el estudiante proletario nº7

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Este no es el lugar idóneo para preguntarse sobre el carácter proleta- rio de la lucha de los controladores aéreos en defensa de sus condiciones de trabajo frente al Estado español. No obstante el interés de la polémica, no debemos centrar tanto el debate en ese aspecto como en el muy serio pre- cedente que consti- tuye la militarización de un conflicto labo- ral por parte del Go- bierno socialista, situación nunca vista antes desde que “gozamos” en este país de demo- cracia. La Guardia Civil en las torretas de control vigilando el trabajo de los con- troladores nos de- vuelve a los años setenta en plena dictadura fran- quista, cuando el re- crudecimiento de la lucha obrera a es- cala internacional y su particular des- arrollo en España era respondido desde el régimen con represión, tiro- teos a sangre fría contra trabajadores en combate y muerte. El eco del recuerdo de la úl- tima militarización de una actividad o sector obrero se nos llega de 1973, con la Huelga sal- vaje de los trabaja- dores del metro de Madrid. Curiosamente, también en 2010 el conflicto desatado en el subterráneo de la capital obligó a movilizar a miles de efectivos de la poli- cía nacional y cuer- pos especiales tanto de seguridad tanto por parte de la Comunidad de Ma- drid como desde el gobierno central cuando la asamblea obrera dio el plante a los servicios míni- mos y paralizó una ciudad entera. En un momento histórico en el que la clase trabajadora recupera su comba- tividad, las fronteras entre democracia y fascismo tienden a desmoronarse. El 3 de diciembre del pa- sado año volvimos a tener ejemplo de ello. La crisis capita- lista no arrecia tres años después de que su consecuen- cia más notable, el colapso financiero internacional, hi- ciera aparición. Después de un en- deudamiento ma- sivo de los distintos estados en planes de rescate de sus respectivos siste- mas financieros, desde finales de 2009 se ha abierto un nuevo escenario en el que toca recu- perar el dinero usado a costa de fulminar con las conquistas labora- les logradas bien en prebendas o bien en luchas que cos- taron vidas proleta- rias como forma de abaratar la fuerza de trabajo para tra- tar de restituir la tendencia decre- ciente de la Tasa de Ganancia y restituir así las posibilidades de capitalización del plusvalor extraído a los trabajadores. El capital total so- breacumulado es, a día de hoy, dema- siado pequeño para asumir la masa total de fuerza laboral potencialmente ex- plotable. Los suce- sivos planes de ajuste aplicados a escala internacio- nal, las medidas de reducción del déficit de toda lid y co- horte; los ataques a las condiciones de vida de las masas trabajadores me- diante reformas la- borales que estimulan el des- pido más barato y la precarización galo- pante (más si cabe), así como las refor- mas en el sistema de pensiones –que también están siendo aplicadas in- ternacionalmente- responden todos ellos a la necesidad de revertir esta si- tuación. Se busca dinamizar la explo- tación laboral para restituir las ganan- cias de antaño, y el que creíamos eterno “Estado del bienestar” debe ir por delante porque hablamos de mucha plusvalía que per- manece intolerable- mente ociosa. Cuando en paí- ses europeos tales como Grecia o Ale- mania ya se erigían planes de choque contra el déficit es- tatal, en España el Ejecutivo no se can- saba de advertir que las ayudas so- ciales no serían to- cadas. Cuando los ataques especula- dores se sucedie- ron, se repitió hasta aburrir que España EL ESTUDIANTE PROLETARIO Publicación mensual del Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil Nº7, enero-febrero 2011 Precio de colaboración: 0.20 euros SUMARIO “Yo no soy marxista” Karl Marx Esto con Franco también pasaba... Esto con Franco también pasaba... En portada Llamamiento a los asalariados, desemple- ados, estudiantes y  precarios de Europa Página 3 Un debate de  principios: la Izquierda Comunista frente al anarquismo y el anarcosindicalismo Páginas 4 y 5 El fracaso de la ideología o el irremediable triunfo del método Página 6 Sobre las huelgas generales del 27-E Páginas 7 y 8 Supresión del sub- sidio de 426 euros, Reforma Laboral, reforma de las pensiones,... los ataques se generalizan La restauración de la Tasa de Ganancia pasa por la supresión sistemática de nuestras conquistas laborales “La clase obrera, o es revoluciona ria o no es nada...” 

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Page 1: El Estudiante Proletario nº7

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Este no es ellugar idóneo parapreguntarse sobreel carácter proleta-rio de la lucha delos controladoresaéreos en defensade sus condiciones

de trabajo frente alEstado español. Noobstante el interésde la polémica, nodebemos centrar tanto el debate enese aspecto comoen el muy serio pre-cedente que consti-tuye la militarizaciónde un conflicto labo-ral por parte del Go-bierno socialista,situación nuncavista antes desdeque “gozamos” eneste país de demo-cracia.

La Guardia Civilen las torretas decontrol vigilando eltrabajo de los con-troladores nos de-vuelve a los añossetenta en plena

dictadura fran-quista, cuando el re-crudecimiento de lalucha obrera a es-cala internacional ysu particular des-arrollo en Españaera respondidodesde el régimencon represión, tiro-teos a sangre fríacontra trabajadores

en combate ymuerte. El eco delrecuerdo de la úl-tima militarizaciónde una actividad osector obrero se

nos llega de 1973,con la Huelga sal-vaje de los trabaja-dores del metro deMadrid.

Cur iosamente,también en 2010 elconflicto desatado

en el subterráneode la capital obligó amovilizar a miles deefectivos de la poli-cía nacional y cuer-pos especialestanto de seguridadtanto por parte de laComunidad de Ma-drid como desde elgobierno centralcuando la asambleaobrera dio el plantea los servicios míni-mos y paralizó unaciudad entera.

En un momento

histórico en el quela clase trabajadorarecupera su comba-tividad, las fronterasentre democracia yfascismo tienden adesmoronarse. El 3de diciembre del pa-sado año volvimosa tener ejemplo deello.

