el juego de la vida o el arte de la virtud: la excelencia

EL JUEGO DE LA VIDA

O EL ARTE DE LA VIRTUD:

LA EXCELENCIA

Emprendedor es aquel que no usa el ascensor

de la vida para bajar; el éxito consiste en ir en

dirección contraria;

consiste en subir, crecer, transformarse…

MEDRAR.

EL JUEGO DE LA VIDA O EL ARTE DE LA VIRTUD: LA EXCELENCIA

4

EMPRENDEDOR

Es un término derivado de la palabra francesa entrepreneur,

y que es comúnmente usado para referir a un individuo

que organiza y opera una o varias empresas, asumiendo

cierto riesgo financiero en el emprendimiento, tales como:

la administración de empresas, la contabilidad y temas

compatibles

Los emprendedores son innovadores que buscan destruir el

estatus-quo de los productos y servicios existentes para crear

nuevos productos y servicios, haciendo así más competitivos los

mercados en los que operan.

EL JUEGO DE LA VIDA O EL ARTE DE LA VIRTUD: LA EXCELENCIA 1

Índice

Prólogo 4

Prólogo ii 5

Capítulo i

LO MALO, LO BUENO Y LO QUE ME CONVIENE 10

Capítulo ii

LO QUE ME CONVIENE 16

CaPítulO iii

ÉTICA, ¿ CIENCIA O ARTE? 20

CaPítulO iv

EL JUEGO DE LA VIDA 25

CaPítulO v

EL ARTE DE LA VIRTUD: LA EXCELENCIA 32

CaPítulO vi

LA ÉTICA EN EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS 36

CaPítulO vii

LA ÉTICA, EL INDIVIDUO Y LA EMPRESA 40

CaPítulO viii

LA EXCELENCIA COMO ESENCIA DEL EMPRENDEDOR 44

CaPítulO ix

TU DESTINO: EL ÉXITO 48

EPílOGO 52

2 EL JUEGO DE LA VIDA O EL ARTE DE LA VIRTUD: LA EXCELENCIA

Prólogo

Se me ocurrió escribir este manual sobre ética empresarial como una guía

para los más jóvenes - mis hijos, incluidos -esperando que sirva de soporte

durante el desarrollo de sus respectivas personalidades individuales y su

inteligencia social; deseando que capten de estas líneas lo mejor que como

joven y adulto puedo aportar: mis principios y valores. Y que luego no

crean, como muchos hijos acostumbran, que los padres somos incapaces

de entender lo que es “ser joven” y los retos de vivir una vida responsable

en un entorno hostil como lo es la sociedad de hoy.

Por ello, estas líneas son un “manual de recomendaciones “que espero

sirva para reafirmar en el lector la idea de que el individuo en sociedad

debe vivir la vida sobre la base de una continua búsqueda de la excelencia

en su comportamiento y acciones, frente a cualquier conducta o dogma

social, cultural o creencias religiosas.

Necesitamos más emprendedores, empresarios y autónomos, que trabajen

para el bien del país conociendo lo que es la ética empresarial. Un buen

empresario debe conocer lo que son la moral y la ética para el buen

cumplimiento de sus obligaciones en materia laboral, tributaria, en lo

administrativo, comercial y contractual; todas las decisiones que tenga que

tomar el emprendedor para el buen ejercicio de su actividad llevarán o no

al éxito dependiendo de si son buenas o malas decisiones para el proyecto

empresarial.

El fin de la vida, en términos terrenales, es el mismo para todo individuo,

la muerte. Aunque sin embargo, para algunos, entre los que no me

excluyo, la muerte no es sino el principio de la vida verdadera. Sea como

fuere, la vida es importante; vivir, vivir bien, - entendiendo la palabra

“bien “ en su significado de “hacer el bien”-, y eso es vivir de forma ética;

vivir haciendo el bien, vivir siendo productivo para tu familia, tu negocio,

tu sociedad y la humanidad en general. Puedes ser diferente, de hecho,


todos somos diferentes, pero eso es precisamente lo que nos hace

semejantes.

Este manual, es para complementar esas largas y habituales charlas entre

padres e hijos que brillan por su ausencia hoy en día.

Guinea Ecuatorial necesita emprendedores que colaboren en la

construcción participativa de una cultura ética nacional, más

concretamente en el sector privado. Estos emprendedores deben

contribuir en el engrandecimiento del desarrollo económico del país con

justicia social, garantizando la prestación de bienes y servicios de la mejor

calidad posible, cumpliendo con las condiciones de calidad e idoneidad de

bienes y servicios y proveyendo a los consumidores nacionales de

información suficiente y adecuada que les permita hacer efectivos sus

derechos, en especial el derecho a la libertad de elección, como garantía

del ejercicio del libre mercado.

Nuestro país es muy joven y tenemos la obligación histórica de formarnos,

capacitarnos y prepararnos para colaborar en la construcción de un país

con una relevancia regional muy importante, por infinidad de razones de

incontable enumeración. Como ya dijo Marcus Garvey, ´´ La historia es el

punto de referencia a través del cual nos dirigimos hacia el verdadero

curso de la vida. La historia de un movimiento, la historia de una nación,

la historia de una cruzada es el guía para que los descendientes de ese

movimiento, nación, o cruzada alcancen su destino. Lo que se hace hoy

que vale la pena, inspira a otros a actuar en algún momento futuro. ´´

La historia de Guinea Ecuatorial servirá de referente para todas las

naciones africanas futuras pues el destino de nuestro país está garantizado

con el aporte que hacen cada día los jóvenes profesionales nacionales y en

definitiva, todos los ecuatoguineanos, lo cual servirá de inspiración a la

nación africana del futuro.

Del mismo modo los jóvenes del mañana heredarán un país que mediante

la toma de muchas más buenas que malas decisiones se irá transformando

en la Guinea Ecuatorial que todos sabemos que llegará a ser nuestra gran

nación: UNA GUINEA MEJOR.


En definitiva, mi deseo – querido lector -, es que vivas tu vida sabiendo

que ´´ tu vida´´ la vives tú y para ti, por lo que has de hacer caso del juicio

de los que han vivido más tiempo y acumulado más experiencia vital que

tú: los mayores.

Si por lo contrario prefieres defender lo indefendible y actuar sin pensar ,

pues … ¡Que la suerte te acompañe!

Pero la suerte es un lujo que el emprendedor no puede permitirse ya que

su objetivo es producir y ser productivo, para obtener un beneficio. Para

que el emprendedor y su actividad sean productivos, éste debe ser

productivo a alguien ( consumidor,proverdores,Mercado..) y así, hacer

negocio, es decir , garantizarse un beneficio económico. El beneficio

económico se obtiene mediante el ejercicio de la experiencia y la toma de

buenas decisiones, decisiones que en su conjunto se procura sean justas

para el empresario y para todos aquellos que intervienen en el proceso de

actividad de la empresa o proyecto

(proveedores,empleados,consumidores,etc) ; teniendo pues, la suerte,

poco que ver.

Por último, que conste que no estoy pretendiendo imponer mis valores

morales y principios éticos a nadie.

Cuando se habla de ética, de moral, del bien y el mal… fácilmente se acaba

hablando de Dios; suele ser inevitable, pero esta vez lo vamos a evitar, no

sin explicar antes el por qué. En el caminar por la vida aprendemos y

experimentamos muchas cosas que darán respuesta a preguntas que irán

incrementando nuestro conocimiento, experiencia y sabiduría. Las

religiones han tratado desde siempre de educar e inculcar ciertos valores

morales y éticos a los pueblos, sobre el fundamento de que los mandatos

que supervisan nuestras vidas y conductas vienen de arriba, de Dios; por

regla general, las religiones predican que el incumplimiento de estos

mandatos y reglas de conducta que determinarán nuestra entrada o no al

cielo, o un tipo de cielo, dependiendo de cada religión o creencia.

Si un individuo centra su vida en la búsqueda de Dios como respuesta a

todos sus problemas, concluirá obviamente en que Dios existe tanto para


el que en él cree como para el que no cree; independientemente del modo

en el que como individuo o como grupo se decida manifestar e

implementar esa devoción hacia la divinidad.

Mi recomendación es no buscar a Dios como aquel que le busca para

interrogarle, pues como hemos dicho antes, si Dios existe, existe tanto para

el que cree como para el que prefiere no creer. Es por lo que considero más

práctico centrarse en buscar la manera de vivir mejor por nosotros y para

los demás; haciendo el bien y evitando el mal.

JCE


Prólogo II

“Hijo, La vida no es una aventura”, me dice mi padre siempre que

tiene ocasión, lo cual es, obviamente, cuando no le falta razón.

La vida no es una aventura, sino un juego de estrategias, todas bien

diseñadas para enseñarnos cómo vivir mejor. Por desgracia, pocas

veces escuchamos a aquellos que por suerte o por gracia han vivido

más que nosotros y por ende, más errores han cometido.

La vida es un juego que hay que saber jugar si se quiere “vivir bien”, y

vivir bien” no es sino vivir sintiéndose satisfecho de lo vivido,

aprendiendo de los errores del pasado y labrando un presente grato

para cosechar un futuro de provecho.

El futuro de provecho ideal para todo individuo es aquel en el que

tengan la capacidad de poder trabajar para su provecho personal y

para el bien de la sociedad. Trabajar para una corporación o para el

gobierno no es sino ceder nuestro tiempo y conocimiento al servicio

de beneficios u objetivos que por lo general escapan de nuestro

control. Por eso hay que ser emprendedor, independiente y creativo.

Para jugar al Juego de la Vida, hemos de estar despiertos, atentos,

pues el tiempo pasa y nos perdemos, nos dormimos, nos morimos.

