el liderazgo carismático
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El Liderazgo Carismático Es el que tiene la capacidad de generar entusiasmo. Es elegido como líder por su manera
de dar entusiasmo a sus seguidores.
El carisma es una atribución que los seguidores realizan basándose en ciertas conductas
del líder, estableciendo una relación emocional entre el líder y seguidores, además la
capacidad de trasmitir emociones de manera no verbal. Para que un líder sea
considerado carismático debe producir grandes efectos sobre sus seguidores y llegar a
alcanzar niveles de rendimiento mucho mayor de lo esperado aun en circunstancias
adversas. La dominación carismática, supone un proceso de comunicación de carácter
emotivo.
Las principales acciones del líder que producen la atribución de carisma por parte de sus
subordinados son:
• Discrepancia con lo establecido y deseos de cambiarlo
• Propuesta de una alternativa que ilusione y convenza a los seguidores
• El uso de medios no convencionales e innovadores para alcanzar este cambio
• Ser capaces de asumir altos riesgos personales y dañar sus propios intereses con tal de
conseguir sus objetivos
El líder carismático es capaz de transformar la organización o la entidad social de la que
forma parte a través de cuatro etapas:
• El líder carismático es capaz de percibir las deficiencias en la situación existente,
sentir la necesidad del cambio y formular una nueva visión. Se entiende por visión una
nueva imagen del futuro de la organización formulado por el líder.
• El líder carismático debe ser capaz de trasmitir a los miembros de la organización la
organización la importancia de su visión y de inculcar en sus seguidores la necesidad
del cambio en el sentido por él indicado para ello es necesario que el líder carismático
sea un buen comunicador
• El líder carismático debe ser capaz de inspirar e los miembros de su organización una
gran fe y confianza tonto en él, como en la visión que sostiene. Esto puede lograrlo de
varias maneras: asumiendo riesgos personales, mostrando que no hace las cosas
buscando un beneficio personal demostrando una total dedicación a la acusa y
demostrando que es el que más sabe en los asuntos relacionados con la visión.
• Finalmente y una ves cubiertas la etapas anteriores el líder carismático consigue que
su visión sea asumida por los miembros de la organización y, a través de su ejemplo
personal y de la fuerte identificación producida, logra que los seguidores adquiera una
gran confianza en si mismos y en definitiva, que la visión inicial se cumpla.
El liderazgo carismático esta compuesto por cuatro factores:
• Carisma: es el factor más importante, y se define con la capacidad del líder de evocar
una visión y de lograr la confianza de sus seguidores.
• Inspiración: es la capacidad del líder para comunicar su visión.
• Estimulación intelectual: es la capacidad de líder para impulsar a los miembros de su
equipo a bordar los problemas de una manera diferente a la usada hasta entonces, de
pensar en una manera innovadora y creativa.
• Consideración individualizada: es la capacidad del líder para prestar atención personal
a todos los miembros de su equipo, haciéndoles ver que su contribución individual es
importante.
Liderazgo carismático. Desarrolla siete cualidades William Gladstone y Benjamin Disraeli fueron dos acérrimos rivales políticos a finales
del siglo XIX. Sus épicas batallas por el control del Imperio Británico destacaron por la
intensa animosidad que rodeó su relación, tanto en la arena pública como en sus vidas
personales.
Ambiciosos, poderosos y astutos políticamente, ambos hombres fueron intensos
competidores y maestros políticos. Aunque los dos obtuvieron grandes éxitos, la
cualidad esencial que les separaba como líderes era su forma de aproximarse a la gente.
Esta diferencia queda patente tras el relato de una joven mujer que cenó con ambos en
noches consecutivas. Cuando fue preguntada al respecto de la impresión que obtuvo de
ellos dijo: “Cuando dejé el comedor tras haber estado con el señor Gladstone, pensé que
era el hombre más inteligente y astuto de Inglaterra. Ahora bien, tras haber cenado con
el señor Disraeli, pensé que yo era la mujer más inteligente de Inglaterra”.
Lo que distinguía a Disraeli de Gladstone era el carisma. Disraeli poseía un encanto
personal del cual carecía su rival. Su atractivo personal atraía amigos y creaba
impresiones favorables entre sus conocidos. A lo largo de toda su carrera, el carisma de
Disraeli le proporcionó una ventaja sobre Gladstone.
