el hombre mediocre (2)

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SEMINARIO MAYO LOS SAGRADOS CORAZONES FILOSOFIA LATINOAMERICANA ANALISIS DEL HOMBRE MEDIOCRE – JOSÉ INGENIEROS PRESENTADO POR EDISON ESTEBAN DE JOY MONTILLA INTRODUCCION. Lo que se muestra a continuación es un análisis filosófico del libro “el hombre mediocre” escrito por José Ingenieros. Se exponen a continuación los problemas que se plantean en el libro, una visión antropológica, social, económica y política del hombre latinoamericano dentro de la visión del autor. Además, se propone una solución ética y educativa que saldrán al paso de la concepción mediocre de la sociedad actual. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El hombre carente de moral ideal y baja educación intelectual vive en la rutina, hipocresía y servilismo, dentro de una sociedad mediocrática que ha negado la virtudes y se ha sometido a un sistema simple que se ve impotente, vanidoso y mutilado de todo alto ideal. VISIONES ANTROPOLÓGICA: El hombre se presenta bajo dos perspectivas que definen su ser y su actuar. La una es la contraria de la otra, pero no existe impedimento para pasar de la una a la otra puesto que su diferencia radica en la moral y la educación intelectual. Así se tiene al hombre mediocre y al idealista.

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Page 1: El Hombre Mediocre (2)

SEMINARIO MAYO LOS SAGRADOS CORAZONESFILOSOFIA LATINOAMERICANA ANALISIS DEL HOMBRE MEDIOCRE – JOSÉ INGENIEROSPRESENTADO POR EDISON ESTEBAN DE JOY MONTILLA

INTRODUCCION.

Lo que se muestra a continuación es un análisis filosófico del libro “el hombre mediocre” escrito por José Ingenieros. Se exponen a continuación los problemas que se plantean en el libro, una visión antropológica, social, económica y política del hombre latinoamericano dentro de la visión del autor. Además, se propone una solución ética y educativa que saldrán al paso de la concepción mediocre de la sociedad actual.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El hombre carente de moral ideal y baja educación intelectual vive en la rutina, hipocresía y servilismo, dentro de una sociedad mediocrática que ha negado la virtudes y se ha sometido a un sistema simple que se ve impotente, vanidoso y mutilado de todo alto ideal.

VISIONES

ANTROPOLÓGICA:

El hombre se presenta bajo dos perspectivas que definen su ser y su actuar. La una es la contraria de la otra, pero no existe impedimento para pasar de la una a la otra puesto que su diferencia radica en la moral y la educación intelectual. Así se tiene al hombre mediocre y al idealista.

El hombre mediocre incapaz de ideales no evoluciona, vive del dogmatismo que le ha sido impuesto, y ausente de características personales que lo distingan se ve definido en relación a la sociedad y su función dentro de ella. Se presenta inepto para ejercitar las más altas cualidades del ingenio y se conforma siendo el justo medio.

Rutinario por la renuncia a pensar, el hombre mediocre es intolerante a los ideales intelectuales, defiende lo acrónico y absurdo de la sombra que es en sí. Hipócrita, amedrentado por no mostrar su lacra moral, es indigno de toda verdad y la mentira

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es su instrumento prodigioso para pasar desapercibido. Su honestidad pudorosa sirviente de la sociedad lo hace renunciar a toda virtud de cambio.

Domesticado por la plebedad y la ignorancia le facilita la lucha por la vida, pero su actitud no genera cambio solo costumbre. Su vanidad lo hace compararse con los que lo rodean y su envidia lo lleva a defender las sombras a las que se ha acomodado, siendo torcida trabaja la mentira y naciente del sentimiento de inferioridad esta desea lo que otros tienen.

Por último, el hombre mediocre es también producto de la vejez, que lo lleva a una regresión sistemática de la intelectualidad, no adquiere nuevas aptitudes, solo se dedica a perfeccionar las que ha obtenido y denuncia las ideas obsesivas propias de la juventud con posibilidad de ideales.

Por otro lado, el hombre idealista producto del gesto del espíritu hacia la perfección evoluciona por la experiencia que le otorgan la vida social y la imaginación que despoja lo malo de la sociedad y la purifica a su estado más bueno. Sus ideales son creencias y no se catalogan como verdaderas o falsas. Su dignidad estimula su perfección, su ser cualitativo le permite distinguir lo malo que observa de lo bueno que imagina.

Su alta moral y su educación intelectual le permiten distinguirse del mediocre. La bondad es representativa de la moral de todo pequeño virtuoso cuya predica enseña siempre a evitar la cobardía. Así, genio por la excelencia moral y su conducta dirigida a sus ideales y guiado por su ser actúa en función del medio para transformarlo.

Es tos hombres excepcionales anticipan su visión a la de todos, la concretan en un ideal y la expresan de tal manera que perdura en los siglos sirviendo como base para la creación de nuevos ideales para otros.

SOCIEDAD:

Su visión es sombría y de poca esperanza, debido a que el mediocre la conforma como una gran masa imposible de caracterizar por inferioridades o excelencias. Sus habitantes en gran mayoría son imitativos y se han adaptado para vivir en rebaño. Se custodia celosamente en ella la armazón de hábitos y autorregulaciones, prejuicios y dogmas acumulados durante siglos. Los mediocres permiten su estabilidad transmitiendo generacionalmente ideales del pasado vacíos de toda cultura fruto de la curiosidad.

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La mediocracia es el clima exquisito de la sociedad en la que se niegan todas las virtudes propias del idealista. Se fomenta el vicio de siervos y todo el que piensa con cabeza propia se aparta del pantano donde prosperan los envilecidos. Su ser imitativo se basa en arquetipos que fuera de ser ejemplo de heroicidad son simples llenos de impotencia del cambio, con favoritismo y vanidad de éxito.

Aun así, dentro de cada sociedad existe el idealista que observando la realidad proyecta su sueño para hacer evolucionar una gran masa incapaz de hacerlo por sí misma.

POLÍTICA:

La sociedad se ve regida por el estado, que no es más que un equilibrio político donde las masas mediocres siguen a los charlatanes gobernantes, mientras que estos prestan oídos a los quitamotas.