EL "DIARIO" DE DON MATÍAS ROMERO

Jorge Fernando ITURRIBARRIA Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística

D E L DIARIO PERSONAL de d o n Matías R o m e r o — p u b l i c a c i ó n de

E l Colegio de M é x i c o — se pueden extraer algo así como once

años de su biografía (1855-1866) y emprender tentat ivamente

esta parte con la ayuda de su archivo pr ivado , lo que podría

dar, con m i n u c i o s o respeto de l dato, u n a especie de trans­

cripción autobiográfica. Este artículo se propone u n a s imple

glosa y comentar io , espigando en terreno ya m u y b i e n cose­

chado p o r E m m a Cosío Vil legas (en prólogo de dicha p u b l i ­

cación) lo que su h a b i l i d a d recolectara no quiso tomar.

Para mí este buceo en el maremagnum de las 656 páginas

de lectura b i e n apretada, t iene el doble interés de la H i s t o r i a

y del reflejo de u n a de las personalidades oaxaqueñas de l

segundo cuarto del siglo pasado (contemporánea de P o r f i r i o

Díaz, José Justo Benítez, Fé l ix R o m e r o , M a n u e l R u i z , T i b u r -

cio M o n t i e l , etc.) más acusada en ciertos rasgos que sus coetá­

neos, menos b r i l l a n t e en otros, hasta donde es posible que el

lente de aumento de la interpretación nos devele las reaccio­

nes de u n h o m b r e reservado y discreto p o r temperamento, sin

p l i g r o de i n c u r r i r en deformaciones o mistificaciones.

F o r m a n d o parte d o n Matías de la élite oaxaqueña (en

parte educada en el Seminario C o n c i l i a r de la Santa Cruz y

en parte en el I n s t i t u t o de Ciencias y Artes de Oaxaca), revela

en su fecunda v i d a las cualidades características de esa pléya­

de oaxaqueña que se presenta con rasgos inconfundibles en

el m o m e n t o de incorporarse a l m o v i m i e n t o de R e f o r m a : con­

vicción p r o f u n d a , espíritu de sacrificio, a l t u r a de miras, pre­

paración responsable en el m a n d o c i v i l o m i l i t a r y perseve­

rancia.

U n a incl inación aventurera de t rotamundos se despierta

en él desde su mocedad: poco después de cumpl idos los diecio-

E L "DIARIO" DE ROMERO 383

cho años, e l 29 de octubre de 1855, sale de la c i u d a d de Oaxaca, l lega a México el 19 de n o v i e m b r e , y el 27 de ese mes ya está prácticamente empleado en el m i n i s t e r i o de Rela­ciones. Juárez, a la sazón m i n i s t r o de Justicia, le encomienda algunas contestaciones oficiales de confianza e, incluso, le pide o p i n i ó n , a sus mozos dieciocho años, en asuntos que i m p o r ­t a b a n m u c h o , como la re incidente protesta del arzobispo de M é x i c o d o n Lázaro de la Garza, sobre la f lamante Ley de Jus­t i c i a (Ley Juárez), y si debe o n o accederse a la instancia de u n g r u p o l i b e r a l para que sea confiscado el Colegio de San G r e g o r i o , de la orden jesuítica.

A poco, el I° de dic iembre, comienza con esa perseveran­cia suya que l lena toda su v ida , a sol ic i tar de Juárez u n a plaza en la Legación mexicana en Londres , s in que lo detenga n i su edad n i su todavía pésimo inglés. Juárez le promete interce­der con e l presidente d o n J u a n N . Álvarez y enviar lo con el general A l m o n t e , t i t u l a r entonces de esa Legación.

C u a n d o Juárez renuncia el m i n i s t e r i o , queda R o m e r o en su puesto, y con su salario puede v i v i r y seguir sus estudios de Derecho hasta obtener el t ítulo. Y a l r e t o r n o de Juárez a M é x i c o (octubre 30-57) para asumir el m i n i s t e r i o de Gober­nac ión con C o m o n f o r t , R o m e r o es n o m b r a d o of ic ia l de plan­ta en Relaciones, para ponerse en e l camino de lograr su sueño d o r a d o : i r a Europa. A l l í c u l t i v a la amistad de d o n M e l c h o r Ocampo, que ha de ser perdurable .

Estal la e l 17 de dic iembre de 1857 la cuartelada conser­vadora de Zuloaga en Tacubaya. Juárez sale r u m b o a Gua­n a j u a t o para asumir la presidencia de la R e p ú b l i c a en enero de 58, y u n mes más tarde, R o m e r o , con Regules, Zaragoza y Fuentes, sale a incorporársele. Sin q u i t a r el dedo del renglón, t iene la paciencia necesaria para esperar que se consolide el régimen de Juárez, pese a que cuanto les rodea es h o s t i l , como la sublevación de Guadalajara (marzo 13).

Es interesante conocer la versión de R o m e r o sobre estos sucesos, p o r la p r o b i d a d histórica con que está escrito su Diario y p o r l a discrepancia de su re lato con la versión of i ­c i a l de la h is tor ia . N a d a dice, valga la cita, de la frase a t r i ­b u i d a a d o n G u i l l e r m o Pr ieto y menos e l que p o r su o p o r t u n a intervención salvara la v i d a el presidente:

3 8 4 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

No teniendo noticias del armisticio los del ba t a l l ón Guerrero, que estaba en San Francisco, mandaron a Palacio una columna a la cabeza de Cruz Aedo y Mol ina . La bizarr ía con que los solda­dos llegaron a la plaza agitó extraordinariamente a los pronuncia­dos, quienes creyeron que les hab íamos traicionado y empezaron a manifestar su furor con imprecaciones. Entonces Peraza y Bravo, que nos vigilaban, apuntaron con sus pistolas a donde es tábamos, in t rodujeron a los soldados a donde nos e n c o n t r á b a m o s (la pieza que servía de despacho a Ocampo), les mandaron, Bravo solo, pre­parar las armas y apuntar hacia nosotros. E l mismo Bravo contuvo entonces al soldado que iba a disparar su fusil, y en ese momento salió Prieto de la pieza de la derecha, dijo algunas cosas, y los soldados salieron al corredor. 1

L a defección se p r o d u j o sorpresivamente de parte del 50 Batal lón de Línea , comandado p o r el coronel L a n d a , en t a n t o que la g u a r d i a nac ional permanecía f i e l en su cuarte l de San Agust ín y en el convento de San Francisco. Desde el p r i m e r o , el l icenciado M i g u e l Contreras Medel l ín cañoneaba el reducto de los alzados. Los facciosos l legaron al Palacio de G o b i e r n o de Guadala jara a i n t i m a r rendición a los liberales, procla­m a n d o a l ejército y a la religión, con el clásico g r i t o de los pretorianos. Los empleados con que tropezaron los rebeldes (entre ellos R o m e r o ) f u e r o n int imados y llevados detenidos a la pieza citada p o r d o n Matías, con centinela a la vista. Como a l cuarto de h o r a fueron conducidos a l departamento que servía de m i n i s t e r i o de Fomento, en donde estaba el pre­sidente con todos los ministros . E l p r o n u n c i a m i e n t o , que duró desde las diez y m e d i a de la mañana, se m a n t u v o en ac t iv ida d de combate hasta por la noche.

A las 8 nos trajeron chocolate del Hote l Francés . Estuvimos en conversación varias personas, hasta las 11 entro el oficial Peraza a pedirle a Juá rez una orden para que se r indiera San Agust ín , a lo que se resistió de una manera digna y decorosa. En seguida lo m a n d ó l lamar Landa, jefe del 5 0 de L ínea , que era el cuerpo pro­nunciado, y se resistió de la misma manera.2

L a c u l p a de t o d o este trastorno es i m p u t a b l e a D o b l a d o , que se negó a p a r t i c i p a r en la acción de Cerro G o r d o , retirán­dose y c o n t r i b u y e n d o así a la derrota de P a r r o d i y a l t r i u n f o de los facciosos comandados p o r Osollo. Después D o b l a d o

EL "DIARIO" DE ROMERO 385

t u v o que c a p i t u l a r en Silao con e l jefe conservador, dejando m u y c o m p r o m e t i d a la seguridad de l presidente y de sus m i ­nistros. Gracias a la energía del l icenciado Contreras Mede-l l í n , como se d i j o antes, a l va lor temerar io de M i g u e l Cruz A e d o que, aunque u n tanto i m p r u d e n t e m e n t e , dada la situa­c ión , trató de dar u n asalto a l Palacio para rescatar a los detenidos y a la coincidencia de acercarse P a r r o d i a Guadala-j a r a con el resto de sus fuerzas, cambió radicalmente el t r a t o q u e sus captores daban a Juárez y a sus ministros , pues que, de prisioneros expuestos a vejaciones p o r las turbas azuzadas salidas de la cárcel, se c o n v i r t i e r o n en custodiados protegidos de sus mismos captores y, ocasionalmente, en protectores de éstos.

Dice R o m e r o que a l conocer la p r o x i m i d a d de P a r r o d i , L a n d a y M o r e t fueron a congraciarse con Juárez " p r o p o n i e n ­d o u n a especie de convenio en v i r t u d del cual , si entraba la c o l u m n a , nosotros los salvaríamos, y si los presidiarios nos q u e r í a n asesinar, ellos nos defenderían' ' . Como entre si en­t r a b a o n o la c o l u m n a , la rabiosa jaur ía de presidiarios sacada p o r L a n d a de la cárcel b i e n p u d o haber atentado contra la v i d a de los funcionarios , Juárez, que estaba resuelto a buscar m e j o r ambiente para establecer su gobierno, aceptó l o pro­puesto. A ñ a d e R o m e r o : " A u n q u e yo me asusté m u c h o en el m o m e n t o de pe l igro , me pasó p r o n t o la impresión y quedé m u y sereno.'' L a zacapela costó 18 muertos y más de 6 o heridos.

CUANDO YA JUÁREZ y sus m i n i s t r o s habían salido b ien l ibrados d e l percance y sabe R o m e r o la determinación de trasladarse a Veracruz el gobierno, vuelve a despertarse el t rotamundos que hay en él. E l 9 de a b r i l , en M a n z a n i l l o , conoce p o r vez p r i m e r a el espectáculo subl ime de l mar , que contempla exta-siado. A u n i g n o r a que ese maravi l loso m a r que lo anonada le va a cortar las alas desahuciándolo de sus ansias viajeras, hasta el grado de llegar el mareo a c o n v e r t i r l o en u n g u i ñ a p o h u m a n o . Así , es de los pr imeros en alistarse para emprender la aventura que entonces signif icaba costear Centroamérica p o r e l Pacíf ico, t ransbordar en P a n a m á y volver a la costa mexicana p o r e l At lánt ico . Juárez i n t e n t a hacerlo desistir y

3 8 6 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

le aconseja que al pasar el ' J o h n L . Stepens" p o r Acapulco se separe de la expedición y de allí siga para Oaxaca, " p o r el p e l i g r o que había tocando climas mortíferos como L a H a b a n a y N u e v a Orleáns" . De i g u a l manera o p i n a n su paisano el l icenciado M a n u e l R u i z , m i n i s t r o de Justicia, y d o n M e l c h o r Ocampo. R o m e r o pidió que si no le permit ían acompañarlos a Veracruz le p e r m i t i e r a n quedarse con el general Degol lado en C o l i m a . Por f i n , se i m p o n e con su insistencia y el 11 de a b r i l embarcan. C u a n d o desde el barco se avistan las costas de Acapulco , se le vuelve a ins inuar la conveniencia de que­darse, y a pesar de lo m u c h o que ha sufr ido en la travesía desde M a n z a n i l l o (y con la perspectiva del t o r m e n t o que le van a s ignif icar veintidós días de andar f lo tando, práctica­mente m a n t e n i d o con tés y sin poder levantarse), se aferra a su decisión de seguir adelante.

