el derecho humano a la paz

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H A B L E M O S D E P A Z Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 1 Grulla Boletín de paz Hacen falta muchos derechos para construir la Paz Por Carlos Peralta La Organización de las Naciones Unidas se creó con la finalidad de favorecer la paz mundial ante la inseguridad y las tensiones derivadas de la Segunda Guerra Mundial. Era necesaria una instancia internacional que generara acuerdos, que contara con capacidad militar (los Cascos Azules), pero también con recursos para generar acciones de desarrollo y pacificación. Pero obviamente mantener la paz requiere de un esfuerzo amplio y cotidiano. La anhelada paz implica impulsar el respeto profundo a la dignidad de los individuos, para ello se requieren mecanismos objetivos y acciones específicas para que las personas puedan lograr una adecuada y satisfactoria calidad de vida. Por ello el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) inicia diciendo: “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”, y en coherencia, en el Artículo 28 de la Declaración se menciona: “Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos”. Si bien se han logrado avances importantes, en México nos falta mucho para alcanzar un orden social en el cual se pongan como eje fundamental el lograr la paz a partir del respeto pleno a la dignidad y a los derechos humanos. Esto es porque se han generado procesos deshumanizadores que afectan de manera distinta pero igualmente grave a los ciudadanos. Se ha propiciado la desigualdad, la inequidad y vulnerabilidad en México de manera alarmante. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)entre los países miembros México es el segundo con mayor desigualdad. Conversaciones La fuerza de los no- violentos, acerca de la Libertad y la ley Miguel Castro Página 3 Paz y problemáticas del mundo Globalización, discurso belicista y estado de excepción universal. Sobre la necesaria institucionalización del derecho a la Paz Julia Isabel Amador Página 4 Crisol Fronteras imaginarias; historias sofocadas por la realidad Lucero Ortega Página 7 Educando para la Paz Víctimas y paz Mariana Zaragoza Página 5 Un boletín mensual Número 3 Diciembre 2011 Paz, palabras y algo más. Arte para difundir una Cultura de paz Pintando con luz Imagen del mes Página 8 FOTO Alejandra Martínez para FM4 (Continúa en la página 3) Especiales Hacen falta muchos derechos para construir la Paz Carlos Peralta Página 1 Paz para humanizar María Ana del Valle Página 2 Página 6

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Asumamos el reto que implica hablar de paz. La paz no sólo es una cuestión impostergable sino posible

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Page 1: El Derecho Humano a la paz

H A B L E M O S D E P A Z

Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 1

Grulla Boletín de paz

Hacen falta muchos derechos para construir la Paz

Por Carlos Peralta

La Organización de las Naciones Unidas se creó con la finalidad de favorecer la paz mundial ante la inseguridad y las tensiones derivadas de la Segunda Guerra Mundial. Era necesaria una instancia internacional que generara acuerdos, que contara con capacidad militar (los Cascos Azules), pero también

con recursos para generar acciones de desarrollo y pacificación. Pero obviamente mantener la paz requiere de un esfuerzo amplio y cotidiano. La anhelada paz implica impulsar el respeto profundo a la dignidad de los individuos, para ello se requieren mecanismos objetivos y acciones específicas para que las personas puedan lograr una adecuada y satisfactoria calidad de vida. Por ello el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) inicia diciendo: “la

libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”, y en coherencia, en el Artículo 28 de la Declaración se menciona: “Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos”.

Si bien se han logrado avances importantes, en México nos falta mucho para alcanzar un orden social en el cual se pongan como eje fundamental el lograr la paz a partir del respeto pleno a la dignidad y a los derechos

humanos. Esto es porque se han generado procesos deshumanizadores que afectan de manera distinta pero igualmente grave a los ciudadanos.

Se ha propiciado la desigualdad, la inequidad y vulnerabilidad en México de manera alarmante. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)entre los países miembros México es el segundo con mayor desigualdad.

