el espiritu del mundo - iberocultura's blog · según el diccionario, el espíritu es el alma...

12
El espiritu del mundo Se considera a sí mismo alguien espiritual? Si pone atención a su alrededor, seguramente notará que la palabra espiritualidad no ha per- dido vigencia, pues aun en medio del cotidiano caos se pronuncia con frecuencia -quizá incluso más que en épocas anteriores. Lejos de ar- chivarla en el cajón de los olvidos, parece que la gente se aferra a ella cada vez con mayor fuerza a tra- vés de la búsqueda de herramien- tas contemporáneas que le permi- tan desarrollarla.

Upload: duongdan

Post on 05-Oct-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Siglo nuevo

30 • Sn

POR: SIGLO NUEVO FOTO: ARCHIVO SIGLO NUEVO / EFE

El espiritu del mundo

Se considera a sí mismo alguien espiritual? Si pone atención a su

alrededor, seguramente notará quela palabra espiritualidad no ha per-dido vigencia, pues aun en medio del cotidiano caos se pronuncia con frecuencia -quizá incluso más que

en épocas anteriores. Lejos de ar-chivarla en el cajón de los olvidos, parece que la gente se aferra a ella cada vez con mayor fuerza a tra-vés de la búsqueda de herramien-tas contemporáneas que le permi-tan desarrollarla.

L a v i d a i n t e r i o r c o n t e m p o r á n e a

Sn • 31

Siglo nuevo

El espiritu del mundo

Desde hace ya varios años lahumanidad se ha sumergidoen un ritmo que nuestros an-

tepasados calificarían como desqui-ciante. Vivimos abrumados por el tra-bajo, el crecimiento de las ciudades con todo lo que implica, el encareci-miento de los satisfactores básicos, el dominio de la cultura de consumo, y la multiplicación de enfermedades y

padecimientos antes desconocidos. Tenemos acceso a más información sobre lo que ocurre en todo el mundo, lo cual nos educa pero también nos preocupa o al menos nos da algo más en qué pensar. Incluso la cercanía que brindan los medios de comunica-ción y la tecnología contemporáneos, con todo y sus bondades, es motivo de estrés si consideramos que nos ab-

sorben un tiempo que anteriormente solía dedicarse al simple descanso y esparcimiento.

Notamos que escasean las oportu-nidades de permitirnos un encuentro con nosotros mismos. También son pocas las personas que consiguen ‘vi-vir el momento’ en toda la extensión del término, pues el común de la gen-te no puede evitar repartir su concen-tración entre lo que hace en el instan-te y lo que deberá hacer enseguida, y al día siguiente, y al mes siguiente...

En medio de este torbellino, en losúltimos años son cada vez más los quebuscan ‘ventanas’ por las cuales aso-marse y tomar un respiro que les per-mita recobrar en alguna medida la tranquilidad y la paz: herramientas deapoyo para cultivar su lado espiritual.

Y es que aunque algunos opinan que a mayor modernidad dejamos me-nos espacio para la espiritualidad, mu-chos otros coinciden en que ésta se en-cuentra lejos de desaparecer, si bien la forma de verla y vivirla ha experi-mentado una transformación acorde a nuestra época.

Hoy en día hay nuevos factores que han facilitado una intensidad en la búsqueda espiritual. Por un lado la tecnología ha puesto a nuestro al-cance información acerca de las vías de ejercicio espiritual de culturas que antes quedaban fuera de nuestro ra-dar, en especial las de Oriente. Simul-táneamente, la sociedad lleva tiempo inmersa en un ‘mundo material’ que aún satisface a un gran sector pobla-cional, no obstante a otro ya le ha pro-vocado una suerte de agotamiento, lo que se refl eja como una sensación de vacío interior.

Almaracional

Según el diccionario, el espíritu es el alma racional. Tanto la An-alma racional. Tanto la An-alma racionaltropología como la Psicología

coinciden en defi nirlo como la mente del ser humano, es decir aquello que radica en el interior del ‘yo’, la esen-

tración entre lo que hace en el instan-te y lo que deberá hacer enseguida, y al día siguiente, y al mes siguiente...

últimos años son cada vez más los quebuscan ‘ventanas’ por las cuales aso-marse y tomar un respiro que les per-mita recobrar en alguna medida la tranquilidad y la paz: herramientas deapoyo para cultivar su lado espiritual.

que a mayor modernidad dejamos me-nos espacio para la espiritualidad, mu-chos otros coinciden en que ésta se en-cuentra lejos de desaparecer, si bien la forma de verla y vivirla ha experi-mentado una transformación acorde a nuestra época.

que han facilitado una intensidad en la búsqueda espiritual. Por un lado la tecnología ha puesto a nuestro al-cance información acerca de las vías de ejercicio espiritual de culturas que antes quedaban fuera de nuestro ra-dar, en especial las de Oriente. Simul-táneamente, la sociedad lleva tiempo inmersa en un ‘mundo material’ que aún satisface a un gran sector pobla-cional, no obstante a otro ya le ha pro-vocado una suerte de agotamiento, lo que se refl eja como una sensación de vacío interior.

