el donador de almas

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To me "Victor ia" de T oluc a Es la Cerveza del Hog ar . Satisface. Vivi fica . Alegra. 1 231231

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Page 1: El Donador de Almas

Tome "Victoria" de Toluca Es la Cerveza del Hogar.

Satisface. Vivifica. Alegra.

1

231231

Page 2: El Donador de Almas

1

231231 c:::::::I o r::::::=:> 11 c::::> 11 c:::::::I o c::::::) 11 c:::r o c:::::> I@]

~ ~ o

de BERNARDO KELL ERMANN ~

~ La mejor novela de aventuras, 300 páginas

~ ilustradas, en elegante encuadernación

con pasta a colores $ 2.25

@] [Q]

~ DE TODOS LOS PAISES ~ O O

~ Un volumen de 250 páginas ilvstradaf, con

~ pasta de colores ~ 1.75

@] @]

~ de MANUEL PA YNO ~ o o

~ con un estudio de D. Luis González Obregón ~ descifra ndo el incÓIDito de los personajes.

@] Senuciona l novela hisl.órica mexicana @]

~ de crímenes y horrores

~ Dos volú menes encuadernados $ 5.00

~ EDITORIAL MEXICO MODERNO, S. A. ~ O 3'~ Donceles. 79, t ercer piso. O

~ Apartado 4527 México, D. F. ~

© Biblioteca Nacional de España

Page 3: El Donador de Almas
Page 4: El Donador de Almas

LA NOVELA QUINCENA REVISTA LITERARIA.

EDICIONES MEXICO MODERNO

OFICINAS: l • . JESUS CARRANZA. S. APARTADO POSTAL 4527. M8CICO. D. F

Re¡jstr.,¡., como .n/culo d. 2 •. el ... mi. Admin~ .... ,ión de Correo •• 1 1) de Febrero <le 1920.

Tomo III lS de marzo de 1920. Ntm.8.

La Actualidad Literaria Con motivo de la salidn parn

Europa del distinguido escritor don Francisco A. de Icaza, un grupo de literatos y artistas le ofreció una comida el pasado día 6 de los corrientes. Hizose du­rante ella deroche de conversa­c¡(,n letrada y sin letradura, pero siempre amena e interesante.

Concurrieron a esta com1via­Iidad, además del invitado de honor, los senores don Enrique González )fartínez, don Bartolo­mé Carvajal y Ro as, don Luis Uast1llo Ledón, don AgusUn Loe­ra y CM vez, don Julio Toni, don Carlos Gom.á.lez Peña, don An­tonio Alvarez de la Cortina, el marqués de San Francisco, don Jesús B. González, don Jenaro Feruández )tac Gregor, don Ma­ttlO Herrera, clon Francisco de la Torre, don Xa\Tier leaza, don )[artin Luis Guzmán y Manuel Toussaint.

El sefior Icaza, perfectamente conocido en Espafia y América, desarrollará. en Europa una va· liosa labor cultural.

El sefior don EnriqlJe Femán­dez Granados1 conocido por el pseudónimo ue Fernnngranl1 en el mundo literario, fallecl~ el 2 del artual, "íctima de penosa en­fermedad. Era el señor Fernán­dez Granados una persona muy estimable y estimada por BU co­rrección, BU seriedad y su Siem-

pre afectuoso trato. El pequeño grupo de sus más ínUmos ami­gos, en esta. tlerr~ en que la úni­ca manifestación de solidaridad intelecLual es el cenáculo, ha sen­tido hondamente la desaparición de su amigo.

Reciban ese grupo y la familia. del finado nuestra sincera con­dolencia.

El últimom\mero de la anto­logIa CULTURA está consagra.­do a Enrique González Martínez. La CompañIa Editorl¡] México :r.roderno nos presenta una se­lección de los cien mejores poe­mas dedicho autor, seleC(!ión que permite abarcar en rOlljunto l. obra del poeta y seguir el de.a­rrollo de su poesía de un modo integral. Precede la selección un exten!:lO esLudio.

Rsta colección de antologías de nuestros principales poetas, pre­sentadas en esta. forma, tienen grandes ventajas, pues son, en resumen, verdaderas biogratlas lirieas.

Sabemos que próximamente 'Va a publicarse en esta. capital una Revista Literaria.. Las personas que se quejan de l:11alta de un periódico serio de literatura, pueden estar de plácemes.

En números siguientes due­mos, si nos es posible, m~B deta­lles acerca de este asu.~.

CO Biblioteca Nacional de España

Page 5: El Donador de Almas

De los Autores y sus Obras

EL DONADOR DE ALMAS Por Amado Nervo

He aquí una pequeña novela, debida a la pluma del gran poeta nuestro, de cuya desaparición aun no se consuelan las letras meucana..c;. Entre toda la serIe de publicaciones de obras de Ner­vo que ha inundado el mundo hispano-americano, es ésta inte­resante' por tratarse de una, obra de juventud Que encierr<l en germen las ideas que más tarde ha de desarrollar el poeta.

.Esos terribles problemas del es­pfritu, que tanto han conmovido al mundo y cuya resolución es aún lejana. acosaban a Nervo con tanto más ahinco cuant() era el suyo un temperamento con exce­so de espiritualismo. y aun en esta novela en Que los trata con cierta ironia caricaturesca, adi­vinase al atormentado que no ha podido dejar que su pensamient() no se consagre de continuo al al­ma. El len'oI que a pesar de to­do respira esta novela, Indica bien la intensidad con que Nen'o se consagraba a estos misterios. Por su asunto, y por ciertos pasajes, el D<ma.do1' tU Almas recuerda la

Espí¡·ita. de Theophile Gautier aunque esta obra, más romántl: ca al cabo, está desprovista del humorismo discreto del Dona­do/'.

Considerada literariamente, nuestra noyela presenta un hábi 1 desa.rrollo y un diálogo nada pe­sado. Quien comienza a. leerla, acaba con ella en un momento sIn parar hasta el fin. La psico­logía de los personajes es más fir­me de lo Que habitualmente pa­Ra en las novelas mexicanas, yel desenvolvimiento del amor que por el alma donada llega a sentir el doct<>r, está t ra tado con la ciencia de quien es en esos asun­tos maestro. Es curioso que a 138 objeCiones que, sin pensar Que es una noyela fantástica la que estamos leyendo, se nos OCIl­

rren, contesta donosamente el autor en el llltlmo capitulo de ella., ante el Zoilo IneVítable de su propia crItica. AJIf, lector, Nervo te explicará. laque no ha­yas comprendido al leer su no­vela.

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Page 6: El Donador de Almas

EL DONADOR DE ALMAS POR

AMADO NERVO

ILUSTRACIONES DE ANTONIO GOMEZ, CORNISAS, REMATES Y CAPITULARES - - DE ALFONSO GARDuAO --

EDJClONES MEXICO MOD~

LA NOVELA Q U I NCENAL TOMO 11I

<O Biblioteca Nacional de España

Page 7: El Donador de Almas

EtlICION AUTORIZADA POR

LA fAMI LIA DEL AUTO!'..

¡:¿ .3\ 3202S- ro Biblioteca Nacional de España

Page 8: El Donador de Almas

A JOSEFINA TORNEL Amica in gaudio loror io tcocbri,.

Amado Nen • .

Dia r i o d el Docto r

L doctor abrió su diario, recorri' las páginas escritas, con mirada negligente: llegó a la última, eobre la ual su atención se posó nn poco más, como queriendo coger el pos· trer alaMn a que debe soldarse uno ele nue':o, y en seguida tomó la pluma.

En el gabinete se oía el 8ilencio, un silencio dominical, un silencio de ciudad luterana en día de fiesta.

México se desbandaba hacia la Reforma, hacia los teatros, hacia 16s pueblecillo del Valle, y en He·

dinas todo era paz : una pnz de calle aristocrática, turbada con raros intervalos por el mono fónico rodar de un coche o por la bocanada de aire que arrojaba indis· tinto J melancólico a los hogares, un eco de banda lejaQa, un motivo de la Bohemia o de Aida.

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Page 9: El Donador de Almas

L .t NO l'E D _l Q UISUEX .1 L

El doctol'-decimllos-tomó la pluma y escribió lo si­guiente, a ontinuucióll de la última nota de su diario. -"Domingo 14 de julio de 1886. Estoy triste J un poco . ofiado!'. T ngo la melancolía

del atardecer dominical. La JUisma tota l ausencia de a fectos . . ... Ni un afecto ! Jli re ino por un afecto! . ... _ Mi gato, ese emblema taciturno de! celibatario, me has­tía. Mi Coclllera ;\'H no im'enta y encalvece obre sus guisos ; lo~ libros me fa tigan; siempre la mi ma canción ! un horizonte m[ls o m nos estrecho de casos ! Sint mato­logias adÍ\'illath'as ; dinglló ticos vagos. profil axiR. Na­da! Sólo sé que 11 0 sé liada, ~á.bialllE'nle afirma Newton que 10 ronocinlient s del hombre con relación a Jo ig­norado son como un grano de arena on relación al Océa­no . . .. .

y yo Hé lI1 11 cllO menos que Xewton supo. Sé i-\obl'e to­do que no soy feliz . . . . ' Tamos a ver; ¿tlné deseo? por­que esto es ]0 esencial en la \"ida ; "abel' lo que deseamos: determin; 1'10 con jlrecisión , ,'., Deseo aca o tener 'un deseo como el viejo d ] . loncom-d ?:So ! (' 'e " iE'jo, Reg Úll ellos, era la rrjr:: y yo ~oy un d ejo dc treinta a iio~, Deseo por ven tura dinero '! E l dinero es una p rennc nO\'ia ; pe­ro yo lo t engo ~' puedo aumentarlo y naui tl ,'ea aqu ~llo que tiene o puede tener con fac itidall )'clativa. De~eo t al vez renom bre, ." Eso s, renombre, uu l'euombre qu t raspase las linu€.' tie mi país , . . . , et qu id i IIde ? OJllO dicen los l'go ti ta o (J (j//oi bO/l) com dicen 1UH franceses'! - Recuerdo que a Jo; iliecü;eis años desee tencr den pe­so. para comprar 11 11 caballo. Lo,' t uve y cOlllpré un ca-

alJo, T í que un cahallo era mil.,· poca cosa pm'a yolar ; a Jos veinte desee qu 1 una mujer g apa mc quisiera, y ad \'Cl'tí poco después tille t odas la mujcl'ei'l n'llapaS 10 ran IJ?,ús que lIé . A 1 s '-einticinco desee " iajar, Tro"ld

i8 u)ide! repetía COIl el proverbio sajón. Y yiajé y me on. venci de que el planeta es nm,V pequ uo -:.' tI q'le si Mé­xico es un pobre accidente geográfico n el mundo, el mundo es un a cidente cósmico en el e yacio. , .. .

i, Qué deseo, pues, hoy ? Deseo tener un afecto dh'el' o del de mi gato. 'n al­

D.J¡) diver a de la de mi cocinera; una alma que 4

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Page 10: El Donador de Almas

L DONADOlt D JiJ A L .lf A 8

i- me quiera. n alma, en la cual pueda imprimir mi sello, con la cual pueda dividir la enorme pesadum­bre de mi yo inquieto ..... Un alma .... mi rei llo por un

a alma!" e El doctor encendió un segundo cigano- la penetra-

ción llena (le acuidad del lector habrá adivinado sin du­da que :va había encendido el primero-y empezó a fu-

s mal' con de esperacióll, como para apl'ü;ionar en una red de humo azul a esa alma tIlle siIl duda alete..'1ba siJcudo­samente por los ámbitos de la piezfl .

La t arde caía tm medio de igníwlI llu conflagración de col l'PS y 1111a uube p nrpÍll'ea pro 'ectaba su rojo ardíen-

'- t e sobre la alfombJ'a. a tra\,('S de las yjrl l'ierns. Chispeaban t ristemente los insÍl"umentos de cirujía

alineados 'obre lIlla gran mesa omo los apara tos de UI1

inqui idor. I,os libros (l1'lI'Dlian en sus gavet as de artón epitafiu(las con oro. Una mosca il usa revoloteabn cerca de los "id l'ios e iba a chocar obstinadamente contra ellos, loca de desesperación ante aq uell a resistente t' incom-pI'ensihl (' diafanidad.

De l)t"onto, tl in ! tlin ! el ti mlJL"e del v tíbulo ca m­p:milleaba.

Doña Corpu._, el ¡lmu ele ll ayt':'s del doctol'-dncnell-ü! años y veinticinco llavcs-entró al estudio . . , . '­

- Buscan al señor . . . _ -l. Quién ?-bostezo de -mal1llt71lOrado.-¿ Quién es? - El seíi or Esteves_ EJ'/JI'f>sió lL de alegría. -Que pa e ! y el Reilor Estoves pa~ó.

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Page 11: El Donador de Almas

La Donación

OOTOR, dijo el señor Esteves­alto él, rubio él, pálido él, con vein­ticinco años a. cue..'1tas y a guisa de adorno dos hermosos ojos pardos, uos ojos de niebla tIe Londre..'i es­triados a las veces tIe sol t ropical -vengo a darte una gran sorpresa.

-Muy bien pensado-replicó el doctor--empezaba a fastidiarme.

-Ante todo, ¿ crees que yo te quiel'O ?

-Absolutamente ! -Que te quiero con un carifio

excepcional, exclusivo ? -Más que si lo viese . " pero siéntate. El señor Este\'es se entÓ. -Orees que a nadie en el mWldo quiero como a ti?

Crees en eso? - Más que en la existencia de los microbios .. . " pe­

ro vienes a adminiAtrarme a] g(1ll sacramento? o qué te pro~es haciéndome recitar tan repetidos actos de fe!

-Pretendo sencillamente dar valor a mi sorpresa, -Perfectamente, continúa.

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E L DO }; A D O R D E A L JI A S

-Todo lo que soy-y no soy poco-te ]0 debo a ti. -Se lo debes a tu talento. -Sin ti, mi talento hubiera sido como esas flores

aisladas que saturan de perfumes los vientos solitarios. -Poesia tenemos.

-Má8 q~ si lo viese .......... _pero siémaU.

-Todo hombre necesita un hombre -y a veces una mujer. _r.N fuiste mi hombre, tú creíste en mi, tú hiciste

que llegara mi dia,' tú seniste de sol a esta pobre luna

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Page 13: El Donador de Almas

L ..! QlI I S C 1JY .! L

de mi espíritu; 1)(,)1' t í oy conocido, amado; por tí vivo, por tí . .. ..

-~Iira, cupítnlo oc otra cosa, no t parece '? - Hepito que pretendo sencillamente dal' valor a

mi sorpresa. - l'U &¡ supongamos que su yalo1' es ya inaprecia·

ble .. . .. Oye, poeta, 'ierto es que yo te illvent , mas si no te hubiese im'entado, otro lo habria hecho. Yo no creo en los talento ' inéditoi:! como no creo en 1 s soles inédi. t os. El talento verdadero siempre emerge; si el medio le es ho ti l lo "ence; :si J • e¡.¡ deficiente, crea un medio ....

-Aqui U ([¡)ct()/· j,'¡mei6 el tA!iili

estamos? " i tú hubiera re 'uItado al fin y al cabo una nulidad, arrepintiérame de habeete inventado, como di. cen que le pal'6 a Dio, ' con el l1l unuo la Yí~pera llel lí­) aVÍo, Vales. brillas? atoy recompen, auo por mi obra y orgulloRo de f'llél, La gratitud s actiuenta L La acepto porqne vicn de l . ; l)ero no la llecesüo para mi satis­facción y lIli contento. , . . hora sigue hablando,

-Pues bi('n , Hace nn año-nn año, te enter as ?-

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a

i

e

E T, DO~ A.D OR D E

que pienso todos los dias-tod08 los dias, te fijas?-en hacerte un regalo--aqu¡ el doctor f r unció el ceño.- Un re­galo digno de ti y digno de mi; un rl!:galo ún.ico, y después de trescientos sesent a y cuatro días de perplejidades, de cavilacione!:i, (le dudas " "' he encont rado hoy eRe regal -.~egundo f /"U11ci nüento de ceja,s del cloat01".-Mejol" dicho, no le he encontrado ; hallé simplemente que lo poseia co­mo .. 1 escépt ico griego halló que andaba.

-y se regalo ? - Vine a ofrecértelo. Andrés se levantó como para dar mayor solemnidad

a . u donación, y con voz así religio a y conmovida, aña­dió.

- Doctor , vengo a regalarte un alma. El doctor. e le\"allt ú a su yez y cl avó sus ojo. ne­

~ros-do.~ Oj08 muy 11egros y muy gl'Un d,cs que t enía. el doctor : no l o había dicho ?-cn los de su am igo, con mi­rada sor prendidn e inquieta.

- -Tomaste mucho -afé e. ta tarde, "erdan '!- pr egun­tó.-No me hace!'; ca~o y tu cerebro la paga. Ere. un per­petuo hiperestesiado .. - ..

-E tu t ar o me dieron un café xccpcionalmente uclgmlo--l'eplicó 1 otro con sencjl1ez.-C'reo quP. exi te un complot entre mi cocinera y tú - ... No hay pues tal hiperestesia. Lo que t e digo ('8 cier to como el fle.'!cubri­miellto de América -3 menOS que el d> cubrimiento de Am6rica se. solo un símbolo.

Yengo ;1 rcgahut un alma. -En eAe caso exp li cate. _ ... re pal'c<;e que hablo con chuidud. Hafael :--"l doc­

tor 8e llamaba R afacl.- n alma C~ una entidad e3'lpiri­tual, Íllliivi a, consci nt~ e inmortal.

