La Montaña, 06 de abril de 2016.

“ El Fantasma! ”

Mis queridas semillas,

Somos humanos y esos humanos sólo tienen ambiciones porque le dan más fuerza al miserable cuerpo, a la carne que después se pudrirá, se quemará, se la comerán los bichos y os olvidáis que el alma es lo único que reconoce Dios, el alma es solamente lo que viene de Dios y lo olvidáis, siempre le dais más importancia a ¿Qué dirán? ¿Qué pensarán de mí?

Las ambiciones, hay unas que son buenas y que Servidora os apoya, tenerlas, son esas ambiciones de querer ayudar a los que necesitan, ahora con las pandemias poder hacer la Depuración de Sangre, el zika, pueden sacar -y ya casi las tienen- vacunas, pero la Depuración de Sangre siempre será la número 1 de nuestra existencia, podéis ayudar con el estrés y con la locura de la humanidad y la indiferencia.

Os dije que dentro de cinco años ya no hablarán, no habrá idioma, os aseguro que antes de cinco años ya no hablarán, ni servirá para nada el diccionario. La gente se comunica entre ellos, pero solamente por esas figuritas o simplemente por una inicial, pero nunca el vocabulario completo, así que todos serán mudos, ciegos y sordos y serán automáticos. El hombre con su locura se permitirá todo, las violaciones serán mucho más, los abusos de los niños destrozados y las ilusiones perdidas de las mujeres maltratadas, eso es lo que hay y ¿Sabéis porqué mis queridas semillas? Porque se tiene miedo de hablar con la Verdad, porque se tiene miedo de decir lo que uno piensa.

Una vez le dije a una amiga muy amada ¿Cómo está tu país?, ¿Cómo está nuestro amigo en común? Y mi amiga me contestó: “Nunca decimos lo que pensamos para no herir, hemos sufrido y por eso no nos gusta decir la Verdad, para no sufrir” y desde entonces no ha parado de

tener problemas con su hermano, que lo acusaron sin tener razón; por nuestro amigo en común, perdió también un hermano que se ha muerto hace poco, sus hijas no están con él, divorció, todo, ha llegado a todo, pero mi amiga me dijo: “No, aquí en este país no decimos lo que pensamos”.

Mis semillas, ¿Es mejor callarse o ayudar?, en La Enseñanza nunca se critica, ni se juzga, es hablar simplemente para poder comprender mejor, aquellos que no comprenden, lo cogerán por ‘sus pensamientos’; es decir, criticar o cuchicheo, no sé cómo se dice en vuestros países.

Otra amiga me dijo: “Jardinera yo no soy de esas que va hablando de los unos y de los otros; y le dije: “Mi querida Silvia, yo no te pido criticar, ni juzgar, simplemente es mejor ayudar; y hoy ha comprendido muy bien lo que quería decir, porque lo ha pagado

muy caro y lo está pagando, hasta con su salud, le falta mucho hierro y no encontrará la paz, ni la serenidad, porque su Conciencia no la dejará tranquila, me refiero a una Silvia Guti, ya se dará por aludida, claro que no gusta la Verdad y es de su país también la otra amiga.

Por favor ¡liberaros! Porque se queda ese veneno dentro de vosotros, ¿Por qué pensáis que ahora hay más psicólogos y psiquiatras? ¿Por qué los estudios de psicología están en auge? Porque la gente lo necesita. ¿Por qué hay tantos centros y Coach? porque la gente tiene una necesidad de hablar de vaciar, para no quedarse el veneno, si se queda el veneno, es cuando está la indiferencia y la locura.

Estas palabras mis queridas estrellas, si os digo que sois las más grandes y las más maravillosas, efectivamente, baja un poco la autoestima, pero si sois sinceros con vosotros, reconoceréis que muchas veces os duele, pero que os han ayudado esas verdades.

Hay una niña que se llama María, recibió dos verdades, hoy está dando las Gracias, son niñas y niños que están consentidos, que tienen todo, que aprovechan del padre y de la madre, que los manipulan, como tantas veces he dicho; y piensan que la sociedad todos somos iguales, ¡Nooo! hay

muchos aun en la sociedad que continúan el respeto, la educación y aprecian los valores que nos han dado nuestros padres, que nos han dado la sociedad hace ya muchos años; esos valores hay que mantenerlos hasta el final. Los valores de los jóvenes no tienen fundamento, por eso son frágiles y débiles siendo muy brillantes, lo son, pero no tienen escrúpulos. Ayudarles vosotros mis amados y queridos Maestros, ayudarles los adultos, es igual que os digan lo que piensan, pero al menos estarán advertidos.

