El hada de los pájaros

¿De dónde venimos los pájaros? pregunta un pequeño gorrión a un alto abeto. Pero ¿no lo sabes? eres un pájaro, no, no puedo recordar, todo lo que sé es que tenía la necesidad de volar, volar sin parar.

¿De dónde vienen los pájaros? preguntó el alto abeto al viento, ellos vienen de las nubes, al menos, creo que sí.

¿De dónde vienen los pájaros preguntó el viento a las nubes? ellos vienen de las montañas, al menos, creemos que sí.

Después, el viento comenzó un largo viaje hacía las altas montañas, allí él preguntó ¿de dónde vienen los pájaros? todo lo que sé es que los pájaros no pueden recordarlo y que ellos no vienen de los árboles, de las nubes ni de mi.

¡Ah! suspiraron las montañas, los pájaros vienen de muy muy lejos, de otro mundo que sólo existe en la mente de la preciosa hada Liana, ¡por favor, contadme montañas la leyenda de este hada! así que las montañas comenzaron su historia.

Esto ocurrió hace mucho tiempo, cuando el tiempo todavía no existía, lejos, en un templo secreto de viejos dioses ahora olvidados, hubo un rey llamado Omir, se sentía profundamente solo, el ansiaba una hija, una pequeña princesa que heredaría el reino.

Una noche, el rey no pudo resistir más y fue al templo a pedir un milagro, a cambio, el daría todo lo que había tenido si simplemente los dioses le concedían a su pequeña.

Aquella noche los viejos dioses tuvieron una reunión, ellos sabían que el rey era un hombre bueno y honesto, y decidieron concederle su deseo, así que los dioses viajaron entre las estrellas y detrás de la luna y volvieron con una pequeña niña de sonrisa cristalina y ojos azules, el rey la llamó Liana.

La pequeña fue el sol de palacio, ella era protegida por todos los dioses y bendecida por todas las constelaciones, por largos años hizo feliz a su padre, pero un día, sucedió que el rey Omir estaba paseando despreocupadamente sin mirar a donde le llevaban sus pies y cayó, cayó dentro de la nada.

Cuando los dioses se dieron cuenta no le dejaron morir, le transformaron en grandes océanos, verdes campos, densos bosques, calurosos desiertos, islas solitarias, grandes tierras de hielo, selvas exuberantes, las montañas más altas y los cielos más azules.

Cuando la princesa Liana escuchó lo sucedido suplicó a los dioses que regresaran a su padre a palacio, pero los dioses no pudieron hacer tal cosa, porque el rey había caído en la nada y no podían traerle de vuelta sin que corriera peligro.

Entonces la princesa volvió a palacio, y pensando que era un hada muy talentosa tenía que hacer algo para contactar con su padre, así Liana, el hada,

comenzó a imaginar toda clase de bonitas y delicadas criaturas que viajaron para cantar a su padre, como ella sólo sabía hacerlo.

La princesa de las hadas solo tenía que crear en su mente preciosos colores y figuras elegantes, y de su mente y sus ojos vendrían estas adorables criaturas, ella les puso nombre a todas, había gorriones, alondras,pinzones,palomas,gaviotas,cisnes,grullas, canarios, jilgeros,pelicanos,quetzales,tucanes,

faisanes, águilas, un ave fénix y cientos, quizá miles o más, y cuando regresaron de la mente de Liana al mundo real, ella pensó canciones para complacer a su padre.

¡Volad lejos! dijo la princesa, hacía abajo, de vuelta a la tierra, por todas partes, no dejéis un lugar sin surcar, acariciad el aire, los cielos, el agua y la tierra por todos lados, decidle a mi padre, el rey Omir, que su hija siempre piensa en él, que el batir de vuestras alas son mis caricias en su cara, volad, volad lejos de mi, cerca de él, y él será vuestra casa y parte de mí , debéis permanecer siempre a su lado.

Así es como los pájaros nacieron mi querido viento, dijeron las montañas, soy la tierra, una vez fui el rey Omir, y ahora soy la casa de los dulces pensamientos de mi pequeña Liana, el hada, el hada de todos los pájaros, el hada que no se ha olvidado de mí, ahora que conoces la historia mi querido viento, me gustaría pedirte un favor, lo que tú ordenes mi señor, vuela lejos, muy lejos, donde solo tú puedes llegar, conviértete en un fugaz pájaro, un pájaro de intrépidos gustos y ve a palacio, a través

del templo olvidado y dale a mi pequeña un beso en su mejilla, y dile que su padre, la tierra, siempre la recordará entre las estrellas y si en tu camino de vuelta encuentras un pájaro, por favor, dile como fue creado,

Desde aquel día el viento escolta a los pájaros en su largo viaje, cantándoles la leyenda de su maestro, Liana, el hada, y como ellos son alados mensajeros de un amor tan puro y real que ni las arenas del tiempo pueden enterrar.