el fascismo. medios de comunicacion. culto al lider

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―El control de la prensa cotidiana y periódica de todo tipo fue efectiva en la segunda mitad de los años 1930 (...). El ministerio de Cultura intervenía en todo, desde la elección de los directores y de los periodistas hasta en los temas y en la manera de tratarlos, incluso las reglas tipográficas a respetar. Mediante estas directrices tipográficas, es del Ministerio de Cultura del que proviene la obligación de escribir sistemáticamente Duce con mayúsculas con el fin de subrayar la superioridad de Mussolini sobre todos, incluso sobre el rey. Si se añade a esto el hecho de que el Ministerio de Cultura detentaba todos los poderes en materia de secuestro y de suspensiones, decidía la oportunidad de toda nueva iniciativa periodística, controlaba las subvenciones y las concesiones de carnets de prensa y, a partir de noviembre de 1939, lograba, después de dos años de lucha sorda, extender su jurisdicción sobre la prensa "oficial" del PNF (dependiente hasta entonces de la Oficina de prensa del partido), es fácil comprender desde entonces el poder del Ministerio de Cultura popular. Este poder era muy superior al que había podido tener anteriormente y de ello se derivaba un capacidad potencial de condicionamiento y de manipulación de las masas a través de la creación de un universo cultural homogéneo y, poco a poco, cada vez más impedir los discursos disidentes." Renzo De Felice. El fascismo, ¿Un totalitarismo a la italiana? 1988. ¡Mesías! Los Gobernantes y el Papel de la Religión Parte 7b: La Caída de los Dictadores” [...] POLÍTICA SACRA Mussolini recibió la invitación de convertirse en primer ministro en 1922. Influenciado por la sed de religión política ya existente en Italia, en donde la patria era considerada divina, se embarcó en una fantasía de que su sistema de gobierno podría solucionar todos los problemas de la Italia de la posguerra. Su solución propuesta se centraba en la institucionalización de una religión fascista. Entre 1925 y 1939 cuatro secretarios del partido trabajaron en la sucesión para presentar el nuevo orden casi religioso al populacho italiano enormemente dispuesto, con el objetivo de establecer al ―Nuevo Hombre‖ del fascismo. De acuerdo con el historiador Emilio Gentile, el secretario Roberto Farinacci (192526) ―ayudó a instaurar el régimen con ‗fe dominica‘‖. Su sucesor, Augusto Turati (1926– 30), ―preconizó la necesidad de ‗creer plenamente: creer en el Fascismo, en el Duce, en la Revolución, así como uno debía creer en la Divinidad‘‖. Con una lealtad ciega característica, Turati declaró: ―Aceptamos la Revolución con orgullo, aceptamos estos dogmas con orgullo; incluso si se nos demuestra que son incorrectos, los aceptamos sin argumentarlo‖. No es de sorprender que su catecismo de 1929 sobre el fascismo enfatizara ―la subordinación de todos a la voluntad de un Líder‖. El secretario del partido, Giovanni Giurati (193031), alentó a la organización de Jóvenes Fascistas para que tuvieran un carácter tanto militante como misionero, acorde con el mandato de 1930 de Mussolini: ―Creer, Obedecer, Combatir‖. Los fascistas italianos creían que su movimiento tenía las características importantes y apropiadas de la Iglesia Católica Romana. Sin embargo, en 1931 el secretario de la organización de Jóvenes

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Medios de comunicación

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  • El control de la prensa cotidiana y peridica de todo tipo fue efectiva en la segunda mitad

    de los aos 1930 (...). El ministerio de Cultura intervena en todo, desde la eleccin de los

    directores y de los periodistas hasta en los temas y en la manera de tratarlos, incluso las

    reglas tipogrficas a respetar. Mediante estas directrices tipogrficas, es del Ministerio de

