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El memorial de Luis de Quiñones Osorio en defensa de los indios de Perú 1 José Antonio Benito Rodríguez Resumen El in fo rm e elaborado hac ia 161 2 por el tesorero de Potosí está basado en su experien- cia directa, así como en la consu lt a formulada a diversos obispos, mi sioneros jesuitas y al protector ge neral de indios del Perú. Sefiala las cau sas y razo nes del "estado temporal y espiritual" de lo s indios del Perú y propone remedios para su buena conservación, aumento y cri stiani zac ión . Palabras clave: Vi s it ador de indios, protector general de indios, Chucuito, Potos í. indios, cristianización, tesorero, minas, trajine s. Abstract This report written in 1612 by Potosi's Treasurer is not on ly based on hi s own ex perience with the lndians but also it is ba sed 011 a consultation process made to differe nt bi shops, Jesuits missionaries and the General Protector ofthe lndians in Peru . He not only Lo hallé ca sua lmente en 1991 y lo di a conocer ora lm ent<.: por primera wz en el Em:m:ntro dt: Latinoamericm1i stas. ce lebrado en dicicmbrt: de 1995. en Sevi ll a. Aunque he rastreado cuantos datos he podido so bre el a utor. tan so lo pretendo di fundir e l documento s in entrar en mayores aná li sis que dejo para los espec ia li stas. Nº 48, primer semestre de 2009 123

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El memorial de Luis de Quiñones Osorio en defensa de los indios de Perú1

José Antonio Benito Rodríguez

Resumen

El info rme elaborado hac ia 161 2 por el tesorero de Potosí está basado en su experien­cia directa, así como en la consu lta formulada a diversos obispos, misioneros jesuitas y al protector general de indios del Perú. Sefiala las causas y razones del "estado temporal y espiritual" de los indios del Perú y propone remedios para su buena conservación, aumento y cri stianización.

Palabras clave: Visitador de indios, protector general de indios, Chucuito, Potosí. indios, cristianización, tesorero, minas, trajines.

Abstract

This report written in 1612 by Potosi's Treasurer is not on ly based on hi s own experience with the lndians but also it is based 011 a consultation process made to different bishops, Jesuits missionaries and the Genera l Protector ofthe lndians in Peru . He not only

Lo hallé casua lmente en 1991 y lo di a conocer ora lment<.: por primera wz en e l Em:m:ntro dt: Latinoamericm1i s tas. ce lebrado en dicicmbrt: de 1995. en Sevi ll a. Aunque he ras treado cuantos datos he podido sobre e l autor. tan so lo pretendo di fundir e l documento s in entrar en mayores análi s is que dejo para los especia li s tas.

Nº 48, primer semestre de 2009 123

Artículos, notas y documentos

points the causes, but he also gives information about the "temporal and spiritual state" ol" the lndians in Peru and sets out a set of cures for its safeguarding, growth and Christiani zation.

Kcy words: The one who visited the lndi ans, Chucuito , Poto(;i, lndia11 s. Christianization, Treasurer, mines, rush.

El presente documento forma paite de los numerosos informes elaborados por miem­bros del clero y del gobierno civil para dar cuenta de la realidad americana. Olvidado por la comunidad científica, se publica por primera vez con la intención de facilitar documentación útil para conocer la mentalidad, pragmática y solidaria a un tiempo, de los protagonistas de la administración indiana, en su relación con los indios.

Forma paite del manuscrito 511, nº 4 "Tocante a las cosas del Reino del Perú" y su título completo es

RELACIÓN Y cosas del !'erú, hecha pur don Luis de Quiiiones Ossorio. tesorero de Potosí sacuda de la larga experiencia c¡ue tiene de aquel reinu y de la comunicación con personas muy graves y experimentadas del espe­cialmente de una relación de los obispos de Cu::co. Quito y Popayún, y del protector general del Perú y de los !'adres de la CompaPíía de Jesús. Dirigi­da a su Excelencia del Seiior Duque de Lerma.

Está comprendido entre las páginas 108-119 por las dos caras, y se guarda en el Archivo de la Biblio1ern del Colegio Santa Cru: de la Universidad de Valladolid. 2

Datmi bio¡.:rt~fico.\·3

Conocemos datos ele un Luis Osorio ele Quiñones natural ele San Román ele la Ribera (León) e hijo de Diego Osorio y de Catalina ele Yillagómez. Pasó a Indias el 17 ele febrero c..le 1569 como criado de los quince franciscanos que envió al Perú Fray Luis Zapata. Fue nom­brado juez receptor de las cobranzas de la tasa que pagan al rey los indios de la provincia de Chucuito en Potosí. En el nombramiento fue decisiva la intervención del virrey don Franci s­co de Toledo que, en su visita a Chucuito, conoció que Osorio era ·'ele buena cuenta y

2 El único hi storiador del que tengo noticia alude a este documento. aunque sin citar la f'uenlc. es el infatigable P. Rubén Vargas Ugarte en Manual de estudios perua11i.1·tos.· "Aiios antes (a 1626) ha<.:ia imprimir t:n Madrid su Relación del E1·wdo y Cosas del Piní . d tesorero de Potosi. D. Luis Quiiio11cs Osorio. en donde desenvolvía dos puntos: uno. el estado la1111.:nlablc de los indios en lo espiritual y su remedio y otro su situación temporal. espt:ciahm:nte en lo que toca a su dis1ni11uciú11 .. ( 188-1 X'>) .

3 A pesar de huscnr <latos de nuestro protagonista en diversas fuentes y recientes publicaciones co1no el ·'Diccionario hiográ/ico espa1101 ··de la Real Academia de la Histori a de Espaiia http://www.ralu:s1 cdeb.htm. apenas st: aportan datos. Un,1 dt: las escasas mem:ioncs ligura en Catálogo ( 1980: 359).

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José Rodríguez: El memorial de Quiñones Osorio en defensa de los indios de Perú

razó n". 1 Posteriormente , e l 26 de noviembre de 1582', e l virrey Martín Enríquez, pese a di stintas presiones para que lo removiesen del cargo'', lo confirma en e l mi smo.

El marqués de Cañete le dio comisión para cobrar los tributos atrasados que se debían en Potosí y Chucuito en que se ocupó desde e l 5 el e octubre ele 1590 hasta e l 24 de marzo de 1593. Y por no haber ele donde pagarle e l sa lario ni comisión para e llo, en 1595 se remiti ó al Consejo donde se mandó que con tras lado a l fiscal se le pagase lo que justamente se le debiese a é l y a su esc ribano y a lguac il.7 Ahora se le aumentó su responsab ilidad al encarga r­le de trae r la mita; puesto paralelo a l capitán indio y - como señala L. M. Glave- ·'un fiscal red ucidor como los que luego se despachaban desde Potosí" .8

Como premio a su eficaz gestión, se le nombra tesorero de Nuevo Toledo, en Charcas. e l 8 de mayo de 1596'', as ignándole un sa lario anual de 2.000 pesos. Su muj er. María Velázquez Ari as, no podrá acompañarl e por e l debilitamiento sufrido en el viaje desde Madrid a Sevill a. como resultado de su ade lantado embarazo ele cinco meses . Se le autori za a viajar s in su mujer, la cual iría más ade lante, acompañada el e un hermano dominico residente en e l conven­to ele San Este ban en Sa lamanca."' En la junta de Hac ienda del Consejo ele Indias en Madrid , del 16 ele marzo de 1596 se ordenó a l Corregidor de Potosí que acometiese la reducción de los indios a sus pueblos. Tal orden se fraguó en la consulta efectuada a Sancho Valenzue la. Cristóbal Delgadillos y a nuestro protagonista Luis Osorio "por la satisfacción que se t iene ele su persona, experienc ia y buen celo" .11

Por una carta del gobernador de Tucumán , Franci sco de A lfaro, en 1600, conocernos la viciada costumbre qu e se iba introduciendo en la venta ele oficios. así como la demand a ele los diezmos que e l cabildo ec les iást ico pedía a los encomenderos. Como contrapunto, se presenta la figura de nuestro Contado r: " la ida de l tesorero don Luis de Quiñones que como hombre ele tan buenas partes y tan fi e l criado el e Vuestra Majestad informará ele tocio lo que hay por acá con toclo" .12

(1

7 8

l)

10 11 12

l-l e111os rn contrado otra referencia de un Luis Osor in de ü ui11 011es. antiguo due110 de la hacic1Hb Ya rabico en el Val le de Mnquegua. por conces ión del virrey 1:ranc isco de Toledo y que posteriormente scni propi edad de Pedro Hurtado de Mendoza y /\na de Chat1nyén. A.G.N. Titulo de Prop iedades. ,11H> 165 3. Legajo 15. C.3 17. IT.88. En la f3iblioleca Naciona l de Madrid se conservan las ordenanzas reales dadas. Secc ión .. Manuscritos .. n" 3045. folio 328. Citado en l'.1z ( 1933 : 328). /\s í lo 111an ili eslan los licenc iados Cepeda y Lopidiena en carla al Rey. desde La Plata. 3 1 de diciembre de 1586: Cuando el vi rrey don Franci sco de Tol edo visilú Chucuito nombró a .. un Luis Osorio de ü ui11 oncs que por ser de buena cuenta y razón y haber res idido en aquella provincia se sat is li zo el virrey que In h,1ría con dili gencia y as í lo h,1 hecho desde entonces y, aunque al virrey don Martí11 Enriqucz le importun,iron por es te o li cio. no lo qui so proveer en otra persona. pm esta r enlcrndo cu.in ncces,ir io era el Lui s Osorio para ell o y se lo conlirirn\ y lo mismo hi zo esta audienc ia cuando gobernó su distrito··. Citado en Lcvillicr ( 1922: 287). Real Cédula. 9 de septiembre 1595 Coleccirin (1885-1 ')32: 52-5 ). /\rchi v,\Nac ion,il de Boli via. Regis tro de escrituras. T 62 . 1:clipc de Godoy 1597. Cit,1do en <..i lave ( 1998: .,O). Archi vo Genera l de Indias (dl'. almr,1 en adelante /\C.i l) . Contratación. 5792. L. 2. F. 22 1-2. /\C.i l. Indi fe rente Genera l 2 103. 11. 49. AG I. Lima 34. Citado en Glave ( 1998: 27-3(1). La Plata. 8 de octubre de 1(100. Citado en Levillier ( 1922: 454).