Scoinciden en defi nirlo como la mente del ser humano, es decir aquello que radica en el interior del ‘yo’, la esen-

Siglo nuevo

32 • Sn

Siglo nuevo

Sn • 33

cia de cada individuo. Por ello la es-piritualidad ha sido un tema de interés para el hombre desde que éste alcan-zó la condición de ‘ser pensante’ y podemos afi rmar que se habla de ella desde siempre. La Psicóloga Caroli-na Ramírez lo resume: “Por el simple hecho de ser humanos tenemos una esencia, independientemente de que la trabajemos o no”.

Sin embargo, con frecuencia se confunde la espiritualidad con la fe y la religiosidad, pese a que son concep-tos muy distintos en su raíz. Como ya dijimos la espiritualidad es algo que todos poseemos desde nuestro naci-miento, mientras que la fe es la parti-cular creencia que cada uno puede de-sarrollar en relación a algo, general-mente una fi gura divina. A su vez, la

religiosidad es la práctica de cierto tipo de rituales entendidos como un culto hacia esa deidad y los valores que ésta representa. Es por eso que u-na persona puede no practicar reli-gión alguna sin que esto merme su condición espiritual.

De hecho hoy en día es muy común escuchar a individuos que se descri-ben a sí mismos como ‘espiritual, pe-ro no religioso’. Usualmente se trata de gente que tiene un interés por tra-bajar en dicho aspecto de su vida, sin comprometerse con una creencia en particular. Incluso algunos estudio-sos dan un nombre a este fenómeno:

‘espiritualidad secular’. En su artícu-lo de 2005 titulado Secular Spirituality, Anne Van Dusen (quien hasta su fa-llecimiento fue investigadora asocia-da del Instituto Alban en Washington, D. C.), explicó: La espiritualidad secu-lar aborda una búsqueda personal de un signifi cado más profundo, sin el ‘gra-vamen’ de la religión organizada. La gente puede atender la salud y el bienes-tar espiritual mientras se esfuerza en lacomprensión y en la iluminación, sin te-ner que tomar en consideración o estar de acuerdo con las cuestiones de una doc-trina, credo o práctica.

A menudo oímos también hablar acerca de que tal o cual conocido nues-tro es ‘muy espiritual’. La espirituali-dad no es un área en la que entren di-ferentes niveles. Indiscutiblemente hay quienes cultivan más su vida es-piritual, pero eso no los hace superio-res a los demás. “La tendencia de ha-cer clasifi caciones, de generar ‘clases’ en todo es muy humana, y aun así la espiritualidad es la misma; hay quie-nes la trabajan más y eso les va mar-cando recursos, posibilidades, pero no les da mayor nivel”, apunta Caroli-na Ramírez.

En ese contexto, algunos indivi-duos parecieran tener un interés más fuerte que otros en el desarrollo de su espiritualidad. Según los exper-tos, esa inclinación la va determinan-do la existencia misma, las experien-cias que se acumulan a lo largo del paso por el mundo y la forma en que

religiosidad es la práctica de cierto tipo de rituales entendidos como un culto hacia esa deidad y los valores que ésta representa. Es por eso que u-na persona puede no practicar reli-gión alguna sin que esto merme su condición espiritual.

escuchar a individuos que se descri-ben a sí mismos como ‘espiritual, pe-ro no religioso’. Usualmente se trata de gente que tiene un interés por tra-bajar en dicho aspecto de su vida, sin comprometerse con una creencia en particular. Incluso algunos estudio-sos dan un nombre a este fenómeno:

‘espiritualidad secular’. En su artícu-lo de 2005 titulado Anne Van Dusen (quien hasta su fa-llecimiento fue investigadora asocia-da del Instituto Alban en Washington, D. C.), explicó: lar aborda una búsqueda personal de un signifi cado más profundo, sin el ‘gra-vamen’ de la religión organizada. La gente puede atender la salud y el bienes-tar espiritual mientras se esfuerza en lacomprensión y en la iluminación, sin te-ner que tomar en consideración o estar de acuerdo con las cuestiones de una doc-trina, credo o práctica

acerca de que tal o cual conocido nues-tro es ‘muy espiritual’. La espirituali-dad no es un área en la que entren di-ferentes niveles. Indiscutiblemente hay quienes cultivan más su vida es-piritual, pero eso no los hace superio-res a los demás. “La tendencia de ha-cer clasifi caciones, de generar ‘clases’ en todo es muy humana, y aun así la espiritualidad es la misma; hay quie-nes la trabajan más y eso les va mar-cando recursos, posibilidades, pero

