el hombre que amo a una faioli

8/18/2019 El Hombre Que Amo a Una Faioli

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El Hombre Que Amo A Una FaiolEl Hombre Que Amo A Una Faiol

Roger Zelazny

Ésta es la historia de John Auden y la faioli, que nadie conoce mejor que yo.

Escúchenla...Sucedió una noche, cuando él estaba paseando pues no hab!a moti"os para no

pasear# por sus sitios fa"oritos de todo el mundo, cuando "io a la faioli, cerca del $a%ónde la &uerte, sentada sobre una roca, mientras que sus alas de lu' re"oloteaban,re"oloteaban, re"oloteaban hasta des"anecerse, apareciendo entonces sentada all! unamuchacha humana, "estida completamente de blanco y llorando, con lar(as tren'asne(ras enrolladas a la cintura.

Se apro)imó a ella ante la ce(adora lu' que desped!a el moribundo sol, cuando losojos humanos no pod!an distin(uir distancias ni calcular perspecti"as adecuadamentepero los suyos s!#, y apoyando su mano derecha en el hombro de ella y la dijo unaspalabras de salutación y consuelo.

*ue, sin embar(o, como si él no e)istiera. $ontinuó su llanto, re(ando de plata susmejillas de color de nie"e o de hueso. Sus ojos almendrados miraban en la distancia,como si pudieran "er a tra"és de él, y sus lar(as u%as se cla"aban en la carne de suspalmas, de las que no brotaba san(re.

Entonces él creyó lo que se dec!a de las faiolies+ que sólo pueden "er a los seres"i"ientes y no a los muertos, y que estn sacadas de las mujeres ms adorables de todoel uni"erso. Al estar muerto, John Auden, refle)ionaba sobre las consecuencias derecobrar la "ida nue"amente, por al(ún tiempo.

Era sabido que la faioli acud!a al hombre un mes antes de su muerte a aquellos raroshombres que aún mor!an# para "i"ir con él durante el mes final de su e)istencia,

proporcionndole todos los placeres que puede conocer un ser humano, de forma tal queel d!a en que la muerte en"!a su beso, lle"ndose la "ida que queda dentro de su cuerpoel hombre le acepta... -no, le busca, con deseo y (alanter!a. /orqué es tal el poder de lafaioli entre todas las criaturas, que no hay nada ms deseado después de conocerla.


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John Auden consideró su "ida y su muerte, las condiciones del mundo en que estaba lanaturale'a de su ser"idumbre, su maldición, y la faioli que era la criatura ms adorableque hab!a "isto en todos sus cuatrocientos mil d!as de e)istencia#, y se palpó el lu(ar queten!a debajo de la a)ila i'quierda, que acti"aba el mecanismo necesario para hacerle "i"ir de nue"o.

0a criatura se sobresaltó al recibir su contacto porque, de repente, el roce de él era de

carne, y de carne clida y femenina era lo que ella ofrec!a, ahora que las sensaciones dela "ida hab!an retornado a él. Sab!a que su contacto se hab!a con"ertido nue"amente enel contacto de un hombre.

1 2ola, 3por qué lloras4 1 dijo él, y la "o' de la faioli fue como las brisas ol"idadassoplando sobre los ol"idados rboles, con su roc!o, sus aromas y colores que e"ocaba sumemoria.

1 35e dónde "ienes, hombre4 6o estabas aqu! hace un momento.1 5el $a%ón de la &uerte 1 respondió él.1 5eja que te toque el rostro.Él se dejó y ella lo tocó.1 Es e)tra%o que no ad"irtiera tu lle(ada.