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Entre los escasos datos biográficos encontrados, parece que en 1602 se encuentra en España. Así se contempla en un memoria l de cuatro de julio por el que pide licencia para poder vender 28 barras de plata recibidas en los galeones recién llegados de Indias. El producto de la venta iba destinado a pagar sus deudas. a pesar de haberse 'obligado a labrarlas en la Casa de la Moneda de Valladolid .13

Tras su función de tesorero o contador en Chucuito. es nombrado gobernador de Tucumán a comienzos del S. XVI l. Uno de los hombres clave de la gobernación de Tucumán. el obispo Fray Fernando de Trejo y Sanabria, que trató personalmente a nuestro protagoni s­ta, le caracteriza como persona celosa, prudente , virtuosa y cristiana.

El I de enero de 1604 infonna de la recepción de una caita desde la ciudad de Valdivia, firmada por .Juan Casas, con la noticia de haber llegado cuatro navíos de enemigos piratas en e l antiguo emplazamiento de la ciudad donde levantaron un fuerte y tomaron el navío ele aviso que habían mandado para el Virrey. Otras cartas le habían alarmado con la presencia ele 30 navíos de corsarios junto al Estrecho.

A raíz ele informar sobre la fid e lidad de sus so ldados, nos aportará datos de interés sobre la visita realizada para quitarles el serv icio personal:

porque con haber quedado tan pobres y necesitados después de la visita y que yo les he quitado e l servicio personal, han dado muestras en esta ocasión del verdadero amor y obediencia que tienen al real servicio de Vuestra Majes­tad de que yo estoy muy satisfecho y enterado y merecen que Vuestra Majes­tad les haga merced y se oiga a su procurador general Hernando de Quintana y de los Llanos y se despache bien y con la brevedad que conviene por la confusión en que los dejó el licenciado don Francisco de Alfaro con 150 ordenanzas que todas ellas se podrían reducir a diez o doce [sic] y esto me consta porque a tres años que despacio y con mucho cuidado y considera­ción, visitando estas provincias tan extendidas y aún no lo he acabado de ver todo porque son muchas leguas y pueblos y cada provincia ha menester forzosamente ordenanzas diferentes conforme a la calidad de la tierra [sic] y naciones que son muchas y distintas unas de otras. El día de Navidad enterramos al obispo don Fray Fernando de Trejo y Sa­nabria como en otras he escrito a Vuestra M~jestad Gran falta ha hecho en esta ocasión que me ayudaba mucho en mi visita y andábamos juntos por despo­blados, él conformando e investigando y a llí le dio el mal de la muette, Vuestra Majestad dé merced de proveer luego este obispado de pastor que queda con precisa necesidad, guarde Dios nuestro Señor la Real y [s ic] persona de Vues­tra Majestad García de Córdoba, provisor de Tucumán, 18 de enero de 161 5. Fdo. Don Luis de Quiñones Ossorio. 14

1] Archivo General de Simam:as: Conse jo de Hacienda. 420. c. 29. r. 1. A es ta ciud,1d se las re111ili1i e l genovés Gerónimo 13urón. desde Sevilla. y las cobró por poder.

14 AGI. Charcas. 16. R. lJ. n. 74.

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José Rodríguez: El memorial de Quiñones Osario en defensa de los indios de Perú

Otro testimonio relevante nos ofrece desde san Miguel de Tucumán, Gregorio Martínez Campuzano, escribano mayor de gobernación en Tucumón, confirmando el 30 de diciembre ele 1613, que el gobernador, Luis de Quifiones Osorio, ·'va haciendo en la ciudad de espaí\o­les y pueblos de indios" la visita tal como reglamentó Alfaro en sus ordenanzas:

ha ido y va quitando el servicio personal de los indios, haciendo que se les pague por sus encomenderos y personas a quienes sirven lo que se les debe. Y se les pregunta si quieren estar de su voluntad al detalle, indios que sirven a sus encomenderos y otros espafioles . Y están ocupados en otros ministe­rios o si se quieren ir a sus pueblos y reducciones a pagar en ellos la tasa a los dichos sus encomenderos y los que de su voluntad quieran servir a los espa­fíoles se les manda pagar conforme a las dichas ordenanzas y lo que ellos se conciertan de la dicha su voluntad y a los indios e indias que se quieren ir a los dichos sus pueblos y reducciones se les da por el dicho su gobernador licen­cia para ello, de suerte que no hay servicio personal.''

Hay un rasgo muy notorio en su biografía: el profundo conocimiento de la lengua ele los indios, "que no hay con él necesidad de intérprete y así no se le pude echar dado falso". "' Once cartas conservadas en el AGI , sección ·'Audiencia ele Charcas", de 1612 a 1618, nos confirman su preocupación por visitar las provincias y quitar el servicio personal. En la carta del I O ele mayo de 1614 alude a un informe redactado y publicado que bien pudiera ser el documento que presentamos.

Su informe lo elaboró como fruto de ··Ja larga experiencia que tiene ele aquel reino" y ele la comunicación con personas muy graves y experimentadas, especialmente de una rela­ción con los obispos de Cuzco, Quito y Popayán, con el protector general del Perú y con los padres de la Compafíía de Jesús. Dirigida a su Excelencia del señor duque de Lerma. valido ck Felipelllclesde 1598a 1618.

Fue caballero de la orden de Alcántara, sefíor ele la casa ele los Quifíones y de la Vi I J,i ele Quintanilla, en los reinos de León (ibídem).

Documentos referentes al .\·ervicio personal de los indios del Perú

Waldemar Espinoza Soriano analiza un documento que nos infonna bien tempranamen­te sobre la problemática laboral ele los indios del preciado cerro potosino. El texto se abre con una declaración del Pacificador La Gasea, de 9 ele julio ele I 549, por la que se constata que es

notorio que en muchas partes de las Indias por darles trabajos excesivos se han acabado sin quedar ninguno; y que en esa su gran número (de] muerto [s] y destruido y que no se pusiese remedio se acabarían del tocio en gran ele

15 ACil. Ch,m.:as 26. R.9. n. 70. 1 (i C 1rta de la ciudad de san Mi guel de Tucurnún a Su Majestad. d .'lO de noviembre de 1613. Citado en

Levillier (1926: 102).

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servicio de Dios Nuestro Señor y de Su Majestad y grave cargo de las con­ciencias y destruición total de la tierra, han sacado y sacan indios en muchas y en poca cantidad de sus casas [ ... ] Atento a lo cual, por la presente vos mando que guardéis y cumpláis y hagáis guardar y cumplir el mandarrliento que acerca del no cargar los indios está dado, ejecutando con todo rigor a los que contra él fueren y pasaren ( 1997, 105-107).

Sin duda que tuvo presentes, entre otros, los s iguientes documentos, tan cercanos en la forma y el contenido a la relación escrita por él. Cronológicamente y antes de su escrito tenemos los siguientes:

1594 marqués de Cañete: " Defensa de los indios contra los excesos de los corregidores" . 1596 ' 'Relación de agravios que reciben los indios del Perú" . 1599 ·' Parecer de los Jesuitas de Lima sobre el repartimiento de indios a las minas que de nuevo se descubrieren". 17

1600 Francisco Coello: " Defensa de los indios contra el trabajo forzado de las minas''. 1601 Real Cédula e l 24 de noviembre sobre el servicio personal de los indios. Se dictan normas para reprimir los abusos que se cometían por el uso indiscriminado de los servi­cios personales que prestaban los naturales, de tal suerte que estos pudiesen gozar de todas las prerrogativas que les asistían como súbditos de pleno derecho, libre de toda esclavitud y servidumbre. 1603 Alfonso Messía Venegas redacta un memorial sobre la Real Cédula anterior. 1603 Documento del doctor Pedro Muñiz, deán de Lima. El Virrey consultó a una Junta sobre la aplicación de la Real Cédula. La opinión , en general, daba que una reforma tan radica l comportaba para el Estado mayores pe1juicios que ventajas. Yelasco intentó aplicar lo que estuviese de su parte en bien de los natura­les. Así prohibió bajo penas severas el utilizar a los nativos para transportar cargamentos mercantiles de un lugar a otro y se creó un juzgado privativo para los litigios en que los naturales fuesen parte y que serían ventilados en primera instancia. 1603 Diego Torres escribe su primer memorial sobre la perpetuidad de las encomiendas. 1603-4 Diego de Torres escribe su segundo memorial sobre el recto gobierno de las Indias. 1604 Fray Miguel Monsalve: ·'Reducción del Perú y de todas las Indias" (Avisos al Rey Felipe 111 para la conservación de e l las). 1604 Fray Miguel Agía: "Tratado y parecer sobre el servicio personal de los indios del Perú" . Contiene una resolución fina l según la cual era impos ible poner en práctica lo que mandaba el Rey sin perjuicio de los intereses caste ll anos en el Perú . 1609 Disposición de Felipe III sobre e l servicio personal de los indios en la que práctica­mente se revocaba todo lo preceptuado ocho años antes. Se autorizaban nuevamente las asignaciones de nativos para labrantíos, pastoreo, explotación de minas, obrajes de lana y algodón. Se reafirmaba, en cambio, la prohibición de imponer tal servicio como castigo, as í

17 Un buen estudio acerca de la protecciónjurídica del indio. rnn hincapié en la posición de la Compa11ía de Jesús. en Aldea (Lima. 1993).