YOGA

Siglo nuevo

se enfrentan y aceptan las circunstan-cias y entorno. “Cada uno de nosotros atraviesa una historia de vida propia,con etapas insondables de dolor, go-zo o incertidumbre, y eso de alguna manera desestabiliza la psique, el ba-lance psicoafectivo del hombre, que entonces empieza una búsqueda de alternativas para recobrar la armonía perdida, la recuperación del orden in-terno”, expone la Antropóloga Leonor Domínguez.

Ventanaspara el espíritu

Para que haya armonía exterior debe haber armonía interior. La paz individual no defi ne el pa-

cifi smo del mundo, pues para ello in-tervienen un sinfín de factores ajenos a nuestra decisión, mas quien cultiva su vida espiritual se turbará menos

ante las adversidades y tendrá una mejor capacidad de adaptación a las circunstancias que le toca vivir.

Es por eso que a lo largo de la His-toria la gente ha acudido a las expe-riencias espirituales como una ruta de

‘supervivencia psíquica’. “La humani-dad ha recurrido a ello para soportar las vicisitudes que enfrenta el mundo. Lo contrario nos conduciría al suici-dio, a depresiones muy profundas o a estados de angustia severos. La espi-ritualidad es un camino, una posibili-dad de conquista de la estabilidad y la estructura interna del sujeto”, analiza Leonor Domínguez.

Como ya mencionábamos, de u-nos años a la fecha este interés por lo espiritual es más notorio, pero es un fenómeno que tiene sus orígenes en los sesenta. De acuerdo con los espe-cialistas antes de ese momento era to-davía más común que la gente confun-diera lo espiritual con lo religioso y a-

simismo daba más importancia a las manifestaciones externas, visibles, de su religiosidad, sin que tuviera real-mente un trabajo hacia el interior de su ser. Fue en la citada década que co-menzó a hacerse evidente una nece-sidad por encontrar caminos que con-duzcan hacia una vivencia más espi-ritual, lo cual se ha ido intensifi cando conforme la gente ha abierto sus hori-zontes hacia otras culturas como las orientales.

Y aunque los métodos de cultivo espiritual que se escogen varían de a-cuerdo a las necesidades e inclinacio-nes particulares, es posible detectar al-gunos que parecen actuar como ‘ima-nes’ en nuestros días.

ReikiEl reiki es un sistema de sanación de origen japonés relativamente joven, pues comenzó a emplearse como tal a fi nales del siglo XIX. Su nombre sig-

34 • Sn

REIKI

SigloSigloSiglo nuevonuevonuevo

nifi ca ‘energía vital universal’ (rei se rei se reidefi ne como universal, dios o lo abso-luto, mientras que ki es energía vital). En principio el objetivo de esta tera-pia es brindar alivio a las dolencias fí-sicas o emocionales de la persona, a través de un contacto muy sutil que más que un masaje puede califi carse como una ‘imposición de manos’ por parte del terapeuta, quien a través de éstas canaliza una energía no propia al cuerpo del paciente. “Se supone que esta energía es del cosmos, del Univer-so, de Dios, a quien no menciono como primera instancia porque el reiki ca-rece de carga religiosa”, explica Ruth Castañeda, maestra de reiki.

El común de la gente que acude a este sistema lo hace buscando la cura-ción a un malestar tangible, pero mu-chos otros lo ven cada vez más como una alternativa para trabajar en su es-piritualidad. Se dice que esto es debi-do a que al encontrar un remedio a sus molestias corporales, las personas se dan cuenta de que el concepto de sa-lud va más allá de lo físico y se intere-san por su bienestar espiritual.

“En mi experiencia al menos el 30 por ciento de los pacientes continúan acudiendo a consulta una vez que re-suelven su problema físico o emocio-nal, para comenzar una especie de coaching espiritual, donde el reiki les muestra bloqueos energéticos que tie-nen que ver con sus concepciones del mundo”, apunta Castañeda.

De acuerdo a la especialista, esta técnica oriental da una signifi cativa a-portación a la vida interior: “Uno no puede trabajar su espiritualidad de manera sana si no es yendo a los ci-mientos de sus procesos emocionales, y el reiki puede mostrar dónde están esos puntos débiles y al mismo tiem-po te da mucho centro, te pone en el

‘canal’ idóneo para entrar en ese pro-ceso de trabajo”, manifi esta.