Esta f irmeza, esta constancia es u n o de los rasgos que h a n de caracterizar a R o m e r o en otros menesteres. Comparativa­mente y contando con que hasta entonces su decisión no re­basa el campo de l o personal, puede advertirse que su tenaci­d a d t iene analogías con Juárez y con muchos de sus contem­poráneos oaxaqueños, incluso p o r P o r f i r i o Díaz, salvo que la v o l u n t a d d e l f u t u r o c a u d i l l o va a proyectarse m u y hipereste-siada hacia la retención del poder. Si algunos otros paisanos de R o m e r o n o p u d i e r o n escalar la c ima de Díaz (entre ellos Benítez y e l general Ignacio Mejía) fue p o r q u e se estrellaron frente a la férrea v o l u n t a d de u n h o m b r e intransigente en ceder o c o m p a r t i r el mando.

Por f i n l l egan al puerto jarocho, tras larguísima travesía, el 4 de mayo. Se nota gran m o v i m i e n t o . E n la p a r r o q u i a se canta u n Te Deum. A l l legar R o m e r o a l preparado aloja­m i e n t o , encuéntrase con otros paisanos suyos que h a n llegado a incorporarse: Enciso, M i e r y T e r á n , Ignacio Pombo, M a r i a ­n o Jiménez, etc. Desvanecidas las brumas atormentadoras del mareo, R o m e r o recobra su personal idad y, con ella, su dina­m i s m o . Es servicial y se a l lana a prestarse a todo: mozo de cordel , recadero, mandadero, amanuense, comensal en la mesa presidencial y consejero ocasional de Juárez. E n Veracruz vuelve a oír misa el d o m i n g o 23 de mayo, práctica m u y habi­t u a l suya que había dejado desde los sucesos de Tacubaya.

EL "DIARIO" DE ROMERO 3 8 7

¿El Te Deum l o ha reconci l iado en cierto modo con el

clero?

Vamos a referirnos a u n a de las genialidades del carácter

de Romero: desde septiembre de 1856, cuando aun era estu­

d i a n t e de leyes y ya amanuense con t r e i n t a pesos mensuales

e n el m i n i s t e r i o de Relaciones, comenzó a elaborar u n a Tabla Si?2Óptica de Relaciones, expediente práctico que se le ocurre

p a r a destacar en el cuadro cronológico todos los acuerdos,

convenios y tratados internacionales celebrados por México ,

c o n anotación de sus condiciones, referencias y consecuencias

en los diversos órdenes. E m p r e n d e este trabajo l levado de su

espíritu metódico, que ya empieza a revelarse, tanto p o r q u e

así se a u x i l i a en sus estudios de derecho internac ional , como

p o r q u e en su ca l idad de empleado todavía covachuelista, pero

c o n m u y b i e n definidas ambiciones, aquel la Tabla fac i l i taba

notablemente la localización de cualquier asunto cuando le

fuere solicitado p o r el m i n i s t r o . N o tarda en darse cuenta de

l a u t i l i d a d e i m p o r t a n c i a de su cuadro sinóptico y, n a t u r a l ­

mente , comienza a insist ir con el t i t u l a r sobre la urgencia de

su publ icación. Y n o ceja: unos ministros caen y otros suben,

y él, i m p e r t u r b a b l e , con cierto automat ismo m u y p r o p i o de

su carácter, como si de dar los buenos días se tratara, atosiga

a l f u n c i o n a r i o en t u r n o con elocuentes argumentos en p r o de

su obra, o le recuerda la promesa de que se imprimirá.

Esta T a b l a Sinóptica iba acompañada de u n a Reseña his­tórica de los Tratados y de u n cuaderno adic ional t i t u l a d o

Objeto de los Tratados, todo e l lo m u y útil , en verdad, para

la h is tor ia de la d i p l o m a c i a mexicana, aparte de su valor o f i ­

cinesco. E n su elaboración puso R o m e r o el interés; más b i e n ,

e l fervor que dedicaba a cuanto emprendía. Lógico era que

con la misma vehemencia exigiera su publ icación. De la ob­

sesión en que para R o m e r o l legó a convertirse este asunto

-nos dan fe las 107 alusiones que sobre él pueden leerse en su

Diario. Por f i n , la soñada publ icación se logra, aunque n o

como lo h u b i e r a deseado: aparece la famosa Tabla, p r i m e r o

en El Demócrata de Tabasco, y más tarde en el órgano de l

G o b i e r n o l i b e r a l , La Reforma, que se editaba en Veracruz,

y así queda f i n i q u i t a d o el caso.

Fue Ocampo, como m i n i s t r o de Relaciones, q u i e n autorizó

3 8 8 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

l a publ icación, accediendo tanto p o r la u t i l i d a d del trabajo, como p o r la d e b i l i d a d que siempre t u v o p o r este gran mucha­cho capaz de los más grandes sacrificios; aunque Ocampo no dejó de tener sus reservas sobre ciertos inconvenientes de la publ icac ión: los mismos que antes le había marcado a su a u t o r el m i n i s t r o L e r d o de Te jada , con q u i e n Romero , r o m ­p i e n d o lanzas, l legó a sostener acaloradas discusiones que, a veces, tocaron los l inderos de la i m p e r t i n e n c i a :

Hablando largamente me dijo que el negocio ofrecía muchas d i ­ficultades; que los inconvenientes de publicar negociaciones reser­vadas eran que cada parte se aferraba más en lo que solicitaba y era más difícil una t ransacción, y que recordándoles el asunto no se les p o d í a sorprender en él al arreglar otro distinto, y, por ú l t i ­mo, que se despertaba la codicia de los particulares que ins t igar ían a su gobierno. A l f in convino en que no h a b í a dif icultad en con­ceder la aprobac ión de la Tabla Sinóptica propiamente dicha con sus notas y el cuaderno t i tulado Reseña histórica de los tratados, pero que no sucedía lo mismo con el "Objeto de los tratados" por­que aun cuando esta parte fuera la más exacta y aun cuando en ella se expresaran con más claridad los conceptos de los tratados que en éstos mismos, bas tar ía que ese texto tuviera una nueva re­dacción para que se pudieran fundar en él reclamaciones y suscitar cuestiones innecesarias. En vista de estas dificultades convenimos en pensar una manera de conciliarias y decírnosla m a ñ a n a al oración.3

L a misma machacona insistencia va a advertirse en Rome­

r o como embajador de M é x i c o en W a s h i n g t o n , en cuanto se

refiere a la publ icación de la correspondencia diplomática

cruzada entre la Embajada M e x i c a n a y el Departamento de

Estado de los Estados U n i d o s . Así también, fuera de la época

ocupada p o r el Diario, ha de mostrar d o n Matías i g u a l per­

severancia en convertirse en f i n q u e r o del Soconusco, y si en

estas agencias fracasó, fue p o r q u e el presidente Barrios, de

Guatemala , movió contra él fuerzas hostiles que, a l f i n , con­

d u j e r o n a l saqueo e incendio de su f inca cafetalera.

DURANTE su ESTADÍA EN VERACRUZ R o m e r o no cambia su ca­

rácter servicial: hace v i d a casi f a m i l i a r con Juárez y sus m i ­

nistros: frecuentemente es comensal en la mesa del presidente

E L "DIARIO" DE ROMERO 389

y p a r t i c i p a en la conversación. Se levanta m u y t e m p r a n o ( lo q u e no hará en W a s h i n g t o n ) sólo p o r q u e Juárez y O c a m p o son madrugadores. Si a su gusto h u b i e r a quedado, él d o r m i ­r í a hasta b i e n tardecito, porque le gusta desvelarse leyendo. L e e todo lo que puede comprar o cae en sus manos: La de­mocracia en América, de T o c q u e v i l l e ; Viajes por orden supre­ma, el d r a m a Don Carlos, infante de España; las novelas Angel Pitou y Carlos IV en Marsella, e l Oficial aventurero, de W a l t e r Scott; e l Manual de gasmoñería, el Tratado de la generación, Los misterios de Roma, La Condesa de Charny, México y sus revoluciones, de l doctor M o r a ; El código del amor, Las mujeres célebres, la Historia de la guerra de Mé­xico, las Memorias, de V i v ó ; la Historia de Carlos V, de Ro­bertson; la Educación de las madres de familia, de A i m é M a r t i n ; la Biografía de Eloísa, de L a m a r t i n e ; la Biografía de Nelson, e l Telemaco, de Fenelón; Los compañeros de Jehú, l a Historia de la revolución de Ayutla, etcétera.

C u a n d o hay o p o r t u n i d a d , asiste a las representaciones tea­trales en el coliseo d e l p u e r t o , p o r donde desfilan Amor de madre, El pilluelo de París, Una noche y una aurora, Una broma de Quevedo, Por derecho de conquista (dedicada a Juárez), Flor de un día, Ernestina, María Juana la loca dé Sevilla, Rita la española, El preceptor y su mujer, Deudas del alma, Un soldado de Napoleón, Ángela o el triunfo de la virtud, Geroma la castañera, Malas tentaciones, El trovador, Una virgen de Murillo, etcétera.

Así pasa el t i e m p o , entre dudas y recelos sobre la a c t i t u d q u e vayan a asumir los Estados U n i d o s , cuando, p o r f i n , el 5 de a b r i l de 59, e l m i n i s t r o norteamericano M a c L a n e comu­nica of ic ia lmente a Juárez el deseado reconocimiento. R o m e r o t iene que improvisarse jefe de l ceremonial , y mientras se m a n ­da planchar su traje negro, corre en busca de l Derecho I n t e r ­nac ional M e x i c a n o para organizar la entrega de credenciales y e l cambio p r o t o c o l a r i o de discursos. Por p r i m e r a y única vez u n a ceremonia de esta naturaleza tiene lugar en el palacio m u n i c i p a l de u n a p r o v i n c i a mexicana.

Cuando, el 16 de agosto, llega d o n J u a n A n t o n i o de la Fuente l l a m a d o p o r Juárez para asumir el m i n i s t e r i o de Relaciones (de c o m ú n acuerdo con Ocampo, que pasa a Go-

390 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

bernación), tiene que irse R o m e r o con d o n Melchor , mas n o s in la promesa de que a su t i e m p o influirá éste para que vaya a la esperada legación europea. E n efecto, y aunque n o con destino a Europa, el 8 de octubre le anuncia Ocampo que va a p r o p o n e r l o para secretario de la Legación en W a s h i n g t o n . R o m e r o acepta sin desistir de sus propósitos de i r a Londres, que a lguna vez h a n de cumplirse , y desde ese m o m e n t o troca las novelas por el Ollendorf inglés y empieza a tomar clases de ese i d i o m a con d o n Lorenzo B o n d .

E l 23 de noviembre recibe el despacho. A l llegar a l p u e r t o e l vapor "Tennesse" en que hará el viaje, da prisa a sus preparat ivos, va a dar las gracias a Juárez por su designación y en larga plática con Ocampo éste le confía a R o m e r o la crisis m i n i s t e r i a l que se avecina p o r la oposición de la guar­nic ión de la plaza a que L e r d o vuelva a l gabinete, la posibi­l i d a d de que por esa presión se n o m b r e ministros de Gober­nación Fomento y Guerra , respectivamente al general Ignacio de la L lave , a Emparán y a Parte A r r o y o , y la resolución de O c a m p o de separarse del gabinete t a n p r o n t o como f i r m e el t r a t a d o M a c Lane-Ocampo.

