el futuro profético de tu semilla
TRANSCRIPT
El futuro profético de tu
semilla
Libérate porque no eres esclavo, extranjero ni
víctima. Declárate heredero y prepárate a recibir las promesas
que has pactado con el Señor.
Génesis 15: 8-14 relata sobre la promesa a
Abram: Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de
heredar?
Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una
cabra de tres años, y un carnero de tres años, una
tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo esto, y los partió por la
mitad,
y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas
no partió las aves. Y descendían aves de
rapiña sobre los cuerpos muertos, y
Abram las ahuyentaba.
Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que
el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.
Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu
descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí,
y será oprimida cuatrocientos años.
Mas también a la nación a la cual servirán,
juzgaré yo; y después de esto saldrán con
gran riqueza.
Debes convencerte de que saldrás prosperado de las pruebas. Dios no te dice
que te librará de las dificultades, sino que
saldrás “rico” de ellas. Algunos pensarán que es
controversial asegurar esto,
por la explicita referencia a la
prosperidad económica, pero no fui yo quien
escribió la Biblia y dejó esta promesa que
requiere un cambio de mentalidad y transición.
Seguro has enfrentado una situación de duda e
incertidumbre parecida a la de Abram. Creer una
promesa tan grande en difícil porque no sabemos cómo será posible verla
cumplida.
Necesitamos una señal que nos confirme lo que
escuchamos, entonces lo que Dios dice es “tráeme una ofrenda y sacrificio”. Es
extraño pero cierto, cuando le preguntas a Dios sobre Su
fidelidad,
Él te pide que le honres y siembres para tener la certeza de que cosecharás. Así que
Abram rápidamente buscó su ofrenda porque sabía que de esa forma haría un pacto con
Dios y lo comprometía a cumplir Su palabra. Esto es
muy normal, la gente de negocios lo sabe.
Para recibir, tenemos que dar. Yo he sido perseguido por un hombre que desea
tener una reunión conmigo y ofrecerme algo que me
interesa pero que no me urge. Así que le he dado largas al
asunto y he aplazado la reunión tanto como he
podido.
Se arriesgó con un acto de fe ya que nada le aseguraba que su
estrategia funcionaría. Lo mismo sucede con el
Señor, aunque nosotros sí tenemos la certeza de que
Él cumple Sus pactos.
Solamente nuestro Señor es capaz de evangelizar
pidiendo algo primero. Cuando Jesús se acercó a la
Samaritana, antes de ofrecerle la salvación, le pidió
agua. Su estrategia para acercarse fue pedir para
luego ofrecer,
sabía que no podía dar de Su agua si ella antes no le daba de la que tenía. Debía intercambiar lo natural por lo espiritual. Dios nos pedirá actos de fe para sellar
Su pacto con nosotros. La confirmación de lo que
recibiremos está en la semilla que sembremos.
Descansa en el Señor
Luego de dar su ofrenda, Abram cometió el error de batallar solo contra las aves para que no se la
comieran. Nosotros también cometemos ese error y nos cuesta comprender que la
promesa no se cumplirá por nuestras fuerzas o por lo que podamos hacer, sino por el
poder del Señor.
Después de ofrendar, debes permitir que te
sobrecoja el sueño. Si te das cuenta, Dios no le habló a Abram cuando
estaba luchando con las aves, sino que lo durmió
para que confiara.
Quiere que descanses en Él , así como durmió a Adán para darle vida
a Eva tomándole una costilla. Imagina que lo hace despierto, tal
vez Adán no se lo permite. Se puede decir que él es el único varón a
quien casaron dormido, los demás estábamos completamente
conscientes. El Señor no puede sacar lo mejor de ti mientras tu
conciencia lucha contra el mundo.
El Señor le enumeró a Abram tres
dificultades que su familia habría de superar para ser
bendecidos y vivir de Sus riquezas
1) Debían dejar de sentirse
extranjeros,
No eres un advenedizo en la tierra donde estas
y tienes la responsabilidad de
heredar algo a tus hijos. Trabaja, construye y
forja lo que dejarás en tu tierra.
2) esclavos
La persona de clase media piensa de mes en mes, por eso al hacer un préstamo,
no pregunta la tasa de interés sino la cuota
mensual que deberán pagar. Trabajan para cubrir
sus gastos mensuales.
Por el contrario, el rico piensa de año en año y está
obsesionado con el período fiscal. Pensar a largo plazo
es mejor porque te hace planificar y soñar. Hay que
hacer pactos de diez años o más y verás que se van
volando.
Quien hace diez años no planificó, ahora está
sufriendo las consecuencias. Abram
se preocupó por las próximas generaciones y la promesa fue sacarlo
próspero.
1) Oprimidos.
Sentirse oprimido y tener conciencia de víctima es la tercera
mentalidad equivocada que
debemos superar.
acomodes a una situación de menosprecio. Hay mujeres que sufren
violencia doméstica porque creen que lo merecen ya que no cumplen bien con sus responsabilidades.
También hay hombres que soportan situaciones
humillantes porque se sienten culpables. Sal de ese círculo de opresión y
deja de justificar tu actitud de derrota.
El Salmo 105:37 dice: Los sacó con plata y oro; Y no
hubo en sus tribus enfermo.
Después de 430 años de opresión, el pueblo de Israel finalmente vio la libertad, cuánto más
debes verla tú que fuiste lavado por la sangre del
Cordero.
Los opresores te dejarán libre
Éxodo 5:13 habla sobre la opresión de los egipcios: Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día
en su día, como cuando se os daba paja.
Éxodo 12:33 relata lo que sucedió después: Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a
echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos
muertos.
Dios te ha sacado de tierra extranjera, te ha liberado de la esclavitud y de la
opresión, si no lo tienes por cierto es porque no le
has traído la ofrenda que te ha pedido. No tardes en
obedecerle.