    Cultura del que proviene la obligacin de escribir sistemticamente Duce con maysculas

    con el fin de subrayar la superioridad de Mussolini sobre todos, incluso sobre el rey. Si se

    aade a esto el hecho de que el Ministerio de Cultura detentaba todos los poderes en

    materia de secuestro y de suspensiones, decida la oportunidad de toda nueva iniciativa

    periodstica, controlaba las subvenciones y las concesiones de carnets de prensa y, a

    partir de noviembre de 1939, lograba, despus de dos aos de lucha sorda, extender su

    jurisdiccin sobre la prensa "oficial" del PNF (dependiente hasta entonces de la Oficina de

    prensa del partido), es fcil comprender desde entonces el poder del Ministerio de Cultura

    popular. Este poder era muy superior al que haba podido tener anteriormente y de ello se

    derivaba un capacidad potencial de condicionamiento y de manipulacin de las masas a

    travs de la creacin de un universo cultural homogneo y, poco a poco, cada vez ms

    impedir los discursos disidentes."

    Renzo De Felice. El fascismo, Un totalitarismo a la italiana? 1988.

    Mesas! Los Gobernantes y el Papel de la Religin Parte 7b: La Cada de los Dictadores

    [...] POLTICA SACRA Mussolini recibi la invitacin de convertirse en primer ministro en 1922. Influenciado

    por la sed de religin poltica ya existente en Italia, en donde la patria era considerada divina, se embarc en una fantasa de que su sistema de gobierno podra solucionar todos los problemas de la Italia de la posguerra. Su solucin propuesta se centraba en la institucionalizacin de una religin fascista. Entre 1925 y 1939 cuatro secretarios del partido trabajaron en la sucesin para presentar el nuevo orden casi religioso al populacho italiano enormemente dispuesto, con el objetivo de establecer al Nuevo Hombre del fascismo.

    De acuerdo con el historiador Emilio Gentile, el secretario Roberto Farinacci (192526) ayud a instaurar el rgimen con fe dominica. Su sucesor, Augusto Turati (192630), preconiz la necesidad de creer plenamente: creer en el Fascismo, en el Duce, en la Revolucin, as como uno deba creer en la Divinidad. Con una lealtad ciega caracterstica, Turati declar: Aceptamos la Revolucin con orgullo, aceptamos estos dogmas con orgullo; incluso si se nos demuestra que son incorrectos, los aceptamos sin argumentarlo. No es de sorprender que su catecismo de 1929 sobre el fascismo enfatizara la subordinacin de todos a la voluntad de un Lder.

    El secretario del partido, Giovanni Giurati (193031), alent a la organizacin de Jvenes Fascistas para que tuvieran un carcter tanto militante como misionero, acorde con el mandato de 1930 de Mussolini: Creer, Obedecer, Combatir. Los fascistas italianos crean que su movimiento tena las caractersticas importantes y apropiadas de la Iglesia Catlica Romana. Sin embargo, en 1931 el secretario de la organizacin de Jvenes

  • Fascistas, Carlo Scorza, declar que esas caractersticas religiosas no incluan la mansedumbre ni la humildad. En lugar de eso escribi, el movimiento de Mussolini haba aprendido mucho de la gran escuela del orgullo y la intransigencia; los fascistas de Italia haban adoptado los mtodos de aquellos grandes y perennes pilares de la Iglesia, sus grandes santos, sus pontfices, obispos y misioneros: espritus polticos y guerreros que empuaban la cruz y la espada, y utilizaban la hoguera, la excomunin, la tortura y el veneno sin hacer distincin por supuesto, no en busca de un poder temporal o personal, sino en nombre del poder y la gloria de la Iglesia.

    La religin cvica de Mussolini alcanz su cumbre con el nombramiento de Achille Starace (193139) como secretario del partido. En 1936, observa Gentile, los Jvenes Fascistas eran instruidos para Tener siempre fe. Mussolini les dio su fe Todo lo que el Duce diga es verdad. Las palabras del Duce no deben ser refutadas Cada maana, despus de recitar su Credo en Dios, reciten su Creo en Mussolini.

    MUSSOLINI EL DIVINO

    Aunque el fascismo italiano no comenz con el culto de Mussolini, ya antes se le haba concedido la estatura mtica de lder socialista e intervencionista en tiempo de guerra. Su ascenso a la divinidad vino despus de 1925, conforme el nuevo movimiento se afirmaba en Italia. Una vez que la religin del fascismo qued bien instaurada, Mussolini pudo afirmar que era el centro de su adoracin.