-O la rp.sn1tante ne las fuerza qne act;'¡;lll en D llC. -

n-o Ol'g:uli. mo, como tú quieras. - _"o,-dijo André con vehemencia~ o e. ID ntira ! Un

alma es un espiritu ue in roI'llla un cuerpo, del cual no depende Aino para la . funcione " itale.

-No di cutiremos e~ punto. oncedido que es un espiritu, ct puls apres J

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L A N O V B L A QUI NOB NA L

-Te hago por tanto la donación de un espiritu. -Masculino o femenino? -Los eSlliritus no tienen sexo. - Singular o plural? - Singula l·isimo. -Independido de un organismo? - Independido cuando tú lo quieras. - y ese organismo,-si la pregunta no implica indis-

creción---es masculino o femenino ? -Femenino. -Viejo o joven? -Joven. - IIel'Il1oso o feo ? - y qué te importa si yo no te r galo un cuerpo si-

no un alma. -Hombre, no está de sobra conocer a los vecinos . .. -No debo decirte más. Aceptas el regalo? - Pero hablas en serio, Andrés ? -Hablo en serio, Rafael. - Mirame bien. Pa'usa) durante la cual ambos ((Be miraron bien)}. - De ,'eras liO tomaste café cargado hoy? -De veras. -Bueno, pues lo acepto ; sólo que .... -No preguntes que no te responderé. -En ese caso lo acepto sin preguntar; pero .... traa-

das pQl' ventura esa alma en la cartera? -No, sa alma será tuya mañana. -Otro enigma? -Otro enigma! Hasta luego, Rafael. -HoDlbre, podríamos cenar juntos sin perjuicio de

la donaciÓn . .

--No, no podríamos. Tengo un quehacer urgente. - Relath-o al alma? --Quizá, hasta luego. y despu~.s de un cordialisimo apretón de manos, los

dos amigos se separaron. La noche avanzaba con lentitud, ahogando en en ma­

rejnua los últimos lampos en combustión del horizonte.

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Page 16: El Donador de Almas

El Fin del Mundo

DIARIO DDL DOCTOR :

UNE S 15 de Julio. Esteves ha venido ayer a

ofrecerme un alma.-Me inspira gran inquietud ese muchacho. Tie­ne delir ios lúcidos de un .carácter ~xtraño. H ace cuatro años que pre­tende poseer una fuerza psiquica, especial para encadenar vol unta· de . Afirma que dentro de poco t iempo hará un maniquí sin más cog-itaciollcs y voliciones que la q llC él tenga a bien com unicarle d tod hÓlnure a quien mire durante cinco minutos. Es asomurosa la

per istencia de su mirada. Sus hermo os ojos grises se clavan como dos alfileres en la médula de ue tro cerebro.

Ti en actihldes de hierofant e, se torna a las ve"c· sacerdotal. O está loco o es u n capull de maravilla futu · rn ese poeta.

Abierta l a ventana del consultorio, había entrado a la pieza un pedazo de día : un día canicular, caldeado por el sol.

Doña Corpus asomó por la puerta del fondo SUB ga-

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te Biblioteca Nacional de España

Page 17: El Donador de Almas

L A N o r E L 11 Q e I K e R N 11 L

f¡} !{ r -'u nariz: una nariz que, como la de y1'a11o, estaba en perpetüa conversación con sus cejas, dos ceja grises bajo el calvario de una frente el marfil ,-jejo.

- lIan tI-aido esta carta para 11 tec1 .--di jo. y añadió: -Qu hacemos ahota de comer?

-Han /mi(Jo es/a carla )HITO wtted.-dijo.

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Page 18: El Donador de Almas

E L D O K A D O R D E A L j{ A S

-Lo que ll..;¡ted qlú era: estoy resuelto a todo. - Com cadn dia lo \'eo a usted más desgan ado. - P recisamente por eso .... Lo que usted ql1ieru :

inclu ive sesos. - No sé por qué odia usted los s sos . ... -Se me figura que me como el pensam iento de las

vacas. -Qué COsas dice usted, selíor. Bien se conoce que se

va volviendo Ud. masón. Valía más que se acabara el mun· -do.

Dolía Corpus estaba empelíada en que se acabara el mundo cuanto antes. E ra su ideal el ideal que iba y ve­nia a través de /;,'11 vida de quintañona sin objeto. Noche a noche, después del rosario, rezaba t res padrenuestros y tres avemarías porque llegum cuanto antes el juicio fj­na!. Y cuando le decían : Muérase usted v le dará lo mis-mo, respondia invariablemente : •

No ; sería mejor que muriésemos todos de 1tna ve.~. • Suplicamos al lector que no censure a Dolía Corpu '

en nombre de la libertad de ideas que constituye la pre· s a mús valiosa de nuestro moderno orden ocia1.

El ama de llaves 110 \'ulneraba con su ideal ninguno <le los parágrafos de la Constitución de 57, no ofendia. los derechos de tercero; su p royecto de ley,--<lraconiana sin duda/- a haber sido legisl~Hlol'a, habríase reducido a esta cláusula:

"Acábese el mundo ('11 el pel'entorio plazo de cua­r enta y ocho horas."

Pero el mundo, magüer Doña Corpus, continuaba rondando al sol y el sol continuaba rasgando el éter en pos de la zeta de Hércules, sin mayor novedad.

P ero el mundo, maüel' Dolía Corpus, continuaba -Corpus.

-El doctor rompió el solll'e de la carta. La carta era de mujer: una ardua l'etl de pa tas de

mosca, em.pero menos düícil de deswra11le que las pri­mordiales escrituras cuneiformes.

Decia :

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<O Biblioteca Nacional de España

Page 19: El Donador de Almas

L .4 N O V FJ L A Q u 1 N O ~ N A L

"Señor:

"Mi amo y dueuo ha tenido a bien donarme a usted, y a mi solo me toca obcllecerle. Soy snya, aquí me t iene, disponga de mi a su arbitrio. Y como el'! preciso que me dé un nombre, llámeme Alda. Es mi nombre espiritual :­el nombre q14-e unas voces de UltrlV'munilo me dan en 8Uet"j.os y por el cual he olvidado elmio/'

Sin f irma.

(O Biblioteca Nacional de España

m

1"6 do pu

Tf' .

Page 20: El Donador de Almas

E l Hegalo del E l f a nte

A Y un previo sobrecogimiento CU¡lD<lO nuestro e.<¡pÍritu va a C"rll-

7,;U' el dill 1 de la maravilla. I\ucRtro l=:pí "jt.u se dice cornil

los isr-d.elitas ant~ 10 t ruenos y r e­lúmpagos 1 S inai: "CubrámonOf'l el rostro, no sea que muramos."

El tIoctor exper i men t6 este so­breco qimiento previo, porque C1II -' ,

pezava tl m'cer en el (:on juro. A,Ql on t odos los ese ptkos: ca­

paces de admitir hast a la inmorta­lidad Retro. pectiva del cangr'ejo y la t risec ión de lo á,ngnIos y (~1

munuo f: ubjetivo tIe Kant. No hay COSi! más crédnla que un filósofo, No enaJ'Íamos si dijésemo que al doctor se le alte­

I'Ó la <1 igc.,üión ([lIe iba a haeer de los sesos condimenta­do p OI' J)Oii 'l ( ' OI'PU S, ]a cat asalsas más sT,tbjetitJa 'In , pued darse.. ..

Se alteró en pot ti ia, irtualmente, intuitivamen-tP .... pero se ]e alteró.

15 El DQnadOl',-- 2.

(O Biblioteca Nacional de España

Page 21: El Donador de Almas

L A N o y a L A Q [j 1 11- a R N l.

- Bueno, se di jo, y ahora qué hago y con un alma·( (El autor de esta nouvelle preguntó e cil'l'ta oca­

sión a una tont.'l : "Quieres un ueño. Me permite.q que te l'cgal un

sueño ?" Y la tontn, ]a adorable tonta, le l~ pondi6 con un esprit indigno de ella :- "Amigo, e es el 1 galo del elefante." P ues lo propio pensó el do~tor : "Un alma, pe- . ro 1m alma es el regalo del efante __ , )

-Veamos en qué puedo yo utilizar esta alma: J~ pediré un afecto? ese afecto xc1usivo COll que ayer deli­~aba ? P-cro si por lo mismo que e.s mEa no uedo a't:igil" de ella mús que ]a sujeción ab oluta, y la sujeción abso-lu ta lIO es el afecto ..... Los eRclavo. d Cleopatra nn amaban a Cleopat ra ..... Una ¡Unjel· no allia ¡;ÜUO eu tan-In que es dueña de sí misma, que puede no amar, no 11 .

tregarse. Su propia donaciún e. un t es timonio de su vo­luntad, influenciada si se qll iere p OI" una atracción pode· '·osa; pero capaz, euando lllPno. eH el orden de ]as teo­l'íaR lógicas, de I·csistil'J a .

A mí se me ha dado un espíritu, 1(' lLamat"t'mo. ~ >4í i pel'o no se me ha dado 1111 a fect .

y el doctor eay6 en la más parda <le las {'.n i1udon s . Oh !-añadi6, porque hablaba solo.-( .. h ra todo el

l1lunuo habla solo. Es preciso decirse l as 'osas pn YOZ al -.. tao o no saben, como afirman algunos auto-d ialo~dOl .­

o auto-dialoguist.as.--Oh! si o pudiese realizar ('on Al­eja el matrimonio ceI'E'llral soñado por Augusto Compte ! No hay duda, ste es el solo connubio pO!ililJIe en el p Ol' ve-

ir-. cuando el maravilloso verso de Mallarme . t'u (.[ ('re· lo UUivCl'sal:

H elas! la chau' c.st t ri.s fe ct j'ai l u tou8 les livJ"P . i. Y de mí, la carne es triste J' yo ~ leído todos los li­/'1'0, ·. "

n connubio &sí con titu iría la. felicidad sUIH"f'mn. Pur qu{> agoniza el amor en el matrimonio? Porque ]lO'

l'"CHlOS el oIJjeto am ado. No poseerlo por· un acto gCIl('·

l 'Ot-lO de Ul1estlHJ. vol untatl. alta y pu r-i fi('u ua. he aquí la voluptuosidad suprema.

Qlúén será. aquél que haga deliberadamente .}e la

16

<O Biblioteca Nacional de España

Page 22: El Donador de Almas

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D o N A D O R D E .-l L Ji A. S

mujer una efltl'eU' ? (lue la coloque demasiado lejos de 11. deseos volviéndola asi absolutamente adorable'?

Quién será '! Seré y ! ... P ero nI obrar de tul suel'o 1(>, ¿no obro rOI'zudo por un deber? Yo no poseo más que 'l Alela, da do que .Alda exista .. . .. Si poseyese a Ja veci· n~ e Alda, es decir. a la mujer cuyo piritu lleva e8C

extraño 11omh!' , y COll abnegada excelsitud la desdeña· se para no a cordarme mús que de Zn otra) de la i ncor­p6rea, de la preternatural que me ha sido donada, mi sao ('f'ifi('io seria digno de mí . .... .

Ea! ensayaremos! Y el doctor pa.'6 a su al oba, no con el fi n de ensaya.',

"ino con el de vestiy e para hacer sus isitas,

(O Biblioteca Nacional de España

Page 23: El Donador de Almas

Alda Lleg a

1 '1ucl'ülo Harael : ::3upongo 1(111:' .-1lda habrá bCI h"

ya S il pl'eSl'U 1 ucii¡n. y que es1a á' C'ontento 11 , IlIí ohsequio, Debo .H1. \ 'er ti rtp qlle lJastará un si nple ae'· i o !le tu , ,¡llllJlad para que esa (ll · ma abatu}¡J1If' l'l ("fll'rpo que animol y ,'aya a t n lado. Sm~ faculta· des adid nutiras, lIIaravillosam{'n . t e de fil'l'OlhlCla', pueden ¡;erlp. (lp

ill men. ;l nI ilid;1I1 (,ti tu l'rofe.-:iúll. Sólo !l it a ..:O5;;¡ te l'Cl'muiendo: qUI

1Ior('tnl!J(T,~ ell lII(u!Írrt/o a Iltin jtU"' ra de Sil C/lI"J"III¡, I'oclría ser peli·

groso, E n cuanto a '{Ile no p r OClII'U t';¡S 1'01l('I'le en con Je"o

con e cuerpo que ani ma, seguro .. sto,\' rll· l'llo, Crrer lo conh'al"io sería ofenderte, Yo t he l'('~aladll un alma, ~!I . lo un alma ; y me parece que .'-a r8 bastante,

Mañana . algo para H a lia, y psta ;;el':Í por tantü mi despedida, Vol eré Ilentt o de (I'e!o; ;) 1'IHl:t¡'O año, Adiú . ::ié qne no te dejo solo, pues que tt' qncl!;t>l co -.;lta.

18

Tuyo.

,\..X I ) H1~~ El 'fE VE •. : '

lQ Biblioteca Nacional de España

J;¡

í ;

l '

11

Page 24: El Donador de Almas

'. '" J-

D o X A D O R D P: Lt L iJ( .'1. S

Apenas hullo ]('ctor leído esta carta, cuando en-~f![Tá.ndo p. piedra.ll (·al en Sil consultorio, llamó a AMa.

\Tn in,'tanlr Ilcl'lpl l\~~ ,in1i() qn A tdn elitaba. a su Jarlo.

gl diálugo quc' ~igniÍl flH~ tIel todo menlal. " lda salu dó al docto1'. -- Cómo has hecho para venir ?-Qijo éste. • -He caído en ¡>li CUO hipnót ico, -y qué explicación darás de él a l os tuyos cuando

.le. 'p íert ~? -Vivo !<ola . ~ola ¡)h~olutaIJ)ellte l a mayor parte del

,lía. - En dónuc '! - En la ci lla d(> mi ODvento, - Pues qué, huy a(m CODventos en México? -Mucbm •. -y cómo se adu fió d tí André ? -Andrés pose facultade ' mar e villosas de que no

,.\ 1mblal', -Er ~ la Úll it-" alllla po,eí a por él? ·l 'osee mllch a ~.

- y qué hace el . ello .? - Lit!': eDlIIJca p ara ciel'tal'l investigaciones.

-- De 'Jué orden': - De orden fí~ico :v lUctaffsico, Algunas, obedecien-

010 .\ -o \'oh111tao, viajan p or lo espa cios. Sé de cier~'1 hCMIlunu mia lI1\e debe esta r ahora el1 uno de los sol . 41 (' la vía LÚ('lPU : oüa l'eCOT're 1) l a actualidad el anillo elC' • : tlUDO.

_ .y t ú. ha\-; d a j acJo? -~Iucho. ruucho ! H e l'eCOl'l'ido . eiscientos planeo

la ... d () mil ~ole.~, ~-Y (Iue ,)hj tu se pr pone ~\ndr' al imponero

I'SO ' viaj , ' '? , -I'crfecc'ioll ;J t ilU.. ~. perfecciona.rs adquiriendo

\lila ha 110ciún (11'1 nivl-' 'so. -Dí tl1cla,-1 la z;o;: del '¡1ICrédtll() doctor fem'b la ·

1,¡'l.- IJa visto a ]) io~ '?

UJ

(Q Biblioteca Nacional de España

Page 25: El Donador de Almas

L .4 N O V Ji) L A Q U I YC¡';X.iL E

El Alma Be ea:tre-meaió dolorosatnente : 1 -Todavía no. Me he conte1l1 ado con pre entirle . ..

P('I1·o. dejemos estas co as; podrías utilizarme en al~" '! -'rú misma debe. 'llgerirme n qué. t -Es muy fácil y ya Andrés te lo sugiere en su cal"

tao Esüwdo :)'0 n tn lado 110 habrá ¡lolencia (lile no dia~. 1l0stiques con aciel'to y que no Cure con lwbilidad. me­no!; aquella que fatalmente estén destinada a matar.

-'l'anto . abes. lda '!. . . . r - Dmunte mi . ueito hipnótico sí. En estado tIe t

vigilia soy tIua mujer ignorante. --Hermo. a o fea '! -;'0 Jo .'é, pOl'que jamás me he visto en un e pe.

jI) y desde la edad (le diez años llevo tupido velo. -Pero . . .. ti 11! estado hipnótico te sería fácil ;¡a.

berlo. - -Xo llniero saberlo tampoco.

onveugamos, pen -ó el docto r, en qne esta Alda t,· mar:willo. a. r na mujer que no se ha visto jam:k en Un e pejo . . .. y a uarliú, d ir·jgiéutIose a ella :

- .l lda) Jo!'; ~el'deios que m ' ofreces son inaprecia. bIes. 1Iel'ced a ('lIos pode ' hacerme célebre . millonarin I·n IlOCO tiempo . .... P ero hay un a llicha que y un ÍC, más que la celell l'idad y Jos millones .... j:Jecesito UlI

cariño: 11n car iíio Ine hace quince alios busco en vano por el lllllndo. LfL ¡;O.~ del €lootor se oonmovía sinoero­mente. l'odrías amaMIle, Alda?

19o como 1: .omlna de U D su..:;piro pasó l10r lo oi. o: del ductol'.