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José Rodriguez: El memorial de Quiñones Osario en defensa de los indios de Perú

como la utilización de indígenas en los sembríos de coca, en ministerios domésticos y como cargadores, debiendo ser sustituidos por acémi las. Para ali viar la prestación de trabajo en las mitas, se reiteraba la orden de que no acudiesen al trabajo los servidores de turno. El Virrey don Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros ( 1607-1 5), delegó en el presidente de la Audiencia de Charcas la convocatoria de una comisión compuesta por funcionarios fiscales . mineros. hombres de pro y rel igiosos versados en la casuística ele mora l. Se propone una reorganización de la mita de Potosí, promoviendo en primer térmi­no la utili zac ión de vo luntarios, de tal suerte que entre cada tanda de 4 meses quedasen 1 ibres los matri cul ados, exonerándo los en este tiempo de tocia contribución. Sobre los yanaconas decretó que no se concediesen más indios a título de peones para el cultivo ele las tierras. ni aun encub iertos como vo luntar ios. toda vez que la exper iencia había demostrado que por este cam ino terminaban somet idos al régimen que se trataba de extingui r de raíz. 16 1 O ·'Pa recer de los jesuitas sobre el trabajo de los indios en las minas ele Potosí'' . Interviene el Rector de Potosí, P. Valentín de Caravanas y continúa el P. Provincial de Perú, P. Diego Álvarez. Los presupuestos fueron tres: El objeto de !aj unta era aquieta r las conciencias y ev itar las injusticias contra el prójimo; no se trata de ver si es justa o no la mita de Potosí , sino de ver cómo se hace más ll evadera y menos gravosa; cualquiera que sea el modo de asentar las cosas, tocios tendrán sus inconvenientes. Conclusiones: que se pueble la comarca de Potosí, con 2 ó 3 mitas graneles, unos 25 a 37 000 indios, de modo que a estos les corresponda se rvi r ele 3 en 3 años o de 2 en 2, cuatro meses, quedando el resto de l tiempo libre para ocuparse en lo que quisieren y descargándoles de tocias las otras cargas que comúnmente pesan sobre el los. 16 11 Ordenanzas de Franc isco de Alfaro para la gobernación del Paraguay y de l Río de la Plata. 16 12 Ordenanzas de Francisco de A I faro para la gobcrnac ión de Tucumán. 1612 Primera aprobac ión de las Ordenanzas. 16 12 Carta Annua de Diego de Torres al Genera l de la Compai'i ía ele Jesús. 16 13 Cristóbal Suárez de Figueroa: ''Hechos del Virrey D. García, marqués de Caiiete". 16 13 Carta de Francisco de Al faro al Rey. La Plata , 15 ele febrero. 1613 Parecer de los Jesuitas sobre las Ordenanzas de F. de Alfaro. 16 13 Fr. Juan de Silva: "Tratado que contiene dos Memoriales Informativos tocantes al bien espiritual y temporal de tocios los Reinos ele las Indi as, as í convert idos a nuestrn Santa Fe Católica" . En ellos se dec lara partidario de la supresión de los servic ios perso­nales y repartimientos en Méjico y Perú . En 162 1. sin embargo, di stingue entre la mita o trabajo forzado de los indios en las minas y el servicio personal en las ciudades o en los campos y mientras condena el primero, aprueba el segundo, porque - según él- se prac­tica con beneplácito de los indi os. Ta les ideas las apoyaban los Custodios y Provincial es ele las provincias franci scanas de N. Espaiia y Perú, así como por Fray Juan de Torquern acl;1 y .J esui~as . 1615 Juan Bautista Agu ilar del Río: ·'Restauración y reparo del Perú" . 161 5 Vi rrey Montesclaros: Memoria a sus sucesores. 16 18 Confirmación rea l de las Ordenanzas de Al faro para las provincias de Paraguay y Río de la Plata con las modificaciones que se introducen.

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1621 P. J. de Arriaga: ·'Extirpación de la idolatría de los indios del Perú y medios para su conversión" . Caciques de Chucuito: ''Memorial al Virrey del Perú acerca de los muchos indios que se destinaban a las minas y daños que sufrían" . 1

1623 ·'Discurso sobre las desgracias y neces idades de los indios" dirigido al Rey. 1629 Parecer de Pedro de Oñate sobre las minas de Huancavelica. 1634 Fray Bernardino Cárdenas: ·'Agravios de los Indios" . ''Memorial y relación de las cosas del Reino de Perú" 1657 Juan de Padilla: "Trabajos, agravios e injusticias que padecen los indios de l Perú en lo espiritual y temporal" Marzal ( 199 1: 99-102).

A todos ellos hemos de añad ir los esc ritos teológicos y jurídicos de l P. Las Casas y P. A costa, junto con los documentos oficia les emanados de los sínodos y conci lios. 1'

Análisi.\· del documento

El documento que presentamos comienza con un resumen del conten ido estructura­do en dos partes:

Causas y razones del estado espiritual de los indios y remedios de su cr istianización. Estado temporal, raíz de su di sminución y los medios para su buena conservación y

aumento. La justificación de su informe queda explícita al final del documento:

Y de todo lo cual se infiere la obligación que tienen los que esto saben y han visto y experimentado a dar cuenta a SM y su consejo de donde ha de salir el remedio, del cual depende la salvac ión de tantas almas, la conservación de un reino tan impo1tante y así no se atribuirá a atrev imiento lo que es precisa obligación de conciencia y de que esta sola y el ce lo del servicio ele Dios nuestro señor y de SM y bien de los indios haya sido el motivo y fin de esta relac ión sábelo el Sefior a quien remite el juicio y se le sup li ca alumbre y enderece el remedio.

Primera parte:

Características ele los indios: La mansedumbre, a pesar de los malos tratos. Pobreza: en la ropa, comida, cama, casas y hasta en los pesebres de los cabal los. Van siempre descalzos y pasan la vida trabajando. Por su parte, la principal característica de los corregidores es la codicia de riqueza que les ll eva a tratar a los naturales como esclavos, sin darles nada a cambio.

1 X Para cotejar las distintas mentalidades en Lomo de l servicio personal. nos parece de l múximo interés la obra de Zavala ( l ')78) en la que se recopilan y extractan los documentos más importantes sobrc e l asunto que nos ocupa. De dla nos servimo:;. en parte. para la presente ,;numeración. de la qut:. dcsgraciadamt:ntc. está ausente nuestro informe.

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José Rodriguez.· El memorial de Quiñones Osario en defensa de los indios de Perú

No obstante, todos están bauti zados menos los calchaquíes. Su práctica cristiana es exce lente a pesar de la poca formación doctrinal.

Las causas de los daños hechos a los indios derivan de: Mal ejemplo de los españoles. El estar ausentes de sus pueblos y la falta de catequesis. Mal ejemplo de los sacerdotes: codicia de dinero, desconocimiento del idioma propio de los naturales, escasez de visitas pastorales de los obispos. El mal ejemplo de los caciques, borracheras.

Entre los remedios estarían: Fund ac ión de sem inarios y colegios para hijos de caciques. Buenos ministros, predicación en su lengua, as idua. Premio mediante canonjías a los buenos doctrineros. Que el Rey y las autoridades favorezcan los colegios y seminarios diocesanos. Impidan el regreso a España de los doctrineros. Que las mejores doctrinas se reserven a los religiosos que vivan en comunidad. Remediar las vejaciones sufridas de parte de los españo les: Impedir su paso a Perú. Evitar que los indios se ausenten de las doctrinas con motivo de los trajines 1

", serv icios, obrajes. Eliminar las borracheras mediante medidas rigurosas con los caciques, corregidores y curas .

Segunda parte:

Arranca de un supuesto: España depende del Perú , el Perú depende de la conserva­c ión de los indios.

La brusca disminución se debe a: La em igrac ión masiva de españoles, seguida de su gran capacidad para reproducirse y, como contrapunto, la disminución de los indios por sus servicios. Agravios que reciben: Ausencia de sacramentos. Matrimonios separados que impiden la procreación y e l cultivo del campo. Vejación por los trajines (coca, vino ... ) y los corregidores. Vejación en las minas , sobre todo los que viven a lejados, con corto jornal y malos tratos .

Remedios: Que fuesen voluntariamente

1 ') Se entiende por .. trajines" los recursos económicos indíge1rns para e l transporte de las mercancías a largas di stancias.