Como emprendedores y empresarios, debemos respetar la dignidad

humana y los derechos inalienables de nuestros subordinados y

colaboradores, cultivando una cultura ética en el seno de la empresa;

remunerarlos con justicia y cumplir estrictamente con el

reconocimiento y pago de sus prestaciones sociales, de salud,


seguridad social y pensiones; promover su desarrollo integral,

capacitación y bienestar creando condiciones dignas de trabajo.

En definitiva, debemos ser honestos.

Pedro Calderón de la Barca afirmó que LA VIDA ES SUEÑO; yo diría que

esa afirmación – como todo en la vida – no es sino una media verdad pues,

la vida es sueño hasta que te despiertas… o te despiertan. Y más vale

despertarse pronto que tarde, pues ni el tiempo ni la muerte , esperan.

La vida es un juego de estrategias que se rige por muchas menos reglas de

las que nosotros sabemos apreciar, como pueden ser: la Fé, la moral, la

ética, la humildad... en definitiva, la Virtud, y la búsqueda de la felicidad

mediante el buen uso de nuestra libertad individual para el bien colectivo

en pro de la Justicia social.

Solo así conseguimos alcanzar la Excelencia como individuos en todo

aquello que nos propongamos. ¿Difícil? Si.

¿Imposible? No.

Muchos países viven inmersos en un abismo amoral sin precedentes

debido a que la sociedad “ha perdido el rumbo “de los valores.

No se trata de buscar culpables ni de maldecir, (a modo de ejemplo) , a las

tantas religiones que la humanidad ha ido creando a lo largo de su larga

pero joven historia para intentar - sin éxito alguno - que los hombres

vivamos respetando unas normas y reglas que regulen nuestro

comportamiento social y nuestras relaciones con los demás; siempre bajo

el férreo control de los estados, imperios, escribas y religiosos de las

diferentes épocas … en definitiva, individuos o grupos de individuos que

han dedicado su paso por la historia a la acumulación y centralización del

poder del hombre sobre el hombre.

Pero no escribo para hablar de teorías de conspiración; para nada.


Estas líneas son para procurar que como emprendedores y empresarios,

actuemos respetando ciertos valores a la hora de tomar decisiones.

Debemos obrar con lealtad, transparencia y buena fe en las relaciones

comerciales con la comunidad empresarial; concertar mecanismos de

vigilancia y seguimiento para garantizar la transparencia de los procesos

de contratación pública y privada, ya que los emprendedores juegan un

papel crucial en el proceso e absorción de la población activa en el país.

Por eso, los emprendedores y empresarios deben ser esclavos de su

Palabra, es decir, practicar la honestidad como valor añadido a las

capacidades profesionales del individuo.

En fin, debemos apoyar la formación de una comunidad empresarial

nacional con valores éticos y que trabaje en pro del bienestar social.

Algunos opinan que las sociedades y los países han perdido el rumbo, ¿ y

cual es el rumbo a seguir? O, lo que es lo mismo, ¿ es posible un rumbo

mejor?

En mi opinión, tenemos derecho a expresarnos libremente siempre que

nuestra opinión no atropelle los derechos y libertades de otras personas;

es mejor actuar en pro de los beneficios del colectivo, de la familia, de la

sociedad, de la nación, que actuar en contra o detrimento de estos.

Nuestro país hoy más que nunca necesita jóvenes emprendedores que

sean los capitanes de ese rumbo mejor, asumiendo las responsabilidades

de gestión y administración de los motores del Estado: el Gobierno y el

Sector Privado.

En uno de sus primeros discursos ( creo que fue en el estadio La Paz de

Malabo) , el joven teniente coronel Teodoro Obiang Nguema Mbasogo

exhortó a la igualmente joven nación ecuatoguinana, a cambiar de

mentalidad. Cambiar de mentalidad se entiende como cambiar de rumbo,

pues la mentalidad de la sociedad de entonces ( o más bien lo que

quedaba de ella) ha vivido sumida en total oscuridad resultado de dos

siglos de cruento colonialismo y una década de opresión dictatorial.


Hablamos de un rumbo en el que los responsables de la gestión y

administración del Gobierno y de sector privado informen al Pueblo con

veracidad sobre la situación económica y financiera del país y de las

empresas que aquí realizan su actividad y operaciones.

Un rumbo en el que todos los responsables cumplan cabalmente con sus

obligaciones sociales, legales y contractuales, siendo penalizados por el

incumplimiento de los mismos conforme a las leyes vigentes.

Han pasado muchos años desde aquel discurso en el estadio LA PAZ, y

mientras tanto, nuestro país - eternamente joven - , está hoy mejor que

ayer.

Los resultados o las consecuencias de la historia se evalúan con mayor

objetividad desde el presente; y desde el presente, el futuro de Guinea

Ecuatorial podría ser muy prometedor; y digo “podría “porque el futuro

está condicionado por el resultado de las buenas o malas decisiones que

tomemos entre todos, como país, en el presente.

Al andar se hace el camino.

Ahora bien, ¿hemos conseguido cambiar de mentalidad?

Yo nací en la Guinea Ecuatorial de principios de los años ochenta y he

visto el desarrollo de nuestro país desde una óptica muy diferente a mis

padres u otras generaciones anteriores.

He visto el caminar de un país muy pobre transformándose en el más rico

de la subregión, incrementando su relevancia en el continente africano. He

visto a una Guinea Ecuatorial sin luz eléctrica ni carreteras transformarse

en un país que vive de la exportación de combustibles que luego se utiliza

para la transformación en energía, y que, como país, produce energía

eléctrica exportable a los países vecinos. Ahora vivimos en un país con un

alta incremento de los centros de formación y capacitación profesional y

técnica, y una población joven consciente de la necesidad de prepararse a

fin de ser más productivos para el bienestar individual y colectivo, en un

ambiente de creciente y generalizada libertad.


La libertad es la meta de cualquier sociedad y en particular de todo

individuo, y habiendo alcanzado la libertad nacional con la independencia,

debemos proteger y salvaguardar ese sacro derecho que es el de ser una

nación libre, formada por individuos libres, unidos para preservar la

unidad, la paz y la justicia.

El buen ejercicio de nuestra libertad individual debe estar encaminarse

hacia la satisfacción del bienestar colectivo, estando éste último siempre

por encima del bienestar individual.

Dicho esto, voy a dar pues nombre a esta serie de líneas que espero te

sirvan para encender en tu mente esa chispa de curiosidad y acercamiento

al mundo del emprendimiento, los negocios y, en definitiva, el éxito

personal y profesional que todo individuo debe fijar como meta en este

juego de la vida.

Yo apuesto por una Guinea Ecuatorial competitiva, joven y emprendedora,

libre del virus de la corrupción.

El Juego de la Vida y el Arte de la Virtud son los dos títulos de estas líneas

que – como no habrás podido ignorar, claramente, ¡tiene dos títulos!

Y mientras alguno se preguntará del porqué un libro u obra puede tener

dos títulos, yo, al escribir estas líneas pienso, ¿y por qué no?

Hay que romper barreras.

Javier. Clemente Engonga

Avomo Malabo, 17 de

septiembre, 2013


Capítulo I

LO MALO,

LO BUENO Y

LO QUE ME

CONVIENE

Normas, leyes, dogmas, costumbres (…) Las sociedades tienden

a regirse por normas que dividen nuestra conducta y acciones en

dos bandos, que se ajustan perfectamente a nuestra capacidad

de ver las cosas en el plano de dos dimensiones: las “cosas

buenas” y las “cosas malas”. Esas normas son clasificadas según

un criterio basado en reflejos (que se manifiestan en nuestra

ideología, pensamientos y acciones) , fruto de condicionamientos

externos


Según muchas religiones (y muchos pensadores), nuestra moral y nuestra

ética nos hacen diferentes del resto de animales, y - de alguna manera, -

nos hace superiores al resto de especies con las que nos ha tocado

compartir espacio en esta nuestra casa común, que es el planeta Tierra; una

representación en miniatura de lo que en realidad es el Universo.

Sin embargo, estudiando en profundidad la moral y la ética social humana

uno podría fácilmente llegar a la conclusión de que esos dos elementos son

precisamente claros ejemplos de lo nocivo que es el ser humano hacía con

su propia especie y el resto de la naturaleza en su interacción.

El ser humano es la única especie en la naturaleza cuyas acciones

individuales no van en beneficio del bien común, hasta el punto de

convertirse en el principal peligro, no solo para la continuidad de su

propia especia, sino también para la vida del conjunto de especies que

conforman el planeta.

Cuando el individuo se despierta y toma conciencia de su papel y

relevancia en la sociedad, se da cuenta de que vive en un mundo en el que

no solo importa su opinión particular, ya que cada acción individual

puede ir a favor o en detrimento del colectivo (familia, amigos, conocidos,

compañeros de trabajo, etc) , y de otras formas de vida que nos rodean.

¿Qué es la moral? Llamamos moral al conjunto de creencias, costumbres,

valores y normas de un individuo (o de cualquier núcleo social) que

funcionan como un “manual para obrar”. Es decir, la moral nos guía

acerca de qué acciones no son socialmente tolerables (malas) y cuales son

socialmente tolerables (buenas).

Vivir sin un manual para obrar es vivir en la oscuridad, vivir en un

universo de infinita amoralidad.

Al parecer somos la única especie en este planeta que requiere de un

´manual para obrar bien y para saber cómo vivir en comunidad. A lo largo

de la historia de los pueblos las sociedades han ido desarrollando,

cultivando y manteniendo su propio “manual para obrar bien “, su propia


civilización. Por influencia de los movimientos religiosos de épocas

pasadas, los dictámenes morales que regían las sociedades venían

impuestos por los dioses, y llegando al monoteísmo, por un único Dios y

Señor todopoderoso.