ConversacionesLa fuerza de los no-violentos, acerca de la Libertad y la ley

Miguel Castro Página 3

Paz y problemáticas del mundoGlobalización, discurso belicista y estado de excepción universal. Sobre la necesaria institucionalización del derecho a la Paz

Julia Isabel Amador Página 4

CrisolFronteras imaginarias; historias sofocadas por la realidad

Lucero Ortega Página 7

Educando para la PazVíctimas y paz

Mariana ZaragozaPágina 5

Un boletín mensual Número 3 Diciembre 2011

Paz, palabras y algo más.Arte para difundir una Cultura de paz

Pintando con luzImagen del mes Página 8

FOTO Alejandra Martínez para FM4

(Continúa en la página 3)

Especiales Hacen falta muchos derechos para construir la Paz Carlos Peralta Página 1

Paz para humanizarMaría Ana del Valle

Página 2

Página 6

Page 2: El Derecho Humano a la paz

C L U B S E Q U O I A

Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 2

G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

El día 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, y por ello,  hemos elegido este tercer número para hablar de la paz como un Derecho Humano y como una cuestión elemental que constituye a los mismos derechos.

La paz para  muchas personas, es un concepto manoseado, palabra vacía  y prostituida que se suspende en el aire. Es paradoja al no poder desprenderse de las letras escritas y no desarrollarse en las acciones cotidianas. Para otras, al no haber sido ejercida o presenciada en ningún periodo histórico  en el país, la paz no tiene sentido. Hablar de paz es absurdo ya que es una situación que nunca se ha podido lograr, que nunca existió y por tanto que nunca será posible.

Por lo contrario, para el ghandismo, la paz significa

entre otras cosas rescatar lo más sutil de nuestra existencia: la propia vida. Desde este enfoque, luchar por el derecho a la paz, es pensar en la fuerza condicionante y necesaria que nos permite  insertarnos en el mundo para poder preservarla y defenderla. Es entonces, elemento inherente a toda vida humana.

Frente  a la creciente ausencia de políticas públicas contundentes que impulsen la construcción de la paz y ante la falta de garantías para establecer y generar condiciones que posibiliten su desarrollo, hablar de paz implica entenderla como derecho, así como una posibilidad de crear y construir las condiciones que ayuden a tener una vida digna en donde se permitan potencializar las capacidades humanas.

Ante esta falta de políticas públicas que garanticen los medios que promuevan el desarrollo de los Derechos Humanos, ante la desigualdad, exclusión y otras situaciones que arrebatan la dignidad humana a miles de personas, habrá también que cuestionar el sin sentido o desinterés que pueda existir frente a la paz.

Sin embargo, a propósito y a pesar de la falta de condiciones que velen por los derechos a favor de la dignidad humana, existen en nuestro país corazones de hombres y mujeres que enfrentan la violencia a través de esfuerzos que impulsen la paz. Se trata de personas que luchan desde su cotidianidad generando acciones de paz, ya sea a través de micro acciones como el  mirar a los ojos a quien pasa con el sentido de humanizar; u organizando grandes movilizaciones que buscan resignificar la

dignidad humana. Muchos de ellos enfrentan las condiciones más adversas, más intolerables o incluso aquellas donde se presenta un mayor grado de vulnerabilidad. Hay personas que día a día luchan por rescatar algo de su dignidad aún estando en condiciones que se les resquebraja. Son activistas, profesionistas, estudiantes, hombres y mujeres, personas conocidas y renombradas, son héroes y heroínas anónimas que forman parte de la construcción de paz.

Brota la paz en las condiciones más indignantes y violentas, ya sea a través de las memorias de quienes ya no están, o a través de los actos de las mujeres y los hombres que luchan por rescatarla y por resignificarla desde lo más profundo de su humanidad. Se trata de testimonios y rostros humanos, que han mantenido viva la paz.

Paz para humanizar

— María Ana del Valle

FOTO María Ana del Valle

Page 3: El Derecho Humano a la paz

G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 3

(Continuación de página 1)

La brecha entre los ingresos que perciben las familias más ricas del país y la población más pobre mostró una diferencia de 26 veces, y continúa aumentando1. La situación de pobreza debería considerarse extremadamente grave, específicamente para Jalisco, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), indica que existe un millón 64 mil 425 habitantes (una séptima parte de la población total), que sobreviven con ingresos menores a la “línea de bienestar mínimo”, es decir, con menos de 33 pesos al día.2

