el grito
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EL GRITO ( 1893 )
Edvard Munch fue un pintor y grabador noruego perteneciente a la corriente expresionista*. Sus primeras obras nos reflejan su angustiosa vida marcada desde la niñez. Su infancia fue muy difícil. Perdió a su madre cuando él tenía 5 años, su hermana sufría de un trastorno bipolar y fue internada. Ella murió cuando el artista tenía 15 años. Su padre fue un hombre muy dominador que a sus 5 hijos los obsesionaba con sus ideas religiosas. De aquí nació su personalidad un poco conflictiva y a veces desequilibrada que alguna vez hizo que él mismo se internara en un hospital mental. Pero al mismo tiempo él lo consideraba que este trastorno era la base de su genio.
Sus obras trataban sobre las angustias y temas existenciales. Esos sentimientos y tragedias humanas se resumieron en una serie que llamó “El friso de la vida”. En esta serie podemos ver tres temas principales: el amor, la angustia y la muerte.
¿Qué significaban para el artista el amor, la angustia y la muerte?
Amor: aquí Munch hace referencia al primer amor de su vida, Millie Thaulow. Una mujer casada a la que llamaba “señora Heiberg”. El no poder tenerla y desearla constantemente hizo que realizara unas obras donde nos muestra sus escenas vividas.
Angustia: estas son las escenas que reflejan la verdadera identidad de Munch. Su angustiosa niñez y sus días a lado de su madre moribunda.
Muerte: aquí vemos escenas que le recuerdan la muerte de su madre y su hermana. La muerte la representa a través de una simple despedida entre dos amantes, o una despedida de un ser querido que está a punto de dejar este mundo. Pero esa misma muerte también está reflejada en una ausencia que a muchos paraliza y que inevitablemente nos provoca un grito desgarrador.
¿De dónde vino la inspiración para EL GRITO?
Existe un diario escrito por Munch en 1892 donde nos detalla su inspiración para este cuadro….
“Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.”
Se dice que ese lugar era un mirador donde se inspiraban muchos artistas viendo el paisaje de Kristiania, Oslo, desde la colina de Ekeberg. Aquí existía un camino que estaba a las afueras de la ciudad. Un lugar de numerosos suicidios donde incluso uno de sus amigos actores se quitó la vida. También se podía observar un manicomio, el lugar donde su hermana Laura fue internada y unos mataderos en el alcantarillado.
¿Cómo se originó el cuadro de El Grito?
De aquel sentimiento que experimentó el autor en aquel mirador parece que quedo inmortalizado en un cuadro llamado La Desesperación, dicha obra fue la primera versión del El Grito:
La segunda obra, con el mismo nombre, se trataba de
una composición bastante sencilla similar a la anterior,
pero con colores diferentes. Una escena más sombría,
la figura menos contemplativa y más desesperada, a
diferencia de la anterior, el rostro esta de frente.
Al final, en su última versión la figura va
evolucionando hacia un ser deforme y grotesco, casi
cadavérico, que se lleva las manos hacia el rostro
mientras parece emitir el angustioso grito que le da
nombre al famoso cuadro, “El Grito”.
¿Cuántas versiones existen de este cuadro?
Les puedo decir que de este cuadro se han realizado unas 105 versiones pero son solo
4 las versiones que realizó Munch. La versión más famosa se encuentra en la Galería
Nacional de Noruega. Aquí el artista solo tenía 29 años cuando realizó esta obra que le
tomó 3 años en acabarla. Otras dos versiones del cuadro se encuentran en el Museo
Munch en Oslo y la cuarta versión pertenece a una colección particular.
Desde 1893 -1910, estas versiones fueron hechas desde crayón hasta pasteles y
témpera.
Se dice que la fuente de inspiración para esta estilizada figura humana tuvo su origen en
una momia peruana que Munch observó en una exposición universal en París.
¿Qué quiere expresar en este cuadro el artista?
Munch después de haber pasado esa tarde tan misteriosa, quería pintar la cara oscura
de un grito. Un grito que no solo debía expresarse con palabras ó ser escuchado en su
entorno. El deseaba expresar una figura sin voz. Para él, el grito venía de todo lo que le
rodeaba.
En su esmero por plasmar ese grito que atravesaba la naturaleza y que el autor pudo
percibir, parecía que las circunstancias fueron perfectas para que Munch se motivara en
crear una obra de arte. Aquel melancólico atardecer, y todos sus problemas suscitados a
lo largo de su vida daban vueltas en su mente y lo atormentaban de tal manera que todo
contribuía a aquel grito mudo encerrado en el lienzo. Un hombre educado por un padre
severo y rígido que, siendo niño, vio morir a su madre y a una hermana de tuberculosis.