Sin querer entrar en debates teológicos sino más bien teosóficos, ¿ por qué

preferimos hacer uso de la infinita y todopoderosa moral de Dios para

enseñar a nuestros semejantes a obrar mejor? ¿no es más razonable

enseñar a nuestros semejantes a obrar mejor porque les conviene obrar

mejor, por su bien y por el bien común?

¿ Cuál es el beneficio de la existencia de tantos credos, religiones e iglesias,

todas con el objetivo de hacer que las personas vivamos mejor y nos

portemos mejor con los demás, cuando los mismos credos, religiones y

sectas esconden ríos de sangre en los corazones de sus individuos y la

historia de las instituciones que representan ?

Esta y tantas otras preguntas similares tienen respuestas simples, y confío

en que a lo largo de la lectura de estas líneas puedas llegar a tus propias

conclusiones.

No deseo pues aburrir al lector con mi propia versión de un manual para

obrar, más que nada por que , - como bien dijo el Rey Salomón , a.k.a.

Eclesiastes – no hay nada nuevo bajo el sol.

La filosofía y la economía siempre han estado unidas, aunque en la

práctica moderna parezca que no. Adam Smith, fundador del Liberalismo

Económico, era profesor de Filosofía Moral, y creía en la economía como

una actividad capaz de generar mayor libertad y, de este modo, mayor

felicidad.

La ética, al igual que la moral, condiciona el resultado de nuestras acciones;

la ética y la moral condicional nuestros posicionamientos y decisiones en

las relaciones empresariales frente al medio ambiente, a nuestros

proveedores, a los empleados e incluso frente a la comunidad empresarial.

Si la empresa adopta una cultura ética en sus formas, estrategias y acciones,


entonces el resultado de su actividad contribuirá a incrementar la

productividad de la empresa y por ende, los beneficios.

Cuando afrontamos una decisión cualquiera del día a día, esta se ve

influenciada por nuestro “manual para obrar” (nuestra moral), y también

por nuestra Ética.

Más adelante hablaremos de la ética, ahora veamos cómo nuestras

decisiones se ven influenciadas por aquello que nuestra sociedad, entorno,

cultura, familia o incluso nuestra religión (a veces inconscientemente) nos

han condicionado a tolerar como “bueno” y “malo”.

Continuamente las decisiones de un empresario se ven condicionadas, por

un lado, por los valores que como individuo le han sido inculcados y por

otro, el objetivo de producir más a un menor coste a cambio de un mayor

beneficio en favor de la empresa. Siendo ese el panorama, muchas de las

decisiones y acciones de las empresas traspasan la línea de lo que es ético o

moralmente bueno para sus empleados, para sus competidores, para los

consumidores y para la sociedad.

La mala aplicación de la ética y la moral en las relaciones humanas y en el

mundo de los negocios hace que el bien y el mal sean relativos, en tanto

que exista un beneficio.

Vamos a jugar con un ejemplo práctico, para observar el control que la

moral tiene sobre nuestras decisiones:

ej : Mustafa, un padre en Yemen permite que su hija de catorce años

contraiga matrimonio con Mohamed, un granjero 35 años mayor que ella;

a tu juicio , la conducta del granjero es ¿ buena o mala ?

Según tu moral y (muy probablemente la mía) , es terroríficamente

condenable la actuación de Mustafa , ¿en qué estaría pensando?

Veamos otro ejemplo:


ej : Juan Asumu es el responsable de la planta embotelladora de coca-cola

en Bata, tiene 69 años y está a punto de jubilarse. En la mañana de ayer el

Señor Asumu recibe un email de la Sede Central de Coca-Cola en Atlanta,

EE.UU, autorizándole a publicar en los medios de comunicación locales el

reclutamiento de su sustituto, atendiendo a un perfil profesional específico,

de acuerdo al curriculum de los postulantes y a una entrevista telefónica

en español y en inglés, con el responsable de recursos humanos de la Sede

Central. Sin embargo, el Sr. Asumu opta por no remitir la información de

una manera transparente, y envía por email a la Sede Central el

curriculum de su Sobrina J.M.A, como única candidata para sustituirle. De

hecho, la joven J.M.A es licenciada en administración y gestión,

recientemente egresada de una universidad europea. ¿La actuación de Juan

Asumu es buena o mala?

Nuestra tradición, cultura, religión e incluso nuestra educación socio

familiar nos ha enseñado a condenar actos como lo relatado respecto a

Mohamed en el ejemplo anterior; para muchas personas, que Aisha se case

a los catorce años es malo, y la edad ya se convierte en referente de

madurez en el individuo. ¿ es esto cierto? ¿ cual es el verdadero sentido del

matrimonio? Si es que lo tiene.

En el primer ejemplo, no puedes fácilmente ignorar que según la tradición,

cultura e incluso civilización de los mencionados Aisa y Mustafa, el hecho

de que se casen es motivo de celebración puesto que tradicionalmente

simboliza más que la mera unión carnal..

El caso de Juan Asumu es igualmente preocupante ya que , - si bien su

pariente cumplía con el perfil requerido para el empleo en cuestión – no se

estaba cumpliendo con los procedimientos marcados por la empresa.

La cultura ética de una empresa debe regirse por los principios

fundamentales de Justicia, Verdad, Respeto, Tolerancia, Libertad,

Responsabilidad,Honestidad, Bienestar Social, Seguridad y Legalidad.

La cultura ética de una empresa debe regirse por estos principios

fundamentales, caso contrario el tiempo demostrará el fracaso de toda

iniciativa que emprenda.


Por lo tanto, la actuación de Juan Asumo en favor de su pariente atenta

contra los principios de Justicia,Verdad,Responsabilidad,Honestidad,el

Bien Social y la Legalidad.

¿Y qué hacer si se trata de mi propia empresa? ¿estoy forzado a contratar

personas de fuera y discriminar a mi propia familia?

En primer lugar, tú eres tú y tu empresa es tu empresa; tu empresa tiene

persona jurídica propia y como persona jurídica tiene ciertas

responsabilidades ante la sociedad, igual que tú. Tú eres parte de tu

empresa.

En la sociedad moderna la mujer ha enmudecido, y su papel se ha limitado

a los roles tradicionales de “niñera, madre, hija, criada, secretaria, y

cómplice para todo”, pero no se la da el papel protagonista en nada.

La moral influye en todos los aspectos de la vida de una persona. Influye a

la hora de elegir y tomar decisiones tan variadas como, por ejemplo, ser

amigo de tal y no de aquel, comer cerdo o ser vegetariano, comprar la

camisa amarilla y no la azul, saltarse un semáforo, comprar los productos

de una marca determinada y no de otra (es decir, nuestra “fidelización” a

ciertas marcas y productos), etc.

La moral es la voz del ángel y el demonio que sabe traducir nuestro

subconsciente para que nuestra conciencia activa nos ayude a decidir

mejor.

Si eres emprendedor, la moral debe ayudarte a tomar las mejores

decisiones con el objetivo de incrementar tu capacidad productiva,

aprovechar de la mejor manera posible las oportunidades que te puedan

surgir y medrar, es decir, transformarte y crecer, colaborando en el

desarrollo de la sociedad y la humanidad. La moral clasifica las opciones

que se nos presentan día a día en “buenas” o “malas”, pero al final, quien

decide eres tú.


Un individuo con buenos y firmes valores éticos y morales es una persona

honesta, y la honestidad, como principio fundamental de la ética

empresarial, es la mejor garantía para un inversor.


Capítulo II.

LO QUE ME

CONVIENE

En el capítulo anterior hemos dicho que la moral se asemeja

a un “ manual para obrar” que nos ayuda a clasificar todo

aquello que experimentamos a lo largo de nuestras vidas

en buenas y malas acciones, (buenas o malas decisiones) y

hemos concluido en el entendimiento de que al final, quien

decide es el individuo: quien decide eres tú.

Cada individuo es libre de optar por lo moralmente bueno o

malo, según le convenga, y lo normal es hacer siempre lo que

más nos conviene.

“Hacer lo que nos conviene” es obrar según nuestra ética.


La Ética es formalmente definida como la rama de la filosofía que se ocupa

del estudio de qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema

moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel

social.

La moral es nuestra “guía para obrar”, mientras que la ética nos indica

como obrar “bien”, es decir, la ética es la filosofía que nos enseña a obrar

según lo que más nos conviene.

Pero, ¿qué es “obrar bien “?

¿Obra bien, Mustafa , nuestro amigo del Yemen , cuando permite que su

hija menor de edad se case con un dinosaurio?

Decisiones, decisiones ...

Voy a revelarte, querido lector, un secreto a voces, uno de tantos que

esconde este juego de la vida: no hay nada bueno ni malo, pues estos son

términos muy subjetivos. La moral puede variar dependiendo de las

distintas culturas, creencias, religiones y pensamientos humanos (políticos,

filosóficos, ideológicos en general) que puedan existir, pero la ética es

universal.

Todas las leyes, normas, dogmas y costumbres que rigen y penalizan

nuestras conductas (y su efecto hacia el resto de la sociedad) se elaboran en

base a la moral social.

Ahora, la pregunta del billón: obrar bien es, ¿hacer lo que sea menos

dañino para nosotros o hacer lo que sea menos dañino para los demás?

Piensa.

¿Existen guerras “buenas”, o leyes “malas”, o torturas “necesarias”?

¿Es posible catalogar como “buena “una muerte violenta? ¿Es posible que

un aborto sea “bueno”?


Si una mujer tras ser violada se queda embarazada y decide abortar , ¿es buena o mala

dicha decisión ?

¿Por qué abiertamente apoyamos guerras en nombre de la libertad ?

Ahora, otra vez la pregunta del billón : obrar bien es, ¿ hacer lo que sea “ menos

dañino “ para nosotros o para los demás ?