1 Este es un mundo e)tra%o 1 repuso él.1 Es cierto 1 dijo ella 1. 7ú eres el único ser "i"iente que lo habita.1 3$ómo te llamas4 1 pre(untó él.1 0lmame Synthia 1 respondió ella.8 as! la llamó.1 &i nombre es John 1 le dijo 19 John Auden.1 2e "enido para estar conti(o, para darte re(ocijo y placeres 1 a%adió ella, y entonces

supo él que el ritual hab!a comen'ado.1 3/or qué estabas llorando cuando te encontré4 1 pre(untó.1 /orque cre! que no hab!a nadie en este mundo y porque estaba cansada de mi lar(o

"iaje 1 contestó ella 1. 3:i"es cerca de aqu!41 6o muy lejos 1 a%adió él 1. 6o del todo lejos.1 3&e lle"ars all!4 3Al lu(ar donde "i"es48 ella se al'ó y le fue si(uiendo hasta el $a%ón de la &uerte, donde él ten!a su

morada.$ontinuaron descendiendo y descendiendo interminablemente, y todo lo que les

rodeaba eran despojos de (entes que antes hab!an "i"ido. Ella, sin embar(o, no parec!a"er tales cosas, pues manten!a los ojos cla"ados en el rostro de John y la mano asida asu bra'o.

1 3/or qué llamas a este lu(ar el $a%ón de la &uerte4 1 le pre(untó ella.1 /orque todo lo que nos rodea son muertos 1 repuso él.

1 8o no "eo nada.1 0o sé.$ru'aron el :alle de las $ala"eras, donde millones de muertos de muchas ra'as y

mundos yac!an apilados unos sobre otros, pero ella tampoco los "io. 8 a pesar deencontrarse en el cementerio de todos los mundos, no se apercib!a de ello. 2ab!aencontrado a su custodio, a su cuidador, aunque no sab!a quién era este hombre que setambaleaba a su lado como un beodo.

John Auden la lle"ó hasta su casa. 6o era realmente el lu(ar donde "i"ió, pero lo ser!aen lo sucesi"o. Acti"ó los "iejos circuitos del edificio que hab!a dentro de la monta%a. Enrespuesta la lu' apareció de las paredes, una lu' que antes no hab!a necesitado, peroque ahora iba a necesitar.

0a puerta se cerró tras ellos y la temperatura adquirió un calor normal. El aire purocomen'ó a circular. Él lo aspiró hasta llenar su pecho, a(radeciendo las anti(uas yol"idadas sensaciones. El cora'ón, ese ór(ano rojo y caliente que le recordaba el dolor y


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los placeres, empe'ó a latir fuerte con el nue"o aire. /or primera "e' en los si(los,preparaba una comida e iba a buscar una botella de "ino a las profundas y herméticasalacenas. 3$untos otros ms pudieron haber hecho lo que él4

6adie, tal "e'.Ella cenó con él, ju(ueteando con los alimentos, catando un poquito de cada cosa,

comiendo muy poco. Él, por su parte, se atiborró hasta la saciedad, y los dos bebieron

"ino y fueron dichosos.1 Este lu(ar es muy e)tra%o 1 dijo ella 1. 3;ué es lo que te impulsa, John Auden4 7ú noeres como los dems hombres que "i"en y mueren. 7ú te tomas la "ida casi i(ual que unafaioli. 7ratas de sacar de ella cuanto puedes y te conduces a un ritmo que denota unsentido del tiempo ajeno al hombre. 3;uién eres4

1 Soy uno que conoce que los d!as del hombre estn contados 1 respondió él 1 y queans!a apro"echarlos antes de que se le acaben.

1 Eres e)tra%o 1 dijo Synthia.1 &s que nada en el mundo 1 respondió él.5esayunaron y aquel d!a estu"ieron caminando por el :alle de las $ala"eras. Él no

pod!a distin(uir distancias ni obtener perspecti"as adecuadas, y ella no "e!a nada de lo

que hab!a sido "ida y ahora era desolación. 8 mientras estaban sentados sobre una rocaplana, con el bra'o sobre los hombros de ella, se%aló hacia el cohete que acababa de"enir del lejano espacio y ella miraba de tra"és ante las (esticulaciones de John.


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2ab!a perdido, y lo sab!a. $omo los d!as se hab!an des"anecido ante él, se encontrabadebilitado. Apenas era capa' de estampar su firma sobre los recibos que le hab!a tra!do elrobot, tambalendose hasta lle(ar a él, espachurrando costillas y aplastando crneos a suterrible paso. /or un momento en"idió al robot. 5esapasionado, entre(ado totalmente asu deber. Antes de despedirlo le pre(untó+

1 3;ué hubieras hecho tú si te hallaras en posesión de una cosa deseada que te

proporcionara todo lo que puedes ansiar en este mundo41 7ratar!a... de quedarme con ella 1 respondió el robot, oscilando las luces rojas de sucúpula antes de irse tambaleando sobre el @ran $ementerio.