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Artículos, notas y documentos

Reducción de pueblos en torno de Potosí; darles chacras, subir los jornales, bajar el quinto regio, traer negros de Brasil , remediar las borracheras, no se les venda la poca ropa y carneros ... Se consulte sobre las minas de azogue. Qu itar agravios en minas, trajines y obrajes, servic io de tambos ... Tratar bien a los indios para evitar que las indias finjan que sus hijos no lo son de indios y los visten como españo les; para ello, se debería prohibir aprendiesen oficio alguno y que tampoco sirviesen a los españoles; que los mestizos se vistan de indio y paguen la tasa y los españo les el diezmo. Innumerables agravios de los corregidores en trajines, granjerías, impidiendo las semen­teras y que las indias den de comer y vestir a sus maridos e hijos. Es partidario de que se quiten los corregidores, ya que la tasa la pueden hacer los caciques y la defensa la pueden hacer los encomenderos. La so lución parece estar en la perpetu idad de las encomiendas. Pide, por último, que los virreyes visiten el Perú de Lima a Potosí y que "el medio más proporcionador para atraer al conocimiento de Dios y Corona de Castilla tanta multitud de provincias con innumerables almas de ellas es alivi ar a los indios del Perú de tan inmensas cargas y trabajos como tienen".

[ 108] RELACIÓN del estado y cosas del Perú, hecha por don Luis de Quiñones Ossorio, tesorero de Potosí sacada de la larga experiencia que tiene de aque l reino y de la comun icación con personas muy graves y experimentadas del especia lmente de una relación de los obispos de Cuzco, Quito y Popayán, y del protector genera l del Perú y de los Padres de la Compañía de Jesús. Dirigida a su Exce lencia del Señor Duque de Lerma. Arc hi vo de la Bib lioteca del Colegio Santa Cruz de la Universidad De Valladolid. Manuscrito 5 11 , nº 4 (Tocante a las cosas del Reino del Perú pp . 108-1 19). 2

"

Contiene dos puntos: uno, el estado de los indios en lo espiritua l, las causas y razones de ello y los remedios para su cristiandad; el segundo, el estado de los indios en lo temporal. las raíces de su disminución y los medios para su buena conservación y aumento .. . Los indios de aquellas provincias son tan mansos y sin defensa, que se suj etaron al yugo de los españo­les y del evange lio con tanta facilidad como se sabe de la hi storia del Perú y de la Relación que dan los conquistadores, y están tan súbditos que conquistarles muchos españo[les ], hacien­das, mujeres y hijas y aun las vidas y recibiendo generalmente tan continuos agravios. no solo se ha entendido de el los que hayan procurado sacudir el yugo de sus cervices como otras muchas naciones menos agraviadas y más acariciadas y bien tratadas han hecho, pero convidados y incitados a el lo como aconteció en Quito y otros alzamientos, no hubo quien de los indios acudiese a ello y están tan sujetos y rendidos, que sirven a los negros esclavos y los llaman señores y los esclavos a ellos los llaman perros y los tratan como tales y los maltratan y azotan etiam a los mismos caciques e indios principales, y lo que más admira es

20 El presente mtículo pretende tan solo pre~cntar y divulgar el contenido del uocumento. actua lizanuo completamente su grafia y prescindiendo <.Je las usuales nom1as de transcripción que toda edición crítica requiere.

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que siendo estos agravios tan notables y graves, aun no se saben ni osan quejar a lo cual a la verdad, les mueve también la larga experiencia de que con sus querellas y quejas no sacan los miserables otro remedio que nuevos agravios y malos tratamientos y costas.

Son tan pobres los indios cuando declaran su traje que es un saco de la rodilla al cuello y hombros y sus comidas que lo ordinario son legumbres, maíz y raíces guisadas con un poco de sal y agua y alguna carne mo1tecina, porque raras veces matan ellos alguna. res para comer y los más, aunque quieran no la tienen; sus camas es el suelo duro y húmedo y cuando tienen mucho [ 108v] regalo y comodidad es echándose sobre un poco de paja; las casas son bajas de manera, que muy de ordinario es menester entrar como a gatas muy inclinado el cuerpo y en pocas puede una persona estar en pie , y siendo las casas tan pequeñas como bajas, en ellas tienen sus camas y habitación y fuego en que aderezan de comer y su ajuar que lo ordinario es algunos cántaros y ollas viejas y jamás encienden candela para alumbrarse, sino es algún enfermo estando muy malo; las sales de que usan son un poco de pimienta que llaman de las Indias para el maíz o la carne dicha o algún pescadilla que alcanzan y de una tierra al modo de greda usan de muy de ordinario para comer las papas que son unas raíces como criadillas de tierra y lo que más es que aunque están enfermos comen estas mismas comidas y cuando mucho, alguno que tenga algo más, come alguna mazamorra hecha de harina de maíz que es a manera de puches21 y casi no tienen uso de medicinas algunas. De lo dicho, se infiere bien cuán pocas y flacas fuerzas puede tener gente tan poco robusta y mal mantenida, porque aun de lo dicho tienen algunos tanta pobreza que generalmente limpian los indios los pesebres de las cabalgaduras de los pasajeros de espa­ñoles a quien sirven, para coger algunos granos de maíz que sobran y los alcanzan y recogen de entre los pies de las cabalgaduras para comer ellos; y en este género de pobreza y miseria había tantas particularidades que contar, que fuera la relación muy larga. No solo andan los indios y sus mujeres a pie y descalzos o cuando mucho algunos traen una suela de cuero pequeña que no toman más de la planta del pie sin llegar a los dedos, pero desde tres o cuatro años las mujeres y varones van cargados de sus comidillas y alguna olluela en que guisar y algún vestidillo viejo y pobre o otras cosas a este tono y a veces de cargas muy pesadas, así varones como mujeres, las cuales si tienen alguna criatura que crían, la llevan en una cuni lla a cuestas sobre la carga y con todo muy de ordinario van hilando, porque no tienen tiempo para tanta multitud [ 109] de ocupaciones como tienen. Una india casada que cría sus hijos hace de vestir y de comer para sí y para su marido e hijos y sirve al corregidor, al cacique, al sacerdote y a los pasajeros, y suelen hilar para hacer ropa a los corregidores, que un trato infernal y granjería que el demonio y la codicia de los corregidores ha inventado, y de esa manera suelen estar las pobres indias ocupadas en esto, que no pudiendo los días de entre la semana cumplir con estas tareas, se acuerdan las fiestas para ello. como se diní en el capítulo de agravios de corregidores, pues gente tan flaca y mal mantenida y pobre, con solo su sudor ha dado tan grande riqueza como de los reinos del Perú ha venido, que solo del cerro de Potosí han venido 300 millones y más en menos de 40 afios que se labra e~ta gente tan miserable, ha dado a la nación espafiola la mayor riqueza que jamás ha habido ni alcanza­do una nación de otra, estos indios los reciben y sirven en sus propias tierras no solo como

2 1 Gachas. cocido de harina con agua. sal y olros ingredientes .

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esclavos, pero como esclavos sin recibir por su servicio el sustento y vestido y defensa necesaria que cualquiera nación por bárbara que sea da a sus esclavos, antes padeciendo los más inmensos y generales agravios y malos tratamientos que nación ha padecido como se colegirá de esta Relación . 1

El estado que tiene esta miserable gente en lo espiritual , viniendo al primer punto de esta relación es que por la misericordia de Nuestro Señor casi todos los indios desde Santa Marta a Chile están bautizados y no digo todos, porque de más de algunas naciones aparta­das del comercio de las reducidas que no lo están ni tienen luz del evangelio como los pijaos, manaríes, pelcozones, chunchos y caicingas, mojos y otras muy muchas provincias con fines de Santa Cruz, Tucumán, Paraguay y Brasil. En la provincia de Tucumán hay una nación que se llama calchaquíes que aunque sirvan a los españoles no están bautizados por pura inte li­gencia de los gobernadores y los demás que los tienen de cargo; que con ser facilísimo el reducirlos fundando cerca de ellos un pueblo de solos treinta vecinos con que les podrían dar ministros del Evangelio, con seguridad no lo han hecho y así se están en su infidelidad y se van [ 109v] muchas almas al infierno ; y de esta manera hay otras muchas provincias vecinas al Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra, pero ninguna tan fácil de reducir y traer al Evangelio como la sobredicha de los calchaquíes que desean ser cristianos y si rven como se ha dicho; fuera de estos se hallan otros que lo son siendo sus padres cristianos que , o por temor de los curacas o por no tener que les dar las madres dejaron de bautizarlos, de los cuales se topan muchos buscándose con celo y suficiencia de lengua; algunos indios hay en Quito, Lima, Guamanga, Cuzco, Arequipa, Col taguas, Jauja, Chucuito, Chuquimbo, Potosí, Tucumán , Sana Cruz, Santiago de Chile, los cuales por haber sido doctrinados de personas celosas y que saben bien la lengua tienen conocimiento de Dios y viven como cristianos confesándose a menudo y algunos comulgan y tienen tan olvidadas las idolatrías y supersticiones y cos­tumbres antiguas como cristianos muy antiguos, pero estos son pocos y lo general como está dicho, casi todos los indios están bautizados en las dichas provincias, solo tienen de cristianos el bautismo y las costumbres son de gente sin conocimiento de Dios que tienen sin duda poquísimo y de la doctrina tienen tanta ignorancia, que casi a los más que se confiesan es necesario al principio catequizarlos en los misterios principales de Nuestra fe , sin cuyo conocimiento y noticia ni se pueden sa lvar ni confesar y lo que más debe lastimar es que no tienen los pobres la culpa de este daño como se dirá luego ; y que sea esta la disposición y estado de los indios en lo espiritual y que por ello se condenen millares de millares de ellos dícenlo casi todos cuantos prelados y religiosos graves hay en el Perú y los tratan y en particular los obispos del Cuzco, Quito y Popayán en una relac ión y memorial que envían al Consejo lo dicen al principio. [ 1 1 O] Las raíces de estos tan graves daños y ruin estado de la cristiandad de los indios son muchas y diciendo las principales a que los más se deben reducir son, la primera, el mal ejemplo de los más espafíoles que allá pasan que como muchos son hombres facinerosos y que por sus malas costumbres no cupieron acá , se van al lá huyendo de la justicia y con la poca que hay allá no mudan las costumbres, antes se empeo­ran en el las y van engendrando de sus bestiales comunicaciones con las indias hijos de maldición, bestiales en todo y que como saben las lenguas de los indios y andan entre ellos. les hacen grandísimo daño con los malos ejemplos y malos consejos que les dan y aunque a vuelta de esta gente viciosa y perdida pasa alguna honrada, noble y bien inclinada como es tanto menos que esotra, no puede ser levadura para sazonar tanta masa corrupta.