La crisis capita-

lista no arrecia tresaños después deque su consecuen-cia más notable, elcolapso financierointernacional, hi-

ciera aparición.Después de un en-deudamiento ma-sivo de los distintosestados en planesde rescate de susrespectivos siste-mas financieros,

desde finales de2009 se ha abiertoun nuevo escenarioen el que toca recu-perar el dinerousado a costa defulminar con lasconquistas labora-les logradas bien enprebendas o bienen luchas que cos-taron vidas proleta-rias como forma deabaratar la fuerzade trabajo para tra-tar de restituir latendencia decre-ciente de la Tasa deGanancia y restituir así las posibilidadesde capitalización delplusvalor extraído alos trabajadores.

El capital total so-breacumulado es, a

día de hoy, dema-siado pequeño paraasumir la masa totalde fuerza laboralpotencialmente ex-plotable. Los suce-sivos planes deajuste aplicados aescala internacio-nal, las medidas dereducción del déficitde toda lid y co-

horte; los ataques alas condiciones devida de las masastrabajadores me-diante reformas la-borales que

estimulan el des-pido más barato y laprecarización galo-pante (más si cabe),así como las refor-mas en el sistemade pensiones –quetambién están

siendo aplicadas in-ternacionalmente-responden todosellos a la necesidadde revertir esta si-tuación. Se buscadinamizar la explo-tación laboral pararestituir las ganan-cias de antaño, y elque creíamoseterno “Estado delbienestar” debe ir por delante porquehablamos de muchaplusvalía que per-manece intolerable-mente ociosa.

Cuando en paí-ses europeos talescomo Grecia o Ale-mania ya se erigíanplanes de choquecontra el déficit es-tatal, en España elEjecutivo no se can-saba de advertir que las ayudas so-

ciales no serían to-cadas. Cuando losataques especula-dores se sucedie-ron, se repitió hastaaburrir que España

EL ESTUDIANTE PROLETARIOPublicación mensual del Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil  Nº7, enero-febrero 2011

Precio de colaboración: 0.20 euros

SUMARIO

“Yo no soy marxista” Karl Marx

Esto con Franco también pasaba...

► Esto con Franco

también pasaba...

En portada

► Llamamiento a los

asalariados, desemple- 

ados, estudiantes y 

 precarios de Europa

Página 3

► Un debate de principios: la Izquierda

Comunista frente al 

anarquismo y el 

anarcosindicalismo

Páginas 4 y 5

► El fracaso de la

ideología o el 

irremediable triunfo del 

métodoPágina 6

► Sobre las huelgasgenerales del 27-E 

Páginas 7 y 8

Supresión del sub-sidio de 426 euros,Reforma Laboral,

reforma de laspensiones,...

los ataques segeneralizan

La restauración dela Tasa de

Ganancia pasa por la

supresiónsistemática de

nuestras

conquistaslaborales

“La clase obrera, o es

revolucionaria o no es

nada...” 

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El Estudiante Proletario Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil  Página nº2

→ no era Portugal niGrecia. Pero si losataques especulativosllegaron arrasando,los planes de ajustedel déficit entraron por la puerta de atrás. Ladeuda española en elmercado de valoressufría los primeros, loscontroladores aéreoslos segundos.

Los controladoreshan venido siendodesde febrero de 2010el banco de pruebasde las medidas gene-ralizadas luego contrala clase trabajadora.En febrero de 2010, el

anuncio del recorte delos salarios a los fun-cionarios venía prece-dido por un aumentode la jornada laboralun 33% y una reduc-ción del sueldo a estecolectivo del 30%.

Por supuesto, de-bían ser ellos y nootros porque para esoeran los “privilegia-

dos”; un total de 2.400efectivos que no hanaumentado el númerodesde el año 2006porque a AENA -em-presa pública en ca-mino de laprivatización, juntocon las torres de con-trol- le salía más ba-rato aumentar elprecio de las horasextra que contratar anuevos controladores.Esto lo dijo César Cabo, portavoz nacio-nal de la Unión Sindi-cal de ControladoresAéreos (USCA), quiencalló que, sin em-bargo, su sindicatotenía amplias compe-tencias en materia deformación y contrata-ción de nuevo perso-

nal. AENA mandaba yel USCA ejecutaba.Los sueldos mons-truosos (más en apa-riencia que enrealidad) que tan in-

 justos nos parecen entiempos de crisis secorresponden a unashoras extra pagadas aprecio de oro y un tra-bajo en total aisla-miento, con la presiónde tener miles devidas en las manosdiariamente y te-niendo que hacer ahora el trabajo delque antaño se encar-gaban los pilotos puesestos ya pasaron haceno tanto tiempo por una situación similar ala que ahora viven suscompañeros arracima-dos en las torres de

control.

El 3 de diciembre,después de haber fir-mado un nuevo pactopor el que la jornadalaboral de los controla-

dores ascendía de las1200 a las 1670horas, el gobiernoanunciaba que a esemonto de trabajohabía que sumarle larecuperación de lasbajas médicas y losdías de permiso, queno serían retribuidas.La medida, improce-dente y fuera de lugar,dejaba la situación en:o callar y acatar, o res-ponder al gobierno ga-nándole en su terrenocon una huelga debrazos caídos enpleno inicio del puentede la Constituciónpara beneplácito deéste y furia de losusuarios de los aero-puertos, quienes sufri-rán de verdad la

privatización de AENAy de los puestos detrabajo de este colec-tivo.

Los controladores,arrinconados, se de-

terminan a actuar noactuando; simple-mente no yendo a suspuestos de trabajo enel relevo de la tarde oyendo y no tomandoposición en su puestode trabajo. El gobiernopreparó bien la trampaen la que luego caye-ron. Un ataque furi-bundo a suscondiciones laboralessumado a la privatiza-ción parcial de AENA yde las torres de con-trol del que todo elmundo tenía noticias -PP incluido- y quetodos sabían que es-

polearía a una jauríasalvaje de usuarios dela red de aeropuertosa jalear, en primer lugar, la movilizaciónforzosa de los contro-ladores en base a unDecreto-Ley y su pos-terior militarización ytoma de control de lastorretas por parte delEjército, en el marco

de la promulgación eldía sábado 4 de di-ciembre del Estado deAlarma que se exten-dió hasta mediados deenero para mantener la paz social a puntade pistola durante lasvacaciones de Navi-dad.