YogaAunque en Occidente el yoga se ha di-fundido más como una práctica de-portiva de tipo gimnástico, en reali-dad se trata de una disciplina de vida

muy completa, pues es de carácter psicosomático, es decir que involucra una acción de la mente sobre el cuer-po y viceversa.

La palabra yoga viene del sáns-crito y significa unión o esfuerzo. Se considera una tradición milenaria de origen impreciso, si bien a menu-

do se vincula con Oriente, concreta-mente con la antigua civilización de la India. En México se estima que el yoga comenzó a difundirse en los a-ños cuarenta.

Cada movimiento que se realiza dentro del yoga es una expresión que vincula cuerpo y espíritu; por ejem-

como una ‘imposición de manos’ por parte del terapeuta, quien a través de éstas canaliza una energía no propia al cuerpo del paciente. “Se supone que esta energía es del cosmos, del Univer-so, de Dios, a quien no menciono como primera instancia porque el reiki ca-rece de carga religiosa”, explica Ruth

El común de la gente que acude a este sistema lo hace buscando la cura-ción a un malestar tangible, pero mu-chos otros lo ven cada vez más como una alternativa para trabajar en su es-piritualidad. Se dice que esto es debi-do a que al encontrar un remedio a sus molestias corporales, las personas se dan cuenta de que el concepto de sa-lud va más allá de lo físico y se intere-

“En mi experiencia al menos el 30 por ciento de los pacientes continúan acudiendo a consulta una vez que re-suelven su problema físico o emocio-nal, para comenzar una especie de

espiritual, donde el reiki les muestra bloqueos energéticos que tie-nen que ver con sus concepciones del

De acuerdo a la especialista, esta técnica oriental da una signifi cativa a-portación a la vida interior: “Uno no puede trabajar su espiritualidad de manera sana si no es yendo a los ci-mientos de sus procesos emocionales, y el reiki puede mostrar dónde están esos puntos débiles y al mismo tiem-po te da mucho centro, te pone en el

‘canal’ idóneo para entrar en ese pro-

Aunque en Occidente el yoga se ha di-fundido más como una práctica de-portiva de tipo gimnástico, en reali-dad se trata de una disciplina de vida

Sn • 35

MEDITACIÓN

plo una postura que favorece a la co-lumna vertebral a la vez trabajaría en una facultad como la paciencia, o una posición que estabilice el aparato di-gestivo podría tener repercusión en la voluntad.

El yoga tiene ocho ramas y cada u-na de ellas deriva en una serie de ac-ciones. El Licenciado en Filosofía Al-berto Madero, quien cuenta con una sólida formación en esta disciplina, explica dichas ramas: yama, una serie de directrices éticas que implican la relación del individuo con los demás; niyama, relacionada al autoconoci-miento; asana, que se refi ere a las ya mencionadas posturas físicas; prana-yama, enfocada en la respiración; prat-yahara, consistente en replegar la sen-sación; dharana, centrada en la concen-tración, dhyana, que podemos equipa-rar con la meditación y fi nalmente sa-madhi “que es una fusión: es cuando madhi “que es una fusión: es cuando madhiya no hay ego, no hay tú ni yo, sujeto

ni objeto. Como reza un gran mantra sánscrito tat tvam asi, ‘eso tú eres’, ya tat tvam asi, ‘eso tú eres’, ya tat tvam asino hay pares ni opuestos; eso es yo-ga”, resume Madero.

AngelologíaLa palabra angelología tiene su origen en el latín angĕangĕang lusĕlusĕ , ángel, y del griego λογíα, tratado o ciencia. Formalmen-te es una rama de la Teología que se ocupa de analizar lo relativo a los es-píritus de origen divino. Pero el estu-dio de los ángeles está al alcance de todo aquél que se interese en él. Su fi n principal es tener un conocimien-to más amplio acerca de estos seres, para tener una comunicación más cla-ra con ellos.

Lucy Aspra, escritora y fundado-ra de La Casa de los Ángeles, ubicada en la colonia Hipódromo Condesa de la Ciudad de México, explica que los ángeles “están a nuestro lado pero no actúan porque respetan nuestro libre

albedrío; esperan el momento en que nos llega la claridad y pedimos a Dios su apoyo; cuando nos acercamos a e-llos comenzamos a vibrar en una fre-cuencia distinta, que abre un espacio

ni objeto. Como reza un gran mantra , ‘eso tú eres’, ya

no hay pares ni opuestos; eso es yo-

La palabra angelología tiene su origen , ángel, y del griego

, tratado o ciencia. Formalmen-te es una rama de la Teología que se ocupa de analizar lo relativo a los es-píritus de origen divino. Pero el estu-dio de los ángeles está al alcance de todo aquél que se interese en él. Su fi n principal es tener un conocimien-to más amplio acerca de estos seres, para tener una comunicación más cla-

Lucy Aspra, escritora y fundado-

Siglo nuevo

36 • Sn

ANGELOLOGÍA

Sn • 37

luminoso en nuestra aura y entonces pueden entrar a nuestro espacio para auxiliarnos”.