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La segunda raíz y causa de este dafio espiritual de estos indios es la genera l apren­sión y malos tratamientos que padecen y en parti cular las ausencias continuas de sus pueblos y doctrinas por mucho tiempo, con lo cual no oyen casi todo el afio ni toda la vida sermón ni as isten a la doctrina y así olvidan lo que saben y todo cuanto les han ensefiado. y topando con algún hechicero que los ensefien los ritos e idolatrías antiguas vanse fácilmen­te tras ellos con la ignorancia de las cosas de Nuestra fe y el poco afecto que tienen al evange lio por culpa de los que con costumbre o doctrina se lo habíamos de ensefiar, y así la tercera raíz de este mal es en particular el mal ejemplo de algunos sacerdotes que no yendo a las Indias a buscar almas sino plata, no cuidan de otra cosa y así no procuran de aprender la lengua de los indios siendo tan necesario el saberla para darles luz del Evangelio; y esto es ele manera que son muy raros los que saben la lengua para predicar a los indios y aun para confesarlos y rarísimos los que de ord inario les prediquen y de manera que de Quito a Tucumán de Chile que son los extremos ele aquel reino no sería [ 1 1 Ov] encarec imiento dec ir que no hay 50 sacerdotes que de ordinario prediquen o puedan predicar a los indios ; y ele estos pocos los más son religiosos y de estos, los que están en doctrinas y algunos de los pocos que pueden hacer esto y lo desean hacer esto y lo desean hacer, no lo hacen por estar ausentes los más de los indios con minas. traj ines, y a lo que dirán algunos que como hab iendo pasado al Perú algunos prelados tan principales y celosos, no se han remediado estos dafios de los ruines ministros, se responde que algunos ele los dichos obispos han ido muy viejos y no han podido visitar sus obispados por su persona y se han muerto presto; y lo que en la reformación del clero suelen hacer se desencuaderna y pierde en el ti empo de las vacantes. como el gobierno no se reduce a una persona sola y tal cual conviene.

Otra causa y no pequefia del clafio esp iritual ele los indios suele ser el mal ejemplo ele sus cac iques, que como ele sus cabezas y principales suele ll evar tras sí a los demás como a gente ele poca capacidad y aunque en muchos vicios, clan este mal ejemplo y escándalo muy particularmente en el de las borracheras, en el cual como más ricos y descansados exceden más que los otros y as í no so lo no remedian como debieran este pecado tan pernicioso en los demás , pero antes son los que les ayudan y convidan a él. y así comenzando los remedios de los dafios de los indios en lo esp iritual por este postrero que no es el menor, uno de los principales med ios para la cri stiandad y salvac ión de los indios es el fundar seminarios ele hij os de caciques, en los cuales se críen los que han de tener estos oficios y gobernar a los indios y allí estén algunos afios aprendiendo no so lo a leer, escribir, [ 111] sino la doctrina y cosas de nuestra fe y buenas costumbres, que es un medio tan encomendado de los conci-1 ios y santos y con que tan grande fruto se hace en la iglesia de Dios el día de hoy en la crianza el e la juventud de otras naciones no menos estragadas y con que los indios tanto podían ser ayudados; y así se ha deseado la institución el e estos seminarios muchos afios lrn y el Rey Nuestro Sefior que haya glori a lo encomendó y mandó diversas veces; y al principio que se fundó la Universidad de Lima del edificio el e ella se comenzó fue para este intento, y con los tres o cuatro mil pesos ensayados que se le aplicasen de renta a cada colegio se podrían fundai\en Quito, Lima, Cuzco y Chuquisaca de que resultaría universa l y general remed io de las costumbres de los indios, pero rec ibiendo ellos este tan genera l bien de la mano y libera lidad ele su majestad, tendrían perpetuo y genera l reconocimiento y amor a su real se rvicio todos los caciques y con ellos sus indios y Dios Nuestro Sefior sería muy servido y la rea l conciencia descargada, de manera que con 16.000 ducados de renta que

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serían necesarios y se podrían dar en indios que vacasen comarcanos a cada colegio, con lo cual se podría hacer esta obra tan hero ica de manera que con lo que se da a 4 encomenderos moderados del reino, si bien se mira se pone el remedio más eficaz y conveniente que parece haber para la sa lvac ión de los indios y su buen gob ierno y poli cía y perpetuidad en e l se rvici o de su majestad con sumo agradecimiento y contento general de toci os. El segundo remedio ele estos daños espirituales ele los indios depende de los buenos mini stros en lo espiritual que son los sacerdotes; estos podían ser tales con los medios siguientes:

Iº Que en ninguna manera se dé doctrina y curato a sacerdote ni religioso alguno de indios sin que sepa la lengua con entera suficiencia para predicar en e ll a con facilidad ; y que la principal diligencia que con ellos se haga en el examen sea mandar los predicar en la lengu,1 dándole no más de un día de término o medio y el tema sobre que hayan ele predicar, porque el sermón no sea decorado y que esto no lo fíen los prelados de persona alguno , sino que se predique en su presencia.

2º Que se les mande a los curas predicar todos los domingos y fiestas como el Concilio tridentino lo tiene mandado, etiam a los curas ele los [ 1 1 1 v] cristianos viejos, y que por cada domingo o fiesta quejaren de preciar, incurran en alguna pena pecuniari a porque verdaderamente :a negligencia grande que en esto ha hab ido es una de las raíces principales de la poca fe y cristiandad de los indios.

3º Que pues todas las rentas ecles iásti cas del Perú sa len del sudor de los pobres indios. Su Majestad se sirviese el e mandar que las canonjías y raciones de tocio el Perú fuesen para premiar a los buenos doctrineros que lo hubiesen sido por lo menos de doce o catorce afios con aprobación de los prelados, virreyes o presidentes y a estos so los se les den, pues lo demás es de poco provecho para los indios y poco descargo de la real conciencia.

4º Que Su Majestad se sirva demandar favo recer los colegios, seminar ios ele los obispos o con alguna renta más ele los repartimientos o alcanzando de su Santidad, que la cota que se paga de las igles ias y rentas ec les iást icas para estos seminarios sea mayor, suplicando los dos novenos pertenecientes a Su Maj estad en todos seminarios en cada obispado, pues en ninguna cosa se pueden emplear de más importancia para el bien de aquel re ino y descargo de su Real conciencia que en esto, pues con so la esta renta provee Su Majestad a los indios ele curas y caciques cuales son necesa rios para su bien espiritual y los ob liga a los unos y a los otros a se rvi r a Su Majestad con entera fidelidad.

5° Que Su Maj estad mande cerrar la puerta a que no vuelvan a Espaíia los sacerdotes que han sido doctrinantes ele indios , porque con esto se les cerrará también la ra iz de sus codicias y de ir all á tantos con so lo este fin , para volverse en estando ri cos y así no entien­den a ll á en otra cosa

6º Que las doctrinas y curatos ele dos y tres y cuatro sínodos se den a los re li giosos mandándoles que vivan conventualmente, porque por lo menos adonde hay dos sínodos y curatos haya cuatro frailes y a donde tres, se is, y donde cuatro, ocho, y en lugar de estas doctrinas dejen las de un sínodo adonde está un religioso so lo con muchos ri esgos y peligros e inconvenientes con que cesarán los que suele [ 1 12] haber por parte de los superiores que proveen las doctrinas y de los que podrían pasar allá con este principio y pretensión.

El tercero y muy principal de los dafios de los indios en lo espjritual es remediar las vejaciones que reciben de los espaíio les como se dirá en la segunda parte ele esta re lac ión más a la larga que se red ucen a los puntos sigu ien tes: Que no pasen tantos al Perú.

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2. Que se atajen y remedien las ausencias que los indios hacen de sus doctrinas, con trajines y otras cosas el ir a servir a las ciudades, obrajes y otras partes y poner en la labor de las minas. Los remedios que se apuntarán abajo, si conviniere y mandar remediar las demás opresiones y agravios que padecen de los españoles y especialmente de los corregidores, de lo cual en grande parte depende el bien espiritual de los indios, como también de los demás medios que se apuntarán para su conservación .

Es el remedio de las borracheras que es un grave impedimento para que los indios no acaben de ser buenos cristianos, a lo cual podrían ayudar las cosas siguientes: 1 ° Mandar con todo rigor que los caciques que se emborracharen o se hallaren en borracheras o las consintieren en sus pueblos o parcialidades, sean privados de sus cacicazgos, porque ellos son solo la causa principal de las borracheras y los que las pueden remediar.

Que a los corregidores y curas que fueren negligentes en remediar las borracheras, sean castigados y privados de sus oficios .

4º Lo que se ha dicho de los colegios y seminarios de los hijos de los caciques con que vendrán a remediarse las borracheras en ellos y por ellos a sus indios.