De entre todos aquellos atributos esenciales del liderazgo, quizás sea el carisma el que
que menos entendamos. A primera vista, el carisma parece ser una energía invisible o
un magnetismo atrayente. No se puede negar su presencia, pero es difícil apuntar su
origen. Hay algunos que piensan que el carisma es una cualidad con la que se nace. Está
integrada en ciertas personalidades y completamente ausente en otras. Personalmente,
opino que se puede aprender a tener un cierto carisma que amplifique la influencia de
un líder. A continuación, examinaremos sus causas y plantearemos algunas sugerencias
para incrementarlo.
Siete cualidades de líderes carismáticos:
Carisma es “la habilidad para inspirar entusiasmo, interés o afecto en los demás a través
del encanto personal o la influencia”. Los líderes que tienen esta habilidad comparten
siete características entre ellos.
1-. Sienten amor por la vida
Aquellos líderes que generan seguidores son apasionados respecto de la vida. Son
personas a quienes les gusta celebrar, no quejarse. Destacan por su alegría y empatía.
Son energéticos y lo irradian de una forma contagiosa. No hay que mirar mucho más
allá de la sonrisa para darnos cuenta del poder de su carisma. Cuando las personas
reciben una sonrisa responden con lo mismo. Si eres escéptico, inténtalo. Sonríe a las
cajeras, a los camareros, a los compañeros de trabajo, etcétera. Verás cómo tu sonrisa
recibe, de forma recíproca, otras sonrisas. Los líderes con carisma transmiten energía
positiva. Como decía Henry Van Dyke, “no hay mayor encanto personal que el de
aquellos que tienen un temperamento alegre”.
2-. Valoran el potencial de las personas
Para convertirte en un líder atractivo, has de esperar lo mejor de tu equipo. Los líderes
ven a las personas no como son, sino como pueden llegar a ser. Desde su altura ayudan
a los demás a construir puentes que les faciliten el paso desde el presente al futuro que
desearían. Benjamin Disraeli comprendió esta realidad, llegando a ser un experto en
aplicarla. Dijo una vez: “El mejor favor que puedes hacer a otra persona no es compartir
con ella tus riquezas, sino ayudarla para que las suyas se revelen”. Cuando se invierte en
las personas ayudándolas a crecer en relación a su potencial, se crean vínculos potentes
y positivos.
3-. Dan esperanza
Todos deseamos mejorar nuestras fortunas y futuro. Los líderes carismáticos llegan a
enganchar con las personas a través de pintar un mañana mejor que el presente. Para
ellos, el futuro está lleno de maravillosas oportunidades y sueños por realizar. Napoleón
Bonaparte dijo una vez que “los líderes son negociadores de esperanza”. Aportan
optimismo a la cultura empresarial al tiempo que mejoran la moral general. Aunque
siempre están atentos a la realidad inmediata, no se resignan a gestionar exclusivamente
las circunstancias del presente.
4-. Comparten con los demás
Los líderes carismáticos añaden valor a las personas al compartir su sabiduría, recursos
y tiempo. Consideran que el poder de la inclusión es esencial y por ello invitan a otros a
unirse a él en el proceso de compartir y aprender de las experiencias, realizar tormentas
de ideas o, sencillamente, para tomar una taza de café. Los líderes carismáticos abrazan
el espíritu del trabajo en equipo y valoran la compañía de una forma positiva. Por ello,
los líderes carismáticos no están solos en la cúspide. “El carisma es una chispa que
ciertas personas tienen y que no se puede comprar con dinero. Es una energía invisible
cuyos efectos son visibles”, nos recuerda Marianne Williamson.
5-. Piensan continuamente en los demás
Para los líderes carismáticos, no existe mayor satisfacción que aquella de servir a los
demás. Encuentran gran placer en las celebraciones de los éxitos de sus compañeros y
de quienes les siguen. Lo que más les gusta es el triunfo de un equipo. ¿Cómo puedes
tener carisma?, pregunta Dan Reiland. Él mismo responde: “Preocúpate más por hacer
que los demás se sientan bien consigo mismos que por hacer que los demás se sientan
bien contigo”.
6-. Descubren y utilizan su estilo propio, su voz
Uno de los argumentos más utilizados por los comentaristas políticos se refería a
“encontrar su propio estilo” (finding their voice). La comentarista política del Time
Magazine, Ana Marie Cox, escribía refiriéndose al senador Barack Obama, que
encontró su voz en la convención del Partido Demócrata. David Gergen decía, en la
cobertura del debate que previamente se había celebrado en la CNN que: “John McCain
se había reencontrado con su voz”. Stephen R. Covey nos dice: “Una palabra describe el
camino hacia la grandeza: la voz. Aquellos que en su camino encuentren su voz, aquella
que les sirva para inspirar a otros a encontrar la suya, habrán encontrado el camino hacia
el liderazgo carismático”.