Hullo lIU instante tic si1eucio. Después de él, A lda pronunció : -i Es impo ible! -Imposillle :> - ¡Imposible ! -PoI'que el amor radica elila voluntad y yo no t en¡;-'

"ohmtad propia. - J', ........ ~i I'Il ti ' ,I]'lena 'Jl l! '11(1 :lIlH'S','

- :::ll'rá eu yano! Será lo único que no dcua:; orá," ltarD\e ... Durante mi estado hipnótico dependo de ti mÍ!.. que el haltúu her{tldico de la llano de la castellana, y [I<Ir

20

e Biblioteca Nacional de España

Page 26: El Donador de Almas

l . El L DON _-t D u R D •

lo tanto mi voluntad es nula. Durante mi rigilia 8 y oh·a. otra que solo pertenece a Cristo .... . .

)'! -Pero ¿ .ri to te permite subordinarte a mi vohw-lad'!

1'- -/Sin duda. . .. pal'[I SIJS designios i~xcrotabl ~. -Oh, áma.n1l'. l'- - I mposible! r. El doctor sintió que empezaba a flotar en su espí-

l'itu una nube de angustia . . .. infinita, infinita, infini­ta !

a u

1-

-Alda!-añadió con voz pr-ofundamente triste;--.Alda! si tú me amaraR, tu nombre sería tan dulce pu-l'U mi como un elogio eu la boca de un muestro ; como tm /)oca1110 del patrio idio-ma escuchado en suelo ca.·tmll­Jcro . . . . . 1[a presiento que voy a adorarte locamell t e y t]lle mi adoración será mi locura.

- Quiéu ~abe . . -. nI/u'mur 6 .I1Ma, quién sabe!

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Page 27: El Donador de Almas

Los Perió dicos E tcétera

ECOR'l'E d un per iódico el gran circulación, del a ito d 18" G; año en el eua] DO Ilabia aún ntl'e llOS­

otros perióllicos e ~ra ll circula­ción:

"No se haLl. l' !l la ciudad más

1 d

l-

que de las marm illosa l'Ul'aciones " operadas por el do tor Rafa!':'l An-tiga, una de nuestraR eminencias médicas. Su. diagnósticos son d~ una admirable luciu('7. y sus f"f¡ Uo.· inapelables, .

"El doctor rehnsa cllcHI'garse d !':' la ci.raci611 ue aquell o. ' a q ienes

Iwonostica la muerte ; mas no mediando tal pronó t ic, el ell fer-mo que pasa por su ' manos sana in c,"Cccj>ci6Il,

"El con ultol'io del octor, calle de ~lediua . TI ú.tn, , . _ -aSlO Como es, apeD:l!'! alcanza a dar Ce bida al sinnúme-

J-O de eufel'l1los de toda.~ 1 clases 'ociales que lo inva-~leo. .

"Hay quien afirma que nuestro galeno cha m DO

tIe agentes hipnóticos hasta hoy desconocidos. para sus

22

(O Biblioteca Nacional de España

Page 28: El Donador de Almas

1

J.: L lJIJ KA. LJO ro D E :'l L JI .t

'eur'acionCH, 8ea e UlO f11(>1' I sn pl'onó t ieos Hon incx.pl i , ('ahle por ,'U i nfal ilJilida d,

"El .10e1 01" All tiga Re h a r[l miI1on:u'io en b rey tiem· }lo, r(:col'l'jl'lJIlo el mu ndo para OpCl'U!' C"l Il'adOnefol ('11 eH~()S tlp, 'C, Vl'l"udos ,

", ah('n!os '111 ']1touto 'Ullhú pll t'a E l!l 'opa:'

-A7da, para los expíritu8 HO Iwy d ista lJcias, lJII· tría LlI'lulil' a mi llamado Ri te ll a m ase desde P arís:'

-Hi me lhn na. e. desde Sirio acudiría COIl l a mi, [lJa r-a}lirlc'z , , , ,

-.llda. tÍ! PI'P.' mi Dio.' , tú res m i 111110 . ", ,ÚIJ \aIUP!

- l llIposihh' ~ - 're adoro, , , , , -T1UJlO, ibll, - P¡tt!ezeo 111 nC"!w, -Imposible ,

'f1"¡1I111l'l" iún dI' 1111 rutrdilr[ Hpa l'I'('idCl ell :\I Ul'ZO (11:'

~7 en Le ,/o üf'Jw i de Parí$;: "I1:1CI' Ulla S¡'llIHu;t 1]1lt' llt 'g-t) a la llJl~11'ÚI) olj . alojánu .

• ,e en el flnl1ld lIot l, el f:1cnlta ¡j ,'o mexicano )f. Haracl -' ntiqw'. (('1'1"01' d e t':Jj a en el alJeUido 1,l t iga) , el cual f' ha lw('hll llotaT' llo]" ,,11. di<lgní)8tie()~ lll 'edsos. int'a li ·

t-Ic. y por lo ;tC'ertafl n dc ,'l1~ protedimient(l!l terapéuti· 1'0. , Bl jueves úIt imo. {,11 una )ó;('sj{)Jl l'(cdumla en la Sal­p 'tricr'c, :1 la e ll ill <lllCll1T i(']"OJl va ,jet" ('mili 'tlcia~ médi· 'a.. dia$lO, ,ti ('() mns .1(' \"'iute f'1I SIlS ¡-ato,' 'llll' 1{· fueron pl'(.!'cnt:ulu al C'f"l'etn , ~. P l'(>Sl'l'i hi ú 11'ulalllil'llff'" e 11:,\ os l'l'­"Hitad . hall sillo ! JLl~ llHlSOS ]lo!' ,'11 l'a pidl'z::

"E:l flutto!' ,d I/I ;'{I/(' L1Jiti.'Ja ) l'S 11 11 110111111'(' ¡l.' I rein · ta auo". alto, lig-eT':l lUt'l1 te IllO h 'lH): He\.1 I;t b: t IJa a ln }Ioll{ml!l' r, V iste cr in 14l1IDa degmltia. JI/J ob.'lfalltr se1' rlm(~ri 'flllO, .' no tr:H' lo - (l('!los ('lIaj :1I10s de ¡':' IJ'jj ja -, ~-\ 11,

I f'S I • 11 iagnost ica 1" !I n I'a!';f, S(' ¡d,,.;t r :1e profulHlamcu1'c. «'limo i 11cntl"1I d c' ,, ¡ llli.'L\1o '.'ousltl tase :l alyuien •. pOI' l).' J(~1"1l10SU," ujos 1If'g"I ' IlS I:lSall in fi n itas ya gn et1:Hle!i.

Par"l'l" uu fa l,il' eJl (·xt :l. ·is , I.I: I) l¡tlien flic'!' (lllC '. un .iu· JII) Ios:cedol' de l o.' lol(' l"l'etoH de> SaIOl ll c'm: laH' supu >stl l

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Page 29: El Donador de Almas

L ~l RO!' ].;T,.,! Q u 1 N a E K ~ L

que no e llH'dico 1 que esto afirma . . .. cela 1.7a 8<Ht i i. re."

El clltt-efil et continúa n ton de Blagtle.

"Üocto!' Alltiga~ ' VoJl(leJ·s. ·' rrítlllo de un !'1/ {rrj i let del '/' imes . de Londres, en I!'l

c'ua l se loa hasta la hipérbole (no reliida con la flem ~¡ característica de J Ollll BulJ) a l f arnOIl,~ Jnp.:rican doctor," por sus curaciones "[r /l /Y wondcrful , . , " .

y basta de prensa . . \. í los periódicos q ue yen la l uz I'ojizn tIcl sol I¡u­

rcul tIe seis me,' ~ : un :su 1 (,UO l 'm e 'l ile jJa r ccf! dar sil 1/1/1-

mila, de jlU'[l () a lu 111 /1 (1, romo lo, qnl' salen a la luz .!l <t ­meunt del tr6p ico: lo mismo los ¡.¡prituales di-ll'iOl'l b lti· uos qne en 'lIat r o ágiua .. (Ucen en.1I110 11a que decir ~' (Iloo más, que 1m; ¡Il'oto('olo,'í (/ mcl ' i('all(J,~ que en diez y sei~ páginas suelen 110 decü ' n aua se ocuparon du rante Jn" a ños de 18S(i a 18!ln. del fucu ltat i\'o IIl ~x ican(), oura Ut" e 'te pa's inédito, li'n particnla l'. " 111' la Am!~l'ica atiu¡t­tier l'¡t cláRic<l de ) n ¡o; pl'o Il Ullc ia lll i~ntol;-en general.

En 1890, e l Ject ol' .i le place. t01'lluriJ ¡¡ pncontl'a l' al docto., en 1:1:<; Cil'CIlJJ!';tallcias que II "('gn illa ,'e expr(,'i; Ill ~'

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Page 30: El Donador de Almas

1

Sor 'T'eresa

.... \. • A B.\. Hafael ue t r atar un com pi ¡<.'<l110 {'a>.o de hist 'ria t'U lUla g n lu d alll a de la COl·te JlHlsco \ üa (In a pellid n rizad o de efes. y, l" ­

dllíllu e H ~ u gaIJi ll c lc oe ~ illf/­¡!1'¡¡1l Yill a y gr an ~abil1ete--a La luz tI cIJ a tro foco," iucfmdesceu­lpl-> I I1I e <" <l l' icatllri7.abau al di:l J 11l11'la1,alL a };J no 'h{' cn Ja vouita 'l->Í<wt i ;1 t";¡piza1la /Ie sclla n~rd~

níl u .) mun eblad.1 ~llllt\l()~:lmentc. 'Oll\'/']"S{lha (" 0 11 rl/da.

J."o ]11l:Y hOlulnc /pl\' 1111 ~e raUli­l iaric ClIU pi prodigio. lo mi';I111 1

I\Ioisé¡; que H U , n Cl"istú TI de IJUeh11¡ : Yel d o(:l ol' :\"il'i l Í;l ya ),i n P CUSIlI 0 , I'in asmn l.l l'o, sin miedo. a la f'pil'allía fl"(:!l:IlClI !P d e :Iquella alma que /le Ull hcmi .. fc' , l'io ¡wl1día al liT ro ::1 silll1l1p ]I;'II!:'¡]O 11' ":11 ,1, :--11 " 1'111> .

• ' .. l'Jll llicza po r \ . . t t UCIo'«le!" aUle \·L aui:uHJ J lo:t: al.":lua por IU l c,,,' al ubi:ww . . A fuerza !le cabalgar en 4; 1 llv-1'ak Sl' pierde >1 mietlo .t .17 llorak.

(O Biblioteca Nacional de España

Page 31: El Donador de Almas

Q r 1 .Y e ¡.; s ,.1 1, E

Rafael podía decir con \'crdad, "el )Il'odig-io ,.y yo ~o­lIlOS amigos inLimos."

Cual 1'0 aíi () ~ de tl'iunfo, C'llUtf'r) aii()~ (11' pxhihic'iún tIe teatr'<l li~rno m(,(]ico-el élJrasis y el 1l'aLI'uJislIIo ~ur , indi., pensahles en el mundo, aílll a los \"('I'(lad(·,'o!-; !labio, -ha­hían bCf'l 1O de él una ('(·Iehrillarl 1lI1i\"(,l'sal.

Ellloqllctido.r Iuhriagatlo pOI' lo; ltollOl'el'l; (1 '¡.¡lulIl' brado pOl' e l halo de IH'es! iRio que ('01'" 'caha \'n !-i1J cal~ ­za; sed ucido por las rojal' ,hoca, que donde q ll icl'a le ,'on, reían, IJor las Htariciaoo¡" " IJupila, 'IHe t'1I('clulian 10<1" la pir'otecnia de !';IIS miradas para c1 pi'il u lI1ll1':JI'le; pOI' Jo; hombros hlancos v las lIIallOS /)lall('[I." <17. 11 11'<1 11 ('8 de ¡¡an g re patricia, j Cllft'U po{'o pPllsah¡1 cl 1H'I'II\ll~() g-ull'lIo. NI

que 11l1ft, lfl llJ lejos, en la ,'ieja cillt1¡ 1I1 de los l'(>Y(''l me, ' j­ca., en la celda desmantelaoa de u n ton ('li to ('olonial, un. mujer jovel! y , , ., a caso lx>lIa, por su causa dormía luen­gas bOl'as 11n sueño misterioso que ell el ('OU I'ClI( O "l' lla­maha éxUuds y Ü'aía intrigado' a ]a cOl1l 11 u ill :1fl . H IR ~n­pel'io1':l, alcapclJ ún, al al'~r,ohispo y a Hu,'(lia dllt'PTI., de da­m(Í s distinguidos de Mé,riCrJ) (llIe habían 1omac1o lmjo ~\1 pI'Otecci(¡n a la .. (J¡;('jilf18 tlr' IJio,f(, ponielldo cfllrt' l'l la:- .\" 1: s levcs ¡le l{('fUI'Ul<l 11 11 misericurdioso yaCJ:l,lal' de ¡..ilell­cío y'de (Ii !olil llu lo.

'La monja, que (> ro1i¡:d6n se llamaha ~(\j. Tere. a. y en ('1 si~lo nu 1. nía nornln'e, halúa apul'Cf'idll un día en ('1 1" . ClItOy'j de la casa , eon IIna rCCOUlclldaC' iún para la prio, , .. a,su~crita por un padre dI' moda, -y 1lI1 u ll i!o ('011 hurnil (1(~ p,'C'mlas tie l'opa baJo ,Id brmm,

De ¡J(¡nde n'nía? No supo <lec' ido, EI',I ('as i id i ta, Di , fíciluI('lll.e cnhehl'lIha (]II¡¡ p<llaiJ1'flS, pl'l'O sus üJnlellS()S ojo~ Oh~CII ¡'()8 hahlah:tn po}' el l:. COII mi l'ud a!ol <1e una dul ZUl':l y ele una extl'll ii eza inJinitas, A<¡\JpIIHs m iradaR n(l eran de 'sIc 111 10<1 , n~lIíflll de; 'UI/G palria lr'jmla,

Las religiol'ias la amuron y pl'OCll l'<l l'OIl instl'llil'la e n la .: CO_[l.' tle Di s, pero aprclIeli! poco de c.~({ co.~a,': (';'_ ta"!) ida,

Clu¡.¡it' ic{tI'onla (Ion el Ll'evcte moná. tic'o (le un ,~rn- ~p, g uido Ile un 1Iumllre: (,1 de la funllad ol'a (It' 1< orden , 1:, mal'a\' ilJ nsa i l1l1ll ioaiJa <1 , Avíla--docta y uHa Dluj('r qU(' florcci(; en un elocto r alto siglo-::r U('j:ll'Oll clue ('Ill'l'iel'a

26

<O Biblioteca Nacional de España

en gia.

Page 32: El Donador de Almas

[, E L D O ~ .1 D O R D 11

de ijo\-

1-

l ·

en paz por pI 111 01lfltono cauce de la Regla de l as litUl-' ~ia~, mJlwlla "ida que nn cra vida_

Mm~ ¡:;i ~()1' Tel'eR:l no , allia hablar, si . abía caer en l~x1.a~i!-'. HIIl'l .1pJiql1i ()~. al principio raros. hiciél'on -e f re­('lwu1 e: y II('~;¡ I'OH n :->(!1' COllllUlCS Ilespué.'J de hal>er sitio

" __ " ,";m'o 7i·"" .. !!l ,~"/,i,( , "(('j' "/1 (:rWi>1S • ••• '

(O Biblioteca Nacional de España

Page 33: El Donador de Almas

NOl'J::L .'I. Q e 1 s o E K A h

PX('('p<'ional ('~", desde e día (tu que Estcn's donó a l (1octol' ('1 alma de la jm'cn,

IJas monjas el-italtHl1 ellifi('utlas, 1· 11 , ¡ejo f'I'uile fIlIl' \'('jeta ba ' ll la ;'uCl'i!'d ia de Sa nto Do mingo, a Illol'tajado I'n su hábito lI t' gol OD Ilt- i 11 a, fue cOllsu ltado pOl' hl s lIpe' l'iOl':t; gran t eólogo y expel'i¡m 'll Ül.do ¡'JI lo, ' !'IeCl'ctos uc J;I mí -tica, erH, j m;cgul'a, 1r~l s l fl hurim;:¡ oh¡';Pl'\' ;!('i u ll y t('('­

nico xamen, que los éxtasis d ' nquclIn re! i ~i IRa er an de carácter bucllo :.v no diaból ico: Diol' Jos pemlÍtIa para ~l orHicadún ,lc , '11 SielT :l y pro\'ceho tIc ]a " lIll1lluid afl, 'Y la <:IHJlunitlad debía ho]ga l'RC de (Ine Dios f lH'SC g lol'ifi , ,,:tdo e H HuI' T('I'c¡,;¡¡, y ~( II' '1'ere a glor ificada 1'11 El Y p Ol' m.

l .. a priora, ofun es ta df!finiciún .-·cátctlrll, HIUl'Jn lll'Ú

IIU ad m.aj arem <lci gun-iam; la. omunidad respondi' III/Iélz y la l' ligio,'u ('ontiilllú dlll'mienuo Sil ¡m eDO ('n el !<iti:l~ (le roble ~. de baq1leta de BU e lela.", pero adelga· 7.~IJHlo, . ,. adelgazH nelo; pa lidcc:icmlo. , ., pal idec ¡elluo, c'n 1anto f) Ul' el doc1m' ¡.;e cOI'ollaha de gloria y fin!' el PO('-1a .\lldl'és E~teves 1"(" I'I'ía la jien;!, ,eguido d e su ('or t.~­.io (le' 'pí l'Í tul';, <> l1 ('ar!c'nac]o¡.; a ¡'; ll poclel', ('C)JJW Ol'('¡.;t!:-; ('on )<11 Jer ·11 11 e ¡.; (><!uito d(' EUlIl loJlic1es ,

Pero aqll(~lI il T oclH' el Doctol' (> ,-: j a bn t riste, llall á lJ' ' )< > ('n U ll O dt~ e~o.' Ill(llTlt'nto.: ll e lu<:idC'z eH qll e C(~ar' se ;l('uerfla el e q1l(' l'R mor! a l )" en qu Salomón \"est id de pompa, Il lll r nm r a : " TocIo es vanidad ,"

. \ ltor3 biell, ('l iando el dodo!' . e H('orc lalw (le que to­(/11 , ,~ nlll idac! , fa daba ¡ )nI" tos (Tf('ct(),~, Se ,elltía a ü,l:ulo <'lHll "I io del inrin ¡to, ~(' fwntía !lllél'f¡ illll ;; a ha ndonado ¡I

la!': ~opa8 dI' seso).: ,le Doiia COI'[Hl " qu le :;:eguía JXlt' don­d(' (pliel'u ('on l1H: l Ipgi(¡n ti C' p ind lt's ,l e <'ocina;l S \1

~el'vj ci(J , ca da día mfu ' cont nta porque cada día se a coc­('aIJa el f in d ] mundo;; el s\Jbsecuente Juicio Final.