Tras el fin de la mili-tarización, USCA yAENA siguen sin lle-gar a un acuerdosobre el nuevo conve-nio de los controlado-res, por lo que se harecurrido a Manuel Pi-mentel como interme-diario en el conflicto.El daño, sin embargo,ya está hecho. Nosólo a los propios con-troladores, que hanpagado con creces su

osadía envalentonadade enfrentarse solos alEstado capitalista. Enminoría y con todaslas de perder, los con-troladores aéreos se

han encontrado debruces con toda lafuerza del Estado. Laúnica respuesta que laclase trabajadorapuede dar al sistemá-tico ataque a sus con-diciones de vida acausa de la crisis capi-talista internacional desobreproducción es larespuesta unitaria, por encima de la divisiónsectorial o corporativa,autoorganizada, almargen de cualquier tipo de sindicato y enel que todas las medi-das de extensión, re-crudecimiento y

continuación de lalucha se decidan co-lectivamente.

La lucha del proleta-riado pasa por mante-nerse en el más

estricto campo de laautonomía de clase,de ser abierta, colec-tiva y dinámica. Lasexperiencias de lasAsambleas GeneralesInterprofesionales nosenseña una lecciónimportantísima que lostrabajadores debemosde aprender. Sin me-nospreciar el marcodel conflicto laboralconcreto, las luchasdeben alimentarse así mismas y exten-derse, convertirse enuna onda expansivade largo alcance en laque la solidaridad pro-letaria se convierta enel arma que enfrente ala burguesía y a su es-tructura monopolísticade la violencia, el Es-

tado burgués.No deberíamos per-

der tampoco de vistael alcance de la me-dida de represión delconflicto. Ya hemos

referido a la situaciónabierta en Metro deMadrid, pero allí nollegó a existir una ver-dadera intervenciónpor parte de las fuer-zas de represión esta-tales.

Sin embargo, a par-tir de la crisis de loscontroladores quedademostrada la efectivi-dad de la militariza-

ción de un conflictocomo forma de supri-mirlo y hacerlo inocuo,medida ésta que hatenido que desempol-varse mucho tiempodespués. Ahora que laclase obrera des-pierta, la burguesíacomienza a aperci-birse de la magnituddel combate que ésta

erigirá; toda lucha quepierda el referente delos sindicatos será vil-mente reventada conel uso de la fuerza.

La clase trabajadoradebe entender bienesto: de no lograr ex-tender, unir y solidari-zar las luchas, nuncaserá posible enfrentar la violencia burguesacon la violencia revo-lucionaria de masas.Solidaridad y autoor-ganización son las cla-ves. ■

La clase trabajadorano puede plantear un

pulso alEstado burgués y

pretender salir indemne

Los controladores nopusieron de rodillasal Estado, el Estadolos puso a ellos de

rodillas

El USCA sólointervino llamando al

regreso de loscontroladores a sus

puestos

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El Estudiante Proletario Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil  Página nº3

Somos un grupo de asalariados de diferentes sectores (ferro-viarios, enseñantes, informáticos…), de parados y de precarios.Durante las recientes huelgas en Francia, nos hemos reunido en

una Asamblea General Interprofesional –al principio en los an-denes de una estación de tren (Gare de l’Est , en París), y despuésen el local de una Oficina de empleo. Queríamos reagrupar lo másampliamente posible a los trabajadores de otras localidades de laregión parisina. Puesto que ya estábamos hartos del colaboracio-nismo de los sindicatos, que nos llevaba una vez más a la derrota,hemos querido organizarnos por nosotros mismos, para tratar deunificar los sectores en huelga, extender la lucha, y que sean lospropios huelguistas los que controlen su luchaA la guerra social de los capitalistas, los trabajadores tienen

que oponer una lucha de clasesEn Gran Bretaña, en Irlanda, en Portugal, en España, en Fran-

cia… en todos los países nos atacan duramente. Nuestras condi-ciones de vida se degradan.

En GB, el gobierno Cameron ha anunciado la supresión de500.000 empleos en la función pública, recortes de 7000 millones£ en los presupuestos sociales, el aumento al triple de las matrí-culas universitarias, etc.…

En Irlanda, el gobierno Cowen acaba de reducir el salario mí-nimo a la hora más de un euro y las jubilaciones el 9%.

En Portugal, los trabajadores se confrontan a una tasa de des-empleo récord. En España, el “muy socialista” Zapatero, no parade recortar sustancialmente los subsidios de desempleo y las ayu-das sociales y sanitarias…

En Francia, el gobierno continúa la caza a nuestras condicionesde vida. Tras las jubilaciones, es el turno de la sanidad. El accesoa los servicios sanitarios se hace cada vez más difícil para los tra-

bajadores: cada vez hay que pagar más por los medicamentos,aumenta el costo de los seguros privados, se suprimen puestosde trabajo en los hospitales públicos. Como todos los servicios pú-blicos (Correos, gas, telecomunicaciones), los hospitales se des-mantelan y se privatizan. Resultado: millones de familias obrerasya no pueden tratar sus problemas de salud.

Esta política es vital para los capitalistas. Frente al desarrollode la crisis y el hundimiento de sectores enteros de la economíacapitalista, aquellos encuentran cada vez menos mercados quesean la fuente de beneficios para sus capitales. Y también por esose ven presionados a privatizar los servicios públicos.

Sin embargo, la capacidad de los nuevos mercados en términosde salidas productivas, es más limitada de lo que exigen los pila-res de la economía mundial como la construcción, el automóvil, elpetróleo… Y no permitirán, aún en el mejor de los escenarios, unnuevo desarrollo económico salvador.