Por otro lado la precarización de las condiciones de vida, se ha emparejado con el recrudecimiento de la criminalidad y la inseguridad ciudadana, que restringen la participación y los procesos de organización ciudadana. “En vez de reducir la violencia, la ‘guerra contra el narcotráfico’ de México ha provocado un incremento dramático de la cantidad de asesinatos, torturas y otros terribles abusos por parte de las fuerzas de seguridad, que sólo contribuyen a agravar el clima de descontrol y temor que predomina en muchas partes del país”, señaló en un reciente informe Human Rights Watch.3

El reto de construir y defender la paz en México debe articularse en una propuesta de re valoración de la dignidad humana, pero además debe acompañarse de apuestas concretas y realistas por hacer valer los derechos humanos en lo cotidiano. Los obstáculos para vivir verdaderamente en paz, se vinculan hoy con el acceso limitado a los derechos económicos y sociales, con aspectos tales como la impunidad, la inseguridad o la corrupción, pero también con la presencia de un sistema que desatiende las necesidades sociales. La paz solo se logrará cuando se alcance para todos, el respeto y ejercicio de los derechos humanos.1Periódico La Jornada, Martes 6 de diciembre de 2011, p. 24

2 Periódico Milenio Jalisco, 4-XII-2011, sección Ciudad y Región.

3 Human Rights Watch; Informe México: Abusos generalizados en la “guerra contra el narcotráfico. Noviembre 9, 2011

Conversaciones

Reseña: “La fuerza de los no-violentos, Acerca de la Libertad y la ley” de Joseph Jean Lanza del Vasto Por Miguel Castro Rodríguez

Se considera que libertad y ley son palabras mutuamente excluyentes, es decir, si una existe es imposible que la otra pueda tener lugar. Si analizamos las relaciones interpersonales o las relaciones con la naturaleza, éstas se dan bajo ciertos estándares determinados por las leyes, por lo que podrían ser consideradas como coacciones a la libertad del ser.

Las preguntas referentes al tema de la libertad no pueden ser respondidas con un simple sí o no, pues rebasan el entendimiento limitado de dichas respuestas y se orientan hacia encontrar formas prácticas de ejercer la libertad dentro de los parámetros de la sociedad. Es por ello que la libertad se realiza mientras se mantenga una fuerte identidad personal que sirva de guía de las relaciones sociales.

Inclusive la libertad puede ser ejercida cuando nos obligamos a hacer algo, es decir, cuando acordamos un compromiso firmado voluntariamente, a pesar de vernos constreñidos a su cumplimiento, él mismo es una forma de ejercer la libertad propia. Es decir, la libertad se teje bajo el ejercicio del deber y la razón enmarcados en la ley propia del ser.

El entendimiento de la libertad supera las limitaciones propias de su ejercicio, y se sustenta bajo las consideraciones del ser. Así, existen tres niveles del ser, el primero de ellos es el material, en el que el objeto se somete a leyes naturales, como la gravedad. En un segundo estadío se relaciona con la vida misma, es

decir, se contrapone al primero, pues mientras en el primer nivel el objeto cae en el segundo el animal se levanta, nace, crece, se desarrolla. El tercer nivel es el espiritual, que de nuevo se contrapone a la ley de la carne.

Es así como el ser está determinado por tres niveles contrapuestos, al mismo tiempo que complementarios. Es necesario que cada uno esté delimitado en su propio espacio, pues uno de los obstáculos de la libertad es pasar de un nivel a otro sin darse cuenta de ello. A la vez que estos niveles existen por sí solos, se ven alterados por la educación y la capacidad de adaptación a una sociedad.

Uno de los resultados de las leyes y su abuso, es el ejercicio de la libertad social a través de acciones directas. Aunque éstas conllevan peligros, tanto en el éxito o fracaso de las movilizaciones que pueden resultar en represión y formas

aún más violentas a las ya existentes. Por el otro, su éxito podría resultar en la llegada de un gobernante mucho más severo que el anterior, pues en la historia se ha demostrado que el derrocamiento de un dictador lleva a la imposición de, en algún grado similar, otro dictador.