B a j o esta impresión se embarca R o m e r o el 10 de dic iembre: " M e mareé en cuanto empezamos a andar — d i c e — y tuve que acostarme inmediatamente . Depuse mucha b i l i s p r i m e ­r o , después una cosa negra y a l ú l t imo sangre. N o tomé nada n i me levanté en todo el día que sopló el norte con fuerza."

Llega a Nueva Orleáns el 13. E l 16 sale para M e m p h i s . D e all í , el 21 p o r f e r r o c a r r i l se traslada a L i n c h b u r g . Pasa a G o r d o n s v i l l e y Alejandría , el 24 aborda u n vaporci to , y p o r e l R í o Potomac llega a W a s h i n g t o n el mismo día. Balbucien­d o con su todavía m a l inglés, t iene que entrevistarse con el general Cats, secretario de Estado, y más tarde con el presi­dente Buchanan; pero en esta ocasión va acompañado del encargado de negocios de nuestro país, d o n José María M a t a , yerno de Ocampo, con q u i e n llega m u y recomendado por el p a t r i c i o michoacano. I n m e d i a t a m e n t e toma nuevo maestro de inglés: u n ta l mister Zaphone, y empieza a t raducir , del inglés a l español, algunos documentos oficiales, entre ellos el mensaje del m a n d a t a r i o norteamericano. Se instala lo m e j o r

EL "DIARIO" DE ROMERO 391

que puede, pero la crudeza del i n v i e r n o lo hace quejarse fre­cuentemente.

N o tarda en comenzar a practicar su inglés con mademoi-selle N i c h o l s o n , que a su vez quiere practicar el español. V a n pasando los días y sabe por conducto de M a t a que Ocampo, como le anunció , se ha separado del gabinete y que t a l vez vaya como m i n i s t r o a W a s h i n g t o n o a Londres. U n tanto menos desambientado, adaptándose al frío que empieza a ce­der, puede dar r ienda a otra de sus grandes aficiones: curio­searlo todo. E l 17 de marzo de 1860 asiste a l teatro para pro­bar su inglés y queda m u y satisfecho, pues, según dice, enten­d i ó m u y b i e n la obra representada.

Con oídos atentos a México, a fines de ese mes recibe i n ­formación o f i c i a l de que M i r a m ó n desiste tempora lmente de asediar el Puerto, y como M a t a pasa largas temporadas en B a l t i m o r e o en N u e v a Y o r k y casi n o hay que hacer en la embajada, R o m e r o se da maña para conocer cuanto puede en los viajes que para consultar con M a t a debe hacer a esas ciudades. E n F i lade l f ia observa cuidadosamente, en el Inde-pendence H a l l de l A y u n t a m i e n t o , la galería de retratos de los proceres que suscribieron el Acta de Independencia y la cam­pana con que se anunció la separación de las 13 colonias. Dada su c u l t u r a y sus hábitos de mexicano del Sur, le causa pésima impresión el observar que en u n j u r a d o los jueces actúan con los sombreros puestos. V is i ta escuelas, cárceles, la Academia de Ciencias Naturales y la de Bellas Artes, y de esta úl t ima concluye a f i r m a n d o que es mejor la nuestra de San Carlos. V a a l N a v y Y a r d , a l Colegio para Ciegos, a la Casa del N i ñ o Desamparado, a l I n s t i t u t o de Sordomudos. . . Regre­sa a N u e v a Y o r k y se mete en u n a sinagoga j u d í a a observar los oficios y r i tos . Luego va a curiosear p o r las iglesias pres­biterianas, bapt i s tas y metodistas, a la Catedra l de San Patr i ­cio, al Parque C e n t r a l , a l Museo B a r n u m , a u n café a l estilo de París a la Astor L i b r a r y , la mejor bibl ioteca, entonces, de l país vecino; v is i ta los grandes diarios: The Tribune y The Times y a d m i r a la rapidez del t i r o en las prensas de vapor; el I n s t i t u t o Cooper de Ciencia y A r t e y su galería de p i n t u r a s , la Sociedad A m e r i c a n a de la B i b l i a , en cuyas bodegas ve api­ladas cajas y más cajas que contienen m i l l o n e s de bibl ias ,

3 9 2 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

visita e l Refugio de Jóvenes Delincuentes, o tro para desam­parados y u n asilo de huérfanos de color, va a l H o t e l de Locos ( B l o o m i n g d a l e Insane) y hasta concurre a u n a repre­sentación teatral en alemán, en la que se conforma con inter­pretar la mímica de los actores.

Vuelve a W a s h i n g t o n , pero desviándose l o necesario para a d m i r a r las Cataratas del Niágara, y en u n nuevo viaje a la capi ta l norteamericana vis i ta e l Senado, el Congreso General y la Corte de Justicia. C o m o ha de volver a Nueva Y o r k , poco t i e m p o después re torna a las Cataratas, y a l pasar p o r M o n -treal se acerca p o r e l mercado y de m o m e n t o sorpréndele que las gentes h a b l a n en perfecto francés. Conferencia en A l b a n y con M a t a y éste comunica a R o m e r o que va a quedar encar­gado de la embajada d u r a n t e su ausencia.

Llega R o m e r o a W a s h i n g t o n el 16 de agosto; da los avisos protocolarios a l D e p a r t a m e n t o de Estado y como p o r el tenor de la conversación con M a t a deduce que éste dejará el puesto, R o m e r o comienza a desarrollar u n a activa y fecunda labor. Precisamente p o r estos días aparece en escena mister M a c Lane, que regresa de M é x i c o y que da a R o m e r o la impresión de desairado y caído de ánimos, p o r q u e el Senado de los Es­tados U n i d o s aún n o r a t i f i c a e l d iscut ido tratado con Ocampo. Conf ía a R o m e r o que tendrá que volver a M é x i c o p o r el empeño del presidente norteamericano, pero que él ha puesto p o r condición que el gobierno " m a n d e u n a fuerza naval res­petable a sus órdenes y se le autoricé para oponerse a las hosti l idades que los españoles de C u b a preparan contra Ve-racruz" . 4 Esta versión le es c o n f i r m a d a luego a R o m e r o en el D e p a r t a m e n t o de Estado p o r el general Cats, en e l sentido de que el gobierno norteamericano estaba reforzando su es­c u a d r i l l a en e l p u e r t o mexicano para proteger las vidas y pro­piedades de los ciudadanos americanos, o sea el v ie jo pretex­to de los yanquis para i n t e r v e n i r en los asuntos de los pueblos hispanoamericanos. Los informes de Mac Lane dejan confuso y preocupado a R o m e r o , y como necesita i n f o r m a r a México , t ra ta de sonsacarle más información, sin lograr lo , p o r q u e el d iplomático norteamericano se muestra reservado. Como con­secuencia de esta i n c e r t i d u m b r e , sufre R o m e r o fuertes dolores nerviosos de m u e l a que n o le dejan d o r m i r con frecuencia;

E L "DIARIO" DE ROMERO 393

p e r o es t a n laborioso y dado a aprovechar el t i e m p o , que c u a n d o t a l cosa sucede se levanta de su lecho a escribir su correspondencia, adelantado sus tareas.

L a confusión y desorientación de R o m e r o sobre aquellas versiones se just i f i caba porque antes de hablar con M a c Lane, m i s t e r Trescott , del Departamento de Estado, a p r e g u n t a suya sobre si sabía que a l gobierno de México se aseguraba que el d e España h a b í a logrado de los Estados U n i d o s el compromiso de permanecer neutrales en las hostil idades que p u d i e r a n sus­citarse entre M é x i c o y España, por u n a posible agresión naval de barcos cubanos sobre Veracruz, e l f u n c i o n a r i o y a n q u i le respondió con frío laconismo que "los pormenores del caso se le i b a n a c o m u n i c a r a M a c Lane para que los ponga en cono­c i m i e n t o de l gobierno de M é x i c o " . Esto debía molestar con sobra de razón a R o m e r o , porque era forzoso i n t e r p r e t a r l o como u n desaire a su puesto de encargado o f ic ia l de los nego­cios de M é x i c o en los Estados U n i d o s , como u n a increíble y ofensiva f a l t a de confianza.

Pasa días amargos, y a l f i n se divaga presenciando u n ma­t r i m o n i o protestante, yendo a la recepción del Príncipe de Gales, o en devaneos amorosos (siempre m u y caballerosos) c o n u n a señorita W i l s o n . Así l legan (noviembre 6) las elec­ciones presidenciales de los Estados U n i d o s y el t r i u n f o del p a r t i d o r e p u b l i c a n o , con A b r a h a m L i n c o l n .

Coinc identemente , con el nuevo año de 1861 l legan las buenas noticias. Se sabe en W a s h i n g t o n de la derrota de M i r a m ó n y de l a ocupación de Puebla y M é x i c o p o r las fuer­zas d e l general González Ortega. E n t r e t a n t o , R o m e r o se ha paseado u n poco: ha i d o a C o l u m b u s , a C i n c i n a t i , a San L u i s M i s s o u r i . Poco después emprende viaje a Chicago, r u m b o a S p r i n g f i e l d , en donde descansa L i n c o l n antes de t o m a r pose­sión. L e l leva u n a n o t a de nuestro m i n i s t r o de Relaciones en la que, después de las felicitaciones del gobierno de Méxi­co y los augurios p o r el b u e n éxito de su gobierno, p a l p i t a la esperanza de u n a más a m p l i a colaboración m o r a l con nuestro país d u r a n t e e l m a n d a t o del nuevo presidente. R o m e r o ex­p l i ca a L i n c o l n (todavía poco enterado de la situación de México) que la causa de las constantes revueltas son el clero y el ejército, empeñados en sostener sus pr iv i leg ios e i n f l u e n -

3 9 4 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

cia de que gozaban en el régimen colonia l . " H o y , vencidos —asegura—, hay fundadas esperanzas de que la paz florecerá." L i n c o l n le promete ayudar a México y t ratar lo como nación hermana, sin que haya presión, interés o in f luenc ia a lguna que p u d i e r a hacerlo cambiar de conducta. L e p ide a R o m e r o la traducción a l inglés de la nota de la cancillería mexicana y, a instancias de R o m e r o , se compromete a repet ir le of ic ia l ­mente y p o r escrito la opinión que acaba de expresarle. D o n Matías le expresa su congratulación por el re torno del p a r t i d o r e p u b l i c a n o a l poder " p o r q u e esperaba que la polít ica de este p a r t i d o sería más leal y amistosa y n o como la del demó­crata, que ha estado reducida a q u i t a r l e a México su t e r r i t o r i o para extender la esc lav i tud" . 5 L i n c o l n le pregunta con interés sobre la situación de los peones mexicanos y por la población de la c i u d a d de México , que él suponía m u y corta. Se habló después de la ratificación de Seward en la Secretaría de Esta­do y la despedida, según el Diario, fue m u y cordia l . C o m o u n a opinión personal insinúa la p o s i b i l i d a d , por la abundan­cia en las explicaciones de R o m e r o y sus lisonjas para el par­t i d o de L i n c o l n , a l par que las censuras al demócrata, m a n i ­festaciones poco acostumbradas en el Diario, que la n o t a de nuestro m i n i s t r o de Relaciones contuviera u n a apelación a l presidente electo, con mayoría republ icana en el Senado, para que este cuerpo aplazara o llegara a descartar la rat i f ica­ción del T r a t a d o M a c Lane-Ocampo, u r g i d o por B u c h a n a n como condición para ofrecer ayuda m o r a l a México . De confirmarse esto, revelaría u n t r i u n f o de la d i p l o m a c i a m e x i ­cana.