7-. Utilizan su carisma como una forma de incrementar su influencia para hacer el
bien
El carisma es una parte esencial de la capacidad de influencia de un líder. Sin él, estos
tienen dificultades para inspirar pasión y transmitir energía a sus equipos. Con él, los
líderes son capaces de conseguir lo mejor de quienes les siguen, haciendo que estos
rindan y se sientan plenos. El carisma no es una energía manipuladora o un regalo
mágico dado a ciertas personalidades, sino una atractiva mezcla de cualidades que se
puede aprender.
En el quehacer diario se observan líderes persuasivos, inteligentes, vendedores de ideas
que pueden convencer a las personas que les rodean. Este tipo de líder se conoce como
líder carismático. El origen del concepto carisma se le atribuye a Max Weber y su uso
fue limitado a las Ciencias Sociales por los desacuerdos surgidos acerca de su definición
y aplicación (Dow, 1969). Según Weber, la autoridad carismática existe cuando un
individuo reclama poderes excepcionales, sobrenaturales o sobrehumanos y es
reconocido por los demás como una razón válida para su participación en un programa
de acción en el que se busca remediar problemas extraordinarios o garantizar el éxito de
medidas extraordinarias.
Marcus (citado por Dow, 1969) afirma que la esencia del líder carismático descansa en
la creencia que éste alimenta en los demás de poder controlar las fuerzas de la historia y
realizar todos sus objetivos trascendentales. Siguiendo este patrón, Hitler, Churchill y
De Gaulle fueron capaces de inspirar en sus seguidores la convicción de que ellos eran
los maestros de la historia y que ésta seguiría su rumbo mientras ellos continuaran como
protagonistas.
Machan (1989) define carisma como un magnetismo intenso que alcanza a las personas
a un nivel emocional no racional, inspirándolos a esforzarse lo cual va más allá de las
normas de la vida ordinaria. Según Greeves (1988), el carisma es la preconcepción que
las personas tienen sobre otra persona fundamentada solamente en su apariencia física o
en su fama. Por otro lado, Conger (1989) percibe al líder carismático como el
responsable del proceso de mover una organización del estado existente a un estado
futuro a través de cuatro etapas:
Primera etapa - Detección de oportunidad y formulación de una visión. Los líderes son
sensitivos a las necesidades de los miembros de la organización, ven las diferencias de
la situación existente y formulan una visión estratégica individualizada.
Segunda etapa - Articulación de la visión. Los líderes carismáticos comunican su visión.
Tercera etapa - Construcción de confianza en la visión. Se logra a través de la toma de
riesgos, peritaje y autosacrificio por parte del líder.
Cuarta etapa - Realización de la visión. Los líderes carismáticos generalmente difieren
de otros a causa del uso del ejemplo personal, modelaje, utilización de tácticas poco
convencionales y el uso de las prácticas de motivación para demostrar que la visión
puede realizarse.
Muchos de los empresarios de los años 90 han sido líderes carismáticos. Por ejemplo:
Mary Kay Ash; de los cosméticos Mary Kay; Ross Perot de Electronic Data System;
Donald Burr de People Express; Fred Smith de Federal Express; Lee Iacocca de la
Chrysler; Steven Jobs de Apple Computer y Arch McGill de AT&T. Todos ellos
comparten una característica, son guiados por una visión (Conger, 1989).
Según Conger (1989), una visión es una imagen mental conjurada por el líder que evoca
un estado altamente deseable en el futuro de la organización. Esta se dirige a la
satisfacción de necesidades de alto orden y a través de ella se incorpora el sentido de
pertenencia de los empleados en los objetivos de la organización. Es simple y no está
articulada con un número de objetivos estratégicos y medición cuantitativa. No se
enfoca en la planificación de objetivos y raramente en ella se mencionan los por cientos
en el mercado.
Con el propósito de articular esa visión es necesario que el líder carismático no sólo
posea la capacidad para reconocer las oportunidades importantes en el ambiente que lo
rodea, sino que también posea la habilidad de describir esas oportunidades de manera
que sean significativas para los miembros de la organización. En sus descripciones, el
líder carismático utiliza metáforas, analogías e historias de la organización. Además,
adapta el lenguaje de acuerdo con las características de la audiencia a la que se dirige.
