El gorila mancoSalvador Solo

© Grupo anaya, S. a., Madrid, 2009Proyecto realizado por: ana Pinarwww.anayainfantilyjuvenil.com

Proyecto de lectura

E S P A C I O A B I E R T OE S P A C I O A B I E R T O

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El gorila mancoSalvador Solo

ARGUMENTO

J oan, un JovEn de catorce años, lleva un año desaparecido. ¿Fue secuestrado?, ¿sus captores le mataron?, ¿fue llevado al extranjero? Su madre, Samanta, no olvida, esa clase de heridas no se cierra nunca. Tampoco olvida el narrador de la historia, un amigo de Samanta; en el instituto estuvo enamorado de ella, más tar-de sus caminos divergieron: ella se quedó embarazada con diecisiete años, pero logró salir adelante, consiguió su sueño de ser veterinaria y se marchó con su niño ha trabajar al acuario de una ciudad levan-tina. años después, cuando acaba de casarse, su hijo es raptado.

El narrador, que pasó esos años en Madrid trabajando en la carpintería familiar tras la temprana muerte de su padre, se siente responsable, ya que pasó con Joan los días previos a la desapari-ción, cuando lo acompañaba a la boda de Samanta.

Meses después regresa a la ciudad levantina, donde fue visto por última vez el muchacho: se propone resolver el misterio. Las pistas le conducen al hotel de su amigo artemio, donde Joan y él pasaron una noche en los días previos al secuestro. ¿Es ese hotel una tapadera de oscuros negocios? ¿Qué relación tiene artemio con los «bajos fondos» de la ciudad costera?

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El narrador se introducirá en esos círculos: drogadictos, ven-dedores de artículos robados, tráfico de inmigrantes, comercio con animales salvajes... Tristeza y desesperación. Pero también espe-ranza: la que le transmiten Morales y Corina, trabajadores de un dispensario médico que atiende a los que viven en el patio trasero del sistema; la fuerza de la mirada de nasita, una periodista que con su cámara fotografía la realidad que la sociedad, la policía, los políticos, no quieren ver.

al final las causas de la desaparición se esclarecen: los tur-bios negocios de artemio se entrelazan con el pasado de Samanta, de su hermana Gabriela, del narrador. Y a Joan le saben vivo y en el extranjero, pero sigue desaparecido. ¿volverá a verlo Samanta?

COMENTARIO

S aLvador SoLo, SEudóniMo del escritor bien revela-dor de sus intenciones, pone ante el lector el lado más duro de nuestra sociedad, ese lado que asoma en el telediario, en las calles nocturnas de cualquier ciudad, en cualquier desheredado de la fortuna que duerme en un banco junto al que pasamos y al que preferimos no ver.

El autor recoge la herencia de la novela negra: el escenario urbano, la rapidez de los acontecimientos que se suceden en una trama que se complica y que fuerza al lector a volver la página con igual premura, la complejidad argumental que, como ocurre con la vida misma, no llega a desenredarse del todo y que fuerza a seguir pensando cuando se acaba el libro.

Y como suele ocurrir en el género negro, el pasado y el pre-sente se entrelazan, pretéritas traiciones forman parte de las des-gracias presentes, siguen pesando, nadie es del todo inocente, cada personaje tiene sus sombras.

El narrador de este relato criminal está en la treintena, pero continuamente recuerda sus años de adolescencia en los que forjó sus amistades y sus lealtades con el resto de los personajes. Su rela-ción con Joan le hace repensar esa etapa de la vida estableciéndose un interesante contrapunto, como dice el mismo: «Éramos invul-nerables, pero el paso del tiempo nos produciría esguinces en los tobillos. Éramos dioses y acabaríamos convertidos en mezquinos mortales con zapatos, cruzando semáforos». (Pág. 27).

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no hay que dejar margen al olvido: solo así se va aprendien-do quiénes somos, solo recordando se lucha contra la injusticia.

PERSONAJES

«¿Quién fue el primer canalla que propagó el cultivo de las rosas sin olor?». (Pág. 44). Esta pregunta que se hace El NARRAdOR define bien sus sentimientos hacia el mundo en el que vivimos, lleno de hermosos espejismos faltos de toda sustancia. Ese narrador tiene poco más de treinta años, le gustan las motos, pero ya no corre, ha trabajado en la carpintería familiar durante muchos años, pero sigue bregando con sus estudios universitarios; aunque la vida le ha ido desengañando, él no ha perdido la esperanza. Es por ello que se enfrenta a los fantasmas del pasado y a las infamias del presente con valentía. Sabe tener los ojos abiertos y escuchar solidariamente. Será su tesón el que haga posible que se desvele parte del misterio y ponga en claro más de un asunto muy, muy turbio.