    Gentile se refiere a la forma de gobierno de Il Duce como totalitarismo cesariano. Como hemos visto a lo largo de esta serie, muchos de los Csares manipularon los sentimientos religiosos y muchos de ellos fueron deificados; algunos incluso demandaron la divinidad mientras an seguan con vida. As pues, no es de sorprender que, de acuerdo con este mismo historiador, el culto al Lder convirtiera a Mussolini en el equivalente de los ms grandes emperadores, Csar y Augusto. El especialista Piero Melograni seala que Mussolini lleg a creer exageradamente en s mismo y clam ser el heredero, si no es que la verdadera encarnacin, de Augusto (The Cult of the Duce in Mussolinis Italy [El Culto al Duce en la Italia de Mussolini], Journal of Contemporary History, 1976).

    Si eso no fuera suficiente alcurnia, tambin se le consideraba el equivalente de Maquiavelo, Napolen, Scrates, Platn, Mazzini, Garibaldi, San Francisco de Ass, Cristo y Dios mismo! Gentile aade que Mussolini se convirti en estadista, legislador, filsofo, escritor, artista, genio universal y profeta, mesas, apstol, infalible maestro, emisario de Dios, el portador del destino, el hombre anunciado por los profetas del Resurgimiento.

    Como ya se mencion, el principal promotor de su adulacin fue Starace. Fue l quien formaliz el culto, ordenando incluso que la palabra Duce siempre apareciera en mayscula. Despus de su nombramiento los intentos por imponer la religin fascista institucionalizada entre el pblico en general no tuvieron lmites. El adulador periodista, Asvero Gravelli, compuso unas lneas extraordinariamente efusivas acerca del Lder, incluyendo: Dios y su historia actual equivalen a Mussolini. Sin embargo, no fue el fascismo per se o sus otros lderes lo que inspiraron a muchas personas italianas. As, cuando Gentile cita a un informante annimo (El fascismo es una religin, una religin que ha encontrado a su Dios), pretende enfatizar el papel central del Duce en el atractivo del fascismo. Era la persona de Mussolini la que atraa a la gente, no la fe en los valores y dogmas de la religin fascista. Gentile aade la importante idea de que fue, en parte, la tradicional fe religiosa italiana lo que hizo que la adulacin de Mussolini fuera tan fcilmente posible.

  • SUEOS DE IMPERIO, AL ESTILO ITALIANO [...] Mussolini por muchos aos haba contemplado la idea de renovar el Imperio

    Romano. Etiopa, encajonada entre las dos colonias italianas de Eritrea y Somalilandia en el Cuerno de frica, representaba una oportunidad. A finales de 1934 escribi que era necesaria la fuerza para acabar con un punto muerto diplomtico. Un ao ms tarde las fuerzas italianas derrotaron a los etopes que se encontraban patticamente armados, bombardendolos con gas txico. Ahora el Duce poda declarar presuntuosamente que Italia finalmente tena su imperio Es un imperio fascista, un imperio de paz, un imperio de civilizacin y humanidad. Difcilmente tena razn. Muy pronto las recin establecidas colonias en la Africa Orientale Italiana (AOI) seran vencidas por el derroche, corrupcin e ineficiencia, y su distancia de la madre patria era un constante reto.

    No obstante, de acuerdo con el historiador Richard Bosworth, como resultado de la conquista la adulacin del lder divino fluy libremente en Italia. El periodista Gravelli escribi un libro enfatizando la espiritualidad del Duce, en donde proclamaba: Homero, el divino en Arte; Jess, el divino en Vida; Mussolini, el divino en Accin. Adems, [su] sonrisa es como un destello del dios Sol, esperada y ansiada porque ella trae salud y vida; Con quin se puede comparar? Con nadie. El mismo hecho de compararle con polticos de otros territorios Le rebaja. [...]

    HULME, David: Mesas! Los Gobernantes y el Papel de la Religin Parte 7b: La

    Cada de los Dictadores, 2007. Fragmento. En http://www.visionjournal.es/visionmedia/article.aspx?id=2164&rdr=true&LangType=1034