La angelología se considera una al-ternativa para el desarrollo espiritual porque “cuando nos acercamos a los ángeles nuestra vida se transforma positivamente; empezamos a tener ex-periencias extraordinarias, inenarra-bles a menos que las vivamos”, aseve-ra la entrevistada.

Cabe subrayar que la auténtica práctica de la angelología se avoca en el estudio y en ejercicios de interiori-zación, de diálogo privado entre el in-teresado y el ser angélico, no requiere de rituales, ni de comprar determina-das fi guras, velas o inciensos. “Nos co-municamos con ellos a través del pen-samiento y podemos hacerlo en cual-quier momento y lugar; es posible ar-monizar el lugar donde estamos con agua, veladoras, música y otros ele-mentos pero todo esto es para noso-tros, para equilibrar nuestro espacio y elevarnos hacia su plano, pero ellos por su condición espiritual no necesi-tan nada de eso”, advierte Aspra.

MeditaciónEn términos generales meditar (del latín meditāmeditāmedit riāriā , refl exionar o estudiar) consiste en aplicar con profunda aten-ción el pensamiento a la consideración de algo, o discurrir sobre los medios de

conocerlo o conseguirlo. Muchos practi-cantes lo defi nen como un proceso de

‘purifi cación mental’. La meditación ha estado presente desde hace miles de años en numerosas civilizaciones, por ello no se considera exclusiva de una cultura.

Esa misma diversidad ha dado ori-gen a una gran variedad de técnicas de meditación, cada una de las cualesrecomienda una serie de pasos a se-guir con el fi n elemental de centrar la mente en sí misma, lo cual favorece que el individuo alcance los objetivos que desee para sí -normalmente tran-quilidad interior.

En su libro Meditación. Guía prácti-ca de técnicas orientales (Âgama Publi-ca de técnicas orientales (Âgama Publi-ca de técnicas orientalescaciones, 2008), Stella Ianantuoni, es-critora y directora del Centro de Yoga Amitayus de la ciudad de Buenos Ai-res, lo expone de la siguiente manera:Es dejarnos estar en perfecta calma para poder observarnos a nosotros mismos. Es la experiencia de observar nuestro cuer-po y nuestra mente sin juzgarlos. Por eso, meditar no es algo que se aprende sino que es dejar surgir libremente lo que so-mos sin inferir en ello. Dejar que las cosas sean como son. Meditar es dejarse ser.

Algunas de las vertientes existen-tes se apoyan en ejercicios de respira-ción, la repetición de frases o en postu-ras -otras indican que basta con que el cuerpo se encuentre en una posición

relajada- e incluso en música, aroma-terapia y otros elementos.

Cualquiera de las alternativas que se escoja para meditar, si la práctica es llevada a cabo adecuadamente, per-mite a la persona un constructivo diá-logo interior. “Creo que meditar es fun-damental e ineludible para el cultivo de la espiritualidad; hay muchas téc-nicas pero evidentemente la medita-ción es el camino hacia la estabilidad y la paz mental, y en consecuencia ha-cia la armonía”, indica la Antropóloga Domínguez.

BudismoMás que una religión el budismo es un sistema de enseñanzas que promueve el entendimiento del origen de todas las cosas mediante sus causas, favore-ciendo que sus practicantes obtengan un estado de bienestar y liberad.

Tradicionalmente se cita como su fundador a Shakyamuni o SiddhartaGautama, un noble que vivió en la In-dia y dedicó gran parte de su vida a transmitir sus conocimientos a un gru-po de discípulos que a su vez continua-ron la propagación. Existen diferen-tes variantes de la doctrina budista. Todas se derivan de dos grande escue-las, denominadas Theravada y Maha-yana, que coinciden en principios y conceptos esenciales, como aceptar el potencial de los seres humanos para

Siglo nuevo

BUDISMO

Siglo nuevo

alcanzar el despertar espiritual (nirva-na), mediante el seguimiento de una serie de prácticas que conducen a di-cha iluminación.

La globalización ha permitido que poco a poco se conozca más acerca de cada una de las vertientes del bu-dismo. Una de las más expandidas en Occidente es el budismo Zen, de raíz japonesa. “Lo que distingue al Zen es que en él todo es santo, todo es mila-groso, presencia, la totalidad”, apunta Alberto Madero.