En ese contexto de hundimiento, la lucha por los mercados serámás y más encarnizada entre los grandes trust internacionales.Dicho de otra manera, será una cuestión de vida o muerte paralos inversores de capitales. En esa lucha, cada capitalista se re-fugiará detrás de su Estado para defenderse. En nombre de la de-fensa de la economía nacional, los capitalistas tratarán deencadenarnos a su guerra económica.

En esa guerra, las víctimas son los trabajadores; puesto quetras la defensa de la economía nacional, cada burguesía nacional,cada Estado, cada empresario, trata de reducir sus “costes” paramantener su “competitividad” . Concretamente no cesarán de in-

tensificar los ataques contra nuestras condiciones de vida y de tra-bajo. Si les dejamos hacer, si aceptamos apretarnos más elcinturón, esos sacrificios no acabarán nunca y llegarán hastaponer en cuestión nuestras condiciones de existencia.

¡Trabajadores!, neguémonos a dejarnos dividir por empresa,sector o nacionalidad. Rechacemos participar en esa guerra eco-nómica de una y otra parte de las fronteras. Luchemos juntos y

unámonos en la lucha. La consigna que lanzó Marx está plena-mente de actualidad: “Proletarios de todos los países, ¡Uníos!” .

Los trabajadores hemos de tomar la lucha a cargo

Hoy los trabajadores de Grecia, de España, los estudiantes deInglaterra, están en lucha y están en el punto de mira de los go-biernos, de derecha e izquierda, que están al servicio de las clasesdirigentes. Y como nosotros en Francia, os tenéis que enfrentar con gobiernos que reprimen violentamente a los trabajadores, alos desempleados, a los estudiantes.

En Francia este otoño hemos querido defendernos. Éramos mi-llones en la calle para rechazar pura y simplemente este nuevoataque. Nos hemos batido contra esa nueva ley de pensiones ycontra todas las medidas de austeridad que nos afectan de lleno.Hemos dicho: ¡No! Al aumento de la precariedad y la pobreza.

Pero lo sindicatos nos han conducido a la derrota, impidiendoactivamente la extensión del movimiento huelguista:• En lugar de romper las barreras de la fábrica u otros lugares detrabajo para unir lo más ampliamente posible a los trabajadores,han cerrado las asambleas generales de cada empresa a los otrostrabajadores.• Han hecho acciones espectaculares para “bloquear la econo-

mía” ; pero no han hecho nada para organizar piquetes de huelgaque habrían podido atraer a otros trabajadores a la lucha; lo quesí han hecho los propios trabajadores y precarios.• Han negociado nuestra derrota a nuestras espaldas, tras laspuertas cerradas de los gabinetes ministeriales.

La Intersindical no ha rechazado nunca la ley sobre las jubila-ciones, al contrario, incluso ha repetido que era “necesaria” e “in-

evitable” . Según ella habríamos debido contentarnos con pedir asu lado “más negociaciones gobierno-patronal-sindicatos” , “más

ajustes de la ley para una reforma más justa y equitativa” …Para luchar contra todos estos ataques, solo podemos con-tar con nosotros mismos. Por lo que nos concierne, hemos de-fendido en este movimiento la necesidad de que los trabajadoresse organicen en sus lugares de trabajo en asambleas generalessoberanas y se coordinen a escala nacional, para dirigir el movi-miento huelguista eligiendo delegados revocables en todo mo-mento. Sólo una lucha animada, organizada y controlada por elconjunto de trabajadores, tanto respecto a los medios como a losobjetivos, puede crear las condiciones necesarias para la victoria.

Sabemos que esto no se ha acabado; los ataques van a conti-nuar; las condiciones de vida van a ser más y más difíciles y lasconsecuencias de la crisis del capitalismo van a empeorar . Por todo el mundo se plantea la necesidad de luchar. Para eso hemosde tomar confianza en nuestras propias fuerzas: Somos capaces de tomar las luchas a cargo y de organizarnoscolectivamente Somos capaces de debatir abiertamente y fraternalmente, libe-rando “la toma de palabra”. Somos capaces de controlar verdaderamente el desarrollo denuestros debates y la toma de decisiones.

Las asambleas generales no deben estar dirigidas por los sin-dicatos, sino por los mismos trabajadores.

Vamos a tener que batirnos para defender nuestras vidas y elfuturo de nuestros hijos.

Los explotados del mundo entero son hermanos y hermanas deuna sola y única clase.

Solo nuestra unión por encima de las fronteras pondrá lascondiciones para destruir este sistema de explotación.

Los participantes de la Asamblea General interpro “Gare de l’Estet Île de France”

Para contactarnos: [email protected]

Llamamiento a los asalariados, desempleados,estudiantes y precarios de Europa

Page 4: El Estudiante Proletario nº7

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El Estudiante Proletario Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil  Página nº4

El debate sobre la actitudteórico-política que las mino-

rías revolucionarias reivindi-cadas de la IzquierdaComunista y la ultraizquierdadebemos tener frente a losgrupos anarquistas y anar-cosindicalistas parte del ca-mino emprendido por laorganización hermana delCREE , la Corriente Comu-

nista Internacional , de con-tacto, debate e intervencióncomún con organizacionesque se reclaman formal-mente anarquistas u organi-zaciones anarcosindicalistaso salidas/escindidas deestas mismas.

La deliberación y clarifica-ción sobre este particular esun elemento importante dereflexión teórica en estosmomentos de recrudeci-miento de las luchas obrerasa escala internacional,puesto que ayuda a delimitar 

las formas de intervencióntáctica que las organizacio-nes del medio político prole-tario deberíamos desarrollar para con estos grupos en elcontexto del impulso a la au-toorganización del combateproletario. Por ello, estas lí-neas pretenden ser un puntode esclarecimiento sobre untema complejo y multifacé-tico que, creemos, sirven de

asidero al CREE en este de-bate y pueden servir, igual-mente, para trazar las líneasgenerales de lo que podríaser un próximo encuentrocon CCI que versaría sobresusodicho tema.