La unión hace la fuerza; trabajar en equipo por un objetivo común es un buen arma

para el emprendedor. Esta decisión es una de las más importantes para la empresa y

forma uno de los cuatro pilares del éxito, de los cuales hablaremos en profundidad,

más adelante.

Desde el momento que entramo en asociación con otros emprendedores y empresas la

toma de decisiones se vuelve más compleja, y la necesidad de una cultura ética

empresarial se vuelve más latente. Muchas asociaciones, empresas o proyectos

fracasan porque muy pronto los asociados reconocen incompatibilidad a la hora de

trabajar por motivos muy diversos; entre ellos, la falta de una visión común de lo que

es bueno y lo que es malo para la empresa.

Ejemplo:

El 28 de Febrero del 2014 la empresa Nova Orilla S.A y Vic Asesores G.E S.L firman un

acuerdo join venture para el desarrollo de proyectos en la Isla de Anobón. Nova Orilla

S.A es una multinacional latinoamericana del sector de la inversión internacional.

El primer proyecto que desean implementar es la creación de una fábrica de zumos de

frutas, de marca Palea drinks. Esta fábrica crearía más de 200 puestos de trabajo tanto

en la fase primaria-agrícola como en la fase de producción y distribución a nivel

nacional y regional.

La planta generaría una tonelada de residuos desechables mensualmente derivados de

todo el proceso de producción y ambas empresas presentan serias diferencias respecto

a este punto. Por un lado, la multinacional opina que lo más lógico es aprovechar la

cercanía del mar para desechar la basura en el océano. Sin embargo, el equipo de

Asesores G.E S.L opina que los residuos vegetales pueden comercializarse como abono

natural ; los residuos sólidos, como las envases deberían recogerse a nivel nacional y


regional y ser reciclados, para su re utilización . Claramente, esto requerirá un coste de

inversión similar al de la propia fábrica de zumos de frutas.

Al no llegar a mutuo entendimiento sobre esta cuestión, ambas empresas

deciden poner fin a su relación de asociación el 26 de octubre del mismo

año.

El respeto al medio ambiente es una cuestión moral y de ética empresarial

sobre la cual no todas las empresas opinan igual ni tienen el mismo

respeto a la naturaleza en el ejercicio de su actividad de negocio.

Hacer el bien éticamente es obrar según lo que nos conviene, pero

sobretodo según lo que le conviene a la mayoría, a la sociedad, al bien

común. La naturaleza es el principal bien común y el respeto al medio

ambiente se debe cultivar en la cultura empresarial de toda empresa en

todos los países que conforman la comunidad internacional.

Las diferencias en cuestiones relativas a los trabajadores también tienen su

base moral, quedando vulnerables los derechos de los empleados; hay

empresas que prefieren no hacer contratos a los trabajadores, incluido

aquellos que ya llevan años trabajando en la empresa. Otras empresas

ignoran su obligación de pagar la seguridad social de los trabajadores, y ya

no digamos las obligaciones fisco-tributarias de la empresa hacía con el

Estado.


Capítulo III.

ÉTICA,

¿ CIENCIA o

ARTE?

La ética es formalmente definida como la rama de la filosofía

que se ocupa del estudio de qué es lo moral, cómo se justifica

racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar

posteriormente, tanto a nivel individual como social. Hay

muchas definiciones de lo que es la ética, y aquí propongo

varias de ellas, alguna que otra acompañada del nombre de

su ilustre autor.


P, Barroso. ” Ética es la ciencia filosófico-normativa y teórico-

práctica que estudia los aspectos individuales y sociales de la persona a

temor de la moralidad de los actos humanos, bajo el prisma de la razón

humana, la honestidad, teniendo siempre como fin el bien honesto.

“Ética es la ciencia del comportamiento moral.”

“La Ética es una ciencia que estudia lo bueno y lo malo de la conducta

humana, por lo que se dice que esta ciencia ayuda a concienciar a las

personas de modo que reflexionen cómo ha sido el comportamiento que

han llevado con aquel que lo rodea.”

Para Marx la ética es ideología pura con la única visión de legitimar lo que hay.

Según Marx los seres humanos no necesitan una moral para ver transformado su

mundo, necesitan que se transformen las condiciones de la humanidad en que vive

la mayoría, víctima de la desigualdad y la injusticia.

Para Marx no es la teoría sino la práctica, el cambio de circunstancias reales, lo

que eliminará ciertas ideas de las mentes humanas y así cambiar la moral de las

personas.

Según Karl Marx la moral no será capaz de superar la alienación del hombre, sino

que será precisa la transformación de las estructuras materiales que son realmente

culpables de la enajenación de los seres humanos.

Voy a repetir lo más importante, en mi opinión, de lo expuesto por Marx

referente a la ética y a la moral: ”(…) los seres humanos no necesitan una

moral para ver transformado su mundo; los seres humanos necesitan que se

transformen las condiciones de la humanidad en que vive la mayoría, víctima de la

desigualdad y la injusticia (…)”.

Es interesante que esto lo haya dicho Marx, pues lo que necesitan los seres

humanos para ver transformado su mundo es cambiar el chip social


universal, y volver a nuestras raíces, pues algo estamos haciendo mal.

Debemos cambiar de mentalidad.

Solo cambiando de mentalidad podremos transformar las condiciones de

la humanidad en que vive la mayoría, víctima de la desigualdad y la

injusticia.

Karl Marx, como siempre tan profundo. Es un tópico interesante.

Según Marx, el ser humano no es ni bueno ni malo, ni siquiera según los estándares de

la moral imperante en nuestras sociedades.

Las injusticias del mundo y nuestra interpretación personal e individual de las mismas

nos hacen actuar “ mal” o “bien”, incluidos así mismo por la interpretación social de lo

que es bueno y lo que no lo es tanto, que luego se manifiesta en nuestros actos.

¿Cómo se transforman las condiciones de la humanidad en que vive la mayoría?

¿Cómo podríamos acabar con las desigualdades e injusticias sociales?

Haciendo borrón y cuenta nueva.

Rompiendo nuestro muro de valores morales impuesto por la sociedad y creando una

nueva conciencia colectiva de lo que “es bueno “y lo que “es malo”. Eso solo se

consigue poniendo en práctica el sentido común e interactuar con la sociedad optando

siempre por el bien común sobre el bienestar individual. De hecho, este es el mayor

exponente de una Civilización.

Ahora, muchos filósofos y pensadores, desde Aristóteles hasta Marx y los seguidores

de estos, podrían discrepar, pero como dije antes, todos somos libres de expresar

nuestras ideas y opiniones siempre que estas no atenten contra los derechos y las

libertades de los demás. En este sentido, me creo en la libertad de poder afirmar que la

Ética es un arte y no una ciencia.

La ética es el arte de saber vivir, el arte de vivir bien , ( y para los antiguos griegos) el

areté, o el arte de vivir virtuosamente. Siendo la ética el arte de saber vivir, clara es su


ausencia en las sociedades de hoy: no sabemos vivir, ni sabemos por qué ni para qué

vivimos.

No tenemos tiempo ni de aprender a vivir: no vivimos, simplemente nos limitamos a

consumir un tiempo y un espacio sin conocimiento ni rendimiento positivo, la gran

mayoría. No nos paramos a observar detenidamente el pasado para hallar pistas que

nos permitan decidir y planear mejor el futuro. Tenemos prisa.

Las ciencias se caracterizan por seguir un patrón lógico específico reflejado

en unas fórmulas específicas cuya combinación, dará X o Y resultados,

dependiendo directamente de la buena aplicación que se haga de estas

(fórmulas).

Las artes, sin embargo, tienen ciertos rasgos comunes pues se definen

como forma de habilidad y destreza, acompañados de una metodología

específica para realizar dicha actividad (artística).

La música, la danza, la pintura, el deporte, son habilidades del ser humano

que, aunque todos podamos apreciar, algunas personas muestran más

destreza sobre el dominio de dicha habilidad. Las habilidades artísticas

han jugado un papel importante en la humanización del hombre y su

evolución.

Al arte de saber vivir lo llamaremos El arte de la Virtud. Y aquí tenemos el

segundo título de los dos que tiene este libro.

Quiero volver la mirada a los pensadores clásicos (una vez más, espero no

aburrirte más de lo necesario) para entender mejor lo que es la ética como

arte o todo lo que no es como ciencia:

La ética como arte es la habilidad de saber decidir tratando de no ser

influenciado por ningún valor moral externo, (consciente o

inconscientemente), sobre el uso de tu libertad, para obrar desde tu propio

juicio, en beneficio propio y de la sociedad que te rodea.


El objetivo de la ética, según Sócrates, es “educar al hombre por medio de un

continuo ejercicio en busca del bien que, en sociedad, no puede ser otro que el bien

colectivo, la justicia”.

Ese ejercicio, esa búsqueda del bien colectivo, como ya dijimos, tiene como

nombre, areté, la “excelencia humana”: La Virtud. Más adelante

hablaremos de la virtud, palabra que con los años ha perdido tanto

significado y sentido que en algunos idiomas ya hasta ha cesado de existir.

¿ Qué es, pues, una persona virtuosa?

Recordemos que la ética es un arte y no una ciencia, y que dicho arte de vivir- de vivir

bien-, tiene como objetivo (según Sócrates) “educar al hombre por medio de un

continuo ejercicio en busca del bien que, en sociedad, no puede ser otro que el bien

colectivo, la justicia”. Y que a dicha búsqueda común del bien colectivo, a esta

búsqueda de la justicia, le llamamos virtud. El arte de la virtud.

Y ¿por qué Sócrates daba más importancia al bien colectivo y no al bienestar personal?

Interesante. ¿Aún te acuerdas de la pregunta del billón?


Capítulo IV.