Independientemente de la escuela que se elija, el budismo ofrece a sus practicantes el aprendizaje de herra-mientas que permiten cultivar la espi-ritualidad a través de un exhaustivo trabajo hacia el interior, lo cual en pri-mera instancia redunda en una ma-yor capacidad de adaptación a las cir-cunstancias exteriores.

Tai Chi ChuanPese a la cadencia de sus movimien-

tos, el Tai Chi Chuan es un arte mar-cial que en sus inicios fue ideado como una forma de combate. Se originó en China, aunque sus raíces son impreci-sas. Algunos dicen que era una tradi-ción de una familia de apellido Chen yque sólo sus integrantes eran instrui-dos en ella, hasta que alrededor de los siglos V y VI un hombre se infi ltró y aprendió los movimientos. Otra ver-sión apunta que el autor fue un mon-je taoísta que vivía en las montañas hacia el año 1101. Incluso el signifi ca-do de su nombre tiene varias explica-ciones, entre las cuales se expone que tai chi signifi ca ‘último supremo’. tai chi signifi ca ‘último supremo’. tai chi

El Tai Chi Chuan llegó a Occiden-te en los años sesenta y desde enton-ces ha cobrado cada vez más interés debido a que permite a sus practican-tes armonizar pensamiento y cuerpo a través de movimientos coordina-dos. Hay diversas escuelas de Tai Chi y cada una muestra algunas varian-tes; en general coinciden en algunos

preceptos como son la alineación del eje cráneo-sacro mediante posturas fi jas, técnicas de respiración, y la eje-cución de formas (movimientos) que se realizan con cierta intensidad y velocidad.

El escritor francés Jacques Cho-que, entrenador de diferentes discipli-nas orientales, indica que el Tai Chi concede prioridad al pensamiento y no a la fuerza, gracias a movimientos efectua-dos mediante la concentración, coordina-ción y relajación puestas en consonancia con una profunda respiración abdomi-nal. Se desarrolla sin interrupción ni dis-continuidad, al ser, el cuerpo y el espíritu, llamados en todas las direcciones al mis-mo tiempo. La sucesión de fi guras tien-de a reestablecer la armonía entre el hom-bre y el Universo y a deshacer los nudos que impiden la libre circulación de la e-nergía vital. Es por ese balance del in-dividuo con su entorno que un sinfín de personas encuentra en el Tai Chi u-na fuente para su progreso espiritual.

38 • Sn

TAI CHI

Sn • 39

SpasPara algunos los servicios de un spa no tienen ninguna relación con la espi-ritualidad, sino con el relax o el placer. Sin embargo, mucha gente encuentra en estos establecimientos un punto de encuentro con su individualidad, ya que al sentir su cuerpo relajado sien-ten una mayor capacidad para ‘conec-tarse’ consigo mismos. Esto es muy vá-lido, si tomamos en cuenta que otras opciones de las que ya hemos mencio-nado -como el yoga, el Tai Chi Chuan o el reiki- se apoyan signifi cativamen-te en movimientos corporales. Y co-mo apunta la Socióloga Laura Orella-na: “Todo cuidado del cuerpo final-mente lleva a la mente a un estado in-terior de armonía”.

Así los masajes, el temazcal, la a-romaterapia, los baños en tina de hi-dromasaje o con lodo o chocolate, en-tre otros tratamientos propios de un spa, se han convertido en una alter-nativa más para quien busca estable-cer una conexión con su voz interior, dejando de lado por un momento las preocupaciones.

¿Impulso interior o moda?interior o moda?interior o moda

Son varias las razones por las cuales la humanidad ha ido sin-tiendo una mayor necesidad de

trabajar en su espiritualidad. Una de ellas es el ya citado ritmo de vida ace-lerado que predomina en la sociedad, el cual a la vez está motivado por el deseo de alcanzar o mantener un ni-vel económico. Es así que “el hecho de fi ncar la existencia en los aspectos materiales de la identidad, en decir

‘qué tengo, qué soy’, ha propiciado un cansancio y también una búsqueda interior”, señala Orellana.