Aquel/ a uoe]\(' ..1ld(l había ffi ul'Inur¡Hlo 'ya tres ~-eces ~ t1 oído d I> Rafael-di'dOlos al oído, pal-:¡ Illa,'-Ol' cla r idad ~ .. a 'S tu n!c, (')< p rcCili() que tOT11(' a lui ('e lr lu."

1' ''1'0 el dodol' le había re~pondillo: -No, aguar da a ún, aguarda, r A ldo aguardaba,

(C Biblioteca Nacional de España

Page 34: El Donador de Almas

l'

lt' " D o N A D O R, D E A LM AS

-Dime,-inRinuó el doctor-no hay medio alguno de (Iue me ame ?

_~:ro ltay medio alguno, - P el'O , . , . ten pk.lad (le m í! . 1'> e.::;toy vol viendo lo·

('O, E' hOl'l'ible (::to. sujecióll tuya, > ta impl acable suje· ,'ión tuya, sin tllla gota de m or! (para l~afael el amor, ('OIDO los venenos medicinal s solia ser asu nto de gotas),

-No puedo am!lrté, . " b ien lo sabes! - y . in embur go, es n cesarÍo que me ames, lo oyes '?

(':-< nece ario! -Es necesar io e imposible 11 ese caso. -A..lda,-y el doctor' agitaba sus hrazos el vacío

('umo si quisiera :1 i r a aquel espiritu r ebelde al amo!' '!" tlóeil al mandato, que estaba "i mpl'e a ::IU lado sin volun­tad, . , , , y sin cariño.-A ld'a) pactemos esta nor'he . . , . . , Yo ]'enullciaré a mis riquezas y a mi fama, Daré l a p r i· meras a los pObl~S y confinaré ]a segunda en el r efugio luá:-: distante y más <liscreto dé la tiel'ra , D ejaré mis Rue­llOS {.'omo se deja un har apo azul que a no sir,-e. Seré Jo fl lle t' qui l'Ui'. , . _ " Renunciar é aúu :1 ver jumá!-l (>l {'UN -1'" que te ~il'\'e de cárcel. . , ,. P ro tú en cambio, RPrú '1

Hila, Teudrfu; a mí como la p"posa acude al reclamo cl~ es­po:,:o ; te a ma l'é cuando estl'S conmigo, en alta t"ontempla­C'i(,!l y en impecable eu, neño; te buscaré cuanrlo est(':ol le­jc', con la an gustiosa perplejidad de] personaje de Roff­lIlann que habia 1 l'dido su 8om bt'O. Ven d rás a mi cuan­.10 1 ú quieras y mi alma te dirá. s iem pre b~ n ·¡;cn ida!, , . , (~uit!l·es ? ah! quién'lo en nombre (lel destino enigmútieo que uos ha unido .. ' . Quiér lo y -'cré bueno! seré creyente! !;(:l"p humilde . , ,T amo ! to amo! te amo!

y transfigUl'uuo por la angu 'tia que es el 'l'abol' ue lf)~ e;;pÍl'Üus. el doctol' se había n ['rodill ado AOU e la g l'Ue­,'a moqueta de la est ancia.

A ldaJ

susp i r ó uua vez más :r nna "ez más m u rIDm'Ó: -Imposible ! J<~ l do 'tOl en tOllCet'!, merced a una transición m uY ex­

I ,licabl~l que esto esnihe se la explica, cuando nieno -~ 11U~() eu pie y cun ademún y gesto de persona je de no­, r'la. dijo secamente ¡¡ A ' da.

-Vete!

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Page 35: El Donador de Almas

L .t NO T'E LA Q u 1 N a E y A L

Luego, roto. despedazado por la emoción-mal' traducción de bl is ~ par l'émotiotl-se aejú aer' sobre u . lliván. exadamenü' como laS! mujen's que ~~ tli'smayan .

~ras he aquí q11e h('s minutos uel'pnés sintió de DUP­

r Ja pl'e~eneia de .\fda que ]Jor primera 1JC:: acudía l'Ih ~er- ll amada.

-A qué vienc5;'! jll'C'brun í.Ú Ra fad. - '01' Tf'resa ha 1II11et·to! -y ¿quién PS , 'or Ter sa '? -Sor Teresa soy yo ... .. . - E a muerto! -Recll f'rua c¡ue 110 <leMas l'et nermc mucho t¡eml'f~

:l t n lado y que Lace \'eiul icuatro hora que no te ah:m. ,lono . ....

-l'ero . .. .. .- to nI! Jebe ser ! toruu a e e uel'fiO :'1 an Ímalo.

-No puedo ! mi cuerpo ha sido !wpuHatlo ... , . -Sepultudo ~ clallJó el ([octor en pJ colmo de ]a e tu-

p<,[a ('ciún. --Sepl lltado ... .. y está desorganizáudol'ic sao -} ahora . .. . . gimiú R.lfael. - y ahora'! . .. . . gimitl A.lda, y ah ora, el autor I)Ú rel1late al capítulo 8c:pliu () .. .

l'st.l 'osa tlne va fOl'lllam]o un libraco cualquiera.

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jer?

Page 36: El Donador de Almas

L

y A hora ... ?

LDA Y el doct or se encontraban en una situación análoga a la de dos niiios que han roto un plato. -y ahora ?-t orn6 a pregoDtnr

el seg-undo. -y ahora ?-tornó ~e:icl~ar

la primera. . La an gustia y la per llJejidad de

aquel hombre y deaqu,ella media frl1tjcrJ crecían como la marea con la sombra.

Si dofia Corpus Re húbiel'a en­contrado presente en tan inefable pena, habría murmurado:

- Valía más que se acabara el mundo! Pero Doña Corpus mascullaba pardrennertrol!l en su

h.abitaci6n, pidiéndole a Dios que la conservase en S1I gra­Cla santificante, 'en medio de las tierras de herejes por. don­de el doctor la trata al gar te como a una pobre barca des­nrbolada.

-Es pI' ciao que yo encarne en IíJguien, dijo por fin Aldrr~ o que me mal'clle resneltam ente a la eternidad ..... . -Pero en qué cuerpo voy yo a encarnarte ahora, mu­Jf!r?

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E l Don3élor.-3

(O Biblioteca Nacional de España

Page 37: El Donador de Almas

L ~1 N O V E L Ji ()Ul .- aE~ ..tL

-Eu cualquiem, es preciso; te imaginas que lle ue per­maheCcl' flotanuo en el vacío, hasta que te plazca '! Auemás,

E

mi hora no ha llegado, Dios 110 me llama todavía_ B e do muerto POI- un accidente imprevisto _____ No hay puesto parumí en lo in f inito. __ .

- Pero yo 110 tengo manera ue fabricarte Ull cuel'-po. _ .. yen cuant.o u lu!:! falJricados por la naturaleza, to- de do tienen a lma .. _ . da

- j No lo Cl'eas! BUflca una mujcl' hermosa, va na e idó· la tltl de sí lllÚlITIU y tl c liCgU I'O pow:é encarnar e n ella .

- ; l\lagnlfita idea ! )olas, i. 1>ónUc ha llarla '! -Et4o a ounda! Va mos, bÚRcala , lu go, inmcuiatamen-

te ! Tengo fdo, el frío de ultnttuIllua. el frío u· 1m yuso-1/0 sobre u.n rwacrto! 'f eu piedad de mí! .rfo d ice!:' que me flmas? Ahol'a yo también puedo amal-te, como nadie te ha amauo .. _. Sor Teresa ha muerto. Soy dueña de mi vo­luntad y por tan to de m is cariños. Te adoraré con la ado­raciún (l ue has soñado en tus mios de soled ~Hl y de '-aci.) moraL __ . _ VamoR, en Hombre tle ese amOlo de que estaba ~dicnto, clame U I1 C \1 r'po, Ult cuerpo que animar o hab rÍ> 1m de abanoouarte pam siempre. . . . ni

El doctOl' se rascaba la ~1Je'.t.a, exactamente como t o-do:s los homl.l l'es que Se ncuentmll en lt'¡lllces tan npret a- r'l' ÓOlil como el su o .....

Eu aquellos momentos, la gran un'uca ue la pieza cantó lns dos de la ma ñana con in tlexionc!'\ robusta y so- el )~n~. b

-Las dos !-mur muró Uafael-.. P ero tú comprendes que a esta hora y con el frio que bace--im'iel'no de Rusia a ---es imposibl e qu encuentre u/na mujer hcnnoso, t'01IG /.

idólatra de ~¡ "I/lsma! Todas duer men .... - y sin embargo, es preciso que la encuentres . . . _ ]tIC­

go, luego. lo oyes '! Siento que se aprorima una gran som­bra y que in tenta em'olycrme en sns pliegues ... Ten lás' tima de mí .. . _ ah !

- Alda ! - Rafael! -Rafael ! -tilda! -E!'! imposil;le:

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Page 38: El Donador de Almas

L

1"

á., He sto

lel'­

to'

'd6,

eu­iBa·

me ha vo' do' do ba¡; brÍ>

to, ta'

eza so'

des

ro­lás-

.El L D o N 11 D O R D H

-Es indispensable! El viento se enredaba en los abetos lejanos, sollozali-

do un lied del norte, Dormía t odo cm'uclto en U11 silencio Lla neo .. .. De pronto: --Oye, Rafael , sollozó Alda, no hay tiempo que per,

del'. La gran somlJra se aproxima. Solo un J'e<:'ur o me qu.e­da y \'oy a echar mano de él.

-y ese r curso :' -No te lo diJ·é. Mal:! es pl~ch;o que duermas. -Que d uel'ma ! -Que d uermas. , ... Es el solo medio de ruval'me. -Explicate ! -No debo ! si me mnas, d uerme! -Estás segura de que así te salvo '.' -Plenamente 'cgm'u. -Pero ... . . -No repliques, por Dios! duerme! duer lUc: El doctor fue a IJUtlcar un pomo de narcótico, puso al­

<Tunas gotas en un \'uso mediado de agua y bebió el conte­nido.

Momentos despué' se rceo ·taba en el sofá y caía en un ¡'rofuudo letargo.

Lo q ue pasó entonces es breve y obvio de decir: Ald.a, con una sut ileza del todo espiritual, encarnó en

e,l heruilifelio izquierdo <1el cerebro del doctor, dejando con-11llado el ~ píl'itu de éste a l hemisferio derecho.

y cuandu Hat'ael despertó ya entrudo el día, merced a un CUl<O único dCl:ld{' 'lile el m Ulul o (!t; lIluodo, t enhl dos almas ..... .

e ,-eeos/aba e,. el S(!f'" !I cala ell ~I H profundQ letar~. - . ,

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Page 39: El Donador de Almas

Yo y Yo

ESDE el conde Xavier de Maistre hasta Lindau, y antes y después de ellos. muchos fi lósofos, han ha· bl ado de ese a.lter ego que forma con nuestro yo una dualidad ex­traiía, que pugna con él a las veces y a las veces a él se une en mari­daje íntimo, que a ma con más fre­cuencia el debate que la armonía y que parece usufructuar alternati­vamente con la individualidad pri­mitiva las células del cerebro.

Todos sentimos en nuestra con­ciencia a esos dos personajes que

se laman yo y el otro. Todos escuchamos sus diálogos, sus controversias,

sus querellas . Suelen besarse con efusión y suelen tam­bién, como los matrimonios IDal avenidos y mal educados, tirar¡e con los platos.

Pero de fijo ningún hombre ha sentido jamás con tanta precisión y de un modo tan abrumador la presen­cia de esos dos principi'()8 pensantes, como el doctor al le-vantarse. .

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Page 40: El Donador de Almas

B L D o JI A D O R D B A L JL A 8

En 511 cerebro había al go inverosímil! Habia dos entendimientos y dos f)o 1ut~t(Ldes al p ropio tiempo .. ..

Recordando la escena de la noche anterior e inquie­to por su desenlace, el hemisferio derecho de Rafael pen­só :

-y Alda? qué ha sido de AlOO? y el 1!Cmi8f(~t·i.() izquierdo respondió: -Aqui estoy . E l hemisferio derecho se sobrecogió entonces de es-

panto, comprendiendo lo que había pasado .... Estaba perdido, perdido para siempre ! -Qué va a ser de mi! se dijo. - Lo que Dios quiera, replicó el hemisferio izquier-

do. Por lo pronto, yo me s ien to feliz, bien hallada. -Bien hallado, debieras decir afirmó con despecho

el hemisferio derecho: -y por qué ? -Porque perteneces al género masculino! -No por cierto, pertenecerás a medias! -SOy homhre! -Soy mujer ! -Pero entonces, dijo con infinita desolación el he-

misferio derecho, ¿. qué va a ser ue nosotros ? este es un caso d e h rmafrodismo intelectual!

- Mejor que mejor..... mira, todos los dioses antignos-v esto lo acabo de saber merced · a los cono· cinlientos que nuestro cerebro poseé sobre el particular­han omprend il1o en si el principio masculino y el feme­nino. P or su parte los poetas, que SOll los seres m ás se­mejantes a lo~ dioses, t ienen en s í ambos p rincip ios. La virilidad y la d elicadeza se altm'Ilun y ¡;;e hermanan en su f'~piritll. P or qué aman las mujer es a l os poet as ? P orqu > reconocen en los poetas al go de ellas . . .. De qué te la­lllentas, pues '? Eras sahio, eras joven, eras bello, eras cé­lebre y r ico ; hoy eres algo má : eres casi un Dios . ..

El doctor,--o mejor dkho, su hf'm isferio dCl'echo,-se sintió hal agado y no l'eplicó.

Hubo una pausa en 1 departimiento, -Pero, insinuó después Rafael , y@ te amo y ... -y qué!

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Page 41: El Donador de Almas

L A N O V FJ L Ji Q UI N CB N A L

-Al amarte va a ser inevitable que yo me ame a mí mismo,

-Cierto; maR 1e diRgl1~tu por ventura 9F.lta forma del amor'!

-Me parece e.\:tr-n iia, simplemente, -No Jo creaR. .. E l hombre ~D realidad ~d amar a

tlll m uje r' no a ma en elIn m úloI que Jo que a. él le da ilu­sión, de belleza .. . . Lo. i r í. de que la colora, la t única oe jacin to de que la viste, el segmento de lu na de que la corona .. " Se ama pnef.l, a sí mismo amándola a elIa, y deja de amarla <,uando la ha desnudado de íHluel at..'n10 con que la embelloeció p rimero . . .. E n cuanto a l a mujer,

a '8 cna mora del flH1Wr qu e i1¡,.<t¡Úra) esto e.q: d sí mis-ma t ambién. Conque dónde estú la exh'añeza . ... . . .

-Bien disclll*res, A7da! -Discurl'o on t u Cel' })I'o, Rafae1. Ahora y a no sé-

luás que lo que t ú i'i[¡ beR, ... puesto que :va no fl oto en el infinito .. , ..

- y me amas ? -l'e adoro. " , -Dame un heso: -- 'l'6malo. y el doctor 8E' d i6 tltt beBo . . .. men tal. (Cómo hesar­

Ile de otra llHlIlel'U? Sólo l aR Ulujeres saben besarse a sí mismas en l o~ labios, a tI-avés del mal' t ranquilo del ffipe­jo !)

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Page 42: El Donador de Almas

Digresiones

1 .lo. "a po1pólI U O hubi-esc ' :ld lado \l Ila hor a 1>11 'VaterJoo, no hahría sido vencido.

Un solo instante tic ya il ación eH 1m; moment os solpmlles d e la vida , tie]l(' l'CSon all ·ja s; formida­bles.

El doc tor ,-ucHú e!:le illl:!tanie .. enanito 4.1da le conjuraba a que bu case un cuerpo 11 que encar-

~ narla , y as consecuenciaA fueron fatales.

Hay que decirlo aun cuan •• el lector pi,wda l a ilwúón por el

lJéro(>. Rafael Antiga era nn fi lósofo, lo peor que se p.ede ser en c. te lllund .

l~a Natura leza . Cinc Jien pudo (larle u na bcrrn a o 11n lobanillo, t UYO a bien dotarle (le nna bien calibrada candad craneana, repleta ele sesos de calidad, y ahi e.<ft6vo el mal.

De otra • uerte el doctor babría poseído una noción exacta de la exi tcncia; habría ido 1m h ombre prác­tico; lJabl'ia esquivado l UR relaci01les con Andrés: el -cquilibratio máR genial que se baya visto en México, y

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L d. N O V E L A. QUINOENA. L B

A lds no estaña donde estaba, ocupándole, · sin pagar ren z ta, la mitad del cerebro.