La base de toda la polé-

mica reside en los riesgosque conlleva exponerse a

ideologías reiteradamentedenunciadas por la IzquierdaComunista como contrarre-volucionarias y ajenas a lalucha del proletariado. Par-tiendo de esta idea, cabríapensarse que, en realidad, lomejor sería mantener unaactitud de búnker que impi-diese exponer nuestra “pu-reza” al influjo de laburguesía y sus ideologíasantiobreras.

Sin embargo, en un mo-mento de ascenso de las lu-chas obreras a escalainternacional la actitud máspeligrosa es precisamente lade cerrarse en un prurito deortodoxia que a ningún ladoconduce salvo a la cosifica-ción del pensamiento y suideologización. De no con-frontar nuestros presupues-tos teóricos con la realidad

de la lucha obrera, estamoscondenados a jugar elmismo papel sectario y opor-tunista que ha venido carac-terizando a múltiplescorrientes del anarquismodesde la I Guerra Mundial.Por tanto, admitimos la ne-cesidad planteada por CCIde abrirnos como el menor de los males posibles; perosin perder de vista que “el

debate por el debate noexiste” y que las relacionescon grupos anarquistas yanarcosindicalistas implicaninnumerables riesgos quehay que asumir a la vez quetratar de minimizar.

Como sabemos, el anar-

quismo es una ideología he-redada del socialismo utó-

pico y ligada a la pequeñaburguesía ante el avance dela industrialización y la pro-gresiva integración de am-plias capas de los pequeñosartesanos y mercaderes alas grandes fábricas en cali-dad de asalariados.

En un principio, cuando laenajenación de la fuerza detrabajo resultaba tanto másinsoportable para los quehasta días antes podían vivir de su propio trabajo, las lu-chas y conflictos estaban re-gidos por una incomprensiónde la verdadera naturalezadel fenómeno y en base alos primeros impulsos delmovimiento real de la claseaparecieron las ideologíaspequeñoburguesas en lasque la explotación del traba- jador se redimía con la rea-propiación del producto de

su propio trabajo y sus me-dios de producción (anar-quismo) sin subvertir elmarco de relaciones de pro-ducción capitalistas -enten-dido falsamente elcapitalismo como mera cir-culación- o en la creación decomunidades de trabajo yvida en común (socialismoutópico).

El mismo desarrollo de la

lucha obrera acabó fulmi-nando estas viejas ideolo-gías ahistóricas; y en base ala oposición de la revoluciónproletaria a la revolución bur-guesa, apareció el mar-xismo, la filosofía de la

  praxis emancipatoria del 

  proletariado como único

sujeto histórico revolucio- 

nario.Pero en un momento dedesarrollo y ascenso del ca-pitalismo, la lucha por refor-mas y la progresivaideologización del materia-lismo histórico hicieron per-der a la socialdemocracia elreferente del fin del capita-lismo. La II Internacional esproducto del movimiento as-cendente de un proletariadoque sólo puede luchar por mejoras sus condiciones,por tanto, debía perecer conel fin del desarrollo dócil delsistema productivo capita-lista. En aquellos tiempos,anarquismo y sindicalismose encuentran ante la pro-gresiva burocratización delos partidos y sindicatos ma-yoritarios.

Este encuentro es cele-brado por algunos autores

marxistas como positivo enel marco de una reacción dela clase obrera, pero siempreconforme al esquema social-demócrata de la división par-tido-sindicato bajo elauspicio de la concepcióntradeunionista de la luchaobrera, que el sindicalismorevolucionario (cuya ramamás importante es y ha sidohistóricamente el anarcosin-

dicalismo) invierte para bienacentuar la lucha sindicalfrente a la política o bienpara considerar que nopuede existir más luchaobrera que la lucha mera-mente salarial.

Dentro del →

Un debate de principios: la Izquierda Comunista

frente al anarquismo y el anarcosindicalismo

► Pidiéndolo a través de nuestro correo: [email protected]► En la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.► En los puestos de venta de las facultades y zonas fabriles de Sevilla.► En formato PDF en nuestro blog: http://espartaquismoestudiantil.wordpress.com► En el servidor Scribd.com (*nota: para ver con calidad hay que descargar con cuenta de Scribd o Facebook).

EL ESTUDIANTE PROLETARIO, órgano propagandístico mensual delColectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil , lo encontrarás en:

Page 5: El Estudiante Proletario nº7

8/7/2019 El Estudiante Proletario nº7

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El Estudiante Proletario Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil  Página nº5

→ anarcosindicalismo exis-ten ramas y planteamientosdiferentes que han evolucio-nado históricamente. No nosinteresa esto tanto comodestacar la quiebra del sindi-calismo y su progresiva inte-

gración como ideologíaburguesa absolutamente an-tiobrera a partir de que laperspectiva de la revolucióncomunista mundial fuera laúnica posible frente a la bar-barie capitalista.

El sindicato, que existe ylegitima su papel en elmarco de relaciones deproducción capitalistas,no puede ser instrumentode subversión de tales re-

laciones como histórica-mente ha quedadodemostrado. Aun cuandopresente una verborrea ul-trarrevolucionaria, ningúnsindicato existe en favor deldesarrollo de la lucha de laclase frente al sistema capi-talista. Desde este punto devista, por tanto, tampoco po-drían pensarse en un en-cuentro de pareceres entre

anarcosindicalismo y mar-xismo; pero hay que consi-derar que desde finales delos años ochenta, hemos vi-vido un repliegue de las lu-chas obreras que hasupuesto el inicio de un pro-ceso de descomposición delanarcosindicalismo en elseno del cual ha proliferadoun “pantano” diverso y hete-rogéneo en el que algunosgrupos empezaron a buscar una alternativa consecuente-mente proletaria sin por ellorenunciar formalmente alanarquismo o al anarcosindi-calismo.