Samanta

Compañera de instituto del narrador, tuvo el coraje de tener un hijo en la adolescencia, y sin perder sus propias ilusiones, cumplió su sueño de ser veterinaria. La vida de nuevo la golpea, arrebatán-dole a su hijo. Pero ella mantiene la fe y la memoria. Es la mujer de la que siempre ha estado enamorado el narrador.

Joan

El hijo adolescente de Samanta, desapareció, solo su recuerdo ha-bita las páginas de esta novela, pero esa presencia rememorada da sentido a la lucha de Samanta y del narrador. El joven Joan, escondía su fragilidad tras su pendiente de acero, el pelo erizado y la mirada desafiante, como tantos adolescentes. Pero era valiente como su madre, tras su desaparición estuvo su denuncia de un ne-gocio de tráfico de animales. ¿volverá a reunirse con Samanta?... un año es tanto tiempo en la vida de un adolescente...

Nasita

Joven fotógrafa amiga del narrador, es ella quien le pone en la pista del comercio ilícito de animales. El narrador la describe así:

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«[…] menuda y tenaz, impulsada por el coraje de los que van por la vida tirando del prójimo». (Pág. 31).

Artemio

El otro eslabón de la cadena que une la desaparición de Joan con el pasado de Samanta y del narrador. artemio se relaciona con los dueños de los garitos de las peores zonas de la ciudad, conoce a los poseedores de las cuentas corrientes más saneadas de los ba-jos fondos. Pequeño, aunque atlético, es un personaje de mirada turbia que oculta las claves de lo que está pasando en esta ciudad costera que podría ser la nuestra. Su relación con Gabriela, la her-mana de Samanta, aclarará parte de la trama.

Y no cerraremos este apartado sin mencionar a CORINA y MO-RAlES, los esforzados trabajadores del dispensario médico; a RAUlITO el drogadicto y dIMITRI el inmigrante sin papeles que se gana la vida tocando el acordeón; a dANIEl, un niño atrapado en la ilegalidad de los negocios de los adultos y, sobre todo, a un GORIlA MANCO que mira con inmensa tristeza desde su jaula en el sótano donde esconden los animales sacados de sus entornos para satisfacer otra más de las vanidades de los ricos.

VAlORES

S aLvador SoLo PrETEndE hacernos pensar en todas las miserias entre las que pasamos cotidianamente sin hacer nada. ¿Qué cada uno solo no puede salvar el mundo? no importa hay que intentarlo. Es verdad que incluso esa misión tie-ne sus trampas, el narrador se lo dice a nasita: ¿haría una foto al inmigrante que se ahoga en vez de tirarle un salvavidas? Pero esa foto hace saber al mundo lo que pasa...

El narrador, aparentemente duro y decepcionado mira a la gente con ojos compasivos, en el verdadero sentido de esa palabra, con simpatía, sufriendo con el que sufre, respetándole y si puede ayudándole.

Para enfrentarse al mal hace falta valor, para ver y para de-nunciar hace falta inteligencia, pero es preciso que esa inteligencia vaya acompañada de candor. Ese candor suele estar presente en la adolescencia, aunque disimulado tras palabras y miradas ariscas.

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de cómo no perderlo también habla esta novela que reflexiona sobre el crecimiento, sobre la relación entre el adolescente que se fue y el adulto que se es.

al final, el sentido de la vida, el modo de intentar seguir sien-do feliz a pesar de tanto mal, quizá resida en lo pequeño. Por de-cirlo con palabras de Salvador Solo: «Porque no solo lo esencial, sino también la canción y el silencio, los árboles y los roedores le cumplen la vida». (Pág. 115).

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actividades

a continuación, se ofrecen unas actividades de animación para realizar antes de leer el libro, y así suscitar el interés por su lectura, y después de leer-lo, para recrear los distintos aspectos de su conte-nido y fomentar la creatividad de los lectores.

ANTES dE lA lECTURA

El imposible olvido

«Los expertos coinciden en afirmar que a una persona desapareci-da se la espera siempre». (Pág. 9).