En un pueblecito, había un matrimonio que se amaban muchísimo, vivían en paz, él trabajaba, ella estaba en casa y también le ayudaba, un matrimonio normal y estaban muy enamorados, y un año hubo una epidemia y ellos siempre se juraron que se amarían, siempre.

En esa epidemia cayó enferma ella, la esposa y él estaba muy preocupado y le dijo: “Mi amada, si un día uno de los dos se va el primero, hará un signo para saber que lo ve y que está a su lado”; y él estaba preocupadísimo, el marido. La epidemia, podía ser el zika, podía ser una gripe, la fiebre aviar o el dengue, la malaria, el resultado es que cada vez estaba más enferma la pobrecita de esposa; y ella le dijo: “Me voy a morir, pero te pido una cosa, guárdame siempre en tu corazón y no te cases, se fiel a mí, prométeme que serás fiel, aunque me muera”. Y el esposo le dijo: “Claro que sí mi amada, seré fiel, te lo juro”. Y la esposa murió. Él estaba desconsolado, nadie podía ayudarle, nadie podía darle esas palabras o ese cariño que deja un ser tan amado, era un vacío tan grande que nadie podía remplazarla.

Pasó el tiempo, los años y ese hombre se encontró con una mujer, amable, inteligente y sobretodo muy bondadosa. Trabajaron juntos y se enamoraron, el esposo nunca olvidaba a su primera mujer, pero encontró que junto con esta nueva compañera era feliz y estaba tranquilo, podía cuidar los árboles, la naturaleza y de nuevo con sus amigos.

Las primeras noches se pasaron bien, pero hubo una noche donde vino un fantasma y ese fantasma toda la noche no lo dejó dormir y al día siguiente, le había dicho todo lo que había

hecho durante la noche y durante el día, al día siguiente se acordaba que había trabajado, que se había ido antes del trabajo, que había llegado a casa, que la comida estaba hecha, que su esposa era amante, que lo quería. Al día siguiente le había dicho que le había lavado la ropa, que la había planchado, que se habían ido de paseo, que habían tenido amigos, que habían ido a una fiesta, le decía todo, todo, todo lo que habían hecho, todo.

Y así duró un día, dos días, meses y llegó hasta un año y él no podía dormir, siempre venía el fantasma, siempre, siempre venía el fantasma y le decía: “Ten cuidado, porque hoy has hecho esto, has estado más cariñoso con ella, le has ayudado, le has comprado un regalo, os habéis ido a pasear, hoy llegaste y compraste un perfume”. Estaba desesperado y dijo: “No puedo hacer con los fantasmas”, se lo explicó a su segunda esposa y le dijo: “Quizás estamos haciendo algo mal, vamos a llevarle más flores, vamos a hacer ofrendas”, pero continuaba el fantasma.

Le dijeron que había un templo y que allí había un sabio, un monje, él se dirigió y le dijo: “Necesito que usted me quite esta angustia, este pesar, esto que me ahoga, cada noche tengo estos sueños y viene el fantasma y me dice todo lo que hago, no se olvida de nada, tiene una memoria increíble, dice cuántas horas he hecho en el trabajo, si me he caído, lo que he comido, a qué hora he comido, cenado, todo, todo lo sabe, todo lo dice, todo lo sabe, me ve y no me deja dormir”.

El monje lo miró y sonrió y le dijo: “¿Qué raro? Siempre he sabido que los fantasmas no existen, sería algo muy excepcional que tuvieras uno, mira, te voy a dar una receta: esta noche cogerás una bolsa de tela, echarás un gran puñado de lentejas dentro, la amarrarás bien y lo pones debajo de tu almohada y mañana le preguntas al fantasma cuántas lentejas hay”. “¿Sólo eso?” –“Lo va a saber”, “¿Sólo eso?”, “Síii, solo eso”. El hombre triste se va a casa. Cena se va a dormir y cogió un puñado de lentejas, lo pone en la bolsa de trapo, lo amarró bien y le puso como se lo dijo el monje.

Detalle importante, el monje le dijo: “Al día siguiente le preguntarás al fantasma ‘¿Cuántas lentejas hay?’ si te dice exactamente el número de lentejas, vienes y me dices y creeré en el fantasma, si no sabe cuántas lentejas hay tendrás la respuesta tú mismo”.