El quinto remedio es el que se le debe poner al mal ejemplo de algunos sacerdotes, lo primero con el visitar los obispos sus obispados, el segundo, con que en las vacantes de los obispados haya facultad de Su Santidad para nombrar gobernadores que sean personas tales que conserven lo que los obispos hubieren entablado y comenzado en refonnación del clero y doctrina de los indios; tercero, que sean preferidos en las doctrinas los que se criaren en los seminarios de los obispos y en las canonjías, los sean los que hubieren doctrinado con cuidado y buen ejemplo como está dicho.

[ 1 12v] Segunda parte. Para tratar de la segunda parte de esta relación que es del estado que tienen los indios en aquellas provincias en lo temporal y de las raíces de sus daños y de sus remedios, se supone lo primero, lo que dicen todos los que bien sirvieran, de que estos reinos de España dependen en gran parte del socorro que les viene de aquel de Perú, lo segundo es que este socorro y la conservación de aquel reino depende de la conser­vación de los indios, de él estaba en tan grande disminución que si con brevedad no se remedia, sin duda se acabará todo, y cuando se quiera poner el remedio no se podrá poner, porque los indios cada día son menos y las cargas que tienen más como luego se dirá; y que esto sea así consta por la revista que se hizo en la provincia de Chucuito ahora ha tres años con Gonzalo Gutiérrez de Figueroa por mandado del virrey, en la cual se halló casi la mitad de los indios menos, no ser aquella tierra fresca y donde los indios más se solían aumentar y conservar, y lo mismo se entiende constaría de las demás visitas que se hiciesen ; lo tercero, que en esta relación no se trata de las provincias del nuevo Reino, Chile y Tucumán, cuyos servicios personales son mayores y más trabajosos que los de las demás provincias que aquí se trata y la de Tucumán en particular que he visto es tan consumida que parece no tiene ya remedio y mi !agro que no se hayan consumido más presto los indios, que por una parte ellos y sus mujeres y sus hijos han servido y sirven como esclavos y, por otra, ni les dan sus amos de vestir ni de ~omer. Las raíces de esta disminución y falta de los indios son las siguientes:

La primera, el pasar allá tanta multitud de españoles y aumentarse allá tanto; y como ni ellos ni sus hijos quieren servir ni trabajar ni poner mano en cosa, y los indios tienen tan poca defensa y son tan sujetos, sírvense de ellos y consúmenlos con inmensas vejaciones y trabajos, y como los indios cada día [ l 13] son menos y los españoles y mestizos más, es

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imposible si este daño no se ataja poniéndose gran rigor en que no pasen más españoles, sino que han de consumir todos los indios con brevedad como han hecho en Santo Domingo y otras partes de donde se infiere cuán poco acertados van los que juzgan que conviene a estos reinos y a la conservación de aquellos, es mucho comercio con ellos, porque aunque en las cosas y mercancías sea as í verdad, no lo es sino destrucción de aquel reino el dejar pasar a él tantos españoles y que estos no usen otros ofi cios ni trabajen ; y as í el remed io sería poner grande fuerza en lo uno y en lo otro y librar a los indios de todos los serv icios y bien de aquel reino.

La segunda causa y raíz muy principal de la disminución de los indios y también de su grande pobreza, aflicción y desconsuelo es la carga antigua y general de los trajines de coca, vino y otras cosas que van de Arequipa y Cuzco a Potosí en que anda ocupada la mayor parte de los indios de aq uell as provinci as, porque rec iben en estos los indios todos los daños y agravios siguientes:

I ". En sus almas, porque andan fuera de sus doctrinas lo más del tiempo, olvidando lo que saben, sin oír Misa ni sermón y muriendo muchas veces sin confesa rse ni recibir la ex tremaunción en sus cuerpos; salud y vida, porque viven en despobl ados, sujetos s in defensa alguna a las injurias del tiempo, sin tener muchas veces qué comer ni adónde lo comprar ni con qué ni tienen quién los cure cuando enfer man; rec iben así mismo daño en su aumento, porque como andan apartados de sus mujeres toda la vida, se impide la propaga­ción y generación, rec iben pe1:juicio en sus hac iendas porque se les pierden sus sementeras con las ausencias y dejan de sembrar y coger sus comicias, y porque no se les dan la mitad de lo que han menester para su sustento, y cuando se les quiebra alguna botija de vino o pierde algún carnero de los espafíoles se lo mandan [ 1 13v] paga r y no so lo a como costó la botija Je vino, sino a como vale en la parte adonde se quiebra; o en Potosí adonde se ll eva reciben daño en sus mujeres e hijos porque en estas ausencias viven como quieren; es tan grave esrn vejac ión y siéntenla tanto los indios que los que ti enen alguna hac ienda y son seña lados para estos trajines dan 50 y 60 pesos y más a otros indios y lo que habían de ganar para que vayan por ellos; se tienen los indios esta sobrecarga de los trajines mucho más que de las minas y rec iben mayores daños que con ellas y una de las causas principales, porque no se cumplen las mitas de Potosí ni sirven en ellas otros muchos indios voluntarios, es esta de andar tantos indios ocupados en los trajines, los cuales en ninguna manera son necesari os para el bien del reino porque la coca no lo es para el sustento de los indios y cuando lo fuese se puede ll evar en mula, y el vino de la misma manera y cerca de Potosí se coge harto vino, y como los trajines fuesen de provincia en provincia o de pueblo en pueblo y pagasen bien a los indios se hallarían voluntarios los necesa ri os, pero como los corregidores son los que entienden en estos trajines y los principales interesados e inventores de ellos no se reme­dian , aunque la Real Audiencia de Chuquisaca por una su provisión que está aquí ha manda­do a ped imento del fiscal que los indios no se ocupen en trajines ni otros se rvi cios contra su vo luntad y que se les cié cada día tres reales no se ha ejecutado con habe r habido sobre ca rta. porque los caciques ni otra persona se atreven a notifi carlo a los corregidores y porque el los y algunos sacerdotes tratan también en estos trajines, y aunque algunos lo han hecho y los corregidores lo han sabido no lo quieren ejecutar, como son los principales interesados. El remedio de este dafío podría ser prohibir con grave rigor estos trajines y servicios y mandar dar a los indios que los hicieren voluntari amente lo que la Real Audiencia de Chuqui saca

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[ 1 14] ha mandado, y que los indios no pueden salir en ninguna manera de sus provincias a otras aunque sea por su voluntad.

La tercera raíz y causa de la disminución de los indios es la vejación que padecen con las minas, principalmente de Potosí y Huancavelica, en lo cual reciben los daños siguientes y dejando el principal, como se ha apuntado, de sus almas con la ausencia de sus mujeres y doctrinas ; el segundo es el ir de partes tan apartadas de 100 y 150 leguas de diferentes temples y no les dar nada por la ida y vuelta, el ir y a deseis22 uno habiendo de ir de catorce uno el trabajar todo el año, no habiendo de trabajar sino cuatro meses, el trabajar de noche y de día hasta los días de fiesta que son domingos, el ser el jornal que les dan muy corto, porque cuando se alquilan voluntariamente y no trabajan sino es de sol a sol, ganan cada día ocho y diez reales y trabajando por cédula. Como está dicho no ganan más que 4 ni aun esos les pagan siempre, porque no se contentándose los ministros de las tareas de los indios , les quitan los dineros dos o tres días de su jornal lo cual es muy ordinario, como también azotarlos cruelmente, el despeñarse ellos por estar las minas mal preparadas y muy hondas y no limpias ni las escaleras aderezadas y como no pueden tener fuerza para trabajar tantos es muy de ordinario cobrar de ellos 9 pesos cada semana por cada indio que deja de trabajar, lo cual suelen tener los mineros por granjería; y como los indios son tan pobres, les suelen vender su ropilla y la de sus mujeres y los carneros de carga y cuando les falte esto apremian a los caciques a que lo busquen y por lo menos que alquilen indios que suplan por ellos, ele donde nace que siendo los indios tan pocos y los trabajos excesivos y no pudiendo suplir por los que faltan andando los caciques arrastrados alquilando indios y vendiendo las haciendas de unos para suplir por otros, especialmente por los que se le huyen, y cuando alguno parece se cobran de él casi 300 pesos que se han hecho por él de costas en un año y así es muy ordinario también un indio ele [ 1 14v] valor de 400 pesos a otro si lo tienen, por que supla por él la mitad de un año y más lo que ha de ganar. reciben también perjuicio en que dejan ele sembrar sus tierras y coger sus comidas que es la principal causa porque no vuelven la tasa que pagan en Potosí; especialmente los ele la provincia de Chucuito es muy excesiva porque son 22 pesos corrientes. Reciben estos indios que van forzados a Potosí otro daño gravísimo que el ser vendidos, lo cual es imposible remediarse mientras así fuesen. no obstante la cédula ele Su Majestad, dadas ni cuantas se pueden dar porque se hacen muchas compañías y arrendamientos paliados que tienen imposible remedio, y otras veces es fuerza que los oficiales reales arrienden los ingenios y haciendas con los indios la cédula que tienen para cobrar lo que se debe a su Majestad, y otros muchos mineros no pueden beneficiar si no es arrendando por ser pobres. en lo cual y cuando se venden las minas, ingenios, virtual y forzosamente se venden los indios por más que se dore en las minas ele Huancavelica. En particular reciben los indios dos daños muy notables; el primero, que los indios se ahogan y mueren en saliendo dentro de 4 o 6 meses y así las provincias de donde van están consumidas; el segundo, que como no hay cuenta en aquel asiento y la que envían los oficiales reales de Potosí no suele llegar a tiempo, no se pagan los indios cuando lo h;in menester por a\1sentarse y las veces nunca y por falta de la paga si huyen y pierden , lo que

22 ··y a dcseis": creemos que quiere clt:cir --y a dccisé is". cifra que contrapone a la de catorce qm: indicll tl continuación.