EL JUEGO

DE LA VIDA


Las personas somos animales sociales y como tales, desde muy temprana edad

necesitamos ciertos elementos para alcanzar una vida e integración plena en la

sociedad:

a) La identificación Social:

Ya desde muy temprana edad comenzamos a reconocer e identificarnos

con el medio que nos rodea. Al iniciar interacción con otras personas

rápidamente vamos identificando, reconociendo y aprendiendo

emociones, pensamientos, sensaciones y pautas de conductas que, con

el tiempo , van dando forma a nuestro famoso “manual para obrar”,

nuestra moral. Por ello, desde muy temprano el individuo se va

identificando con los valores y patrones morales de sus padres,

hermanos, abuelos, o incluso de la televisión… adoptando para sí

aquellos que cree que más le convienen. En sociedad, con los

individuos que más nos sentimos identificados en aquello que nuestra

moral entiende como bueno (o malo ) tendemos a entablar ese modelo

de interacción humana que llamamos amistad. Hay muchos niveles y

grados de amistad, pero todos estos se rigen por el mismo patrón ,

siempre según el grado de confianza que se va generando entre los

individuos.

b) Aceptación Social:

El ser humano necesita sentirse aceptado por la sociedad que lo rodea y

con la que se ve identificado. Los facilitadores de dicha aceptación

(amén de las propias aptitudes netas del individuo, talento, carácter …)

son las amistades.

Las personas ante toda actividad o acción social necesitamos la

aprobación de al menos un individuo. La aprobación moral y ética.

Generalmente esa ansia de aprobación social es un fenómeno

inconsciente; sin embargo, cuanto menos dependiente seamos de la

aprobación social más libres seremos.

c) Mostrar utilidad para la productividad y el desarrollo social:

El individuo -para su integración plena en la sociedad-, debe demostrar

ser útil en el desarrollo de la sociedad de la que es miembro. Debe


mostrar aptitudes, potencial , algún talento que le haga “ lo menos

prescindible posible “ para el grupo, sociedad, empresa.

Como animales sociales, las personas necesitamos identificarnos con

nuestra sociedad (con nuestra cultura) , ser aceptados por la misma y ser

útiles para su desarrollo .

Desde la antigüedad, estos tres elementos son comunes en todas las

sociedades humanas y las diferentes culturas seguían fielmente el camino

de cada individuo dentro de la estructura social, desde el nacimiento hasta

la madurez, pasando por el matrimonio y la formación de un hogar propio,

etc. Cada una de estas etapas eran y son de gran relevancia para la

existencia del individuo y se manifestaban con rituales.

Más concretamente en el caso de las culturas africanas, las creencias

religiosas esotéricas representaban el medio por el cual el individuo era

instruido durante todo la vida para que su aportación al bien colectivo sea

de la manera más productiva posible, siempre de acuerdo a las

capacidades innatas de la persona y la búsqueda del bien común.

Hoy en día hablar de “rituales”hace que algunos se lleven las manos a la

cabeza, pero los rituales no son sino costumbres sociales que pasan de

generación en generación cuya finalidad es marcar un antes y un después

en las diferentes etapas del desarrollo de la vida de cada individuo.

Muchas veces los rituales forman parte de las creencias religiosas de las

diferentes culturas, por ejemplo, el bautismo, es un ritual religioso de la

religión cristiana, que enmarca un antes y un después en la vida del

individuo, pues tras ser bautizado, el individuo entra a formar parte de la

comunidad cristiana.

Los ritos de iniciación son una parte natural y necesaria de la comunidad y

tienen una función crítica para el desarrollo del individuo y de su sociedad.

No debemos esperar que el las personas automáticamente se conviertan en

individuos responsables y útiles para la sociedad.

Para el pueblo judío, por ejemplo, el Benei Mitzá es un rito celebrado

desde tiempos ancestrales hasta la actualidad, en el cual celebran el


momento o la edad en el que tanto los hombres como las mujeres han

alcanzado la madurez personal y frente a la comunidad; para los varones,

Bar Mitzvah y para las mujeres Bat Mitzvah ( hijos e hijas de los

mandamientos) .

Aunque muchos de los ritos y costumbres culturales de los pueblos africanos han

desaparecido tras años de opresión, esclavitud, y colonialismo occidental (..) por lo

general las culturas africanas comparten cinco rituales de iniciación.

Estos cinco rituales se consideran fundamentales para el crecimiento y desarrollo

humano del individuo. Estos ritos fueron originalmente establecidos por los antiguos

africanos para unir al individuo con su comunidad y a la comunidad con el mundo

espiritual.

El proceso de iniciación o los ritos de iniciación marcan el comienzo de una nueva fase

en la vida del individuo, a otra fase con más madurez y responsabilidad.

Desde antaño, en las culturas africanas iniciación fundamentalmente tiene que ver con

transformación, y los detalles – características de los rituales varían dependiendo de

cada sociedad, aunque los ritos son un componente importante en las sociedades para

guiar al individuo a entrar en un nuevo capitulo de su desarrollo vital, desde el

nacimiento a la muerte y después de la muerte ( ej. Los diferentes ritos funerarios que

existen en las sociedades humanas).

Los cinco rituales o procesos de iniciación son: nacimiento, madurez, matrimonio,

vejez y ancestral. Un rito es un acto fundamental ( o una combinación de actos

rituales ) que se realizan de acuerdo con normas o costumbres sociales específicas.

Cada uno de estos ritos es un componente esencial para las culturas africanas.

Como sabemos, las culturas africanas no son perfectas, (como no lo es ninguna cultura)

pero estos rituales han dado a las culturas indígenas africanas estabilidad y

longevidad, brindando un modelo de consistencia y unidad inter-generacional. De

esta manera, las culturas africanas han evitado y prevenido heredar los conflictos que

aveces surgen sistemáticamente en las sociedades occidentales contra las mujeres,

niños o los ancianos. Estas costumbres culturales manifestadas mediante rituales en la

vida del individuo por lo general sirven para señalar etapas importantes de la vida del

individuo como son,


1. El Nacimiento: El ritual del nacimiento consiste en dar la bienvenida al individuo a este

mundo y en el cual se da al nuevo individuo un nombre. Antiguamente

se creía que cada individuo venia al mundo con el objetivo de realizar

una misión o proyecto concreto.

2. la Madurez: El rito de la madurez es el segundo mayor rito de iniciación y hoy en

día es el más popular en las culturas africanas. No se trata de un mero

ritual, sino de una serie de ritos sistemáticamente diseñados para guiar

y dirigir al niño-joven (o niña-joven) a través de esa fase tan importante

para sus vidas. Los rituales de la madurez normalmente tienen lugar

cuando el individuo ronda los 12-13 años de edad y se realizan para

asegurar que el individuo sea una persona responsable y productiva

para su sociedad. Recordemos, que los jóvenes no se convierten

automáticamente en miembros productivos de la sociedad; la transición

de niño-joven a adulto es extremadamente difícil en las sociedades

occidentales ( y en las sociedades africanas “occidentalizadas”, como la

nuestra) precisamente por la falta de estos rituales o acciones sociales

que hacen al gloso de la sociedad responsable de guiar y asesorar a

cada individuo .

En las sociedades occidentales (y en muchas sociedades africanas

occidentalizadas) la madurez (el famoso “ser mayor de edad”) es un

estatus que se consigue a los 18 o 21 años de edad, dejando a los niños-

jóvenes literalmente “a su suerte”, y se espera que los jóvenes

mágicamente se transformen en adultos que sirvan positivamente a su

comunidad y a su sociedad.


Al contrario, las sociedades africanas tradicionales sistemáticamente

guían a los muchachos y muchachas mediante los mencionados rituales

de madurez. Durante ese periodo, normalmente se aleja a los jóvenes de

su comunidad y sus familias durante el transcurso de esos rituales, para

enseñarles el significado de ser adulto: eso implica enseñarles sobre los

tabús de la sociedad, instrucciones y responsabilidades sociales que se

espera del individuo, y su misión o función específica para la sociedad.

3. El Matrimonio : Para las culturas africanas tradicionales, el matrimonio no solo significa

la unión entre dos familias sino también la unión de las dos misiones u

objetivos de dos individuos que desean unir sus vidas. Es así que los

rituales matrimoniales ayudan a los cónyuges a consensuar sus

proyectos y objetivos en la vida.

Los matrimonios africanos tradicionales se basan en el interés de crear

una familia duradera y útil para la comunidad, y un individuo no

alcanza la plena madurez hasta que esta casado/ a y con hijos.

4. la Vejez : La vejez es el cuarto ritual y uno de los más importantes para la vida

del individuo en la sociedad y para el mantenimiento de todo el

sistema de rituales culturales puesto que los ancianos representan la

tradición y la sabiduría cultural y social. El estatus de anciano se

considera un alto honor en las culturas africanas tradicionales.

No todas las personas de avanzada edad son considerados ancianos en

el sentido tradicional africano. Por ejemplo : ser de avanzada edad

simplemente significa que la persona tiene más años o ha vivido más

tiempo que la mayoría, pero si el individuo no ha llevado una vida

positiva y productiva para la sociedad entonces la comunidad no le

brinda el respeto y la consideración de anciano, y es considerado

simplemente una persona de avanzada edad.


Los ancianos son personas que sirven de modelo positivo a seguir para

los jóvenes de la sociedad. Se consideran personas virtuosas que han

cumplido con su misión y objetivo en la comunidad.