Hasta el día de hoy, la rup-tura con la tradición libertariano se ha dado en estos gru-pos, y la mayoría han vueltoreclamando por lo que es sucasa: la burguesía. Una mi-noría sí se ha mantenido

consecuente y busca el ca-mino de la autoorganizacióndel proletariado. Pero, comoun compañero internaciona-lista dijo y la CCI recoge, “el 

camino hacia el infierno está

adoquinado de buenas in-

tenciones” .La lucha por la autoorgani-

zación es un proceso en elmarco general de la lucha declases que articula dialécti-camente forma organizativa

en la lucha y contenidos deesta misma organización. Elencuentro entre anarquismoy consejismo se explica enbase a la fetichización de laforma “consejo” o cualquier otro nombre que se le quieradar. La contribución a la au-toorganización del proleta-riado no existe salvo enrazón de comprender queésta emerge en el movi-miento real de la clase, en el

cual debemos intervenir ayu-dando a la clase trabajadoraa la apropiación de su armarevolucionaria: el materia-lismo histórico, el métododel proletariado de análisisde la realidad que sirve a susintereses emancipadores.

El método no se posee, esel resultado del movimientoreal de la clase frente a laesclavitud asalariada. El mé-

todo no se puede definir operativamente, pues no esuna ciencia. El método nopuede ser sintetizado enunos cuantos preceptosclave, pues no sería másque superchería e ideología.El método es la práctica re-volucionaria misma funda-mentada en la apropiaciónteórico-política de la evolu-ción y desarrollo de la luchade clases.

El punto de partida es,pues, comprender la reali-dad como producto de lalucha de clases, así y sóloasí podremos ligar nuestrapráctica al movimiento realde la clase y la subversiónde la sociedad de clases enel comunismo. Si no existeesta base de inicio, difícil-mente se estará contribu-yendo a la autoorganización

por mucho que una miradaen superficie de los aconte-cimientos así procure afir-marlo. Los gruposanarquistas y anarcosindica-listas no serán revoluciona-

rios salvo que en la praxissuperen su propia adscrip-ción ideológica formal. Paraello, las minorías comunistasdebemos trabajar deba-tiendo y esclareciendo, ayu-dando a aquellos grupos que

busquen un camino intransi-gentemente proletario perocon las reservas políticasque todos los ideólogos nosmerecen (sean trotskistas,maoístas, anarquistas, anar-cosindicalistas y todosdemás -istas) y sólo colabo-rando e interviniendo conjun-tamente (y siempremanteniendo tales reservas)cuando el concluyamos queverdaderamente el proyecto

puede contribuir al esclareci-miento comunista y a la au-toorganización delproletariado.

Toda ideología es con-trarrevolucionaria . El movi-miento de la clase obrerahacia el comunismo termi-nará destrozando las ideolo-gías y colocará a cada unoen su lugar. El bastión obrerono estará nutrido de anar-

quistas ni marxistas, sólo deproletarios revolucionariosinternacionalistas. De queseamos el mayor númeroposible depende la voluntadno sectaria y el rechazo alespíritu de capilla que las mi-norías comunistas debemosasumir como propio.

Esta contribución es soloun momento en la lucha declases que se desarrolla aescala internacional y su ne-cesaria clarificación. Y estaclarificación nos lleva a res-ponder a una pregunta queno podremos responder aquí. Puesto que, si nosplanteamos si tratar de tra-bajar y debatir con anarquis-tas, ¿por qué no con otrosgrupos tales como maoístas,trotskistas y demás fuerzasizquierdistas? Según loscompañeros de Corriente

Comunista Internacional, elinternacionalismo es la basesobre la que se construye eldebate con las minoríasanarquistas y que éste inter-nacionalismo solo puede ser 

producto de un “tomar par-tido” cuando los aconteci-mientos así lo requieren.Pero ¿cómo se puede tomar partido a favor de la claseobrera sin el método quefundamente esa toma de po-

sición? La solidaridad inter-nacionalista es un meroconcepto que puede usarsesin que implique o supongaabsolutamente nada. Dis-tinto es si existe un funda-mento teórico que dote decontenido revolucionario yemancipador susodicho con-cepto. Esta cuestión esmucho más compleja de loque a priori pueda pensarseporque, desde el CREE,

pensamos que el internacio-nalismo es una práctica so-cial revolucionaria que nopuede existir salvo a condi-ción de que nos apropiemosdel materialismo histórico,recordamos, la filosofía de lapraxis emancipadora. Si laemancipación de la clasetrabajadora mundial tendráque ser por ella misma o noserá, la revolución será inter-

nacional o no será nada. Por tanto, la filosofía de la praxisemancipadora es en su fun-damento internacionalista. Elresto es ideología y super-chería emanada de la socie-dad de clases y al serviciode la burguesía, incluyendola verborrea ultrarrevolucio-naria del anarquismo que, noolvidemos, durante las dosguerras mundiales se limitóa tibios llamamientos pacifis-tas propios de la pequeñaburguesía.

En resumen: el anar-quismo está muy lejos depodee tildarse de anarquista.Ninguna colaboración congrupos con planteamientosanarcosindicalistas salvoque renieguen del sindica-lismo. Ninguna colaboracióncon el anarquismo salvo enlos casos mentados más

arriba; sin olvidar que sonprecisamente nuestros prin-cipios teóricos los que nosdeben hacer fuertes frente acualquier influjo de ideologíaburguesa. ■

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Existe un acuerdo en el

seno de la alta intelectualidadde nuestro tiempo por el quese ha convenido llamar pos-tmodernidad al periodo histó-rico actual. El término,acuñado por Lyottard en losaños setenta, marca una ce-sura histórica evidenciada enel triunvirato que mejor definela postmodernidad: anomia,crisis de la ideología y crisisde la ciencia.

