el discurso culturalista del regreso a la ciudad del mediterráneo a américa latina

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 El discurso culturalista del regreso a la ciudad. Algunos apuntes críticos del Mediterráneo a América Latina. En los últimos años, han sido varios los autores que han empezado a hablar de gentrifcación en México. omo suele ser habitual en estos casos, han sido principalmente los !óvenes los que lo han adoptado, siendo "recuente la desconfanza por parte de la vie!a academia, no carente de toda razón, ante la importación acr#tica e indiscriminada de discursos extran!eros. El hecho es que, en la iudad de México, como en la ma$or parte de las grandes ciudades %atinoamericanas, a d#a de ho$ es indiscutible la existencia de un &regreso a las 'reas centrales(, tanto de los discursos cient#fco)técnicos, como de las pol#ticas públicas , el capital privado o, incluso, cierto tipo de población. Esto no es algo que pase desapercibido en los estudios urbanos $, desde fnales de la década de los noventa, son numerosos los autores de prestigio que interpretan estas tendencias dentro de lo que podr#amos denominar un en"oque culturalista del &*egreso a la ciudad construida(, con su origen en las disciplinas de la arquitectura $ el urbanismo. Examinar sus or#genes puede ser un e!ercicio interesante. Es poco probable que se cuestione que los discursos urban#sticos, dirigidos a la valorización de las 'reas centrales, especialmente en relación a los aspectos patrimoniales, tienen su origen en la cr#tica al urbanismo "uncionalista. En el 'mbito anglosa!ón ser#an determinantes las cr#ticas de +ane +acobs, desde una posición que avid -arve$ denominó en algún momento como anarco) capitalista, en gran parte por su ataque al intervencionismo estatal, dentro de la cr#tica a la destrucción provocada por la renovación urbana $ a la alienación de los grandes con!untos de viviendas. esde una posición pol#tica radicalmente ale!ada, en la Europa continental encontramos a %e"ebvre, que identifcaba las grandes intervenciones urban#sticas de vivienda del Estado "rancés, no sin razón, con una racionalización de la segregación socioespacial $ una privación de las 'reas centrales para las clases populares. o obstante, probablemente tendr#a mucho ma$or impacto en las pr'cticas pol#ticas concretas el traba!o de /ldo *ossi, con su concepción de la ciudad por partes $ su reivindicación de los centros históricos. En todos los casos, se coincid#a en la cr#tica a la homogeneización provocada por la zonifcación, el desprecio $ la privación de las 'reas centrales $ la desnaturalización de la vida social en las torres de vivienda social. /l mismo tiempo, de!aba de valorarse lo que "ue uno de los ma$ores es"uerzos redistributivos en el 'mbito de la reproducción social 0las grandes pol#ticas de vivienda pública posteriores a la 11 2uerra Mundial3. /lgunos autores señalan como paradigm'tica la intervención sobre 4resccia, mientras otros referen la rehabilitación integral del centro de 4olognia. En cualquier caso, el urbanismo conservacionis ta se expandió en los años setenta en 1talia con unos planteamientos dirigidos a la rehabilitación $ conservación de las 'reas históricas, con una reivindicación de la pluri"uncionalidad de estos

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Artículo en La Ciudad Viva, por Ibán díaz Parra

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El discurso culturalista del regreso a la ciudad. Algunos apuntes crticos del Mediterrneo a Amrica Latina.

En los ltimos aos, han sido varios los autores que han empezado a hablar de gentrificacin en Mxico. Como suele ser habitual en estos casos, han sido principalmente los jvenes los que lo han adoptado, siendo frecuente la desconfianza por parte de la vieja academia, no carente de toda razn, ante la importacin acrtica e indiscriminada de discursos extranjeros. El hecho es que, en la Ciudad de Mxico, como en la mayor parte de las grandes ciudades Latinoamericanas, a da de hoy es indiscutible la existencia de un regreso a las reas centrales, tanto de los discursos cientfico-tcnicos, como de las polticas pblicas, el capital privado o, incluso, cierto tipo de poblacin. Esto no es algo que pase desapercibido en los estudios urbanos y, desde finales de la dcada de los noventa, son numerosos los autores de prestigio que interpretan estas tendencias dentro de lo que podramos denominar un enfoque culturalista del Regreso a la ciudad construida, con su origen en las disciplinas de la arquitectura y el urbanismo. Examinar sus orgenes puede ser un ejercicio interesante.