Pe ro Dios ordenó la.s cosas de distinto modo y Ra­fael, que pudl) ser un homore de provecho para la huma- -nidad: abarrotero, caUcot , prestamista, empleado, club- l!

man ° algo por el est ilo, desde muy temprano se engolfó ~ en los lioros, se \'istió de teorías, via jó por Utopia y, [ cuando estaba al borde del abismo, Andrés le hundió en ( él, como Miguel a Satán.

Andrés y Rafael fueron condiscípulos. Como eran ( los únicos cereoros destor7'enta408 en la Escuela, se com- ~ prend i.-eron luego. e

Andrés era pobre y Rafael era rico. 1 Andrés era poeta y Rafael era filósofo. f ~"-ndrés el'~l ruLio y Rafael era moreno. Sorprenderá a alguien que se hayan amado ? Sin Rafael, Andrés se huoiera quedado por algún

tiempo en la Rombra; pero Rafael le hi7.o surgir a luz. le editó un libro que se intitul aba el poema eter no, y el cual fue traducido al francés, al inglés y al a lemán, y se vendió e u todas partes y en tod<l.s fue conocido, me­DOS en Mé ... d co, donde sir vió de hipód romo a las moscas en los · escaparate · de Bouret, de Budin y de Bux6--las tres bes que como tres clavos crucifican a todos nuestro autores.

No contento COD esto, Rafael editó un segundo libro de _-\ndrés, "El Reiuo I nterior", novela simbolista que Resten publicó--uccord i11g to tkc spa,tlish e d'it 'io n-este­r eotipada y en tomos muy feos, pero que circularon por todo el orbe.

Pronto Andrés escl'ibió en español como escribe Armando Palacio Yaldé.'!: para dar pretexto a qu~ lo t ra­dujeran al inglés y al francés.

Los yankees le pagaban a peso de oro-am cricafl gold-sus cuentos, sus uo\-elas, sus art iculos, y fue céle­hre sin que l'tléxico que estaba müy ocupado en ]as obras del. de-sagüe, Sé diese cuenta de ello.

Dice Roul'get, tomándolo de no sé dónde, que p OI' ra-1'0 que sea un amor \'el'datlero, es mús raro aún una ver­da.dera amistad.

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Page 44: El Donador de Almas

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B L D o N A D O R D M A. L Ji A. B

La de Rafael y Andrés constituía una de estaB rar e­zas.

Andrés vivía dedicado a la lit.eratura y al ocultismo - habia nacido para el ocultismo, como Huys mans, co­mo J ules Bois-como P ela da n? No, como P ela dan, n o !­y dizque obtenía r esultados maravillosos. En a lgo se ha­bía d e distraer el pobre en est a gran CaJ3a de vecindad que se llama México.

Rafael vivia dedicado a la fil080fía de la m cdici1W j a esperar un alma de mujer qu e no venia nuuca-hasta que vino !- y a escribir en su d iar io períodos humoristi­co-pesimi tas, salpicados de la consabida frase parodia de la de Ri cardo III en la derrot a de Bosworth: My K 'ingdom for a . .... 8o!l,z-Mi reino por un . . ... alma. rrota de Bosvvorth : JIy Kingdom Jor a, .... . 8oul-Mi reino por un. . . . alma .

No habían de compl'cnder¡;e los dos? Claro que sí. y s com prendieron. ~Ias, como qll,ien bien t e quiere t e hará llora,', An­

drés iba a hacer llorar a Rafael-o mejor dicho, al he­misfel'io derecho del cerebro de HaJael-lágrimas de san­gre, como verá quien siga leyendo.

H ay rcgalos que no e hacen impunemente. No se puede J'uga1' con el rayo; no se pued e bromear con el mi-l ~ . agro .. . ..

A ld(/, era un tremendo obRequio-Aquella a, qu,ien jamás debe 1lnO tmcon trar.-Má8 tremendo que el fin del mundo imagi nado por doña Corpus ....

P ero bas ta de dig¡-esi6n .

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Page 45: El Donador de Almas

Luna de NI ¡el

o hay manera de expresar el COll­

tentamiento v delei te de los dOI:l n hemisferios del cereol'o del doctor, ~O,

Se amaban! y de qué suerte ! 00- a mo a nadie qne no sea D ios l e ha sido dado am ar 'C en toda ]a ex­t ensión de los ti mpos y en toda la in fi nidad del Un iver. o mundo !

Elllactor era, en efecto, corno un Dios ! Se am a ba de amor a si mis­mo ; con la placidí'z nippona con '1 11 BlIdha contpmpla su abdomen l'Mundo, asi el doctOr 8e contem­p laba a pes::r de no I';er n ippon.

Todo ('1 UUÍI'el'I'o el't a ba dentro de 1, es taba n su ce-l'eln o. Su cerehl'o era l l1l hncI'j-o cerrado. don d Adán y E\'a-Rafael :r A Ida-se besaban continuampllte, perdo­mllu]o uste(les 'te :111t l'opomorfhuno y o tros en que ha-h á de jm 'u l'l'ir el aut Ot', cal

Quién no es dichoso a raíz de matrjmoll iado ? po ~ .-\h! I JOs poetas n soñaron j amás una fUliión más g-an

b.timu ele uo.; seres ! r U11 mi, 1110 ('uerpo COll dos almas ! T lJer en 1:11 gan

a lo a ma da . en:í pOl'le<>rla, . \. cariciarla aClll'jciándose ! ruU j Sonreírla, !lonriéndose , , ., glorificarla Iorificánuos .. , qUe

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CO Biblioteca Nacional de España

Page 46: El Donador de Almas

f} L DO:); .~ D O }{ D E i l L JlA.S

Oierto, algunas "eces tales y cuales miserias f isio­ruborizaban al doctor por ministerio de su semi·

-Qué pensarú Alela dt> mí en estoR l1Iomento~ !-decia .-Mas r eflpjaba para RIl eonsllclo que A lda tam­

bién, en su P l'ínter vid mortal, habiase visto sujeta a ta­les miserias, t riste patrimonio de la ffie-.tquindad huma­na i que a ún ahora tomaba parte en el las, y asi el rubor e paliaba un poquillo. . Natu I·almente. donde empezó el amante correspon­

dIdo acabó el augur profesional. El doctor em'ió a p a­' 00 a laR altezas R I'cnísi mas de apellidos er izados (te ('fcs j a las Teodorownus, alejandr ownas y demás ownas es­lavas anunció oficialmente que no curaba más-¿J cómo

_ hubiera podido curar si se habia comido al oráculo ? A lda en su re rebl'o ya no poseería en adelante más conocimien-

r. tos que los en (>se cerebro almaccnados-y confinó , u vi ­Co' da. eu laR cuatro paredes de su estudio, mientras que la ha }lrlma\·cra traía para su i(li1io más hermosos escenarios. ex- , La primera semana de aquel extraño connubio se pa-la so en onjugar el verbo a mar n el presen te de ind icati·

VO' y no sólo mentalmente, que también con lo l abio~ . P ara esto A lda y Rafacl Se alternaban en el nSll fr u('­

to de su boca .- Te amo !-decia ésta por ministerio d " la mitad del cerebro que cor r es ondia al doctor .

- Te adol'o--respondia la misma, por orden y \'irtud del hemi!'ferio izquierdo.

y así ambos podían escuchm' la inflexión acal'icimlo-1'a de sus propias fra~es .

Lo. primero!' días era t al la vehemenda de 'ns pro­tc.'tas, juramelltos :r prome, as, q11e Iiolían uno y oh'o arre, oatars(' la pala bra, es el dl', arrebntnrnc el úr~nIlo bu­cal 'lue la emitia ; pero después (ah! por muy breyc tiem, po! ) los diálogm:: fueron más perfectos, más I'CpO ados, ganando en unción lo qu perdían en ímpet u.

Cuando A Ido hablaba sabia ext raer uc aquella gar­ganta viril jnfle "iones musicales en que s re\"elaba la lIlU jCI'; y era un encanto oi,'sc entonces, Iiobre t odo por­qUe las locncione dc que ella echaba mano eran aque-

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Page 47: El Donador de Almas

L A N O V }] L A QUINOEN A

llas de que el doctor hubiese echado mano en su c las que él puso en sueiíos tantas veces en 10B labios de UlI mujer adorada.

E l espaüol surgía fluido y acariciador , con todas melodías de los diminutivos mexicanos, con toda la presión de los superlativos, con toda la opulencia de verbos; y si resistimos a copiar uno de esos eróticos lamentos, uno de esos tiernos paliques, es porque siemp hemos creído que los diá logos pasionales no deben escr birse sino con notas en el pentágrama, para que los (; gan los violin~s y las violas, las flautas y los obóes dh nos, las maderas y los cobres, en medio de la sinf6nic pomp a de los grandes motivos orquestales. Lo demás t un e carnio y ulla profanación!

Hay un pl'oJoqll io ruso que dice :-10 citaremos J que el doctor en Rusia vive--"Llevar un gato en el co~ zón" No has llevado alguna vez un ga,to en el corazÓI lector pío y discreto? Algo que te aralie sin piedad día 110che todas las fibras delicadas de la más noble de las el trañas?

Pu s haz de cuenta que el doctor-las dos personlL que habia en el doctor-llevaba en su corazón lo contra rio de un gato.

-Un ratón? -Ah! no! a lgo muy her moso .... va mos, llevaba un

ave del paraíso. que podrá no ser lo contrario de un gat~ pero que es u na ave cuasi divina !

Lo ún ico que lamentaba Rafael era que Alda no rt cordase nada de su vida terrestre, de u ouscura y mistt l·iosa alloleeencia y de su reti ro conventual, durante r cual pasó como un ueiio por la penumbra (le cnsu ~i10 d los cl austros. los

Tal fenómeno muy e.xplicable, atendiendo a que J fantasía no es potencia del alma sino una facultad matt ríal que se qu€da en ]a tumba, impedía ciertas remiDíE r encias que huhiera n dado una not a de t enue y simp~ tica tristeza a aquel idilio 8u.bjetivo. A ldct no podía recOr dar sino con la memoria del doctor: mas esto que excluf el matiz rnclancólic de las reminiscencias de Sor Tert su, excluia t a Ulbit!n los celos retrospecti\"(~s que 'on 1~ peores celos que pueuen darse, y \'áyase lo uno por lo otrO

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Divagaciones Interplanetarias

ERO si no recordaba ni su juven­tud ni su adolescencia en la tierra si podía discurrir acerca de sus frecuentes Y largos viajes por el cielo y oil-Ia hablar de estas cosas era imponderable embeleso e inde-cible solaz.

Referia su viaje a los mundos de nuestro sistema- solar.

A Marte, donde la vegetación es roja y 108 mares de un lila prodi­gioso ; donde en ten maravillosas

_ d obras de canalización para llevar 10 f el agua proveniente del deshielo de

los polos por todo el haz Jel planeta; donde la humanidad, e 1 más hermo a y perfecta que la nuestra, ha resuelto y a . a~t' todos los problemas sociales y religiosos que aquí n OS

lult preocupan y adora a Dios en espíritu. y en ~erdad. p3 A Júpiter donde la naturaleza apena" pasa. por súa

:'ecof ~l'hneras crisis <Teológicas; donde los ma~ tnd1ll1eutos cIuf U~ Que más t a rde ha de sÚl'gir la vida ~ cnajan al'chipi r..

lagos do algas que a poco desaparecen, y encres-' pan y !Se agit an, furiosos de no hallar para lamerlos con

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"

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l '

L A N O r' EL.! Q U I N CEN..!

caricia infinita ni los cantiles de una 1'oca ni las arenas cj, ,ma playa.

A Venus, dond elS todo "erde, un verde que abare inmensa gama de matices ; donde el hombre surge apena& velluuo y atlet a, y labra el .'ilcx a las somb t'as de la grallde~ caverna hospitala rialS, y pelea sin descanso COI los monstruos primoru ial s ,

E j

lo poh cad el é ble

sin que del

A Neptuno, donde la hwuanidad es aún mús civili zada que en Ma rte; donde el hombre ama al hombre C(t

111-0 a s·í mism o y J!) ios se m anifiesta a sus criaturas por ga medio de los signos de la más alta poe 'ía, de la mú.' sutil delicadeza. mis

A Sa turno, donde el enerpo, antes mortal, ha simpli' ficado y r efinado hasta poucr e contempla r a t ravés dr sus carnes transparentes el fi, ego lejano y tembloroso dt las estrellas, donde las moradas son de aire sólido de un SUa\-e tono de t urquesa; donde los poetas y sus amada~ vagan a la luz de siete lunas J de varios halos concéntri cos y h€chos de fluidos lumulticolores y qn ostenta n too dos lo tonos del iris; donue la luz nItruviolch, es un agente acumulado en todas parte:> _v ellcudcuado al el" vicio de la. civiJizacióu,

A Selene, dond la humallitlad, ue::¡pués ue alcanzar el má ximum del perfeccionamiento a que estaba. dest ina­da, se extinguió lenta y du1cemellte, afocanuo en vallO SUS

inmensos t elescopios a la tierra para enviarle un saludo que la tiel'ra--extI'emecida aún po!' gigantescas convul. sionC8 plutónicas y ayuna de üda animada-no podiu, ay! recibir.

Ya verán poI' lo dicho, aún los IlH'1I0S poeta.s de nues. tros lectorps. que los departimieutos de A.ldn y ei docto r eran de aquellos qu ubsel'bon, que subyugan, que 3rl'eba­tan, s in dejar un insta.n te pm'a acordarse de las tristes miserias de la tielT3.

San P ablo abordú t:~l séptimo d ejo y ElegÍlII afi,-ma ,ni el ojo dó ni el oído oyó, ni es capaz la mente aquilatar lo que en él se contiene pa ra fu tu ra recompensa d(» j usto,

A Ida, más feliz que San P abll'J, bahía recorrid~ seis' cien tos planetas de cuarenta sÍBtemas, Había llaJiado sU plumaje inrisii.lle en las luces cambian tes de Sil'io y en

H

(O Biblioteca Nacional de España ,

orf~ Rím Raf

Page 50: El Donador de Almas

}J L DOY A D O l~ 1) E J. L JI A S

s d lo fulgores rojol> del Aldebarán tole babía sumergido en el polvo de 01'0 (le la vía Lactea; habhl en dado u n beso a cada una de las constelaciones geométri cas que ruedan eu el éter, arrauCÍlndole ,'ibl'nciones de U11fl. música formida­ble y august a , , , , .

Porque en el uuiver!';o todo canta, Nada se desplaza sin producir una vilJración cn ese fl uido imponderable que invade el spacio: n i el gl'ano d arena que ¡'esbahl del montículo leva ntado por la hor miga ni el sol que bo· ga por l a eterna línea de su órbita parabólica.

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J, H,

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,1'

'Los cielos cantan la glori a de ,Jeho\'á"--<l icc el Sal · mista,

y su. gl'un sinfonía de l o ' 1lI11lHlos, esc gi ga ntesco or feón elel infin ito, AldlL Jo habia oído, Sentíase ,·estill a. aún de g U ,u'mon1a dh' inu \' lleuaha de ella el espít"itu el e Rafael. . , , .

y R arael enl oquecía de \'entlll'i.l,

lO Biblioteca Nacional de España

Page 51: El Donador de Almas

Descensus A verni

ASTA la hora y punto en que el lector ha contemplado -tal vez con ojeriza y con envidia--el ma­ravilloso idilio de Rafael éste po­día decir respecto de Alda lo que en el libr@ de la Sabiduría (VII_ TI) se diee y que ya alguna vez he citado:

Yenenwt au,tem mihi omni4 bO)/{t pariter cum illa_-Todos los bienes me vinieron con eUa.

Fe. .. esto era todo !

Riquezas, esto ya era alg(). Fama, esto era algo más. Amor, esto ya era mucho.

E n efecto, el dodor se volvía cI'eyente. En un tiempo-; qué médico no es un poco materia­

lista !-se había complacido en decir y escribir como Ingersoll, el asendereado a teo yankee, con un estillo lle­no de énfasis e indigesto de dogmatismo:

'E l hombre es una máquina en la cual ponemos lo que llamamos alimento y que produce lo que llamamos ideaR. P ensad en aquella maravillosa reacción química en virtnd de la cual el pa n fue trocado en la divina tra­gedia ele llamlet! (The Gods.-pag. 47_)

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~ Biblíoteca Nacional de España

1 1

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r e p

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el

El L D O N A D O R D E A L M A El

Mas ahora Rafael creía en el alma individual, cons­ciente, espiritual e inmortal.- Cómo no creer en ella? -y solo pcilla a Dios que aquel milagro que e había clignatlo operar n . u cel'ebro no cesase hasta la muerte, y que el amor que glorificaba su vida, como 1ft lámpara de Pritanco, nunca ja más hubiere de errti ngu irse.

Empero no fue así. J.as lunas de miel por más que sean tan excepciona­

les como la ue nuestro héroe f lic]¡ (j 'lue t odos los nove, 1i tas usan para designal' al llersonaje princlpal d~ su. novelas ) tienen su cuarto menguante y u conjunción.

La del d cior Jos t m'o por tan to :r muy en breve. Las diferencias ent re • .l/da y él, su r'giel'on a propósi­

to de una Jlad ría, como surgen t clas las dj feren cias 1

e1 seno del matrilllonjo, que al decir ue Byr on procede del amor como el vinagl:e del vino.