La libertad tejida bajo las limitaciones sociales y políticas, sólo puede ejercerse dentro de la propia ley, pues el no de un ser obediente y fiel a las leyes del estado, representa un mayor grado de oposición a las mismas. Las leyes y la libertad encuentran su origen una en la otra, pues si bien se considera que son excluyentes, en la práctica resultan más bien complementarias a la vez que condicionantes del ser en el desarrollo de sí mismos y de su entorno.

El ser humano debe vivir en armonía con las leyes y la libertad, pero más importante debe ser capaz de anticipar el razonamiento en el cumplimiento del deber, pues el sentimiento resulta un arma de doble filo si se ejerce como ley de vida.

Consulta el texto de Lanza de Vasto en:http://www.dh.iteso.mx/textos1/NOVIOL_La%20fuerza%20de%20los%20no%20violentos.pdf

G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

Es decir, la libertad se teje bajo el ejercicio del deber y la razón enmarcados en la ley propia del ser.

Page 4: El Derecho Humano a la paz

G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 4 FOTO María Ana del Valle

El final de la Guerra Fría representó para muchos la oportunidad ideal para pasar de una historia marcada por la guerra y la violencia hacia la construcción de una cultura de paz, la cual, conlleva inevitablemente también una construcción jurídica. El Derecho a la Paz está enunciado desde los primeros rudimentos del Derecho Internacional, sin embargo, su marco jurídico es casi inexistente tanto a nivel nacional como internacional. La mayoría de las normativas al interior y entre los Estados no incluyen regulación alguna sobre el conflicto armado desde la perspectiva de su iniciación, motivaciones, causas y fines. Es decir, hay una ausencia del Derecho antes de la Guerra, un ius ante bellum. En la mayoría de las constituciones nacionales y regulaciones internacionales, el Derecho se limita únicamente a mencionar la declaración de guerra y/o la regulación del conflicto una vez que éste ha iniciado, es decir unius in bellum (por ejemplo las Convenciones de Ginebra y sus protocolos). En el ámbito internacional, la Carta de Naciones Unidas recoge el ius ante bellum, pero en la práctica algunas potencias occidentales (principalmente Estados Unidos) obstaculizan cualquier iniciativa dirigida a institucionalizar este Derecho, ya sea mediante el veto en el Consejo de Seguridad o los intentos de Estados Unidos por sabotear la Corte Penal Internacional (por mencionar algunos).

Estas actitudes negativas u hostiles a un Derecho a la Paz tienen su origen en teorías belicistas que se materializan en la persecución de un “Derecho a la Seguridad”. Dicho Derecho tiene su vértice teórico en la doctrina de la seguridad nacional, que implica apelar al “interés nacional” y cuya máxima expresión encontramos en la interpretación hegemonista y belicista de Estados Unidos, en el excepcionalismo norteamericano de Lipset, en el hegemonismo mercantilista de Condolezza Rice y en los paradigmas de Fukuyama y Huntington, creadores de los enemigos posthistóricos y de civilización. Por otro lado, desde hace dos décadas, los llamados derechos colectivos o de solidaridad, han construido un escenario teórico positivo al Derecho a la Paz. A pesar de la crítica por parte del

individualismo y el liberalismo bajo la tesis de la redundancia, el Derecho a la Paz representa un derecho-condición para la viabilidad real de los derechos individuales, lo cual fortalece un Estado social y democrático. Paradójicamente, el liberalismo fomenta una serie de derechos colectivos económicos que dibujan al sujeto como heterónomo, es decir, sometido a un poder ajeno que le impide el libre desarrollo de su naturaleza, en oposición a sus potencialidades y derechos de autonomía. El derecho a la paz, por tanto, debe encaminarse a evitar y eliminar todas aquellas estructuras de violencia de una

intensidad tan elevada que impidan el disfrute material del resto de derechos individuales.Lamentablemente, la vertiente teórica individualista y belicista se solidificó a partir del 9/11, cristalizando en una doctrina preventiva de la seguridad. La ideología estadounidense imposibilita la institucionalización del Derecho a la Paz; basta mencionar los intentos fallidos en el seno de la UNESCO para la aceptación de una Declaración Universal del Derecho a la Paz, misma que reitera la importancia de otro derecho colectivo: el Derecho al Desarrollo (sustentable). ¿Cómo lograr un verdadero Derecho a la Paz ante esta coyuntura? Palacios sugiere dos cosas: primero, seguir apoyando una mayor democratización de la comunidad internacional y un escenario internacional multipolar; y