Prácticamente, las relaciones de R o m e r o con el nuevo m i ­nis tro Seward se i n i c i a n el 4 de febrero de 1861, con las e x p l i ­caciones que nuestra cancil lería le ordena presentar a l go­b i e r n o norteamericano por las expulsiones que el nuestro acaba de decretar en contra del embajador Pacheco, de Espa­ña, y del N u n c i o Apostól ico, monseñor C l e m e n t i , considerados como extranjeros perniciosos. Las explicaciones estuvieron motivadas p o r las protestas del representante diplomático de Francia en los Estados U n i d o s , q u i e n d i j o a R o m e r o que " e l destierro de Pacheco era u n a medida m u y fuerte, que en l o re lat ivo a l n u n c i o , la determinación afectaba los intereses de

E L "DIARIO" DE ROMERO 395

l a Francia , y que, según sus noticias, el p a r t i d o reaccionario estaba todavía fuerte.

Poco después, cuando planean separarse de la U n i ó n Ame­r ica na varias de las entidades del Sur para f o r m a r los Estados Confederados de América, recibe R o m e r o la visita de mister Cheever, que trata de saber "cómo se recibiría en México [el proyecto de] u n a alianza de los Estados U n i d o s para rechazar las agresiones [de los Estados] del Sur". Dos días después insiste sobre el mismo tema el d i p u t a d o p o r O h i o a l Congreso Genera l , mister C o r w i n , q u i e n a f i r m a a nuestro representante q u e M é x i c o está corriendo el pe l igro de ser i n v a d i d o por los Estados del Sur. Para c o n j u r a r l o , le insinúa la conveniencia de aliarse con los Estados de l N o r t e .

M a r tarde (marzo 27), y probablemente p o r ser u n o de los l íderes de este proyecto, C o r w i n es n o m b r a d o representante de los Estados U n i d o s en M é x i c o , y como consecuencia de esta designación y de sus gestiones ante nuestra Secretaría de Relaciones, va R o m e r o a entrevistarse con mister Seward p a r a conf iar le que, después de algunas investigaciones, ha co­r r o b o r a d o el propósito que a n i m a a los Estados del Sur "de a d q u i r i r el t e r r i t o r i o de México para extender en él la escla­v i t u d " y que, como resultado de sus informes a l gobierno me­x icano, " h a b í a rec ib ido la autorización para manifestarle que M é x i c o consentiría en celebrar u n tratado en que se garanti­zaran sus l ímites actuales y se p r o h i b i e r a la introducción de la esclavitud en su t e r r i t o r i o , pero s in dar intervención en esto a las potencias europeas". 6 Sobre este p a r t i c u l a r , R o m e r o dejó u n m e m o r á n d u m a-Seward, y en nueva entrevista con él, a los tres días, Seward le comunica que como C o r w i n llevó autorización a M é x i c o para ajustar u n nuevo tratado con nues­t r o país, le había enviado a l embajador americano copia del m e m o r á n d u m entregado por R o m e r o ; a continuación puso en sus manos u n a s o l i c i t u d que le suplicó t u r n a r a la cancillería mexicana para el paso de tropas p o r t e r r i t o r i o mexicano, de San Francisco C a l i f o r n i a al Estado de A r i z o n a , por el puerto de Guaymas.

E L I0 DE JUNIO DE 1861 R o m e r o recibe, en u n mensaje de d o n A n t o n i o de la Fuente, suscrito e n N u e v a Y o r k , los primeros

3 9 6 JORGE FERNANDO ITU RRIBARRÍ A

indicios de que sobre M é x i c o va a agitarse u n a nueva tormen­ta, cuando aquél le comunica que se dir ige a E u r o p a buscan­do conci l iar los intereses de I n g l a t e r r a y Francia con los de nuestro país, p o r la suspensión que el gobierno mexicano se había visto ob l igado a acordar en relación con el pago de nuestras deudas acumuladas con aquellas potencias. Y De la Fuente, antes de embarcarse, necesita que R o m e r o l o or iente respecto de la a c t i t u d que ante esa suspensión p u d i e r a n asu­m i r los Estados U n i d o s . R o m e r o n o se l i m i t a a u n i n f o r m e , sino que va a N u e v a Y o r k y se entrevista con De la Fuente.

Por e l m i s m o correo que le franquea la carta del funcio­n a r i o mexicano, sabe con pena e indignación del asesinato de Ocampo, d e l fus i lamiento de Degol lado y de la obl igada con­f o r m i d a d con que nuestro gobierno acepta el paso solicitado de las tropas yanquis; a u n q u e p u n t u a l i z a n d o , como R o m e r o l o hace ver a mister B l a i r , que se accede sin comprometer en u n ápice la soberanía nac ional sobre nuestro t e r r i t o r i o .

Las representaciones diplomáticas sobre la deuda, cuando menos para Francia , se l i g a n con u n antecedente que puede ayudar a develar los verdaderos motivos que a n i m a n a l país acreedor: e l i ° de agosto de ese año R o m e r o tiene o p o r t u n i ­d a d de "ver u n a n o t a d e l Departamento de Estado, d i r i g i d a a mister C o r w i n , sobre los trabajos de A l m o n t e en París, cerca de mister D a y t o n , contrarios a l gobierno de M é x i c o " . 7 Hasta e l día 30 puede d o n Matías lograr u n a entrevista con L i n c o l n , que debió relacionarse con la i n t r i g a que se u r d e en Francia , porque el 2 de septiembre, t a n p r o n t o como vuelve Seward a W a s h i n g t o n , t r a t a n el caso, y para satisfacción de R o m e r o se le muestra l a comunicación que la cancillería norteamericana remite a su represenante en México y "que contiene la deter­minación de este gobierno respecto a la conducta que se pro­pone seguir en nuestras di f icultades con Francia e I n g l a t e r r a " . Esta comunicación va a l levar la personalmente a su destino mister Marcus O t t e r b o u r g , recién designado cónsul de los Estados U n i d o s en México .

Como era de suponerse, n o d i l a t a R o m e r o en r e c i b i r i n ­formes de D e la Fuente, llegados de París, comunicándole que sus gestiones para posponer cualquiera m e d i d a coercit iva de aquellas dos potencias se consideran fracasadas, p o r q u e sus go-

E L "DIARIO" DE ROMERO 397

biernos d e t e r m i n a r o n aprobar la conducta de sus respectivos m i n i s t r o s en México.

A n t e esta situación, la cancillería norteamericana parece preocuparse, y actuando con la psicología de u n pueblo que supone poder resolver todos los problemas con d inero , hace gestiones ante dichos países p o r el conducto de sus represen­tantes diplomáticos para que, en tanto M é x i c o está en condi­ciones de reanudar el pago de los réditos de la deuda, el tesoro americano supla dichos intereses, y como más tarde, en la C o n v e n c i ó n T r i p a r t i t a , España se coaliga con las dos poten­cias en su carácter de tercer acreedor, R o m e r o va a proponer a Seward que se hagan extensivas a l gobierno español las gestiones iniciadas con Francia e I n g l a t e r r a " e n vista de las ú l t imas noticias recibidas de E u r o p a , de que aquel la nación [también] se prepara a host i l izar a M é x i c o " . Seward le con­testa que "ya había dado o r d e n a la Legación de los Estados U n i d o s en M a d r i d para que se p i d i e r a n explicaciones p o r ta­les p r e p a r a t i v o s " . 8

M i e n t r a s t a n t o , los anexionistas de los Estados del Sur se m o v í a n sobre la f rontera c o m ú n norocc identa l , encabezados p o r u n t a l G w i n , que aspiraba a i n c o r p o r a r la Baja C a l i f o r n i a y Sonora. Seward i n f o r m a b a sobre estos planes f i l ibusteros ( n o v i e m b r e 16) que el agente de los surianos estaba ya b i e n preso en el Fuerte Lafayette y que otros dos sujetos, Mason y S l i d e l , habían sido detenidos p o r la m i s m a causa.

Sobre la amenaza de las tres potencias europeas se empie­zan a mover intereses para que intervengan los Estados U n i ­dos c o n j u r a n d o u n a posible invasión europea a México, pero desde el p u n t o de vista norteamericano de i n t e r p r e t a r la Doc­t r i n a M o n r o e y según los p r i n c i p i o s del Dest ino Manif iesto , como B u c h a n a n l o había p lanteado a fines de 1859, en su mensaje a l Congreso. 9 Así ocurre que, desde el 30 de sep­t i e m b r e , a i n i c i a t i v a de u n t a l D u m b a r , l legado a Washing­t o n de N u e v a Y o r k , R o m e r o había sol ic i tado audiencia del presidente L i n c o l n para p e d i r l e que los Estados U n i d o s h i ­c ieran valer su i n f l u e n c i a m o r a l oponiéndose a cualquiera intervención europea en México . Fue, pues, con D u m b a r , al C a p i t o l i o , l o presento y se retiró luego p o r q u e viendo éste la situación desde el ángulo norteamericano, le parecía p r u -

3 9 8 JORGE FERNANDO 1TURRIBARRÍA

dente n o presenciar la entrevista. Subraya R o m e r o que ya se

encontraba allí Seward, solicitado t a l vez p o r el presidente,

para que l o asistiera. " L a presencia de Seward me desconcer­

tó" , dice Romero. E l 30 insiste sobre el caso con Seward, más

b i e n curioso de sacar el o v i l l o de la madeja, y poco después

hay rumores , que resultaron infundados, sobre que los Esta­

dos U n i d o s enviarían a las costas del G o l f o u n a fuerza naval .

Más tarde (febrero 23-62) se l iga a esta versión, inconsulta­

mente, la de que el general W i n f i e l d Scott sería acreditado

m i n i s t r o de los Estados U n i d o s en México .

T a m p o c o estos díceres se comprueban. L o que hay es m u ­

cha chismografía y n o poca i n t r i g a . A l l legar a N u e v a Y o r k ,

de E u r o p a , el m i n i s t r o De la Fuente ( a b r i l 23-62) y entrevis­

tarse con R o m e r o , le c o n f i r m a la versión, ya m u y propalada

en ese cont inente , sobre los proyectos de i m p l a n t a r u n a

m o n a r q u í a en México . Esto i n f l u y e para que d o n Matías ha­

ble con mister C r i t t e n d e n , presidente de la Comisión de Re­

laciones d e l Congreso y le p i d a que p r o p o n g a de p l a n o u n a

declaración contrar ia a esos planes. E l 8 de mayo va a con­

ferenciar con Seward sobre este p u n t o , pero el m i n i s t r o yan­

q u i l o descorazona con la respuesta de que "cuando la guerra

c i v i l t e r m i n e aquí estarán los Estados U n i d o s en a c t i t u d de

h a b l a r a l to con Francia" . R o m e r o m i r a el porvenir , y le

p i d e que le r a t i f i q u e p o r escrito esta promesa.