Al día siguiente se despertó y fue a ver al monje y dijo: “Aquí estoy”, “¿Hiciste lo que te dije?”, “Sí, aquí tiene la bolsa de trapo

amarrada con las lentejas”; y le dijo: “¿Cuántas lentejas hay dentro?” y le contestó: “No lo sé, no las he contado”. “Ahí tienes la respuesta, tu Conciencia es la que no te dejaba dormir, tu consciencia era la que te angustiaba, tu Conciencia era la que te decía que no estuvieras en paz, porque todo lo que te decía era lo que tú ya sabías, si no has contado las lentejas no

puedes saber la cantidad que contiene, entonces quiere decir que todo era de tu propia imaginación”.

Así es mis semillas, creemos a veces que cuando soñamos tenemos pesadillas, o vemos fantasmas donde no están, miedos, angustias simplemente, creer en lo que no existe y la Conciencia te pone en tu lugar, no olvidéis. Si no contáis las lentejas no sabréis cuántas habrán, por pocas que puedan caber en un puñado, pero ¿Veis que sencillo? Así que el hombre volvió a su casa, durmió en paz, durmió tranquilo, porque su primera esposa estaba en la Luz y feliz y entonces abrió bien los ojos, abrazó a su mujer y empezó a ser feliz y siempre iban de la mano sonriendo.

Porque tenemos derecho a ser felices, porque tenemos derecho a otra oportunidad, a rehacer su vida sea hombre o sea mujer, a continuar la vida con una compañera o un compañero, pero la Conciencia si no dices la Verdad será como este hombre que te dirá siempre lo que no has hecho, lo que no has dicho, es la culpa; y ya sabéis, vuestra Servidora dice que la culpa no existe y es cierto, la culpa es la Conciencia, pero no existe la culpa es la educación que nos dieron y las mentiras que nos hacemos.

Hay un niño muy inteligente, yo tenía todas esperanzas en él y ahora tiene un período de mentiras, se miente, piensa que va a ir a trabajar de ingeniero, que va a ganar mucho dinero, que va a estudiar y hasta quizás tenga una casita y una bicicleta, puede ser, se lo deseo, pero su Conciencia no lo dejará dormir, porque él se irá por otro camino; y ya lo sabréis, porque cuando le vayáis a escribir –ya lo ha hecho una vez- deja el móvil, lo cierra y coge otro donde nadie conoce su número y así engaña a los amigos y a la gente que lo ama y que le quiere bien; y al llamarle como no contesta piensan que se ha suicidado o piensan que le ha pasado algo o piensan que está preocupado y en definitiva no, está con una amiga de ocasión haciendo cosas que no debe de hacer y le pasará como a este hombre, tendrá remordimientos y sueños muy feos, hasta quizás manos o ratas que van a comerlo, porque así es la Conciencia para aquellos que no la tienen limpia.

Así que ahora de donde está se va, pero a donde vaya le seguirán los mismos problemas, los mismos fantasmas y en vez de afrontar la Verdad y tener valor para salir del infierno, se va a otro infierno más grande, mucho más grande y en ese infierno es un túnel sin salida. Él ya sabe que tiene una amiga que lo espera, vende sustancias o esencias no me acuerdo si es de perfume, no me acuerdo muy bien, se lo preguntaré a ver. La única cosa que hay que hacer es no escribirle, dejarle porque no contestará. ¡Ah! Pero le deseo que su tobillo se mejore, cuando lo veáis decirle, tiene un ruido muy original, toca la guitarra y se acompaña con el tobillo. También ha presumido que es el más inteligente de todos y superior a La Enseñanza, así que quizás tendremos que llamarle ‘su señoría’, le vamos a desear que pueda dormir tranquilo, si tiene la Conciencia tranquila, no le seguirán sus fantasmas.

Mis semillas ¡Ánimo! El miedo, lo rechazamos, el miedo va con la ignorancia, al ignorar lo que es o lo que tenemos en seguida se instala el miedo, afrontarlo y veréis os sacará siempre de apuros y no os deis excusas, ‘su señoría’ encuentra una puerta de salida, tiene un amigo que se parece mucho a él, muchísimo, pero su

amigo ahora tiene 50 años y su Conciencia empieza, porque no tiene memoria y tiene que escribírselo, como todos claro está, es un clon, igual, bueno quizás pueden ayudarse mutuamente, ese amigo también le gusta trabajar solo y meterse en la cueva, como dicen ellos, les vamos a mandar mucho amor que lo necesitan.

Con todo mi amor, La Jardinera