Debido a su creatividad, inspiración, poca convencionalidad y visión, los líderes
carismáticos son un recurso potencial de enorme transformación para la organización.
Para que ocurra esa transformación es necesario que éste posea las destrezas de
persuasión e inspiración esenciales para motivar el cambio en una organización. Es por
esto que los líderes carismáticos son predicadores capaces de atraer discípulos hacia su
visión.
El líder carismático ejerce el poder a través de la persuasión verbal, excitación
emocional y experiencia vicaria. Si estos líderes se manejan bien, pueden ser de gran
ayuda para las organizaciones que buscan adaptarse a ambientes cambiantes porque
retan las fuerzas que impulsan las revisiones de visión estratégica y pueden ser una
inspiradora fuerza de trabajo. Esto es sumamente importante para el líder carismático ya
que el éxito es lo que valida su carisma de líder y afirma sus habilidades extraordinarias.
Kouzes y Posner (1989) describen al líder carismático como más animado que los
demás líderes, sonríen más, hablan más rápido, pronuncian las palabras con más
claridad y mueven su cabeza y cuerpo frecuentemente al hablar. Además, están más
dispuestos a tocar a los demás al saludarlos.
Perfil del líder carismático Cuando se desea explicar porqué un líder en particular tiene un efecto magnético en las
personas, usualmente lo describimos como carismático. El líder carismático posee unas
características que lo diferencian de los demás líderes:
- Creativo
- Inspirado
- Visionario
- Arriesgado
- Impaciente
- Buen comunicador
- Decidido
- Persuasivo
- Oportunista
- Egocéntrico
Conger (1989) llevó a cabo un estudio durante los años 1984-85 con el propósito
de comparar un grupo de ejecutivos de negocios descritos como carismáticos con otro
grupo de ejecutivos descritos como no carismáticos. Mediante los datos recopilados,
Conger desarrolló el siguiente perfil de los líderes carismáticos:
- Son agentes de cambio por vocación.
- Tienen un alto sentido de insatisfacción con el "status quo".
- Aparentan estar siempre descontentos y en busca de nuevas oportunidades
- Son impulsivos sobre el cambio y andan en busca de reformas grandes
- Poseen la habilidad para resolver imprevistos y motivar el cambio a través de una
visión estratégica.
- En su deseo de generar cambios, frecuentemente antagonizan con las fuerzas que
representan el "status quo".
Perfil de los seguidores del líder carismático Además de desarrollar el perfil del líder carismático, Conger desarrolló el siguiente
perfil para los seguidores de los líderes carismáticos:
- Son fácilmente moldeables y persuadidos por un líder fuerte porque son de carácter
débil y dependiente.
- Son “absorbidos” por el líder porque éste posee lo que a ellos les falta; autoconfianza y
convicción.
- Trabajan arduamente para ganar la aprobación y respeto del líder.
- Son más seguros que los seguidores de líderes no carismáticos.
- Trabajan mayor número de horas.
- Encuentran su trabajo más significativo.
- Tienen más confianza en sus líderes.
- Su ejecución es mayor que la de los seguidores de los líderes no carismáticos
Con el propósito de explicar estas conductas de los seguidores del líder carismático se
han desarrollado dos hipótesis. La primera se fundamenta en la teoría de Freud sobre el
ego. De acuerdo con esta teoría, los seguidores están deseosos por resolver el conflicto
entre ¿quiénes son? y ¿qué les gustaría llegar a ser? Tratan de resolver este conflicto
sustituyendo al líder por el ideal y convirtiéndolo en el ideal de su ego. La segunda está
fundamentada en la psicología social y en las investigaciones organizacionales. Se
explica que los seguidores son atraídos hacia el líder por su identificación con sus
habilidades. Según Conger, las cualidades del líder, su visión estratégica, su poca
convencionalidad, su dinamismo y su habilidad para motivar aparentan ser tan
extraordinarias que los seguidores son naturalmente atraídos hacia ellos.
Conclusiones e implicaciones relacionadas con el líder carismático
No existe un solo tipo de temperamento o personalidad carismática. No obstante, existe
un fenómeno carismático que puede ser teorizado y empíricamente se puede aislar como
una forma independiente de autoridad. Básicamente involucra una relación social entre
el líder y el seguidor. En ésta el líder presenta una idea revolucionaria, una imagen
trascendental o un ideal que va más allá de lo inmediato, próximo o razonable mientras
que el seguidor acepta este curso de acción. Esta aceptación no ocurre porque sea lo más
razonable sino por una creencia afectiva en las cualidades extraordinarias del líder.