A/da., según Hafael, no le dejaba mctcr basa. Cuan­do reclamaba la boca, la única boca que ambos poseían, solía dar t uu buena cuenta de ella que tre horas des­pU é.- aún ilacía uso de la palabra. COllO tenía tanto qlle contar, el t raba j era que empezara . ..

Cierto, sus conveJ'sacioncs eran siempre cantivallo­l'a ,capace de suspender de . us labios a.l auditorio máR c~qni\o ; pero a la lurga, el propio Lacoedait'e y el 1'0-PIO Gambetta fatigan.

~or otra parte, rU ela. era absol'bellte y caprichosa 0D

los filó ofos, gustaba de ser oido, necesitaba lJúblico y illda era un p úbl ico impaciente qne n aguardaba si o la más ligera pansa para com-ertil'se en orador,

En un P arlamcnto habrfa sido inapreciable. Al pl'incipio, Rafael, por galanteria, le cedió la pa­

labra cuantas veces quiso; mas después fue preciso llegar a Un conyenio, (}h idiéndose por mitad las horas que po­dían hablar. E mpero AMa fue la p rimera en romper el conYenio y la Entente cOI'dialisima hasta entonces, entre ambos se agrió sobremanE'l'a.

Por otra par te, A rda era absorbente "Y caprichosa en todo : mujer al f in !

. Cuando el hemisferio derecho qnería dormir el bc-1lll',fel'io izquierdo e empeñaba en leer. Y qné lecturas!

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El D"oador---4

(O Biblioteca Nacional de España

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L A N o y E L A QU IK OE NAL B

Novelas fantástica com las de H offmann, de Poe y de V illiers; nu ca 1 ibl'OS cientU'icos!

No sé i he dicho que el doctor odiaLa a l l)iano. Pu ces bien, n Alda, se le QCHl'l'i6 e tu dial' el piano. Gu taba de envolverse en melodías tOmO todas l ' s almas femeninas verdaderamente superlore .

P ronto intervino ha tu en lo vi íos de Raiael. Odia· ba 1 cigarrillo, que según 1 qu sabí -y esto ] 0 sabía por 1 mismo cerebro en que ,,,alIilJ1~ lcaba-traía cOllsigo la. amnesia.

- AllOrR bien, Rafael amaba apasionllrhullente t·] ig;)' rrillo.

La. golosinas l a seduc1an y el doctor oúinha ha go-lf ¡Ilas., ...

E n resnmell , aqueU s espirit uales {/-emelo8 de ~'iatn acabaron por hacerse la vida insoportable.

Es to no impedía que a las vece recorda. en "us pri, mera horas de amor y como en el fO ;ll/ fJ tal amor a rdfa aÚll, se be asen con delir io.

Mas tl':J. del be venia el mordisco e.: dec ir el doC­tor Be morilla los labios . - ..

Aquello no podía ontinuar de esa suerte! - Bien dije yo que una alm er el regalo el elefan

te--afirmaha el de di hado Rafa .-Qui u me uso ven­das en el ntendimiento para a ceptar el ob equio DioE mío ! Ah! Andr a! Andrés ! Qu ' i llmen o lUal me ha: he cho .. .. Yo vivía tranquilo con las sopas de sesos lle do-ñ orpu y mis filoso fí as y mis visita ' ...... P01' qué ~ te ocunió ser agruecid ? • sí t lleyen t oLlos los dia­b los, poeta desequi librad ... romalli tao esteta, simbo­lista, ocultista, neonlÍstico o lo que seas: .. - .

Pero And rGs no podía oír aquellos reproches. Perdi' do en P adua, la ciudad má melancólica de Italia, entrt viejos libros y almas amigas, el poeta pasaba sus di~ labrando rimas misteriosas (lue le -illspil'aoan sus espírl

tus circunstaute.s. Acaso ni se acordaba del amigo de la infancia, ni d

}¡L donación, origen , primero de t antas emhriaguec s y • la postre de tantas desdichas!

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CO Biblioteca Nacional de España

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L H L D ON A~ D OR D 11 tiL M A S

y doña orpus ? Ah! la apocalíptica doña Corpus nunca como enton-deseando el juicio fl n al. . -Pues no se le había vuel to loco de remate ese lud e

- Qué inmenso mal me !Las hecho!

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© Biblioteca Nacional de España

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L A N O l' E L A Q U 1 N e E s A L

del doctor ? Cuando ni con ultaba ya ! Pa ába. e t od el día de Dios eucerrado bajo siete lla¡;e8 en el on ' \11 torio, hablando 010, gesticulando y midiendo la pieza . grandes zancadas. A yece" RU rostr parecía el de uu {111 gel, según In c. pre i6n celeste que n él se adyertía. Dolia orpus aüvertía sta eypresi61l cele te a tra.é de<Al \.\\~U agujero de la llave.- Pel'o a eces parecía l'o ~ tro de ele lUOIÚO pi oteado por an )liguel . . ..

Los rua. one de :México tenían la culpa de todo! E doctor acabaría en ' an Hipólito.

Valía más que e acabara el mundo ....

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Page 56: El Donador de Almas

El Divorcio se Impone

IERTO, con un poco de dominio sobre í mi 'mos j. lda y Rafael habrían llegado a la paz matri­monial, a e 'a paz que viene por su propio pasos algún día cuan· llo ambas potencias beligerantes ~c fatigan de la t ragedia y optau por la sah~adol'a lllonotonía de una u nión, sin amor, pero tam­bién siu crbis "'Iiendo en adelan­te pasar la 'da COI/lO la vaca mi· ra, pasar el t r ell.

Mas el doctor y A lda· se ama­ban a pe ar de todo, y el amor no

e. acaso lllÚ que Ull a encantadora forma del odio entre 10. sexos. tle elSe odio secular que nació con el hombre y que Continuará in etenw.

Oh, sí, los sexos se odian ! E l beso no es má que una 'ariación de la mordida E l amol' en su impul os t iene ferocidades inauditas. J~os abrazos fel'f'orosos de un amante . afocan ... com los de uu oso. Xo habéis visto {,lguna ,ez a una madre jo-en besar a RU hjjo hasta ha· cerle llorar. besarle con furia. asi con ira, causarle da­llo:, Pues lo propio barIa COIl • u amado si tuviese vigor l)itra ello.

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(O Biblioteca Nacional de España

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L .d. 11/ o V E L A Q u 1 N e E N A ~

y hasta las locuciones peculiares del amor s n fero· ces ; entra por mucho en ellas el inst into de la antropo· fagia que la cultura no ha podido aniquilar en la huma· nidad: «te comería a besos ... " "Se la oomía con los ojos" ... se dice frecuentemente, como si la asimilación dige t iva fuera la f~rma por excelencia de la fusión entre los en· amorados.

Así pues, rilda, que por alma qne la supon'gamos lle­vaba todavía en sí muchos de los instintos femeninos, y Rafael, que aunque enfermo de la voluntad, era viril, se odiaban amándose y se amaban odiándose.

Los diálogos agre ·vos se multiplicaban. y aun.que las reconciliaciones eran tanto más hermosas cuanto los dis­gustos eran más fuer tes, esto iban dejando n ambo es­piritus un sedimenin de amargur a, un resabio profundo de tristeza.

:F'uerza era lleg'ar a la conclusión deplorable a que llega la mayOl·ía de los matrimonios modernos cuando no están el por medio los hijos -y a vecf'S aun cuando

t os estén de por medio: al divorcio: enfermería legal de las incompatibilidades de ca.rácter . En la concien cia de A lda y del doctor, estaba que

er'a éste el . 0 10 r emedio, y si Hafael no se atrevía a abor­dar la cuestióll, il ldcL la abOl'dó con la resolución que. en los ca 'os difíciles, caracteriza a las mujeres :

- E s triste . " r espondió el doctor. - Triste, pero necesario. ;, y cómo realizarlo?

na noche, de arduo deba.te a propósito de lectura. en que el doctor y . a con el pas o que A lda, echaba ma· no de sus propio COllocimientos para argumentad e si n misericordia, con movimiento súbito, aquél echó maDO de un pequeño re 61ver <jue abría su obscura boca obre el escritorio, pue ,to ahí más en calidad de bibeZot que de arma, y llevándoselo a la sien derecha exclamó :

- Este es el sólo medio de divorciarnos! 13ero Alda r espondió tranquilamente : -Te engaITas : y (l te I' eguir ía, POI" t oda la eternidad

iria mMl, siempre llnillos como P aolo y Francesca ... , - Entonces ....

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Page 58: El Donador de Almas

...1 J,

fero· ropo· urna· os" ... . ativa ~ en·

s lie­os, y il,se

J!] L D o N A D O R D E

-Por otra parte, tú no tienes derecho de mata 'te. -Cómo que no lo ten 0'0 ! -E claro: yo poseo la mitad de tu cerebro y fea

mitad n:> I}ui re morir .

..••.... P lmJtf) ((hí meis m calidad de d/¡i/¡elot" que ae ('rm/( ..• .

-¿Pero a qué título la posee.'? -¡ A t itulo de conqui ·ta! ¿ ~o es este el mejor títu-

lo de pose Mn ahora? l 'nea pregúntalo a Inglat rl'a, y a

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(O Biblioteca Nacional de España

Page 59: El Donador de Almas

L A N O V E L A. QUINO EN A L

los Estados Lnido .. -~i pudieras suicidarte a media ya sería otra cosa. , , ,

-.!.Es imposible, -Provócate Ulla hernil)legia, -¡AJua! - j Mira! hay otro medio: que yo encarne en llua mu,

jer, Mas llece itamo a un hombre : a André , El es el único que podría operar el milagro,

E l ánimo del doctor e había calmado y repuso: - Dices bien, .A í aún es po ible que seamos felices,

tú con tu cuerpo, yo con 1 mío y que no amemos sin nube '" porque, de pués de todo yo te amo! Eres acaso la sola ;) qui n puedo amar"" Semipcrsonalizada en mí, acabaría por odiar te a muerte ; encarnada en un a. forma femenina te adoraría on adoración infinita!

I -Por mi parte torne ría a perteneceI'te como antes) estaría sujeta a tu mandato; sería de lluevo tu augID' y viajaría de lluem p OI' el infinito; más tod,n1a: como mi cuerpo formaría con mi e"'píl'itu Una persona civil y no canónica) mi uel'po te pertenecería lo mismo que mi a lma,

-Bu fIuemos, pue , al DOll ador, -BusfJ llémosle, -¡,Sabe' su parad ro? -Antes de que yo encarnase en tu cerebro estaba en

Padua. - Partamos entonce~ , y aquel la noche doua Corpu l'ecibi6 la orden de

prevenir las maleta,' ,

(O Biblioteca Nacional de España

<:a Pe

Page 60: El Donador de Almas

L

u­el

En Camino

A;\IAS COllO a su alitla Ile Rusia pudo el doctor comprobar el gra­do de ¡Jllpuluridad a que babia llegado en Europa.

'rodos los periódko., si Il dis­t inción de matices- los mismo!J que a su llegada le dijeron:

i Dobropojálclcat ! es decir, bieu venido! (La expresión má genui­na. de la hospitalilla ll e lava i al saber su partida, con afectuo a eru ión le lleseal'on un C'lcll iasl1cgo pouti .' e, ·to e" : buen daje.

E l doctor se '\'i¡j obli"'ado a. re·'llollller por medio de un diario : R/HlS.sibo .. a Il'a,~ché ~~ 't"prulIl8t l/'O !-HGra ias por vtl!,stra hospitalida y aUn auadir, ya en la e taci6n, a dono muchos personajes '" mucha damas de apellidos con 1.1 de inencia o lUla·

d21't\I]ecidos a su abe!' le acompañaron: Da zdruwstu;uiete Rossia. 'Que yim Ru..;ia : (Supli­

palllOS al lector que no intente pronunciar e tas fra e . erucrían mucho lle su cncantallol'a eX)ll'e. i(¡u) .

• JI . fl; RUiSia a Italia ll? hl1bo llovedatl .. c\penas lIega-1)' a. J adua Rafael, C01TW en busca de .\.ndl'es. pero An­rl'~, había sal ido In Hnte\'Í:,;pem para Alejanllria.

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<O Biblioteca Nacional de España

Page 61: El Donador de Almas

L A N o V B L A QU I:V O E NAL

Sin piedad para los usados miembros de Da .. orpu8. el doctor salió para Alej andría; más ahí a reriguó qUf

Andrés había salido la víspera para 1 Cairo. Sin tardanza par tió para el :aü·o. Llegó y sup que

Andrés había sali o el mismo día para Tiel'T";l Santa. Según se sup o desllUé , el poeta iba a buscar en .Ir

l'usalem al sumo sacerdote .Tosefo, de cendiente de Me1· chisedec, para consultar con él algo relativo a Kabbala.

Excusado es decir que el doctor salió para Tierra Santa, esta vez con grau coutentamieut o de doña CorpuS. que se proponía pedir a d sto, ante u propio sepulcro la llegada del J uiCÍo final.

En .1 erusalem, por fin, el poeta y el médico se enCOD· traron.

Se encontraron en un (!onvent o de francisc nos edi' ficado en 1 huerto de los Olivos, donde el poeta habia lIado fraternal hospitalidad.

-¡Rafael! -j Andrés! Andrés era casi el mismo. Poned en .u rostro la es

presión de fatiga de ' u~tl'O alío s más de existencia , y en° contral'éls su vera efigie.

Después de la p rimera exclamacióll, el hemisferio dt recho del cerebro del doctor-previo convenio con el iJ' quierdo-dijo:

- ¡ Soy muy d graciado! -¡ Lo sé t odo !, le iuter rumpió André o - j Lo sabes todo .. o y cómo! - Te ol.idas de que ti lda. no e.c; }a so"la alma que

poseído ? . . o -¡ Donoso l ' galo me ha, hecho ~ -j m ! La culpa de todo es hl~-a. tllUigo mío! -¡ ~Iía! - E s claro. Si no hubieses loetenido a Alda duran1t

veinticuat ro horas en t u consultorio o -j Es cierto .. o pero he pllrgarlo 11i ell eR, culpa! j ~

supieras! j ah ! si snpieras ! -Te repito que lo sé t odo ~ -Dueno- y 1 doctor emp Zó a exalfarse-vues si }I

sabes todo, debe sab ~r tumhién que eo toy desesperadO

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(O Biblioteca Nacional de España

Page 62: El Donador de Almas

edi' lIa'

E L DO X .l 1J Olt D E A L M A ,<;

que ya no puedo más ! que es preciso que me arranques del cCl'ellro tc cuerpo ea:t raílo} digo, sta alma intrusa lii no quiel' >l'; que me mate !

.\Jld l'és sondó con sonrisa nigmútica. -No seas impaciente, dijo. -Impaciente ..... j y te parece poco lo que sufro!

Te parece una friolera esta e}"istencia exce.pcional, úni­ca, que llc\'o .. " Te parece .... · -Oálmate y escucha . . ~o en tu l ugar no me queja­

l"la de mi uerte. Ha realizado el maridaje más perfecto. Po ées a tu amada e11 t í mi ruo. Ninguno antes que tú ha disfrutado de este privilegio ' ninguno disfrutará. de él después ... Lo excepcional tIe tn vida constituye la belleza de tu vida ... . 1\0 obstante quieres que te desligue de A lda? Es posillle que me sea dado hacerlo, mas no sin que re· flexiones un poco. Mi tIeber es n este caso el del juez que procura conci liar a los mat rimonios mal avenidos ante de pl'ollunciar un fallo de divorcio. Piénsalo bien, Hafael. E.l connubio qne hay en t u cerellro es inapreciable ; te con­Vierte en uu Dios ..... Aún así, insistes ? -Insi~to. -Bueno, y qué pretcnues que haga yo de AZdaY

• -Que la encar nes en una mujer, joven y hermosa. No me disgustaría una judía-añadió con cierta t imidez el doctor.

Xo lo hubiel"a dicho! Alda intervino contraviniendo a su pact.o de silencio: -Xo, eso nunca. Me choca n las jndías! "'on de la

raza que cl"uci ficú a r isto. -]~ cierto, afirmó Andrés, pero muy h rmosas ;

d~nde hallar fuera de sU tipo esa línea ideal de la na· .tlZ, esa leve curva maraYÍl lo a?

-Yo pl'cfiero a una fra nce a! Recuerda que fuí de ra­za latina. ¡Oh ! el chic de las francesas .... · -Da. ta ! Interrumpió A.ndrés con cierto tono auto­

tItarío. Xo discutamos estética. Antes tIe proceder a iD· tentar el avatar que se me pide, es preciso que os baga algunas obserraciones de suma importancia.

Oye tú, Alda J' oye tú, Rafael:

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Page 63: El Donador de Almas

M úsica Celestial

si ha de creer e a la antigua tradi· ción de los hebreos (1 ) (o Ka1>­bala)-empezó Andrés, - existe una 1 alabru sagrada) que da. al mor tal que de cubre la \'erdade-1'a pronunciación de ella, la cla' "e de todas las ciencias divinas ,- hUlllanas . . "Tal palabra, qne los israe­litas n pronunciaban jamás y

ue el gran sacerdot e decía una , ez al año en medio de los gri· tos del pueblo profano, es la que se encuen t ra al fin de todas la

Írdciaciolles, la. que ürac1ia en el cen tro tlel triángulo fla­mígero ; es, por último:

l/{' ro hé io II

"'ocablo que como se ,e, consta de natro letras heul'áicas.