Es poco probable que se cuestione que los discursos urbansticos, dirigidos a la valorizacin de las reas centrales, especialmente en relacin a los aspectos patrimoniales, tienen su origen en la crtica al urbanismo funcionalista. En el mbito anglosajn seran determinantes las crticas de Jane Jacobs, desde una posicin que David Harvey denomin en algn momento como anarco-capitalista, en gran parte por su ataque al intervencionismo estatal, dentro de la crtica a la destruccin provocada por la renovacin urbana y a la alienacin de los grandes conjuntos de viviendas. Desde una posicin poltica radicalmente alejada, en la Europa continental encontramos a Lefebvre, que identificaba las grandes intervenciones urbansticas de vivienda del Estado francs, no sin razn, con una racionalizacin de la segregacin socioespacial y una privacin de las reas centrales para las clases populares. No obstante, probablemente tendra mucho mayor impacto en las prcticas polticas concretas el trabajo de Aldo Rossi, con su concepcin de la ciudad por partes y su reivindicacin de los centros histricos. En todos los casos, se coincida en la crtica a la homogeneizacin provocada por la zonificacin, el desprecio y la privacin de las reas centrales y la desnaturalizacin de la vida social en las torres de vivienda social. Al mismo tiempo, dejaba de valorarse lo que fue uno de los mayores esfuerzos redistributivos en el mbito de la reproduccin social (las grandes polticas de vivienda pblica posteriores a la II Guerra Mundial).Algunos autores sealan como paradigmtica la intervencin sobre Bresccia, mientras otros refieren la rehabilitacin integral del centro de Bolognia. En cualquier caso, el urbanismo conservacionista se expandi en los aos setenta en Italia con unos planteamientos dirigidos a la rehabilitacin y conservacin de las reas histricas, con una reivindicacin de la plurifuncionalidad de estos espacios y una perspectiva social que revindicaba el mantenimiento de la poblacin popular. Estas ideas tuvieron una notable publicidad a travs de la Carta de msterdam, los congresos internacionales sobre el patrimonio y, en general, con la labor de la UNESCO. Los planes urbansticos de los primeros ayuntamientos democrticos en Espaa son un ejemplo de esta difusin. Bajo el recurrente lema del regreso a la ciudad consolidada, se proyectaron documentos donde primaba la austeridad frente al crecimiento desarrollista, la provisin de dotaciones y espacios pblicos frente a la construccin de ms viviendas (ya exista un notable supervit de las mismas, que superaba el milln) y una intervencin sobre las reas histricas en declive frente a la expansin perifrica. Los discursos no se desarrollan en el vaco. Estos planteamientos tienen un xito notable en un contexto de crisis y estancamiento econmico (austeridad), cuestionamiento del intervencionismo estatal fordista y auge de los nuevos movimientos sociales y de los planteamientos del ecologismo. De hecho, la recuperacin del crecimiento econmico, ya bien entrada la dcada de los ochenta, ahora bajo planteamientos progresivamente neoliberales, provoc un giro pragmtico dentro de las polticas urbanas. El urbanismo por partes encaj adecuadamente con la idea de la poltica urbana estratgica y por proyectos, asumiendo planteamientos de la libre empresa. El vuelco sobre los espacios pblicos justific la retirada del mercado de la vivienda por parte del Estado y el giro sobre las reas histricas implic en la prctica la sobreinversin de piezas concretas de la ciudad, desembocando en la recreacin de un centro para las clases medias y el turismo, donde los planteamientos sociales originales se haban abandonado por completo.

El Modelo Barcelona, paradigma de lo anterior, de mano sus principales arquitectos y sus respectivas empresas, tiene mucho que ver con la expansin de estas ideas en Amrica Latina. Sin ir ms lejos, una operacin especulativa con las reas centrales paradigmtica, el proyecto Puerto Madero en Buenos Aires, se desarroll mediante un convenio con el Ayuntamiento de Barcelona. Tambin sera interesante examinar el impacto de las polticas de cooperacin para el desarrollo, especialmente de la Junta de Andaluca, en la reinversin de centros histricos como el de Cuba. No obstante, es en gran parte de la mano de la UNESCO que estas ideas se introducen en Amrica Latina, mediante congresos y conferencias. En esta regin, es indiscutible el liderazgo intelectual de Francisco Carrin, que retoma la alocucin del regreso a la ciudad construida, identificada con la rehabilitacin de las reas centrales, su repoblacin y el mantenimiento o la creacin de cierta heterogeneidad social y de usos. Estos discursos tienen una raz progresista y, de hecho, las prcticas polticas asociadas se han vinculado a gobiernos y tcnicos de izquierda, aunque tambin a grandes capitalistas, como Carlos Slim. En este sentido, a veces parece olvidarse que la especulacin, el aburguesamiento y el desplazamiento de la poblacin y usos ms vulnerables, son amenazas reales sobre los centros histricos de Amrica Latina (que no niegan otras amenazas quizs ms inminentes, como la ruina, la terciarizacin y el despoblamiento). La exclusin de una valoracin poltica y econmica de estas cuestiones, puede acabar dejando el discurso del regreso a la ciudad como una justificacin de intereses y prcticas muy alejados de sus principios.