Estas cualidades a su vez, pueden resultar ventajosas para la organización. Algunas
contribuciones que puede ofrecer un líder carismático son:
- Permite transformar las organizaciones.
- Se convierte en una fuerza inspiradora de trabajo.
- Actúa como agente de cambio.
- Facilita el logro de reformas grandes.
- Contribuye en la solución de problemas.
- Establece y promueve la visión de la organización.
Además de las contribuciones que el líder carismático pueda aportar a la organización
es necesario destacar que las mismas conductas que lo distinguen de otro no carismático
pueden producir resultados problemáticos y en ocasiones desastrosos. Cuando las
acciones del líder son exageradas, pierden el contacto con la realidad o las necesidades
de los seguidores, o están dirigidas solamente a la búsqueda del bien personal, éstas
pueden, no sólo hacer daño al líder, sino también a la organización.
Entre los problemas con que se puede confrontar el líder carismático se encuentra el
que, dada su habilidad para persuadir, puede estar más expuesto a asegurar un
compromiso con metas dirigidas al fracaso que el líder promedio. Otro problema, muy
común, es que el líder carismático confunda sus metas personales con las metas de la
organización y construya una visión organizacional que termine siendo un monumento
para sí mismo. Por otro lado, el líder carismático puede calcular erróneamente los
recursos necesarios para conseguir la visión, hacer un estudio de necesidades poco
realista o tener una percepción distorsionada de la demanda en el mercado. Puede errar
al detectar cambios ambientales y re-dirigir su visión. Algunas limitaciones del líder
carismático son:
- Maneja pobremente los canales de comunicación, especialmente con los superiores.
- Su conducta es poco convencional, lo cual se convierte en un
- factor alienante
- Crea rivalidades entre grupos, lo cual afecta la organización.
- Adopta un estilo administrativo autocrático, impulsivo y disfuncional.
- Idealiza y devalúa a otros, especialmente a sus seguidores
- Crea una dependencia excesiva.
- Maneja los detalles con poca efectividad.
- Se obsesiona por lo superficial.
- No desarrolla líderes entre sus seguidores.
La adopción de un liderazgo carismático tiene diversas implicaciones, tanto para el
administrador como para la organización. En primer lugar, se pueden enseñar muchas
de las conductas carismáticas, pero eso no asegura que se obtendrá como resultado un
líder carismático. Con el propósito de que emerja un líder carismático se requiere de
mucho tiempo, destrezas y valores especiales. La percepción de un líder como
carismático depende de la cantidad de conductas carismáticas que éste exhiba, la
intensidad de la misma y la pertinencia de la conducta a la situación presente. En
segundo lugar, los líderes carismáticos tienden a convertirse en promotores y
conceptualizadores, por lo que es necesario que se rodeen de personas de acción que
puedan llevar a cabo sus ideas. Por otro lado, y en tercer lugar, a medida que el líder
carismático gane mayor influencia comienza a retar a la administración y a los pares
para conseguir la realización de su visión. Esto puede conllevar el que surjan otros
problemas, por lo tanto, los líderes carismáticos no son siempre los líderes más
apropiados para las organizaciones. Algunas veces pueden ser más destructivos que
constructivos.
Aunque no se desee un líder carismático en una organización, siempre se necesitan
personas con estrategias efectivas y destrezas de comunicación. Esto en ocasiones es
difícil de conseguir ya que, como Conger señala, el líder carismático se enfrenta a una
serie de obstáculos para llevar a cabo su visión. Algunos de estos obstáculos son: la
burocracia organizacional, la cultura organizacional y el sistema educativo que no
promueve el desarrollo de destrezas de visión, persuasión e inspiración. Es por esto que
sería más útil enfocar el adiestramiento del liderazgo carismático, no desde la
perspectiva de crear un ejército de líderes carismáticos, sino con el objetivo de mejorar
las destrezas generales de liderazgo de los administradores. De esta manera, el liderazgo
carismático puede convertirse en una variedad de motivos para ayudar a desarrollar el
liderazgo individual.
Parte del poder del líder carismático se deriva de sus relaciones. Por lo tanto, es
necesario que éste evite que se cree dependencia de él sólo para aumentar su propia
autoestima. Es necesario que recuerde siempre que es un ser humano como todos los
demás.
En conclusión, la efectividad del liderazgo carismático es situacional. En otras
palabras, la habilidad del líder se evaluará en la medida en que éste pueda identificar
eficazmente las situaciones en su organización que ameriten este tipo de liderazgo.