5. los ancestros : Los ritos o rituales funerarios tienen gran relevancia en las culturas

antiguas y tienen que ver con el paso del mundo material al mundo

espiritual. Recordemos que maravillas como las Pirámides Egipcias, los

monumentos prehistóricos de Stonehenge o los Guerreros de Terrakota

en Xian, China ( por citar solo unos pocos) son ejemplos de tumbas

antiguas que han sobrevivido al paso de los años, siglos, y en muchos

casos, milenios. Son ejemplos de tumbas erigidas en culturas que- como

en la cultura tradicional africana – entendían que hay una diferencia

entre una persona mayor que fallece y que la comunidad le reconoce

simplemente como un familiar o conocido que ha fallecido; y una

persona mayor cuya vida se ha caracterizado por la excelencia de sus

valores morales y éticos, y que ha servido productivamente a su

comunidad o sociedad. Por ello, se considera que la vida de estos

ancianos debería ser imitada o emulada por los jóvenes y las futuras

generaciones, y mediante los ritos funerarios se les da el estatus de

ancestros.

Como podemos observar, la moral y la ética marcan nuestras pautas de

conducta a lo largo de nuestra vida y nos ayudan a moldear la

personalidad de tal forma que nuestros actos y comportamientos deben

siempre estar encaminados a servir positivamente a la comunidad, a la

sociedad, para que nuestra vida sirva de ejemplo a las futuras

generaciones. ¿Por qué es tan importante ser una persona excelente?

¿Por qué es tan importante contribuir positivamente a la sociedad? ¿Por

qué desde la antigüedad se ha considerado relevante para las

comunidades y culturas el establecimiento de rituales y pautas para

guiar al individuo por este juego de la vida?.


Capítulo V.

EL ARTE DE LA

VIRTUD: LA

EXCELENCIA

La virtud es la capacidad de vivir tomando buenas decisiones,

sea para el bienestar personal como para el bien colectivo, an-

teponiendo siempre el bien colectivo; ese es el recorrido para

convertirse en una persona justa, una persona virtuosa: una

persona excelente tanto en el pensamiento como en el obrar.


¿Es posible vivir intentando que todas nuestras malas decisiones sean por

una buena razón?

La pregunta es tan incómoda como la respuesta: SI, aunque los resultados

no sean siempre favorables para el individuo en cuestión.

No es imposible basar nuestra relación social en actuar valorando lo que

nos conviene a nosotros como individuos y colaborando positivamente en

todo aquello que más beneficia a la comunidad. El beneficio colectivo debe

ser la motivación de cualquier decisión que tomamos y de cualquier acción

que realizamos. Es cuestión de práctica, y las artes se perfeccionan

mediante ejercicio, repetición y mucha decisión.

Recuerda que la virtud consiste en poner en práctica los principios morales

del arte de saber vivir bien.

Pienso que los individuos cuyos principios éticos y morales están

encaminados en colaborar positivamente en beneficio del bien común

deben destacar por su excelencia, por ser excelentes en sus pensamientos y

acciones, sirviendo de modelo al resto de la sociedad, y ostentando la

responsabilidad de velar por la buena administración de los bienes,

objetivos e iniciativas comunes.

Estos individuos deben ser el motor de la actividad económica y

empresarial del país y su gestión: los emprendedores.

Eso no quiere decir que dichos individuos sean perfectos, o super-hombres.

Más bien son personas que pese al paso del tiempo no han dejado de tener

los pies bien puestos sobre el suelo y han aprendido el arte de vivir

intentando cometer menos errores y a trabajar en beneficio de la

comunidad. Y para el ser humano – independientemente de la edad – la

mejor manera de ser excelente y virtuoso tanto en el pensamiento como en

la acción, es habiendo cometido muchos errores y habiendo igualmente

aprendido de los mismos, evitando no volver a cometerlos y haciendo uso


de la sabiduría que nos proporciona tanto la experiencia como el saber

hacer para poder decidir mejor.

La Virtud es una palabra olvidada y enterrada junto a lenguas muertas como el latín o

el griego. Triste. Las grandes civilizaciones a lo largo de la historia han dejado el

control de sus sociedades y la responsabilidad de su gestión a personas que no sólo

tuvieran unos conocimientos científicos, políticos, filosóficos e incluso artísticos

sobresalientes y que contasen así mismo con una personalidad virtuosa e intachable.

Por desgracia, en la sociedad de hoy nos hemos alejado mucho de la apreciación del

nivel moral y ético en el aspecto relativo a la formación y la educación que, como

sociedad, le damos al individuo. Y en consecuencia, los individuos cuyos roles deben

inculcar en nosotros esos valores de humanidad, honestidad, moral y ética en muchos

casos (padres, amigos, profesores, jefes) no son siempre el mejor ejemplo.

Esa depreciación del nivel moral y ético del individuo ha dado como resultado una

sociedad centrada en el valor de lo material. Al parecer el transcurso de los días hace

que olvidemos que todo lo material es tan pasajero como nuestro paso por esta vida .

Es por ello que nuestras acciones y comportamiento condicionarán que nuestro

recuerdo en los demás sea positivo o negativo en base al beneficio que nuestros actos

hayan contribuido al bienestar común de la sociedad, lo cual repercutirá así mismo,

positiva o negativamente en nuestros hijos, y demás descendencia.

En definitiva, como individuos, tenemos la obligación de cultivar una actitud positiva

en nuestras acciones y que éstas contribuyan positivamente a la sociedad en la que

vivimos, por el bien de nuestros hijos.

Es importante que cada individuo aprenda de sus propios errores y de los errores de

los demás para contribuir en beneficio de todos.

No pretendo adoctrinar ni condenar un problema social excluyéndome del mismo,

pues entiendo que un problema social es precisamente un problema de todos.

Los jóvenes, sobre todo aquellos que ostentan responsabilidades en empresas y cómo

no, en el Gobierno, debemos ser conscientes del efecto de nuestras acciones para el

bien común y para beneficio de la sociedad que hoy ayudamos a construir y que

mañana nos tocará dirigir, presidir y formar.


Como ya dije antes, la mejor manera de ser excelente y virtuoso tanto en el

pensamiento como en la acción, es habiendo cometido muchos errores y

habiendo igualmente aprendido de los mismo ya que, la virtud no es sino

el arte de saber vivir; y como ya dijo Sócrates, esto se consigue educando al

hombre por medio de un continuo ejercicio en busca del bien que, en

sociedad, no puede ser otro que el bien colectivo, la justicia. la excelencia

es la virtud que diferencia al sabio del necio.


Capítulo VI.

LA ÉTICA EN

EL MUNDO

DE LOS

NEGOCIOS (…)

Y en eso, uno se ve envuelto en el mundo de los nego-

cios, al principio por necesidad, y poco a poco se va

adquiriendo la experiencia necesaria para convertirse

en profesional. No es un escenario fácil sobre todo te-

niendo en cuenta el actual clima económico global, ca-

racterizado por pocas mejoras en lo que tiene que ver

con las diferencias económicas y de desarrollo entre el

hemisferio norte y sur; el mal estado de las economías

de muchos países azotados por la crisis económica

internacional, la cual fue consecuencia directa de la

adopción de políticas económicas en muchos países

en contra de los intereses de los ciudadanos y a bene-

ficio de los bancos y grandes multinacionales interna -

cionales.


Aveces las acciones, estrategias, políticas de muchos gobiernos pueden ser

moralmente cuestionables. Y aveces, algunas de esas decisiones afectan

directamente a la salud del desarrollo de la actividad de hacer negocios en

un país determinado y en los mercados internacionales, en general.

También hay países en los que se ha heredado una forma de trabajar más

primitiva, menos regularizada y reglamentada, con menos control, lo cual

provoca una especie de estatus de “salvaje oeste” en el cual el control de

los mercados en los que se centra la actividad económica están bajo las

garras de un pequeño grupo, impidiendo el ejercicio de una verdadera

economía de mercado.

La ética, la facultad de decidir lo que mejor nos conviene a nosotros para el

bien común juega un papel importante en el desarrollo de la actividad

empresarial o de negocios. Sobre todo, teniendo en cuenta que el sector

empresarial es un sector muy competitivo, muy centrado en el desarrollo

del potencial de la empresa para desempeñar mejor su función en un

sector determinado de la economía de un país.

Debido a la alta competitividad y a las características de la actividad y del

negocio, las empresas (y sus directivos) se ven obligados a tomar

decisiones éticas y/o moralmente cuestionables, desde el punto de vista de

una persona física. Pero la empresa es persona jurídica, - y como la

persona física – existe, vive (esta activa) y al igual que la persona física,

toma decisiones; y sus decisiones tienen consecuencias que afectan a más

de un individuo. Toda decisión de una empresa afecta directamente a más

de un individuo. Mientras que hay decisiones que podemos tomar las

personas físicas cuyas consecuencias solo nos afectan de manera

individual.

Muchas de las acciones y decisiones diarias de las empresas y del mundo de

los negocios chocan de alguna manera con el muro de valores morales de las

personas físicas, y son cuestionables. Por ejemplo, muchas start ups y

empresas chinas en general prefieren contratar únicamente a jóvenes recién

salidos de las universidades, con contratos temporales, y después de pocos

meses o incluso un año, prescinden los contratos y vuelven a reclutar nuevo


personal de entre los finalistas en la universidad. ¿Qué opinas de esta forma

de actuar de las empresas chinas? ¿Crees que es moralmente buena esta

actuación?

Por un lado, desde el punto de vista de una persona física, la actuación de las

empresas en el ejemplo anterior es poco ético, teniendo en cuenta que no se valora los

derechos de estos jóvenes empleados, no se les forma ni se les contrata con

perspectivas de apoyarle en el desarrollo de sus capacidades técnicas, profesionales y

financieras.

Por otro lado, y desde el punto de vista de la persona jurídica, es decir, la empresa,

hemos de entender que para una empresa siempre es económicamente más rentable

contratar a personal inexperimentado, teniendo la oportunidad de formarle en aquello

que la empresa considere que requiera formación adicional para el buen desarrollo de

su función en la empresa. O no.