L a d e r r o t a de los franceses en Puebla, c o n f i r m a d a el 14

de mayo p o r los diarios procedentes de N u e v a Y o r k , levanta

la m o r a l de nuestro representante diplomático, porque sabe

que e l t r i u n f o m i l i t a r de México repercutirá en los Estados

U n i d o s con expresiones de respeto hacia el régimen r e p u b l i ­

cano. Dice, entre otras cosas, que " e l general M i l a n s se ex­

presó en términos m u y honoríficos de los mexicanos". Por

o t r a parte , a l l legar el general P r i m a N u e v a Y o r k d ir ige u n a

carta a N a p o l e ó n I I I pidiéndole que desista de su aventura

m i l i t a r en México . H a y cordiales manifestaciones de admi­

ración y simpatía para nosotros de parte del d i g n o diplomático

español en la comida que a su esposa y a él les es ofrecida en

el D e l m o n i c o de N u e v a Y o r k , y p o r l o que dice Romero , se

ent iende que parte de los b r i n d i s f u e r o n u n homenaje a

E L "DIARIO" DE ROMERO 399

M é x i c o . Ya desde entonces era N u e v a Y o r k la caja de reso­n a n c i a de los Estados U n i d o s .

M i e n t r a s tanto , con la incorporación de nuevos Estados esclavistas a l b loque de los Confederados (Carol ina del N o r ­te, Arkansas, Tennessee y V i r g i n i a ) la amenaza latente de ser i n v a d i d o M é x i c o p o r los surianos va conf igurando la conve­n i e n c i a de que nuestro país suscriba u n a alianza defensiva c o n los Estados abolicionistas del N o r t e , proyecto que desde febrero venía acariciando C o r w i n , como d i p u t a d o p o r O h i o a l Congreso General . E n consecuencia, d o n Matías activa sus gestiones para que el d i p u t a d o Cox promueva en el Congreso la concertación de esta alianza, cuyo proyecto se redacta en f o r m a de T r a t a d o . A este proyecto hizo anexar d o n Matías u n a colección de notas sobre polít ica francesa y la copia de la consabida carta de P r i m a l E m p e r a d o r de Francia.

P r o n t o la p o s i b i l i d a d de tener en México u n al iado oca­s ional , u t i l i zab le a la polít ica i n t e r n a del C a p i t o l i o , determi­n a que las reservas y f r i a l d a d diplomática de Seward con R o m e r o den paso a u n a " c o r d i a l amistad" , cuando aquél p ide a éste que le sirva de compañía a su h i j a en viaje a Nueva Y o r k , y cuando, más tarde, se a l lana a franquearle a R o m e r o copia de la documentación sobre el "Caso M é x i c o " presen­tada por el gobierno británico a l Par lamento inglés. I g u a l ­m e n t e l o hace Seward con los documentos presentados a Cor­tes p o r el gobierno español. Así R o m e r o puede sacar copias e i n f o r m a r a su país de los motivos reconocidos por I n g l a t e r r a y España para separarse de su tercera asociada en la aventura de México .

Sin embargo, las cosas n o marchan del todo b i e n : u n b u e n cargamento de armas y parque adquir idos p o r México n o pue­d e n pasar por N u e v a Y o r k a Matamoros , p o r i m p e d i r l o el m i n i s t e r i o norteamericano de la Guerra , y a mayor abunda­m i e n t o , en su n o t a de 22 de noviembre , R o m e r o escribe: " T u v e u n a entrevista de u n carácter m u y desagradable con M r . Seward." Es posible que se refiera a su negativa brusca (después de habérselo p r o m e t i d o ) de p u b l i c a r el i n f o r m e de la Embajada M e x i c a n a anexo al Mensaje del presidente L i n ­c o l n a l Congreso americano. Y mientras nuestro país encuen­t r a taxativas para a d q u i r i r armamento , d o n Matías sabe de

4Qo JORGE FERNANDO 1TURRIB ARRÍA

buena fuente que los franceses h a n p o d i d o obtener efectos de guerra, de contrabando, de los Estados U n i d o s , con la ayu­da, presuntivamente, de a lgún Estado esclavista con p u e r t o sobre el At lánt ico, como Louis iana . Hace esta anotación con a m a r g u r a (enero 12-63) y poco después a f i r m a que u n a se­g u n d a entrevista desagradable con Seward se ha repet ido, re lacionada con las notas de Somers, que h a n de enviarse a l Congreso. F inalmente , gracias a su perseverancia y a que ha de sobreponerse a la molestia que deben causarle los inc iden­tes con Seward, logra que se p u b l i q u e n 5,000 ejemplares de la correspondencia cruzada entre nuestra Legación en Wash­i n g t o n y la cancillería americana, como anexo a l mensaje presidencial .

MÁS BIEN QUE POR EL CLIMA (de que se queja frecuentemente), p o r su posición de encargado de negocios, que empieza a encontrar desairada en W a s h i n g t o n , y p o r la convicción de que en esas condiciones m u y poco puede hacer, solicita Ro­m e r o y obt iene u n a l icencia para volver a su patr ia . A fines de a b r i l p i d e sus pasaportes a Seward, se despide de L i n c o l n y sale para México (mayo 16) en el " C o l u m b u s " . V a a Nue­va Orleans; de allí, en la goleta " A n n a " , se d i r ige a M a t a m o ­ros y luego, a T a m p i c o , en u n v a p o r c i t o de río, sufr iendo los inevitables mareos. De allí emprende el viaje p o r t ierra a San L u i s Potosí, donde ha f i j a d o su residencia el régimen r e p u b l i c a n o . Llega ( j u n i o 28) y a l día siguiente saluda a l Presidente en el Palacio del G o b i e r n o . E l 30, en segunda entrevista, después de v is i tar a De la Fuente, anota R o m e r o haber d i c h o a Juárez:

. . . que no deseaba yo volver a los Estados Unidos, que n i el clima me asentaba n i estaba yo contento allí y prefer ía servir en el ejér­cito a las órdenes de Porfir io Díaz; pero que si no hubiera persona que quisiera i r a Washington y el gobierno insistía en que yo vol­viera, haciendo u n verdadero esfuerzo sa ldr ía desde luego por no haber sacrificio que no estuviera yo dispuesto a hacer en favor de la pa t r i a . 1 0

E n su plática con De la Fuente, éste le pone a l tanto de

u n proyecto del general Plácido Vega para a d q u i r i r armas en

E L "DIARIO" DE ROMERO 40I

los Estados U n i d o s , para cuya ejecución se pensaba designar a l p r o p i o De la Fuente embajador en W a s h i n g t o n . A l m i s m o t i e m p o se estaba p u n t u a l i z a n d o o t r o contrato para el m i s m o objeto con d o n J u a n Bustamante, de cuyo proyecto se encar­g ó a R o m e r o hacer la traducción, del o r i g i n a l en inglés, a l castellano.

E n nueva entrevista con Juárez ( j u l i o 9) éste le entrega a d o n Matías u n a carta del general P o r f i r i o Díaz sobrecartada para él. C o m o contiene u n recado para el presidente, Rome­r o da lectura a la parte re lat iva en voz alta para i n f o r m a r l e . D e su contenido dice en su Diario: " E n ella me suplicaba que viera yo a l presidente en su n o m b r e para persuadir lo de que le q u i t a r a el m a n d o de jefe del ejército, p o r n o con­siderarse capaz de desempeñar debidamente ese encargo."

N o aclara R o m e r o cuál haya sido la respuesta de Juárez, pero sí que debía i r a comunicársela personalmente. Y en relación con su p r o p i a s o l i c i t u d para incorporarse a las fuer­zas de Díaz, a f i r m a que Juárez d i j o que si era su deseo podía hacerlo y comunicárselo también a Díaz, para que éste le ex­p i d i e r a su n o m b r a m i e n t o , a l o que R o m e r o respondió digna­mente rechazando grados o empleos de favor, " p o r q u e desea­ba i r a servir como soldado raso", y que si se distinguía t i e m p o habría de p r o m o v e r l o .

¿Era ésta u n a de las singularidades de d o n Matías, que pretendía hacerse soldado de golpe como había tenido que ha­cerse diplomático? ¿O estaba resentido con Juárez p o r q u e desde el 16 de agosto de 1860 se le había tenido en Washing­t o n como simple encargado, s in otorgársele el esperado ascen­so? ¿O lo hace para que el presidente defina su situación en Washington? ¿O procede con la psicología del susceptible, que era u n a de las características más acusadas del o a x a q u e ñ o del siglo pasado? Es posible que en él hayan operado algo de resent imiento y m u c h a susceptibi l idad. Hermético, R o m e r o nada deja traslucir . Pero a l entrevistarse con el general Díaz, en Acámbaro , con las instrucciones reservadas de Juárez, aqué l le muestra la copia de la carta que ha escrito a l presidente en s o l i c i t u d de que expida despacho de coronel de infantería en favor de R o m e r o , para extenderle n o m b r a m i e n t o de jefe de su estado m a y o r . 1 1

402 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

¿Es que (como supongo) Díaz realmente necesitaba a Ro­mero y éste aprovechó la c o y u n t u r a para d e f i n i r su situación? L a verdad es que d o n Matías queda a las órdenes de Díaz hasta que se presenta u n a de las crisis ministeriales, como veremos. Comisionado sale a M o r e l i a con carta de Díaz para d o n L u i s Couto, gobernador de Michoacán. A l l í vis ita el Colegio de San Nicolás y t o m a en sus manos con respeto re­verencial algunos de los l ibros que f u e r o n de la bibl ioteca p r i v a d a de su paternal amigo d o n M e l c h o r Ocampo. Vuelve a A c á m b a r o , y en compañía de Díaz , sale para Querétaro, de donde se d i r i ge solo a L e ó n , Guanajuato , en comisión m i l i t a r de aquél a entrevistarse con Uraga, a q u i e n n o encuentra por haber salido para San L u i s . Pero en su ausencia, habla con el general D o b l a d o , que m a n d a , en jefe, las fuerzas de Gua­najuato . R e t o r n a a Querétaro, h a b l a con el general Díaz sobre l a situación y marcha para San L u i s , en donde se entrevista con De la Fuente, en el m i n i s t e r i o de Relaciones. Es seguro que, antes de hablar con él, le comunica la posición i n t r a n ­sigente del general D o b l a d o negándose a colaborar con el régimen en tanto que aquél n o salga de l gabinete. Ese mismo día (agosto 14) R o m e r o busca a l presidente y le comunica la decisión de Doblado. C o m o consecuencia, se presenta la crisis m i n i s t e r i a l con la r e n u n c i a de sus miembros. Juárez tiene que aceptar en ese m o m e n t o difícil la condición impuesta por e l general D o b l a d o y reorganiza su e q u i p o con éste en las secretarías de Guerra y Gobernac ión; L e r d o de Te jada en Just ic ia y Fomento; N ú ñ e z , en Hacienda, y C o m o n f o r t , en G u e r r a .

A n t e la forzada separación de De la Fuente, y habiéndole R o m e r o acabado de r a t i f i c a r a l presidente, el 15 de agosto, su decisión de volver a Oaxaca con el general Díaz, a u n contra su interés personal le parece decoroso p r o p o n e r a De la Fuente como m i n i s t r o de M é x i c o en W a s h i n g t o n , y para la secretaría, a l l icenciado Ignacio Marisca l . C o m o en esos momentos la representación diplomática de M é x i c o en los Estados U n i d o s era el cargo más i m p o r t a n t e fuera del Gabinete, la proposi­ción es aceptada y ambos m a r c h a n al país vecino, pues Maris­cal encontrábase a la sazón en San L u i s .