segundo, normar al interior de cada Estado la toma de decisiones con consecuencias bélicas (ius ante bellum), como lo han hecho Alemania, Japón y Suiza. Esto implica, entre otras cosas, regular la industria armamentista, la clasificación de los conflictos, el debate público, y

la inclusión de un título constitucional propio o complementario.Vale la pena terminar con una invitación a reflexionar acerca de qué ha hecho México (o qué no ha hecho) para contribuir a la construcción de una comunidad internacional más pacífica o de una normatividad nacional para regular el conflicto, un tema sin duda de importancia actual.*Reseña del texto escrito por Palacios Romeo. Consúltalo en:http://www.ugr.es/~revpaz/articulos/rpc_n1_2008_art2.pdf

FOTO María Ana del Valle

Paz y Problemáticas del mundo

Globalización, discurso belicista y estado de excepción universal. Sobre la necesaria institucionalización del derecho a la PazPor Julia Isabel Amador

Page 5: El Derecho Humano a la paz

C L U B S E Q U O I A

5 Grulla:Boletín de Paz Diciembre 2011

G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

Rescatar la memoria de las víctimas en la búsqueda de justicia es fundamental para la construcción de paz en cualquier contexto de violencia. Xavier Etxeberria nos lo explica en su artículo “Víctimas y memoria”1; entendiendo a la víctima como toda aquella persona que sufre por una iniciativa atribuible, directa o indirectamente, a otro ser humano y que es calificada como injusta según el criterio de los Derechos Humanos. Desde la investigación para la paz debemos entender que así como existen diferentes tipos de violencias, también existen diferentes tipos de víctimas: las víctimas por violencia directa en donde el sujeto violentador, la víctima y la violencia se muestran de manera clara en una sucesión de hechos, y las víctimas por violencia estructural la cual se escuda en estructuras políticas y culturales en donde el violentador y la condición de injusticia se presentan de manera menos evidentes. En el caso de la violencia directa (entrando al contexto que ahora enfrenta nuestro país), podemos encontrar a las víctimas sobrevivientes que tienen el poder de recordar y contar, y aquellas que son privadas de su vida y de las que solo se encuentran huellas para sustraer la memoria de lo que sucedió.

El proceso de sufrimiento de las víctimas y las personas a su alrededor es difícil, doloroso y traumático. Para esto se necesita un trabajo de duelo en donde la víctima debe de asumir la realidad de lo que le sucedió, interiorizarla pero no olvidarla, tendiéndola presente y no dejando que bloquee su crecimiento. Este proceso necesita de acompañamiento, no solo de las personas cercanas, sino de toda la sociedad. Es nuestro deber acompañar a las víctimas en su proceso de duelo y en la construcción de la memoria. Porque la sociedad que no ofrece este

acompañamiento a través de la empatía y la búsqueda de la justicia, es una sociedad indiferente que revictimiza.

Por otra parte, las experiencias de las víctimas muchas veces resultan similares al tratarse de la misma expresión de violencia, por ejemplo: el terrorismo, la violencia de género, la discriminación por cuestiones étnicas. Al encontrarse estas víctimas, se forman comunidades de memoria, como sería el caso de las Abuelas de la Plaza de Mayo, El

Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad; que son comunidades que se encuentran, se reconocen y se acompañan construyendo una memoria colectiva, luchando por hacer justicia exigiendo la reparación de los daños. Es nuestra responsabilidad acoger y potenciar estas comunidades, entendiendo que las iniciativas y el protagonismo de las propias víctimas son un medio importante para la búsqueda de justicia. No puede construirse paz sin justicia y sin la

Educando para la Paz

Víctimas y pazPor Mariana Zaragoza

FOTO Alejadra Martínez para FM4

(Continúa en la siguiente página )

Page 6: El Derecho Humano a la paz

G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 6

memoria de las víctimas. Los procesos del perdón y la reconciliación son básicos para la transformación y regeneración del tejido social.