Esta es la primera frase de la novela que se va a leer. Conversare-mos sobre ello:

— ¿Conocen casos de personas desaparecidas?

— ¿Cómo se sentirán sus familiares y amigos?

— Los desaparecidos, ¿lo serán por voluntad propia?, ¿habrán sido secuestrados?, ¿por qué motivos?

— ¿Han visto carteles denunciando la desaparición de alguien en su entorno?

— ¿Han escuchado noticias en la televisión o la radio?

normalmente no llegamos a conocer la resolución de esos casos, ¿cuál creen que es el final más corriente?

El gorila manco

Pediremos que se fijen en la cubierta, en el texto de la contrapor-tada y en el título del libro. ¿Qué creen que simboliza ese gorila manco del título? ¿Qué relación podrá tener con la desaparición a la que se alude en la primera frase?

Propondremos que escriban relatos de un par de páginas que se inicien con las mismas palabras que abren la novela y que incluyan

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al gorila manco del título. Sugeriremos que tengan en cuenta las reflexiones suscitadas en la actividad anterior.

El escenario del crimen

Se leerá el primer capítulo del libro. En él se describe un hotel rural que va a tener importancia en la resolución de la misterio-sa desaparición de Joan. Propondremos que imaginen que están buscando localizaciones para rodar una película inspirada en esta historia y que busquen fotos de lugares que pudieran responder a dicha descripción.

Se busca

«ahí sigue la fotografía de Joan, con su pendiente de acero y su pelo erizado a base de fijador, lanzándonos una mirada desafiante desde las pantallas de plasma. Y pronto hará un año que desapa-reció». (Pág. 12).

Esa es la descripción del cartel en el que se pide colaboración para encontrar a Joan. Pediremos que imaginen como era Joan, que le gustaba, que ropa solía llevar, como hablaba... Propondremos que por grupos dibujen esos carteles, añadiéndoles textos en los que hablen del muchacho tal y como le han imaginado.

Catorce años

Catorce años han pasado desde que el narrador era un adolescente enamorado. En esos catorce años el narrador se ha convertido en un hombre y el recién nacido Joan en un adolescente. ¿Cómo ha cambiado el mundo?

dividiremos la clase en dos grupos uno elaborará un cartel que re-coja las principales noticias de 1989 y 1990, y otro hará lo mismo con los años 2002 y 2003, época en el que el narrador escribe su relato. Les invitaremos a que presten también atención a aspectos relacionados con las formas de vida: ocio, tecnología, sociedad...

Charlaremos sobre esos carteles: ¿han cambiado mucho las cosas?, ¿qué inventos marcan la distancia entre esos dos momentos?, ¿y las cuestiones políticas, qué vaivenes han experimentado?, ¿qué conflictos han estremecido al mundo?, ¿han cambiado esos con-flictos nuestro modo de entender las relaciones con otros países?, ¿y qué hay de los fenómenos migratorios?...

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Un día perdido

¿Han tenido los lectores alguna vez el deseo de desaparecer aunque solo fuera por unas pocas horas? ¿Qué les ha llevado a experimen-tar ese deseo? ¿Lo han llevado a cabo? Pediremos que cada uno escriba dos relatos breves en los que narren su propia desaparición durante veinticuatro horas: uno de esos relatos estará contado en primera persona y el otro relatará lo mismo pero escrito desde el punto de vista de sus padres, de sus abuelos o de un amigo. Los leeremos en clase y reflexionaremos sobre la experiencia de anali-zar una misma realidad desde diferentes puntos de vista.

Padres e hijos

«—¿de qué se habla con un padre? —quiso saber». (Pág. 22).

Esa pregunta se la hace Joan al narrador. ¿de qué hablan los lecto-res con sus padres o madres? Por parejas escribirán varios posibles diálogos y los escenificarán. Se procurará que los miembros de las parejas intercambien los roles en esas representaciones.

Niños de cuento

En los cuentos infantiles es frecuente que los niños desaparezcan o se pierdan: Pulgarcito, Hansel y Gretel, del mismo Jesús nos da noticia el nuevo Testamento de que sus padres lo perdieron en el templo. Sugeriremos que recuerden esas u otras historias y que las rescriban como si fueran relatos que suceden en su propio entorno.

Sucesos

En esta novela el autor nos va a llevar a conocer los bajos fondos de una ciudad actual: nos toparemos con traficantes de personas y de animales, con inmigrantes ilegales, con mercado de artículos robados, con secuestros, con explotación infantil, con tiroteos ca-llejeros...