La persona jurídica no cree en un dios, no tiene pautas morales que condicionan su

comportamiento. Y en vez de “los diez mandamientos” la persona jurídica “vive” bajo

un marco jurídico y legal limitado principalmente en asegurar el pago de sus

impuestos y contribuciones al estado a cambio de la prestación de su actividad en el

país; no hay leyes, por ejemplo, que obligan a las empresas a crear empleo en base

porcentual al incremento o decaimiento de sus beneficios; ni siquiera las regulaciones

que pretenden proteger el medio ambiente son lo suficientemente prácticas para

resultar en efectos significativos a favor de la naturaleza, su conservación y desarrollo.

En definitiva, la persona física está sometida de muchas maneras a las consecuencias

negativas de las acciones que pueden resultar positivas para la persona jurídica, la

empresa.

Puede parecer que el mundo de los negocios es un mundo que no es compatible con

los valores morales y éticos propiamente dichos, de la persona física, sencillamente

porque los objetivos de la persona jurídica son muy distintos a los objetivos de la

persona física. Para la persona jurídica, lo importante es el incremento de la

productividad al menor coste para generar mayores beneficios para la empresa. En

muchos casos y como ya hemos mencionado antes, ese menor coste de producción al

que se aspira suele traducirse en la reducción del personal o bien en la utilización de

innovaciones tecnológicas para incrementar la eficiencia en la producción y reducir la

labor humana propiamente dicha.


Sin embargo, hay ciertas cuestiones como los privilegios de ciertas

empresas, la corrupción, los sobornos, los productos en mal estado , la

contaminación del planeta, la pobreza, la competencia desleal , la

fragilidad del empleado ante el empleador (…) que en su conjunto

desembocan en comportamientos que pueden considerarse inmorales y en

muchos casos hasta escandalosos. El sector empresarial ha perdido

credibilidad a nivel general y cada vez más las sociedades están exigiendo

comportamientos éticos a las personas jurídicas.

Por todo lo antes mencionado a simple vista puede parecer que el mundo

de los negocios, el mundo de las personas jurídicas, es hostil a la persona

física y a sus intereses, pero nada lejos de la realidad. El mundo de las

personas jurídicas existe precisamente para aportar un sentido de orden y

justicia en lo relativo a la actividad de prestación de bienes y servicios, la

cual afecta directamente al ejercicio de la actividad laboral y productiva de

la persona física, y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas

en el plano material.

Dicho esto, vamos a adentrarnos a esta corriente que surgió con mucha

fuerza en torno a los años setenta del siglo XX y que los americanos

denominaron Ética de los Negocios (business ethics) y que luego, en

Europa y el resto del mundo prefirieron llamar ética de la empresa,

siempre entendiendo la empresa como una unidad jurídica formada por

personas físicas para llevar a cabo la tarea de producir bienes y servicios

para la sociedad a cambio de la obtención de beneficios.


Capítulo VII.

LA ÉTICA, EL

INDIVIDUO Y

LA EMPRESA

El individuo como impulsor de la acción y la activi-

dad social es un ser complejo. Tan complejo que sus

valores éticos y morales le condicionan a la hora de

dar sus primeros pasos como actor económico, desde

la fase inicial, la idea y el plan de negocios, hasta la

adopción de una estrategia de negocios y la gestión

empresarial.


En el plano de la empresa, podemos identificar al individuo desde varias

vertientes: al individuo, como gestor, al individuo, como empleado, al

individuo, como consumidor o cliente, al individuo, como socio o

proveedor, y al individuo, como competidor.

Como directivo o gestor de la empresa, el individuo es responsable del

establecimiento de una cultura de ética empresarial en el seno de la

empresa. Sus valores se reflejarán en el trato de la empresa con otras

sociedades, con sus empleados y hacía con sus clientes.

El emprendedor gestor de una sociedad debe fomentar el trabajo en

equipo dentro de la empresa, actuando con justicia en la interpretación de

los estatutos que rigen la sociedad en el marco del cumplimiento de la

actividad de la empresa.

En el contexto de los clientes, el individuo debe velar por el respeto de los

derechos del consumidor.

Hacía con los trabajadores el individuo administrador o encargado de la

gestión tiene como función respetar los derechos de sus subordinados y las

libertades de los mismos en el buen ejercicio de sus tareas cotidianas.

Como empleado, el individuo tiene como responsabilidad realizar sus

labores con actitud positiva hacia el producto resultante o el servicio a

prestar.

El trabajador ha de mantener una relación de compañerismo y respeto con

los compañeros o colaboradores, siempre fomentando una cultura de ética

empresarial práctica en la empresa. El trabajador debe mantener una

relación cercana y profesional con el cliente, inspirando confianza; la

confianza es decisiva para la fidelización del cliente con nuestro producto,

marca o servicio.

Desde el ámbito del consumidor, el perfil es muy complejo debido a la

diversidad del contexto del mercado, la internacionalización y la

globalización. En el actual clima de negocios global, lo importante es


vender, no importa quién lo compre. En este sentido el consumidor se ve

inmerso en el mundo del marketing en el cual distribuidores de productos

y servicios de todos los sectores posibles compiten para obtener beneficios

económicos del consumo del cliente.

En el marco de la cooperación entre empresas o socios, para la prestación de un

servicio o producto común, (o para alcanzar un mutuo objetivo) la actitud del

individuo tiene que basarse en la honestidad, el respeto, y el espíritu de colaboración.

La ética empresarial de la empresa tiene como objetivo en este caso crear una relación

de compañerismo y colaboración entre la empresa y sus colaboradores, socios.

Los mercados cada vez son más competitivos en el ámbito de una economía de libre

mercado y las empresas tienen que adoptar estrategias más y más complejas para

llegar al consumidor y conseguir su fidelización, su consumo, su confianza. Por ello es

primordial que la empresa desarrolle su actividad siempre desde el saber hacer,

innovando ante las adversidades y propiciando un ambiente de trabajo productivo

para los empleados. Se debe respetar a la competencia y adoptar estrategias de

marketing que no atenten contra los derechos y los productos de otras empresas de la

competencia.

El individuo es el protagonista de la empresa, como responsable y como consumidor.

La historia del individuo y sus experiencias condicionan su papel como empleado,

directivo o cliente en el marco empresarial.

Es por ello que se dan ciertas actitudes en algunas empresas que atentan contra los

principios éticos sociales, como la discriminación a la mujer, el uso de sustancias

dañinas para el consumidor, como parte del proceso de obtención, elaboración o

distribución de su producto… por poner ciertos ejemplos. El maltrato a los animales,

la contaminación medio ambiental y la omisión de información a los clientes también

son habituales en muchas empresas hoy en día, todo ello, por la falta de una cultura de

ética empresarial en esas empresas.

La ética empresarial es la que erradicará de nuestra cultura colectiva actitudes como la

del antes mencionado Juan Asumu, que prefirió desobedecer las instrucciones de su

empresa y limitar la oportunidad de acceso a ese puesto de trabajo únicamente a su

sobrina, en vez de hacer justicia social. Hacer justicia social es posibilitar la


oportunidad de acceso a un puesto de trabajo a todos los postulantes de una manera

justa y transparente.

Adoptando una cultura ética empresarial nacional fomentaremos el

espíritu emprendedor en el país, creando así un sector económico nacional

diferente, eficiente e independiente.


Capítulo VIII.

LA EXCELENCIA

COMO

ESENCIA DEL

EMPRENDEDOR

Y al final, quien decide eres tú. Si tu toma de decisiones

se fundamenta en obrar siempre haciendo lo que más te

conviene a ti y a tu grupo ( tu sociedad, la mayoría) entonces

como individuo serás excelente ; como emprendedor sabrás

decidir mejor para el buen desarrollo de la actividad de

la empresa y el desarrollo de todo su potencial en pro de

alcanzar los objetivos a corto, mediano, y largo plazo.


Ser emprendedor no es sinónimo de ser joven. Un emprendedor es aquel

individuo que decide convertirse en operador económico, formal o

informal. Tanto el jubilado que decide abrir su propio negocio para

aprovechar su tiempo libre y ganar más ingresos, como el joven

profesional que solo tiene la idea de crear un negocio son ambos

emprendedores. El éxito de los proyectos de ambos dependerá de la toma

de las decisiones más acertadas.

Hoy por hoy vivimos en una Guinea Ecuatorial de emprendedores. La

nueva realidad económica del país desde el inicio de la producción

petrolera ha ido despertando las diferentes iniciativas de negocio en el país.

El sector del comercio y la importación se ha convertido rápidamente en la

principal actividad económica de los operadores económicos formales e

informales, a diferentes escalas. Del mismo modo, el sector agrícola se ha

visto impulsado en un intento de frenar la dependencia de las

importaciones de los productos vegetales, frutas, verduras y hortalizas, del

vecino Camerún. En este sentido los objetivos del Gobierno se han

apoyado en la capacitación y formación de los agricultores y el desarrollo

de pequeñas iniciativas de apoyo a micro empresarios del sector agrícola.

Otro sector que ha surgido fuertemente en la actividad económica del

sector económico nacional es el sector de la construcción y la prestación de

servicios derivados del sector de la construcción, como por ejemplo la

prestación de servicios profesionales de sub contratación en el proceso de

construcción de inmuebles como los servicios de pintado, amueblado,

servicios de fontanería, etc. Estas pequeñas oportunidades de negocio en el

sector de la construcción han coincidido con la primera fase del plan

nacional de desarrollo económico horizonte 2020 , que comprende del 2007

al 2012. Paralelamente, desde el Ministerio de Minas, Industrias y Energía

el Gobierno ha implementado políticas contundentes para la promoción de

políticas del contenido nacional, como el artículo 127 que condiciona todo

el sector empresarial nacional; y más recientemente, el reglamento sobre el

contenido nacional recientemente aprobado por el mencionado Ministerio,

a mediados del año 2014. Estas políticas son medidas que incrementan la

participación de las empresas guineanas en el desarrollo del sector

petrolero nacional; así mismo, estas políticas establecen el marco ideal para


la formación y el reclutamiento de la mano de obra local y un clima que

propicie una exitosa transferencia de tecnología. Todo ello ha propiciado la

proliferación de un pequeño sector nacional especializado en la prestación

de pequeños servicios en la industria petrolera nacional.