La responsabilidad con la historia está frente a nosotros y nosotras. Es momento de pensar en la historización de la memoria de las víctimas, como parte fundamental para sentar las bases en la construcción de paz en nuestra sociedad. Es nuestro deber no olvidar y nuestra obligación corresponder a la lucha ciudadana que ejercen las víctimas en la reivindicación de su búsqueda por la justicia. Construir paz significa perdonar más no olvidar.1 Ver: http://www.fuhem.es/media/ecosocial/file/Democracia/Ciudadan%c3%ada/Victimas%20y%20memoria_X.ETXEBERRIA.pdf

Paz,palabras y algo más

¡Checa ésto para promover una cultura de paz!

(Continuación de la página anterior )

Cine: Ágora

Director: Alejandro Amenábar Año: 2009

Pintura:

Fernando Botero pinta las torturas de Abu Ghraib

http://amnistiacatalunya.org/edu/3/botero/index.html

Música:

Escucha la canción de Calle 13 con Mercedes Sosa “Hay un niño en la calle” http://www.youtube.com/watch?v=40nuiWW59e0

Enlaces de paz:

Fundación Cultura de paz en http://www.fund-culturadepaz.org/

Nuestra aparente rendición http://nuestraaparenterendicion.com/

SIPAZ en http://sipaz.wordpress.com/2011/12/12/

chiapas-foro-regional-por-la-defensa-de-los-derechos-

humanos/

FOTO María Ana del Valle

Page 7: El Derecho Humano a la paz

C L U B S E Q U O I A

Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 7

G R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

Crisol

Fronteras imaginarias; historias sofocadas por la realidad

“Soy América Latina, un pueblo sin pierna pero que camina”

René Pérez Joglar

“Yo sí me siento culpable de ser latina namás, porque si yo fuera de allá pues

tal vez no nos trataran así 1...”

Por Lucero Ortega

Palabras, que siendo latina duelen hasta los huesos, palabras de una mujer centroamericana que ha dejado su país y se dirige a Estados Unidos en busca de un mejor presente y un mejor futuro: palabras que no se lleva el viento, porque son una realidad.

Culpable, como si fuera algo malo de lo que uno puede ser responsable, un color de piel, una lengua, costumbres, tradiciones, o simplemente el nacer en el momento y en el lugar inadecuado. Una cruz con la que cargan miles de migrantes centroamericanos que exhuman su culpa en el maltrato, los abusos, las violaciones y los asesinatos cometidos en el trayecto hacía el sueño americano.

Todos los días, desde de su cotidianeidad, algún centroamericano decide dejar su país, en su trayecto pasan por México, hombres, mujeres, niños y niñas que sienten miedo y saben lo que les espera, pero la esperanza los alienta.

Cualquier cosa vale la pena con tal de conseguir, lo que se cree será un mejor nivel de vida. Sin embargo, mujeres violadas, hombres asaltados y golpeados, desaparecidos, secuestrados, asesinados, son las historias de todos los días en que se convierte esta aventura.

Invisibles en México son también todos los inocentes muertos en la guerra contra el narco, invisibles los miles de desaparecidos, las muertas de Juárez y las mujeres violadas por militares, los que son víctima de los extorsionadores telefónicos, los cadáveres de niños sin órganos que aparecen en casas deshabitadas e incluso los encarcelados sin acceso a la justicia.

Sí ningún gobierno puede resolver y atender las consecuencias de estos abusos, debemos como sociedad reacccionar a sus causas e impedir que el tejido social se siga cayendo a pedazos, sólo una sociedad sana puede recuperar su política y su economía. Recuperar espacios sociales, prevenir que los menores se conviertan en delincuentes, dar cobijo a todos aquellos que lo necesiten, generar nuestras propias fuentes de empleo, trabajar juntos por el beneficio de todos, aprender a escucharnos los unos a los otros, respetarnos y reconocernos como iguales, sin importar color de piel, lengua, marcas de ropa y zapatos, tipos de vivienda, gustos o costumbres.

Las diferencias sociales son tan profundas que marcan el rumbo político y económico del país. En las condiciones actuales no podemos permitirnos esto, es urgente reforzar nuestros lazos, aprender a valorarnos como personas, como latinoamericanos, porque no hay razones para sentirse culpable pero sí sobran para trabajar juntos y salir adelante como sociedad.