Les invitaremos a que hojeen la prensa durante varios días y que recojan noticias de sucesos relacionadas con los temas citados. Co-mentaremos esas noticias y las archivaremos, seguro que ayudan a los lectores a contextualizar la novela que vamos a iniciar y a profundizar en su mensaje de denuncia.

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dESPUéS dE lA lECTURA

Salvador Solo

¿Quién puede ser Salvador Solo? ¿Qué sentido tiene su seudónimo? Propondremos que inventen biografías para este misterioso autor. Tendrán en cuenta la temática de la novela, el contexto espacio-temporal de la historia, las trayectorias vitales y profesionales de sus personajes principales y el sentido de su seudónimo.

Seudónimos

¿Qué tipo de historias les gustaría escribir a los lectores? ¿Qué seu-dónimo elegirían? Les invitaremos a que se pongan un seudónimo y escriban un relato breve acorde con el mismo.

En la ciudad

¿Podría ocurrir una historia semejante a la leída en la localidad de los lectores? Propondremos que partiendo de alguna situación real vivida en su entorno escriban una relato «negro». Ese relato se ilustrará con fotografías de los lugares en los que tiene lugar la historia que inventen.

Cine negro

¿Han visto alguna película cuyo argumento les recuerde al libro que acaban de leer? Conversaremos sobre esas películas y si es posible veremos alguna.

También podríamos «proyectar» algún film negro clásico. Sugeri-mos alguno:

— Los sobornados. Fritz Lang.

— Relato criminal. Joseph H. Lewis.

— El sueño eterno. William Wyler.

— La jungla de asfalto. John Huston.

— El halcón maltés. John Huston.

Noticias de Joan

¿aparecerá Joan algún día? Propondremos que inventen y escriban noticias de prensa que puedan ir apareciendo en el futuro dando cuenta de nuevos datos.

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Siempre con música

«Me divirtió que algunos de sus gustos musicales coincidieran con los míos«. (Pág. 23).

¿En qué grupos y canciones podrían coincidir Joan y el narrador? Teniendo en cuenta lo que sabemos de ambos y los años que tienen seleccionarán temas que pudieran disfrutar ambos. Los escuchare-mos en clase.

Sería interesante que los lectores entrevistaran a personas de la edad del narrador para aproximarse a su visión del mundo, a sus preferencias, a su modo de interpretar su propia evolución perso-nal desde que eran adolescentes.

Cartelera

Samanta y el narrador fueron juntos al cine en su adolescencia, allá por 1989. Joan es también aficionado al cine y sus películas son las del principio del siglo xxi. Los lectores podrían revisar las carteleras de esos años y elegir las películas que les parezcan más interesantes. Cada uno podrá ver una y elaborar una crítica cine-matográfica. Con los textos compondremos nuestra propia: «Guía del cine entre dos siglos». Y de paso los jóvenes podrán conocer mejor a los personajes sobre los que han leído.

Olores del mundo

El narrador se adentra en los barrios donde viven inmigrantes de muy diversas procedencias: «En estas calles se huelen todas las costumbres del mundo, se oye la música de todos los idiomas. Y los más afortuna-dos condimentan los guisos con las especias de su país». (Pág. 40).

Sugeriremos que elaboren un «recetario internacional» con guisos tradicionales de las tierras de los inmigrantes que habiten en sus localidades (o que formen parte de la clase o del instituto).

Fotoperiodismo

Periodistas como nastia ponen imagen a las tragedias del mundo, las que ocurren lejos y las que acontecen a la vuelta de la esquina. a veces exponen sus vidas por lograr una foto a la que apenas de-dicamos una mirada.

Los lectores recortaran fotografías de los periódicos que se vayan publicando mientras leen el libro y que reflejen problemas afines a

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los denunciados por Salvador Solo. Con todas esas imágenes orga-nizaremos una exposición en los pasillos del centro educativo.

El ojo público

¿Y si cada uno coge una cámara y se dedica a retratar las trage-dias cotidianas que ve a su alrededor? Con esas instantáneas enri-queceremos la exposición propuesta en la actividad anterior. Si se animan pueden enviar las fotos a periódicos de la localidad para formular su personal «Yo acuso».

El diario de Joan

¿Habrá llevado Joan un diario del año de su desaparición? Les invitaremos a que se pongan en su lugar y redacten las páginas de ese posible diario.