(1) TcosQ.lía jJil/'a (ltI P EDEJI LITER.LE

liS

Biblioteca Nacional de España

E

Page 64: El Donador de Almas

E L D O N A D O R D E A LM .l .s

"E te nombre sine en el Sepher BeresGllit o Géne­¡¡is de Moi és lJara designar a la Divinidad, y su con -tl'ucción gramatical es tal. que l' cuerda lo atributos que lo hombres se han complacido en dar a Dio"-

Cada letra del alfabeto hebreo representa un núme­ro ' ahora bien :

iod= I = lÜ hé=E= 5 yo=V= ()

Palabra completa l E E . ~od (1) repr senta, pUel, 10; o lo que e lo mi mI)

el lJl'lncipio acti\'o por xcelencia. El Yo=10. · Hé (E) representa el principio pasivo por xcelen·

C13) el no }To=5. · La 1:0 (V) el término medio, el lazo que une lo ac­

h,o a lo pash'o. La rela ción del Yo con el no Yo=G. · El Dracman-siguió André -según expone u sa­

b iO orientaliRta, 'plica prolijamente las tres presencia~ ele Dio , al paso que el nombre de J ehová, las expresa en una sola palabra. que encierra los tres tiempos del verb ser unido medÚmte una eombinación ublime: hava}l, f~é; hovah, siendo o e~ ; y j e que cuando está delante de ~.a,' . tres letra s rad icales de uu \'el'bo indica el futuro en uebreo: s&rá.

-.\Ie estás hablando en griego, lldrés. -Te e. toy hablando en hebreo, Rafael.

t -Xo te entiendo, Andrés (juzgamo~ que el lectol' alDpoco.)

-E muy fácil, Rafael ; pero en resumen. para que ~o opere el prodigio, es necesario que pl'onun ie corree­eJ~l1\ente la . agrada palabra que te he ¡tado. ~Ierced a

? encadené el alma de S l' Tere. a , una pobre nifia a qUlcn cOllocí pidiendo limosna en las can es de México . . ~ que 1101' ministerio mío, obt uvo su entrada al com"ento f Onde me conyenia (Ine ,ivie. e custodiada. 1[erced a -ella

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(O BibIJoteca Nacional de España

Page 65: El Donador de Almas

L d N O 1/ E L A QU IN OE .. Yá L

he encadenado más de diez almas que Son lOis compañe­ras, mis hermanas, mis iuentora .. ..

-y es palaln'a, ndré '! 1'1' ~g:llntó el docto r con angustia.

- : mlréA, y esa palabra ?- dem anuó .1ldo con curio­sidad.

-Esa palabra . '. He ol ltidado pronunciarla!

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Page 66: El Donador de Almas

COD

rio-

Continúa la Música Celestial

luiaja ~' no 1M •..

S ueseap ráis en vano, dijo Andrés, cuando vió el efecto de su res­puesta en el rostro del doctol'. Si yo he olvidado la pronuncia­ci ón de es vocablo mágico, el Is· raelit a .Toséfo, descendiente de :\Iclchisedec-que egún afirman no lo ' t uvo-la recordarú; si Mel­chisedec Junio/" no l:J. recuerda, me la darún ?/lis almas} las bue­nas hermanas que 'i'un conmigo por (londe quiera, y si mis alm as ¡lIO la saben, me la dirán mis li­lIros. j E a! ag-uardcn ustedes una

desesperarse, Tengo de hallar lo que busca-

I Andrés e dirigió al cubo de pied¡'a encalada, donde

1I1bitaba el sumo sacerdote. :É!:lte, cuestionado por el poeta. permaneció mudo

for ~lgunos in ta ntes, y como perplej o. Después querien-10. SIn duua desl umbrar al interrogante con S il erudición fJl 'lental :

-Rijo mío, dijo. ,yo sé todas las ciencias dh inas y 61

CO Biblioteca Nacional de España

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L A N O V E L A Q UI"),'C E NAL

humanas. He leido y meditado todos los libros santo del Oriente. Los de China que SOn el Y·Killg, libro de los Kouas de Fohí; el Ghi·King, libro de los himnos; el Chou King, libro de la Historia ; el L'lJ-K '!J, libro de los Hito': el Tehu1lrTsicQu, o historia de los doce principados, por

onfucio ; el S S E-Ghou, o sean los cuatro libros mora· le de onfucio y de ::\1incio; el Tao-Te-K1ing, libro de 1.1 razón y el K aníng-Pién, o libro de las recompensas y de las penas. He leído los libros agrados de Per ia: El Zend-á'Vesta y el Bo'Un-Dehechsj los li bros sagrados d~ l a I ndia o sean los Vedas; el Hig'veda, libro de la cienci< de lo himnos o Elogios de los Dioses, que se compone de UllOS diez mil dísticos ; el Yadjurveda, libro de la cien' cia de la ofrenJas, que. e compone de 6 cap ltulo!l en prosa, sobre el ritual de los saerificios i el Eama¡;cdIT. libro de la ciencia de las plegarias lí ricas, el más agrll' do de t odos, y que tiene los himnos que se cantan, esto es, los salmos de los indios; la A.tha1'1;aveda o el libro de la ciencia del Sacerdote, que contiene 700 himnos : la OUP(/' 'nicllats o teología de lo ' veda ; y las L eyes de .JIanQu , yo he leido el código del mahometismo o E l Goran y he pe­netraJo todos lo mist ríos de la B iblia : cómo DO bahí:¡ de sab r pronunciar esa palabra? Deja que me ponga mis ve tiduras sacerdotale , que el m cional arda con to' da la divina igniscencia de sus gemas en mi pecho, J le la diré.

Poco minutos después el poeta oía de los labios del levita, por ü es veces, el vocablo prestigioso.

--"COll este podrás desatar-añadi6-e~as nupcia. atormf'..n tador a" de do' espíritu, de qu me hablas; e.¡}~ uupcias a las que el páliJo Asthophet, el de las tenebrO­sas alas, del Hntigllo Egipto, parece haber pl'esidido, Mas es preci o que antes de formularla busqu s un uerp? femenino para áld,a j de ot ra suerte la lanzarás sin nll' sericordia a la eternidad: ....

- Pero es imposible encontrar un c lerpO de mujer sin alma, padr-e mio!

- No lo creas; y de todas suerte hay algunos qu~ tienen el alma en cantidad tan dosimétrica que no le~

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(O Biblioteca Nacional de España

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L E L D E A L JI A. B

estOl'bUl'ía una nueva. Hnscn, busca, y si no encuentra Tuelve a mí. Acaso 11n CHpíritu tnn oderoso como A lda. podría formar. e un cuerpo por Al .'ola, l In cuerpo sutil Como ha hl'(¡n de Rel' Jos glol'iflrtl(loR en e\ último dia, un Cuerpo RCTlIejante a arrucl/o!; que condensaron para ha­cC'rse visibles loa tres {¡ngeles <jtll" viú Ahraham, el ángel fIlie luchó 011 Jacob, el Al'c'íngel Oauriel y el Arcángel Hafncl, ('c!Jan<lo nlll110 de los elellJentos animales que ate­Sora la patul'alcza .

El DODador.-5

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El Avatal"

ynRE~ tornú hacia .H da y RIl' fael a 7'cpor l earles !'IU conversa­CiÚll COIl .Josefo ,r los tres pll' sil!l'om;e a discurrir.

-He dicho que lluiel'o el cuer­po de l111a, f r3 llcesa, xclamó A l· da,

- Ppro dóude hallal' ,'C cuel~

po? -preg1l1J 1 ó Ha Cael.- Sería p I' CiRO tor na r a Parí.', y la. ver' liad en es tas comli iones de dUll­H,la(l yo no hago el \~iaje ! la se' pa ració n se impone. Cuanto an° te: wejor, Boy muy d ~"graciHdll~

E l prohlellla (', d ifícil, ohserl'íl A n<l!-ps, -Tan tli fíc i I ~ -Oh ~ tan .l ificil ~ En aqnell oR momentos ent ró a la e tanda dolia COI'­

pll • qUt' iha {'JI hm,ca. del doctor, .\ nd ré.' 1;1 consideró un momento y dándose una psI·

Diada en la frl'l1tl'. ('xclaw(¡ : - Eureka! -Qué .,~ l'~(J ele E nreka ~ (lijo R afael. -Ya teuemo. sujet , -¿ Qui{>u'!

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D O S ttDO R D J AL JlJ. &

-Volla Ol'pus! -Pero e~u es absurdo ~ -y por lJ llé'? Te Ílllagiu:1. 'lne tilla alma como Ald(l

no será ca¡lal. tle letificar, "üalizar y transformar este lloure CI1C]'110 claudicante?

-x o! prorrumpió Alda j so jamú .. . -Pero tú e~tás segul'o de que mi uma de llaves SI

Ü'ansfoI'waría '! preguntó el doctor. -COIllO 'i tOluUf;e el agua de la fuente de J uvencio:

por qué no ? -Eso el'; menti r'a , d ijo Alela. -Basta ! ol'ucnó An dré .. dil'ijiélldosc a ella: tú alla

y obedece. ~

-y tú Hafaci, explícale a Doua Corpus lo necesario P~l'a que entienda. La pobre nos mira con un asombro tllguo de mejor ara,

-Es que 110 estov de acuerdo . . .. Yo habia !>ouado Otl'u COsa. •

-Ahora no se trata de .-udiofl, se ( T'Ma !'!im plemente Ile !'c¡;o!v('I' lIna ' itnaciÚll tlllOl' lUa l hasta I' l ah. m'do, E n. <'ltl'nomos a .l/da, rle. pué); uo faltur¡'t qué 11:1('('1' . ... Ya­DIOl';, uale una c-xplicaciúlI a t]niiil COJ'pu •

-1 )oi1a ( 'orpU!;. <,mpezo Hnfa 1, ha (le saber u tecl «(ue, por C3usas tlificiles .le analizar', yo tengo dos almas en el cuerpo: quiere lIste.1 que ]e pase lIlHl al costo?

-1'('J'() usted e~tú loco : -O ti plinto de eíltm'lo, . í usted llO acepta. -Xo entiendo,

- y qué me impoI't:I fJue no enheuua usted '! acepte Yen paz .. "

-Niiio, 1 a \"cl'uau, yo 110 creía que , e burlara de es­ta pobre vieja. . . . alía mús que se acabara el mundo.

-~Iire usted, (>1 rOUI1.10 se acabará cuando le dé la

tA'ann ; pero a mi "el . e me acal .. í 13 paciencia, Acepta Ul!-etl ° nú'! '

. -Pero uiiio ue mi corazóu . ~i yo tengo mi alma pro­~J para qué qlÚel'O má ?

-Lo que abunda no daua, mUI'lIlu ró Andrés.

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Page 71: El Donador de Almas

L ~ N O V E L A Q U I N CENA L

- P ero está usted segura de que tiene alma, doña Corpus '! cuestionó Uafael .

-Qué, cree usted que no oy hija de Dio y herede-ra de su gloria '!

-Pues no l ' tiene usted. -('ómo que 110 la tengo ~ -)lira Hafacl, interrumpi' Andrés, esta discu-

s'¡ones no conducen a nada. Dorra Corpus, añadió enca­rándose con la anci ana, el doctor está en grnYe peligro de condenaci6n cterna i usted no acepta. Si es u ted cristiana debe :11\'81'1 ; quiere u too '! Le advierto que su conde cendencia pudiera traerle hasta.. .. la juven' tud !

Ante aquel argl1mento doña Corpus vaciló ; -Pero no me pasará nada? - X ada, se lo garantizamos a usted. -Hagan pues de mí lo que gu. ten. Andrés no aguardó mfl: ; tendi6 hacia ella RUS ma'

nos ca rgadas de flu ido y la pobre vieja cay6 n sueño hipnótico. EntoJ1ce., con t oda la solemnidad del caso el poeta prouun ió el iJ'emend vocablo, ordenando mental, lIlente a A lda el avatar que deseaba.

El doctor xhaló un grito y cayó cuan largo era sO­bre el pa,~j mel1t . Doña Corpus re 'pondió a e e grito COD

un gemü} 0, e instante. después, el primero t ornó a un' vida normal y poderosa; la segunda .... la st\,<rtlllda se desplomó pesadamente.

La prueba ha hía sido demasiado ruda para sus cin' cuenta y tantos años.

DoITa Corpus estaba muerta, muerta por exceso de alma, por congestión npirifual!

El mundo se llaMa acabado para ella!

~ Biblioteca Nacional de España • .

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Alda Quiere Irse

ABEI S visto el espanto y la in­decisión de un canario súbita­mente libre de s u j aula, que des­cribe en su torpe vuelo espirale~ iuciertas, que choca contra los muros de la casa, que asciende J desciellde pialido t ristemente, que no acierta a huir hacia el rectán­gul o 11 > ci >10 azul {IU encuadra. el patio, que se siente ebrio de o ígeno "Y de sol y bate con fie­lJl'e sus a l-i lla¡; ocre. fingiendo uu copo de oro que revolotea en la atm6'fera ?

Pues algo semejünte hacía la mísera alma desligada ~e nuevo de la carne y prCfla sin embargo por el fluido l~pel'ioso de Andrés. Daba t umbos en el espacio; soli­citada por ignota aspiración tendía el vu lo al infinito y cuando empezaba a cobrar ímpetu, la voluntad dcl jo­ven mago la rett!llia fuera <lel ciel a que ella tendía an­helo a, como el ni ño rptiene por ro dio de un hilo el gló­bulo inflauo de hidr6geno que se eleva rápidamente en el aire.

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s o V EL .! Q u 1 N e E N ~ L

-Déjame, déjame que parta, decía la mísera a la 1l ll'nte elc Andrés, Dios 110 quiere ya ¡¡in duda que conti-11Íle mi pcregrinaci6n por te mundo. Déjame que parta, repetia a la mente de Rafael, ya yez, que no hemos podido ,~er felic~ y que todo es Yano . . " Presiento la divina hel'mo!;ura de la luz perenne y quiero ir a perderme en ella para siempre ... .

)fas el doctor, que ¿egregad de .11da) tornaba a amarla pl'eci amente porque ya no ]a posma, porque podía cscapársele, porque era otra, (listante de ' J, unía su volunt ad a la del poeta para decid e:

-Quédate ! No, uo te . ayas ! -]~l mundo eR t riste. -Yo haré de él para nuestro amor lID \'a"o de J elei·

te~, una copa radiante para t us labiol'!. -.'0, no lo hará~ . . . Xo t iene poder para tanto ! - A Ida, nccesito un ideal para mi \'ida : yo estoy he·

cho de tal !:luertc fine 110 puedo Yi vir sin un ideal. .. lJi exif-rlcncia sin UD. fi n, sin un afecto, bogarfa con la dolo­rORa inllecil';iúu lle un pájaro ciego, de una nave desgo' bernada . . .. Ri n tí no me queda má. que mi mal!

¿~ndrés intel'vi no de nue'-o : --Haz J t u mal un tino di jo filo:óficamente-Epic·

ietus afirma qne en nne tro poder estú aceptar el JM1 omo un bic11 o m{¡,s aún. rec ihir con illllifercncia todOll

]011 mal('s. . Pero Rafael no <,stah· en tOllCeg para fi losofías. - ué ate! n o te vaya!'! ! repetía lClanc61 icamente,

con lu maquinal y monótona inflexión ue un niño e:l pri~ choso qn pille un jU ,~ete : ('61110 üecía. qne me amabas!

-Es cierto te amaba. te amo aún acaso : mas qué culpa 1 ango yo de fine al l'cwlarsel1le ¡le lluevo todos lo e.'iplenrlores de lo alto. de tal. ncrt e me de:lumbren '! en modo t ul me atrai,!mn y e Jfi fuerza 1al me soliciten que 1" I!JOla idea {le tOl'nar a. esa nferma ,' lrla v a esos in cO° lores afectos d ]a t i ITa me llene de angustia !

.'ill, tú no sabe!!, t ú no pne¡]<.>s comprender la delicia ae abejear por el espacio sin límite."l, de ser una perenne liMlula de esos grandes corimbos de flores pálidas que

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B L DO 'A D OR D E A L M A 1

se llaman constelaciones i de escuchar el salmo de los mundos que ruedan, de fuudh"Re a la crin fosforescente de los cometas, de visitar orbe tras orbe y hallar con pasmo que la creación siempre recomienza, que siempre estamos en el nmbral del univerco y que tenemos para re­cOl'rerlo la rupide:& de la luz, la sutileza del éter y la te­nuidad del perfum e .... Yquieres que torne a animar una }lobre masa encefálica, a unÍI'rue a U D uerpo encadenado por la gravedad, enervado )01' 15,500 kil6gl'am08 de pre­lIi6n atmosférica, sujeto a la e.nfermedad, a l a "l~jez y R la Dluerte. . . . ...·o! no!

Déjarue partir, errar, errar }Ierpétuamente. Me im­lml a el i n~tilllo d J 'havel'us, Carthophilus, I saac, La­q uedeu o como ¡;;e llame: este instinto a apodera. de to­llas las aJma'i libres como ~e apodera de todo8 los fulgo­res, de todot:i lo sonidos, ele toJos los yjentos .. . Dios le pone eJl pllllC:; para qll le hUBC}Ucn. Este insti nto mitiga­rlo en la "itla e 10 que .I1amamo Ideal, Arte Amor. El ilIeal, el lll'te y el amor n son ru:l (}UP el presentimien­to (lrl illlinito !- Este instinto 1 que DOA impide el re­PORO, la ventura, le cuanimidaLl en ergástula enOl'me del planeta. . . .. T>éjam (lue parta !