En la década de 1890, a Laura, su hermana favorita, le diagnosticaron un trastorno bipolar
y fue internada en un psiquiátrico.
¿Cómo está pintado el cuadro?
Esta obra tiene colores muy cálidos al fondo y una luz semioscura. Aquí observamos los
colores rojos y azules que son muy conocidos en los paisajes intensos de Noruega en
ciertas épocas del año.
Su figura principal es una persona pero que no se le puede determinar el sexo. Una
figura que se retuerce entre las curvas del paisaje. Se observan lineas y composición
simplificadas. Esta figura está gritando, con una expresión de desesperación.
En el fondo, casi fuera de escena, se aprecian dos figuras con sombrero que no se
pueden distinguir con claridad. El cielo parece fluido y arremolinado, igual que el resto del
fondo.
Los robos
Esto es lo que se dice de los robos de las dos versiones:
El 12 de Febrero de 1994, El grito de la Galería Nacional de Oslo fue robado en pleno
día por una banda de ladrones (en principio se pensó en un grupo anti-abortista activo en
Noruega) que se permitieron dejar esta nota: Gracias por la falta de seguridad. Tres
meses después los ladrones se dirigieron al gobierno noruego solicitando, por la entrega
del cuadro, un millón de dólares estadounidenses. El gobierno rechazó la oferta y poco
después, -el 7 de mayo- el cuadro fue recuperado en una acción conjunta efectuada por
la policía noruega en colaboración con Scotland Yard y el museo Getty.
El 22 de Agosto de 2004, la versión expuesta en el Museo Munch fue robada a mano
armada por tres hombres enmascarados, junto con la Madonna del mismo autor. El
museo esperó una petición de rescate pero ésta nunca llegó. Además se ofreció una
recompensa de 97 millones de euros. Según el periódico sueco Svenska Dagbladet, el
cuadro habría sido quemado a fin de eliminar pruebas. Los dos cuadros fueron
recuperados el 31 de Agosto de 2006 por la policía noruega, dos años después de su
robo, y en relativo buen estado. Sin embargo, el 20 de diciembre del mismo año se reveló
que los expertos del Museo Munch llegaron a la conclusión de que el daño hecho a El
Grito era irreparable. El deterioro, debido a la humedad en la zona baja de la pintura,
causó una decoloración que impide que el cuadro pueda ser completamente restaurado
a su perfección original.
Sabías que….
Detrás del cuadro de 1893 se encuentra dibujado un primer intento de esta obra realizada
por el mismo artista. Sin acabar y con los colores más importantes ya marcados se puede
observar cómo empezó delineando la escena. Aunque estaba un poco más ancha y la
figura principal estaba más al centro de la composición.
En el cuadro se pueden observar algunos cambios hechos a la obra ya terminada como
lo son un grafito realizado entre las fuertes pinceladas del cielo donde decía “Este cuadro
solo lo ha podido pintarlo un loco“. No se sabe si lo escribió el mismo artista o algún
aficionado a la pintura contrariado por la obra.
Además se ve una rajadura a un lado del cuadro y un intento de hacerle un marco con la
misma pintura. Parece que Munch se arrepintió y lo repintó. También se ven manchas de
cera en la esquina inferior derecha de la obra.
La versión #2 hecha en pasteles sobre cartón fue subastada el 2 de mayo del 2012 por
119,9 millones de dólares, en la casa Sotheby’s de Nueva York, convirtiéndose así en la
obra más cara vendida en una subasta. Esta es la versión más colorida y vibrante de las
cuatro versiones, la única versión original cuyo marco fue pintado a mano por el artista
para incluir su poema donde detalla la inspiración de su obra. Además es la única versión
donde una de las dos figuras en el fondo se vuelve a mirar hacia el exterior del paisaje
urbano.
El Expresionismo
El expresionismo fue una corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos
y las emociones del autor, más que la representación de la realidad objetiva. Es decir
anteponía esos sentimientos a las propias formas. Lo importante en este movimiento es
la forma y el sentimiento del autor.
Para ello los pintores expresionistas utilizan los colores fuertes y puros. Distorsiona las
formas retorciéndolas y pintados rostros desfigurados y tristes, tratando de buscar con
las líneas, el transmitir el ritmo de esos sentimientos.
Los cuadros expresionistas se caracterizan por su expresividad y fuerza psicológica a
través de sus composiciones agresivas.