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en ganado y de lo dicho se infiere bien el grande riesgo que corre aquel as iento de Potos í, faltando de go lpe los indios porque como cada día son menos y los trabajos más, con la profundidad de las minas parece imposible poder sustentar la labor que ahora hay mucho tiempo. Los remedios que se ofrecen para que los indios no reciban tan graves daños y se acaben y con e llos aquel as iento son: lo primero, ver si convendría que estos indios fuesen vo luntari amente a estas minas que, aunque a algunos parece que es imposi ble, a muchos parece que no [ 1 15]. Y pues la plata que Su Majestad de a ll í saca la emplea en tanto servicio de Dios nuestro señor y lo es que los indios vayan vo lun tarios, parece se debe fi ar de la divina providencia favorecerá este med io el cual se hace posible y fác il con los med ios siguientes :

Que los indios que ahora están en Potosí y su comarca de muchas y diversas provin­cias se aveci nden y reduzcan al término de Potosí que se entiende serán más de 70,000 indios, los cuales se han quedado de muchos años a esta pa11e por huir de los traj ines y servicios de tambos y otras vejaciones de sus pueblos: estos indios se pueden red ucir a pueblos en di strito de doce a quince leguas y darles sus chacras, tierras, aunque se les vuelvan los que se vendieran suyas a los españoles que fue en tan poca cantidad y precio que será apoca costa, y como el pueb lo de Potosí es tan abastec ido de comidas, con e ll o y con lo que los indios sembraran se sustentarán fácilmente y pues que ahora ancl an tantos indios vo luntarios en las minas que son más que los que trabajan por cédula, muy probab le se hace que con este med io trabajaran de su vo luntad muchos más indios que los que ahora ancl an fo rzados, espec ialmente paga ndo a los indios lo que fuere _ju sto subiéndoles los _jorn ales, aunque por este respecto Su Majestad baj ase algo los quintos y el azogue de que resultará beneficiarse muchos más meta les y con esto crecerán los quintos por una parte, lo que bajan por otra, y así los indios como los mineros llevarán esta carga con más a li vio y se conservará el cerro y su beneficio y los indios y la conciencia de Su Majestad y sus ministros se asegura más y cesarán los agrav ios que reciben los indios; segundo, pod rán ir vo luntari a­mente y con suav idad quitándoles los trajines o remediándolo como está dicho; tercero, Su Majestad mandando ci ar orden como se lleve grande copia de negros por el Brasil , así para el servicio de los ingenios que es oficio fác il como tam bién por las tierras y sementeras de los españo les en que están ocupados muchos indios y se venden con las chacras y heredades, cuarto, con que en las provincias de donde van indios de Potos í se les dé li cencia para irse a vec indar all á los que vo luntariamente quisieren que sin duda irán muchos [ 1 15v l por lo menos por algún ti empo a trabajar, sabiendo la buena comodidad que se les hace como tamb ién ac uden vo luntari amente a las minas de Sicas ica sin que los fu ercen a e llo y tamb ién ayudará para e ll o el mandar limpiar las minas, el adereza r las puertas y esca leras y lo demás que los indi os sean bien tratados. Y en caso que no se vea conveniente mandar que los indios ac udan vo luntari amente a las minas, son muy necesarios todos los med ios que para e l alivi o de su trabajo se han apuntado en este punto como son el de la reducción y poblaci ón en las comarcas del Potosí, e l mandar traer abundancia ele negros para los ingenios de los metales y labor ele las heredades y chacras porque con eso haya más indios y no se ocupen y consuman en tantos géneros de trabajos, sino en el más necesario y fo rzoso y también es necesario el ac recentarles los jornales por que se puedan sustentar, aunque por esto respec­to sea necesa rio como parece bajar algo los quintos y el azogue, porque los mineros estún pobrísimos y cargados ele deudas y tienen neces idad de a li ento y ayuda, los meta les son y;i

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tan pobres y tan costosos de sacar que no sufrirá el crecimiento de los jornaleros de los indios sin que bajen los quintos y el precio de los azogues; también es muy importante el remediar el vicio de las borracheras, particularmente en Potosí, porque no solamente se ocupan los domingos y fiestas en beber los indios, sino también los lunes y dejan de trabajar aquel día todo el año, en que va a decir mucha cantidad de pesos que se pudieran sacar y beneficiar aquellos días . Los remedios podrían ser el que se sea dicho de los caciques, porque ellos son poderosos para remediarlo con facilidad; lo segundo, que de los 14 que hay en Potosí, pues que son tantos se repartan 4 o 6 cada mes que tengan a cargo de ir a las rancherías y parroquias de los indios, echarlos de las borracheras y no las consentir y hacerles salir los lunes a trabajar con tiempo y cuando las reducciones y poblaciones dichas no se hiciesen, convendría mucho prohibir el ir los jueces que van de Potosí a los pueblos y provincias de los indios para llevar a Potosí los que se han quedado o huido de ella. [ 1 161 Porque es una vejación muy grave para los indios y muy costosa y ajena de la piedad cristiana y que Su Majestad manda, se use con los indios porque los venden la poca ropa y carneros que tienen para cobrar sus salarios y s i parecen los indios los llevan por fuerza y cuando no parecen llevan a sus padres o hijos o mujeres en su lugar, no teniendo estos por ordenanza obligación alguna a los servicios personales habiendo salido de tasa por ser de 50 años o no entrando en ella por no ser de 20 o por no le caber la mitad. Con la reducción dicha se ahorra también el consumirse el ganado de la tierra en aquellas provincias, porque solo de la de Chucuito suelen llevar los indios cuando van a las minas de Potosí I O y 12,000 cabezas cada año y en los primeros sacaban 20 y 30 mil y no vuelven mil y así se van acabando todos los ganados en grande daño de los indios para cuyo alivio crió Dios Nuestros Señor aquellos carneros con notable mansedumbre para que sirvieran de cabalgaduras de carga y son tan a propósito para e llos, que ni tienen necesidad de herraje ni de comida, porque se sustentan de so los los pastos que topan por los caminos y caminos por donde andan, y cuando se les mueren y por estar viejos los matan y parte comen luego y parte hacen ceniza al so l [ceci­na('!)] para sustentarse entre año. No se dice el remedio que los dafíos de las minas de azogue podrían tener, porque no se halla bueno y pide particular consideración y comunicación con personas que de aquellas minas tengan más experiencia y de las de Castrovirreina, o Soclococha, lo que todos juzgan o los más que debería cesar el beneficio de ellas, porque el provecho es muy corto y los daños muy graves. Otra raíz y causa de que se hayan consumi­do y acabado tantos indios es el recibir sus beneficios personales tres agravios notables como se ha dicho en el de las minas y trajines. Lo primero, que van forzados; segundo, que no se les da la mitad del justo precio que merecen; lo tercero, que los trabajos son muchos y los ma los tratamientos para gente tan flaca y mal mantenida. Esto se ve particularmente en los obrajes en los cuales andan ocupados muchos muchachos y van a trabajar de una, 2 y 3 leguas quitándoselos a sus padres que tenían neces idad de ellos para que los ayudasen y dan les cada [ 1 16v] día medio real o tres cuartillos y por 110 les dar de comer vienen muchas veces la s madres a hacerlo o sus hermanas, s i lo tienen lo mismo se echa de ver en los indios que traen a las ciudades para el servicio de los espafíoles ele 20 y ele 30 leguas a la redonda. a los cuales nd les pagando más ele un real , o real y medio cada día de trabajo continuo en cosas excesivas a sus fuerzas, no les pagan la ida ni la vuelta proporcionadamente. Se ve esto en el servicio de los tambos o mesones en que reciben notables vejaciones y ninguna paga por su trabajo o muy corta por las cosas de que proveen a los espafioles y de ordinario