Por otro lado, desde hace tiempo se vienen planteando algunas teorías en torno a que hemos saturado una forma de vida que ya no responde a nuestros requerimientos, propician-do una ruptura. “Hay una especie de crisis que requiere un cambio; lo que

estamos buscando es un orden supe-rior, pasar a algo distinto”, afi rma la Psicóloga Ramírez. Se habla asimis-mo de que las últimas décadas han estado más enfocadas en satisfacer ne-cesidades físicas. Son notables los a-vances en la salud y mejoría del cuer-po, y poco a poco nos damos cuenta de que la salud no está completa si no se logra un progreso más allá de lo fí-sico. En ese contexto, aún es común repetir el dicho “mente sana en cuer-po sano”. Hoy esa visión está trans-formándose considerando que la ex-periencia nos ha mostrado que quien goza de una mente saludable procu-

ra igualmente el bienestar de su orga-nismo. “Estamos cuestionando nues-tras creencias, objetivos e incluso los significados que le damos práctica-mente a todo, porque notamos que el trabajo interno es el que nos va a mo-ver a acciones diferentes, a llevarnos a algo distinto a lo que estamos ha-bituados y que ya no nos funciona”, complementa Ramírez.

No obstante, si bien en ciertas per-sonas es una necesidad auténtica de cultivar su lado espiritual, otras más se interesan en ello impulsadas por u-na especie de moda y tergiversan la in-tención de las diversas prácticas, por

Para algunos los servicios de un spa no tienen ninguna relación con la espi-ritualidad, sino con el relax o el placer. Sin embargo, mucha gente encuentra en estos establecimientos un punto de encuentro con su individualidad, ya que al sentir su cuerpo relajado sien-ten una mayor capacidad para ‘conec-tarse’ consigo mismos. Esto es muy vá-lido, si tomamos en cuenta que otras opciones de las que ya hemos mencio-nado -como el yoga, el Tai Chi Chuan o el reiki- se apoyan signifi cativamen-te en movimientos corporales. Y co-mo apunta la Socióloga Laura Orella-na: “Todo cuidado del cuerpo final-mente lleva a la mente a un estado in-

Así los masajes, el temazcal, la a-romaterapia, los baños en tina de hi-dromasaje o con lodo o chocolate, en-tre otros tratamientos propios de un spa, se han convertido en una alter-nativa más para quien busca estable-cer una conexión con su voz interior, dejando de lado por un momento las

on varias las razones por las cuales la humanidad ha ido sin-tiendo una mayor necesidad de

trabajar en su espiritualidad. Una de ellas es el ya citado ritmo de vida ace-

Siglo nuevo

SPA

Siglo nuevo

ejemplo convirtiendo el yoga en gim-nasia, el reiki en masaje, la angelología en esoterismo, etcétera. Esto se debe aque hay quienes son más susceptiblesa dejarse llevar por lo que hacen los de-más, apartando la refl exión o el pen-samiento crítico que cada una de las técnicas de apoyo representa en esen-cia. Aun así, alguien que comienza u-na práctica que puede favorecer la vi-da interior sólo porque sus mejores amigos o familiares lo hacen podría obtener algo positivo, siempre y cuan-do persevere en la disciplina elegida.

La trascendencia de la guíaUn factor fundamental para que una persona logre trabajar en su espiritua-lidad a través de cierta práctica es que elija un guía adecuado. Prácticamen-te en cualquier campo de enseñanza hay pseudoespecialistas que ofrecen sus servicios sin contar con una base sólida, o bien que no buscan transmi-tir un conocimiento sino rodearse de

un grupo de seguidores que los hagan sentir poderosos o estimulen su vani-dad. Por ello es importante recurrir a instructores que además de una for-mación adecuada en el campo en cues-tión posean una evidente integridad y solvencia moral.

2012 aliciente para el espíritu?El ser humano siempre se ha sentido atraído por lo misterioso, por ello no es de extrañar que profecías como las de Nostradamus den pie a largos de-bates sobre el futuro de la humanidad. En época reciente se han difundido distintas versiones acerca de un cam-bio radical para nuestra especie en el año 2012, las cuales van desde el ex-terminio hasta una notoria transición de tipo espiritual, supuestamente de acuerdo a lo descrito en el llamado ca-lendario maya.

“El calendario maya es la ley del tiempo, es el calendario de las 13 lunas

que no sólo utilizaban los mayas sino también los druidas, los egipcios, los incas y otras civilizaciones; volver a la cuenta de las 13 lunas es sincronizar-nos con la Naturaleza”, apunta Eula-lia Corripio, facilitadora del conoci-miento del Sincronario de las 13 lunas.Cuestionada acerca de la citada trans-formación que podría sufrir el mundo que conocemos dentro de un año y cómo se refl eja esto en la vida actual, Corripio apunta: “Decir 2012 es igual a decir ‘que suene el despertador’. En 2012 cerraremos el quinto sol, termi-na un periodo de 5,200 años que ini-ciamos con una conciencia aborigen, y pasaremos a una de tipo cósmico, esdecir estar conscientes de que pertene-cemos a sistemas mayores y que todos estamos interrelacionados. Es algo co-lectivo, porque alguien puede estar dormido hasta más tarde pero fi nal-mente se va a levantar y antes de 2012 todos estaremos despertando. No es algo que vaya a ocurrir al llegar esa fe-

40 • Sn

Siglo nuevo

cha, porque de hecho la cuenta regre-siva empezó en 1987; y no hay nada que temer, es parte de la evolución, unmomento bellísimo de elevación de laconciencia que nos permitirá lograr un equilibrio, una igualdad entre quie-nes habitamos este planeta”.

