.

De manera similar, cuando una mujer toma una decisión crucial, con frecuencia

debe clasificar primero una maraña de sentimientos conflictivos y de lealtades que compiten entre sí. La situación es a menudo especialmente confusa cuando Afrodita anda por el medio. “Seleccionar las semillas” es, pues, una tarea interna, que exige que una mujer mire honradamente dentro de sí, examine sus sentimientos, motivaciones y valores, y separe lo que es realmente importante de lo que es insignificante.

Cuando una mujer aprende a permanecer en una situación confusa y no actúa hasta que surge la claridad, ha aprendido a confiar en “las hormigas”. Estos insectos constituyen una analogía del proceso intuitivo, de los trabajos que están más allá del centro consciente. Así pues, la claridad puede llegar a través de sus esfuerzos conscientes para afirmarse de manera sistemática o lógica y asignar las prioridades a los muchos elementos involucrados en una decisión.

Segunda tarea: conseguir algunas vedijas de oro. A continuación Afrodita ordena a Psiquis que adquiera algunas vedijas de la lana oro de los terribles carneros del sol. Son animales con cuernos enormes y agresivos, que se encuentran en medio de un campo luchando entre sí. Si Psiquis tenía que caminar en medio de ellos e intentar coger su lana, probablemente sería pisoteada o aplastada. Una vez más, la tarea parece imposible hasta que unos verdes juncos le ayudan aconsejándole que espere hasta que la puesta de sol, cuando los carneros se dispersen para descansar. Entonces puede coger mechones de lana de oro de las zarzas contra las que los carneros se habían restregado.

Simbólicamente, el vellocino de oro representa el poder; poder que una mujer necesita adquirir sin ser destruida en el intento de conseguir una parte del mismo. Cuando una mujer Afrodita ( o uno de los tipos de diosas vulnerables) sale al mundo competitivo donde otros luchan agresivamente por el poder y la posición, puede quedar herida o desilusionada si no reconoce los peligros. Tal vez se endurezca y se vuelva cínica ; su yo solícito y confiado quizá se convierta en una víctima, “pisoteada”. Una Atenea acorazada puede estar en medio de un campo de batalla, directamente involucrada en estrategias y política, pero una mujer que es como Psiquis

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hace mejor en observar, esperar y adquirir gradualmente poder de manera indirecta.

Adquirir el vellocino de oro sin destruir a Psiquis es una metáfora respecto a la tarea de conseguir poder y seguir siendo una persona compasiva. El mantener esta tarea en la cabeza es muy útil para toda mujer que está aprendiendo a afirmarse a sí misma. En caso contrario, al centrarse únicamente en expresar sus necesidades o su enfado, sus conversaciones se vuelven confrontaciones alienantes que no la ayudan a conseguir lo que quiere y que la presentan bajo una luz cruda y destructiva.

Tercera tarea: llenar el frasco de cristal. Para la tercera tarea, Afrodita coloca un pequeño frasco de cristal en la mano de Psiquis y le dice que debe llenarlo con agua del río prohibido. Este río cae en cascadas desde un manantial situado en la cima de la montaña más alta hasta la más profunda sima del mundo subterráneo, antes de surgir a través de la tierra para brotar de nuevo por el manantial. Metafóricamente, este río representa la corriente circular de la vida, en la que Psiquis debe sumergirse para llenar el frasco.

Cuando mira fijamente la corriente helada, encajonada en el fondo de un afilado cañón y custodiada por dragones, la tarea de llenar su frasco parece imposible. Esta vez, un águila acude en su ayuda. El águila simboliza la capacidad de ver el paisaje desde una perspectiva distante y abatirse sobre su presa cuando es necesario. Éste no es el modo habitual de percibir para una mujer como Psiquis, que está tan personalmente involucrada que “los árboles no le dejan ver el bosque”.

Es especialmente importante para las mujeres Afrodita poner un poco de distancia emocional en sus relaciones, para ver los patrones de comportamiento en su totalidad y captar lo que es significativo. Entonces puede asimilar la experiencia y moldear la forma que puede tomar su vida.

Cuarta tarea: aprender a decir que no. Para su cuarta y última tarea, Afrodita ordena a psiquis que descienda al mundo subterráneo con una pequeña caja para que Perséfone la llene con el ungüento de la belleza. Psiquis equipara la tarea con la muerte. Esta vez es una torre clarividente la que la aconseja.

Esta tarea es algo más que la prueba de valor y determinación tradicional del

héroe, ya que Afrodita la ha hecho particularmente difícil. Se le dice a psiquis que encontrará personas en situación miserable que le pedirán ayuda, y que en tres ocasiones deberá “endurecer su corazón a la compasión” ignorar sus ruegos y continuar su camino. Si no lo hace, permanecerá para siempre en el mundo subterráneo.

Establecer un objetivo y mantenerlo frente a las peticiones de ayuda es especialmente difícil para cualquier mujer, excepto para las mujeres tipo diosa virgen. Las maternales Deméter y las serviciales Perséfone son las que tienen una mayor actitud de respuesta a las necesidades de los demás, mientras que las mujeres Hera y Afrodita tienen una actitud intermedia.

La tarea que cumple Psiquis cuando dice que no tres veces es para ejercitar la capacidad de decisión. Muchas mujeres permiten que se les impongan y permiten así que las desvíen de hacer algo para ellas mismas. No pueden llevar a cabo ninguna cosa que hayan planeado, no algo que es lo mejor para ellas, a menos que aprendan a decir que no. Tanto si se trata de una persona que necesita compañía o comodidad, como si necesita la atracción de una relación cargada de erotismo, hasta que una mujer sea capaz de decir que no a aquello a lo que sea particularmente susceptible, no podrá determinar el curso de su propia vida.

A través de las cuatro tareas, Psiquis evoluciona. Desarrolla capacidades y fuerzas cuando se ponen a prueba su valor y determinación. Pero, a pesar de todo lo que adquiere de nuevo, su naturaleza y sus prioridades básicas permanecen inmutables: sigue valorando una relación de amor, lo arriesga todo por ella y gana.

Tomado de: Bolen Shinoda Jean. (1994)Las Diosas de cada mujer. Editorial Kairos.

Barcelona España.