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traen los huevos de ga llinas de 30 o 40 leguas y no se los pagan sino como les cuestan. y siendo sus jornales tan cortos, las tasas que pagan de su sudor son muy crecidos, y no obstante que estas son para el sustento de los encomenderos, corregidores y sacerdotes y t:n lugar de los diezmos se ha introducido el cobrarlos de estos, paiiicularme~te de las cosas de Castilla y con excesos y sin justicias notables, porque aunque los obispos mandan que paguen de 20 uno de los diezmeros cobran a veces de I O en I O y aun de 5 en 5 porque meten todas las cabras que se hallan y carneros de Castilla y otras cosas en un corral y van contando y diezmando el montón, el cual se hizo de 3 cabezas que tiene una india y 4 que tiene otra y si tienen algún potro o novillo, miran el dinero que vale y piden el diezmo de ello y a veces se lo dejan hasta que la madre lo acaba de cri ar y si se les mueren en este tiempo se los hacen pagar; suelen dar dos o tres pesos cada mes a un pastor, medio real o tres cuarti I los cada día a quien guarda caballos o carneros de la tierra y si se les pierden algunos carneros o algún caballo o novillo les hacen que lo paguen; el remedio que estos excesos tienen bien se ve y juntamente lo que convienen para la conservación ele los indios y descargo ele la Rea l conciencia, quien quisiere indios para obrajes o para su se rvicio o guardas de ganado [ 1 17] o trajines, conciértese con ellos y trátelos bien que no les fa ltarán y los tambos o ventas dándolos las ciudades a españoles o extranjeros por un moderado arrendamiento esta rán bien proveídos de lo necesario para los pasajeros, los cuales pueden ll evar el servicio nece­sario como hacen en España, que no han de estar obligados los miserables indios con tanto riesgo y costa suya a tocias las comodidades de los españo les que pasan a las Indias por sus codicias e intereses. Como los trabajos y cargas de los indios son tan graneles procuran herirlos el cuerpo y reservarse de ellos; de esta manera unos aprenden oficios de zapateros. sastres, plateros .. . con lo cual ya que se cobra de ellos la tasa, están reservados ele se rvici os personales; otros hácense yanaconas de los españoles sirviéndolos por lo que les qui eren dar y huyen de sus tierras y no so lo se reservan con ello de los servicios personales , sin o también de las tasas y va cargando lo uno y lo otro sobre los pocos que puedan con grandísimo daño y per:juicio suyo. Las indias, viendo también las graves cargas y vejaciones que sobre los indios cargan, procuran se casar con mesti zos y negros y así quedan sus hijos libres de tasas y servicios personales y por el mismo respeto suelen fingir algunas y dar a entender que sus hijos no lo son de indios y los visten como españoles con que andan muchos reservados como si lo fueran , de las cargas y tributos de los indios. Debíase con gran rigor mandar que los indios no aprendiesen oficio ni sirviesen a los españoles. si no fuesen los hijos segundos o terceros de los caciques que estos así como así no sirven ni pagan tasa de que resultaría que los mestizos se aplicarían más a oficios y a se rvir a españo­les y no tendrían tanta ociosidad y libertad y con ello tantos vicios y ap licaciones y deseo ele inquietudes. Segundo, que los hijos de las indias, ahora sean hijos de españoles o mesti zos y mulatos. se vistan del traj e y hábito de los indios y paguen tasa y acudan a los demás servicios personales de que resultara que no traten ni se casen con ellas españoles mesti zos ni mulatos. viendo [117v] que sus hijos han ele pagar tasa y servir y vestir como indios y ahora mucho más y andarán aliviados y descansados. En lo que toca a los diezmos, parece que se podrían contentar las igles ias con las tasas de los indios y los diezmos de los españo­les y si quieren que los indios diezmen, suelten la parte de las tasas con que se pagan a los curas y beneficiados de los indios sus sínodos. Muchos años ha que todos cuentan los agravios que los corregidores de indios les hacen que son innumerables, porque por un <1

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parte ocupan a los indios en los trajines dichos y en muchas granjerías sin dejarles tiempo para sus sementeras y coger sus comidas y, por otra, a las miserables indias las ocupan en hacer ropa sin que puedan tener tiempo para hacer de comer a sus hijos ni maridos ni hacer de vestir para sí ni para ellos ni aún para oír misa las fiestas y demás de esto la paga es muy corta y aun esa no se les puede hacer, porque como no se puede saber bien cuánto trabajó cada india en la ropa porque se hace cada pieza entre muchas, tampoco se sabe bien la paga que a cada una se ha de dar. Si no estos agravios, les hacen otros muchos como es repartir vino entre los indios, tomar las pulperías o tabernas para sí adonde se venden a los indios muchas cosas a excesivos precios y les quitan también las granjerías que ellos pudieran tener y con ser los agravios que a los indios hacen los corregidores tantos y tan notables en las residencias que dan, salen libres y sin costas ; lo uno porque no hay quien les pida y lo segundo, el corregidor que entra piensa vivir como el pasado, lo tercero, como son criados de los virreyes, salen de las residencias como está dicho, de donde como el provecho de haber corregidores es tan poco y el dafio de los indios tan notable y la principal causa de su disminución son muchos de parecer, que si no se quitan los corregidores han de venir a consumir y acabar a los indios. Los corregidores tienen a cargo dos cosas, la una cobrar las tasas, lo cual hacen los caciques; la segunda, amparar a los indios de los agravios que les hacen los pasajeros y estos respectos de los que reciben de los corregidores y sus paniguados no son ele [ 1 18] momento de más ele que el corregidor no puede asistir en más que un pueblo y el distrito que tienen es de 20 o más y así en demás pueblos no los defienden, y como en los 19 pueblos, v.g. pasan sin la defensa del corregidor, también pasarán en todos; y lo bueno es que siendo más proporcionado medio la justicia ele los encomenderos en los pueblos para amparar sus indios que al fin es hacienda propia, que no los corregidores que los miran como hacienda ajena y están prohibidos los encomenderos de estar en los pueblos de sus indios , con que los corregidores más a su salvo se aprovechan de ellos y los molestan : y así hay larga experiencia que los indios que no tienen encomenderos y están puestos en la cororn1 real padecen mayores agravios sin comparación y más sin defensa ni remedio y es cosa certísima que se consumen más que los que están encomendados por cuyo respeto, entre otras razones y motivos porque la gente experimentada, docta y celosa del Perú sienten que debería hacerse la perpetuidad es esta, que se podían quitar los c01Tegidores ele indios mandando a los encomenderos asistiesen a sus pueblos para defender y amparar a sus indios, ya que hay corregidores asistiendo. Los encomenderos en sus pueblos y teniéndo­los perpetuos opondríanse a los corregidores y defenderían a sus indios, lo cual algunos no se atreven a hacer ahora, teniendo también ellos indios prestados y deseando por eso granjear algo para sus hijos y por eso tener contentos a los corregidores que no se lo estorben, especialmente que siendo las encomiendas perpetuas se habían de asentar con estas condiciones, entre otras que el hijo que sucediese en la encomienda de su padre fuese el más obediente y vi11uoso a parecer del padre y madre y virrey, con que los indios vendrán a entender mejor ejemplo y más amparo de los encomenderos y a que hubiesen de suceder en las encomiend~s los hijos mayores , cuando en colegios seminarios fundados a costa de sus padres y pagando para los tales colegios alguna costa moderada de sus rentas adjuntando estos dos medios: el primero, que los hijos mayores de los encomenderos se criasen en seminarios y no saliendo tales como desean los padres y el virrey, pudiesen sefialar al segundo o tercero hijo para suceder en la encomienda muerto el padre. [ 1 18v] La última causa

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y no menor de haberse consumido tantos indios e irse acabando tan aprisa, se entiende se r que su gobierno principal es por Relaciones, y como las que Su majestad y su consejo tienen son tan varias y aun las que tiene el virrey con estar más cerca, no se perciben bien los daños y agravios de los indios ni se les aplican los remedios proporcionados y necesarios para su conservación, y así se les debía mandar a los virreyes que el primer año de sus gobiernos lo gasten en visitar al Perú ele Lima a Potosí; segundo, que de los oidores que en las Indias hubiesen procedido bien. SM trajese al consejo algunos de cuando en cuando, con que se remediaría un gravísimo daño que es persuadirse los ministros que pasan a las Indias, que no tienen más que pretender de que resulta apetecer pocos hombres ele muchas partes aquellas plazas y que los que van allá no procedan también como lo hicieron con la esperanza de que serán premiados y los traerán acá siendo los que Dios y el Rey desean; de estos dafíos y vejaciones y trabajos de los indios ha resultado un gravísimo dafío en gran deservicio de Dios Nuestro Señor y de SM. que como las provincias circunvecinas a las reducidas del Perú se ven los trabajos excesivos de los indios cristianos y sus grandes presiones no se quieren sujetar al Evangelio ni al real servicio y antes se dejarán hacer pedazos y acabar como se ve muy muchas provincias de infieles que hay desde Santa Marta a Chile corno está dicho; y así el medio más proporcionado para atraer al conocimiento de Dios y Corona ele Castilla tanta multitud de provincias con innumerables almas de ellas, es aliviar a los indios del Perú ele tan inmensas cargas y trabajos corno tienen y para esto ayudará notablemente el asiento ele la perpetuidad, porque los encomenderos ayudarán y defenderán a los indios y procurarán su conservación y justamente ayudarán a las conquistas ele las provincias de los infieles, en lo cual han entibiado mucho viendo que las encomiendas no son perpetuas y así lo que han ele gastar es mucho más de lo que pueden interesar encomendándoles los indios por dos vicias como hasta ahora sea ha hecho; y ele aquí es que desde que se conquistó lo que hoy est{i ganado [ 119] no se ha pasado adelante y esto es el común decir de todos los que bien sienten y la causa que todos los indios de aquellas provincias clan así los que miran las cosas con atenta consideración, piedad y celo, sienten tiernamente estos excesos que en el Perú pasan. con los cuales el demonio no solo consume los indios, sino impide la salvación de los que están dentro de la iglesia y que no entren en ella con muchos millares de indios que hubieran entrado y hecho cristianos, si los que los son hubieran siclo tratados como Su Majestad y su consejo desean y de aquí tornen algún grave y general castigo es estos tan graves males no se remedian. De todo lo cual se infiere la obligación que tienen los que esto saben y han visto y experimentado a dar cuenta a Su Majestad y su consejo de donde ha de salir el remedio, del cual depende la salvación de tantas almas. la conservación de un reino tan importante y así no se atribuirá a atrevimiento lo que es precisa obligación de conciencia y de que esta so la , y el celo del servicio de Dios nuestro señor y de SM y bien de los indios , haya sido el motivo y fin de esta relación sábelo el Sefíor a quien remite el juicio y se le suplica alumbre y enderece el remedio".

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.Jo.\'é Antonio Benito Rodrí~uez U11iver.\'id11d CaM/ica "Sedes S11pie11ti11e"

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