}'N'O el doctOl' no entendía de r azone y lllurmura­ba trist nwnte:

-" el tI:' vayas ~

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Adiós

O.-'.\. Corpus dormía ,ya su definí­Jiro suci'í(1 baJo la tiérra sagrada que humedeció la ~angr del .JUi!­to~ , todavía afI1\el pobre e pid­tu femen ino, como una mariposa loca, erraba p6r las capas inf& riol'cs ti la atmósfera, in libel'­t ad r 'i ll destino, . uplicando dul­cero nte :

-néjclllne partir. And rés r ecordó -1 eou' jo del

Israelita .}r le sugirió ; - [ira LUda} prueba el for­

mart '" un enerpo; condensa nu­bes, encadena gases, Relecciona tO(to aqu Uo de que tá ompu sto el cu~rl) human : carbón. hidr6 euo, oxígeno,

azo . cloro, fierro. fo faio, ' di , poro io. .'lIcio; o bien ,,¡ tete de una forma util como 10'1 ;íugeles que se dig­naron nparecee an te lo' pastores . . ..

- :No }medo, respondió Alda. !'t1i fuerza 110 alcanza a tanto .... Dejadme ir!

-Por qué no te unes, añadió Andrés, a esa turba de 78

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R L D o N .1 D o R D El A L JI Á 8

hermanas invisibles, que me rodean cuando yo las desa­t o de sus organismos ?

-Xo puedo t a mpoco. Ellas aún t ien n un cuerpo, UJla cárcel, yo no ten go nudn, liada mful que el vivo de­ea de fundirme a la eterna luz.

-Xo, eso no ! 110 te irás ! insistió HnfDel angustiado. Yo te amo! continúa a mi lado ! Yo t e rendiré un secreto J perenne culto . . '. Tú serús mi a ngel cu todio, mi alma lIien amada! Quédat e ! quédat ! Ahora te quiero más que n uncu ...

- Te h (licho, a ! que no, que no debo, ahor a te diré que ya es tal'lle. Rafael. demasiado tar J e ! Eres co­Dlo tOflos lo homhr : cuando poseen en í a la ilu sión, hija del cielo, la nl'll urgan C011 sus mezqui nd ades y con su egoísmos. la empequeñesen . la alejan: y cuando mi­l 'un perd rse a distancia Sl!, al ns tle luz la llaman y sollo· zan poI' ella! Isensato! Qué valía sacrificar un poco de tu orgullo ~Ult' la inefabl d icha rlc t nerme contigo, un· te la fl l.'i(¡ n mir í fi cn ¡le t \l I:' !'>pír itn y el mío . ... Loco ! nahfa. realizado el conDlloi sublime por excelencia y tú mislll ha' l' to el conj uro. 'r u idilio hubiera sido su­perior al (le aqnel lihro revelado a Galltier. Espirita e3-

taba en t u prop io cCl'f'bro y la de. deiíaste y ~lhora se va .... liel';l preciso qu el jjonador consienta en qu se vaya, , , I~l foco indcficientc (1 lloTIIle f'mana to,ln ,ida la a t '/le ; el in 6nito la agnanb. , .. \ nte lo.' .leli flll io de nmor que ('1 /I /(í s all rí 1 ofrece, qué valen i n).! car iiíos, pobre iluso ? nejadme : dejadllle que parta :

André!'!, a q lIieu a l]11e1 d ¡(llogo mental por 1 tamo bién ent entlillo onmovía en xt rpU1 o, d ijo a Rafael :

- Tiene r azóu. :.\fe n 'pugna ejercer- violencia. fiob re e te p bl'e e píri t n. Con. ¡ente n 1 ibertnrl O.

- Pero no \7CR Q' lP voy a qnedal'me l';olo, absoluta­Illente solo ¡,; i se marcha '!

- Ah! no, i nt ll' l'\l \l1p ió Alela , yo UCl: cemI r é de Te1: en cuando a t u moralla. Yendr~ por las mallanas con las buenas auraR olül'(''''as .V' por In!'> tardes con lo 0 1'0 8 pos­treros del caso. 'f oirás en la bri-sa que tremola, me a~pirarás en el Jlerfume que flota, me contemplarás en

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1I' O V b' J~A QU I N CENA l,

los lampos del alba: me sentirús en el júbilo de tu espío ritu con~ol<1do. Yo hriParé en la lúgl'ima de gratitud del poure a qui '>11 l'ocorral':. en la sonrisa del enfermo a quien alientes, en la Illiratla del desventurado a quien alivie', Yo est a't é presa en las redes armoniosas del verso que te conmueva, calitaré en el a I'I'ullo de las orquestas, temo blaré en la garganta oc los pfija¡'os, lloraré en las vibra­ciones solemnes !le la campana que salmodia el AngelUJJ, reiré en los gorgoritos cristalinos de las fuentes, fuI· guraré en el -verde joyante !le las praderas, arderé en el fuego pálido de laR e. t rell as .r nú nrtud será la que te diga en todos lo,' t rance,; amargo., de la vida: "om et SI)(?ra" i la redención e.,tá cercana ! Trabaja y haz el bien i siembra gérmenes de amor que mañana florecerfin en la eternidad como granrle<.; rosa "'. , , . 'X o más Ul llamaré para t i A,lda, mas ltabl'ás de llamarme l umen, plles que t u luz seré J, como la luz, estaré en todas las cosas. Y cnl\ll' do te avecines al t rance postrer yo yend¡'é a t í par COll '

fonar te. yo te daré la man para que sah'e~ e:" t remen­do ahi~mo que separa la vida de la eternidad, y omo dos Ilotas que form an un (looi'i1c, coro dos hebra;' de luz que forman un rayo, como dos color que forruan un tono, nos uniremos entonces para siempre en el infinito :' jun­tOR seglliremo la escala de perfecci6n a que estamos de . tinado . . ...

La Iu? s(' alejah{l l':uavemente, las brisas llega han aa­urad as del olo!' capito.' .1 las g-omas de Juue .., del

perfnme :len dr la" t!nl'es priruiciale". Consiente, Rafllel, l':npl icó Andrés. Rafael callaba, cautivaclo a 'u pesar por aquel pa ll­

t l"ismo insensato. -Ennoblece tu amor con el martil'Ío, añadió An­

tlrés. La vida es hreve. , . . La muerte habrá de 1'euí lIirte de tu soledad y de tu an¡:tll. tia.

-Consiente, Rafap], repitió .A lda , Rafarl hizo acopio de toda su energía ! murmuró

.an voz ahogada: -Sea pnes .... Lllego estalló en sollozos.

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~ L D o N .1 n O R D E Á L Jl A S

-, l/da-prouunció entonces Andrés: Alda, yo te de 'ligo ;r te Jiberto; meJa, aléjate bacia esa luz indeü­ciente IJlle te agnal'da , y ruega por nosotros los que que.

Rafer,el sollozaba; mwitaba 4-illctrf8

'iR

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L A N O V FJ L A QUINOENAL

damos en este vane de lágrimas ----in hoc wcrlmaruna vale.

Alda suspiró: - racias ! Sintió el doctor en tre su!'! labios como la sombra (le

frescura, tenue y casta. de nn beso de adiós : el fantas­ma de un beso . . ..

y el alma liberta, 1 noble e píritu manumitido ya, partió deRpu~s como un ensneuo que se aleja.

Amir s y Rafael quedaron inmóviles en la est ancia. Rafael sollozaba ; meditaba Andrés. Delante de ellos est aba el sol que ¡;e ponia . Detrás de enos, en los limbos indecisos del pasado,

estaba el reeuerdo ......

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Page 80: El Donador de Almas

Poesía T e n ernos

:X 1'11 definitiva \ ida espü'itual ('lIl1lplilJ Alelu (lIumada Lumen) la lll'OIll t'lol¡1 lH:'tlw a su amado ?

JuzglllUO:o; que sí, porque mer­cerl u la omuh'idencia que es pri­\ilegio tlel autor , hallamos en una página del diario de RaIael,

!'Icrita en 1 92, y después de un pi'lrrafo hUIllorí ·tico que entre oh 'as COSll S dice: "Torné a Mé­. ico t an rico como cualquiera de los Cuntrociento de la Quinta Avenida (The four hundred oC tlle 5th .'\ .. enue) · pero tan po­

bre de paz corno antes. En Vera cruz los aduaneros no lOe registl'Ul'Oll el equipaje, :r en el t ren compré a un mu­chacho u nas naranjas y no me tli6 lo vuelt o; esto me hi­zo comprende!' que me encontraba ya en mi país" ; ha­llamol'1, (Ugo, los siguienl " r ersolol, pcutl3.do, in duda por RaCa 1, p r a lo cuale dl·he haber daelo form a literaria André, ya que el do tO l' 110 era mu,' hábil en acha­Ques de versificación, dedicados a la dulce ausente e in­titulados:

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Q ~ 1 Y e E N A L

TE~' E.

'n eco muy lejano, un eco muy discreto. un eco muy süure: el fantasma de un eco ....

t'n suspiro muy triste; un su piro mu.\-, intimo, un suspiro muy blando : la sombra de un suspiro . .. '"

U n perfume muy "ago un perfume muy dulce, un pelinme mny leve: el alma de un perfume,

Son los signos extraño que anuncian la pre encia inefable de Lumcll.

j A ' de mi si no e cucho ('1 eco tan lej ano, el suspiro tan íntimo. el perfume tan fago! .....

j,WI/l'1I "ueln' a !leY' hebra de LCt¡¡l, dilu.véndose toda en un rayo ~

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Page 82: El Donador de Almas

Zoylo y E l

on.o.-pOl' qué llama usted a esta nOllt'cllc "EI Donador de Almas ?'1 l" ijese n ted bien ; el uonador ape­lla~ Ni proyecta su ilueta en el libro, " en cuanto a las almas uOllallas se rroucen a una.

El.-Ha~' Uil derecho incon­trOycl'tible,· 'y es el de bautizar. Por qué se llama usted--es U I1 su­pOller-Fpruando? Fernando ,ig­nitica guerrero ,'alient ")' usted ni e, "alieute ni es guerrero. Por qué !'ie 'lpellida usted Blanco? Lll n¡('renO silJcero como u ted ]]0

(lebía :ll)ellidm"'e a"í. ~n ob'ltante, está usted en su Iler . cho. Lo.: lloulllre" sOu biene comunes.

Mi /lou¡;ellr Re Hama El DfllI,ador, en primer lugar, lJorque ast me plugo llamarla, y eu segundo, porque al final de ella ,in! aun quien da, y quien da, lógicamente PUNle ¡;;cgn il' !.lando, Si usted acertase a crear un átomo, !l<;ría l1sted creador de átomos, porque ]a virtud que en usted radica es la que, ejercitada una vez .v en aptitud • rle ejerf'itar, e otras. le ¡la a usted el llorub¡'e.

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L A N O V E L 11 Q u 1 N a E N A L

Zoilo.-Por qué hace u t~l que una banda de músi· ca toque la Bohel/lia ele Puccilli en 1. (3 ?

Ell.-Yo no he c.~crito Bohemia de Pllccini, sino Bo· hemia simplemente. ShaI- apear dió somhrero a los ro­manos, y a los dinamarque -es muebles que aun n fabri· caban. Si suponemos qu Shakespeare tenia ien mil ve­ces más talento f[ ue yo, debemos concluir que tenía cien veces menos derecho que ~·o < lo anacronismos.

Zoilo.-Por qué habla usted antes de !l8 de las con· quistas de lo J~stados Unido "! .

El.-'Xo me refiero a Ilawaü, ni a F ilipinas, ni t1

P uerto Rico, II i a ('uba .. " Lo decía por 'f exas, Arizo· na Nuevo Mérico y la .\.lta Califo rnia . ... " Usted pero done.

Zoilo.-Por qué produce usted tanto? E l.-Porque mi amada es multípara de lo tiem·

pos en que la fecnndirlad ,e consid eraba como una. noble­za :v la e.sterilitlall como una ignominia. Ki padece ele la cintura, ni l' lu iere mulsiones reconstituyent ; ni ne-e~ita, como Raquel, chn 'as que conciban por ella ni

adopta prole extraño como la hija de Faraón, aunque esa prole pudiera llamarse Mojsé~.

Zoilo.--Qué e cuela pretende llsted Seguil' ? JtJl.-Oiga u!-!ted : amo a. Asunción , a cau a llcl smalte

de su ' llientes }' de la uri. toc rac j· de S\1.' mano. semejan· t a las de l solda ; a Lidia por el brillo lle ¡;ua ojos y !L Elena poI' la!'; r osa!'; de la colol·. Amo a Blanca en ra' ZÓII de sus caberI o.s largos como los de ~rargarita de P I"O'

venza, y r ll]üos omo los de la princesa GiueHa ; a An' t onia por la sonoridad y cadencia de sus movimient6s, Y a Ana pOi' la mú ica de sus palabl'n.g y 1 poder de sus besos. Ni A unción, ni Lidia, ni Elena, ni Blanca. ni An­t onía, ni .\.na son la perfección individualment consi· deradas. Unidas la forman y unidas las bu. co. Mi here­dad es grande . mi JUies rica.

Zoilo.-Por qué le combuten a usted como si usted fuera muchos? U. too es uno,

El-Somos yo Y mi s hijo . Sara odió a su sierf¡l, 78

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Ji L n ON ,lD OR D E .i L 11 .{ S

porque su sierva concibiendo condenaba su esterilidad. Agar huyó al desierto por el crimen de ser fecunda.

Zoilo.-Por qué calla usted. siempre'? Enmudecer (>R acatar.

El.-No callo, trabajo ¡ no enmudezco, escriho. Ur('O en la labor y en el sileucio : eu la primera porque triun. fa¡ en el segundo porque desdeña.

Zoilo.-Su libro de usted pudo desar rollarse mús. El.-Ud. dice: desarrollar; Flaubert dijo: conden 'ar.

Prefiero 11 F laubert. Nuestra época es la de la flotlt'cll<-. El tren vuela .. " y el viento nos impide hojear lo,¡ li­bros. El cuento es la forma literaria del porvenir.

Zoilo.-Literaturizar en México s arar el (h'nlllu, si he de usar la frase de Bolf\'ar. Usted pudo el' aboga. do, médico, ilIgeniero, capitalista . . . y no es usted nnda. Su obra morirá sin haberle dallo a u ted vida.

El.--Todos somos aquello t]ue 1'1 aca o hace Ul' 1I0S0-

tros. nante Oabriel Hosseti escribió estos versO); 1[11(' ci. ta BOu l'get:

lLook in my fa ce, my namc i s mig1d have b,CII. 1 U/l.

also called :-No more, too late, tare the well. Mírame, yo soy aquello que hubiera podido lIler. lle

llaman también nunca jamás, demasiado tarde .. .. adi6s.

Zoilo.-Pudo usted ahorrarse esta réplica, cumplien­do con su canon de silencio .

E /.-Suponga usted que la. nece'itaba pa l'3. nutrir dos página más que completasen la (¡ltima entrega, y y que todo es asun LO lle Regente . ..

F INIS.

Este e el cuento del Donado" de Almas, que he te­nido el placer y la me1ancoHa de contaro . Guardadlo en vuestro corazón, y plegue al cielo que cuand la Quimera. llegue hasta vosotros la acaricieis con hUllIilde espíritu yen alta contemplación. a fin de que no ea ida y hayáis de amarla Cuando parta . ...

Deo gratia, felicite,., amén!

AlIADO }.,~VO.

© Biblioteca Nacional de España

Page 85: El Donador de Almas

íNDICE

Dia.rio del Doctor ..... ' ....... ..... ........ ... 3 :La Donaci6n . . ..... . .... ........... . , . . . . . . . . . . 6 El fin del mundo .. .... . .... ....... .... . .... .. . 11 E l regalo del elefante.. .. .. . .. . .. . .. .. . .. . . .. .. .. 15 Alda llega .... ......... ......... ............ ... 18 L os periódicos etcétera ................. ..... , . . . 2~ Sor Teresa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. ~5 ~y ahora 1 .... ................ .... ..... . .. .. . 31 Yo y yo . .........• ..•..................... . .. 34: Digresiones, , , ., .... .. .. , .. , .. , , . . .. , . . . . . . . .. 31 Luna de miel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4:0 Divagaciones interplanetarias ......... ··· ···· ···· 4:3 Decensus averni ........ ......... ······· . . .. . . . . 4:6 El divorcio se impone ............. ..... ..... ... , 51 En camino . ...... ..... ................ ... , . . . . 55 Música. Celestial . ...... ... . .. . . . . . . . . . . . . . . . . • .. 58 Continúa la Música Celestial ............ , . . ..... 61 El avatar . . ... ..... . ..... ... .... ........ .... 64 Alda quiere irse . . . . . .. . . . . . . . . . . . .... .. . . . . . . .. 61 Adi6s . . ........ ..... . ...... ..... . . .. .. , . . . , . . .. 'lO poesía tenemos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 75 Zoylo y El . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77

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Page 86: El Donador de Almas

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TALLERES DE GRABADO LOS MAS MODERNOS

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(O Biblioteca Nacional de España

Page 87: El Donador de Almas

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~ ~ ~ para hacer ~

n a composición, n U a inlpresión, U o os grabados, o

~ a encuadernación ~

~ - & - ~ ~ "La Novela Quincenal" ~ ~ necesitan los talleres de la ~ ~ IMP NU fRANCO-MfXICANA, S. A. ~ ~ 1 •. d, 1 • .lado";,. 1 O. ~

~ Cuanuo tenga usted que hacer un folleto, un libro o un ~ n periódico fino, nosotros se lo haremos con la misma eficacia. n U sted Uene entre manos, muestra. de nuestros trabajos. U n A . MOCH, n U Gerente. U

CO Biblioteca Nacional de España

Page 88: El Donador de Almas

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