R o m e r o hace sus preparat ivos de marcha a Oaxaca, pero

E L "DIARIO" DE ROMERO 403

i n o p i n a d a m e n t e , el 2 de septiembre, recibe contraorden de Juárez para que, invest ido con el carácter de enviado extra­o r d i n a r i o y m i n i s t r o p lenipotenc iar io , salga con destino a los Estados U n i d o s a ocupar la Legación de México . E m p r e n d e d o n Matías el viaje, pero por t ierra , a caballo; haciendo lar­gas jornadas n o exentas de aventuras y molestias sin cuento, q u e p i n t a n la situación de los pueblos de su i t i n e r a r i o : n o hay qué comer, los camastros de los mesones son viveros de chinches y piojos, y las haciendas, cuando n o están abandona­das, resultan ser los sitios menos inhóspitos. E n el lugar l l a m a d o L a Par ida mata u n a víbora con su pistola, y a l pasar p o r L a A n g o s t u r a observa, entre interesado y d o l o r i d o , el s i t i o de u n a de nuestras derrotas en el 47. E l 10 llega a S a l t i l l o , y como de costumbre, lo ve todo: la p a r r o q u i a , la plaza, e l P a r i a n , la plaza de toros y hasta el panteón, siempre m o n t a d o en su caballo t o r d i l l o , de l que se ha hecho para este viaje y que mostrará con o r g u l l o de j i n e t e hasta en Washing­t o n . E l 11 sigue para N u e v o León; en el camino encuentra a la f a m i l i a de De la Fuente, que le i n f o r m a que éste ha salido para Matamoros . Esa misma tarde llega a M o n t e r r e y , que V i d a u r r i d o m i n a convert ido en t e r r i b l e cacique. Búscalo y se le i m p i d e hablar le a pretexto de que se h a l l a enfermo. C o m p r a u n a si l la vaquera de a 150 pesos, y la estrena yendo a la C iudadela , a l Obispado, al cerro de Buena Vista, donde fue resistida la acometida de los invasores yanquis. R e t o r n a a buscar a l cacique, pero con iguales resultados, y como es el aniversario de la proclamación de la Independencia , asiste a l bai le o f i c i a l , en donde se encuentra a De la Fuente y a su paisano, el ex-minis tro d o n M a n u e l R u i z . E l 17 hace u n breve viaje a B r o w n s v i l l e en busca de los hermanos T r e v i ñ o , y vuelve. T i e n e oferta de pasajes en u n b u q u e de guerra de los Estados U n i d o s , y lo acepta. H a b l a con Mar isca l y con los empleados de la Legación, y desde el m o m e n t o en que psicoló­gicamente a d m i t e embarcarse comienzan sus dolencias. Por f i n , el 23 de septiembre aborda el " C e l t i c " en compañía de Marisca l , cuya designación n o había sido modi f i cada , y encar­ga encarecidamente el cuidado de su t o r d i l l o a los grumetes del barco.

E l 3 de oc tubre llega a L a H a b a n a . Despiértanlo las sal-

404 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

vas de artil lería con que se celebra el natal ic io del cónyuge de la r e i n a de España. T r o p i e z a con remoras al desembarcar, p o r fa l ta de pasaporte, y más aún las tiene el caballo, pero todo se arregla en la aduana con sobornos. C o m p r a chacharas y dulces habaneros en el Café de la D o m i n i c a , también l ibros ; pasean a pie él y Mariscal , y ya en su poder el t o r d i l l o , luce cabalgadura y si l la p o r el Paseo del T a c ó n . Va con Mar isca l a Regla, pasando en vapor la bahía, y luego, en coche, a Gua-nabacoa. Por las noches concurren a l teatro y a "las vistas", como se l lamaba a las proyecciones fijas. Como el día 10 es el besamanos. Asisten a la apertura de los cursos de la U n i v e r ­sidad, y en la tarde v a n a vis i tar la Catedral , donde R o m e r o dice que v i e r o n el sepulcro de C o l ó n , a l lado derecho del pres­b i t e r i o , cubier to p o r u n a lápida de mármol , con u n re trato en relieve de l navegante genovés . 1 2 E l 16 se embarca para N u e v a Y o r k en el vapor " C r e ó l e " , el 21 l legan al gran p u e r t o norteamericano, en donde permanecen varios días en com­pras y visitas, y el 26 están en W a s h i n g t o n . A l día siguiente R o m e r o se entrevista p r e l i m i n a r m e n t e con Seward, y el 29 presenta sus credenciales a L i n c o l n .

M i e n t r a s tanto , y a raíz de la salida de d o n Matías de San L u i s Potosí, h u b o nueva composición del gabinete, por la renuncia de D o b l a d o , en esta f o r m a : L e r d o , en Relacio­nes; Iglesias, en Justicia; N ú ñ e z siguió en Hacienda y Co-m o n f o r t en Guerra . L a r e n u n c i a de D o b l a d o se había de­b i d o a u n a a r b i t r a r i e d a d suya que Juárez no p u d o p e r m i t i r : la orden para que salieran inmediatamente de San L u i s d o n M a n u e l Zamacona y d o n Francisco Zarco, y del país en e l plazo de 3 días.

C u m p l i e n d o instrucciones de Juárez, n o tarda R o m e r o en volver a N u e v a Y o r k para entrevistarse con u n t a l Chad-w i c k sobre c o m p r a de armamento . Est imulado por su ascen­so y apoyado en la representación que ostenta, empieza a desarrollar g r a n act iv idad. Aprovecha su estadía en el puer­to para ofrecer u n a comida en el D e l m o n i c o a gentes i m p o r ­tantes capaces de i n f l u i r en favor de México. E l 30 de no­v iembre tiene u n a segunda entrevista con Chadwick, en Nue­va Y o r k , sobre compra de armas, y sus actividades sólo le p e r m i t e n volver a W a s h i n g t o n hasta mediados de d ic iembre .

E L "DIARIO" DE ROMERO 405

Casi t o d o e l mes de enero de 1864 y buena parte del si­g u i e n t e transcurren en recepciones oficiales y banquetes: ya oficiales, ya en la casa de L i n c o l n ; ora en la casa de Seward, o b i e n , en la Embajada mexicana, con asistencia de persona­jes m u y importantes , entre ellos algunos miembros de comi­siones d e l Senado y del Congreso. Por los mediados de enero o c u r r e la r e t i r a d a del gobierno r e p u b l i c a n o de San L u i s a S a l t i l l o . C o n este m o t i v o R o m e r o recibe u n a instancia ur­gente de Juárez apremiándolo en la compra de armamento: " P r o c u r e enviar armas; pocas, dos o tres m i l rifles, pero que sea p r o n t o . " 1 3

E l 2 de marzo va a l Congreso y sabe que, por f i n , se ha a p r o b a d o la resolución de p e d i r la correspondencia sobre asuntos de México , y el 8 Seward l o m a n d a l l a m a r para i n ­f o r m a r l e de las noticias que ha rec ib ido, según las cuales están i n t r i g a n d o activamente V i d a u r r i y D o b l a d o para ha­cer r e n u n c i a r a Juárez; pero R o m e r o , p o r carta de Juárez, suscrita en Sa l t i l lo desde el 22 de enero, tiene información exacta: p o r los mediados de ese mes, comisionados de los generales González Ortega y D o b l a d o entrevistaron al pre­sidente para sugerirle que renunciara , aduciendo que m i e n ­tras siga en el poder e l enemigo puede esgrimir el pretexto de que en esas condiciones n o puede entrar en arreglos de p a z . 1 4

Para i n f l u i r sobre la necesidad de que los Estados U n i ­dos a p l i q u e n l a D o c t r i n a M o n r o e , entrega d o n Matías a l Senado, p o r conducto de mister M c D o u g a l l , el borrador de u n a resolución pidiéndole a L i n c o l n la correspondencia rela­t i v a a l establecimento de u n a m o n a r q u í a en Centro y Sud-américa. (Había , en efecto, mot ivos para aduc ir esta política en favor de M é x i c o : lograda su independencia en 1844, la R e p ú b l i c a de Santo D o m i n g o había v u e l t o a l d o m i n i o espa­ñ o l en 1861, y recientemente u n a escuadra ibera había ocu­p a d o las islas Chinchas, del Perú, a pretexto de reclama­ciones de s b d i t o s españoles, lo que daría margen a que el presidente Peyet celebrara u n t ra tado m u y h u m i l l a n t e para ese país, d e t e r m i n a n d o la l l a m a d a "guerra de la restauración d e l h o n o r nac ional" . )

L a a c t i v i d a d de nuestro E m b a j a d o r en favor de u n a po-

4 o 6 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

sit iva ayuda m o r a l de W a s h i n g t o n hacia el caso de M é x i c o logra mover la opinión públ ica en algunos sectores, como se demuestra por el hecho de que el 24 de marzo es i n v i t a d o para u n a comida en N u e v a Y o r k que ofrecen varias perso­nas "en muestra de simpatía a M é x i c o " . H a y muchos b r i n ­dis y R o m e r o quiere sacar p a r t i d o a estas manifestaciones buscando que se conozcan en u n fo l le to de divulgación que pretende i m p r i m i r . Pero M r . Beeckman, a q u i e n consulta e l caso, l o hace desistir, y se conforma con que se p u b l i q u e n , como ocurrió, en The Herald de Nueva Y o r k , como parte de la crónica de l banquete.

U n a súbita afección de la próstata i n t e r r u m p e sus act ivi­dades, obl igándolo a guardarse en sus habitaciones de l 20 a l 30 de a b r i l . L a mejoría, aunque a l ternat iva se i n i c i a en la p r i m e r a semana de mayo. Para el 13, ya tiene h u m o r de i r con Beeckmann y su h i j a a ver los esclavos l ibertados p o r e l ejército abol ic ionista.

Vuelve a la tarea diplomática que ha de consistir en i n ­d u c i r a l gobierno de W a s h i n g t o n a exhibirse como interesa­d o en la suerte del régimen r e p u b l i c a n o de México; pero en esos días tropieza con el contrat iempo de que Seward ha dado satisfacción públ ica a Francia m o t i v a d a p o r " l a resolu­ción sobre los asuntos de M é x i c o " , dada p o r el Congreso norteamericano, l o que es i n d i c a t i v o de que, por la situación i n t e r n a de l país, los Estados U n i d o s no consideran todavía conveniente ostentar u n a política d e f i n i d a en favor de Mé­xico. O b t i e n e la promesa de algunos d iputados para p e d i r of ic ia lmente a la Secretaría de Estado copia t e x t u a l de la satisfacción dada; y con relación a l Senado, M c D o u g a l l le ofrece que la comisión de relaciones dictaminará reforzando la a c t i t u d de l Congreso.

A p r i n c i p i o s de j u n i o promueve en el C a p i t o l i o , con M r . Wade, l o r e l a t i v o " a l mensaje sobre envío de armas a Méxi­co, r e m i t i d o p o r el presidente L i n c o l n al Senado, a petición suya"; pero el día 13 le avisa W a l l i s el fracaso de la gestión hecha para la exportación de armas, pese a que su venta ya estaba concertada, y a esta mala n o t i c i a viene a sumarse u n a rectificación de Summer, en el sentido de que n o se rat i f ica-

E L "DIARIO" DE ROMERO 407

rá en e l Senado la resolución que sobre México había dis­puesto e l Congreso.