1 S! 1 dijo John Auden 1, pero eso no puede ser.Synthia no le comprendió, y en aquel tri(ésimo primer d!a "ol"ieron al lu(ar donde

hab!a "i"ido durante un mes, y él sintió que le estaba in"adiendo el terror indescriptible dela muerte.

Ella fue ms e)quisita que nunca, pero él tem!a este encuentro final.1 7e amo 1 dijo por último, pues era una palabra que no la hab!a dicho antes, y ella le

besó.1 0o sé 1 le dijo ella 1, John Auden, dime una cosa. 3;ué es lo que te esclarece de los

dems4 3/or qué sabes de las cosas ajenas a la "ida ms de lo que el hombre mortaldebe saber4 3$ómo fue posible que lle(aras hasta m! aquella primera noche sin yoapercibirme de ello4

1 /orque mi ser est ya muerto 1 le dijo 1. 36o te das cuenta de ello cuando me miras alos ojos4

1 6o lo comprendo 1 respondió ella.1 ésame y ol"!dalo 1 dijo él 1. Es mejor as!./ero ella sent!a curiosidad y le pre(untó+1 3$ómo consi(ues entonces (uardar el equilibrio entre la "ida y lo que no es "ida, eso

que mantiene consciente a tu ser muerto41 /orque e)isten unos controles dentro de este cuerpo que, des(raciadamente, ocupo.

Si tocas debajo de mi a)ila i'quierda, mis pulmones cesarn de respirar y mi cora'óndejar de latir. Ello pondr!a en funcionamiento un sistema electromecnico aqu! instaladoin"isible para ti, lo sé# semejante al que lle"an mis robots. En esto consiste mi "idaestando muerto. 8o mismo lo ped! porque tem!a el ol"ido. 8o mismo me ofrec! "oluntariocomo sepulturero del uni"erso, porque aqu! no hay nadie que pueda "erme y se horroricede mi aspecto cada"érico. /or eso soy quien soy. ésame y acaba.

/ero habiendo tomado la forma de mujer, o tal "e' siéndolo, la faioli llamada Synthiasintió curiosidad y dijo+

1 3En este sitio48 le tocó debajo de la a)ila i'quierda.

2echo esto, él se des"aneció de la "ista y con ello, también, supo una "e' ms la fr!aló(ica e)istente fuera de las emociones. A causa de ello, también, no tu"o necesidad detocarse el punto cr!tico.

En "e' de ello, él se quedó contemplando cómo ella le buscaba por el lu(ar que anteshab!a estado "i"o.

0a faioli escrutó los lu(ares ms recónditos y al "er que no pod!a encontrar a nin(únhombre "i"iente sollo'ó horriblemente, una "e' ms, como hiciera aquella noche en queél la encontró.

0ue(o, sus alas comen'aron a re"olotear débilmente, una y otra "e', recobrando suanterior e)istencia. Su rostro se disol"ió y su cuerpo se fue fundiendo lentamente. &starde, la torre de chispas que hab!a junto a él se fue disipando, y pasada la insensata

noche en que le fue posible distin(uir distancias y calcular perspecti"as nue"amente, élempe'ó a buscarla.


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8 ésta es la historia de John Auden, el único hombre que pudo amar a una faioli y lo(ró"i"ir si as! se le puede llamar# para contarlo. 6adie conoce la historia mejor que yo.

Jams ha podido encontrar un remedio. 8 yo sé que John Auden pasea por el $a%ónde la &uerte, meditando sobre los esqueletos y, a "eces, se para junto a la roca donde laencontró, busca al(o ju(oso que ya no est all! y desea hallar una e)plicación.

Es que es as!, y la moral puede que consista en que la "ida y qui's también el amor#

sea ms fuerte que su continente, pero nunca ms fuerte que su contenido. &as essolamente la faioli quien podr!a ase(urarlo, y ésta ya no "ol"er.

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