No sólo los estudiosos de la tradi-ción maya hablan de un proceso de transición iniciado años atrás. Algu-nos especialistas señalan el movimien-to hippie nacido en los sesenta como un parteaguas indicador de un des-pertar espiritual, destacando que a partir de esa época se percibe en la so-ciedad una inquietud por encontrar nuevos caminos y formas de expre-sar ese aspecto de la existencia.

FuturoEspiritual

El futuro es impredecible, al menos con exactitud. Sin embar-go las pautas trazadas por el

pasado y el presente nos permiten vis-lumbrar ciertos aspectos como ‘segu-ros’, e indudablemente uno de ellos es que el interés por cultivar la espi-ritualidad no desaparecerá. Por más que el aspecto exterior, con todas sus implicaciones (preocupación por la sa-lud y la satisfacción de necesidades o carencias físicas, observación de leyes, ambición por bienes materiales, pe-leas por poder, etcétera) se mantenga como algo constante en la vida, es un hecho que en dado momento todo in-dividuo se formulará las preguntas fundamentales y universales: “¿Quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿cuál es el senti-do radical de mi existencia?”. La Psi-cóloga Carolina Ramírez ejemplifi ca este cuestionamiento como un espiral, pues “en cada giro tu respuesta es más elaborada, porque has trabajado más en ti, has vivido más cosas; pero siempre estamos dándole vueltas a lo mismo”.

Leonor Domínguez coincide, y ex-plica el porqué de esa preocupación, así como su relación con la espiritua-lidad: “Mientras haya seres humanos

en el planeta, se autointerrogarán en relación a esa última instancia que es el sentido de la vida. ¿Por qué? Porque vivimos volcados hacia la trascenden-cia, todos anhelamos trascender en la existencia de una forma u otra y esa necesidad nos conduce hacia la interioridad, a buscar la quietud del espíritu”.

Evidentemente refl exionar acerca de la propia espiritualidad es algo que no puede forzarse; tarde o temprano a cada uno le llega el momento de ha-cerlo. Y es también cuestión personal defi nir si algo nos hace falta para nu-trir esta parte de nuestro ser. §

Fuentes: Psicóloga Carolina Ramírez, terapeuta familiar de Centros de Integración Juvenil Torreón; Antropóloga Leonor Domíguez, catedrática e in-vestigadora de la Universidad Iberoamericana Laguna; Socióloga Laura Orellana, catedrática e investigadora de la Universidad Iberoamericana Laguna; Licenciado en Filosofía Alberto Madero, catedrático; Lucy Aspra, escritora y fundadora del centro cultural La Casa de los Ángeles; Ruth Castañeda, maestra de reiki; Eulalia Corripio, fa-cilitadora del conocimiento del Sincronario de las 13 lunas; ABC del Tai Chi Chuan, Wan der He-yoten, Louis (Kairos, 2001); Aprende a relajarte, Choque, Jaques (Robin Book, 1999); Tai Chi Chuan: transformación y cambio para lograr el bienestar, Schwarz, Mario (Kier, 2005).

caminos y formas de expre-

me-bar-

el pasado y el presente nos permiten vis-lumbrar ciertos aspectos como ‘segu-ros’, e indudablemente uno de ellos es que el interés por cultivar la espi-ritualidad no desaparecerá. Por más que el aspecto exterior, con todas sus implicaciones (preocupación por la sa-lud y la satisfacción de necesidades o carencias físicas, observación de leyes, ambición por bienes materiales, pe-leas por poder, etcétera) se mantenga como algo constante en la vida, es un hecho que en dado momento todo in-dividuo se formulará las preguntas fundamentales y universales: “¿Quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿cuál es el senti-do radical de mi existencia?”. La Psi-cóloga Carolina Ramírez ejemplifi ca este cuestionamiento como un espiral, pues “en cada giro tu respuesta es más elaborada, porque has trabajado más en ti, has vivido más cosas; pero siempre estamos dándole vueltas a lo

Leonor Domínguez coincide, y ex-plica el porqué de esa preocupación, así como su relación con la espiritua-lidad: “Mientras haya seres humanos

Sn • 41