POR AQUELLOS DÍAS EL GOBIERNO REPUBLICANO t u v o que reple­garse a Sa l t i l lo y, de esta plaza, a la de M o n t e r r e y , enmedio de las desconfianzas de V i d a u r r i , enemigo de D o b l a d o , que escolta a l presidente y sus minis tros , y de las necesarias con­temporizaciones de Juárez para evitar u n r o m p i m i e n t o ar­m a d o entre ambos, como estuvo a p u n t o de o c u r r i r . Existe también el pe l igro de que los invasores austro-franceses, re­forzados p o r los traidores, les corten la ret irada, capturán­dolos. T a l situación p r e c i p i t a u n a entrevista de R o m e r o c o n M r . Chase, d e l D e p a r t a m e n t o de Estado, para u r g i r l e la e x p e d i c i ó n de la l icencia para e x p o r t a r armas. E l argumento de d o n Matías es que, si D o b l a d o fuese derrotado, los f ran­ceses podrían llegar fáci lmente a M o n t e r r e y a restablecer en e l gobierno a V i d a u r r i , con d o m i n i o p leno sobre la región tamaul ipeca , l o que les permitir ía i m p o r t a r armas por Vera-cruz y T a m p i c o facilitadas p o r los Estados confederados d e l Sur. Esto podría evitarse — a d u c e — si el gobierno norteame­r i c a n o dejara sacar de diez a ve inte m i l rif les, con cuyo arma­m e n t o sería fact ible conservar M o n t e r r e y .

A mediados de j u l i o recibe carta de Juárez, que personal­m e n t e le entrega M a r í n , a f i n de que le escriba a Plácido Vega y a Jesús García Morales , de Mazat lán y éstos le en­víen a l general P o r f i r i o Díaz los dos m i l rifles que se les h a n encargado, debiendo hacerse la remisión p o r Puerto Á n g e l . E l general Díaz había a p r e m i a d o a Juárez con su enviado especial, p o r q u e ya había comenzado la concentración de tropas franco-austriacas en T e h u a c á n , listas para la campaña c o n t r a Oaxaca, que personalmente i b a a d i r i g i r el mariscal Bazaine, como ocurrió. N o cuidó R o m e r o en su Diario de a n o t a r el resultado de sus gestiones, y sí su preocupación por los informes de l senador Conners, p o r C a l i f o r n i a , respecto a determinados planes de los franceses sobre Sonora y Cal i for­n i a , para instalarse allí c o n v i r t i e n d o esas entidades en u n a posesión francesa. 1 5

Poco después el amago de las tropas confederadas sobre W a s h i n g t o n desplaza a s i t io secundario el interés que pudie-

4o8 JORGE FERNANDO ITURR1BARRÍA

r a tener el gobierno norteamericano en el envío de armas para M é x i c o , si es que lo t u v o antes de la derrota del gene­r a l Lee. Pero nuestro m i n i s t r o n o ha echado al o l v i d o el asun­to p o n i e n d o e n j u e g o nuevos medios, y en su n o t a de 20 de j u l i o refiere que fue a buscarlo el cuarte l maestre de N u e v o M é x i c o , con q u i e n trató sobre la manera de obtener 3,500 fusiles que estaban en Santa Fe.

Se traslada a Nueva Y o r k ( j u l i o 23) en busca de salud, para consultar a su médico, el doctor N a v a r r o , y en l a casa de éste se encuentra a Mariscal , que gozaba de u n a licencia, a Baz, a Fuentes, Oj inaga, Inclán, Ordaz, Zarate y otros mexicanos, con quienes se hace la t e r t u l i a para comentar la situación de l país. Después hace varios pequeños viajes cuya f i n a l i d a d n o revela, salvo sus incursiones a Soysset para ver a la seño­r i t a Beekmann. V is i ta West P o i n t , en donde ve banderas y cañones tomados a M é x i c o en el 47, y después de nuevos via­jes por aquí y allá, t e r m i n a el 31 de agosto en Soldier's H o m e (donde descansaba L i n c o l n ) , aparentemente para tratar le so­bre u n a beca para u n o de los hermanos ele su novia . A n o t a que p o r haber estado d o r m i d o el presidente n o p u d o verlo.

E n u n o de sus viajes a N u e v a Y o r k (agosto 18) lo buscan varios oficiales mexicanos que, por contingencias de la lucha, habíanse visto obligados a cruzar la f rontera , y que desean volver a Matamoros para reincorporarse; pero cuando Ro­m e r o vuelve a Nueva York , el 2 de septiembre, ya la situa­ción había cambiado p o r la evacuación de M o n t e r r e y .

V a a Paterson, a pasar u n día con E n r i q u e Mejía, y a su regreso a N u e v a Y o r k se encuentra sorpresivamente con su pai­sano el general Ignacio Mejía, que regresa de su destierro y prisión en Francia. C o m o éste anda en busca de su h i j o Nacho (que ya había m u e r t o ignorándolo su padre) R o m e r o tiene que darse maña para darle la n o t i c i a con cuentagotas.

E l 6 de septiembre, e l doctor N a v a r r o i n f o r m a a Rome­r o haber rec ib ido informes de Santacilia, yerno de Juárez, de haber e m p r e n d i d o el viaje a N u e v a Y o r k con doña M a r g a r i t a Maza, esposa del presidente, y sus hi jos. V a d o n Matías vio­lentamente a W a s h i n g t o n y r e t o r n a a N u e v a Y o r k para dis­poner l o necesario. E l 16 l lega inesperadamente D o b l a d o y habla con R o m e r o sobre los rumores que corren en el campo

E L "DIARIO" DE ROMERO 409

r e p u b l i c a n o : se dice con insistencia que los Estados U n i d o s están f laqueando con el gobierno de M a x i m i l i a n o y parecen dispuestos a reconocerlo. L a re t i rada del m i n i s t r o americano, m i s t e r C o r w i n , aunque lógica p o r q u e era imposib le que an­d u v i e r a s iguiendo al gobierno en su peregrinación, daba consistencia a la versión. Entonces fue cuando ante l o que R o m e r o y D o b l a d o creían que podía ser el p r i n c i p i o del f i n , a q u é l , a insinuación de éste, se refirió en carta a Juárez, a la conveniencia de interesar a los Estados U n i d o s en México , de t a l manera que p u d i e r a n desistir de ese p r e t e n d i d o reco­n o c i m i e n t o . A l a r m a d o el general D o b l a d o p o r estas versio­nes, se trasladó a N u e v a York , en donde conferenció con R o m e r o en el sentido de que si con el reconocimiento Fran­c ia a f i rmaba su situación política y m i l i t a r en el país, con serias posibi l idades de lograr sus pretensiones sobre la Baja C a l i f o r n i a y parte de Sonora, valdría la pena i n t e n t a r que se sacara p a r t i d o de algo que México estaba l l a m a d o a per­der, ofreciéndolo a los Estados U n i d o s , si con el lo p u d i e r a conjurarse ese reconocimiento.

C o m o resultado de ese cambio de impresiones, R o m e r o trató o f ic ia lmente el caso con el m i n i s t e r i o de Relaciones de M é x i c o , 1 6 pero de u n a manera i n f o r m a l : expl icaba que pen­sando lo que fuera p r u d e n t e hacer, c o n v i n i e r o n él y D o b l a d o en que éste, que en lo p a r t i c u l a r opinaba que el gobierno vendiera a los Estados U n i d o s la Baja C a l i f o r n i a y u n a parte de Sonora, estaba dispuesto a recomendar esa m e d i d a a Juá­rez para interesar a W a s h i n g t o n en favor de M é x i c o y contra e l reconocimiento , y así l legar a saber cómo reaccionaría Seward si se l legara a p r o p o n e r esa venta; pero sin compro­meterse a nada, ya que R o m e r o n o aparecería n i o f i c ia l n i ex traof ic ia lmente en el asunto.

Para ese f i n — s e g u í a e x p l i c a n d o — h i c i e r o n v e n i r de Nue­va Y o r k a mister P l u m b , p o r q u e éste se había ofrecido a pro­poner conf idencia lmente el arreglo a u n amigo ínt imo de Se­w a r d , y que fue D o b l a d o el conducto para hablar con este i n t e r m e d i a r i o . Luego agrega que el deseo de l l a m a r la aten­ción del Supremo G o b i e r n o hacia este i m p o r t a n t e asunto l o ha dec idido a someter a la consideración del m i n i s t e r i o de Relaciones — a cargo de L e r d o de T e j a d a — "las ref lexio-

4 I o JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

nes precedentes y que no pasan de conjeturas más o menos fundadas sobre los destinos futuros de nuestro p a í s " . 1 7

E n la n o t a posterior dice que en relación con " l a idea de enajenación de nuestro t e r r i t o r i o emanada del general Do­blado, se propuso tener u n a conferencia con él (Seward) para t ratar del asunto" ".. Empecé p o r decirle que seguramen­te habrían llegado a su n o t i c i a cuáles eran las ideas del G r a l . D o b l a d o sobre enajenación del t e r r i t o r i o mexicano, p o r q u e estas ideas habían sido comunicadas a varios amigos de la administración para que l legaran a n o t i c i a del G o b i e r n o . Mis ter Seward n o sabía nada, o l o que es más probable , me d i j o que n o sabía nada; entonces le informé de l o que el G r a l . D o b l a d o pensaba a este respecto. L e agregué que como seguramente se le diría que yo p a r t i c i p a b a de las mismas ideas, creía conveniente manifestarle para su gobierno, que las mías eran b i e n diferentes." 1 8

Este devaneo diplomático p u d o tener p o r objeto aplazar o hacer desistir a Seward de l o que se suponía u n i n m i n e n t e reconocimiento de M a x i m i l i a n o como emperador de Méxi­co; pero en nada modif icó la a c t i t u d reservada de la canci­llería norteamericana, n i su resolución de n o i m p a r t i r ayuda m a t e r i a l a l régimen r e p u b l i c a n o en tanto que los Estados U n i d o s n o resolvieran su p r o b l e m a i n t e r n o . Sin embargo, sirvió para e x p l o r a r y convencerse de que no existía el pe l i ­gro de ese reconocimiento . Desgraciadamente los conserva­dores aprovecharon esa exploración para hacer más tarde injustos cargos a Juárez.

POR FIN, EL 9 DE OCTUBRE llegó doña M a r g a r i t a Maza a Nue­va Y o r k con sus hi jos y su yerno Santacilia, alojándose pro­vis ionalmente en el H o t e l de N u e v a York . R o m e r o , v ie jo amigo de la f a m i l i a , se acomide a mostrarles algunos sitios, además de las forti f icaciones, el Fuerte Schuyler y el Museo B a r n u m . E l 12 puede ya la f a m i l i a ocupar la casa que les había sido arreglada en la calle 31. Q u e d a n bajo el cu idado de Santacilia y R o m e r o puede volver a W a s h i n g t o n . A l l le­gar, advierte que se ha recrudecido la lucha en el frente so­bre la capi ta l norteamericana y que los confederados están t o m a n d o la ofensiva, lo que deja a nuestro embajador en u n

E L "DIARIO" DE ROMERO 411

o b l i g a d o receso diplomático. De Juárez se supo que i b a r u m ­b o a C h i h u a h u a , pero se i g n o r a b a n los detalles.

T r a n s c u r r e n los días para R o m e r o en algunos cumpl idos sociales y aprovecha la invitación para v is i tar la Fortaleza M o n r o e , en donde es huésped de l general G r a n t ; l o hace su a m i g o y logra i n f u n d i r l e ideas en favor de la causa de Méxi­co. V i s i t a el fuerte con el general Meade en u n t r e n especial y c o n t e m p l a diversos aspectos de la lucha c i v i l entre el mis­m o Fuerte y las avanzadas de los confederados.