La segunda fase del plan nacional de desarrollo Horizonte 2020 comprende los años

2013 al 2018, y es denominada fase de diversificación. Esta fase consiste en una

apuesta total del Gobierno en la búsqueda de nuevas fuentes de crecimiento

económico y frenar la dependencia del sector energético. La fase tiene lugar en un

periodo muy particular de la historia económica del país, caracterizada por el golpe

del descenso del precio de nuestro principal producto de exportación, el crudo.

La fase de diversificación es la confirmación de la apuesta del Gobierno en la

promoción del sector empresarial, con la ejecución de reformas contundentes en forma

de proyectos como el fondo de garantía parcial para la financiación de las pymes, el

censo nacional de empresas y la ventanilla única empresarial, por citar algunos. Los

emprendedores nacionales han respondido positivamente asumiendo su papel a

través del incremento de las asociaciones entre empresas o empresarios nacionales y

empresas extranjeras (join ventures) para el desarrollo de proyectos de inversión en el

país, la creación de agrupaciones como la asociación nacional de pequeñas y medianas

empresas (apymege) y las agrupaciones sectoriales, con la finalidad de fortalecer el

tejido empresarial nacional mediante la unificación de criterios y la colaboración.

Los emprendedores nacionales reclaman más financiación para poder implementar

iniciativas de apoyo a la creación de puestos de trabajo y a la diversificación de la

actividad económica. Por otro lado, el inversor se ve igualmente deseoso de participar

en el crecimiento y desarrollo de la República de Guinea Ecuatorial y, como ya dijimos

anteriormente, un individúo con buenos y firmes valores éticos y morales es una

persona honesta, y la honestidad, como principio fundamental de la ética empresarial,

es la mejor garantía para el inversor.

La honestidad es el principio de la ética empresarial que debe inspirar la acción y la

motivación del emprendedor. Y la liberalización económica del continente es el

objetivo del único camino de viabilidad, subsistencia, crecimiento y transformación

posible para África.


Somos pues todos testigos de una historia aun por contar pero que dará mucho que

hablar en los años futuros; seguro pues estoy de que se hablará bien y con admiración

de la tenacidad del pueblo africano y de los emprendedores de la nación africana que,

sabiendo asumir su legado histórico, estará siempre a la altura de los retos venideros.

Esta es pues mi visión de un clima empresarial diferente, con un tejido operativo más

responsable hacía con los trabajadores, los clientes, los competidores, y – en definitiva-

con uno mismo, como individuo social implementador de la justicia social en el

desarrollo de su actividad empresarial.

No se trata de crear una sociedad empresarial perfecta, sino más bien de construir una

Guinea diferente; UNA GUINEA MEJOR.


Capítulo IX.

TU DESTINO:

EL ÉXITO

Las consecuencias de una buena o mala decisión

siempre son esenciales para definir el fracaso o el

éxito de un negocio o proyecto. El éxito es el objetivo

de todo emprendedor a la hora de decidir emprender.

Consiste, en desarrollar una formula diferente de

negocio sobre un sector o producto; a la adopción de

esta fórmula diferente de hacer las cosas le llamamos

innovación.

Es por ello que el éxito debe ser siempre tu objetivo;

y la innovación, la Clave.


En mi opinión, el éxito no es más que el estado mental que define nuestro

nivel de satisfacción ante los resultados de un proyecto, negocio o

cualquier iniciativa que decidamos emprender. Es por ello que EXITO no

es sinónimo de ingentes beneficios económicos o materiales, de hecho, los

beneficios materiales muchas veces no determinan si una idea, proyecto o

negocio ha cumplido con todos sus objetivos.

Es precisamente el éxito lo que diferencia a los triunfadores de aquellos

que no saben perder; porque para triunfar, querido lector, primero hay

que perder muchas partidas y conseguir así aprender. Solo aprendiendo

nos hacemos conscientes de que ganar, triunfar, es lo que define a todos

aquellos individuos que han aprendido a perder, convirtiéndose en

ganadores.

Y así es como el pájaro rompe el cascarón.

la ClaVE DEl ÉXItO En un clima de negocios caracterizados por un ambiente de

competencia feroz, la innovación es la llave del éxito en cualquier

proyecto empresarial.

Los emprendedores deben adoptar estrategias diferentes para abrirse

paso en mercados en los que el consumidor o cliente tiene cada vez

más opciones a elegir. Es por ello que el emprendedor debe ofrecer

más que la competencia, con mejor calidad y buenas políticas de

atención al cliente. Del mismo modo, un buen emprendedor tiende a

idear medidas que aseguren el respeto y mantenimiento del medio

ambiente y salvaguardar los derechos de otras formas de vida vegetal

y animal en el planeta.

En muchos casos, la clave que diferencia al empresario del

emprendedor y visionario es la honestidad. No en vano la honestidad

es uno de los principios fundamentales de la ética empresarial, como

también lo son la justicia, la verdad, la tolerancia, la libertad, la

responsabilidad, el bien social, la seguridad y la lealtad.


lOS CuatRO PIlaRES DEl ÉXItO

la IDEa El primer pilar para garantizar y alcanzar el éxito de un proyecto empresarial

en su recorrido para convertirse en negocio es la idea. La idea es la respuesta a

la pregunta ¿ Qué hacer? En muchos casos, una buena idea responde a la

forma particular que tiene el emprendedor de dar respuesta a una necesidad o

carencia generalizada de un mercado ya existente o a surgir tras el lanzamiento

del producto o servicio fruto del proyecto de negocios.

El SOCIO Todos necesitamos ayuda y nadie alcanza el éxito trabajando solo. El trabajo en

equipo es clave para desarrollar la cooperación, la colaboración, el

compañerismo y el flujo e intercambio de ideas productivas. Las asociaciones

tienden a trabajar en campos diferentes por un objetivo común y en pro de la

lealtad y la confianza.

El MÉtODO Se pueden adoptar diferentes estrategias de negocio para planificar las fases de

desarrollo de nuestro proyecto y el éxito del negocio. En el mundo globalizado

de hoy, una estrategia muy común entre las PYMES es la internacionalización,

la cual , desde la óptica de la empresa , consiste en ofrecer o contratar servicios

necesarios para el desarrollo de nuestro negocio en colaboración o asociación

con empresas que se encuentren en mercados geográficamente distintos al

nuestro. El método es la estrategia que va a definir el curso del plan de acción

de la empresa.


IMPLEMENTACIÓN

El último pilar es la implementación o desarrollo. En ese momento nuestro

proyecto esta listo para dar los primeros pasos y convertirse en negocio que

aporte beneficios productivos y financieros para tu empresa. Hemos de ser

conscientes de que los beneficios económicos inmediatos no definen el éxito; el

éxito se materializa mediante la implementación de un modelo de negocios

que asegure beneficios duraderos a mediano y largo plazo.

La buena práctica de la ética empresarial sumada al desarrollo de una

idea diferente posibilita un negocio de éxito, basado en el ejercicio de la

toma de buenas decisiones.

El futuro puede parecer incierto y el clima empresarial hostil; las dudas

tienden a impedirte tener una visión global del panorama. Los

obstáculos en el camino deben servir para acumular experiencia y

perfeccionar el Método. Entonces, solo entonces, tu idea se convertirá

en negocio y dejarás de ser un soñador, convirtiéndote en un exitoso

emprendedor.

Javier Clemente Engonga

26 de marzo, 2015


EPÍLOGO

Quiero agradecer tu paciencia en el transcurso de la lectura de estos dos

temas que en fondo y forma me apasionan: la filosofía y los negocios.

Espero que a ti también. Por lo general no me gustan los cierres ni las

despedidas, así que, haciendo honor a la costumbre, voy a dar por

terminada esta breve intervención, prometiendo escribir más, más

adelante.


SOBRE EL AUTOR

DON Javier Clemente Engonga AVOMO es un joven visionario,

filósofo, matemático lógico, escritor y emprendedor Africano, nacido

en Malabo (Guinea Ecuatorial) el 26 de marzo de 1984.

Como autor, Don Clemente es un autor con un genio manifiesto en

sus extensos trabajos que incluyen ensayos e investigaciones

como Realidad Relativa , El Juego de la Vida o El Arte de la

Virtud: La Excelencia (Un manual de Ética Empresarial) e

investigaciones matemáticas (Algoritmo de los Patrones de

Programación de los Códigos del Lenguaje Informático y la

Decodificación del Error del Lenguaje de Programación Informática o Teoría de la Re-

programación Infinita) .

En tanto que servidor público, ha ostentado las responsabilidades de Director General del

Contenido Nacional en la Industria Petrolera e Inspector General del Contenido Nacional

en el Ministerio de Minas, Industria y Energía (2010-2013), Director General de Promoción

Empresarial e Inversiones Privadas (2013- abril 2015), y Director General de Comercio

(junio 2015) para el Ministerio de Comercio y Promoción Empresarial de la República de

Guinea Ecuatorial y Director General de Comercio Interior (2016) .

Tiene el Título de Master en Negocios Internacionales (IEP) y los estudios de Licenciatura

en Economía y Comercio Internacional (Xiangtan University 湖南湘潭大学, Hunan, China) .

EL JUEGO DE LA VIDA O EL ARTE DE LA VIRTUD: LA EXCELENCIA

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el juego de la vida o el arte de la virtud: la excelencia

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