Fulminando todos los mitos

de la racionalidad burguesafruto del ascenso y definitivotriunfo de la burguesía comoclase dominante, la postmo-dernidad abre un nuevo esce-nario de incertidumbre,eclecticismo y caos en el quetodo parece desmoronarse.No hay ciencia, no hay creen-cias, no hay ideología, no haynada, en definitiva, a lo queagarrarse para dar un sustratosólido a nuestra vida y que no

se desparrame. El capitalismose descompone y arrastra a ladescomposición todo pro-ducto y organización social.La postmodernidad no es sinosu más ideologizada teoriza-ción.

La caída del estalinismo enlos noventa se nos vendiócomo el inicio del fracaso detoda ideología, especialmenteen lo que respectaba a todointento de subversión del

orden existente. La desarticu-lación de la ideología parecíaarrastrar, por tanto, a la inde-terminación histórica de lapraxis social; o en otras pala-bras: la inexistencia de “alter-nativas” procuraba un marcode relaciones sociales en las

que no pudiera existir una

lucha por la alternativa. Seobvia, no obstante, que todaideología es ya una falsaconsciencia que hace inope-rante nuestra acción social;floreciente en el marco de lasrelaciones de dominación dela sociedad de clases.

La ideología moderna, in-crustada en las nuevas rela-ciones de produccióninauguradas por el capita-lismo, existe en tanto que per-

petúa la dominación de laclase burguesa sobre el prole-tariado, negación este últimode la sociedad de clases. Laideología está llamada a morir o, más bien, a destruirse con-forme el proletariado se eman-cipa de las bases materialesque cimentan su alienación yexplotación.

La destrucción de la ideolo-gía es la destrucción de las re-laciones de produccióncapitalistas, y sólo el método,la filosofía de la praxis, estállamado a suprimirla. El mé-todo es la negación de todaideología, de toda falsa con-

ciencia. Denostado, vejado,humillado y, más reciente-mente, falseado hasta extre-mos insospechados, elmétodo vuelve a resurgir,siempre resurge. El materia-lismo histórico, alumbrado enla oposición a la revolución

burguesa de la revolución pro-

letaria, es producto históricode la lucha de clases. La cien-cia, los valores, las creencias,la cultura, tienen que ser pen-sados, por tanto, como pro-ductos de la infraestructuraproductiva y la división socialdel trabajo; en nuestro caso,en el marco de las relacionesde producción capitalista. Noson todos estos, en definitiva,más que conceptos vacíos fil-trados por contenido de clase.

Si los famosos valores li-berté, égalité, fraternité sonproducto de la lucha de la bur-guesía contra el absolutismo yestán recorridos, por tanto,por la lógica de las necesida-des de una burguesía ascen-dente en el siglo XVIII;debemos concluir que los va-lores no son ahistóricos, estánligados a los intereses declase. La ciencia se objetiva,igualmente, en la clase social

a la que sirve. La ciencia bur-guesa es, pues, ideología. A lamisma se debe oponer el pro-letariado, el método del prole-tariado, único que sirve a susintereses emancipadores. Elmaterialismo histórico es la fi-losofía de la praxis emancipa-dora. La apropiación delmismo por parte de la clasetrabajadora es la recuperaciónde su consciencia de clase.

Por ello, aun la intelectuali-

dad burguesa postmodernahaya sido capaz de negar losviejos preceptos sobre los quese asentaba su dominación declase, no ha podido desarro-llar hasta las últimas conse-cuencias los nuevospreceptos de su ciencia, muy

marcada –dicen- por el “mar-

xismo”. Niegan la ideologíapero necesitan la ideologíapara perpetuar su dominaciónen tanto clase. No recuperanel materialismo histórico, sinouna nueva versión desfigu-rada que viene a sumarse atantas otras que se han idodesarrollando a lo largo de lahistoria para legitimar el ordensocial burgués reinante.

El pensamiento postmo-derno es la expresión su-prema de la barbariecapitalista. La burguesía, siquiere afirmarse en el marcode la lucha de clases, tieneque negarse a sí mismo en

tanto que producto del capita-lismo ahora en descomposi-ción. La postmodernidad es laperpetuación ideológica últimade la burguesía. Y como ideo-logía, aun se niegue ideología,se hundirá con todo el equipo.Pero su supresión depende,en última instancia, de que elproletariado se apropie delmétodo, de su arma revolucio-naria, de su consciencia y so-lidaridad de clase. La

sociedad de clases pronto ten-drá su fin, y con ella perecerála falsa conciencia que en suseno se engendró, desarrollóy colapsó históricamente.

El materialismo históricono es fruto de la mera

“genialidad”; sinoproducto de la lucha delproletariado por su

emancipación

El Estudiante Proletario Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil  Página nº6

El fracaso de la ideología o el irremediable triunfodel métodoLuis A.L. Jaén

La ciencia burguesa

se descompone junto conlas propias bases de ladominación de la clase

burugesa

*Artículo elaborado por uno de

nuestros militantes para laRevista NOTON

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El Estudiante Proletario Colectivo Revolucionario Espartaquista Estudiantil  Página nº7

Sobre las huelgas generales del 27-E

Para analizar las dis-tintas huelgas genera-les que tuvieron lugar 

en Catalunya, Galicia yEuskal Herria el 27 deenero como respuestaa la Reforma de laspensiones aprobada undía antes en el Con-greso de los Diputadosy ratificada en el Con-sejo de Ministros deldía 29 de enero habría-mos de tratar de tras-cender la siempreinsustancial polémica

sobre el número de ad-heridos a la convocato-ria de huelga, que nosirve sino para tratar dedespistar sobre lo quetrasciende al fetiche nu-mérico y buscar lo quequeda más allá de lascifras, las manifestacio-nes y las pancartas.

El 29-S dejó bien alas claras que unahuelga no se salda en

“victoria” en función delcuenteo de personasen manifestaciones ypiquetes en las fábri-cas. Mismo caso lo en-contraríamos en Greciaa principios y mediadosde 2010 o en Francia elotoño pasado. LaHuelga General del 27-E no fue un fracaso, enabsoluto; nos encontra-mos ante un gran éxito

de todo el sindicalismoalternativo, que ha de-mostrado por enésimavez que su función dedividir, atomizar y en-gañar a los trabajado-res la sabe cumplir a laperfección.