Un pueblo sin autoestima es un pueblo sin amor, sin amor hacía sí mismo y hacía cada uno de sus miembros. En ésta como en muchas de las situaciones de conflicto actuales el amor macaría una gran diferencia en el curso del camino.

Sentimientos y emociones como la tristeza, el dolor, el sufrimiento y el enojo impiden ver de manera clara

el panorama. De manera contraria el amor y respeto hacía uno mismo y hacía el otro nos permiten ver un panorama mas claro, un panorama de paz.

En el momento en que aprendamos a amarnos y respetarnos, se comenzarán a resolver los problemas que enfrentamos como humanidad. Es sólo mediante un panorama de paz como podríamos impulsar un verdadero cambio duradero. No importa cuántas políticas apliquen los gobiernos, cuántas escuelas existan, cuánto dinero circule por nuestras manos, el cambio sólo será real y verdadero cuando adoptemos la paz como forma de vida, amando y respetándonos a nosotros mismos y a los demás.

Vivir en paz es vivir la paz. El cambio comienza con uno mismo.

Con amor las diferencias desaparecen, sin diferencias las oportunidades son las mismas para todos.1  Los invisibles, México; 2010

Vivir en paz es vivir la paz. El cambio comienza con uno mismo.

FOTO Fernando Gutiérrez

Page 8: El Derecho Humano a la paz

Diciembre 2011 Grulla:Boletín de Paz 8

Agenda Consejo Editorial

María Ana del Valle — EditoraAna María Vázquez María Fernanda Peña Gerardo Pérez Viramontes

Colaboradores:

Omar Galván, Mariana Zaragoza, Julia Isabel Amador, María del Mar Bricio, Miguel Castro

Agradecimientos

Alejandra Martínez, Carlos Peralta María del Mar Bricio, Patricia Karenina Fernando Gutiérrez, Ignacio Ulacia, Resurrección Rodríguez, Lucero Ortega

ITESO

Periférico Sur Manuel Gómez Morín #8585 CP 45604

Tlaquepaque, Jalisco, México

Si quieres escribir o participar en este boletín contáctanos a [email protected] y comenta en nuestro grupo en Facebook: Hablemos de Paz

Imagen del mesG R U L L A : B O L E T Í N D E P A Z

El Derecho Humano a la paz es muchas veces empañado por la violencia estructural del sistema, que en términos prácticos se traduce en la imposibilidad de satisfacer necesidades. El caso de los migrantes que deciden salir de su país con la esperanza de encontrar mejores oportunidades, es un ejemplo claro de que aún cuando la violencia no sea tácita ni directa, la violación a los Derechos Humanos y por tanto al Derecho a la paz existe y se mantiene, imposibilitando a las personas para tener mejor calidad de vida.

El hecho de que la violencia no sea a base de golpes o insultos, no quiere decir que sea nula. La violencia que permea la estructura social es una de las más fuertes, y también de las más difíciles de contrarrestar. Si el Derecho Humano a la paz fuera reconocido a universal, tanto la libertad de tránsito, como el acceso a oportunidades de mejora, deberían de estar garantizados de manera pacífica para todos.

FOTO Alejandra Martínez para FM4

Por María del Mar Bricio

II Seminario Internacional de r e fl e x i ó n y a n á l i s i s : movimientos antisistémicos”

Fecha: 30 de diciembre a 02 de enero

Lugar: San Cristóbal de las Casas.

Más información en:

http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2011/12/08/iiº-seminario-internacional-de-reflexion-y-analisis-planeta-tierra-movimientos-antisistemicos-cideci-dic-30-a-ene-02/

El rugido de la jirafa

Improvisación teatral con Ricardo Delgadillo

Fecha: Jueves 15 de diciembre a las 20:30 hrs.

En el Colectivo, Guadalajara

Más información en:

http://www.facebook.com/events/

Al igual que el resto de los Derechos Humanos, la paz debe hacerse efectiva desde-para-por nosotros, partiendo de las acciones pequeñas del día a día, comprometiéndonos profundamente para manifestar y contagiar una cultura de no-violencia; la concientización es el primer

paso para transformar la realidad de manera colectiva.

¿Cómo podrías hacer que la paz como Derecho Humano fuera efectiva desde tus actividades diarias?