E l 27 de octubre re torna a W a s h i n g t o n , el 29 visita a Se-w a r d y a su esposa, y el 31 lo hace con el presidente L i n c o l n . A l d ía siguiente ofrece a Seward y a su esposa u n a comida, y a u n q u e nada comenta en sus notas, estos acercamientos y con­tactos con políticos y mi l i tares n o son ajenos a la insistencia c o n que R o m e r o continúa activo para hacer presente la voz y l a existencia de u n M é x i c o independiente que lucha para sobrev iv i r a su i n f o r t u n i o . Busca hacer conciencia pública, y e l 7 de n o v i e m b r e va a Nueva Y o r k para reunirse con varios mexicanos y proponerles la impresión de u n periódico en es­p a ñ o l , en el que se sostengan los derechos de México a su soberanía y l i b e r t a d . Su proyecto es aprobado y quedan n o m ­brados en comisión para estudiar presupuestos D o b l a d o , d o n Francisco Zarco y el doctor N a v a r r o .

E l 8 se entera p o r Santacil ia de la gravedad de Pepito, el h i j o m a y o r de Juárez, que muere, y cuya n o t i c i a llega a l pa­d r e hasta el 14, cuando el cadáver l leva seis días de i n h u m a ­do. E l m i s m o 8 transcurren las elecciones presidenciales. L e i m p r e s i o n a a R o m e r o ver las casillas llenas, pese a la l l u v i a constante, y caminando todo en completo orden.

A su regreso a W a s h i n g t o n va a ver lo el coronel D u g a n con u n proyecto para levantar soldados v o l u n t a r i o s que va­y a n a M é x i c o a luchar en favor de la Repúbl ica . N o tarda en volver D u g a n acompañado de u n t a l Chester. Por aque­l los días l legan a W a s h i n g t o n dos enviados del general Díaz, u r g i e n d o el envío de armas p o r la i n m i n e n c i a de la expedi­c ión enemiga sobre Oaxaca: ellos son el general M a r i a n o Escobedo y José R a m ó n Rodríguez . Este apremio lo hace i r a ver a Seward. N a d a consigue, y poster iormente Usher, f u n c i o n a r i o d e l D e p a r t a m e n t o de l I n t e r i o r , le i n f o r m a que

412 JORGE FERNANDO ITU RRIB ARRÍA

las armas compradas para México siguen detenidas en San Francisco. E l 26 de nov iembre vuelve a h a b l a r con Usher, y p o r l o que se ve en las notas efemérides, hasta el 9 de enero de l año siguiente de 65, la situación del a r m a m e n t o seguía i g u a l , pese a que el senador Davis ha f o r m u l a d o algunas i n ­terpelaciones sobre el caso.

A u n q u e ya no aparece en el Diario (que se i n t e r r u m p e el 28 de enero de 65) es interesante conocer el resultado de los proyectos de D u g a n y Chester para levantar v o l u n t a r i o s en los Estados U n i d o s : en 1865 h u b o u n tratado, que no llegó a realizarse, celebrado entre d o n Matías R o m e r o , en repre­sentación de l gobierno de la Repúbl ica , y el general de d i v i ­sión J . M . Schofield, del ejército de los Estados U n i d o s , por el cual e l segundo aceptaba el empleo de general de D i v i ­sión del ejército mexicano con el carácter de general en jefe de todas las fuerzas que se levanten/compuestas de emigran­tes de los Estados U n i d o s . Este cuerpo constaría de tres d i v i ­siones de infantería, u n a de caballería y nueve baterías de artillería. Su organización sería la que previenen las leyes de los Estados U n i d o s , pero estos cuerpos formarían parte del ejército mexicano, con u n al istamiento en el servicio p o r tres años, p u d i e n d o antes ser licenciados p o r el presidente de M é x i c o o p o r el general en jefe. Los fondos para sus soste­n i m i e n t o y pago de provisiones se obtendrían mediante u n préstamo que negociaría el gobierno mexicano con el de los Estados U n i d o s .

Este arreglo conocido como " T r a t a d o Romero-Schofield", se formalizó después de la v i c t o r i a del general G r a n t contra los confederados, o c u r r i d a el 3 de a b r i l de 1865, con la toma de R i c h m o n d , pero n o l legó a tener vigencia p o r q u e Juárez l o nuli f icó, y p o r haberse opuesto a él Seward. E n en­trevista con R o m e r o , el secretario norteamericano le expresó que veía con agrado el proyecto de la expedic ión a México , pero que creía de mayor validez encargar a Schofield u n a i m p o r t a n t e misión conf idencia l en París, consistente en pre­venir a N a p o l e ó n I I I del pel igro de u n r u p t u r a entre los Es­tados U n i d o s y Francia si n o ordenaba el r e t i r o de sus fuerzas en México . Schofield, ya suscrito el T r a t a d o consultó el caso con R o m e r o , y como n o se había conseguido del gobierno

EL "DIARIO" DE ROMERO 413

norteamericano el d i n e r o para la expedición, aun compren­d i e n d o R o m e r o los fines de Seward, le aconsejó que aceptara a q u e l l a misión.

Asesinado el presidente L i n c o l n después de su reelección, asumió el cargo el vicepresidente Johnson. E n lo personal trató de seguir con M é x i c o u n a polít ica franca de ayuda ma­t e r i a l y acordó que se sacaran de los almacenes cinco m i l fusiles y que se entregaran a l general Pedro Baranda, comi­sionado mexicano para ese objeto, con el correspondiente p a r q u e y sin poner reparo en el precio n i en las condiciones de pago.

Sin embargo, Seward se opuso, como se había opuesto a la expedic ión de Schofield. I n t e r p e l a d o p o r Romero, le d i o la s iguiente explicación:

que a México mismo convenía que los Estados Unidos no le den n i n g ú n auxil io físico, y que sólo cuente con el moral que ha te­nido hasta aqu í . D i jo que estaba seguro de que si un ejército de los Estados Unidos iba a México, nunca regresaría; que era fácil arrojar a los franceses de nuestro país , pero que veía imposible arrojar a los Yankees; que cada m i l l ó n de pesos que el Gobierno de los Estados Unidos nos prestara ahora, nos costaría después u n Estado y cada arma que nos diera en estas circunstancias t endr ía ­mos que pagarla con un acre de tierra mineral. 1 9

Una vez —continuaba Seward— que no quede un soldado fran­cés, la guerra extranjera ha concluido y pasado a guerra c iv i l , en la que no considero conveniente mezclarme; soy enemigo de las intervenciones; por ta l motivo combato la de Napo león I I I en México y comba t í t a m b i é n la de Estados Unidos en México.

F i n a l m e n t e , el 6 de a b r i l de 1866 Le Moniteur, de París p u b l i c a b a la n o t i c i a o f i c i a l de la r e t i r a d a d e f i n i t i v a de las tropas francesas en México .

REANUDANDO LA GLOSA del Diario, u n suceso de orden m u y

personal va a cambiar la v i d a de d o n Matías: el aviso tele­

gráfico de su h e r m a n o José, que recibe el 14 de d ic iembre

de 1864, sobre la i n m i n e n t e l legada de su madre y herma­

nos a N u e v a Y o r k . Probablemente i n f l u y e también en la

interrupción d e f i n i t i v a de su efeméride. E l 15 ofrece en

la E m b a j a d a u n a cena a varios m a t r i m o n i o s importantes , y el

4I4 JORGE FERNANDO ITURRIBARRÍA

16 sale en busca de sus famil iares, a quienes ya encuentra alojados en el H o t e l Barcelona: allí están su mamá y sus her­manos, a quienes no veía desde su salida de Oaxaca (octu­bre 29-55). L u z , ya en edad de merecer, con sus 18 f loridos años, a q u i e n dejó apenas de 9; José, m u y f o r m a l , con arriscados mos­tachos, a la usanza de la época, y Cayetano, el menor , a q u i e n dejó siendo niño de pecho. L i q u i d a e l h o t e l y se l leva a los suyos a la casa de huéspedes de u n señor Bruza l , donde sue­l e n improvisarse hermosas tertul ias famil iares, con asistencia, a veces, de las hijas de Juárez. Las ameniza con sus interpre­taciones a l p i a n o Teresa Carreño, c o m p a t r i o t a con grandes apt i tudes y m u c h o temperamento. Se canta también y es cos­t u m b r e cenar a eso de la m e d i a noche. E l 23 de enero de 1865 se m a r c h a n todos para W a s h i n g t o n , y el 24 concurren a u n a misa de gallo en u n a iglesia católica. R o m e r o desví­vese p o r pasearlos; pero el d u r o c l i m a los obl iga a pasar m u ­chos días recogidos.

Este mes de enero (últ imo en el Diario) transcurre para d o n Matías en recepciones oficiales, cenas, comidas, banque­tes, actos sociales a que l o obl iga su cargo. Apadr inados por Seward y su esposa, el 14 va R o m e r o con su madre y herma­nos a la casa del presidente L i n c o l n para las presentaciones. Por la noche de ese día asiste a la cena que ofreció aquel míster Usher, del D e p a r t a m e n t o d e l I n t e r i o r . A l l í están Se­w a r d y otros políticos. Usher l o recibe con la buena not ic ia de que, p o r f i n , el Senado m a n d ó i m p r i m i r los documentos sobre M é x i c o enviados a ese C u e r p o p o r el presidente de los Estados U n i d o s .

E l 28 va a retratarse en g r u p o con su madre y hermanos, a la Galer ía Gardner, y . . . p o r a lguna causa ignorada, m u y i m p o r t a n t e o m u y t r i v i a l , t a l vez la atención que debe a los suyos, se i n t e r r u m p e el Diario con la i n i c i a d a frase de " M e v i n e a escribir a l a s . . . " .

N O T A S

1 Cos ío V ILLEGAS, Emma (ed.): Diario personal de Matías Romero (1855-1865). México, E l Colegio de México, 1960, p . 154.

2 Ibid., p . 154. 3 Ibid., p . 119.

E L "DIARIO" DE ROMERO 415

4 Ibid., p . 351. 5 Ibid., p . 378. 6 Ibid., p . 40o. 7 Ibid., p . 415. 8 Ibid., p . 423. 9 Mensaje de Buchanan al Congreso de EE.UU. (Dic. de 1859).

1 0 Ibid., pp. 527-28. 11 Asegura el Gral . Díaz que Juá rez le expid ió despacho de coronel

efectivo del ejérci to permanente y que el propio Díaz lo colocó como jefe de su Estado Mayor y secretario. (Memorias del Gral. P. Díaz. Ed. de " E l Universal", p . 10o).

12 Aunque no de una manera definitiva, desde 1877 s e sostiene que los restos de Colón descansan en la Catedral de la R e p ú b l i c a Dominicana.

1 3 Epistolario de Juárez. Carta de Juá rez a Romero. (En 13-64.) 1 4 Ibid., loc. cit. 1 5 Diario, p . 6 I I . 1 6 Notas de Oct. 22 y Nov. 12-64 al Ministerio de Relaciones de Mé­

xico. 1 7 Todo provino de que Plumb dijo a Romero que oyó decir a Cla-

rence Seward (sobrino del Secretario de Estado) "que así como t en í an la f i rma y concesión de Maximi l iano, para un negocio de express, esta­ban seguros de obtener el consentimiento y aprobac ión del presidente" (para el reconocimiento de Maximil iano) .

1 8 Notas de Romero, de 22 Oct. 64 y 12 Nov. a la Secretar ía de Re­laciones, y Carta de Juá rez a Romero (Dic. 22-64).

1 9 Carta de Romero a Juá rez (Abr. 6-66). Correspondencia de la Leg. Méx. en Washington. Tomo I V . Doc. 266.