A finales de diciem-bre, la ConfederaciónGeneral del Trabajoparticipó en la convoca-toria de una huelga de

consumo por la que sequería protestar contralos desmanes del capi-tal financiero y la pos-tración de un gobiernopolichinela como el de

Zapatero, que no pro-tege a los trabajadoresy las pequeñas empre-

sas. Aquella suerte decombate interclasistafue tildada por el anar-cosindicato como ungran éxito, y en este es-tado de ánimo se arrojóa mover una carta parallamar a una nuevahuelga general sin fe-char en protesta por elatraso de la edad de ju-bilación y las mayoresexigencias de cotiza-

ción para poder obtener el total de la pensión.La carta tuvo muy es-caso eco, y sólo algu-nas organizacionespolíticas se hicieronpartícipes de la pro-puesta.

Al margen de la CGT,en Euskal Herria la mi-ríada de siglas ELA,LAB, Hiru, STEE-EILAS y EHNE queconstituyen la mayoríasindical vasca convo-can para el día 27 deenero una Huelga Ge-neral para todo el terri-torio vasco, navarro y

riojano. Como ya hicie-ran el 29 de junio, lossindicatos abertzalesmovieron ficha antesque todos los demás yal resto les pilló de im-proviso. Recordemosque estos decidieron nosumarse a la convoca-toria de Huelga Generalel día 29-S porque ellos“ya habían convocadoen su momento”; esto

es, ya habían montadoel teatrillo y su trabajode atomización de lasfuerzas de la clase tra-bajadora en base a susreivindicaciones de

corte nacionalista es-taba más que hecho.Con el miedo a que vol-

viera a surgir el mismoconflicto que antaño, elresto de organizacio-nes sindicales minorita-rias de todo el Estadoevalúan la necesidadde participar en la con-vocatoria vasca y tratar de “extenderla” al restodel territorio.

La Confederación In-tersindical Galega(CIG) días más tarde

anuncia que ella tam-bién convocará en soli-tario una huelgageneral en Galicia, alser la organización ma-yoritaria. La CGT, tras-tornada por estosnuevos movimientosimprevistos en el ta-blero de ajedrez, de-cide pasar a la acción yCGT Nafarroa y la con-federación gallega se

suman a las convocato-rias de huelga generalen Galicia y Euskadi.Le mueve en este com-portamiento una volun-tad unitaria y norupturista, de “causa” y“frente” común parahacer fuerza frente alos ataques del go-bierno a las condicio-nes de vida de la clasetrabajadora, siempre

vistos por estos sindi-catos como un ponersede rodillas frente a losmercados o una “dere-chización”.

Haciendo recuento,tenemos dos huelgasgenerales convocadaspor el nacionalismohecho sindicato y una

CGT cuya PlenariaConfederal tiene queasumir que sólo algu-

nas de sus confedera-ciones llamarán a lahuelga para el 27. En lafamosa carta que decíaestar moviendo entreorganizaciones políti-cas y sindicales, laConfederación Generaldel Trabajo defendía lanecesidad de empren-der un debate abierto ytendente a la conver-gencia de pareceres

entre los grupos quedefienden la necesidadde una nueva huelgapara construirla de ma-nera unitaria. Peroluego, CGT renuncia alos principios que pre-tendían regir la convo-catoria para sumarsede manera oportunistaa otras convocatoriasen las que nadie habíallamado a la participa-

ción de las bases con-federales.

Más oportunista re-sulta, si cabe, que laPlenaria renunciase al

planteamiento inicial yno llamase a unahuelga general en todoel estado; pero ya sesabe que quien semueve y no se amoldano sale en la foto.

La torna de la tornallega con la apariciónde un llamamiento deSolidaridad Obrera -anarcosindicato que di-rime sus posiciones

entre el “revisionismo”de CGT y el “secta-rismo” de CNT- a laconvocatoria de unahuelga general para el26 de enero exclusiva-

mente del anarcosindi-calismo y de la plata-forma “Hay que

pararles los pies”. Notiene desperdicio estellamamiento a tenor que, cuando se pro-dujo, dos huelgas ya te-nían la fecha señalada-27 de enero- y en elaire circulaba el rumor de que las centralessindicales mayoritariaspodrían convocar parael 25 de enero. Solida-ridad Obrera sacando

los pies del tiesto, comoviene siendo habitual; y,sin embargo, es conse-cuente con el ruptu-rismo manifiesto detodo el planteamientoanarcosindicalista, des-parecido en CGT y tai-mado en CNT. Sinllegar a ningún sitio, lallamada de SolidaridadObrera se cae por supropio peso. No obs-

tante el planteamientode partida, finalmenteeste anarcosindicatoterminaría participandoen la Huelga Generalque el día 27 de enerotuvo lugar en Catalunyaconvocada por la CGTcatalana, CNT-Cata-lunya, la Central Sindi-cal Obrera, Ecologistasen Acción y en la queparticipó la confedera-

ción de CNT-AIT en Ca-talunya; surgida delencuentro de puntos devista en una reuniónentre delegados de dis-tintas organizacionesconvocada por el portalde información Kaos enla Red en Barcelona.Con esta tercerahuelga, llegamos alpunto de no retorno enel que el esperpento

carece de límites y refe-rentes.

Mientras que cadacentral sindical se dedi-caba a lo suyo propio,¿qué podían →

En Catalunya, Euskadi y Galicia el sindicalismo alternativo volvió a hacer de las suyas

Sobre la mesa,tres posibles

convocatorias dehuelga distintas en

tres díasconsecutivos

La carta de CGTllamando a unanueva huelga

general tuvo una

tibia acogida

Mientras los alter-nativos jugaban,

los sindicatosmayoritariospactaban un

acuerdo global conel gobierno

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